Atrapando microplásticos con telas de araña Los resultados proporcionan una primera visión de los diferentes niveles de contaminación por microplásticos en el aire urbano.
Moscas, mosquitos, polvo e incluso microplásticos, las telas de araña atrapan cosas que vuelan por el aire. Los investigadores de la Universidad de Oldenburg han examinado por primera vez las telas en busca de las partículas de plástico más pequeñas, en calles del centro de la ciudad con distintos niveles de tráfico. Encontraron principalmente el plástico PET, presumiblemente procedente de los textiles, así como partículas procedentes de la abrasión de los neumáticos de los coches y del cloruro de polivinilo (PVC). La cantidad de partículas de plástico encontradas dependía del lugar. Las telas de araña, concluye el equipo, son un medio sencillo y barato de controlar la contaminación del aire por microplásticos en la ciudad y de identificar las zonas especialmente contaminadas. Los resultados se han publicado en la revista Science of the Total Environment. "Las arañas se encuentran en todo el mundo, incluso en las ciudades. Sus telas pegajosas son una trampa ideal para todo lo que flota en el aire", explica la Dra. Barbara Scholz-Böttcher. La experta en microplásticos del Instituto de Química y Biología del Medio Marino (ICBM) de la Universidad dirigió el estudio. Estudios anteriores han demostrado que contaminantes como los metales pesados o las partículas magnéticas se quedan atrapados en las redes, añade. "Sin embargo, nadie ha examinado aún las telas de araña en busca de microplásticos", dice el geoquímico, a pesar de que el aire que respiramos está cada vez más contaminado con microplásticos. Para averiguar si se pueden detectar microplásticos en las telas de araña y si existen ciertos patrones de distribución, Rebecca Süßmuth, estudiante de Ciencias Ambientales, recogió telas de araña de la zona superior de paradas de autobús semicubiertas en diferentes momentos para su tesis.
Las paradas de autobús estaban situadas a lo largo de carreteras con diferentes niveles de tráfico en la ciudad de Oldenburg, en el noroeste de Alemania. Las muestras se prepararon en el laboratorio y las partículas adheridas a las telas se concentraron en filtros. El equipo examinó primero los filtros al microscopio y encontró, por ejemplo, fibras presumiblemente procedentes de textiles, así como partículas de hollín. A continuación, calentaron las muestras a temperaturas muy altas en ausencia de oxígeno (pirólisis) y separaron los fragmentos de plástico resultantes mediante un cromatógrafo de gases. Un espectrómetro de masas posterior permitió asignar y determinar los distintos tipos de plástico.
El resultado: "Todas las telas de araña estaban contaminadas con microplásticos", informa Isabel Goßmann, que participó en el estudio como parte de su tesis doctoral. En algunos casos, el contenido de plástico representaba incluso una buena décima parte del peso total de la telaraña. Casi el 90% del plástico consistía en PET (tereftalato de polietileno), PVC y material procedente de neumáticos. La proporción de restos de neumáticos variaba mucho, dependiendo del tráfico de la carretera adyacente.
"Nuestros resultados también indican que la abrasión de las marcas viales es otra fuente importante que contribuye a la carga de microplásticos en las carreteras", explica ScholzBöttcher.
Los investigadores también encontraron pruebas de que las pequeñas partículas de plástico se acumulan con sorprendente rapidez en las telas de araña. Según Scholz-Böttcher, el método representa una alternativa sencilla a las complejas mediciones para comparar el contenido de microplástico presente en el aire ambiente inmediato. Esto puede ser especialmente importante en el contexto de posteriores investigaciones toxicológicas. Los estudios sobre cantidades de microplásticos (MP), incluida la contaminación por partículas de desgaste de neumáticos (TWP) en muestras de aire, son escasos. Las telas de araña se han sugerido como un biomonitor barato y de fácil acceso, particularmente para los contaminantes inorgánicos. Aquí, enfatizamos el potencial de las telas de araña para obtener información sobre las tendencias espaciales y temporales de MP en el aire urbano.
Las muestras, recogidas en una ciudad alemana de tamaño medio, se procesaron con reactivo Fentons y se midieron mediante cromatografía de pirólisis-gases-espectrometría de masas para compuestos indicadores específicos relacionados con polímeros. Todas las muestras contenían TWP y otros MP. Estos últimos se detectan y cuantifican como productos de pirólisis de una columna vertebral polimérica. Los resultados se expresaron como grupos (prefijo "C"). Las contaminaciones de polímeros determinadas variaron de 11,4 μg/mg a 108 μg/mg de muestra de tela de araña. El polímero dominante fue C-PET (Ø 36,0% del MP total) derivado muy probablemente de fibras textiles. Además, hubo evidencia de contaminaciones relacionadas con el tráfico. En particular, se encontraron la banda de rodadura de los neumáticos de automóviles (Ø 40,8% del MP total) y ⁎C-PVC (Ø 12,0% del MP total), y esta última presumiblemente se originó en la pintura utilizada para las marcas viales. La banda de rodadura de los neumáticos de camión, C-PE, C-PP, C-PS, C-PMMA y C-PC también se encontraron con frecuencia, pero en abundancia mucho menor (Ø <6.4% del MP total). Las diferencias en los niveles de contaminación podrían estar plausiblemente relacionadas con las ubicaciones de muestreo.
Martin Eduardo Lucione https://facebook.com/Ecoalfabetizacion https://issuu.com/martinlucione Extraído QUIMICA. ES Carl von Ossietzky Universität Oldenburg