El futuro está siendo reescrito
Un bazar inundado en Jhuddo, provincia de Sindh, Pakistán Hassaan Gondal
El otoño pasado, el condado de Miami-Dade se comprometió a eliminar toda su huella de carbono en tres décadas. Era un objetivo ambicioso, pero también simbólico: una compañía privada de servicios públicos, Florida Power and Light, proporciona la electricidad de la región y opera libre de supervisión del condado.
Por la histórica inversión verde y la creciente devastación climática
"No teníamos control", dice Jim Murley, director de resiliencia del condado. Pero luego sucedió algo aparentemente milagroso en junio, la empresa de servicios públicos dijo que reduciría las emisiones por sí sola e incluso más rápido de lo que los funcionarios del condado habían prometido. "Estábamos atónitos", dice Murley.
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Con el cambio climático, como con cualquier otra cosa, es difícil trazar una línea clara entre una era y la siguiente. Pero la inversión histórica en ecologizar la economía y la aceleración de la devastación relacionada con el clima sugieren que se avecina un futuro muy diferente. “La vida ha cambiado”, me dijo Gina McCarthy el 8 de septiembre antes de renunciar como principal asesora climática del presidente Biden. “Todos están tratando de entender un paradigma completamente diferente”.
sequía ha dejado cultivos muertos y lechos de ríos secos; los funcionarios implementaron restricciones de agua en Francia, Alemania y España. Las ciudades de California enfrentaron temperaturas récord en septiembre, alcanzando los 115 ° F en varios lugares y dejando al estado para rogar a los residentes que cortaran su uso de electricidad para evitar apagones. Aquellos que siguen la ciencia, incluso vagamente, saben que empeorará.
En agosto, las inundaciones sin precedentes dejaron a un tercio de Pakistán bajo el agua en lo que el secretario general de la ONU, António Guterres, describió desde el suelo como la peor "carnicería climática" que había visto.
Durante años, activistas, políticos y académicos han tratado de hacer la transición de la economía global lejos de los combustibles fósiles, con resultados mixtos. De la noche a la mañana, es como si todo hubiera cambiado, y por primera vez en mucho tiempo, hay un rayo de esperanza. El precio de la energía renovable ha caído bruscamente, lo que la convierte en una opción más rentable en la mayoría de los casos. La invasión rusa de Ucrania ha codificado los riesgos estratégicos de la dependencia de los combustibles fósiles. Y por fin, el gobierno ha intervenido con decisión. La Ley de Reducción de la Inflación en los Estados Unidos gastará cientos de miles de millones de dólares para empujar al país más cerca de la descarbonización. La iniciativa REPower EU de la Unión Europea hará lo mismo al otro lado del Atlántico. Juntos, estimularán billones en inversión privada. Sin embargo, el nuevo sentido de esperanza se atenúa con una creciente sensación de desesperación por el daño ya
“Esta es una competencia saludable desde el punto de vista del cambio climático”, dice Fatih Birol, director de la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Es por eso que la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación de este verano representa tal desviación. La ley señala no solo que la transición energética en los EE. UU. ha comenzado, sino que avanzará rápidamente. Cientos de miles de millones de dólares en incentivos fiscales reducirán el costo de la energía limpia, lo que alentará a las empresas a descarbonizarse. Los modeladores ahora esperan que las emisiones de EE. UU. caigan un 40% desde los niveles de 2005 para 2030.
Quizás lo más significativo sea la señal clara a las empresas privadas de que la economía está en transición. Las empresas invertirán billones de dólares en función de esa señal. Un informe de Third Way, Boston Consulting Group y Breakthrough Energy identifica seis tecnologías incipientes impulsadas por la ley, incluidos los vehículos eléctricos, el hidrógeno con bajas emisiones de carbono y el acero limpio, que en conjunto tendrán un mercado acumulado de $60 billones para 2050. Estas inversiones significan ciudades renovadas y millones de puestos de trabajo, y el potencial de reducción de emisiones es mucho mayor de lo que sugieren los modelos.
Este nuevo mundo estará definido por los extremos. Finalmente, los países están construyendo una economía verde global, ofreciendo una visión optimista de un futuro mejor. Pero los trágicos costos humanos del cambio climático, advertidos durante mucho tiempo por los científicos, están sobre nosotros y empeoran. Todavía tenemos la oportunidad de dar forma a estos dos desarrollos, nuestra mejor esperanza es que el progreso minimice la Nodesesperación.siemprefue
una apuesta segura que el mundo aceptaría la transición energética. Estados Unidos, como la única superpotencia del mundo, su mayor economía y su segundo mayor emisor, marcó el ritmo a lo largo de los años con una serie de intentos fallidos de promulgar una política climática. En el extranjero, los países se comprometieron a reducir las emisiones solo para ver flaquear sus esfuerzos colectivos. Mientras los activistas marchaban y las advertencias de los científicos aumentaban, la esperanza comenzó a parecer equivocada.
Incluso en lugares como Florida y Texas, la economía de la energía renovable está superando a la ideología simplemente es más barata. Cada estado presentó un plan a la Administración Biden que describe un plan para una red de carga de vehículos eléctricos. “Sí, Texas. Sí, Oklahoma. No discutieron”, dice McCarthy. "Dijeron, 'Maldita sea, tengo que estar en esto'".
Los líderes en el extranjero también están respondiendo a la señal. India está avanzando en un esquema de mercado de carbono para reducir las emisiones, Alemania aprobó un programa de $ 180 mil millones para facilitar la energía limpia y Australia adoptó su primera legislación climática en una década. Si bien las tensiones globales han perjudicado cierta colaboración ecológica, países como EE. UU. y China están compitiendo para hacerse con el futuro de la energía limpia, la fabricación limpia y el transporte limpio.
Una ola de calor en la India esta primavera costó a los agricultores una gran parte de sus cultivos, y una sequía de varios años en el este de África tiene a 50 millones de personas enfrentando hambre extrema. El costo en dólares asciende a billones. África pierde hasta el 15 % del PIB anual debido al cambio climático y podría perder el 30 % en las próximas décadas, según el Banco Africano de Desarrollo.
En total, miles de millones de vidas dependen de cómo responda el mundo en esta nueva era. Hasta ahora, la imagen no se ve bien. “Vivimos en la era de las pérdidas y los daños”, dice Tasneem Essop de la Red de Acción Climática. “Lo que se está volviendo aún más claro, desafortunadamente, es que a las élites gobernantes en los países ricos simplemente les importa un bledo la vida de las personas que viven en el Sur Global”.
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Sin embargo, esto también está cambiando: el clima extremo en casa finalmente está convenciendo a los ricos de que nadie será inmune. El oeste de los EE. UU. está bajo una sequía persistente que reduce los ríos; las inundaciones están destruyendo comunidades en Suiza y cortando el suministro de agua en Jackson, Mississippi. El calor es un asesino literal.
Si ha estado leyendo y pensando sobre el cambio climático, habrá oído hablar de puntos de inflexión, umbrales que, cuando se cruzan, desencadenarán cambios no lineales en el clima. El derretimiento del permafrost en el Ártico podría liberar carbono atrapado durante mucho tiempo, acelerando el calentamiento global. El colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental podría elevar el nivel del mar hasta 10 pies. Un estudio del 9 de septiembre publicado en la revista Science encontró que estos dos puntos de inflexión, junto con otros, es probable que se activen entre 1,5 °C y 2 °C de calentamiento.
otros puntos de inflexión. Greta Thunberg dijo en 2019 que esperaba desencadenar un punto de inflexión social en el que la indignación pública llevaría a los gobiernos a actuar. La tecnología también puede alcanzar puntos de inflexión a medida que disminuyen los costos. Según la AIE, construir un sistema que recolecta energía solar costaba $106 por vatio en 1975; en 2020 costaba 20¢. Una revolución similar y más rápida para la captura directa de carbono en el aire, el almacenamiento en baterías y una gama de otras tecnologías nos ayudaría a salir del abismo. En esta nueva era, nuestro presente se define tanto por la esperanza como por la desesperación.
Algunos, quizás la mayoría, en el Norte consideran que esto es una realidad triste pero lejana.
La tierra se ha calentado 1,1°C desde la Revolución Industrial. Un informe de mayo de la Organización Meteorológica Mundial encontró que tenemos una probabilidad de 50 50 de alcanzar el umbral de 1,5 °C en cinco
Pero incluso mientras rehacemos la economía global, el costo humano del cambio climático también crecerá rápidamente. La inversión y la innovación deberán ponerse al día con la destrucción que ya hemos desatado en el mundo, especialmente en el Sur Global. Una tormenta tropical en abril mató a cientos en Filipinas.
inflexión positivos.
primero
puntos
Martin Eduardo Lucione
TIME JUSTIN WORLAND
Para todos nuestros futuros, tenemos que hacer todo lo posible para asegurarnos de llegar a los de
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