Gestión en la aplicación de fitosanitarios Deriva pulverización aérea pulverización terrestre plaguicidas La deriva de pesticidas se refiere a la difusión no intencional de pesticidas y los posibles efectos negativos de la aplicación de pesticidas, incluida la contaminación fuera del objetivo debido a la deriva de la pulverización, así como a la escorrentía de las plantas o el suelo. Esto puede provocar daños en la salud humana, contaminación ambiental y daños a la propiedad.
Uno de los efectos no deseados que se produce durante las pulverizaciones agrícolas e inmediatamente después, es el fenómeno de la deriva. Se define como tal al “desplazamiento de un plaguicida fuera del blanco determinado, transportado por masas de aire o difusión” (ASABE S327.1, 2012, 2016). Puede ser por arrastre del producto con las gotas del asperjado o por su volatilidad. Este desplazamiento puede quedar dentro del lote o cultivo pulverizado (endoderiva) o llevar los plaguicidas fuera del área pulverizada (exoderiva). Con respecto a esta última, existen numerosos factores que la causan siendo uno de los más importantes el tamaño de gota (Lucero, 1998). Según la norma ASABE S-572, si el volumen pulverizado es con gotas de un Diámetro Volumétrico Medio (DVM) que esté por debajo de los 250 micrones (µm) presentan mayor riesgo de deriva. La deriva “se presenta en toda pulverización y sólo podría reducirse, siendo prácticamente imposible su eliminación”. Las técnicas de pulverización deberían ser seleccionadas en base al blanco objetivo, el modo de acción de los plaguicidas, las condiciones ambientales y el riesgo de deriva. La elección de la pastilla (diseño y caudal) y la presión de trabajo son las variables directas que definen el tamaño de gota y por consiguiente, el riesgo de deriva. En algunos trabajos de investigación realizados en Argentina, en condiciones reales de campo para evaluar la exoderiva, se utilizaron diferentes métodos que permitieron detectar el producto llevado fuera del ancho de trabajo del equipo pulverizador terrestre. Se evaluó diferentes pastillas incluyendo una de tipo hidroneumática. La exoderiva se cuantificó utilizando un “marcador fluorescente (Brilliant Sulfaflavine, Sigma B 4141) en solución acuosa”, en distintas alturas (1 a 4 m) y distancias de la pulverización (50 a 200 m), no encontrando diferencias en la deriva entre tipos de pastilla, alturas y distancias. Bulacio et al. (2013), evaluaron diferentes tipos de pastillas hidráulicas, con un volumen de pulverización uniforme pero velocidades de trabajo y presiones diferentes. Estos autores utilizaron la misma metodología que el anterior y no detectaron diferencias significativas entre modelos de pastilla como tampoco por alturas de captura del reactivo (1 a 4 metros); sí por distancias (50 a 200 m). Massaro et al. (2015) cuantificaron la deriva de una sola pastilla hidráulica con Sulfato de Cobre pentahidratado como marcador, utilizando placas colectoras hasta los 200 m a favor del viento y contra el viento hasta los 30 m.
Tamaño de gotas (micras)
Grado de atomización
Tamaño relativo
Tamaño relativo relacionado con objetos comunes
Punta de aguja
Hasta 20
Niebla
Cabello humano
Neblina
Hilo de coser
Llovizna fina
Grapa Llovizna ligera
Lluvia de tormenta eléctrica
#2 mina de lápiz
Tamaño relativo relacionado con objetos comunes Grapa (ganchos de abrochador)
Cabello humano
Mina de lápiz
Punta de aguja
Hilo de coser
Los tamaños de las gotas generalmente se expresan en micras (micrómetros). Una micra equivale a una milésima parte de un milímetro. Aparte de los efectos del material específico que se rocía, los cuatro factores principales que afectan el tamaño de la gota son: estilo de punta, capacidad, presión de pulverización y tipo de patrón de pulverización. Las presiones de pulverización más bajas proporcionan tamaños de gotas más grandes, mientras que las presiones de pulverización más altas producen tamaños de gotas más pequeños. Los tamaños de gotas más pequeños se logran mediante puntas de atomización de aire. En términos generales, las gotas de pulverización más grandes se producen mediante puntas de pulverización hidráulica planas y de gran angular. En la serie de puntas de pulverización hidráulicas, los tamaños de gotas más pequeños se producen mediante puntas de pulverización de cono hueco. Posibles sumideros de contaminación ambiental causada por la deriva de pesticidas
Desarrollado por el Comité de Control de Plagas y Aplicación de Fertilizantes; aprobado por el Comité de Normas de la División de Energía y Maquinaria; adoptado por ASAE PM41 Esta norma define categorías de espectro de gotas para la clasificación de las puntas de pulverización, en relación con las puntas de ventilador de referencia especificadas que descargan la pulverización en el aire estático o para que ninguna corriente de aire mejore la atomización. El propósito de la clasificación es proporcionar al usuario de la punta información sobre el tamaño de las gotas, principalmente para indicar el potencial de deriva de pulverización fuera del sitio y, secundariamente, para la eficiencia de la aplicación. Este estándar define un medio para las comparaciones de puntas relativas solo en función del tamaño de las gotas.
En la aplicación de fitosanitarios; el tamaño de las gotas lo es todo. Gotas: tamaño y cobertura El tamaño de gotas y la cobertura de las mismas (número de gotas por centímetro cuadrado), son dos de los principales parámetros que se deberán verificar al momento de realizar una aplicación con productos fitosanitarios. Nos brindan información para saber si la aplicación resultó eficaz, sin generar inconvenientes por deriva. El tamaño de las gotas se clasifica según la norma S-572 de ASAE en 6 categorías: Otros factores de deriva de pulverización y eficiencia de la aplicación, como la trayectoria de descarga de gotas, la altura y la velocidad, la inclusión de burbujas de aire, la evaporación de gotas y la impactación en el objetivo son ejemplos de factores no abordados por la norma actual.
La importancia de las Tarjetas Hidrosensibles La tarjeta hidrosensible es una herramienta fundamental para poder lograr aplicaciones eficientes y responsables. Este material es un papel, de color amarillo, muy sensible a la humedad. Al entrar en contacto con una gota de agua o líquido, se mancha de color azul, revelando el lugar donde ha caído la gota. Su uso es fundamental al momento de realizar una aplicación por dos motivos. Uno, permite evaluar la calibración de la máquina. Y dos, comprobar la calidad de la aplicación realizada. Las tarjetas hidrosensibles evalúan la distribución de gotas, tamaño de las mismas y permiten verificar que no se hayan generado derivas. Pueden utilizarse tanto en aplicaciones aéreas como terrestres.
Al momento de realizar la aplicación de fitosanitarios, se recomienda colocar tarjetas hidrosensibles en lugares al azar. Tanto en la parte superior, media e inferior del canopeo del cultivo. De esta forma podremos evaluar no solo si la aplicación ha llegado dentro del canopeo. Sino también qué tipo de gota ha llegado, de acuerdo a su tamaño, densidad y distribución. Una vez realizada la aplicación o la prueba de calibración, se procederá a contar las gotas en cada tarjeta. Para esto se recomienda utilizar una lupa. La misma, se debe ubicar al azar en cuatro o cinco lugares distintos de la misma tarjeta. Debemos de formar una “V”. Y en cada uno de ellos se procederá a contar el número de impactos visualizados, para su posterior registro. Coadyuvantes, una herramienta fundamental al momento de aplicar Los coadyuvantes deben considerarse como herramientas de manejo que mejoran el nivel de desempeño de los fitosanitarios y la consistencia de los resultados. Los aditivos agrícolas, mejoran y facilitan el manejo de las características físicas de los fitosanitarios. Como así también su acción mediante la reducción de pérdidas, maximizando el efecto de los productos utilizados. Los coadyuvantes contribuirán a una efectiva aplicación (cobertura de gota, humectación, deposición, retención; penetración y traslocación) para disminuir el margen de error. El uso de coadyuvantes ofrece considerables beneficios económicos y al medio ambiente por la posibilidad de optimizar al máximo la acción de los principios activos de los productos utilizados.
No existen dos aplicaciones iguales
Como bien sabemos, y a modo de cierre, no existen aplicaciones de fitosanitarios que sean idénticas. Por tal motivo es importante que la misma sea realizada por personal capacitado. Este debe conocer el producto que está manipulando y de los riesgos que corre al hacerlo. Se debe utilizar Equipo de Protección Personal y tomar los recaudos necesarios para lograr un correcto control sin deriva. Debemos proteger a los aplicadores y a nuestros cultivos, pero también a la sociedad y al ambiente. Desde la década de 1970, varios países comenzaron a limitar o prohibir la aplicación aérea de pesticidas, fertilizantes y otros productos por razones ambientales y de salud pública, en particular por la deriva de la pulverización. En Argentina, la aplicación aérea se encuentra prohibida totalmente en la provincia de Misiones, mientras que algunas provincias restringen la aplicación aérea en un radio determinado. Provincias con restricción en la aplicación aérea Año
Decreto
Radio de restricción aérea (en metros)
N.º Provincia
Ley
1
Buenos Aires
Ley 10.699 1988 Decreto 499/91
2000
2
Catamarca
Ley 4.395
1986 Decreto 3175/87
1000
3
Chaco
Ley 2026R
2012 Decreto 1567/13
1500
4
Córdoba
Ley 9.164
2004 Decreto 132/05
sin especificar
5
Corrientes
Ley 5.300
1998 Decreto 593/94
1000
6
Entre Rios
Ley 6.599
1980 Decreto 279/03
3000
7
Formosa
Ley 1.163
1995 Decreto 1228/04
3000
8
Jujuy
Ley 4.975
1996 Decreto 3214/13
2000
9
La Pampa
Ley 1.173
1989 Decreto 618/90
1000
10
La Rioja
Ley 9.170
2011
11
Mendoza
Ley 5.665
1991 Decreto 1469/93
1000
12
Misiones
Ley 2.980
1992 Decreto 2867/93
prohibida en su totalidad
13
Rio Negro
Ley 2.175
1987 Decreto 729/94
2000
14
Salta
Ley 7.812
2013 Decreto 3924/15
sin especificar
15
San Luis
Ley 5.559
2004 Decreto 1675/09
1500
sin decreto de reglamentación
sin especificar
16
Santa Fe
Ley 11.273 1995 Decreto 552/97
3000
17
Santiago del Estero
Ley 6.312
1996 Decreto Serie A 0038/01
3000
18
Tucumán
Ley 6.291
1991 Decreto 299/96
2000
Contaminación difusa La contaminación por una fuente no puntual se refiere a la contaminación del aire y el agua desde una fuente de contaminación difusa. Una fuente no puntual de contaminación hídrica afecta los cuerpos de agua desde fuentes como escorrentías de áreas agrícolas que drenan hacia los ríos, o desechos lavados por el viento hacia el mar. Fuentes de contaminación del aire no puntuales afectan la calidad del aire desde fuentes de contaminación tales como chimeneas o caños de escape a de vehículos. Si bien todos estos contaminantes se han originado en una fuente puntual, la capacidad de transporte a gran escala y las múltiples fuentes de contaminación la transforman en una fuente de contaminación no puntual. La contaminación por parte de una fuente no puntual puede ser contrastada con contaminación de una fuente puntual, en la cual ocurren vertidos hacia cuerpos de agua o a la atmósfera en una única ubicación. La contaminación por parte de una fuente no puntual puede ser producto del aporte de numerosas fuentes diferentes y sin una solución específica para solucionar el problema, haciéndola difícil de regular. Este tipo de contaminación es actualmente la principal causa de contaminación del agua en los Estados Unidos, siendo su principal causa los escurrimientos contaminados procedentes de la agricultura
La altitud y el viento afectan la dispersión. Foto de Charles O'Rear, 1972.
Preocupación pública Aunque ha habido mucha preocupación pública e investigación sobre la deriva de la pulverización, la contaminación de fuentes puntuales (por ejemplo, pesticidas que ingresan a los cuerpos de agua después del derrame de concentrado o enjuague) también puede causar un gran daño ambiental. Los trabajadores agrícolas y las comunidades que rodean a las granjas grandes tienen un alto riesgo de entrar en contacto con pesticidas. El valle de San Joaquín en California ha visto numerosos casos de enfermedades como resultado de la exposición a pesticidas a través de la deriva de pesticidas. Organizaciones como la United Farm Workers Union han luchado para implementar una legislación que reduzca y responsabilice a los agricultores por la deriva de pesticidas. El Departamento de Regulación de Pesticidas de California estima que entre el 37 y el 68% de las enfermedades causadas por los pesticidas entre los trabajadores agrícolas de los Estados Unidos se deben a la deriva de los pesticidas. Los insecticidas rociados en los campos de cultivo también pueden tener efectos perjudiciales en las formas de vida no humanas que son importantes para los ecosistemas circundantes, como las abejas y otros insectos. De 1998 a 2006, la organización Environmental Health Perspectives encontró casi 3.000 casos de deriva de pesticidas, donde casi la mitad eran trabajadores en los campos tratados con pesticidas y el 14% de los casos eran niños menores de 15 años. Justicia ambiental El concepto de justicia ambiental aplica las teorías de la justicia al campo del medio ambiente y la ecología. Se deriva de la consideración del medio ambiente y los servicios del ecosistema como elementos del bien común. La justicia ambiental también puede afectar los efectos del cambio climático; en tal contexto, a veces se habla de injusticia y/o justicia climática. Este concepto implica que hay derechos para la naturaleza para todos; individuos, familias, comunidades, empresas y otros grupos humanos en relación con el medio ambiente considerado como un bien común, pero a cambio de deberes y obligaciones legales, y de acuerdo con el PNUD asumido por Fabrice Flipo (2002), «en la ausencia de terceros capaces de administrar justicia: los más fuertes anulan sus derechos y escapan a sus deberes, constituyendo poco a poco potentados privados. Por lo tanto, las reglas actuales no conducen a un aumento global de la desigualdad». Este concepto también invita a pensar e implementar medidas de reducción, reparación y compensación cuando el daño ecológico no puede evitarse, lo que a veces puede requerir o justificar una cierta "interferencia ecológica". Estos deberes u obligaciones a menudo se agrupan en la noción de «responsabilidad social y ambiental», la libertad para explotar el medio ambiente se detiene donde amenaza a los demás (entonces es obligatorio no sobreexplotar un recurso), y donde el medio ambiente (biodiversidad, hábitats naturales, diversidad genética) estaría en sí mismo amenazado por las actividades humanas. Martin Eduardo Lucione https://facebook.com/Ecoalfabetizacion