Perdida de bosque se mantuvo obstinadamente elevada en 2021

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La pérdida de bosques se mantuvo obstinadamente elevada en 2021 De acuerdo con los datos más recientes de la Universidad de Maryland, y disponibles en Global Forest Watch, en el 2021 los trópicos perdieron 11,1 millones de hectáreas de cobertura arbórea.

Incendio en el bosque en Kalimantan, Indonesia. Foto por Rini Sulaiman / CIFOR- Rini Sulaiman/Embajada de Noruega Las 3,75 millones de hectáreas perdidas en bosques tropicales primarios áreas de importancia clave para el almacenamiento de carbón y la biodiversidad son de especial preocupación. Estas pérdidas son el equivalente a un promedio de pérdida de 10 canchas de fútbol americano por minuto. La pérdida de bosques tropicales primarios en 2021 generó 2,5 Gt de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a la emisión anual a partir de combustibles fósiles de India. Por qué nos centramos en los trópicos A pesar de que los datos de la pérdida de cobertura arbórea de la Universidad de Maryland tienen cobertura global, Global Forest Watch se centra principalmente en la pérdida de los trópicos, ya que allí es donde ocurre más del 96 % de la deforestación o la eliminación permanente de la cobertura arbórea por causas antropogénicas. La pérdida de bosques boreales y templados se produce, fundamentalmente, por la silvicultura y los incendios forestales, que son a menudo perturbaciones temporales de los bosques, seguidas de un resurgimiento.


Qué es la pérdida de cobertura arbórea debido a incendios Gracias a una nueva investigación de la Universidad de Maryland, ahora tenemos datos espaciales detallados acerca de dónde los incendios causaron una pérdida de cobertura arbórea. Generalmente, los incendios forestales presentan implicaciones importantes para las emisiones de carbono, los ecosistemas y la salud humana. Sin embargo, las temporadas de incendios varían según los patrones del clima, lo que dificulta la evaluación de las tendencias en la pérdida de bosques a lo largo del tiempo. Diferenciar la pérdida debido a los incendios de la pérdida a causa de otras circunstancias (por ejemplo, expansión de la agricultura o la explotación forestal) brinda más matices para entender las dinámicas de pérdida de bosques a lo largo del tiempo.

Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30 % de dosel arbóreo. La taza de pérdida de bosques primarios en los trópicos se ha mantenido consistente a lo largo de los últimos años. Aunque los trópicos perdieron 11 % menos de bosques primarios en 2021 comparado con el 2020, eso ocurrió tras el incremento de 12 % de pérdida entre 2019 y 2020, debido principalmente a un incremento de pérdidas relacionadas con incendios. Sin embargo, los bosques tropicales no son la única preocupación. Los bosques boreales (principalmente los bosques en Rusia) experimentaron una pérdida de cobertura arbórea sin precedentes en 2021, debido en gran medida a los incendios.


Estas tendencias destacan la cantidad de medidas que deben tomarse para logran los objetivos globales de deforestación cero. En la Declaración de los Líderes de Glasgow sobre los Bosques y el Uso del Suelo de 2021, 141 países se comprometieron de forma colectiva a “detener y revertir la pérdida de bosques para 2030”. Para cumplir este compromiso, será necesario que la pérdida de bosques disminuya consistentemente cada año durante el resto de la década, una disminución que todavía no está ocurriendo en todos los trópicos. Las excepciones están ocurriendo en países determinados, sobre todo en Indonesia y Malasia, donde la pérdida de bosques primarios ha disminuido considerablemente en los últimos años, y países como Gabón y las Guayanas, que perdieron 1 %, o menos, de sus bosques primarios en las últimas dos décadas. LOS 10 PAÍSES CON LA MAYOR PÉRDIDA DE BOSQUES PRIMARIOS TROPICALES EN 2021

Porcentaje de las pérdidas


Analizamos en profundidad algunas de las tendencias de la pérdida de bosques en 2021 Indonesia redujo la pérdida de bosques primarios por quinto año consecutivo La tasa de pérdida de bosques primarios en Indonesia continuó decreciendo en 2021 por quinto año consecutivo, con una disminución de 25 % en comparación con 2020. Un año más de descenso es motivo de celebración e indica que Indonesia va en la dirección correcta para cumplir algunos de sus compromisos climáticos. El año pasado, Indonesia actualizó su plan nacional de clima (NDC) con el compromiso de reducir las emisiones de los sectores de bosques y de uso de suelo para convertirse en un sumidero de carbono neto para el 2030. PÉRDIDA DE BOSQUES PRIMARIOS EN INDONESIA, 2002 A 2021

Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30% de dosel arbóreo. La tendencia de disminución también indica que los compromisos corporativos y las acciones gubernamentales están funcionando. Investigación reciente muestra que la deforestación relacionada con plantaciones de palma aceitera se encuentra en su punto más bajo en 20 años. Los compromisos de No Deforestación, No Turba y No Explotación (NDPE) abarcan ahora el 83 % de la capacidad de refinado de aceite de palma en Indonesia y Malasia, y más del 80 % de la industria de la pulpa y papel en Indonesia. La Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible reforzó los requisitos de certificación sostenible en 2018 para prohibir la deforestación o tala de turberas. El descenso también refleja los esfuerzos por parte del gobierno de Indonesia para reducir la pérdida de bosques.


El Ministerio de Ambiente y Silvicultura incrementó el monitoreo de incendios y los esfuerzos de prevención luego de los incendios generalizados de bosques y de turba en 2015. El gobierno también emitió una moratoria permanente de la conversión de bosques primarios y turbas, y amplió el mandato de la Agencia de Restauración de Turbas para incluir la protección y restauración de manglares y turbas. Los manglares son ecosistemas importantes para la biodiversidad y para regular los impactos de eventos climáticos extremos. Si bien Indonesia tiene motivos para celebrar el quinto año consecutivo de disminución en la pérdida de bosques, el país deberá reforzar las medidas de protección de bosques para mantener esta tendencia positiva. Los precios del aceite de palma, que tienden a estar correlacionados con la deforestación asociada con las plantaciones de aceite de palma, comenzaron a crecer en 2020 y ahora está en su punto más alto en 40 años. La suspensión temporal de la emisión de permisos para nuevas plantaciones de aceite de palma no se renovó el año pasado, lo que permitió que se expandieran las plantaciones en respuesta al incremento de precios. Además, el gobierno de Indonesia revocó recientemente cientos de permisos para operaciones de explotación forestal, plantaciones y actividades mineras en áreas de bosques. Si los permisos se redistribuyeran a comunidades locales e indígenas para la gestión forestal comunitaria, las revocaciones podrían demostrar ser un hito importante en el camino hacia un reconocimiento mayor de los derechos tradicionales y la protección de bosques. No obstante, también cabe la posibilidad de que estas áreas se reasignen a empresas y se talen rápidamente, lo que resultaría en una mayor pérdida de bosques. Por último, existe un riesgo de que los esfuerzos de Indonesia para reactivar la recuperación económica por la pandemia de COVID-19 tengan consecuencias en sus bosques. Nuevas fronteras de deforestación surgen en la Amazonía Brasilera Siendo el país con la mayor cantidad de bosques primarios, Brasil encabeza constantemente la lista como el país con mayor pérdida de bosques primarios. Más del 40 % de la pérdida de bosques tropicales primarios en 2021 se produjo en Brasil, con un total de 1,5 millones de hectáreas. PÉRDIDA DE BOSQUES PRIMARIOS EN BRASIL, 2002 A 2021


Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30 % de dosel arbóreo. Las tasas de pérdida de bosques primarios en Brasil se han mantenido persistentemente altas durante los últimos años. La pérdida a causa de incendios ha fluctuado dependiendo del nivel de falta de control de los incendios forestales, últimamente alcanzando un máximo en 2020 en el Amazonas y el Pantanal. Mientras tanto, las pérdidas que no están relacionadas con incendios, que en Brasil son causadas generalmente por la expansión de la agricultura, tuvo un incremento del 9 % de 2020 a 2021. Esta conclusión es consistente con el sistema oficial de monitoreo de Brasil, PRODES (lea más sobre los conjuntos de datos de la Universidad de Maryland y PRODES aquí), que determinó que en 2021 se produjo la mayor tasa de deforestación en el Amazonas desde 2006, cuando se pusieron en marcha medidas para reducir drásticamente la deforestación. En particular, la Amazonía brasilera occidental experimentó una intensificación de la pérdida de bosques primarios, y sus estados principales experimentaron un aumento superior al 25 % de pérdida no relacionada a los incendios entre 2020 y 2021. Esta parte de la Amazonía tiene varias áreas de nuevos puntos focales de pérdida de bosques primarios, es decir, lugares que experimentaron una aparición estadísticamente significativa de nuevas pérdidas en 2021. Muchos de estos nuevos focos de deforestación incluyen talas a gran escala (probablemente para establecer pastizales para ganado) a lo largo de carreteras existentes. Algunas de estas carreteras, como la BR319 que va de norte a sur en la Amazonía, están programadas para ser pavimentadas y mejoradas, lo que ya ha provocado un aumento de la deforestación.

Puntos de calor de pérdida de bosques primarios en Brasil, 2002 a 2021

La pérdida de bosques primarios en Brasil es especialmente preocupante considerando la evidencia más reciente de que la selva amazónica está perdiendo resiliencia y puede estar más cerca de un punto de inflexión de lo que se pensaba, en el que las interacciones entre la deforestación, el cambio climático y los incendios resulten en la transformación irreversible de zonas masivas del Amazonas en sabanas.


Esto no sólo supondría una enorme pérdida de biodiversidad y de emisiones de carbono, sino que también alteraría los patrones de precipitación críticos para la producción agrícola. Bolivia registró una pérdida récord de bosques primarios debido a los incendios y a la agricultura a gran escala La pérdida de bosques primarios en Bolivia alcanzó su nivel más alto registrado en 2021, con 291,000 hectáreas, superando una vez más a Indonesia y alcanzando la tercera mayor pérdida de bosques primarios entre los países tropicales. PÉRDIDA DE BOSQUES PRIMARIOS DE BOLIVIA, DE 2002 A 2021

Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30 % de dosel arbóreo. En los últimos tres años se registraron tasas consistentemente altas de pérdidas en Bolivia, con más de una tercera parte siendo pérdidas asociadas con incendio cada año. Al igual que en los dos años anteriores, en 2021 hubo pérdidas importantes de bosques primarios en zonas protegidas por causa de incendios. Los incendios en Bolivia son, en su mayoría, antropogénicos y son parte de los esfuerzos para deforestar el suelo, pero se extienden sin control debido al clima seco y caluroso exacerbado por el cambio climático. La mayoría de los incendios forestales de 2021 se produjeron en el departamento de Santa Cruz, aunque el gobierno está trabajando para restaurar las áreas afectadas. Santa Cruz es también el epicentro de la agricultura a gran escala en el país para la producción de la soja y actividades de ganadería, lo que es responsable por una gran parte de la pérdida de bosques primarios que no estuvo asociada con incendios en 2021.


Aunque Bolivia tiene una producción de soja mucho menor que la de los países vecinos, la mayor parte de su expansión sojera se ha producido a costa de los bosques. La agricultura, la demanda de energía y la tala impulsaron la pérdida de bosques primarios en la cuenca del Congo Al igual que en años anteriores, en la República Democrática del Congo (RDC) las tasas altas de pérdida de bosques primarios continuaron. La RDC perdió casi medio millón de hectáreas de bosques primarios en 2021 debido a la expansión de agrícola a pequeña escala y la tala de árboles para satisfacer la demanda de energía. Las grandes extensiones de bosque de la RDC son un importante sumidero de carbono a nivel mundial, con vastas extensiones de turberas ricas en carbono. Se necesitan grandes cambios para frenar esta tasa alta y persistente de pérdida, incluyendo vías de desarrollo que no impliquen la expansión agrícola en los bosques primarios y proporcionando a las comunidades urbanas y rurales acceso a energía limpia asequible para reducir la dependencia del carbón vegetal y otras formas de energía basadas en la madera.

Pérdida de bosques primarios en la República Democrática del Congo, de 2002 a 2021

Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30 % de dosel arbóreo. Parte del aumento de la pérdida después de 2013 puede estar relacionado con las inconsistencias en los datos de pérdida de cobertura arbórea, que pueden detectar mejor las talas a pequeña escala en los últimos años debido a la mejora de los datos por satélite. A pesar de la persistencia de las altas tasas de pérdidas en la RDC, en la Cuenca del Congo se pueden encontrar focos de esperanza. Tanto Gabón como la República del Congo registraron dos años de disminución en pérdidas de bosques primarios. Ambos son reconocidos como países con gran cantidad de bosques con bajas tasas de deforestación (HFLD), con acontecimientos prometedores para sus bosques en un futuro:


Gabón se convirtió en el primer país africano en recibir un pago por reducir las emisiones de carbono y la deforestación, y la República del Congo aprobó recientemente una ley que permite a los pueblos indígenas y a las comunidades locales (IPLC) poseer y gestionar legalmente (y por tanto, proteger) sus bosques de actividades comerciales no deseadas. El cambio climático causa estragos en los bosques del norte Además de los trópicos, los bosques boreales experimentaron las mayores tasas de pérdida de cobertura arbórea en 2021. Aunque la pérdida de cobertura arbórea en los bosques boreales rara vez se traduce en una deforestación permanente, la tasa de pérdida alcanzó niveles sin precedentes en 2021, con un aumento del 29 % con respecto a 2020. Estos bosques perennes y de alta latitud se ven cada vez más amenazados por el cambio climático, ya que las condiciones más cálidas y secas provocan un aumento de los incendios y daños causados por los insectos. PÉRDIDA DE COBERTURA ARBÓREA POR DOMINIO CLIMÁTICO

Una temporada de incendios sin precedentes en Rusia propició gran parte de este aumento. Rusia registró la peor temporada de incendios desde que se empezaron a llevar registros en 2001, con más de 6,5 millones de hectáreas de pérdida de cobertura arbórea en 2021. Aunque los incendios son una parte natural de los ecosistemas forestales boreales, los incendios más grandes e intensos son preocupantes. El clima más cálido y seco asociado con el cambio climático ha creado condiciones propensas a los incendios, turberas más secas y permafrost derretido. Las vastas áreas de turberas de Siberia (la más grande del mundo) almacenan cantidades masivas de carbono, que se libera a la atmósfera cuando la turba se seca. El deshielo del permafrost también libera el carbono y el metano almacenados. Estas condiciones pueden representar una nueva normalidad, lo que afecta a los habitantes de Siberia y crea ciclo de retroalimentación en el que el aumento de los incendios y las emisiones de carbono se refuerzan mutuamente y conducen a que las condiciones empeoren.


PÉRDIDA DE COBERTURA ARBÓREA EN RUSIA, DE 2001 A 2021

Las pérdidas que no fueron causadas por incendios pueden ocurrir por una tala mecánica para la agricultura y explotación forestal, así como también por causas naturales, como el daño por vientos y ríos sinuosos. El promedio variable de tres años puede representar una imagen más exacta de las tendencias de los datos debido a la incertidumbre en las comparaciones de año por año. Todas las cifras se calculan usando una densidad mínima de 30 % de dosel arbóreo. Qué se necesita para lograr los compromisos con el objetivo de proteger los bosques Aunque la pérdida de bosques tendrá que disminuir mucho más rápido para alcanzar los objetivos de deforestación cero en 2030, hay motivos para tener esperanza. La rápida disminución de la pérdida de bosques primarios en Indonesia debería celebrarse como un gran logro que no parecía probable hace solo cinco años. Lograr un descenso similar en todo el mundo no será fácil. Indonesia y Malasia tendrán que mantener el impulso de la protección de los bosques al mismo tiempo que los precios del aceite de palma sube; Brasil y otros países de la Amazonía tendrán que frenar los nuevos puntos de calor de deforestación; los países de la Cuenca del Congo tendrán que garantizar vías de desarrollo que salvaguarden los bosques; y Rusia y otros países del norte tendrán que combatir los impactos del cambio climático en los bosques. Gracias a la Declaración de Glasgow, el mundo tiene un objetivo común para proteger los bosques, así como también financiamiento para respaldarlo. Las rutas para lograr estos compromisos presentan desafíos, pero son claras. Continuaremos monitoreando, analizando e informando sobre el progreso de la humanidad. Martin Eduardo Lucione https://facebook.com/Ecoalfabetizacion https://issuu.com/martinlucione Extraido Global Forest Watch


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