Los peces esconden la esencia de las manos humanas

Page 1

Los peces esconden la esencia de las manos humanas Un estudio ilumina la enigmática aparición de los dedos en los animales que conquistaron la Tierra hace cientos de millones de años.

Peces medakas en el animalario del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo, en Sevilla. PACO PUENTES Todos los seres humanos fuimos primero una solitaria célula de 0,1 milímetros. Aquel óvulo de nuestra madre fecundado por un espermatozoide de nuestro padre dio lugar a dos células, después a cuatro, más tarde a ocho. El resultado de esa multiplicación constante, sin embargo, no es una inmensa albóndiga de células idénticas, sino una persona con un asombroso cerebro y unas sofisticadas manos capaces de tocar al piano un nocturno de Chopin. Un laboratorio de Sevilla ha iluminado ahora este desarrollo embrionario y sus resultados pueden provocar angustia existencial. La esencia de esos dedos virtuosos una de las características aparentemente más humanas ya estaba presente en los peces, según explica el biólogo Javier López-Ríos. “Es una lección de humildad. No somos necesariamente especiales”, afirma. Para entender sus experimentos hay que viajar a 1993, cuando ocurrió uno de los episodios más extravagantes de la historia de la genética. Un ser humano está compuesto por unos 30 billones de células. Cada una de ellas, sea del pie o del cerebro, lleva en su interior un mismo manual de instrucciones: una molécula de ADN dividida en unos 20.000 genes, con las directrices para que cada célula sepa qué tiene que hacer. Aquel año de 1993, el genetista estadounidense Robert Riddle descubrió un nuevo gen y decidió bautizarlo Sonic, como el erizo azul de los videojuegos de Sega, porque al inactivarlo en las moscas estas presentaban una especie de extraños pinchos. El ingenioso nombre perdió su gracia cuando se detectó el papel del gen en gravísimas enfermedades humanas. Los médicos se veían obligados a explicar a unos padres que su hijo moribundo tenía una mutación en Sonic, el erizo.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.