MIS AUDIOCUENTOS

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Mis Audiocuentos

FORTALEZA

E

relata en ella. ¿Sabes cuál? Pues que había un niño muy querido y adorado por sus padres. ¿Y eso qué tiene de

fantástico?, te estarás preguntando. Sucede que Balder (así se llamaba el niño) era tan amado que su mamá quería hacer de él un ser inmortal... La mamá de Balder estaba casada con Odín, el temible rey de todos los dioses. - Habla con todas las cosas que existen en el mundo y pídeles que nunca hagan daño a Balder - le dijo Odín, al enterarse de sus planes. Y así fue. Tempestades y volcanes, animales feroces y selvas, abismos y océanos prometieron respetar la juventud y la belleza de Balder. Nada en el mundo le haría daño al niño: ni siquiera los terremotos o los incendios, ni siquiera un león con la boca abierta. Solo una plantita no

Maestro Ulises García Rodríguez

fue tenida en cuenta por la mamá de Balder: un

Buena Práctica Docente dedicada a la memoria de mi madre Blanca Isabel Rodríguez Llerena 1920 - 2016

pequeño árbol silvestre, sin nombre conocido. Los otros dioses comentaban la noticia: el pequeño

Justificación del Proyecto En la actualidad los valores se han trastocado en nuestra sociedad, empezando estos en la edad escolar, problemas como el embarazo adolescente, bullying, consumo de drogas, delincuencia juvenil entre otros, son sólo la prueba que necesitamos hacer algo para contrarrestar estos problemas sociales y son justamente los maestros los que con nuestra acción educativa podemos contribuir a combatirlos. Los Audiocuentos es un proyecto productivo que quiere justamente difundir valores básicos y además esta publicación colaborativa servirá como material educativo que elaborado por los propios participantes y con el apoyo de otros maestros buscará rescatar, promover e inculcar valores. Estos cuentos son una recopilación de versiones libres de distintos países del mundo. En ellos se difunden los principales valores que todo ser humano debe practicar como son la solidaridad, el respeto, lealtad, humildad entre otros.

Objetivos del Proyecto Complementar y consolidar la formación integral de los estudiantes Ÿ Desarrollar competencias emprendedoras de gestión y autogestión Ÿ Desarrollo de valores personales y sociales Ÿ

- El Niño Indestructible -

sta es una historia fantástica. Un suceso increíble se

Promoviendo Valores Mis Audiocuentos es un proyecto productivo que consiste en la edición de cuentos virtuales e impresos para promocionar valores, entre los alumnos de las I.E. públicas y privadas de la Ugel 03, este producto servirá de material educativo, y se aplicarán las capacidades aprendidas en el periodo de enseñanza del módulo de Diseño Convencional y de la capacitación “Uso Pedagógico de las Tics” con visión empresarial. Los cuales se basan en el diseño a mano alzada y la edición digital utilizando el programa de dibujo Corel Draw, además el uso de las nuevas tecnologías para su difusión por la web mediante Podcasts, la red social Facebook, y un blog enlazados mediante códigos QR.

E

Balder se había convertido en un ser indestructible. Todos acudieron al palacio de Odín para comprobarlo. ¡Voy a lanzarte una flecha!, le gritó un dios a Balder. La flecha recorrió el aire y ¡ploc!, se rompió contra el cuerpo del niño, haciéndole cosquillas. Otro dios le arrojó piedras e incluso uno trató de acuchillarlo. Pero nada. Balder se reía, y siguió riéndose cuando lo encerraron en un foso lleno de tigres que no habían probado comida en un mes. No le pasó nada. !Soy indestructible - !gritó Balder, y salió a correr por el bosque, emocionado. En medio de su carrera tropezó con la planta sin nombre y ¡plam!, cayó al suelo. Al levantarse, una de las ramas le hirió ligeramente el brazo. Entonces, empezó a sentir sueño. Cerró los ojos. Estaba dormido. Cuando su mamá lo encontró, Balder estaba a punto de morir. Llorando, le pidió al dios de la muerte que no se lo llevara a su hijo. Había comprendido que todos tenemos un punto débil y que es imposible controlarlo todo. Cuando Balder se recuperó, luego de varias semanas, lo primero que hizo su

mamá fue enseñarle esa lección.

- Leyenda Noruega -


LA AMISTAD

E

-Pelea de Toros-

l león estaba con un hambre insoportable. ¡Hacía tanto que no probaba comida! Ningún animal había muerto entre sus garras en los últimos días, ninguno, ni siquiera un pequeño conejo… Entristecido y lánguido, el león vagaba por el bosque pensando en volverse vegetariano, cuando de pronto vio - qué rico - a tres toros. Los toros estaban juntitos, gorditos, comiendo en un pastizal. “Si están juntos, no podré matarlos...Debo hacer algo para que se separen”, se dijo el pelucón, relamiéndose el hocico. Es que los toros son animales fuertes, especialmente si están unidos. Así que el león se puso a escuchar lo que conversaban. - Recuerden nuestro pacto de amigos: compartiremos siempre este pastizal, pase lo que pase - mugió uno de ellos, y los demás dijeron que sí. Entonces, el león ideó un plan. - Oye, tú…, susurró, para que solo lo escuchara uno de los toros. El animal se acercó a él, confiadamente. - Tus amigos se han aliado para quitarte el pastizal - le dijo. Y el toro abrió los enormes ojos, asombrado. “¡Esos rateros! ¡Siempre lo había sospechado!”, pensó con cólera. El león hizo lo mismo con los otros dos. No faltó mucho tiempo para que los toros comenzaran a reñir con vacuna furia. ¿Y sabes qué pasó? Empezaron a mirarse con desconfianza. Cada uno buscó un pedazo de pastizal y allí se quedó, protegiéndolo. Los amigos estaban separados… Entonces, el león ¡zuas!, los atacó y se los almorzó uno por uno. El pastizal se quedó sin toros y el león se quedó sin hambre. Y he aquí la moraleja: “la discordia que divide a los amigos es la mejor arma para los enemigos”. - Adaptación de una fábula de Esopo -

SOLIDARIDAD

E

- Los Hijos del Campesino -

stos hermanos no dejaban de pelear. Eran hijos de un campesino y discutían todo el día por cosas sin importancia. Peleaban por manejar el arado, por ver quién era el mejor jinete, ese tipo de cosas. Cuando peleaban dejaban de hablarse, y eran tan tercos y orgullosos que se negaban a cumplir con sus deberes. “Así mi hermano se dará cuenta de que yo tengo la razón”, pensaba cada uno. Como suele pasar, cada vez que discutían, la hacienda terminaba descuidada, lo cual era muy peligroso. “¿Qué puedo hacer?”, se preguntaba el papá, preocupado, rascándose la cabeza. Hasta que un día se le ocurrió darles una buena lección... - Vayan al bosque, recojan todos los leños que encuentren y tráiganlos aquí - les ordenó. Los muchachos obedecieron (renegando, claro) y una vez en el bosque empezaron a competir. - ¡Yo recojo más leños que tú! dijo uno de los hermanos y el otro se le fue encima. Nuevamente, comenzó la pelea. Cuando llegaron donde su padre, este les dijo: - Junten todos los leños y amarrenlos fuerte con esta cuerda. Los muchachos hicieron lo que les pedia su papá. - Ahora vamos a ver quién es el más fuerte de los dos. Traten de partir el atado de leña. Los hijos del campesino trataron de hacerlo. El mayor intentó romper el atado poniendo el pie encima y jalando con todas sus fuerzas, pero nada. El segundo hizo lo mismo, y no pasó nada. Finalmente, los dos hermanos juntos intentaron romper el atado. ¿Y qué crees?Nada de nada. - Es imposible romper este atado de leña - dijeron, sudando. - Ahora desaten el atado y partan los leños uno por uno - ordenó el campesino. Eso fue fácil. Trac, trac, trac, en pocos minutos, todos los leños estaban partidos por la mitad. - Lo mismo que les acaba de pasar a estos débiles leños le puede pasar a cualquiera de nosotros si nos separamos - dijo el padre -. La discordia no conviene cuando trabajamos por la misma causa. Si nos unimos, en cambio, seremos muy fuertes y nadie podrá hacernos daño con facilidad. El campesino sonrió satisfecho. ¿Sabes por qué? Porque sabía que “la unión nos hace tan fuertes como débiles la desunión”. - Fábula de Esopo -


LEALTAD

A

- Los Dos Amigos y el Oso -

dos amigos se les aparece un oso: el uno, muy medroso, en las ramas de un árbol se asegura; el otro, abandonado

a la ventura, se finge muerto repentinamente. El oso se le acerca lentamente; mas como este animal, según se cuenta, de cadáveres nunca se alimenta, sin ofenderlo lo registra y toca.

Huéle las narices y la boca, no le siente el aliento ni el menor movimiento, y así se fue diciendo, sin recelo: - ¡Este tan muerto está como mi abuelo! Entonces el cobarde, de su gran amistad haciendo alarde, del árbol se desprende muy ligero; corre, llega y abraza al compañero.

Pondera la fortuna de haberle hallado sin lesión alguna y al fin le dice: - ¿Sabes que he notado que el oso te decía algún recado? ¿Que pudo ser? - Te diré lo que ha sido, estas dos palabritas al oído: “Aparta la amistad de la persona que, si te ve en riesgo, te abandona” - Félix María Samaniego -

EL RESPETO

- La Mesita de la Abuela -

J

usto cuando iba a cumplir ochenta años, una señora se quedó viuda. Luego de velorio y del entierro, sus hijos se reunieron. ¿Qué iban a hacer ahora? ¿Con quién se iría a vivir la anciana? Cada hijo tenía su propia familia. Además, vivían en lugares distintos y, en el fondo, no querían llevar a su madre con ellos. ¡Qué fastidioso tener una anciana en la casa! Así que discutían y discutían, pero ninguno decía ya, que mamá venga conmigo. - ¡Yo quiero que la abuelita viva con nosotros! - dijo de pronto la pequeña Sandra. Era la hijita del menor de los hijos y quería mucho a la anciana. Corriendo, Sandra se acercó a la pobre señora. La abrazó. “¡Rayos!”, pensó el hijo, muy molesto (pero mantenía la sonrisa, para que su mamá no pensara mal de él). La señora, sin dientes, sonreía. La pequeña Sandra sonreía. Y como el hijo también sonreía, todos dijeron ya, que mamá vaya a vivir con él. Desde la muerte de su esposo, el ánimo de la señora había decaído mucho y su salud no era buena. No veía bien, no oía bien y las manos le temblaban como si estuviera siguiendo el compás de una polca. Para colmo, cuando comía, los arroces, fiuuu, salían volando de su plato y caían sobre la cabeza de alguien. A ella le daba vergüenza, pero no podía evitarlo. - ¿Qué, cómo, cuándo? - decía la señora cada vez que su hijo le hablaba. Entonces, el hijo se molestaba y se iba. ¡Qué vieja tan inútil! Ni él ni su esposa le tenían paciencia. A veces hasta le gritaban. Harto de esta situación, el hijo compro una mesita. La colocó a un rincón oscuro del comedor, junto con las escobas y los trapos, y le dijo a la anciana que a partir de ese momento iba a comer allí. - Mamá, no me gusta ver cómo botas toda la comida fuera del plato. Quédate en el rincón y así estarás lejos de mi vista. La señora, snif, empezó a almorzar en la mesita, lejos de su familia. De este modo, los arroces, fiuuu, salían volando, pero el hijo ya no tenía que verlos. Un día, llegando del trabajo, el hijo vio a la pequeña Sandra. Estaba tratando de construir algo con los pequeños bloques de madera de juguete. Cuando le preguntó qué estaba haciendo, la chiquita contestó: - Estoy construyendo una mesita para que tú y mamá tengan dónde comer cuando sean viejos. ¿Y qué crees? El hijo se dio cuenta de que estaba en falta. La abuela volvió a tener su lugar en la mesa y fue tratada por todos con el respeto que se merecía.

- Versión libre de un cuento de los Hermanos Grimm -


LA AUTOESTIMA

H

- Flecha Larga Busca al Perro Alce -

ubo un tiempo en que los hombres no sabían qué cosa era un caballo (pobrecitos los perros: eran ellos quienes cargaban los bultos, y todo el día estaban con la lengua

afuera). Pero esto fue antes de que apareciera un niño: un huérfano, llamado Flecha Larga. Dicen que cuando un extraño le hablaba, Flecha Larga no entendía nada. Era sordo, pues. A veces, cuando los miembros de la tribu lo veían pasar lo señalaban con el dedo. Luego le arrojaban algo de comida, como si fuera un animal sucio. Algunas tardes, Flecha Larga tenía tanta hambre que se ponía a buscar en la basura. Pero lo hacía rápido, antes de que alguien se acercara a pegarle. Esos maltratos y otros parecidos ponían triste a Flecha Larga. Se sentía solo por las noches, y se imaginaba que las estrellas eran sus amigas. Las estrellas eran mudas y él era sordo, así que se acompañaban bien. En invierno, la tribu de Flecha Larga decidió mudarse. Desmontaron el campamento, empacaron sus pertenencias y, fum, se largaron. - ¡Quédate aquí, no queremos que vengas con nosotros! - le dijeron. ¿Que iba a ser de Flecha Larga? ¿Se quedaría allí, esperando la muerte? Esa noche soñó que conversaba con una estrella y que ésta le decía cuánto disfrutaba estar junto a él. Al despertar, Flecha Larga se vio a sí mismo de un modo distinto. ¡Él era una persona única! Nadie, por ejemplo, conocía las estrellas tanto como él. ¡Los demás estaban equivocados! y, fum, Flecha Larga empezó a correr, siguiendo las huellas que había dejado su tribu. El jefe Buen Corredor lo vio llegar. ”Ahí viene ese pobre niño, fue un error abandonarlo” pensó, y le invitó lengua de búfalo que, por si no lo sabes, es la carne más exquisita que puede probarse.

Mientras Flecha Larga comía, el jefe lo observaba. Ya no parecía tímido. Ya no miraba al suelo como pidiendo perdón por ser diferente. - Voy a adoptarte: serás mi nieto - dijo Buen Corredor, abrazándolo. Flecha Larga empezó a llorar... ¡Hacía tanto tiempo que nadie lo abrazaba! Así empezó una nueva vida para Flecha Larga. Hasta aprendió a leer los labios. Un día, “escuchó” hablar por primera vez del perro-alce, un animal fantástico que vivía en el fondo de un lago.Se decía que podía cargar bultos como un perro y que era grande como un alce. Lo que no se decía era que aquel animal era en realidad un caballo (es que nadie había visto uno antes). - Yo traeré al perro-alce a la tribu - dijo Flecha Larga. Su abuelo le preparó el trineo de perros y una mañana, chau, lo despidió. Flecha Larga viajó durante larguísimas semanas, orientándose por las estrellas. Enfrentó tantos peligros que no nos alcanzaría el tiempo para enumerarlos. Pasó hambre, sed, frío... Hasta que un día llegó a la orilla de aquel lago, del que tanto hablaba su pueblo. Era un lago enorme y muy hondo. - Te estábamos esperando hace tiempo - le dijo un niño que estaba sentado en la orilla. Y fum, el niño se transformó en un pájaro que, plaf, se hundió en el centro del lago (era un martín pescador, un pájaro que sabe bucear). Flecha Larga lo pensó un momento. Luego le dijo a sus perros que lo esperaran y, plaf, se lanzó también. Confiaba tanto en sí mismo que no sentía miedo. Flecha Larga bucéo en las frías aguas, siguiendo al pájaro, hasta llegar a una gruta. Allí el pájaro volvió a transformarse en niño. - Ya han venido antes otras personas, pero ninguna tuvo la suficiente confianza como para llegar hasta aquí - dijo el niño. Y entonces Flecha Larga vio, en el fondo de la gruta, no uno sino muchísimos perros-alce (nosotros sabemos que eran caballos, pero no digamos nada). !Que grandes y extraños animales! ¡Cuando llegara a la tribu montado en un perro-alce, Flecha Larga sería recibido como héroe! Verdaderamente, creer en sí mismo era lo mejor que había hecho en su vida. - Versión libre de un cuento iroqués -


CREATIVIDAD

P

- La Viejita en el Bosque -

obrecito . Este muchacho estaba tan hambriento, y le faltaba tanto dinero para solucionar los problemas de su familia, que se puso a llorar. - ¡No sé qué hacer¡ - decía, mientras caminaba por el bosque. Quizás podría comer un poco de lodo. Si no tuviera tan mal sabor, llenaría con él su canasta para que su familia tuviera que comer...Su mamá, sus ocho hermanos, sus nueve hermanas, sus tres tías, el perro y la gallina confiaban en él . No los dejaría morir de hambre. En esas estaba cuando se le acercó una viejita. Caminaba encorvada, como si se le hubiera caído una moneda y la estuviera buscando. - Estoy en la pobreza absoluta -le dijo el muchacho-. Mi mamá, mis ocho hermanos, mis nueve hermanas, mis tres tías, mi perro y la gallina necesitan comer. La viejita sonrió (y le faltaban tres dientes). - Yo hago milagros-dijo-. Voy a ayudarte. Entonces la viejita extendió su dedo y, tin, tocó una piedra. La piedra wasu, se convirtió en oro.“Nunca más pasará hambre mi mamá”, pensó el muchacho. - Ya me voy dijo - la viejita. - Aún no. Desgraciadamente necesito un poco más, - dijo el muchacho. Entonces la viejita extendió su dedo y, tin, tocó un árbol. Y el árbol, wasu se convirtió en oro. “Nunca mas pasarán hambre mis ocho hermanos”, pensó el muchacho. - Ya me voy - dijo la viejita. - Aún no. Desgraciadamente necesito un poco más.-dijo el muchacho. Medio molesta, la viejita habló: - Bueno, te concedo un último deseo. ¿Qué quieres? El muchacho estaba en un aprieto. ¡Todavía tenía que asegurar el futuro de sus nueve hermanas, sus tres tías, su perro y la gallina! Así que se quedó pensando. ¿Qué idea lo sacaría de apuros? - Bueno ¿que quieres?-, preguntó la viejita. El muchacho contestó: - Quiero tu dedo.

LA HUMILDAD

- El Té que se Chorreaba -

I

nsignificante lector: Yo sé más que tú. Yo soy más inteligente y escribo más bonito. Lee este cuento y no hagas preguntas tontas. ¿Qué feo, no? Bueno, si el profesor de nuestra historia hubiera escrito este cuento, seguro que lo hubiera comenzado así. Veras: este profesor era bastante renegón. Todos sus alumnos le tenían miedo, porque los paraba callando, diciendo que nadie más estaba en lo cierto. ¡Cómo iban a saber sus alumnos más que él, que había leído miles de libros!. Una ves, este profesor viajó al Japón. Había escuchado que allí vivía un anciano muy sabio, que se dedicaba al estudio y la meditación. Quería conocerlo. En cuanto llegó a la casa del anciano, el profesor empezó a hablar sin parar, citando frases de personajes famosos a cada momento. - Porque, como afirmó el ilustre peluquero rumano del siglo XVIII… -decía el profesor, y empezaba a hablar sobre todo, todo, todo lo que sabía. ¡Estaba tan orgulloso de sus conocimientos! - ¿Desea té? – preguntó el anciano, mientras el profesor hablaba. El profesor afirmó con la cabeza. No podía dejar de hablar: Saltaba de un tema a otro con desenvoltura, feliz de que sabio lo escuchara. Y mientras el profesor hablaba, el anciano fue llenándole le taza. Echó té hasta la mitad, luego hasta el borde, y siguió echando hasta que se rebalsó. Al principio, el profesor ni cuenta se dio, de lo entretenido que estaba escuchándose a sí mismo. Pero cuando el té empezó a chorrearse de la mesa, se sorprendió. - ¡La taza está llena! ¡Ya no cabe más! – gritó. - Lo mismo te pasa a ti –respondió el sabio con tranquilidad -. Estás lleno de conocimientos, de todos los autores que has leído y de todas tus ideas… ¿Cómo vas a poder escucharme o aprender algo si antes no vacías un poco tu cabeza? El profesor estaba impresionado. Desde ese momento aprendió a escuchar a los demás. ¿Y sabes qué? Se dio cuenta de que no siempre era él quien tenía la razón: aprendió a ser humilde.

- Cuento popular japonés -

Versión libre de un cuento tradicional chino


JUSTICIA

L

- El Cuervo Tramposo -

a historia fue así: Zeus, padre de todos los dioses, organizó un concurso de belleza. Quería saber cuál era el ave más hermosa.

El cuervo, que es un pájaro despeinado, y picudo, quería ganar. Los concursos de belleza son una tontería, pero qué vamos a hacer: él quería ganar. Además, su mamá siempre le había dicho que era muy bello (como sabes, todas las mamás dicen lo mismo sobre sus hijos, y esta bien que sea así). Entonces, el cuervo decidió hacer trampa. - Robaré los huevos de mis competidores para mantenerlos ocupados el día del concurso - se dijo. Llegó el gran día. Bien tempranito, mientras los concursantes salían volando a buscar algún sabroso gusano o un exquisito escarabajo, el cuervo se acercaba a sus nidos e intentaba robar los huevos, pero no podía ni levantarlos. - Pesan mucho.... - se quejaba. Como su plan no resultó, el cuervo se puso nervioso. Y por segunda vez decidió hacer trampa. Iba donde cada pájaro y ¡plaf!, lo pellizcaba para robarle una pluma. Luego, se alejaba con su botín. En la tarde, todos los pájaros desfilaron ante Zeus, muy coquetos. El último fue el cuervo, que se había pegado en todo el cuerpo las plumas de colores que había robado. ¡Qué plumaje tan esplendoroso! Así Zeus lo declaró rey del concurso... Y todo hubiera sido felicidad si una pluma rojita no se le hubiera caído al cuervo. Como un concursante que está quedándose calvo no es popular en ningún concurso de belleza, Zeus trató de sacarle otra pluma. ¡Plaf!, otra pluma salió, y luego ¡plaf! otra más, y ¡plaf!, se descubrió el engaño. Zeus le quitó el título al cuervo por tramposo. Era lo mejor. La justicia apareció y este cuento terminó. - Adaptación de una fábula de Esopo -

HONESTIDAD

E

- Ahí Viene el Lobo -

n el pueblo del que hablo vivía un señor de cejas largas y gruesas como fideos. Una madrugada, este señor despertó al oír el grito de un niño. El grito venía desde el cerro. - ¡Ahí viene el lobo! ¡Ayúdenme, que el lobo va a comerse a mis ovejas! Preocupado, el señor bajó a la cocina y se armó con un rodillo (no tenía ninguna pistola en casa, pues). “Enfrentaré a ese lobo”, se dijo. Al salir de la casa se encontró con el vecino, quien observaba el cerro jalándose los pelos del bigote con preocupación. “Pobre niño”, pensaba. Entre los dos decidieron ir y acabar con el lobo. Tras mucho caminar, llegaron sudando a la cima del cerro. Allí estaba el niño, bien sentadote. - Llegan muy tarde. Ya espanté al lobo yo solito - dijo el niño, riendo. “¡Que valiente!”, pensaron los hombres, y regresaron a sus casas tranquilos. Al día siguiente se escucharon nuevamente los gritos. Esta vez, los vecinos subieron el cerro con sus esposas. ¡Ya iba a ver ese lobo! - ¿Que creen? Cogí un palo y le pegué al lobo... pero gracias por venir - dijo el niño al verlos. Y extrañados, los vecinos regresaron a sus casas... Dos, tres, cuatro veces más sucedió lo mismo. El niño gritaba pidiendo ayuda, los vecinos subían, pero el lobo... ¡Nada! Finalmente, los vecinos se cansaron. Seguro que ese pastor era un mentiroso. - ¡Ahora sí, en serio! ¡El lobo viene a comerse a mis ovejas! - se escuchó una mañana. Pero, claro, nadie subió el cerro. ¿Y sabes qué? El lobo se había aparecido de veras y de veras se comió a las ovejas del pastor (y por poco se lo come a él). Así pasó. ¿Y sabes cuál es la enseñanza? Que “en boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso”. ¡De veras!

- Adaptación de una fábula de Esopo -


AGRADECIMIENTO

S

- León en la Red -

er león es algo que cansa mucho: hay que rugir, mostrar los colmillos, correr, saltar, clavar las garras, masticar, tragar masticar de nuevo. Como comprenderás, el león de esta historia estaba cansadísimo y se quedó dormido. Unos ratones se pusieron a jugar a su alrededor. - !No te tenemos miedo¡, - gritaban, sabiendo que el rey de la selva ni los oía. El león estaba soñando que podía volar (no solo las personas sueñan esas cosas). El ratón más pequeño se escondió en la melena del animalote y de pronto, ¡uy!, lo despertó de su sueño…Los demás ratones salieron disparados. - ¡Voy a darte tu merecido! - rugió el león, abriendo la boca como para que entrara el ratón con toda su familia. - Po…po..por favor, no me mates. Si me dejas ir, te...te...te estaré agradecido por el resto de mi vida, - le dijo aterrado el ratón. - Buen argumento - sonrió el león, mientras se metía el animalito a la boca. “Nunca antes he comido algo gris, veamos cómo es”, pensó. Y el ratón veía a la muerte cada vez más cerca… - ¡Si me dejas vivir, puede que algún día te sea de ayuda! - se le ocurrió gritar (imagínate lector, la oscuridad allí dentro, la humedad, el olor…¡auxilio!). Al escuchar esto, un poco por superstición, el león dejó que su presa escapara. ¿Y sabes qué? A la semana, el mismo león cayó en la red de unos cazadores. Su rugido se escuchó en toda la selva y llegó a oídos del ratón. Luego, ya te imaginarás: el ratón fue corriendo y vio al león atrapado. - Me dejaste vivir y eso es algo que no se olvida, león - dijo el animalito, y con sus dientecitos chuc, chuc, chuc, mordisqueó la red y la rompió. El león quedó libre. Osea que era un ratón agradecido. ¡Si solo hubiera más personas agradecidas! “ El agradecimiento es una cosa buena que todos debemos poner en práctica, no importa qué tan grandes o pequeños seamos”. - Versión libre de una fábula de Esopo -

PAZ

¡

- Peleando por el Agua -

Qué tal calor! Con la boca bien abierta y con la lengua afuera, todos los animales, au, paseaban su sed por la planicie africana. Muchos animales morían por no encontrar agua, y se quedaban tiesos sobre la arena. Entonces venían las aves de rapiña, almorzaban y dejaban los huesos limpiecitos a un costado. No era un espectáculo grato (excepto para las aves de rapiña, claro). Un día, luego de caminar una semana, el tigre llegó a una colina. Ya ni sudaba, porque no le quedaba agua dentro del cuerpo. Y cuando el tigre vio hacia abajo, divisó un río. ¡Agua! ¡Transparente, fresca agua! Ya iba a dar un salto y, juas, meter la cabezota dentro del agua para calmar su sed cuando de pronto vio a su enemigo de toda la vida: el jabalí. - Grr - dijo el tigre (y eso significa “no toques mi agua o te matare”). - Hiiiorrr - respondió el jabalí (eso quiere decir “¿tú y cuántos más?”). Sí pues. El tigre y el jabalí empezaron a pelear. Se mordieron, se rasguñaron, se patearon. ¡Pero cansa tanto pelear cuando se está sediento! Llenos de cortes, exhaustos, ambos animales se sentaron a descansar un momento. Entonces, vieron hacia arriba. Desde las copas de los árboles, las aves de rapiña los saludaron sonriendo. - Oye, tigre - dijo el jabalí -. Estas aves solo aguardan a que uno de los dos muera para bajar y comérselo... Ya esta bueno. ¿Qué tal si morían ambos? Al final, el agua no sería para nadie..... El tigre y el jabalí se miraron. No dijeron nada. Con la cabeza gacha (comprendiendo lo estúpidos que habían sido) fueron hasta la orilla del río y empezaron a beber. Total, había sitio para los dos allí...

- Adaptación de una fábula de Esopo -


Ulises Martín García Rodríguez Docente Alumnos: Apaza Quispe, Cinthya Alexsandra Cruz Valdiviezo, Walter Alonso Magallanes Dueñas, Alberto Adrián Narváez Castillo, Grace Elizabeth Escuela Nacional de Quispe Sotil, Alfredo Alejandro Artes Gráficas Vásquez Marreros, Rodrigo Ernesto Modúlo: Composición Gráfica Vásquez Loayza, JuanPablo Capacitación: Uso Pedagógico de las Tics Zarpan Reyes, Deyvis Manuel

Mis Audiocuentos Cuentos Sobre Valores

res

lo Va

Cetpro Escuela Nacional de Artes Gráficas García Naranjo N° 647 – La Victoria Teléfono: 4233343

Promoviendo Valores

http://misaudiocuentos.blogspot.pe/


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