Ejemplo libro Cuaresma y Semana Santa

Page 1


Miércoles 26 de Febrero

Fecha del día

Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.

Jesús dijo a sus discípulos: Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna io recompensa del gellimosna, n a Padre que está en el cielo. Por lo tanto, cuando des no lo vayas a ev el dí d pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ¡Hola! es unquelibro/cuaderno ignore lo que hace laEste derecha,para tu limosna quede enpara secreto; y tu a vivir este tiempo de cuaresma Padre, queayudarte ve en lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes oren, no hagan como losdel hipócritas: a ellos y semana santa a través evangelio, deles gusta orar de pielaen las sinagogas y en las esquinas de las calles, mano de dos grandes: la beata Conchitapara ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, Armida, y el santo Hermano Rafael Arnaiz. cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. La idea es no quepongan sea cara completamente Cuando ustedes ayunen, triste, como hacen los hipócritas,tuyo. que desfiguran su rostro para que se que ayunan. Les Subraya, escribe, circula,note responde, aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. en cambio, dibuja... talvez te hace falta espacio Tú, pero cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no no dejes que la falta de papel te limite de el sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; Cristo a través del evangelio. y tu Padre,encuentro que ve en lo con secreto, te recompensará.

La dinámica puede cambiar en algunos días, pero la intención es que tú completes a veces el sacrificio, a veces la intención.

Espacio de preguntas para reflexionar el evangelio. Comienza invocando al Espíritu Santo

VEN ESPÍRITU SANTO...

¿Vivo de cara a Cristo o de cara a los demás? ¿Me reconozco hijo amado de Dios? ¿Necesito seguridades terrenas o afirmaciones de otros para reconocerme valios@? ¿Cómo estoy comenzando esta Cuaresma?


Propósit diario o

Te propongo que en esta cuaresma tu único propósito sea dedicarle 5 minutos a leer el evangelio del día, y con eso ver por dónde va hablando Dios. Si las preguntas te sirven, adelante. Si Dios decide hablarte por otro lado... ¡escúchalo y ve por donde te indique! En fin, preparemos el corazón para acompañarlo en la cruz, pero sobretodo, ¡para encontrarlo en la Resurrección!

Lo haré por: Hoy voy a ofrecer: No usar redes sociales.

Tú la intpeonnces ión

Ama con locura lo que el mundo desprecia porque no conoce, adora en silencio esa Cruz que es tu tesoro sin que nadie se entere. Medita en silencio a sus pies, las grandezas de Dios,chlas a maravillas de María, Con itano exto dedel Hdel rm hombre e las Tmiserias del que nada ar Armidapoara acompañ debes Resperar… afael, reflSigue exión. tu vida siempre en la silencio; amando, adorando y uniéndote a la Cruz… ¿qué más quieres? (Rafael Arnaiz)


Martes 3 de Marzo Evangelio según San Mateo 6,7-15.

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal. Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.

VEN ESPÍRITU SANTO... ¿Vivo con la conciencia de que Dios es mi Padre? ¿Oro con confianza de ser escuchad@? ¿En qué momentos siento que Dios no está conmigo al orar? ¿Quién es Dios para mí? ¿Quién soy yo para Dios?


Hoy voy a ofrecer: Hoy parafrasearé el Padre Nuestro.

Lo haré por:

“Yo siempre he sufrido mucho por querendona: he tenido muy pegajoso el corazón. No tan sólo en casos de muerte sino aún en ausencias, desde muy niña, que iban y venían mi padre y mis hermanos, ¡Cuántas lágrimas me costaban! Mucho ha sufrido mi alma por su sensibilidad. Yo creo que nunca he sido comprendida sobre el particular; ha sido uno de mis mayores martirios el corazón, por más que en apariencia parezca fría e indiferente”. Conchita Armida


Martes 17 de Marzo Mateo 18:21-35

Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía 10.000 talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase.

Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: “Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.” Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: “Paga lo que debes”. Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: “Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré.” Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: “Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?” Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.»

VEN ESPÍRITU SANTO... ¿Cuándo fue la última vez que perdoné? ¿Cuándo fue la última vez que pedí perdón ante Dios? ¿Mi actitud refleja el amor de Dios? ¿Me considero hij@ de la misericordia? ¿A quién tengo que perdonar?


Hoy voy a ofrecer: Rezar la coronilla de la misericordia.

Lo haré por:

Quería acercarme a Dios y, en realidad, yo no hacía nada; Dios se acercaba a mí… (Rafael Arnaiz)


Domingo 29 de Marzo Juan 11:1-45 Había un cierto enfermo, Lázaro, de Betania, pueblo de María y de su hermana Marta. María era la que ungió al Señor con perfumes y le secó los pies con sus cabellos; su hermano Lázaro era el enfermo. Las hermanas enviaron a decir a Jesús: «Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo.» Al oírlo Jesús, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.» Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: «Volvamos de nuevo a Judea.» Le dicen los discípulos: «Rabbí, con que hace poco los judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?» Jesús respondió: «¿No son doce las horas del día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque no está la luz en él.» Dijo esto y añadió: «Nuestro amigo Lázaro duerme; pero voy a despertarle.» Le dijeron sus discípulos: «Señor, si duerme, se curará.» Jesús lo había dicho de su muerte, pero ellos creyeron que hablaba del descanso del sueño. Entonces Jesús les dijo abiertamente: «Lázaro ha muerto, y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Pero vayamos donde él.» Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a los otros discípulos: «Vayamos también nosotros a morir con él.» Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén como a unos quince estadios, y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá.» Le dice Jesús: «Tu hermano resucitará.» Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.»Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama.» Ella, en cuanto lo oyó, se levantó rapidamente, y se fue donde él. Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó y dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?» Le responden: «Señor, ven y lo verás.» Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: «Mirad cómo le quería.» Pero algunos de ellos dijeron: «Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?» Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra. Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» Le dice Jesús: «¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?» Quitaron, pues, la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos a lo alto y dijo: «Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado.» Dicho esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!» Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: «Desatadlo y dejadle andar.» Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él.


VEN ESPÍRITU SANTO... ¿Me doy cuenta cuando Jesús llora por mí? ¿Reconozco que su amor a mí va más allá de lo que yo pueda lograr? ¿Busco la resurrección de mi corazón después de haber estado en pecado? ¿Me da pena que Dios entre en mi corazón porque hace mucho tiempo no se llena de gracia? ¿Estoy dispuesto a salir de lo que causa mi muerte?

Hoy voy a ofrecer: No comer algo que me guste mucho.

Lo haré por:

Quisiera Señor, mirar solamente al cielo, donde Tú me esperas, donde está María, donde están los santos y los ángeles, bendiciéndote por una eternidad, y pasaron por el mundo solamente amando tu ley y observando tus divinos preceptos. ¡Ah!, Señor, cuánto quisiera amarte. ¡Ayúdame, Madre mía!. Hermano Rafael


Miércoles 8 de Abril. Mateo 26:14-25

Entonces uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes,y les dijo: «¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?» Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle. El primer día de los Azimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer el cordero de Pascua?» El les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: “El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.”» Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua. Al atardecer, se puso a la mesa con los Doce. Y mientras comían, dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará.» Muy entristecidos, se pusieron a decirle uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?» El respondió: «El que ha mojado conmigo la mano en el plato, ése me entregará. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!» Entonces preguntó Judas, el que iba a entregarle: «¿Soy yo acaso, Rabbí?» Dícele: «Sí, tú lo has dicho.»

VEN ESPÍRITU SANTO... ¿Me he callado al hacer algo que sé que no está bien? ¿Por qué me cuesta detenerme antes o durante ese pecado? ¿Si pudiera cenar con Cristo, iría con culpa y miedo o con alegría y anhelo? ¿Cómo llego a misa? ¿Cómo me acerco a Cristo después de haber pecado?


Lo haré por: Los migrantes y refugiados. Hoy voy a ofrecer:

Amor humilde, generoso, desprendido, mortificado, en silencio… Que mi vida no sea más que un acto de amor. Bien veo que la voluntad de Dios, es que no haga los votos religiosos, ni seguir la Regla de san Benito. ¿He de querer yo lo que no quiere Dios? Jesús me manda una enfermedad incurable; es su voluntad que humille mi soberbia ante las miserias de mi carne. Dios me envía la enfermedad. ¿No he de amar todo lo que me envíe? Hermano Rafael.



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.