Roma en 72 horas Día de llegada. Plazas y fuentes: Después de llegar y entre que podáis dejar las maletas en el hotel seguramente ya no tendréis tiempo para poder entrar a ningún monumento, ¿Qué hacer? Nada mejor que dar un paseo por el centro y conocer sus calles, plazas y fuentes. Lo primero que debéis hacer es coger el metro para llegar a la Plaza de España: su conocida escalinata y el ambiente de la plaza serán una buena forma de comenzar el viaje. A partir de ahora el recorrido continúa a pie. Tomaréis la Via dei Condotti (una de las calles comerciales más importantes) hasta llegar a la Via del Corso, donde giraréis a la izquierda. Caminando por esta calle cruzaréis la Piazza Colonna (donde se encuentra la Columna de Marco Aurelio) y dos calles más adelante a mano izquierda tomaréis la Via delle Muratte. A escasos metros llegaréis a una imagen que no podréis borrar de vuestra memoria: la Fontana de Trevi. Un buen lugar para pararse unos minutos y, si creéis en la leyenda, aprovechad para tirar la moneda. Volviendo sobre vuestros pasos por la Via delle Muratte cruzaréis la Via del Corso y continuaréis por la Via di Pietra. En 5 minutos llegaréis al Panteón, el edificio mejor conservado del Imperio Romano. Si ya estáis cansados podéis tomar un cappuccino en las terrazas de la plaza. Abandonando la Piazza della Rotonda por la calle Salita de Crescenzi y siguiendo las indicaciones llegaréis a la Plaza Navona, un buen lugar para detenerse y admirar las tres fuentes. Saliendo por la parte sur de la plaza (donde está la Fontana del Moro) llegaréis al Corso Vittorio Emanuele II, una calle más amplia. Si recorréis la calle hacia la izquierda os cruzaréis con el Area Sacra, una excavación que iluminada llama mucho la atención. Continuando en la misma dirección veréis el Monumento a Víctor Manuel II, un enorme edificio realizado en honor al primer rey de la Italia unificada. Si tenéis tiempo de sobra, podéis acercaros y ver la Plaza del Campidoglio. Ya se habrá hecho tarde y tras este paseo querréis descansar. Si aún os quedan fuerzas, después de cenar podéis ir a tomar una copa al Campo dei Fiori, una de las plazas más animadas de la ciudad.
Segundo día. La Roma Imperial: Si os gusta la historia habréis dejado lo mejor para el último día, ya que hoy es la visita del Foro Romano, el Palatino y el Coliseo. Si no tenéis ganas de andar deberéis coger el metro hasta la parada Colosseo. Nada más salir de la estación tendréis ante vosotros la gran maravilla de la antigua Roma: El Coliseo. Si encontráis mucha cola en éste (más de 15 minutos) podéis ir antes a visitar el Foro Romano y el monte Palatino. La entrada es conjunta y podréis volver luego al Coliseo sin esperar colas. Tras finalizar estas visitas podéis acceder a la colina Capitolina por la parte norte del foro. A llegar a la Plaza del Campidoglio no os perdáis la estatua de Rómulo y Remo, se encuentra antes de entrar a la plaza y no es fácil de ver. Bajando por las escaleras de la plaza tomaréis la Via del Teatro Marcello hacia la izquierda. En menos de 10 minutos llegaréis a la iglesia de Santa María de Cosmedin, donde se encuentra la Boca de la Verdad. Cruzando el río Tíber llegaréis al Trastevere, uno de los barrios preferidos por todos los viajeros. El ambiente es muy auténtico y los restaurantes son buenos y tienen precios muy asequibles. Podéis acabar tomando un helado en la plaza de la Basílica de Santa María en Trastevere. Si aún tenéis fuerzas y os queda tiempo para volver al aeropuerto, podéis visitar lugares cercanos como las ruinas del Circo Máximo o las Termas de Caracalla.
Tecer día. El Vaticano: Si vuestro viaje es en fin de semana y queréis visitar los Museos Vaticanos, deberéis visitar El Vaticano el sábado, ya que los domingos los museos cierran (excepto el último domingo de cada mes). Si sólo estáis un par de días en Roma entenderemos que no tendréis ningún problema en madrugar. Para aprovechar el día no deberíais llegar al Vaticano mucho más tarde de las 9 de la mañana. Para llegar a la Ciudad del Vaticano deberéis coger el metro hasta la parada Ottaviano. Al salir de la estación tomad la vía con el mismo