2. Los directivos en el laberinto de las políticas y la normativa Los que no somos abogados solemos tener un rechazo consciente o inconsciente a ese tipo de discursos leguleyos construidos sobre la norma y el deber ser en su sentido más formal. Tal vez porque vivimos en un país de leyes que casi nadie cumple y nadie las hace cumplir, y porque desde la Colonia aprendimos que las leyes las manejan y protegen a unos pocos. Y tal vez por eso, a pesar de que las leyes, decretos y resoluciones terminaban atravesándose en todas nuestras conversaciones y debates en el colectivo de directivos docentes, nunca creímos que en nuestra investigación terminaríamos hablando de ello. Pero llegó un momento en que no entendíamos lo que estaba pasando: los directivos se debatían en los juzgados y el conocer la norma en detalle se convirtió en un problema de supervivencia. Inicialmente quisimos ubicarnos y buscamos infructuosamente un libro que nos orientara en el laberinto legal. Los mismos directivos tampoco se ponían de acuerdo. La rectora Luz Marina propuso entonces hacer un mapa de la situación; Blanca Cecilia, por su parte, apareció un día -a la vez orgullosa y abrumada- con una especie de manual de funciones del directivo docente entresacado con paciencia de la dispersa normativa vigente. Luz Marina y Blanca Cecilia escribieron sus comentarios que luego presentamos al colectivo de directivos. Esos mapas, listados y comentarios iniciales fueron como los detonadores de un polvorín de anécdotas, situaciones graves y cómicas, sesudos análisis de la norma y referencias a las políticas internacionales y nacionales. Lo que sigue es una pequeña muestra de esa explosión. Expositivamente vamos a seguir el orden inverso: comenzaremos con una reflexión que surgió al final del proceso, cuando sentimos la necesidad de situar la legislación actual en un contexto más amplio, en las políticas educativas nacionales e internacionales.