YO RECIBO A JESUCRISTO COMO ÚNICO MEDIADOR Y ÉL ME RECIBIÓ EN SU CUERPO DESDE MI BAUTISMO.
AL ACEPTAR A JESUCRISTO RECIBO TAMBIÉN A SUS SANTOS
(1Tes 3,13).
Desde el Bautismo nos incorporamos al cuerpo de Cristo. Ef 1,22: “Sometió todo bajo sus pies y le constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo”. Ef 5,23: “…Cristo es cabeza de la Iglesia, el salvador del cuerpo. “ Ef 5, 29: Porque nadie aborrece jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia” 1Cor 6, 15: ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
Desde el Bautismo nos incorporamos a Cristo. Col 1, 18: “Él es también la cabeza del cuerpo, de la Iglesia:…” Col 1, 24: “Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia“ Rm 6,5: Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte,… Porque si nos hemos injertado en él por una muerte semejante a la suya, también lo estaremos por una resurrección semejante.
Col 2, 16-19: Por tanto, que nadie os critique por cuestiones de comida o bebida, o a propósito de fiestas, de novilunios o sábados. Todo esto es sombra de lo venidero; pero la realidad es el cuerpo de Cristo. Que nadie os arrebate el premio por ruines prácticas y el culto de los ángeles, obsesionado por lo que vio, vanamente hinchado por su mente carnal, en lugar de mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, por medio de junturas y ligamentos, recibe nutrición y cohesión, para realizar su crecimiento en Dios. Estar unidos a la Iglesia es estar unidos al MEDIADOR… Estar separado de la Iglesia es estar separados del MEDIADOR.
Ef 4, 15-16: “Con la sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo, de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, para el crecimiento y edificación en el amor” Rm 8, 16-17: El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Y, si hijos, también herederos: herederos de Dios y coherederos de Cristo, si compartimos sus sufrimientos, para ser también con él glorificados. Siendo hijos de Dios compartimos con Cristo todos los bienes de los cuales Él es heredero del Padre, y uno de esos bienes es el de SER MEDIADOR.
Mat 24, 46-47: “Afortunado será este servidor si, al venir su señor, lo encuentra cumpliendo su deber. En verdad les digo: su señor lo pondrá al cuidado de todo lo que tiene.” Parte de todo lo que nuestro Señor tiene es MEDIAR y eso lo pondrá al cuidado de los SIERVOS FIELES. Es decir, ellos podrán mediar gracias a Cristo, con Cristo y en Cristo.
¿Con qué cuerpo lo hace? ¿Será que la Cabeza (Cristo) se separa de su Cuerpo (La Iglesia) para hacer la Mediación y después que lo hace se vuelve a Ella, su cuerpo? la Mediación la hace Jesucristo con todo su cuerpo, con todo su ser, y no la hace sino con un solo cuerpo: EL SUYO. ¿Cuál es ese cuerpo? Ef 2, 19-20: Ustedes son de la casa de Dios. Están cimentados en el edificio cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. Esta participación en Jesucristo Mediador es lo que hace posible que en cualquier instante y presente existan millones de millones de miembros en el cuerpo de Cristo intercediendo ante el Padre por millones de millones de seres humanos.
Gn 20, 27: “Entonces Abraham oró por Abimelec, y Dios curó a Abimelec, a su esposa y sus sirvientas, a fin de que pudieran tener hijos. Como Abraham, la intercesión es un acto santo cuando la mente y el corazón están entregados totalmente a Dios. Tb 12, 12: el arcángel Rafael le dice así a Tobías y a Tobit: “Sepan pues que cuando ustedes, tú y Sara, estaban orando, yo fui quien presentó su oración delante de la Gloria del Señor. Y cuando tú enterrabas a los muertos, yo también estaba contigo”. Ex 32, 11 Moisés acude como mediador para interceder ante Dios pidiendo su misericordia ante el pecado de idolatría cometido por el pueblo. Dios oye su súplica, perdona y sigue fiel a Israel.
Ap 5, 8: “Cuando lo tomó, los cuatro Seres Vivientes se postraron ante el Cordero. Lo mismo hicieron los veinticuatro ancianos que tenían en sus manos arpas y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos”. Ap 8, 3-4: “Otro ángel vino y se paró delante del altar de los perfumes con un incensario de oro. Se le dieron muchos perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono. Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel hasta la presencia de Dios”.
Lo que se niega de un brazo se niega también de la cabeza. Por ejemplo: si digo, "este brazo no es Carlos", la cabeza respondería: "si mi brazo no es Carlos, ¿entonces yo quién soy? Porque el brazo es parte de mi cuerpo y cuando él siente también lo siento yo, al igual que todo el resto del cuerpo lo siente“. Dígase igual de cualquier parte de mi cuerpo. Carlos diría: "Si te metes con alguna de mis partes te metiste con Carlos" Písale un dedo del pie a un hermano esperado y exíjale por favor que su boca no se queje porque el asunto no fue con la boca sino con el dedo del pie. Hazle saber que toda negación u ofensa que le haga a los santos se la hace al mismo Jesucristo, pues ya son parte de su Cuerpo desde el bautismo y a Él le entregaron plenamente sus vidas.
Aquellos que ya estando en el cuerpo de Cristo por el Bautismo, renegaron de este Sacramento Písale un dedo del pie a un hermano esperado y exíjale por favor que su boca no se queje porque el asunto no fue con la boca sino con el dedo del pie. Hazle saber que toda negación u ofensa que le haga a los santos se la hace al mismo Jesucristo, pues ya son parte de su Cuerpo desde el bautismo y a Él le entregaron plenamente sus vidas.
1Tes 3,13: Que él los fortalezca interiormente para que sean santos e irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día que venga Jesús, nuestro Señor, con todos sus santos. 2Tes 1,10: “Vendrá aquel día para ser glorificado en sus santos y para que todos admiren su obra en los que creyeron, entre los que están ustedes, que acogieron nuestro testimonio.” Ef 1,4: “En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo, para estar en su presencia santos y sin mancha.” Rm 8,30: “A quienes Dios eligió, los llamó; y a quienes llamó, los hizo justos y santos; y a los que hizo justos y santos, les da la Gloria.
Son referencias del Xto verdadero así como en el A.T. otros eran los referentes del Dios verdadero (Abrahán, Jacob, David) Un Poderoso ejército de Jxto contra el enemigo, para proteger las almas de aquellos que se confían a su cuidado. Protección de las parroquias y tantas asociaciones católicas que los tienen patronos. Los podemos imitar para seguir a Jesucristo. Dijo san Pablo: “Sean imitadores míos como yo lo soy de Cristo”. (Filip 3,17; … Provocan intensamente a abrir el corazón a Jesucristo Han sido los Santos los mejores intérpretes de las Sagradas Escrituras . Glorificamos a Dios en sus obras y en sus santos: → La gloria y reconocimiento a ellos va dirigida a Cristo. “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Gál 2, 20)
Abraham postrado ante tres hombres de Dios → Gn 18, 1-5 Abrahán postrado ante tres hombres de Dios→ Gn 18, 1-5 Veneración a un ángel → Jos 5, 13-15; Tob 12, 15-16 Exaltación de la gloria de Abraham → Eclo 44, 19 Glorias a Elías → Eclo 48, 4 Glorias a Moisés como a los santos → Eclo 45, 1. 7-8 Glorias a Josué → Eclo 46, 2 Josué postrado ante el arca → Jos 7, 6 David postrado ante Saúl → 1Sam 24, 9 Una persona venerando a otra → 2Re 4, 27 Los hijos de Jacob postrados ante José → Gn 42, 6 José se postra ante su padre Jacob → Gn 48, 12 Homenaje a María → Lc 1, 28 El profeta Daniel se inclina ante un ángel y éste no lo reprende por eso → Dn 8, 17
Hch 10, 26: Pedro se opone a la adoración que el Centurión Cornelio trata de rendirle.
Hch 14, 11-15: Asiáticos, de Listra, consideran “dioses” a Pablo y Bernabé por haber curado a un tullido. Recordar que son paganos acostumbrados a la adoración de hombres como dioses.
Veneramos las RELIQUIAS de los Santos con profundo respeto y amor Gn 50,25ss: → José, hijo de Jacob, dice a los suyos: “Cuando Dios los visite, lleven mis huesos de aquí junto con ustedes.” Los llevaron consigo por el desierto hasta la tierra prometida.
2Re 13,21: → Un hombre difunto rozó los huesos de Eliseo y enseguida revivió y se puso de pie; Hch 19,11-12: → Los pañuelos y la ropa usada por Pablo era llevada a los enfermos y éstos se sanaban.
ESCENAS DE CULTOS EVANGÉLICOS ¿Por qué atacan tanto a los Católicos por las postraciones?
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