SI EXISTE UN DIOS YO SOY SU PECADO
La tierra es blanda, mis pies se adaptan, si me quedara quieto tragaría lentamente, el aire se respira sabiduría, si el bosque du ancestrales lo protegen, y mientras duerme sueña que estamos no en realidad sí estamos acá, descubriendo. Qué tejido má comprendiendo su fuerza te haces inerme, una larva en medio del gr universal. Lo que de mi cuerpo agoto me lo devuelve su vigor, su personalidades, a estímulos que mi cárcel racional no logra co camino es por el placer de la ceguera, mapa mental que forzamos pa superar la esclavitud esencial de nuestra raza. Por eso es que. . . esta la fragilidad de su cuerpo intolerante a bruscos atascos de la relaci podría seguir allí, no es capaz, su muerte es segura. En cambio cómoda, en armonía sutil con lo natural que nada ha dicho.
en un día me uerme energías osotros. . . pero más tenebroso, gran entramado ciclo abierto a omprender. Si ara sobrevivir y a pequeña, por ión humana no acá. . . parece
-¿Me puede decir cómo quedó ciego? Un grupo de bestias se incomodó de pronto, sin saber por qué. El silencio del bosque fue atronador, dejó un espacio de respiro ante la duda inocente de la niña. La temperatura también bajó por el viento fresco que quiso observar desde lo invisible. -Hay formas en que la naturaleza cede para anticiparnos el buen destino, si somos capaces de sacrificar podemos exigir recompensa. En mi caso dejé la visión para el resto de mi raza, no quiero -En la caja, ¿están sus ojos? La niña dejó de caminar, y con esto algunas flores se abrieron para escuchar el latido de su corazón. El nervio de algunas plantas carnívoras tomaba en cuenta la visita de los viajeros. El anciano, compañero de viaje, sabio, acarició una planta, y en ella una mariposa contemplaba la situación. A su nariz acercó ese aroma espontáneo, y al bajarlo empuño la hoja, rompiendo parte de un ala sufriendo por volar. -Cuando lleguemos vas a comprender, lo que estamos haciendo puede repercutir de buena manera en nuestra vida hasta el fin de esta misma. Nuestra gente espera algo de nosotros. Un viento firme paseó por todo el bosque, las raíces de cada árbol tuvieron que acomodarse para seguir descansando en esa sinergia insondable. El cielo desprendió luces sobre el bosque que rápido comenzó a oscurecer.