PLATÓNICO
Desearía haber tomado un café contigo, tenerte frente a mí por un instante, verte sonreír, contemplar tus gestos, ponerme nervioso, tartamudear y seguramente decir alguna pendejada. Porque he creado en mi cabeza mil historias, y todas son contigo. Y me pregunto cómo sería rozar tu mano, y caminar sin rumbo fijo.
Sueño con prepararte pesto, con comernos el mundo y beber té de jengibre para curar el alma. Es que ni te conozco bien y ya te extraño, y te imagino acostada en mis piernas, mientras te leo a Marwan. Y que los sábados seas mi locura y los domingos mi consuelo de la resaca, de haber tomado tanto vino tinto.
Quisiera haberte escrito cien poemas, en estos tiempos donde ya nadie escribe cartas. Y en tu cumpleaños regalarte un par de libros, un ramo de girasoles y hasta un cactus.
Hubiese querido recrear la escena de Pulp Fiction, en una de esas fiestas de disfraces alocadas, luego ver el amanecer contigo, y besarte como nadie te ha besado, hasta que la tierna luz de la mañana se refleje en nuestras caras.
AnsĂo haber creado un mundo contigo, pero la vida me puso en otro horario y a ti a mil kilĂłmetros de distancia. Y cada vez que fumo un cigarro en la ventana le confieso a esa luna de plata que desearĂa haberte conocido, antes de que te hubieras ido.