No hay que ser Huidobro, ni Mistral ni Neruda, para escribir un algo que deje el corazón temblando en expectación, como la cuerda de guitarra que aguanta un Sol mayor.
Ni un Picasso, pintando en brocha gorda la herida de su pueblo, para decir basta a los que apuñalan la dignidad de la gente. No hay que ser escribano para registrar un querer, sobre todo si se quiere a otro.
Basta con que seas tú, necesitamos que seas tú, que sea tu corazón el que tiembla sobre la hoja. Porque ya hemos visto hasta la saciedad, que un papelito basta para contar que 33 vidas palpitan aún a 700 metros bajo tierra. Te necesitamos porque puede que ahora mismo, otros 30 y tantos pálpitos se encaminen agonizantes bajo tierra.
Muévete, haz sinapsis y participa. ¡NO SEAS UN CóMPLICE MáS!