Revista de Análisis Economía y Sociedad. Año 1. N° 2. Oct. 2000

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ECONOMIA Y SOCIEDAD es una revista cuatrimestral, editada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) con el auspicio del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en Paraguay (MECOVI - Paraguay), que tiene por finalidad publicar y difundir estudios y reflexiones realizados sobre temas del área social y económica de interés para el país.

COMITÉ EDITORIAL Julio M. Fernández Frutos Marcos Robles Zulma Sosa Portillo Regis I. Gamarra Acosta Elizabeth Barrios Kück

SUSCRIPCIONES Suscripción Anual (3 números) Paraguay 20 US$ Países del Mercosur 25 US$ Otros Paises 30 US$ Precio por número Paraguay Países del Mercosur Otros Paises

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Invitamos a los investigadores nacionales y extranjeros a enviarnos sus trabajos en dos ejemplares, los cuales, previo arbitraje, podrán ser publicados. Para tal fín, solicitamos remitan sus obras a: Director General DGEEC Naciones Unidas y Saavedra, Zona Norte Fernando de la Mora Paraguay REQUISITOS FORMALES DE LOS TRABAJOS PRESENTADOS PARA SER PUBLICADOS EN ECONOMÍA Y SOCIEDAD

Especificaciones: Un ejemplar impreso mas el archivo digital en un diskette de 3.5 en formato Word Entre 20 y 40 páginas a espacio simple (incluído los cuadros, gráficos y anexos). Notas al pie de página (no al final del texto) Resumen del trabajo no mayor de 15 líneas Resumen breve de la formación académica, especialidad, instituciones donde ha trabajado y empleo actual del autor. Excepcionalmente, el Comité Editor podrá excusar el cumplimiento de uno o más de los requisitos indicados. Los autores de los trabajos publicados recibirán dos ejemplares del número de ECONOMÍA Y SOCIEDAD en que aparece su artículo.


2 Presentación En el marco de su política institucional de difundir y explotar la información proveniente de los Censos y Encuestas especializadas, la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, DGEEC, promueve la elaboración de estudios de investigación de carácter demográfico y socioeconómico. En ese sentido, la DGEEC presenta la revista ECONOMIA Y SOCIEDAD , cuya finalidad principal consiste en exponer los resultados de investigaciones que abarcan distintas áreas temáticas. El segundo número de La Revista consta de cinco investigaciones que describen Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay ; Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay ; Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay ; Situación Habitacional en Paraguay. Condiciones de Habitabilidad, Hacinamiento y Déficit Habitacional ; El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay . Las investigaciones en referencia han sido elaboradas sobre la base de la información proveniente de la Encuesta Integrada de Hogares EIH 1997/98, en el marco del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en Paraguay (MECOVI- Paraguay), financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial. La riqueza de cada uno de los estudios radica no solo en la formulación de los diagnósticos, y del mejor conocimiento de la problemática nacional en las distintas áreas, sino que en general todos ellos plantean propuestas e implicancias de política, que contribuirán de manera positiva en la elaboración de una adecuada base de información para la toma de decisiones por parte de las instituciones públicas y privadas y de los investigadores en general. De esta manera, ECONOMIA Y SOCIEDAD , constituye un paso más en el quehacer de la investigación científica, además de fomentar futuros estudios de esta índole que permitan desarrollar diagnósticos y propuestas útiles para toda la sociedad.

Econ, Julio Manuel Fernández Frutos Director General DGEEC


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Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay El estudio evalúa los factores que determinan la probabilidad de estar empleado y la cantidad de horas dedicadas al trabajo. Las estimaciones econométricas realizadas (utilizando la metodología propuesta por Heckman para corregir el problema de sesgo de selección) muestran que para todos los individuos, tanto el nivel de educación como la edad y la condición de jefe de hogar incrementan la probabilidad que estén trabajando y que la posibilidad que se encuentren desocupados aumenta si poseen niveles elevados de ingreso independiente o si se ubican en los deciles más bajos de la distribución del ingreso. También se muestra que el número de horas trabajadas se encuentra negativamente relacionado con el salario recibido y con la realización de actividades secundarias. Se concluye que una política de disminución del desempleo debería estar dirigida al logro de una mayor capacitación, dado el efecto negativo que tiene la educación sobre la posibilidad de estar desempleado, lo cual sería aún más relevante si la formación de capital humano se dirigiera a los estratos más pobres de la población. Se remarca que los bajos ingresos de estos individuos impiden que puedan capacitarse, lo cual incrementa la probabilidad de encontrarse desempleados y, con ello, que se perpetúen en los niveles más bajos de la distribución del ingreso.

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Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay Luego de discutir el concepto de desigualdad de los ingresos y mostrar los números sobre este problema en América Latina y Paraguay, el trabajo presenta evidencias sobre la relación exis-

tente entre la desigualdad y una serie de variables socioeconómicas, mostrando las diferencias entre hombres y mujeres, y en las áreas rural y urbana. También se muestra utilizando métodos de descomposición- que los atributos educación e idioma son los mayores determinantes de la desigualdad en el sector urbano, ubicándose como segundo atributo más determinante la participación laboral femenina. En el sector rural, también el conjunto idioma- educación aparece como el determinante principal de la desigualdad. Sin embargo, en la determinación de las desigualdades de ingresos participan también otros atributos con pesos relativos similares como el tamaño de la familia, las actividades económicas del jefe de familia, e igualmente, la participación laboral femenina. Se propone que las recomendaciones orientadas a una mejora de la situación de la educación y de la mujer en el Paraguay, no pueden quedar aisladas de aquellas recomendaciones de políticas económicas que estén dirigidas a modificar las matrices donde se generan las enormes brechas de desigualdad de los ingresos en el país.

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Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay El trabajo muestra que la existencia de establecimientos de servicios de salud no es suficiente para garantizar que la población acceda a estos servicios y que otras variables de diverso tipo también influyen en las decisiones para acudir a ellos. Según las estimaciones econométricas realizadas, los niveles de instrucción y la pertenencia a un seguro médico son variables importantes que determinan el acceso a los servicios de salud. Para las mujeres embarazadas además es importante el mes de gestación: cuanto más cerca la fecha de alumbramiento más probable el acceso, y para el resto de la población se observa que cuanto más grande el tamaño familiar y el hecho de residir en el área urbana más posibilidades de acceso existen. En el trabajo se sugiere


que la pertenencia a un seguro médico debe ser promovida y que a la hora de priorizar los tipos de servicios de salud y definir las prioridades en el interior del país debe tenerse en consideración que es necesario enfatizar otras áreas de la atención en salud, además del materno infantil y que los esfuerzos de descentralización deben seguir siendo estimulados para que la oferta y las facilidades lleguen al sector rural.

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Situación Habitacional en Paraguay. Condiciones de Habitabilidad, Hacinamiento y Déficit Habitacional El trabajo analiza las condiciones en que habitan los hogares paraguayos y estima el déficit habitacional del país. Utilizando indicadores de materialidad, saneamiento y condiciones de hacinamiento, se estima que el déficit habitacional llega a 636 mil viviendas, 55,7% respecto al total de viviendas del país. Se muestra que uno de cada cinco hogares reside en condiciones óptimas y unos 95 mil residen en las peores condiciones: en viviendas materialmente deficitarias, con saneamiento deficitario y hacinados. Según el análisis, alrededor de 91 mil hogares viven en viviendas materialmente deficitarias, 289 mil en con materiales buenos o regulares pero con saneamiento deficitario y unos 256 mil en condiciones de hacinamiento. En el trabajo se estima que los potenciales postulantes del Sistema de Subsidio Habitacional Directo equivalen a 719 mil viviendas y que el aporte que el estado debe realizar en subsidios directos, en el marco de este sistema, para solucionar el problema habitacional detectado, es alrededor de US$ 2.322 millones.

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El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay El trabajo busca identificar quiénes son los que migran, porqué lo hacen, qué efectos generan las migraciones internas y cuál es la importancia de estas migraciones en la evolución poblacional de las áreas urbanas y rurales. Se evidencia la existencia de importantes movimientos de población al interior del país, principalmente orientada hacia las áreas urbanas, compuesta de manera importante de gente joven, con niveles de instrucción primario o secundario. Se preve que el desplazamiento continuo hacia áreas urbanas ejercerá una fuerte presión sobre los servicios básicos prestados por el Estado proponiéndose su ampliación o reformulación a fin de satisfacer la demanda creciente de estos servicios. También se constata en el trabajo que la disminución de la población rural, causada fundamentalmente por la migración de personas jóvenes, viene configurando una estructura poblacional conformada principalmente por niños y adultos. En este sentido, se propone la creación de mecanismos que faciliten la absorción de fuerza de trabajo por parte de los mercados laborales rurales, de manera que aquellos que pretenden emigrar permanezcan en sus lugares de origen.


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

Carlos G. Fernández Valdovinos*

1. INTRODUCCIÓN La teoría neoclásica de oferta de trabajo estipula que cada persona debe decidir si trabaja o no y, una vez empleado, cuantas horas trabajar. La oferta total de trabajo en la economía es obtenida entonces agregando las decisiones de trabajo realizadas por cada una de las personas. Como resultado, la oferta de trabajo agregada depende no sólo de las decisiones tomadas por los trabajadores (si trabajar o no y cuantas horas trabajar), sino igualmente de las decisiones de fertilidad efectuadas por generaciones anteriores (que determina el tamaño presente de la población). Las consecuencias económicas y sociales de estas decisiones varían drásticamente a través del tiempo y de los países. Por ejemplo, en los Estados Unidos el 90% de los hombres y sólo el 32% de las mujeres trabajaban en 1947. En 1993, la fracción de hombres trabajando había declinado al 75%, al tiempo que el de las mujeres se había incrementado al 58%. En el mismo período, el promedio de horas trabajadas por semana en el sector privado se había reducido de 40 a 35 horas1 . En el Paraguay los datos de la Encuesta Integrada de Hogares de 1997/98 muestran que, al momento

de la encuesta, el 84,7% de los hombres trabajaban mientras que sólo el 45,2% de las mujeres lo hacían. A su vez, las horas trabajadas en el sector privado durante la semana era, en promedio, de 45,7 horas2 . Las investigaciones econométricas acerca de la oferta de trabajo poseen una larga historia. Si bien el estimador de mínimos cuadrados ordinarios (MCO) ha sido utilizado en la mayoría de los trabajos iniciales, numerosos factores han motivado la preocupación de los economistas acerca de potenciales sesgos resultantes de la utilización de esta metodología. Por ejemplo, el dominio de las variables dependientes en muchas regresiones (horas trabajadas) presenta el problema de datos censurados: el número de horas trabajadas por los individuos nunca es negativo y, en la mayoría de las muestras, es igual a cero para un número importante de individuos. Asimismo, estos datos están truncados ya que los salarios de los individuos que no trabajan no son observables. En consecuencia, estimadores basados en MCO * El autor agradece la eficiente ayuda de Zulma Espínola G. durante el desarrollo de esta investigación. 1 Borjas(1996). 2 Se consideran únicamente individuos mayores a 15 años.


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podrían sobre o subestimar los parámetros de interés por lo que la literatura reciente ha presentado diferentes métodos que pueden ser implementados para corregir estos sesgos potenciales y lidiar con variables dependientes limitadas, sesgo de selección, datos censurados o truncados y otros problemas estadísticos que surgen en el análisis empírico de la oferta de trabajo de los individuos. Un punto importante que debe ser considerado en los estudios empíricos de la oferta de trabajo es el aspecto de auto selección dentro del empleo. En este caso, los estimadores no toman en cuenta que la auto selección de los individuos estarían sesgados. Por ejemplo, las estimaciones basadas sólo en datos de los individuos que trabajan no lo hacen sobre una muestra representativa de la población total. Lo anterior ocurre debido a que las características de aquellos individuos que trabajan y aquellos que no lo hacen pueden diferir y esto necesita ser tenido en cuenta para producir estimadores consistentes de los determinantes de las horas trabajadas. Este hecho es particularmente importante cuando se estudia la oferta laboral de las mujeres, entre las cuales existe una proporción elevada que no trabaja. Sin embargo, el problema no puede ser ignorado aún cuando se estima la oferta de trabajo de la población masculina en el Paraguay donde sólo el 71% de los hombres mayores de 10 años se encuentra empleado. Este estudio evalúa los factores determinantes de la oferta de trabajo de los individuos en el Paraguay. Se utili-

za para el efecto datos de la Encuesta Integrada de Hogares 1997-98 la cual constituye una muestra representativa de la población a nivel nacional. Los datos poseen información acerca de las características socio económicas de los individuos que pueden ser utilizados para analizar cuáles peculiaridades incrementan la posibilidad que el individuo trabaje y, una vez que la decisión de trabajar haya sido tomada, cuáles determinan el total de horas de trabajo. En el análisis realizado los datos de la encuesta han sido divididos en cuatro subgrupos de manera a detectar posibles heterogeneidades en el comportamiento de los individuos de acuerdo a su sexo y lugar de residencia. Las estimaciones empíricas muestran que los efectos cualitativos de algunas variables son similares sin importar el sexo o lugar de residencia del individuo. Así, para todos los individuos, tanto el nivel de educación como la edad y la condición de jefe de hogar incrementan la probabilidad que la persona trabaje. Similarmente, los resultados indican que la posibilidad que el individuo se encuentre desocupado aumenta si el mismo posee un nivel de renta independiente elevado o si se encuentra en los deciles más bajos de distribución del ingreso. Por otro lado, para todas las personas, el número de horas trabajadas se encuentra negativamente relacionado con el salario recibido y con la realización de actividades secundarias. Finalmente, la homogeneidad encontrada se refleja en que los individuos, sin importar sexo o área de residencia, trabajan en el sector secundario o terciario de la eco-


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

nomía un mayor número de horas con respecto a los trabajadores del sector primario. Lo mismo ocurre con los individuos empleados en el sector privado con respecto a los del sector público. Sin embargo, es posible observar cierta heterogeneidad en los efectos de algunas variables sobre el comportamiento de los individuos en el mercado laboral. Por ejemplo, la condición de casado o unido incrementa la posibilidad que el hombre trabaje pero reduce la probabilidad que la mujer lo haga. Por otra parte, una vez tomada la decisión de trabajar, el número de horas trabajadas por el hombre se incrementa con la edad y la condición de casado, pero estas variables no son estadísticamente significativas para explicar la oferta de trabajo de las mujeres. La estructura del presente trabajo se esboza a continuación. En la sección 2 se desarrolla el modelo teórico neoclásico para determinar la oferta de trabajo del individuo. La sección 3 presenta en forma resumida los resultados de trabajos empíricos realizados sobre el tema en otros países. La sección 4 discute acerca de los problemas econométricos derivados del sesgo de selección, al tiempo que la sección 5 presenta el método de estimación que será utilizado en el estudio. La sección 6 presenta algunas estadísticas básicas y la 7 los resultados empíricos para el Paraguay. Finalmente, la sección 8 presenta las principales conclusiones de la investigación.

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2. MARCO TEÓRICO DE LA OFERTA DE TRABAJO En esta sección se extiende el modelo clásico de comportamiento del consumidor para incorporar la oferta de trabajo del individuo. Se utiliza como marco de referencia el problema del agente representativo que maximiza su función de utilidad sujeto a una restricción lineal, una vez que los argumentos de la mencionada función y de la restricción son adecuadamente redefinidos3 . El modelo neoclásico de oferta de trabajo supone que el individuo asigna su tiempo disponible entre trabajar en el mercado laboral y otras actividades fuera del mencionado mercado4. El individuo maximiza su utilidad eligiendo combinaciones de bienes y horas de ocio sujeto a sus restricciones de ingreso, precios y tiempo. Más específicamente, se considera que las preferencias de la persona pueden representarse por una función de utilidad que es dos veces diferenciable: U = U(G, L) donde U es la utilidad obtenida de consumir cantidades alternativas de bienes (G) y ocio (L). Se considera que las utilidades marginales de G y L son ambas positivas y que la función de utilidad es cóncava en G y L, luego:

3 Para una discusión más completa acerca del modelo neoclásico de oferta de trabajo ver Deaton y Muellbauer (1993) o Ehrenberg y Smith (1991). 4 Tiempo destinado a otras actividades puede pensarse como tiempo dedicado al ocio por parte del individuo.


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δ8 δ8 80 * = >0 80 / = >0 δ* δ/ δ 28 δ 28 δ 28 < 0 < 0 >0 δ*δ/ δ* 2 δ/2

Al igual que en la teoría tradicional, a lo largo de una misma curva de indiferencia combinaciones alternativas de G y L generan el mismo nivel de satisfacción al individuo. La Figura 1 muestra tres curvas de indiferencias (I0, I1 e I2) donde cada una de ellas corresponde sucesivamente a niveles de utilidad más elevados para la persona. FIGURA 1 Decisión de Oferta de Trabajo del Individuo

La pendiente de una curva puede ser derivada calculando el diferencial total de la función de utilidad U(G, L):

δ8 δ8 G* + G/ = G8 δ* δ/ A lo largo de una misma curva de indiferencia tenemos que dU = 0, por lo que podemos sustituir esta igualdad dentro de la ecuación anterior y reagruparla para encontrar la expresión de la pendiente de la curva de indiferencia, dG/dL. Esta pendiente es conocida además como el negativo de la tasa marginal de sustitución de ocio por bienes de consumo y denominado como MRSLG. Por tanto: 80 / G* G8 G8 =− + =− = − 056 /* G/ G/ G* 80 *

Como los supuestos son que UML y UMG son ambos positivos, las curvas de indiferencia tienen una pendiente negativa. Además, la concavidad de la función de utilidad implica que las curvas de indiferencia son convexas al origen. Esto último significa que si bien es posible sustituir L por G y mantener la utilidad fija, cuanto mayor sea la razón de L a G mayor será la cantidad marginal de L necesaria para que el individuo acepte una cantidad menor de G. Curvas de indiferencia más alejadas al origen representan mayores niveles de satisfacción y en consecuencia el individuo, maximizador de utilidad, elegirá la curva de indiferencia más alta posible dada su restricción presupuestaria. En este sentido, son tres los factores que afectan la restricción presupuestaria del individuo- pre-


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

cios, ingreso no laboral y tiempo disponible. Primero, si el precio unitario de los bienes es P G y el salario (exógeno y constante) por hora de trabajo es PL, entonces el salario real del individuo es PL/PG. Segundo, si el ingreso no laboral del individuo se denota por V, el monto real de ingreso no laboral, en tÊrminos de bienes de consumo, es V/P G . Tercero, como existe únicamente un número finito de horas disponible cada período (T), horas de ocio (L) mås horas dedicadas a trabajar en el mercado (H) deben agotar el tiempo disponible por el individuo, esto es L + H = T. Por otra parte, el ingreso laboral por período es igual al producto PLH y el ingreso real perdido por consumir una “unidad” mås de ocio en lugar de trabajar es igual a PL/PG. Se asume que el individuo gasta todo su ingreso disponible, por lo que la restricción presupuestaria del individuo es igual a:

< 3/+ 9 3/ 7 ¹ / 9 3** donde Y, el ingreso total monetario, es la suma del ingreso laboral y no laboral. Esta última ecuación puede ser escrita de dos maneras diferentes. En primer lugar, para enfatizar la noción que el “ingreso total” del individuo (F) es utilizado para la compra de bienes y ocio, PLL puede ser sumado a ambos lados de la ecuación anterior para obtener:

) < 3// 3** 3// 3/7 9

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La ecuación anterior indica que la restricción presupuestaria, considerando el “ingreso total” del individuo, consiste en el monto total del tiempo disponible T evaluado a la tasa salarial PL mås el ingreso no laboral V. Este ingreso total es entonces destinado al consumo de ocio, PLL, y de bienes PGG. Alternativamente y para facilitar el anålisis gråfico, uno puede escribir la ecuación de la restricción presupuestaria en tÊrminos del ingreso real como:

3 9  3/ *= / 7 + / − 3*  3*  3* Cuando esta Ăşltima ecuaciĂłn es graficada como en la Figura 1, la lĂ­nea de presupuesto que restringe la elecciĂłn del individuo es la lĂ­nea BB con pendiente igual a – PL/PG e intercepto igual a [( PL/PG ) T + V/PG ]. Debe notarse que aĂşn cuando L = T y todo el tiempo disponible por el individuo es dedicado al ocio, la lĂ­nea de presupuesto no intercepta el eje horizontal a menos que el ingreso no laboral V sea igual a cero. La maximizaciĂłn de la utilidad sujeta a la restricciĂłn presupuestaria implica la elecciĂłn de G y L tal que esta sea posible y estĂŠ ubicada en la curva de indiferencia mĂĄs elevada que intercepte la lĂ­nea presupuestaria. Por ejemplo, en la Figura 1 este punto puede ser P donde la pendiente de la curva de indiferencia I2, -MRSLG, es igual a la pendiente de la lĂ­nea de presupues-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

to, - PL/PG . En este punto el individuo compra una cantidad OG´ de bienes, elige una cantidad de ocio igual a OH´ y provee horas de trabajo H´T al mercado. Más formalmente, el problema del individuo es maximizar U = U(G, L) sujeto a la restricción presupuestaria PL(T L) + V = PG G. Esto se resuelve mediante la utilización del método Lagrangiano: Γ = 8 (*, /) − λ [3* * − 3/ (7 − / ) − 9 ]

Tomando la primera derivada de G con respecto a G y L, igualando estas a cero y resolviendo tenemos que:

3 δ8 / δ/ 80 / = = 056 /* = / δ8 / δ* 80 * 3* De acuerdo a esta ecuación, en el punto óptimo el MRSLG (que es el negativo de la pendiente de la curva de indiferencia) es igual al salario real PL/ PG (que es la pendiente de la línea de presupuesto). La forma en que la Figura 1 ha sido dibujada permite al individuo maximizar su utilidad en un punto interior P donde L < T y H > 0 es decir, con el individuo participando en el mercado laboral con un monto positivo de H. Sin embargo, este no es necesariamente el caso. Por ejemplo, asumamos que el individuo puede ganar en el mercado un salario P*L, menor a PL. Aún más, supongamos que el individuo tiene el mismo nivel de

ingreso no salarial y las mismas preferencias que anteriormente. En este caso la restricción presupuestaria del individuo sería P*L(T L) + V = PG G que se observa en la Figura 1 como BB , una recta de pendiente menor a BB. Ahora la curva de indiferencia más elevada que el individuo puede alcanzar es I1. En el punto B la curva de indiferencia I1 toca a la línea presupuestaria B B y en este punto L = T y H = 0, lo que significa que el individuo no participa del mercado de trabajo y dedica todo su tiempo al ocio. Cualquier otra curva de indiferencia es simplemente inalcanzable para los individuos con estas preferencias y restricciones presupuestarias. El punto B representa una solución de esquina para el problema de maximización del consumidor. Debe notarse que en el punto B la igualdad MRSLG = P*L/PG no se cumple y, por el contrario, en ese punto la pendiente de la curva de indiferencia es mayor que la correspondiente a la línea de presupuesto, MRS LG > P *L/P G . Esto sugiere que la decisión de participar en el mercado laboral es equivalente a determinar si el problema de maximización del individuo deriva en una solución óptima interior o de esquina. Específicamente, si en el punto de solución MRSLG = PL/PG, entonces H > 0, L < T y una solución interior ocurre. Caso contrario si MRSLG > PL/PG, entonces H = 0, L = T y se obtiene una solución de esquina. La noción de salario de reserva es fundamental para entender la decisión de participar o no en el mercado laboral. En el punto B la pendiente de la curva I1, - MRSLG, indica la ganancia


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

extra que el individuo demandaría para ser inducido a disminuir marginalmente la cantidad de ocio consumido. Cuando el individuo no se encuentra trabajando a este monto se denomina salario de reserva y la denominaremos por w*. En la Figura 1 puede verse que con la línea presupuestaria BB , el salario de reserva w* es mayor al salario de mercado P*L: la satisfacción derivada de una unidad extra de ocio es mayor que la remuneración ofrecida en el mercado. Sin embargo, si el salario fuera a subir de manera a que la línea de presupuesto gire desde BB a BB¢, entonces en cierto momento la compensación ofrecida sería mayor al salario de reserva y el individuo participaría en el mercado laboral con una cantidad positiva de trabajo. En consecuencia, la condición para que la cantidad de horas de trabajo ofertadas por el individuo sea positiva es que PL > w*. Deben mencionarse algunas de las implicaciones de la teoría económica presentada. Primero, para individuos con idénticos salarios de reserva, aquellos con mayores salarios (potenciales) en el mercado son quienes tienen mayores posibilidades de trabajar. Segundo, para individuos con el mismo salario (potencial) en el mercado, aquellos con menores salarios de reserva serán quienes más probablemente participen en el mercado laboral. Estas diferencias en preferencias a través de individuos se ven reflejadas en la forma y pendiente de las curvas de indiferencia. Aún más, para un mismo individuo, la forma de la curva de indiferencia puede cambiar en varios puntos a lo largo del ciclo de vida.

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3. ESTUDIOS EMPÍRICOS PREVIOS El esfuerzo pionero de Erka Schoenberg y Paul H. Douglas (1937) ha derivado en un vasto número de estudios empíricos sobre la oferta de trabajo, la gran mayoría de ellos basados en el análisis neoclásico de elección racional del individuo descripto en la sección anterior. Killingsworth (1983) clasifica estos estudios como de primera o segunda generación de acuerdo a la teoría económica y los métodos econométricos utilizados por los mismos. De acuerdo a este autor, los estudios de primera generación se caracterizan por basarse en el método de mínimos cuadrados ordinarios para la estimación de los parámetros de interés. En estos estudios las formas funcionales de las ecuaciones de oferta de trabajo han sido seleccionadas de manera arbitraria y, por lo tanto, no fueron derivadas explícitamente de funciones de utilidad. En términos de hallazgos empíricos, la mayoría de estos estudios concluyen que la oferta de trabajo de la mujer es considerablemente más sensible a cambios en el salario y en el ingreso no salarial que la del hombre. Sin embargo, a pesar que las conclusiones cualitativas son consistentes a través de los diferentes estudios, las estimaciones cuantitativas difieren considerablemente entre las investigaciones. Berndt(1991) sostiene que las técnicas empíricas utilizadas por estos estudios de primera generación no consideraban adecuadamente las complejidades derivadas de las decisiones individuales de oferta de trabajo. Por


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ejemplo, algunos de estos estudios prestaban poca atención al problema de sesgo de selección ya que la estimación por mínimos cuadrados ordinarios se realizaba utilizando una submuestra consistente únicamente de individuos que trabajaban. Alternativamente, otros estudios utilizaban el mismo método de estimación con la oferta de trabajo igual a cero para todos aquellos individuos que no trabajaban, lo que deriva igualmente en problemas de inconsistencia en los parámetros estimados. Como consecuencia de lo anterior, los estudios de segunda generación comenzaron a prestar mayor atención a las formas funcionales de las ecuaciones y a las técnicas econométricas. Estos trabajos distinguen explícitamente la decisión de participar de la fuerza laboral de la función de oferta de trabajo, enfatizando el hecho de que ambas elecciones derivan de un marco común de maximización de la utilidad por parte del individuo. Así, la mayoría de los estudios de segunda generación no sólo tratan a las horas trabajadas y al salario como endógenas sino que toman en cuenta el sesgo por selección presente en las estimaciones. Con respecto a los resultados, al igual que los estudios de primera generación las investigaciones encuentran que la oferta de trabajo de la mujer es considerablemente más sensible que la del hombre a cambios en el salario y al ingreso no salarial. Adicionalmente, Killingsworth (1983) concluye que las estimaciones de las elasticidades de la oferta de trabajo, para ambos sexos, son consistentemente mayores que aquellas basadas

en el método de mínimos cuadrados. Desafortunadamente, las estimaciones en términos cuantitativos son nuevamente muy diversas. Por ejemplo, Killingsworth y Heckman (1986) reportan que los estimadores de la elasticidad-salario de las horas anuales trabajadas por la mujer varían entre 0.30 y +14.

4. EL PROBLEMA DE SESGO POR SELECCIÓN En esta sección se desarrollan la metodología y los conceptos teóricos a ser utilizados en el presente estudio para evitar los inconvenientes econométricos derivados del sesgo de selección. Numerosos trabajos han analizado los efectos de este problema en las propiedades de los estimadores convencionales y han producido una variedad de técnicas alternativas de estimación. Esto último ha derivado en una cantidad importante de modelos empíricos5 . Se ha mencionado que la estimación empírica de las horas deseadas de trabajo se enfrenta normalmente con problemas derivados de la selectividad. Este problema se asocia al hecho de que las observaciones utilizadas para la estimación no provienen de un muestreo aleatorio y esto produce un sesgo en los coeficientes obtenidos. Este sesgo es consecuencia de que la selectividad es equivalente a omitir variables relevantes en el análisis. 5 Para una discusión acerca de diferentes procedimientos econométricos para corregir el problema de sesgo de selección ver Berndt (1991).


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Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

La idea básica consiste en que en los datos de la Encuesta Integrada de Hogares figuran únicamente las horas trabajadas por aquellas personas empleadas. El sesgo de selección proviene entonces del hecho de no poder observar la oferta de trabajo de aquellas personas que poseen un salario de reserva elevado y que, por lo tanto, no se encuentran participando del mercado laboral. Lo anterior origina un problema de tipo estadístico: si los datos sobre la oferta de trabajo de los individuos excluye una parte del universo, se tiene una regresión censurada y esto debe tomarse en cuenta para evitar obtener estimadores no consistentes. Consecuentemente, como se trabaja sólo con una parte del universo, es necesario calcular primero la probabilidad de participación en la fuerza laboral y luego utilizar esta información en la ecuación de horas trabajadas para evitar parámetros sesgados. Para entender mejor los problemas derivados del sesgo por selección, consideremos dos variables, z e y, que poseen una distribución bivariada con correlación r. Estamos interesados en la distribución de y dado que z excede un valor en particular. La intuición nos dice que si z e y están positivamente correlacionadas, el hecho de que z se encuentre truncado desde abajo debería desplazar la distribución de y hacia la derecha. En este caso la función de densidad conjunta y truncada de z e y es:

I (\ , ] / ] > D ) =

I (\ , ] ) Pr (] > D )

Los momentos de una distribución truncada están dados por el siguiente teorema6 : Teorema 1: si z e y poseen una distribución normal bivariada con medias my y mz, desviaciones estándar sy y sz, y correlación r entonces:

( [\ / ] > D ] = µ \ + ρσ \ λ (α ] )

(

)

9DU[\ / ] > D ]= σ \2 1 − ρ 2δ (α ] ) definiendo que:

α] = λ (α ] ) =

D − µ] σ]

φ (α ] ) 1 − Φ(α ] )

δ (α ] ) = λ (α ] )(λ (α ] ) − α ] ) donde f (.) y F(.) se definen como las funciones de densidad y de densidad acumulada de la distribución normal estandarizada. Como es de esperarse, la media truncada es desplazada en la dirección de la correlación si la trunca es desde abajo y en la dirección contraria si es desde arriba. Además, la trunca incidental reduce la varianza, dado ambos d(a) y r2 toman valores entre cero y uno. En términos generales, sea la ecuación que determina el sesgo de selección la siguiente:

] = ′Z + X L

6 Ver Greene (1993).

L

L


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ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 2

y supongamos que la ecuaciĂłn de interĂŠs primario es:

\ = ′[ + ξ L

L

L

La regla del muestreo nos dice que yi se observa Ăşnicamente cuando zi es mayor a cero. Asumamos igualmente que ui y ei poseen una distribuciĂłn normal bivariada con media cero y correlaciĂłn r. AplicaciĂłn directa del Teorema 1 resulta en:

( [\ / ] > 0]= ( [\ / X > − ′Z L

L

L

L

= ′[ + ([Îľ / X > − ′Z L

L

L

= ′[ + Ď Ďƒ Îľ Îť (Îą L

= ′[

]

]

) + β Ν Ν (ι ) L

L

L

L

L

de y en x y l producirĂ­a estimadores consistentes, pero si l es omitida, existe un error de especificaciĂłn en la regresiĂłn. Debe notarse que aĂşn si l es observada, la estimaciĂłn a travĂŠs de mĂ­nimos cuadrados serĂ­a ineficiente ya que el error ni es heterocedĂĄstico. En muchos de los casos, la variable de selecciĂłn z no es observada y en lugar de eso puede observarse Ăşnicamente su signo. Por ejemplo, se observa Ăşnicamente si el individuo se encuentra trabajando, no asĂ­ en cuĂĄnto su salario de mercado sobrepasa su salario de reserva. Por tanto, podemos inferir el signo de z pero no su magnitud. En consecuencia, el modelo debe ser reformulado de la siguiente manera:

X

X

Mecanismo de selecciĂłn

donde

] = ′Z + X L

ÎąX =

− ′Z ĎƒX

zi* = 1 zi* = 0

L

(

L

Luego L

L

L

X

)+ Ď…

)

si zi > 0 si zi < 0

L

)

L

)

Pr ] * = 0 = 1 − ÎŚ( ′Z

L

\ / ] > 0 = ′[ + β Îť Îť (Îą

(

L

Pr ] * = 1 = Ό( ′Z

φ (− ′Z / Ďƒ X ) Îť (Îą X ) = ÎŚ( ′Z / Ďƒ X )

L

L

L

L

)

Modelo de RegresiĂłn L

\ = ′[ + ξ L

Por lo tanto, una regresiĂłn de mĂ­nimos cuadrados ordinarios utilizando Ăşnicamente los datos de aquellos individuos para los cuales y es observado produce estimadores inconsistentes de b. Como se mencionĂł anteriormente, el problema existente es el de una variable omitida. La regresiĂłn

L

L

observado sĂłlo si zi* = 1

(X ξΚ) ~ Î?(0, 0, 1, ĎƒÎľ, Ď ) L


17

Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

5. MÉTODO DE ESTIMACIÓN Los parámetros del modelo con sesgo de selección podrían ser estimados a través de numerosos métodos. Una alternativa es la metodología propuesta por Heckman (1979) y consistente en una estimación en dos etapas. En la primera etapa se estima la ecuación de participación en el mercado laboral. Esta ecuación se interpreta como la forma reducida de un modelo en el cual la decisión de participación depende del salario de reserva y, por lo tanto, de las características personales del individuo. La variable de participación es una variable dicotómica del tipo participa (zi* = 1) o no participa (zi* = 0), en términos de ser o no ser observado un ingreso derivado del trabajo. Esta ecuación probit se estima a través del método de máximo de verosimilitud para obtener la probabilidad de observar el salario de cada individuo. La primera etapa permite obtener estimadores de l para cada individuo, el cual es el regresor adicional necesario para estimar consistentemente los parámetros de los determinantes de las horas trabajadas. Para cada observación de la muestra con selección se computa entonces:

φ (ˆ ′Z λˆ = Φ(ˆ ′Z

L

L

L

) )

En la segunda etapa se estima la ecuación de las horas trabajadas. En esta etapa se obtiene estimadores de b y bl a través del método de míni-

mos cuadrados ordinarios corriendo una regresión de y en x y en λˆ .

6. LOS DATOS Y ESTADÍSTICOS BÁSICOS Los datos que se utilizan en el presente trabajo son aquellos registrados en la Encuesta Integrada de Hogares, realizada por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos entre agosto de 1997 y julio de 1998. Si bien esta encuesta abarca un total de 20.664 individuos representativos de la población del Paraguay, para el trabajo empírico se toma únicamente la información referente a aquellos individuos en edad de trabajar. Estos comprenden las personas de diez (10) años y más, con lo cual se obtiene una muestra de 14.996 individuos. Para las estimaciones se han formado cuatro subgrupos de individuos a fin de captar posibles asimetrías en los determinantes de la oferta de trabajo. Las agrupaciones se han realizado de acuerdo al sexo (hombre o mujer) y al lugar de residencia del individuo (área urbana o rural). El Cuadro Nº 1 presenta el total de observaciones utilizadas en las estimaciones de cada uno de los subgrupos. CUADRO 1: Número de observaciones utilizadas

Urbana Rural Total

Hombres

Mujeres

Total

3632 3886 7518

3957 3521 7478

7589 7407 14996


18

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

En el Cuadro Nº 2 pueden verse cómo las características socio-económicas de estos cuatro grupos difieren sustancialmente, justificando así la separación de los mismos para las estimaciones. Por ejemplo, el 66% hombres en las zonas urbanas y el 72% en las zonas rurales trabajan, al tiempo que sólo el 43% y el 29% de las mujeres lo hacen en cada una de esas zonas respectivamente. En ambas zonas, el hombre típico trabaja un promedio mayor de horas semanales que la mujer. Las diferencias son igualmente muy notorias cuando consideramos individuos del mismo sexo viviendo en diferentes zonas. El típico individuo de sexo

masculino posee en promedio 7 años de estudios en las zonas urbanas y sólo 4,7 años en las zonas rurales. Tanto para el hombre como para la mujer, el empleo en el sector público en las zonas urbanas es mucho más relevante que en las rurales. Asimismo, sin importar el sexo del individuo, el promedio de ingreso familiar disponible por año en la primera zona es más del doble que la media en las zonas rurales. Por lo anterior, alrededor del 12% de los individuos en las zonas urbanas poseen ingresos que se encuentran dentro de los tres deciles más bajos, mientras que el 45% de los individuos en las zonas rurales se encuentran en esta situación.

CUADRO Nº 2: Características Socio Económicas de Individuos Hombres Urbano Rural Edad Casado/Unido Años de estudio Empleados En Sector Público Horas Trabajadas Ing. Fam. Disponible1 Tercer Decil

32 0,49 7,8 0,66 0,11 48,5 29,5 0,12

Mujeres Urbano Rural

31,9 0,45 4,7 0,72 0,02 43,3 11,3 0,45

32,8 0,46 7,4 0,43 0,11 44,9 29,9 0,12

32,3 0,50 4,6 0,29 0,05 37,4 10,1 0,45

1 En millones de guaraníes por año.

CUADRO Nº 3: Características Socio Económicas de Individuos Empleados Urbano Rural Edad Casado/Unido Años de estudio Jefe de Hogar Tercer Decil

34,6 0,59 8,6 0,42 0,08

35,6 0,58 4,9 0,45 0,40

Desempleados Urbano Rural 28,8 0,34 6,5 0,15 0,16

28,4 0,37 4,4 0,11 0,49

Se ha mencionado anteriormente que la decisión de participar o no en la fuerza de trabajo y de cuántas horas trabajar, depende de un conjunto de variables de características personales, de ingreso y de capital humano del individuo. El problema de sesgo de selección, que vuelve inconsistente la estimación de los parámetros a través de MCO, radica en el hecho de que los individuos excluidos (desempleados o inactivos) pueden presentar características diferentes a aquellas que poseen los individuos con oferta laboral positiva. Por tanto, estimaciones que utilizan únicamente datos sobre individuos que trabajan no estarían basados en una muestra representativa de la población. El Cuadro Nº 3 presenta las mismas características socioeconómicas al cuadro anterior


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

pero diferenciando ahora entre los individuos empleados y desempleados. Nuevamente las diferencias son evidentes entre ambos grupos de personas. Por ejemplo, no sólo la edad promedio sino igualmente el nivel de educación es menor para los individuos desempleados que para los empleados. Entre las personas empleadas el 59% se encuentra casada, al tiempo que sólo alrededor del 35% de las personas desocupadas tiene esta condición civil. Similarmente, por encima del 40% de las personas que trabajan son jefes de hogar mientras que menos del 15% de los no ocupados lo son. Finalmente, un mayor porcentaje de los individuos desocupados se encuentra en los deciles más bajos de la distribución del ingreso.

7. RESULTADOS EMPÍRICOS Los resultados empíricos fueron obtenidos aplicando un análisis de regresión al modelo descripto en secciones anteriores, y donde la teoría económica ha guiado para la selección de las variables a ser incluidas entre los determinantes de la probabilidad de trabajo y del número de horas trabajadas por el individuo. Los cuadros 4 al 7 presentan estos resultados para cada uno de los cuatro grupos considerados7 . Las estimaciones indican que existen factores o variables que afectan cualitativamente por igual el comportamiento del individuo sin importar su sexo o zona de residencia. Por ejemplo, un mayor nivel de educación de

19

la persona disminuye la probabilidad que la misma esté desocupada. Conforme al modelo presentado anteriormente, el individuo se encuentra trabajando cuando su salario de mercado sobrepasa su salario de reserva. Ceteris paribus, más años de estudios para la persona aumenta el salario que ella percibe en el mercado y en consecuencia aumenta la probabilidad que el individuo trabaje. Lo mencionado explica el resultado empírico obtenido8 . Asimismo, la renta independiente de los individuos disminuye la probabilidad que los mismos trabajen. Esta renta independiente fue aproximada en las estimaciones como la diferencia entre el ingreso familiar disponible deflactado (ingre6de) y el ingreso de la actividad laboral principal del individuo corregido y deflactado (ingpride)9 .Este resultado concuerda con las predicciones del modelo teórico de oferta de trabajo presentado en la sección 210 . Por otra parte, la probabilidad que el individuo trabaje aumenta cuando el mismo es a su vez jefe de hogar. Intuitivamente, la condición de jefe de hogar conlleva generalmente la responsabilidad de ser el encargado del sostenimiento económico de la familia, por lo que el salario 7 Para las estimaciones, se han eliminado en cada uno de los grupos las observaciones que correspondían a individuos que en el momento de la entrevista tenían empleo pero no habían trabajado normalmente durante los últimos siete días. Asimismo, se han descartado las observaciones de aquellos individuos que reportaban horas de trabajo positivas pero ingresos derivados de la actividad principal iguales a cero. 8 Esta variable no es estadísticamente significativa en el grupo de hombres residentes en el área rural. 9 La descripción de las variables utilizadas en las regresiones se encuentra en el Anexo 1. 10 Esta variable es negativa pero estadísticamente insignificante en el grupo de mujeres residentes en el área urbana.


20

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

de reserva del individuo disminuiría cuando éste ostenta dicha condición. Los resultados indican, asimismo, que tanto la edad (en forma positiva) como el nivel de pobreza (en forma negativa) de la persona afectan la factibilidad que la misma esté trabajando. El ciclo normal de vida de las personas implica que ellas se dediquen a otras actividades, como la capacitación, durante su adolescencia para sólo luego incorporarse al mercado de trabajo. Por lo tanto, se espera que la edad disminuya la probabilidad que un individuo se encuentre desocupado11 . Asimismo, si consideramos que existe una relación negativa entre el nivel de ingreso del individuo y su grado de educación, la probabilidad de desempleo aumenta cuando la persona se encuentra en los deciles más bajos de la distribución. Esto es debido a que el salario que la persona puede conseguir en el mercado será menor. En cuanto al número de horas trabajadas, para todos los individuos éstas disminuyen cuando los mismos reciben un mayor salario. En el modelo neoclásico de oferta de trabajo un incremento en el salario percibido por la persona tiene dos efectos: uno de renta y uno de sustitución. Considerando que el ocio es un bien normal, estos efectos tienen consecuencias opuestas sobre la oferta de trabajo. Así, un mayor salario incrementa el precio o costo de oportunidad de las horas de ocio (efecto sustitución), pero el mayor salario incrementa el ingreso del individuo y aumenta el consumo de todos los bienes normales (efecto renta). El efecto final depen-

derá de la magnitud relativa de estos efectos e inicialmente no se puede saber su signo. En el Paraguay, los resultados indican que el efecto renta domina al efecto sustitución, un resultado que no es desconocido en la literatura empírica especialmente en los estudios relacionados a la oferta de trabajo de individuos hombres. Igualmente, el sector productivo donde el individuo se encuentra trabajando es relevante en la decisión del número de horas trabajadas. Aquellas personas empleadas en el sector secundario (industria) o terciario (servicios) trabajan en promedio más que las empleadas en el sector primario (agropecuario). Este efecto se refleja en el signo positivo de las variables dummies dsp2 y dsp3 las cuales son altamente significativas para determinar el número de horas trabajadas. Otra variable dummy, sector, indica que las personas empleadas en el sector público trabajan en promedio un menor número de horas que aquellas que lo hacen en el sector privado. Por último, la realización de actividades secundarias (trasecun) disminuye el número de horas trabajadas en la actividad principal12 . Existen sin embargo algunos resultados que indican heterogeneidad en la manera en que ciertas variables influyen en las decisiones de los indivi11 El efecto de la edad en la probabilidad de estar trabajando no es lineal como se observa por la significancia de edad2. Aún más, el signo negativo de esta variable indica que esta probabilidad aumenta con la edad pero a una tasa decreciente. 12 Estas dos últimas variables no son significativas en el grupo de mujeres que residen en el área rural. Sin embargo, la excepción podría deberse a que existen muy pocas observaciones positivas en la muestra (sector = 1 y trasecun > 0).


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

duos. Así, el estado civil de los individuos afecta la posibilidad que los mismos trabajen, pero la dirección del efecto depende del sexo de la persona. Para los hombres, la condición de casado o unido aumenta la probabilidad mencionada al tiempo que esta posición disminuye la probabilidad de estar empleada para las mujeres13 . La explicación radicaría en el hecho de que las mujeres casadas se dedican en mayor medida a otras actividades, por ejemplo en el hogar, lo que aumenta el salario de reserva de las mismas. Por otra parte, tanto la edad como el estado civil de la persona aumenta el número de horas trabajadas por el hombre, pero estas variables no son significativas para explicar las horas trabajadas por las mujeres14 .

Finalmente, los Anexos 2 y 3 reproducen los resultados empíricos utilizando como metodología de estimación el procedimiento de MCO 15 . Puede verificarse que los efectos cuantitativos de todas las variables relevantes en la oferta de trabajo del individuo son sustancialmente diferentes. Lo anterior adquiere relevancia si se considera en utilizar dichos resultados para la toma de decisiones de política. 13 Esta variable es negativa pero estadísticamente insignificante para las mujeres del área rural. 14 Un resultado de las estimaciones empíricas debe resaltarse. Se espera que la presencia de niños menores en el hogar afecte negativamente la oferta laboral de los individuos, principalmente de las mujeres. A pesar de ello esta variable ha sido insignificante en todas las regresiones realizadas considerando cualquiera de los dos grupos de mujeres. 15 Las estimaciones se realizaron utilizando como muestra el grupo de individuos residentes en zonas urbanas, considerando nuevamente por separado a los hombres y a las mujeres.

CUADRO Nº 4: Resultados Empíricos Hombre - Area Urbana Heckman selection model

Number of obs Model chi2(17) Prob > chi2

Log Likelihood = -10851.4375721

+RUD _ VDODULR | VHFWRU | WUDVHFXQ | MHIH | GVS | GVS | HGDG | HGDG | HFLYLO | BFRQV | 3URELW _ HGX | UHQWDV | HFLYLO | HGDG | HGDG | MHIH | SRE | BFRQV | BDWKUKR | BFRQV | BOQVLJPD | BFRQV |

21

= 3410 = 1779.88 = 0.0000

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ -.0001123 -8.014265 -.3408996 3.572909 5.349846 7.328055 .7056355 -.0089125 2.156184 32.31948

9.18e-06 1.081176 .0503658 1.031676 1.529194 1.471456 .2019577 .0024007 1.03294 4.327454

-12.237 -7.413 -6.768 3.463 3.498 4.980 3.494 -3.712 2.087 7.468

0.000 0.000 0.000 0.001 0.000 0.000 0.000 0.000 0.037 0.000

-.0001303 -10.13333 -.4396147 1.550862 2.352681 4.444054 .3098058 -.0136177 .1316585 23.83783

-.0000943 -5.8952 -.2421845 5.594956 8.347011 10.21206 1.101465 -.0042072 4.180709 40.80114

.040143 -7.43e-08 .2573015 .1959741 -.0023501 .4013756 -.4855009 -2.949425

.0083919 1.21e-08 .0746303 .0088653 .0001042 .0925687 .0888217 .1332055

4.784 -6.126 3.448 22.106 -22.547 4.336 -5.466 -22.142

0.000 0.000 0.001 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000

.0236952 -9.81e-08 .1110287 .1785983 -.0025544 .2199442 -.6595883 -3.210503

.0565909 -5.05e-08 .4035742 .2133498 -.0021458 .582807 -.3114135 -2.688347

-.188636

.095868

-1.968

0.049

-.3765337

-.0007383

2.796477

.0158875

176.018

0.000

2.765338

2.827615


22

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

CUADRO Nº 5: Resultados Empíricos Mujer Área Urbana Heckman selection model Log Likelihood =

Number of obs Model chi2(13) Prob > chi2

-8986.1689865

= = =

3764 911.51 0.0000

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @

+RUD _ VDODULR | VHFWRU | WUDVHFXQ | MHIH | GVS | GVS | BFRQV | 3URELW _ HGX | HFLYLO | HGDG | HGDG | MHIH | SRE | BFRQV | BDWKUKR | BFRQV | BOQVLJPD | BFRQV |

-.0000686 -11.60971 -.4018991 -2.787304 16.25049 24.11617 28.37443

9.87e-06 1.591927 .0759037 1.266772 4.125314 3.907896 4.144502

-6.951 -7.293 -5.295 -2.200 3.939 6.171 6.846

0.000 0.000 0.000 0.028 0.000 0.000 0.000

-.0000879 -14.72983 -.5506675 -5.270131 8.165019 16.45684 20.25136

-.0000492 -8.48959 -.2531307 -.3044756 24.33595 31.77551 36.49751

.0432424 -.307282 .1505226 -.0017857 .3153943 -.5591414 -2.850549

.0052197 .0579784 .0074243 .0000886 .0736739 .0748782 .1175102

8.284 -5.300 20.274 -20.160 4.281 -7.467 -24.258

0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000

.033012 -.4209176 .1359713 -.0019593 .1709961 -.7059 -3.080865

.0534729 -.1936465 .1650738 -.001612 .4597925 -.4123829 -2.620234

-.2113416

.0701518

-3.013

0.003

-.3488366

-.0738466

2.972196

.0195223

152.246

0.000

2.933933

3.010459

CUADRO Nº 6: Resultados Empíricos Hombre Área Rural Heckman selection model Likelihood =

+RUD VDODULR VHFWRU WUDVHFXQ GVS GVS HGDG HGDG HFLYLO BFRQV 3URELW UHQWDV HFLYLO HGDG HGDG MHIH SRE BFRQV BDWKUKR BFRQV BOQVLJPD BFRQV

Number of obs Model chi2(15) Prob > chi2 =

-9680.9930574

= 3139 = 2042.52 Log 0.0000

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | | |

-.0001337 -9.754276 -.317714 3.227448 9.483723 .3771882 -.0058195 2.841517 39.66097

.0000159 1.973444 .0437294 .904479 .9070238 .1455828 .0016086 .8416864 3.068023

-8.414 -4.943 -7.265 3.568 10.456 2.591 -3.618 3.376 12.927

0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.010 0.000 0.001 0.000

-.0001648 -13.62215 -.4034219 1.454702 7.70599 .091851 -.0089723 1.191842 33.64775

-.0001025 -5.886397 -.232006 5.000194 11.26146 .6625253 -.0026668 4.491192 45.67418

-1.49e-07 .4640759 .2166384 -.0024466 .3416276 -.5135147 -2.941754

4.02e-08 .1122543 .0089948 .0000979 .1263402 .0729753 .1415934

-3.709 4.134 24.085 -24.984 2.704 -7.037 -20.776

0.000 0.000 0.000 0.000 0.007 0.000 0.000

-2.28e-07 .2440616 .1990089 -.0026386 .0940053 -.6565437 -3.219272

-7.03e-08 .6840903 .2342678 -.0022547 .5892499 -.3704857 -2.664236

-.2644781

.0819797

-3.226

0.001

-.4251554

-.1038008

2.661123

.0161622

164.651

0.000

2.629445

2.6928


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

23

CUADRO Nº 7: Resultados Empíricos Mujer Área Rural Heckman selection model Log Likelihood =

+RUD VDODULR MHIH GVS GVS BFRQV 3URELW HGX UHQWDV HGDG HGDG MHIH SRE BFRQV BDWKUKR BFRQV BOQVLJPD BFRQV

Number of obs Model chi2(11) Prob > chi2

-5150.4470852

= = =

3289 718.70 0.0000

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ | | | | | | | | | | | | | | | | | |

-.000423 -4.998104 5.798304 18.02853 37.00802

.0000536 1.908119 2.709111 1.5456 2.762949

-7.898 -2.619 2.140 11.664 13.394

0.000 0.009 0.032 0.000 0.000

-.000528 -8.737948 .4885433 14.99921 31.59274

-.000318 -1.25826 11.10806 21.05785 42.4233

.0402481 -7.90e-08 .1213582 -.0013266 .5450164 -.7012728 -2.797654

.0071585 3.25e-08 .0068592 .0000824 .0787246 .0624647 .139782

5.622 -2.430 17.693 -16.107 6.923 -11.227 -20.014

0.000 0.015 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000

.0262178 -1.43e-07 .1079145 -.0014881 .3907189 -.8237015 -3.071622

.0542785 -1.53e-08 .134802 -.0011652 .6993139 -.5788442 -2.523687

-.2065651

.0972797

-2.123

0.034

-.3972298

-.0159004

3.016964

.0275157

109.645

0.000

2.963034

3.070894

8. CONCLUSIONES El objetivo del presente trabajo ha sido analizar las implicancias del modelo clásico de oferta de trabajo utilizando datos representativos de la población del Paraguay. Las estimaciones se han realizado dividiendo la muestra total en subgrupos de acuerdo al sexo y al lugar de residencia del individuo dado que las características socio-económicas de los individuos difieren sustancialmente entre estas categorías. La metodología de estimación, propuesta inicialmente por Heckman, ha tenido cuidado de corregir el sesgo de selección que se produce al estimar los determinantes de las horas trabajadas con una muestra que no es representativa de la población total. En términos generales, los resultados revelan que para algunas variables

los efectos cualitativos sobre la oferta de trabajo del individuo son similares sin importar el sexo o lugar de residencia de la persona. Así, la probabilidad que una persona esté empleada se incrementa con el nivel de educación, con la edad y con la condición de jefe de hogar de la misma. Por su parte, tanto la renta independiente como el nivel de pobreza afectan negativamente la probabilidad de trabajo del individuo. Sin embargo, el efecto del estado civil de la persona es heterogéneo: la posibilidad de estar ocupado se incrementa para los hombres casados y lo contrario ocurre para las mujeres. Los resultados también confirman la existencia, para todos los individuos, de una curva de oferta de trabajo que se dobla hacia atrás ( backward


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

bending ), lo que implica que el efecto ingreso de un aumento real en el salario es mayor al efecto sustitución. Similarmente, el número de horas trabajadas dependerá del sector productivo en la cual la persona esté empleada, de su condición de empleado público y de la realización de actividades laborales secundarias. Por último, otra heterogeneidad se observa en el hecho de que el número de horas trabajadas dependerá, sólo para los hombres, positivamente de su edad y de su condición de casado. Los resultados empíricos poseen importantes consecuencias para la política económica. Así, una política de disminución de desempleo debería estar dirigida al logro de una mayor capacitación de los individuos dado el efecto negativo que tiene la educación sobre la posibilidad de que el individuo esté desempleado. Este hecho es aún más relevante si la política de formación de capital humano se dirige a los estratos más pobres de la población. Para estos individuos, sus bajos ingresos impiden que lo mismos puedan capacitarse debido a los substanciales costos directos e indirectos que implican mayores años de estudios. Esto incrementa la probabilidad que los mismos se encuentren desempleados y, a su vez, las mayores probabilidades de desempleo implican indirectamente una mayor factibilidad que la persona se perpetúe en los niveles más bajos de riqueza.

BIBLIOGRAFÍA Berndt, Ernst (1991). The Practice of Econometrics: Classic and Contemporary. Addison-Wesley Publishing Company. Borjas, Georges (1996). Labor Economics.The McGraw-Hill Companies, Inc. Deaton, Angus y John Muellbauer (1993). Economics and Consumer Behavior. Cambridge University Press. Ehrenberg, Ronald y Robert Smith (1991). Modern Labor Economics. Theory and Public Policy. Harper Collins Publishers. Greene, William (1993). Econometrics Analysis. Macmillan Publishing Company. Heckman, James (1979). Sample Selection Bias as a Specification Error . Econométrica,47:1, 153-162. Killingsworth, Mark (1983). Labor Supply. Cambridge University Press. Killingsworth, Mark y James Heckman (1986). Female labor supply: a survey en Orley Ashenfelter y Richard Layard eds., Handbook of Labor Economics. Elsevier Science Publisher. Schoenberg, Erika y Paul Douglas (1937). Studies in the Supply Curve of Labor: The Relation between Average Earnings in American Cities and the Proportion Seeking Employment . Journal of Political Economy, 45:1, 45- 62.


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

Anexo 1

1RPEUH horas salario edad rentas trasecun edu dsp2 dsp3 sector jefe ecivil hijo10 pob

25

LISTAS DE VARIABLES EN LAS REGRESIONES

&yGLJR KRUD LQJSULGH y KRUD S LQJUH GH ² LQJSULGH G HG E E E S S GHFLOL

'HVFULSFLyQ nĂşmero de horas trabajadas por la persona salario promedio del trabajador edad del individuo ingresos no laborales en la familia del individuo horas trabajadas en actividades secundarias nĂşmero de aĂąos de estudio de la persona dummy por trabajar en el sector secundario dummy por trabajar en el sector terciario dummy por trabajar en el sector pĂşblico dummy si el individuo es jefe de hogar dummy si la persona estĂĄ casada o unida dummy si existen menores de 10 aĂąos en el hogar dummy si el ingreso del individuo se encuentra en uno de los tres deciles mĂĄs bajos


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Anexo 2

RESULTADOS EMPÍRICOS COMPARADOS Hombres Área Urbana

A. Método de M.C.O. Fuente

SS

Modelo Residual Total

VDODULR VHFWRU WUDVHFXQ MHIH GVS GVS HGDG HGDG HFLYLO BFRQV

110755.45 603686.789 714442.239

df 9 2262 2271

MS

Number of obs F( 9, 2262) Prob > F R-squared Adj R-squared Root MSE

12306.1611 266.88187 314.593676

= 2272 = 46.11 = 0.0000 = 0.1550 = 0.1517 = 16.337

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ | | | | | | | | | |

-.0001118 -7.920006 -.3418975 3.978156 5.491666 7.476213 .9928382 -.0123671 2.387358 25.63464

9.18e-06 1.081577 .0504001 1.010358 1.532544 1.474588 .1416391 .0016614 1.026478 2.750539

-12.180 -7.323 -6.784 3.937 3.583 5.070 7.010 -7.444 2.326 9.320

0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.020 0.000

-.0001298 -10.04099 -.4407328 1.996831 2.486328 4.584526 .715082 -.0156251 .3744211 20.2408

-.0000938 -5.79902 -.2430621 5.959481 8.497004 10.3679 1.270594 -.0091091 4.400294 31.02848

Number of obs Model chi2(17) Prob > chi2

= 3410 = 1779.88 = 0.0000

B. Método de Selección de Heckman Heckman selection model Log Likelihood = -10851.4375721

+RUD _ VDODULR | VHFWRU | WUDVHFXQ | MHIH | GVS | GVS | HGDG | HGDG | HFLYLO | BFRQV | 3URELW _ HGX | UHQWDV | HFLYLO | HGDG | HGDG | MHIH | SRE | BFRQV | BDWKUKR | BFRQV | BOQVLJPD | BFRQV |

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ -.0001123 -8.014265 -.3408996 3.572909 5.349846 7.328055 .7056355 -.0089125 2.156184 32.31948

9.18e-06 1.081176 .0503658 1.031676 1.529194 1.471456 .2019577 .0024007 1.03294 4.327454

-12.237 -7.413 -6.768 3.463 3.498 4.980 3.494 -3.712 2.087 7.468

0.000 0.000 0.000 0.001 0.000 0.000 0.000 0.000 0.037 0.000

-.0001303 -10.13333 -.4396147 1.550862 2.352681 4.444054 .3098058 -.0136177 .1316585 23.83783

-.0000943 -5.8952 -.2421845 5.594956 8.347011 10.21206 1.101465 -.0042072 4.180709 40.80114

.040143 -7.43e-08 .2573015 .1959741 -.0023501 .4013756 -.4855009 -2.949425

.0083919 1.21e-08 .0746303 .0088653 .0001042 .0925687 .0888217 .1332055

4.784 -6.126 3.448 22.106 -22.547 4.336 -5.466 -22.142

0.000 0.000 0.001 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000

.0236952 -9.81e-08 .1110287 .1785983 -.0025544 .2199442 -.6595883 -3.210503

.0565909 -5.05e-08 .4035742 .2133498 -.0021458 .582807 -.3114135 -2.688347

-.188636

.095868

-1.968

0.049

-.3765337

-.0007383

2.796477

.0158875

176.018

0.000

2.765338

2.827615


Determinantes de la Oferta de Trabajo en el Paraguay

Anexo 3

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RESULTADOS EMPÍRICOS COMPARADOS Mujeres Área Urbana

A. Método de M.C.O. Fuente

SS

Model Residual Total

VDODULR VHFWRU WUDVHFXQ MHIH GVS GVS BFRQV

df

68435.0652 586721.35 655156.415

6 1564 1570

MS

Number of obs F( 6, 1564) Prob > F R-squared Adj R-squared

11405.8442 375.141528 417.29708

= = = = =

1571 30.40 0.0000 0.1045 0.1010

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @ | | | | | | |

-.0000656 -10.6138 -.3888222 -1.815616 17.34685 25.0918 23.91487

9.88e-06 1.559079 .0760503 1.221433 4.132474 3.917472 3.895625

-6.637 -6.808 -5.113 -1.486 4.198 6.405 6.139

0.000 0.000 0.000 0.137 0.000 0.000 0.000

-.000085 -13.67191 -.5379934 -4.211436 9.241075 17.40775 16.27367

-.0000462 -7.555698 -.239651 .5802031 25.45262 32.77585 31.55606

B. Método de Selección de Heckman Heckman selection model Log Likelihood =

+RUD _ VDODULR | VHFWRU | WUDVHFXQ | MHIH | GVS | GVS | BFRQV | 3URELW _ HGX | HFLYLO | HGDG | HGDG | MHIH | SRE | BFRQV | BDWKUKR | BFRQV | BOQVLJPD | BFRQV |

Number of obs Model chi2(13) Prob > chi2

-8986.1689865

= = =

3764 911.51 0.0000

&RHI (UURU (VW ] 3!_]_ > ,QWHUYDOR &RQI @

-.0000686 -11.60971 -.4018991 -2.787304 16.25049 24.11617 28.37443

9.87e-06 1.591927 .0759037 1.266772 4.125314 3.907896 4.144502

-6.951 -7.293 -5.295 -2.200 3.939 6.171 6.846

0.000 0.000 0.000 0.028 0.000 0.000 0.000

-.0000879 -14.72983 -.5506675 -5.270131 8.165019 16.45684 20.25136

-.0000492 -8.48959 -.2531307 -.3044756 24.33595 31.77551 36.49751

.0432424 -.307282 .1505226 -.0017857 .3153943 -.5591414 -2.850549

.0052197 .0579784 .0074243 .0000886 .0736739 .0748782 .1175102

8.284 -5.300 20.274 -20.160 4.281 -7.467 -24.258

0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000

.033012 -.4209176 .1359713 -.0019593 .1709961 -.7059 -3.080865

.0534729 -.1936465 .1650738 -.001612 .4597925 -.4123829 -2.620234

-.2113416

.0701518

-3.013

0.003

-.3488366

-.0738466

2.972196

.0195223

152.246

0.000

2.933933

3.010459


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

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Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay Fernando Masi (*)

I. SOBRE EL CONCEPTO DE DESIGUALDAD El concepto de desigualdad, en la literatura económica y social, siempre ha estado vinculado al ingreso de las personas y de las naciones y a la concentración y distribución de estos ingresos en estratos poblacionales. Como tal, la desigualdad caracteriza a diversos tipos de desarrollo entre naciones y regiones del mundo, y es una de las principales causantes de mayor o menor grado de pobreza. Así el crecimiento económico puede contribuir a superar niveles altos de pobreza, pero no asegura una distribución del ingreso más o menos igualitaria. Al no hacerlo, tampoco soluciona el problema de la pobreza, por sí solo. Un crecimiento del ingreso per cápita de una economía, sin modificaciones en la distribución del ingreso, permite que un mayor porcentaje de la población supere la línea de pobreza, es decir de ausencia de una o más necesidades básicas. Pero si este crecimiento es acompañado de una muy desigual distribución de la torta económica, los niveles de pobreza perma* Se agradece muy especialmente la colaboración brindada por el Economista Eduardo González durante toda la investigación, especialmente en el manejo de la base de datos estadísticos, en el cruzamiento de variables y resultados, y en los cálculos econométricos.

necen sin alterarse o crecen. El escenario más favorable para la reducción de la pobreza es aquel de un alto crecimiento del ingreso per cápita acompañado de una redistribución de los ingresos a favor de los estratos más pobres. La pobreza puede también ser reducida cuando el efecto crecimiento supere el efecto de concentración de ingresos, o cuando en una situación de estancamiento económico, no se agraven los problemas de concentración del ingreso, o se mejoren los niveles de distribución de los mismos a favor de los más pobres. Como se ve, tanto el crecimiento económico como el comportamiento de la distribución del ingreso son determinantes esenciales de los niveles de pobreza. ¿Pero son estas mismas variables también las esenciales para explicar los niveles de desigualdad en una sociedad y economía determinadas? Simon Kuznetz ha sido el primer economista que abordaba el problema de la desigualdad de los ingresos y su relación con las tendencias de crecimiento económico de las naciones desarrolladas. La tesis de Kuznetz afirma que en una primera fase del crecimiento económico, y dada la existencia de fuer-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

zas que se contrapesan unas a otras (a favor y contra de la igualdad), es natural la existencia de una brecha importante en la distribución del ingreso, y por lo tanto es factible esperar mayor desigualdad. No así en la siguiente fase donde entran a jugar otras variables, como mayores oportunidades de mercado, cambios tecnológicos en las industrias y cambios estructurales en la economía en general. Es así que en las naciones desarrolladas, afirma este autor, se ha venido reduciendo la brecha de desigualdad en la distribución de ingresos; y es así que solamente cuando las fuerzas de innovación tecnológica y de mercado son débiles en un país o región determinadas, entonces también se reducen las posibilidades de disminución de esta brecha1 . Estudios posteriores realizados en diversos países y regiones del mundo en las últimas cuatro décadas, no coinciden con la tesis de Kuznets sobre una mayor igualdad a mediano plazo, en una etapa de maduración del desarrollo económico: la famosa curva U invertida del crecimiento. Por el contrario, la igualdad o desigualdad en la distribución de los ingresos permanece inalterada en décadas sucesivas de recesión y de alta recuperación económica, como ha sido el caso de América Latina en los 80 y 90. Por lo que es posible concluir que no es necesariamente la tasa de crecimiento económico o el estadio de desarrollo económico de un país o región aquel que determina el aumento o disminución de la desigualdad de los ingresos. 1 Ver Kuznets, Simon. Economic Growth and Income Inequality. American Economic Review , March 1955 I-28; and Kuznetz, Simon cited in: Fields, Gary. Distribution and Development. A summary of the evidence for the Developing World . Cornell University, September 1999, p.3.

En el caso específico de los países latinoamericanos, investigaciones realizadas en las últimas décadas examinan factores o variables que van más allá de una simple distribución de ingresos, y que al mismo tiempo pueden estar interviniendo en la explicación de esta distribución. Uno de los factores explicativos es la diferencia existente en ingresos salariales y en las posiciones de empleo de los habitantes de un país, y el comportamiento de estos ingresos en los sectores formal e informal de la economía. Muy vinculado a los ingresos salariales se encuentran las oportunidades educativas y las diferencias de instrucción de los estratos poblacionales, como también las diferencias en el acceso a servicios básicos sanitarios. La tasa demográfica y el número de hijos por familia se constituyen en otros factores que inciden sobre la distribución del ingreso. Y dentro de cada uno de los citados, el papel de la mujer es altamente significativo tanto por su inserción en el mercado laboral, como por las oportunidades de acceso a la educación. Todavía otros factores estructurales intervienen en el comportamiento de la distribución del ingreso en países y regiones del mundo. El tipo de acumulación del capital y sus consecuencias sobre el uso diferenciado de los factores de producción, constituye una variable importante; como también las políticas económicas (fiscales, monetarias, financieras, comerciales) que favorecen o no los tipos de acumulación, y que inciden fuertemente sobre la asignación de los recursos en una economía determinada.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

II. DESIGUALDAD EN AMERICA LATINA Y PARAGUAY Las políticas económicas inauguradas en América Latina en los años sesenta y que dieran lugar a la industrialización y modernización de la región, acompañada de altas tasas de crecimiento del producto, no revirtieron precisamente en mayores niveles de bienestar para la población. La renta era apropiada mayormente por grupos monopólicos u oligopólicos y un mal manejo de las finanzas públicas conducía a pronunciados desequilibrios macroeconómicos con duras repercusiones sobre los estratos más pobres del continente. La crisis de la deuda externa en los años ochenta ponía fin a un modelo de crecimiento en América Latina, y daba inicio a políticas de ajuste y estabilización, provocando un mayor grado de desigualdad al existente. Estudios realizados por el Banco Mundial sobre distribución del ingreso en diversas regiones del mundo muestran a América Latina como el continente más desigual a través de tres décadas (60 a 90). Esta desigualdad se manifiesta tanto en términos de los porcentajes de ingresos recibidos por los estratos más pobres de estas regiones (el quintil más bajo), en forma comparativa, como por los promedios de los coeficientes de desigualdad de Gini obtenidos en las mismas regiones2 . Un estudio más reciente del Banco Mundial sobre el comportamiento de 2 Psacharopoulos, G, Morley, S., Fizbein, A., Haeduck, L. And Wood, B. Poverty and Income Distribution in Latin America. The Story of the 1980s.. World Bank Technical Paper No. 351. Washington D.C., 1997.

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la desigualdad y la pobreza en América Latina en los años ochenta3 , trata de indagar las principales causas de estos dos fenómenos en la región. Una primera conclusión de este trabajo es que los niveles promedio de pobreza y desigualdad en la región en la década del ochenta han empeorado. Una segunda conclusión atribuye a los ciclos económicos un papel importante para explicar los ciclos de pobreza y desigualdad. Es decir que la pobreza y la desigualdad han disminuido en aquellos países donde se experimentó un crecimiento económico, mientras que han aumentado en aquellos países donde las economías permanecieron estancadas o en fases recesivas, sin que ello se explique por una causalidad, siguiendo los lineamientos de la teoría de Kuznetz. Una interpretación más aproximada para entender esta relación en el caso latinoamericano en los años ochenta, opinan los autores, es aquella que entiende que la intensa recesión experimentada en la región en el período estudiado se ha traducido en presiones muy fuertes hacia la disminución de los niveles salariales y de empleo, haciendo que un segmento importante de la fuerza de trabajo acepte la reducción de sus ingresos, engrose las filas de un desempleo en aumento, o se integre al sector informal, también en aumento. Y aquí se arriba a la tercera conclusión del estudio, cual es que la desigualdad de ingresos en el mercado laboral se encuentra altamente correlacionada con los niveles de educación de la mano de obra en 19 de los 20 países estudia3 Es decir que a un mayor nivel educativo del individuo le corresponde un mayor nivel de ingresos laborales y viceversa.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

dos4 . Por lo tanto, los autores afirman en forma enfática que el mejoramiento en la calidad de la educación en América Latina se constituye en el factor clave para la reducción de los niveles de desigualdad y de pobreza absoluta. Los varios estudios realizados sobre desigualdad y pobreza en América Latina y su evolución en los últimos veinte años, coinciden en señalar que la concentración del ingreso ha sido mayor luego de la década perdida en el continente (los ochenta) en comparación a décadas anteriores, como también ha sido mayor el aumento de la pobreza. Al mismo tiempo, coinciden en señalar que a pesar de la recuperación económica de los años noventa, los indicadores de desigualdad y pobreza todavía son más graves que con anterioridad a la crisis de los ochenta. Así, un estudio de la CEPAL en 1995 señalaba que a un crecimiento promedio del 3% del PIB regional, le correspondía un producto per cápita y un ingreso per cápita con guarismos inferiores a 1980. Estas cifras comienzan a modificarse positivamente en 1996 97, para luego sufrir nuevamente un descenso en 1998-995. Donde los mismos estudios difieren es tanto en el análisis de las causas de este ahondamiento de la desigualdad como en las perspectivas de modificaciones de la estructura de distribución de ingresos en la región. Mientras algunos autores vinculan el proceso de ajuste y liberalización de las economías 4 Es decir que a un mayor nivel educativo del individuo le corresponde un mayor nivel de ingresos laborales y viceversa. 5 CEPAL. Balance Preliminar de la Economía de América Latina y el Caribe: 1995 y 1999 . Santiago de Chile.

latinoamericanas (las reformas) al aumento y permanencia de la desigualdad, otros afirman que no existen evidencias claras de esta relación. De acuerdo a un estudio realizado por el experto canadiense Albert Berry en veinte países de América Latina, la liberalización comercial y del mercado del trabajo, los cambios tecnológicos, explican mayormente los impactos negativos de las reformas sobre la distribución del ingreso. Tanto la liberalización comercial y los cambios tecnológicos (en buena parte provocada por nuevos flujos de inversión extranjera) no han actuado a favor del uso intensivo de la mano de obra, especialmente de aquella menos calificada. A su vez, el incremento de las importaciones ha repercutido negativamente sobre la agricultura que ha quedado descompetivizada y con una mano de obra sin facilidad de movilización. Las reformas laborales se han concentrado en reducir las normas de protección del trabajador, como de su capacidad de negociación, según este autor. Con lo que las diferencias salariales se han ahondado dentro de la población en general6. Hasta 1980, opina Berry, Latinoamérica experimentaba un crecimiento sin redistribución , sin efectos tangibles sobre los niveles de pobreza. Sin embargo, la recesión de los años ochenta sumada a las políticas económicas derivadas de las reformas, no hacen posible pensar en una reducción automática de la desigualdad y la pobreza, una vez que el continente atra6 Berry, Albert. The Income distribution Threat in Latin America . Latin America Social Economic Network. Montevideo, 1997.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

viese un nuevo ciclo de bonanza económica. Por el contrario, afirma Berry, el nivel de desigualdad y la situación de precariedad laboral resultantes de las políticas económicas de los ochenta, han dejado a los países de la región, en el período post-crisis (90s) posicionados sobre una plataforma en la cual el solo crecimiento económico no se convertirá en un antídoto eficaz contra la muy desigual distribución de los ingresos. Un nuevo ciclo de crecimiento deberá ser acompañado de políticas diferentes a las aplicadas por el proceso de reformas, con énfasis en la capacitación y el empleo, y un redireccionamiento de los gastos sociales. Eduardo Lora y Juan Luis Londoño arriban a una conclusión diferente: la implementación de reformas en América Latina han detenido el peligroso declive económico de los ochenta, pero no han sido suficiente para obtener un crecimiento económico sostenido, ni lograr mayor equidad social. Estos autores demuestran que, sorprendentemente, la liberalización del comercio de los países ha tenido un efecto positivo no solo en términos de crecimiento económico, sino también sobre el 60% de la población más pobre que ha visto crecer sus ingresos en términos reales, mientras que estos ingresos se han reducido para el 20% de la población más rica. De todas maneras, opinan los autores, existen una serie de factores que han limitado el impacto de las reformas sobre la distribución del ingreso en la región: i) la volatibilidad macroeconómica; ii) instituciones gubernamentales débiles; y iii) una dis-

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tribución desigual de los activos productivos, especialmente recursos naturales y acceso a la educación. Estas limitaciones, en lugar de ser superadas, han sido reproducidas por el modo de operación del mercado y de las instituciones en América Latina, opinan los autores, por lo que las reformas del mercado han sido incompletas. Lora y Londoño afirman que, de todas maneras, las reformas estructurales no son suficientes, por sí solas, para resolver el problema serio de desigualdad en la región, propugnando una agenda económica y social para la región que contenga estrategias para profundizar las reformas de mercado, acelerar la acumulación de capital humano, y diversificar los tipos de herramientas a ser aplicadas para lograr una mayor equidad en los ingresos7. LOS NÚMEROS DE LA DESIGUALDAD:

Mas allá de atribuir o no a las reformas económicas de los años ochenta la causalidad de una persistente desigualdad en el continente, es interesante examinar las cifras y características de la misma. El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) 1998-99, realizado en base a la información de las encuestas de hogares (1995-96) de 14 países, es claro y contundente al respecto8. EL CONTINENTE MÁS DESIGUAL: las

primeras cifras son aquellas que miden la distribución del ingreso. En América Latina el 10% del estrato poblacional 7 Lora, E. y Londoño, J.L. Structural Reforms and Equity . In: Birdsall, et. Al Op. Cit., pp 63-91. 8 BID. América Latina Frente a la Desigualdad. Progreso Económico y Social en América Latina. Informe 1998-1999. Washington D.C., 1998, pp 13-23.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

más rico se apropia del 40% de los ingresos totales, mientras que el 30% más pobre solo controla el 7.5% de esos ingresos, menos que en cualquier otra región, donde este último estrato controla el 10% o más. Las segundas cifras son derivadas del Coeficiente de Gini que mide la concentración del ingreso per cápita (0=sin concentración, 1=total concentración). Este coeficiente fluctúa entre 0.25 y 0.6. En América Latina, el promedio es de 0.52, con un mínimo de 0.43 para el Uruguay y un máximo de 0.59 para Brasil. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO: ¿INVOLUCIÓN O EVOLUCIÓN?: la década del se-

tenta, caracterizada por el crecimiento económico, presenta una reducción de la brecha de la desigualdad entre el 20% más pobre y el 20% más rico. En la década del ochenta, o de la recesión, el 10% más rico aumentó su participación en los ingresos totales, mientras que el 10% más pobre disminuyó su participación; la brecha vuelve a ensancharse. En la década del noventa o de crecimiento económico y recuperación de la productividad, existe una pérdida mayor de ingreso en el 10% más pobre de la población, y una pérdida relativa en el 10% más rico, beneficiándose los grupos intermedios, y permaneciendo la desigualdad distributiva. ALTA CONCENTRACIÓN DE INGRESOS EN EL CAMPO Y LA CIUDAD: los índices

de concentración del ingreso en zonas rurales y urbanas son semejantes. Paraguay presenta el caso extremo de una desigualdad mayor y pronunciada en las zonas rurales, mientras que Brasil, Chile, México y El Salvador presentan el caso opuesto para las zonas urbanas. Teniendo en cuenta que los ingresos per

cápita son mayores en zonas urbanas que rurales, la desigualdad se encuentra mayormente concentrada en las ciudades. LOS MÁS RICOS Y LA INEQUIDAD: en

sociedades más o menos igualitarias, el decil más rico gana 20 0 30% más que el decil poblacional siguiente y las diferencias entre deciles no son pronunciadas. En el caso de América Latina las brechas de ingresos no son tan pronunciadas entre los estratos medios, pero sí entre el decil más rico y el resto de los estratos. En algunos países, los ingresos del décimo decil (más rico) son tres veces mayor que los ingresos del noveno decil; y en promedio, en todos los países, los ingresos del 10% más rico son 30 veces más que los del decil más pobre. Esta característica muy peculiar para América Latina, hace que si el coeficiente de Gini se calculara para la región, exceptuando al 10% más rico, la concentración de los ingresos no presentaría diferencias con los países desarrollados: 0.36 en promedio. LOS MÁS RICOS Y LOS INDICADORES SOCIALES: el 10% más rico de la pobla-

ción tiene, en promedio, 12 años de educación, superior en 2.7 años al decil siguiente, y superior en 7 años al 30% más pobre. El 25% de los jefes de hogar del decil más rico se ocupan de funciones directivas como profesionales técnicos o de empresas, mientras que esta proporción se reduce a niveles ínfimos en los deciles siguientes. Los ricos viven preferentemente en zonas urbanas, mientras que los pobres lo hacen predominantemente en zonas rurales. El decil más rico tiene un numero de hijos menor que cualquier otro


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

decil inferior, por lo que los ingresos más altos se distribuyen entre menos personas, y los más bajos entre más personas. INGRESOS LABORALES E INGRESO PER CÁPITA: aún cuando los ingresos fami-

liares son de origen laboral y no laboral, se observa una estrecha relación entre la concentración del ingreso per cápita y la concentración de los ingresos laborales en América Latina. Así el coeficiente de Gini promedio de concentración de ingresos laborales es 0.51, muy similar al Gini promedio de concentración de ingresos per cápita totales (0.52) Esta semejanza se repite en cada país estudiado.

LA DESIGUALDAD EN PARAGUAY Las reformas económicas de los años ochenta en América Latina no habían sido parte de las políticas económicas del Paraguay. Las razones son simples. Mientras que en la mayoría de los países latinoamericanos se aplicaba un modelo de crecimiento hacia adentro , caracterizado por un alto proteccionismo para las industrias locales, subsidios y elevados gastos estatales, en el Paraguay, el modelo era algo similar a un crecimiento hacia afuera , fundamentado en la exportación de recursos naturales, importación masiva de bienes, y por lo tanto sin visos proteccionistas y con escasa participación de gastos del estado en la economía. A su vez, frente a ciclos hiperinflacionarios y de pronunciados déficits fiscales de los países de la región, el Paraguay presentaba un panorama macroeconómico equilibrado.

35

La crisis de la deuda externa que exigía procesos de ajuste y estabilización a las economías de la región, y por lo tanto el cambio de modelo económico, era un fenómeno ajeno al Paraguay. En los años 90 se implementan ciertas reformas como la tributaria y financiera en el Paraguay, pero hasta el momento ninguna privatización importante ha tenido lugar. De igual manera un proceso de liberalización externa no era necesaria, más allá de la implementación de un tipo de cambio libre para la moneda. Por lo tanto los cambios derivados de las reformas pro mercado, a las cuales Berry hace referencia, no se presentan en el caso paraguayo Las reformas económicas de los años 90 habían permitido la vuelta al crecimiento de las economías latinoamericanas, y de alguna manera, habían detenido niveles de desigualdad mayor. En el caso paraguayo, el crecimiento económico se encuentra prácticamente ausente en la década del noventa, con aumento de la pobreza, del desempleo, del empleo informal, y presentando uno de los niveles más altos de desigualdad en el continente9. El hecho que las mediciones oficiales de distribución del ingreso (encuestas de hogares) en el Paraguay, a partir de los años ochenta, se hayan realizado solamente para la Capital del país y con limitaciones metodológicas, no permiten utilizar las mismas para analizar la tendencia de la desigualdad en el país, en las últimas dos décadas. 9 El crecimiento nominal promedio anual del PIB en toda la década ha sido del 2% frente a un crecimiento promedio anual de la población equivalente a 2.7%; con lo que se concluye que el crecimiento real ha sido igual a 0.7%. Cifras del Banco Central del Paraguay y de la DGEEC.


36

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Un primer trabajo realizado con mayor profundidad metodológica abarcando las áreas rural y urbana - y con la construcción de bases de datos más confiables fue conducido por Pablo Sauma, con la cooperación del BID entre 1991 y 1992. En este trabajo se calcula el coeficiente de Gini sobre la base de ingresos familiares totales para ese mismo año, equivalente a 0.52, mostrándose así una de las concentraciones de ingresos más altas en América Latina. Esta concentración era mayor en las zonas urbanas que en las zonas rurales. Sin embargo, y al mismo tiempo, introduce el cálculo del ingreso familiar per cápita (que sería el utilizado en adelante por las encuestas de hogares), cuyo coeficiente de Gini resulta ser menor al obtenido con el cálculo del ingreso familiar total: 0.46, con lo que el Paraguay no necesariamente se ubicaba entre los países más desiguales de la región para 1992. En base al ingreso familiar per cápita, se estructura una distribución del ingreso (Tabla 1) en la cual el 10% más rico se apropia del 37% del ingreso nacional,

mientras que el 30% más pobre se apropia del 8% del ingreso nacional, y el 10% más pobre es dueño de solo el 1% del total de ingresos. A su vez, el 10% más rico gana 28 veces que el decil más pobre, y 5 veces más que el 30% más pobre10. A partir de 1994, las Encuestas de Hogares se perfeccionan y abarcan no solamente el área metropolitana de Asunción, sino el resto de las áreas urbanas y las áreas rurales. Con los datos de la Encuesta 1995, Morley y Vos, calculan un coeficiente de Gini (en base al ingreso familiar per cápita) igual a 0.58, indicando uno de los niveles de concentración de ingresos más altos en América Latina, coincidente con el informe del BID citado, donde se ubica al Paraguay como uno de los países más desiguales de la región, juntamente a Brasil y Ecuador. La concentración de ingresos es muy mayor en el sector rural (0.56) en comparación al sector urbano (0.50), según los cálculos de estos autores11. Los datos que se desprenden de la Encuesta de Hogares 1995

Tabla No 1: Indicadores básicos de la desigualdad de ingresos en el Paraguay - Año 1992. Indicador

10% más pobre

30 % más pobre

10% más rico

Participación en el total del Ingreso en %

1.3

8.2

37.7

N° de veces que el 10% más rico gana en comparación en %

27.6

35.6

1.0

COEFICIENTE GINI

TOTAL PAÍS 0.46

Fuente: Sauma-1993, «La Distribución del Ingreso en el Paraguay». Nota: Los coeficientes fueron hallados utilizando el ingreso promedio per-capita sin alquiler imputado. 10 Sauma, Pablo. La distribución del Ingreso en Paraguay BID- Universidad Nacional de Asunción, 1993, pp. 17-24.

11 Morley S. y Vos, R. Pobreza y Crecimiento Dual en Paraguay . PNUD-BID-CEPAL, 1997, pp 18-20.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

dan a entender un aumento pronunciado de la desigualdad en el Paraguay en solo tres años (1992-95), cuando además del Gini, se calculan las diferencias de distribución de ingreso entre deciles más altos y bajos. Sin embargo, esta encuesta sigue presentando limitaciones en los cálculos de ingresos, subestimando los mismos en el sector rural, y por lo tanto con posibilidades de sobreestimación de las desigualdades a través del Coeficiente de Gini12. Es así que al comparar la concentración y distribución de ingresos entre 1995 y 1997/98 en el país (siempre con datos de las encuestas de hogares), se puede observar una disminución de los indicadores de desigual-

37

to puede resultar ficticio, desde el momento en que las subestimaciones de ingresos en el sector rural se minimizan o desaparecen para 199813. Una observación más exacta sobre los indicadores de la desigualdad en el Paraguay se obtiene, entonces, a partir de la Encuesta de Hogares 1997 /98 que arroja un Coeficiente de Gini igual a 0.52, correspondiendo una menor concentración de ingresos a la zona urbana (0.46). En términos de la distribución del ingreso (Tabla 2) se observa que el 10% más rico gana 53 veces más que el 10% más pobre y 21 veces más que el 30% más pobre. Diferenciando esta medida por zonas geográfi-

Tabla No 2: Indicadores básicos de la desigualdad de ingresos en el Paraguay - Años 1997/98. 10% más pobre

Indicador

30 % más pobre

10% más rico

Participación en el total del Ingreso (Total País) en %

0.7

5.5

39.1

Participación en el total del Ingreso (Sector Urbano) en %

1.4

7.8

36.3

Participación en el total del Ingreso (Sector Rural) en %

0.7

5.3

38.9

N° de veces que el 10% más rico gana versus (Total País)

53.1

21.5

1.0

N° de veces que el 10% más rico gana versus (Sector Urbano)

26.9

14.0

1.0

N° de veces que el 10% más rico gana versus (Sector Rural)

52.0

22.0

1.0

Total 0.52

Urbano 0.46

COEFICIENTE GINI

Rural 0.52

Fuente: Encuesta de Hogares 1997/98 DGGEC Programa MECOVI. Observación: Los coeficientes se calcularon utilizando el ingreso promedio per-capita.

dad, o un mejoramiento en la distribución del ingreso, tanto en zonas rurales como urbanas. Pero este mejoramien12 De acuerdo a Morley y Vos (Op. Cit.) la Encuesta de Hogares 1995 no informa ingresos para un 30% de trabajadores rurales ocupados, y tampoco considera el autoconsumo con ingreso; por lo tanto las estimaciones están basadas en datos de ingresos sin ajustar , dada una supuesta sub-valoración.

13 De acuerdo a un estudio realizado por Marcos Robles, la Encuesta 1997/98 brinda informaciones más fiables y detalladas, permitiendo conocer los diversos flujos de entrada y salida de aquellos que generan sus ingresos de forma independiente; como también conocer mejor los ingresos de aquellas personas que declaran tener menos ingresos de los reales o no tenerlo. Ver Robles, Marcos. Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay . Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC). Programa MECOVI-BID-Banco Mundial. Documento de Trabajo. Asunción, julio 1999, p. 6.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

cas, la zona rural presenta una mayor y notoria desigualdad frente a la zona urbana. En cuanto a la participación de los estratos poblacionales en el total de ingresos del país, el 10% más rico controla casi el 40% de estos ingresos, mientras que el 10% más pobre solo el 0.7%, y el 30% más pobre, apenas el 5% del ingreso nacional. Asimismo, es posible constatar que el 20% más rico (dos últimos deciles) se apropia del 60% del ingreso nacional. En términos de zonas geográficas, esta participación es similar al total general, aunque con una relativa mayor desigualdad en la zona rural. Un análisis del comportamiento de la desigualdad en la década del noventa sería bastante aproximado, entonces, si las comparaciones de la concentración y distribución de ingresos se realizará entre las cifras obtenidas en 1992 y 1997/98; no solamente porque se trata de un período de tiempo adecuadamente extenso, sino también por las limitaciones encontradas en el cálculo de ingresos en la encuesta de hogares 1995. Observando solamente el coeficiente de Gini, las cifras muestran que en toda la década se ha producido una mayor concentración de ingresos, antes que una dispersión más o menos igual de los mismos. En términos de la distribución de ingresos también se observa un empeoramiento. La participación del decil más bajo en el total de ingresos se ha mantenido igual (1 a 0.7%), mientras que ha disminuido la participación de los tres estratos de más bajos ingresos de la población (8 a 5%), a favor del decil de más altos ingresos. Asimismo, para 1992, el decil más rico obtenía ingresos 28 veces mayores que el decil más pobre,

incrementándose esta proporción a 53 veces en 1997/98. Sin embargo, la misma relación con el 30% más pobre sufre una disminución importante, indicando que a ese nivel, y probablemente a niveles medios, se ha producido una redistribución favorable de los ingresos. Finalmente, todos los indicadores señalan que una mayor desigualdad en la distribución de ingresos en el Paraguay tiene lugar en las zonas rurales antes que en las zonas urbanas. El deterioro en la distribución del ingreso o la profundización de la desigualdad en el Paraguay en la década del noventa es coincidente con un comportamiento económico en franco declive. Mientras que la economía paraguaya crecía, nominalmente, a un promedio anual de 3.9% entre 1992 y 1995, este crecimiento se reduce a un promedio anual de solo 1.2% entre 1995 y 1998. Tanto el sector agropecuario como de servicios y comercio concentran la mayor participación en el PIB como en la población económicamente activa (PEA) del Paraguay. En el primer período mencionado, el sector agropecuario crece a un promedio anual nominal de 4.4%, mientras que en el segundo período lo hace solo a un 2.4% anual. En el caso del sector servicios y comercio, el resultado es aún más negativo: 4.5% en el primer período y 0% en el segundo14. En términos reales, la economía paraguaya no crece en los años noventa e ingresa en un proceso recesivo (decrece) en los últimos dos años. 14 Cálculos realizado con cifras estadísticas del Banco Central del Paraguay.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

La primera conclusión es que existe en el Paraguay una muy desigual distribución del ingreso, en comparación al promedio de países latinoamericanos. Como segunda conclusión se puede afirmar que si bien se ha demostrado que no existe una causalidad directa entre crecimiento económico y desigualdad, el tamaño del producto o de la torta económica ha permanecido igual o eventualmente disminuido, en la década del noventa, al mismo tiempo de repartirse en forma bastante desproporcionada. Una tercera conclusión, ya adelantada más arriba, es que no se puede atribuir a las reformas de ajuste y estabilización la causalidad de una mayor y persistente desigualdad en el Paraguay, porque estas reformas han estado prácticamente ausentes en el país.

III DESIGUALDAD Y GRUPOS FAMILIARES En el estudio del BID sobre la desigualdad en América Latina15, se demuestra que los niveles de educación y los tipos de inserción laboral de las personas son determinantes para entender la distribución de los ingresos en cada uno de los países. Al mismo tiempo, y al cruzar estas dos variables, el papel de la mujer como miembro de familia, y sobre todo como cabeza de familia es significativamente importante para entender la desigualdad. Los grupos familiares se ubican en deciles superiores o inferiores, se afirma en este documento, dependiendo bastante de los años de estudio de la madre, que a su vez determina el tipo de in15 BID. América Latina Frente a la desigualdad. Op. Cit.

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serción laboral, la fecundidad, el tamaño de la familia y el propio nivel de educación de los hijos. Las principales conclusiones de este estudio en relación a la desigualdad y la familia son como sigue: CARACTERÍSTICAS FAMILIARES: tanto la educación masculina como femenina del decil familiar más rico supera (en años) casi 2.5 veces a la educación de ambos géneros ubicados en los tres deciles familiares más pobres. La participación laboral masculina es alta en el decil más rico y en los deciles más pobres (86 y 83% respectivamente), pero menor la participación femenina en el decil más rico (61%) y mucho menor en los deciles más pobres (37%). El número promedio de hijos de las familias del decil más rico es de 1,4, mientras que este número es de 3,2 en el caso de las familias más pobres. Las familias del decil más rico superan a las familias más pobres 12 veces en ingresos promedios por hogar, y 20 veces en ingresos promedios per cápita por hogar. LA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN LA FUERZA LABORAL: si bien es cierto que

la tasa de participación femenina entre 1970 y 1995 se ha incrementado del 23 al 35%, la participación femenina en los tres deciles más pobres de América Latina es de solo 37% frente al 60% en el decil más rico. Las mujeres participan desproporcionadamente en el sector informal (principalmente las de bajos ingresos) en comparación a los hombres, desde el momento en que este sector ofrece mayor flexibilidad laboral, y en razón de la existencia de una segregación ocupacional, pasando


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

las mujeres a trabajar desproporcionadamente en el sector servicios. Las mayores posibilidades de participar en el mercado laboral formal, para las mujeres, dependen de un mayor grado de educación y de un menor número de hijos. El grado de educación es más determinante en la mujer que en el hombre para el empleo en el sector formal, necesitando la mujer más años de estudio (que el hombre) para emplearse en este sector. LOS INGRESOS DE LAS MUJERES SON MÁS VARIABLES: la diferencia de ingre-

sos de mujeres son significativas dependiendo del trabajo formal e informal como del área geográfica de inserción (rural-urbano). Esta brecha entre ingresos de mujeres es aún mayor que la brecha entre ingresos de hombres. A su vez la brecha de ingresos entre hombres y mujeres en el sector formal es de solo 10%, mientras que esta brecha es de 25% en el sector informal. Una brecha menor en el sector formal se encuentra explicada por niveles educativos similares entre hombres y mujeres. Una brecha mayor en el sector informal responde al tipo de ocupación de las mujeres que, generalmente son menos remuneradas que los tipos de ocupación masculinas (comercio minorista versus construcción o pequeñas industrias). En síntesis, se afirma que los patrones de participación de la mujer en la fuerza laboral ejercen un fuerte impacto sobre la desigualdad de los ingresos familiares. En general, la participación de las mujeres en el mercado laboral es menor que la de los hombres, pero mayor en el sector informal. La participación en el mercado laboral de mu-

jeres ubicadas en los deciles de ingresos inferiores es menor a las ubicadas en los deciles superiores. La decisión de participar en el mercado laboral, por parte de las mujeres, depende del grado de educación, en mayor medida, y del número de hijos, en menor medida. TAMAÑO DE LAS FAMILIAS Y FECUNDIDAD: el tamaño de las familias en Amé-

rica Latina es mayor en los tres deciles inferiores donde el 40% de estas familias cuentan con 7 o más miembros. El tamaño de las familias más pobres es mayor porque tiene mayor número de hijos que adultos16. En el caso que las familias pobres tuvieran el mismo número de miembros que las familias ricas, el coeficiente de Gini se reduciría para América Latina, por lo que el tamaño de la familia ejerce un impacto significativo sobre la distribución del ingreso global. La tasa de fecundidad depende de la educación de las mujeres, de las oportunidades de ingresos para las mismas y de la ubicación geográfica de las familias (las rurales tienen más hijos que las urbanas). Las mujeres con más educación obtienen más ingresos, ocupan mayor tiempo en el trabajo, y por ende tienen menos hijos. Es el llamado efecto sustitución , por contraposición al efecto ingreso , que se da mayormente en el caso de los hombres para quienes más ingresos significa más hijos. EDUCACIÓN DE LOS HIJOS: el nivel de

instrucción de los hijos varía significativamente con los ingresos de 16 De acuerdo al estudio del BID, en América Latina persisten las familias tradicionales formadas por padre, madre e hijos (nuclear) y ampliadas, formadas por la participación de otros parientes.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

las familias. Pero es la educación de los padres la que permite medir el nivel de escolaridad de los hijos. La diferencia en años de escolaridad de los hijos es mayor o menor entre familias dependiendo de los años de escolaridad de las madres. Y los años de escolaridad de las madres es menor en zonas rurales que urbanas. Al mismo tiempo, los hijos de madres que trabajan alcanzan un mayor nivel educacional que aquellos cuyas madres se mantienen fuera del mercado laboral. Finalmente, las familias de mayor tamaño (6 niños) tienen hijos con menos años de escolaridad que aquellas familias de menor tamaño (1 a 3 niños)17.

DESIGUALDAD Y GRUPOS FAMILIARES EN PARAGUAY A modo comparativo con las desigualdades en la estructura familiar de la región latinoamericana, las desigual-

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dades de la estructura familiar paraguaya presentan características y tendencias similares, pero con algunas diferencias también marcadas. Así los hombres y las mujeres de los grupos familiares más ricos poseen hasta 3 veces más años de educación que aquellos en los deciles más pobres (el promedio latinoamericano es 2.5 veces). Mientras que en la región existe una significativa mayor participación de las mujeres en el mercado laboral en el decil más rico frente a esta misma participación en los deciles más pobres, en el Paraguay, la magnitud de esta diferencia también está presente. Las familias pobres poseen 3 hijos más que las familias más ricas en el Paraguay, siendo esta diferencia de dos hijos en el caso latinoamericano. En términos de distribución de ingresos, las desigualdades entre familias más ricas y pobres en el Paraguay presentan niveles un poco mayores que el promedio latinoamericano.

Tabla No 3: Paraguay: Características Familiares por nivel de ingreso. 10% más pobre

30 % más pobre

Educación Masculina (años) Educación Femenina (años) Participación Laboral Masculina en % Participación Laboral Femenina en % Cantidad de Hijos menores a 10 años (promedio) Tamaño de la Familia (promedio)

10.7 10.1 80.9 52.3 0.7 3.5

3.8 3.1 71.5 22.6 2.7 6.2

Relación de Ingresos (Veces) Ingreso familiar total mensual Ingreso familiar mensual per cápita

13.9 21.5

Indicador

Fuente: Encuesta de Hogares 97/98. DGEEC. Nota: Los cálculos son por ingreso promedio. El cálculo de participación laboral no se realiza sobre la PEA sino sobre el total de población en edad de trabajar (activos: ocupados y desempleados; no activos: nunca buscaron empleo).

17 La razón de ello estriba, según el BID, en que en las familias grandes los hijos mayores deben dedicarse a la crianza de los hijos menores, y en que en estas familias los ingresos son menores para financiar la educación de sus miembros.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

En síntesis, se puede afirmar que con un número diferente de mujeres pobres y ricas participando del mercado laboral paraguayo, las diferencias en años de estudio del sector femenino y del tamaño de familias entre el decil más rico y los deciles más pobres son pronunciadas, como también son significativas las desigualdades de ingresos familiares entre los deciles extremos. Se pasará ahora, a examinar con más detalles las variables utilizadas por el BID, para el caso paraguayo: la participación laboral, de los tipos de ocupación, de la educación, del tamaño familiar, mostrando como las mismas se comportan entre hombres y mujeres, y en las áreas rural y urbana. También se dará lugar a la consideración del factor idiomático que en el caso del Paraguay reviste una importancia particular, por su vinculación a los grados de educación de la población y de las familias. LUGAR Y SECTOR DE INSERCIÓN LABORAL: la mayor parte de la población pa-

raguaya ocupada o activa, se concentra en actividades denominadas por cuenta propia o independiente, preferentemente en el sector comercial. En el caso de las mujeres esta tendencia es más acentuada, especialmente en actividades del sector laboral informal. Mientras que la participación laboral de los hombres es constante para todos los estratos, la participación de las mujeres recién comienza a ser significativa a partir de los estratos medios de ingresos. Para el análisis de la relación entre empleo, educación y desigualdad en la distribución de los ingresos en el Para-

guay, se deberá observar, en primer lugar, la ubicación de los estratos poblacionales en los sectores ocupacionales (tipos de trabajo); como también, esta misma ubicación, según los tipos de actividad económica en la cual se hallan insertos estos estratos o deciles poblacionales. En el Gráfico 1 se observa que el 75 % de los jefes de las familias más pobres trabajan como cuentapropistas. Este porcentaje va descendiendo a medida que aumentan los ingresos. Sin embargo, existe un 30% o más de los jefes de familia, pertenecientes a los dos deciles más ricos de la población, también dedicados a la actividad cuentapropista. Teniendo en cuenta los grados menores de educación de los deciles más pobres, es factible concluir que una concentración del cuentapropismo en estos estratos se traduce en actividades de venta individual de mercaderías y servicios, probablemente con un alto grado de informalidad, observando el crecimiento de este sector en el mercado laboral paraguayo durante la última década18. Por la misma razón esgrimida, es posible concluir que el cuentapropismo en los deciles más ricos se encuentre mayormente concentrado en tareas profesionales independientes. De todas maneras, el cuentapropismo, sea de cualquier caracterización laboral, es el tipo de ocupación predominante en todos los deciles de ingresos del país. Un fenómeno de tendencia contraria al observado con el cuentapropismo, 18 De acuerdo a datos de la DGEEC, el 53% de la PEA ocupada en el sector informal urbano realiza actividades por cuenta propia. Ver DGEEC. Sector Informal. Asunción, 1999, p.17.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

es la del empleo como obrero del sector privado. Este tipo de empleo se incrementa, en la medida que aumentan los ingresos de jefes de familia, abarcando entre el 15 y 25% de los jefes de familia de ingresos intermedios. También aumenta la participación del empleado privado, a medida que se incrementan los ingresos de los jefes de familia. Otro fenómeno interesante y también de tendencia contraria al de las ocupaciones independientes, es el empleo público de los jefes de familia: a mayores niveles de ingresos, se presenta una mayor cantidad de jefes de familia como empleados públicos. Las ocupaciones de Empleador o patrón son ubicadas casi exclusivamente entre los jefes de hogares de los tres deciles superiores.

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milia de niveles de ingresos intermedios son obreros del sector privado, empleados públicos y cuentapropistas o profesionales independientes y; iii) los jefes de familia de estratos de ingresos altos son profesionales independientes, patrones y empleados públicos.

%

En términos de la distribución ocupacional por género la participación de los hombres es muy alta como cuentapropistas y obreros del sector privado, mientras que la participación mayoritaria de las mujeres también lo es en el sector cuentapropista, y en menor medida en el mercado del empleo doméstico. Al mismo tiempo, la participación de las mujeres en la rama de actividad comercial es alta, coincidente con una participación mayoritaria como trabajadoGráfico No 1: Paraguay: Tipo de trabajo del jefe de familia se- ras por cuenta propia, sin dejar de ser gún deciles. significativa la par80 ticipación de mujeres en los servicios 70 básicos (educación, 60 Cuenta propia salud, etc.). En el Empleado público 50 Obrero público Empleador o patrón caso masculino, la 40 Empleado doméstico rama de actividad 30 Obrero priv ado predominante es la 20 agrícola-ganadera, Empleado privado seguida de las acti10 vidades comercia0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 les. De todas maTFNR Deciles neras, es importanFuente: DGEEC EIH 1997/98 . te destacar que la mayor concentraEn resumen, se puede afirmar que: ción de la ocupación laboral se sitúa en i) el cuentapropismo predomina muy las actividades agrícola-ganaderas o prifuertemente entre los jefes de familia marias. más pobres, y aunque su participación El sector informal ha sido definido desciende en los deciles superiores, es predominante en toda la escala de in- por la Encuesta de Hogares 1997/98 gresos del Paraguay; ii) los jefes de fa- como urbano y con la exclusión de tra-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

bajadores del sector primario (agrícola), de los empleados públicos, de los mandos medios profesionales y técnicos y de la categoría de empleo doméstico. Dentro del mismo sector informal se considera a obreros, empleados y patrones del sector privado, solamente a aquellos que participan de microempresas (no más de cinco personas) y a los denominados trabajadores por cuenta propia o cuentapropistas. Luego de la caracterización del sector informal (urbano), es posible considerar las principales características de

ocupación de hombres y mujeres en este sector. En primer lugar, la mayor concentración laboral de hombres y mujeres es observada en la categoría de cuentapropismo. Esta concentración de ocupación de ambos géneros coincide con el mayor número de hombres y mujeres trabajando en la rama de actividad comercial. Por lo tanto, los trabajadores informales son cuentapropistas del sector comercio, con una mayor participación de la mujer en esta última rama de actividad. Finalmente, al analizar la participación laboral del hombre y la mujer, por

Gráfico No 2: Paraguay: Población Ocupada por sexo según categoría de ocupación. 500000

Hombres Mujeres

PEA Total

400000 300000 200000 100000 0 EMPLEADO

EMPLEADO

OBRERO

OBRERO

EMPLEADOR O

CUENTA

FAMIL. NO

EMPLEADO

PUBLICO

PRIVADO

PUBLICO

PRIVADO

PATRON

PROPIA

REMUNERADO

DOMESTICO

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Gráfico No 3: Paraguay: Población Ocupada por sexo según rama de actividad económica. 60 00 00

H om b res 50 00 00

M u jeres

PEA Total

40 00 00 30 00 00 20 00 00 10 00 00 0 S e c tor A gric o la G an ad ero

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

In du s tria s M a nu fac tu rera s

C om erc io al po r m a yo r y m eno r

S ervic ios F in an c iero s

S e rvic io s B ás ic os


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

estratos poblacionales (deciles), se observa una tendencia constante y alta de participación de los hombres, y constante y baja para el caso de las mujeres a excepción del decil 6 en adelante cuando a mayores ingresos de las mujeres le corresponde mayor participación en el mercado laboral (Gráfico 6). La brecha de participación laboral entre hombres y mujeres es significativamente importante en los deciles

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más pobres de la población. Así, las mujeres de los estratos más bajos permanecen inactivas laboralmente en comparación a las mujeres ubicadas en los estratos más altos19. DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y OCUPACIÓN: no existen diferencias de ingre-

sos entre jefes masculinos o femeninos de familias, a excepción del decil más rico, donde la diferencia es favorable al

PEA Informal

Gráfico No 4: Paraguay: Población ocupada en el sector informal por categoría de ocupación. 180.000 160.000 140.000

Hombres Mujeres

120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 0

Empleado Privado

Obrero Privado

Empleador Patrón

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Trab. por Cuenta Propia

Trab. Fliar. Remunerad o

Gráfico No 5: Paraguay: Población ocupada en el sector informal por sexo, según rama de actividad. 2 0 0 .0 0 0 H om bres

PEA Informal

1 6 0 .0 0 0

M u je r e s

1 2 0 .0 0 0

8 0 .0 0 0

4 0 .0 0 0

0 In d u s tria s

C o m e r c io

S e rvic io s (*)

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . 19 Es importante destacar que cuando se analiza la participación laboral de hombres y mujeres, el universo no es la población económicamente activa (empleados, desempleados, subempleados, sector formal) sino la población en edad de traba-

jar (activos-inactivos). Por lo tanto si existe un porcentaje determinado de mujeres y hombres que no se encuentran en el mercado laboral es porque los mismos han decidido no buscar trabajo o no ingresar al mercado de trabajo.


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jefe masculino. En términos de ingresos familiares totales, los hombres obtienen mayores ingresos que las mujeres, siendo esta diferencia significativa en los sectores de empleo formal. Aún cuando el predominio laboral femenino se encuentra en el sector informal, la brecha de ingresos a favor de los hombres, en este sector, continúa siendo alta, situándose por encima del promedio latinoamericano. Como se observa en el Gráfico 7 la distribución de los ingresos de jefes de familias se presenta muy desigual para el Paraguay, con las cifras ya analizadas

anteriormente, comparando el decil más rico con el primer y tercer deciles más pobres. Sin embargo, otro fenómeno significativo a observar es la pronunciada diferencia existente entre el decil más rico y los dos deciles anteriores (8 y 9), que también son considerados de altos ingresos. Esta diferencia es de 2 o 3 veces a favor del decil más rico, indicando así una muy fuerte concentración de los ingresos en este último. Un tercer fenómeno a observar en la caracterización por desigualdad de las familias en el Paraguay es que no existe diferen-

Gráfico No 6: Paraguay: Participación Laboral por sexo según deciles de Ingreso (%). 1 Hombres 0,8 0,6 0,4 Mujeres 0,2 0 1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Gráfico No 7: Paraguay: Ingreso promedio del jefe de familia por deciles según sexo (en miles de Gs.). 1.800.000 1.600.000 1.400.000 1.200.000 1.000.000 800.000 600.000 400.000 200.000 0

HOMBRES MUJERES

1

2

3

4

5

6

'HFLOHV Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

7

8

9

10


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

cias entre hombres y mujeres como jefes de familia en términos de ingresos promedios en cada uno de los deciles, salvo en el decil superior (más rico) donde el jefe de familia masculino obtiene ingresos relativamente mayores que el jefe de familia femenino. Sin embargo, dejando de considerar los ingresos de jefes de familias, y observando los ingresos totales de hombres y mujeres, el comportamiento de ingresos familiares mensuales y la ocupación laboral muestran algunas variaciones importantes. Los mayores niveles de ingresos se observan, como era de esperar, en empleadores para ambos sexos, seguido del empleo público y del empleo en el sector privado (Gráfico 8). El cuentapropismo concentra uno de los niveles más bajos de ingresos y es el único tipo de ocupación donde las mujeres apenas superan a los hombres en asignaciones familiares mensuales. Como ya se ha visto, el trabajo de hombres y mujeres está concentrado mayormente en las tareas de cuentapropismo y como obreros privados; dos categorías que poseen los menores niveles de ingreso de toda la es-

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cala nacional; y donde los niveles de ingresos son parejos para ambos sexos. Para analizar la participación de hombres y mujeres en el mercado laboral paraguayo, la clasificación utilizada por la DGEEC entre sector formal y sector informal limita el entendimiento cabal del papel que juegan ambos sectores en la dinámica del trabajo. Es posible suponer que el sector informal laboral es predominantemente un fenómeno urbano. Sin embargo, una suma significativa de actividades agrícolas no puede ser considerada formal, desde el momento en que una porción alta del relacionamiento empleador-empleado en el campo no se inscribe dentro de las prácticas comunes de una venta libre de la mano de obra; como tampoco se inscribe el trabajo del pequeño agricultor que utiliza mano de obra familiar. Si a ello se agrega al empleo doméstico, que tampoco tiene las características estrictas de un trabajo formal, es probable que cerca del 50% o más de las actividades laborales del Paraguay formen parte del sector informal, definiendo el mismo

Gráfico No 8: Paraguay: Ingreso familiar mensual por tipo de ocupación según sexo (miles de Gs.). 2.500 2.000

Hombres

1.500

Mujeres

1.000 500 0 EMPLEADO

EMPLEADO

PUBLICO

PRIVADO

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

OBRERO PUBLICO

OBRERO PRIVADO

EMPLEADOR O PATRON

CUENTA PROPIA

EMPLEADO DOMESTICO


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

con un sentido más amplio que el adoptado por la DGEEC. En general se observa una mayor participación masculina que femenina en el mercado laboral, calculada sobre el total de personas activas en el país (66 a 34%), con un menor predominio en el sector formal urbano (56 a 44%). Este predominio de participación masculina también se repite en el sector informal urbano (60 a 40%). Sin embargo, si a este sector se agrega el trabajo doméstico urbano, el predominio es leve a favor de las mujeres (51 a 49%). En el sector rural, nuevamente el predominio masculino es abrumador (75 a 25%)20. Y aún cuando se suponga que buena parte del trabajo rural se inscribe dentro de una definición más amplia del trabajo informal, será fácil concluir que la participación masculina seguirá siendo predominante. Por lo tanto, también en esta categorización más amplia de la informalidad laboral, el predominio es de los hombres sobre las mujeres en todo el país Ahora bien, si se adopta esta definición más amplia del sector informal para caracterizar a la participación de la población femenina activa en el mercado laboral, se debe incluir además de las mujeres activas en el sector informal urbano, a las empleadas domésticas, y por lo menos a un 60% de las mujeres trabajadoras del sector rural (mayormente mano de obra familiar o remuneradas por debajo de los precios del mercado). Con esta definición, las mujeres activas en el Paraguay participan predominantemente en el sector 20 Cálculos realizados en base a datos de la Encuesta de Hogares 1997/98 de la DGEEC.

informal de trabajo, en una relación estimada, frente a la participación del mercado formal, de 64 a 36%21. Así y analizando solo los ingresos promedios en el sector formal urbano, los hombres ganan un 62% más que las mujeres. Esta diferencia a favor de los ingresos de los hombres es de 55% en el caso del empleo doméstico22, de 37% para el sector informal urbano, y de 35% para el sector rural (Gráfico 9). Aún cuando la diferencia mayor de ingresos entre géneros se observe en el sector formal urbano, solamente un 25% del total de mujeres activas participa en este sector. El 75% del total de mujeres activas participa de los sectores restantes que, de acuerdo a la definición asumida, contienen un alto grado de informalidad. En esos sectores las diferencias de ingresos son menores pero la brecha sigue siendo alta, teniendo en cuenta que el promedio latinoamericano de diferencia de ingresos entre hombres y mujeres en el sector informal es de 25%23. Educación y Participación Laboral: los años de educación aumentan mientras más altos sean los estratos de ingresos, existiendo una brecha significativa en oportunidades de educación entre el sector urbano y el sector rural. Los ingresos de los jefes de familia aumentan, a medida que avanzan en grados o ciclos educativos. Al mismo tiempo la diferencia de ingresos promedios entre jefes de familia es significativa en21 Ibid. 22 Dentro del empleo doméstico no solo se incluyen labores como limpieza, lavado, cocina y otras actividades hogareñas, sino también choferes, jardineros etc.. 23 Cálculos realizados a partir del Informe BID (Op. Cit.) y de la Encuesta de Hogares 1997/98 de la DGEEC.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

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tre ciclos educativos. Los jefes de familias varones solo ganan más que los jefes de familias mujeres en el ciclo universitario. El costo de participación de las mujeres en el mercado laboral es de dos o tres años más de estudio que los varones, principalmente en el ciclo universitario. Los varones se retiran más rápidamente que las mujeres del sector informal, cuanto mayor es el grado de educación.

gráfica, las diferencias son significativas. Los años de educación siempre son superiores en el área urbana, y la brecha con el área rural se va ahondando significativamente desde el tercio de menores ingresos hasta los deciles de mayores ingresos. Es notable comprobar que mientras la población de los deciles de más altos ingresos en el sector rural solo tienen de 4 a 6 años promedio de educación, sus pares en el sector urbano poseen de 10 a 12 años Gráfico No 9: Paraguay: Ingresos promedios por sectores en promedio educade ocupación. tivo. 1.200.000

Entre los tres y doce años de educa800.000 ción, la composición 600.000 tanto de hombres 400.000 como mujeres en el 200.000 mercado laboral forSector Formal Sector Informal Empleo Sector Rural mal se mantiene alDoméstico Urbano Urbano rededor del 40 al Fuente: Encuesta de Hogares 1997/98.DGEEC. Los cálculos son hechos solamente en 50% del total de parbase a Ingresos promedios obtenidos mediante la fórmula ingresos actividad principal + ticipación activa de ingresos Actividad secundaria + ingresos otras actividades. ambos sexos. Esta solo crece hasta llegar a casi 100% con los años de educaComo ya se ha observado, la difeción universitaria. Conociendo que solo rencia educacional entre el decil más rico y el 30% más pobre es una rela- un porcentaje mínimo de la población ción promedio de10 a 4 años de estu- posee educación universitaria, se dedudio. Sin embargo la diferencia de años ce que la mitad o más de la participade estudio entre hombres y mujeres ción laboral en el Paraguay no se realien cada uno de los deciles, en el total za necesariamente en el sector formal país, no se muestra significativa. Una de la economía24. A su vez, y a partir aproximación a la educación en áreas de la culminación de la educación seurbana y rural, muestra que las dife- cundaria se presenta una diferencia en rencias en años de estudio son más no- la participación del hombre y la mujer tables a favor de los hombres en los en el sector laboral formal (Gráfico 11). deciles más bajos de ingresos, mientras que estas diferencias se minimizan en 24 Esto demuestra que aún cuando la Encuesta de Hogares los deciles más altos. Al examinar los solo obtiene datos para el sector informal urbano, el tipo de años de educación en estratos trabajo informal también se extienda al sector rural, donde poblacionales de acuerdo al área geo- una nueva definición de informalidad es necesaria elaborar. Hombres

1.000.000

Mujeres


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Esta diferencia puede estar explicada por la preferencia del mercado laboral a la mano de obra masculina en edad universitaria, lo que hace que el costo para que la mujer recupere una posición de igualdad de participación signifique entre uno y tres años de educación superior, como mínimo. Pero esta diferencia, aunque menor, también se observa en las escalas inferiores de instrucción para ambos sexos. Con solo los primeros tres años de educación primaria, el mercado laboral formal prefiere la mano de obra masculina, y la mujer debe culminar sus estudios pri-

marios para que su participación sea similar a la del hombre.

Al comparar la relación entre años de estudio e ingresos a nivel país, para jefes de familia, en el Gráfico 12, se observa, en primer lugar, que los ingresos promedios mensuales aumentan, a medida que se avanza en los ciclos de educación. En segundo lugar, que los ingresos de jefes de familias con instrucción universitaria son dos veces mayores que aquellos con instrucción secundaria, y que las proporciones de esta brecha se vuelven a presentar cuando la se comparan los ingresos entre inso Gráfico N 10: Paraguay: Años de educación promedio setrucción secundaria y gún deciles de ingreso en áreas urbana y rural. primaria. En tercer 14 lugar, que en cada Qy12 Urbana Rural uno de los ciclos eduLF DF 10 cativos los ingresos XG 8 alcanzan niveles si( HG 6 V milares para homRx 4 bres y mujeres jefes $ 2 de familia hasta la fi0 nalización de la edu1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 cación secundaria. 'HFLOHV Con la educación terFuente: DGEEC EIH 1997/98 . ciaria, los ingresos son mayores para los varones, pero solao Gráfico N 11: Participación del Hombre y la Mujer en el mente en un 15% sumercado laboral formal por años de estudio. perior al ingreso de 14 las mujeres. Esta Urbana Rural Qy12 misma relación se LF 10 vuelve a presentar FDX G( 8 cuando el área estu H GV 6 diada es la urbana. R x$

4 2 0

1

2

3

4

5

6

'HFLOHV

7

8

9

10

Fuente: Encuesta de Hogares 1997/98. DGEEC. Obs: La definición de sector formal aquí es la adoptada por la DGEEC (formal urbano, sector rural y empleo doméstico).

En cambio, al analizar el comportamiento de la tendencia en el sector rural las brechas entre in-


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

51

y mujeres en el mercado laboral es decreciente, en la medida que aumentan 1400000 los años de educa1200000 ción. Como era de esHombres VH 1000000 perar, esta tendencia Mujeres tQ 800000 DU es contraria a la parDX 600000 ticipación en el mer* 400000 cado laboral formal 200000 vis-a-vis años de edu0 cación. Pero aún Sin Instrucción Primaria Secundaria Terciaria cuando una mayor 1LYHO (GXFDWLYR participación en el Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . mercado informal se observe con menos años de educación, las mujeres no se gresos y años de educación son mayoencuentran precisamente rezagadas en res si se trata de hombre o mujer, a partir de la culminación del tercer año años de educación para alcanzar el nibásico del colegio secundario. Desde esa vel de participación masculina en el franja de educación, resulta muy difí- mercado laboral. Aunque es interesancil que la mujer alcance los mismos ni- te notar que una brecha importante se veles de ingreso que el hombre en el observa entre los ocho y once años de campo, aún cuando la mujer llegue a educación, momento en que el descenculminar sus estudios universitarios. so de participación masculina en el merDe todas maneras, y suponiendo que cado informal es más rápido, mientras la mayor parte de la población rural po- permanece alta la participación femesee 6 o menos años de educación, las nina. Esta brecha estaría indicando mabrechas de ingresos entre ambos sexos yores posibilidades de trabajo para las mujeres en el sector informal, antes que no tendrían una significancia mayor. en el sector formal, con los mismos años En el caso del sector informal urba- de instrucción escolar. no, la participación activa de hombres

Gráfico No 12: Paraguay: Ingreso familiar mensual per cápita por sexo según nivel educativo del jefe de familia, 1997/98.

Gráfico N 13: Ingreso familiar mensual del jefe de familia/educación. Área rural (Gs. mensuales). o

1.2 00 .0 00 ,0 0

H o m b re

1.0 00 .0 00 ,0 0 8 0 0 .0 00 ,0 0 6 0 0 .0 00 ,0 0 4 0 0 .0 00 ,0 0

M u je r

2 0 0 .0 00 ,0 0 0,0 0 0

1

2

3

4

5

6

7

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9

10

11

$xRV GH HGXFDFLyQ

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

12

14

15

16

17

18

ÁREA GEOGRÁFICA, TAMAÑO DE LA FAMILIA Y EDUCACIÓN: el

tamaño promedio de hogares paraguayos es de 5 a 8 miembros, localizados mayoritariamente en el sector rural. Las familias de 2 a 4 miembros se ubican preferentemente en el


52

ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 2

GrĂĄfico No 14: Paraguay: ParticipaciĂłn laboral del hombre y la mujer en el sector informal segĂşn aĂąos de estudio. Sector urbano. 70,0

08-(5

60,0 50,0

%

40,0

H20%5(

30,0

del ingreso nacional, se observa claramente que la concentraciĂłn de los ingresos familiares se establece en las ĂĄreas urbanas del paĂ­s.

20,0 10,0 0,0 0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

AĂąos

Fuente: DGEEC “EIH 1997/98”.

sector urbano. La mayor parte de la poblaciĂłn paraguaya ubicada en los deciles de mĂĄs altos ingresos, reside en ĂĄreas urbanas. En conclusiĂłn, las familias mĂĄs numerosas y mĂĄs pobres viven en el ĂĄrea rural. En tĂŠrminos de la desigualdad y su distribuciĂłn por ĂĄreas geogrĂĄficas, como era esperado, se demuestra que la mayorĂ­a de los hogares mĂĄs pobres residen en el ĂĄrea rural, mientras que la proporciĂłn de hogares que tienen residencia en el ĂĄrea urbana pertenecen a estratos de ingresos medios y altos. Si se consideran solamente a los deciles 8, 9 y 10 que representan mĂĄs del 60%

13

La concentraciĂłn de menores ingresos 14 15 16 17 18 en el sector rural tambiĂŠn puede ser medido por los promedios de ingreso per cĂĄpita. AsĂ­, en el sector urbano, el 30% mĂĄs pobre tiene ingresos tres veces superiores al 30% mĂĄs pobre en el sector rural, mientras que los ingresos del 10% mĂĄs rico en el sector urbano duplican a los ingresos del decil mĂĄs alto en el sector rural. En promedio, los ingresos urbanos son dos veces superiores a los ingresos rurales.

En general, es posible afirmar que las familias menos numerosas se encuentran asentadas en las åreas urbanas, mientras las mås numerosas en las åreas rurales. Sin embargo, y teniendo en cuenta que el promedio familiar del Paraguay es de 6 personas, en el Gråfico 16 se observa que Gråfico No 15: Distribución de la población por årea según este promedio se redeciles de ingreso. Paraguay 1997/98. parte proporcionalmente igual entre el årea rural y el årea yQL urbana. No significa DFO RE3 necesariamente ello D O HG que el tamaùo de la H MD WQ familia no incide en la Urbana Rural HF UR distribución del in3 greso. Si la menor cantidad de ingresos 'HFLOHV GH ,QJUHVR se halla concentrada Fuente: DGEEC “EIH 1997/98”. Nota: Los cålculos son por ingreso promedio. en el årea rural, como


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

se verificaba anteriormente, estos ingresos se distribuyen mĂĄs desigualmente entre familias rurales antes que familias urbanas, con la misma cantidad de miembros. Esto Ăşltimo tambiĂŠn es verificable cuando se comparan ingresos acumulados por distintos tamaĂąos de hogares. La diferencia de ingresos por tamaĂąo de las familias paraguayas es bastante significativa al observar el GrĂĄfico17. Si el promedio de familias paraguayas se ubica en hogares de 5 a 8 miembros, resulta claro que aquellas familias de 2 a 4 miembros son las que gozan de una situaciĂłn de bienestar mĂĄs holgada, y cuyos ingresos promedios son dos veces y medio mayor a los ingresos del tamaĂąo de hogares mĂĄs numerosos. Las familias de 2 a 4 miembros se ubican mayoritariamente en ĂĄreas urbanas (65%), y las de 5 a 8 miembros en ĂĄreas rurales.

53

mente en el caso de la participaciĂłn laboral masculina, pero con variaciones en la participaciĂłn femenina. La educaciĂłn incide para la determinaciĂłn de un menor nĂşmero de hijos, mayormente en aquellas madres con instrucciĂłn universitaria. Un aumento en el nĂşmero de hijos por hogar, implica una mayor deserciĂłn escolar, especialmente para los adolescentes.

Si se analiza la cantidad de hijos por familia en cada uno de los deciles de población, se encuentra, como es de esperar, que los grupos familiares mås grandes se hallan concentrados en los deciles mås pobres de la población (entre 4 a 6 hijos), mientras que los grupos familiares pequeùos (menos de 2 hijos) se concentran en los deciles de mayores ingresos. Existe, al mismo tiempo una tendencia de mayor participación en el mercado laboral, cuando mayor es el número de hijos. Ello se comprueba claramente en el caso de Existe una tendencia hacia una ma- los hombres, pero no necesariamente yor participación en el mercado laboral en el caso de las mujeres. En los grucuanto mayor es el tamaùo de las fami- pos familiares que poseen 1 a 5 hijos, lias. Esta tendencia se observa clara- la participación femenina en el mercado laboral es decreciente, a medida que Gråfico No 16: Distribución de los hogares en sectores uraumenta el número bano y rural por la composición númerica de los mismos. de hijos. Contrariamente a lo que suceUrbana Rural de en los grupos famiOD UX liares de 6 a 8 hijos 5 donde la participación QRD EU femenina aumenta 8 Qy significativamente. LF LV Así, mientras que la RS P participación femeniR& na en el mercado la D D D \ boral es pråcticamen&DQWLGDG GH PLHPEURV GH IDPLOLD te igual a la del hombre en familias de 1 a Fuente: DGEEC “EIH 1997/98”.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

2 hijos, esta igualdad porcentual se vuelve a presentar en las familias de 6 a 8 hijos donde, incluso la participación femenina es relativamente mayor.

yor educación de la madre, le corresponde un menor número de hijos. En el caso paraguayo se cumple esta correlación siendo mayor el número de hijos para madres que han terminado Otro relacionamiento de variables solamente la escuela primaria, en relainteresante de analizar es el tamaño de ción a los años siguientes de estudio, la familia y la educación de las madres. cuando se observa una tendencia deSe supone, generalmente, que a una ma- creciente en el nacimiento de niños. Sin embargo, el promedio de hijos de Gráfico No 17: Ingreso familiar mensual* promedio por canmadres que han tertidad de miembros de la familia según indicador. Paraguay minado el ciclo se1997/98. cundario de educación es apenas menor Promedio que el promedio con OLDL P madres del ciclo priD) 12 y + D OH mario. Así, si bien es GV 9 a 12 cierto comprobar RU E que la educación 5 a 8 HP L 0 HG puede estar deter G 2a4 DG minando el tamaño LW QD 1 de la familia, en el & caso paraguayo esta 0 200000 400000 600000 800000 1000000 1200000 determinación es *XDUDQLHV 0HQVXDOHV más visible recién a partir de la educa* Percápita, deflactado temporal y geográficamente. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . ción universitaria. Gráfico No 18: Paraguay: Participación del hombre y la mujer en el sector formal por número de hijos. 105% 100%

Mujer

95% 90%

MHD 85% QWH 80% FU R3 75% 70% 65% 60%

Hombre

55% 1

2

3

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5

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7

8

1~PHUR GH KLMRV Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

9

10

11

12

13

La relación entre tamaño de la familia y educación, también puede ser medido por la incidencia que el número de hijos de los grupos familiares pueda tener sobre la retención escolar, o sobre las posibilidades de los mismos hijos de contar con un mayor o menor grado de educación. En una


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Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

Gráfico No 19: Promedio de hijos según años de educación de la madre. Años de Educación

3,3 3,1 2,9 2,7 2,5 2,3 2,1 1,9 1,7 1,5 0

1

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15

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18

Número de hijos Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Años de Educación

Gráfico No 20: Educación de los hijos de 15 y 21 años por número de hijos de la madre. 11 10 9 8 7 6 5 4

De 21 años

De 15 años 1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

Número de hijos Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

familia de dos hijos, aquel que posee una edad de 21 años, tiene un promedio de escolaridad un poco mayor a diez años, reduciéndose en dos años esta escolaridad cuando el número de hijos aumenta a cuatro, y con una reducción de escolaridad de tres años, cuando los hijos suman seis en una familia. Una tendencia similar se observa con los hijos de 15 años que también ven reducir su escolaridad a medida que aumenta el número de hijos en el hogar. Un aumento de los hijos en el hogar implica, principalmente, la necesidad de mayores ingresos para solventar la educación, lo que hace que aumente la deserción escolar ya sea por una reducción de los ingresos familiares, o lo que

es lo mismo, una necesidad de los hijos mayores de emplearse para aumentar el ingreso familiar. GRUPOS IDIOMÁTICOS Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO: los estratos de in-

gresos más bajos en Paraguay no hablan castellano, en oposición a lo que sucede en otros estratos más altos, donde el predominio es del bilingüismo y del castellano. A diferencia del área urbana, el guaraní como único idioma predomina en todos los deciles del área rural. Si el guaraní es un impedimento para acceder a los estratos de ingresos más altos en el área urbana, este impedimento no necesariamente se manifiesta en el área rural.


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Finalmente, pero no por ello menos importante, el Paraguay presenta una particularidad idiomática que se encuentra fuertemente vinculada con la educación y con los niveles de ingresos de la población. Existe un 40% de la población que solo maneja el lenguaje nativo (guaraní) y un 10% de la población que solo utiliza el lenguaje castellano u otro idioma extranjero. Si a ello se agrega que prácticamente toda la población bilingüe del país (50%) tiene como lengua madre el idioma nativo, se entiende perfectamente el peso de este último en la estructura lingüística y educativa del país. En los tres deciles más pobres de la población paraguaya, el idioma castellano es prácticamente desconocido, y el grado de bilingüismo es ínfimo. Los pobres en el Paraguay solo hablan el idioma nativo. El uso de guaraní es decreciente a medida que se avanza hacia los deciles medios y altos, y por el contrario es creciente el bilingüismo. El porcentaje de jefes de familias que solo manejan el idioma castellano es significativo solo en el decil más rico de la población.

Sin embargo, se observa que, a pesar de producirse un descenso del número de jefes de familias que hablan solamente guaraní, a medida que se avanza hacia los estratos más altos de ingreso, el porcentaje de jefes de familia de habla guaraní todavía es significativo en los deciles 8 y 9 de ingresos. La pregunta que surge es si el idioma guaraní no necesariamente se convierte en un impedimento para la acumulación de ingresos en el país. Aparentemente la respuesta sería afirmativa si se observa al área rural donde el predominio del idioma guaraní es muy amplio en prácticamente todos los estratos de ingresos. No así en el área urbana, donde en los estratos que concentran la mayor cantidad de ingresos predominan el castellano y el bilingüismo. Los ingresos urbanos duplican o triplican a los ingresos en los estratos rurales, por lo que el predominio concentrado del guaraní en áreas rurales estaría, explicando, en todo caso, un menor grado de educación y menores niveles de ingresos. Desde el momento en que el factor idiomático se encuentra fuertemente vinculado a los

Gráfico No 21: Idioma del jefe de familia según deciles de ingreso. Paraguay 1997/98. 100 90 80

Guaraní

70

Porcentaje

60 50 40 30 20

Guaraní y catellano Castellano Otro

10 0 1

2

3

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6

Deciles de Ingreso Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

7

8

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10


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

niveles de educación, no debe sorprender que el guaraní sea el idioma predominante en el área rural donde, además, se manifiestan menores años de estudio que en el área urbana, como se había comprobado con anterioridad.

57

ticas de la distribución del ingreso en el país.

%

Definitivamente, los menores ingresos se encuentran concentrados en el área rural donde, al mismo tiempo, los niveles de educación son significativaLos datos analizados de la encuesta mente inferiores que en el área urbade Hogares 1997/98, indican que los na, y en donde, inversamente, el tamaniveles de desigualdad son sustanciales ño de las familias es significativamente en el Paraguay, mayores que el prome- superior al tamaño de hogares en el área dio latinoamericano, y que las variables urbana. La existencia de menores inde tipo de inserción laboral, educación gresos distribuidos entre un grupo nuy tamaño de las familias constituyen meroso de personas, como es el caso herramientas adecuadas, aunque no de las familias rurales, impide un nivel suficientes, para explicar las caracterís- más alto de educación de los miembros familiares, lo que a su vez imposibilita poGráfico No 22: Paraguay: % de población según idioma hasiciones ocupacionablado por deciles de ingreso en el área urbana. les mejor remunera80 das, todo lo cual terGuaraní 70 mina nuevamente en 60 ingresos menores o Guaraní y castellano 50 40 estancados, cerrando 30 Castellano este circulo vicioso. 20 10 Con mejores oportuOtro idioma 0 nidades laborales y 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 educacionales en el Deciles área urbana se presentan posibilidades Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . de romper este circulo vicioso y avanzar Gráfico No 23: Paraguay: % de población según idioma hahacia mayores ingreblado por deciles de ingreso en el área rural. sos familiares. 100

%

80 Guaraní

60 40 Castellano

20

Guaraní y castellano

Otro idioma

0 1

2

3

4

5

Deciles Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

6

7

8

9

10

Sin embargo, en el caso paraguayo, se observa una concentración muy alta de ingresos en el 10% más rico de la población. El nivel de ingresos de este estrato no solo es exageradamente superior a


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los estratos de menores ingresos, sino significativamente más elevado que los ingresos de estratos medios y altos medios. Al separar al 10% más rico de la estructura socio-económica del Paraguay, la desigualdad en la distribución de ingresos es definitivamente menor25. Esta sustancial diferencia puede estar explicada tanto por el tipo de ocupación predominante, como por el acceso a los diversos niveles de educación. Así, la estructura laboral y productiva paraguaya se caracteriza por la presencia de cuentapropistas y obreros de la empresa privada, las dos categorías ocupacionales que incluyen los menores niveles de ingresos familiares. El predominio de estos tipos de ocupación es coincidente con niveles educativos bajos de la población paraguaya, por lo que no es extraño observar que los ingresos de miembros familiares con educación universitaria duplican a aquellos con educación secundaria, y los ingresos de estos últimos duplican a aquellos que solo poseen educación primaria. En el Paraguay solo un 6% accede a la educación universitaria y un 27% a la educación secundaria. Más del 60% de la población tiene educación primaria o es analfabeta26. De la situación anteriormente descripta, no escapa el sector urbano. Las cifras muestran una marcada diferencia entre este decil y los siguientes de menores ingresos, en el sector. Entonces, y aún con mayores oportunidades educacionales y de empleos mejor 25 De acuerdo a cálculos realizados con datos de la Encuesta de Hogares 97/98, el Coeficiente de Gini disminuye de 0.52 a 0.41, si el 10% más rico de la población no es tenido en cuenta. Este mismo coeficiente cae a 0.36 en el área urbana, pero se mantiene en 0.42 en el área rural. 26 Datos extraídos de la Encuesta de Hogares 1997/98.

remunerados, persiste una muy desigual distribución del ingreso en las ciudades y pueblos del país. Se podría concluir, entonces, que el acceso a niveles educacionales y de empleo óptimos en el Paraguay se encuentra muy restringido. Pero además de ello, las desigualdades de ingreso en el país, demuestran que este problema no es rural ni urbano, sino que responde a otras causas diferentes a aquellas de un simple atraso económico y social del campo frente a la ciudad27. Por otro lado, la participación laboral de la mujer, los ingresos de las mujeres, y la incidencia de los grados de educación de la mujer sobre su participación en el mercado de trabajo, sobre el tamaño del hogar, y sobre la educación de los hijos, presentan características similares en el Paraguay frente a este comportamiento en los demás países latinoamericanos. Una menor participación de la mujer en el mercado laboral frente al hombre, principalmente en los estratos de bajos ingresos, contribuye a explicar la desigualdad en la distribución de los ingresos; sobre todo cuando la participación laboral de la mujer en los estratos altos en Paraguay es casi 3 veces mayor que en los estratos más bajos; y cuando menos de un cuarto de las mujeres en edad de trabajar en estos últimos estratos, deciden ingresar al mercado laboral. Mientras que para los hombres, los bajos grados educativos no se convierten en obstáculo alguno para la participación en el mercado laboral, en el Pa27 Este atraso no solo se refiere a menores niveles de ingresos en áreas rurales, sino también a un menor acceso a servicios básicos como el agua potable, la telefonía, electricidad, salud, educación, vivienda y caminos transitables.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

raguay, el caso parece presentarse diferente para las mujeres. Los grados de participación laboral aumentan cuando se incrementan los ingresos de las mujeres y por tanto también aumentan las oportunidades de educación. La educación incide, entonces, sobre las decisiones de las mujeres de participar en el mercado laboral paraguayo. Es posible que tanto el tamaño del hogar como factores culturales se encuentren también explicando una menor participación de la mujer en el mercado laboral, especialmente en los sectores de más bajos ingresos. Sin embargo, la educación de las mujeres no incide significativamente sobre el número de hijos. Las familias paraguayas son normalmente numerosas, y solo las mujeres con grados universitarios deciden tener menos hijos que el resto de la población femenina. Aparte de una menor participación laboral de las mujeres, los ingresos de la mujeres son siempre menores a los ingresos de los hombres, aún en el sector laboral informal, en donde la presencia femenina es mayoritaria. Esta diferencia marcada de ingresos entre hombres y mujeres en el Paraguay, también se agrega como otro factor explicativo de la marcada desigualdad de ingresos existentes. Pero ¿cuáles son las variables que se encuentran determinando con mayor peso las diferencias de ingresos en el Paraguay?. Los determinantes de la desigualdad familiar en el Paraguay: un cálculo alterna-

tivo al coeficiente de Gini para medir la desigualdad de los países, son los llamados coeficientes de Entropía Gene-

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ralizada que permiten, por un lado, medir la desigualdad por rangos de ingresos (intra y entre grupos), y por otro lado, al permitir una descomposición de estos rangos, también hacen posible analizar variables o atributos que determinan la distribución del ingreso, como el peso específico de estas variables en la explicación de esta distribución. La elaboración de estos coeficientes se inscriben dentro de lo que se han denominado las aproximaciones axiomáticas a la medición de la desigualdad de ingresos28. Los coeficientes son tres. El primero de ellos es más sensible a los rangos o deciles más bajos (pobres) de la distribución de ingresos. El segundo, o Indice de Theil, tiene una sensibilidad constante a lo largo de la distribución. Y el tercer coeficiente es más sensible en los deciles más altos de la distribución de ingresos. En un estudio reciente sobre pobreza y distribución del ingreso en el Paraguay, Marcos Robles compara los resultados del coeficiente de Gini con los alternativos de Entropía Generalizada (Tabla 3), encontrando que la desigualdad es definitivamente mayor en el Paraguay con estos últimos cálculos, especialmente cuando se observa el primer coeficiente. Observando cada uno de los coeficientes, las desigualdades más altas se concentran en el Resto Urbano y en la zona Rural, que son las áreas con más bajos ingresos; mientras que el área con menor desigualdad es la zona central urbana. Teniendo en cuenta el segundo índice (E0) como el más sensible a los deciles más pobres de la población, y el cuarto 28 World Bank. Inequality Measurement and Decomposition en www.worldbank.org/poverty/inequal.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Tabla No 4: Desigualdad de la distribución de ingresos en Paraguay,1997/98. Coeficientes de desigualdad*

Áreas Geográficas

Gini

E(0)

E(1)

E(2)

Asunción Central Urbano Resto Urbano

0,4440 0,3894 0,5296

0,3448 0,2672 0,5289

0,3664 0,2750 0,5673

0,5673 0,3890 1,2122

Urbano Rural

0,4738 0,5285

0,4178 0,5659

0,4329 0,5326

0,7733 1,1552

Total

0,5228

0,5628

0,5320

1,0112

Fuente: Elaborado a partir de cálculos realizados por Marcos Robles. «Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay 1997/98». DGEEC, Julio 1999. * Gini es el coeficiente de Gini, E(0) el promedio del logaritmo de la desviación, E(1) el ídice de Theil y E(2) la mitad del cuadrado del coeficiente de variación.

índice (más sensible a deciles más altos), la zona rural es la que presenta la desigualdad más pronunciada29.

tiva para entender la desigualdad, en los últimos años30.

Haciendo uso de los coeficientes de desigualdad alternativos al Gini, Robles compara el comportamiento de los ingresos entre 1995 y 1998, utilizando diversas variables explicativas a la distribución del ingreso. En este análisis, el autor encuentra que tanto la educación como el tipo de actividad económica del jefe de hogar son las variables más importantes para explicar la desigualdad en el Paraguay. En el caso de los estratos más pobres (E0), los años de estudio del jefe de familia son los que aparecen con mayor peso para entender la desigualdad; mientras que en los estratos medios, la variable explicativa más relevante es el tipo de actividad económica; y la ubicación geográfica es la variable más importante para entender la desigualdad entre los estratos más ricos de la población. Asimismo, se afirma que la participación de la mujer en el mercado laboral empieza a adquirir una importancia rela-

Una explicación alternativa y complementaria a la ofrecida por Robles, se intentará realizar utilizando las mediciones de la Entropía Generalizada para entender los determinantes de mayor peso en la desigualdad de distribución de ingresos del Paraguay. Se utilizará solo los datos de la Encuesta de Hogares 1997/98 y como variable dependiente tanto al ingreso familiar, como al ingreso individual. Entre los atributos o variables explicativas seleccionadas no se incluye al servicio eléctrico de las viviendas, como tampoco la edad de los miembros familiares. La selección de los atributos se ha realizado en base a los factores analizados anteriormente para entender la concentración y distribución de ingresos en el Paraguay: actividad económica, educación o estudios, tamaño de la familia, sectores laborales, participación laboral de la mujer e idiomas. A estos factores se han agregado otros dos que son parte de la formación de ingresos de

29 Robles, Marcos. Op. Cit. pp 84-85.

30 Robles, Marcos. Op. Cit. p. 85.


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

las familias: tenencia de activos que generan renta, y transferencias de activos a las familias. El área o dominio geográfico no se ha utilizado como atributo, sino que se han construido los índices de desigualdad en función a la observación de los impactos diferenciados de las variables en zonas urbanas o rurales. Entre los atributos considerados, la actividad económica se ha agrupado en cinco sectores poblacionales: agrícola y minería, industrias y construcción, comercio, servicios, y servicios básicos. En el caso de la educación, la población se divide en cuatro grupos atendiendo los grados de estudios: sin estudios, primarios, secundarios, y universitarios. Los grupos de familias por tamaño son cuatro: En cuanto a los sectores laborales, la población urbana se distingue entre aquellos que activan en el sector laboral formal y aquellos que lo hacen en el sector informal, por ocupaciones; lo mismo que la población rural. Las mujeres se clasifican en dos grupos: aquellas que participan y aquellas que no participan del mercado laboral. El atributo idioma es clasificado en cinco grupos poblacionales: guaraní, bilingüe, castellano, otro idioma, y no habla. Tanto en el caso de la tenencia de activos que generan renta como transferencia de activos a las familias, el tratamiento es similar a la participación laboral de la mujer31. En la medición de ingresos familiares, para las variables sexo, idioma, actividad eco31 Aquí se entiende por activos a propiedades inmuebles o viviendas, gastos en maquinarias y equipos, capital operativo, créditos. Es decir todos aquellos que se agregan a los ingresos corrientes de los miembros familiares y que pueden contribuir a una mayor capacidad de compra o inversión de los individuos.

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nómica y estudios, se miden los ingresos promedio de los jefes de familia, mientras que la medición para el resto de las variables son de ingresos promedios del total de miembros familiares. En términos de los ingresos familiares tanto el sexo de los jefes de familias como las transferencias de activos a las familias, no tienen ninguna incidencia como determinantes de la desigualdad de los ingresos. Esta nula incidencia es válida tanto para el área urbana como para el área rural. Los años de estudio del jefe de familia se constituyen en el principal atributo para explicar la desigualdad de los ingresos en el área urbana. El peso de este atributo sobre la desigualdad es constante en toda la escala de estratos de ingresos (E1), y se siente con más fuerza entre los estratos de más bajos ingresos (E0). El componente educativo no deja de ser significativo para explicar las desigualdades en los deciles más altos de ingresos. El efecto de la educación sobre las desigualdades pareciera no ser tan intenso en el área rural. Sin embargo, al analizar la variable idioma, el peso específico es mayor sobre las desigualdades. Teniendo en cuenta que el manejo de un solo idioma como el guaraní es determinante en la capacidad de avanzar educativamente, tanto la variables estudios como idioma se encuentran íntimamente relacionadas. Además, el predominio del idioma guaraní es mayor en el campo que en las zonas urbanas Por lo tanto el factor educativo es altamente determinante en una desigual distribución de ingresos en la zona rural. Pero una asociación de idiomas con años de estudios en la zona urbana


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

es aún más determinante para explicar la desigualdad, especialmente en los estratos de menores ingresos, como se observa en los resultados de la Tabla 4. Con ello, lo que claramente se deduce es que menores años de estudio y poco manejo del idioma castellano en áreas urbanas se convierten en limitantes mayores para reducir las desigualdad de ingresos en el área urbana, más aún que en el caso de las áreas rurales. O lo que es lo mismo, la educación y el idioma son más determinantes para entender la inequidad en zonas urbanas que en zonas rurales. Tan o más importante que el factor educación es el tamaño de las familias, para explicar las inequidades en el área rural. Este atributo es significativo a lo largo de la escala de ingresos, y más concentrado en los estratos de menores ingresos. Como era de esperar, el tamaño de la familia no es una variable explicativa fundamental de la desigualdad en el área urbana. Si a mayor tamaño de la familia le corresponde menores ingresos, las cifras que arrojan los cálculos para este atributo, no hacen más que confirmar que las familias más numerosas y más pobres se concentran en el campo. El tercer factor más importante para explicar las desigualdades de los ingresos familiares, es la participación laboral de la mujer. Es decir que una mayor participación laboral femenina en ciertos grupos familiares, frente a otros donde la participación laboral femenina es menor o nula, contribuye a una mayor desigualdad entre estratos de ingresos de la población. Como se había observado anteriormente, la mayor participación laboral femenina se sitúa

en los estratos de más altos ingresos. En la Tabla 4 se puede comprobar que son los estratos más bajos de ingresos los más sensibles a la desigualdad provocada por una mayor o menor participación laboral femenina (E0) tanto en el área urbana como en el área rural. De todas maneras, el Índice de Theil (E1) para este atributo, está indicando una alta sensibilidad de este atributo en todos los estratos de ingresos, con un efecto un poco mayor en el área rural. La actividad económica del jefe de familia es un atributo también importante para explicar la desigualdad en el área rural, no así en el área urbana. La alta concentración del trabajo en la pequeña agricultura y en la ganadería, como en actividades comerciales, mayormente informales, muy posiblemente expliquen tanto ingresos rurales bajos, y la diferencia del promedio de estos ingresos con el decil más alto de ingresos en el área rural. Finalmente, la tenencia de activos que generan renta contribuye parcialmente a entender la desigualdad en el sector urbano, mientras que su incidencia en el sector rural es prácticamente inexistente. En resumen se puede afirmar que los atributos educación e idioma (muy vinculados) son los mayores determinantes de la desigualdad en el sector urbano, ubicándose como segundo atributo más determinante la participación laboral femenina. En el sector rural, también el conjunto idioma- educación aparece como el determinante principal de la desigualdad. Sin embargo, en la determinación de las desigualdades de ingresos participan también otros atributos con pesos relativos similares


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

como el tamaño de la familia, las actividades económicas del jefe de familia, e igualmente, la participación laboral femenina.

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participación laboral femenina, pierden sus significación como atributos determinantes de la desigualdad. De todas maneras, y para el propósito de este estudio, es el comportamiento de los atributos como determinantes de ingresos familiares aquel que interesa analizar para entender la distribución de ingresos entre grupos familiares en el Paraguay.

Si los valores de la inequidad son considerados a partir de los ingresos individuales, en lugar de los ingresos familiares (segunda mitad de la Tabla 4), prácticamente todos los atributos pierden fuerza como determinantes explicativos de la desigualdad. Sin embargo, los atributos educación-idioma se mantienen como factores explicativos relevantes, con mucha más incidencia en el área urbana que en el área rural - en comparación al caso de los ingresos familiares. También las actividades económicas continúan siendo relevantes, siempre con mayor relevancia en el área rural que en la urbana. Tanto el tamaño de la familia como la

LOS INGRESOS Y LOS DETERMINANTES DE LA DESIGUALDAD FAMILIAR: la distri-

bución de los ingresos es una de las causas de un mayor o menor bienestar de las poblaciones, y por lo tanto de un mayor o menor grado de pobreza, como se afirmaba al inicio de este trabajo. Existen múltiples factores que inciden sobre la formación de los ingresos para determinar los grados de bienestar de un país o una región. Estos factores

Tabla No 5 Ingreso Familiar Per Cápita Deflactado Ingreso Individual Total Deflactado Geográfica y Temporalmente Temporalmente

Variables utilizadas en el estudio de la Entropía Generalizada Sexo Idioma Actividad económica Estudios Sector formal/informal

Urbano

Rural

Urbano

Rural

Indices de Desig

Indices de Desig

Indices de Desig

Indices de Desig

E(0) E(1) 0,40

0,38

16,87 15,65 4,63

4,14

E(2) E(0) E(1)

E(2)

E(0) E(1)

E(2) E(0) E(1)

0,21

0,00

3,92

3,50

1,49 3,86

3,96 1,95

8,81 12,98 16,06

9,00 12,93 11,11

4,72 7,90

9,32 5,32

2,18 12,95 14,64

7,23

25,59 26,25 16,84

0,00

0,00

E(2)

8,24 11,18

0,53 10,83 13,85 9,40 10,05 5,25

7,28 25,87 26,07 13,58 8,84 11,56 7,85

0,70

0,67

0,37

-

-

-

4,80

4,12

-

-

-

3,36

3,95

2,04

-

-

Tamaño de la familia

8,31

7,68

4,44 18,66 19,33

9,70

0,90

0,74

0,29 0,68

0,70 0,33

Tenencia de activos que generan renta

6,45

7,49

5,18

2,39

3,60

2,53

3,53

3,72

1,89 1,25

1,65 1,06

1,26

1,15

0,62

0,01

0,00

0,00

2,28

1,96

0,81 3,83

3,91 1,90

7,69 13,08 15,61

8,62

0,82

0,76

0,33 0,53

0,59 0,34

Ocupación rural

Transferencias de activos a las familias Participación laboral de la mujer

13,11 12,93

1,76

-

- 0,53

-

-

0,59 0,31

Fuente: Cálculos realizados a partir de la EIH 97/98. E(0) = el promedio del logaritmo de la desviación. E(1) = el índice de Theil. E(2) = la mitad del cuadrado del coeficiente de variación. Obs: Los valores que aparecen en la tabla representan porcentajes de inequidad explicados por cada uno de los atributos, correspondientes a cada índice de desigualdad.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

pueden ser activos cuya posesión sirven para aumentar el capital humano (educación, salud, etc.), los sectores de actividad económica donde los miembros familiares se encuentran insertos, los activos fijos (inmuebles, maquinarias, etc.) que poseen las familias, y los servicios básicos a los cuales las familias tienen acceso (vivienda, luz, agua, teléfonos, etc.). Todos estos factores con excepción de los servicios públicos y otros adicionales, han sido seleccionados en este trabajo para examinar el peso de los mismos en la determinación de la desigualdad en la distribución de los ingresos. En esta sección se medirán estas mismas variables pero como determinantes de la formación de ingresos familiares en el Paraguay. El comportamiento de estas variables, además de explicar la significancia relativa de las mismas en la determinación de los ingresos familiares, estaría indicando el grado de vinculación entre distribución del ingreso y los niveles de bienestar / pobreza en el Paraguay. Para esta medición se recurre a un modelo econométrico lineal regresionado contra el logaritmo del ingreso per cápita familiar. La regresión se ha realizado a través del método de mínimos cuadrados ordinarios. La variable dependiente utilizada es el logaritno natural del ingreso per cápita familiar deflactado geográfica y temporalmente. Las variables independientes seleccionadas se agrupan como sigue:

Indicadores Básicos SEXO: variable dicotómica que indica género de jefe de familia EDAD: valores absolutos expresado en años del jefe de familia ÁREA: Sector urbano (1) y rural (0) Lenguaje (jefes de familia) CSOLO: variable dicotómica que indica si habla o no castellano BILING: igual que la anterior, indicando si habla o no indistintamente el castellano y guaraní Otro: dicotómica, habla otro idioma que no sea castellano o guaraní Educación (Jefes de Familia) PRIMARIA: jefe de familia con estudios primarios (dicotómica) SECUND: jefe de familia con estudios hasta el ciclo secundario (dicotómica) TERCIA: jefe de familia con estudios hasta el ciclo universitario (dicotómica) Empleo (jefes de familia) JEFEIN_1: jefe de familia en el sector informal (dicotómica con valor 1 de pertenencia al sector) SECSEC: jefe de familia con ocupación en el sector secundario (industria y construcción) SECTER: jefe de familia con ocupación en el sector terciario (servicios y comercio). Familiares TOTPERS: cantidad de miembros familiares (valores absolutos en no de personas) PORCMUJ: proporción de mujeres que trabajan por familia


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

PARHOMLA: participación laboral masculina en la familia POSEEACT: activos que generan renta fuera de los ingresos laborales (dicotómica) TRANSPV: Transferencia de activos a familias (dicotómica) Entre los Indicadores Básicos, la variable sexo es aquella que muestra mayor significación como determinante del ingreso, dando a entender una tendencia a mayores niveles de ingreso por parte de la población masculina. Dentro de las variables incluidas en el lenguaje del jefe de familia se observa que las personas que hablan idiomas diferentes al guaraní o castellano, poseen una fuerte tendencia a ingresos mayores que aquellos jefes de familia que solo manejan los idiomas mencionados. Los jefes de familia que hablan castellano poseen la segunda tendencia más alta de ingresos, seguidos de aquellos que poseen indistintamente ambos idiomas (bilingüe). El guaraní parlante se encuentra incluido en el intercepto de la regresión, por lo que en vista de los signos positivos de las variables ya citadas, se concluye que las personas que solamente poseen el guaraní como idioma, son las que mayor tendencia a recibir menores ingresos poseen. Estas variables en su conjunto proporcionan un aporte impor-

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tante para la explicación de los ingresos familiares, si bien se puede indicar que existe cierta colinealidad con las variables educativas, desde el momento en que el idioma predominante en cada uno de los ciclos de instrucción (especialmente en el secundario y universitario) es el castellano. En el caso, entonces, de la educación del jefe de familia, los coeficientes aumentan al pasar de un ciclo a otro, indicando claramente una significancia mayor en la determinación de los ingresos familiares. Definitivamente los jefes de familias que se encuentran en el ciclo universitario poseen ingresos sustancialmente más altos que el resto de los jefes de familias, de acuerdo a los resultados exhibidos por la regresión32. En cuanto a las variables del empleo o posición laboral del jefe de familia, el coeficiente obtenido para el sector informal muestra que no son absolutamente determinantes del ingreso, o que, en todo caso, los ingresos menores se registran en el empleo informal. Es importante destacar que esta variable pose colinealidad con los sectores laborales secundario y terciario, aunque en una proporción que no puede considerarse distorsionante. La participación de los jefes de familias en los sectores secundario y terciario son de-

32 Una mejor interpretación de los valores para educación, es posible obtener con el modelo de capital humano formulado por Mincer, Becker y Chiswick, el más utilizado sobre bases de educación, sexo y edad:

duales que podrían afectar las diferencias en la remuneración por el trabajo. Algunos trabajos las denominan variables demográficas.

ln < = α + β6 + γ([S + δ([S 2 + φ; + ε

Mincer Jacob Scholing, Experience and Earnings ; Becker Gary and Chiswick Barry Education and the Distribution of Earnings , American Economic Review, 56 (1966) pp-358-69. Citado en Zhiqiang Liu Earnings, Education, and Economic Reforms in Urban China Economic Development and Cultural Change, Vol 46 No 4, July 1998.

L

Donde ln < se refiere al logaritmo de la variable que indica los ingresos laborales, S son los años de educación, Exp se refiere a los años de experiencia y X indica variables de control que tratan de aislar de alguna manera, otras diferencias indivi-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

finitivamente determinantes para la obtención de mayores ingresos, especialmente en el sector terciario donde la significancia estadística es la más alta. Entre las variables familiares, se destacan los altos coeficientes obtenidos en la participación laboral femenina como masculina, en la determina-

ción de los ingresos. Un coeficiente más alto para la participación laboral femenina indica que su contribución marginal para aumentar ingresos familiares es mayor que la contribución de la participación masculina. Ello sencillamente se explica por el alto porcentaje de participación masculina en el mercado laboral paraguayo frente a una menor

Tabla No 6: Modelo econométrico: Determinantes del ingreso en Paraguay variable dependiente: LN del ingreso per cápita familiar deflactado geográfica y temporalmente. Modelo Nº 2

Coeficientes Beta

Error Estándar

Estadísticos T

Sig.

(Constant)

10,97

0,09

117,20

0,00

Básicos SEXO EDAD ÁREA

0,18 0,01 0,08

0,04 0,00 0,04

4,20 9,41 2,05

Lenguaje CSOLO BILING OTRO

0,42 0,33 0,71

0,05 0,04 0,06

Educación TERCIA SECUND PRIMARIA

0,99 0,45 0,19

Empleo JEFEIN_1 SECSEC SECTER Familiares TOTPERS PORCMUJ PARHOMLA POSEEACT

Collinearity Statistics Tolerance

VIF

0,00 0,00 0,04

0,83 0,83 0,43

1,21 1,21 2,32

8,80 8,82 10,93

0,00 0,00 0,00

0,58 0,63 0,94

1,72 1,58 1,07

0,08 0,07 0,06

12,27 6,77 3,41

0,00 0,00 0,00

0,35 0,20 0,21

2,86 5,06 4,73

- 0,16 0,67 0,69

0,04 0,04 0,04

- 4,09 15,99 17,06

0,00 0,00 0,00

0,66 0,59 0,40

1,52 1,70 2,48

- 0,10 0,57 0,53 0,41

0,01 0,04 0,05 0,06

- 16,28 14,61 11,49 6,77

0,00 0,00 0,00 0,00

0,79 0,82 0,80 0,93

1,26 1,21 1,25 1,07

Estadístico R

Estadístico R cuadrado

R cuadrado ajustado

Estadístico Durbin Watson

Estadístico F

Grados de Libertad

0,75

0,556

0,554

1,69

255,53

3266


Desigualdad de los Ingresos Familiares en Paraguay

participación femenina. En términos del tamaño de las familias, generalmente numerosas en el Paraguay, la misma influye negativamente para la obtención de ingresos. Si bien es fácilmente demostrable que la variable dependiente se encuentra muy correlacionada con el tamaño familiar como variable explicativa, por el hecho de ser parte de su computo, no se puede dejar de indicar que a mayor número de miembros familiares le corresponde menores probabilidades de grados educativos, de oportunidades de empleo, y por lo tanto menores ingresos. Finalmente, la tenencia de activos que generan renta es una variable de control utilizada para eliminar distorsiones referentes a la cuantía del Ingreso per cápita. Por ende, su inclusión referencia una correlación positiva con el ingreso, ya que posee un coeficiente que puede considerarse importante, y por lo tanto ayuda a obtener una estimación más realista con referencia a los ingresos familiares per cápita. Luego de observar el comportamiento de los coeficientes que determinan el ingreso en el Paraguay, se pueden extraer dos conclusiones en relación al bienestar y la pobreza en el país. En primer lugar, las personas de mayores ingresos, o más ricas son hombres que además del castellano hablan un idioma extranjero y tienen grados universitarios, con empleo o profesiones en actividades de comercio o servicios, con familias poco numerosas y con activos que generan renta externa a los ingresos corrientes. En segundo lugar, las personas de menores ingresos o más pobres, son hombres o mujeres que ha-

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blan preferentemente el guaraní y que tienen solamente una educación primaria precaria, con inserción mayoritaria en el sector laboral informal y con familias numerosas, además de poseer poco o nada de activos que generan renta externa. Es notable, asimismo, observar que las variables educación-idioma, tamaño de las familias como participación laboral de la mujer que explican mayormente las diferencias marcadas en la distribución de ingresos familiares, son igual y significativamente determinantes de mayores o menores ingresos entre los grupos familiares del Paraguay. Por otro lado, el empleo u ocupación laboral que se presentaba como poco o nada explicativo de la desigualdad de los ingresos, aparece sin embargo, con un peso importante sobre la determinación de los niveles de ingresos o de bienestar de los grupos familiares. De todas maneras, no sería errado concluir que las principales variables que explican los niveles de ingresos de los grupos familiares en Paraguay, son las mismas que determinan el nivel de desigualdad actual de la distribución de ingresos familiares. Que es lo mismo que afirmar que existe una vinculación muy estrecha entre niveles de desigualdad y niveles de pobreza en el Paraguay. Por lo tanto, un crecimiento económico mayor que el actual no tendrá como resultado una reducción automática de los niveles de pobreza del país (34%), si no se modifica el comportamiento de las determinantes de una muy desigual distribución de los ingresos familiares.


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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Una primera aproximación al problema de la desigualdad en el Paraguay confirma las tendencias observadas en el resto de los países latinoamericanos, quizás con signos más pronunciados, por el grado de concentración de ingresos en el Paraguay, que es mayor que el promedio regional. Una diferencia importante en el caso paraguayo, es que la desigualdad se presenta con un nivel más significativo en el área rural que en el área urbana. Esta primera aproximación también revela el grado creciente de desigualdad experimentado en el país durante la década del noventa. La evolución de los ingresos de los deciles más ricos y más pobres entre 1992 y 1998, ayuda a entender estas diferencias significativas. No solo se observa que los deciles más pobres concentran menos y más exiguos ingresos, sino que la diferencia de ingresos entre el decil más rico y el más pobre se ha incrementado exponencialmente. Este comportamiento de concentración de ingresos entre deciles ricos y pobres, se ha reflejado, igualmente, en los ingresos de grupos familiares, donde la desigualdad también es mayor que el promedio latinoamericano. La educación, el tamaño de la familia y la participación laboral femenina aparecen como los factores explicativos tanto de la desigual distribución de ingresos existente en el país, como los determinantes de un mayor nivel de bienestar o pobreza de las familias. Estos resultados tampoco difieren del resto latinoamericano, aún cuando en el

caso paraguayo se presentan ciertos matices, que deben ser puntualizados. Así, existe una elevada concentración de la actividad laboral en el sector informal (cuentapropismo) que se traducen en muy bajos ingresos. Al mismo tiempo, las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres en el sector informal es mucho mayor (a favor de los hombres) que el promedio latinoamericano; mientras que las mujeres pertenecientes a los estratos más bajos, participan mucho menos del mercado laboral que las mujeres en el resto de la región. Un mayor nivel educativo de la mujer incide para que el tamaño de la familia sea menor; pero en el caso paraguayo, esta influencia solo es visible en el caso de las mujeres con educación universitaria que constituye un porcentaje ínfimo del total de mujeres en edad de trabajar en el país. En base a las conclusiones mencionadas, una primera recomendación que se infiere del estudio, es que debe existir un esfuerzo mayor y más profundo para acelerar el proceso de dotar a las familias paraguayas de un mayor nivel educativo. Un país que cuenta con un 60% de su población con educación primaria o menos que ella, se encuentra con graves problemas de calificación del recurso humano, lo que a su vez constituye una limitación importante para ocupar puestos de trabajo medianamente bien remunerados. Un mayor nivel educativo también empuja a un mayor número de mujeres a participar del mercado laboral y a reducir el grado de fecundidad, permitiendo que con familias más pequeñas, los ingresos se distribuyan mejor, y los hijos tengan más oportunidades para aumentar los años de estudio. Esto no significa que mejo-


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res niveles educativos generen automáticamente mejor empleo o más ingresos.

de contar con técnicos bien formados tanto en los niveles de mano de obra básica como de mandos medios.

En el Paraguay, en la década del noventa, los gastos del gobierno en educación han aumentado considerablemente, llegando a representar el 20% del presupuesto nacional y el 4% del PIB33. Con este aumento, se ha expandido el área de cobertura de la educación y se han mejorado los índices en este sector. Sin embargo, los estratos más pobres de la población siguen con una asistencia educativa mucho menor que en los demás, el nivel de deserción escolar todavía es alto, y aún escasean docentes en algunas zonas rurales. El desafío educativo para el Paraguay no es solamente que el mayor número de niños puedan ingresar a la educación secundaria y terminarla, sino también, y al mismo tiempo, mejorar sustancialmente la calidad educativa de los educandos orientada a lograr un salto cualitativo en la calificación del recurso humano nacional.

Las mujeres en el Paraguay deben ser objeto de una política diferenciada y muy particular, orientada a lograr mayores oportunidades de educación y por ende, mayores oportunidades de trabajo. El porcentaje de mujeres que deciden ingresar al mercado laboral en el Paraguay sigue siendo muy bajo, especialmente en los estratos medios y de menores ingresos. Definitivamente, un nivel de ingresos más alto para las mujeres contribuirá a disminuir la brecha de ingresos entre individuos y grupos familiares en el país. El esfuerzo para alentar esta política es aún más significativo cuando se observa que el costo de participación femenina en el mercado laboral paraguayo, a diferencia de la participación masculina, pasa por un número mayor de años de educación. Sería aconsejable, en consecuencia, asegurar que un alto porcentaje de mujeres avance en grados de educación, para hacer que las mismas no solo ingresen cada vez más al mercado laboral, sino cada vez más al mercado laboral formal, donde los ingresos son más altos y la brecha de ingresos hombre-mujer, más bajos. Además, en una situación de recesión económica, el sector más afectado es aquel de menor nivel educativo.

Si bien la reforma educativa, puesta en marcha en el país, apunta a mejorar la calificación del educando, una segunda recomendación se dirige a incrementar y diversificar la oferta de educación técnica y especializada, principalmente en el área rural, en el nivel secundario y post-secundario. Una oferta excesiva de carreras administrativascontables y del área jurídica, antes que contribuir a una mayor calificación del recurso humano en el Paraguay, tiene cada vez más retornos decrecientes, ante las urgentes necesidades del país 33 Benegas, Gladys, Sauma, Pablo. Iniciativa 20/20. El gasto público en servicios sociales básicos en Paraguay. Sistema de Naciones Unidas. Asunción, 2000, p. 3.

Sin embargo, los mejores niveles de educación para obtener mejores niveles de ingresos, y para asegurar una mayor participación laboral femenina también orientada a mejorar los niveles de ingresos, resultan políticas insuficientes ante una situación del empleo muy crítica en el Paraguay; situa-


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ción vinculada al largo estancamiento económico y a la aguda recesión de los últimos años. Por un lado, la demanda de empleo es cada vez más restringida en el país. Y por otro, la calificación del recurso humano demandado es escasa en el país. Esta paradoja del mercado laboral paraguayo no hace más que reflejar las características de un modelo económico con señales muy fuertes de agotamiento. A las recomendaciones de políticas para atacar las causas más visibles de una pronunciada desigualdad de ingresos en el Paraguay, se deben agregar, entonces, aquellas que ataquen a las causas menos visibles, pero más estructurales y determinantes de la desigualdad y la pobreza en el Paraguay. Como se afirmara al inicio del trabajo, los programas de ajuste y reforma llevados a cabo en América Latina en los años ochenta, habían contribuido a un ahondamiento del problema de desigualdad y pobreza en el continente, y que la recuperación del crecimiento económico en los años noventa había detenido esta tendencia, aunque no por debajo de los niveles anteriores a la crisis de los ochenta. El Paraguay, también se había dicho, no fue participe de este programa de ajustes, porque presentaba las características de una mayor estabilidad macroeconómica y de una economía no proteccionista o más abierta. Sin embargo, el modelo económico paraguayo no se había basado en el desarrollo del sector productivo, específicamente productivo industrial, sino en la explotación intensiva de ciertos recursos naturales y sobre todo, en el comercio de reexportación. Un mayor

sustento productivo industrial permitió a varias economías latinoamericanas volver a crecer en los noventa, luego de las reformas, y en algunos casos hasta redistribuir mejor la renta. En el caso paraguayo, el modelo económico comenzó a declinar rápidamente en los años noventa provocando ausencia de oportunidades de empleo en el campo y en las áreas urbanas. Con un mayor equilibrio macroeconómico que sus socios del Mercosur y de la región latinoamericana, pero sin haber apostado al desarrollo productivo, el modelo paraguayo provocaba mayores niveles de desigualdad y pobreza. Los indicadores de este agotamiento del modelo económico paraguayo pueden observarse en una disminución de los coeficientes de inversión y ahorro, privado y público; en el predominio de la pequeña producción agrícola, ineficiente y sin capacidad de capitalización; en un desarrollo industrial escaso; en una política de precios y salarios que castiga a los estratos de más bajos ingresos de la población; en la concentración muy alta del recurso tierra34; y en políticas de presupuestos públicos que siguen favoreciendo considerablemente a los gastos corrientes, en detrimento de los gastos de capital35. A todo ello se agrega uno de los niveles más bajos de cobertura de servicios básicos en el continente, más un grado alto de ineficiencia y corrupción estatal. Es por eso que recomendaciones que se orienten a una mejora de la situa34 El coeficiente de Gini para medir la concentración de tierras en el Paraguay es de 0.92 35 Ver Borda, D. y Masi, F. Los Límites de la Transición. Estado y Economía en el Paraguay en los años noventa. CIDSEP-Universidad Católica, 1998, pp 17-43.


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ción de la educación y de la mujer en el Paraguay, no pueden quedar aisladas de aquellas recomendaciones de políticas económicas que estén dirigidas a modificar las matrices donde se generan las enormes brechas de desigualdad de los ingresos en el país. Estas políticas no pueden reducirse a aquellas medidas necesarias para lograr la reactivación económica del país. Se debe implementar un conjunto de políticas de mediano plazo que busquen un funcionamiento más cabal del mercado en el Paraguay, lo que implica

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igualdad de oportunidades y mayor competencia. Una reforma del Estado que deje de lado las limitaciones que impone el actual funcionamiento de la administración pública para alcanzar mayores niveles de acceso a los servicios básicos por parte de la población, y mayores niveles de inversión pública y privada. Una política y administración tributaria que recaude, y con una estructura impositiva progresiva. Y el logro de consensos nacionales básicos negociados por encima de los intereses sectoriales o grupales.


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Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

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Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay Margarita Molinas (*)

1. INTRODUCCIÓN 1.1. PRESENTACIÓN: ¿Quiénes asisten a los centros de salud? ¿En qué momento? ¿ Acceden realmente todos los que desean hacerlo? ¿ Cuáles son los determinantes del acceso de la población paraguaya a los servicios de salud formales?

cuenta varios factores como: el nivel socioeconómico, cultural, dominio geográfico de residencia, etc. y, apunta a identificar las variables que influyen en la probabilidad de que un individuo acceda a la atención institucional o calificada.

El propósito de este estudio es conocer los determinantes del acceso de la población paraguaya a los servicios de salud institucionales o calificados, ya sean estos privados o públicos, y presentar algunas condiciones ambientales de la población que no tuvo acceso a dichos servicios.

Los principales interrogantes que orientan la investigación son:

La mera existencia de establecimientos de salud no es condición suficiente que garantice el acceso a la atención médica o calificada. Otras variables como el tipo de enfermedad, pautas culturales, distancia y disponibilidad económica influyen en mayor o menor medida en la decisión del entrevistado de acudir hasta una institución de salud. En este trabajo se analiza el acceso de los individuos a una atención institucional o calificada1 , tomando en Se agradece la colaboración del Dr. Francisco S. Ibarra, Dr. Anibal Carrillo y la Dra. Rosa Cáceres. 1 A la cual llamaremos atención formal

1. Los individuos de la población que se percibió como enferma o accidentada ¿a quiénes y dónde acudieron para el alivio de su dolencia? ¿Qué factores influyen en la decisión de demandar o en la posibilidad de acceder a servicios de salud formal? 2. De las mujeres que se encontraban embarazadas al momento de la encuesta ¿a quienes y dónde acudieron para el control prenatal? ¿Cuáles son los determinantes de la demanda para realización de los controles pre-natales? 3. ¿Cuáles son las variables que podrían incluirse en la Encuesta Integrada de Hogares para mejorar la calidad de la información sobre el estado de salud de la población paraguaya y sus demandas o posibilidades de acceso a atención formal?


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Analizaremos los resultados de manera a identificar las variables que más inciden en el aumento de la probabilidad de acceder a los servicios de salud y que pueden ser modificables como resultado del diseño de políticas adecuadas. Consideramos que la realización de consultas oportunas a servicios regulados, mejoraría la salud de la población en general y ahorraría gastos, tanto a nivel privado como público. Por último, es importante aclarar que nos limitamos a considerar sólo las variables que pueden incidir en la decisión y que están disponibles en la Encuesta Integrada de Hogares proporcionadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. El informe se estructura del siguiente modo: en la sección uno se presenta la Introducción; en la sección dos, Planteamos el problema y los antecedentes del estudio; en la sección tres, presentamos la metodología empleada en el análisis; en la sección cuatro presentamos el análisis de la información obtenida y en la sección cinco se presentan las conclusiones y sugerencias del estudio. 1.2. PERFIL GENERAL DE LA POBLACIÓN ESTUDIADA: para enmarcar el estudio

presentamos inicialmente un perfil de la población paraguaya. Lo primero que debemos remarcar es que existe una diferencia según la zona de residencia Urbana o Rural del país. Efectivamente el 53,7% de la población total habita zonas urbanas y 46,3% en zona rural, con una tasa de analfabetismo del 5,6% para el área urbana y 13,4% para el área rural; y un

promedio de 7,7 años de estudios en la población mayor de 25 años en el área urbana y solo 4,2 años en el área rural. [EIH 97/98 Resultados Preliminares] Existe además, marcada diferencias en las condiciones de saneamiento en que se desenvuelven los habitantes por área de residencia. Por ejemplo el 70,1% de la población del área urbana se abastece de servicios de agua potable2 y solo el 12,9% lo hace en el área rural, siendo el servicio sanitario más utilizado el WC pozo ciego en el área urbana (62,4%) y la letrina común en el área rural (73,4%) En el aspecto socioeconómico, tenemos que el 32,1% de paraguayos son pobres, debido a que sus ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de consumo, pero existe una marcada diferencia según el ámbito geográfico de residencia: 42,5% en el área rural, 23,1% en áreas urbanas3 . Además, la pobreza en el área rural es más profunda ya que el ingreso promedio de los pobres de esta área cubre apenas el 50% del costo de la canasta básica de consumo. Por otra parte, entre 1.995 y 1.997/98, la pobreza aumentó en el área rural en 6 puntos pasando de 37% a 43%, mientras que en el resto urbano (que no considera Asunción y área metropolitana) aumentó en solo 2 puntos pasando de 27% a 29%. Sin embargo si incluimos a Asunción la pobreza disminuye dentro del área urbana de 24% a 23% [Robles, 1999]. 2 Proveídos por la Corporación de Obras Sanitarias (CORPOSANA) o Senasa, entidades del gobierno y por otras redes privadas. 3 Bajando hasta un 11.8% en la capital del país.


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

El país invierte solo el 7,4% del Presupuesto Nacional en salud [Consejo Nacional de Salud, 1.998]. Según las estimaciones de la OMS, el sector público cubre el 35,6% del total de los gastos para el cuidado de la salud de la población y el sector privado el 64,4% del total. Otras estimaciones importantes contenidos en el documento es que en general el el 55,4% del total de los gastos lo realiza la población en forma de gastos de bolsillo cada vez que demanda servicios [OMS, Informe Anual 2.000, Anexo 8] Los indicadores seleccionados nos presentan un panorama de la salud de la población. Así la esperanza de vida al nacer es de 60 años para hombres y 65 para mujeres [OMS, Informe Anual 2.000, Anexo 2] y la tasa de mortalidad infantil fue estimada en 37 por 1.000 por la OMS en el año 1.9904 . La oferta de servicios de la salud en el Paraguay es de carácter mixto con la participación de instituciones públicas, privadas y mixtas. Las instituciones que conforman el subsector público son: el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS)5 , Instituto de Previsión Social (IPS), Sanidad Militar, Sanidad Policial, Universidad Nacional (Hospital de Clínicas) Gobernaciones y Municipalidades. El subsector privado lo conforman instituciones sin fines de lucro, como la Universidad Católica y otros Organismos No Gubernamen4 y de 20,7 según registros de nacimiento y defunción del MSPyBS año 1.996, pero se estima que el porcentaje de subregistro de mortalidad es del 35% [MSPyBS, 1.996]. 5 Autoridad principal del Poder Ejecutivo encargada de proteger la salud de la población.

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tales (ONG)6 y otras instituciones con fines de lucro como Sanatorios, Hospitales y Consultorios Privados. La Cruz Roja es una entidad mixta. [Consejo Nacional de Salud, 1.998] El Ministerio de Salud a través de sus establecimientos, tiene cobertura nacional y apunta a satisfacer de servicios a los más carenciados, pero según sus propias estimaciones solo llega al 33% de la población [Consejo Nacional de Salud, 1.998]. Sus recursos financieros, provienen del Presupuesto General de la Nación y cuenta con recursos humanos de distintos niveles de preparación, desde médicos, odontólogos, enfermeras hasta técnicos y auxiliares formados para brindar atención primaria (ver ANEXO I) Tiene un sistema regionalizado de establecimientos de salud con distintas funciones y nivel de equipamiento, pero en Asunción se encuentran 6 Hospitales para atención general y 10 Hospitales Especializados, mientras que en el interior del país encontramos un Hospital para atención general por Departamento.

2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Es indiscutible la importancia de un buen estado de salud en el bienestar de las personas, en su capacidad productiva y la importancia económica que tiene este bien en la vida de un país y en su desarrollo. El estudio del crecimiento económico y la distribución de la riqueza vie6 Se estima la existencia de 20 ONGs trabajando en el país, pero la información sobre ellas es escasa.


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ne dando cada vez más importancia a los factores de capital humano en la determinación del crecimiento económico. Estudios recientes (Schultz y Tansel 1.997, Tomas y Strauss 1.997, Cortez 1.999, Espinosa y Hernández 1.999 y otros) confirman la idea de que la salud es una forma de capital humano que influye en el nivel del salario de las personas y por tanto en su capacidad de generar ingresos de manera sostenida y creciente en el tiempo. Ahora bien, en el cuidado de este capital humano en una sociedad como la nuestra, intervienen esencialmente dos partes: el individuo y los agentes del sistema de salud. Al individuo le corresponde la responsabilidad por la decisión de demandar el servicio de algún agente del sistema de salud, cuando lo necesite o cuando él considere que el beneficio que obtendrá de esta demanda es importante e irremplazable. Al sistema de salud le corresponde el resguardo de la salud, por lo tanto deberá estar preparado para solucionar eficientemente el problema planteado por el individuo que decidió acceder al servicio, o mejor aún, plantearse el problema y buscar la solución y los mecanismos para que llegue dicha solución al que lo necesite. Para la demanda de servicios de salud, entran a jugar distintos factores como i) la percepción del individuo de la disfunción o enfermedad que lo afecta y su valoración con relación a otros bienes también apetecibles y disponibles ii) la red de ofertas de servicios a su alcance donde influyen tanto su lugar geográfico de residencia como sus condiciones socioeconómicas y culturales y iii) las campañas de cuidados de la

salud que inducen al individuo a aumentar la demanda en momentos oportunos. En la oferta de servicios de salud entran en juego esencialmente la disponibilidad de recursos humanos, tecnológicos y financieros. Es por todos conocidos las horas de estudios e investigaciones en la búsqueda de soluciones a los problemas que se presentan en un sistema tan complejo y abierto como lo es el organismo humano. Y nos surgen las siguientes preguntas ¿quién financia estas investigaciones? ¿Quién debería financiarlas?. La Constitución Nacional de 1.992 consagra que el estado protegerá y promoverá la salud como derecho fundamental de la persona y en interés de la comunidad , por lo tanto corresponde especialmente al Ministerio de Salud Pública la responsabilidad de arbitrar los mecanismos para el cuidado de la salud de toda la población. Por ello debe ocuparse de que el individuo que percibe la necesidad de acceder, pueda hacerlo independientemente de su área de residencia, su nivel socioeconómico u otras características ambientales; así como de difundir informaciones de manera a influir en una demanda oportuna. Las observaciones empíricas sustentan la hipótesis de que los problemas de salud de menor complejidad se presentan con una mayor frecuencia relativa que los problemas complejos. De allí la posibilidad de satisfacer los problemas de salud de la población organizando niveles de atención. La atención primaria como estrategia implica la organización de servicios con base en niveles de atención, lo que ya fue pre-


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

visto por el MSP como se muestra en el ANEXO I. Pero además de las unidades previstas, la red de ofertas de servicios de salud, está constituida por un mosaico de unidades productoras, tanto formales como informales, con distintas capacidades de resolución y costo social de operación y con diversos grados de organización, normalización, programación y control [OPS, serie PALTEX, N°7] En este estudio nos concentraremos en analizar los factores más importantes del acceso a servicios formales, ya que suponemos que el cuidado de la salud en general debe ser realizada en forma planificada, regulada y controlada, y que el acceso a la atención no formal podría ser un problema por la falta de regulación y control7 . 2.1. ANTECEDENTES: en Paraguay, tuvimos acceso a escasos estudios que permiten conocer e influir sobre el comportamiento poblacional en cuanto a demandas de servicios de salud formal.

Como antecedente más importante podemos citar a la Primera Encuesta Nacional de Salud 1.990, llevada adelante por el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), con la colaboración de la Misión Alemana de Cooperación Técnica en el Paraguay (GTZ). El objetivo era conocer las características de la morbilidad sentida por la población en general y la población materna en particular; además de 7 Es importante aclarar que no nos referimos solamente a la medicina natural , sino sobre todo a la utilización de medicamentos de laboratorios sin un debido conocimiento integral de su manejo y prescripción.

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uso de los servicios de salud y algunos de sus factores condicionantes. Su cobertura fue nacional pero para los fines de la encuesta se dividió al país en 4 regiones: Asunción, Área Metropolitana 8 , Región Este, Centro-Norte y Sur del país. Los principales resultados que arrojó dicha encuesta en el ámbito de Gran Asunción fueron: índice de morbilidad de 15,5%; los más afectados fueron los menores de 5 años, con prevalencias de enfermedades infecciosas y los mayores de 64 años. Así mismo, la prevalencia de enfermedades fue mayor en mujeres que en hombres. Una proporción importante de enfermos (42,5%) no buscó atención médica, optando por remedios caseros, la automedicación o ningún tratamiento. Entre los servicios de salud más consultados están los establecimientos del sector Privado (52%), los del Ministerio de Salud (19,2%) y el Instituto de Previsión Social (15,1%). Las preferencias hacia cada tipo de servicio estuvieron influenciadas por el nivel socioeconómico de las familias, así como la calidad de atención y la accesibilidad. En cuanto al interior del país, accedimos a los resultados de la región Centro-Sur, donde encontramos un índice de morbilidad del 26,6%. Los grupos etarios más afectados fueron los menores de 5 años, con predominancia de enfermedades infecciosas y los mayores de 64 años con mayor prevalencia en mujeres. Una importante cantidad de enfermos (60,9%) no buscó atención médica, optando por remedios ca8 El área Metropolitana lo componen los 10 distritos vecinos a Asunción. La región conformada por Asunción y el área Metropolitana se dio en llamar Gran Asunción.


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seros, la automedicación o ningún tratamiento. Entre los servicios de salud más consultados están los establecimientos del sector privado (47,5%), los del Ministerio de Salud (36,1%) y el Instituto de Previsión Social (7,8%). Las preferencias hacia un tipo servicio estuvo influenciada por el nivel educativo del jefe de familia, así como por el nivel socioeconómico de la familia, la calidad de atención y la accesibilidad administrativa. Otra encuesta llevada acabo en Paraguay fue el Estudio Domiciliario Sobre Percepción y Consumo De Servicios De Salud en el Paraguay , ejecutado en 1.995 por Bitrán y Asociados, junto con el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud de la UNA. El trabajo presenta un análisis sobre la percepción y consumo de los servicios de salud, tanto públicos, como privados y de la seguridad social en Paraguay, enfatizando en la salud maternoinfantil. El estudio se basó en una encuesta de hogares complementada por la información proveniente de una encuesta a establecimientos públicos, IPS y privados. Por medio de cuestionarios se obtuvieron información propia del hogar (como nivel de gastos, número y características de sus miembros) así como información sobre percepción de problemas de salud y las acciones asociadas a su solución, consumo de atención obstétrica (pre- y post-natal y atención del parto) para mujeres en edad fértil y obtención de servicios de hospitalización en un periodo de un año previo a la encuesta. Los resultados más importantes resaltados en la investigación fueron la desigualdad regional y económica en el

acceso a los servicios de salud. Esta tendencia se verifica tanto, para las atenciones curativas y preventivas a nivel ambulatorio, como para los cuidados obstétricos y la atención hospitalaria. No se conocen estudios econométricos de determinantes de la demanda de salud en Paraguay. En Perú se conoce el trabajo realizado por Margarita Petrera, 1.997, sobre Demanda de Servicios de Salud de la Mujer Rural en el Perú, donde toma en cuenta variables socioeconómicas y culturales para discriminar mediante un modelo de regresión las variables más influyentes en la decisión de demandar a los servicios de salud y a que tipos de instituciones, discriminando por salud pública y privada, recurren los demandantes. Esta es la investigación más próxima al presente trabajo, si bien el modelo está diseñado tomando en cuenta las características de la población paraguaya.

3. ASPECTOS TEÓRICOS METODOLÓGICOS 3.1. DESCRIPCIÓN DE LA ENCUESTA INTEGRADA DE HOGARES 1997/98: la Encues-

ta Integrada de Hogares tiene por objetivo generar indicadores que permitan conocer los niveles de bienestar y las condiciones de vida de los hogares. Para ello entrevistó a miembros de hogares de las áreas Urbana y Rural de todo el país, excluyendo a los de departamentos de Alto Paraguay y Boquerón cuyas poblaciones representan menos del 2 % de la población total del país. Su ámbito poblacional representa a las personas residentes en viviendas


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

Gráfico No 1: Ejemplo de una relación bien definida entre las observaciones del para (X,Y) y una curva logística.

1

Y

Una limitación de la investigación es la que proviene del hecho que solo podemos escoger como variables independientes a las que figuran en la EIH y no se encontraron variables que podrían influir en la variable dependiente, tales como el tipo de enfermedad del entrevistado.

El modelo logístico tiene la forma concreta de una curva logística y para estimar un modelo se ajusta esta curva a los datos de las variables dependientes. Así, el gráfico 1, muestra una buen ajuste de los datos a la curva logística. Los valores de Y representan los valo-

3.2. TIPO DE ESTUDIO: esta investigación es de tipo de retrospectiva, ya que los datos necesarios para la prueba de las hipótesis que nos planteamos, se registraron antes que la misma. Es además, de tipo analítico-probabilístico porque se utiliza un modelo de regresión logística para hallar la probabilidad del suceso o no de un evento, pero en la sección 5 se presentan mediante estadísticas descriptivas, las características principales de la población en estudio para seleccionar con mejores criterios las variables que intervendrán en la regresión.

La naturaleza no lineal de la transformación logística requiere que el procedimiento de máxima verosimilitud se utilice de forma iterativa para encontrar la estimación más probable de los coeficientes.

La información se circunscribe al Paraguay en el periodo comprendido entre agosto de 1997 a Julio de 1998. Más información se presenta en el ANEXO II.

El valor teórico de la regresión logística es similar al valor teórico en la regresión múltiple. Representa una única relación multivariante, con coeficientes que indican la influencia relativa de la variable predictor.

El muestreo fue bietápico probabilístico y se utilizó como base muestral segmentos construidos a partir del Censo Nacional de Población y Viviendas de 1.992. El tamaño de la muestra a nivel nacional fue de 5000 viviendas

regresión logística, también conocida como análisis logit. Esta técnica es una alternativa al análisis de discriminantes y es apropiada cuando la variable dependiente es categórica (nominal no métrica) y está restringida en su forma básica a dos grupos que en nuestro caso son: Accedió a atención formal o No Accedió.

particulares. Se excluye, en consecuencia, a la población residente en viviendas colectivas (hospitales, cárceles, cuarteles, etc.)

tadística utilizada en este estudio es la

0

3.3. TIPO DE ANÁLISIS: la técnica es-

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0 1 2 ...

X

n


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res de la variable dependiente para cada valor de la variable independiente. El procedimiento que calcula el coeficiente logístico compara la probabilidad de la ocurrencia de un evento, con la probabilidad de que no ocurra. Esto puede expresarse como: Prob(Éxito)

=e

B0+B1 X1+...+ Bn Xn

Prob(No Éxito)

Transformaciones algebraicas permiten escribir la misma igualdad como Prob(Éxito) =

e ( B0 + B1 X1 + ... + Bn Xn ) 1+

e

( B0 + B1 X1 + ... + Bn Xn )

Y a partir de allí, calculamos la incidencia que tiene el cambio de los valores de las variables dependientes X1, ..., Xn en la probabilidad de éxito de la variable independiente. Los coeficientes estimados (B0 , B1 , ..., Bn) son las medidas de los cambios Gráfico N° 2: Poblaciones estudiadas. Enfermos o Enfermos o de 14 Accidentados Accidentados de 14 años o menos años o menos

Reportó Reportó o Enfermedad Enfermedad Accidente oo Accidente o Embarazo Embarazo Población Población Total Total

Enfermos o Enfermos o con Accidentados Accidentados más de 14 con años más de 14 años

Embarazadas Embarazadas

en el ratio de probabilidades, denominado odds ratio. La interpretación del signo del coeficiente es intuitiva, ya que un coeficiente positivo aumenta la probabilidad de éxito y un coeficiente negativo la disminuye. La regresión logística puede ser empleada tanto para verificar la validez de un modelo dado como para seleccionar el número mínimo de variables que explican un fenómeno. En este trabajo utilizamos el análisis en el segundo sentido, ya que nos interesa conocer cuál de las variables tienen mayor capacidad de predicción. 3.4. POBLACIÓN: el total de la pobla-

ción entrevistada seleccionamos a aquellos que reportaron enfermedad o accidente en los últimos 3 meses. De este grupo se formaron 3 poblaciones que fueron analizadas en forma separadas. El proceso se resume en el siguiente gráfico. Consideraremos solo a la población que sí necesitó acceder a algún tipo de servicios, ya que no tenemos información sobre el acceso o no de las demás personas.

Accedió a Accedió formales a servicios servicios formales

No Accedió a No Accedió a servicios formales servicios formales Accedió a Accedió formales a servicios servicios formales No Accedió a No Accedió a servicios formales servicios formales Accedió Accedió a a servicios formales servicios formales Accedió NoNo Accedió a a servicios formales servicios formales

NoReportó Reportó No Enfermedado o Enfermedad Accidente Accidente

Decimos que una persona Necesita Asistencia de salud cuando pertenece a una de las siguientes poblaciones bajo estudio: i. Los que se percibieron como Enfermos o Accidentados y son menores de 15 años;


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

ii. Los que se percibieron como Enfermos o Accidentados y tienen 15 años o más; iii. Las Mujeres embarazadas. El acceder o no a un servicio formal dado que se está en una de las poblaciones analizadas es un evento binario que depende de otros factores además de la necesidad de hacerlo. Estos factores serán analizados utilizando el modelo de regresión logística para encontrar cuál o cuáles son los determinantes de la probabilidad de que accedan a la atención de salud del sector formal. 3.5. VARIABLES CONSIDERADAS: realizamos aquí una evaluación de las variables provistas por la EIH 97/98 y analizamos su inclusión en el modelo. En el ANEXO III se presenta un resumen de las variables seleccionadas para cada población en estudio, con sus posibles valores.

Variable para discriminar las poblaciones en estudio Necesidad de atención: Utilizamos esta variable para dividir a la población en estudio. Las preguntas formuladas en la EIH y en la que se basa nuestra selección son: 1. Pregunta 6 Sección 1: ¿ Cuántos años cumplidos tiene <NOMBRE> ? 2. Pregunta 3 Sección 4: ¿ En los últimos 3 meses (anteriores al día de la entrevista), estuvo <NOMBRE> enfermo o accidentado?. 3. Pregunta 26 Sección 4: ¿ Está Ud. embarazada actualmente?

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La segunda pregunta puede ser una fuente de sesgos en nuestro análisis por dos motivos principalmente: i.) La memoria juega un papel importante para recordar si se estuvo enfermo o no. ii.) La percepción del encuestado sobre el concepto de enfermedad y accidente que maneja. Por ejemplo, puede considerar a un resfrío como normal y no ser percibido como enfermedad. Igual para el caso de un accidente menor, que el encuestado no considere como tal. En tal sentido, la necesidad de demandar atención profesional se basa exclusivamente en la percepción del entrevistado y en su capacidad de memoria. Variable dependiente Acceso a Servicios Formales de Salud: Indica el acceso o no a un servicio formal de atención a la salud, de la población clasificada como Necesitada de Atención. Decimos que un individuo tuvo acceso a servicios formales si consultó algún hospital o consultorio médico ya sea público o privado; o consultó con un médico en su casa u otra casa particular. Por el contrario, decimos que no accedió a servicios formales si consultó a un curandero, farmacéutico o familiar, se quedó en casa o simplemente no consultó para la atención de su dolencia. Variables independientes: Factores de Disponibilidad o Preferencia: Dónde acudiría en caso de necesidad: La pregunta considerada en este in-


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dicador es la 2° de la sección salud, donde se interroga a todos los entrevistados (independientemente de que se hayan enfermado o no), a dónde acudiría en caso de enfermedad o accidente. La respuesta del entrevistado puede deberse a razones de preferencias particulares o de accesibilidad a las ofertas de servicios formales.

No pobres: quienes tienen ingresos o consumos por arriba de la línea de pobreza total.

Primero realizaremos un análisis descriptivo de esta situación y suponiendo que se deba a factores de preferencia, esperamos una influencia positiva entre la respuesta del entrevistado por algún tipo de servicio y su acceso en caso de necesidad.

Ingreso Familiar Disponible per cápita:

Factores de orden socioeconómico Nivel de Pobreza: Por los valores que toma esta variable: 0=No Pobre y 1=Pobre, esperamos una relación positiva con el Acceso a los servicios formales. Utilizamos los resultados del trabajo publicado por Robles 1.998 Canasta Básica de Alimentos y Líneas de Pobreza sobre la base de los datos de la EIH 97/98, donde toma en consideración el consumo de la población y los agrupa en: Pobres Extremos: quienes tienen ingresos o consumos por debajo del valor de la línea de pobreza extrema (valor per cápita mensual de la Canasta Básica de Consumo de Alimentos) Pobres No Extremos: quienes tienen ingresos o consumos por arriba de la línea de pobreza extrema, pero por debajo de la línea total (valor per cápita mensual de la Canasta Básica de Consumo Total)9. 9 Calculada en Asunción es Gs. 205.475; Central Urbano Gs. 203.391; Central Rural Gs. 127.831; Area Rural Gs. 77.157.

Utilizaremos para nuestro análisis solo las categorías Pobres y No pobres. Esta clasificación de la información la realizamos de manera a obtener más claridad en los análisis.

Esta variable podrá controlar la influencia del poder adquisitivo de la persona en la probabilidad de demanda de servicios profesionales. Esperamos una relación positiva, debido que cuanto más ingreso disponible se tiene, más se demandará servicios formales. Los valores de esta variable fueron obtenidos del ingreso anual disponible por familia deflactados temporal y geográficamente dividido el total de miembros del hogar. Para los empleados domésticos se imputó el valor de su salario. [Robles, 99] Factores relacionados con la gravedad de la dolencia Días de Inactividad: Número de días que el entrevistado que se percibió enfermo o accidentado no desarrolló sus actividades habituales normales debido a la enfermedad o accidente reportado. Esperamos una relación positiva entre el Acceso a servicios de salud formal y esta variable. Factores socioculturales del entrevistado Características particulares del individuo


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

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La demanda de servicios profesionales estará condicionada por el sexo, la edad y el nivel de educación del individuo, que lo hace más o menos vulnerable para tomar sus propias decisiones al respecto.

les. Pensamos que al estar correlacionada la edad y el tipo de enfermedades, y como esta última variable no se incluye en este estudio, entonces marcará alguna influencia en la demanda.

El sexo del entrevistado se tomó en consideración para ver si influye en la demanda de la población de 15 años o más. Estudios realizados en Perú indican que la edad y el sexo femenino contribuyen significativamente a la mayor probabilidad de enfermar [Petrera, 1.997], por ende a buscar o no atención profesional.

La educación, según los especialistas, influye en la percepción del problema de la salud y en la decisión de buscar o no atención profesional. Para analizar esta influencia utilizamos los años de instrucción formal aprobado por el entrevistado.

La edad del entrevistado se utilizó con varios fines, a saber: 1°) para discriminar las distintas poblaciones a ser analizadas. En este sentido, decidimos separar a la población enferma o accidentada en dos categorías: de 15 años o más10 y Menores de 15 años. La selección de los 15 años es arbitraria, aunque para su selección se consideraron los siguientes criterios: i. el tipo de servicios que requieren, ya que en general existe correlación entre la edad del individuo con los controles que debe realizarse para verificar su estado de salud y con el tipo de enfermedades que se presentan; ii. en ambas categorías la decisión del individuo se ve influida, en mayor o menor medida, por su entorno familiar. 2°) para analizar si es en sí, un factor de influencia en la decisión de demandar o no los servicios profesiona10 En adelante nos referiremos a esta población nombrándola como la población de 15 años o más o la población mayor de 14 años.

Características del entorno familiar: En nuestro país, es obvio que la madre juega un papel preponderante en la salud de los miembros de una familia. Diría que no solo la madre, sino las mujeres en general se ocupan con más atención de la salud de los miembros de la familia. Por todo esto, creamos las variables que comprobarían o rechazarían esta hipótesis y la colocamos en las distintas poblaciones en estudio para analizar su influencia. En los enfermos o accidentados menores de 15 años, se tratará de aislar el factor de la edad y nivel de educación de la madre. El nivel de educación estará representado por los años de instrucción formal aprobado. Asumiremos como madre a las mujeres que figuran con relación de parentesco de jefa de hogar o esposa o compañera del jefe de hogar11. En la población de enfermos o accidentados de 15 años o más, pensamos que la influencia de la madre en sí ya 11 En los hogares en que no existan mujeres en dichas categorías se consideró la información de la mujer de más edad en la familia y en hogares donde no existían mujeres esta información nos provee de un missing value.


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no tiene tanta incidencia en su decisión de demandar servicios, por lo que se utilizará la edad y el nivel de educación del enfermo o accidentado. Estas consideraciones también se realizan en la población de embarazadas. Por último se estudió la influencia en cada población del número total de miembros del hogar, el número de mujeres mayores de 15 años que habitan en la casa y el nivel de educación promedio de las mujeres mayores, utilizando como indicador los años de instrucción aprobados. Estas dos últimas variables indicarán la influencia de las mujeres en el acceso a servicios de salud. Para la población de mujeres embarazadas se consideraron también otras variables como cantidad de hijos nacidos vivos, cantidad de menores a 5 años fallecidos y el mes de gestación. El Número de Hijos Fallecidos en el hogar influiría positivamente en la probabilidad de que se solicite atención profesional para el control prenatal de las mujeres embarazadas. Por otra parte, la cantidad de Hijos Nacidos Vivos implicará un cierto conocimiento de los cuidados a efectuar dentro del periodo de gravidez, que influirá negativamente en la búsqueda de servicios profesionales para el control de su embarazo. Por último, el mes de embarazo debería ser un factor importante para la decisión de la embarazada de demandar controles.

Factores relacionados a la dificultad de acceso Pertenencia a un seguro medico: Consideramos si el entrevistado está asociado a algún tipo de medicina prepaga, independientemente de que sea con administración del estado o privado. Los valores que adopta son: 1= Asegurado o Miembro del IPS, Sanidad Policial o Militar, Seguro Médico o Privado, Seguro en el Exterior. 0= No está asegurado en ninguna institución. Esperamos una relación positiva de la variable dependiente con esta variable, porque al tener un seguro médico el acceso a los servicios se supone menos costoso, por lo que supondría más facilidad para el acceso. Área de residencia: Análisis previos de la influencia del sector geográfico de residencia nos llevó a seleccionar el área frente al dominio. En la siguiente sección se presentan más detalles de esta decisión. Está definida según los criterios censales utilizados por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos para la Encuesta de Hogares. Esperamos una relación positiva por los valores que adopta la variable: 1=Urbana y 0=Rural. Acceso a Medicamentos: La recepción de medicamentos gratuitos facilita y alienta a los individuos a demandar los tipos de servicios que la incluyen. En la EIH se pregunta a todos los entrevistados, independientemente del tipo de servicio que demandó; si recibió gratuitamente medicamentos para


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

atender la dolencia en los últimos 3 meses, ya sean recetados o automedicados. Variable considerada pero no incluidas en el modelo Gastos anuales en servicios de salud La encuesta de hogares presenta una variedad de mediciones sobre el gasto del hogar referido al último mes y al último año. Utilizamos los gastos de salud anualizados, deflactados temporal y geográficamente [Robles, 99] Gastos en Salud = Gasto en medicamentos, aparatos, servicios de clínica, hospitales, curanderos, controles, dentistas y otros gastos en salud

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fesional que se obtendría sumando el tiempo que tardó en llegar y el tiempo tuvo que esperar para recibir atención médica Lastimosamente esta variable solo fue preguntada a los que accedieron a alguna institución de salud, no a todos los entrevistados que necesitaron acceder, por lo que su inclusión en el modelo estaría introduciendo endogeneidad. Por otra parte, creemos que para una estimación ajustada deberíamos utilizar gran parte de las variables consideradas anteriormente, por lo que decidimos descartarla del análisis.

Tiempo de Acceso a la atención medica.

4. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA

La EIH nos presenta dos tiempos que nos pueden dar una idea de la dificultad de acceso al instituto seleccionado para recibir atención formal: tiempo en horas y minutos que el entrevistado tardó en obtener la atención pro-

4.1. CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN ESTUDIADA - Un análisis descriptivo:

Agrupando la información obtenida de la EIH 1997/98 y expandiendo la muestra, el Gráfico 3 nos muestra una primera aproximación de las condiciones de salud de la población, tomando en Gráfico 3: Proporción de entrevistados según necesidad cuenta los grupos bajo de atención y acceso a servicios formales. estudio. Población Total Población

Total

No No Necesita NecesitaAcceder Accedero No Responde o No Responde (65.7%) (65.7%)

Necesita Acceder 34.3%

MayoresEnfermos

MayoresAccidentados

Menores Enfermos

Embarazadas

( 16.2%)

(0.3%)

( 16.6%)

(1.5%)

No Accedió a SF

Accedió a SF

No Accedió a SF

Accedió a SF

No Accedió a SF

Accedió a SF

No Accedió a SF

Accedió a SF

( 8.3%)

( 7.9%)

( 0.1%)

( 0.2%)

( 9.6%)

( 7.0%)

( 0.7%)

( 0.8%)

Como se puede observar existe poca cantidad de accidentados registrados lo que nos sugiere agrupar la población enferma y accidentada en una sola categoría. Es importante aclarar nuevamente, que


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

estudiaremos la población de embarazadas independientemente de su edad y condición de salud. Por esto: Tasa de Individuos que Necesitaron Consultar (34,3%) < Tasa de Enfermos Menores (16,6%) +Tasa de Enfermos o Accidentados Mayores (16,5%)+ Tasa de Embarazadas (1,5%)> En otras palabras, podemos informar que el 65,7% de población país no reportó enfermedad, ni accidente ni estaba embarazada al momento de la entrevista, por lo cual no tenemos información sobre su acceso a servicios de salud. La EIH 1997/98 nos presenta una tasa de 33,1% que reportaron enfermedad o accidente en los últimos 3 meses. Una indagación más profunda reveló que el 53,1% de los enfermos son mujeres y el 67,6% de los accidentados son hombres. En el Cuadro 1, podemos apreciar más detalles de la población. En él se

puede observar que el 22,1% de la población son pobres que necesitan acceder a servicios de salud. La tasa de personas que deberían demandar servicios de atención profesional, se presenta en mayor proporción entre la población pobre y que existe correlación negativa entre la pobreza y el acceso a servicios formales12. También nos muestra como está distribuida la población del país, con un 54% de la población residente en áreas urbanas y 46% residentes en el área rural. Podemos ver que la población del dominio Central Rural es pequeña, por lo cual en lo que resta del trabajo agruparemos a esta población con la demás población del Área Rural y utilizaremos solo 4 dominios: Asunción, Central, Resto Urbano y Área Rural. Encontramos que existe una correlación13 entre la necesidad de demandar atención profesional y su dominio de residencia: la necesidad es creciente en el orden Asunción, Central Ur-

Cuadro No 1: Indicadores de salud de la población en estudio. Tasa de Individuos que Necesitan Acceder

Pobre No Pobre Total

32,8 % 67,2 % 100,0 %

22,1% 12,2 % 34,3 %

3,2 % 12,4 % 15,6 %

12,0 % 4,5 % 16,5 %

9,3 % 7,3 % 16,6 %

1,0 % 0,5 % 1,5 %

Asunción -Urbano Central - Urbano Resto - Urbano Central - Rural Resto - Rural Total

10,5 % 18,5 % 24,7 % 4,6 % 41,7 % 100,0 %

3,4 % 6,2 % 8,1 % 1,7 % 14,9 % 34,3 %

2,4 % 4,0 % 3,7 % 1,0 % 4,5 % 15,6 %

1,9 % 3,2 % 3,9 % 0,8 % 6,7 % 16,5 %

1,3 % 2,8 % 0,8 % 3,9 % 7,8 % 16,6 %

0,2 % 0,3 % 0,4 % 0,1 % 0,5 % 1,5 %

12 Haciendo una correlación bivariante podemos ver una correlación significativa al 1% entre ellas.

Tasa de acceso a servicios formales

Enfermos o Accidentados de 15 años o más

Enfermos o Accidentados Menores de 15 años

Población s/ Nivel de Pobreza

Tasa de Embarazadas

13 Correlación bivariante de Pearson, significativa al 1%.


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

bano, Resto Urbano, Área Rural, y en el mismo orden va creciendo la diferencia entre los que necesitaron acceder y los que realmente lo hicieron. Como lo mencionamos anteriormente, la búsqueda de servicios depende estrechamente de la gravedad de la dolencia percibida por el individuo, así como de otros factores culturales y económicos. El cuadro 2 nos da una pauta de la gravedad de la dolencia, estimada a partir de los días de inactividad ocasionada por la misma, además de los tiempos y gastos realizados por los individuos que accedieron a servicios formales. Como ya lo señalamos, la percepción del estado de salud del individuo está parcialmente asociado a su estado de salud y su necesidad de solicitar ayuda para aliviar las dolencias depende fuertemente de factores subjetivos, tales como salud anterior, edad, pautas culturales, ingreso y factores objetivos, como la disponibilidad de servicios a su alrededor y la facilidad de acceso a ellos. Por esto decidimos utilizar la variable

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Días de Inactividad como un indicador de la gravedad de la dolencia, las variables Tiempo para llegar hasta el servicio, tiempo que tuvo que esperar para recibir la consulta y los gastos realizados, como indicadores de la dificultad de acceso. El Cuadro 2 nos indica que la mayoría de las personas Pobres reportaron 10 días o menos de inactividad (más tiempo que la mayoría de los No Pobres), y más tiempo para llegar al servicio que los No Pobres. Un análisis de correlación nos indica que sí existe correlación significativa entre los indicadores analizados y factores de pobreza y dominio geográfico de residencia: Cuánto más nos alejamos de Asunción, mayor tiempo para llegar pero menor tiempo de espera. También podemos apreciar que la población pobre gastó un poco menos que la población no pobre, pero si consideramos los gastos en porcentaje de ingresos disponibles podemos ver que la mayor parte de la población Pobre gasta un mayor porcentaje de sus ingresos anuales en concepto de salud que la población No

Cuadro No 2: Indicadores de gravedad de la dolencia y dificultad del acceso.

POBRE NO POBRE Asunción - Urbano Central - Urbano Resto - Urbano Área - Rural Total

Días de Inactividad

Tiempo para llegar

Tiempo de Espera

Gastos en Consul- Gastos en Medicatas mentos

Percentil 75*

Percentil75*

Mediana

Percenti75*

Percentil 75* Percentil 75

10 días 8 días 7 días 8 días 8 días 10 días 8 días

60 min 45 min 30 min 45 min 30 min 90 min 60 min

20 min 20 min 30 min 20 min 15 min 20 min 20 min

20.000 Gs. 30.000 Gs. 20.000 Gs. 30.000 Gs. 30.000 Gs. 20.000 Gs. 25.000 Gs.

80.000 Gs. 100.000 Gs. 80.000 Gs. 93.750 Gs. 100.000 Gs. 100.000 Gs. 100.000 Gs.

Gasto Total

145.250 Gs. 170.000 Gs. 150.000 Gs. 165.000 Gs. 174.750 Gs. 167.500 Gs. 163.400 Gs.

* El percentil 75 nos indica el valor por debajo del cual se encuentra el 75% de la población. Preferimos este valor por ser más representativo que la mediana en este estudio, excepto para los tiempos de espera, que en todos los casos el Percentil 75 reportó 60 min.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Pobre. La diferencias también son importantes si consideramos los dominios como se puede apreciar en el siguiente cuadro. Cuadro No 3: Gastos en salud como porcentaje del ingreso familiar anual disponible. Dominio

Pobre No pobre Asunción - Urbano Central - Urbano Resto - Urbano Área -Rural Total

Mediana

Percentil 75

6% 2% 2% 3% 3% 4% 3%

17 % 6% 5% 6% 7% 11 % 7%

En este punto vale la pena mencionar la recomendación de la OMS en su informe del año 1.999, donde insiste en la necesidad de que los países amplíen el aseguramiento de la salud de forma que la mayor proporción posible de población quede cubierta. La OMS considera que es mejor efectuar, tanto como sea posible, pre-pagos por concepto de atención a la salud, ya sea en forma de seguros, impuestos o seguridad social .

Esto no es un hecho aislado o particular de nuestro medio. Ya el informe de la OMS comenta que: Mientras que el promedio del gasto privado en salud en los países industriales es sólo de cerca de 25 por ciento en razón de la cobertura universal de la salud (excepto en los Estados Unidos, donde es del 56%), en la India, el 80 por ciento de los costos de atención a la salud de las familias son cubiertos en forma de gastos de bolsillo en el momento de recibir la atención14. Es particularmente benéfico asegurarse de que el mayor porcentaje posible de los pobres en cada país pueda obtener un seguro , afirma el Dr. Frenk. Los seguros protegen a la gente contra los efectos catastróficos de la mala salud. Lo que estamos constatando es que en muchos países, los pobres gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en atención a la salud que los ricos. En muchos países sin una red de aseguramiento para la protección de la

Cuadro No 4: Pertenencia a seguro médico o medicina pre-paga. Tipo de Seguro Médico

Dominio

Condición de pobreza No Pobre

IPS 14,9 % Particular 8,4 % Sanidad Policial o Militar 1,4 % No Tiene 75,1 % No Responde 0,0 % Total 100 %

Pobre

Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

Área Rural

Total

3,1 % 0,7 % 0,1 % 95,9 % 0,1 % 100 %

18,9 % 22,7 % 3,6 % 54,5 % 0,2 % 100 %

20,7 % 9,5 % 2,5 % 67,4 % 0,0 % 100 %

12,1 % 4,9 % 0,3 % 82,7 % 0,0 % 100 %

5,1 % 1,4 % 0,2 % 93,3 % 0,0 % 100 %

11,2 % 6,0 % 1,0 % 81,8 % 0,02% 100 %

14 Como lo hemos señalado en la introducción, según el mismo informe mencionado, en nuestro país el gasto de bolsillo asciende a 55,4%.


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

salud, muchas familias tienen que gastar más del 100 por ciento de su ingreso en atención a la salud cuando enfrentan una urgencia repentina. En otras palabras, la enfermedad las conduce inevitablemente al endeudamiento. [OMS, Año 2.000, Informe de Prensa] En este sentido, la EIH 1997/98 nos informa que en nuestro país el 81,8% de la población no está asociada a ningún sistema previsional. Para analizar más profundamente esta situación observamos el Cuadro 4 que presenta la cobertura de los seguros por nivel de pobreza y dominio geográfico de residencia.

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Como podemos observar claramente la no pertenencia a un seguro médico está relacionada con el dominio de residencia y con los niveles de pobreza. Pasaremos ahora a analizar las preferencias o disponibilidad de servicios de la población, según nivel de pobreza y dominio geográfico de residencia. En tal sentido el Cuadro 5 nos presenta esta información. En él podemos ver que en promedio el 94.6% de la población prefiere acudir a servicios formales (variando según condición de pobreza y áreas de residencia) Sin embargo, la preferencia por los métodos

Cuadro No 5: Proveedores de los servicios de salud disponibles en Paraguay.

Proveedores formales IPS Hosp. De Clínicas Otro hospital público Centro de salud Puesto de salud Sanidad militar Sanidad policial Hospital o Consultorio Privado Dispensario Total

No Pobre

Pobre

Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

Área Rural

Total Tabla

11,6 % 2,1 % 8,4 % 30,6 % 2,3 % 1,0 % 0,8 %

3,3 % 1,8 % 4,7 % 53,0 % 10,1 % 0,1 %

15,1 % 6,6 % 11,5 % 14,0 % 0,8 % 2,9 % 0,9 %

16,2 % 4,7 % 11,1 % 24,4 % 0,3 % 1,6 % 1,1 %

9,2 % 0,3 % 4,0 % 37,8 % 0,5 % 0,2 % 0,5 %

4,5 % 0,9 % 6,3 % 48,6 % 9,8 % 0,1 % 0,2 %

9,0 % 2,0 % 7,2 % 37,8 % 4,8 % 0,7 % 0,5 %

39,5 % 0,2 % 96,5 %

17,2 % 0,4 % 90,6 %

45,0 % 1,2 % 98,0 %

38,2 % 0,3 % 98,0 %

42,7 % 0,3 % 95,4 %

21,6 % 0,1 % 92,1 %

32,3 % 0,3 % 94,6 %

0,3 % 0,8 %

0,5 % 0,8 % 0,4 %

3,8 % 2,9 % 1,0 %

0,8 % 1,8 % 0,2 % 100,0 %

0,4 % 2,0 % 0,0 % 100,0 %

2,0 % 1,8 % 0,1 % 0,2 % 0,5 % 4,6 % 0,0 % 100,0 %

2,4 % 2,0 % 0,6 % 0,1 % 0,4 % 5,4 % 0,0 % 100,0 %

Proveedores No Formales Farmacia 1,8 % Casa curandero 1,1 % Su casa 0,2 % Otra casa particular 0,1 % Otro 0,3 % Total 3,5 % NR 0,0 % Total Tabla 100,0 %

3,5 % 4,0 % 1,2 % 0,1 % 0,5 % 9,3 % 0,1 % 100,0 %

0,2 % 7,9 % 0,0 % 100,0 %


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

alternativos también se presentan en proporciones importantes sobre todo en los niveles pobres 9.3% y en las áreas rurales 7.9%.

cional de Salud, junio 1.998]. Existen 124 centros en todo en el país y se asigna un centro por cada 6 a 15.000 habitantes.

Por lo que podemos observar los servicios públicos tienen mayor demanda en la población total, seguido por los servicios privados. Esto puede deberse a la mayor oferta y accesibilidad económica.

También podemos observar que el IPS, que es el servicio de seguro social más importante del país, por su capacidad en recursos humanos y tecnológicos, tiene poca influencia en la atención de la población pobre y rural del país.

Como podemos apreciar el mayor porcentaje de población que accedió a atención formal asistió a los Centros de Salud. Estos centros ofrecen Promoción y protección de la salud. Atención ambulatoria y hospitalización general. Apoyo diagnóstico y terapéutico que ameriten baja tecnología [Consejo Na-

Entre los proveedores no formales, los más preferidos fueron las Farmacias y la Casa de curanderos. En el Cuadro 6 observamos los gastos en salud incurridos por la población que se reportó enferma o accidentada.

Cuadro No 6: Proveedores de los servicios de salud disponibles en Paraguay. Condición de pobreza No Pobre

Pobre

Dominio Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

Área Rural

Total

Gastos Medios Gastos Medios Gastos Medios Gastos Medios Gastos Medios Gastos Medios Gastos Medios

Consultó con Doctor Partera Profesional Partera Empírica Enfermera Dentista Farmacéutico Curandero Familiar Otro No Consultó porque La Dolencia no era grave Se Automedicó Problemas de acceso Otras razones Total*

2,4 % 3,9 % 0,5 % 1,5 % 2,0 % 1,9 % 1,5 % 0,6 % 1,7 %

6,1 % 0,5 % ---2,2 % 3,7 % 9,3 % 6,2 % 0,9 % 5,8 %

1,9 % 0,5 % ------4,9 % 0,5 % 1,3 % ---0,4 %

2,8 % 4,3% ---0,2% 2,0% 2,4% 1,4% ---5,8%

2,7 % 0,1 % ----2,7 % 1,4 % 2,6 % 2,0 % ----1,7 %

4,1 % 3,9 % 0,5 % 2,1 % 2,7 % 4,9 % 3,4 % 0,6 % 2,2 %

2,8 % 3,9 % 0,5 % 2,0 % 2,1 % 3,0 % 2,6 % 0,6 % 2,2 %

1,2 % 1,7 % 1,3 % 1,2 % 2,0 %

2,5 % 5,7 % 4,9 % 3,8 % 5,0 %

1,9 % 1,3 % 0,9 % 3,5 % 1,9 %

1,1% 1,8 % 2,7 % 2,5 % 2,2 %

1,5 % 2,1 % 2,3 % 2,2 % 2,3 %

1,4 % 4,1 % 2,5 % 1,6 % 3,3 %

1,41 % 2,65 % 2,31 % 2,23 % 2,59 %

* Estos valores pueden diferir de los presentados en el cuadro 3 porque se calculó tomando en cuenta solo la población enferma o accidentada en los últimos 3 meses.


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

Utilizamos como indicador de gastos, la proporción del gasto total en salud sobre los ingresos totales disponibles y cruzamos con el local dónde consultó por la última enfermedad o accidente. Como podíamos esperar, en relación con sus ingresos, el pobre siempre gasta más que el no pobre, pero lo nuevo que nos presenta este cuadro es que la

93

población pobre que utiliza servicios formales gasta menos que el que acude a servicios no formales, sobre todo el que acude directamente a la farmacia. Vale la pena mencionar en este punto nuevamente, la importancia que tiene la salud del individuo en su productividad y lo que esto significa para el país, por lo tanto deben existir suficien-

Cuadro No 7: Población que necesitó acceder por tipo de acceso a servicios de salud. Dominio

Condición de pobreza Dónde consulta

Pobre

Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

No se controló 35.6 % 60.9 % Hosp. o Consul. Privado 30.3 % 10.6 % Salud Pública 18.7 % 14.1 % No Formal 8.2 % 12.4 % IPS 7.3 % 2.0 % Total Tabla 100.0 % 100.0 %

27.3 % 38.6 % 17.3 % 3.8 % 13.0 % 100.0 %

29.2 % 38.7 % 18.2 % 5.7 % 8.2 % 100.0 %

43.7 % 24.8 % 15.4 % 9.7 % 6.3 % 100.0 %

No Pobre

Área Rural

54.0 % 13.9 % 17.4 % 12.3 % 2.4 % 100.0 %

Total Tabla

44.5 % 23.4 % 17.1 % 9.7 % 5.4 % 100.0 %

Cuadro No 8: Población que necesitó acceder por tipo de atención recibida según grupo de estudio No Pobre

Pobre

Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

Área Rural

66.3 % 1.0 % 32.7 % 100 %

45.7 % 4.2 % 50.2 % 100 %

96.4 % 0.0 % 3.6 % 100 %

59.4 % 0.0 % 40.6 % 100 %

62.8 % 2.2 % 35.1 % 100 %

48.3 % 3.6 % 48.1 % 100 %

Enfermos o Accidentados >= 15 años Atención Formal 56.5 % Atención No Formal 8.1 % No consultó o No se Controló 35.4 % 100 %

29.8 % 15.5 % 54.7 % 100 %

59.4 % 0.0 % 40.6 % 100 %

63.4 % 5.0 % 31.6 % 100 %

50.6 % 9.1 % 40.3 % 100 %

39.0 % 13.9 % 47.1 % 100 %

24.3 % 10.4 % 65.3 % 100 %

76.6 % 1.5 % 21.9 % 100 %

66.8 % 6.6 % 26.6 % 100 %

42.2 % 10.3 % 47.5 % 100 %

28.2 % 10.9 % 61.0 % 100 %

Embarazada Atención Formal Atención No Formal No consultó o No se Controló

Enfermos < 15 años Atención Formal Atención No Formal No consultó o No se Controló

55.6 % 8.3 % 36.1 % 100 %


94

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

tes controles para que la salud de la población sumada a la falta de información adecuada, no se convierta en un simple mercado para la venta de medicamentos. Por último queremos referirnos brevemente a como satisface sus necesidades la población que no accede a los servicios formales para atención a la salud. El cuadro 7 presenta esta información, agrupando según dominio y condición de pobreza y el cuadro 8 presenta la misma información pero teniendo en cuenta los tipos de población en estudio. Como se puede observar en este cuadro, es casi la misma proporción de la población que necesitó consultar, la

que recurrió a servicios de salud formal (45.9%) o la que no Consultó (44.5%). Esta información nos da la pauta de la calidad en la administración por parte del estado, de la salud de la población, ya que por distintos motivos, ni el 50% de la población necesitada de atención médica, puede acceder a los servicios formales de atención de la salud. Con estas cifras, lo primero que nos viene a la mente es la descentralización administrativa de la salud, de manera a garantizar la accesibilidad de los servicios en todo el territorio del país. Llama la atención la relación existente entre dominios y tipo de servicios al que acceden en todos los grupos de estudios. Por ejemplo entre las mu-

Cuadro No 9: Motivos que expresa la población que no accede a servicios formales. Solo Enfermos o accidentados. Dominio

Condición de pobreza Pobre

Asunción

Central Urbano

Resto Urbano

Área Rural

43.1 % 18.5 %

43.3 % 21.7 %

52.8 % 14.8 %

52.8 % 12.9 %

40.4 % 18.2 %

40.4 % 22.7 %

10.3 % 25.0 % 2.7 % 0.5 % 100 %

19.6 % 11.9 % 3.2 % 0.3 % 100 %

2.6 % 24.0 % 5.8 % 0.0 % 100 %

8.2 % 22.2 % 3.4 % 0.6 % 100 %

12.9 % 26.4 % 1.6 % 0.5 % 100 %

17.3 % 16.3 % 2.8 % 0.4 % 100 %

41.7 % 28.9 %

51.6 % 17.8 %

47.3 % 38.0 %

30.4 % 40.1 %

50.1 % 22.5 %

48.9 % 19.2 %

7.7 % 18.6 % 3.0 % 0.1 % 100 %

15.3 % 13.7 % 1.6 % 0.0 % 100 %

0.0 % 6.3 % 8.5 % 0.0 % 100 %

5.7 % 19.8 % 4.0 % 0.0 % 100 %

8.3 % 17.7 % 1.3 % 0.2 % 100 %

14.9 % 15.1 % 1.9 % 0.0 % 100 %

No Pobre

Enfermos o Accidentados >= 15 años Se automedicó Atención no formal Factores de Calidad, Distancia o Costo La dolencia no era grave Otras razones No Responde Enfermos < 15 años Se automedicó La dolencia no era grave Factores de Calidad, Distancia o Costo Atención no formal Otras razones No Responde


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

jeres embarazadas: mientras en Asunción el 96.4% realizó al menos un control en las instituciones de salud (y el 3.6% no se controló), esta cantidad va cambiando según nos alejamos de la capital, hasta llegar a un 48.35% de consultas prenatales en el área rural. También es considerable la cantidad de menores del área rural que estando enfermos no han recibido atención formal o no se han controlado (72%). Los motivos mas frecuentemente mencionados son expuestos en el cuadro 9.

4.2.PROBABILIDAD DE ACCESO A SERVICIOS. Resultados del análisis de regresión logística. A continuación presentamos los resultados de los modelos aplicados a las poblaciones en estudio. Combinamos dos tipos de estudios: Primero realizamos una prueba de hipótesis del modelo elegido, utilizando la regresión logística con el método ENTER, con este método calculamos los coeficientes b para analizar la variación en la probabilidad de éxito de la variable dependiente, cuando varían los valores de las variables independientes.

95

A continuación realizamos un análisis logit con el método Forward Stepwise de manera a ordenar las variables según su poder explicativo. (Orden de selección: mayor coeficiente de WALD; Criterio para la inclusión en el modelo: mayor reducción en el valor de 2LL). Las variables con mayor poder predictivo se muestran en el Cuadro 10 por orden de selección. El estadístico de verosimilitud nos da un valor muy alto, el contraste chi cuadrado para el cambio en el valor del 2LL y la medida de Hosmer and Lemeshow de ajuste global indican que el modelo es significativo al 1%. Por lo que podemos conformar con 11 variables un modelo de regresión logística significativo y adecuado para un examen posterior. Ahora bien, ¿que tanto explica dicho modelo toda la variación?. Podemos ver con los estadísticos de bondad de ajuste. En este modelo el % de predicciones correctas, nos da un valor global del 69.6%, lo que consideramos razonable, por eso pasamos a considerar los resultados obtenidos. Según los resultados de las estimaciones podemos afirmar que el acceso

Población de 15 años y más. El modelo evaluado fue: Acceso a Servicios Formales = α0 + α1 (Preferencia) + α2 (Ingresos) α3 (Pobreza) + α4 (Dias Inactividad) + α5 (Sexo) + α6 (Edad) + α7 (Nivel Instrucción) + α8 (Nro. Mujeres en Casa) + α9 (Instrucción Mujeres) - α10 (Total Personas en Casa) + α11 (Área) + α12 (Medicam Gratuitos) + α13 (Seguro Médico)


96

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro No 10: Resultado de la regresión logit para la población de 15 años o más. Variable

1

Constante Seguro Médico

B

Valores 0 = No Tiene 1 = Tiene

S.E.

Wald

Sig

-3.342 0.5099

0.3396 96.8331 0.1117 20.8559

0 0

2

Recibió Medicamentos Gratuitos

1 = Si 0 = No

1.2126

0.1277 90.2035

0

3

Días de Inactividad

Media = 8 días

0.0302

0.0032 91.7259

0

4

Preferencias hacia Servicios Formales

1=Acudiría en caso de necesidad 0=No Acudiría

1.7755

0.2091 72.0777

0

5

Área de Residencia

1=Urbana 0=Rural

0.4628

0.0887 27.2385

0

6

Nivel de Pobreza

1=Pobre 0=No Pobre

-0.4819

0.0993 23.5641

0

7

Sexo

1=Hombre 0=Mujer

-0.5157

0.0833

38.346

0

8

Edad

>= 15 años

0.0421

0.0105 15.9693

0

9

Años de Estudio de las Media: 5.9 años Mujeres de 15 años y más

0.05

0.019

6.9244

0.01

-0.0003

0.0001

7.4556

0.01

11 Total de Miembros

-4.09E-02 2.06E-02

3.9473

0.05

Ingreso disponible per-cápita

Media: 5.31 personas -3.80E-09 3.98E-09

0.8897

0.35

0.0175

1.7388

0.19

-0.01340.05620.0567

0.81

10 Edad al cuadrado

Nivel de Instrucción

0.0231

Número de mujeres en casa Modelo Bondad de Ajuste N Registros con Valores Faltantes

Signicativo al 1% % de Predicciones correctas

a servicios formales está fuertemente asociado con: 1º. Factores relacionados con la dificultad de acceso En forma positiva con la pertenen-

-2 LL: 3.731,6 General: 69,35 % 3.240 110

cia a algún seguro médico, lo que confirma nuestra idea de que esto facilita el acceso a servicios formales En forma positiva con la recepción de medicamentos gratuitos, lo que con-


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

firma nuestra idea de que este hecho alienta y facilita el acceso a servicios formales sobre todo de la población con menos ingresos. En forma positiva con el área de residencia. Como ya lo hemos visto en el análisis descriptivo, hay una fuerte diferencia entre la demanda de los residentes en zonas urbanas y en zonas rurales. En este punto es importante destacar que el análisis a nivel de dominios no es significativo, en otras palabras, no podemos afirmar que haya diferencias en el acceso entre la población urbana, ya sea de Asunción, Central o el resto urbano 2º. Gravedad de la dolencia Esta variable fue la tercera en importancia. El signo positivo para la cantidad de días que tuvo que dejar sus actividades a causa de la enfermedad, confirma nuestra idea que cuanto más grave la dolencia es mayor la probabilidad de que el individuo busque servicios formales. Esta característica puede ser muy costosa para la atención de la salud, ya que hay veces que el individuo busca atención cuando la dolencia ya empeoró o se agudizó y su solución es más costosa. 3º. Preferencia o Disponibilidad En forma positiva con la preferencia del entrevistado por los servicios formales. Pensamos que esta preferencia hacia los servicios formales lleva ya la consideración de costos, calidad y disponibilidad de los servicios. 4º. Factores de orden Socioeconómico. En forma inversa al nivel de pobreza, es decir, cuanto más pobre es la per-

97

sona menos demanda atención profesional. Esto ya se ha profundizado en la sección anterior. 5º. Características Particulares del Individuo El sexo es significativo en este modelo. Tomando en cuenta los valores utilizados en esta variable, el signo nos indica que es más probable que las mujeres enfermas o accidentadas accedan a los servicios formales que los hombres enfermos o accidentados. La edad del individuo. Buscamos una relación cuadrática con esta variable y resultó significativa. El punto de inflexión se presenta en 69 años, por los que podemos decir que hasta los 69 años la demanda de atención crece con la edad y luego decrece. 6º. Características del entorno familiar En forma positiva con el nivel de instrucción de las mujeres mayores que se encuentran en el hogar. Este resultado nos confirma la idea de la influencia de las mujeres en la salud del hogar. En forma negativa con el número total de miembros en el hogar, lo que indica que cuanto mayor es la familia, el individuo enfermo o accidentado busca menos acceder a los servicios de salud. Por otra parte, la contribución de otras variables analizadas como el nivel de instrucción del individuo, el número de mujeres en el hogar y el Ingreso Familiar per cápita disponible no contribuyen significativamente a explicar el acceso a servicios formales. Esto pue-


98

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

de tener su explicación en la existencia de variables altamente correlacionadas con ellas, que resumen mejor las variaciones, por ejemplo el ingreso familiar con el nivel de pobreza. Un análisis más profundo de los resultados obtenidos se presenta en el cuadro 11. En él se puede apreciar la variación de la probabilidad de acceder a servicios formales cuando se modifican algunas variables como la pertenencia a un seguro médico, el área de residencia y la preferencia del entrevistado por servicios formales.

Para ver cómo varía la probabilidad de acceder a servicios formales cuando se varían los valores de las variables que nos interesa analizar, comenzamos calculando la probabilidad de acceso para hombres y mujeres de ambas áreas cuando no pertenecen a seguro médico ni acudirían a servicios formales en caso de enfermedad o accidente. Utilizamos los valores promedios de las demás variables y los mantuvimos constante.

Como nos muestra el cuadro 11, es importante la influencia que tiene la Nos interesamos en ver la influen- preferencia por servicios formales en cia solo de estas variables, porque pen- el acceso a los mismos, en la población samos que la modificación de los valo- de ambos sexos rurales. Así de 0.76 y res actuales puede ser resultados de ac- 0.65 de probabilidad de acceso llega a ciones adecuadas que pueden provenir 0.95 y 0.92 para la gente que prefiere tanto del sector público como del sec- servicios formales. Esto nos hace pentor privado. sar que si se realizaran campañas de concientización para Cuadro No 11: Análisis de Elasticidad e incidencia. cambiar la preferencia del individuo, mejoraPreferencia ría la probabilidad de Pertenencia a Servicios Área Sexo Prob. Acceso Seguro Médico Formales acceso a servicios. Esto también es váliRural Muj. NO NO 0.76 do para el área urbaRural Muj. NO SI 0.95 na. Rural Muj. SI SI 0.97 Rural Rural Rural Urbano Urbano Urbano Urbano Urbano Urbano

Hom. Hom. Hom. Muj. Muj. Muj. Hom. Hom. Hom.

NO NO SI NO NO SI NO NO SI

NO SI SI NO SI SI NO SI SI

0.65 0.92 0.95 0.83 0.96 0.98 0.75 0.95 0.97

Para esta probabilidad utilizamos los siguientes valores para las variables independientes: Días de Inactividad=8; Medicamentos Gratuitos=NO; Edad=30 años; Nivel de Instrucc.Mujeres=Pimaria Completa; Total de Personas=5,31 ; Pobres; Sin Seguro Médico, en área Rural y No Accederían a servicios formales. La preferencia por servicios formales pierde su influencia en el modelo a medida que aumenta la edad del indiv.

Si además dotáramos a la gente de un seguro médico, la probabilidad de acceder a servicios formales aumentaría un 2 o 3% más llegando a una probabilidad de acceso del 96% en el área rural y 97% en el área urbana.


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

99

Población de menores de 15 años. Acceso a Servicios Formales = α0 + α1 (Preferencia) - α2 (Pobreza) + α3 (Ingresos) + α4 (Días Inactividad) + α5 (Sexo) - α6 (Edad) + α7 (Instrucción Madre) + α8 (Edad Madre) + α9 (Nro. Mujeres En Casa) + α10 (Instrucción Mujeres) - α11 (Total Personas En Casa) + áα12 (Área) + α13 (Medicamentos Gratuitos) + α14 (Seguro Médico)

El cuadro 12 presenta los resultados obtenidos en esta población. El orden de presentación de las variables corresponde al mayor aporte en el modelo seleccionado. Los estadísticos analizados nos indican que el modelo es significativo al 1%, por lo que podemos explicar el acceso con 12 variables significativas. El porcentaje de predicciones correctas en general nos da un 73.2%. Según los resultados de las estimaciones podemos afirmar que el acceso a servicios formales está fuertemente asociado con: 1º. Características del entorno familiar En forma positiva con los años de estudios de las mujeres del hogar y con el número de mujeres mayores, lo que nos confirma la influencia de las mujeres en el cuidado de la salud. En forma positiva con la preferencia de la familia por los servicios formales. Pensamos que esta preferencia hacia los servicios formales lleva ya la consideración de costos, calidad y disponibilidad de los servicios. En forma negativa con el número total de miembros en el hogar, lo que indica que cuanto mayor es el tamaño de la familia, el individuo enfermo o

accidentado busca menos acceder a los servicios de salud. 2º. Factores relacionados con la dificultad de acceso En forma positiva con el área de residencia. Como ya lo hemos visto en el análisis descriptivo, hay una fuerte diferencia entre la demanda de los residentes en zonas urbanas y en zonas rurales. En este punto es importante destacar que el análisis a nivel de dominios no es significativo, en otras palabras, no podemos afirmar que haya diferencias en el acceso entre la población urbana, ya sea de Asunción, Central o el resto urbano En forma positiva con la recepción de medicamentos gratuitos, lo que confirma nuestra idea de que este hecho alienta y facilita el acceso a servicios formales sobre todo de la población con menos ingresos. En forma positiva con la pertenencia a algún seguro médico, lo que confirma nuestra idea de que esta situación le brinda facilidad en el acceso a este tipo de servicios 3º. Factores relacionados con condiciones socioeconómicas En forma inversa al nivel de pobreza, es decir, cuanto más pobre es la persona menos demanda atención profesional. Esto ya se ha profundizado en la sección anterior.


100

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro No 12: Variables explicativas por orden de selección. Variable 1 2

Constant Años de Estudio de las Mujeres en casa Recibió Medicamentos Gratuitos

B

Valores

S.E.

Wald

Sig

-2.04 0.08

0.33 0.03

38 5.53

0.00 0.02

1=Si 0=No

1.57

0.14

129

0.00

Media: 5.9 años

3

Condición de Pobreza

1=Pobre 0=No Pobre

-0.65

0.11

36.9

0.00

4

Área de Residencia

1=Urbana 0=Rural

0.71

0.1

51.5

0.00

5

Días de Inactividad

Media = 8 días

0.06

0.01

63.2

0.00

6

Preferencias hacia Servicios Formales

1=Acudiría en caso de necesidad 0=No Acudiría

1.34

0.24

32.2

0.00

7

Edad

<= 15 años

-0.23

0.04

34.8

0.00

8

Seguro Médico

0 = No Tiene 1 = Tiene

0.7

0.14

25.4

0.00

9

Edad al cuadrado

0.01

0

21.6

0.00

10

Ingresos Disponibles per cápita Número de mujeres en casa Total de Miembros EDMADRE SEXO NIMADRE

4.55E-08 1.63E-08

7.7715

0.01

11 12

Media: 1,5 mujeres

0.28

0.08

13.9

0.00

Media: 6,4 personas

-0.07 -0 0.08 0

0.02 0 0.09 0.03

9.31 0.26 0.73 0.02

0.00 0.61 0.39 0.89

Modelo Bondad de Ajuste N Registros con Valores Faltantes

Signicativo al 1% % de Predicciones correctas

En forma positiva al ingreso familiar disponible per cápita. En este punto vale la pena señalar que en las demás poblaciones esta variable no resultó significativa. 4º. Gravedad de la dolencia En forma positiva a la cantidad de días que tuvo que dejar sus actividades

-2 LL: 3.110,2 General: 73,2% 3.376 388

a causa de la enfermedad. Esta variable la utilizamos como un indicador de la gravedad de la dolencia, por lo que se confirma nuestra hipótesis que cuanto más grave la dolencia mayor es la probabilidad de que el individuo busque servicios formales. Esta característica puede ser muy costosa para la aten-


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

ción de la salud, ya que hay veces que el individuo busca atención cuando la dolencia ya empeoró o se agudizó y su solución es más costosa. 5º. Características del individuo La edad del individuo. Buscamos una relación cuadrática con esta variable y resultó significativa. El punto de inflexión es de 8.8 años, lo cual indica que los niños menores son los que menos acceden a servicios formales

101

instrucción de las mujeres en la casa. Lo notable además es que en esta población sí se advierte una fuerte incidencia del ingreso de las familias en el acceso. Haciendo un análisis de elasticidad e incidencia nos encontramos que en estos casos también tiene una alta incidencia la preferencia por servicios formales, pero también la pertenecia a seguro médico

Por otra parte, variables como la Edad y el nivel de instrucción de la Madre y el sexo del individuo, no tienen mucha influencia en la demanda del servicio, sino más bien el nivel de

Los estadísticos indican que el modelo es significativo al 1%. El porcentaje de predicciones correctas, es de 78,5 % a nivel general, mejorando las predicciones del Acceso que de no Acceso. o Cuadro N 13: Análisis de Elasticidad e incidencia en la poSegún los resultablación de menores de 15 años. dos de las estimaciones podemos ver que Preferencia Pertenencia a la probabilidad de acServicios Área Edad Prob. Acceso Seguro Médico Formales ceder a los servicios está relacionada con Rural 1 NO NO 0.65 pocas de las variables Rural 1 NO SI 0.88 analizadas, a saber: Rural 1 SI SI 0.94 Rural Rural Rural Urbano Urbano Urbano Urbano Urbano Urbano

9 9 9 1 1 1 9 9 9

NO NO SI NO NO SI NO NO SI

NO SI SI NO SI SI NO SI SI

0.46 0.76 0.87 0.79 0.93 0.97 0.63 0.87 0.93

En forma positiva al mes de gestación: Cuanto más cerca está de dar a luz es mayor la probabilidad de que demande atención profesional.

Población embarazada. Acceso a servicios formales = α0 + α1 (Preferencia) + α2 (Ingresos) α3 (Pobreza) + α4 (Meses Gravidez) α5 (Nro. Hijos Nac. Vivos) + α6 (Nro. Hijos Fallecidos) + α7 (Edad) + α8 (Nivel Instrucción) α9 (Nro. Mujeres) + α10 (Instrucción Mujeres) α11 (Total Miembros) + α12 (Área) + α13 (Seguro Médico)


102

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro No 14: Resultados de el análisis de regresión. Variable 1 2 3 3 4

Constante ANOSEST MES GESTACIÓN SEGURO SEGURO

0 = No Tiene 1 = Tiene

HIJOSNV AREA POBNOPOB EDAD05 EDAD2 HIJOSFA NMUJMAY NIVEMUJ TOTPERS YFPC DESEAAC Modelo Bondad de Ajuste N Registros con Valores Faltantes

B

Wald

Sig

-3.5985 0.2107 0.5239

2.7094 1.764 0.1369 2.3676 0.0836 39.2692

0.18 0.12 0.00

1.7299

0.6084

8.0855

0.00

-0.1788 0.1446 -0.0361 0.0465 -0.0002 0.8028 0.4525 -0.0046 -0.1454 -9.6E-09 -0.6423

0.13 0.3468 0.3801 0.1786 0.0032 0.4863 0.3318 0.1591 0.1108 2.5E-08 1.021

1.8928 0.1737 0.009 0.0678 0.0049 2.7251 1.8601 0.0008 1.7234 0.1539 0.3957

0.17 0.68 0.92 0.79 0.94 0.10 0.17 0.98 0.19 0.69 0.53

Valores

Signicativo al 1% % de Predicciones correctas

En forma positiva con la pertenencia a seguros médicos. Es importante señalar en este punto que el resultado de la selección de variables significativas incluyó además a las siguientes variables como significativas: En forma positiva con el Nivel de instrucción del entrevistado: A mayor nivel de instrucción más controles en las instituciones de salud. En forma negativa con el número de hijos nacidos vivos. Por otra parte, las variables de condición de pobreza y área de residencia no aparecen significativas en este modelo. Eso puede deberse a que en los últimos años la mayor cantidad de in-

S.E.

-2 LL: 253,1 General: 78,5% 275 0

versiones se realizó para mejorar la oferta de servicios materno-infantil y en ese sentido ya es más fácil que la mujer encuentre ofertas posibles de atención perinatal. El Número de Mujeres Mayores que habitan en la casa no influye significativamente en la demanda de atención profesional. Cuadro No 15: Análisis de Elasticidad e incidencia en la población de embarazadas. Mes

Pertenencia a Seguro Médico

Prob. Acceso

3 3 6 6

NO SI NO SI

0.83 0.96 0.96 0.99


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

CONCLUSIONES Por todo lo analizado volvemos a verificar que el nivel de instrucción, el nivel de pobreza y el área de residencia son variables muy importantes para el acceso a servicios de salud de mejor calidad y control. Un resultado importante que aporta esta investigación es la influencia favorable que sería la pertenencia a un seguro médico. La pertenencia a un seguro médico debe ser estimulada, aunque sea para los servicios de atención primaria y sobre todo para los de alta complejidad. Como mencionamos antes, la salud es en sí un bien muy caro de mantener y sin embargo genera mayor productividad en el individuo. En este sentido la OMS en su informe anual del año 2.000 sugiere que se utilice sistemas pre-pagos de salud ya sean públicas, privadas o en forma de impuestos. De todas formas, la sociedad a través de sus organizaciones, debería mantener estrictos controles de manera a garantizar que los seguros médicos cumplan con su cuota de responsabilidad en el cuidado de la salud.

103

enfermos pero no tiene mayor influencia en la población de embarazadas. Esto es importante a la hora de priorizar los tipos de servicios y la facilidades ofrecidas en el interior del país (el énfasis en la atención a la salud materno/ infantil ya obtuvo sus resultados positivos. Ahora lo importante debe ser mantener dichos logros en esa área y enfatizar también en otras áreas). También los esfuerzos de descentralización deben seguir siendo estimulados para que la oferta y las facilidades lleguen al sector rural. Por último, altos niveles de pobreza nunca son buenos para ninguna población y menos aún en cuanto a todo lo que se refiera a bienestar de la población.

Pero más importante aún ha sido la influencia de las variables de preferencias por servicios formales y el nivel de instrucción de las mujeres mayores cuyo nivel de preparación puede ser mejorado en general por políticas de gobierno y en su defecto suplidas por campañas de educación y concientización de la necesidad de atención a la salud.

Una recomendación para mejorar los contenidos de la encuesta es que podría incluir más indicadores que nos permitan analizar el estado de salud general de la población y los cuidados que realizan las personas. En este aspecto las preguntas incluidas actualmente, mas bien están orientadas a conocer los tipos de problemas de salud que existen sobre todo en la población de mujeres embarazadas y de niños menores de 5 años y las dificultades que enfrenta la población enferma a la hora de demandar ayuda de buena calidad cuando lo necesita. Pero incluso nos hemos encontrado con ciertas limitaciones a la hora de analizarlas con este objetivo

Como hemos visto en los distintos modelos, el área de residencia influye significativamente en la población de

Por todo esto sugerimos incluir otras variables que nos ayuden también a prevenir las dificultades para el cuida-


104

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

do de la salud que existen en el país, incluyendo las siguientes preguntas: 1. Para todos los entrevistados: distancia del centro de salud más cercano (puede ser medida en tiempo de acceso). 2. Para todos los entrevistados: Indicadores de calidad para los servicios formales conocidos y cercanos. 3. Para todos los entrevistados: En el último trimestre, cuántas veces accedió a consultas. 4. Para mujeres es importante saber si conocen ciertos análisis básicos para el cuidado de la salud y si se lo realizan con cierta regularidad. 5. Para niños menores de 5 años, cuántas veces acudió a consulta durante los primeros años de vida y cuántas veces acudió a consulta en el último año. Cuántas veces tomó antiparasitarios. 6. Para todos los enfermos o accidentados: gravedad de la dolencia. 7. Para los menores de 5 años, preguntar cuántas veces se enfermaron de granos, gripe, bronquitis, etc. en el transcurso del año, ya que son enfermedades comunes que se presentan en ciertas épocas del año.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 1) Artells Herrero, J.J. (1.989) Aplicación del análisis Coste-Beneficio en la planificaicón de los servicios sanitarios . 2) Consejo Nacional de Salud, MSP y BS (1.998) Análisis del Sector Salud del Paraguay . 3) Cortés, Fernando (1.997) Regresión logística en la investigación social: potencialidades y limitaciones . Revista de Ciencias Sociales, Departamento de Sociología, Universidad de la República, Uruguay - www.rau.edu.uy/fcs/ soc/Revista/cortes.html. 4) Dirección General de Estadística, Encuestas y Censo (1.998), Anuario Estadístico . 5) Hair, J; Anderson, R.E.; Tatham,R.L.; Black, W.C. (1.999) Análisis Multivariante , Prentice Hall, Madrid. 6) Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (1.994) Morbilidad Percivida y uso de los Servicios de Salud en una población Rural del Paraguay Región Oriental Centro Sur EFACIM, Paraguay. 7) Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (1.994) Morbilidad Percivida y uso de los Servicios de Salud en una población Urbana del Paraguay Gran Asunción EFACIM, Paraguay. 8) Novales, Alfonso (1.997) Estadística y econometría , Mc Graw Hill. 9) OMS, (2.000) La OMS evalúa los sistemas de salud en el mundo , informe de prensa Junio 2.000 - www.who.int/whr. 10) OPS, Manual sobre el enfoque de riesgo en la atención Maternoinfantil , Serie PALTEX N°7. 11) Robles, Marcos (1.999) Canasta Básica de Alimentos y Línea de Pobreza. Resultados de la EIH 1997/98 . 12) Robles, Marcos (abril 1.999) Determinación del Ingreso Familiar, EIH 1997/98, informes de consultoría .


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

105

ANEXO I Organización de los servicios del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social según nivel de Complejidad. Funciones Atención ambulatoria y Hospitalización especializada y subespecializada. Apoyo diagnóstico y terapéutico que amerite alta tecnología y mayor grado de especialización.

Niveles de atención

Nivel de Complejidad

Población Asignada

Hospital Especializado

8

Demanda Nacional

Hospital General

7

Hospital Regional

6

Especializado

Personal profesional, técnico y auxiliar Promoción y protección de la Salud. Atención Ambulatoria y Hospitalización con cuatro especialidades básicas y otras III Básico prioritarias. Apoyo diagnóstico y terapéuComplementario tico que amerite mediana tecnología. Por personal profesional, técnico y auxiliar. Promoción y protección de la Salud. Atención Ambulatoria y Hospitalización con cuatro especialidades básicas. Apoyo diagnóstico y terapéutico que amerite baja tecnología. Por personal profesional, técnico y auxiliar.

II Básico

Promoción y protección de la Salud. Atención ambulatoria y hospitalización general. Apoyo diagnóstico y terapéutico que amerite baja tecnología. Por personal profesional, técnico y auxiliar.

I Primario

Promoción y protección de la Salud. Atención elemental de la patología local más frecuente y partos de bajo riesgo por personal auxiliar.

Unidades de oferta

Hospital Distrital

Centro de Salud

Puesto de Salud Dispensario

5 4

3

2 1

Más de 120.000 habitantes

Área Metropolitana del Gran Asunción. Más de 100.000 Habitantes. Otras áreas país 15 a 40.000 habitantes

6 a 15.000 habitantes

Menos de 5000 habitantes. Menos de 1000 habitantes.


106

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

ANEXO II Ficha técnica de la muestra. Objetivo: La Encuesta Integrada de Hogares tiene por objetivo generar indicadores que permitan conocer los niveles de bienestar y las condiciones de vida de los hogares. Para ello entrevistó a hogares de las áreas Urbana y Rural de todo el país, excluyendo a los de departamentos de Alto Paraguay y Boquerón cuyas poblaciones representan menos del 2 % de la población total del país. Su ámbito poblacional representa a las personas residentes en viviendas particulares. Se excluye, en consecuencia, a la población residente en viviendas colectivas (hospitales, cárceles, cuarteles, etc.). La información se circunscribe al Paraguay en el periodo comprendido entre agosto de 1997 a Julio de 1998. Diseño: El marco muestral utilizado para la selección de la Muestra está constituido por los «segmentos», construidos a partir de los resultados del Censo Nacional de Población y Viviendas de 1992, cada uno de los cuales conformado de 50 viviendas en promedio. Estratificación: El país se dividió en 5 estratos: Asunción, Central Urbano, Central Rural, Resto Urbano y Resto Rural, quedando fuera del marco los departamentos de Alto Paraguay y Boquerón, por su escasa población (menos del 2% nacional), gran extensión y dispersión de la población, difícil acceso y altos costos de campo.

Tipo De Muestreo: El muestreo para la EIH 1997/1998 fue bietápico y probabilístico. Las unidades de primera etapa (o unidades primarias de muestreo) son los «segmentos», los cuales fueron seleccionados en forma sistemática, con arranque aleatorio y con probabilidad proporcional aproximada al tamaño, de acuerdo al número de viviendas registradas en el censo. Las unidades de segunda etapa son las viviendas particulares que se encuentran dentro de los segmentos, las cuales fueron seleccionadas en conglomerados compactos. Las viviendas se consideran como conglomerados; en ellas se investigan a todas las personas que habitualmente residen. Tamaño De La Muestra: El tamaño de la muestra a nivel nacional fue de 5000 viviendas y fue distribuida en estratos. Para la distribución de la muestra se realizó un análisis de las variabilidades por estratos, considerando las zonas urbanas y rurales del País, de acuerdo al Censo 1992 y además, con una aproximación de la muestra cercana a la Asignación de Neyman, se obtuvieron los siguientes resultados: Asunción Central Urbano Resto Urbano Central Rural Resto Rural

550 viviendas 600 viviendas 1.240 viviendas 250 viviendas 2.360 viviendas

En la primera etapa se seleccionaron en total para los cinco estratos 500


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

107

segmentos y en la segunda etapa el tamaño de la muestra es variable dependiendo de la cantidad de viviendas por conglomerados para cada uno de los estratos. Cuestionario El cuestionario utilizado para consta de 9 secciones bien diferenciadas y son las siguientes: 1. Características de la población.

6. Empleo e Ingreso Laboral.

2. Vivienda y disponibilidad de bienes duraderos.

7. Actividades Independientes del Hogar.

3. Educación.

8. Actividades Agropecuarias Forestales y Derivados.

4. Salud. 5. Salud infantil y Antropometría.

9. Gastos del Hogar.


108

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

ANEXO III Resumen de variables utilizadas en el modelo de regresión. Variable dependiente

Factor en estudio

Dónde acudiría

Binaria 1=Atención Formal 0=Atención No Formal

Socioeconómicos

Nivel de Pobreza

Binaria 1=Pobre 0=No Pobre

Ingresos Familiar Disponible per cápita

Variable Numérica Entera

Días de Inactividad

Variable Numérica Entera medida en días

Sexo

Binaria 0=Hombre 1=Mujer

Edad

Variable Numérica Entera medida en años

Nivel de Instrucción de la madre

Variable Numérica Entera medida en años de instrucción formal aprobados

Edad de la Madre

Variable Numérica Entera medida en años

Nro. de mujeres mayores de 15 años

Variable discreta medida en unidad

Educación de las mujeres mayores de 15 años

Variable Numérica Entera. Es el promedio de años de instrucción formal aprobados por las mujeres del hogar.

Total de Miembros

Variable Numérica Entera. Es el número de miembros del hogar.

Características del Individuo

0 = Necesitó y no Accedió 1= Necesitó y Accedió

Unidad de medición

Disponibilidad o Preferencia

Gravedad de la dolencia

Acceso a Servicios de Salud Formal de la población de menos de 15 años

Variables Independientes

Entorno familiar

Dificultad de acceso Área

Binaria 0=Rural 1=Urbana

Acceso a Medicamentos gratuitos

Binaria 0=No le dieron 1=Si le dieron

Seguro Médico

Binaria 1=Tiene 0 =No Tiene


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

Variable dependiente

Acceso a Servicios de Salud Formal de la población de 15 años o más

0 = Necesitó y no Accedió 1= Necesitó y Accedió

Factor en estudio

Variables Independientes

109

Unidad de medición

Disponibilidad Preferencia

Dónde acudiría

Binaria 1=Atención Formal 0=Atención No Formal

Socioeconómicos

Nivel de Pobreza

Binaria 1=Pobre 0=No Pobre

Ingresos Familiar Disponible per cápita

Variable Numérica Entera

Gravedad de la dolencia

Días de Inactividad

Variable Numérica Entera medida en días

Características del Individuo

Sexo

Binaria 0=Hombre 1=Mujer

Edad

Variable Numérica Entera medida en años

Nivel de Instrucción

Variable Numérica Entera medida en años de instrucción formal aprobados

Nro. de mujeres mayores de 15 años

Variable discreta medida en unidad

Nivel de instrución de las mujeres mayores de 15 años

Variable Numérica Entera. Es el promedio de años de instrucción formal aprobados por las mujeres del hogar.

Total de Miembros

Variable Numérica Entera. Es el número de miembros del hogar.

Entorno familiar

Dificultad de acceso Área

Binaria 0=Rural 1=Urbana

Acceso a Medicamentos gratuitos

Binaria 0=No le dieron 1=Si le dieron

Seguro Médico

Binaria 1=Tiene 0 =No Tiene


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Variable dependiente

Factor en estudio

Dónde acudiría

Binaria 1=Atención Formal 0=Atención No Formal

Socioeconómicos

Nivel de Pobreza

Binaria 1=Pobre 0=No Pobre

Datos Generales

0 =No Accedió a Controles 1=Accedió a Controles

Unidad de medición

Disponibilidad o Preferencia

Estado de Gravidez

Acceso a Servicios de Salud Formal de la población Embarazada

Variables Independientes

Entorno familiar

Ingresos Familiar Disponible per cápita Nro. de meses de gestación

Variable Numérica Entera Variable Numérica Entera medida en meses

Edad

Variable Numérica Entera medida en años

Nivel de Instrucción

Variable Numérica Entera medida en años de instrucción formal aprobados

Nro. de mujeres mayores de 15 años

Variable Numérica Entera en unidad

Educación de las mujeres mayores de 15 años

Variable Numérica. Es el promedio de años de instrucción formal aprobados por las mujeres del hogar.

Cantidad de hijos fallecidos

Variable Numérica Entera medida en unidad

Nro. de hijos fallecidos

Variable Numérica Entera medida en unidad

Dificultad de acceso Área de Residencia

Seguro Médico

Binaria 0=Rural 1=Urbana Binaria 1=Tiene 0 =No Tiene


Determinantes del Acceso a Servicios de Salud en Paraguay

111

ANEXO IV La salud en Paraguay Para enmarcar el estudio presentamos un perfil de la población paraguaya y de la infraestructura sanitaria. Lo primero que debemos remarcar es que existe una marcada diferencia según la zona de residencia Urbana o Rural del país. Efectivamente el 53,7% de la población total habita zonas urbanas y 46,3% en zona rural, con una tasa de analfabetismo del 5,6% para el área urbana y 13,4% para el área rural; y un promedio de 7,7 años de estudios en la población mayor de 25 años en el área urbana y solo 4,2 años en el área rural. [EIH 97/98 Resultados Preliminares]

la pobreza en el área rural es más profunda ya que el ingreso promedio de los pobres de esta área cubre apenas el 50% del costo de la canasta básica de consumo. Por otra parte, entre 1.995 y 1.997/98, la pobreza aumentó en el área rural en 6 puntos pasando de 37% a 43%, mientras que en el resto urbano (que no considera Asunción y área metropolitana) aumentó en solo 2 puntos pasando de 27% a 29%. Sin embargo si incluimos a Asunción la pobreza disminuye dentro del área urbana de 24% a 23% [Robles, 1999]

Existe además, marcada diferencias en las condiciones de saneamiento en que se desenvuelven los habitantes por área de residencia. Por ejemplo el 70,1% de la población del área urbana se abastece de servicios de agua potable15 y solo el 12,9% lo hace en el área rural, siendo el servicio sanitario más utilizado el WC pozo ciego en el área urbana (62,4%) y la letrina común en el área rural (73,4%)

El país invierte solo el 7,4% del Presupuesto Nacional en salud [Consejo Nacional de Salud, 1.998]. Según las estimaciones de la OMS, el sector público cubre el 35,6% del total de los gastos para el cuidado de la salud de la población y el sector privado el 64,4% del total. Otras estimaciones importantes contenidos en el documento es que en general el el 55,4% del total de los gastos lo realiza la población en forma de gastos de bolsillo cada vez que demanda servicios [OMS, Informe Anual 2.000, Anexo 8]

En el aspecto socioeconómico, tenemos que el 32,1% de paraguayos son pobres, debido a que sus ingresos son inferiores al costo de una canasta básica de consumo, pero existe una marcada diferencia según el ámbito geográfico de residencia: 42,5% en el área rural, 23,1% en áreas urbanas16. Además,

Los indicadores seleccionados nos presentan un panorama de la salud de la población. Así la esperanza de vida al nacer es de 60 años para hombres y 65 para mujeres [OMS, Informe Anual 2.000, Anexo 2] y la tasa de mortalidad infantil fue estimada en 37 por 1.000 por la OMS en el año 1.99017.

15 Proveídos por la Corporación de Obras Sanitarias (CORPOSANA) entidad del gobierno y por otras redes privadas.

16 Bajando hasta un 11.8% en la capital del país. 17 y de 20,7 según registros de nacimiento y defunción del MSPyBS año 1.996, pero se estima que el porcentaje de subregistro de mortalidad es del 35% [MSPyBS, 1.996].


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

La oferta de servicios de la salud en el Paraguay es de carácter mixto con la participación de instituciones públicas, privadas y mixtas. Las instituciones que conforman el subsector público son: el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS)18, Instituto de Previsión Social (IPS), Sanidad Militar, Sanidad Policial, Universidad Nacional (Hospital de Clínicas) Gobernaciones y Municipalidades. El subsector privado lo conforman instituciones sin fines de lucro, como la Universidad Católica y otros Organismos No Gubernamentales (ONG)19 y otras instituciones con fines de lucro como Sanatorios, Hospitales y Consultorios Privados. La Cruz Roja es una entidad

18 Autoridad principal del Poder Ejecutivo encargada de proteger la salud de la población. 19 Se estima la existencia de 20 ONGs trabajando en el país, pero la información sobre ellas es escasa.

mixta. [Consejo Nacional de Salud, 1.998] El Ministerio de Salud a través de sus establecimientos, tiene cobertura nacional y apunta a satisfacer de servicios a los más carenciados, pero según sus propias estimaciones solo llega al 33% de la población [Consejo Nacional de Salud, 1.998]. Sus recursos financieros, provienen del Presupuesto General de la Nación y cuenta con recursos humanos de distintos niveles de preparación, desde médicos, odontólogos, enfermeras hasta técnicos y auxiliares formados para brindar atención primaria (ver ANEXO I) Tiene un sistema regionalizado de establecimientos de salud con distintas funciones y nivel de equipamiento, pero en Asunción se encuentran 6 Hospitales para atención general y 10 Hospitales Especializados, mientras que en el interior del país encontramos un Hospital para atención general por Departamento.


Situación Habitacional en Paraguay Condiciones de habitabilidad, hacinamiento y déficit habitacional

Daniel Bogado

INTRODUCCIÓN Una mirada a las condiciones de asentamiento de la población del país demuestra, a priori, que el problema de la vivienda posee relevancia y actualidad tanto a escala familiar, como a nivel del Estado y la sociedad. La vivienda es una necesidad básica que condiciona el desarrollo integral de la persona y el ejercicio de su libertad en lo que atañe a la privacidad. El Estado reconoce la vivienda como un derecho de las personas; sin embargo, este derecho no puede ser ejercido, principalmente por motivos económicos, por una gran cantidad de los hogares paraguayos, 32% de los cuales se encuentra por debajo de la línea de pobreza (EIH 1997/98). Desde el ámbito social, se observa que la carencia de vivienda crea una tensión al interior de la sociedad al situar en condiciones de marginalidad a un número elevado de sus miembros. Esta investigación tiene por objetivo realizar un análisis de las condiciones en que habitan los miembros de los hogares paraguayos y realizar una estimación del déficit habitacional del país sobre la base de los resultados de la Encuesta Integrada de Hogares de 1997/98 realizada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y

Censos (DGEEC). También se pretende extraer conclusiones que puedan ser de utilidad a las instituciones encargadas de crear las condiciones necesarias para que la población acceda a una solución habitacional y mejores condiciones de saneamiento.

MARCO TEÓRICO:

Definiciones y conceptualizaciones en el tema de la vivienda La vivienda es una estructura física que debe cumplir, al menos, tres funciones básicas: (i) proporcionar protección frente al medio ambiente y los fenómenos climáticos, (ii) posibilitar la práctica de hábitos de higiene adecuados que colaboren con la prevención de enfermedades, y, (iii) posibilitar la intimidad suficiente a cada uno de los miembros del hogar que lo habita. Estas funciones deben permitir a sus ocupantes desarrollarse y satisfacer sus necesidades fisiológicas, biológicas, psicológicas y sociales. Para satisfacer todas estas necesidades, la vivienda necesita de cierta infraestructura y equipamiento, especialmente en lo que se refiere a los servicios (instalaciones sanitarias y de agua potable, energía eléctrica, etc.)


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

A excepción de casos extremos que los hay- las personas normalmente no viven a la intemperie. Los hogares residen en una vivienda. De acuerdo con este hecho, el problema de la vivienda consiste en determinar si una vivienda determinada cumple o no con las funciones mencionadas, y por tanto, si satisface o no los requerimientos habitacionales de los miembros del hogar que lo habitan. Una vivienda específica puede cumplir las funciones y satisfacer las necesidades de sus ocupantes en diversos grados. Por este motivo, no es posible hablar de satisfacción absoluta de la necesidad de vivienda. La satisfacción será siempre relativa y, se podrá hablar entonces, de diversos grados de satisfacción de la necesidad de vivienda. Estos grados de satisfacción serán necesariamente convencionales. El grado de satisfacción frente a los elementos de la naturaleza y la prevención de enfermedades puede evaluarse por medio de la habitabilidad de una vivienda. El concepto de habitabilidad hace referencia a la protección ambiental y condiciones de salubridad (Cf. Universidad Católica de Chile, 1985; MIDEPLAN, 1992). La protección ambiental alude a las características materiales de la vivienda (tipo y calidad de los materiales con que está construida) que permitan a sus ocupantes hacer frente a las condiciones físicas y climáticas del medio. La salubridad se relaciona con las condiciones que permitan al hogar la práctica de hábitos de higiene adecuados (disponibilidad de agua corriente, energía eléctrica, baños y sistemas de eliminación de excretas, etc.). La adecuación de la vivienda en términos de

intimidad puede evaluarse según el número de metros cuadrados por persona o el número de personas por habitación. A los efectos de poder cuantificar el déficit habitacional, necesariamente se deben fijar unos estándares mínimos que sean aceptables socialmente y en referencia a ellos determinar si una vivienda es deficitaria o no. Es decir, a partir de los estándares mínimos establecidos se verifica si una vivienda específica se halla en condición deficitaria o no. Como es obvio, los resultados van a diferir principalmente de acuerdo a las condiciones mínimas que, en forma relativamente arbitraria, se exige a una vivienda para calificarla como buena o no deficitaria . Siguiendo la metodología de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) de Chile (MIDEPLAN, 1992) y las consideraciones conceptuales y parámetros mínimos del Atlas de Necesidades Básicas Insatisfechas (DGEEC, 1995), se ha construido un Indicador de Materialidad para calificar las condiciones materiales de los componentes (pared, techo y piso) de las viviendas, y otro Indicador de Saneamiento para calificar las condiciones de salubridad, que considera la disponibilidad y lugar de abastecimiento del agua, el sistema de eliminación de excretas y la disponibilidad de corriente eléctrica. Para medir el grado de satisfacción que brinda una vivienda en relación con la intimidad, se ha utilizado el concepto de hacinamiento -que en realidad mide la insatisfacción de esta necesidad- de la Encuesta Integrada de Hogares, que


Situación Habitacional en Paraguay

considera que existe hacinamiento cuando se tiene más de tres personas por dormitorio1 . Sin embargo, este criterio no tiene en cuenta las dimensiones del dormitorio.

A. CONDICIONES DE HABITABILIDAD DE LOS HOGARES PARAGUAYOS Para caracterizar las condiciones de habitabilidad de los hogares paraguayos, se utilizan la tipología habitacional especificada en la EIH 1997/98, las características materiales de las viviendas y el acceso a los servicios básicos. a. Tipología habitacional La Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 establece seis categorías para esta tipología2. En el Cuadro Nº 1 se presentan los resultados de la EIH 1997/98 clasificando a los Hogares por el tipo de vivienda en el cual residen. De acuerdo con los resultados, el

71,1% de los hogares del país residen en viviendas tipo casa y 22,7% residen en ranchos . En estas dos categorías se agrupan el 93,7% de las viviendas del país. Estos números muestran que se mantiene el predominio de las viviendas tipo casa y rancho ya registrado en censos anteriores, donde estas tipologías superaron el 95% en el periodo 1962-1992, según el Informe del Censo Nacional de Población y Viviendas de 1992 (DGEEC, 1994. 43). En el informe del Censo 92 (DGEEC, 1994. Cuadro Nº14.44) se observa también que existe una tendencia leve a disminuir este porcentaje, pasando de 97,7% en 1972 a 95,5% en 1992, al mismo tiempo que la vivienda tipo Departamento fue aumentando de 0,3% a 0,9% en el mismo periodo. La EIH 1997/98 confirma que estas tendencias se mantienen, constituyendo Casa y Rancho el 93,7%, y Departamento , el 1,9%. Al considerar la localización de los hogares por área urbana o rural, se observa (ver Cuadro Nº 1) que en las

Cuadro Nº 1 Hogares por Tipo de Vivienda según Área de Residencia TIPO DE VIVIENDA

AREA Urbana Rural % Cantidad % Cantidad

Casa 539.163 83,0 272.234 55,3 Rancho 43.951 6,8 214.733 43,6 Dpto. o piso 21.610 3,3 0 0,0 Pieza, inquilinato 40.355 6,2 3.435 0,7 Viv. improvisada 4.095 0,6 999 0,2 Otro 444 0,1 663 0,1 Total 649.618 100,0 492.064 100,0 FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

115

TOTAL PAIS Cantidad

%

811.397 71,1 258.684 22,7 21.610 1,9 43.790 3,8 5.094 0,4 1.107 0,1 1.141.682 100,0

1 Paraguay, Chile y Uruguay imponen esta única condición. Pero, la Encuesta Permanente de Hogares de la Argentina considera que existe hacinamiento cuando hay más de 2 personas por cuarto en un hogar, y que existe hacinamiento crítico, cuando hay más de tres personas por cuarto. 2 Las definiciones de cada uno de los tipos aparecen en el Anexo 1 y fueron tomadas del Manual del Encuestador de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

áreas urbanas 83% de los hogares reside en casas , y sólo 6,8% vive en ranchos , mientras que, de los hogares rurales, 55,3% reside en casas y 43,6% en ranchos . En el área urbana se observa también que 6,2% de hogares vive en pieza, inquilinato y 3,3% en Dpto. o piso , mientras en el área rural la EIH 1997/98 no registra la existencia de Dpto. o piso y menos del 1% (0,7%) vive en pieza, inquilinato . A nivel nacional, los tipos de vivienda que representan condiciones más precarias de asentamiento como viv. improvisada y otros afecta sólo a 0,5%. Estos porcentajes de viviendas precarias suben a 2,2% en Asunción y 1,3% en Central Rural (Ver Cuadro Nº 2).

El Cuadro Nº 2 resume el tipo de vivienda en que se alojan los hogares considerados esta vez por Dominio. En Asunción uno de cada cuatro hogares reside en casa , y al mismo tiempo, la capital del país registra los mayores índices muy superiores al resto del país- de hogares instalados en Dpto. (5,5%), inquilinato (11,2%) y vivienda improvisada (2%). En el Departamento Central resalta el hecho de que la gran mayoría casi 90%- de los hogares residen en casa , tanto en áreas urbanas como rurales. Después de las casas , el inquilinato es el tipo de vivienda más importante en las áreas urbanas seguido por Dpto. , lo que es bastante lógico considerando que éstas son formas características de alojamiento en

Cuadro Nº 2 Hogares por Tipo de Vivienda según Dominio TIPO DE VIVIENDA

DOMINIO Asunción Urbano

Central Urbano

Central Rural

Resto Urbano

Resto Rural

Porcentajes Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total de grupo

79,1 1,9 5,5 11,2 2,0 0,2 100,0

88,0 2,8 1,8 6,9 0,5 0,0 100,0

88,3 6,1 0,0 4,3 1,3 0,0 100,0

81,1 12,0 3,5 3,3 0,1 0,1 100,0

51,1 48,5 0,0 0,2 0,1 0,2 100,0

Cantidad Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total de grupo

107.621 2.638 7.510 15.275 2.741 252 136.037

194.249 6.228 3.926 15.332 1.124 0 220.859

49.497 3.405 0 2.403 753 0 56.058

237.293 35.085 10.174 9.748 230 192 292.722

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

TOTAL PAÍS

71,1 22,7 1,9 3,8 0,4 0,1 100,0

222.737 811.397 211.328 258.684 0 21.610 1.032 43.790 246 5.094 663 1.107 436.006 1.141.682


Situación Habitacional en Paraguay

sectores urbanos. En área rural, después de las casas , predominan los ranchos (6,1%). b. Características materiales de las viviendas La EIH 1997/98 recoge información detallada acerca de las condiciones materiales de los componentes de las viviendas (pared, piso y techo), aunque sin tener en cuenta su estado de conservación o calidad. Para considerar la vivienda en forma integral se ha utilizado un Indicador de Materialidad que engloba las características materiales de los componentes de las viviendas registradas por la EIH y las clasifica3 en Buenas , Regulares o Deficitarias . En este indicador se considera que las paredes y el techo son los elementos principales de la vivienda para brindar una buena protección. De esta forma, una vivienda es calificada como

117

buena cuando sus paredes son de ladrillo, madera o piedra (calidad buena), su techo es de teja o losa de hormigón y su piso es de madera, baldosa, cerámica o granito. Es calificada como regular en general cuando las paredes o el techo son de esta calidad según la clasificación establecida en el anexo metodológico- (estaqueo o adobe, y zinc o fibrocemento eternit ) aunque el piso sea de calidad buena (madera, baldosa, cerámica o granito), regular (ladrillo o lecherada) o deficitaria (tierra u otros materiales). Una vivienda es deficitaria cuando la pared (otros materiales, materiales de desecho) o el techo (paja, madera u otros materiales) son deficitarios, pudiendo el piso ser bueno, regular o malo. Estas calificaciones son consistentes con las categorías adoptadas para las viviendas en el Atlas 3 En el Anexo 2, Metodológico, se presenta la composición de este indicador y el de saneamiento.

Cuadro Nº 3 Hogares por Indicador de Materialidad según Area de Residencia INDICADOR DE MATERIALIDAD Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total

AREA Urbana % Col.

% fila

70,8 25,7 3,5 100,0

Cantidad Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

460.035 166.675 22.908 649.618

TOTAL PAÍS

Rural

74,0 50,0 12,3 56,9

% Col.

% fila

32,8 33,9 33,3 100,0 161.396 166.988 163.680 492.064

26,0 50,0 87,7 43,1

% Col. 54,4 29,2 16,3 100,0

% fila 100,0 100,0 100,0 100,0

621.431 333.663 186.588 1.141.682


118

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

de NBI, siendo la vivienda deficitaria una vivienda que no satisface las necesidades básicas habitacionales (Cf. DGEEC, 1995). El Cuadro Nº 3 muestra que el 54,4%, un poco más de la mitad, de los hogares del país residen en viviendas consideradas buenas, es decir, que les brindan buena protección del medio ambiente y los fenómenos naturales. En contrapartida, unos 186.588 hogares, que representan el 16,3% del total, habitan viviendas deficitarias, en condiciones desfavorables en su relación con el medio ambiente, y un 29,2% vive en viviendas que les proporciona una protección regular . En este grupo se encuentran las viviendas que necesitan el reemplazo o mejoramiento de alguno de sus componentes (pared, techo o piso), para mejorar su nivel y pasar a la categoría de buena . Estas viviendas necesitan un programa habitacional especial orientado no al reemplazo sino

al mejoramiento de las condiciones materiales de la vivienda, y de hecho, el Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) del Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI) tiene actualmente un programa orientado a la ampliación o refacción de la vivienda propia, al que podrían postular los hogares de este grupo. Una gran diferencia se observa al considerar a los hogares por área de residencia. En general, en las tres categorías, en el área urbana se encuentran mejores viviendas que el área rural. De hecho, la gran mayoría (70,8%) de las viviendas urbanas califican como buenas (Ver Cuadro Nº 3) y sólo 3,5% de las viviendas son deficitarias. En el área rural, las viviendas se agrupan en porcentajes similares en cada categoría, y prácticamente de cada tres viviendas, una es buena (32,8%), la otra es regular (33,9%) y la última es deficitaria (33,3%).

Cuadro Nº 4 Hogares por Indicador de Materialidad según Dominio INDICADOR DE MATERIALIDAD

DOMINIO Asunción Urbano

Central Urbano

Central Rural

Resto Urbano

Resto Rural

Porcentaje Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total País

84,7 13,8 1,5 100,0

84,9 14,5 0,6 100,0

71,9 26,0 2,2 100,0

53,7 39,6 6,7 100,0

27,8 35,0 37,3 100,0

Cantidad Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total País

115.244 18.759 2.034 136.037

187.617 32.015 1.227 220.859

40.281 14.563 1.214 56.058

157.174 115.901 19.647 292.722

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

TOTAL PAÍS

54,4 29,2 16,3 100,0

121.115 621.431 152.425 333.663 162.466 186.588 436.006 1.141.682


Situación Habitacional en Paraguay

Si consideramos la situación del área rural sin incorporar al Departamento Central (ver Cuadro Nº 4, Resto Rural ), se observa que la situación empeora. De las 186.588 viviendas deficitarias del país, 162.466 (87,1% del total) están en el área rural, fuera de los límites del Dpto. Central. Esto nos indica claramente que el problema habitacional, desde el punto de vista de la materialidad, se concentra en

119

el campo. Asunción y Central presentan las mejores condiciones habitacionales, donde casi del 85% de los hogares habitan en viviendas que les brindan buena protección contra el medio ambiente. La proporción de viviendas buenas baja a 27,8% para el Resto Rural . Al analizar los resultados del Indicador de Materialidad por tipo de vivienda (Cuadro Nº 5) se observa que

Cuadro Nº 5 Hogares por Tipo de Vivienda según Indicador de Materialidad y por Area de Residencia (en porcentaje) AREA Vivienda Buena % Col. % fila

Vivienda Regular % Col. % fila

TOTAL PAÍS Vivienda Deficitaria % Col. % fila % Col. % fila

AREA

TIPO DE VIVIENDA

Urbana

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total urbano

90,1 0,2 4,5 5,1 0,1 0,1 100,0

76,9 2,0 95,0 58,4 5,7 56,8 70,8

71,3 16,9 0,5 9,4 1,8 0,1 100,0

22,0 25,0 64,1 65,1 4,1 0,9 38,7 5,1 71,9 4,0 43,2 0,0 25,7 100,0

1,1 83,0 33,9 6,8 0,9 3,3 2,9 6,2 22,4 0,6 0,0 0,1 3,5 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Rural

Casa Rancho Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total rural

96,3 2,9 0,8 0,0 0,0 100,0

57,1 2,2 37,7 0,0 0,0 32,8

62,2 36,3 1,3 0,2 0,0 100,0

38,2 7,9 28,2 91,3 62,3 0,0 35,8 0,4 0,0 0,4 33,9 100,0

4,7 55,3 69,6 43,6 0,0 0,7 64,2 0,2 100,0 0,1 33,3 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Total

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total País

91,7 0,9 3,3 4,0 0,0 0,0 100,0

70,3 2,1 95,0 56,8 4,6 22,8 54,4

66,8 26,6 0,3 5,3 1,0 0,1 100,0

27,5 10,0 34,3 88,1 4,1 0,1 40,6 0,6 64,8 0,8 17,3 0,4 29,2 100,0

2,3 71,1 63,6 22,7 0,9 1,9 2,7 3,8 30,6 0,4 59,9 0,1 16,3 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


120

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

los hogares que residen en casas y departamentos son los que tienen mejor nivel de satisfacción de esta necesidad. Así, a escala nacional, 70,3% de las casas y 95,% de los departamentos califican como viviendas buenas y sólo 2,3% de las casas y menos de 1% (0,9%) de los departamentos son deficitarios . Por el contrario, casi dos de cada tres ranchos (63,6%) son viviendas deficitarias y sólo 2,1% califican como buenos . Un porcentaje importante de los ranchos (34,3%) califican como regulares . Por otra parte, es interesante

resaltar que 56,8% de los inquilinatos califican como viviendas buenas y que la EIH registra 2,7% de inquilinatos como viviendas deficitarias . c. Condiciones de saneamiento Para analizar las condiciones de salubridad de las viviendas se ha construido un Indicador de Saneamiento que considera la disponibilidad, el origen y el lugar de abastecimiento del agua, el sistema de eliminación de excretas y la disponibilidad de corrien-

Cuadro Nº 6 Hogares por Tipo de Vivienda según Indicador de Materialidad y por Area de Residencia (en cantidad) AREA

TIPO DE VIVIENDA

INDICADOR DE MATERIALIDAD Vivienda Vivienda Vivienda Buena Regular Deficitaria

TOTAL PAÍS

Urbana

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total urbano

414.566 891 20.533 23.560 233 252 460.035

118.881 28.156 882 15.620 2.944 192 166.675

5.716 14.904 195 1.175 918 0 22.908

539.163 43.951 21.610 40.355 4.095 444 649.618

Rural

Casa Rancho Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total rural

155.453 4.648 1.295 0 0 161.396

103.902 60.588 2.140 358 0 166.988

12.879 149.497 0 641 663 163.680

272.234 214.733 3.435 999 663 492.064

Total

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total País

570.019 5.539 20.533 24.855 233 252 621.431

222.783 88.744 882 17.760 3.302 192 333.663

18.595 164.401 195 1.175 1.559 663 186.588

811.397 258.684 21.610 43.790 5.094 1.107 1.141.682

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


Situación Habitacional en Paraguay

te eléctrica. Este indicador califica a las viviendas como buena , Aceptable o deficitaria . En la composición de este indicador se considera que la calidad del agua potable, medido por su origen y disponibilidad dentro de la vivienda o el terreno, es el elemento principal para garantizar la salubridad del hogar. Por tanto, una vivienda es calificada como buena desde el punto de vista del saneamiento, cuando el agua potable proviene de Corposana o Senasa y se dispone de ella dentro de la vivienda o el terreno, tiene un baño conectado a red pública o pozo ciego y dispone de corriente eléctrica. Es calificada como regular cuando el agua proviene de red privada, dentro de la vivienda o propiedad, tiene un servicio sanitario bueno (baño conectado a red pública o pozo ciego) o deficitario (excusado municipal, letrina común, o no tiene) y dispone o no de corriente eléctrica. La vivienda es calificada como deficitaria cuando el agua se obtiene por acarreo cualquiera sea su origen, el servicio sanitario es bueno o deficitario y tenga o no corriente eléctrica. Otras combinaciones aparecen en el anexo 2, metodológico.

121

El Cuadro Nº 7 muestra que la mitad de los hogares del país (50,5%) se encuentran en condiciones deficitarias desde el punto de vista del saneamiento, y que aproximadamente uno de cada cuatro hogares (23,7%) dispone, al mismo tiempo, de agua potable de fuente confiable dentro de la vivienda o terreno, tiene un baño conectado a red pública o pozo ciego y dispone de energía eléctrica. El porcentaje de hogares con buen saneamiento aumenta a 39,2% (casi dos de cada cinco) para el área urbana, y a 71,1% para Asunción (ver Cuadro Nº 8). El panorama empeora considerablemente al observar los datos del área rural, donde 82% de los hogares tienen déficit en saneamiento. Este porcentaje aumenta a 87,1% para el Resto rural , es decir, para los hogares rurales ubicados fuera del Dpto. Central. Estos datos confirman que las peores condiciones de saneamiento las sufren los hogares rurales del país, lo que se suma a las condiciones deficitarias que revela el indicador de materialidad. Al cruzar el indicador de saneamiento con el tipo de vivienda (ver

Cuadro Nº 7 Hogares por Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia INDICADOR DE SANEAMIENTO Deficitaria Aceptable Buena Total País

AREA Urbana

TOTAL PAÍS

Rural

Cantidad

%

Cantidad

%

Cantidad

%

173.393 221.873 254.352 649.618

26,7 34,2 39,2 100,0

403.385 72.166 16.513 492.064

82,0 14,7 3,4 100,0

576.778 294.039 270.865 1.141.682

50,5 25,8 23,7 100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


122

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro Nº 8 Hogares por Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia INDICADOR DE SANEAMIENTO Cantidad Deficitaria Aceptable Buena Total País Porcentaje Deficitaria Aceptable Buena Total País

DOMINIO Central Resto Rural Urbano

Asunción Urbano

Central Urbano

11.462 27.916 96.659 136.037

37.696 106.412 76.751 220.859

23.407 21.874 10.777 56.058

124.235 87.545 80.942 292.722

8,4 20,5 71,1 100,0

17,1 48,2 34,8 100,0

41,8 39,0 19,2 100,0

42,4 29,9 27,7 100,0

Resto Rural

TOTAL PAÍS

379.978 576.778 50.292 294.039 5.736 270.865 436.006 1.141.682 87,1 11,5 1,3 100,0

50,5 25,8 23,7 100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Cuadro Nº 9: Hogares por Tipo de Vivienda según Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia (en porcentaje) INDICADOR DE SANEAMIENTO Deficitaria Aceptable Buena

TIPO DE VIVIENDA

% Col.

Urbana

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total urbano

69,6 22,8 0,0 5,7 1,7 0,1 100,0

22,4 90,0 0,0 24,6 73,0 43,2 26,7

Rural

Casa Rancho Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total rural

Total

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total País

AREA

% fila

% Col.

% fila

% Col.

% fila

85,6 1,3 2,3 10,3 0,5 0,0 100,0

35,2 6,8 23,5 56,5 27,0 0,0 34,2

89,9 0,5 6,5 3,0 0,0 0,1 100,0

42,4 3,2 76,5 18,9 0,0 56,8 39,2

83,0 6,8 3,3 6,2 0,6 0,1 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

47,0 69,6 52,4 98,5 0,2 25,0 0,2 100,0 0,2 100,0 100,0 82,0

92,8 3,6 3,6 0,0 0,0 100,0

24,6 1,2 75,0 0,0 0,0 14,7

96,1 3,9 0,0 0,0 0,0 100,0

5,8 0,3 0,0 0,0 0,0 3,4

55,3 43,6 0,7 0,2 0,1 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

53,8 43,5 0,0 1,9 0,7 0,1 100,0

87,4 1,9 1,7 8,6 0,4 0,0 100,0

31,7 2,2 23,5 57,9 21,7 0,0 25,8

90,2 0,8 6,1 2,8 0,0 0,1 100,0

30,1 0,8 76,5 17,4 0,0 22,8 23,7

71,1 22,7 1,9 3,8 0,4 0,1 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

% fila % Col.

TOTAL PAÍS

38,2 97,0 0,0 24,7 78,3 77,2 50,5


Situación Habitacional en Paraguay

123

Cuadro Nº 10) se observa que un porcentaje no muy alto (30,1%) de las casas y el 76,5% de los departamentos tienen buen saneamiento. Por el contrario, el 97,0% de los ranchos tiene deficiencia en este indicador, a nivel nacional.

gares por vivienda, situación que se verifica en el área rural, mientras que en el área urbana, se han encontrado hasta cuatro hogares por vivienda. Sin embargo, la gran mayoría (96,7%) de los hogares del país viven sin compartir la vivienda con otro hogar.

B. RELACIÓN DEL HOGAR CON LA VIVIENDA. EL HACINAMIENTO

También se ha detectado que existen viviendas que tienen hasta 8 dormitorios (ver Cuadro Nº 11). La situación más común, sin embargo, es que las viviendas tengan uno (31,3%) o dos (39,9%) dormitorios. Un porcentaje importante (20,3%) tiene tres dormitorios.

Según el Cuadro Nº 11, la EIH 1997/98 ha detectado hasta cinco ho-

Cuadro Nº 10: Hogares por Tipo de Vivienda según Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia (en porcentaje) AREA

TIPO DE VIVIENDA

INDICADOR DE SANEAMIENTO Deficitaria Aceptable Buena

TOTAL

Urbana

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total urbano

120.692 39.573 0 9.946 2.990 192 173.393

189.916 2.985 5.073 22.794 1.105 0 221.873

228.555 1.393 16.537 7.615 0 252 254.352

539.163 43.951 21.610 40.355 4.095 444 649.618

Rural

Casa Rancho Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total rural

189.396 211.467 860 999 663 403.385

66.975 2.616 2.575 0 0 72.166

15.863 650 0 0 0 16.513

272.234 214.733 3.435 999 663 492.064

Total

Casa Rancho Dpto. o piso Pieza, inquilinato Viv. improvisada Otro Total País

310.088 251.040 0 10.806 3.989 855 576.778

256.891 5.601 5.073 25.369 1.105 0 294.039

244.418 2.043 16.537 7.615 0 252 270.865

811.397 258.684 21.610 43.790 5.094 1.107 1.141.682

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


124

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Si bien estos datos son importantes, para medir la satisfacción respecto a la intimidad que proporciona una vivienda a sus ocupantes interesa conocer la cantidad de personas por dormitorios que posee una vivienda. Como ya se ha dicho, la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 considera que existe hacinamiento, o insatisfacción de la necesidad de intimidad, cuando se tiene más de tres personas por dormitorio. El Cuadro Nº 13 muestra el número de personas por

dormitorios, de 0 a 3 personas y luego en grupos de a 3 hasta 12 y más de 12. El Cuadro Nº 14 presenta un resumen donde se agrupa a hogares con menos de tres personas por dormitorio y más de tres personas por dormitorio; es decir, sin y con hacinamiento. Una primera conclusión que se extrae del Cuadro Nº 14, es que existe un 22,4%, un poco más de uno de cada cinco hogares con hacinamiento en el país. Al considerar el área de resi-

Cuadro Nº 13: Hogares por Número de Personas por Dormitorios, según Area de Residencia PERSONAS POR DOMINIOS 0a1 1a2 2a3 3a6 6a9 9 a 12 Más de 12 Total

AREA Urbana

TOTAL

Rural

Cantidad

%

Cantidad

%

Cantidad

%

114.537 281.953 161.086 82.285 7.847 999 911 649.618

17,6 43,4 24,8 12,7 1,2 0,2 0,1 100,0

60.626 146.595 121.313 131.563 23.351 8.337 279 492.064

12,3 29,8 24,7 26,7 4,7 1,7 0,1 100,0

175.163 428.548 282.399 213.848 31.198 9.336 1.190 1.141.682

15,3 37,5 24,7 18,7 2,7 0,8 0,1 100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Cuadro Nº 14: Hogares por Condición de Hacinamiento, según Area de Residencia (en porcentajes) CONDICIÓN DE HACINAMIENTO Sin hacinamiento Con hacinamiento Total de grupo

AREA Urbana % Col.

% fila

85,8 14,2 100,0

Cantidad Sin hacinamiento Con hacinamiento Total de grupo FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

557.576 92.042 649.618

TOTAL

Rural

62,9 36,0 56,9

% Col. 66,8 33,2 100,0

% fila

% Col.

% fila

37,1 64,0 43,1

77,6 22,4 100,0

100,0 100,0 100,0

328.534 163.530 492.064

886.110 255.572 1.141.682


Situación Habitacional en Paraguay

dencia de los hogares, aparecen ciertos datos interesantes. Así se observa que el 64% de los hogares con hacinamiento, están situados en el área rural; es decir que de cada tres (64,0%) hogares hacinados, dos están en el campo y el tercero (36,0%) se encuentra en el área urbana. Por tanto, también en este indicador, igual que en los de materialidad y saneamiento, el problema se ubica geográficamente en el área rural. Volviendo al Cuadro Nº 13, se observa que se han detectado casos, posiblemente aislados, en los cuales se han encontrado más de 12 personas por dormitorio. En el mismo cuadro se aprecia que existe gradación en el problema del hacinamiento. En la mayor parte de los casos (18,7%) el hacinamiento se podría solucionar agregando un dormitorio más a la vivienda con lo cual estos hogares entrarían al rango establecido por la norma de tener hasta tres personas por pieza de dormir. Pero en los casos donde existen de 6 a 9 personas por dormitorio (2,7%) se requieren al menos dos nuevos dormitorios, y tres para los hogares que tienen de 9 a 12 personas por dormitorio. Asimismo, el concepto de hacinamiento pasa por alto, al menos, una cuestión importante: al consistir en una operación aritmética dividir el número de personas por el número de dormitorios- no discrimina a los padres de los hijos. Así, por ejemplo, una pareja con cuatro hijos alojados en una vivienda de dos dormitorios arrojan un cociente de 3, con lo cual, se considera sin hacinamiento. Sin embargo, si los padres están ocupando un dormitorio, y los cuatro hijos comparten el

125

otro dormitorio, tenemos que los hijos, viven en condición de hacinamiento. La encuesta debería relevar la disposición en que duermen los miembros del hogar para determinar su condición de hacinamiento.

C. EL DÉFICIT HABITACIONAL En este trabajo, el déficit habitacional es determinado en base a las funciones de protección ambiental, salubridad e intimidad suficiente que debe cumplir una vivienda para satisfacer las necesidades habitacionales de sus ocupantes. A partir de las funciones definidas en el marco teórico, de los estándares mínimos establecidos y especificados en el anexo metodológico se verifica si una vivienda específica se halla en condición deficitaria o no. Como ya se ha indicado, estas funciones son medidas a través del Indicador de Materialidad, el Indicador de Saneamiento y la Condición de Hacinamiento, respectivamente. Toda unidad habitacional que sea calificada como deficitaria por uno de estos indicadores será calificada como vivienda deficitaria . En los Cuadros Nº 15 y Nº 16 se observan los datos de la EIH 1997/98 como resultado de combinar estos tres indicadores. Según el Cuadro Nº 16, sólo uno de cada cinco hogares (19,8%) reside en condiciones óptimas. En el extremo opuesto, unos 95.290 hogares residen en las peores condiciones: en viviendas materialmente deficitarias, con saneamiento deficitario y hacinados.


126

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

En el mismo cuadro 16 se observa que el déficit habitacional se compone de la siguiente forma: alrededor de 90.667 hogares (7,9% del total) viven en viviendas materialmente deficitarias 289.499 hogares (25,4%) viven en viviendas materialmente buenas (141.486) o regulares (148.013) pero tienen un saneamiento deficitario, y unos 255.572 hogares (22,4% del total del país) están en condiciones de hacinamiento. Por lo tanto, el déficit habitacional del país, según la Encuesta Integrada de Hogares 97/98, es de 635.738 viviendas, que constituyen el 55,7% del total.

Es importante aclarar que no todas las viviendas deficitarias necesitan ser renovadas en su totalidad. Este déficit debe ser combatido desde diferentes ángulos con programas específicos que respondan al problema que origina la condición deficitaria. Así, las viviendas que no cumplen con la protección ambiental suficiente son las que deben ser renovadas en su totalidad. Las viviendas que materialmente son buenas y tienen problemas de saneamiento necesitan de programas estatales que les provea de servicios (agua potable y energía eléctrica y un baño conectado a red pública o pozo ciego). Las viviendas que materialmente son regulares y tienen problemas de saneamiento necesitan dos tipos de programas estatales: uno que

Cuadro Nº 15: Hogares por Indicador de Saneamiento según Condición de Hacinamiento y por Indicador de Materialidad (en porcentajes) CONDICIÓN DE HACINAMIENTO

INDICADOR DE MATERIALIDAD

INDICADOR DE SANEAMIENTO

TOTAL PAÍS Sin Con Hacinamiento Hacinamiento % Col. % fila % Col. % fila % Col. % fila

Vivienda Buena

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

25,7 33,3 41,0 100,0

80,8 89,5 93,4 88,6

47,3 30,3 22,4 100,0

19,2 10,5 6,6 11,4

28,2 100,0 32,9 100,0 38,9 100,0 100,0 100,0

Vivienda Regular

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

60,4 30,5 9,1 100,0

66,9 86,6 85,3 73,4

82,7 13,0 4,3 100,0

33,1 13,4 14,7 26,6

66,3 100,0 25,9 100,0 7,8 100,0 100,0 100,0

Vivienda Deficitaria

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

93,8 3,0 3,1 100,0 100,0

47,2 89,4 90,3 48,6 77,6

99,3 0,3 0,3 100,0 100,0

52,8 10,6 9,7 51,4 22,4

96,7 100,0 1,6 100,0 1,7 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Total

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


127

Situación Habitacional en Paraguay

les provea de servicios y otro que les proporcione ayuda para refaccionar su vivienda. Finalmente, los hogares que sufren hacinamiento necesitan de un programa estatal para ampliar su vivienda y puedan así mejorar su condición de alojamiento. En la actualidad, existen programas estatales orientados a solucionar estos problemas. Más adelante, se analiza el Sistema de Subsidio Habitacional Directo del Consejo Nacional para la Vivienda (CONAVI)4 . 4 Si bien se mencionan estos programas, no es tema de esta investigación el análisis del funcionamiento de los mismos. Por ello no se emite opinión al respecto. En el caso del SSHD, se analiza el desembolso que debería realizar el CONAVI para solucionar este problema.

D. CONDICIONES DE TENENCIA O DOMINIO DE LA VIVIENDA La EIH 1997/98 registra diversas formas de ocupación de la vivienda. En el Cuadro Nº 17 se presentan los hogares agrupados según la situación legal de la vivienda que ocupa, y en el Cuadro Nº 18 se resume en dos categorías según la vivienda sea propia o no del hogar que la ocupa. Siguiendo criterios de la DGEEC, se considera en la categoría propia a los propietarios , los que pagan en cuotas y los que viven en condominio . En la categoría no propia se agrupan a los que son inquilinos , ocupantes de hecho , viven en una vivienda cedida y a los que ocupan de otra forma.

Cuadro Nº 16 Hogares por Indicador de Saneamiento según Condición de Hacinamiento y por Indicador de Materialidad (en porcentajes del total de hogares del país) CONDICIÓN DE HACINAMIENTO

INDICADOR DE MATERIALIDAD

INDICADOR DE SANEAMIENTO

Vivienda Buena

Sin Con Hacinamiento Hacinamiento

TOTAL PAÍS

Cantidad

%

Cantidad

%

Cantidad

%

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

141.486 183.206 225.816 550.508

12,4 16,0 19,8 48,2

33.533 21.489 15.901 70.923

2,9 1,9 1,4 6,2

175.019 204.695 241.717 621.431

15,3 17,9 21,2 54,4

Vivienda Regular

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

148.013 13,0 74.745 6,5 22.177 1,9 244.935 21,5

73.366 11.534 3.828 88.728

6,4 1,0 0,3 7,8

221.379 86.279 26.005 333.663

19,4 7,6 2,3 29,2

Vivienda Deficitaria

Deficitaria Aceptable Buena Total de grupo

85.090 7,5 95.290 8,3 180.380 15,8 2.739 0,2 326 0,0 3.065 0,3 2.838 0,2 305 0,0 3.143 0,3 90.667 7,9 95.921 8,4 186.588 16,3 886.110 77,6 255.572 22,4 1.141.682 100,0

Total

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


128

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Según el Cuadro Nº 18 existe una elevada cantidad (77,3%) de hogares que poseen una vivienda propia. Según este cuadro, de los hogares residentes en las áreas urbanas, 70,5% son propietarios de la vivienda en la cual residen. En el área rural, el 86,2% de

los hogares son propietarios de la vivienda que ocupa. Estos datos son muy llamativos, considerando que el 42,5% de la población rural está por debajo de la línea de pobreza y que el 27,7% no posee tierras (EIH 1997/98). Este hecho quizás se deba a que en el cues-

Cuadro Nº 17 Hogares por Situación Legal de la Vivienda según Area de Residencia SITUACIÓN LEGAL DE LA VIVIENDA Propia Paga en cuotas En condominio Inquilino Ocup. de hecho Cedida Otro Total

AREA Urbana

TOTAL PAÍS

Rural

% Col.

% fila

% Col.

% fila

% Col.

% fila

69,1 0,6 0,7 18,5 0,0 10,8 0,1 100,0

51,7 55,4 72,3 92,7 14,9 55,5 62,1 56,9

85,2 0,7 0,4 1,9 0,3 11,4 0,1 100,0

48,3 44,6 27,7 7,3 85,1 44,5 37,9 43,1

76,1 0,7 0,6 11,3 0,1 11,1 0,1 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Cantidad Propia Paga en cuotas En condominio Inquilino Ocup. de hecho Cedida Otro Total

449.189 4.214 4.740 120.115 242 70.214 904 649.618

419.197 3.396 1.812 9.441 1.381 56.286 551 492.064

868.386 7.610 6.552 129.556 1.623 126.500 1.455 1.141.682

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Cuadro Nº 18 Hogares por Condición de Tenencia de la Vivienda según Area de Residencia CONDICIÓN DE TENENCIA DE LA VIVIENDA Propia* No propia** Total de grupo Cantidad Propia* No propia** Total de grupo

AREA Urbana

TOTAL PAÍS

Rural

% Col.

% fila

% Col.

% fila

% Col.

% fila

70,5 29,5 100,0

51,9 73,9 56,9

86,2 13,8 100,0

48,1 26,1 43,1

77,3 22,7 100,0

100,0 100,0 100,0

458.143 191.475 649.618

* Propia: incluye Propia, Pagando en cuotas y En Condominio ** No propia: incluye Inquilino, Ocupante de hecho, Cedida y otros FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

424.405 67.659 492.064

882.548 259.134 1.141.682


Situación Habitacional en Paraguay

tionario de la encuesta se pregunta por la propiedad de la vivienda pero no por la propiedad de la tierra. Es posible que (como ocurre en los bañados de Asunción) los hogares que residen en tierra que no es propia pero han construido ellos mismos su vivienda la consideren propia, y respondan afirmativamente a esta pregunta. Es necesario, por tanto, incluir en el cuestionario de la encuesta la pregunta por el dominio del terreno donde está asentada la vivienda.

E. ESTIMACIÓN DEL APORTE DEL ESTADO PARA SOLUCIONAR EL PROBLEMA HABITACIONAL a. El Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) El Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD)5 es un sistema que permite financiar la compra o construcción de una vivienda de carácter definitivo que se constituya en solución habitacional del beneficiario y su grupo familiar. Este sistema, administrado por el Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI), integra a tres agentes en la búsqueda de solución al problema habitacional: el Estado Paraguayo, el Beneficiario y el Sector Privado. El Estado desempeña un rol subsidiario, normativo y regulador. El beneficiario, objetivo final del sistema, debe demostrar su interés o deseo de solucionar su problema habitacional con un ahorro previo y un rol activo en la gestión de la financiación, la búsqueda y elección de una vivienda o

129

lote. El sector privado, integrado en el SSHD por las Sociedades de Ahorro y Préstamo para la Vivienda, Financieras, Bancos, Cooperativas y Empresas Constructoras, adquiere gran importancia ya que «el programa ha sido diseñado de manera a lograr una fuerte participación del sector privado de la construcción»6 , y realizar la intermediación financiera. Según este Sistema, el financiamiento de la solución habitacional está compuesta por tres factores: el subsidio directo, el ahorro previo y el crédito hipotecario, que varían según el nivel en el cual quede clasificado el postulante. El SSHD clasifica a los postulantes, según sus ingresos familiares, en cinco niveles cuyos límites están relacionados con el salario mínimo, y van desde 0 a 4,6 veces el salario mínimo. Todo hogar cuyo ingreso es menor o igual a 3.128.745 Gs (4,6 veces el salario mínimo) puede postular a uno de los dos programas del sistema. A su vez, todo hogar con un ingreso superior a 4,6 veces el salario mínimo, queda fuera de la cobertura del SSHD. Para cumplir con sus objetivos, el SSHD contaba en 97/98, año de la encuesta, con dos programas: (i) Adquisición Solución Habitacional y, (ii) Construcción, ampliación o mejora de viviendas en Lote Propio. A partir de este año, el CONAVI habilitó un nuevo programa, el Programa para Grupos de Trabajadores organizados 5 En el Anexo 4 se explica más detalladamente el SSHD. 6 Apartado 1.2. de la «Guía para la calificación de soluciones habitacionales en lote propio». En adelante «Guía para la calificación»


130

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

(PGT), que es un programa de postulación colectiva (25 hogares como mínimo). Sin embargo, los ingresos recogidos por la encuesta de hogares, están deflactados a valores de febrero de 1998. Por esa razón, aquí sólo mencionaremos los programas que contaba el SSHD en esa fecha.

no urbanizado, núcleo sanitario compuesto por baño, cocina y un espacio cubierto de uso múltiple». Además, según el Reglamento para ambos programas, «se entiende por terreno urbanizado aquel que cuente con servicios de agua potable (individual o colectivo), de desagüe sanitario (individual o colectivo), de electricidad y pavimento tipo ripio como mínimo (Art. 8). Para el programa de construcción, ampliación o mejora en lote propio, «el valor de la tasación del inmueble no deberá superar, para el caso

En el caso del programa de adquisición o compra de una solución habitacional (SH), la misma podrá ser una vivienda nueva o usada, siempre que «comprenda, como mínimo, terre-

Cuadro Nº 19a Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) Concejo Nacional de Vivienda (CONAVI) Nivel Subsidio

Ingreso Familiar Mensual Hasta Desde

I II III IV V

2.010.914 2.720.647 1.478.614 2.010.913 946.313 1.478.613 591.446 946.312 0 591.445

Subsidio Directo Gs

USM*

7.097.340 8.871.675 10.646.010 12.420.345 14.194.680

12 15 18 21 24

Ahorro Mínimo 4.731.560 2.957.225 1.774.335 591.445 295.723

Costo Crédito Máximo de Máximo la Vivienda 39.035.370 27.797.915 18.334.795 11.237.455 4.435.838

50.864.270 39.626.815 30.755.140 24.249.245 18.926.240

* USM (Unidad de Salario Mínimo): 591.445 Gs (Febrero de 1998) Fuente: CONAVI

Cuadro Nº 19b Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) Concejo Nacional de Vivienda (CONAVI) Construcción en Lote Propio Tasación Nivel Máxima Subsidio del Lote

I II III IV V

20.345.708 15.850.726 12.302.056 9.699.698 7.570.496

Costo de la Vivienda

Ampliación o Refacción

Costo Tasación SSHD Máxima Ampliación Gs USM* Viv. actual o Refacción

30.518.562 7.097.340 23.776.089 8.871.675 18.453.084 10.646.010 14.549.547 12.420.345 11.355.744 14.194.680

* USM (Unidad de Salario Mínimo): 591.445 Gs (Febrero de 1998) Fuente: CONAVI

12 15 18 21 24

35.604.989 15.259.281 27.738.771 11.888.045 21.528.598 9.226.542 16.974.472 7.274.774 13.248.368 5.677.872

SSHD Gs

USM*

2.136.299 2.615.370 3.229.290 3.710.134 4.258.404

14 22 35 51 75


Situación Habitacional en Paraguay

de terreno sin construcción, el 40% del costo o valor máximo de SH para cada nivel, y el 70% en el caso de ampliación o mejora para terreno con construcción. Los Cuadros Nº 19a y Nº 19b muestran los valores que adoptan, para cada nivel, el subsidio directo, el ahorro mínimo, el crédito máximo y el costo máximo de la vivienda a la que puede aspirar un hogar de acuerdo con su ingreso familiar. El Cuadro Nº 20 clasifica a los hogares del país de acuerdo a sus ingresos familiares por niveles del SSHD y por Area. Según el Cuadro Nº 20, sólo 13.9% de los hogares del país tienen ingresos superiores a 2.720.647 Gs, y por lo tanto, están fuera de la cobertura del sistema. En otras palabras, 86,1% de los hogares del país (982.625) son potenciales usuarios del sistema de subsidio habitacional directo del CONAVI

131

b. La matriz de Situación Habitacional para el SSHD El objetivo de esta sección es estimar el aporte que el estado debe realizar en subsidios directos según el SSHD para solucionar el déficit habitacional que se ha detectado. Sin embargo, el concepto de déficit habitacional no incluye la condición de tenencia de la vivienda, que es central para postular a los programas del sistema. Por otra parte, el SSHD no contempla la solución de los problemas de saneamiento. Por tanto, para detectar a los posibles usuarios del SSHD según los problemas específicos que tengan los hogares se ha construido una matriz utilizando la Condición de Tenencia de la vivienda, el Indicador de Materialidad y la Condición de Hacinamiento. La combinación de estos tres indicadores genera una matriz que permite clasificar a los hogares en 12 grupos, tal como se presenta en el Cuadro Nº 21 que lla-

Cuadro Nº 20 Hogares por Niveles del SSHD y por Area de Residencia NIVELES DEL SSHD DEL CONAVI No califica Nivel I Nivel II Nivel III Nivel IV Nivel V Total de grupo

AREA Urbana

TOTAL PAÍS

Rural

% Col.

% fila

% Col.

% fila

% Col.

% fila

22,0 11,4 14,3 19,2 16,9 16,3 100,0

89,7 81,2 76,7 64,5 52,9 28,6 56,9

3,3 3,5 5,7 13,9 19,8 53,7 100,0

10,3 18,8 23,3 35,5 47,1 71,4 43,1

13,9 8,0 10,6 16,9 18,1 32,4 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

En cantidad No califica Nivel I Nivel II Nivel III Nivel IV Nivel V Total de grupo FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

142.680 74.010 92.879 124.526 109.591 105.932 649.618

16.377 17.096 28.211 68.395 97.617 264.368 492.064

159.057 91.106 121.090 192.921 207.208 370.300 1.141.682


132

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

mamos Matriz de Situación Habitacional para el SSHD. En los Cuadros Nº 22 y Nº 23 se observan los resultados de aplicar esta matriz a los datos de la EIH 1997/98. Grupo 1: Los hogares que residen en las viviendas reunidas en este grupo son los que tienen mejor estándar de alojamiento, ya que residen en una vivienda propia, sin hacinamiento y con buen nivel de protección contra el medio ambiente y los fenómenos naturales. Según el Cuadro Nº 23, casi 2 de cada 5 hogares (37,0%) se encuentra en esta situación, sin duda, de privilegio. Grupo 2: En este caso, el hogar tiene una vivienda propia y no sufre hacinamiento, pero la parte material de la vivienda no cumple satisfactoriamente la función de protección, aunque sin ser deficitaria aún. Con un poco de esfuerzo, el hogar que la ocupa, puede reemplazar y mejorar el componente regular o deficitario de su vivienda (pared, techo o piso) para ser admitida como Buena . Sin embargo, sino se realiza una intervención en ese sentiCuadro Nº 21 Matriz de Situación Habitacional CONDICIÓN DE HACINAMIENTO

INDICADOR DE MATERIALIDAD

Sin Hacinamiento

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria

Con Hacinamiento Fuente: Elaboración propia

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria

do, podría deteriorarse y pasar a la categoría Deficitaria . Los integrantes de este grupo pueden postular al Programa de ampliación o refacción de viviendas del Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI), que se explica en el apartado siguiente. Según el Cuadro Nº 23, el 15,9% hogares se encuentra en esta situación. Grupo 3: En éste caso, como en el anterior, el hogar tiene una vivienda propia y no sufre hacinamiento, pero los materiales con los cuales está construida la vivienda no satisfacen las condiciones mínimas para brindar una protección adecuada frente al medio ambiente. Por lo tanto, los hogares de este grupo necesitan reemplazar su vivienda. En esta situación se encuentran 78.107 hogares que representan el 6,8% del total (ver Cuadro Nº 23). Siendo la vivienda deficitaria y suponiendo que el lote es propiedad del hogar, los integrantes de este grupo podrían postular al Programa de Construcción en Lote Propio.

Grupo 4: En este conjunto se agrupan los hogares que tienen una vivienda propia, que les ofrece buena protección ambiental, pero que sufren hacinapara el SSHD miento, es decir, que tienen más de tres personas por CONDICIÓN DE dormitorio. En este caso la TENENCIA DE LA vivienda necesita, al menos, VIVIENDA PROPIA NO PROPIA un nuevo dormitorio 7 . Este caso es atendido por 1 7 el Programa de Construc2 8 3

9

4 5 6

10 11 12

7 Una excepción a esta solución sería el caso de la vivienda sea de tipo departamento , que no puede ampliarse. Pero, considerando que los departamentos no constituyen una cantidad significativa, no se realizará esta discriminación


Situación Habitacional en Paraguay

ción en Lote Propio, específicamente para Ampliación o Refacción de la vivienda actual. Según el Cuadro Nº 23, el 4,2% hogares se encuentra en esta situación. Grupo 5: En este caso el hogar reside en una vivienda propia que no cumple satisfactoriamente la función de protección (vivienda regular) y además, sus integrantes se encuentran en condición de hacinamiento. Estas viviendas requieren no sólo una ampliación, sino también una refacción. Igual que en el caso anterior, los problemas de este grupo pueden ser atendidos por el Programa de Ampliación o Refacción de la vivienda actual. En esta situación se encuentran 5,8% de los hogares del país (ver Cuadro Nº 23). Grupo 6: En este grupo se reúnen los hogares que tienen vivienda propia pero deficitaria y que además, viven en condiciones de hacinamiento. Son las peores condiciones de alojamiento para el grupo de los propieta-

133

rios. De igual manera que en Grupo 3, suponemos que los integrantes de este grupo podrían postular al Programa de Construcción en Lote Propio, ya que, siendo la vivienda deficitaria, su tasación sería muy baja o nula, y podrían postular como si fuera un lote sin construcción, en el mejor de los casos. Según el Cuadro Nº 23, en esta situación se encuentran 86.586 hogares que representan el 7,6% del total. Grupo 7: Los hogares comprendidos en este grupo tienen buenas condiciones de alojamiento ya que residen en viviendas buenas y sin hacinamiento, pero sin ser propietarios de la misma. De hecho, todos los hogares comprendidos en los Grupos 7 al 12, no son propietarios de la vivienda que ocupan, y constituyen el 22,7% del total. En el grupo 7, se agrupan 11,2% del total, la mitad de los hogares que no son propietarios de la vivienda que ocupan. Dependiendo de que sus ingresos familiares no sean superiores a

Cuadro Nº 22: Hogares por Indicador de Materialidad según Condición de Tenencia y por Condición de Hacinamiento (en porcentajes) CONDICIÓN DE TENENCIA DE LA VIVIENDA

Propia % Col. % fila

TOTAL PAÍS No Propia % Col. % fila % Col. % fila

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total de grupo

62,0 26,6 11,5 100,0

76,8 73,9 86,1 77,0

62,6 31,3 6,1 100,0

23,2 26,1 13,9 23,0

62,1 27,6 10,2 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total de grupo

23,9 32,9 43,1 100,0

67,7 74,5 90,3 78,5

41,7 41,3 17,0 100,0

32,3 25,5 9,7 21,5

27,8 34,7 37,5 100,0

100,0 100,0 100,0 100,0

CONDICIÓN DE HACINAMIENTO

INDICADOR DE MATERIALIDAD

Sin Hacinamiento

Con Hacinamiento

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

4,6 salarios mínimos (3.128.745 Gs) requisito exigido para la postulación a todos los programas del Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) estos hogares pueden postular al Programa de Adquisición de Soluciones Habitacionales del CONAVI. Grupo 8: Los hogares de este grupo se alojan en condiciones menos favorables, ya que residen en una vivienda regular que no es de su propiedad, pero sin que sus integrantes se encuentran en condición de hacinamiento. Según el Cuadro Nº 23, a este grupo pertenecen el 5,6% de los hogares del país. Grupo 9: En este caso el hogar reside en una vivienda que no es propia y ofrece una protección ambiental deficitaria (vivienda deficitaria). La única ventaja que mantienen es la de no estar hacinados. Unos 12.560 hogares, que representan el 1,1% del total, residen en estas condiciones (ver Cuadro Nº 23).

Grupo 10: En este grupo se reúnen los hogares que residen en una vivienda buena pero viviendo en condiciones de hacinamiento y sin ser propietarios de su alojamiento. Esta situación afecta al 2,0% de los hogares del país (ver Cuadro Nº 23). Grupo 11: En este caso, similar al anterior, el hogar sufre hacinamiento, reside en una vivienda que no le pertenece y que no cumple satisfactoriamente la función de protección ambiental. Según el Cuadro Nº 23, el 2,0% de los hogares se encuentra en esta situación. Grupo 12: Los hogares de este grupo se alojan en las peores condiciones ya que viven en una vivienda deficitaria, en condición de hacinamiento y que no les pertenece. Según el Cuadro Nº 23, esta condición más desfavorable afecta a unas 9.335 hogares, que constituyen menos del 1% (0.8%).

Cuadro Nº 23: Hogares por Indicador de Materialidad según Condición de Tenencia y por Condición de Hacinamiento (en cantidad y porcentajes del total) CONDICIÓN DE TENENCIA DE LA VIVIENDA

TOTAL PAÍS

CONDICIÓN DE HACINAMIENTO

INDICADOR DE MATERIALIDAD

Sin Hacinamiento

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total de grupo

422.683 37,0 181.087 15,9 78.107 6,8 681.877 59,7

127.825 11,2 550.508 48,2 63.848 5,6 244.935 21,5 12.560 1,1 90.667 7,9 204.233 17,9 886.110 77,6

Con Hacinamiento

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria Total de grupo

48.024 4,2 66.061 5,8 86.586 7,6 200.671 17,6 882.548 77,3

22.899 2,0 70.923 6,2 22.667 2,0 88.728 7,8 9.335 0,8 95.921 8,4 54.901 4,8 255.572 22,4 259.134 22,7 1.141.682 100,0

Total

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Propia Cantidad %

No Propia Cantidad %

Cantidad

%


Situación Habitacional en Paraguay

De acuerdo al análisis anterior, los postulantes potenciales del Sistema de Subsidio Habitacional Directo están compuestos por los hogares que carecen de viviendas propia (259.134) y por los hogares con viviendas propias calificadas como deficitarias (164.693) que, según nuestro criterio, se deben reemplazar por no cumplir mínimamente la función de protección del medio ambiente y los fenómenos naturales (Se considera que estos hogares deben postular al programa de construcción en lote propio, ya que la vivienda por ser deficitaria, no tendría ningún valor y no se puede hablar de ampliar una vivienda construida con material de desecho). Además, existe un grupo importante de hogares cuyas viviendas propias (295.172) requieren refacciones o reemplazos (181.087) de algunos de sus componentes (pared, techo o piso) o necesita de una ampliación (114.085) para salir de la condición de hacinamiento en que viven. Por lo tanto, los potenciales usuarios del Sistema de Subsidio Habitacional Directo, según datos de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98, es de 718.999 hogares. Es importante resaltar que estamos hablando de potenciales usuarios. Para captarlos y convertirlos en postulantes del sistema se debe establecer una metodología de difusión de los programas del sistema y que para poder atenderlos, se debería establecer criterios de priorización, ya que es virtualmente imposible atender las demandas de todas estas familias al mismo tiempo. Pero debe iniciarse la tarea porque tanto el déficit como los posibles usua-

135

rios del sistema van en permanente aumento (Hay que recordar que en este trabajo no se estima la demanda por creación de nuevos hogares que necesitarán nuevas unidades habitacionales). Para calcular el aporte estatal o la inversión pública necesaria (1998) requerida por este problema de la vivienda, se utiliza la Matriz de Situación Habitacional. Esta matriz, individualiza a los hogares en doce grupos por tipo de problema de su vivienda. Al cruzar con los Niveles del SSHD podemos conocer la cantidad de hogares por nivel del SSHD y problema habitacional (ver Cuadro Nº 24) y, por tanto, es posible saber a qué programa del sistema puede postular y, consecuentemente, cuanto será el monto del subsidio. Multiplicando la cantidad de hogares por los montos de subsidios podemos conocer la cantidad de dinero que el estado debe destinar para solucionar el problema habitacional del país (ver ejemplo en anexo 5). Con el método detallado anteriormente se estima que el estado debe destinar, en febrero de 1998, una suma cercana a los seis billones de guaraníes (Gs. 5.844.729.489.290) en subsidios al sector vivienda para mejorar las condiciones habitacionales de los hogares del país. Según el BCP, el valor promedio del dólar estadounidense en febrero de 1998 fue de 2.517,2 guaraníes. A esta tasa cambiaria la inversión pública debía ser aproximadamente dos mil trescientos millones de dólares (US$. 2.321.917.007).


136

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro Nº 24 Hogares por Situación Habitacional según Niveles del SSHD NIVELES DE SSHD DEL CONAVI

Situación Habitacional

No Califica

Nivel I

Nivel II

Nivel III

Nivel IV

Nivel V

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Total

87.468 12.672 372 4.450 779 265 24.622 917 72 714 0 174 132.505

37.235 8.017 1.317 4.966 2.452 0 12.787 1.075 174 1.451 177 0 69.651

63.433 15.578 1.318 8.156 3.448 1.975 12.677 5.932 195 2.228 972 246 116.158

84.402 28.961 3.082 9.527 8.918 2.937 27.704 9.847 921 5.960 4.470 1.104 187.833

74.982 33.210 8.941 8.802 13.377 9.084 24.099 19.074 2.210 4.101 6.126 541 204.547

75.163 82.649 63.077 12.123 37.087 72.325 25.936 27.003 8.988 8.445 10.922 7.270 430.988

422.683 181.087 78.107 48.024 66.061 86.586 127.825 63.848 12.560 22.899 22.667 9.335 1.141.682

Porcentajes por columnas 1 66,0 53,5 2 9,6 11,5 3 0,3 1,9 4 3,4 7,1 5 0,6 3,5 6 0,2 0,0 7 18,6 18,4 8 0,7 1,5 9 0,1 0,2 10 0,5 2,1 11 0,0 0,3 12 0,1 0,0 Total 100,0 100,0

54,6 13,4 1,1 7,0 3,0 1,7 10,9 5,1 0,2 1,9 0,8 0,2 100,0

44,9 15,4 1,6 5,1 4,7 1,6 14,7 5,2 0,5 3,2 2,4 0,6 100,0

36,7 16,2 4,4 4,3 6,5 4,4 11,8 9,3 1,1 2,0 3,0 0,3 100,0

17,4 19,2 14,6 2,8 8,6 16,8 6,0 6,3 2,1 2,0 2,5 1,7 100,0

37,0 15,9 6,8 4,2 5,8 7,6 11,2 5,6 1,1 2,0 2,0 0,8 100,0

15,0 8,6 1,7 17,0 5,2 2,3 9,9 9,3 1,6 9,7 4,3 2,6 10,2

20,0 16,0 3,9 19,8 13,5 3,4 21,7 15,4 7,3 26,0 19,7 11,8 16,5

17,7 18,3 11,4 18,3 20,2 10,5 18,9 29,9 17,6 17,9 27,0 5,8 17,9

17,8 45,6 80,8 25,2 56,1 83,5 20,3 42,3 71,6 36,9 48,2 77,9 37,8

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0

Porcentajes por filas 1 20,7 2 7,0 3 0,5 4 9,3 5 1,2 6 0,3 7 19,3 8 1,4 9 0,6 10 3,1 11 0,0 12 1,9 Total 11,6

8,8 4,4 1,7 10,3 3,7 0,0 10,0 1,7 1,4 6,3 0,8 0,0 6,1

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

TOTAL


Situación Habitacional en Paraguay

F. CONCLUSIONES a. Principales rasgos que presenta la situación habitacional del país En esta sección se presentan, a modo de síntesis, los principales rasgos que presenta la situación habitacional del país en relación con las condiciones en que se alojan los hogares según el análisis precedente. En primer lugar, se ha detectado que el 71,1% de los hogares del país residen en viviendas tipo casa y 22,7% residen en ranchos . En estas dos categorías se agrupan el 93,7% de las viviendas del país. En cuanto a las condiciones materiales de alojamiento, se observa que la mayoría de los hogares (83,6%) residen en viviendas que les brinda una protección buena o regular contra el medio ambiente y los fenómenos naturales. En contraposición, unos 186.588 hogares (16,3%) habitan viviendas deficitarias que las ubica en condiciones desfavorables en su relación con el medio ambiente. Los hogares residentes en el área urbana se encuentran en mejores condiciones de satisfacción de esta necesidad que los hogares del área rural. De hecho, de las 186.588 viviendas deficitarias del país, 162.466 (87,1% del total) están en el área rural, fuera de los límites del Dpto. Central. Esto nos indica claramente que el problema habitacional, desde el punto de vista de la materialidad, se concentra en el campo. El déficit en materia de saneamiento es muy importante y afecta a un

137

poco más de la mitad de los hogares del país (50,5%). Sólo uno de cada cuatro hogares (23,7%) tiene condiciones optimas de saneamiento; o sea que dispone, al mismo tiempo, de agua potable de fuente confiable dentro de la vivienda o terreno, tiene un baño conectado a red pública o pozo ciego y dispone de energía eléctrica. También en este indicador los hogares urbanos se encuentran en mejores condiciones que los rurales, donde 82% de los hogares tienen déficit en saneamiento. Por lo tanto, al igual que en el indicador de materialidad, las peores condiciones de saneamiento las sufren los hogares rurales del país. La EIH 1997/98 muestra que la gran mayoría (96,7%) de los hogares del país se alojan sin compartir la vivienda con otro hogar, siendo la situación más común que las viviendas tengan uno (31,3%), dos (39,9%) o tres (20,3%) dormitorios. Sin embargo, se ha detectado la presencia de hasta cinco hogares por vivienda. El hacinamiento afecta al 22,4% de los hogares del país, de los cuales aproximadamente dos tercios (64,0%) están en el área rural y un tercio en el área urbana (36,0%). Por tanto, también en este indicador, igual que en los de materialidad y saneamiento, el problema se ubica geográficamente en el área rural. Basado en las funciones de protección, salubridad e intimidad que debe cumplir una vivienda para alojar dignamente a un hogar, medidas a través de los indicadores de materialidad, saneamiento y condiciones de hacinamiento, se ha estimado el déficit habitacional en 635.738 viviendas, que


138

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

constituyen el 55,7% del total. Sólo uno de cada cinco hogares (19,8%) reside en condiciones óptimas. En el extremo opuesto, unos 95.290 hogares residen en las peores condiciones: en viviendas materialmente deficitarias, con saneamiento deficitario y hacinados. Según este análisis, alrededor de 90.667 hogares (7,9% del total) viven en viviendas materialmente deficitarias; 289.499 hogares (25,4%) viven en viviendas materialmente buenas (141.486) o regulares (148.013) pero tienen un saneamiento deficitario y unos 255.572 hogares (22,4% del total del país) están en condiciones de hacinamiento. Respecto a las condiciones legales de tenencia o dominio de las viviendas que ocupan, la EIH 97/98 ha detectado que el 77,3% de los hogares del país poseen una vivienda propia. A diferencia de los resultados en indicadores anteriores, existe mayor cantidad relativa de hogares rurales con vivienda propia. Así, 86,2% de los hogares rurales son propietarios de la vivienda que ocupan, mientras que en el área urbana 70,5% de los hogares tienen vivienda propia. b. Implicancia para la política habitacional del país De este análisis se desprenden varias conclusiones que pudieran permitir orientar la política habitacional. En primer lugar, la determinación clara de que el problema habitacional desde los aspectos de la materialidad, el saneamiento y el hacinamiento, implica la necesidad de orientar los esfuerzos hacia este sector de la población en forma preferencial.

El Sistema de Subsidio Habitacional Directo constituye, sin duda alguna, una herramienta importante para mejorar las condiciones de asentamiento de la población del país. Como se ha visto, sus programas abarcan a la gran mayoría de los hogares que no poseen una vivienda o que necesitan mejorar o ampliar la que poseen. Por otra parte, los potenciales postulantes del Sistema de Subsidio Habitacional Directo, según datos de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98, es de 718.999 viviendas. Queda fuera del alcance del SSHD un grupo de 422.683 hogares, 37% del total, que poseen una vivienda propia que les brinda buena protección ambiental y no sufren hacinamiento. Se ha estimado que el aporte que el estado debe realizar en subsidios directos en el marco del SSHD para solucionar el problema habitacional detectado es una suma cercana a los seis billones de guaraníes (Gs. 5.844.729.489.290). Al cambio de 1998 (2.517,2 guaraníes por cada dólar estadounidense), este aporte estatal debería ser más dos mil trescientos millones de dólares (US$. 2.321.917.007).. Es importante recordar que este monto, sin embargo, no contempla la inversión necesaria para solucionar el déficit de saneamiento (provisión de agua, eliminación de excretas y corriente eléctrica) que afecta a la mitad de los hogares del país. Tampoco contempla la inversión privada, en aportes de los beneficiarios y créditos hipotecarios, necesarios para completar el costo de la vivienda según el SSHD.


Situación Habitacional en Paraguay

c. Sugerencias de temas a incluir en las próximas encuestas de hogares A lo largo de este trabajo se han mencionado algunas sugerencias metodológicas que conducirían a mejorar los datos para evaluar la situación habitacional. A continuación las resumiremos en este apartado: La EIH 97/98 recoge detallada información acerca de las condiciones materiales de los componentes de las viviendas (pared, piso y techo). Es importante que además recoja información acerca del estado de conservación de cada uno de los elementos. Respecto al concepto de hacinamiento y la forma de medirlo: A fin de mejorar el estudio de la condición de hacinamiento, sería interesante que el cuestionario de la encuesta pudiera relevar la disposición de alojamiento en los dormitorios de los miembros del hogar, distinguiendo a los padres de los hijos y otros integrantes del hogar. En relación estrecha con el tema del hacinamiento, observamos que la EIH no releva la cantidad de viviendas por terreno, que también es un indicativo de la privacidad e intimidad que dispone un hogar. Se sugiere que para próximas ediciones se releve este dato. La información proveniente de la Encuesta Integrada de Hogares no permite estimar la contribución del Estado en la solución del problema habitacional del país. Es necesario que se pregunte en el formulario por la vía de financiación de la adquisición de la vivienda que posee, en el caso de los propietarios.

139

Incluso, podría preguntarse a los que no poseen vivienda, si conocen los Programas del CONAVI para conseguir una solución habitacional. Considerando que el SSHD del CONAVI tiene un Programa de Construcción en Lote Propio, el cuestionario debería preguntar si el Hogar entrevistado posee un terreno propio en algún otro lugar, en el cual no está residiendo. La EIH debe recoger información sobre la propiedad del terreno y de la vivienda independientemente. Hasta el momento las encuestas sólo preguntan sobre la propiedad de la vivienda, y ya se ha expresado que este hecho podría llevar a un error en el relevamiento de la información deseada. Finalmente, se sugiere no utilizar en el formulario una marca de un producto para identificar a un material de construcción, como es el caso del «Eternit , cuya denominación general de chapa de fibrocemento .


140

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

ANEXO 1:

DEFINICIONES

TIPO DE VIVIENDA Casa: Es aquella construida con material cocido. Tiene salida directa a la calle, camino, sendero, etc. y constituye una sola vivienda.

Piezas de inquilinato: Cuando la vivienda ocupa en forma independiente una pieza de las varias similares que existen en un edificio a lo largo del patio. Generalmente usan en común los servicios sanitarios.

Rancho: Vivienda con salida al exterior. El Rancho generalmente tiene paredes de adobe, piso de tierra, techado de palma, paja, chapa, etc.

Vivienda improvisada: Cuando la vivienda está construida con materiales desechos (cartones, trozos de chapas, maderas, etc.)

Dpto. o Piso: Es generalmente aquella vivienda que forma parte de un edificio de dos o más pisos y tiene acceso a la calle mediante un pasillo o corredor.

Otro: (Especificar): En esta categoría se incluyen los locales que no están destinados a la habitación humana pero se utilizan como locales de habitación. Ejemplos: Fábrica, almacenes, depósitos, etc.

ANEXO 2:

METODOLOGÍA

INDICADOR DE MATERIALIDAD Categorías:

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria

Variables: Pared, techo y piso

3DUHG 7HFKR 3LVR

(B) De calidad Buena (R) De calidad Regular (D) De calidad Deficitaria

Madera, ladrillo o piedra Estaqueo o adobe Otros materiales

(B) De calidad Buena (R) De calidad Regular (D) De calidad Deficitaria

Teja o losa de hormigón Zinc o fibrocemento (eternit) Paja, madera u otros materiales

(B) De calidad Buena (R) De calidad Regular (D) De calidad Deficitaria

Madera, baldosa, cerámica o granito Ladrillo o lecherada Tierra u otros materiales


Situación Habitacional en Paraguay

Clasificación de las Viviendas

9LYLHQGD %XHQD 9LYLHQGD 5HJXODU

141

Componentes del indicador. Pared (B), techo (B) y piso (B o R) Pared (B), techo (R) y piso (B) Pared (R), techo (B) y piso (B) Pared (B o R), techo (B o R) y piso (D) Pared (B), techo (D) y piso (B o R) Pared (R), techo (R) y piso (B o R)

9LYLHQGD 'HILFLWDULD

Pared (D), Pared (B), Pared (R), Pared (R),

techo (B o R o D) y piso (B o R o D) techo (D) y piso (B) techo (D) y piso (R o D) techo (R) y piso (D)

INDICADOR DE SANEAMIENTO Categorías:

Vivienda Buena Vivienda Regular Vivienda Deficitaria

Variables: Disponibilidad de Agua, Servicio Sanitario y Corriente Eléctrica

'LVSRQLELOLGDG GH $JXD

(B) Buena (R) Regular (D) Deficitaria

6HUYLFLR 6DQLWDULR &RUULHQWH (OpFWULFD

Corposana o Senasa, dentro de la vivienda o propiedad Red privada, dentro de la vivienda o propiedad Pozo con bomba, dentro de la vivienda o propiedad Arroyo, río, ycuá o manantial, pozo sin bomba, aguatero Cualquier otra fuente fuera de la propiedad (acarreo)

(B) Buena (D) Deficitaria

WC conectado a red pública o pozo ciego Excusado tipo municipal, letrina común, o no tiene. Otra forma de eliminación de excretas

(B) Buena (D) Deficitaria

Dispone de luz eléctrica No dispone de luz eléctrica

Clasificación Viviendas

Componentes del indicador.

Vivienda Buena

Agua (B), servicio sanitario (B) y Cte. eléctrica (B)

Vivienda Regular

Agua (R), servicio sanitario (B) y Cte. eléctrica (B) Agua (B), servicio sanitario (B) y Cte. eléctrica (D) Agua (B), servicio sanitario (D) y Cte. eléctrica (B)

Vivienda Deficitaria

Agua (B), servicio sanitario (D) y Cte. eléctrica (D) Agua (R), servicio sanitario (D) y Cte. eléctrica (D) Agua (D), servicio sanitario (B) y Cte. eléctrica (B)


142

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

ANEXO 3:

ESTADÍSTICO

Cuadro Nº 25: Hogares por Indicador de Materialidad según Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia (en porcentajes) ,1',&$'25 '( 6$1($0,(172 $5($

Urbana

Rural

727$/ 3$Ë6

,1',&$'25 '(

'HILFLWDULD

0$7(5,$/,'$'

$FHSWDEOH

%XHQD

FRO

ILOD

FRO

ILOD

FRO

ILOD

FRO

ILOD

Vivienda Buena

42,5

16,0

70,9

34,2

90,1

49,8

70,8

100,0

Vivienda Regular

46,8

48,7

28,5

38,0

8,7

13,3

25,7

100,0

Vivienda Deficiente

10,6

80,5

0,6

5,8

1,2

13,7

3,5

100,0

Total urbano

100,0

26,7

100,0

34,2

100,0

39,2

100,0

100,0

Vivienda Buena

25,1

62,8

65,8

29,4

76,6

7,8

32,8

100,0

Vivienda Regular

34,7

83,9

31,8

13,7

23,4

2,3

33,9

100,0

Vivienda Deficiente

40,1

98,9

2,4

1,1

0,0

0,0

33,3

100,0

Total rural

100,0

82,0

100,0

14,7

100,0

3,4

100,0

100,0

Total

Vivienda Buena

30,3

28,2

69,6

32,9

89,2

38,9

54,4

100,0

País

Vivienda Regular

38,4

66,3

29,3

25,9

9,6

7,8

29,2

100,0

Vivienda Deficiente

31,3

96,7

1,0

1,6

1,2

1,7

16,3

100,0

Total País

100,0

50,5

100,0

25,8

100,0

23,7

100,0

100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Cuadro Nº 26: Hogares por Indicador de Materialidad según Indicador de Saneamiento y por Area de Residencia (en cantidad) $5($

Urbana

Rural

,1',&$'25 '( 6$1($0,(172

,1',&$'25 '( 0$7(5,$/,'$'

7RWDO 'HILFLWDULD

$FHSWDEOH

%XHQD

Vivienda Buena

73.738

157.228

229.069

460.035

Vivienda Regular

81.215

63.320

22.140

166.675

Vivienda Deficiente

18.440

1.325

3.143

22.908

Total urbano

173.393

221.873

254.352

649.618

Vivienda Buena

101.281

47.467

12.648

161.396

Vivienda Regular

140.164

22.959

3.865

166.988

Vivienda Deficiente

161.940

1.740

0

163.680

Total rural

403.385

72.166

16.513

492.064

Total

Vivienda Buena

175.019

204.695

241.717

621.431

País

Vivienda Regular

221.379

86.279

26.005

333.663

Vivienda Deficiente

180.380

3.065

3.143

186.588

Total País

576.778

294.039

270.865

1.141.682

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98


Situación Habitacional en Paraguay

Cuadro Nº 27: Hogares por Indicador de Materialidad según Area de Residencia y por Condición de Hacinamiento (en porcentajes) &21',&,Ï1 '( +$&,1$0,(172

,1',&$'25 '( 0$7(5,$/,'$'

$5($ 8UEDQD 5XUDO FRO ILOD FRO ILOD

727$/ 3$Ë6 FRO

ILOD

Sin Hacinamiento

Vivienda Buena

74,5

75,5

41,1

24,5

62,1

100,0

Vivienda Regular

22,9

52,1

35,7

47,9

27,6

100,0

Vivienda Deficitaria

2,6

15,9

23,2

84,1

10,2

100,0

Total de grupo

100,0

62,9

100,0

37,1

100,0

100,0

Vivienda Buena

48,3

62,7

16,2

37,3

27,8

100,0

Vivienda Regular

42,5

44,0

30,4

56,0

34,7

100,0

Con Hacinamiento

Vivienda Deficitaria

9,2

8,8

53,5

91,2

37,5

100,0

Total de grupo

100,0

36,0

100,0

64,0

100,0

100,0

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

Cuadro Nº 28: Hogares por Indicador de Materialidad según Area de Residencia y por Condición de Hacinamiento (en porcentajes) &21',&,Ï1 '( +$&,1$0,(172

,1',&$'25 '( 0$7(5,$/,'$'

8UEDQD

$5($

5XUDO

727$/ 3$Ë6

Sin Hacinamiento

Vivienda Buena

415.538

134.970

550.508

Vivienda Regular

127.597

117.338

244.935

Vivienda Deficitaria

14.441

76.226

90.667

Total de grupo

557.576

328.534

886.110 70.923

Con Hacinamiento

Vivienda Buena

44.497

26.426

Vivienda Regular

39.078

49.650

88.728

Vivienda Deficitaria

8.467

87.454

95.921

Total de grupo

92.042

163.530

255.572

FUENTE: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98

143


144

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro Nº 29: Hogares por Condición de Hacinamiento según Condición de Tenencia

&21',&,Ï1 '( +$&,1$0,(172

Sin hacinamiento

&21',&,Ï1 '( 7(1(1&,$ '( /$ 9,9,(1'$ 3URSLD 1R SURSLD FRO ILOD FRO ILOD 77,3

77,0

78,8

23,0

727$/ 3$Ë6 FRO

ILOD

77,6

100,0

Con hacinamiento

22,7

78,5

21,2

21,5

22,4

100,0

Total

100,0

77,3

100,0

22,7

100,0

100,0

204.233

17,9

886.110

77,6

&DQWLGDG \ SRUFHQWDMHV GHO WRWDO Sin hacinamiento

681.877

59,7

Con hacinamiento

200.671

17,6

54.901

4,8

255.572

22,4

Total

882.548

77,3

259.134

22,7

1.141.682

100,0

ANEXO 4:

EL SISTEMA DE SUBSIDIO HABITACIONAL DIRECTO DEL CONSEJO NACIONAL DE VIVIENDA (CONAVI)

El Sistema de Subsidio Habitacional Directo (SSHD) es un sistema que permite financiar la compra o construcción de una vivienda de carácter definitivo que se constituya en solución habitacional del beneficiario y su grupo familiar. Este sistema, administrado por el Consejo Nacional de la Vivienda (CONAVI), integra a tres agentes en la búsqueda de solución al problema habitacional: el Estado Paraguayo, el Beneficiario y el Sector Privado. El Estado desempeña un rol subsidiario, normativo y regulador. El beneficiario, objetivo final del sistema, debe demostrar su interés o deseo de solucionar su problema habitacional

con un ahorro previo y un rol activo en la gestión de la financiación, la búsqueda y elección de una vivienda o lote. El sector privado integrado aquí por las Sociedades de Ahorro y Préstamo para la Vivienda, Financieras, Bancos, Cooperativas y Empresas Constructoras adquiere gran importancia ya que «el programa ha sido diseñado de manera a lograr una fuerte participación del sector privado de la construcción»8 , y realizar la intermediación financiera.

8 Apartado 1.2. de la «Guía para la calificación de soluciones habitacionales en lote propio». En adelante «Guía para la calificación»


Situación Habitacional en Paraguay

1. COMPONENTES DE LA FINANCIACIÓN Según este Sistema, el financiamiento de la solución habitacional está compuesta por tres factores: el subsidio directo, el ahorro previo y el crédito hipotecario. I. El Subsidio Habitacional Directo SHD) Es una donación no reembolsable; una «ayuda estatal directa, sin cargo de restitución, para posibilitar la adquisición de una solución habitacional destinada a la habitación permanente del beneficiario y su grupo familiar»9. «El monto máximo del SHD que puede solicitar el postulante será variable según su Ingreso Familiar mensual y el costo o valor máximo del tipo Solución Habitacional (SH) que desea adquirir o construir» (Art. 5). Estos valores son fijados en Unidades de Salarios Mínimos (USM), y varían con el salario mínimo legal. Los valores del Ingreso Familiar, Subsidio Directo, Ahorro mínimo, Crédito máximo y costo máximo de vivienda, expresados en guaraníes de acuerdo al salario mínimo actual, aparecen en el cuadro Nº 1. Los fondos con los cuales se efectivizan los subsidios de este sistema provienen directamente del Presupuesto General de Gastos de la Nación para los niveles I y V, y de un Préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para los niveles II, III y IV. 9 Artículo 2 del Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de adquisición de soluciones habitacionales (Decreto Nº 7266). En adelante, «el Reglamento».

145

II. El Ahorro Previo «Para el otorgamiento del SHD, será condición indispensable que el beneficiario concurra con un aporte previo consistente en un depósito de ahorro. El SHD se constituirá así un complemento de dicho aporte previo y del crédito que el beneficiario obtenga para financiar la adquisición de una SH» (Art. 3). Este aporte debe acreditarse al momento de postular y se aplicará integralmente al valor de la vivienda. El ahorro debe estar depositado y ser acreditado a través de un Certificado de Ahorro expedido por una Institución Intermediaria de Financiamiento (IIF) adherida al sistema, y que será la que otorgará el crédito hipotecario para completar el costo o valor de vivienda. «El ahorro previo podrá ser transferido, por una única vez, de la IIF en que está depositada a otra IIF determinada por el postulante sin perder el puntaje por antigüedad» (Art. 22). Este artículo permite al postulante buscar la mejor oferta crediticia, en términos de plazos e intereses, del mercado financiero. Si se postula para construcción en lote propio, el valor del inmueble tasado por CONAVI puede ser sustituir al ahorro en dinero hasta el 50% del mínimo exigido para cada nivel. III. El Crédito Hipotecario Es el monto de dinero que el beneficiario debe obtener de una IIF seleccionada por CONAVI, para financiar la adquisición o construcción de una SH. El monto del crédito hipotecario será igual a la diferencia que hay entre


146

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

el valor total de la vivienda y la cantidad que resulta sumando el ahorro previo y el monto del subsidio obtenido. En ningún caso el crédito obtenido por el beneficiario del SHD será subsidiado (Art. 3) Las IIFs -Sociedades de Ahorro y Préstamo para la Vivienda, Financieras, Bancos, Cooperativas- que son seleccionadas por CONAVI, firman un Contrato de Adhesión, en virtud de la cual queda sujeta a los términos y condiciones de cada Reglamento de Crédito10 . Las IIFs funcionan de acuerdo a las condiciones del mercado financiero interno con plena libertad para seleccionar -aceptar o rechazar- a los solicitantes del crédito hipotecario, con la sola exigencia de ajustarse estrictamente en sus términos y condiciones a lo contemplado en los Reglamentos (Cf. cláusula cuarta del Contrato de Adhesión). Al respecto, el articulo 32 del Reglamento de Crédito11 establece claramente que «Son Beneficiarios Elegibles, (para el crédito hipotecario) las personas naturales de nacionalidad paraguaya que son poseedores de un Certificado de SHD y que, a criterio de las IIFs, reúnen las condiciones y garantías legales y financieras necesarias para recibir un crédito hipotecario». El artículo 31 del Reglamento de Crédito establece que «Los contratos de préstamo hipotecario deberán 10 Cláusula tercera del Contrato de Adhesión 11 Reglamento de Crédito para el Programa de Soluciones Habitacionales en Lote Propio. En adelante «Reglamento de Crédito»

incluir como mínimo los términos y condiciones siguientes: a) La recuperación de los créditos (por parte de las IIFs), será mediante un sistema en que la tasa de interés del préstamo será variable de acuerdo a las condiciones de mercado, mientras que la cuota pactada se ajustará automáticamente con el índice de variación de la Unidad de Salario Mínimo Mensual (USM). Los desajustes entre estos dos índices se reflejarán en los plazos de amortización. b) La tasa anual de interés aplicable al contrato de crédito hipotecario será la que determinen las IIFs en cada caso. c) Las tasas de interés de los contratos de Crédito hipotecario vigentes, serán ajustadas en los meses de marzo y septiembre de cada año. d) El plazo de amortización de los contratos de crédito hipotecario será de hasta 25 años. c) Los créditos hipotecarios que las IIFs otorguen no podrán exceder al 80% del valor que resulte menor entre el precio de la construcción, ampliación o mejora y el valor de tasación hecha por el CONAVI de dicha construcción, ampliación o mejora. Asimismo, serán garantizados mediante Hipotecas de Primer Rango; sin embargo, cuando las IIFs los estimen necesario, podrán solicitar otros tipos de garantías de acuerdo con lo establecido en sus reglamentaciones internas.


Situación Habitacional en Paraguay

2. LA POSTULACIÓN La postulación individual es la única modalidad de postulación que contempla este sistema habitacional. Para postular el interesado debe: a) abrir una cuenta de ahorro en una IIF adherida al SSHD. b) llenar una Solicitud de Postulación con todos sus datos y los de su grupo familiar c) ser seleccionado de acuerdo al puntaje que sume en los factores anteriores. Los datos e informaciones que deberá proporcionar cada postulante al SHD en las Solicitudes de Postulación, serán bajo juramento de que los mismos son ciertos y se ajustan a la verdad (Art. 17). El Artículo 12 del reglamento está concebido para asegurar que el beneficiario permanezca efectivamente en la vivienda que compró o construyó con el SHD: «Para la postulación al SHD, será condición indispensable e ineludible que el interesado se obligue en forma expresa e irrevocable, a que en el caso de resultar beneficiado, la SH adquirida con el SHD concedido conforme a las disposiciones del Decreto Nº 7266 y del presente Reglamento, no podrá ser enajenada, hipotecada, arrendada o cedida en uso y goce, sino una vez cancelada totalmente la obligación contraída por el beneficiario para complementar el SHD y siempre que hayan transcurrido (10) diez años contados desde la fecha de haberse efectivizado el respectivo Certificado de SHD y que sólo será hi-

147

potecada para garantizar el crédito concedido para la financiación de la misma». Las infracciones a las disposiciones de la Ley 118/90 (de creación del CONAVI), sus modificaciones y reglamentaciones, del Decreto Nº 7266 y a las normas previstas en el presente reglamento serán sancionadas dejando sin efecto la respectiva solicitud de postulación o el Certificado de SHD, o con la restitución al CONAVI del subsidio percibido, según corresponda (Art. 39). Los beneficiarios finales del SHD que hayan sido sancionados con la obligación de restituir el Subsidio percibido, deberán devolver el monto del mismo, calculado al valor de la USM vigente a la fecha de devolución (Art. 41).

3. SELECCIÓN DE LOS POSTULANTES La selección se efectúa teniendo presente el nivel de subsidio solicitado y la zona geográfica donde se encuentre la vivienda elegida (al momento de postular deberá indicarse el Departamento y Municipio donde desea adquirir la SH). Serán seleccionados los que sumen mayor puntaje de acuerdo a dos factores: el Ahorro (cantidad y antigüedad) y el grupo familiar. La ponderación de los factores para determinar el puntaje se efectuará de acuerdo a las siguientes normas: (Art. 24) a) Ahorro en dinero: corresponderán 20 (veinte) puntos por


148

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

cada USM que se acredite en la cuenta de ahorro. Para la conversión de Gs a USM se utilizará el valor de ésta a la fecha de inicio del periodo de inscripción. b) Permanencia o antigüedad del ahorro: corresponderá 1 (un) punto por cada mes completo. c) Grupo Familiar: corresponderán 10 (diez) puntos por cada miembro del grupo familiar debidamente acreditado, con excepción del postulante, de su cónyuge o concubina/o.

4. PROGRAMAS DEL SISTEMA DE SUBSIDIO HABITACIONAL DIRECTO Para cumplir con sus objetivos, el SSHD cuenta con dos programas: a) Adquisición Solución Habitacional. b) Construcción, ampliación o mejora de viviendas en Lote Propio En el caso del programa de adquisición o compra de una solución habitacional (SH), la misma podrá ser una vivienda nueva o usada, siempre que «comprenda, como mínimo, terreno urbanizado, núcleo sanitario compuesto por baño, cocina y un espacio cubierto de uso múltiple»12 , y cumplan las exigencias de la Guía para la calificación de SH. Además, según el Reglamento para ambos programas, «se entiende por terreno urbanizado aquel que cuente con servicios de agua potable (individual o colectivo), de desagüe sanitario (individual o colec-

tivo), de electricidad y pavimento (ripio como mínimo). (Art. 8) Para el programa de construcción, ampliación o mejora en lote propio, «el valor de la tasación del inmueble no deberá superar, para el caso de terreno sin construcción, el 40% del costo o valor máximo de SH para cada nivel, y el 70% en el caso de ampliación o mejora para terreno con construcción. (2.5.) La Tasación del inmueble se realizará durante el proceso de postulación y selección. Para el efecto, la Guía para la calificación de las SH en lote propio obliga al CONAVI a disponer de profesionales tasadores, ya sea pertenecientes a su planta de personal o a tasadores privados inscriptos en el Registro de Tasadores que se deberá crear para el efecto. (2.2.). Además, El CONAVI debe ejecutar o contratar estudios de mercado inmobiliario y mantenerlos permanentemente actualizados, lo que permitirá valuar el costo del terreno (2.10.) En el proceso de tasación del terreno se determinarán sus características (dimensiones del terreno, forma, calidad del suelo y subsuelo, superficie y calidad de la construcción existente, etc.) considerando la zona en la cual se ubica (para tener en cuenta la existencia de reglamentaciones que puedan limitar el uso de la propiedad para determinados fines o que establecen condiciones de las construcciones), la existencia de servicio público de transporte y servicios comunitarios, así como su topografía y la existencia de vecindades desvalorizantes como ferias abiertas y otros.


Situación Habitacional en Paraguay

149

Con los antecedentes indicados en el párrafo anterior, se procederá al cálculo del valor del inmueble para determinar si éste es elegible para la aplicación del subsidio al Nivel correspondiente; estableciendo además, en USM, la diferencia que podrá ser aplicada al proyecto de construcción, ampliación o mejora a la cual se postula. En esta etapa se procederá a verificar si el proyecto presentado cumple con las condiciones Técnicas de Elegibilidad del Programa. Si esta condición se cumple, se ejecutará la evaluación del costo del proyecto, el que agregado a la tasación del inmueble dará el valor total de la SH, y se comparará si este costo se adecua al Nivel de Subsidio al que se postula.

Finalmente, la SH se transfiere a favor del beneficiario, se inscribe en el Registro de la Propiedad a su nombre; la propiedad queda hipotecada a favor de la IIF, y, con el constructor puede recurrir al Conavi para efectivizar el Certificado de Subsidio.

Al terminar este proceso en forma satisfactoria, se emite un Informe de Calificación con el cual el CONAVI

12 Art. 7 del Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de adquisición de soluciones habitacionales (Decreto Nº 7266).

ANEXO 5:

emitirá el Certificado de Calificación Provisional, que determina la elegibilidad del proyecto, con cual el Constructor dará inicio a la ejecución de la obra. Una vez concluida la obra, el CONAVI deberá ratificar la validez del Certificado de Calificación Provisional, previa verificación de que la construcción corresponde a los planos y especificaciones presentadas primitivamente y una tasación final del inmueble.

ESTIMACIÓN DE LA INVERSIÓN PÚBLICA

EJEMPLO: Hogares del Nivel I del SSHD 6,78$&,21 +$%,7$&,21$/

1,9(/(6 '(/ 66+' 1LYHO ,

68%6,',2 325 1,9(/(6 1LYHO ,

02172 '( 68%6,',2 3$5$ (/ 1LYHO ,

1

48.155

0

0

2

9.655

2.136.299

20.625.970.128

3

1.256

7.097.340

8.914.259.040

4

8.439

2.136.299

18.028.230.130

5

3.970

2.136.299

8.481.108.380

6

1.066

7.097.340

7.565.764.440

7

14.132

7.097.340

100.299.608.880

8

2.660

7.097.340

18.878.924.400

9

369

7.097.340

2.618.918.460

10

919

7.097.340

6.522.455.460

11

239

7.097.340

1.696.264.260

12

246

7.097.340

Total

91.106

1.745.945.640 195.377.449.218


150

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

BIBLIOGRAFÍA

BOGADO, DANIEL (1993) «El problema habitacional en los sectores periurbanos de la ciudad de Santiago. Consideraciones para una planificación participativa». Publicación parcial de la tesis de graduación. ILADES. Documento de Trabajo Nº 19. Agosto 1993. Santiago, Chile. CONSEJO NACIONAL DE LA VIVIENDA (CONAVI). Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de adquisición de soluciones habitacionales (Decreto Nº 7266). Asunción, Paraguay. CONSEJO NACIONAL DE LA VIVIENDA (CONAVI). Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de adquisición de soluciones habitacionales (Préstamo BID Nº 884/SF-PR y Nº 683/OC-PR). Asunción, Paraguay. CONSEJO NACIONAL DE LA VIVIENDA (CONAVI). Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de soluciones habitacionales en lote propio (Decreto Nº 7266). Asunción, Paraguay. CONSEJO NACIONAL DE LA VIVIENDA (CONAVI). Reglamento de Subsidio Habitacional Directo (SHD) para el programa de soluciones habitacionales en lote propio (Préstamo BID Nº 884/SF-PR y Nº 683/ OC-PR). Asunción, Paraguay. DGEEC (1999), Sistema de Indicadores Socio Económicos y De-

mográficos . Fernando de la Mora, Paraguay. Abril, 1999 DGEEC (1997), Cuestionario de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998 . Fernando de la Mora, Paraguay. 1997. DGEEC (1997), Manual del Encuestador. Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998 . Fernando de la Mora, Paraguay. 1997. DGEEC (1995), Necesidades Básicas Insatisfechas. Atlas Paraguay 1995 . Fernando de la Mora, Paraguay. 1995. DGEEC (1994), Censo 92. Paraguay, Censo Nacional de Población y Viviendas . Asunción, Paraguay. Julio, 1994. MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN Y COOPERACIÓN (MIDEPLAN) (1992) Población, Educación, Vivienda, Salud, Empleo y Pobreza. CASEN 1990 . Octubre, 1992. Santiago, Chile. UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE (1985). Investigación de Alternativas de Sistemas Habitacionales. Resumen y Conclusiones . Documento elaborado para el análisis de los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) de 1985. Chile.


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

151

El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay Horacio D. Santander Duarte

INTRODUCCIÓN La población evoluciona y adquiere características propias no solo a través del tiempo, sino del espacio, por lo cual la migración es un componente indisoluble de la dinámica demográfica. La migración concebida como desplazamiento y traslado de residencia de los individuos desde el lugar de origen a otro de destino implica el cruce de algún límite geográfico. Cuando este tipo de desplazamiento se da dentro de los límites de un Estado se está hablando de Migración Interna. Sobre la base de Censos de años anteriores se han realizado estudios de migraciones internas en el Paraguay. En este sentido, un material obligatorio de consulta es Migración Interna en Paraguay. Cambios e Impactos de Luis A. Galeano (Año 1997) quien utiliza como base el Censo del año 1992. Pocos han sido los trabajos de este tipo realizados sobre la base de encuestas; quizás la razón principal por la cual no existan más trabajos de este tipo sea el tamaño de las muestras utilizado en encuestas anteriores. En este sentido, uno de ellos es Migración Interna en el Paraguay de José Molinas (Año 1999), investigación realizada utilizando los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del año 1996. Esto no

sucede con la Encuesta Integrada de Hogares (EIH) 1997-1998, que procesó información válida de 20.664 personas entrevistadas, correspondiente a 4.353 hogares urbanos y rurales en todo el territorio nacional, logrando de esta manera la representatividad adecuada para el estudio de las migraciones a nivel de áreas. Dentro de este contexto, la presente investigación pretende estudiar la Migración Interna en el Paraguay tratando de identificar quiénes son los que migran, por qué lo hacen, cuáles son los efectos que se derivan de las migraciones internas y determinar, mediante técnicas directas de estimación, la importancia de la migración interna en la evolución poblacional de las áreas urbanas y rurales aislando para este fin la migración de aquellos factores de crecimiento vegetativo de una población: los nacimientos y las defunciones.

LA MIGRACIÓN INTERNA EN BASE A LA EIH 1997/98 Este trabajo utiliza como fuente principal de referencia la Encuesta Integrada de Hogares (EIH) 1997/98 que posee varias preguntas orientadas a analizar la migración de la población a ni-


152

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

vel interno, conocer las razones por las cuales migran las personas y determinar las características de los migrantes. En ese sentido, la pregunta 9 de la Sección 1 del cuestionario de la EIH 1997/ 98 trata de conocer el lugar de nacimiento de la persona entrevistada. Comparando la respuesta obtenida con su lugar de residencia actual sabremos si se trata de un migrante o no migrante con respecto a su lugar de nacimiento. Las preguntas 10 y 12 de la Sección 1 a diferencia de la pregunta 9 intentan conocer el lugar de residencia anterior de la persona entrevistada con respecto a un período de tiempo determinado. Así, en la pregunta 10 se consulta al entrevistado dónde residía hace un año atrás en tanto la pregunta 12 está dirigida a conocer su lugar de residencia 5 años atrás. De igual manera que en la pregunta 9, de la comparación entre la respuesta obtenida y el lugar de residencia actual, se procede a clasificar a las personas como migrantes o no migrantes. Para el presente trabajo se utiliza la pregunta 12 porque permite conocer la situación actual de los migrantes comparativamente con su lugar de residencia anterior 5 años atrás. Se ha optado por esta pregunta no solo para medir la migración sino también por las ventajas que presenta su utilización. De esta manera, al conocerse el período de referencia -cinco años- y al no ser demasiado corto dicho período, cualquier estimación de corrientes migratorias que se realice es perfectamente válida, abriéndose la posibilidad de determinar las respectivas áreas de expulsión y atracción. Igualmente, al

estar el período de tiempo perfectamente definido, el problema de la agrupación de migrantes correspondiente a distintas épocas -el cual afecta a la pregunta 9- queda superado. En el caso de la pregunta 10 el período de tiempo es considerado demasiado corto y su utilización puede adolecer de dos deficiencias: por un lado, con esta pregunta sólo se captaría una cantidad reducida de migrantes (es decir, la muestra de movimientos migratorios sería poco representativa); y por el otro, aumentaría la probabilidad de incorporar algunos desplazamientos ocasionales que no siempre implican un traslado de residencia. En este contexto, y para fines de este estudio se considerará migrante a toda persona de 5 años o más cuyo lugar de residencia 5 años atrás, con respecto a la fecha de realización de la EIH 1997/98, sea diferente a su lugar de residencia actual. Así mismo no serán objeto de estudio los inmigrantes del exterior restringiéndose la muestra a la población paraguaya y no paraguaya que tenga 5 o más años de residencia en el país. Como se ha dicho más arriba, el estudio se limitará -por motivos de tamaño muestral- al análisis de las distintas corrientes migratorias entre áreas, cubriendo la misma, cualquier traslado que se produzca a nivel distrital, interdepartamental e intradepartamental.

MIGRANTES VS NO MIGRANTES Conforme a estimaciones realizadas en la EIH 1997/98 el número de


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

migrantes internos de 5 años y más asciende a un poco más de 651 mil personas, representando el 14,2% del total de la población de 5 años de edad y más (no se incluye en dicha población a inmigrantes, es decir, personas nacionales o extranjeras que teniendo la edad mencionada se hallaban residiendo en el extranjero cinco años atrás) (Cuadro 1). El porcentaje de población que se desplaza de un área a otra, ya sea a nivel intradepartamental como interdepartamental no es despreciable y sus características demográficas y socioeconómicas serán estudiadas en el presente documento. En el Cuadro 2 se observa que la proporción de migrantes es mayor en Cuadro No 1: Población de 5 años y más por área de residencia según condición migratoria. Área de residencia actual

Total Urbana Rural

Condición migratoria Total

No Migrantes

Migrantes

4.589.853 2.498.896 2.090.957

3.938.712 2.084.504 1.854.208

651.141 414.392 236.749

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Cuadro No 2: Población de 5 años y más por área de residencia según condición migratoria (%). Área de residencia actual

Total

Total Urbana Rural

100 100 100

Condición migratoria No Migrantes

85,8 83,4 88,7

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Migrantes

14,2 16,6 11,3

153

las áreas urbanas con relación a las rurales en un 5%. Como se verá más adelante, este resultado podría indicar que conforme lo señalan diferentes teorías (pull-push) las zonas urbanas ofrecen importantes elementos de atracción para aquellas personas que residiendo en zonas rurales sienten que por un motivo u otro deben abandonar su lugar de residencia.

CORRIENTES MIGRATORIAS INTERNAS Con la EIH 1997/98 se han podido identificar las cuatro posibles corrientes migratorias a nivel de Áreas, a saber: Migración Urbana-Urbana, Urbana-Rural, Rural-Urbana y Rural-Rural. Como se puede observar en el Cuadro 3, la corriente migratoria de mayor peso es la que se genera entre áreas urbanas, representando un 40% del total de migrantes. Le sigue en orden de importancia la migración Rural-Urbana con un 24%. Con estos datos se confirman las tendencias ya observadas en el Censo de 1992. Las corrientes más imporCuadro No 3: Matriz Migración: Población migrante por área de residencia anterior según área de residencia actual (%). Área de residencia hace 5 años atrás

Urbana Rural Total

Área de residencia actual Urbana

Rural

Total

40,2 23,5 63,6

14,8 21,5 36,4

55,0 45,0 100

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .


154

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

tantes, en términos de volumen de población implicada, tienen dirección urbano-urbano y rural-urbano, mientras que las corrientes migratorias urbanorural y rural-rural son menos numerosas .1 Si se analiza estas corrientes migratorias con relación al género de los individuos, se observa que las mujeres que han migrado de su lugar de residencia cinco años atrás se concenCuadro No 4: Población femenina migrante por área de residencia anterior según área de residencia actual (%). Área de residencia hace 5 años atrás

Urbana Rural Total

Área de residencia actual Urbana

Rural

Total

41,9 24,2 66,1

13,7 20,1 33,9

55,6 54,4 100,0

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Cuadro No 5: Población masculina migrante por área de residencia anterior según área de residencia actual (%). Área de residencia hace 5 años atrás

Urbana Rural Total

Área de residencia actual Urbana

Rural

Total

38,4 22,7 61,0

16,0 23,0 39,0

54,4 45,6 100,0

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . 1 María Victoria Heickel. Distribución Espacial de la Poblacion y Migraciones . Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. Fernando de la Mora - Paraguay. Diciembre - 1994.

tran en el tipo de corriente urbana-urbana y rural-urbana. En el caso de los hombres la tendencia es similar a las de las mujeres: urbana-urbana (38,4%); sin embargo, la dirección rural-urbana y rural-rural presenta igual porcentaje (23%) (Cuadros 4 y 5).

RAZONES QUE IMPULSAN A LAS PERSONAS A MIGRAR DE UN ÁREA A OTRA Los motivos que impulsan a una persona a trasladarse de un lugar de residencia a otro varían de acuerdo a cada individuo dependiendo de su edad, género, nivel de instrucción, estado civil, y ocupación, entre otras variables. Considerando a toda la población de cinco años de edad o más que ha migrado de su lugar de residencia hace cinco años atrás, se observa en el Cuadro 6 que más de la mitad de la muestra indicó que la principal razón de migración son los motivos familiares. Se debe tener en cuenta al analizar al grupo señalado que se está incluyendo en el mismo a niños y adolescentes, que en algunos casos apenas tenían un año de edad en el momento de producirse el traslado y que por lo mismo no tienen capacidad de decidir libremente su traslado (los mismos estarían entonces dentro de la categoría de migración grupal o familiar); es decir, su condición de dependientes y de miembros de una unidad familiar los obliga, aún cuando no quisieran, a desplazarse de su lugar de origen.


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

Cuadro No 6: Población migrante de 5 años y más de edad por razones de migración según área de residencia actual (%). Razones de migración

Área de residencia actual

Total Razones de trabajo Razones de estudio Motivo familiar Falta de seguridad Costo de vida Adquisición casa propia Enfermedad Otras razones

Total

Urbana

Rural

100 27,4 4,7 57,1 1,1 0,9 5,3 1,0 2,4

100 30,4 6,0 53,6 0,8 0,9 4,8 1,0 2,5

100 22,1 2,4 63,1 1,6 1,0 6,2 1,2 2,3

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Analizando solamente a los migrantes de 23 años de edad y más que en el momento de producirse el desplazamiento tenían 18 o más años de edad y por lo tanto se hallaban en mejores condiciones de tomar una decisión libre y voluntaria se observa que para los mismos el principal motivo de migración son las razones económicas (Cuadro 7). Cuadro No 7: Población migrante de 23 años y más de edad por razones de migración según área de residencia actual (%) Razones de migración

Área de residencia actual Total

Total 100 Razones de trabajo 40,3 Razones de estudio 1,6 Motivo familiar 38,5 Falta de seguridad 2,1 Costo de vida 1,8 Adquisición casa propia 10,8 Enfermedad 1,9 Otras razones 3,0 Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Urbana

Rural

100 40,4 1,8 40,4 1,5 1,7 9,5 1,7 2,9

100 40,0 1,1 35,0 3,4 2,1 13,2 2,1 3,1

155

Los motivos familiares quedan en segundo término, y en tercer lugar se halla la adquisición de la casa propia. Este último motivo, de gran peso en el caso de las corrientes migratorias que tienen como lugar de destino el área rural, es de menor importancia cuando consideramos toda la población migrante (de 5 años y más). Los estudios también constituyen un motivo de importancia en el momento de migrar. Esto permite afirmar que son fundamentalmente los jóvenes menores de 18 años los que emigran por razones de estudio dirigiéndose principalmente a las ciudades para este fin. El estudio de las razones de migración conforme al género y la edad de los migrantes revela un comportamiento diferenciado. Cuadro No 8: Población migrante de 5 años y más de edad por razones de migración según sexo (%). Razones de migración

Área de residencia actual

Total Razones de trabajo Razones de estudio Motivo familiar Falta de seguridad Costo de vida Adquisición casa propia Enfermedad Otras razones

Total

Hombres

Mujeres

100 27,4 4,7 57,1 1,1 0,9 5,3 1,0 2,4

100 36,0 3,8 47,2 1,2 1,2 6,9 1,2 2,5

100 19,3 5,5 66,5 1,0 0,7 3,7 0,9 2,4

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Cuando se analiza a toda la población migrante por género, se puede afirmar que tanto para mujeres como varones el motivo principal es el familiar, seguidas por las razones laborales. Es interesante notar que para los varones, la adquisición de la casa propia consti-


156

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

tuye el tercer motivo más importante; mientras que para las mujeres es el estudio (Cuadro 8). Considerando la libertad y el deseo voluntario de migrar de los individuos, como se menciono anteriormente, se observa que las razones que motivan a los individuos según su género varían en cierta forma. Los varones migrantes de 23 años de edad o más lo hacen por razones de trabajo, familiares y adquisición de la casa propia considerando las tres razones de mayor peso. En cambio, las mujeres del mismo grupo etáreo migran fundamentalmente por motivos familiares o de trabajo, representando la primera razón casi el 60% (Cuadro 9). Cuadro N 9: Población migrante de 23 años y más de edad por razones de migración según sexo (%). o

Razones de migración

Área de residencia actual Total

Total 100 Razones de trabajo 40,3 Razones de estudio 1,6 Motivo familiar 38,5 Falta de seguridad 2,1 Costo de vida 1,8 Adquisicióncasa propia10,8 Enfermedad 1,9 Otras razones 3,0

Hombres

Mujeres

100 55,8 1,4 19,8 2,3 2,3 13,4 1,8 3,2

100 23,6 1,7 58,6 2,0 1,3 8,1 1,9 2,8

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Las mujeres de 23 años de edad y más esgrimen fundamentalmente el motivo familiar como causal de migración probablemente debido a su condición de mujer o al estado civil. Al igual que los niños y adolescentes, las

mujeres casadas o unidas en la mayoría de los casos migran en el contexto familiar, muchas veces quizás no en el mismo momento pero sí transcurrido un cierto tiempo.

DETERMINANTES DE LA MIGRACIÓN Pese a que el individuo migrante argumenta una razón principal como causal de migración, sabemos que existen además otros aspectos de relevancia en el momento de decidir trasladarse de su lugar de origen. La bibliografía indica que, El capital humano está formado por la cualificación, los conocimientos y la experiencia que generan renta y que están plasmados en el individuo. Este stock de capital puede incrementarse tomando medidas específicas invirtiendo en capital humano que exigen sacrificios actuales, pero que aumentan la corriente de futuras ganancias a lo largo de la vida de la persona. Entre estas medidas se encuentran la adquisición de más educación y de más formación y la conservación de la salud2. En suma, las personas realizan sacrificios en el presente a fin de obtener mayores ganancias en el futuro. Lógicamente, no todas las personas que desean migrar lo hacen porque la migración tiene costes que deben compararse con las ganancias esperadas. Entre los principales gastos en que incu2 Campbell, R McConnell-Stanley L. Brue. Economía Laboral 1997.


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

rren los migrantes están los costos de transporte, la renta perdida durante el traslado, los costes psíquicos del abandono de la familia y los amigos y la pérdida de antigüedad y de pensiones. Una vez que el individuo compara el valor actual de la ganancia esperada con los costes de inversión que implica migrar y concluye que la diferencia es positiva, el individuo decidirá eventualmente migrar.3 Son varios los factores subyacentes en la migración que afectan al valor actual de las ganancias y a la decisión de migrar, pero sólo algunos de ellos podrán ser estudiados en este trabajo a fin de definir el perfil del migrante porque el cuestionario de la EIH 1997/98 no contiene todas las preguntas que permitirían un análisis detallado de los factores que influyen en la migración de las personas. La edad, el género, las circunstancias familiares, la educación, la distancia y el desempleo son factores o determinantes de la migración que permiten formular algunas hipótesis de trabajo para agilizar el análisis; las mismas se plantean a continuación. LA EDAD: La migración de las personas mayores de 40 años es considerablemente menor debido a que los migrantes de edad avanzada tienen menos años para recuperar los costos 3 La fórmula siguiente permite determinar si el valor actual de migrar es mayor que los costos de inversión: 1

*2 − *1 1 & Q −∑ Q −= Q =1 (1 + L ) Q =1 (1 + L )

Va = ∑

Va= Valor actual de los beneficios netos. G2= Ganancias generadas por nuevo empleo en el año n.

157

de su inversión. Sus costos de traslado, tanto económicos como psíquicos, son mayores a la de los jóvenes. Además, las personas mayores por lo general tienen niveles más altos de capital humano, específicos de la actividad en la trabajan actualmente. La edad, la antigüedad en el empleo y los salarios anuales están todos ellos correlacionados positivamente. En este sentido, se podría plantear que cuanto mayor es la edad de una persona, es menos probable que ella emigre. Es importante resaltar que el capital humano, por definición, es intransferible; y por lo mismo, el salario que perciba una persona luego de varios años de antigüedad laboral refleja, en parte, el rendimiento de una inversión específica en capital humano y es probable que sea mayor que el salario que pueda percibir en otro lugar. FACTORES FAMILIARES: Una hipótesis de trabajo importante gira en torno a que a medida que la familia es de mayor tamaño, los costos potenciales de la migración se multiplican. Considerando ésto, los solteros tienden a migrar con mayor facilidad que los casados o unidos. Así mismo, la presencia de niños en edad escolar reduce generalmente la probabilidad de emigrar. Los padres tendrán en cuenta los costes psíquisos relacionados con el traslado y los compararán con la ganancia G1= Ganancias generadas por el empleo actual en el año n. N= Tiempo que se espera permanecer en el nuevo empleo. i= Tipo de interés (tasa de descuento). n= Año en el que se obtiene los costes y los beneficios. C= Costes monetarios directos e indirectos generados por el traslado en el año n. Z= Costes psíquicos netos del traslado (costes psíquicos menos ganancias psíquicas).


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

monetaria que se espera obtener. Si las expectativas de ganancia monetaria no fuesen sufientes para compensar los posibles costos psíquicos que impone el traslado de la familia, lo más probable es que no se produzca la emigración. EL NIVEL DE ESTUDIOS: el nivel edu-

cativo es una variable importante en estudios migratorios, tal es así que se tiende a hipotetizar que cuanto mayor es el nivel de educativo de un individuo, mayor es la probabilidad de migrar. En este mismo contexto, y de acuerdo a estudios empíricos cuanto mayor es el nivel de instrucción de las personas mayor es la probabilidad de que se trasladen a nuevos lugares geográficos con el fin de obtener trabajos mejor remunerados. Los salarios mínimos o de convenio reducen las diferencias de ingresos dentro de las ocupaciones que no exigen estudios superiores. Los trabajadores con menores niveles de instrucción podrían aumentar sus oportunidades de incrementar sus ganancias cambiando de ocupación en el mismo lugar en el que se encuentran actualmente. Esta opción no está abierta a los trabajadores muy especializados, los cuales pueden utilizar la migración geográfica para buscar aumentar sus ganancias. LA DISTANCIA: la distancia es un factor de atracción relevante. En ese sentido, suele esbozarse como hipótesis de trabajo que la probabilidad de que una persona emigre aumenta en la medida que más corta sea la distancia a que debe trasladarse. En este sentido, se estima que cuanto mayor es la distancia que se debe recorrer para llegar al

lugar de destino, el migrante tiene menor información acerca de las posibilidades laborales y al mismo tiempo se incrementan tanto los costos de transporte como los psíquicos. Los costes psíquicos no se eliminan, pero sí se reducen couando se siguen sendas conocidas y la población migrante se concentra en determinados lugares o barrios del área de destino. Por lo general, los primeros emigrantes facilitan la transición de quienes los siguen, suministrándoles información, facilitándoles contactos laborales, alojamiento temporal y continuidad cultural. Pero cuanto más lejos esté el punto de destino, menos fácil será obtener información sobre las disparidades salariales y mayores serán los costes psíquicos; por tanto, las probabilidades de emigrar serán menores. LAS TASAS DE DESEMPLEO: otra hipótesis de trabajo frecuentemente manejada en estudios relacionados con migración dice que las familias al frente de las cuales está un desempleado tienen mayores probabilidades de emigrar que otras y que la tasa de desempleo existente en el lugar de origen afecta positivamente la migración.4

Una persona que se halla desempleada en su lugar de origen encontrará mayores beneficios en migrar si existen además mayores probabilidades de encontrar un empleo en el lugar de destino con respecto a las probabilidades de encontrarlo en su lugar de residencia. Claro que la tasa de des4 Véase DaVanzo , Does Unemployment Affect Migration? Evidence from Micro Data, Review of Economics and Statistics, noviembre, 1978, págs. 32-37


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

empleo no siempre permite saber si una persona prefiere migrar o no, ya que no refleja la probabilidad de conseguir trabajo en el lugar de destino. No obstante; se puede, a priori y empíricamente, afirmar que los trabajadores que están desempleados actualmente tienden a emigrar a lugares de destino en los que las tasas de desempleo son inferiores a la media.

RASGOS CARACTERÍSTICOS DE LOS MIGRANTES CONFIRMACIÓN DE UNA TENDENCIA:

Luis A. Galeano (1997) al analizar las características por género de los migrantes internos durante los quinquenios 1977-82 y 1987-92 habla Cuadro No 10: Composición por sexo de los migrantes período 1993-98 (%). Sexo

Migrantes

No Migrantes

Total Hombres Mujeres

100 48,8 51,2

100 49,8 50,2

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

159

de la constatación de un fenómeno que puede ser calificado como inicio de una tendencia de feminización.5 En ese sentido, el Cuadro 10 permite confirmar esta afirmación sobre la base de datos de la EIH 1997/98. El porcentaje de mujeres que migra a nivel interno es mayor al porcentaje de hombres que decide hacerlo en el período comprendido entre 1993 y 1998. Teniendo en cuenta el lugar de destino de los migrantes de acuerdo al género de los mismos, se observa en el Cuadro 11 una preferencia por las áreas urbanas de parte de las mujeres migrantes. Más del 65% de las mujeres que han migrado se han dirigido hacia áreas urbanas. Por su parte, los migrantes del género masculino también prefieren como lugar de destino las áreas urbanas. Esto confirma la tendencia planteada anteriormente de que las corrientes migratorias del tipo urbana-urbana y rural-urbana son las más importantes dentro de la corriente migratoria interna del Paraguay. Este fenómeno puede explicarse conforme a la hipótesis de trabajo manejada por Luis A. Galeano6 la cual afir-

Cuadro No 11: Composición por sexo y área de residencia actual según condición migratoria (%). Área de Residencia Actual

Total

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

Total Urbana Rural

100 52,9 47,1

100 51,3 48,7

100 54,6 45,4

100 63,6 36,4

100 61,0 39,0

100 66,1 33,9

Migrantes

No migrantes

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . 5 Luis A. Galeano, Migración Interna en Paraguay. Cambios e Impactos , julio, 1997, pág. 60-63 6 Luis A. Galeano, Ibid.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

ma que las mujeres se dirigen hacia puntos de destino que ofrezcan las oportunidades laborales no sólo apropiadas a su calificación como mano de obra sino también a su condición de mujeres. Sin embargo, esto no implica necesariamente un mejoramiento de sus condiciones laborales y de los roles sociales que a la mujer migrante le toca desempeñar, como podremos ver más adelante. LA JUVENTUD COMO PROTAGONISTA DE LA MIGRACIÓN INTERNA: conforme al

análisis de la población que migra, según los distintos grupos de edad que la integran, se puede afirmar que son los jóvenes los principales protagonistas de la migración interna en el Paraguay. Esto confirma la tendencia hallada en otros estudios de migración que afirman que cuanto más joven es una persona, mayor es la probabilidad de que migre.

lan entre los 15 y 29 años de edad. En este aspecto, también es importante destacar que en este grupo etáreo predominan las mujeres, entre 15 y 29 años de edad, quienes tienden a migrar con mayor frecuencia que los hombres pertenecientes al mismo grupo de edad. Teniendo en cuenta el área de destino de esta población joven (Cuadro 13), independientemente del género, se observa que los mismos prefieren las áreas urbanas como lugar de destino. Aproximadamente el 40% de los migrantes que residen en la actualidad en áreas urbanas son jóvenes cuyas edades están comprendidas entre los 15 y 29 años.

El Cuadro 12 permite cuantificar el peso de la edad (juventud) dentro de la población migrante a nivel interno. Cuatro de cada diez personas que migran son jóvenes y sus edades osci-

Los jóvenes, en general, enfrentan menores dificultades para migrar de un área a otra. En este sentido, las personas de mayor edad soportan un mayor costo, tanto económico como psíquico, cuando deciden desplazarse de sus lugares de origen a otro de destino. Como ya se mencionara, las personas mayores por lo general tienen niveles más

Cuadro No 12: Grupos de edades predominantes por sexo en la migracion interna (%).

Cuadro No 13: Grupos de edades predominantes por área de residencia actual en la migración interna (%).

Grupos de Edades

Total Menores de 15 15 a 29 15-19 20-24 25-29 Mayores de 29

Migrantes Total

Hombres

Mujeres

100 30,7 40,2 12,2 15,3 12,7 29,2

100 30,0 37,3 10,4 14,3 12,6 32,7

100 31,3 42,9 13,9 16,2 12,7 25,8

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Grupos de Edades

Total Menores de 15 15 a 29 15-19 20-24 25-29 Mayores de 29

Área de Residencia Actual Total

Urbana

Rural

100 30,7 40,2 12,2 15,3 12,7 29,2

100 27,9 43,9 13,1 17,3 13,6 28,2

100 35,6 33,6 10,6 11,8 11,1 30,8

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

altos de capital humano específicos de la actividad en la que trabajan actualmente y como dicha calificación no es transferible de un lugar a otro, las personas mayores de 29 años no pueden estar seguros de conseguir empleos en sus lugares de destino, que le proporcionen los mismos ingresos que tenían en su lugar de origen, por lo cual tienen que pensar dos veces antes de tomar la decisión de migrar. Además de este factor, al tener los jóvenes menos compromisos familiares y, por lo mismo, soportar menores costos de transporte, las posibilidades de obtener ganancias en el traslado son mayores que las que obtendría una persona de mayor edad. Es también interesante estudiar, en base a los datos proporcionados por la EIH 1997/98, la estructura por grupos de edad de las distintas corrientes migratorias internas. El Cuadro 14 permite constatar nuevamente que los jóvenes constituyen el principal grupo etáreo dentro de cada corriente migratoria pero su importancia varía según el tipo de corriente migratoria que consideremos.

161

En las corrientes de mayor importancia, la Urbana-Urbana y la Rural-Urbana, los migrantes jóvenes constituyen el 46% y el 41% respectivamente. Pero cuando se analiza la estructura por edades de la población migrante perteneciente a la corriente Rural-Rural se observa que los jóvenes, a pesar de constituir casi el 30% no conforman el grupo de mayor importancia. En este tipo de corriente predominan los niños menores de 15 años y los mayores de 29 años. Esto implica que la mayor parte de esta corriente migratoria es familiar, es decir, donde es toda la unidad familiar la que se traslada de un lugar a otro. LA EDUCACIÓN Y SU INFLUENCIA EN LA DECISIÓN DE MIGRAR: de acuerdo a la

teoría del capital humano cuanto mayor es el nivel de instrucción de una persona, mayor es la probabilidad de que la misma migre. Esto implica que aquellas personas que tienen un nivel de instrucción bajo o simplemente no lo tienen optarán por quedarse en sus lugares de origen y tratar de obtener mejores ingresos cambiando de ocupación. En ese sentido, las personas con nivel de instrucción superior al Cuadro No 14: Movimientos migratorios internos por grupos de secundario son las edad (%). que estarán dispuestas a migrar a otras áreas de reTipo de migración UrbanaRuralUrbanaRuralgrupos de edad Urbana Urbana Rural Rural sidencia a fin de mejorar sus ingreTotal 100 100 100 100 sos y consiguienMenores de 15 24,9 32,9 29,4 39,9 temente sus nive15 a 29 45,5 41,2 38,9 29,9 les de vida. En el 15-19 12,3 14,5 9,9 11,1 caso paraguayo ha20-24 18,9 14,5 15,5 9,3 25-29 14,3 12,2 13,4 9,5 blamos de nivel de Mayores de 29 29,6 25,9 31,6 30,2 instrucción superior al secundario Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .


162

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

y no sólo terciario como lo hace la teoría del capital humano ya que en países en desarrollo el porcentaje de población con educación superior o terciaria sólo constituye una proporción reducida de su estructura poblacional y por lo general es absorbida por aquellas áreas en las cuales se ha formado profesionalmente. El promedio de años de estudio constituye siempre una primera referencia del nivel de instrucción de una población. En este sentido, el número de años de estudio que en promedio tiene la población migrante es similar a la que posee la población no migrante (Cuadro 15). Esto se contrapone a la tendencia observada en anteriores trabajos de migración donde se constataba, con datos censales, un mayor número de años de estudio para la población migrante en relación a la no migrante. La expansión del sistema educativo, con una mayor cobertura de la enseñanza media, podría explicar este nuevo fenómeno. Cuadro No 15: Año promedio de instrucción de la población de 5 años y más de edad según condición de migración. Condición de migración Sexo

Total

Migrantes

No Migrantes

Total Hombres Mujeres

5,4 5,4 5,3

5,6 5,8 5,5

5,3 5,4 5,3

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Sin embargo, cuando se analiza la escolaridad promedio de la población migrante según su área de residencia actual (Cuadro 16) constatamos lo siguiente: aquellos migrantes que se han

trasladado a zonas urbanas tienen en promedio, mayor número de años de estudio que la población migrante que se ha dirigido hacia áreas rurales y las diferencias son similares entre ambas zonas cuando se hace comparaciones entre los géneros. Cuando se analiza a los migrantes según su lugar de destino podemos observar que existen en promedio una diferencia de dos años de estudio. Entre hombres y mujeres, según lugar de destino las diferencias son menores existiendo una pequeña ventaja para los migrantes del género masculino. Cuadro No 16: Año promedio de instrucción de la población migrante de 5 años y mas de edad. Área Sexo

Total

Urbana

Rural

Total Hombres Mujeres

5,6 5,8 5,5

6,5 6,8 6,2

4,2 4,3 4,0

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

La razón que explique el por qué las personas que migran a las áreas rurales tienen menos años de estudio que aquellas que lo hacen a las áreas urbanas debe buscarse en el tipo de actividad que realizaban en su lugar de origen; así como la que realizan en su lugar de destino, su calificación para realizar trabajos de mayor destreza técnica o física así como su edad. Las actividades del campo, en general, requieren menor capacitación y destreza técnica que las actividades urbanas; se asume por ello que los niveles de instrucción de las personas que migran al cam-


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

po son menores a las de los demás migrantes de otras corrientes migratorias internas. Esto se evidencia en los Cuadros 17 y 18 donde de toda la población de 18 años de edad y más (se ha optado por esta edad por considerar que a partir de ella la persona ya ha terminado sus estudios secundarios y es capaz de decidir por su propia volutad el migrar o no) que ha migrado de un área rural a otra también con características rurales, más del 75% apenas posee nivel primario, en tanto alrededor del 65% de las personas de 18 años y más que han migrado de una ciudad a otra tienen nivel secundario o superior de instrucción.

163

El peso de los migrantes con nivel de instrucción terciario es relativamente bajo debido a que la mayor parte de ellos son retenidos por los mercados de las áreas donde han recibido educación de tipo superior y en los cuales existen mayores oportunidades de desarrollarse profesionalmente.

INSERCIÓN LABORAL EN LAS AREAS DE DESTINO

Como se ha expuesto, varios son los factores que impulsan a una persona a migrar. Pese a que todos los factores mencionados son relevantes, la razón económica es, sin lugar a dudas, una de Cuadro No 17: Población migrante de 18 las más importantes. Es categórico que años y más de edad por nivel de instruc- una persona decide trasladarse o mición según área de residencia actual (%). grar a otra área geográfica sólo si el cambio le permite obtener mayores gananNivel Área de residencia actual cias a las obtenidas en su lugar de oride Total Urbana Rural gen. Por lo tanto, debemos preguntarInstrucción nos: ¿Qué sucede con los emigrantes Total 100 100 100 cuando llegan a sus lugares de destino? Sin instrucción 5,7 3,9 9,3 ¿Obtienen empleo o pasan a formar Primario 48,2 40,0 64,7 Secundario 37,1 44,4 22,5 parte de la masa de desempleados? ¿A Terciario 9,0 11,7 3,6 qué se dedican? Estas constituyen alFuente: DGEEC EIH 1997/98 . gunas de las interrogantes que se tratará de resCuadro No 18: Movimientos migratorios internos de los migrantes ponder en esta de 18 años y más de edad (%). sección, las mismas permitirán Nivel de instrucción de UrbanaRuralUrbanaRuralmigrantes de 18 años conocer un poco y más de edad Urbana Urbana Rural Rural más acerca de las Total 100 100 100 100 personas que por Sin instrucción 2,4 6,8 7,7 10,6 diversas razones Primario 28,2 63,7 51,2 76,2 han tenido que Secundario 53,6 25,8 34,2 12,4 Terciario 15,7 3,7 6,8 0,8 desplazarse de sus lugares de origen. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .


164

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

PARTICIPACIÓN DE LOS MIGRANTES EN LOS MERCADOS LABORALES: las Tasa Glo-

bal de Actividad (TGP) de los migrantes es del 61,3%, es decir, existían 61 personas económicamente activas por cada cien personas en edad de trabajar (Cuadro 19). Esta tasa es mayor a la de los no migrantes en poco más del 4%. Al nivel de géneros la TGP para los migrantes también es mayor. Para los hombres, en el año 1998, la TGP fue del 78%, superior en 4,4% a la de los hombres no migrantes. En el caso de las mujeres, la TGP de las migrantes es todavía mucho mayor rondando el 5%. Estas tasas confirman la tendencia observada en los dos últimos Censos de Población y Vivienda (1982 y 1992) que consiste en el aumento de la participación femenina en los mercados laborales, especialmente en las áreas urbanas. La crisis en las estructuras productivas tradicionales fundamentalmente en las áreas rurales, la adopción de nuevas estructuras económicas y sociales así como un mejoramiento del nivel de instrucción femenino son variables que podrían explicar el incremento de la participación de las mujeres en los mercados de trabajo. Cuadro No 19: Tasa global de actividad económica según condicion migratoria y sexo (%). Sexo

Población Total

Migrantes

No Migrantes

Total Hombres Mujeres

57,8 74,4 41,3

61,3 78,2 45,1

57,2 73,8 40,7

No incluye a los inmigrantes extranjeros. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Ciertamente, una cosa es buscar trabajo y otra es obtenerlo. Esto se puede comprobar observando la Tasa de Ocupación (TO) de migrantes y no migrantes. En general, la TO es similar para los migrantes como para los que no lo son. En ese sentido, existen 94 ocupados por cada cien personas económicamente activas entre los migrantes, pero si se observa la TO por género percibimos que entre mujeres y hombres existe una diferecia sustancial favorable para los varones (Cuadro 20). Cuadro No 20: Tasa de ocupación según condición migratoria y sexo (%). Sexo

Población Total

Migrantes

No Migrantes

Total Hombres Mujeres

94,7 95,5 52,2

94,2 96,2 54,7

94,8 95,4 51,8

No incluye a los inmigrantes extranjeros. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

El Cuadro 21 permite tener una idea más acabada acerca de la situación ocupacional de la población migrante. Así, los migrantes en condiciones de realizar trabajos remunerados, es decir, la población en edad de trabajar es de aproximadamente 547 mil personas, representando las mujeres alrededor del 51%. Pese a que más de la mitad de los migrantes son mujeres apenas un 41% de ellas se hallan insertas en algún tipo de trabajo. Los hombres que han migrado obtienen, a juzgar por las cifras, con mayor facilidad algún tipo de ocupación, aún cuando la misma no reúna los requisitos necesarios tanto en salario como en tiempo para ser considerado como una ocupación plena.


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

Prácticamente 3 de cada 4 de los hombres que ha emigrado se halla trabajando en sus actuales lugares de residencia. En comparación con los no migrantes, el porcentaje de inactivos es menor en el contingente de migrantes, incluso cuando se compara ambos géneros por condición migratoria. Evidentemente, su condición de migrante obliga a las personas a buscar la forma de obtener un empleo antes que permanecer en la inactividad y esto se observa perfectamente en el Cuadro 21 donde los niveles de sub-empleo tanto en hombres como en mujeres migrantes es mayor a la observada en los no migrantes. Entre mujeres y hombres migrantes los niveles de inactividad son mayores en las primeras que en los segundos. Su condición de esposas o compañeras de los hombres que migran obliga, muchas veces, a las mujeres a abandonar incluso sus trabajos en sus lugares de origen sin contar con la seguridad de encontrar otro empleo en los lugares de destino.

165

¿CUÁLES SON LOS SECTORES ECONÓMICOS EN LOS QUE SE INSERTAN LOS MIGRANTES? ¿ CUÁL ES LA RAMA DE ACTIVIDAD EN LA QUE SE CONCENTRAN?

Los Cuadros 22 y 23 referidos a la participación de los migrantes en los sectores de producción de la estructura económica así como a la estructura de empleo predominante confirman el proceso de tercerización en el que se halla sumida la economía nacional. Investigaciones realizadas7 formulan la hipótesis de que son los migrantes internos los que se insertan de manera preferente en dichos segmentos de trabajo. Supone que a diferencia de los no migrantes, los migrantes reúnen perfiles personales y laborales más adecuados para la demanda laboral o bien porque en esos lugares de trabajo es donde existe la opción de sobreviviencia a la que están apelando. Los datos de la EIH 1997/98 permiten sostener esta hipótesis de trabajo como válida pero también demuestran que la tendencia

Cuadro No 21: Población de 10 años y mas de edad por condición de ocupación según condición migratoria (%). Condición de Ocupación

Total Ocupados Desempleados Inactivos Subocup. visible Subocup.invisible Desempleo oculto Desoc. de 1ª vez

Migrantes

No migrantes Total

Hombres

Mujeres

Total

Hombres

Mujeres

100 43,9 2,3 36,8 3,6 6,7 6,0 0,7

100 58,4 2,5 22,3 3,4 8,6 4,0 0,9

100 29,5 2,0 51,3 3,8 4,8 8,1 0,6

100 41,5 3,1 32,3 4,6 11,6 6,3 0,4

100 59,3 2,8 18,9 4,1 11,8 3,0 0,2

100 24,5 3,4 45,3 5,1 11,4 9,6 0,7

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 . 7 Luis A. Galeano.


166

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

referida a la caída del peso de la agricultura como rama de inserción de los migrantes en la estructura de empleo no se comprueba ya que la misma vuelve a ser atractiva para un sector importante de la población migrante, explicada en parte por la disminución de la importancia del sector de la construcción como rama de inserción. Cuadro No 22: Población ocupada de 10 años y más por sectores según condición migratoria (%). Sectores Económicos

No Migrantes

Total Sector primario Sector secundario Sector terciario

100 31,0 17,4 51,6

Migrantes

100 18,1 16,7 65,2

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Cuadro No 23: Población ocupada de 10 años y más por rama de actividad según condición migratoria (%). Rama de Actividad

No Migrantes

Total Agricultura-ganadería Ind. manufacturera Construcción Comercio Servicios Otros

100 30,8 12,5 4,9 23,5 20,2 8,1

Migrantes

100 18,1 11,7 5,0 26,6 30,0 8,6

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

La población migrante con bajo nivel de instrucción, proveniente de áreas rurales encontró durante períodos anteriores facilidades para insertarse en el sector de la construcción que es pro-

pia de las áreas urbanas. La recesión y la dificultad para acceder a otras ocupaciones que requieren mayor calificación obliga a los migrantes a volver a sus áreas de origen o en el caso de otros preferir diferentes áreas rurales donde puedan acceder a algún tipo de trabajo acorde con sus características personales y de calificación. CATEGORÍAS OCUPACIONALES DE LOS MIGRANTES: alrededor del 64% de los

migrantes ocupados trabajan en relación de dependencia ya sea como empleados, obreros o empleados domésticos (Cuadro 24). En relación a los no migrantes esta proporción es elevada ya que en los mismos la dependecia laboral sólo es del 43%. La elevada participación de las mujeres migrantes como empleadas domésticas explica este alto grado de dependencia laboral en el grupo de migrantes.

En cuanto a los migrantes cuentapropistas, los que trabajan en esta ocupación constituyen una cuarta parte de la población migrante, es decir, uno de cada cuatro es cuentapropista. El hecho de no encontrar empleo en el campo para el cual el migrante se halla capacitado o confrontarse con que sus expectativas de ingreso en labores realizadas en relación de depencia son mayores a las que realmente encuentra en las áreas de destino obliga muchas veces a los mismos a realizar actividades laborales en forma independiente. La necesidad de supervivencia los lleva en muchas ocasiones a realizar trabajos para los cuales no se hallan capacitados pero con los que obtienen ingresos suficientes para mantenerse a sí mismo y a su familia.


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

En comparación con los no migrantes, los migrantes que se desempeñan como empleadores o patrones son, en términos porcentuales, mucho menos. Cuadro No 24: Población ocupada de 10 años y más por categoría de ocupación según condición migratoria (%). Categoría de Ocupación

No Migrantes

Total Empleados Obreros Empleador o patrón Cuentapropista Fam. no remunerado Empleado doméstico

100 17,7 19,2 5,9 39,3 12,2 5,6

167

En las áreas rurales, en cambio, la brecha, aunque pequeña, es a favor de los migrantes. Se debe recordar que una parte de los que emigran a las áreas rurales provienen de áreas con características similares; por lo cual, una parte importante de los conocimientos con los cuales se trasladan son perfectamente utilizables siempre que realicen las mismas o similares actividades laborales.

Migrantes

100 22,2 26,9 3,2 25,5 7,1 15,1

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

INGRESOS DE LA POBLACIÓN MIGRANTE EN LAS ÁREAS DE DESTINO El análisis del ingreso medio proveniente de la ocupación principal de migrantes y no migrantes del área urbana permite verificar que existe una brecha entre los mismos que ronda el 15% (Cuadro 25). Los inmigrantes de áreas urbanas ganan menos que los no migrantes debido a que el traslado no sólo implica cambio físico de residencia sino también muchas veces cambio de ocupación. El capital humano que poseen los migrantes se pierde al tener éstos que realizar actividades para las cuales no están preparados. Además, la necesidad de obtener un empleo obliga a muchos de los emigrantes a aceptar trabajos en los que se hallan en condición de subempleo, conspirando esto contra su nivel de ingresos.

Cuadro No 25: Ingreso promedio de la población ocupada de 10 años y más de edad proveniente de la ocupación principal según condición de migración y área de residencia actual. Área de residencia actual

Total Urbana Rural

Condición de migración Total

No Migrante

Migrante

562.557 794.246 251.157

571.630 822.776 245.749

498.469 614.815 296.632

Ingreso promedio deflactado a febrero de 1998. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

Las diferencias entre los ingresos de los que migran al campo o la ciudad parecería enorme, pero se podría especular con la idea de que en el caso de los migrantes urbanos los ingresos provienen fundamentalmente de su ocupación principal, mientras que en el caso de los migrantes que residen en zonas rurales además de los ingresos provenientes de sus activiades principales cuentan con otros ingresos que provienen del autoconsumo, especialmente aquellos que se dedican a actividades agropecuarias. Cuando se coteja los ingresos de hombres y mujeres se observa que exis-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

Cuadro No 26: Ingreso promedio de la población ocupada de 10 años y más de edad proveniente de la ocupación principal según condición de migración y sexo. Condición de migración Sexo

Total

No Migrante

Migrante

Total Hombres Mujeres

562.557 609.203 477.199

571.630 617.639 486.898

498.469 548.513 410.909

Ingreso promedio deflactado a febrero de 1998. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

te una fuerte diferencia entre ambos géneros independientemente de su condición de migrante (Cuadro 26). Los hombres, migrantes o no, obtienen en promedio, ingresos 28% superiores al de las mujeres. De la comparación por géneros, según condición de migración, se nota que la brecha es aún mayor siendo del 26% en el caso de los no migrantes y del 33% en el caso de los migrantes. LOS MIGRANTES Y LA POBREZA: uno de

cada cinco personas que migraron hace 5 años hacia las áreas urbanas es pobre (Cuadro 27). Lastimosamente, la EIH 1997/98 sólo permite conocer si es pobre o no pobre en la actualidad pero no permite saber si la persona era pobre o no en el momento de migrar. Esta información sería de gran utilidad a fin de determinar si la migración ha permitido a las mismas a salir de la pobreza o no. En las áreas rurales la pobreza afecta a uno de cada tres inmigrantes. Los migrantes de áreas rurales cuando estiman que en las áreas urbanas no conseguirán las ventajas necesarias para mejorar su condición de vida tienden a

trasladarse a otras áreas rurales donde prueban suerte. Así mismo, aquella población que ha migrado a zonas urbanas y no ha tenido éxito en adaptarse a la forma de vida o no ha encontrado las oportunidades para salir adelante tiende a volver a sus lugares de residencia original alimentando de esta forma la pobreza rural. Cuadro No 27: Población migrante de 5 años y más de edad por condición de pobreza según área de residencia actual (%). Condición de Pobreza

Total

Urbana

Rural

Total No pobre Pobre

100 72,8 27,2

100 76,8 23,2

100 65,8 34,2

Área de residencia actual

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

A nivel nacional la brecha entre ingresos de migrantes pobres y no pobres es importante. Los migrantes no pobres ganan en promedio casi 3 veces más que los migrantes pobres, pese a que ésto no es atribuible sólo a la condición de migrante porque el mismo fenómeno podemos observar entre los no migrantes (Cuadro 28). Cuadro No 28: Ingreso promedio de la población ocupada de 10 años y más de edad proveniente de la ocupación principal según condición de migración y de pobreza. Condición de Pobreza

Total

No Migrante

Migrante

Total No pobre Pobre

562.557 690.196 134.799

571.630 706.062 129.938

498.469 582.118 173.899

Condición de migración

Ingreso promedio deflactado a febrero de 1998. Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

INFLUENCIA DE LA MIGRACIÓN INTERNA EN EL CRECIMIENTO DE LAS POBLACIONES DE LAS AREAS DE DESTINO. Una estimación utilizando el proceso de Markov. La pregunta sobre el lugar de residencia en una fecha fija anterior a la de la encuesta (en este caso 5 años atrás) posee una serie de ventajas que la convierten en el mejor medio actualmente disponible para la medición del fenómeno de la migración interna. La pregunta suministra una definición precisa del intervalo de migración, lo cual hace posible el cálculo directo e inmediato de la intensidad de la migración (tasas propias de migración). La información obtenida es de fácil manejo y permite estudiar las corrientes migratorias en todos sus aspectos: está definido el tiempo en que ocurrió la migración y se conocen las unidades espaciales de salida y entrada de los migrantes. El lugar de origen corresponde al de residencia en una fecha fija anterior y no al lugar de residencia antes del último traslado; esto implica que no se tienen en cuenta los movimientos ocurridos antes de la fecha establecida. Además, la pregunta sobre el lugar de residencia en una fecha fija anterior proporciona una base de referencia que contribuye a la investigación de una serie de características económicas y sociales de los migrantes, así como los no migrantes, facilitando la comparación entre ambos conjuntos.8 8 Villa, Miguel. Migración. Introducción al análisis de la Migración. CELADE. 1995.

169

A fin de realizar una estimación de cómo la migración interna afecta el crecimiento de la población de las áreas urbanas y rurales en forma independiente a los factores del crecimiento vegetativo utilizamos la pregunta mencionada más arriba y el proceso de Markov, el cual combina elementos de teoría de probabilidad con el álgebra matricial. Proceso de Markov El proceso de Markov es una serie de experimentos en que cada uno tiene m posibles resultados E1, E2, .....Em y la probabilidad de cada resultado depende exclusivamente del que se haya obtenido en los experimentos previos. La matriz de transición es una herramienta eficaz que representa el comportamiento de un proceso de Markov. El proceso tiene m resultados mutuamente excluyentes E1, E2, ......Em, posibles para cada experimento. Forma general de la matriz de transición: Siguiente estado (resultado)

1 2 Estado Actual : (resultado) : m

1

2

.....

m

S11 S 21 :

S12 ..... S 22 ..... : ..... : SP 2 .....

S1P S2P :

: SP1

: SPP

El sistema al ser modelado puede estar en uno de los m posibles estados actuales. Un estado corresponde al resultado de un experimento. Al finalizar un experimento, el sistema se hallará en uno de los m estados posibles.


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 2

La matriz de transición se compone de elementos pij , los cuales representan la probabilidad condicional de que el sistema pase de un estado i al siguiente estado j. Otra forma de visualizar esto es: pij = P

El resultado Ej ocurre durante el el experimento

El resultado Ei ocurrió en el experimento anterior

Nótese que los elementos pij (donde i = j ) indican las probabilidades de permanecer en el mismo estado mien¹ j ) representras los elementos pij ( i = tan las probabilidades de pasar de un estado a otro, en concreto, del estado i al estado j. Obsérvese asimismo que la matriz de transición es una matriz cuadrada de dimensión m * m. Los elementos de la matriz de transición deberían satisfacer dos propiedades. Primero, los elementos deben ser tales que 0 < pij < 1 puesto que cada uno representan una probabilidad. Segundo, la suma de todos los elementos pij en cada renglón deberá ser igual a 1. Esta segunda propiedad garantiza que, en un estado actual del sistema i, éste se encontrará en uno de los m estados posibles j al finalizar el siguiente experimento. ESTIMACIÓN DEL CRECIMIENTO POBLACIONAL UTILIZANDO EL PROCESO DE MARKOV: para aislar el efecto de la mi-

gración interna en la distribución de la población al nivel de áreas, de otros factores que pudiesen afectarla, se debe realizar los siguientes supuestos: a-) La población del país es constante o que la probabilidades de transición reflejan los efectos netos que

explican los nacimientos, fallecimientos y emigración en el período de referencia. b-) No existe migración internacional y aquellos encuestados que son inmigrantes extranjeros en cualquiera de las áreas son tratados como residentes originales de estas áreas. Teniendo en cuenta estos supuestos estructuramos la matriz transición por el proceso de Markov. Área de residencia cinco años atrás

Urbana

Rural

Urbana Rural

0,966 0,060

0,034 0,940

Área de residencia actual

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

El valor de 0,966 en la matriz indica que 96,6% de los que viven en el área urbana seguirán viviendo allí al cabo de los siguientes 5 años. El 0,034 representa el restante 3,4% que se trasladará a las áreas rurales procedentes de las áreas urbanas. El 0,060 indica la migración quinquenal, hacia áreas urbanas, de 6,0% de la población que habita el área rural. El 0,940 revela que 94% de los que viven en el área rural seguirán residiendo allí al final del quinquenio. El vector de estado Xt representa la distribución de la población en el año de la encuesta. En este vector :

[1 ⇒

representa el porcentaje de la población que vive en el área urbana del país y,

x t2 ⇒

representa el porcentaje de los que habitan en el área rural

W


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

La distribución de la población en el año t + 5 puede determinarse por medio de la multiplicación de matrices.

; 3=; W

W

+1

o bien

( [1W

 0,966 0,034   = ( [1W + 5 [2W + 5 [2W ) 0 , 060 0 , 940  

)

En 1998 según datos de la Encuesta Integrada de Hogares, el 53,7% de la población habitaba el área urbana y el 46,3% en el área rural. El Cuadro 29 ofrece un resumen de los resultados de estos cálculos para los 25 años próximos. El exámen del Cuadro revela que al final de los 25 años y como consecuencia exclusiva de la migración interna, el área urbana tendrá un incremento poblacional del 5,4% produciéndose una disminución de la población rural en la misma proporción en el transcurso de dicho período de tiempo. Cuadro No 29: Distribución esperada de la población al cabo de n años. Año

Urbana

Rural

0 5 10 15 20 25

0,537 0,55 0,562 0,573 0,582 0,591

0,463 0,45 0,438 0,427 0,418 0,409

Fuente: DGEEC EIH 1997/98 .

171

CONCLUSIONES La investigación ha demostrado la existencia de importantes movimientos internos de población dentro del país principalmente orientada hacia las áreas urbanas y compuesta principalmente por gente joven con nivel de instrucción fundamentalmente primario o secundario. El desplazamiento continuo de personas hacia áreas urbanas permite asegurar que dicho fenómeno ejercerá fuerte presión sobre los servicios básicos prestados por el Estado en las áreas urbanas debiendo los mismos ser ampliados o reformulados a fin de satisfacer la creciente demanda de la población concentrada en áreas geográficas de reducidas dimensiones como son las ciudades y pueblos. La constante disminución de la población rural causada fundamentalmente por la migración está convirtiendo su estructura en una conformada principalmente por niños y adultos. En este sentido surge la necesidad de crear mecanismos adecuados que permitan la absorción de la población joven por parte de los mercados laborales rurales, de manera que aquellos que pretenden emigrar permanezcan en sus lugares de origen. SUGERENCIAS PARA UN MEJOR ESTUDIO DE LA MIGRACIÓN INTERNA EN PARAGUAY

A fin de responder ciertas preguntas acerca de los factores que impulsan a las personas a migrar dejando atrás no solo su ocupación sino incluso una


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forma de vida, deben introducirse en las encuestas de hogares una batería de preguntas destinadas a conocer dichos factores. Las preguntas deben estar orientadas a conocer lo siguiente: - Estado civil de la persona en el momento de salir de su lugar de origen. - Número de miembros del hogar en el momento de migrar. - Nivel de estudios en el momento de migrar. - Distancia recorrida desde el lugar de origen al lugar de destino.

Estos datos permitirán conocer mejor las motivaciones que impulsaron a una persona a migrar y explicaría a su vez por qué otras muchas personas no migran de sus lugares de origen aún cuando la situación que esté viviendo sea parecida a la de aquellos que decidieron hacerlo. Así mismo, a fin de conocer la condición de pobreza del migrante al salir de su área de origen sería interesante la implementación de una Encuesta tipo panel que permita hacer esta estimación y comparar su condición de pobreza en las áreas de destino.

- Ocupación y rama de actividad de la persona en su lugar de origen o procedencia. - Lugar de procedencia. - Situación ocupacional del migrante en el momento de salir de su lugar de origen.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 1) Heikel, María Victoria Distribución espacial de la Población y Migraciones Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. Fernando de la Mora-Paraguay. 1994.

5) Villa, Miguel Migración. Introducción al Análisis de la Migración Celade. 1995.

2) McConnell, Campbell R. - Stanley, L. Brue Economía Laboral Contemporánea Editorial McGraw hill 1997. Cuarta edición . madrid ESspaña

6) Budnick, Frank S. Matemáticas Aplicadas para la Administración, Economía y Ciencias Sociales . Editorial McGraw hill 1990. Tercera edición . México México.10) OPS, Manual sobre el enfoque de riesgo en la atención Maternoinfantil , Serie PALTEX N°7.

3) Da Vanzo Does Unemployement Affect Migration? Evidence from Micro Data Review of Economics and Statistics. Noviembre, 1978.

11) Robles, Marcos (1.999) Canasta Básica de Alimentos y Línea de Pobreza. Resultados de la EIH 1997/98 .

4) Galeano, Luis A. Migración Interna en Paraguay. Cambios e impactos . Dirección general de Estadística, Encuestas y Censos. Fernando de la Mora-Paraguay. 1997

12) Robles, Marcos (abril 1.999) Determinación del Ingreso Familiar, EIH 1997/98, informes de consultoría .


El Fenómeno Migratorio Interno en el Paraguay

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REFERENCIAS SOBRE LOS AUTORES

CARLOS FERNÁNDEZ V.: Es Lic. en Ciencias Económicas (U. del Paraná-Brasil), Master en Política Económica (U. de Illinois-USA) y Ph. D. en Economía (U. de Chicago-USA). Actualmente es Jefe Interino de la Sección de Programación Monetaria y Asesor del Banco Central del Paraguay. Asimismo, es Profesor y Director Académico de los programas de Maestría en Economía y Maestría en Finanzas de la. Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción . E-mail: cgfernan@bcp.gov.py HORACIO SANTANDER: Es Economista (UNA-Paraguay). Actualmente realiza estudios de Maestría en Economía en Georgetown University/ILADES-Chile. E-mail: hsantander1@yahoo.com MARGARITA MOLINAS: Es Lic. en Análisis de Sistemas (UNAParaguay) y Master en Estadística Aplicada y Computación (Universidad de los Andes-Venezuela). Actualmente

es Jefe de Estadística en la División de Política Criminal del Ministerio Publico. E-mail: mmolinas92@hotmail.com FERNANDO MASI: Es Lic. en Sociología (Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción ) y Master en Relaciones Internacionales (The Johns Hopkins University) y Economía Aplicada (The American University). Actualmente es Miembro-Investigador del Centro de Análisis y Difusión de Economía Paraguaya (CADEP) y docente de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción . E-mail: fmasi@cadep.org.py DANIEL BOGADO: Es Ingeniero Civil (UNA-Paraguay) y Lic. en Ciencias Sociales (Pontificia Universidad Gregoriana de Roma e ILADES-Chile). Actualmente es consultor del Banco Mundial y docente de la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción . E-mail: 436484@telemail.com.py


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