Revista de Análisis Economía y Sociedad. Año 2. N° 5. Set. 2001

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ECONOMIA Y SOCIEDAD es una revista trimestral, editada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) con el auspicio del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en Paraguay (MECOVI - Paraguay), que tiene por finalidad publicar y difundir estudios y reflexiones realizados sobre temas del área social y económica de interés para el país.

COMITÉ EDITORIAL Marcos Robles Elizabeth Barrios Kück Regis I. Gamarra Acosta Norma Medina

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Invitamos a los investigadores nacionales y extranjeros a enviarnos sus trabajos en dos ejemplares, los cuales, previo arbitraje, podrán ser publicados. Para tal fín, solicitamos remitan sus obras a: Director General DGEEC Naciones Unidas y Saavedra, Zona Norte Fernando de la Mora Paraguay REQUISITOS FORMALES DE LOS TRABAJOS PRESENTADOS PARA SER PUBLICADOS EN “ECONOMÍA Y SOCIEDAD”

Especificaciones: • Un ejemplar impreso mas el archivo digital en un diskette de 3.5’’ en formato Word • Entre 20 y 40 páginas a espacio simple (incluído los cuadros, gráficos y anexos). • Notas al pie de página (no al final del texto) • Resumen del trabajo no mayor de 15 líneas • Resumen breve de la formación académica, especialidad, instituciones donde ha trabajado y empleo actual del autor. Excepcionalmente, el Comité Editor podrá excusar el cumplimiento de uno o más de los requisitos indicados. Los autores de los trabajos publicados recibirán dos ejemplares del número de “ECONOMÍA Y SOCIEDAD” en que aparece su artículo.


5 Presentación Con el propósito de difundir la información que recopila, sistematiza y procesa, la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, DGEEC, promueve la realización de estudios, investigaciones y análisis de carácter económico, social y demográfico. En este marco, la DGEEC presenta el quinto número de la revista “ECONOMIA Y SOCIEDAD”, el cual trata con profundidad diversos temas de interés nacional. Los títulos de los trabajos presentados son los siguientes: “Indicadores, determinantes y efectos de la lactancia materna en Paraguay”, “Perfil de la pobreza en Paraguay. Un informe preliminar”, “Geografía y economía en el Paraguay. Un enfoque municipal”, “Factores protectores del estado nutricional de la niñez paraguaya”, “Seguridad alimentaria de los pobres en el Paraguay” y “Crecimiento de la Población. Conceptos y metodologías (Parte II)”. El último es parte de los documentos que vienen publicándose en torno a la ejecución del próximo Censo Nacional de Población y Viviendas, a llevarse a cabo en agosto de 2002, con el propósito difundir aspectos metodológicos y conceptuales que faciliten el análisis y la comprensión de la información procedente de dicho evento estadístico. La mayor parte de estos trabajos de investigación han sido elaborados sobre la base de la información proveniente de las Encuestas de Hogares de 1997/98 y 1999, ejecutadas por la DGEEC en el marco del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en América Latina y el Caribe (MECOVI- Paraguay) que tiene el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la CEPAL. En el desarrollo de cada uno de ellos se tuvo el propósito no solo de elaborar un diagnóstico de la realidad nacional en sus diferentes aspectos, sino también de formular líneas de acción concretas y las implicancias de política correspondientes, contribuyendo de este modo a la tenencia de un acervo de información relevante para la toma de decisiones de las instituciones públicas y privadas, y de la población en general. La Revista “ECONOMIA Y SOCIEDAD” pretende, de esta forma, constituirse en un espacio que promueva y facilite el quehacer de la investigación, el análisis, la reflexión y el estudio de los problemas fundamentales del país.

Ing. Carlos Luis Filippi Sanabria Director General DGEEC


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Indicadores, determinantes y efectos de la lactancia materna en Paraguay El documento proporciona información relacionada con la práctica de la lactancia materna, la correlación de estas con aspectos de la salud de la niñez y algunas posibles influencias de factores socioeconómicos de la mujer para el ejercicio de la lactancia materna. En este sentido, se estiman valores nacionales para indicadores como la tasa de iniciación de la lactancia materna, el intervalo entre el parto y el inicio de la misma, la tasa de lactancia materna exclusiva y su duración mediana, la tasa de lactancia continua y la duración total de la misma. Se prueba que la práctica de la “lactancia materna exclusiva” es mayor si las mujeres residen en el área urbana, tienen un mayor nivel de instrucción, se encuentran inactivas laboralmente y acudieron a alguna institución de salud al momento del parto. La “lactancia materna continua” estaría más vinculada a las mujeres que residen en las áreas rurales y a un menor nivel de instrucción de las mismas. Se sugiere en el trabajo que es necesario ejecutar intervenciones focalizadas en salud pública a fin de promover la práctica de la lactancia materna exclusiva para la salud en la primera infancia y que es prioritaria la capacitación e información del personal de salud a fin de transformarlos en importantes aliados de la promoción de la lactancia materna a través de las instituciones de salud.

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A profile of poverty in Paraguay. A background report Después de describir la metodología utilizada para el análisis de la pobreza en Paraguay, el documento presenta un análisis descriptivo y detallado de las características de los pobres, haciendo uso de la información de las encuestas de hogares ejecutadas por la DGEEC. Se indica que Paraguay es un país entrampado en un periodo prolongado de recesión económica el cual ha ahondado los problemas de pobreza. Entre los

principales hallazgos del trabajo pueden mencionarse que (a) el problema de la pobreza es desproporcionadamente mayor en las áreas rurales, y en particular en las de la zona norte del país, (b) el stock de capital humano en términos de educación es bajo, el cual se perpetua por su baja calidad y baja cobertura de la educación secundaria, (c) la educación es un fuerte predictor de la pobreza y un mecanismo fundamental para la transmisión intergeneracional y herencia de la pobreza, (d) cuando los pobres se enferman es menos probable que busquen asistencia médica que los no pobres, (e) la medicina tradicional es usada de manera importante en las áreas rurales del país, (f) el autoempleo y el empleo en la agricultura están fuertemente correlacionados con la pobreza, en tanto que la informalidad no parece estarlo, (g) las actividades no agropecuarias son importantes para escapar de la pobreza en las áreas rurales.

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Geografía y economía en el Paraguay. Un enfoque municipal El objetivo de este trabajo fue determinar la relación existente entre variables geográficas y el ingreso per cápita en los diferentes municipios paraguayos. Con este propósito, después de revisar la bibliografía conceptual y teórica sobre el tema, se hicieron estimaciones econométricas, para los cuales fue necesario recoger información sobre variables geográficas naturales basadas en temperatura, precipitaciones, calidad de la tierra, acceso al río y frontera, y construir otras como la distancia al principal mercado, pertenencia a un área metropolitana y nivel de aglomeración urbana de los municipios. La investigación encontró que algunas variables geográficas afectan el ingreso per cápita y son responsables en gran medida de la dispersión de los ingresos entre los municipios. Las variables geográficas que resultaron significativas, en orden de importancia, fueron las siguientes: nivel de aglomeración urbana, distancia al principal mercado, pertenencia a un área de frontera, pertenencia a un área metropolitana y calidad de la tierra. La investigación confirma el enfoque sostenido por algunas corrientes en el actual debate de que la geografía natural desempeña un papel muy importante, pero que no excluye, y por el contrario complementa, la explicación que se centra en las variables socioeconómicas para explicar los niveles de ingreso y la distribución de los mismos.


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Factores protectores del estado nutricional de la niñez paraguaya Luego de revisar los aspectos conceptuales y empíricos relacionados con los factores que pueden incidir en el estado nutricional de los niños, el documento presenta la estadística descriptiva referida a las características antropométricas, pobreza, alimentación, situación laboral y educativa de la madre, peso al nacer y área de residencia de los niños paraguayos menores a cinco años. Luego realiza un análisis de regresión para medir la importancia de los factores asociados al estado nutricional de la niñez utilizándo como variables dependientes los puntajes z de Talla/ Edad, Peso/Edad y Peso/Talla y, alternativamente, las variables categóricas que indican presencia y ausencia de desnutrición crónica, aguda o global. Se prueba que los factores que más afectan el estado nutricional de los niños son la pobreza, la residencia en el área rural, la baja escolaridad de la madre y el bajo peso al nacer. Entre las recomendaciones que se proponen en el trabajo pueden rescatarse: (a) las Guías Alimentarias para la familia y el grupo de niños menores de dos años, como herramienta para lograr la educación nutricional y la mejor utilización de los recursos disponibles, y (b) un Sistema de Información y Cartografía sobre Inseguridad y Vulnerabilidad Alimentaria para hacer posible la focalización de los recursos hacia los grupos más vulnerables y conocer con detalle geográfico los factores que inciden en la desnutrición

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Seguridad alimentaria de los pobres en el Paraguay El documento diagnostica la seguridad alimentaria de la población paraguaya, distinguiendo la situación de pobreza de la misma; analiza los factores que la condicionan y determina indicadores de necesidades básicas insatisfechas en este aspecto. Parte de la definición de que la seguridad alimentaria es el acceso a una cantidad suficiente de alimentos, para luego medirla con el porcentaje de hogares que tienen o no un consumo de calorías y proteínas por encima o por debajo de los mínimos requeridos. Se

muestra que el déficit de consumo de calorías alcanza al 31% de los hogares urbanos y al 23% de los rurales, y que el déficit de consumo de proteínas alcanza a alrededor de 10% de los hogares tanto urbanos como rurales. Comprueba que el déficit de consumo de calorías es mayor cuanto mayor es el nivel de pobreza de los hogares, menor es el nivel de instrucción del jefe y mayor el número de miembros del hogar. Concluye que es importante el desarrollo de programas de capacitación a nivel municipal para obtener diagnósticos sobre la situación alimentaria y nutricional y para la identificación de poblaciones con inseguridad alimentaria, teniendo en cuenta el enfoque de riesgo epidemiológico y la utilización de los Índices de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria.

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Crecimiento de la población. Conceptos y metodologías (Parte II) El documento continúa con la descripción de los métodos para estimar la magnitud y composición futura de la población, iniciado en el número anterior de la revista. Describe con cierto detalle el método de Componentes (sus etapas, indicadores, fuentes de información y el algoritmo general) para luego presentar la forma cómo fue utilizada en Paraguay en años recientes. Se indica que este método, a diferencia del método matemático, proyecta la población a partir de la proyección de los tres elementos que componen su dinámica, la natalidad, mortalidad y migración, y que su importancia radica en que, al generar resultados más desagregados, facilitan el conocimiento de las necesidades y capacidades básicas de la población de un país. Al final se presentan los resultados de las estimaciones (para el periodo 1950-1995) y proyecciones (periodo 1990-2050) efectuadas. Se muestra que, según la hipótesis media o recomendada de la proyección, la población habría llegado a 5.633.357 en el 2001 y llegará a 12.753.677 en el 2050, lo cual representa un aumento absoluto de aproximadamente 7 millones de habitantes durante el lapso de 49 años. Asimismo, se indica que mientras la población crecía a un ritmo de 2,7% anual entre 1990 y 1995, al final de la proyección lo hará solo a una tasa de 0,9 %.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

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Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay Desirée Masi y Clyde Soto

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INTRODUCCIÓN

La lactancia materna (LM) es considerada como un derecho de las mujeres y una importante contribución para el ejercicio del derecho de la niñez a una adecuada alimentación, salud y cuidado. Los beneficios para la madre y el niño, así como las ventajas que su práctica conlleva para los sistemas sanitarios y para la economía familiar, son numerosos y han sido estudiados sobre todo en los últimos diez años por autoridades de salud en el ámbito internacional. Con el objetivo de lograr las máximas ventajas de la alimentación natural, es necesario promover conductas y políticas que aseguren o faciliten la práctica de la lactancia materna de acuerdo a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda iniciar el amamantamiento dentro de la primera hora después del parto, para estimular la expulsión de la placenta, la producción de leche y la ingesta del calostro. Asimismo, la lactancia debe ser exclusiva entre el nacimiento y los cuatro a seis meses de vida, lo cual supone no suministrar otro alimento o bebida y que la misma sea a demanda y sin restricciones. Posteriormente se puede ir introduciendo en for-

ma paulatina otro tipo de alimentos a la dieta a fin de complementarla, pero intentando que la práctica de la lactancia sea lo más continua posible. Estudios internacionales, regionales y nacionales dan cuenta que las tasas de iniciación de la lactancia materna son relativamente altas. En la mayoría de los países más del 80% de las madres inician la lactancia de manera oportuna. Sin embargo, la proporción de madres que amamantan exclusivamente a sus niños con leche materna hasta los cuatro meses es muy baja y se supone que esta recomendación se cumple sólo por pocas semanas. Al mismo tiempo, la introducción temprana de otro tipo de alimentos ocasiona la disminución de la duración de la lactancia total, con lo que los beneficios citados anteriormente para la salud del niño y la madre se ven disminuidos en forma importante. Cabe suponer que las creencias y conocimientos de la mujer y los programas de promoción de la lactancia han conseguido retomar la práctica de la lactancia, pero son insuficientes para mantener la misma el tiempo considerado necesario. Como causas posibles se pueden citar la necesidad de mayor


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y mejor capacitación de la mujer y el personal de salud, el incumplimiento de la legislación con relación a los reposos y la flexibilidad horaria, la alta inserción informal de las mujeres en el mercado laboral, lo que las deja fuera de los marcos regulatorios que protegen el ejercicio de este derecho, la misma insuficiencia de las normas relacionadas con la maternidad y el trabajo, el entorno social y familiar, entre otros. Por ello, es evidente la necesidad de seguir trabajando en la promoción a fin de cumplir las metas de la lactancia exclusiva y continua como una condición indispensable de protección de la salud materno-infantil. Las autoridades nacionales, conscientes de las ventajas antes citadas, ejecutan programas de promoción, protección y apoyo de la lactancia materna lo que se refleja en el alto porcentaje de mujeres que dicen amamantar a sus hijos; más del 90% según la Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998. Asimismo se ha adoptado la iniciativa de la OMS y la UNICEF de Hospital Amigo del Niño y de la Madre a través de los cuales se busca cumplir con los 10 pasos establecidos para la práctica de una lactancia feliz. Dicha iniciativa se encuentra en funcionamiento actualmente en 18 hospitales de 10 regiones sanitarias del país. El Ministerio de Salud Pública hasta el momento posee indicadores generales de número de mujeres entre 15 a 49 años que practican o han practicado la lactancia materna, pero adolece de indicadores de prevalencia y duración de la misma. Para la promoción de la lactancia natural y como una medida para la evaluación de la efectividad de los progra-

mas existentes al respecto, es preciso contar con los indicadores de lactancia materna exclusiva y continua, así como de duración de las mismas. Al mismo tiempo se pueden realizar mediciones de la lactancia como factor de protección ante enfermedades infecciosas (diarreas e infecciones respiratorias) a fin de comprobar y difundir sus beneficios en la salud integral del niño. Teniendo en cuenta todo esto, y considerando que la Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998 incorpora preguntas a partir de cuyas respuestas pueden ser estimados los valores para los indicadores mencionados, este trabajo busca proporcionar información relacionada con la práctica de la lactancia materna, la correlación de estas prácticas con aspectos de la salud de niños y niñas, y algunas posibles influencias de factores socioeconómicos de la mujer para el ejercicio de la lactancia materna. Los objetivos específicos son: Establecer valores nacionales para los siguientes indicadores: - Tasa de iniciación de la lactancia materna y el intervalo entre el parto y el inicio de la misma. - Tasa de lactancia materna exclusiva y la duración mediana de la misma. - Tasa de lactancia continua y la duración total de la misma. Analizar la correlación entre lactancia materna exclusiva y continua y presencia de episodios de enfermedades


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

infecto-contagiosas y alérgicas, y entre nivel de instrucción y actividad laboral de la mujer y prácticas de lactancia materna. El planteamiento inicial incorporaba el análisis de correlaciones entre el estado de crecimiento y desarrollo de los menores y la lactancia materna exclusiva y la continua; sin embargo, debido a limitaciones de la muestra de niños lactantes exclusivos y continuos, que no permitiría establecer generalizaciones, se optó por no presentar esta información.

2. MARCO CONCEPTUAL Y ANTECEDENTES El periodo que transcurre entre el nacimiento y los primeros 6 años de vida es la de mayor importancia para asegurar el adecuado crecimiento y desarrollo físico, afectivo y mental del niño y para garantizar una vida sana y de calidad en la vida adulta para sí mismo y en su relación con la sociedad en la que convive. En la medida en que se pueda garantizar un ambiente adecuado con relación a la infraestructura de la vivienda y los servicios básicos y al entorno social, y se pueda cumplir con los requerimientos nutricionales de acuerdo a la edad, se potenciará al máximo el desarrollo intelectual y físico del ser humano. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la seguridad alimentaria como “la garantía de que los individuos, las familias y la pobla-

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ción, en su conjunto accedan, a los alimentos que se necesitan para su adecuado consumo y utilización biológica para asegurar una vida sana y socialmente productiva” (OMS/OPS, 1997:13). Los requerimientos nutricionales son las cantidades de energía y nutrientes que un individuo sano necesita. Entre dichos requerimientos podemos citar a los considerados indispensables por grupos de expertos de organismos internacionales y que se deben ingerir en las cantidades recomendadas para conservar la salud y realizar las funciones en condiciones óptimas. Dichos nutricionales son: energía, agua, lactosa, proteínas totales, nitrógeno proteico y no proteico, aminoácidos esenciales, caseína, lactoalbumina, lactoferrina, lípidos, carbohidratos, vitaminas, entre las principales la vitamina A, Tiamina, Rivoflavina, Niacina, Vitamina B6, B12, D, E y K; hierro, calcio, fósforo, magnesio, yodo, sodio, potasio, cloruros y otros (Torún, 1997: 49-121). La leche humana, con pocas excepciones, contiene los nutrientes necesarios para satisfacer todas las necesidades desde el nacimiento hasta los primeros 4 a 6 meses de vida, sobre todo si se la administra en forma exclusiva durante el citado periodo y se la inicia inmediatamente después del parto a fin de aprovechar las ventajas del calostro. Luego de los 6 meses es necesaria la complementación de la alimentación. Se ha demostrado, sin embargo, que en poblaciones de bajo nivel socioeconómico la leche materna puede ser la principal fuente de proteínas y calorías hasta el segundo año de vida.


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El calostro después del parto y hasta los primeros tres días es suficiente en volumen para satisfacer las necesidades del recién nacido y aporta además suficientes cantidades de energía, grasa, lactosa y proteínas y sobre todo es de fundamental importancia las altas concentraciones de vitaminas liposolubles y de Ig A y lactoferrina que junto con leucocitos y macrófagos le dan una protección al niño ante los gérmenes del medio ambiente (Valdéz, Pérez y Labbock, 1994: 41-43). La leche materna posteriormente varia en volumen siendo sus principales características su gran proporción de agua que proporciona una ingesta suficiente y no requiere la adición de otros líquidos al lactante. Su principal hidrato de carbono es la lactosa con su gran riqueza energética y su contribución a la absorción de calcio en el colon al determinar las deposiciones blandas del recién nacido (Torún, 1997: 51-52). Estudios comprueban que otros carbohidratos y glicoproteínas estimulan el crecimiento del lactobacilo bífido, que lo protege contra microorganismos patógenos (Meneghello et al, 1991: 178-180). Las proteínas de la leche humana están constituidas por caseína (30%) y proteínas del suero (70%), de estas últimas las más importantes son la alfalactoalbumina, lactoferrina, lisozima, inmunoglobulinas A, G, M y albúmina. La alfa-lactoalbúmina es una proteína de alto valor biológico, que actúa como catalizador en la síntesis de la lactosa y se encuentra en forma abundante en la leche humana. La presencia de lactoferrina favorece la absorción del hierro y posee acción bacteriostática.

La lisozima tiene propiedades bacteriolíticas y antiinflamatorias. La Ig A es la principal en la leche humana y cumple funciones de protección contra infecciones en la glándula mamaria, en la mucosa del recién nacido y durante un periodo de la vida en que la secreción de la misma es insuficiente (Valdéz, Pérez y Labbock, 1994: 4749). La leche humana tiene menores valores de proteínas totales que la leche de vaca pero estos niveles son óptimos para no producir una sobrecarga renal de nitrógenos. Los aminoácidos libres como la taurina, o la cistina, que es esencial en el niño de pretérmino, se encuentran en cantidades suficientes en la leche humana, no así en las de vaca o artificiales. Las calorías de la leche humana están constituidas en un 50 % por grasas lo que facilita que la misma sea fácilmente absorbida y favorecen la digestión. Recientemente se ha comprobado dentro de los componentes de la grasa de la leche humana un ácido de gran importancia para el desarrollo del sistema nervioso (Meneghello et al, 1991: 179). La leche materna contiene además hormonas y gran cantidad de células vivas que tienen funciones de fagocitosis tanto en la glándula mamaria como en el aparato digestivo del niño y otras como los linfocitos que mantienen su capacidad productora de anticuerpos (Ibídem). Por todo lo anteriormente expuesto, es evidente que desde el punto de vista nutricional e inmunológico la leche humana es el alimento óptimo para el recién nacido y el niño en los primeros años de vida. No existe un produc-


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

to sustitutivo que pueda proporcionar iguales cantidades de sustancias nutritivas. Es fácil de digerir, no está contaminada con virus o bacterias, no requiere para su preparación de agua u otros elementos que en condiciones inadecuadas pueden ser fuente de contaminación e infección y favorece a la economía familiar al evitar el gasto en utensilios (biberones) y en productos sustitutivos que en general tienen un considerable costo. Además de los beneficios citados anteriormente la lactancia humana tiene otras ventajas de gran importancia en la salud del niño, de la mujer y de la familia que a continuación describimos.

2.1. IMPACTO DE LA LACTANCIA MATERNA EN LA SALUD DEL NIÑO Y DE LA MUJER Existen innumerables pruebas epidemiológicas de las ventajas de la lactancia materna para la salud del niño y de la mujer que amamanta; en la presente revisión citamos las que consideramos más importantes desde el punto de vista de la salud pública por el impacto que poseen en la disminución de las muertes en la primera infancia o de episodios de enfermedades cuya incidencia pone en peligro la vida de los niños o disminuye considerablemente sus posibilidades de crecimiento y desarrollo óptimo. 2.1.1. Impacto en la mortalidad En 1988 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó que la morbimortalidad infantil en América

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Latina y el Caribe es de 3 a 5 veces mayor en los niños que no recibieron leche materna. El mayor porcentaje de esas muertes y enfermedades era debido a enfermedades diarreicas relacionadas con la alimentación artificial (Giugliani, 1997: 132). Entre los estudios más citados y relevantes en países en desarrollo sobre lactancia materna y mortalidad infantil podemos informar el estudio de casos y controles sobre mortalidad infantil en los municipios de Porto Alegre y Pelotas (Brasil) en 1987. Los autores, Victora et al., encontraron que los niños que no reciben leche materna tienen un riesgo de 14,2% y 3,6% mayor de morir por enfermedades diarreicas y respiratorias respectivamente, comparados con los que han recibido leche materna en forma exclusiva. Para los lactantes amamantados parcialmente el riesgo hallado fue de 4,3% y 1,6%. Los factores de confusión que los autores incluyeron son: sexo, edad, peso al nacer, orden de nacimiento, intervalo entre nacimientos, raza, edad de la madre, cuidados prenatales, tipo de parto, ingreso familiar, profesión y educación de los padres, condiciones de la vivienda, número de miembros de la familia, servicios sanitarios y acceso al agua potable (Giugliani, 1997: 132; OPS/OMS, 2000: 8). En Chile, en 1973, en una investigación llevada a cabo por Plank y Milanesi en zonas rurales se reportó que la mortalidad infantil fue 3 veces mayor entre los niños que iniciaron la lactancia artificial antes de los 3 meses de vida (Giugliani, 1997: 133). En Filipinas, en un estudio prospectivo realizado por Popkin et al. en 1990 con


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lactantes de hasta el segundo año de vida, se observó que si no se iniciaba la lactancia o si la misma era interrumpida antes de los 6 meses la mortalidad por diarrea era 10 veces mayor (OPS/ OMS, 2000: 8). UNICEF informa que de un análisis de nueve investigaciones llevadas a cabo en cinco países se encontró que la tasa de sobrevivencia en casos de diarrea aumenta en un 9% a 25% en niños amamantados hasta los 6 meses comparados con los alimentados artificialmente (UNICEF, 1991: 4). En los países desarrollados se han llevado a cabo numerosos estudios a fin de comprobar si la protección de la lactancia materna en la mortalidad infantil era válida para poblaciones con un mejor nivel socioeconómico y sin los riesgos que supone la presencia de contaminantes en el agua y los alimentos. En el Reino Unido, podemos citar la conclusión de la evaluación del programa de intervención para reducir la mortalidad infantil llevada a cabo por Carpenter et al. en 1983, en la cual se manifestó que la lactancia materna era el factor aislado más importante en la reducción de la mortalidad postperinatal, contribuyendo a reducir las muertes en un 24%. En los Estados Unidos se estimó que la lactancia materna prevendría 4 muertes de menores de 1 año por 1.000 nacidos vivos (Rogan, 1989, citado por Giugliani, 1997: 134). La contribución decisiva de la lactancia materna en la disminución de la mortalidad infantil se da sobre todo en los países con menor desarrollo y dentro de los mismos en las poblaciones rurales y de menos recursos económi-

cos. Las principales causas del probable factor de protección estarían dadas por el fortalecimiento del estado nutricional, la riqueza e inmunológica y de sustancias anti-infecciosas y a que en las citadas poblaciones la lactancia materna impide (lactancia exclusiva) o limita (lactancia continua) la utilización de agua no potable y otros utensilios que podrían ser fuente de contaminación de virus o bacterias. Se debe tener en cuenta además, que en las poblaciones con menores recursos generalmente la madre o la persona encargada del cuidado del niño no posee una elevado nivel educativo lo que limita la adecuada preparación de las formulas artificiales y debido a los recursos económicos escasos no pueden adquirir leches artificiales optimas para la edad del niño lo que en conjunto podría ocasionar como consecuencia el circulo de desnutrición, infección y muerte. En países industrializados, si bien algunos estudios no han hallado la citada relación de protección, extensas revisiones llevadas a cabo por organismos internacionales hacen suponer que la asociación puede ser válida (Giugliani, 1997: 134). 2.1.2. Impacto en la morbilidad Existe literatura importante que revela que en los niños alimentados con leche materna, son menos frecuentes las enfermedades como la diarrea, las infecciones respiratorias y la otitis media. Además, en aquellos niños amamantados que sufren las citadas enfermedades, se ha comprobado menor severidad en los episodios de las mismas y un acortamiento en la duración de la enfermedad.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Para el caso especifico de las enfermedades diarreicas se han presentado numerosas investigaciones en las cuales se comprueba la existencia del citado factor de protección ante infecciones gastrointestinales. Entre los más importantes podemos citar un análisis realizado por Feachem y Koblinski en 1984, sobre 35 estudios hechos en 14 países de menor desarrollo económico, demostrando que en un 83% de ellos se encontró protección de los niños amamantados exclusivamente contra la diarrea (Ibídem: 135). En Filipinas el ya mencionado estudio de Popkin en zonas urbanas con lactantes de hasta 2 meses encontró que la probabilidad de contraer diarrea era de 1,1% para los alimentados exclusivamente con leche materna, 3,5% para los alimentados con leche materna y otros líquidos, 14,4% niños con leche materna y otros alimentos nutritivos y 18,5% para los que no recibieron leche materna (UNICEF, 1991: 5). En Perú, un estudio prospectivo de recién nacidos hasta el año de edad hecho por Brown et al. en 1989 observó que la prevalencia de diarrea en niños menores de 6 meses fue de 7,2 % para los alimentados exclusivamente con leche materna, comparados con 15, 2% de dias con diarrea de niños que recibían además de la leche materna algún otro tipo de líquidos y los alimentados exclusivamente con leche artificial presentaron 27,6% de días con diarrea (OPS/OMS, 2000: 9). En países desarrollados los resultados de las investigaciones muestran datos contradictorios; en algunos se comprueba la asociación de protección y en otros se resaltan fallas metodológicas que limitan las conclusiones (Giugliani, 1997: 136).

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Con relación a la probable protección en las infecciones respiratorias, los estudios muestran a veces resultados contradictorios. En un estudio de EEUU hecho por Cunningham en 1979 se observó que los niños amamantados por más de 6 semanas con leche materna presentaban menos episodios de infecciones, incluidas las de vías respiratorias. La citada relación fue hallada controlando los siguientes factores de confusión: peso al nacer, peso del niño, educación, hábito de fumar de los padres, edad de la madre, número de miembros de la familia, presencia de otros niños en la misma habitación. Estudios similares con poblaciones distintas, una urbana de Canadá y otra rural de la India, demostraron la misma protección. Otros actores no han encontrado la citado asociación (Ibídem). Existen estudios que relacionan una menor incidencia de enfermedades como otitis media, linfomas, diabetes juvenil, enfermedad de Crohn, alergias y enfermedades dentales con el antecedente de haber sido amamantado (Valdéz, Pérez y Labbock, 1994: 50; UNICEF, 1991, 5). La principal contribución de la lactancia materna en la prevención o limitación de la severidad de enfermedades infecciosas, además de disminuir en poblaciones pobres los riesgos que conlleva la adición temprana de alimentos probablemente contaminados, está dada por el alto nivel de defensas inmunológicas que se transfieren a través de la misma de la madre al niño amamantado. Como ya se ha descrito, el recién nacido recibe inmunoglobulinas de la madre en un momento en que su sistema de defensa se encuentra aún in-


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maduro, células vivas que conservan su capacidad bacteriolítica y enzimas que lo protegen a su vez contra las infecciones entre otras ventajas. Merece destacar el hecho que la leche materna en caso de episodio de diarrea puede seguir siendo administrada sin necesidad de mayor dilución como es el caso de las leches artificiales, lo que contribuye a mantener al niño en buen estado nutricional, favoreciendo además la absorción de los líquidos de rehidratación oral necesarios para el tratamiento con lo que se facilita la recuperación (UNICEF, 1991: 5) 2.1.3.Impacto en el crecimiento y estado nutricional Las ventajas de la lactancia materna en la nutrición y en consecuencia en el crecimiento y desarrollo del niño en la primera infancia han sido ampliamente descritos en la introducción del presente estudio al tratar las características y los componentes de la leche humana. Numerosos estudios demuestran, que en general, el crecimiento de los niños amamantados y los alimentados artificialmente es similar en los primeros 3 meses de vida, siendo más lento a partir de ese periodo, en países desarrollados, en el grupo de niños que reciben leche materna. En un estudio reciente de cohortes realizado en EE UU por Dewey et al. en 1992 con 2 grupos de niños, uno amamantado hasta los 12 meses y otro no amamantado o que recibieron leche materna hasta los 3 meses, se observó similar crecimiento hasta los 3 meses y mayor aumento de peso a partir de en-

tonces hasta el año de vida en los niños con alimentación artificial. Sin embargo, según el citado autor, esa diferencia no interfirió en la morbilidad, el nivel de actividad o el comportamiento de los niños (citado por Giugliani, 1997: 141). El crecimiento insuficiente a partir del tercer mes de vida podría estar influenciado por el estado nutricional previo de la madre, el bajo peso al nacer, la adición de líquidos y/o sólidos contaminados que ocasionan el círculo de infección-desnutrición-insuficiente desarrollo (Ibídem: 142). A pesar de esa deficiencia, los niños alimentados con leche materna en países en desarrollo, presentan en general un mejor estado nutricional en los primeros 6 meses de vida, en comparación con los alimentados artificialmente. Antes de los 3 meses existen pruebas de la no existencia de ventajas en la introducción de alimentos en la dieta. La controversia se encuentra en el momento optimo del destete entre los 3 y 6 meses, sobre todo en poblaciones de escasos recursos, ya que con una alimentación adicional se corren los riesgos referidos de infección o de agravamiento de la desnutrición. Después de los 6 meses, parece no haber discusión, en cuanto a la necesidad de complementación de la leche materna independientemente de la situación socioeconómica de la población (OPS/OMS, 2000: 5-6). En el caso de poblaciones pobres en las cuales la complementación es inadecuada, la leche materna sigue siendo la principal fuente de proteínas y calorías hasta el segundo año de vida Valdéz, Pérez y Labbock, 1994.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

2.1.4. Impacto en el desarrollo intelectual, psicosocial y afectivo del niño y en la salud de la mujer Los niños amamantados son más activos, presentan un mejor desarrollo psicomotor, mejor capacidad de aprendizaje y menos trastornos del lenguaje que los alimentados con fórmulas artificiales. Además se han estudiado las ventajas afectivas que significa para el niño el contacto temprano con la madre y el acercamiento piel a piel cada vez que mama (Valdéz, Pérez y Labbock, 1994: 50; UNICEF, 1991: 7). En cuanto a la mujer, el amamantamiento inmediatamente después de parto contribuye a la rápida contracción uterina, disminuyendo la perdida de sangre por parte de la mujer y facilitando la recuperación de la misma. Se ha demostrado además que existe una asociación entre la práctica de la lactancia materna y menor riesgo de cáncer de ovario, endometrio y mamas en mujeres premenopáusicas y que las mujeres que fueron amamantadas presentan también menor riesgo de cáncer de mama (UNICEF, 1991: 2; OMS/OPS, 2000: 8). Una de las ventajas más importantes de la lactancia materna para la mujer y el niño es la contribución en el espaciamiento de los embarazos al producir periodos de amenorrea, anovulación e infecundidad más prolongados, por lo que “se ha confirmado que la lactancia materna previene más concepciones que todos los anticonceptivos juntos” (Giugliani, 1997: 144). Un estudio de Thapa et al. de 1988, también citado por Giugliani (ibíd.) sobre datos de la Encuesta Mundial de Fecun-

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didad correspondientes a 12 países latinoamericanos, calcula una reducción del 16% en promedio de la fecundidad gracias a la lactancia materna. Con los datos de 25 países en desarrollo se estimó que la mortalidad infantil disminuiría 10% si los espaciamientos entre las gestaciones fuesen de más de 2 años, y 3 % si una mujer tuviese más de 3 hijos. Un grupo de expertos convocado por la OMS en 1988, llegó al consenso de que “las mujeres amenorreicas con lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses después del parto tienen un 98% de protección contra la gravidez” y afirman además que “los datos de investigaciones demográficas sugieren que el riesgo de gravidez entre las mujeres amenorreicas que lactan en los países en desarrollo no es mayor al 10% después de los 6 meses, y en muchos lugares la protección continúa tras el año post-parto”. (Giugliani, 1997:145). Con los datos referidos es evidente la contribución de la lactancia como método de planificación familiar, cuidando el hecho que para una segura protección la mujer debe permanecer amenorreica y la lactancia debe ser predominantemente exclusiva y a demanda. Es un mecanismo de probada eficacia durante los primeros 6 meses post-parto con las características citadas anteriormente y que en poblaciones con práctica de lactancia prolongada puede permitir una cobertura contra nuevos embarazos incluso hasta los 9 o 12 meses con poca disminución de su protección.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

2.2. RECOMENDACIONES SOBRE LA LACTANCIA MATERNA E INDICADORES DE LA MISMA La OMS y UNICEF recomiendan el inicio de la lactancia materna inmediatamente posterior al parto (45 minutos a 1 hora), la lactancia materna exclusiva durante los primeros 3 a 6 meses de vida y el inicio de la alimentación complementaria a adecuada a partir de los 6 meses. La OMS recomienda mantener la lactancia durante los 2 primeros años de vida, considerando esencial durante el primer año de vida, especialmente en países en desarrollo y en poblaciones pobres. Se entiende como lactancia materna exclusiva que la misma sea la alimentación única del lactante durante el citado periodo, sin adición de ningún tipo de líquidos o sólidos aunque los mismos sean administrados en pequeñas cantidades en forma de agua o té. En 1991 la OMS definió los indicadores a ser utilizados a fin de evaluar la prevalencia y duración de la lactancia materna y los describimos a continuación (OPS: 1998, 87-88): Tasa de iniciación se refiere a la proporción de madres que inician oportunamente la lactancia a partir de la recomendación de la OMS. Lactancia Materna Exclusiva (LME) se refiere a la proporción de lactantes de 0 a 4 meses de edad que

recibieron exclusivamente leche materna en las últimas 24 horas, sobre el número de lactantes de 0 a 4 meses. Lactancia Materna Continua (LMC) es la proporción de niños de 12 a 15 meses que recibieron leche materna en las últimas 24 horas, sobre el total de niños vivos de 12 a 15 meses. Duración Mediana de la lactancia exclusiva se refiere a la edad en meses, cuando el 50% ya no recibe leche materna exclusiva. Duración Total registra el número de meses a los que el 50 % de los niños ya no reciben leche materna.

2.3. PREVALENCIA Y DURACIÓN DE LA LACTANCIA MATERNA EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Presentamos a continuación de manera resumida un cuadro comparativo de los indicadores de lactancia materna publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en las Estadísticas de salud de las Américas (OPS, 1998: 89-90). En la citada publicación se aclara el hecho que si bien la OMS ha definido los indicadores, no todos los países los utilizan para preparar los informes y que casi todos los datos provienen de estudios de casos, lo que limita el tener un panorama a escala regional y el efectuar comparaciones válidas.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

País Año Argentina 1988 Barbados 1986 Belice 1991 Bolivia 1994 Brasil 1986 Chile 1993 Colombia 1990 Costa Rica 1990 Cuba 1990 Ecuador 1994 Salvador 1993 Guatemala Dato sec. Guyana 1975 Haití 1994 Honduras 1993 Jamaica 1993 México 1995 Nicaragua 1993 Panamá 1994 Paraguay 1990 Perú Dat sec. Puerto Rico 1982 Rep. Dominica 1986 Trinidad y Tobago 1987 Uruguay Venezuela 1983

Referencia WHO 1996 Galler 1991 Belize-MH 1992 Gutiérrez 1994 Martines 1989 Castillo 1995 Profamilia/IRD 1991 Morice 1991 Amador 1995 CEPAR 1995 ADS y CDC 1994 Arango 1992 WHO1996 IHE1994 Pérez E. 1995 WHO1994 INNSZ1995 Navas1994 WHO1996 CEPEP1991 Pérez E. Becerra 1990 Pérez E. 1993 Pérez E. 1993 Barón y Niedworok 1994 WHO1996

Se hace la aclaración que en los casos en que la revisión comparativa de la OPS presenta más de 1 estudio de referencia por país se ha decidido incluir al que más datos aporta, a fin de poder ofrecer una visión más amplia de los indicadores propuestos. Del análisis de los datos presentados en el cuadro precedente, tomando en consideración las limitaciones metodológicas antes señaladas, podemos inferir lo siguiente con relación a la práctica de la lactancia materna en la Región. En general las mujeres inician la lactancia en un alto porcentaje, co-

Muestra

Inicio

LME

561 257 2.656 9.114 406 9.330 8.644 763 6.688 5.844 4.318

89,0 97,0 90,0 96,3 98,0

64,0 16,0 23,7 27,3 4,0 43,2 12,3 34,8 1,5 18,6 20,4 13-39

173 5.356 1.585 3.733 276 3.975 1.796 2.012 2.688 1.138 1.260 203

93,4 93,9 87,0 95,0 91,2 94,1 88,0 97,0 97,6 92,0 92,8 38,3

89,9 80,0

3,3 28,0 35,4 44,0 6,5 53,0 5,7 30,0 4,1 10,0 7,0

LMC

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Duración (meses) LME Total

48,0 35,8 1,6 22,8 31,0 36,3 4,2 37,2 60,1 67,0 22,0 86,1

21,0 34,0 45,2 35,0 43,0 30,0 9,0

12,0 17,5 4,5

2,3

8,5 10,3

2,0 0,8

15,7 15,5 5,0

0,6

12,0

0,4

10,5 16,0 3,4 9,3 10,1

incidiendo con las recomendaciones antes citadas. El porcentaje se mantiene por encima del 80% prácticamente en todos los países, con la excepción de Puerto Rico en el que la cifra reportada es muy baja (38,3 %). Con relación a la LME los datos demuestran que la misma se encuentra muy por debajo de las recomendaciones de las autoridades sanitarias y que su duración en realidad es de escasas semanas. La LMC presenta cifras consideradas bajas en comparación con las estimadas como óptimas. La duración de la lactancia en general es de más de 10 meses como promedio, y se puede considerar que


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los niños acceden a un periodo importante de amamantamiento, cercano a las recomendaciones señaladas.

2.4. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA PRÁCTICA DE LA LACTANCIA MATERNA La práctica de la lactancia materna está vinculada a un número importante de factores sociales, culturales y económicos entre otros. Entre los más importantes se encuentran las creencias de las mujeres y sus familias con relación a los beneficios de la lactancia, la presencia o no de apoyo familiar a la mujer que amamanta, el grado de instrucción de la mujer, el tiempo y la actividad laboral de la misma, el grado de crecimiento del niño, la residencia rural o urbana, el personal y los servicios de salud, los medios de comunicación, la industria de los productos artificiales, la legislación laboral adecuada, entre otras. Hurtado y Gittelsohn (1997: 398408) hacen una reseña de las investigaciones llevadas a cabo sobre los citados factores y refieren los principales determinantes en la práctica de la lactancia materna, los que mencionamos a continuación. Entre las características de la madre y de la familia del niño se pueden citar que el nivel de educación de la mujer está negativamente asociado a la duración de la lactancia materna; la lactancia materna es menor en mujeres que residen en zonas urbanas comparadas con las que habitan en zonas rurales y que el empleo materno si bien no influyó en la iniciación del amamantamiento sí acortó la duración de la lac-

tancia exclusiva por la introducción temprana del biberón y de sucedáneos de la leche debido a la percepción de la mujer de “falta de tiempo” o de limitaciones en el ámbito laboral. El papel que desempeña el apoyo familiar ha sido estudiado y se han observado consecuencias positivas y negativas. Así, las madres sin apoyo familiar probablemente recurran más tempranamente al uso de biberones y los complementos de la leche por la falta de ayuda y la necesidad de incorporación a sus labores habituales. Por otro lado, la presencia de un núcleo familiar extendido que apoye a la mujer y colabore con las tareas del hogar es un factor positivo, aunque se ha identificado que la presencia de hermanos u otros familiares que cuidan y alimentan al niño podría influir negativamente. En algunos países las abuelas o las suegras son responsables del destete precoz del niño. Entre los factores culturales tienen un peso preponderante las “creencias “ sobre la alimentación infantil. En algunos países se considera que el calostro es “sucio” o “viejo”, y que se debe esperar la “bajada de la leche buena”. Otros sostienen que es necesario “limpiar” o “purgar” al niño con agua o té antes de iniciar el amamantamiento para prevenir cólicos y preparar el estómago. Las madres suelen creer que los niños deben aprender a comer desde temprano ya que luego será más difícil acostumbrarlos y a consecuencia de esto introducen alimentos antes del tiempo recomendado. Existen otras creencias como que el embarazo de la madre debe suspender la lactancia del niño ya que seria “dañi-


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

no alimentarse con leche de madre embarazada”. Algunas mujeres opinan que los estados emocionales o de salud de la madre influyen en la calidad de la leche. Uno de los factores más citados por las mujeres es la “insuficiencia de leche “; para algunos autores esto seria consecuencia de amamantamiento con horario y sesiones muy espaciadas pero para otros es solo una excusa para el uso de biberones. Un factor poco estudiado hasta el momento, pero fundamental por su incidencia en la lactancia es la “cultura del sector salud” al respecto. Se ha comprobado que el contacto temprano entre madre y niño y el alojamiento conjunto de los mismos favorece la práctica de lactancia exclusiva y la duración de la misma. La falta de conocimientos sobre nutrición infantil de los médicos en general y la práctica hospitalaria de la separación inicial de la madre y el niño y de administración de fórmulas lácteas, chupetes o biberones podrían transmitir actitudes negativas hacia la lactancia. Existen estudios reportados en los cuales se han demostrado una menor duración de la lactancia y el inicio precoz de alimentación con biberón asociados con los siguientes factores: partos atendidos por médicos y el personal de salud que sugirió el uso de formulas lácteas a la madre. Otro factor preponderante es el de la industria de alimentos artificiales y la propaganda de los mismos a través de los medios de comunicación o la entrega de muestras de estos productos a las madres o por medio del personal de salud. La OMS, en respuesta a esta situación, ha aprobado el Código

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sobre Sucedáneos de la Leche Materna a fin de limitar la influencia en la conducta de las mujeres y el sector de salud. La reseña antes señalada expresa que existen limitaciones en la información recabada hasta el momento, que son necesarias investigaciones cualitativas y cuantitativas más profundas a fin de delimitar más específicamente la asociación entre los diversos factores y sobre todo poder identificar a aquellos que son determinantes con el objetivo de encarar acciones para la disminución o la desaparición de las causas que limitan o impiden la buena practica de la lactancia materna.

2.5. NORMAS PARA LA DURACIÓN RECOMENDADA DE LA LME Por considerar de interés para la presente investigación a continuación transcribimos la información disponible de 22 países de América sobre recomendaciones de LME aparecida en el documento “Nutrición del lactante y del niño pequeño” de la OMS/OPS (2000: 11-15). Según el citado documento “de los 21 estados que recomiendan seis meses de lactancia materna exclusiva, cinco han convertido la recomendación en Ley (Costa Rica, Colombia, Dominicana, Ecuador y Nicaragua), en cuatro es norma o resolución (Argentina, Bolivia, Chile y Perú) y en los 13 restantes es una norma o figura en el material distribuido por el Ministerio de Salud “ (Belice, Brasil, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras; Jamaica, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Suriname, Uruguay y Venezuela)” (OMS/OPS, 2000, 14-15).


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País Argentina Barbados Belice Bolivia

Norma (meses) 6 4 6 6

Brasil Canadá Chile

6 4-6 6

Colombia Costa Rica Cuba Ecuador

6 6 4-6 6

El Salvador EEUU mala

6 No hay 6

Haití Honduras Jamaica México

6 6 6 4-6

Nicaragua Panamá Paraguay Perú Puerto Rico

6 6 6 6 6

Dominicana Suriname

6 6

Uruguay

6

Venezuela

6

Fuente de Información Res. N° 376/96- Programa Nacional de Garantía de Calidad de Atención Médica. Política Nacional sobre Lactancia Materna. No hay normas. El Ministerio de Salud recomienda 6 meses. Manual de nutrición, salud y estimulación para el menor de 5 años. Ministerio de Salud, 1998. Política Nacional de alimentación y Nutrición. Ministerio de Salud, 2000. Ministerio de Salud. Norma Técnica sobre alimentación de niño menor de 2 años. Resolución, noviembre de 1999. Plan Nacional de Alimentación y Nutrición. Tiene fuerza de Ley. Ley 7430 de fomento de la Lactancia Materna.1994. Programa Nacional de Acción. Ministerio de Salud Pública, agosto, 1992. Ley de Fomento y Protección de la Lactancia Materna. Ministerio de Salud, noviembre de 1999. AIEPI: Cuadros de Procedimientos del Ministerio de Salud Pública. Se está elaborando. La Academia de Pediatría recomienda 6 meses. 1997. GuateNormas de Atención del Sistema Integral de Salud, Alimentación y Nutrición. Diciembre, 1997. AIEPI. 1996. Guía de Alimentación Infantil. Secretaria de Salud, octubre, 1996 Directrices para la alimentación del lactante y del niño pequeño. Norma oficial mexicana para el control, crecimiento y desarrollo del niño y el adolescente., 1998. Ley 295 de promoción, protección y mantenimiento de la lactancia materna. Manual de normas ambulatorias de niños de 0 a 5 años. Ministerio de Salud, 1995. COFOLAM. Consejos sobre lactancia materna. Ministerio de Salud, 1994. COPACA. Manual de alimentación del niño menor de 2 años. 1994. Política Pública para la promoción de la lactancia materna. Secretaria Auxiliar para la Medicina Preventiva y Social, 1995. Ley 8-95 de promoción y fomento de la lactancia materna. “Infant and young child: Feeding healthy 0 -. 5 year children. Manuel for health workers for under five clinics”. 1999. Normas Nacionales de lactancia Materna. Programa de Promoción de la Lactancia Materna. Ministerio de Salud, 1998. CAVENDES. Guías de alimentación para el niño menor de 6 años. Ministerio de Salud/OCT/INN/SVPP.

2.6. SITUACIÓN DE LA SALUD DE LA MUJER Y EL NIÑO EN PARAGUAY Con el objetivo de comprender a cabalidad las ventajas de la promoción y práctica de una lactancia materna adecuada y el probable impacto en la disminución de los indicadores de morbimortalidad materno-infantil, presentamos a continuación la situación de

la salud del citado grupo poblacional en el Paraguay. Según los indicadores demográficos 1995 – 2000 (proyecciones oficiales) de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censo (DGEEC), la tasa global de fecundidad (TGF) estimada es de 4,2 hijos por mujer y la tasa bruta de natalidad (TBN) es de 31,3 por 1.000 habitantes.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

La Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil de 1998 (ENSMI–98) reveló una TGF de 4,3 hijos por mujer con importantes diferencias de acuerdo a la zona de residencia; TGF en el ámbito urbano de 3,2 y a nivel rural de 5,7 hijos por mujer (CEPEP, 1999: 19). Entre los países latinoamericanos Paraguay ocupa el segundo lugar más alto en tasa de natalidad y tasa global de fecundidad respectivamente (UNICEF, 2000). La ENSMI-98 reveló que la prevalencia en el uso de anticonceptivos actualmente es de 57,4%, con diferencias a favor del uso en mujeres que viven en zonas urbanas y poseen mayores niveles de instrucción. La citada fuente con relación a la atención del parto informa que el 56,3 % de los partos se consideran institucionales y el 39,3% domiciliarios y 4,4 % en otro lugar. De los partos domiciliarios sólo un 4,5% fue atendido por una obstetra profesional; 31,8 por parteras empíricas y el resto con familiares o solas. Con relación a la lactancia materna, la ENSMI–98 revela que la duración de la lactancia en el Paraguay es de 11,5 meses. La citada duración difiere si las madres residen en zonas urbanas (9,6 meses), en Gran Asunción (8,9 meses) o en el resto del país (12,2 meses). La diferencia también se manifiesta según el nivel de instrucción materno, siendo mayor la duración de la lactancia (13,1 meses) cuando menor el nivel educativo (3-5 años) y a la inversa, madres con secundaria completa o más amamantan durante menos tiempo (7,2 meses) (CEPEP, 1999: 28, 81-91). En la Encuesta Nacional de Demografía y Salud Reproductiva (ENDSR95/96) se investigó además el periodo de iniciación, la lactancia materna ex-

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clusiva, la predominante, la complementaria y la continuada, arrojando el citado estudio los siguientes datos. El periodo transcurrido entre el parto y el inicio de la lactancia materna fue de 10 minutos para el 15,2%, de una hora para el 29,7 %, y el 38,2 % empezó a recibir pecho antes de que transcurrieran 24 horas de finalizado el parto. La lactancia materna exclusiva (LME) fue estudiada en niños menores de 4 meses, informando que sólo el 7,1% de los niños de esa edad la reciben. La LME tiene una duración promedio de 0,3 meses. La lactancia predominante (leche materna, agua y otros líquidos, excluyendo otro tipo de leche) tiene una iniciación temprana; entre los niños de 0 a 3 meses el 58,6% ya la recibe. La lactancia complementaria entre los 6 a 9 meses (leche materna acompañada de alimentos sólidos) la practican el 59,1% de los niños. La lactancia continuada entre los 12 a 15 meses la reciben el 39,8% de los niños y entre los 20 a 23 meses el 14,7% de los mismos (CEPEP, 1997: 153-161). En cuanto a la salud del niño, nuestro país a pesar de los esfuerzos muestra indicadores altos de mortalidad infantil en comparación con otros de la Región. Las cifras difieren según las fuentes consultadas; así la mortalidad infantil según el censo del 92 es de 43,3 por 1.000 nacidos vivos, la ENDSR-95/ 96 estimó una tasa de 27 defunciones en el primer año de vida; el Ministerio de Salud Pública informa una tasa del año 1997 de 19,6, aunque la estimación del citado ministerio es de 39,9 defunciones por 1000 nacidos vivos. Excluyendo la mortalidad en el primer mes de vida, las principales causas de defunciones durante el primer año de vida son atribuidas a las neumonías


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(13%), anomalías congénitas (10%) y diarreas (7%). La tasa de mortalidad en niños de 1 a 4 años es de 81 por 100.000 habitantes y sus principales causas son las infecciones respiratorias (16,49 %) y las diarreas ( 14,9 %). La mortalidad infantil es considerada alta según la Organización Panamericana de la Salud y ocupamos el quinto lugar después de Haití, Bolivia, Nicaragua, El Salvador. La tasa de mortalidad materna estimada según el Ministerio de Salud es de 186 por 100.000 nacimientos. La causa principal es el aborto y sus complicaciones. La mortalidad materna de nuestro país es considerada alta, según la clasificación de UNICEF de muy alta, alta, mediana y baja. Analizando los indicadores antes descriptos es evidente la mala situación de la salud materno infantil en nuestro país y la importante contribución que la promoción de la lactancia materna puede ocasionar en la salud de la madre y el niño. Con una eficiente práctica de la misma se podría suponer, como ha ocurrido en países de similares características, una disminución en las tasas de natalidad y fecundidad y un mayor aumento en el espaciamiento entre los nacimientos. Es evidente la contribución de la lactancia materna a la disminución de los indicadores de morbimortalidad infantil relacionados con las infecciones respiratorias y los episodios de diarreas. Al disminuir la prevalencia de las citadas afecciones se podría esperar un mejor estado nutricional y una mejoría en el desarrollo y crecimiento del niño en la primera infancia.

3. PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 3.1. Población estudiada En el Paraguay existen 740.862 personas menores de 5 años, lo que representa el 13,7% de la población total. De la población menor de 5 años, el 48,3 % reside en áreas urbanas y el 51,7 % en medio rural, mientras que el 49,3 % son niñas y el 50,7 % niños. Esta población menor de 5 años se distribuye de manera uniforme para cada año de edad, como puede verse en el gráfico n° 1. Para establecer algunos de los indicadores de que se ocupa este estudio, como los de iniciación de la lactancia e intervalo entre la misma y el parto, se estudia a la población de menores de 3 años, que representa a 442.011 niños que constituyen el 59,7 % de los menores de 5 años. Cuadro Nº 1: Paraguay: Población menor y mayor a 5 años Edad

Frecuencia

%

Menor de 5 años Mayor de 5 años

740.862 4.664.612

13,7 86,3

Total

5.405.474

100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 2: Paraguay: Población menor a 5 años por área de residencia Area de Residencia

Frecuencia

%

Urbana Rural

357.470 383.392

48,3 51,7

Total

740.862

100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Cuadro Nº 3: Paraguay: Población menor a 5 años por sexo Edad

23

Gráfico Nº 1: Paraguay: Menores de 5 años, según meses 0 a 11 meses 19%

48 a 59 meses 21%

Frecuencia

%

Mujer Hombre

365.230 375.632

49,3 50,7

Total

740.862

100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

12 a 23 meses 20%

36 a 47 meses 20%

24 a 35 meses 20%

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

3.2. Tasa de iniciación de la lactancia materna La tasa de iniciación de la lactancia materna (TLM) es definida como la proporción de nacidos vivos en los tres últimos años que recibieron lactancia materna alguna vez (OPS, 1998: 87). A partir de la Encuesta de Hogares (EIH) 1997/1998 el indicador solamente puede ser calculado teniendo en cuenta a la población de menores de 3 años vivos, dado que no se realizan consultas sobre las prácticas de lactancia con nacidos vivos que hayan fallecido antes del momento de obtención de la información. El 94,6% de los niños menores de 3 años del país recibió lactancia materna alguna vez. No se observan diferencias

porcentuales relevantes entre menores de áreas urbanas y rurales. En la ENSMI–98 el porcentaje de iniciación es del 94,2%, con diferencias entre mujeres que residen en áreas urbanas, (92,7%) Gran Asunción, (92,4%) rurales (95,4%) y el resto del país (94,7%). La tasa de iniciación del Paraguay es similar a la de los demás países del Mercosur: para la Argentina se estimó un 98% de iniciación en 1993, para Bolivia un 96,3% en 1994, para Brasil un 98% para 1992-1993 y para Uruguay un 89,9% -no se informa del año del estudio-. Los demás países de América informan una iniciación por encima del 80%, a excepción de Puerto Rico, que para 1982 había informado un 38,3% de iniciación de la lactancia materna (OPS, 1998: 89-90).

Gráfico 2: Paraguay: Iniciación de lactancia materna en menores de 3 años, según área de residencia 94,7

94,4

94,6

Inició No inició No responde

4,8 Urbana

0,8

4,7 Rural

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

0,6

4,8 Total

0,7


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3.3. Intervalo entre parto e inicio de la lactancia materna La OMS (1998: 87) recomienda iniciar la lactancia materna en la primera hora después del parto a fin de estimular la expulsión de la placenta y optimizar la ingesta del calostro. El gráfico n° 3 muestra que el 73,1% de las y los menores de 3 años recibió leche materna antes de las 24 horas de transcurrido el parto y el 26,9% un día o más después. No se dispone de información a partir de los datos de la EIH 1997/98 sobre el tiempo oportuno de iniciación, según la recomendación de OMS. En la ENSMI-98 se reporta que del 94,2% de los niños que iniciaron la lactancia materna, el 30,4% lo hizo en la primera hora y el 69% en el primer día.

3.4. Tasa de lactancia materna exclusiva y su duración mediana Para establecer el valor del indicador de lactancia materna exclusiva se tiene en consideración a la población de menores de 0 a 4 meses de edad, que constituye el 7,74% de los menores de 5 años. En el gráfico n° 4 puede verse que sobre el total de niñas y niños de 0 a 4 meses de edad, un 93,3%

había iniciado la lactancia materna, en tanto que un 81,6% de ellos todavía recibía leche de la madre en el momento de la recolección de datos. La tasa de lactancia materna exclusiva (LME) se define como la proporción de lactantes de 0 a 4 meses de edad que recibieron exclusivamente leche materna sobre el total de lactantes vivo/ as de 0 a 4 meses de edad (OPS, 1998: 87). Se recomienda estimar este indicador considerando a los lactantes comprendidos entre esos meses que han consumido solamente leche materna en las últimas 24 horas. A partir de la EIH 1997/98 se puede conocer desde qué mes los menores han comenzado a recibir algún tipo de leche distinto de la materna, otros líquidos y alimentos sólidos, pero la información no se refiere sólo a las últimas 24 horas. La tasa de LME se calculó, por lo tanto, viendo cuántos de estos niños habían recibido más alimentos que la leche materna antes de los cuatro meses. La tasa de lactancia materna exclusiva en el Paraguay es de 6,9% para la población de menores de 0 a 4 meses, muy lejana a la recomendación del 100%. En la ENSD-1990 (CEPEP, IRD / Macro, 1991) la tasa encontrada fue de 5,7% haciendo la acotación de que

Gráfico Nº 3: Paraguay: Intervalo entre parto e inicio de lactancia materna en menores de 3 años Antes de las 24 horas 73% 1 día o más después 27% Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

la población estudiada incluyó únicamente a niños de hasta 3 meses, mientras que en la ENDSR-95/96 (CEPEP, 1997: 160) la tasa de lactancia materna exclusiva encontrada fue del 7,1%, también en población de menores de 0 a 3 meses. Esta última cifra es muy cercana a la encontrada a partir de los datos de la EIH 1997/98.

no se disponen datos sobre Uruguay (OPS, 1998: 89-90). En el gráfico n° 5 se muestra que la interrupción de la lactancia materna exclusiva se da principalmente por la introducción de otros líquidos (88,15%), otro tipo de leche (54,94%) y sólidos (24,45%) en forma temprana en la dieta del lactante. Es la proporción de otros líquidos la que más afecta al bajo valor del indicador, probablemente debido a que numerosas mujeres desconocen que con esto se suspende la exclusividad de la lactancia materna, con lo cual se hace evidente la necesidad de una mejor difusión de las condiciones requeridas para hacer efectiva la práctica de la lactancia materna exclusiva.

Es difícil realizar comparaciones regionales por la variabilidad de la población estudiada y, en algunos casos, por la ausencia de información. En comparación con los países del Mercosur, vemos que Argentina tiene una tasa de 21% en 1993 sobre una población infantil menor de 1 mes, Bolivia de 27,3% en 1994 sobre una población de 4 a 5 meses, Brasil de 32% en 1992-1993 para niños de 2 a 3 meses, mientras que

Gráfico Nº 4: Paraguay: Lactancia Materna en menores de 0 a 4 meses Sí

6,7

No

93,1

18,4

93,3

81,6 6,9

Inició

Recibe actualmente

Recibe exclusivamente

Gráfico Nº 5: Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva y de otros alimentos en menores de 0 a 4 meses Recibe

No recibe

11,9 45,1 75,6

93,1

88,2 54,9 24,5 Otro tipo de leche

25

Otros líquidos

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Sólidos

6,9 Lactancia materna exclusiva (LME)


26

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

La duración mediana de la lactancia materna exclusiva se refiere a la edad en meses cuando el 50% de los niños y niñas ya no recibe leche materna exclusiva. El cuadro n° 4 muestra que la duración mediana de la lactancia materna exclusiva es de menos de 1 mes en el Paraguay. A partir de los datos de la EIH 1997/98 no se puede establecer la duración mediana exacta en decimales, debido a que la cantidad de niños lactantes exclusivos de la muestra es muy pequeña. En la ENDSR-95/ 96 se reportó una duración promedio de la LME de 0,3 meses. Las comparaciones regionales son difíciles por la ausencia de datos del indicador en numerosos países. Bolivia informa una duración de 1,6 meses en 1994 y Brasil de 1,5 meses en 1992-1993, mientras que no se dispone información sobre Argentina y Uruguay. En los países de la región que cuentan con el indicador se demuestra que la duración es de pocas semanas (OPS, 1998: 89-90).

3.5. Tasa de lactancia materna continua La tasa de lactancia materna continua (LMC) es la proporción de niños de 12 a 15 meses que recibió leche

materna en las últimas 24 horas, sobre el total de niños vivos de 12 a 15 meses. Como en el caso de la LME, la LMC no puede ser estimada en la EIH 1997/98 sobre información referente a las últimas 24 horas, sino relacionando la edad en meses de los menores y la cantidad de meses durante los cuales se le dio o está dando lactancia. Los niños y niñas de 12 a 15 meses representan el 6,7% de los menores de 5 años de la población del país. La tasa de lactancia materna continua es en promedio de 39,9 % en el Paraguay. En la ENDS-90 la tasa encontrada fue de 45,2%, mientras que en la ENDSR-95/96 la LMC era del 39,8%, cifra muy similar a la encontrada en este estudio. Comparando esto con datos del Mercosur, Argentina reporta una tasa de LMC de 48% en 1988, Bolivia de 79% en 1989, Brasil de 35% en 1986 y no se dispone de datos sobre Uruguay (OMS, 1998: 8990). Se destaca la disminución considerable a partir de los 12 meses de la práctica de la LMC, pues a los 12 meses más de la mitad de los niños siguen mamando, mientras que al cumplir los 15 meses tan solo el 21,9% de los niños continúa recibiendo leche materna.

Cuadro N° 4: Paraguay: Duración de la lactancia materna exclusiva en menores de 0 a 4 meses Meses

Lactancia materna exclusiva Recibe No recibe

Menos de 1 mes 1 mes 2 meses 3 meses 4 meses Total Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

7,6 20,3 4,0 2,6 0,0 6,9

92,4 79,7 96,0 97,4 100,0 93,1

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Gráfico Nº 6: Paraguay: Recepción de lactancia materna contínua en menores de 12 a 15 m eses No recibe 60%

Cuadro N° 5 : Paraguay: Duración Total de la lactancia materna

Meses 0

Recibe 40%

1 2

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

3 4 5

3.6. Duración total de la lactancia materna Se refiere al número de meses a los que el 50% de los niños ya no recibe leche materna. La duración de la lactancia materna en el Paraguay es de 11 meses. La ENSMI-98 informa una duración promedio de 11, 5 meses. Comparando con datos del Mercosur, vemos que Argentina reporta una duración de 5 meses en 1986, Bolivia de 17, 5 meses en 1994, Brasil de 9,2 meses en 1986 y no se disponen datos de Uruguay (OMS, 1998: 89-90). Si bien la duración del Paraguay es considerable, cabe recordar que la OMS sugiere que en países en desarrollo la lactancia materna se mantenga incluso hasta el segundo año de vida.

27

6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 Total

Recepción actual de de lactancia materna Recibe No recibe 11.502 93,9% 10.065 90,3% 7.648 70,9% 9.791 74,4% 7.766 77,8% 8.120 73,0% 9.427 79,8% 6.058 55,2% 7.928 57,1% 7.038 66,8% 9.755 55,0% 3.066 45,2% 8.191 51,3% 4.870 39,0% 4.899 39,7% 2.049 21,9% 118.173 62,1%

752 6,1% 1.085 9,7% 3.140 29,1% 3.376 25,6% 2.219 22,2% 2.999 27,0% 2.379 20,2% 4.926 44,8% 5.947 42,9% 3.503 33,2% 7.985 45,0% 3.711 54,8% 7.783 48,7% 7.605 61,0% 7.452 60,3% 7.323 78,1% 72.185 37,9%

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Total 12.254 100,0% 11.150 100,0% 10.788 100,0% 13.167 100,0% 9.985 100,0% 11.119 100,0% 11.806 100,0% 10.984 100,0% 13.875 100,0% 10.541 100,0% 17.740 100,0% 6.777 100,0% 15.974 100,0% 12.475 100,0% 12.351 100,0% 9.372 100,0% 190.358 100,0%


28

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

3.7. Correlación entre lactancia materna exclusiva y presencia de episodios de diarreas, enfermedades de vías respiratorias y de la piel El presente estudio busca la probable correlación entre lactancia materna exclusiva y la presencia o no de episodios de diarreas, enfermedades de las vías respiratorias y de la piel, por ser estas afecciones las que con mayor frecuencia se investigan en estudios internacionales con relación a la protección otorgada por la LME, y sobre las que en muchos casos se afirma haber encontrado correlaciones de relevancia. La información de la EIH 97/98 sobre presencia de estas enfermedades en los últimos tres meses se ha cruzado con la de recepción de LME en niños de 0 a 4 meses. El cruzamiento entre LME y la presencia de episodios de diarrea en los 3 últimos meses muestra el probable efecto protector de aquella ante esta patología. Ningún niño con LME presentó episodios de la misma, a diferencia del 11,3% de los niños que no recibieron LME y manifestaron síntomas de la enfermedad. La protección de la leche materna ante enfermedades gastrointestinales se da principalmente en dos aspectos; por un lado, a tra-

vés de la presencia de factores con funciones bacteriostáticas, bacteriolíticas y de anticuerpos maternos y, por el otro, al impedir la utilización de agua o utensilios contaminados. En los siguientes cuadros se puede observar que entre los niños que recibieron LME y los que no la recibieron, existen porcentajes similares de conexión a Corposana o redes privadas de abastecimiento de agua potable, aunque entre los primeros este porcentaje es un poco superior. Los menores sin conexión a Corposana o redes privadas han tenido esta patología en una proporción mayor que los que poseen conexiones de agua potable más seguras. Se podría suponer que la LME ha dado una protección mayor a los menores, que no padecieron de diarreas aun sin conexiones seguras. En cuanto a la infraestructura de servicios sanitarios se puede ver tendencias similares; es decir, los niños que habitan en viviendas con letrinas comunes, otros servicios o que no tienen servicios han enfermado más de diarrea (en una proporción de más del doble) que los que poseen WC conectado a red pública o con pozo ciego o excusados municipales. Sin embargo, los que recibieron LME no han enfermado de diarrea aun con servicios sanitarios inseguros.

Cuadro N° 6: Paraguay: Tenencia de diarrea en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Tenencia de diarrea No tuvo Tuvo Total

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe 100,0 0,0 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

88,7 11,3 100,0

Total 89,5 10,5 100,0


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

29

Cuadro N° 7: Paraguay: Abastecimiento de agua de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Abastecimiento de Agua

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

Corposana o red privada Pozos, arroyos y otros Total

46,8 53,2 100,0

44,9 55,1 100,0

Total 45,1 54,9 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 8: Paraguay: Servicios sanitarios de menores de 0 a 4 meses según recepción de lactancia materna exclusiva Servicios Sanitarios

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

WC o excusado municipal Letrina común, otros, no tiene Total

54,8 45,2 100,0

48,1 51,9 100,0

Total 48,6 51,4 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1999

Cuadro N° 9: Paraguay: Tenencia de diarrea en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses según abastecimiento de agua potable Tenencia de Diarrea No Tuvo Tuvo Total

Abastecimiento de Agua Potable Corposana o Pozos, Arroyos Red Privada y Otros 91,3 8,7 100,0

88,1 11,9 100,0

Total 89,5 10,5 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1999

Cuadro N° 10: Paraguay: Tenencia de diarrea en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según tipo de servicios sanitarios Tenencia de Diarrea No tuvo Tuvo Total

Servicios Sanitarios WC o Excusado Letrina Común Municipal Otros, no Tiene 94,7 5,3 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1999

84,6 15,4 100,0

Total 89,5 10,5 100,0


30

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

En los niños que no recibieron LME, los síntomas de gripe, dolor de garganta y resfrío se presentan en un 8,3 % más de los que si recibieron LME. La protección de la LM ante las enfermedades de vías respiratorias se da, al igual que ante la diarrea, porque la misma no está contaminada con virus o bacterias responsables de las citadas patologías, y por la presencia de componentes inmunológicos y sustancias anti-infecciosas. No han analizado probables factores de confusión citados en otros estudios, como el hacinamiento, el hábito de fumar en la madre y el uso de cunas, entre otros. El cuadro n° 12 muestra que los niños que no recibieron LME presentaron síntomas de bronquitis en un 2,3% a diferencia de lactantes con LME que no presentaron en ningún caso. La probable protección se da por los mismos factores citados anteriormente; las infecciones de vías respiratorias altas son debidas en su mayoría a virus y en el caso de los lactantes comprometen seriamente la salud del niño, ya que habitualmente tienen un componente de

bronquiolitis. Se puede suponer, como estudios diversos han comprobado, que la LME limita la severidad de afecciones de las vías respiratorias, al ser la bronquitis una complicación habitual de las infecciones de vías respiratorias altas. Los estudios citan la probable protección de la LME en enfermedades de la piel asociadas a dermatitis de origen alérgico en la mayor parte de los casos. Con la información de la EIH 97/98 no se pueden realizar discriminaciones en cuanto a la etiología de las patologías dérmicas, por lo que sería de importancia la inclusión de preguntas diferenciadas. De todos modos, la tabla muestra que existe una diferencia entre los niños con LME, que no presentaron episodios, y los que no recibieron LME, que sí los presentaron en el 6,9% de los casos, lo que podría suponer una protección de la LME ante afecciones de la piel de probable origen alérgico. Sin embargo, dada la carencia de información más específica, esta correlación podría ser casual.

Cuadro N° 11: Paraguay: Tenencia de resfrío, gripe o dolor de garganta en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Tenencia de Resfrio, Gripe o Dolor de Garganta

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

Total

No tuvo Tuvo Total

80,9 19,1 100,0

73,2 26,8 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

72,6 27,4 100,0


31

Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Cuadro N° 12: Paraguay: Tenencia de bronquitis en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Tenencia de Bronquitis

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

No tuvo Tuvo Total

100,0 0,0 100,0

Total

97,7 2,3 100,0

97,8 2,2 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 13: Paraguay: Tenencia de granos, sarna u otras enfermedades de la piel en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Tenencia de Granos, Sana u Otras Enferm. de la Piel

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

No tuvo Tuvo Total

100,0 0,0 100,0

93,1 6,9 100,0

Total 93,6 6,4 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 14: Paraguay: Presencia de diarrea, gripe, resfrío o dolor de garganta, bronquitis, granos, sarna u otras enfermedades de la piel en los últimos tres meses de menores de 0 a 4 meses, según recepción de lactancia materna exclusiva Presencia de las Enfermedades Específicas

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

No tuvo ninguna Tuvo 1 de ellas Tuvo 2 de ellas Tuvo 3 de ellas Total

80,9 19,1 0,0 0,0 100,0

61,1 31,0 7,0 1,0 100,0

Total 62,4 30,2 6,5 0,9 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 15: Enfermedades en los últimos 3 meses y lactancia materna exclusiva Menores de 0 a 4 meses de edad Enfermedades

Recibió LME

No recibió LME

Alguna de las enfermedades especificadas Diarrea Granos, sarna y otras enfermedades de la piel Resfrío, gripe, dolor de garganta Bronquitis

19,1% 0,0% 0,0% 19,1% 0,0%

38,9% 11,3% 6,9% 27,4% 2,3%

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

R de Pearson 0,104 0,093 0,071 0,047 0,041

Nivel de significancia 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01


32

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

De los 57.344 niños/as lactantes de 0 a 4 meses, el 37,6% presentó síntomas de algunas de las enfermedades especificadas. Entre los lactantes que presentaron episodios de las citadas enfermedades en los últimos 3 meses, se puede comprobar una diferencia del 19,8% según hayan recibido o no LME. El cuadro n° 14 reporta que los lactantes que recibieron LME presentaron sólo una de las cuatro enfermedades estudiadas, mientras que los que no recibieron LME presentaron hasta tres de estas afecciones. Estudios internacionales sobre LME investigan además de las diferencias en la ocurrencia de las enfermedades especificadas, el

número de episodios y la duración de los mismos a fin de analizar el probable efecto protector de la LME en la reincidencia y/o severidad de las afecciones. A partir de la EIH 97/98 no se pueden realizar este tipo de análisis, que podrían ser de relevancia en salud pública. En la tabla y el gráfico siguientes se muestra una visión de conjunto entre la presencia de las enfermedades especificadas y la relación entre la práctica o no de la LME. Se observa el probable factor de protección de la LME en afecciones como la diarrea, las enfermedades de la piel y de las vías respiratorias.

Gráfico Nº 7: Enfermedades en los últimos meses y LME 45% 40% 35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% -5%

No recibió LME

Recibió LME

Bronquitis

Granos, sarna y otras enfermedades de FUENTE: DGEEC EIH 1997/98 la piel

Diarrea

Resfrío, gripe, dolor de garganta

Alguna de las enfermedades especificadas


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

33

3.8. Correlación entre lactancia materna continua y presencia de episodios de diarreas, de enfermedades de vías respiratorias y de la piel

núan siendo amamantados en general tienen una dieta líquida restringida por la ingesta de leche y los alimentos sólidos, al formar parte de la dieta familiar, pasan por un proceso de cocción.

Al igual que en la LME, estudios internacionales muestran la probable protección de la lactancia materna continua en la incidencia y/o severidad de las patologías citadas. La probable protección de la LMC, se presenta en muchos estudios, relacionada a episodios de enfermedades diarreicas, mientras que para las demás enfermedades los reportes muestran resultados contradictorios.

En los datos del cuadro siguiente no se visualiza una probable relación protectora entre la recepción de LMC y la presencia de afecciones como resfrío, gripe o dolor de garganta, puesto que los menores de entre 12 y 15 meses que continuaban siendo amamantadas, presentan una incidencia mayor de estas enfermedades. En algunas investigaciones internacionales se reporta que para afecciones de vías respiratorias no se comprueba el citado factor de protección. En estos estudios sobre lactancia materna y síntomas de enfermedades de vías respiratorias se manifiesta la necesidad de incluir probables factores de confusión, como podrían ser la calidad de la vivienda, el número de integrantes de la familia, el uso de cunas, el hábito de fumar de los padres entre otros.

El cuadro n° 16 muestra la menor incidencia de diarreas (27,6%) en niños amamantados con LMC en comparación con los niños que ya no recibieron leche materna (31,6%) entre los 12 y 15 meses de edad. El probable factor de protección podría estar dado por la limitación en la administración de líquidos contaminados y por la permanencia de sustancias antiinfecciosas e inmunológicas. Los niños que conti-

Cuadro N° 16: Paraguay: Tenencia de diarrea en los últimos tres meses de menores de 12 a 15 meses, según recepción de lactancia materna contínua

Tenencia de Diarrea No tuvo Tuvo Total Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe 72,4 27,6 100,0

68,4 31,6 100,0

Total 70,0 30,0 100,0


34

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

En la tabla que sigue se muestra una diferencia entre los niños que reciben LMC con presencia de episodios de bronquitis (3,3%) y los que ya no amamantan (9,3%). Analizando los datos de la tabla de gripe, resfríos o dolor de garganta, podría suponerse que si bien la LMC no impide la presencia de enfermedades de vías respiratorias altas, sí limita la severidad de las mismas en las vías bajas. A fin de obtener resultados definitivos se requiere la inclusión de los factores de confusión ya citados y mayor especificidad en la etiología de la enfermedad respiratoria.

Al contrario de los resultados de la relación entre LME y afecciones de la piel, donde se encontró un probable factor de protección, en la LMC se muestra una relación negativa. La lactancia materna brinda protección para afecciones de la piel vinculadas a sustancias alérgicas más comunes en lactantes pequeños. En el caso de niños mayores se requiere además la diferenciación con otras afecciones, como heridas o picaduras de insectos, entre otras, que podrían ocultar el efecto protector de la LMC.

Cuadro N° 17: Paraguay: Tenencia de resfrío, gripe o dolor de garganta en los últimos tres meses de menores de 12 a 15 meses, según recepción de lactancia materna contínua Tenencia de Resfrio, Gripe o Dolor de Garganta

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe

Total

No tuvo Tuvo Total

41,7 58,3 100,0

44,1 55,9 100,0

45,7 54,3 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 18: Paraguay: Tenencia de bronquitis en los últimos tres meses de menores de 12 a 15 meses, según recepción de lactancia materna contínua Tenencia de Bronquitis

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe

No tuvo Tuvo Total

96,7 3,3 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

90,7 9,3 100,0

Total

93,1 6,9 100,0


35

Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

En las tablas y el gráfico siguientes se puede ver la incidencia total de las enfermedades analizadas en los y las menores de 12 a 15 meses de edad. No existe una diferencia notoria entre los que se enfermaron de estas afecciones y los que no, al considerar la recepción o no de LMC, aunque los que sí la reci-

bieron muestran un porcentaje un tanto menor, 4,3% menos que los que no siguieron amamantando. Los que recibieron LMC tuvieron una mayor presencia de gripes, resfríos, dolor de garganta y afecciones en la piel, mientras que se vieron menor afectados por diarreas y bronquitis.

Cuadro N° 19: Paraguay: Tenencia de granos, sarna u otras enfermedades de la piel en los últimos tres meses de menores de 12 a 15 meses según recepción de lactancia materna continua Tenencia de Granos, Sana u Otras Enferm. de la Piel

Lactancia Materna Continua Recibe No recibe

Total

No tuvo Tuvo Total

83,5 16,5 100,0

88,0 12,0 100,0

91,0 9,0 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 20: Paraguay: Presencia de diarrea, gripe, resfrío o dolor de garganta, bronquitis, granos, sarna u otras enfermedades de la piel en los últimos tres meses de menores de 12 a 15 meses, según recepción de lactancia materna contínua Presencia de Enfermedades Especificadas

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe

Total

No tuvo ninguna Tuvo 1 de ellas Tuvo 2 de ellas Tuvo 3 de ellas Total

32,6 33,7 29,1 4,6 100,0

30,0 38,9 27,3 3,7 100,0

28,3 42,4 26,2 3,1 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 21: Enfermedades en los últimos 3 Meses y lactancia materna contínua Menores de 12 a 15 meses de edad Enfermedades

Recibió LME

No recibió LME

R de Pearson

Alguna de las enfermedades especificadas Resfrío, gripe, dolor de garganta Diarrea Granos, sarna y otras enfermedades de la piel Bronquitis

67,4% 58,3% 27,6% 16,5% 3,3%

71,7% 54,3% 31,6% 9,0% 9,3%

0,046 -0,039 0,042 -0,113 0,115

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Nivel de significancia 0,01 0,01 0,01 0,01 0,01


36

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Gráfico Nº 8: Enfermedades en los 3 últimos meses y LMC 80% 70% 60% 50% No recibió LMC

40% 30%

Recibió LMC

20% 10% 0% Alguna de las enfermedades especificadas

Resfrío, gripe, dolor de garganta

Diarrea

Granos, sarna y otras enfermedades de la piel

Bronquitis

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

3.9. Correlación entre LME y LMC y actividad económica e instrucción de la mujer Se ha intentado correlacionar la proporción de lactancia materna exclusiva y lactancia materna continua con la actividad económica y el nivel de instrucción de la madre. Este análisis se encontró con la dificultad de que la encuesta no brinda información explícita acerca de las madres de cada niño, aunque sí sobre las mujeres presentes en cada hogar. Se ha buscado por lo tanto una aproximación a esta información vinculando el nivel de actividad y de instrucción de las mujeres jefas del hogar o esposas del jefe de hogar, con la recepción de lactancia materna exclusiva en niñas/os de 0 a 4 meses y continua en niños/as de 12 a 15 meses, que se encuentran en una relación de parentesco de hijo/a con el jefe o la jefa del hogar. Se ha excluido a los menores que viven en un hogar sin mujeres en las categorías de jefas de hogar o esposas del jefe de hogar, y a quienes son otros parientes o no parientes del jefe/a de hogar.

Aun de esta manera, debe señalarse que no es posible aseverar que los menores considerados sean necesariamente hijos o hijas de las mujeres con que se los está vinculando, debido a que no se excluye la posibilidad de que sean hijos solamente del jefe del hogar y no de sus esposas. Suponemos que esta limitación, sin embargo, no afectaría de manera drástica los resultados de los cruzamientos realizados. En cuanto a las posibles correlaciones entre la actividad económica y el nivel de instrucción de las mujeres y la práctica o no de LME y LMC, se puede ver que las mujeres sin actividad económica practican más la LME (9,5%) que las activas (3,5%). La probable causa podría estar relacionada a que la LME requiere un amamantamiento a demanda y sin restricciones de horario o tiempo de amamantamiento, condiciones sumamente difíciles de cumplir para las mujeres que deben cumplir horarios laborales y responder a los requerimientos del trabajo remunerado.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

La práctica de LME es mayor entre las mujeres más educadas, como puede verse en el cuadro n° 22. Agrupando las categorías, se encuentra que las mujeres que sobrepasaron los 6 años de instrucción, proporcionan LME en un 14,37%, mientras que las que recibieron instrucción hasta 6 años, o no la recibieron, solamente practican LME en un 3,31%. Se podría suponer que la promoción y la práctica de la LME es más efectiva a mayor nivel educativo, probablemente porque se facilita el acceso a la información y la comprensión de la misma. Las mujeres con menor instrucción podrían además estar más influenciadas por prácticas culturalmente aceptadas, como dar a los lactantes agua o té a los pocos días de nacidos, y tampoco estarían suficientemente beneficiadas por los programas de educación referidos a la lactancia materna.

37

En cuanto a la LMC, en el cuadro n° 23 se visualiza que las mujeres activas continúan proporcionando lactancia a los menores de entre 12 y 15 meses en mayor medida que las inactivas, mientras que son las mujeres menos instruidas las que refieren más práctica de la LMC. Esto podría tener relación con que la práctica de lactancia durante periodos largos es una costumbre popularmente aceptada en el país, y no requiere por tanto de entrenamientos especiales o de un mayor acceso a la instrucción para aceptarla. Se podría suponer además que el bajo nivel educativo se relaciona con la pobreza, y que la práctica de la lactancia constituye una forma de ahorro para la economía familiar, al hacer innecesaria la adquisición de leches sustitutivas y utensilios.

Cuadro N° 22: Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva, según actividad económica y nivel de instrucción de la mujer jefa o esposa del hogar Lactancia Materna Exclusiva

Actividad económica Activas Inactivas

Recibe No recibe Total

3,5 96,5 100,0

9,5 90,5 100,0

Nivel de Instrucción Univ./ Form.doc. 16,2 83,8 100,0

Secundario

Primario

Sin Instrucción

13,9 86,1 100,0

2,8 97,2 100,0

7,2 92,8 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 23: Paraguay: Recepción de lactancia materna contínua, según actividad económica y nivel de instrucción de la mujer jefa o esposa del hogar Lactancia Materna Continua Recibe No recibe Total

Actividad económica Activas Inactivas 45,6 54,4 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

39,3 60,7 100,0

Nivel de Instrucción Univ./ Form.doc. 20,6 79,4 100,0

Secundario

Primario

Sin Instrucción

23,5 76,5 100,0

53,8 46,2 100,0

39,8 60,2 100,0


38

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Cuadro N° 24: Paraguay: Correlaciones (R de Pearson) entre recepción de lactancia materna exclusiva y contínua con mayor actividad económica y nivel de instrucción de la mujer jefa o esposa del hogar

Mayor actividad económica Mayor nivel de instrucción

Recepción de Lactancia Materna Exclusiva

Recepción de Lactancia Materna Contínua

Nivel de Significancia

-0,107 0,170

0,064 -0,204

0,01 0,01

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

3.10. Correlación entre LME y LMC y área de residencia, sexo del menor y lugar del parto Las mujeres que residen en áreas urbanas practican más la LME (9,6%) que las que residen en zonas rurales (3,6%). La probable causa del mayor porcentaje en zonas urbanas podría estar relacionada a la presencia de instituciones de salud que informan y promocionan la citada práctica de amamantamiento y a la mayor capacitación de las mujeres que viven en el medio urbano. Las mujeres que residen en áreas rurales practican la LMC en mayor proporción (46,2%) que las que viven en zonas urbanas (32,6%). La citada relación podría ser debida a que las mujeres rurales probablemente tienen un nivel económico menor y que la compra de sustitutos de la leche materna u otro tipo de alimentos supondría una carga mayor para la economía familiar, además del mayor arraigo cultural entre la gente del interior al amamantamiento continuo. Los niños fueron alimentados con LME en mayor proporción (10,9%) que las niñas (2,5%). Algunos estudios reportan diferencias en la alimentación

por razones de sexo, indicando que las madres favorecen la nutrición del niño sobre la niña. Otros, no han encontrado la citada diferencia. Al contrario que la LME, en la LMC existe una diferencia a favor de las niñas (42%) en el amamantamiento comparadas con los niños (38,2%). Algunos estudios reportan que se favorece en la etapa preescolar la ingesta de carne y otros alimentos sólidos en los niños con respecto a las niñas. Otros, no encontraron esta relación. Tanto para la LME como para la LMC se necesitan estudios más específicos a fin de investigar el sexo de los/as hijos/as como un factor que pudiera incidir en las prácticas alimentarias de las madres. El 7,4% de los niños que nacieron en una institución de salud (pública o privada) recibió LME en comparación con el 5,7% de los mismos que nacieron en su domicilio, en casa de la partera o en otros lugares. Se destaca el hecho de que la relación positiva entre LME y parto institucional se da a expensas de los hospitales y los servicios privados, pero que los partos en centros y puestos de salud presentan una asociación menor que aquellos atendidos en casa de parteras.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

39

Cuadro N° 25: Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva y contínua por area de residencia Área de Residencia

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe

Urbana Rural Total

9,6 90,4 100,0

32,6 67,4 100,0

3,6 96,4 100,0

46,2 53,8 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 26: Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva y continua por sexo del menor Sexo

Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe Total

Mujer Hombre Total

2,5 10,9 6,9

97,5 89,1 93,1

100,0 100,0 100,0

Lactancia Materna Contínua Recibe No recibe Total 42,0 38,2 39,9

58,0 61,8 60,1

100,0 100,0 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 27: Paraguay: Correlaciones (R de Pearson) entre recepción de lactancia materna exclusiva y continua con área de residencia urbana y sexo masculino del menor

Área de residencia urbana Sexo masculino del menor

Recepción de Lactancia Materna Exclusiva

Recepción de Lactancia Materna Contínua

Nivel de Significancia

0,116 0,046

-0,139 -0,038

0,01 0,01

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Cuadro N° 28:Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva, según lugar del parto Lactancia Materna Exclusiva Recibe No recibe Total Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

Lugar del parto Parto Institucional

Parto no Institucional

7,4 92,6 100,0

5,7 94,3 100,0


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Cuadro N° 29: Paraguay: Recepción de lactancia materna exclusiva según lugar del parto Lactancia Materna Exclusiva

Hospital

Centro o puesto de salud

Recibe No recibe Total

12,1 87,9 100,0

3,2 96,8 100,0

Clínica o Sanatorio 7,9 92,1 100,0

Casa de Partera

En su casa/ Otros

Total

7,2 92,8 100,0

5,1 94,9 100,0

6,9 93,1 100,0

Fuente: DGEEC, EIH 1997/1998

4.

CONCLUSIONES

La iniciación de la lactancia materna en el país es alta; el 94,6% de las mujeres inician el amamantamiento. El 73,1% lo hace dentro de las primeras 24 horas y el 26,9% en los primeros días. A fin de conocer si el intervalo es oportuno de acuerdo a las recomendaciones se requiere incluir información referente al inicio dentro de la primera hora posterior al parto. La proporción de niños amamantados con LME en el Paraguay (6,9%) se encuentra muy por debajo de las recomendaciones de organismos internacionales de salud. La duración de la misma es de pocas semanas, muy inferior a la recomendación indicada de 4 a 6 meses. La proporción de niños amamantados con LMC en el país (39,9%) se encuentra por debajo de las recomendaciones, que indican que el 100% de los menores de 15 meses sigan recibiendo leche materna, y que en países pobres la lactancia incluso se prolongue hasta los 2 años. La duración total de la lactancia materna es de 11 meses.

Debido a ausencia de información no se pueden analizar las razones para el destete o la ablactación de los menores. Dichas causas revisten gran interés al ser la lactancia materna una actividad que puede ser influida, limitada o impedida por gran cantidad de factores culturales, laborales, familiares, económicos, etc. La práctica de la LME probablemente sea un factor de protección en menores de 4 meses ante episodios de diarreas, enfermedades de vías respiratorias altas y bajas y afecciones de la piel. La LMC en lactantes de 12 a 15 meses posiblemente pueda ser un factor de protección ante episodios de diarreas y bronquitis. No se encontró relación positiva entre la misma y afecciones de vías respiratorias altas y de la piel. Otras relaciones entre la presencia de enfermedades y las condiciones de vida de los menores deberían ser tenidas en cuenta para analizar la asociación entre lactancia materna y presencia de afecciones gstrointestinales, respiratorias y dérmicas.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Probablemente exista una correlación positiva entre la práctica de la LME y mujeres que residen en zonas urbanas, tienen un mayor nivel de instrucción, se encuentran inactivas y que hayan tenido el parto en instituciones de salud. El cumplimiento de las recomendaciones de la LME requiere de una mayor capacitación e información de las mujeres por el sector salud y la no limitación de horarios. La LMC probablemente tiene una vinculación positiva con mujeres que residen en áreas rurales, tiene menor nivel de instrucción y se encuentran en la categoría de activas. El amamantamiento continuo tiene un mayor arraigo cultural en el interior del país, no requiere ser a demanda y podría significar un ahorro a la economía familiar al limitar la compra de sustitutos de la leche materna y los utensilios requeridos.

5.

RECOMENDACIONES

En el ámbito de las políticas públicas, dados los valores encontrados para los indicadores sobre lactancia materna y la probabilidad de los efectos protectores de las buenas prácticas de la misma, se recomienda: En vista de los grandes beneficios de la lactancia materna exclusiva para la salud en la primera infancia es necesaria la ejecución de intervenciones focalizadas en salud pública a fin de promover la práctica de la misma y elevar los indicadores actuales. Se requiere de campañas de Información, educación y comunicación con

41

el objetivo de concientizar a las mujeres y a la población en general de los beneficios de la lactancia materna, con énfasis en la exclusiva, para la nutrición del lactante y los probables efectos protectores en enfermedades de la primera infancia. Es prioritaria la capacitación e información del personal de salud de sectores públicos y privados a fin de transformarlos en importantes aliados de la promoción de la lactancia materna a través de las instituciones de salud. Es necesario evaluar con mayor profundidad los factores familiares, culturales, económicos, laborales y otros que podrían estar actuando como barreras limitantes para una práctica adecuada de la lactancia materna, con el objetivo de realizar intervenciones dirigidas a la corrección o eliminación de los mismos. Se requiere una mayor información de los beneficios para la salud de la mujer y se considera de la importancia de la capacitación y difusión de la lactancia como un método eficaz en el espaciamiento de los embarazos, siempre que sea utilizado con las recomendaciones ya citadas. En relación con la información recabada por la DGEEC sobre el tema en cuestión, se hacen las siguientes recomendaciones con el objetivo de profundizar los conocimientos y las conclusiones futuras: Incluir el lapso de tiempo exacto ( en horas) de inicio de la lactancia materna después del parto a fin de obtener el indicador recomendado y evaluar si la practica inicial de la misma ocurre en el tiempo considerado oportuno.


42

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Se sugiere la reformulación de las preguntas relativas al lapso de tiempo a partir del cual se introdujo en la alimentación del lactante líquidos como agua, té u otro tipo de leche. La OMS define el indicador como la proporción de lactantes de 0 a 4 meses que en las últimas 24 horas recibieron leche materna en forma exclusiva (LME) y los lactantes de 12 a 15 meses que en las últimas 24 horas recibieron leche materna (LMC). Sería de suma importancia recabar información relativa a los factores que ocasionaron el destete o la ablactación con el objetivo de poder analizar y estudiar medidas correctivas. Podría ser de relevancia recabar mayor información sobre las enfermedades estudiadas con relación a los episodios de cada una de ellas y su duración en los últimos 3 meses, con el objetivo de poder analizar la recurrencia de las mismas y la severidad de cada episodio. Se sugiere que las mediciones de talla y peso se adecuen a lo establecido en normativas internacionales de estudios sobre nutrición y salud, en el sentido de que los menores de 2 años deben ser medidos y pesados acostados y los mayores de 2 años en posición de pie y con las ropas adecuadas.

6.

BIBLIOGRAFÍA

Centro Paraguayo de Estudios de la Población (CEPEP); Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil (1998), Asunción, 1999.

Centro Paraguayo de Estudios de Población (CEPEP); Encuesta Nacional de Demografía y Salud Reproductiva ( 1995-1996); Asunción, 1997. Centro Paraguayo de Estudios de Población, Institute for Resource Development/Macro; Encuesta nacional de demografía y salud, Asunción: CEPEP, 1991. Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), Censo Nacional de Población y Vivienda,1992. Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), Encuesta Integrada de Hogares de 1997/1998. Giugliani, Elsa, “Importancia de la lactancia materna para la salud de los niños latinoamericanos”, en O’Donnell, Alejandro et al. (eds.), Nutrición y Alimentación del niño en los primeros años de vida Washigton: OMS/OPS, Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), Fundación Cavendes, 1997, pp. 131-162. Hurtado, Elena y Gittelsohn, Joel, “Factores sociales y culturales que influyen en el proceso de alimentación del niño en América Latina”, en O’Donnell, Alejandro et al. (eds.), Nutrición y Alimentación del niño en los primeros años de vida Washigton: OMS/OPS, Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), Fundación Cavendes, 1997, pp. 391-422.


Indicadores, Determinantes y Efectos de la Lactancia Materna en Paraguay

Meneghello, Julio et al., Pediatría, Vol. 1, Santiago: Meditáneo, 1991, 996 p. (cuarta edición). Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social; Indicadores de Mortalidad – 1997; Asunción, 1999. OMS/OPS; Plan de Acción Regional de Alimentación y Nutrición, Washington, 1997. OMS/OPS; Resoluciones y otras acciones de la 53° Asamblea Mundial de la Salud de interés para el Comité Regional: Nutrición del lactante y del niño pequeño; Washington: OPS/OMS, 2000, 17 p. (mimeo). OPS, Estadísticas de salud de las Américas, Washington: OPS, 1998, 484 p. Torún, Benjamín, “Requerimientos y recomendaciones nutricionales para

43

niños de 0 a 5 años”, en O’Donnell, Alejandro et al. (eds.), Nutrición y Alimentación del niño en los primeros años de vida Washigton: OMS/OPS, Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), Fundación Cavendes, 1997, pp. 49-130. UNICEF; Estado Mundial de la Infancia 2000. UNICEF; Lactancia Materna, cómo proteger un recurso natural; Washington: Instituto para la Salud Reproductiva, Universidad de Georgetown / USAID, 1991, 22 p. Valdés, Verónica; Pérez, Alfredo y Labbok, Miriam, Lactancia para la madre y el niño, Santiago: Mediterráneo, 1994, 142 p.


A Profile of Poverty in Paraguay

45

A Profile of Poverty in Paraguay

Haeduk Lee

A. INTRODUCTION The 1990s have been a dismal decade for Paraguay. Between 1990 and 1999 per capita income has fallen by 4 percent with most of the deterioration occurring within the last five years. Since 1995 the economy has been contracting four straight years with real per capita GDP falling by 6.5% during the period. Urban poverty rose from 23.7% to 26.7% between 1995 and 1999 and rural poverty rose from 37% to 42%, with the overall poverty creeping up from 30% to 34% over the same period. The latest poverty estimates suggest that the disappointing economic performance finally might have caught up with the Metropolitan Asuncion, which has long enjoyed substantial poverty reduction (See Table 1). In designing public policies and programs to help the poor, we need first

to know how many poor there are, who they are, what they look like and where they live. In order to gain intimate knowledge of who the poor are, we need to understand the magnitude of poverty problem in terms of its extent, depth and severity, as well as the profile of the poor, i.e., their basic characteristics, location, demographics, education, health, and employment status. This paper will start with a review of the relevant poverty analysis methodology for Paraguay, and present a detailed descriptive analysis of the characteristics of the poor in Paraguay using the most recent household surveys. The point of this exercise is not just simply description, but rather to gain factual insights that will assist in the design of poverty alleviation strategies.


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 1: Long Term Trends in Poverty, Employment, Inflation and Growth (1983-1999) Year

1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999

Poverty Rate National Unemployment Inflation Metropolitan Poverty Rate Rate — Metro. (% Asuncion Asunción Increase) — — 39.5 43.4 38.3 37.3 34.4 30.2 29.1 29.7 30.7 26.0 25.7 23.8 19.6 1/ 19.5 1/ 16.9 16.9 21.3

— — — — — — — — — — — — — — 30.3 — 32.1 32.1 33.7

1/ 1/

— — 8.1 7.3 5.1 6.1 5.3 4.6 5.8 6.5 5.1 5.3 4.9 4.3 6.1 9.2 6.6 6.1 6.8

22.4 14.0 6.8 13.5 20.3 25.2 31.8 21.8 23.0 26.0 38.2 24.3 15.1 18.3 20.6 13.4 9.8 7.0 11.6

Real Per Real Per Capita GDP Capita GDP Growth (%) (1990=100) — -3.9 -5.8 0.1 0.9 -3.1 1.1 3.1 2.5 -0.1 -0.3 -0.9 1.4 0.3 1.9 -1.3 0.0 -2.9 -2.1

105.5 101.5 95.6 95.7 96.6 93.6 94.6 97.6 100.1 100.0 99.7 98.9 100.2 100.5 102.5 101.1 101.1 98.1 96.0

Sources: DGEEC, Poverty rates and unemployment rates are from household surveys in various years. And inflation figures and the GDP estimates are from the Paraguayan Central Bank. Note: 1/ Poverty rate for 1997 and 1998 come from the 1997/98 Integrated Household Survey.

B. DEFINING POVERTY Poverty is unacceptable form of human deprivation. One finds poverty in those people who are unable to command sufficient amount of resources enough to afford them a life of minimum dignity. It is found among those people who cannot have their voices heard in affairs that determine their fate, and among those who stay at the periphery of the society without being able to participate. It is also found among those who bear the brunt of consequences from unforeseen contingencies. World Development Report 2000 provides a useful conceptual framework for diagnosing and

analyzing poverty in its different dimensions: (i) lack of income; (ii) poor endowment of human capital (education and health); (iii) vulnerability; and; (iv) social exclusion. In this chapter, we will focus our attention on income poverty and examine the profile of the poor as the first step in diagnosing poverty problems and distilling policy levers to alleviate poverty among the Paraguayan population. Analysis here starts with the proposition that an individual is the basic unit of observation for analyzing the distribution of welfare whereas


A Profile of Poverty in Paraguay

households are a common unit of pooling incomes and sharing consumption. - Poverty Measure In counting the number of the poor, we utilize the concept of headcount of the extremely poor and the poor to measure the extent and incidence of poverty. We also use the poverty gap and the higher-order Foster-GreereThorbecke (FGT) indicators to measure the depth and severity of poverty.

Data and Coverage The study will draw on household survey data and other statistical data, including the price index data on foods and non-food.

47

- Household Surveys It is only recently that Paraguay has the micro-data at household level that represent the entire population. The household survey program in Paraguay started in 1983, and has collected the data once every year. But the survey came only from the Metropolitan Asuncion until 1993. In 1994, its geographic reach was extended to cover the entire urban areas. 1995 was the first year of national coverage for the survey data. As for contents, the household survey had been of labor force surveytype until 1994, and contained little information on living conditions necessary to produce a comprehensive poverty profile. In 1995, a small module on health outcomes and use of health care system was introduced.

Table 2: Household Surveys in Paraguay, 1983-1999 Year

Survey Name

Geographic coverage

Thematic coverage

Comments

1983/93

Encuesta de hogaresMano de obra

Metropolitan Asuncion only

Labor force survey

Implemented once a year

1994

Encuesta de hogaresmano de obra

All urban areas

Labor force survey

1995

Encuesta de hogares

National

Labor force survey, small thematic module on health

Modest technical assistance from the World Bank, and initiation of project reparation of the MECOVI program

1996

Encuesta de hogares

All urban areas, and rural areas in two Departments: ItapĂşa and Alto ParanĂĄ

LSMS-type multi-thematic survey with a pilot expenditure module

Initial technical assistance from the MECOVI program help design a pilot questionnaire modules

1997/98

Encuesta integrada de hogares

National

LSMS-type multi-thematic survey with expenditure module

The MECOVI program provided technical assistance for questionnaire design and field work

1999

Encuesta permanente de hogares

National

LSMS-type multi-thematic survey

The MECOVI program provided technical assistance for establishing a permanent survey program

Sources: DGEEC, Encuesta de Hogares, 1983-96; Encuesta Integrada de Hogares, 1997/98; Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


48

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Efforts to make serious improvements in household surveys began in earnest with Paraguay’s participation in the Regional Program of Improvement and Measurement of Surveys of Living Conditions (Mejoramiento de las encuestas y mediciones de condiciones de vida - MECOVI) in LAC. With the support of the MECOVI program, the National Statistical Office (Dirección General de Estadística, Encuestas y CensosDGEEC) has made significant headways in improving the coverage and quality of the household survey data since 1996. Among other things, the project aimed to provide technical assistance in three broad areas: (i) improvements in the survey design, including sampling, survey strategies, variable definition and measurements, questionnaire design, and quality control; (ii) improvements in planning, organization and implementation of field work, and; (iii) promoting wide use of the data for research and policy work and dissemination of the results. - Improvements and Continuity Improvements of the survey often entailed modifications in concepts and variable definitions, optimization of the questionnaire design including layout and skip patterns, and introduction of new and relevant questions to make the questionnaire more complete and balanced. However, there has been always tension between the desire to improve at all costs and the need to ensure consistency over time of a common set of statistical information in order to maintain continuity of the officially published statistics that DGEEC is an official institution charged with producing for the public

in general. Whenever new improved component variables were introduced in the questionnaire, care was also taken to ensure continuity of new variables with the original variables by making it possible to construct different versions of aggregate new variables with the components. For instance, DGEEC constructed key variables such as unemployment rates and household incomes in two versions, vintage as well as new improved version.

Paraguay’s Poverty Lines In this chapter, poverty is defined as the inability to command the necessary material resources for satisfying the minimum level of living standards. One such criterion that measures satisfaction of minimum needs is the poverty line. A standard practice in poverty line method is to use the monetary value of basic food basket as the extreme poverty line and define the poverty lines as those poverty thresholds that allow for a minimum consumption of non-food necessities. Until recently there was no poverty line in Paraguay that had been adopted by the Paraguay authority as the official poverty threshold. Poverty lines employed in earlier studies varied substantially in definition and magnitude depending on underlying data and methodology (See Lee, Mejía, and Vos, 1997).1 Underlying data with which previous poverty lines were elaborated came from specialized 1 For instance, the poverty line for Metropolitan Asuncion circa 1995 corresponding to nutritional contents of about 2,200-2,300 K Cal ranged from a low of 100,723 guaranies (US$51.2) to as high as 203,165 guaranies (US$103.3) per person per month.


A Profile of Poverty in Paraguay

surveys that lacked representative national coverage. Therefore, no consensus existed where poverty lines should be drawn. Availability of the data from the 1997/98 Integrated Household Survey offered an opportunity to construct upto-date poverty lines that are based on the actual consumption behavior of the representative Paraguayan population. With support from the MECOVI program, the National Statistical Office (DGEEC) designed and implemented an LSMS-type multi-purpose household surveys that included a consumption expenditure module. The National Statistics Office (DGEEC) recently published the basic food basket and poverty lines that have been constructed by analyzing the consumption of Paraguayan households in the data from the survey (Robles, 2000). In determining the minimum nutritional needs, choice of items in the food bundle was made according to recommendations made by the 1981 Consultative Meeting of FAO/OMS/ UNU (1985). 2 Application of the energy needs of individual population groups by age, sex and activity level to the overall demographic structure in the 1997/98 survey data produced the average nutritional requirements of 2,194 K Cal and 58.4 grams among the Paraguayans, which are comparable to those of other Latin American countries (See Robles, 2000).

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group by location that enjoyed food conumption corresponding to the minmum level indicated earlier. Since differences in consumption patterns between Central urban and other urban areas turned out to be immaterial (See Table 3), reference population groups were defined by three locations, i.e., Metropolitan Asuncion, all other urban area, and rural area. Using the energy conversion table, per capita food consumption of households was expressed in terms of energy quantity units. Sample individuals were then grouped into 100 percentiles according to per capita energy intakes. The survey data showed that energy intakes corresponding to the average daily per capita consumption of food were about 3,046 K Cal, and its value was highest in rural areas, followed by the rest of urban area, Asuncion, and finally Central urban area.

Once the minimum nutritional reqirements have been identified, anaysis of the 1997/98 survey data helped pick the reference population

For each location, a moving average of energy intakes by deciles has been computed by one percentile increment, until the moving deciles of population reach the level of per capita food intakes that correspond to approximately 2,194 K Cal. That level was found among population group in: (i) 27-36 percentiles for the Metropolitan Asuncion; (ii) 9-18 for other urban areas, and (iii) 6-15 for the rural area. In order to increase the degrees of freedom in elaborating the basic food basket and poverty lines, the reference population group in each location was defined as the 30percentile band on and above the midpoint of the deciles found above.3

2 See CEPAL, Magnitud de la Pobreza en los aĂąos ochenta, Estudio e Informe de la CEPAL No. 81, 1991.

3 The resulting reference population groups are: (1) 32-61 percentiles for Metropolitan Asuncion, (ii) 14-43 for other urban areas, and (iii) 11-40 for rural areas.


50

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 3: Structure of Household Consumption by Area, 1997/98 Urban Area Consumption items

Food Clothing Water, electricity, telephone, and fuel Durable goods Housing rental Furniture Health Education and culture Transport Others TOTAL

Central

Other urban

All

Rural Area

Overall

Asuncion 27.1 5.0

36.3 5.8

39.4 5.2

34.8 5.3

54.2 4.7

40.0 5.1

6.3 5.0 21.6 8.8 4.5 7.4 5.6 8.7

5.6 3.9 16.6 8.7 4.2 6.7 6.4 5.9

6.7 5.2 16.2 8.1 3.6 4.9 4.6 6.1

6.2 4.7 17.9 8.5 4.0 6.3 5.5 6.8

2.9 2.6 13.6 5.7 4.1 3.7 4.0 4.5

5.3 4.1 16.7 7.8 4.1 5.6 5.1 6.2

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

100.0

Source: M. Robles, Canasta Básica de Alimentos y Línea de Pobreza: Datos de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98, DGEEC-MECOVI, enero de 2000.

Analysis of food consumption patterns of population in each reference population group yielded the basic food basket for each location (See Annex Table 1). Extreme poverty lines were obtained by applying median unit prices to the basic food basket. For Central urban areas and rest urban areas, the basic food basket of all other urban areas that corresponds to the 14-43 percentiles was used in conjunction with the median prices in each sector to construct their respective extreme poverty lines. In September 1999, the overall extreme poverty line was given by 77,190 Guarani (about US$26.9)/ person/month.4 4 Extreme poverty lines of Paraguay’s neighbors are significantl y higher. Holding the nutritional contents constant, the extreme poverty line for Montevideo of US$72.4 in 1998 was about 1.9 times higher and that for the Metropolitan Buenos Aires of US$55.5 was 1.5 times higher than for Metropolitan Asuncion.

It should be noted that the extreme poverty line for the Metropolitan Asuncion is substantially (by 94%) higher than for rural areas.5 Finally, poverty lines resulted when allowances for non-foods were added to the extreme poverty lines according to the non-food share of the reference population group in each sample domain by multiplying the inverse of its Engel coefficient (Table 4).

5 There are some explanations for this. First, the overall caloric intakes in rural areas are generally higher than in urban areas, probably reflecting the requirements for doing hard labor in agricultural activities. So scaling them down to the population average would reduce the value of basic food basket there. Second, the basic food basket in rural areas contains more cereals and more unprocessed food items than the urban baskets (See Annex Table 1), and their prices in rural areas are likely to be lower, depressing the value of the rural food basket.


A Profile of Poverty in Paraguay

51

Table 4: Poverty Lines in Paraguay, 1999 Sample Domain

Extreme Poverty Lines

Poverty Lines

Implicit Engel Coefficient

Average Household Size

Overall Asuncion city Central urban area Other urban area Rural area

(September 1999, Guarani/person/month) 77,190 149,013 105,995 235,359 104,809 232,981 79,549 145,412 54,745 87,269

0.543 0.468 0.468 0.565 0.644

4.66 4.18 4.49 4.43 4.66

Overall Asuncion city Central urban area Other urban area Rural area

(September 1999, US$/person/month) 26.9 49.7 37.8 80.7 37.3 79.9 28.3 50.2 19.5 30.3

0.543 0.468 0.468 0.565 0.644

— — — — —

Source: M. Robles, Canasta Básica de Alimentos y Línea de Pobreza: Datos de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98, DGEEC-MECOVI, enero de 2000. Note: Poverty lines were updated to September 1999 figure using the food and non-food CPIs from the Paraguayan Central Bank.

C. DIMENSIONS OF PORVERTY Given the extended recession it is hardly surprising that poverty has risen since 1995. As we will see in what follows, the incidence of poverty in Paraguay has increased in recent years following dismal economic performance. But what is striking is the apparent dualism in the country. In spite of an extended period of stagnant economic growth performance, the urban sectors, particularly the people living in the Metropolitan Asuncion have been relatively spared the brunt of overall negative growth in per capita income growth.

Population and Demographic Dynamics During the last two decades, the structure and distribution of population in Paraguay has gone through significant

transformation. According to interpolations and projections based on the 1982 and 1992 population censuses, population growth rate is reckoned to have slowed significantly from 3.9% per annum in the 80s to 2.7% in the 90s, and it is anticipated to slow further during the coming decade (World Development Indicator 2000). As for regional distribution, the city of Asuncion experienced substantially lower growth due to its fixed city boundary throughout the last two decades. The Metropolitan Asuncion saw its population grow at an accelerated rate during the 90s, surpassing the pace of the national population growth. The 1992 census year was the watershed in urban/rural distribution, and now more people live in the urban areas than in rural areas.


52

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 5: Population Trends in Paraguay, 1982-1999 Year

Location 1982 Census

1985

1990

Overall

3,030 (100%)

3,476

4,219

Urban Area

1,295 (42.7%) 455 (15.0%)

1,579

2,052

479

520

798 (26.3%)

893

1,052

Asuncion City Metropolitan Asuncion

1992 Census

Growth rate per annum, 82-92

Growth rate per annum, 92-99

1995

1999

4,453 (100%)

4,828

5,356 (100%)

3.9

2.7

2,219 (49.8%) 529 (11.9%)

2,495

2,890 (54.0%) 558 (10.4%)

5.5

3.8

1.5

0.8

1,115 (25.0%)

1,313

1,485 (27.7%)

3.4

4.2

542

Rural Area

1,735 1,897 2,167 2,234 2,333 2,466 2.6 1.4 (57.3%) (50.2%) (46.0%) Source: DGEEC, Proyección de población paraguaya, 2000. Note: 1/ Metropolitan Asuncion includes the city of Asunción, 9 municipalities of Fernando de la Mora, Lambaré, Luque, Limpio, Mariano Roque Alonso, Ñemby, San Antonio, San Lorenzo, and Villa Elisa in Central Department, and Villa Hayes in the Presidente Hayes Department.

Among the salient facts about Paraguayan population are: (1) Growth rate of 2.7% is significantly higher than the average of 1.5% of middle income countries; (2) Demographic structure is relatively young with about 3.4% of population at the age 65 or above, much lower than the middle income countries’ average of 6.5%; (3) Still high proportion of population lives in rural areas (46% in 1999), much higher rate than other Latin American countries.

Recent Trends in Poverty With the extension of the household survey to rural areas in 1995, it has become possible to carry out poverty comparison across different locations and over time.6 Before 1995, the timeseries income data at the household level came only from the Metropolitan Asuncion Area during 1983-1993 and from only urban areas in 1994.

According to the comparative data a large part of the increase in poverty was in the countryside, and the urban sector has been relatively untouched by this rise in rural poverty. Looking at the longer time series data, we can see that poverty rate measured by household survey data has fallen steadily in the Metropolitan Asuncion in 1990s during which period the real per capita GDP decreased slightly by 4% (Table 1). Robles (2000) shows that poverty fell in the Metropolitan Asuncion from 29.7% in 1990 to 19.6% and 16.9% in 1995 and 1997/98, respectively, until there was reversal in decline in poverty to 21.3% in 1999. The overall urban poverty rate stayed rather constant between 1995 (23.7%) to 1997/98 (23.1%) despite the continuing recession, but edged up to 26.7% in 1999. In rural areas, poverty rate rose sharply from 37.2% in 1995 to 42.5% in 1997/98, and stayed up at 42.0% in 1999. 6 While consumption poverty is an important dimension of poverty worth looking at, the consumption data was available only for the 1997/98 data. Therefore, poverty comparison is based on income poverty defined as those individuals whose incomes fall below poverty lines.


A Profile of Poverty in Paraguay

In actual numbers, there were 1.5 million poor in 1995, among whom 670,000 were extremely poor. In 1999, the number of the poor population increased to 1.8 million, of which 830,000 were the extremely poor. During this period, the number of the extremely poor increased by 160,000 and the number of the poor by 350,000. Of those net increases of 160,000 in the extremely poor persons, increase of 150,000 took place in rural areas, thereby increasing the rural share among the extremely poor from 75% to 79%. On the other hand, the proportion of the poor in rural areas stayed almost constant at around 59%. Considering that about 46% of population lives in rural areas and high incidence of poverty there, rural Paraguay is where a majority of the poor lives, in particular the extremely poor. As discussed in another chapter, this pattern of changes in poverty is consistent with other evidence that supports the worsening in rural poverty in recent years, and with the crisis in the peasant economy. Anyhow, this

53

suggests that any solution to the poverty problem has to pay particular attention to the rural poor. One of the difficulties in understanding poverty trends in Paraguay is the apparent inconsistency between the evidence given by the micro-data and the macroeconomic performance. In particular, the longterm trend in poverty in the Metropolitan Asuncion is far from what one would anticipate from the real per capita GDP. The incidence of poverty might ride the business cycle in an asymmetrical manner between the urban and rural areas, with urban poverty rising less than rural poverty during the recession and the urban area recovering faster during the boom cycle (Morley 1997). It is also possible that the terms of trade might have moved in favor of the Metropolitan Asuncion against the rural areas with an extended period of vibrant informal sector activities in urban areas and chronically unfavorable movement of agricultural commodity prices.

Table 6: Recent Trends in Poverty by Location, 1995-1999 Headcount of Poverty Year Headcount of Poverty

1995

1996

Extremely Poor Overall Urban Area Metropolitan Asuncion Other Urban Area Rural Area

13.9 6.8 3.1 9.7 21.4

— 4.9 2.0 7.3 —

17.3 7.3 2.1 11.7 28.9

15.5 6.1 2.5 9.3 26.5

30.3 23.7 19.6 27.1 37.2 102.5

— 21.2 19.5 22.2 — 101.1

32.1 23.1 16.9 28.5 42.5 99.6

33.7 26.7 21.3 31.5 42.0 96.0

Poor Overall Urban Area Metropolitan Asuncion Other Urban Area Rural Area Real Per Capita GDP (1990=100)

1997/98

1999

Sources: DGEEC, Encuesta de Hogares, 1994, 1995, 1996; Encuesta Integrada de Hogares, 1997/98, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


54

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Box 1: Changes in Income Underreporting, 1995-1999 Between 1995 and 1999 according to the surveys average real per capita income rose by 1%. But over those same years according to the national accounts non-agricultural real income fell by about 6.5%. This 7.5% difference between the two estimates of income makes a big difference to the poverty estimates because so many of the poor are clustered around the poverty line. We suspect that one of the possible answers to this puzzle of inconsistency between the macroeconomic data and the micro-data from the household surveys might reside in the changes in the degree of underreporting of income in the household survey. Over time there have been substantial improvements in the data collection and the accuracy of the surveys in Paraguay. With the establishment of the permanent survey program, interview skills of the survey takers have improved. In particular, with Paraguay’s participation in the MECOVI program, improvements in survey questionnaire and fieldwork could have contributed to garnering more accurate income data, leading to significant reduction in underreporting of income between 1995 and 1999. While this is not to say that the national accounts are necessarily correct, poverty estimates made under the assumption of 7.5% across-the-board reduction in real income in household survey should provide a reasonable upper bound of what poverty rates might have been, had there been no changes in the degree of income underreporting between 1995-1999. Comparison of poverty estimates with 7.5% reduction in income 1995-1999 % Poor Overall Urban Metro Asuncion Other urban Rural

1995 Ext. Poor Poor 13.9 6.8 3.1 9.7 21.4

1999 (w/o corrections) Ext. Poor Poor

30.3 23.7 19.6 27.1 37.2

Distribution of Poverty Distribution of poverty shows a highly uneven pattern by location. While poverty in Paraguay is predominantly a rural phenomenon, it is becoming increasingly so with time. There are significant regional variations in poverty. Analysis shows that there are indeed some deep pockets of poverty.

15.5 6.1 2.5 9.3 26.5

33.7 26.7 21.3 31.5 42.0

1999 (w/corrections) Ext. Poor Poor 17.2 7.2 3.8 10.2 28.9

37.4 30.5 24.6 35.9 45.2

- Incidence, Depth and Severity of Poverty One of the most important realities of poverty in Paraguay is how much of it is concentrated in the rural area. As we have seen above, the latest data show that even though less than half of Paraguay’s population lives in countryside, about 60% of the poor are


55

A Profile of Poverty in Paraguay

rural (See Table 7). Using the disposable income in the 1997/98 household survey data, Robles (2000) shows that the concentration of poverty in rural areas is particularly true for those who do not cover the cost of minimum food consumption (extremely poor). Over three-fourths of extreme poverty is rural even though less than half of Paraguay’s population lives in rural areas. Another dimension of poverty in rural areas is that, not only rural population suffers from higher likelihood of being poor, but the depth and severity of manifestation of poverty takes on more extreme forms when they become poor. As Table 7 shows, as measured by the distance of income of the poor from poverty lines, rural poor contributed about two-thirds of the overall severity of poverty (FGT a=2) whereas their population share is only 46% in 1999. All these are the real causes for concern, and should explain the increasing desperation felt

in the rural sector of the Paraguayan economy with increasing frequency. - Regional Poverty There are important regional differences in poverty. As shown in Table 8, poverty rates are substantially higher in areas in the central region (44.5%) along the corridor from Asuncion to Ciudad del Este, in the northern region (61.5%), and in the North-east region (38.9%). On the other hand, poverty rate of the capital region, which is home for 40% of Paraguayans, is only 22.8%. The contrast is starker for extreme poverty, and more so for the rural areas of these regions. For instance, rural areas of the central and northern regions account for 54% share of the extremely poor, while only 22% of Paraguayans live there. Poverty rates are below the national average in the South-eastern region that is made up of Alto Paraná and Itapúa Departments, two of the most productive departments.

Table 7: Incidence, Depth and Severity of Poverty and Contributions by Location, 1999 Location

Poverty Measures Poverty Poverty Severity of Headcount Gap Poverty P0 P1 P2

Contributions Income Poverty Poverty Gap Headcount Gap P0 (%) P1 (%)

Severity of Poverty P2 (%)

Population Share (1999)

Overall

33.7

14.1

8.0

41.9

100.0

100.0

100.0

100.0

Urban Asuncion City Central Urban Rest Urban

26.7 15.1 30.4 28.7

8.9 4.6 9.1 10.6

4.3 2.1 3.9 5.7

33.3 30.2 30.1 36.9

42.6 4.7 18.0 19.9

42.9 7.6 14.3 20.7

33.9 3.4 12.9 17.6

53.7 10.5 18.5 24.7

Rural

42.0

20.2

12.4

48.2

57.4

57.1

66.1

46.3

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: P0=FGT (a=0), P1= FGT (a=1), and P2= FGT (a=2).


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 8: Poverty Rate by Region, 1999

Region

Poverty Headcount Extremely Poor Poor

Population Share

% Contributions to Poverty Extremely Poor Poor

Overall 1. Capital region 2. Central region 3. North 4. North-east 5. South-east 6. South-west 7. Chaco

15.5 2.9 25.6 41.9 22.3 16.1 9.8 16.2

33.7 22.8 44.5 61.5 38.9 31.5 26.2 20.7

100.0 40.5 17.0 12.0 4.3 20.3 4.1 1.8

100.0 7.6 28.1 32.5 6.2 21.1 2.6 1.9

100.0 27.4 22.4 22.0 5.0 19.0 3.2 1.1

Urban 1. Capital region 2. Central region 3. North 4. North-east 5. South-east 6. South-west 7. Chaco

6.1 2.6 9.6 20.3 5.4 10.9 9.5 15.0

26.7 25.2 30.4 45.7 21.6 27.4 23.8 15.0

53.9 32.4 4.2 2.7 1.8 9.3 2.7 0.8

21.1 5.3 2.6 3.6 0.6 6.5 1.6 0.8

42.6 24.2 3.8 3.7 1.1 7.6 1.9 0.4

Rural 1. Capital region 2. Central region 3. North 4. North-east 5. South-east 6. South-west 7. Chaco

26.5 4.4 30.9 48.3 34.0 20.5 10.5 17.2

42.0 13.5 49.1 66.2 50.9 35.0 30.5 25.8

46.1 8.1 12.8 9.3 2.5 11.0 1.4 0.9

78.9 2.3 25.5 28.9 5.6 14.5 1.0 1.0

57.4 3.2 18.6 18.2 3.8 11.4 1.3 0.7

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: 1/ Since there is no official definition of regions in Paraguay, the regional grouping used here is necessarily arbitrary. Included in each regional group are: (1) Asuncion city, and its surrounding Central and Cordillera departments; (2) Caaguazú, Caazapa, Guaira, and Paraguari departments; (3) Concepción, San Pedro departments; (4) Amambay and Canindeyu departments; (5) Alto Paraná and Itapúa departments; (6) Neembucu and Misiones departments; and (7) Alto Paraguay and Presidente Hayes departments.


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A Profile of Poverty in Paraguay

D. A PROFILE OF POVERTY In the previous section, the main concerns about poverty problems in Paraguay have been see as that: (i) there is a high incidence of poverty in rural areas, (ii) the depth of poverty has become more acute with a prolonged period of recession, and (iii) the official statistics on poverty probably understates the severity of poverty problem, in particular the most recent poverty phenomenon. In order to gain more insights into the anatomy of poverty among the Paraguayan population, we will take a look here at a snapshot of the detailed characteristics of the poor in terms of demographics, education, health, migration experiences, and employment status.7

Characteristics of the Poor - Family Size and Composition Analysis shows that there is correlation between certain household characteristics and poverty. The poor families have more children and larger families in Paraguay as in other countries. In the case of rural families, the extremely poor families are on the average about 2.5 persons larger than the non-poor. When we look closer into family composition, the poorer households tend to be younger and more so in rural areas, and they have more children than their non-poor counterparts.

Table 9: Demographic Characteristics of Population by Poverty Group, 1999 Household Characteristics

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Average Family Size

5.6

5.5

4.1

4.4

6.8

5.9

4.3

5.0

Total No. of children aged 0 to 17 No. of children of ages 0 to 5 No. of children of ages 6 to 11 No. of children of ages 12 to 14 No. of children of ages 15 to 17

3.2 1.3 1.2 0.4 0.3

3.0 1.1 1.1 0.4 0.4

1.6 0.5 0.5 0.3 0.3

1.9 0.6 0.7 0.3 0.3

4.2 1.6 1.5 0.6 0.5

3.4 1.1 1.3 0.6 0.5

1.9 0.6 0.7 0.3 0.3

2.6 0.9 0.9 0.4 0.4

Age of Household Head

44.0

42.8

45.9

45.3

44.7

46.2

47.8

47.0

Marital Status of Household Head Married (%) Cohabitation w/o Marriage (%)

42.3 28.4

46.8 34.3

56.7 16.6

54.6 19.5

64.2 24.1

61.7 22.6

61.7 16.9

62.2 19.1

Female Headed Household (%)

32.8

27.0

27.0

27.3

12.0

19.8

22.5

20.1

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. 7 There are two recent studies of poverty that give us a good idea of the characteristics and location of the poor. The most recent study is Robles (2000), based on the 1997/ 98 and the 1995 surveys, both of which have a national coverage. A previous paper by Lee, Mejia and Vos (1997) is based on the 1995 survey, which was the first to contain

national as opposed to urban data. When used in conjunction with the Robles poverty profiles for 1997/98, it provides a useful basis for the analysis of changes in characteristics of the poor over the last four years. This study draws on indepth analyses of the most up-to-date data from the 1999 Permanent Household Survey.


58

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

- Gender and Poverty As for female headship, there is a dichotomy between rural and urban areas. In urban areas, about a third of households are headed by females among the extremely poor, whereas only one-fourth of households are so among the moderately poor and the non-poor. In rural areas the overall rate of female headship is lower than in urban areas, and the percentage of households headed by women are lowest among the extremely poor. - Age and Poverty Poorer families tend to have more children and are more likely to be headed by younger household heads. Since households with more children tend to be larger, other things equal, the very definition of welfare by per capita income will rank larger families lower in welfare and higher in poverty incidence.

As Table 9 shows, household heads are younger in the poorer families with the average age of rural heads about 2 years more than their urban counterparts. Dispersion of age difference by income is more pronounced in rural areas. For instance, while the non-poor heads are about two years older than the extremely poor heads in urban areas, the difference in rural areas is four years. This might be because the younger rural families decide to migrate to urban areas. Table 10 presents a dramatic picture of deep child poverty in Paraguay. Close to 45% of children under 15 are in poverty, and more than one out of five children under 15 are in extreme poverty. In rural areas, in particular, more than half of children in th e same age category fall through the crack of poverty. Even in urban areas, one out of three children under 15 are growing up in poverty.

Table 10: Poverty Rate by Age Group and Area, 1999 Age Group

Overall 0-4 5-14 Subtotal, 0-14 15-24 25-39 40-64 Subtotal, 15-64 65 & older

Urban Area % Extremely % Poor Poor 6.1 9.5 8.3 8.4 4.8 4.7 4.2 4.6 4.2

Rural Area % Extremely % Poor Poor

26.7 37.8 35.1 36.0 22.4 24.1 18.1 21.7 16.3

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

26.5 35.8 32.1 33.2 23.4 22.7 19.4 21.8 14.8

42.0 52.7 50.2 51.0 37.8 37.3 31.8 35.6 26.6

Overall % Extremely % Poor Poor 15.5 22.4 20.6 21.2 12.9 11.8 11.1 12.0 9.2

33.7 45.1 42.9 43.6 29.1 29.3 24.3 27.7 21.1


A Profile of Poverty in Paraguay

59

Education and Poverty Analysis of correlation between education and poverty reveals an enormous set of challenges that face Paraguay. There are huge education deficits in terms of educated human capital stock. The pipeline of education system becomes more and more dwindling as children advance through the system. There is a de facto ceiling in advancement against which a large number of the poor bump, frustrating efforts to improve their lot. There is a serious coverage issue, in particular in the secondary education. What resources the education system absorbs do not seem to be utilized in an efficient manner to produce education. And systemic inefficiency seems to engender repetition and dropouts, resulting in very low coverage at more advanced grades. Failure of the education system affect the poorer population disproportionately more, making their hope of escaping from poverty even more difficult. In what follows, we will make attempts to substantiate these. - Schooling and Poverty Table 11 shows that the overall level of educational attainment in Paraguay is very low. On the average, household heads and adult population did not even completed 6 years of primary school. There is a significant correlation between the distribution of education attainment and income. However, what is striking is a very low level of schooling among the extremely poor

segment of the population in both rural and urban areas. In particular, a typical adult in the extreme poverty would find himself with less than 4 years of schooling. Since the average years of schooling in rural areas is about 4.1 years, those who dropout are not waiting until the last years of primary school. Given low level of schooling, literacy rate among adult population is quite high at about 90%. When we look at more detailed level of education received by the household heads, close to 70% of rural household heads had either no education at all or dropped out of primary school. Among the extremely poor, this proportion goes up to almost 80%. Even though urban household heads fare much better than their rural counterparts, only 14% of them have completed the secondary education more. Within each area, the poor, in particular the extremely poor household heads received much less schooling. - Mother’s Education and Poverty Looking at mothers’ educational attainment, we see that mothers in the poor families hardly had any secondary education schooling. Table 12 also shows that what secondary and tertiary education the mothers had went to the non-poor residing in urban areas. In brief, mothers in poor families received almost no education at the secondary and tertiary level.


60

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 11: Schooling, Education Level and Poverty, 1999 Schooling & Education Level

Years of Schooling among Household Heads Mothers 1/ Adult Population of Age 18 & Up - Female (Age 18 & Up) - Male (Age 18 & Up)

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

4.3 2.8 4.3 4.0 4.8

5.5 3.5 5.6 5.4 5.8

7.5 5.2 7.9 7.7 8.2

7.0 4.6 7.3 7.1 7.6

3.4 2.5 3.7 3.4 3.9

3.7 2.8 3.8 3.7 4.0

4.4 3.6 4.7 4.5 5.0

4.1 3.2 4.4 4.1 4.6

84.2

92.9

96.2

95.1

76.0

80.2

85.0

82.5

Education Level of Household Heads No Education (%) 10.6 Primary Incomplete (%) 47.9 Primary Completed (%) 40.9 Secondary Completed (%) 0.7 Tertiary Completed (%) 0.0

5.3 34.3 58.8 1.1 0.5

2.1 28.9 50.8 8.0 10.2

3.1 30.9 51.7 6.4 7.9

13.6 64.0 22.4 0.0 0.0

11.0 61.1 27.9 0.0 0.0

10.3 52.6 34.9 1.6 0.7

11.0 56.1 31.4 1.1 0.5

% Able to Read and Write Among Adult Population

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: 1/ This category includes both female heads and dependent mothers.

Table 12: Mother’s Education and Poverty, 1999

Mothers’ Education

Education Level of Mothers No Education (%) Primary Incomplete (%) Primary Completed (%) Secondary Completed (%) Tertiary Completed (%)

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

37.3 37.7 24.6 0.2 0.2

31.8 33.7 33.7 0.7 0.2

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

23.8 28.9 37.1 5.5 4.7

Total

26.8 30.8 35.3 3.9 3.2

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

38.5 43.8 17.7 0.1 0.0

33.4 46.0 20.6 0.1 0.0

27.1 40.3 30.6 1.7 0.3

Total

31.4 42.2 25.2 0.9 0.2


61

A Profile of Poverty in Paraguay

- School Attendance and Poverty One quite striking and important pattern in Paraguay is that the percentage of children in school age cohorts among the poor differs hardly at all from the rest of the population, even in the rural area. That is especially true in primary school where 90% of the children of the urban extremely poor and 94% of the rural extremely poor are attending school (See Table 13). This pattern extends even to high school aged children, which is a pattern that is strikingly different from that in other countries, albeit at lower attendance rates. It should be cautioned, however, that high rate of repetition could serious distort the picture on school attendance pattern, since many students are in the wrong grades for their ages. Improving the efficiency in education service delivery should be an integral part of development agenda in Paraguay. In order to gain additional insights into the demand side of education production function, tabulation was made as to the reasons for not attending

school among the secondary school children of age cohort 12-17. Not surprisingly, economic factors stand out among the major reasons for not going to school, such as the children’s households not having sufficient resources to support them and the need to work. Combined these two reasons made up about 60% of the responses in both urban and rural areas. Children of the poorer families cited lack of resources more than their non-poor counterpart whereas the non-poor children cited the need to work more often than their poor counterpart. Across different locations and income classes, children who did not want to study constituted a significant block of about 15% of the respective subgroups. In rural areas remoteness of schools was a more relevant hindrance to children’s school attendance. It is interesting to note that not many children of the secondary education age cohort (only about 1.5%) considered access to education services to be particularly expensive.

Table 13: School Attendance and Reasons for No Attendance by Age Group and Poverty, 1999 School Attendance

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

% Attendance (7-11 years)

90.1

97.5

99.1

97.9

93.5

93.9

96.3

94.9

% Attendance (12-17 years)

74.9

82.4

85.6

84.2

60.0

63.4

71.7

67.3

55.9 5.1 10.3 12.1 0.0 8.6

53.7 9.3 1.3 15.0 2.1 4.7

39.0 21.5 3.9 19.4 5.5 0.9

44.4 16.8 3.9 17.6 4.1 2.6

56.5 3.1 14.6 15.6 2.4 0.8

58.3 4.6 12.2 10.6 0.8 1.4

41.1 12.6 15.2 14.2 2.9 3.4

49.2 8.1 14.4 14.0 2.3 2.2

Reasons for not Attending School among Age Cohort 12-17 No resources in households Need to work School not close by No desire to study Family problems Being sick

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


62

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

However, if we look closer at what grade children of each individual age cohort are attending, a far different story emerges from the aggregate picture (See Table 14). The analysis reveals serious problems facing the education system in Paraguay. First, while the primary school may look to be performing admirably in terms of gross enrollments point of view, progressively increasing incidence of students being in the wrong grade results in waste use of scarce education resources in the primary education stage. During the primary school, the number of students in the right grade decreased as children progress to more advanced grades. By the time when children reach 12 years of age, about 40% of those attending schools are in the wrong grade most likely due to

repetition. Some proportion of students in the wrong grades might have started their education at later age than their peers. However, it is difficult to imagine that any meaningful learning could take place among those grade repeaters. This also provides strong evidence that there are serious problems with the quality of education. A natural corollary of the vicious circle of repetition, low education quality, and lack of learning would be eventual dropouts. This kind of dynamics unfolds in a dramatic way around the end of the lower cycle of the secondary school. By the age 17 and 18, less than 50% children remain in the school system. The end result is a very low coverage at the secondary education level.

Table 14: School Attendance by Age Cohorts of 6-18, 1999 Level/Grade TOTAL

6

7

8

9

10

100%

100%

Age Cohort of Students 11 12 13 100%

100%

100%

15

16

17

18

100%

100%

100% 100%

100%

100%

100%

Not Attending

61.7

28.7

10.8

6.8

6.5

4.1

6.0

12.7

17.5

31.2

38.7

47.3

50.1

Attending

38.3

71.3

89.2

93.2

93.5

95.9

94.0

87.3

82.5

68.8

61.3

52.7

49.9

Primary 1st grade 2nd grade 3rd grade 4th grade 5th grade 6th grade

38.3 32.8 5.4 0.1 0.0 0.0 0.0

71.3 26.2 41.2 3.9 0.0 0.0 0.0

89.2 9.2 40.3 36.1 3.6 0.0 0.0

93.2 3.9 15.1 38.4 31.2 4.6 0.0

93.4 0.4 8.0 20.2 35.5 25.5 3.8

92.7 0.4 5.7 7.5 17.2 38.5 23.4

77.1 0.0 1.8 5.5 13.6 17.5 38.7

40.3 0.0 0.6 1.6 6.0 12.7 19.4

25.9 0.0 0.0 1.1 3.3 8.9 12.6

9.0 0.0 0.1 1.3 1.4 1.6 4.6

2.0 0.0 0.3 0.3 0.5 0.4 0.5

1.8 0.0 0.2 0.0 0.5 0.2 0.9

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

Secondary 1st grade 2nd grade 3rd grade 4th grade 5th grade 6th grade

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

0.1 0.1 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

3.2 3.2 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0

16.9 15.8 1.0 0.1 0.0 0.0 0.0

47.0 35.9 6.8 4.2 0.1 0.0 0.0

56.6 18.1 28.6 8.2 1.5 0.2 0.0

59.8 12.4 12.9 23.5 9.5 1.5 0.0

59.3 3.7 6.6 13.8 21.9 11.7 1.6

50.5 2.3 2.6 8.5 12.3 17.1 7.7

44.9 0.6 1.5 2.2 5.0 14.4 21.2

Tertiary

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.0

0.4

5.0

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

100%

14


A Profile of Poverty in Paraguay

A decomposition exercise of school attendance by poverty groups reveals that inefficiencies of the school system affects students from different income class differently. As Table 15 indicates, students from the poor families fare much worse in their progression to the right grade. For instance, by the aged 16, students from the non-poor households are six times more likely to have progressed to the right grade than their counterparts from the extremely poor households. In the upper cycle of secondary schools, less than 10% of students from the extremely poor families are like to be in the right grades.

63

speaking counterparts. Speaking mostly Guarani in their household is a predictor of high poverty incidence in both urban and rural areas. Looking at the other way, 94% of the extremely poor in rural area use only Guarani in their home as a principal means of communication. The proportions are smaller in the cities, but even there two-thirds of those in the extremely poor are Guarani-only speakers, compared to 15% who are Spanish only speakers. Since Paraguay is predominantly a bilingual society, even those who speak Guarani in their households will have some command of Spanish. As Table 17 shows, however, Guarani-only speaking is highly correlated with low education attainment (i.e., less than 4 years of schooling), and might be a strong indication of functional illiteracy in Spanish, which should be a severe handicap in economic activity. It could be both the cause and the effect of poverty. In a majority of poor families, daily conversation takes place only in Guarani. Failure of the poor to gain literacy and proficiency in Spanish then

Language, Ethnicity, Schooling and Poverty Paraguay is a bilingual country. But poverty is by and large not bilingual. Rather it is concentrated among those who speak only Guarani, particularly so in the rural areas (Lee, Mejia and Vos, 1997). As Table 16 indicates, population who mostly speak only Guarani in their household is substantially more likely to be poorer than their bilingual or Spanish-only

Table 15: Age-Grade Progression by Poverty Group 6-18, 1999 Poverty Group Overall Extremely Poor Poor Non-poor

% Age Cohort that Progressed to the Right Grade 6

— — — —

7

71.2 55.5 67.7 79.2

8

9

10

11

12

13

14

15

16

80.0 67.2 78.2 84.8

74.2 60.5 74.5 80.0

64.9 53.8 54.9 72.6

65.1 51.9 65.3 69.5

55.6 34.0 52.3 64.7

46.9 28.8 35.0 55.6

38.5 19.1 27.3 46.9

34.5 14.3 25.8 41.9

35.2 8.2 29.1 42.0

17

18

25.1 26.3 7.1 3.1 23.0 12.2 29.5 33.0

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: Since there are overlap of ages of students who advance in grade with normal grade progression, each age includes at least two grade levels in its definition of right grade. For instance, students of age 10 are classified to be progressing to the right grade if he/she is in grade 4 and up.


64

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 16: Poverty Rate by Principal Language and Area, 1999 By Language Mostly Spoken in the Household Overall Poverty Rate Guarani Only Bilingual, Spanish and Gu arani Spanish Only Other Language

Urban Area % Extremely % Poor Poor 5.6 13.7 2.7 2.0 8.6

Rural Area % Extremely % Poor Poor

25.1 39.3 21.5 18.2 19.2

25.0 31.2 5.8 1.4 10.6

Overall % Extremely % Poor Poor

40.8 48.8 13.1 8.0 20.2

14.5 25.9 3.4 1.9 10.3

32.0 45.9 19.5 17.0 20.0

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

Table 17: Principal Language and Schooling by Poverty Group, 1999 Language Mostly Spoken in the Household % Distribution Guarani Only Bilingual, Spanish and Guarani Spanish Only Other Language

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

68.5 14.9 14.8 1.8

36.3 29.3 33.7 0.7

22.4 31.9 44.4 1.3

27.7 30.5 40.6 1.2

94.0 2.6 0.3 3.1

87.5 5.3 2.7 4.5

64.7 16.1 9.6 9.6

75.5 11.1 6.2 7.2

4.3 3.8 5.6 6.9 3.8

5.6 4.7 5.9 6.9 4.5

7.9 5.2 7.5 10.7 6.6

7.3 4.9 7.2 10.1 6.2

3.7 3.7 4.2 3.9 2.1

3.8 3.9 5.1 4.4 2.4

4.7 4.3 6.3 7.1 4.3

4.4 4.1 6.2 7.0 3.9

Years of schooling (18 & over) Overall Guarani Only Bilingual, Spanish and Guarani Spanish Only Other Language

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

could be another mechanism to transmit poverty from one generation to another. Education might offer one way to break this particular manifestation of the intergenerational transmission of poverty. But the technical issues of bilingual education are extremely difficult and controversial. It is not clear how much progress is being made in this area.

Health and Poverty This section provides some evidence on the correlation between individuals’

health behavior and poverty, as they relate to ways to protect themselves from the probability of morbidity and how to cope with the situations of illness as they arise. The incidence of morbidity among individuals as reported as falling ill during the last three months prior to the survey is shown somewhat higher in rural than urban area. There is no significant difference in incidence of morbidity across income class. When the poor fall ill, they lose more time that otherwise could have been dedicated to productive activities than


A Profile of Poverty in Paraguay

the non-poor. Moreover, the poor are far less prepared to cope with adverse shocks. For instance, the percentage

65

of households that has medical coverage, either private or public, is very small among the extremely poor.

Table 18: Morbidity, Insurance and Poverty, 1997/98 Morbidity and Insurance

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

% of individuals who fell sick during the last three months 1/

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

33.1

33.3

32.0

32.3

38.5

38.9

36.7

36.8

Number of days lost due to sickness during the last three months 10.9

12.8

7.7

8.5

13.6

11.7

9.9

10.9

% of households with a member that has private medical insurance policy

0.6

2.3

18.9

15.7

0.5

0.9

3.6

2.6

% of households with members that has public medical insurance policy

3.7

14.1

32.0

28.2

1.4

2.5

16.7

11.7

Source: M. Robles, “Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay, 1997/98”, DGEEC-MECOVI, 2000. Note: 1/ The data on the incidence of morbidity come from the 1999 Permanent Household Survey. All the other data come from the 1997/98 survey as reported in M. Robles (2000).

Table 19: Reasons for Not Seeking Medical Attention by Poverty Group, 1999 Not Seeking Medical Attention

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

% of Those Sick or in Accidents Not 57.8 Seeking Medical Attention 1/

45.5

39.5

41.9

73.3

69.4

54.3

61.6

Reasons for Not Seeking Medical Attention Pain not serious No attention facility close-by Attention expensive Providing self-care Other 2/

17.3 0.0 7.6 72.5 2.6

22.0 0.1 4.7 70.1 3.1

20.2 0.0 6.8 70.0 3.0

10.1 6.6 17.6 65.4 0.3

16.1 2.3 14.6 66.7 0.3

16.9 2.9 16.9 61.3 2.0

14.7 3.9 16.7 63.5 1.2

14.1 0.0 22.0 63.3 0.6

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: 1/ The percentage of individuals who have been in accident in the last three months is less than 1%. 2/ The other category includes due to bad attention, no time to visit medical facilities, etc.


66

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 20: To Whom to See for Medical Attention During Last Illness by Poverty Group, 1999 Medical Attention

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Whom did you see for medical attention last time when you were sick during the last three months Medical doctor 82.1 Nurse 3.1 Pharmacist 4.8 Curandero (traditional medicine) 9.5 Other 1/ 0.5

89.1 0.6 3.8 5.4 1.1

93.8 0.5 3.5 1.6 0.6

Total

92.4 0.6 3.6 2.7 0.7

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

37.6 16.8 11.5 27.7 6.4

63.6 6.9 5.9 22.6 1.0

72.8 5.4 7.2 12.0 2.6

Total

65.4 7.6 7.8 16.2 3.0

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: 1/ The other category includes due to bad attention, no time to visit medical facilities, etc.

Table 21: Place of Medical Attention During Last Illness by Poverty Group, 1999 Medical Attention

Where did you go for medical attention last time when you were sick during the last three months Paraguay Social Security Institute Public Hospital Health Center Health Post Private Hospital Pharrmacy or Dispensary Curandero (traditional medicine) Other 1/

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

2.8 10.6 37.0 2.6 19.9 11.2 9.5 6.4

18.6 14.6 26.9 1.6 23.1 5.4 5.4 4.4

22.3 6.4 13.9 0.4 43.0 4.3 1.6 8.2

Total

20.7 8.2 17.5 0.7 38.0 4.8 2.7 7.4

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

0.2 5.4 23.1 12.5 11.6 12.0 28.2 6.4

3.8 6.3 33.6 7.0 15.1 6.9 21.9 5.4

12.2 7.2 23.2 5.7 27.9 7.4 11.5 4.9

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. Note: 1/ Other category includes military sanitorium, policy sanitorium, own home, other private home, etc.

Total

9.0 6.8 24.5 7.0 23.4 8.1 15.7 5.5


A Profile of Poverty in Paraguay

When the poor fall ill, they are significantly less likely to seek medical attention, especially among the rural poor. High medical expenses are cited as a more improtant factor deterring medical attention seeking in the rural than in urban area. However, it is being considered as an important deterrent among the extremely poor in urban area. As Table 20 shows, when the Paraguayans fall ill, the predominant means of seeking medical attention is to see medical doctors, which reach more than 90% in the urban area. Even in the rural area, 65% of those who were either sick or in accident saw medical doctors. The extremely poor’s access to the Social Security (IPS) is very limited. Not surprisingly, more traditional medicine is practiced in the rural area, and more so among the poor. Curanderos are not widely practiced in the urban area. However, medical attention by Curanderos there reaches 10% among the extremely poor.

Labor Market, Employment and Poverty At the heart of the poverty and distribution problem in Paraguay is the inability of the economy to create enough productive employment to absorb the outflow of workers from agriculture. The result has been a serious rise in open unemployment,

67

underemployment and an expansion of the informal and services sectors. Part of this of course is the natural result of four years of recession and a decade of stagnation. But the structural problems of employment creation go deeper than simply restoring growth, important as that is. Paraguay’s main sources of foreign exchange, soy and royalties from power generation do not generate much employment. But they do dominate the traded goods sectors. As in other natural resource dependent economies in the region, the labor force is pushed into the services sectors. That has two effects, both harmful. On the one hand most of the work in that sector in Paraguay is low productivity, low wage work in the informal sector. On the other hand, the government itself has become a significant source of employment, some part of which may be political patronage rather than a justifiable expansion of government services. Table 22 clearly shows the very large shift of the labor force from the primary sector to services and commerce. Significantly manufacturing has shrunk during the process. In addition, in the 1990s, construction, which was an important absorber of labor earlier, also shrinks in size. What one has for the 1990s is a labor market with shrinking opportunities either in agriculture or construction, two key sectors for jobs for unskilled, manual labor.


68

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 22: Changes in Composition of the Labor Force Sector of Activity

1972

1992

1997/8

Agriculture Manufacturing Transport and Communications Commerce Services Others

49.6 13.8 2.8 7.9 16.5 9.4

35.4 12.4 3.3 13.8 20.0 15.1

27.5 12.3 4.0 23.8 25.8 6.6

Source: Borda, table 6. Note: Other includes construction, mining and first time unemployed. Government is part of services.

- Recent Performance of Labor Market A recent Census Bureau publication shows clearly the dimensions of the employment problem in Paraguay. (See DGEEC Sector Informal, p.10). In 1997/8 the urban working age population was 2.2 million people. Of those, 61% or 1.3 million were in the labor force and 1.2 million were employed. The open unemployment rate was 6.9%, a rate that has risen from around 5.4% in 1995. But in addition to the open unemployment of 91,000 people another 109,000 had dropped out of the labor force because while they wanted to work they could not find jobs. If we call these disguised or hidden unemployment (desempleo oculto), we have altogether 200,000 or 14% of the urban labor force that are either unemployed or who have stopped looking for work. Open unemployment has only risen 2% since 1995 which is not a large number considering the recession. But that is mainly because the big increase has been in desempleo oculto. It has risen from less than 3% in 1995 to over 8% in 1998. (DGEEC, Sector Informal, p. 23). In addition to this hidden

unemployment in the urban sector, there are an additional 129,000 discouraged workers, mainly women, in the rural sector. (Fernandez, appendix table.) The rural problem is particularly severe in the poorest regions, San Pedro and Caaguazu. (Fernandez, p. 24). According to the latest figures in 1999, unemployment rate is highest among the extremely poor in the urban area, which is three times that of the non-poor. Not surprisingly, in this stagnant job environment, many of the jobs being created are in small enterprises in the informal sector, mainly in commerce and services. In 1996 two thirds of employees worked in small enterprises (< ten employees), 28% worked for themselves, and no more than 11% worked in firms with more than fifty employees. (Borda, p14) Using Census definitions, no less 46% of those working in the urban economy in 1997/ 8 (565,000/1238,000) was in the informal sector in 1997/8. 8 8 The definition of the informal sector is own account workers, non-remunerated family workers, plus owners and workers of firms of less than five employees. (DGEEC, “Sector Informal�, p. 8.)


A Profile of Poverty in Paraguay

69

Table 23: Employment and Poverty, 1997/98 Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Unemployment rate (%) 1/

27.1

12.9

8.0

9.4

3.7

4.2

3.2

3.4

% of household head employed

62.5

76.2

82.3

80.4

88.3

88.1

84.2

85.5

Number of employed women in the household

0.42

0.50

0.85

0.79

0.34

0.38

0.58

0.50

1.3

1.6

2.0

1.9

1.9

1.8

1.8

1.9

Number of the employed in the household

Source: M. Robles, “Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay, 1997/98”, DGEEC-MECOVI, 2000. Note: 1/ The unemployment rate data is from the 1999 Permanent Household Survey.

- Employment and Poverty As Table 24 shows, about 4% of those employed are engaged in some form of agricultural economic activities in urban areas. This figure is much higher among the extremely poor urban population. In rural areas, a sizable proportion of the non-poor derives their income from off-farm activities. For instance, 12% of those in the nonpoor are engaged in manufacturing, most probably agro-processing activities. A substantial portion of rural workers is engaged in activities in the commerce and service sector.

employed in urban as well as rural areas. An interesting feature of the employment structure in Paraguay is that a significant portion of the urban labor force (8.4%) is engaged in agricultural activities. This is because a large part of urban centers are predominantly semi-urban in character and are surrounded by large tracts of rural hinterlands. In rural areas, on the other hand, while 70% of those employed are dedicated to agricultural sector, off-farm activities also are an importance source of employment.

Tables 24 and 25 confirm the conclusions of other studies (Morley 1996, Weisskoff, 1992) that the probability of being poor is closely correlated with employment in the agriculture sector and being self-

The poor are more likely to be self-employed and derive large part of their income from these economic activities, also both in rural and urban areas.


70

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 24: Employment by Industrial Sector and Poverty Group, 1999

Industrial Sector

Agriculture and Ganaderia Manufacturing & Mining Utilities Construction Commerce Transport Finance Services

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor 27.3 13.7 1.2 3.2 23.4 4.1 2.9 24.1

5.3 19.2 0.8 11.9 27.5 5.2 3.2 27.0

2.8 14.8 0.8 5.9 29.3 6.7 6.4 33.3

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

3.9 15.4 0.8 6.7 28.9 6.4 5.9 32.1

89.1 1.6 0.0 0.7 4.7 0.1 1.4 2.4

79.7 6.0 0.0 1.8 8.3 0.2 0.1 3.8

50.7 11.6 0.1 4.8 15.4 1.8 0.9 14.7

Total

62.0 9.0 0.1 3.6 12.4 1.3 0.9 11.9

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

Table 25: Employment Category and Poverty Group, 1999 Employment Category

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Wage & salaried 42.7 Owners 0.6 Self-employed 30.7 Family worker w/o pay and domestics26.0

50.2 1.9 30.1 17.9

55.5 7.3 25.1 12.2

Total

54.2 6.2 26.0 13.6

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor 8.5 0.8 50.6 40.1

13.3 0.9 52.2 33.5

30.9 4.7 44.9 19.5

Total

24.0 3.4 47.0 25.5

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.

Table 26: Main Sources of Income among the Employed by Poverty Group, 1995 Income Quintile Total

Urban Area Wages and Salaries Self-employed Income Other Income Rural Area Wages and Salaries Self-employed Income Other Income

Bottom 20%

2nd

3rd

4th

Top 20%

25.3 63.6 11.1

49.7 43.8 6.5

55.2 39.5 5.3

57.8 38.7 3.5

56.7 39.5 3.8

57.2 38.9 3.9

9.3 77.6 13.1

19.6 70.8 9.7

32.9 55.2 11.9

47.1 45.7 7.2

56.4 39.5 4.1

31.6 58.3 10.1

Source: Lee, MejĂ­a y Vos (1997), Perfil de las condiciones de vida en Paraguay, 1995.


71

A Profile of Poverty in Paraguay

- Infomal Sector and Poverty As we have seen, the informal sector comprises a large part of the urban labor market, 46% of total employment and half of all private employment. Most of the workers in the sector (82%) are in the non-traded goods component, mainly services and commerce.9 Only 18% are in industrial activities. That makes the informal sector primarily dependent on the domestic market. About half of those in sector work for themselves (cuenta propia) and another 27% work for small firms (< 5 employees). What is puzzling about the portrait of the informal sector in the most recent reports is how well those in the sector seem to be doing. That is particularly striking given that “reexports� the official euphemism for smuggling and a key activity of the informal sector, has been cut in half since 1995 by the Mercosur agreement and the devaluation in Brazil (IMF, p. 20). Beyond this specific sectoral change, if there is a rising problem of urban poverty and joblessness, one would expect that to negatively affect the informal sector. But that does not seem to have happened, at least up to 1998. According to the survey, 54% of informal sector workers earned less than the minimum wage, compared to around 30% for all urban workers. (DGEEC, p. 29, and Borda, annex 11). But that must be because many of them are either working part time, or are family members using the sector to supplement family incomes. For we find in the same report that only 24% 9 See DGEEC Sector Informal especially pages 16-20 for a more detailed profile of the sector.

of informal sector workers come from poor families, exactly the same as the poverty percentage for the entire urban population. In the commerce part of the sector which includes street vendors, only 20% are poor. The average monthly wage in the sector was 656,000 Guarani 30% higher than the average wage in the urban sector as a whole.10 This is not a sector full of impoverished family heads eking out a living selling things on the streets, an impression one might get from a quick trip down the streets of Asuncion. Informal sector workers are surprisingly well educated. 48% have completed primary school, and another 44% have completed secondary school. (DGEEC, p. 20). The evidence also says that the sector is not a source of temporary employment. Only 15% of its workers have been in the sector for less than one year. (See Table 27). This is not what one would expect in an economy in which the formal sector is not creating very many jobs and in which the urban population is growing rapidly. Nor is the pattern consistent with a big influx of rural workers fleeing hard times in agriculture. Table 27: Length of Time in Informal Sector in 1997/98 Length of Time in Informal Sector < one year 1-5 years > 5 years Unknown Total

15.2% 39.7% 42.4% 2.9% 100.0%

Source: DGEEC, Sector Informal, 2000. 10 DGEEC, Sector Informal, p. 33, and Borda, figure 8.


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

There is more direct evidence available of the perceptions of those in the informal sector. The 1997/8 survey asked respondents whether or not they would like to change their occupation, and if so why. What is interesting is that 72% of those in the informal sector did not want to change their jobs (DGEEC, p. 39). Most of the remaining 28% wanted to change because of low income in the sector. These are consistent with recent findings from other countries (Maloney, 2001). Overall the informal sector seems to generate fairly good incomes and levels of satisfaction for participants. It is a stable source of employment in the sense that there is not a lot of transition between it and other sectors. Important to us here, the sector does not appear to be inundated with ruralurban migrants pushing down average wages, a pattern that is consistent with the small share of migrants in urban labor markets altogether.

Migration and Poverty During the last eight years since the 1992 census, the official population projection puts the divergence of population growth in rural and urban areas. The overall annual growth rate is estimated at 2.7%, while the rural and urban growth rates are 1.4% and 3.8%. Given that total fertility rate is higher in rural areas, this suggests that 2.4% should be the lower bound of net out-migration from rural to urban areas per annum. The evidence from the urban labor market seems inconsistent with the studies in trends in urban poverty. The

latter studies show poverty falling in Asuncion, and rising slightly in the smaller urban centers both of which are consistent with the quite significant improvement in the distribution of urban income found by Robles. All that is hard to square with stagnation in the labor market, rising unemployment and falling average real wages. We now look at evidence on migration and the informal sector for further clues about trends in urban welfare. There is no doubt at all about rising levels of misery and impoverishment in the countryside. The question is whether this is provoking a mass exodus to the cities and towns. If it is, how are the recent rural migrants doing in the urban sector. And, given the lack of job creation in recent years, are migrants flooding the informal sector, driving down average incomes there? From the evidence that is available and which we will discuss in a moment, the answer to all of these questions seems to be that up to 1998 at least there really has not been a big wave of migration from the country to the urban sector. Furthermore, what migrants there are seem to be doing at least as well as natives. When one looks at the informal sector, one does not find a rising level of distress. To the contrary, a fairly high proportion of informal sector respondents seemed satisfied with what they were able to earn there. In 1997/98 the survey found that around 10% of the population or about 500,000 people were living in a different area than they had five years earlier. This is the universe of people we will treat as migrants. Note that it


A Profile of Poverty in Paraguay

includes both workers and nonworkers. Table 28 tells us what proportion of these migrants came from the urban and rural sectors, and their destinations. The table tells us that three-fifths of all migrants are in the urban sector and two-fifths are rural. It also says that only 27.9% of the migrants or 140,000 people are rural to urban migrants. This seems like a surprisingly small number and it implies that no more than 6% of the urban population has come from the rural sector in the last five years.11 We cannot say for sure how many of these migrants went into the labor force, but since at least one third were under age, and some others were women who moved for family reasons, migrants cannot have added more than 6-10% to the urban labor force.12 Thus the migration evidence does not show a wave of unskilled rural migrants flooding urban labor markets.13

73

We can then ask, how well are migrants doing. According to the Santander data the average income of urban migrants is lower than that of residents while migrants in the rural sector have higher incomes than residents. (Santander, p. 20). But that evidence does not control for personal characteristics. If one runs a regression which explicitly includes personal characteristics such as education, language, sex, marital status and number of dependents and includes migrant status as a dummy, one finds that migrants in the urban sector do significantly better than non-migrants, but only in the long run (up to five years) (Molinas, table 11). In the short run there is no significant effect one way or the other. That does not suggest a wave of rural-urban migrants unable to adapt to urban labor markets.

Table 28: Migration Matrix: Proportion of Total Migrants by Destination and Origin (%) Residence five years ago (Origin) Urban Rural Total

Current Residence (Destination) Urban Rural 32.3 27.9 60.3

14.0 25.6 39.7

Total 46.4 53.5 100

Source: Santander. Table 1. Note: Migrant is defined as someone who is living in a different district than five years earlier.

11 This point is strengthened by another calculation in the Santander paper. He calculates a Markov transition matrix showing the probability that people who start in different areas will move to other areas. According to his estimate only 5.9% of the rural population will move to the urban sector. (See Santander, p. 23. 12 Indeed Santander says that among female migrants, 60% moved for family reasons. Santander, p. 7.

13 At the national level, one third of the migrants are under age 15. So if we say that two thirds of the 140,000 are working age, and make a correction for non-working female migrants, not more than 80,000 rural migrants could be in the urban labor force. That amounts to no more than 7% of the urban labor force of 1.3 million people in 1998. See Santander, p. 12.


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Access to Public Infrastructure Services and Poverty As Table 29 shows, the coverage of public infrastructure service in Paraguay is very low in some areas. For instance, access to safe water, as it is defined as consumption of treated water, is very low compared to other countries of comparable income level (Table 31). About 85% of rural households use untreated water from wells or springs. Even in urban areas, about 30% consume untreated water. And the poor are much more likely to consume untreated water from these sources. Fetching water also imposes burdens on the poorer households. The non-poor families are more like to have installed taps for portable water inside the dwelling units. If they do not have done so, they are more likely to have

them installed inside their properties. This means that the poorer tend to travel longer to fetch portable water. Given the abundant hydropower, the percentage of households connected to electricity distribution is expected to be quite high. Urban areas are almost universally covered, except the neighborhoods where the extremely poor live. On the other hand, there are significant gaps in electricity delivery to rural areas, where about one-fourth of households is not served by the system. As Table 29 shows, service delivery in the telecommunications sector is very weak. Less than half of the non-poor households in urban areas have access to telephone services. In rural areas, the coverage of service is almost nonexistent.

Table 29: Access to Public Infrastructure Services by Poverty Group, 1999 Public Infrastructure Services

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Water Supply Provided by Corposana SENASA Connection to Private Network Well with Pump Well without Pump Other (river, stream, spring, tanker)

30.5 11.4 10.6 8.9 37.5 1.1

39.8 10.9 17.3 11.5 20.5 0.1

53.1 7.3 13.2 17.4 8.6 0.5

49.8 8.1 13.7 16.0 12.0 0.5

1.3 3.0 2.4 5.9 79.6 7.9

4.1 4.1 1.9 11.7 65.0 13.3

5.2 6.5 7.3 21.9 49.9 9.3

4.3 5.5 5.6 17.4 57.7 9.5

Location of Water Supply Inside the House Outside House, but Inside Property Outside the Property

22.0 61.4 16.6

38.4 47.2 14.5

70.1 25.6 4.3

62.5 30.9 6.6

2.5 61.8 35.7

6.8 64.2 29.0

22.6 59.4 18.0

16.6 60.5 22.9

% Connected to Electricity

87.6

98.3

98.0

97.5

62.3

66.9

82.7

76.6

4.5

11.8

46.9

39.0

0.3

0.6

6.3

4.4

% Telephone Service (inc. cellular)

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


A Profile of Poverty in Paraguay

As Table 30 shows, the most widely used method of dispose of human waste is latrine in rural areas. In rural areas as well, the non-poor prefers to use toilets if they can. In crowded urban areas, the use of traditional latrine could pose health risks. About 50% of extremely poor households use the latrine as the principal means of dispose the wastes. As for solid wastes, burning is a popular means of their disposal in urban as well as rural areas. In rural areas where there is no collection by the public services, it is the principal means.

E. SOCIAL INDICATOR: ANOTHER VIEW OF POVERTY Low income is just one of poverty’s dimensions. Poverty is a multi-dimensional phenomenon that reflects various shortcomings or

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negative aspects of life, including lack of education, bad health, malnutrition, as well as other factors such as exposure to crimes and violence, absence of legal protections, and inability to participate in the political process. Many non-income dimensions of poverty are intricately inter-connected, and they act both causes and effects of poverty. One common way to measure poverty from another angle is to examine social indicators. Such social indicators often are seen as measuring a person’s ability to meet their basic needs as complements to income poverty measures. Some important indicators are listed in Table 31 for Paraguay. These indicators all clearly show progress in the period 1980-96. Life expectancy has increased, infant mortality has declined, secondary school enrollment

Table 30: Access to Waste Disposal Services by Poverty Group, 1999 Waste Disposal Services

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Sanitary Services by Flush Toilet with Public Connection 2.4 Flush Toilet with Septic Tank 36.5 Community Public Toilet 7.3 Latrine 50.5 No Sanitary Service 3.3

4.6 64.2 7.3 20.2 3.8

17.6 68.2 4.5 8.8 0.9

14.7 66.0 5.1 12.7 1.5

0.0 3.2 5.0 90.0 0.9

0.0 7.2 6.1 85.9 0.8

0.0 30.5 10.7 57.1 1.7

0.0 22.1 9.0 67.5 1.4

Garbage Disposal by Dig a Hole Y Bury them Burn them Public Collection Private Collection Other

10.0 43.6 40.1 1.3 5.0

6.5 31.7 53.5 5.2 3.0

7.2 35.5 49.6 4.4 3.4

11.3 83.9 0.0 0.0 4.8

13.5 79.8 0.0 0.9 5.8

13.8 75.4 3.0 1.6 6.3

13.3 77.6 2.0 1.2 5.9

7.5 70.1 18.8 0.8 2.9

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


76

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

is up, etc. If we compare Paraguay to the average for all of Latin America and the Caribbean (LAC), Paraguay is doing well in vitality statistics, with life expectancy about the regional average and infant mortality well below the average. On the other hand, while coverage of primary education is almost universal, which should have contributed to relatively high adult literacy rate, the current situation in the secondary coverage is far from satisfactory. Access to safe water, an important predictor of population health, also shows serious deficiencies despite of important progress during the last two decades. Using a methodology recently applied in Hicks

and Peeters (1998), we can gain additional important insights into the performance of social indicators in Paraguay. If we compare the deviation of the actual indicators from an expected value calculated from a regression estimate of what would be expected for a country of its per capital income, Paraguay’s underperformance is amplified in coverage of secondary education by as much as 36%. 14 In vitality statistics, Paraguay’s record is about 7% better in life expectancy and 38% better in infant mortality rate than what its per capita income would have predicted.

Table 31: Social Indicators for Paraguay 1980-96 Paraguay Indicator

LAC Average Predicted Deviations 1996 (1996) *

1980

1990

1996

Life Expectancy (years)

67

69

71

66

7.4

70

Infant Mortality(per 1,000 live births)

50

31

24

39

-38.1

33

Net Primary School Enrollments (%)

91

96

94

Gross Secondary School Enrollments (%)

26

31

38 **

60

-36.3

53

Adult Literacy (%) Access to Safe Water (%)

80 23

90 —

92 39

80 —

15.0 —

85 76

Note: * Per cent differences from expected values, see footnote for source. ** 1994 data.

14 Deviations are the percentage differences (residuals) from an equation that predicts social indicators on the basis of per capita income of 1996, using a worldwide sample of countries. In general, the estimates are made using the log

of per capita GNP, where GNP has been adjusted for purchasing parity (PPP). For details see N. Hicks and P. Peeters, “Poverty In Latin America: A Survey”, mimeo, World Bank, 1998


A Profile of Poverty in Paraguay

77

F. INCOME DISTRIBUTION Until the extension of the household surveys to the rural sector outside the Central Region, there was no way to know what the national distribution in Paraguay was. In the 1980s Paraguay was thought to have quite an equitable distribution due to a fairly low level of inequality in the Metropolitan Asuncion. And income inequality there had fallen quite substantially between 1983 and 1990 (Annex Table 8).15 When the first national survey data became available, Paraguay suddenly emerged as having one of the most regressive income distribution in Latin America surpassed only by Brazil and Guatemala. Although they expressed reservations about the quality of rural income data in the 1995 survey, Lee, Mejía and Vos (1997) estimated that the national Gini for Paraguay was about 0.59.

Robles (2000) gives us some valuable information on the determinants of the distribution in 1997/98 and on trends since 1995. Looking at the trends question first, Robles claims that the distribution in Asuncion has improved while at the same time there has been a rise in rural inequality, while at the same time there has been a rise in rural inequality, with the rural Gini rising from 0.563 in 1995, 0.609 in 1997/98 to 0.664 in 1999. Robles also does a decomposition of changes in inequality (Table 33). This decomposition shows increasing inequality arising mainly with the widening regional differentials and rising skill differentials. This is roughly consistent with the rural-urban story, but there are methodological questions regarding his calculations that need to be answered before we can be sure of these “facts”.16

Table 32: Gini Coefficient of Income Inequality by Urban/Rural Breakdown, 1995-1999 Year

Overall Urban Area Metropolitan Asuncion Rural Area

1995

1996

1997/98

1999

0.581 0.515 0.476 0.563

— 0.485 0.476 —

0.592 0.502 0.451 0.609

0.597 0.497 0.472 0.664

Sources: DGEEC, Encuesta de Hogares, 1995, 1996; Encuesta Integrada de Hogares, 1997/98, Encuesta Permanente de Hogares, 1999. 15 Even before the nation data became available, Sauma and Morley-Vos attempted to include some rural data in their analysis. Their work showed that the progressive trend in the AMA was completely different from what was happening in the countryside. There deteriorating conditions probably worsened rural inequality. Because of an increase in the urban-rural income differential national inequality is likely have increased as well, in spite of the progressive trends

observed in the Asuncion Metropolitan Areas. 16 The decompositions for 1995 and 1997/98 are shown in annex table I, and also in table 11 in the main text. The problem is that while the columns are labeled the share of between groups inequality explained by different categories, the columns do not sum to 100 as they must. Thus the increase in the between groups explanation may be spurious.


78

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Table 33: Proportion of Inequality Explained by Population Characteristics 1995 1997/98 1997/98 (with current income) (with current income) (with disposable income) E(0) E(1) E(2) E(0) E(1) E(2) E(0) E(1) E(2) Inter-group Inequality/Total Inequality (%)

Characteristics

Geographical sample domain Sex of household head Age of household head Education of household head Economic activity of head Female labor participation Household size Household with electricity

21.6 0.0 0.4 23.6 19.4 0.0 8.4 21.1

20.2 0.0 0.3 25.3 17.5 0.0 7.3 14.6

10.0 0.0 0.2 14.7 8.4 0.0 3.3 5.4

25.7 0.0 1.4 32.8 23.6 6.7 11.3 14.1

27.4 0.0 1.2 34.0 24.9 7.6 9.8 11.1

14.6 0.0 0.6 21.2 12.0 3.8 4.7 4.1

15.1 0.0 1.1 25.1 19.5 6.6 13.6 11.8

15.6 0.0 1.2 28.9 19.1 6.7 12.8 9.1

8.4 0.0 0.6 18.0 10.0 3.4 6.4 3.7

Source: M.Robles, “Pobreza y Distribucion del Ingreso en Paraguay”, Asunción, 2000. Note: E(0)=Average of logarithm of the desviation, E(1)=Theil index, E(2)=half of squared coefficient of variation.

Table 34: Sources of Inequality in Paraguay 1997/98 Population Total Urban Rural Total Asuncion city Central urban Rest of urban areas Rural

5,405,474 2,905,127 2,500,347 5,405,474 569,853 1,002,694 1,332,580 2,500,347

Aver. Income

Income Share

404,903 543,750 243,579 404,903 746,262 521,342 474,009 243,579

1.000 0.722 0.278 1.000 0.194 0.239 0.289 0.278

Theil — 0.4329 0.5326 — 0.3664 0.2750 0.5673 0.5326

Decomposition Within Between 0.461

0.0714

0.449 0.071 0.066 0.164 0.148

0.0832 0.1188 0.0604 0.0455 -0.1414

Total 0.532 — — 0.532 — — — —

Source: M. Robles, “Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay, 1997/98”, DGEEC-MECOVI, 2000.

For 1997/98 the distribution data allow us to make a Theil decomposition of the sources of inequality by region to see how much of the national level of inequality is due to regional differences in average income, or due to differences between the rural and urban sector (See Table 34). The decomposition tells us that differences between average incomes in the rural and urban sectors only contributed 13% (7.1/53.2) to overall inequality despite the wide differences between average incomes in the two

sectors, and particularly between Asuncion and the rest of the country. What that means is that if we were to equalize average rural and urban incomes, overall inequality would only decline by 13%. Three fifths of the national inequality come from the urban sector (31.2/53.2), with rural inequality playing a lesser role. That may mean surprising, but in fact what it reflects is that most of national income in Paraguay is earned in the urban sector, so most of income inequality must come from that sector as well.


A Profile of Poverty in Paraguay

Table 35: Gini Coefficients for Various Countries, Circa 1998 Region/Country Latin America Brazil Guatemala Paraguay Colombia * Honduras Chile Mexico Ecuador * Argentina * Dominican Republic Bolivia * Venezuela Uruguay * Other Countries France (1995) Russian Federation Japan (1993) United States (1997)

Gini Coefficient of Income Inequality .61 .60 .59 .58 .57 .56 .56 .53 .50 .50 .49 .49 .45 .33 .49 .25 .41

Note: * urban only. The Argentine data cover only 70% of urban population. Source: For LAC, Gini coefficients was computed with per capita incomes in household surveys in the World Bank data bank. For other countries from World Development Report 2000/2001, Table 5 (World Bank, Washington, D.C.)

79

In the lower part of Table 34, we have decomposed the urban sector into its parts. This allows us to focus on sources of inequality within the urban sector. Here it is clear that a major part of the urban inequality or of the urban contribution to national inequality comes from other urban. It has the highest Theil coefficient of any of the components and is responsible for 31% of nationwide inequality. What all of this seems to be telling us is that if there has been stress caused by the recent recession, it has been felt more acutely in smaller cities and towns rather than Asuncion. Perhaps the data are misleading for the capital, but as we pointed out above, there the bottom deciles seem to have improved their position relative to the top. This is the reason why poverty fell in Asuncion while rising everywhere else. With inclusion of rural data, Paraguay emerged as a country with one of the worst income distribution in the LAC region. As Table 35 shows, only Brazil and Guatemala have worse distribution of income than Paraguay in the region. Given that Latin America itself is a region with the worst income distribution, improving the distribution of income will be a big challenge.


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

G. SUMMARY AND CONCLUSIONS A general picture that emerges from the analysis of detailed profile of poverty is that of a country that has been caught in a quagmire. It has been trapped in a pronged period of recession. A disappointing performance of the economy exposed serious structural weakness of the economy, deepened the poverty problems, and brought many manifestations of poverty in sharp relief. It is hoped that detailed characterization of poverty that was carried out in this paper would aid in identifying key strategic policy issues that need to be addressed to help Paraguay return to a path towards poverty sustainable reduction. These characterizations offer some cases for optimism. And key findings in this paper are: origins of poverty problems – extended period of economic stagnation, especially made worse by latest external shocks (terms of trade shocks, loss of triangular trade, Brazilian real devaluation) and internal economic management problems; distribution of poverty – poverty problem is disproportionately

becoming rural, rural sector requires special attention; in particular, poverty is concentrated in the rural areas of the northern departments; human capital stock in terms of education is very low, perpetuated by low quality of education, and low coverage of secondary education; education is a very strong predictor of poverty, and it is the primary mechanism for inter-generational transmission and inheritance of poverty; when the poor get sick, they are less likely to seek medical attention than the non-poor; while the traditional medicines are not prevalent, the poor in the rural area are more likely to use them. self-employed, agricultural sector employment are strongly correlated with poverty; informality does not seem to be associated with poverty; offfarm activities are important for escaping poverty in rural areas. there are rooms to expand the basic public infrastructure services, such as access to safe water and rural electrification.


A Profile of Poverty in Paraguay

81

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A Profile of Poverty in Paraguay

ANNEX TABLES

83


A Profile of Poverty in Paraguay

85

Annex Table 1: Basic Food Baskets for Poverty Lines in Paraguay, 1997/98 Per Capita Daily Food Intakes (grams) Asunción Rest of Rural Areas Metropolitan Area Urban Areas

Food Component

Cereals and derivatives Meats Oils and grease Milk and eggs Fruits Vegetables and legumes Sugar, jams, and sweets Vinegar, salts, and condiments Non-alcoholic beverage Alcoholic beverage Others Eating out Total consumed grams Total energy intakes (in kilocalories)

214 180 26 266 134 327 69 6 122 2 27 34 1,407 2,179

222 149 32 193 66 411 64 4 59 1 13 4 1,219 2,189

198 122 36 180 53 586 50 1 30 0 7 2 1,266 2,207

85.6

77.7

73.0

Total protein intakes (grams)

Source: DGEEC, Canasta Básica de alimentos y Líneas de Pobreza, Datos de la Encuesta Integrada de Hogares 97/98, Asunción, 2000.

Annex Table 2: Poverty Lines for the Metropolitan Asuncion, 1983-1999 (Per capita Guarani per month)

Year

1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1993 1994 1995 1996 1998 1999

Household Survey Interview Month of Period Reference

Sept - Nov Aug - Oct Nov - Dec June - Aug July - Sept July - Sept Oct - Dec June - Aug Oct - Nov Census Nov - Dec Sept - Oct Aug - Sept July - Nov July - Dec Aug 97-July 98 July-Dec

October September November July August August November July October August November September August September September February ‘98 September

CPI (Feb’98=100) Food Non-food

6.58 8.28 11.30 14.06 17.22 21.84 29.57 40.51 48.04 55.12 56.88 63.50 77.61 86.90 92.92 100.00 110.19

7.55 8.89 11.51 12.98 15.75 19.36 27.23 32.07 43.22 49.16 50.79 58.88 70.21 79.43 88.80 100.00 118.38

Extreme Poverty Lines 6,326 7,968 10,865 13,521 16,563 21,006 28,442 38,969 46,213 53,022 54,712 61,086 74,655 83,589 89,383 96,192 105,995

Asuncion Implicit Engel Coefficients 0.434 0.451 0.464 0.488 0.490 0.498 0.489 0.527 0.495 0.497 0.496 0.487 0.493 0.491 0.479 0.468 0.450

Poverty Lines

14,578 17,686 23,440 27,711 33,771 42,163 58,197 74,012 93,450 106,742 110,217 125,429 151,381 170,394 186,422 205,475 235,359


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SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Annex Table 3: Extreme Poverty Lines by Sample Domain, 1983-1999 (Per capita Guarani per month) Year

1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1993 1994 1995 1996 1998 1999

Household Survey Interview Month of Period Reference Sept - Nov Aug - Oct Nov - Dec June - Aug July - Sept July - Sept Oct - Dec June - Aug Oct - Nov Census Nov - Dec Sept - Oct Aug - Sept July - Nov July - Dec Aug 97-July 98 July-Dec

October September November July August August November July October August November September August September September February ‘98 September

Asuncion 6,326 7,968 10,865 13,521 16,563 21,006 28,442 38,969 46,213 53,022 54,712 61,086 74,655 83,589 89,383 96,192 105,995

Sample Domain Central Rest of Urban Urban Areas 6,255 7,879 10,744 13,370 16,378 20,771 28,124 38,534 45,696 52,429 54,100 60,403 73,820 82,654 88,384 95,116 104,809

4,748 5,980 8,154 10,147 12,431 15,765 21,346 29,246 34,683 39,793 41,061 45,845 56,029 62,733 67,082 72,192 79,549

Rural Areas

27,385

43,173 46,166 49,682 54,745

Annex Table 4: Poverty Lines by Sample Domain, 1983-1999 (Per capita Guarani per month) Year

1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1993 1994 1995 1996 1998 1999

Household Survey Interview Month of Period Reference Sept - Nov Aug - Oct Nov - Dec June - Aug July - Sept July - Sept Oct - Dec June - Aug Oct - Nov Census Nov - Dec Sept - Oct Aug - Sept July - Nov July - Dec Aug 97-July 98 July-Dec

October September November July August August November July October August November September August September September February ‘98 September

Asuncion 14,578 17,686 23,440 27,711 33,771 42,163 58,197 74,012 93,450 106,742 110,217 125,429 151,381 170,394 186,422 205,475 235,359

Sample Domain Central Rest of Urban Urban Areas 14,432 17,507 23,203 27,429 33,427 41,733 57,604 73,253 92,497 105,654 109,093 124,153 149,838 168,658 184,528 203,391 232,981

8,949 10,927 14,557 17,372 21,191 26,536 36,495 47,088 58,732 67,143 69,320 78,604 95,092 106,928 116,487 127,831 145,412

Rural Areas

40,891

64,996 70,562 77,157 87,269


A Profile of Poverty in Paraguay

87

Annex Table 5: Engel Coefficients by Sample Domain, 1983-1999 Household Survey Interview Month of Period Reference

Year

1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1993 1994 1995 1996 1998 1999

Sept - Nov Aug - Oct Nov - Dec June - Aug July - Sept July - Sept Oct - Dec June - Aug Oct - Nov Census Nov - Dec Sept - Oct Aug - Sept July - Nov July - Dec Aug 97-July 98 July-Dec

October September November July August August November July October August November September August September September February ‘98 September

Asuncion 0.434 0.451 0.464 0.488 0.490 0.498 0.489 0.527 0.495 0.497 0.496 0.487 0.493 0.491 0.479 0.468 0.450

Sample Domain Central Rest of Urban Urban Areas 0.433 0.450 0.463 0.487 0.490 0.498 0.488 0.526 0.494 0.496 0.496 0.487 0.493 0.490 0.479 0.468 0.450

0.531 0.547 0.560 0.584 0.587 0.594 0.585 0.621 0.591 0.593 0.592 0.583 0.589 0.587 0.576 0.565 0.547

Rural Areas

0.670

0.664 0.654 0.644 0.627

Annex Table 6: Poverty Trends in Metropolitan Asuncion, 1983-1999 Year

Per Capita Household Income Average Median

% Population below Extreme Poverty Lines

% Population below Poverty Lines

(October 1999 Guarani) 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997/98 1999

307 278 310 342 336 386 403 372 379 441 459 518 584 581 603 505

206 191 223 225 249 273 288 276 267 327 317 325 368 366 399 334

8.3 10.8 9.4 9.4 8.2 7.0 5.0 6.1 6.1 6.5 5.8 4.4 3.1 2.0 2.1 2.5

39.5 43.4 38.3 37.3 34.4 30.2 29.1 29.7 30.7 26.0 25.7 23.8 19.6 19.5 16.9 21.3

Sources: M.Robles, Perfil de pobreza y distribucion del ingreso en el Paraguay, 2000; DGEEC, Encuesta de Hogares, 1994, 1995, and 1996; Encuesta Integrada de Hogares, 1997/98; Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


88

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Annex Table 7: Ownership of Durable Goods by Poverty Group, 1999

% Households Owning

Urban Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Rural Area Poverty Group Extremely Poor NonPoor Poor

Total

Refrigerator Gas or Firewood Cooker Washing Machine Vacuum Cleaner Sewing Machine

43.4 65.7 20.4 2.5 12.9

68.4 89.2 34.0 2.0 13.2

89.2 94.9 61.5 17.3 29.0

83.6 92.6 55.0 14.1 25.6

17.3 23.5 2.0 0.0 12.4

32.8 41.7 6.6 0.5 13.3

57.2 70.2 25.9 3.2 24.3

46.2 57.3 18.7 2.2 20.6

Black & White Television Color Television Video Cassette Recorder Home Stereo System Air Conditioner

34.9 36.8 3.9 17.0 1.3

28.0 64.4 5.9 32.9 1.9

14.3 85.4 29.6 55.3 22.9

17.7 79.6 24.4 49.8 18.4

25.5 9.3 0.1 5.4 0.0

31.7 17.3 1.1 12.7 0.2

29.4 42.1 7.7 23.4 3.4

29.0 32.4 5.3 18.5 2.3

Bicycle Motor Cycle Car Truck

30.0 5.1 8.7 2.4

30.6 7.7 6.8 3.6

34.4 13.2 26.7 13.2

33.5 11.9 22.5 11.1

33.1 7.8 0.8 0.1

35.5 7.3 1.3 1.8

37.7 14.1 7.6 5.6

36.5 12.0 5.5 4.0

Source: DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares, 1999.


A Profile of Poverty in Paraguay

89

Annex Table 8: Changes in Income Distribution in Metropolitan Asuncion, 1983-1991 Per Capita Household Income by Decile

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

Average Income (1,000 Guarani; October 1999) 1 53 2 97 3 129 4 160 5 190 6 235 7 293 8 370 9 510 10 1,039 Overall 307

42 88 116 144 176 209 257 333 458 956 278

56 97 130 166 205 242 295 368 503 1,037 310

61 104 132 165 203 253 320 411 581 1,189 342

65 111 145 186 227 274 337 426 564 1,027 336

74 123 172 209 252 307 379 478 634 1,225 386

86 138 177 215 261 320 390 498 699 1,258 403

85 139 177 216 258 305 373 479 614 1,084 372

74 127 171 209 247 298 360 452 601 1,246 379

Income Share (%) 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1.7 3.2 4.2 5.2 6.2 7.6 9.5 12.0 16.5 33.7

1.5 3.2 4.2 5.2 6.3 7.5 9.3 12.0 16.5 34.4

1.8 3.1 4.2 5.3 6.6 7.8 9.5 11.9 16.2 33.4

1.8 3.0 3.9 4.8 5.9 7.4 9.3 12.0 17.0 34.7

1.9 3.3 4.3 5.5 6.7 8.1 10.0 12.6 16.8 30.5

1.9 3.2 4.4 5.4 6.5 8.0 9.8 12.4 16.4 31.8

2.1 3.4 4.4 5.3 6.5 8.0 9.7 12.4 17.4 31.2

2.3 3.7 4.8 5.8 6.9 8.2 10.0 12.9 16.5 29.1

2.0 3.4 4.5 5.5 6.5 7.8 9.5 11.9 15.8 32.8

0.451

0.452

0.440

0.456

0.413

0.422

0.419

0.389

0.423

50.3

50.9

49.7

51.7

47.3

48.2

48.6

45.6

48.6

4.8 10.4

4.7 10.8

4.9 10.1

4.8 10.7

5.2 9.0

5.1 9.4

5.5 8.8

6.0 7.6

5.3 9.2

Gini Coefficient Share of Income Claimed by Top 20% (A) Share of Income Claimed by Bottom 20% (B) To to Bottom 20% Ratio (C=A/B)

1983

Sources: DGEEC, Encuesta de Hogares - Mano de Obra, 1983-1990. Note: Per capita household income derives from disposal income concept, and includes: wages and salaries from primary and secondary jobs, retirement incomes, capital incomes and transfer incomes.


90

SOCIETY & ECONOMIC - NUMBER 5

Annex Table 9: Changes in Income Distribution in Metropolitan Asuncion, 1991-1999 Per Capita Household Income by Decile

1991

1992 1993 1994 1995 1996 1997/98 1999 (1,000 Guarani; October 1999)

Average Income 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Overall

74 127 171 209 247 298 360 452 601 1,246 379

70 130 177 229 283 354 436 566 748 1,417 441

79 136 188 232 283 347 431 554 753 1,577 459

84 156 203 243 296 357 449 592 844 1,956 518

101 165 219 278 337 413 520 665 975 2,175 584 (percent)

111 173 225 276 334 403 495 653 935 2,219 581

109 188 243 304 366 445 563 713 997 2,096 603

80 150 207 259 304 385 471 591 817 1,816 505

2.0 3.4 4.5 5.5 6.5 7.8 9.5 11.9 15.8 32.8 0.423

1.6 2.9 4.0 5.2 6.4 8.0 9.9 12.8 17.0 32.1 0.438

1.7 3.0 4.1 5.1 6.2 7.6 9.4 12.1 16.4 34.4 0.451

1.6 3.0 3.9 4.7 5.7 6.9 8.7 11.4 16.3 37.7 0.477

1.7 2.8 3.7 4.8 5.8 7.0 8.9 11.4 16.7 37.2 0.476

1.9 3.0 3.9 4.7 5.7 6.9 8.5 11.2 16.1 38.2 0.476

1.8 3.1 4.0 5.1 6.1 7.4 9.4 11.8 16.6 34.8 0.451

1.6 3.0 4.1 5.1 6.0 7.6 9.3 11.7 16.2 36.0 0.472

48.6

49.1

50.8

54.0

53.9

54.3

51.4

52.2

5.3

4.5

4.7

4.6

4.6

4.9

4.9

4.6

9.2

10.9

10.8

11.7

11.8

11.1

10.4

11.4

Income Share 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Gini Coefficient Share of Income Claimed by Top 20% (A) Share of Income Claimed by Bottom 20% (B) To to Bottom 20% Ratio (C=A/B)

Sources: DGEEC, Encuesta de Hogares - Mano de Obra, 1983-1990. Note: Per capita household income derives from disposal income concept, and includes: wages and salaries from primary and secondary jobs, retirement incomes, capital incomes and transfer incomes.


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

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Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal Eduardo Bogado Tabacman Guillermo Francisco Parodi INTRODUCCIÓN Hasta hace poco tiempo los enfoques prevalecientes para explicar los diferentes niveles de ingreso existentes entre regiones y países consideraban la geografía irrelevante. La acumulación de capital y conocimientos se consideraba un proceso independiente de las condiciones naturales existentes, y dependiente del comportamiento del rendimiento de factores como las tasas de ahorro e inversión y más recientemente de las instituciones existentes. En este estudio se analiza en qué medida los factores geográficos desempeñan o han desempeñado un papel fundamental en la desigual distribución del ingreso entre municipios dentro del país. En una aproximación primaria, el Paraguay es considerado un país profundamente marcado por la geografía. El primer factor con una profunda influencia es su situación mediterránea. Paraguay forma parte de la treintena de países mediterráneos que existen en el mundo y que son pobres con algunas excepciones. Por otro lado, existen dos regiones, oriental y occidental con características geográficas y socioeconómicas radicalmente opuestas.

Esta investigación se adentra en la interpretación de esta compleja y poco explorada relación entre economía y geografía en nuestro país.

MARCO TEÓRICO En los últimos años en la ciencia económica ha habido una explosión de estudios referentes a la relación entre economía y geografía, un tema que si bien ha sido tratado desde mediados del siglo pasado, ha sido sorprendentemente subestimado por las corrientes principales de la teoría económica1 . Esta nueva generación de estudios sobre economía y geografía tiene dos vertientes principales. La primera tiene como uno de sus exponentes a Paul 1 Los historiadores económicos, sin embargo, percibieron la importancia de los factores geograficos. Por ejemplo, Braudel (1972), Hicks (1969), McNeill (1974), Pirenne (1939), Pounds (1990), entre otros, han enfatizado la importancia del Mar Mediterráneo en la explicación de la emergencia de las civilizaciones griega y romana, la depresión económica de la Edad Media, y en el apogeo y caída de las ciudades estado-italianas. Varios de ellos también analizaron el rol que han jugado varias rutas comerciales basadas en ríos, valles y estrechos en el desarrollo de la historia económica europea.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Krugman, considerado el principal referente de la llamada Nueva Economía Geográfica, que trata de explicar el fenómeno de la concentración de las actividades económicas principalmente a través de los retornos crecientes a escala producidos con las aglomeraciones, independientemente de la geografía natural. La segunda es mas reciente. Se originó con el trabajo “Geografía y Desarrollo económico” de Gallup, Sachs y Mellinger 2 cuya primera versión se publicó en 1996. Otros investigadores con perspectivas y enfoques muy diversos también han incorporado seriamente en sus estudios la hipótesis de que la geografía natural es importante en el desarrollo y evolución económica de las naciones. Así, los trabajos recientes de estudiosos tan diversos como el historiador económico David Landes (1998) y el fisiólogo Jared Diamond (1997) han revitalizado el estudio de una posible conexión entre la geografía y el desarrollo económico. La corriente de Krugman privilegia los factores históricos que se generan con las aglomeraciones y retornos crecientes a escala. Krugman no niega la importancia de los factores geográficos naturales, pero les atribuye un rol segundario. “Hay cierta desigualdad en la densidad poblacional –afirma- y cierto comercio entre las regiones que pueden ser atribuidos a variaciones en el ambiente natural: la tierra difiere en fertilidad y las diferencias de suelo, clima y recursos significan que ninguna 2 John Luke Gallup, Jeffrey D.Sachs y Andrew D. Mellinger.Geography and economic development.NBER Working Paper Series. December 1998 p. 4-7

localidad puede producir todos los bienes incluso con retornos constantes”3 . Pero de acuerdo con su enfoque “la dramática desigualdad espacial de la economía real –las disparidades entre los densamente poblados cinturones industriales y los escasamente poblados cinturones agrícolas, entre las congestionadas ciudades y las desoladas áreas rurales, la espectacular concentración de ciertas industrias en los Sylicons Valleys y en los Hollywoods, es el resultado con seguridad no de diferencias inherentes entre localidades sino de un conjunto de procesos acumulativos, necesariamente involucrando alguna forma de retornos crecientes, en el cual la concentración geográfica se va reforzando a si misma”4 , 5 . Gallup, Sachs y Mellinger , no niegan la importancia de estos factores, pero consideran que la geografía natu3 Krugman Paul. The spatial economy. 1999 4 Ibid. 5 Sobre esta corriente se puede consultar la siguiente bibliografía: Ronald L. Moomaw Agglomeration economies: Are they exaggerated by industrial aggregation? Regional Science and Urban Economics 28 (1998); A.J. Venables and S. Van Wijnbergen Location choice, market structure and barriers to trade: Foreign investment and the North American Free Trade Centre for Ecomonic Performance Agreement discussion paper no. 177 November 1993 ; Hong Hwang , Chao-Cheng Mai , Yeung-Nan Shieh Equilibrium production-location decisions under duopoly Regional Science and Urban Economics 28 (1998) 123133 ; H.M. Webers On the existence of unique equilibria in location models February 1996; Philippe Martin, Gianmarco I.P. Ottaviono The Geography of Multi-Speed Europe; Diego Puga The rise and fall of regional inequalities Center for Economic Performance, London School of Economics Discussion Paper No.314 November 1996 ; Karsten Junius Limits to Industrial Agglomeration Kiel Working Paper No. 762 Kiel Institute of World Economics August 1996 ; Henk van Houtum Uncertanty and dependency in cross border business investment. Tilburg University 1996


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

ral es altamente diferenciada, tiene un gran impacto en el desarrollo y es causa a su vez de los fenómenos de aglomeración apuntados por Krugman. El estudio seminal de los autores mencionados encontró que ciertos aspectos geográficos tienen importantes efectos sobre los niveles de ingreso y el crecimiento económico: casi todos los países ubicados en los trópicos son pobres; las economías con costas sobre el mar tienen mayores ingresos que las economías distantes de la costa; de los 30 países con mayor ingreso per-cápita en el ámbito mundial 28 viven en zonas templadas; de los 35 países mediterráneos existentes, 29 están fuera de Europa y de estos 28 son pobres. Los autores llegaron a las siguientes conclusiones: 1- Las regiones tropicales tienen un desarrollo más lento que las regiones templadas debido probablemente a la mayor incidencia de enfermedades6 y a limitaciones en la productividad de la agricultura.

93

3- Las economías sin costas en el mar tienen desventajas entre otras razones porque la construcción de infraestructura a través de fronteras nacionales es mucho más difícil. 4- La alta densidad poblacional es favorable al desarrollo económico en regiones costeras con buen acceso al comercio interno, regional e internacional, probablemente debido a los retornos crecientes a escala generados por las infraestructuras y redes logísticas en estas regiones. Kiminori Matsuyama 7 considera que ninguna región existe aisladamente. Todas las regiones dependen del comercio interregional. La geografía de una región, particularmente su localización con respecto a otras, es uno de los determinantes fundamentales de la prosperidad de esa región. Según Matsuyama todos los países que alcanzaron primacía al comienzo de la era moderna, desde las ciudades-estado italianas a Portugal y España, y a los Países Bajos, se han beneficiado de ventajas geográficas. El éxito económico de muchos países como Gran Bretaña y Japón, y más recientemente Hong Kong y Singapur no se pueden explicar totalmente sin llevar en cuenta sus características marítimas.

2- Las regiones con costas en el mar y aquellas conectadas por ríos navegables tienen condiciones significativamente favorables para el desarrollo. La naturaleza misma del terreno y la posibilidad de acceso a diversas formas de transporte (acceso inmediato al mar, la navegabilidad de los ríos, la morfología, etc.) pueden ser factores muy importantes en la determinación de las posibilidades de obtener o no los beneficios del comercio.

Por su parte, Hall y Jones (1996)8 , al estudiar las causas de las diferencias de productividad entre las naciones, encontraron que la distancia de un país con respecto al Ecuador tiene un efecto negativo y significativo sobre la pro-

6 Hamoudi, A.A. Sachs, J.D. Economic Consequences of Health Status: A Review of the Evidence.

7 Kiminori Matsuyama. Geography of the world economy. 1999 8 Robert Hall and Charles Jones. The productivity of natios.NBER Working Paper No. 5812. 1996


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

ductividad económica. Estos autores también mencionan que este factor por sí solo es capaz de explicar un tercio de las diferencias en productividad que se observan en una muestra amplia de países. Por otro lado, Ram (1997)9 encontró que la distancia de un país al Ecuador tiene un efecto negativo y significativo sobre las siguientes variables: nivel del ingreso, esperanza de vida, índice de desarrollo humano y tasa de crecimiento del ingreso per cápita. Cabe resaltar el ambicioso estudio histórico de David Landes (1998)10 , el cual trata de explicar el origen fundamental de las disparidades económicas que se observan entre los países. El autor identifica por lo menos tres razones por las que el crecimiento ha sido menor en las regiones tropicales: calor, provisión de agua y enfermedades. La provisión de agua es problemática porque tiende a ser escasa como en el Sahara o muy abundante como en la Amazonia para la agricultura. La existencia de ciertas enfermedades supone un obstáculo para el uso de animales como caballos y ganado, además de sus efectos en la salud humana. En un sentido parecido, aunque con una línea de argumentación diferente, Diamond (1997)11 considera que los factores geográficos exógenos y los recursos biogeográficos –y las trayectorias divergentes a las que han dado lugar- explican una parte significativa de la altamente desigual distribución de 9 Ram, R. 1997. “Tropics and Economic Development: An Empirical Investigation”. World Development. 25 (9): 1443-52. 10 Landes, D. S. 1998. The Wealth and Poverty of Nations: Why are Some So rich and Others So Poor? New York, Estados Unidos: W.W. Norton. 11 Diamond, Jered (1997) Guns, Germs and Steel: The Fates of Human Societies. Norton and Co, New York.

los ingresos en el mundo. Las condiciones biogeográficas se refieren a la posibilidad de domesticación de animales y plantas que fue mayor en ciertos ambientes naturales, particularmente en el continente eurásico. Estas condiciones biogeográficas iniciales favorables, permitieron en ciertas partes del mundo una transición temprana a la agricultura sedentaria y el surgimiento de la civilización que otorgó a ciertas sociedades un desarrollo de miles de años por delante de las áreas menos favorecidas. Ola Olsson and Douglas A. Hibbs, Jr. siguiendo la línea de investigación de Diamond concluyen que cuando mas temprana es la transición de la recolección y caza a la producción agrícola, más largo es el período de crecimiento endógeno del conocimiento, más largo el período de crecimiento y más alto el nivel de desarrollo económico, inclusive hasta los días de hoy.12 Por otra parte, Engerman y Sokoloff (1997) recientemente han argumentado que las condiciones geográficas y la dotación de factores iniciales en América Latina no fueron las más favorables para el desarrollo de las instituciones y que no proporcionaron los incentivos necesarios para fomentar un mejor desarrollo económico en el largo plazo.13 12 Ola Olsson and Douglas A. Hibbs, Jr. Biogeography and Long-Run Economic Development Working Papers in Economics no 26 August 20000 (corrected version) Department of Economics Göteborg University 13 Engerman, Stanley L. and Kenneth L. Sokoloff (1998) ? Factor Endowments, Institutions, and Differential Paths of Growth among New World Economies: A View from Economic Historians of the United States, in Stephen Haber (ed) How Latin America Fell Behind: Essays on the Economic Histories of Brazil and Mexico, 1800-1914, Stanford, CA: Stanford University Press.


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

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Un estudio reciente ha demostrado que las características climáticas y de vegetación han influido notablemente en la distribución geográfica de una de las enfermedades infecciosas más nocivas: la malaria (Hamoudi y Sachs, 1999). Asimismo, varios estudios relacionados han demostrado mediante diversos ejercicios y estimaciones econométricas el efecto negativo de la malaria y por inferencia, de otro tipo de enfermedades similares, en el desempeño económico de las regiones afectadas por esta enfermedad.

sil y Perú tres cuartos de las diferencias en mortalidad infantil entre municipalidades y provincias están asociadas a precipitaciones, temperatura, altitud y latitud.

En América Latina, esta línea de investigación que estamos reseñando, centrada en la relación entre geografía y desarrollo fue promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo(BID) a través de un programa de investigaciones coordinado por John Gallup. Se realizaron estudios en México, Bolivia, Colombia, Perú y Brasil.

No obstante es importante señalar que ciertas variables geográficas no resultaron significativas en los estudios referentes a algunos países.

Las conclusiones a las que llegaron estos estudios, entre otras son las siguientes14 : Las condiciones geográficas explican en gran parte las diferencias de ingreso entre provincias y municipalidades dentro de cada país. La geografía es parcialmente responsable por el alto grado de desigualdad existente en América Latina. Las variaciones entre las tasas de crecimiento de las regiones se deben a la geografía La geografía tiene una influencia significativa también en la salud. En Bra14 BID Research Department.

· El proceso de integración económica dentro y entre países no ha reducido la influencia de la geografía en la en las condiciones de vida de la población. En las economías integradas los costos de transporte y las ventajas de la localización son más influyentes que en las economías no integradas.

Por último, una línea de análisis que también se relaciona con los aspectos geográficos y la economía es la que enfoca el papel de los recursos naturales y su posible efecto en el nivel del ingreso. Este enfoque ha sido denominado en la literatura “enfermedad holandesa” debido a estudios realizados originalmente sobre la economía de ese país. En esta línea de investigación se ubica el estudio realizado por Sachs y Warner (1996)15 . Estos autores analizan el papel de la dotación de recursos naturales en el desarrollo económico de varios países y presentan abundante evidencia empírica en favor de la hipótesis de que mayores recursos naturales tienden a disminuir las tasas de crecimiento entre países. Otros estudios recientes han tendido a confirmar estas conclusiones. Dos economistas del BID, Michael Gavin y Ricardo 15 Sachs, J-D Warner, A-M Natural Resource Abundance and Economic Growth.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Hausmann (1998), en un estudio sobre las economías latinoamericanas, encontraron que el crecimiento económico es menor en aquellas regiones que tienen clima tropical, con mayor superficie agrícola por persona y con mayor abundancia de recursos naturales.

FACTORES GEOGRÁFICOS EN EL DESARROLLO DE MUNICIPIOS Y REGIONES EN EL PARAGUAY Regiones, Densidad Económica y Nivel de Ingreso En el Paraguay, existen dos regiones con características geográficas radicalmente opuestas. El ingreso por kilómetro cuadrado de la región oriental es 92 veces superior al de la región occidental. La región occidental genera apenas el 1,6 % del ingreso de los hogares del país, en tanto la región oriental es responsable del 98,4 %16 .

cuadrado es 22 veces inferior a la región sur o subtropical, como se observa en la tabla 1. Al norte del trópico se genera el 4,75 % del ingreso de los hogares, en tanto que al sur del trópico, en la región subtropical se encuentra el 95,25 % del ingreso. El promedio del ingreso per cápita en la región tropical es apenas el 59 % del ingreso existente en la región subtropical. La temperatura promedio en el verano en la región tropical es de 26.28, pero con picos de temperatura extremadamente altos, habiéndose registrado temperaturas superiores a 44 grados centígrados. En la región sur la temperatura promedio es de 25.23.

Una perspectiva de análisis más interesante desde el punto de vista de la relación entre geografía y desarrollo se obtiene dividiendo al país en región tropical y subtropical. La línea que separa ambas regiones es el Trópico de Capricornio que pasa a la altura del distrito de Belén en el Departamento de Concepción. En la región tropical del país, al norte del Trópico de Capricornio, abarcando gran parte de la región occidental, el ingreso por kilómetro

Las precipitaciones son mayores en la región este del país alcanzando 1700 mm al año, son menores a la altura de Asunción, y continúan disminuyendo en dirección noroeste hasta llegar a 500 mm en Boquerón. La temporada de lluvias va de septiembre / octubre a marzo/ abril y hay mucho menos precipitaciones de mayo a septiembre. Esto no constituye un problema en la región oriental, pero la situación es diferente en el Chaco donde debido a la permeabilidad de los suelos y a la alta tasa de evaporación, hay una permanente escasez de agua todos los años durante la estación seca17 . El problema del agua ocupa un lugar central en el desarrollo de la región tropical.

16 Indicadores Básicos Focalizados del Gasto Social. Dirección General de Estadística.

17 J. M. G. Kleinpenning. Man and land in Paraguay. CEDLA.


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

97

Tabla Nº 1: Norte del Trópico de Capricornio

Dpto. Boquerón Dpto. Alto Paraná Dpto.Concepción Pozo Colorado Dpto. Amambay Total Promedio Ingreso por km2 Temperatura Promedio Ingreso Promedio

Población

Superficie

27.127 11.484 165.833 19.126 99.333 322.903

91.669,00 82.349,00 18.051,00 2.9162,8 12.933,00 23.4164,80

Ingreso por Kilómetro 69,573 19,090 1.283,178 111,014 1.441,153

Part. en el Temperatura Ingeso Ingreso Total en el Pér de los Hogares Verano Cápita 0.6% 0.1% 2.1% 0.3% 1.7% 4.7%

28.20 26.88 26.55 26.05 23.73

235.106 136.893 139.675 169.271 187.636

226,28 26.28 164,100

Sur del Trópico de Capricornio Población

Superficie

Ingreso Part. en el Temperatura Ingeso por Ingreso Total en el Pér Kilómetro de los Hogares Verano Cápita

Asunción

486,941

117.00

2,901,177,847

30.4%

26.35

697,082

Dpto. Alto Paraná

404,600

14895.00

8,454,347

11.3%

26.13

311,240

Dpto. Presidente Hayes Ex Pozo Colorado

43,211

43744.20

167,207

0.7%

26.05

169,271

Dpto. Ñeembucú

69,326

12147.00

986,698

1.1%

26.03

172,885

Dpto. San Pedro

279,338

20002.00

1,380,650

2.5%

25.85

98,861

Dpto. Misiones

87,724

9556.00

1,660,230

1.4%

25.60

180,853

Dpto. Caaguazú

384,223

11474.00

4,126,238

4.2%

25.60

123,221

Dpto. Caazapá

128,890

9496.00

1,596,789

1.4%

25.45

117,644

Dpto. Guairá

160,559

3486.00

7,261,799

2.3%

25.40

157,666

Dpto. Itapúa

374,746

16525.00

4,271,150

6.3%

24.68

188,343

Dpto. Canindeyú

102,820

14667.00

973,320

1.3%

23.70

138,841

Dpto. Paraguarí

207,213

8705.00

3,689,168

2.9%

*

154,982

Dpto. Cordillera

197,802

4948.00

6,594,622

2.9%

*

164,964

Dpto. Central

861,695

2465.00

120,568,373

26.6%

*

344,903

3,789,088

215971.40

Total Ingreso Promedio por Kilómetro Temperatura Promedio Ingreso Promedio

95.3%

4,920,88 25.23 280,481.76

Fuentes: Indicadores Básicos para Focalizar el Gasto Social en Paraguay. DGEEC, 1999, Anuario Estadístico1995. DGEEC.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

COLINDANCIA : RÍO Y FRONTERA La costa sobre el río está capturando el efecto de las posibilidades del comercio. El río Paraguay ha sido siempre la principal vía de comunicación. Los distritos que tienen costa sobre el río Paraguay se espera tengan mayores potencialidades de desarrollo. En la Tabla 2 se observa que de 26 distritos que tienen costas sobre el río Paraguay 17 pertenecen al segmento de mayores ingresos.

Un efecto similar al de costa sobre el río se espera de frontera con países vecinos. En la tabla 3 se observa que de 67 municipios con frontera con países vecinos cuarenta se encuentran en el tercer y cuarto cuartil de mayores ingresos.18

Tabla Nº 2: Ingreso y Costa sobr el Río Ingreso Pér Cápita(*)

Sin Costa

Con Costa

Total

100 92 192

9 17 26

109 109 218

Sin Frontera

Con Frontera

Total

47 35 38 31 151

7 20 17 23 67

54 55 55 54 218

1 2 Total

Fuente: Instituto Geográfico Militar (*) Los ingresos de los distritos ordenados de menor a mayor divididos por la mediana en los bloques 1 y 2

Tabla Nº 3: Ingreso y Frontera Ingreso Pér Cápita 1 2 3 4 Total Fuente: Instituto Geográfico Militar.

18 Aplicando la prueba Chi cuadrada a las tablas 2 y 3, arrojan resultados significativos.


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

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ÁREAS METROPOLITANAS La concentración de la producción es el rasgo más sobresaliente de la actividad económica. La dinámica concentradora se observa en nuestro país en tres áreas metropolitanas que se desarrollan en torno a las ciudades de Asunción, Ciudad del Este y Encarnación. El Gran Asunción concentra el 44,9 % del Producto Interno Bruto del país y el 31% de la Población Económicamente Activa ocupada como se observa en la Tabla 4. El área metropolitana de Ciudad del Este está integrada por la capital altoparanaense, Pte. Franco, Minga Guazú, Domingo de Irala y

Hernandarias. Estos distritos, con tan sólo el 17% del territorio del departamento concentran el 63% de la población. Así la densidad en el área metropolitana es 98 Hab/Km19, y la del resto del departamento tan sólo 12 Hab/Km2.19 Un indicador de la concentración económica en torno a estas tres áreas metropolitanas podemos observarlo en la concentración de empresas y empleo industrial. Los departamentos que tienen áreas metropolitanas –Asunción, Central, Alto Paraná e Itapúa- concentran el 69.5 % de las empresas industriales existentes y el 74,4 % del empleo industrial.

Tabla Nº 4: PIB y PEA en el Area Metropolitana de Asunción en 1998 (En millones de guaraníes constantes de 1982) PIB metropolitano 536,420 PIB país 1,194,700 Participación del PIB metropolitano 44.9% PEA metropolitana ocupada 507,500 PEA ocupada del país 1,639,223 Participación de la PEA metropolitano 31% Fuente: Estudio de observación acerca de la Planificación del Transporte Urbano en el Área Metropolitana de Asunción. Agencia Internacional de Cooperación del Japón. Municipalidad de Asunción.

Tabla Nº 5: Empleo Industrial y Empresas Cantidad de Participación Participación Empresas en el Total Acumulada Central Asunción Alto Paraná Itapúa Otros

853 722 293 237 924 3029

28.2% 23.8% 9.7% 7.8% 30.5% 100.0%

28.2% 52.0% 61.7% 69.5% 100.0%

Empleo

Participación en el Total

Participación Acumulada

27,241 23,327 6,712 5,256 21,574 84,110

32.4% 27.7% 8.0% 6.2% 25.6% 100.0%

32.4% 60.1% 68.1% 74.4% 100.0%

Fuente: Censo Industrial Nacional 1997. DGEC y Banco Central del Paraguay. IN: Estudio de desarrollo económico para el Paraguay. Secretaría Técnica de Planificación. Año 2000. Vol. III p.103. 19 Estudio sobre el desarrollo de Alto Parana. PNUD y Ministerio de Industria y Comercio.


100

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

INGRESO Y DISTANCIA AL PRINCIPAL MERCADO La distancia de los distritos a los principales mercados incide en los costos de transporte y por tanto en las decisiones de localización de las empresas. Las empresas tenderán a realizar sus inversiones en distritos próximos a los principales mercados que de esta forma tendrán condiciones más favorables para el desarrollo. En la investigación se consideró que existen tres grandes mercados: Asunción, Encarnación y Ciudad del Este. La variable distancia al principal mercado fue elaborada teniendo en cuenta la distancia entre el distrito y el mercado principal más próximo. En el gráfico 1 se observa una cierta tendencia a un mayor ingreso per cápita en los distritos que están a menor distancia de los mercados.

AGLOMERACIÓN URBANA E INGRESO PER CÁPITA POR DISTRITO

mayores ingresos. El gráfico 2 muestra una tendencia a un mayor ingreso per cápita a medida que aumenta el porcentaje de población urbana dentro del distrito. La aglomeración urbana está asociada a la teoría de retornos crecientes que explica las ventajas de esta concentración espacial.

CALIDAD DE LA TIERRA La capacidad de uso de la tierra para fines agrícolas puede favorecer el mayor desarrollo de ciertos distritos. Al contar con tierras más aptas para la agricultura tendrían una ventaja inicial. Los suelos fueron agrupados en ocho categorías en las cuales aumentan progresivamente las limitaciones para el uso de las tierras.

El grado de aglomeración urbana de los municipios puede estar asociado a Gráfico Nº 1: Relación entre Ingreso y Distancia al Principal Mercado

Ingreso de los distritos

800.000 700.000 600.000 500.000 400.000 300.000 200.000 100.000 0 0

100

200

300

400

500

600

700

Distancia del distrito al principal mercado

800

900


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

101

Gráfico Nº 2: Aglomeración Urbana e Ingreso Pér Cápita % de urbaniz. por distrito

120% 100% 80% 60% 40% 20% 0%

0

100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000 700.000 800.000

Ingreso per cápita por distrito

La clasificación utilizada es la siguiente: Clase I : Los suelos tienen ninguna o pocas limitaciones que restrinjan su uso. Clase II: Los suelos tienen moderadas limitaciones que reducen la posibilidad de selección de cultivos, o requieren prácticas especiales de conservación para cultivarlos, o ambos. Clase III: Los suelos tienen severas limitaciones que reducen la posibilidad de selección de cultivos o requieren prácticas especiales de conservación para cultivarlos, o ambos. Clase IV: Los suelos tienen severas limitaciones que reducen la posibilidad de selección de cultivos o requieren un manejo muy cuidadoso, o ambos. Clase V: Los suelos no tienden a erosionarse, pero tienen otras limitaciones, muy difíciles de eliminar, que limitan su uso. Clase VI: Los suelos tienen severas limitaciones que los hacen generalmente inadecuados para cultivos.

Clase VII: Los suelos tienen muy severas limitaciones que los hacen totalmente impropios para cultivos. Clase VIII: Los suelos y áreas misceláneas tienen limitaciones que prácticamente impiden su uso para producción comercial. Las tierras de clase I y II que son las mejores tierras constituyen el 10 % del total del país. La información referente al uso de la tierra fue procesada para conocer la capacidad de uso de la tierra a nivel de distritos. Las tierras de clase 1 se encuentran en la región este del país. El 83 % se encuentra en los distritos de los Departamentos de Alto Paraná e Itapua, y las restantes en distritos de Caazapá y Caaguazú que limitan con el Departamento de Alto Paraná. Las tierras de clase 2 también se encuentran en su mayoría en los departamentos de Alto Paraná e Itapua, y algunos distritos limítrofes. En torno al 75 % de estas tierras se encuentran en esa región como se observa en la tabla 8.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Tabla Nº 6: Clase de Tierra en la Región Oriental Has. Clase 1 Clase 2 Clase 3 Clase 4 Clase 5 Clase 6 Clase 7 Clase 8 Agua Urbano Total Has.

84,541 1,350,026 4,229,620 2,985,369 2,485,486 1,975,924 1,509,490 731,655 90,920 112,902 15,555,933

Participación 1% 9% 27% 19% 16% 13% 10% 5% 1% 1% 100%

Acumulada 1% 9% 36% 56% 72% 84% 94% 99% 99% 100%

Fuente: Proyecto de racionalización del uso de la tierra, Banco Mundial. Servicio Nacional de Catastro.

CAPITAL HUMANO Y CONCENTRACIÓN GEOGRÁFICA El capital humano ha sido incorporada a las corrientes principales de la teoría del crecimiento. Las externalidades producidas por el capital humano se potencian cuando existen mayores posibilidades de interacción entre los trabajadores. Jane Jacobs, en su trabajo “La economía de las ciudades” 20 provee numerosos ejemplos de interacciones entre individuos educados o con experiencia que generan ventajas económicas. En un espacio limitado el costo de las interacciones es inferior al que existiría si las unidades económicas estuvieran dispersas por todo el país. Esto estaría explicando también los retornos crecientes que producen las aglomeraciones. Esta relación entre capital humano y concentración geográfica refuerza el interés de su inclusión en este estudio 20 Jasne Jacobs. Economy of cities. 1969

como variable de control. En el gráfico 3 se observa que existe una relación entre el promedio de años de educación en cada distrito, indicador del capital humano, y el ingreso per cápita distrital.

FUENTES DE DATOS Y DESCRIPCIÓN DE LAS VARIABLES A fin de profundizar el análisis precedente, fundamentalmente descriptivo, hemos procedido a un estudio econométrico para determinar las relaciones existentes entre el grado de desarrollo medido por el ingreso per cápita de cada distrito y los factores geográficos, como temperatura, precipitaciones, costas sobre el río, calidad de la tierra, distancia del distrito al principal mercado, área metropolitana, nivel de aglomeración urbana y capital humano.


Geografรญa y Economรญa en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

103

Tabla Nยบ 7: Tierra Clase I Departamento Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Alto Paranรก Itapรบa Itapรบa Itapรบa Itapรบa Itapรบa Caaguazรบ Caazapรก Caazapรก Caazapรก

Distrito

Hectรกreas

Santa Rita Naranjal Sta.Rosa del Monday San Cristobal Los Cedrales Domingo Martinez de Irala Presidente Franco ร acunday Minga Guazu Obligado Bella Vista-Itapua Pirapo Alto Vera Hohenau Raul Arsenio Oviedo Tabai Abai San Juan Nepomuceno

15,583.24 12,401.32 9,286.99 7,491.33 6,712.98 3,190.59 1,102.43 357.65 0.07 5,951.34 4,688.33 2,909.47 278.38 52.83 9,544.18 3,642.22 880.00 467.32

%

% Acum.

18.43% 14.67% 10.99% 8.86% 7.94% 3.77% 1.30% 0.42% 0.00008% 7.04% 5.55% 3.44% 0.33% 0.06% 11.29% 4.31% 1.04% 0.55%

18.43% 33.10% 44.09% 52.95% 60.89% 64.66% 65.97% 66.39% 66.39% 73.43% 78.98% 82.42% 82.75% 82.81% 94.10% 98.41% 99.45% 100.00%

Tabla Nยบ 8: Tierra Clase II Departamento Itapรบa Alto Paranรก Distritos de Caaguazรบ y Caazapรก limรญtrofes con A. Paranรก Otros TOTAL

%

% Acum.

32.52% 28.48%

32.52% 61.00%

14.39% 24.61% 100.00%

75.39% 100.00%

Grรกfico Nยบ 3: Capital Humano e Ingreso por Distrito ,QJ SHUFDSLWD SRU GLVWULWR

3URPHGLR GH DxRV GH HGXFDFLyQ SRU GLVWULWRV


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

La información sobre ingreso distrital fue obtenida del estudio “Indicadores Básicos para Focalizar el Gasto Social en Paraguay” de la Dirección de Estadística, Encuestas y Censos. Los datos de precipitaciones fueron recabados de la Dirección de Meteorología e Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil. Como existen solamente 24 estaciones meteorológicas que no cubren todos los distritos del país, en la elaboración de la variable se consideró que la precipitación registrada en una determinada estación meteorológica que se encuentra en un distrito, es la misma para todos los distritos de ese departamento.

zando planos del Instituto Geográfico Militar. Las variables costas sobre el río, frontera, trópico y área metropolitana son variables dicotómicas en las que la presencia de la característica asume el valor 0 y su ausencia el valor 1.

La variable distancia al principal mercado fue elaborada teniendo en cuenta la distancia entre el distrito y el mercado principal más próximo, utili-

La variable calidad de la tierra de un municipio fue elaborada como el promedio de las distintas calidades del suelo, ponderado por el área de cada tipo de suelo.

Los datos sobre calidad de tierra provienen del estudio “Proyecto de racionalización del uso de la tierra” realizado con asistencia del Banco Mundial. Siguiendo una clasificación del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, los suelos fueron agrupados en ocho categorías en las cuales aumentan progresivamente las limitaciones para el uso de las tierras.

Tabla Nº 9: iddipc lnip

Variables Dependientes Ingreso distrital disponible per cápita Logaritmo natural del ingreso disponible per cápita.

Variables Independientes Variables Geográficas Naturales río Variable dicotómica. Los distritos que tienen costa sobre el río Paraguay tienen valor 1; los que no tienen valor 0. frontera Variable dicotómica. Los distritos que tienen frontera con países vecinos tienen valor 1; los que no tienen valor 0. trópico Variable dicotómica. Los distritos que se encuentran al norte del Trópico de Capricornio, tienen valor 0 ; los que se encuentran al sur valor 1. propre Promedio de precipitaciones en el verano. catie Calidad de la tierra para cultivos por distrito. La variable fue elaborada como el promedio de las distintas calidades del suelo, ponderado por el área de cada tipo de suelo en cada distrito21 . Variables Geográficas Socioeconómicas d Distancia entre el distrito y el mercado principal mas próximo. nau92 Nivel de aglomeración urbana por distrito medido por el porcentaje de población distrital urbana en 1992 amet Variable dicotómica. Los distritos que forman parte de una de las tres áreas metropolitanas tienen valor 1; los que no forman parte valor 0. Variables de Control ch Capital humano medido por el promedio de años de educación por distrito 21 La metodología sigue la utilizazada en Geography and Economic Development in Colombia: A Municipal Approach de Fabio Sanchez Torres y Jairo Núñez Méndez


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

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RESULTADOS En el modelo 1 se han analizado las variables geográficas puramente naturales. Tres de ellas resultaron significativas que son las que aparecen sombreadas en la tabla 10: calidad de la tierra, frontera y río. La variable precipitaciones tiene signo contrario al esperado. En el modelo 2 la idea básica es seleccionar una regresión que capture el efecto conjunto o global de las variables geográficas naturales y socioeconómicas. Las variables geográficas naturales incluidas en este análisis son las tres variables que demostraron tener un efecto signi-

ficativo en el ejercicio anterior. En el modelo 2, entre las variables geográficas naturales la calidad de la tierra y río dejan de ser significativas, y frontera mantiene su capacidad explicativa, en cuanto todas las variables geográficas socioeconómicas – área metropolitana, nivel de aglomeración urbana y distancia al mercado principal más próximoresultan significativas. Sin embargo si se excluye Asunción, que tiene más de 99,9 % de su suelo urbanizado, y la poca tierra de que dispone es de la peor calidad, la variable calidad de tierra resulta significativa.

Tabla Nº 10: Modelo 1: Variables Geográficas Naturales Variable dependiente: LNIP

Río Catie Frontera Propre Tropico

Coeficientes B

t

Sig.

0.14 -0.11 0.32 -0.01 0.09

1.70 -6.67 5.54 -6.32 0.82

0.09 0.00 0.00 0.00 0.41

Estadísticos de Colinealidad Tolerancia FIV 0.79 0.93 0.75 0.79 0.97

1.27 1.08 1.34 1.26 1.04

R cuadrado= 0.46 Sig. F=0.0000

Tabla Nº 11: Modelo 2: Variables Geográficas Socioeconómicas y Naturales Variable dependiente: LNIP

río catie frontera d nau92 amet R cuadrado= 0.75 Sig. F=0.000

Coeficientes B

t

Sig.

-0.03 -0.01 0.14 -0.00 0.01 0.16

-0.64 -0.81 4.24 -7.10 13.19 2.35

0.52 0.42 0.00 0.00 0.00 0.02

Estadísticos de Colinealidad Tolerancia FIV 0.73 0.60 0.84 0.76 0.59 0.45

1.37 1.66 1.19 1.31 1.70 2.21


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Es importante también señalar que en el origen histórico de la incidencia de ciertas variables geográficas socioeconómicas se encuentran probablemente ciertas variables geográficas naturales, que tuvieron su significación en un momento histórico anterior, como el acceso al río, que fue determinante para la emergencia de Asunción como principal aglomeración urbana y posteriormente en la conformación del área metropolitana. Finalmente, además de tratar de sintetizar la posible relación que existe entre las características geográficas y el nivel del ingreso en Paraguay, en el modelo 3 se analiza la sensibilidad de las variables geográficas a la inclusión de otra posible variable explicativa. Al agregar la variable capital humano se mantienen significativas todas las variables del modelo 2. Las regresiones anteriores sugieren que efectivamente hay varios canales a través de los cuales la geografía influye en el nivel del ingreso per cápita en Paraguay. Los resultados más robustos sugieren que variables geográficas naturales como calidad de la tierra y fron-

tera son factores importantes en la explicación de los diferenciales intermunicipales del ingreso per cápita. Lo anterior confirma la relevancia del enfoque sobre la incidencia de la geografía natural que fuera iniciado por Gallup, Sachs y Mellinger. Las variables geográficas socioeconómicas o creadas como la distancia al principal mercado, la pertenencia a un área metropolitana y el grado de aglomeración urbana también juegan un papel importante y son estadísticamente significativos en la determinación del nivel del ingreso per cápita distrital en Paraguay. Esto concuerda con el enfoque de Krugman que considera que la concentración geográfica de la actividad económica, que está asociada a distintos niveles de desarrollo, no se debe únicamente a diferencias naturales entre localidades sino a un conjunto de procesos acumulativos, necesariamente involucrando alguna forma de retornos crecientes, en el cual la concentración geográfica se va reforzando a si misma. Los retornos crecientes implican ren-

Tabla Nº 12: Modelo 3: Variables Geográficas Socioeconómicas y Naturales con Variable de Control Variable dependiente: LNIP

Frontera D nau92 Amet Ch R cuadrado= 0.78 Sig. F=0.000

Coeficientes B

t

Sig.

0.17 -0.0004 0.0043 0.15 0.22

5.94 -4.26 5.31 2.64 8.53

0.00 0.00 0.00 0.01 0.00

Estadísticos de Colinealidad Tolerancia FIV 0.88 0.76 0.37 0.58 0.34

1.14 1.31 2.68 1.73 2.95


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

dimientos crecientes de los factores productivos permitidos por la aglomeración de actividades económicas. Por sí solo, éste pequeño grupo de variables geográficas –naturales y socieconómicas-explican alrededor de las tres cuartas partes de la variación del ingreso per cápita entre municipios en el Paraguay. La importancia de los factores geográficos en la determinación del ingreso per cápita municipal provee así una explicación de la alta y persistente desigualdad regional que prevalece en el Paraguay. Sin embargo, la relevancia puede ser aún mayor y este estudio pudo no haber captado toda la incidencia. Algunas variables que en estudios de otros países han resultado relevantes, no se revelaron importantes en el Paraguay, como es el caso de la temperatura y precipitaciones. Esto coincide con otros resultados similares. En México por ejemplo, el acceso al mar no resultó una variable significativa así como en Bolivia, la temperatura no se mostró relevante. Pero pudo deberse también a limitaciones propias de esta investigación. Los datos de precipitaciones contienen solo 22 observaciones correspondientes a las estaciones meteorológicas existentes, lo que resulta insuficiente para un estudio a nivel municipal. Adicionalmente, este estudio que está basado en los municipios como unidad de observación probablemente no capte toda la incidencia de los factores geográficos debido a que la región occidental que ocupa más del 60 % del territorio contiene apenas 9 municipios de los 219 existentes en el país. Por lo tanto se tienen apenas 9 observaciones

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para toda la región occidental en cada variable. Al mismo tiempo, estudios posteriores deberán reelaborar algunas variables o agregar nuevas para captar mejor la incidencia de ciertos factores en la región tropical. La provisión inadecuada de agua por ejemplo, es evidente en el Chaco, pero esta desventaja y su incidencia no pudo ser captada plenamente por la variable precipitaciones. Las precipitaciones son abundantes en el Chaco, pero concentradas en determinados períodos, seguido de largas temporadas de sequía. Finalmente, una línea de investigación que no fue abordada en este estudio es la hipótesis denominada “enfermedad holandesa” de que mayores recursos naturales tienden a disminuir las tasas de crecimiento como lo señalan los estudios mencionados de Sachs y Warner (1996) y de Michael Gavin y Ricardo Hausmann (1998). El impacto en el crecimiento económico de las riquezas en recursos hídricos con que cuenta nuestro país, que han dado lugar a los grandes emprendimientos hidroeléctricos, ofrece un potencial para futuras investigaciones bajo este enfoque.

IMPLICANCIAS DE POLÍTICA En la medida en que la geografía tiene una influencia en el desarrollo, implicaciones de política importantes pueden ser obtenidas de estos estudios. No se trata de proponer un determinismo geográfico. No hay regiones fatalmente predestinadas en lo que se refiere a su desarrollo futuro. Por el contrario, el enfoque trata de contribuir a tener una


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

mejor comprensión de la importancia de estos elementos y de utilizar estos resultados en el desarrollo de propuestas de política más acordes a la realidad. Si se entiende mejor la influencia de la geografía en la economía será posible entonces diseñar mejores políticas públicas que permitan romper los efectos aparentemente permanentes e inmóviles de los factores geográficos en el desarrollo económico. Una política de población, por ejemplo, debe tener en cuenta estos factores. No se puede pretender la redistribución de la población sin tener en consideración que la concentración actual proviene de ventajas geográficas naturales o creadas de ciertas regiones y desventajas de otras, así como de los retornos crecientes producidos por las aglomeraciones urbanas.. El crecimiento poblacional en regiones con desventajas geográficas debe ser observado con preocupación.

La región más castigada por factores naturales, el Chaco, demanda soluciones de política que incorporen consideraciones de tipo geográfico. El potencial que ofrecen las regiones fronterizas, debido a las posibilidades comerciales que generan, debe contemplarse en las políticas de desarrollo regional. Los planes viales deben llevar en cuenta consideraciones geográficas para buscar optimizar el impacto de los recursos asignados a inversiones en esta área. La situación de mediterraneidad que afecta a nuestro país, y que tal vez sea uno de los factores geográficos de mayor incidencia desde tiempos coloniales, merece particular atención. En conclusión, la consideración de las variables geográficas ofrece la posibilidad de enriquecer y tornar más eficientes las políticas públicas, lo que hace aconsejable su incorporación sistemática.


Geografía y Economía en el Paraguay: Un Enfoque Municipal

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Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

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Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Marta Cristina Sanabria Susana F. Sánchez Berna

I. INTRODUCCIÓN disminuir la prevalencia de la desnutrición a la mitad para fines del año 2000.

El estado nutricional de la población infantil constituye uno de los indicadores sensibles de la condición socioeconómica de un país. El aumento de la prevalencia de la desnutrición infantil experimentado en el Paraguay en la última década1 : de 3,7 % según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 19902 (ENDS 90) a un 5 % según datos la Encuesta Integrada de Hogares3 (EIH 97/98), plantea la revisión de los compromisos asumidos durante la Cumbre Mundial de la Infancia, (1990)4 y durante la Cumbre Mundial de la Alimentación (1995)5 :

Sin embargo, existen otras variables que influyen en el estado nutricional por lo que es preciso investigar cuáles

1 Sanabria, M. Mayor, R, Sánchez, S. Figueredo, R, Moreno Azorero, R. Incremento de la prevalencia de la desnutrición aguda en niños y niñas menores de cinco años en Paraguay. Pediatr Py. Vol 27 (Supl 1); 2000; B13 2 Encuesta Nacional de Demografía y Salud. USAID – CEPEP. Asunción, Paraguay: 1990. 3 Encuesta Integrada de Hogares 1997/1998. MECOVI – Dirección General de Encuesta Estadísticas y Censos. 4 Naciones Unidas. Declaración Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño y Plan de Acción para la Aplicación de la Declaración Mundial sobre la Supervivencia, la Protección y el Desarrollo del Niño en el

Decenio de 1990. Cumbre Mundial en Favor de la Infancia. Nueva York, 30 de septiembre de 1990. 5 FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). Cumbre Mundial sobre la Alimentación: Síntesis de los documentos técnicos. Roma, 1996. 6 Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición. Situación de la Alimentación y Nutrición del Paraguay. Documento técnico Nº 1. Asunción, 2000. 7 Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos, Programa MECOVI. Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay, 1997/98. Asunción, 1999.

Un grupo no siempre considerado y con un alto porcentaje, (20%) es el de los niños menores de cinco años en situación de riesgo de desnutrir (EIH97/ 98)6 . La vulnerabilidad de éstos se ve afectada especialmente por la situación de pobreza que ha aumentado en nuestro país en la última década7 .


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

podrían ser los factores protectores para un adecuado estado nutricional en nuestros niños de manera a proponer estrategias de prevención y/o intervención que permitan optimizar su potencial de crecimiento y desarrollo.

II. MARCO TEORICO E HIPOTESIS Las causas de la malnutrición infantil son multifactoriales e interrelacionadas. El espectro de factores oscila desde la inestabilidad política y el pobre crecimiento económico hasta factores más específicos como mayor número de episodios de diarrea8 . Clínicamente el estado nutricional suele estar determinado por tres factores concurrentes: 1) El potencial para el crecimiento, dependiente del potencial genético y el peso al nacer; 2) La cantidad de egresos o gastos de energía y pérdidas determinadas por el proceso de crecimiento, la actividad, los gastos basales y morbilidad por infecciones como las diarreas; y 3) El ingreso de nutrientes, dependiente de la ingesta de alimentos y la asimilación por el organismo. Los desequilibrios en algunos de estos elementos definen situaciones de

8 Smith L, Haddad L. Explaining CHild Malnutrition in Developing Countries: A Cross – Country Analysis. International Food Policy Research Institute. Washington, 1999. 9Gutiérrez G, Reyes H, Fernández S, Pérez L, Pérez-Cuevas R, Guiscafré H. Impacto de los servicios de salud, el saneamiento y la educación en la mortalidad de menores de

riesgo, que al hacer más vulnerables al niño, favorecen la desnutrición infantil. No obstante, estos factores a su vez dependen de otras variables que tienen que ver con la seguridad alimentaria la cual implica que todas las personas tengan en todo momento acceso económico a los alimentos básicos que necesitan. Similarmente, la educación y status materno tienen un efecto determinante como lo indican Gutiérrez y col.9 . Aún comparando con variables como el Producto Bruto Interno (PIB), se ha comprobado que la educación materna tiene una muy fuerte influencia sobre el índice de morbi/mortalidad infantil10 probablemente por tener varios efectos potenciales positivos sobre la calidad del cuidado del niño. Igualmente, en un trabajo realizado por Smith L.C. & Haddad L. (1999)11 , -International Food Policy Research Institute (IFPRI)-, para estimar factores que contribuyen a la reducción de la desnutrición infantil como el status de la mujer, saneamiento ambiental, disponibilidad de alimentos y educación materna, encontraron que esta última variable fue la que contribuyó en mayor porcentaje a dicha reducción, como puede observarse en la Figura 1.

cinco años. Salud Publica Mex 1999;41:368-375. 10 Subbarao K, Raney L. “Social Gains from Female Education: A Cross – National Study”, en: Economic Development and Cultural Change 1995; 44(1):105 – 128. 11 Smith LC, Haddad L. IFPRI . Reducción de la desnutrición. Estimación de la contribución de los factores condicionantes. Research Report 111; 1999.


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

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Figura 1: Contribución de los Factores Condicionantes de la Desnutrición (Peso/Edad) en los Países en Desarrollo

Status de la mujer

11,6

Saneamiento ambiental

19,3

Disponibilidad de alimentos

26,1

Educación de la mujer

43,0

Fuente: Smith L.C., Haddad L. IFPRI Research Report 111; 1999.

El Instituto Apoyo del Perú, ha realizado un exhaustivo meta-análisis referido a factores asociados a la desnutrición crónica12 . El grupo de investigación ha agrupado en cinco dominios a los factores de riesgo: a) Factores individuales o endógenos: el peso al nacer, el sexo, la edad b) Factores maternos: las características de la edad materna, el grado de educación de la madre, la talla materna, la duración de la lactancia materna, los controles prenatales, y la suplementación de la lactancia. c) Factores infecciosos: el tiempo de duración de la diarrea, las infecciones respiratorias y las parasitosis. d) Factores de micronutrientes: la ingesta adecuada o perdida de Vitamina A, Hierro, Yodo y Zinc e) Factores sociodemográficos del entorno: el lugar de residencia, 12 Instituto Apoyo. Política Nacional para la reducción de la desnutrición crónica en el Perú. Estudio complementario. Revisión de la literatura nacional e internacional referida a factores asociados a desnutrición crónica. Una aproximación desde la metodología del meta-análisis. Perú, 2001.

las características de la vivienda, el nivel de ingreso familiar y la migración. Los hallazgos del meta-análisis señalan que la menor educación materna implica 1,2 veces más riesgo para que el niño desarrolle una desnutrición crónica. Esto se explica debido al hecho que las madres con mayor nivel educativo tienen mayor capacidad de detectar enfermedad en el niño y de hacer mayor uso de los servicios de salud y de recibir mayor instrucción sobre los cuidados para la prevención de la desnutrición (Tabla 1). Dentro de la revisión también se encontró que la madre adolescente tiene más riesgo de tener niños con desnutrición crónica. En nuestra realidad, la educación es un punto crítico, ya que en el ámbito nacional existe un 7,7 % de analfabetismo. Al disgregar por sexo se observa que el analfabetismo es mayor en las mujeres, más aún si éstas residen en el área rural13 (Tabla 2). 13 Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos. Encuesta Permanente de Hogares 1999. Principales resultados. Asunción, 2000.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Por otro lado, si se considera el promedio de años de estudio, nuevamente se comprueba que la mujer del área rural se halla en franca desventaja (Tabla 3).

do mayor su rol en el área urbana. Si el nivel de escolaridad de la población mayor de 14 años creciera en un año, el nivel de bienestar aumentaría 5.2 % en el área urbana y 3.1 % en el rural7 (EIH 97/98. DGEEC).

La educación es fundamental para mejorar los niveles de bienestar, sien-

Tabla 1: Estudios que Indican al Tiempo de Educación Materna como Factor de Riesgo para la Desnutrición Crónica País Congo Honduras Perú Bangladesh

Estudio Transversal Transversal Transversal Caso control

N

Edad

167 1744 606 164

< 5 años 15-71 meses < 5 años < 5 años

Odds Radio

Datos Educación materna Madre sin educación Madre con primaria o menos Educ. materna < 5 años

p 0,005 0,001

1,8 0,5

0,005

Fuente: Adaptado de Instituto Apoyo. Política nacional para la reducción de la desnutrición crónica en el Perú. Estudio complementario.

Tabla 2: Tasa de Analfabetismo por Sexo según Area de Residencia. EPH 1999 DGEEC Area de Residencia

Total (%)

Hombres (%)

Mujeres (%)

País Urbano País Rural Asunción Central

3,8 12,7 2,9 2,7

2,7 9,7 2,4 1,6

4,8 16.0 3,3 3,8

TOTAL PAIS

7,7

5,9

9,4

Tabla 3: Promedio de Años de Estudio de la Población de 25 y más Años de Edad por Sexo, según Area de Residencia. EIH 97/98, DGEEC Area de Residencia Total País Urbana Rural Asunción Central

Total

Hombres

Mujeres

6,2 7,7 4,2 9,7 7,4

6,5 8,2 4,4 10,3 7,9

6,0 7,3 4,0 9,2 7,0


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Indudablemente, el entorno socioeconómico es un factor determinante de la desnutrición tanto aguda como crónica en niños14 ,15 , sobretodo cuando se considera al grupo etáreo que comprende a los menores de cinco años. En Paraguay, la situación de pobreza en los niños menores de cinco años es mayor al de la población general como se muestra en la Tabla 4 (45% vs 32%) y esto es aún mayor en niños pertenecientes a las áreas rurales (53%)7,16 (EIH 97-98, DGEEC). En investigaciones realizadas por Frongillo y col. (1997)17 , estimaron los factores socieconómicos y demográficos asociados a los patrones de desnutrición en niños, encontrando que aquellos relacionados con una menor prevalencia de talla baja (desnutrición crónica) fueron: una mayor disponibilidad de alimentos, la educación materna y el producto bruto interno. El gasto público del Paraguay en sanidad y salud pública es del 2,59 % del PIB (Producto Bruto Interno); esto corresponde a un 1,63 para el sector público propiamente dicho y 0,96 lo proporciona el IPS (Instituto de Previsión Social) 18 . En el área urbana si un individuo sin seguro médico tuviera acceso a este servicio y éste fuera proporcionado por el estado, elevaría su bienestar en un 19 %; aumentando este porcentaje al 53% si se toma en cuenta para el área rural7.

115

tado nutricional infantil se refiere al peso de nacimiento. El trabajo realizado por la organización peruana no gubernamental PRISMA demostró que los niños nacidos con un peso menor a 2500 g tuvieron dos o más veces riesgo de padecer de desnutrición crónica que los nacidos con peso adecuado14. El peso al nacer mostró un gran valor sobretodo en el grupo de lactantes menores de 11 meses de edad, perdiendo algo su importancia en el grupo de niños de 12 a 35 meses, aunque sin dejar de poseerla. Los datos aportados por la Encuesta Integrada de Hogares 1997/ 1998, señalan un 9,1 % de los niños menores de cinco años pesaban menos de 2500 gr al nacer. Cuando éstos datos fueron comparados por áreas, la zona rural tenía el más alto porcentaje de niños con bajo peso al nacer (10,5 %) vs Asunción 7,2 %, central urbano con 7,3% y el resto urbano del país con 8,9%. En la Figura 2 se comparan los porcentajes de Bajo Peso al Nacer en los diferentes países de América Latina. Tabla 4: Población Infantil Menor a 5 Años, según Area de Residencia y Nivel de Pobreza (%). EIH 97/98, DGEEC Población Infantil Total País No pobre Pobre

707.967 54,8% 45,2%

Urbano No pobre Pobre

335.175 63,3% 36,7%

Otro de los factores que debemos considerar como determinante en el es-

Rural No pobre Pobre

372.792 47,0% 53,0%

14 Instituto Nacional de Estadísticas e Informática PRISMA. Determinantes de la Desnutrición Aguda y Crónica en niños menores de 3 años. Sub – análisis de la Endes 1992/1996. 15 The World Bank. Enriching Lives. Overcoming Vitamin nd Mineral Malnutrituion in Developing Countries. Washington DC, 1994. 16 Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos, Programa MECOVI. Indicadores Básicos para Focalizar el

Gasto Social en Paraguay. Asunción, 2000. 17 Frongillo E, Onis M, Hanson K. Socioeconomic and Demographic Factors Are Associated with Worldwide Patterns of Stunting and Wasting of Children. J Nutr 1997; 127: 2302-2309. 18 Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, Consejo Nacional de Salud. Análisis del Sector Salud del Paraguay. Asunción, Paraguay. 1998.


116

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Figura 2: Porcentaje de Bajo Peso al Nacer en América Latina 7,0

Chile Uruguay Cuba Argentina Paraguay Colombia Honduras Perú Ecuador Brasil México Bolivia Guatemala

8,0 8,0 8,0 9,1 10,0 11,0 11,0 11,0 11,0 12,0 12,0 14,0 Estadísticas de la Salud de las Américas, 1998, OPS-OMS

En un reporte de investigación, Chang & Myers (1983)19 sobre frecuencia de bajo peso de nacimiento y factores maternos asociados en el Paraguay, no se encontró una mayor prevalencia de bajo peso de nacimiento (BPN) en madres con menor nivel educativo comparadas con un grupo de madres con más años de estudio. La Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 1998 (CEPEP/USAID)20 reveló que el control del recién nacido es más frecuente en el Gran Asunción (97,4%) y en áreas urbanas (94,3%) y está en relación directa con el nivel educativo de las mujeres, ascendiendo de casi 60% en mujeres sin educación o que apenas alcanzaron dos años de la escuela primaria, a cerca de un 98% en las que completaron o superaron el nivel secundario. Los factores sociales y culturales también tienen importante influencia 19 Chang ED, Myers PS. The Frequency of Low Birth Weigth and Associated Maternal Factors in Paraguay. Master Research Report, 1983. 20 CEPEP/USAID/CDC. Encuesta Nacional de Salud

sobre el estado nutricional, comenzando inclusive con las prácticas de Lactancia Materna Exclusiva. Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud/ ENDS-19902 un 93% de los niños reciben lactancia en el primer mes de vida. Esta proporción disminuyó con la edad, pasando a 45% al año de edad y sólo 9% a los 18 meses. En la misma línea de investigación, en los años 1995/96 también se señala que el 93,6% de madres amamantan a sus hijos, pero aquellas que residen en el Gran Asunción y Este, y con instrucción mayor instrucción, tienden a amamantar menos (91,6%)21 . Si bien la duración promedio de la lactancia en nuestro país fue de 11,4 meses, la lactancia materna exclusiva tuvo una duración de sólo de 0,3 meses y la lactancia acompañada por agua se estimó en 3,1 meses. La duración de la lactancia disminuyó en aquellas madres que residen en áreas urbanas, con mayor nivel de Materno Infantil: 1998. Asunción, 1999. 21 CEPEP/USAID/CDC. Encuesta Nacional de Demografía y Salud Reproductiva. Asunción, 1995/1996.


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

instrucción y de nivel socio-económico alto. Las respuestas sobre los motivos del destete precoz fueron “poca leche” y “el niño no quería”. La EIH 97/98 señala que el 93,7% de los recién nacidos en el área urbana son amamantados dentro de las 24 horas de vida, lo cual se mantiene para aquellos de la zona rural. Se debe destacar que las normas internacionales vigentes proponen la lactancia materna exclusiva como el alimento más completo y adecuado hasta los seis meses de edad. Sin embargo, como se observa en la Figura 3, Paraguay tiene la más baja prevalencia de lactancia materna exclusiva en lactantes de 0-3 meses de edad. La importancia de mantener al lactante alimentado sólo con pecho materno durante los primeros seis meses de edad, es su asociación con una menor prevalencia de enfermedades infecciosas gastrointestinales, otitis aguda, alergia alimentaria, entre otros.

117

Nuestra población carece de adecuados conocimientos sobre la introducción de alimentos sólidos a partir del sexto mes de vida del lactante y durante los períodos de enfermedad y convalescencia. Asimismo, existen distorsiones en la distribución intrafamiliar de los alimentos, particularmente entre las familias más pobres, al no priorizarse la alimentación de las madres gestantes y lactantes ni de los niños22 . Los hábitos alimentarios son aprendidos de las madres o parientes en su niñez o durante la etapa de crecimiento y son transmitidos de generación a generación23 . Un 74,8% de los niños antes de los seis meses de vida reciben alimentos sólidos (EIH 97/98. MECOVI. DGEEC). En el trabajo de investigación realizado por Plan Internacional24 en los departamentos de San Pedro, Caaguazú,

Figura 3: Lactancia Materna Exclusiva en América ( Latina (0-3) Meses)

Paraguay Colombia Ecuador

7 16 29

México Brasil Bolivia Perú Chile

38 42 61 63 77

Fuente: The State of the World‘s Children 2000. UNICEF 22 UNICEF. Revisión de mitad de período. Cooperación UNICEF. Paraguay. 1995/1999 23 Caballero, Venus Margarita. Planificación de la producción de rubros de autoconsumo en base a recomendaciones calóricos proteicas de una familia tipo del Proyecto Ecología

Humana en el Distrito de Piribebuy. Tesis de Grado. Facultad de Ciencias Agrarias. Carrera de Ecología Humana. San Lorenzo 1996 24 Johnson, Brian. Plan Internacional. Línea de base en Salud/San Pedro, Canindeyu, Caaguazú. 1997


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Canindeyú, Guairá, Paraguarí y Cordillera en 1997, un 80,8% de las madres reportaron que habían introducido comidas sólidas y semisólidas y/o otros líquidos a sus hijos antes de los seis meses de edad. En los departamentos de Cordillera, Paraguarí y Guairá25 este porcentaje alcanzó un 77%. Analizando la composición de los alimentos introducidos, éstos en su mayor porcentaje son hidratos de carbono, y es deficiente en fuentes de micronutrientes y vitaminas (A y C). Estos resultados se reproducen en otros trabajos realizados en Caazapá por la JICA26 y la VI Región Sanitaria, donde un 82 % de las madres creen que se debe dar alimentos al niño entre los 4 y los 6 meses de edad. Existe suficiente evidencia sobre el hecho de que algunas variables podrían aumentar o disminuir el riesgo de tener desnutrición y es importante para nuestra población conocer cuáles son las mismas a fin de focalizar los grupos de mayor riesgo y establecer estrategias que permitan disminuir su prevalencia.

III. OBJETIVO GENERAL: Analizar los factores protectores para un adecuado estado nutricional en niños y niñas menores de cinco años en Paraguay, en situación de pobreza.

25 Johnson, Brian. Plan Internacional. Línea de base en Salud/Cordillera, Paraguarí y Guairá. 1997 26 JICA. Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Sexta Región Sanitaria. Encuesta a madres de niños menores de cinco años de edad. Caazapá. 1996

IV. OBJETIVOS ESPECIFICOS: Identificar los factores de riesgo de desnutrición en niños y niñas menores de cinco años de edad, relacionándolos con edad, sexo, lactancia materna exclusiva, introducción de sólidos, episodios de diarrea, educación materna, área de residencia, peso de nacimiento, trabajo materno, nivel socioeconómico, Determinar los factores protectores para un adecuado estado nutricional en niños y niñas menores de cinco años de edad, de acuerdo al nivel socioeconómico al que pertenecen. Analizar el componente corporal de masa magra en niños menores de cinco años de edad (perímetro braquial). Establecer estrategias de intervención para los grupos de mayor riesgo de compromiso nutricional.

V. DISEÑO METODOLOGICO Se realizará un estudio transversal, descriptivo y analítico utilizando la base de datos de la Encuesta Integrada de Hogares (EIH 97/98), PROGRAMA MECOVI-PARAGUAY, Dirección General de Encuestas, Estadísticas y Censos (DGEEC). La EIH 97/98 recolectó información de 4.351 viviendas, las cuales incluyen a 21.640 personas en total. El marco utilizado para la selección de la muestra esta constituido por segmentos conformados a partir de los resultados del Censo de Población y Vivienda 1992. La población objetivo del estudio comprende a 2.809 niños meno-


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

res a 5 años, de los cuales 2.669 niños poseen las mediciones de talla y peso con los datos de edad (en meses) completos. Esta muestra correspondiente a la sección salud infantil y Antropometría de la EIH 97/98, fue suficiente para permitir estimaciones representativas a nivel país y por área urbano y rural.

VI. ANALISIS ESTADÍSTICO Programas utilizados: SPSS 9.0, Excel 5.0, Statistica para Windows 95 versión 4.5, Epi Info 6.04. Para la evaluación nutricional se consideró los estándares de la NCHS, en puntaje z del Programa EPINUT de Epi Info 6.04: Peso/Edad, Peso/Talla y Talla/ Edad. Medidas paramétricas y no paramétricas de tendencia central y dispersión: Para variables cuyas muestras fueron homogéneas se establecieron medidas paramétricas y se expresaron en términos de promedios ( X ) ± desviaciones estándares (DE). En caso de variables no homogéneas se utilizó la mediana y los rangos correspondientes27. Para comparar variables independientes de dos muestras se utilizó t de student no pareado. En caso de no ser homogéneas o con variables categóricas se utilizó el chi cuadrado (c2 ). En todos los casos, los resultados fueron considerados significativos con p <0.05. Para estudiar el efecto de múltiples variables explicatorias sobre una 27 Taucher E. Bioestadística. Editorial Universitaria. 1ª Ed. Universidad de Chile. Santiago, 1997.

119

variable respuesta categórica, ya sea dicotómica o con más de dos categorías en escala ordinal, se aplicó el análisis de regresión.

VII. VARIABLES: 1. INDICADORES ANTROPOMÉTRICOS: El patrón de referencia utilizado fue el definido por el Centro Nacional para las Estadísticas de la Salud de los Estados Unidos28 (NCHS) que ha sido sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuando el país no posee una tabla de crecimiento propia como es nuestro caso, por lo que se recurrió al uso de los Estándares Antropométricos para Evaluación del Estado Nutritivo29 . Al obtener las mediciones combinados de talla y peso de los niños con el patrón NCHS, se obtuvo el puntaje Z (z), que refleja la cantidad en que difiere una medida del promedio esperado según el patrón, expresándose en desviaciones estándar (DE). Se consideró que un niño o niña está desnutrido/a cuando el puntaje Z obtenido en sus mediciones fue menor a –2 DE. Talla por Edad ( T/E) Desnutrición crónica o Talla Baja: Es el retardo en el crecimiento en talla por edad y corresponde a un puntaje z T/E por debajo de – 2 DE.

28 Hamil P. NCHS growth curves for children birth – 18 years. Washington. D.C.: National for Health Statistics, 1977. 29 Barrera G. ESTANDARES ANTROPOMETRICOS PARA EVALUACION DEL ESTADO NUTRITIVO. Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos. Universidad de Chile. Santiago, 1999.


120

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Riesgo de talla baja: z T /E entre –1 y –2 DE Talla normal: z T/E por encima de – 1 DE Peso por Talla (P/T) Desnutrición aguda: El peso del niño es inferior a la esperada para su talla (P/T), principalmente en el mayor de dos años. Se refiere al puntaje z P/T por debajo de - 2 DE. Riesgo de desnutrición: z P/T entre –1 y - 2 DE . Sobrepeso: z P/T entre +1 y +2 DE Obesidad: z P/T > + 2 DE Eutrófico: DE

z P/T entre –1 y + 1

Peso por Edad (P/E) Desnutrición Global: z Peso/Edad por debajo de – 2 DE Riesgo de desnutrición: z Peso/Edad entre –1 y 2 DE No desnutrido: z Peso/Edad por encima de – 1 DE Perímetro Braquial Es un indicador indirecto de masa muscular, útil para evaluar a personas que puedan tener malnutrición de proteínas y energía por diversas causas. Los datos obtenidos se comparan con los percentiles para la edad y el sexo del individuo. Se emplea como punto de corte un valor por debajo del Percentil 5 para indicar depleción30 ,31 .

2. BAJO PESO AL NACER (BPN): Recién nacidos con peso inferior a 2500 gramos. 3. PESO INSUFICIENTE AL NACER: Recién nacidos con peso mayor a 2500 gramos pero inferior a 3000 gramos 4. EDAD: Los niños encuestados fueron menores de cinco años de edad. Estos datos fueron transformados en meses para el análisis de los indicadores nutricionales. Fueron además separados por grupos etáreos como sigue: de 011 meses (m); 12-23 m; 24-35m; 3647m y de 48 a 59 m. 5. NIVELES DE POBREZA: Los niveles de pobreza fueron establecidos a través del método de medición de la línea de pobreza que clasifica a la población en tres categorías: No pobres: aquellos con ingresos o consumos por arriba de la línea de pobreza total. Pobres no extremos: aquellos con ingresos o consumos por arriba de la línea de pobreza extrema, pero por debajo de la línea total (valor per capita mensual de la canasta básica del consumo total). Pobres extremos: quienes tienen ingresos o consumos por debajo del valor de la línea de pobreza extrema (valor por capita mensual de la canasta básica de consumo de alimentos). 30 Atalah E. Nutrición, embarazo y lactancia. En: Nutrición y Salud. Departamento de Nutrición, Facultad de Medicina. Universidad de Chile. Santiago, 1996. 31 Kelts DG., Jones EG. Evaluación Nutricional. En: Nutrición Pediátrica. Doyma. Barcelona. 1987


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

6. EDUCACION MATERNA: Fueron considerados los años de estudios maternos aprobados y clasificados en los siguientes grupos: Analfabeta: menor a 2 años de estudio. Primaria incompleta: mayor a 2 años y menor a 6 años. Primaria completa: 6 años completos. Secundaria: mayor a 6 años. Terciaria: mayor a 12 años. 7. TRABAJO MATERNO: La población económicamente activa (PEA) es el conjunto de personas en edad de trabajar, de uno u otro sexo, que suministran la mano de obra disponible para la producción de bienes y/o servicios. Es decir, aquellas que en el período de referencia estaban trabajando (ocupados) o buscando activamente un trabajo (desocupados)32. La población económicamente inactiva es el conjunto de personas en edad de trabajar que no participan en el mercado laboral; es decir, aquellas que no realizan buscan realizar alguna actividad económica. Considerando estos conceptos, se ha clasificado a la participación económica materna como: a) Ocupadas; b) Desocupadas; c) Inactivas. LACTANCIA MATERNA: Se consideraron los siguientes aspectos de esta variable: 32“El desempleo oculto, Indicador relevante del comportamiento del mercado laboral en períodos de contracción económica” Dirección General de Encuesta, Estadísticas y Censos. Encuesta Integrada de Hogares 1997/8. Fernando de la Mora. Paraguay. 1999

121

Lactancia materna exclusiva: cuando el lactante menor de cuatro meses recibió leche materna cómo única alimentación (no agua, ni té u otro alimento). Duración total de lactancia materna: tiempo que el niño recibió lactancia natural. La tasa de lactancia materna continua (LMC): proporción de niños de 12 a 15 meses que recibió leche materna en las últimas 24 horas, sobre el total de niños vivos de 12 a 15 meses. 8. INTRODUCCION DE SÓLIDOS: Se analizó la edad de introducción de alimentación sólida. 9. DIARREA: Se analizó esta variable por el componente de características de la alimentación que recibió el niño durante los episodios de diarrea.

VIII. RESULTADOS Y DISCUSION A. Características Generales Se analizaron los datos de los niños menores a cinco años de edad de la EIH 97/8, descartándose los de aquellos cuyos datos fueron imposibles de valorar por estar fuera de los rangos en las tablas validadas. El tamaño de la muestra utilizada fue 2669 niños que representan a un total de 704.729. A.1 Antropometría, Edad y Sexo: En la Tabla 5 se presentan las características generales de la población estudiada en cuanto a puntaje z para P/ E, T/E y P/T, perímetro braquial; peso al nacer, edad promedio, rangos y distribución por sexo.


122

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

A2. Área de residencia y Nivel Socioeconómico:

A.3 Estado nutricional

La población estudiada incluyó a niños residentes en el área urbana y rural provenientes de diferentes estratos socioeconómicos. En la Tabla 6 se observa que de la población menor de 5 años, sólo el 54,6 % fue clasificado como no pobre, el resto (45,4 %) se encuentra en situación de pobreza. Al discriminar por área de residencia, se observa que el mayor porcentaje de niños en extrema pobreza vive en el área rural (36,6 %), estas diferencias son estadísticamente significativas (χ2 , p < 0,00001).

La situación de los niños menores de cinco años con bajo peso para la edad en Paraguay, con respecto a los otros países de América Latina (Fig. 4), lo coloca en una situación de baja prevalencia (< 10 %). No obstante, es importante señalar que hubo un aumento de la desnutrición de un 3,7 % en la década de 1990 a un 5 % (1997/8). Además, en estos últimos datos se observó una alta prevalencia (20,6%) de niños en riesgo de desnutrir (Fig. 5).

Tabla 5: Caracterización de Niños Menores a 5 Años, según Diferentes Variables Variable z P/E P/T T/E Perímetro Braquial (cm) Peso al nacer (gr) Edad (meses) Sexo Masculino Femenino

n 704729 704729 704729 81865 (validado) 695456 (validado) 704729 704729 (100,0%) 357604 (50,7 %) 347125 (49,3 %)

X ± DE

Rango

-0,3 ± 1,1 0,2 ± 0,9 -0,7 ± 1,2 15,9 3.400 ± 748 30,5 ± 17,2

-5,2 a 4,8 z -3,1 a 5,1 z -6,4 a 4,6 8 a 23 500 a 6.000 0,07 a 59,9

Fuente: DGEEC, EIH 97/98

Tabla 6: Situación de la Población Infantil, según Nivel Socio-Económico por Area de Residencia

POBREZA EXTREMA POBREZA NO EXTREMA NO POBRE * p< 0,00001 Fuente: DGEEC, EIH 97/98

n

Urbana %

Area Rural n

Total %

%

38911 83974 209797

11,7* 25,2 63,1

136151 61040 174856

36,6* 16,4 47,0

24.8 20.6 54.6


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

123

Figura 4: Prevalencia (en %) de Bajo Peso para la Edad (-2 DE) en Amércia Latina Guatemala

33,5

Honduras

19,3

Bolivia

11,7

Perú

10,8

Ecuador

9,7

Uruguay

7,4

Brasil

7,1

Paraguay Argentina Chile

5,0 1,9 0,9

Fuente40: Datos de Paraguay: EIH97/98

Figura 5: Estado Nutricional de Niños Menores a 5 Años, según Z Peso/Edad. EIH 97/98 (Porcentaje) 74,5

NO DESNUTRIDO

20,6

RIESGO DESNUTRIR

DESNUTRIDO

5,0

El Sistema de Vigilancia Alimentario Nutricional del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (MSP y BS), realizó durante el año 2000/200133 una investigación sobre prevalencia de la desnutrición global en niños menores de cinco años de edad que acudían a control externo en los hospitales regionales de San Pedro, Cordillera, Guairá, 33 Estado nutricional de niños menores a 5 años que acuden a hospitales regionales de siete regiones sanitarias. Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición. Sistema de Vigilancia Alimentaria Nutricional. Presentación durante el Taller del SISVAN REGIONAL. Datos preliminares aún no publicados

Caaguazú, Paraguarí, Amambay y Canindeyú. Los datos preliminares señalan una prevalencia mayor al 5 % en los departamentos de Amambay (9,6%), Guairá (9,9%), Cordillera (9,8%), San Pedro (7,2%). Esto conduce a la presunción de que si bien la prevalencia de desnutrición global en el país es del 5 %, en algunos departamentos esta prevalencia puede llegar al doble y constituirse en un problema de salud pública, lo cual hace necesario implementar estrategias de intervención nutricional multidisciplinarias.


124

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

El Censo Nacional de Talla (1993)34 encontró una prevalencia de desnutrición crónica (Talla/Edad – 2DE) del 10,3% en niños del primer grado, siendo mayor en escolares del área rural y en aquellos pertenecientes a los departamentos de San Pedro, Canindeyú, Amambay y Guairá. Comparando esta prevalencia con otros países de América Latina, la situación de Paraguay corresponde a una baja prevalencia (Fig.6). En los niños menores de cinco años de edad que constituyeron la muestra de la EIH 97/98 la prevalencia de talla baja fue del 11 % (Fig. 6). Sin embargo, los niños que se encontraron en situación de riesgo de talla baja presentaron una prevalencia moderada (26 %). Figura 7. Esta situación puede

modificarse a través de la implementación de estrategias de intervención nutricional. En Chile, los programas de intervención nutricional lograron disminuir la prevalencia de riesgo de talla baja en niños menores de seis años36 (z T/E entre –1 y –2 DE), de un 33 % en los años 1987/98 a un 15,6 % para el período 1998/99. La prevalencia de desnutrición aguda (z P/T < 2 DE) es del 1%. En contraposición, utilizando este indicador se observa un 14 % de sobrepeso, el cual pudiera deberse a la alta prevalencia de niños con riesgo de talla baja. El sobrepeso y/o obesidad son consecuencias muchas veces a largo plazo del desmedro ocurrido en niños durante la primera infancia (Fig. 8).

Figura 6: Prevalencia a Baja Talla para Edad en América Latina Argentina Paraguay

4,7 11,0

Honduras

15,4

Brasil Colombia

15,4 16,6

Ecuador Perú Bolivia

34,0 36,5 38,0

Guatemala

57,9

Fuente: 35 Estadísticas de Salud de las Américas. OPS. 1998. Paraguay: EIH 97/98.

34 Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Dpto de Nutrición. Informe sobre Censo de Talla en escolares de primer grado del Paraguay. 1993. 35 Estadísticas de Salud en las Américas. Organización Panamericana de la Salud. Washington. 1998 36 Ministerio de Salud de Chile. Instituto de Nutrición y

Tecnología de los Alimentos. Universidad de Chile. Sociedad Chilena de Pediatría. Rama de Nutrición. El Pediatra y la Nutrición del Pre-escolar. Conferencias. Uauy, Ricardo. Conferencia Nutrición de los niños en Chile. Dónde estamos, hacia dónde vamos. Santiago de Chile. 2000


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

125

Figura 7: Estado Nutricional de Niños Menores a 5 Años, según z Talla/Edad (en %) EIH 97/98

Talla Normal

63

Riesgo Talla Baja

26

Talla Baja

11

Figura 8: Estado Nutricional de Niños Menores a 5 Años, según z Peso/Talla. EIH 97/98 (%)

Obeso

4,2

Sobrepeso

14,2

Eutrófico Eutrópico

72,1

Riesgo desnutrir

8,2

Desnutrido

1,3

0

B.

10

20

30

40

50

60

70

80

FACTORES ASOCIADOS

B.1 EDAD La distribución de la población infantil de acuerdo al grupo etáreo, en la cual se puede apreciar que la distribución en las mismas (Tabla 7), no tiene diferencias significativas. Teniendo en

consideración la medida Peso/Edad y Talla/Edad los lactantes mayores (12 a 23 meses) muestran una mayor prevalencia de desnutrición con respecto al grupo de 0-11 meses de edad (Tabla 8 y Tabla 9).


126

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Tabla 7: Distribución de la Población Menor a 5 Años por Grupos de Edad Edad (meses)

%

0-11 12-23 24-35 36-47 48-59

18,8 20,0 20,8 19,4 21,1

Fuente: DGEEC, EIH 97/98

Tabla 8: Estado Nutricional (z P/E) de Niños Menores a 5 Años por Grupos de Edad. EIH 97/98 Grupos de Edad 0 – 11 meses 12 – 23 meses 24 – 35 meses 36 – 47 meses 48 – 59 meses

Desnutrido %

Riesgo de Desnutrir %

No Desnutrido %

*4,1 *6,3 5,6 6,5 2,6

14,4 25,6 22,4 20,2 19,8

81,4 68,1 72,0 73,3 77,4

*χ2 < 0.00001

Tabla 9: Estado Nutricional (z T/E) de Niños Menores a 5 Años por Grupos de Edad. EIH 97/98 Grupos de Edad 0 – 11 meses 12 – 23 meses 24 – 35 meses 36 – 47 meses 48 – 59 meses *χ2 < 0.00001

Talla Baja %

Riesgo Talla Baja %

Talla Normal %

*6,1 *14 12,7 14,8 7,5

18,1 30,6 22,4 27,1 30,8

75,8 55,4 64,8 58,1 61,7


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

B.2 SEXO En la gran mayoría de los trabajos realizados en el campo de la nutrición el género no ha sido encontrado como factor de riesgo; racionalmente tampoco ofrece causalidad directa, pero las costumbres sociales que influyen en la crianza de las niñas hace que se resalte y se encuentre como factor asociado37 . En el presente trabajo, sin embargo, el sexo masculino tuvo una prevalencia significativamente mayor de desnutri-

127

ción global (6%), con respecto al femenino (3,9%). Con relación a la desnutrición crónica, el género masculino también presentó una significativa mayor prevalencia de talla baja con respecto al sexo femenino (Tabla 11). Estos hallazgos que indican al sexo como factor de riesgo para la desnutrición crónica, coinciden con otros estudios realizados en Malasia y Perú38.

Tabla 10: Distribución de la Desnutrición por z P/E, según Sexo en Niños Menores a 5 Años de Edad. EIH 97/98 Estado Nutricional

Masculino

Sexo (n) Femenino

P/E < - 2 DE P/E > - 2 DE

21566 336038

13608 333517

*p

< 0,0001

Odds Ratio

1.57 (1.54 – 16.5)

*χ < 0.00001 2

Tabla 11: Distribución de la Desnutrición por z T/E, según Sexo en Niños Menores a 5 Años por Edad. EIH 97/98 Estado Nutricional

Masculino

Sexo (n) Femenino

T/E < - 2 DE T/E > - 2 DE

44600 313004

33255 313870

*p

< 0,0001

Odds Ratio

1,35 (1.33 –1.37)

*χ2 < 0.00001

37 Cedraz LM, Carvalho FM. FAmily income and child malnutrition in the Coast of Camacari, Brazil. Arch Latinoam Nutr 1990;40(3): 323-332.


128

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

B.3 PESO AL NACER La prevalencia de niños con bajo peso de nacimiento en este estudio es del 9% (Fig. 9). Al comparar con cifras de otros países (Fig. 2) se puede observar que el nivel de Paraguay no alcanza a ser aparentemente suficiente para ser declarado como un problema de salud pública. Cabe consignar que alrededor del 21,2 % de los niños no tenían datos del peso de nacimiento lo cual indica indirectamente que existe aún un elevado porcentaje de partos domiciliarios. La Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil20 1998 (ENSMI-98), demostró que los partos domiciliarios constituyeron el 39,3 % y que aumenta al 56,2 % cuando se trató del área rural y a 65,8 % en madres sin instrucción. El porcentaje hallado en la EIH 97/8 respecto a partos domiciliarios fue similar (38 %). Estado Nutricional y Peso al Nacer Al ser evaluado el estado nutricional de acuerdo al z P/E teniendo en cuen-

ta el peso de nacimiento, se observó que los niños con desnutrición global, tuvieron un peso de nacimiento < 2.500 g en mayor porcentaje (Tabla 12). Considerando el puntaje z T/E, existen varios estudios que demuestran que pesos de nacimiento menores de 2500 g aumentan el riesgo de padecer desnutrición crónica en niños (Tabla 13)38. En el presente trabajo se pudo determinar que hubieron diferencias estadísticamente significativas de los pesos de nacimiento entre niños con puntaje z T/E por debajo y por encima de – 2 DE (χ2 , p < 0,00001), lo cual indica que el bajo peso de nacimiento de por sí podría estar determinando una mayor predisposición a la malnutrición (Fig. 10). La historia de la mayoría de los niños que llegan al final de sus primeros 5 años de vida con retardo en el crecimiento, se inicia frecuentemente con un peso al nacer menor al ideal, resultado de dietas deficientes e inadecuada atención médica de la madre durante la gestación.

Figura 9: Prevalencia de Bajo Peso de Nacimiento en Niños Menores a 5 Años. EIH 97/98 (%) Peso adecuado

77

Peso insuficiente Bajo peso

14 9

38 Instituto APOYO. Política nacional para la reducción de la desnutrición crónica en el Perú: Revisión de la literatura nacional e internacional referida a factores asociados a la

desnutrición crónica. Una aproximación desde la metodología del meta-análisis. Lima, 2001.


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

129

Tabla 12: Estado Nutricional (z P/E) en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Peso al Nacer. EIH 97/98 Peso al Nacer Bajo Peso (< 2500 g) Peso Insuficiente Peso Adecuado No fue pesado

Desnutrido %

Riesgo de Desnutrir %

No Desnutrido %

9,8 4,9 * 3,3 * 8,1

34,8 23,1 14,8 30,7

55,5 71,9 81,8 61,2

*χ2 < 0.00001 Odds Ratio 3,90 (3,49 – 4,35)

Tabla 13 : Estudios que Indican al Bajo Peso de Nacimiento como Factor de Riesgo para la Desnutrición Crónica 38 País

Estudio

Brasil Australia Filipinas Zimbabwe

Caso-control Transversal Transversal Transversal

n 153 145 3000 322

Edad

p

Odds Ratio

7 a 8 años < 5 años < 24 meses < 5 años

< 0.05 < 0.05 < 0.001 < 0.001

2.59 (1.44 – 4.63)

Figura 10: Desnutrición Crónica en Niños Menores a 5 Años y Antecedentes de Bajo Peso al Nacer. EIH 97/98 92

84

z T/E < -2 DE z T/E -> DE

16 8

Menor a 2500 gr

C.

Mayor o igual a 2500 gr

PERIMETRO BRAQUIAL

En algunos países ha sido utilizado como un método de tamizaje para seleccionar a niños en riesgo nutricional. Sólo fueron analizados los datos del grupo etáreo comprendido entre 12-59 meses de edad, debido a que no existen tablas validadas para lactantes menores de 12 meses. Se comprueba que el 7,9 % están por debajo del Percentil 5, correspondiendo el 5,2 % a aquellos

niños en situación de pobreza (pobres extremos y pobres no extremos), vs 2,6 % en niños no pobres (Tabla 14). Los niños con perímetro braquial bajo el percentil 5 constituyen el 7,4 % del total, de éstos el 3,5 % correspondieron al grupo con P/E – 2 DE (con desnutrición global).


130

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Tabla 14: Porcentaje de Niños de 12 a 59 Meses de Edad con Perimetro Braquial por Debajo del Percentil 5, Estratificado por Nivel de Pobreza Nivel de Pobreza Pobres extremos Pobres no extremos No pobres Total

Perímetro Braquial Normal

Perímetro Braquial Menor al Percentil 5

23,1 % 18,5 % 50,4 % 92,1 %

2,8 % 2,4 % 2,6 % 7,9 %

Total 25,9 % 20,9 % 53,0 % 100 %

D. CARACTERÍSTICAS DE LA ALIMENTACION D1. LACTANCIA MATERNA La tasa de iniciación de la lactancia materna es definida por la Organización Panamericana de la Salud como la proporción de nacidos vivos en los tres últimos años que recibieron lactancia materna alguna vez. El 94,8 % de los niños menores de tres años (n=414.055) recibió alguna vez lactancia materna. No se observan diferencias porcentuales relevantes entre menores de áreas urbanas y rurales. La tasa de lactancia materna exclusiva se define como la proporción de lactantes de 0 a 4 meses de edad que recibieron exclusivamente leche materna sobre el total de lactantes vivos de 0 a 4 meses de edad (OPS/OMS). La duración promedio de Lactancia Materna Exclusiva en este grupo de niños fue de 0.65 meses (20 días), correspondiendo esto a una tasa del 6,9 % para la población de menores de 4 meses. Nuestra población se caracteriza por una baja prevalencia de LME comparada con otros países de América Latina (Figura 3) y con las recomendaciones de la OPS/OMS de un 100% de LME al cuarto mes de vida.

Este hecho se debe a la precoz introducción de alimentación sólida (promedio 3,8 meses) y a la introducción de líquidos u otro tipo de leche distinta de la leche materna (49,4% antes de los seis meses). En la Tabla 15 se detalla el estado nutricional de los niños menores a 5 años de edad (Talla/Edad), según el promedio de duración de la lactancia materna exclusiva. La duración total de la lactancia materna en nuestro país según la ENSMI-9820 fue de 11,5 meses en promedio (área urbana: 9,6 meses, área rural: 12,7 meses). En la EIH 97/ 8, esta duración fue de 8,7 meses. Al considerar el promedio de duración de lactancia materna por estado nutricional (Peso/Edad), se encontró un promedio de 10 meses en los niños desnutridos y 8,3 meses en los no desnutridos. En este período de edad, los niños debieran estar recibiendo una adecuada alimentación complementaria además de la leche materna, por tanto esta diferencia en el estado nutricional podría deberse a otros factores ajenos a la lactancia materna por sí sola.


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

131

Tabla 15: Estado Nutricional por z T/E en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Duración de Lactancia Materna Exclusiva. EIH 97/98 z T/E Talla baja Riesgo de Talla baja Talla normal

La tasa de lactancia materna continua (LMC) es la proporción de niños de 12 a 15 meses que recibió leche materna en las últimas 24 horas, sobre el total de niños vivos de 12 a 15 meses. Los lactantes de 12 a 15 meses representan el 6,7% de los menores a 5 años de la población del país. La tasa de lactancia materna continua es en promedio de 39,9 % en el Paraguay. Algunos investigadores a través de estudios de meta-análisis38 señalan a la lactancia materna prolongada (mayor a 12 meses) como factor de riesgo de desnutrición, planteándose la necesidad de profundizar el análisis, puesto que la lactancia materna per se no podría ocasionar un efecto negativo en la salud del niño y habría que identificar si acaso no es la insuficiente cantidad y composición de la alimentación complementaria la responsable del efecto. De este modo, la lactancia materna prolongada sería un factor contundente. En la presente investigación al analizar en la población de lactantes de 12 a 15 meses de edad, la prevalencia de talla baja según tasa de lactancia de materna continua no se encontró una diferencia estadísticamente significativa (p=ns, Odds Ratio 0,98-1.08)

Duración de LME x ± DE 0,60± 1,37 0,56± 1,11 0,69± 1,21

D2. INTRODUCCIÓN DE ALIMENTACIÓN SÓLIDA Más allá de la importancia de una lactancia materna exclusiva exitosa, la correcta introducción de la alimentación complementaria sumada a la continuación de alimentación con pecho materno, influiría sobre la prevalencia de malnutrición39 . La alimentación apropiada puede prevenir o reducir los efectos de las peligrosas condiciones de la desnutrición, sobre todo entre los 6 y 24 meses de edad administrando suficiente energía y nutrientes a partir de la combinación de leche materna y alimentos complementarios higiénicamente preparados y cocinados. La introducción de los alimentos debe ser un cambio gradual de la alimentación exclusiva con leche materna hacia una alimentación mixta con otros alimentos además de dicha leche, la cual debe recomendarse que se consuma hasta los dos años de edad. En nuestra casuística sin embargo vemos que la edad promedio de introducción de alimentos sólidos ocurre 39 WHO, UNICEF, BASICS. Nutrition essentials: A Guide for Health Managers. World Health Organization, 1999.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

alrededor de los 3,8 meses de edad, con un mínimo de edad de introducción de 1 mes y un máximo de 24 meses. Los niños que introdujeron precozmente la alimentación complementaria (antes de los 4 meses de vida), no presentaron diferencias significativas en cuanto prevalencia de desnutrición crónica. Al comparar el promedio de introducción alimentos sólidos con otras variables como nivel de pobreza y educación materna, el mismo fue de 3, 9 meses ± 2,1 meses. En nuestro país al igual que en otros en América Latina, existe la práctica errónea muy difundida de introducir precozmente en la alimentación líquidos no nutritivos, fórmulas lácteas o aún alimentos sólidos antes del 4to. al 6to. mes de vida. La introducción temprana de líquidos u otros alimentos aumenta el riesgo de infecciones y de destete temprano, lo que favorece la desnutrición. En otros casos, cuando la introducción de alimentos distintos a la leche materna se posterga más allá del 6to. mes de vida, también favorece a la desnutrición, dado que a partir del segundo semestre la leche materna no satisface totalmente las necesidades nutricionales del niño. Aún cuando se introducen alimentos en forma oportuna, es común encontrar que la cantidad y frecuencia con la que se ofrecen, así como su calidad nutricional y sanitaria, son inadecuadas40. 40 Rivera D, J., Santizo MC., Hurtado E. Organización Panamericana de la Salud. Programa de Alimentación y Nutrición. Diseño y evaluación de un programa educativo para mejorar las prácticas de alimentación en niños de 6 a 24 meses de edad en comunidades rurales de Guatemala. Washington. 1998.

D.3 ALIMENTACION DURANTE LOS EPISODIOS DE DIARREA De acuerdo a los datos de la EIH 97/8 el 78,4% de los niños menores de cinco años no había presentado episodios de diarrea en los últimos tres meses. De la población que sí tuvo episodios de diarrea (21,6 %, n=151580), el 61.3 % recibió menor cantidad de alimentos durante los mismos. Entre los niños que presentaron episodios de diarrea, el 15,3% (Tabla 16) tenían talla baja (mayor que la prevalencia de la población total, 10,9%). En Paraguay, las prácticas alimentarias de las madres durante los episodios de diarrea de sus niños, siguen siendo inadecuadas, pues el aporte de menor cantidad de alimentos durante los mismos lo cual condicionaría a un deficiente estado nutricional. En la presente revisión se pudo observar una significativa mayor prevalencia de desnutrición crónica (talla baja) en los niños que recibieron menor cantidad de nutrientes (Tabla 16). El retraso de talla se relaciona principalmente con un déficit global de alimentos-tanto de proteínas como de caloríasaunque también es posible que la talla baja esté en parte determinada por un déficit de proteínas de alta calidad biológica. Esto significa que si bien el aporte proteico puede ser suficiente bajo condiciones habituales, puede ser insuficiente para asegurar un crecimiento óptimo durante los períodos en que los niños se recuperan de una infección gastrointestinal o pulmonar u otro tipo de infección. Existen varios estudios que señalan a la diarrea como factor de riesgo para la desnutrición crónica (Tabla 17)38.


133

Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Tabla 16: Estado Nutricional por Talla/Edad y Alimentación Durante Episodios de Diarrea. EIH 97978 n=151580 Puntaje z Talla/Edad

Alimentación Durante Episodios de Diarrea Menor Cantidad Igual o Mayor Cantidad % %

TALLA BAJA SIN TALLA BAJA Total

8,8 * 52,5 61,3

6,5 * 32,2 38,7

Total % 15,3 84.7 100,0

*χ2, p<0.0001

Tabla 17: Diarrea como Factor de Riesgo para la Desnutrición Crónica en Diversos Estudios PAIS

ESTUDIO

Bangladesh Ghana Filipinas México Sudán Perú Perú

Cohorte Cohorte Transversal Cohorte Caso Control Transversal Transversal

N

EDAD

DATOS

p

2019 250 3000 284 445 131 723

< 5 años < 5 años < 24 meses < 24 meses < 5 años < 5 años < 3 años

Diarrea Diarrea Diarrea Diarrea Diarrea Diarrea Diarrea

< 0,05 < 0,001 < 0,001 < 0,05 < 0,01 < 0,05 < 0,03

E. AREA DE RESIDENCIA Cuando se analizaron los datos de estado nutricional puntaje z Peso/Edad de acuerdo al área de residencia, se observó una mayor prevalencia de ni-

ños desnutridos en el área rural (Tabla 18), lo cual es aún más significativo para los niños con desnutrición crónica (Tabla 19).

Tabla 18: Estado Nutricional por z P/E en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Area de Residencia. EIH 97/98 Area Urbana Rural

Desnutrido %

Riesgo de Desnutrir %

No Desnutrido %

3,6* 6,3*

17,2 23,5

79,2 70,4

*χ2, p< 0,0001

Tabla 19: Estado Nutricional por z T/E en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Area de Residencia. EIH 97/98 Area Urbana Rural *χ2, p< 0,00001

Talla Baja

Riesgo Talla Baja

Talla Normal

%

%

%

20,7 30,5

71,7 55,3

7,5 * 14,2*


134

ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

En otros países como Perú, Honduras, en estudios de corte transversal en niños menores de cinco años de edad, la ubicación rural fue un factor de riesgo para la desnutrición crónica. (p<0,05)38 La ruralidad en nuestro país presenta características que podrían constituirse en factores desfavorables para el estado nutricional en varios ámbitos, ya que la situación critica en que se encuentra la población rural3,41 se evidencia por lo siguiente: Mayor porcentaje de población que declaró no tener algún tipo de ingreso Alrededor del 50% reciben menos del salario mínimo Solo 12 de cada 100 trabajadores rurales recibe más que el salario mínimo Tasa de desempleo total de mujeres de 36,6 %. Tasa de analfabetismo de 13,4%.

El 93,3 % de la población rural no cuenta con cobertura de seguro médico.

F. OCUPACION MATERNA Con relación al trabajo materno, en la Fig. 11 se puede observar que tanto la desnutrición global como la crónica, presentó una mayor prevalencia en las madres se encontraban desocupadas o inactivas. En estudios de corte transversal realizados en Malasia38 en niños menores de 7 años de edad, encontraron como factor de riesgo para la desnutrición crónica la variable desocupación materna con una significancia de 0,001 y un Odds Ratio de 1,28 (0,6-2,74). Una de las razones por la cual las mujeres que trabajan tienen niños con menor prevalencia de desnutrición podría deberse al hecho de que al percibir un salario, sin importar cuan alto sea, con seguridad lo destinaría en el cuidado, salud, educación de los hijos.

Promedio de años aprobados de estudios de 4 años. Figura 11: Prevalencia de Desnutrición Crónica y Global en Niños Menores a 5 Años de Edad Estratificado por Ocupación Materna. EIH 97/98 (%) 12,8

Trabaja Desocupada Inactiva

8,6

5,7 3,9

5,5

4,7

Global

Crónica

*χ2, p< 0,001 41 Dirección General de Estadísticas Encuestas y Censos. Principales Resultados de la EIH del Area Rural. Indicadores

de Empleo, Educación y algunos Servicios Básicos del Hogar. Fernando de la Mora, 1999.


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

135

G. NIVEL DE POBREZA En cuanto al nivel socioeconómico, se observa una mayor prevalencia de niños desnutridos en situación de pobreza extrema (9,5%) con respecto a los niños no pobres (2,7 %). Esto es más marcado cuando se tiene en consideración al grupo de niños en situación de riesgo de desnutrición por nivel de pobreza (30,2 % en niños con pobreza extrema vs 13,5 % niños no pobres), (Tabla 20). La talla es afectada de manera significativa (Tabla 21) en los niños en situación de extrema pobreza (20,2 %), cifra que es mayor (34,9%) cuando se considera el riesgo de talla baja. Numerosas investigaciones marcan el límite para la recuperación nutricional en talla, a los 24 a 30 meses de edad1 . Por lo tanto ante la mayor prevalencia de talla baja en niños en extrema pobreza, es necesario que cualquier iniciativa de intervención o apoyo a través de programas alimentarios esté focalizado en nuestro medio para este grupo etáreo en situación económica desfavorable.

En investigaciones realizadas en Perú38 (n=1241) en niños menores a 5 años de edad, el nivel socioeconómico III (más desfavorable) también fue estadísticamente significativo (p<0,05) como factor de riesgo de desnutrición crónica, mas aún en el grupo menor de seis meses. La mayor vulnerabilidad de los niños a la pobreza puede explicarse por dos razones estructurales42. En primer lugar, y de acuerdo a la evolución de las etapas del ciclo vital, los jóvenes tienen mayores dificultades para insertarse en el mercado de trabajo. Inician su vida laboral accediendo a empleos con remuneraciones bajas. En la etapa en que se crea y desarrolla la familia, con nacimiento de los hijos, la disponibilidad de recursos tiende a ser menor que en etapas posteriores. En segunda instancia, la tasa de fecundidad de las familias es más alta. Es decir, el tamaño de los grupos familiares es mayor y los reducidos ingresos deben distribuirse entre mayor número de personas. El resultado en ambos casos lo sufren los niños.

Tabla 20: Estado Nutricional por z P/E en Niños Menores a 5 Años por Nivel de Pobreza. EIH 97/98 Nivel de Pobreza Pobreza Extrema Pobreza No Extrema No Pobre

Desnutrido %

Riesgo de Desnutrir %

No Desnutrido %

9,5* 5,7* 2,7*

30,2 27,6 13,5

60,4 66,6 83,8

p<0,0001 42 O’Donnell A., Carmuega E. HOY Y MAÑANA. SALUD Y CALIDAD DE VIDA DE LA NIÑEZ ARGENTINA.

Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil, CESNI. Buenos Aires, 1999.


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Tabla 21: Desnutrición Crónica en Niños Menores a 5 Años por Nivel de Pobreza. EIH 97/98 Nivel de Pobreza Pobreza Extrema Pobreza No Extrema No Pobre

Talla Baja %

Riesgo Talla Baja %

Talla Normal %

20,2 * 12,3 6,4

34,9 29,7 20,4

45,0 58,0 73,2

*χ2, p<0,0001

H. EDUCACIÓN MATERNA Los cuidados que reciben los niños en cuanto a alimentación e higiene, son una parte fundamental para su salud y crecimiento. Hay familias generadoras de salud y buena nutrición aún en los medios ambientes más adversos y esto se ha asociado con el ámbito personal de las madres/cuidadoras: mayor número de años de estudio, familia menos numerosa, más tiempo de la madre para alimentar al niño más pequeño, trabajo materno, entre otros. Las circunstancias desfavorables del entorno materno hacen necesaria redes de apoyo comunitario que puede resultar crítica para salvaguardar la salud y el crecimiento de los niños. En el presente trabajo, se encontró que la prevalencia de desnutrición y riesgo de desnutrición de niños menores a cinco años de edad fue significativamente mayor en madres analfabetas o con primaria incompleta (Tabla 22). Esto también se obser-

va para el componente de Talla/Edad (Tabla 23). Analizando el promedio de años de estudios maternos, se observó, asimismo, que las madres de niños con talla baja tienen un promedio de 4,2 años de estudios vs 6,6 años de aquellas con niños con talla normal (Tabla 24). En estudios realizados en el Perú en niños menores de 3 años de edad, la educación materna (madre con primaria o menos) también fue un factor de riesgo para la desnutrición crónica38. Con los datos obtenidos se pudiera hacer la inferencia que quizás una mejor instrucción educativa permite a la madre o cuidadora detectar más precozmente cambios en el marco de desarrollo y crecimiento del niño, lo cual determinaría, a su vez, un mayor porcentaje de niños que acceden al servicio de salud.


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Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Tabla 22: Estado Nutricional por z P/E en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Educación Materna. EIH 97/98 Educación Materna Analfabeta Primaria Incompleta Primaria Completa Secundaria Terciaria

Desnutrido %

Riesgo de Desnutrir %

No Desnutrido %

7,8 * 7,4 * 3,2 * 2,9 1,9

31,7 21,1 22,5 14,2 8,5

60,5 71,5 74,3 83,0 89,7

*p<0,0001

Tabla 23: Estado Nutricional por z T/E en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Educación Materna. EIH 97/98 Nivel de Pobreza Analfabeta Primaria Incompleta Primaria Completa Secundaria Terciaria

Talla Baja %

Riesgo Talla Baja %

Talla Normal %

17,9 * 14,7 * 9,9 5,5 2,8

35,5 30,9 25,7 18,7 9,5

46,6 54,3 64,4 75,8 87,7

*p<0,0001

Tabla 24: Desnutrición Crónica en Niños Menores a 5 Años de Edad, según Promedio de Años de Estudio Materno. EIH 97/98 z T/E Talla baja Riesgo de talla baja Talla normal *p<0,001

Promedio años de estudio 4,2 * 4,7 6,6 *

n

DE

77855 182530 443454

2,63 2,93 3,92


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

ANALISIS DE REGRESION Los análisis realizados hasta este punto han sido fundamentalmente de tipo bivariado al cruzar el indicador de desnutrición con cada una de las variables explicatorias más relevantes. Este tipo de análisis, sin embargo, no toma en consideración la posibilidad de que dos o más variables independientes puedan explicar de manera simultanea una variable de respuesta o dependiente. Por esta razón se realizó el análisis de Regresión Lineal Múltiple para estudiar de una manera más real los fenómenos de interés. En este caso se utilizó al puntaje z de Talla/Edad, Peso/ Edad y Peso/Talla como variable dependiente y como variables independientes la Edad del niño (meses), Sexo, Trabajo de la madre (Desocupadas, ocupadas), Años de estudio de la madre, Área de residencia (Urbana, rural), Niveles de pobreza (Pobre, No pobre) y Peso de Nacimiento (Mayor o Menor a 2500 g). Paralelamente, se estimaron modelos de Regresión Logística para estudiar el efecto de múltiples variables explicatorias sobre una variable de respuesta categórica que en este caso fue la presencia o no de desnutrición crónica, aguda o global. En este caso las variables independientes consideradas fueron las mismas que para la Regresión Lineal.

Modelo por Regresión Lineal En las Tablas 25 y 26 se presentan los resultados obtenidos del Análisis de Regresión Lineal. Se observa que el estado nutricional medido por los puntajes z Talla/Edad y z Peso/Edad es explicada por las variables analizadas al mostrar coeficientes altamente significativos (es decir, al rechazar la hipótesis de que son iguales a cero con un nivel de confianza del 99%), con excepción de la tenencia o no de una actividad laboral de la madre (PEA madre). Tanto para la variable Talla/Edad (HAZ= Heigth/Age Z score) como para el Peso/Edad (WAZ= Weigth/Age Z score) pudo corroborarse que los niños con mejor puntaje z (es decir mas alejados de los problemas de la desnutrición) fueron aquellos que presentaron las siguientes condiciones: a) b) c) d) e) f)

Residencia en el área urbana Situación de no pobreza Mayor edad Sexo femenino Más años de estudio materno Peso al nacer mayor a 2.500 g

Para la variable Peso/Talla (WHZ= Weigth /Heigth Z score), las variables que presentaron mayor significancia fueron: Peso de Nacimiento mayor de 2,500 g, la situación de pobreza y a la actividad materna (Tabla 27).


139

Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Tabla 25: Análisis de Regresión Lineal para la Talla por Edad de Niños Menores a 5 Años. EIH 97/98 Unstandardized Coefficients B Std. Error (Constant) Area Pobreza Edad (meses) Sexo Años de Estudio Materno Peso al nacer PEA madre

-1,4575 0,1862 -0,3297 -0,0035 -0,1830 0,0512 0,2440 0,0596

0,1361 0,0535 0,0546 0,0014 0,0487 0,0076 0,0324 0,0507

Stand Coefficient Beta 0,0789 -0,1348 -0,0518 -0,0775 0,1649 0,1558 0,0251

t -10,7063 3,4799 -6,0404 -2,5167 -3,7598 6,6920 7,5424 1,1739

Sig. 0,0000 0,0005 0,0000 0,0119 0,0002 0,0000 0,0000 0,2406

Variable dependiente: HAZ R2 0.122

Tabla 26: Análisis de Regresión Lineal para el Peso por Edad de Niños Menores a 5 Años. EIH 97/98 Unstandardized Coefficients B Std. Error (Constant) Area Pobreza Edad (meses) Sexo Años de Estudio Materno Peso al nacer PEA madre

-1,3466 0,1082 -0,3151 -0,0049 -0,1579 0,0292 0,3700 0,1215

0,1270 0,0499 0,0509 0,0013 0,0454 0,0071 0,0302 0,0473

Stand Coefficient Beta 0,0488 -0,1371 -0,0768 -0,0712 0,1003 0,2515 0,0545

t -10,6069 2,1672 -6,1899 -3,7601 -3,4785 4,0999 12,2638 2,5680

Sig. 0,0000 0,0303 0,0000 0,0002 0,0005 0,0000 0,0000 0,0103

Variable dependiente: WAZ R2 0.135

Tabla 27: Análisis de Regresión Lineal para el Peso por Talla de Niños Menores a 5 Años. EIH97/98 Unstandardized Coefficients (Constant) Area Pobreza Edad (meses) Sexo Años de Estudio Materno Peso al nacer PEA madre Variable dependiente: WHZ R2 0.054

B -0,5667 -0,0143 -0,1596 -0,0008 -0,0899 0,0009 0,2679 0,1095

Std. Error 0,1196 0,0470 0,0480 0,0012 0,0428 0,0067 0,0284 0,0446

Stand Coefficient Beta -0,0071 -0,0771 -0,0133 -0,0450 0,0035 0,2020 0,0544

t

Sig.

-4,7376 -0,3035 -3,3286 -0,6204 -2,1010 0,1384 9,4236 2,4556

0,0000 0,7616 0,0009 0,5351 0,0358 0,8899 0,0000 0,0141


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

Modelo por Regresión Logística El Análisis de Regresión Logística respecto a la presencia o no de Desnutrición Crónica muestra que las variables que determinaron que los niños se encontraran en el segundo grupo (sin desnutrición) fueron (Tabla 28): a) Peso nacimiento mayor a 2.500 g b) Mayor número de años de estudio materno c) Mayor edad en meses d) Situación de no pobreza e) Residencia en el área urbana El porcentaje de predicción de las variables independientes sobre la ausen-

cia o presencia de Desnutrición Crónica en este modelo fue del 64,4 %. En el caso de la ausencia de Desnutrición Global (Peso/Edad), se observó que la edad del niño o el área de residencia no fueron significativos (Tabla 29). Cabe destacar el poder de predicción de estas variables en determinar la presencia o ausencia de desnutrición. Esto permitiría evaluar una amplia gamma de posibilidades de mejorar el estado nutricional puesto que dichas variables son susceptibles de ser cambiadas o mejoradas con estrategias que se sugieren más adelante.

Tabla 28: Análisis de Regresión Logística para la Talla por Edad de Niños Menores a 5 Años. EIH 97/98 Variable PEA madre Peso al Nacer Estudio Materno Sexo Edad (meses) Pobreza Area Constante

ß -0,0290 0,7767 -0,1300 0,1012 0,0104 0,5583 -0,3187 -0,4436

S.E.

Wald

0,0911 0,1664 0,0156 0,0857 0,0025 0,0914 0,0964 0,1430

0,1012 21,7931 68,9600 1,3941 17,4255 37,3295 10,9336 9,6200

df 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000

Sig. 0,7504 0,0000 0,0000 0,2377 0,0000 0,0000 0,0009 0,0019

Variable dependiente: Con o sin Desnutrición Crónica. % Predicción: 67,4 %

Tabla 29: Análisis de Regresión Logística para el Peso por Edad de Niños Menores a 5 Años. EIH 97/98 Variable PEA madre Peso al Nacer Estudio Materno Sexo Edad (meses) Pobreza Area Constante

ß

S.E.

Wald

df

Sig.

0,1194 -0,9361 0,0765 -0,3878 0,0040 -0,6709 0,1679 3,0791

0,2028 0,2723 0,0351 0,1892 0,0054 0,2097 0,2160 0,3263

0,3468 11,8190 4,7458 4,2013 0,5406 10,2393 0,6041 89,0377

1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000

0,5559 0,0006 0,0294 0,0404 0,4622 0,0014 0,4370 0,0000

Variable dependiente: Con o sin Desnutrición Global. % Predicción: 95,3 %


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

Estos modelos de análisis multivariado, podrían ampliarse con la inclusión de otras variables explicatorias del estado nutricional de los niños/niñas, tales como calidad y adecuación de la alimentación, ingesta de macro y micronutrientes/per cápita, calidad de la atención y cuidado al niño, accesibilidad y equidad en la atención a servicios de salud, que podrían incluirse en estudios posteriores (Ej: Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil, Estudios basales de ONG‘s, entre otros) Al analizar las mismas variables pero sólo aplicadas a los niños en situación

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de pobreza se encontró que la única variable importante para explicar la presencia o ausencia de desnutrición global fue el promedio de años de estudio materno (Tabla 30). A mayor años de estudio, menor prevalencia desnutrición global. En cuanto a la desnutrición crónica en niños pobres, se encontró que las variables que inciden en su prevalencia fueron, nuevamente el menor número de años de estudios maternos y además la corta edad (Tabla 31).

Tabla 30: Análisis de Regresión Logística para el Peso por Edad de Niños Menores a 5 Años en Situación de Pobreza. EIH 97/98 Variable PEA madre Peso al Nacer Estudio Materno Sexo Edad (meses) Area Constante

ß -0,1254 -0,5475 0,1010 -0,2511 0,0091 0,0246 2,1555

S.E.

Wald

0,2485 0,3764 0,0506 0,2322 0,0068 0,2645 0,3319

0,2549 2,1156 3,9778 1,1692 1,7720 0,0087 42,1683

df 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000

Sig. 0,6137 0,1458 0,0461 0,2796 0,1831 0,9258 0,0000

Variable dependiente: Con o sin Desnutrición Global. % Predicción: 93,10 %

Tabla 31: Análisis de Regresión Logística para la Talla por Edad de Niños Menores a 5 Años en Situación de Pobreza. EIH 97/98 Variable PEA madre Peso al Nacer Estudio Materno Sexo Edad (meses) Area Constante

ß -0,0390 0,3719 -0,1671 0,1116 0,0160 -0,1480 0,0624

Variable dependiente: Con o sin Desnutrición Crónica. % Predicción: 60.6 %

S.E.

Wald

0,1327 0,2380 0,0265 0,1203 0,0036 0,1359 0,1779

0,0861 2,4419 39,6835 0,8599 20,1585 1,1864 0,1232

df 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000 1,0000

Sig. 0,7692 0,1181 0,0000 0,3538 0,0000 0,2761 0,7256


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

CONCLUSIONES Los lactantes de 12 a 23 meses de edad presentaron una mayor prevalencia de desnutrición global y crónica.

bal como crónica, en niños cuyas madres tenían menos de 6 años de estudios aprobados.

En el grupo de niños con desnutrición y riesgo de desnutrición tanto global como crónica hubo una mayor prevalencia de antecedentes de bajo peso de nacimiento.

Los análisis multivariados (regresión lineal y múltiple) señalaron como factores de riesgo de presentar desnutrición a: la ruralidad, la situación de pobreza, sexo masculino, menor promedio de años de estudio materno, peso de nacimiento menor a 2.500 g, menor edad del niño. La falta de actividad laboral materna significó un factor de riesgo en este modelo de análisis para las variables z Peso/Edad y z Peso/Talla.

No se encontró asociación o diferencias del estado nutricional con relación a lactancia materna e introducción de alimentación sólida. La corta duración de la lactancia materna exclusiva fue similar en todos los grupos. Los niños que tuvieron episodios de diarrea en los últimos tres meses al momento de la encuesta, presentaron mayor prevalencia de desnutrición crónica. Entre éstos, el mayor porcentaje correspondió a los que recibieron menor cantidad de alimentos durante dichos episodios. Los niños del área rural presentaron dos veces mayor prevalencia de desnutrición crónica que los residentes en área urbana. El 7,9 % de los niños mayores de 1 año y menores a 5 años, tuvieron el perímetro braquial (indicador indirecto de masa muscular), por debajo del percentil 5. La desnutrición y riesgo de desnutrir (global y crónica) fue significativamente mayor en los niños en situación de pobreza. Hubo mayor prevalencia de desnutrición y riesgo de desnutrir tanto glo-

En el grupo de niños en situación de pobreza, la única variable que pesó sobre el hecho de que los niños tuvieran o no desnutrición global fue el promedio de años de estudios maternos. A mayor número de años de estudio de la madre, menor prevalencia de desnutrición en el niño. Con relación a la desnutrición crónica, también fue significativa esta variable y además resultó significativa la edad del niño.

PROPUESTAS DE ESTRATEGIAS PARA PREVENIR Y/O DISMINUIR LA DESNUTRICIÓN INFANTIL En el marco político de disminuir la prevalencia de la desnutrición crónica en niños menores de cinco años de edad los países de América Latina, entre éstos Paraguay, han establecido compromisos durante la Cumbre Mundial de la Infancia (1990)4, la Cumbre Mundial de Alimentación (1995)5 y más recientemente en la IV Reunión Ministerial sobre Infancia y Política Social en


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

las Américas (Perú, 1998)43 y en la Declaración de la Habana durante la Conferencia Iberoamericana de Altos responsables de la Infancia y la Adolescencia en un Mundo Globalizado con Derechos (Cuba, 1999)44 . Países como Perú; México, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, Venezuela, Guatemala, cuentan con varios programas de intervención nutricional en niños menores de cinco años de edad, y en niños escolares50, que les han permitido disminuir la prevalencia de la desnutrición. Algunos de los éxitos de estos programas están descriptos en el documento del Banco Interamericano de Desarrollo “Programas de Cuidado y Desarrollo de la Primera Infancia en América Latina y el Caribe”45 Las Organizaciones No Gubernamentales, han apoyado la meta de disminuir la prevalencia de la desnutrición infantil, entre éstas la OGN ADRA46 , en el Perú, cuyo propósito es mejorar la nutrición y salud de los niños menores de tres años pertenecientes a grupos en riesgo, localizados en centros poblados pobres y extremadamente pobres a través de su Programa Nutrición Infantil, ubicados en 12 corredores económicos del país como Ayacucho, Junín, Cajamarca, Amazonas, Huánuco, Ucayali, Pasco, Cusco, Apurimac, Puno y Lima, atendiendo a un total de 32,100 familias y 48,200 niños menores de 3 años. Entre los logros alcanzados en el 2000 se pueden 43 IV Reunión Ministerial sobre Infancia y Política Social en las Américas. Lima, Perú. 26 al 27 de noviembre. 1998 44 Declaración de la Habana durante la Conferencia Iberoamericana de Altos responsables de la Infancia y la Adolescencia en un Mundo Globalizado con Derechos. La Habana. Cuba, 9 de noviembre de 1999.

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mencionar: 62% de niños rehabilitados nutricionalmente, 85.7% de mujeres capacitadas en temas de salud, nutrición y administración del Hogar, 89.5% de Centros de Control y Vigilancia Nutricional instalados en las comunidades intervenidas, y 80% de mujeres líderes capacitadas en temas de desarrollo comunitario. Los recursos utilizados por la ONG ADRA son: 1) Centros de Control y Vigilancia de Salud operando en comunidades de extrema pobreza, 2) Bancos comunales y otras instancias crediticias operando eficientemente, 3) Mejoramiento del sistema de saneamiento básico en las comunidades intervenidas. La estrategia principal del Programa Nutrición Infantil es facilitar el desarrollo del rol protagónico de los padres mediante las prácticas adecuadas de nutrición, salud y salubridad, el cultivo de huertos y la generación de ingresos, logrando la disminución del riesgo nutricional de sus hijos menores de 3 años. En nuestro país no existen aún programas de intervención nutricional focalizados en grupos de alto riesgo como los niños menores de cinco años de edad a nivel gubernamental. En las ONG‘s estos esfuerzos hasta el momento son aislados y aún no tienen seguimiento de impacto nutricional.

45 Banco Interamericano de Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sustentable. Programas de Cuidado y Desarrollo de la Primera Infancia en América Latina y el Caribe. Myers, Robert. 46 Organización ADRA. Proyecto de Nutrición Infantil. Lima. Perú. 2000


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social a través de su Programa AEIPI47 , Atención Integral de Enfermedades Prevalentes de la Infancia, podría ser el ente canalizador de un programa alimentario48 , focalizado para los niños menores de cinco años de edad con desnutrición o riesgo de desnutrición y pertenecientes a grupos socioeconómicamente vulnerables, pues contemplaría el aspecto integral de la atención al niño y la niña: educación alimentaria, con énfasis en la alimentación durante episodios de diarrea, fomento de lactancia materna, introducción adecuada de alimentación complementaria, además de realizar el control de crecimiento y desarrollo, puericultura, inmunizaciones. Esto podría coordinarse con el Programa de Maternidad Segura, implementándose un Programa Alimentario focalizado para madres embarazadas en situación nutricional desfavorable (bajo peso), así como fomentar el control prenatal y otros aspectos integrales al manejo de la Salud Reproductiva (espaciamiento de los embarazos, vacunación, educación sexual, prevención de Enfermedades de transmisión sexual, sobre todo SIDA, peso de nacimiento mayor a 2500 gramos entre otros aspectos).

estado de desarrollo y nutrición de la población42, por lo cual su inclusión dentro de las estrategias de prevención de la desnutrición, debe constituirse en un factor prioritario. La implementación de las Guías Alimentarias para la familia y para el grupo de niños menores de dos años49, constituiría una herramienta de vital importancia por el impacto que podría tener sobre la educación nutricional y la mejor utilización de los recursos disponibles. Asimismo, el disponer de un Sistema de Información y Cartografía sobre Inseguridad y Vulnerabilidad Alimentaria 50 (SICIVA), permitiría focalizar los grupos más vulnerables, conocer los factores causales y proponer estrategias locales más adecuadas a la realidad de dichos grupos.

La prevención del Hambre Oculta, también conocida como deficiencia de micronutrientes (hierro, yodo, Vitamina A), tiene un fuerte impacto sobre el

La coordinación de un Plan Nacional de Alimentación y Nutrición a cargo del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición podría sentar las bases de un marco legal y político que garantice la inclusión de los programas de alimentación y nutrición dentro del Presupuesto General de la Nación, de manera a garantizar la equidad en la atención a la salud de los niños y mujeres embarazadas, que constituyen los grupos más vulnerables. El Plan Nacional de Alimentación y Nutrición está

47 Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Dirección General de Programas de Salud. Dpto de Atención Integral de la Niñez. Atención Integral de Enfermedades Prevalentes de la Infancia. Asunción. 2000 48 Sanabria, Marta. Alternativas para los problemas de deficiencias nutricionales en familias de escasos recursos económicos. Pediatría. Vol 23 (Supl 2). Asunción. Octubre 1996; 46-51

49 Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social. Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición. INAN. Alimentación y Nutrición. Bases teóricas y técnicas de las Guías Alimentarias del Paraguay. Documento técnico nº2. Asunción. 2000 50 Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Ganadería. Octava Mesa Redonda del SISVAN para el Sistema de Información y Cartografía sobre Inseguridad y Vulnerabilidad Alimentaria. SICIVA. México DF. Noviembre 1999


Factores Protectores del Estado Nutricional de la Niñez Paraguaya

concebido dentro de un contexto interinstitucional, multisectorial e interdisciplinario, donde el Ministerio de Agricultura y Ganadería juega un rol de suma importancia en la generación de proyectos locales de seguridad alimentaria, sobre todo en la población rural. El Ministerio de Educación y Cultura a través de un programa curricular que contemple como ítem importante la educación nutricional en los distintos grados, cumpliría con un objetivo fundamental cual es: alimentar la mente para combatir el hambre. El diseño de la política social/ nutricional implementada dentro de las leyes generales sectoriales es muy importante y tendría que estar orientado a grupos meta, identificados como población vulnerable. Si bien, está ampliamente demostrado que la desnutrición es consecuencia de la conjunción de varios factores, el que corresponde al nivel socioeconómico es uno de los que más pesa sobre la aparición de este problema. Sin embargo, se trata de una variable que depende de otros niveles de decisión política - gubernamental que debería constituirse en una prioridad de un sistema de política de estado, con programas de intervención y evaluación interinstitucionales e intersectoriales. A pesar de esta problemática, se ha podido comprobar que otra de las variables que tienen mayor incidencia en el riesgo de padecer alteraciones nutricionales, es el grado de instrucción materna, por lo tanto pareciera ser más factible disminuir el analfabetismo, facilitando el acceso a la educación. El bajo promedio de años de estudios maternos es uno de los factores deter-

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minantes de la transmisión intergeneracional de la pobreza51 , por lo cual implementar estrategias que la disminuyan tiene una fuerte implicancia política y económica. En algunos países de Latinoamérica se establecieron prioridades específicas que privilegian el gasto social en los siguientes términos: a) Nutrición, promoción, prevención y complementación alimentaria, para familias en alto riesgo, sobre todo en niños menores a 5 años (con énfasis en aquellos de 0 a 3 años), madres gestantes, lactantes, enfermos de tuberculosis y otras patologías transmisibles. b) Salud básica (esencialmente preventiva) y atención de baja complejidad. c) Educación preescolar para niños de 5 años y educación primaria, con énfasis en el proceso de articulación inicial-primaria. d) Reducción de la mortalidad materna constituye prioridad en esta gestión, sobre la base de la atención a la salud reproductiva, el derecho individual de la mujer a una maternidad segura con un irrestricto respeto a sus derechos humanos e ideal reproducido. e) Fomentar el desarrollo de la coresponsabilidad entre el Estado, la empresa privada y la sociedad en la promoción de la salud, nutrición 51 Catañeda Tarsicio. Aldaz Carroll Enrique. The intergenerational transmission of poverty: some causes and policy implications. Discussion Paper. Inter American Development Bank. Paris. 1999


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ECONOMÍA &SOCIEDAD - NÚMERO 5

y la prevención de riesgos y daños en el individuo, la familia y la comunidad. Se promoverá la participación de las organizaciones de base y otras organizaciones de la sociedad civil en los procesos de detección de necesidades, seguimiento y control de las acciones de apoyo alimentario. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura52 y la Ganadería así como el IFPRI (Internacional Food Policy Research Institute)53 también tienen como prioridad que los países en vías de desarrollo, logren una producción de alimentos sostenible como primer paso crítico para eliminar la inseguridad en el abastecimiento de alimentos y la desnutrición, a través de la creación de diseños alternativos para los programas y las políticas para eliminar el hambre. Especialmente este tipo de intervención, requiere un entendimiento de los incentivos y las restricciones que ejercen una influencia en el comportamiento de la comunidad y dentro del hogar, en relación con políticas o intervenciones de programas específicos.

52 Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Ganadería. Guía para Proyectos Participativos de Nutrición. Roma. 1994

El propósito de algunos programas es ofrecer información a los organismos que formulan políticas en los países en vías de desarrollo que les ayuden a encontrar el equilibrio adecuado entre las intervenciones que promueven el crecimiento y aquellas que previenen la indigencia, poniendo un interés especial en la seguridad del abastecimiento de alimentos. Este trabajo incluye los componentes sobre: identificación y caracterización de la pobreza; análisis de las metas; análisis comparativo de las intervenciones para combatir la pobreza; análisis de los efectos de los resultados; innovaciones y mejoras metodológicas y un análisis multilateral y político de la economía. En nuestro país además de la implementación de estrategias de intervención nutricional dirigidas a la población más vulnerable (binomio madre/ hijo), precisamos potenciar el desarrollo de recursos humanos especializados en el área de nutrición, de manera tal a realizar trabajos de evaluación y estudios de impacto nutricional que permitan optimizar los recursos disponibles.

53 Internacional Food Policy Research Institute. IFPRI. Consumo de alimentos y Nutrición. Washington DC. 2000


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

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Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay Flaviano Ojeda

INTRODUCCIÓN La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el párrafo 1 del Art. 25 textualmente establece que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación...” A su vez, la Constitución Nacional en el Art. 6° preceptúa que “la calidad de vida será promovida por el Estado mediante planes y políticas que reconozcan factores condicionantes, tales como la pobreza extrema...”, y en el Art. 54°, que “la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos, protegiéndolo contra el abandono, la desnutrición,...” El Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales introdujo el estándar de “alimentación adecuada” y concomitantemente afirmó “el derecho fundamental de todos a estar libres del hambre”. El derecho a la alimentación implica una seguridad alimentaria; esto es, “el acceso constante del individuo y de su familia a una alimentación suficiente, adecuada e inocua”, de acuerdo a

la Declaración y al Plan de Acción para la Nutrición, adoptados unánimemente por el Gobierno de nuestro país, juntamente con el de otros 158 países, en la Conferencia Internacional realizada en Roma (Italia), en diciembre de 1992 (1). Además, en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación /1996 (2) se ha comprometido a garantizar las medidas políticas, sociales y económicas “que favorezcan al máximo la consecución de una seguridad alimentaria sostenible para todos”. Una población tiene seguridad alimentaria cuando “todas las personas tienen en todo momento acceso físico y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para satisfacer sus necesidades alimentarias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una vida activa y sana” (3). La Subnutrición, a su vez, es la “ingesta de alimentos que es insuficiente para satisfacer las necesidades de energía alimentaria de manera contínua”. Tanto la subnutrición como otros problemas alimentarios de la población dependen de la presencia de factores de riesgo “que ponen a las personas en vulnerabilidad o en peligro de inseguridad alimentaria o


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

malnutrición, incluidos los factores que afectan a su capacidad para valerse por sí mismos” (3). La prevalencia de 5% de Desnutrición Proteico-Calórica (DPC) Global y 10,9% de DPC Crónica (14% en el área rural) entre los niños menores de 5 años de edad, de acuerdo a la Encuesta Integrada de Hogares (EIH) 1997/98 (4), es una de las evidencias de que existe un grupo importante de la población que sufre y ha sufrido el impacto de la Inseguridad Alimentaria en la población paraguaya. Entre los resultados se puede observar, al mismo tiempo, que existe una mayor prevalencia de la desnutrición entre los pobres (16,7%) que entre los no pobres (6,4%). Además existe una relación inversa entre la desnutrición del pre-escolar y el nivel de instrucción de la madre, siendo que la desnutrición crónica es del 13,9% entre las de instrucción primaria y de 5,1% entre las de instrucción secundaria (5). Según datos publicados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 1999, en el período de 1995 a 1999, el número de pobres (PT) ha aumentado del 30,3% al 33,7% en el país y de 37,2% al 42% en el área rural. Entre los campesinos que poseen entre 5 a 9 has., la pobreza extrema alcanza al 48% de la población. Concomitantemente la prevalencia de DPC Global también ha aumentado del 4% registrado en 1990 (6) al 5% en 1997/ 98 (4). Mientras que esta prevalencia tiene una tendencia decreciente para América Latina, tiene una tendencia ascendente para el Paraguay, al igual que los países de África (7) (8).

Entre los factores condicionantes del nivel de pobreza, y por ende del acceso real a los alimentos, tenemos que la tasa de analfabetismo es de 7% entre los hombres y del 10,7% entre las mujeres (9), mientras que llega al 18,7% entre los más pobres (10). Otro factor importante es el nivel de desempleo, con una tasa de 14,3% y una tasa de sub-ocupación de 19,5% en el área rural y de 18,8% en el área urbana (9). Con respecto a las características de la población, en el área rural las familias son más pobres y también más numerosas que en las áreas urbanas. Además, el 37,1% de las familias tiene menos de 5 has. bajo control del hogar, y de éstos el 19,9% (una 5a parte de las familias rurales) maneja o utiliza menos de dos hectáreas de tierra (11). El tipo de tenencia de la tierra es un factor condicionante sobre la producción del agricultor; en ese sentido, el 29,9% de las familias del área rural no tiene tierras y el 22,4% administra menos de 5 has. y de éstas sólo un promedio de 51,3% tiene tierra propia (11). A su vez, en promedio solamente el 28,7% solicitó asistencia de los servicios agropecuarios de créditos y /o asistencia técnica. De los que solicitaron algún tipo de asistencia sólo el 26,7% lo recibió. Esto es, de los 137.734 hogares que manejan menos de 5 has., sólo 12.492 (9%) recibió crédito y / o alguna asistencia técnica (11). De acuerdo a la FAO (12), según los datos presentados desde 1960 a 1990, la población paraguaya tiene una


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

disponibilidad creciente de calorías muy por encima de sus requerimientos, con un suministro de 2.514 Kcal. p.c./día en 1995, según la FAOSTAT. Con respecto a la disponibilidad de proteínas también se citan cifras de 75 a 80 gramos p.c./día. En el documento antes citado se menciona que “se observa claramente la estrecha correlación entre la disponibilidad de alimentos y el ingreso disponible”, refiriéndose al aumento del ingreso per cápita y de las calorías/ hab/día/. Se dispone de suficientes datos referentes a la prevalencia de la pobreza y de la desnutrición en el Paraguay. Los últimos datos utilizados para la evaluación de la población afectada por la inseguridad alimentaria son los del Censo Agropecuario/1991 y del CNPV/l992 (15) y no se dispone de información actualizada sobre la prevalencia de la población afectada por la seguridad / inseguridad alimentaria, razón por la cual se ha propuesto la realización de la presente investigación.

1. OBJETIVOS OBJETIVO GENERAL:

Proporcionar información analizada respecto a la Seguridad Alimentaria de la Población pobre del país, según dominios de la EIH 1997/98. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

Obtener el Diagnóstico de la Seguridad Alimentaria de la Población pobre estudiada a través de la EIH 1997/98.

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Determinar el grado de influencia de los factores condicionantes sobre la Seguridad Alimentaria de la población pobre de los dominios de la EIH 1997/98. Determinar los Índices de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria de la población pobre de Asunción y de los Departamentos estudiados en la EIH 1997/98.

2. METODOLOGÍA En la realización del presente trabajo fueron procesados los datos obtenidos por la EIH 1997/98. Para la determinación del Diagnóstico de la Seguridad Alimentaria de los Pobres fueron estudiados 4.353 hogares seleccionados en forma aleatoria y constituyen una muestra estadísticamente significativa de 1.141.682 hogares; de éstos, 649.618 (57%) son del área del área urbana y 492.064 (43%) del área rural. De acuerdo al nivel de ingreso y basado en la clasificación de las líneas de pobreza, 141.997 hogares (12,44%) pertenecen al grupo de pobreza extrema, 142.350 hogares (12,47%) al de pobreza no extrema y 857.335 hogares (75%) al de no pobres. Del total de hogares estudiados por la EIH 1997/98 fueron excluidos 30 que no contaban con datos de consumo de alimentos. En base al criterio de que la Seguridad Alimentaria, por definición, es “el acceso a una cantidad suficiente de alimentos...” (1) se procedió a la determinación del diagnóstico de situación a través de la obtención de la pre-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

valencia de hogares pobres (extremos y no extremos) que tienen o no tienen una adecuación de consumo de 100% en Calorías y Proteínas, por área urbana y rural, por dominios (país, Asunción y Departamentos de San Pedro, Caaguazú, Itapúa, Alto Paraná y Central), según factores condicionantes. La adecuación de Consumo de calorías y de proteínas se calculó con la siguiente fórmula: (Total de Consumo del hogar / Total de Necesidades del hogar) x 100. Los datos de consumo y necesidades fueron utilizados de la base de datos ya elaborada para la Canasta Básica de Alimentos y Líneas de Pobreza. EIH 1997/98 (16), con la metodología descrita en Estudios e Informes de CEPAL N° 81, 1991. El grupo de adecuación insuficiente, deficitario o insatisfactorio (< 100%) se subdividió en adecuación de consumo de calorías y de proteínas de “menos de 60%” y de “60 a 99%” y el grupo de adecuación suficiente en “100 a 139%” y de “140% y más”. Para el análisis del consumo de calorías y proteínas en forma conjunta, la adecuación se dividió solamente en “Adecuación menor a 100%” y en “Igual o mayor a 100%”. Queremos resaltar que en la metodología de la investigación hemos dado énfasis al análisis de la prevalencia de la inseguridad alimentaria en los dos grupos más vulnerables a las carencias alimentarias y nutricionales, como son los pobres extremos (cuyo ingreso es inferior al costo de la canasta básica

de alimentos) y los pobres no extremos (que económicamente pueden acceder a una canasta básica de alimentos pero que no alcanzan el costo de una canasta básica de consumo). Sin embargo, no por eso, hemos dejado de evaluar también el promedio en algunos casos y la prevalencia de los que consumen más del 100% de sus necesidades calóricas y proteicas diarias. Para la evaluación de la influencia de algunos factores condicionantes de la Seguridad / Inseguridad alimentaria se han escogido aquellos que son comunes a las áreas urbanas y rurales, tales como el nivel de pobreza, el nivel de instrucción del jefe/a de hogar y el número de miembros de la familia. Existen otros factores importantes, tales como la tenencia de la tierra, la industrialización del país, el índice de desempleo, etc; pero la solución de estos problemas es mucho más difícil en un corto o mediano plazo, además de otras razones que se analizan más adelante al tratar de los índices y variables estudiados en otros países. Se han analizado fundamentalmente los factores negativos, como son la pobreza extrema y no extrema, el nivel de instrucción primaria incompleta del jefe o de la jefa de hogar y el número de miembros del hogar mayor a 5 personas, en comparación a los del grupo de no pobres, instrucción primaria completa y más, y el número de miembros del hogar menor a 5 (cinco). En el área rural se han analizado también la influencia del hecho de “tener o no tener lote propio”, el “tener o no tener actividad principal agrope-


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

cuaria”del jefe de hogar y el consumo de alimentos de autoabastecimiento. Consideramos que en investigaciones futuras deberíamos estudiar con mayor detalle el papel individual y sinérgico de otros factores condicionantes de la seguridad alimentaria, tanto a nivel nacional como departamental, como también el consumo excesivo de calorías y proteínas. Con el propósito de evaluar el grado de influencia de los factores condicionantes sobre la Seguridad o Inseguridad Alimentaria se determinaron los Riesgos Relativos (RR) y los Porcentajes de Riesgo Atribuible (RA %). (17) (18), de acuerdo a las siguientes fórmulas: RR = Prevalencia de Expuestos / Prevalencia de No Expuestos

El RR es un múltiplo simple o razón que expresa la probabilidad de ser afectado por un determinado factor de riesgo. En nuestro caso, el riesgo de tener un consumo de calorías y/o proteínas inferior al 100% de las necesidades diarias; es decir, la probabilidad de tener una subnutrición. RA = (Prev. Expuestos) – (Prev. no Expuestos)

El RA es la diferencia entre la tasa de ataque de los expuestos al factor y la tasa de los No Expuestos. La Fracción Etiológica del Riesgo (FER) es una proporción del factor de

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riesgo dentro del riesgo global. Si el resultado se multiplica por 100 se obtiene el Porcentaje de Riesgo Atribuible, con la siguiente fórmula: RA% = [(Prev.de Expuestos – Prev.de No Expuestos)/ Prev.de Expuestos] x 100

La proporción del RA indica la proporción en que un problema puede ser disminuido si se elimina el factor de riesgo en estudio, pues representa el porcentaje de participación del factor dentro de las causas del problema. A fin de priorizar un problema social o específico de salud se pueden usar las tasas de incidencia o de prevalencia y los porcentajes de Riesgo Atribuible de cada problema. Sin embargo cuando enfrentamos problemas multicausales, como es el caso de la Seguridad e Inseguridad Alimentaria, surge la necesidad de priorizar también las regiones, Departamentos, Distritos, y poblaciones locales más vulnerables. Por tanto es necesario contar con indicadores objetivos y prácticos para tal fin. Por ejemplo en el área de salud se sugieren llevar en consideración las tasas de morbi-mortalidad, recursos institucionales de infraestructura, financieros, programáticos, recursos humanos y otros. Otras veces se atribuyen pesos proporcionales, generalmente subjetivos o empíricos, a cada uno de los factores citados, de acuerdo a criterios tales como Magnitud, Gravedad, Posibilidad de Prevención, Interés Local, y Tendencia en el Tiem-


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

po. Por ejemplo se le puede dar mayor puntaje relativo a la frecuencia (prevalencia) y a la gravedad que a la tendencia (19). La priorización, focalización o enfoque selectivo ya se ha iniciado a emplear al comienzo de la década del 80 para la atención primaria de salud y nutrición de las poblaciones de menores recursos económicos y sociales, orientado especialmente a las madres y niños (20). De las justificaciones para la priorización de los factores condicionantes de la inseguridad alimentaria, entre otras, podemos citar la extensión, gravedad y la urgencia del problema en las poblaciones pobres, como también la escasez de recursos y la necesidad de dar mayor eficiencia a su utilización, además de proporcionar herramientas para los niveles de planificación y decisión del país, tanto a nivel nacional como regional y local. En 1983, J.B. Mason ya sugería la focalización prioritaria llevando en consideración la prevalencia de niños con déficit de peso / edad, el de hogares con consumo de calorías/ p.c. /día inferior a 1500 kcals. y la clasificación de la ocupación principal (21). En Bolivia el Fondo de Inversión Social (FIS) utiliza los mapas de priorización del gasto social, en base a las NBI (provisión de servicios básicos en el área urbana y mortalidad infantil y analfabetismo). Con esta metodología fueron seleccionados los 30 distritos más pobres del país. No se consideran la seguridad alimentaria ni la prevalencia de desnutrición de las

comunidades para la priorización en este caso (20). En Chile es utilizada la ficha CAS de estratificación social a fin de determinar el grado de “vulnerabilidad social” (22). Para la determinación de la provincia más vulnerable se seleccionaron algunas variables y se le adjudicaron puntajes porcentuales, las variables son: Porcentaje de población provincial en extrema pobreza (30% de ponderación) Datos de UNICEF 1990. Porcentaje de población rural provincial (30%). Datos del censo 1982. Población provincial con respecto a la población regional (en %) (35%). Censo /82. Comunas pobres en relación al total de comunas de la provincia (en %) (5 % de ponderación). Datos de “Propuesta de Coordinación para el Desarrollo Rural, 1992”. Para la selección de comunas más vulnerables dentro de las provincias ya seleccionadas se emplearon las siguientes variables, con sus respectivos porcentajes de ponderación: Porcentaje de población comunal en extrema pobreza (ponderación 80%). Porcentaje de población rural comunal (ponderación 10%). Porcentaje de población comunal en relación al total provincial (ponderación 10 %).


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

Para la identificación de los grupos de riesgo de inseguridad alimentaria se utiliza la Ficha de Estratificación Social CAS II, con variables como vivienda, ingreso, ocupación, educación, etc. El factor vivienda recibe un puntaje de 25,7%, teniendo 3 subfactores en el área rural (Protección Ambiental 40%; Hacinamiento 10%, saneamiento y confort 50%). Las variables educación y ocupación tienen una ponderación de 24,94 % y 20,33% respectivamente. Como se puede observar, el sistema de priorización de Chile tampoco mide directamente la seguridad alimentaria de la población. El sistema empleado en el Ecuador tiene como primer objetivo general lo siguiente: “Proporcionar una herramienta metodológica para identificar grupos poblacionales en riesgo y operar, en retroalimentación recíproca, con módulos sectoriales o comunitarios, para la ejecución de un sistema nacional de seguimiento y vigilancia epidemiológica, alimentaria y nutricional” (23). El trabajo consiste en la obtención de una métrica para establecer el perfil de la situación socioeconómica y nutricional de las parroquias del país, a través de la regresión logística para la cuantificación del riesgo o probabilidad de ocurrencia de la desnutrición. Los grupos de variables utilizados son los denominados Nivel de Inserción Social (NIS), Nivel de Instrucción Materna (NIM) y el Indice de Riesgo de la Vivienda (IRV), relacionados con la prevalencia de la Desnu-

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trición Crónica y la Desnutrición Global de niños menores de 5 años de edad. Los niveles de inserción social reciben puntajes de 1 al 4, los de instrucción materna de 1 a 6 (1 para instrucción superior y 6 sin instrucción) y los de riesgo de la vivienda de 1 a 3 en la mayoría de los componentes, excepto hacinamiento que recibe puntaje 6 (Hacinamiento Alto), 3(Medio) y 1 (Bajo). En síntesis, con esta metodología lo que ha obtenido como resultado es que todas las parroquias del país fueran descriptas en términos de distribución de frecuencias del riesgo de desnutrición de ambos tipos. Igualmente se obtuvieron las prevalencias estimadas a nivel de cantón y provincia. Asimismo, en el Ecuador no se utiliza la cuantificación directa de la inseguridad alimentaria sino de la desnutrición del preescolar, que es su resultante y de varios factores socioeconómicos. En el documento de la FAO “El estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2000” se menciona lo siguiente: “En la lucha contra el hambre mundial, ha surgido un nuevo instrumento para ayudar a las autoridades a orientar sus intervenciones hacia las personas más vulnerables a la inseguridad alimentaria. El trazado de perfil de los grupos vulnerables “es un medio de identificar quién padece hambre en una población determinada, por qué y, por deducción, qué se puede hacer al respecto”(3). En el marco de la recopilación de información sobre un grupo vulnera-


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ble se incluyen datos referentes a los siguientes grupos de variables: Bienes de Capital, humano, social, natural, etc; Factores intermedios, tales como políticas, programas, leyes, etc; Actividades de subsistencia, alimentación y salud; Resultados intermedios (acceso familiar, individual, utilización biológica); y Resultado final (Situación de la Seguridad Alimentaria). En el Sistema Latinoamericano de Monitoreo Alimentario y Nutricional (SILMAN) incluye los siguientes módulos (24): Antropometría o de evaluación del estado nutricional; Evaluación del estado de salud o de vigilancia de las enfermedades infecciosas; Seguridad Alimentaria. En este módulo se incluyen informaciones del nivel familiar (seguridad alimentaria del hogar) y a nivel de la población (Seguridad Alimentaria de la población), a fin de evaluar los parámetros de suficiencia, estabilidad, autonomía, equidad distributiva y sustentabilidad, de acuerdo a las definiciones de la FAO. Demografía y Educación Por el hecho de que existe una enorme cantidad de variables que se sugieren analizar, sin que sean factores

condicionantes inmediatos de la seguridad alimentaria y además porque no existe la posibilidad real de atacar todos esos factores al mismo tiempo, nos hemos limitado al análisis de aquellos factores cuyo control y disminución pueden tener un mayor impacto sobre la seguridad alimentaria de la población y, por ende, sobre su bienestar y desarrollo. Por las razones antes citadas hemos preferido determinar el Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria – INBISA, utilizando el resultado de la Fracción Etiológica del Riesgo – FER, antes de su conversión a Porcentaje de Riesgo Atribuible, y multiplicándolo por 10 (diez) con fines de facilitar su manejo aritmético y su utilización como Índice o puntaje del Factor de Riesgo (ver Cuadro 6). Para obtener el total del INBISA de una población se realiza la sumatoria de los INBISA de cada factor condicionante seleccionado y evaluado. En nuestro caso, el de Pobreza Extrema, Educación Primaria Incompleta y Número de Miembros mayor a 5 (cinco), del grupo con pobreza extrema del país, de la capital (Asunción) y de los departamentos Central, San Pedro, Caaguazú, Itapúa y Alto Paraná. De esta manera se determinó el INBISA para el país (para fines de comparación), y para cada uno de los dominios de la EIH 1997/98. Finalmente, para los fines de priorización de cada dominio, se da el N° 1 al departamento que presenta el INBISA más elevado, el N° 2 al de menor valor inmediato inferior, y así sucesivamente.


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

Como se verá más adelante en el análisis de los Índices por dominios y factores condicionantes, como también en el orden de priorización de los dominios, los resultados son bastante consistentes con la situación de Seguridad e Inseguridad Alimentaria de cada Departamento, así como con otros aspectos de desarrollo social y económico de los mismos. Una ventaja adicional del método consiste en que se puede utilizar con varios factores condicionantes que puedan ser modificados a través de la ejecución de políticas, planes y programas correctivos. Así mismo, el método puede ser usado como una medida de evaluación de los resultados obtenidos.

3. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS 3.1 DIAGNÓSTICO DE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA: el Cuadro 1 muestra la pre-

valencia de hogares que tienen una adecuación de consumo suficiente e insuficiente de calorías y proteínas, en la población pobre y no pobre, de las áreas urbana y rural del país, además de los otros dominios antes citados. Al analizar de una manera general la prevalencia de déficit de consumo de calorías y proteínas, con una adecuación inferior al 100%, podemos observar que el 40% de los hogares con pobreza extrema del área urbana no consume la cantidad adecuada de calorías para satisfacer las necesidades diarias de sus miembros. Entre los pobres no extremos, es decir entre los que tienen un ingreso igual o superior

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al costo de la canasta básica de alimentos, el 30% tiene un déficit de consumo de calorías y aún entre los no pobres se tiene una prevalencia del 23%. En promedio el 31% de hogares del área urbana consume menos del 100% de sus necesidades en calorías. En el área rural se observa menor proporción en déficit de consumo de calorías, donde los pobres extremos tienen déficit del 33%, los pobres no extremos 21% y los no pobres de 15%. El déficit en consumo de proteínas es mucho más reducido que el de calorías, observándose una prevalencia de 21% entre los pobres extremos y de 6% entre los pobres no extremos del área urbana. Al igual que lo observado con las calorías, el porcentaje de consumo insuficiente de proteínas es también menor en el área rural que en el urbano. El promedio de déficit en consumo de proteínas es 9,6% a nivel país. Un aspecto importante que debe ser resaltado es el hecho de que el 100% de los hogares pobres (extremos y no extremos) del área urbana tiene concomitantemente consumo insuficiente de calorías y de proteínas, en un porcentaje total de 13,6%. En el mismo Cuadro puede observarse que entre los pobres extremos del área urbana hay una prevalencia del 9% y 8,1% de hogares que consumen menos del 60% de calorías y de proteínas. Esta situación inclusive afecta al 3,6% de no pobres de la misma área.


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En el caso de la prevalencia de consumo de calorías y proteínas también se observa que este déficit tiene menor prevalencia en el área rural que en el área urbana. El hecho que exista mayor porcentaje de familias con deficiente consumo de energía y de proteínas en el área urbana que en el rural se debe a que el pobre del área urbana depende exclusivamente de su ingreso monetario para su alimentación, mientras que en el área rural, aún entre los de pobreza extrema, más del 40% de este grupo produce maíz y poroto, y más del 60% produce huevo para autoabastecimiento, además, 33% produce leche. De esta posibilidad y recursos no disponen los hogares urbanos. Consideramos oportuno e importante resaltar en este momento del análisis de la situación de la Seguridad Alimentaria en el país, en lo que se refiera a la prevalencia de hogares que tienen un consumo deficitario en calorías y proteínas inferior al 100% y al 60% de adecuación: 1°) El 1,1%, 2,4% y 1,0% de prevalencia de consumo de proteínas con menos de 60 de insuficiencia entre los pobres extremos, pobres no extremos y no pobres del área rural es aparentemente insignificante desde el punto de vista estadístico. Sin embargo, es necesario y urgente tener en cuenta que esos porcentajes fríos representan respectivamente a 1.118, 1.455 y 3.129 hogares (total 5.702 hogares) o el equivalente a 31.361 personas aproximadamente.

2°) Es frecuente el uso del promedio para caracterizar la situación del país, tanto en los aspectos sociales como económicos. Es necesario, sin embargo, modificar ese criterio y estudiar los problemas con más detalles, analizando los hechos y los datos referentes a los hogares y poblaciones más vulnerables. En ese sentido, si observamos con detalle la información del Cuadro 1, podemos notar que en promedio sólo existe 27% de hogares con déficit en consumo de calorías. Sin embargo puede constatarse que ese porcentaje asciende al 40% y al 33% entre las familias de pobres extremos, afectando a 14.362 y 34.436 hogares, del área urbana y rural respectivamente, con un total aproximado de 263.500 personas. Estas cifras nos demuestran claramente la verdadera y grave situación de la población paraguaya en términos de seguridad e inseguridad alimentaria, principalmente entre la población de escasos recursos económicos. El déficit en consumo de calorías afecta al 20% de los hogares no pobres mientras que el déficit en consumo de proteínas afecta al 6,7% de este grupo de hogares. En suma, tenemos en el país 27,0 % de subnutrición, que afecta a 254.522 hogares con déficit en consumo de calorías, comprometiendo a cerca de 1.347.536 personas. La situación de la inseguridad alimentaria en Asunción y en los departamentos también puede observarse en el Cuadro 1.


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

Se puede observar que en Asunción, departamento Central y Caaguazú existen las mismas prevalencias, de 40%, de déficit de adecuación en consumo de calorías entre los hogares de pobreza extrema, al igual que a nivel del área urbana del país. En segundo lugar aparece el departamento de San Pedro, con una prevalencia de 36% y en tercer lugar Alto Paraná (25%) e Itapúa (24%), un poco por debajo del promedio nacional que es del 27%. Los hogares de pobreza no extrema y los no pobres de Asunción tienen las mismas prevalencias de déficit, de 27%. Los pobres no extremos de Caaguazú presentan las mismas prevalencias y los no pobres del departamento Central tienen el 28%. En tercer lugar aparecen los pobres de San Pedro, con prevalencia de 18%, y los no pobres de Caaguazú con prevalencias de 19%. Los pobres no extremos de Itapúa están en el cuarto lugar con 16% y los no pobres de San Pedro y Alto Paraná, con 14%, se ubican en quinto lugar, mientras que los no pobres de Itapúa aparecen con la menor tasa de prevalencia de déficit en consumo de calorías, que afecta al 9% de estos hogares. Se observa que el departamento de Itapúa presenta la menor prevalencia de déficit en consumo de calorías, con porcentajes inferiores al promedio nacional en todos los niveles de pobreza. Le sigue el departamento de Alto Paraná con una prevalencia promedio del 23%. Asunción, Central, San

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Pedro y Caaguazú presentan prevalencias de déficits mayores que el promedio del país. Es oportuno observar y resaltar en este momento la gran diferencia existente entre las prevalencias de déficit de los pobres extremos comparado a los no pobres de los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Itapúa y Alto Paraná, hecho que será utilizado más adelante para la determinación de los riesgos y selección de áreas y programas prioritarios. La diferencia existente entre pobres y no pobres no se debe a diferencias de producción predominante en cada uno de ellos. En todos los departamentos estudiados se cultivan y producen los mismos alimentos de autoabastecimiento, inclusive para los mercados mayoristas regionales y de la capital. Tampoco existen hábitos de consumo que impidan la ingestión de cantidades suficientes de los alimentos básicos. La mayoría absoluta de la población paraguaya consume los mismos alimentos; la única diferencia es que los que no tienen acceso a una cantidad suficiente de alimentos tienen subnutrición y los que obtienen en exceso tienen un consumo excesivo, sean pobres o no pobres. El consumo excesivo de calorías y proteínas presenta también, al igual que los déficits, prevalencias preocupantes porque ellos constituyen factores condicionantes importantes para el desarrollo de sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, afecciones cardio y cerebro vasculares, entre otros.


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En el Cuadro 1 también se observa que hay mayor prevalencia de adecuación en consumo de calorías y de proteínas (de 100 a más) entre los pobres extremos y los pobres no extremos que entre los no pobres. Este hecho se puede atribuir únicamente al menor nivel de educación formal y alimentaria de los pobres, pues no se debe a la disponibilidad de mejores recursos económicos. El nivel de consumo citado (% de adecuación de consumo de calorías y proteínas) alcanza hasta el 85% entre los no pobres del área rural y el 77% entre los pobres del área urbana, en lo que al consumo de calorías y proteínas en conjunto se refiere. La prevalencia de consumo excesivo de calorías y proteínas, con una adecuación superior al 140% de las necesidades diarias, tiene un porcentaje aún mayor, pues alcanza una prevalencia del 47,7% entre los no pobres del área urbana y el 60% en el rural, en el consumo excesivo de calorías. El consumo excesivo de proteínas alcanza porcentajes de 78% entre los no pobres urbanos y 82 % entre los no pobres rurales. Cuando el exceso de consumo es igual o superior al 140 % de adecuación ya aparece una alteración de la situación pues en el área urbana como rural hay mayor proporción de hogares entre los no pobres que entre los pobres. A su vez, el mayor exceso de consumo de proteínas se debe al hábito de ingerir exagerada cantidad de carnes y huevos por las familias de mayores ingresos. El consumo medio per capita/día de carne en el área urbana es de 152 gramos para el no po-

bre y de 104 gramos para el pobre; en el rural es de 131 g. y de 47 g. para cada grupo correspondiente. Las demás fuentes de proteínas, tales como carnes de aves, menudencias, huevos, leche y quesos, el no pobre consume cantidades 2 a 3 veces mayores al de los pobres; y las empanadas, chorizos, hamburguesas 7 veces más (25). A nivel de los departamentos se observa igualmente la misma situación, la cual, desde el punto de vista de la salud pública, es grave y amerita la toma de medidas preventivas urgentes en el área de la educación nutricional. 3.2. FACTORES CONDICIONANTES: el efecto

de los factores condicionantes se presenta en el Cuadro 2. En este último podemos observar una nítida diferencia del efecto de los factores condicionantes sobre la prevalencia del déficit en consumo de calorías en los hogares de pobreza extrema y no extrema del área urbana y rural del país. Los factores analizados son los siguientes: Educación primaria incompleta, no tenencia de lote propio y sin actividad principal agropecuaria del jefe/ a del hogar, y el número de miembros del hogar mayor a 5 (cinco). Anteriormente (Cuadro 1) se observó que en el grupo de pobreza extrema urbana hay un 40,0% de hogares con insuficiente consumo de calorías. Esa prevalencia asciende al 46,5%


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

cuando el/la jefe/a de hogar tiene instrucción primaria incompleta y al 45,7% entre los hogares que tienen más de cinco miembros. Entre los pobres extremos del área rural, el hecho de tener instrucción primaria incompleta apenas eleva en 1,8 puntos porcentuales con relación al promedio (33%); sin embargo asciende al 43,5% el hecho de tener más de 5 miembros. El factor educativo “primaria incompleta” no modifica la prevalencia con respecto al total de déficit en consumo de calorías en los hogares urbanos con pobreza no extrema; mientras que si la familia tiene más de 5 miembros aumenta la prevalencia del 30% al 38.9%; entre los hogares rurales con pobreza no extrema, la instrucción primaria incompleta eleva la prevalencia de déficit en consumo de calorías del 21% al 24,7% y al 26,7% considerando el factor número de miembros mayor a 5 (cinco). Entre los hogares del área rural con pobreza extrema, la no-tenencia de lote propio prácticamente no modifica la prevalencia de déficit en consumo de calorías, incrementando sólo del 33% al 33.9%. Entre los hogares rurales con pobreza no extrema se observa una prevalencia de déficit en consumo de calorías del 12.2%. La prevalencia del déficit en consumo de calorías es del 31,1% entre los pobres extremos rurales que no tienen actividad principal agropecuaria. Sin embargo el porcentaje del déficit se traslada del 21% al 24,1% en el grupo de pobreza no extrema

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rural cuando el jefe de hogar no tiene actividad principal agropecuaria. En el cuadro 2 también se observa una prevalencia del 33,6% entre los pobres extremos que tienen actividad principal agropecuaria y el 31,1% entre los que no lo tienen. La situación es inversa entre los de pobreza no extrema, donde los hogares con actividades agropecuarias tienen prevalencias del 19,7% y los hogares que carecen de actividad agropecuaria tienen prevalencias del 24,1%. El Gráfico 1 y Cuadro 3 nos muestran el impacto de los niveles de pobreza, de instrucción y el número de miembros del hogar sobre la prevalencia (%) del déficit en consumo de calorías en el país, en la capital y en los departamentos analizados. Podemos notar que en la población con pobreza extrema, el 40% de los hogares consume una cantidad insuficiente de calorías y prácticamente presentan la misma proporción observada en Asunción (40,2%) y los departamentos de Caaguazú (39,2%) y Central (39,8%). Los departamentos con menor nivel de prevalencia de déficit en consumo de calorías, en el grupo de pobres extremos, son Itapúa (con 23,5%) y Alto Paraná (con 25,1%). Entre los factores condicionantes analizados hemos podido notar que, con respecto a la adecuación de consumo de calorías y proteínas, la educación del jefe o jefa de hogar y el tamaño familiar son los que determinan con más fuerza los mayores o menores niveles de prevalencias de seguridad o inseguridad alimentaria.


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En la población de extrema pobreza e instrucción primaria incompleta tenemos una prevalencia de 40,7% de hogares que consume cantidad insatisfactoria de caloría a nivel del país, teniendo en cuenta que ese porcentaje llega a más del doble en los departamentos de Caaguazú (con 81,5%) y San Pedro (con 82,5%). En el grupo de los hogares más pobres, el hecho de tener una familia con más de 5 (cinco) miembros determina las mayores prevalencias de déficit en consumo de calorías, que llega al 85,1% en Itapúa, el 82,7 en Alto Paraná y 81,7% en Caaguazú. En todos los departamentos, excepto San Pedro, el número de miembros del hogar mayor a cinco determina las mayores prevalencias que la producida por una instrucción primaria incompleta.

dice de hogares con pobreza extrema subnutridos pasa de 36,3% a 72,8% y al 82,5% cuando al factor de pobreza extrema se le añade el factor de familia numerosa y/o el grado de instrucción (primaria incompleta). Este mismo fenómeno se presenta en los demás departamentos. También es oportuno recordar que la prevalencia de subnutrición de una población guarda una relación con variables agregadas como el producto interno bruto (PIB) per cápita y el Indice de Desarrollo Humano (IDH). “Casi el 80 % de los países que tienen un alto grado de insuficiencia de alimentos se caracteriza también por tener un nivel bajo de IDH y de PIB per cápita” y viceversa (26).

En la presente investigación hemos visto también (Cuadro 1) que en la medida que empeora el nivel Gráfico Nº 1: Porcentaje de hogares en pobreza de pobreza aumenta la prevaextrema con consumo calórico inferior a 100%, lencia de hogares que tienen EIH 1997/98. déficit en consumo de energía. Igualmente se nota que en 40,2 40,0 39,8 39,6 los departamentos menos 36,3 pobres (Itapúa y Alto Paraná) existen menor porcentaje de subnutrición y mayor porcen25,1 23,5 taje de consumo de alimentos de autoabastecimiento. Pais

Asunción

Central

San Pedro

Caaguazú

Itapúa

Es conveniente resaltar que el factor pobreza, y aún la pobreza extrema, sólo determina una parte de la prevalencia de la subnutrición; por esa razón es que en el Gráfico 1 observamos que a nivel de los departamentos, por ejemplo en San Pedro, el ín-

Alto Paraná

En términos comparativos, y de acuerdo a la clasificación de la FAO para la medida de Privación de Alimentos 1996-98, la prevalencia del hambre, es decir, el porcentaje de la población subnutrida (la que ingiere alimentos que es insuficiente para satisfacer las necesidades de energía


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

alimentaria de manera contínua), puede expresarse en los siguientes grupos (3): Menos de 5% : Baja Prevalencia. 5 a 19%º : Moderada Prevalencia Igual o Mayor a 20% : Alta Prevalencia

También, de acuerdo a la prevalencia de personas subnutridas, la FAO establece las siguientes categorías (3): Categoría: 1 2 3 4 5

Prevalencia: < 2,5% de subnutridos 2,5 a < 5% de subnutridos 5 a < 20% de subnutridos 20 a < 35% de subnutridos => 35% de subnutridos

La información disponible muestra que el promedio nacional de porcentaje de familias subnutridas es de 31%, lo que significa que está en el grupo de Alta Prevalencia y en la Categoría 4, mientras que los pobres extremos del área urbana tienen una prevalencia de 40%, incluyéndose en la categoría 5, siendo igual y superior a varios de los países más pobres de África. La situación es aún peor si consideramos que en promedio en el país existe un 4,9% de los hogares con más de 40% de déficit en consumo de calorías y llega al 9% entre los de pobreza extrema. La situación es sumamente grave entre las familias de extrema pobreza que tienen más de 5 miembros y/o cuyo jefe o jefa de hogar tiene instrucción primaria incompleta, pues entre ellas las prevalencias oscilan entre 68,6% y 85,1% en los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Itapúa y Alto Paraná, lo que significa

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cerca de 7.417 familias en San Pedro, 9.400 familias en Caaguazú, 2.294 familias en Itapúa y 1.709 familias en Alto Paraná. En el área rural, la producción de alimentos para autoabastecimiento podría constituir un importante factor condicionante para la seguridad alimentaria del hogar. Notamos, sin embargo, que el porcentaje de familias que consumieron alimentos de producción propia va del 21.6% (en el caso de queso) al 63.1%, en lo referente al huevo (ver Cuadro 4). Los alimentos de autoabastecimiento estudiados, tales como maíz y tubérculos, son las principales fuentes de energía de origen vegetal de la dieta paraguaya y las principales fuentes de proteínas son la leche, el queso, el huevo y el poroto. La carne es importante pero normalmente no es de autoabastecimiento, excepto la carne de gallina y de cerdo que no se consumen con la misma frecuencia que la carne de res. En el mismo Cuadro podemos observar que el porcentaje de autoconsumo es muy bajo en el departamento de Alto Paraná, tal vez por la dedicación principal a la producción de soja, otros rubros de renta y actividades no agropecuarias. Entre los cuatro departamentos considerados, Alto Paraná es el mayor productor de maíz, pero el menor productor de mandioca, poroto y huevos. El departamento de San Pedro presenta el mayor porcentaje de hogares que consume tubérculos de producción propia (60,3%) y huevos (63,4%).


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El autoconsumo de maíz alcanza el 51,8% de los hogares en Itapúa y el consumo de poroto procedente de la producción familiar no llega al 50% de los hogares en ninguno de los cuatro departamentos analizados. Este producto tiene poco prestigio como alimento, aún entre los hogares pobres, debido a la falta de educación nutricional. Se observa también que en el grupo de los hogares con pobreza no extrema el porcentaje de familias que consumen alimentos de autoabastecimiento es muy bajo (de 13,8% de leche, al 18,6% de poroto). En situación intermedia están los hogares con pobreza extrema, donde llega al 20,9% el consumo de leche y al 34,4% la producción propia de maíz. Sin embargo, los que menos problemas de seguridad alimentaria tienen, los no pobres, son los que tienen mayor porcentaje de consumo de alimentos de autoabastecimiento, principalmente los lácteos, huevo y poroto, siendo que el maíz tiene una prevalencia de 48,8%. A nivel de cada uno de los departamentos estudiados se observa el mismo fenómeno. Es decir, existe mayor frecuencia de consumo de alimentos de autoabastecimiento entre los no pobres comparado a los pobres extremos y más aún que entre los no pobres. Es probable que esta situación se deba al tipo de actividad principal y a la fuente de ingreso de este último grupo de hogares. El cuadro 5 nos muestra que el factor pobreza extrema determina un riesgo mayor de tener consumo insuficiente de calorías y proteínas, con respecto al grupo de pobres no extremos, como en

el caso de consumo de calorías en el departamento Central y Asunción. Con excepción del departamento de Alto Paraná, se observa que el porcentaje de hogares que tiene consumo deficitario de calorías y proteínas juntas es significativamente más alto entre los de pobreza extrema que entre los de pobreza no extrema. Ese porcentaje es casi 5 veces más en Alto Paraná (4,9%) y San Pedro (4,8%) en lo que al déficit en consumo de proteínas se refiere. En otras palabras, el Riesgo Relativo nos muestra que hay cinco veces más probabilidad de tener déficit en consumo de proteínas entre las familias de pobreza extrema que entre los de pobreza no extrema. En el Cuadro 6 se puede observar que la mayor probabilidad o riesgo de tener insuficiente consumo de calorías (subnutrición) está relacionado principalmente con la instrucción primaria incompleta del jefe/a de hogar, mientras que en Itapúa y Alto Paraná está más relacionado con el hecho de tener una familia numerosa (más de 5 miembros). En Caaguazú estos dos factores mencionados condicionantes juegan igual papel, siendo más del doble que el riesgo presentado por la pobreza extrema sola. Los Riesgos Relativos de Asunción y del departamento Central son los más bajos y bastante próximos a los del país. Sin embargo, los de San Pedro, Caaguazú y Alto Paraná van del 4,41% al 5,71%. Al comparar las probabilidades de ser afectado por la subnutrición (déficit en consumo de calorías), entre los


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

hogares de pobreza extrema del área rural, cuando el número de miembros es superior a cinco, el Riesgo es de 3,2 veces más que el de una familia menos numerosa. Sin embargo, en el área urbana el mayor Riesgo está relacionado con la pobreza (1,7) y la instrucción de primaria incompleta del jefe/ a de hogar 1,6 veces más que en las familias no pobres y/o las que tienen primaria completa y más (Cuadro 7). Los mayores Riesgos de insuficiencia alimentaria de calorías y de proteínas juntas están relacionadas también con los dos últimos factores citados, tanto en el grupo de pobreza extrema como de pobreza no extrema, llegando a un Riesgo 9 (nueve) veces mayor por primaria incompleta entre los pobres no extremos del área rural y a 13 veces más la probabilidad de insuficiente ingestión de proteínas entre los pobres no extremos del área rural. Es importante notar que en cada departamento existe uno o dos factores que determinan significativamente el mayor Riesgo Relativo, lo que nos indica claramente que ellos van a influir sobre el Riesgo Atribuible y, por tanto, sobre la Prioridad que se debe dar a esos factores condicionantes para poder reducir las prevalencias de déficits en consumos de calorías y de proteínas. 3.3. DETERMINACIÓN DE LOS ÍNDICES DE NECESIDADES BÁSICAS INSATISFECHAS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA – INBISA – Y PRIORIZACIÓN DE LA POBLACIÓN: la

priorización epidemiológica de un programa de Salud y/o nutrición y/o Desarrollo Social y Económico debe basarse en la prevalencia de la enfermedad, afección, factores condicio-

163

nantes y el porcentaje del Riesgo Atribuible. El Cuadro 8 muestra que en el grupo de pobreza extrema, basada en el Riesgo Atribuible, el déficit en consumo de calorías puede disminuirse en un 68,2% en el área rural si se reduce el número de miembros del hogar a menos de 5 personas; en 22,9% si se disminuye significativamente el porcentaje de jefe/as de hogar con instrucción primaria incompleta y en 54,7% si se disminuye de manera importante la prevalencia de pobres extremos. En el área urbana la solución de estos tres problemas o factores tendría un menor impacto sobre la prevalencia del déficit en consumo de calorías. La información sobre los Índices de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria (INBISA) relacionados con el Ingreso Familiar, en Nivel de Instrucción de los jefes/as de hogar y la educación en salud de la familia (ver Cuadro 9) muestra que los departamentos con mayores INBISA, en cada uno de los factores condicionantes y en el Total, son Caaguazú y San Pedro, con un INBISA Total de 20,7 y 20,3 respectivamente. En situación muy próxima a los departamentos antes citados se encuentran Itapúa con un índice de 19,6 y Alto Paraná con 18,7. La capital del país, Asunción, presenta una situación privilegiada con INBISA de 3,4 en relación a pobreza, pero de –13,4 y 7,0 en primaria incompleta y número de miembros del hogar; por tanto presenta un INBISA total de –4,9 lo que equivale a 17 puntos mejor que el índice del país. Por otro lado, el país como


164

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

un todo presenta un INBISA Total de 12,1, que es 25% superior, es decir peor, que el departamento Central. El Cuadro 9 también muestra que entre el INBISA total del país y el de los departamentos existe diferencias importantes: los de Alto Paraná, Caaguazú, Itapúa y San Pedro son superiores, en relación al del país en 55%, 71%, 62% y 68%, respectivamente, lo que significa que la situación de déficit en consumo de calorías es bastante superior en dichos departamentos. A su vez, el hecho que estos tengan valores del INBISA próximos se debe al hecho de que tienen prevalencias de déficit en consumo y Riesgos Relativos también con escasas diferencias entre sí. El INBISA puede ser utilizado para ordenar a los departamentos en términos de la priorización de la ayuda alimentaria que pueda hacerse. El mismo Cuadro muestra que la prioridad 1 corresponde al departamento de Caaguazú y la 2 al departamento de San Pedro, pero teniendo presente que esa diferencia es de apenas 0,4 puntos porcentuales, significa que estos departamentos se encuentran prácticamente en la misma situación. Itapúa y Alto Paraná tienen respectivamente la prioridad 3 y 4. Al departamento Central y a la capital, como es lógico, corresponden las prioridades 5 y 6, de un posible de 6 (seis).

4. CONCLUSIONES Existe una alta prevalencia de déficit en consumo de calorías, tanto en el área urbana como rural, principalmente entre los hogares con pobreza extrema y no extrema, inclusive entre los no pobres. Existe mayor prevalencia de déficit en consumo de calorías y proteínas en el área urbana que en el rural. En el grupo de pobreza extrema del área urbana existe un elevado porcentaje de hogares que tiene un consumo inferior al 60% de las necesidades diarias de calorías y de proteínas. La capital y la mayoría de los departamentos estudiados, excepto Itapúa y Alto Paraná, presentan prevalencias superiores al promedio nacional en materia de déficit en consumo de calorías, tanto en el grupo de pobreza extrema como en el de no extrema. El consumo de calorías y de proteínas, con porcentaje de adecuación superiores al 100% y al 140% de las necesidades diarias, al igual que los déficit, tienen muy elevadas prevalencias a nivel país y de los departamentos, en todos los niveles, pobres y no pobres del área urbana y rural. Los factores condicionantes negativos (educación primaria incompleta, familia numerosa, no-tenencia de lote propio ni actividad principal agropecuaria) aumentan la prevalencia de consumo deficiente de calorías, entre pobres y no pobres, en el área urbana y rural.


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

La prevalencia de consumo deficiente de calorías relacionada a la pobreza extrema como factor condicionante es menor en todos los departamentos que el promedio nacional. Sin embargo, la educación primaria incompleta y el número de miembros mayor a 5 aumentan de manera importante (hasta más del doble) la prevalencia de consumo insuficiente de calorías. Es necesario aumentar significativamente la producción y el consumo de alimentos de autoabastecimiento en los hogares pobres, prioritariamente en los hogares con déficits en consumo de energía mayor al 40 %. Según el Riesgo Relativo, en los departamentos existe, como es de esperarse, mayor prevalencia de déficit en consumo de calorías, entre los hogares de pobreza extrema que entre los no pobres, alcanzando hasta 2,6 veces más en uno de los departamentos; la de proteínas llega a ser 4,9 veces más y la de proteínas y calorías juntas hasta 5,5 veces más. Según el Riesgo Relativo de los factores condicionantes en los departamentos, los hogares de pobreza extrema tienen 2,6 veces más riego de tener déficit en consumo de calorías con relación a los no pobres. Debido a la educación primaria incompleta ese riesgo llega hasta 4,7 veces más con respecto a los de primaria completa y más, y debido al factor «familia numerosa» el riesgo llega hasta 5,7 veces más comparado a las familias no numerosas. La determinación de los Índices de Necesidades Básicas Insatisfechas de

165

Seguridad Alimentaría – INBISA - es una metodología objetiva y práctica para seleccionar los programas prioritarios dentro de una misma población, municipio, departamentos o país. El INBISA Total es útil para la priorización de diferentes poblaciones, según localidades, regiones o departamentos.

5. RECOMENDACIONES Que la DGEEC, con la cooperación de la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición, de la FAO, del BID y del Banco Mundial, con la asesoría técnica nacional e internacional, desarrollen programas de capacitación a nivel departamental y municipal para la obtención de diagnósticos de la situación alimentaria y nutricional y para la identificación y selección de comunidades y familias prioritarias de pobreza extrema y no extrema con inseguridad alimentaria, teniendo en cuenta el enfoque de riesgo epidemiológico y la utilización de los Índices de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria – INBISA – para la planificación de programas y proyectos. Que la Comisión Nacional de Alimentación y Nutrición (CNAN), con la asesoría técnica nacional e internacional, desarrolle programas de capacitación de técnicos de áreas multisectoriales de los niveles central, departamental y municipal, en materia de planificación, programación, ejecución, seguimiento y evaluación de programas, proyectos y actividades dirigidas a la solución de los problemas prioritarios de las comunidades


166

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

seleccionadas por medio de sus INBISA. Que la CNAN, juntamente con las instituciones participantes de los Ministerios, Institutos, Gobernaciones, Municipalidades, Universidades, ONGs. y la comunidad, con la asesoría técnica nacional e internacional, desarrollen programas, proyectos y actividades tendientes a la solución de los problemas prioritarios de seguridad alimentaria y de los principales factores condicionantes seleccionados por medio de la determinación de sus Riesgos Relativos, Riesgos Atribuibles e INBISA. Ejecutar programas de urgencia para la distribución de alimentos por trabajos, educación, capacitación, producción de alimentos básicos, por salud y otros, destinado prioritariamente a los hogares que tienen consumo inferior al 60% de adecuación de calo-

rías y proteínas (9.000 familias), así como los que tienen déficit en consumo de calorías y proteínas concomitantemente inferior al 100 % (cerca de 30.150 hogares). Ejecutar programas urgentes de educación formal e informal, de educación en salud y de capacitación de los jefes/as de hogar para mejorar el nivel de instrucción y educación de los mismos, adecuar el número de hijos a la posibilidad real de asegurarles por lo menos su derecho vital y humano a una alimentación adecuada y elevar el ingreso familiar por encima de los niveles de pobreza extrema y no extrema. Ejecutar programas intensivos de educación nutricional dirigidos a todos los estratos de la población urbana y rural, con el propósito de controlar y evitar la ingesta excesiva de alimentos y, por ende, de calorías y proteínas.


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

167

Cuadro No 1: Hogares por niveles de pobreza, según % de adecuación de consumo calórico - proteico. , No pobre

9,0 30,7 39,7 27,5 32,8 100,0 2,3 30,8 33,1 36,0 30,9 100,0 25,3 14,9 40,2 59,8 0,0 100,0 7,6 32,3 39,8 25,8 34,3 100,0 1,5 34,8 36,3 35,7 28,0 100,0 5,4 34,2 39,6 33,5 26,8 100,0 3,7 19,8 23,5 34,4 42,1 100,0 9,4 15,6 25,1 13,0 62,0 100,0

2,2 27,6 29,8 37,6 32,6 100,0 2,6 18,2 20,8 35,6 43,6 100,0 2,2 24,7 26,8 38,8 34,4 100,0 3,8 30,2 34,1 43,0 22,9 100,0 0,0 18,1 18,1 42,7 39,2 100,0 0,0 26,9 26,9 27,6 45,5 100,0 0,0 16,3 16,3 25,0 58,7 100,0 12,7 18,5 31,2 43,6 25,2 100,0

3,6 19,2 22,8 29,5 47,7 100,0 2,1 12,9 15,0 25,2 59,8 100,0 4,7 21,9 26,6 29,2 44,2 100,0 3,5 24,2 27,7 32,3 40,1 100,0 2,0 11,9 14,0 27,9 58,1 100,0 3,7 15,5 19,2 18,1 62,7 100,0 1,9 7,5 9,4 22,0 68,5 100,0 2,2 11,2 13,5 28,6 57,9 100,0

8,1 12,9 21,0 20,8 58,2 100,0 1,1 13,7 14,8 29,8 55,4 100,0 12,0 13,3 25,3 14,9 59,8 100,0 0,0 25,2 25,2 9,2 65,5 100,0 0,6 16,8 17,4 23,9 58,7 100,0 4,2 13,2 17,4 31,2 51,4 100,0 3,7 12,3 15,9 26,5 57,6 100,0 5,1 17,0 22,1 23,5 54,3 100,0

0,8 5,4 6,2 22,6 71,2 100,0 2,4 9,0 11,4 20,6 68,0 100,0 0,0 5,0 5,0 13,2 81,8 100,0 1,8 4,7 6,5 21,8 71,8 100,0 0,0 0,8 0,8 24,1 75,1 100,0 0,0 5,3 5,3 25,1 69,7 100,0 0,0 22,3 2,9 22,3 74,8 100,0 10,8 19,3 30,1 13,7 56,2 100,0

1,6 6,0 7,6 14,6 77,8 100,0 1,0 4,2 5,2 13,2 81,6 100,0 1,8 7,5 9,2 16,6 74,2 100,0 1,4 6,3 7,7 16,7 75,6 100,0 0,3 3,3 3,6 11,3 85,1 100,0 1,9 8,6 10,5 9,3 80,2 100,0 1,3 3,3 4,7 9,2 86,2 100,0 1,8 2,7 4,5 12,7 82,8 100,0

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

AREA URBANA

Pobre no extremo

AREA RURAL

Pobre extremo

ASUNCION

No pobre

CENTRAL

Pobre no extremo

SAN PEDRO

Pobre extremo

DEPARTAMENTO

CAAGUAZÚ

Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL Menos de 60 de 60 a 99 Subtotal de 100 a 139 de 140 a más TOTAL

b) Consumo de Proteínas (% de adecuación)

ITAPUA

% de Adecuación

ALTO PARANA

ALTO PARANA

ITAPUA

CAAGUAZÚ

SAN PEDRO

CENTRAL

ASUNCION

AREA RURAL

AREA URBANA

DEPARTAMENTO

a) Consumo de Calorías (% de adecuación)

% de Adecuación

c) Consumo de Calorías y Proteínas (% de adecuación) Pobre extremo

Pobre no extremo

No pobre

Menor a 100 De 100 a más No cumple

21,0 60,2 18,8

6,0 70,2 23,8

7,0 76,7 16,3

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 13,0 64,7 22,3

100,0 7,0 75,2 17,8

100,0 5,0 84,8 10,2

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 25,3 59,8 14,9

100,0 5,0 73,2 21,9

100,0 8,8 73,0 18,2

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 25,2 60,2 14,6

100,0 6,5 65,9 27,6

100,0 7,5 72,1 20,4

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 14,4 60,7 24,8

100,0 0,8 81,9 17,4

100,0 3,4 85,9 10,7

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 16,2 59,2 24,7

100,0 5,3 73,1 21,6

100,0 9,4 79,7 10,8

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 11,0 71,6 17,3

100,0 2,9 83,7 13,4

100,0 4,5 90,4 5,1

TOTAL Menor a 100 De 100 a más No cumple

100,0 22,1 74,9 2,9

100,0 17,8 56,5 25,7

100,0 4,0 86,1 10,0

TOTAL

100,0

100,0

100,0


168

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

Cuadro No 2: Porcentaje de Hogares con consumo calórico inferior a 100%, según niveles de pobreza y factores condicionantes de Seguridad/Inseguridad Alimentaria, por áreas. Número de miembros mayor a 5

Primaria Incompleta

Urbana Rural

Pob. Pob. Pob. Pob.

extrema no extrema extrema no extrema

46,5 30,5 34,8 24,7

45,7 38,9 43,5 26,7

Sin actividad No tenencia de principal lote propio agropecuaria 33,9 12,2

31,1 24,1

Con actividad principal agropecuaria

33,6 19,7

Total

39,7 29,8 33,1 20,8

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Cuadro No 3: Hogares con porcentaje de adecuación menor a 100% por niveles de pobreza, según factores condicionantes de seguridad/inseguridad alimentaria. Dpto. / Educación del jefe de hogar

Pobre Pobre no extremo extremo

No pobre

Dpto. / Número de miembros en el hogar

ASUNCION

Pobre Pobre no extremo extremo

No pobre

ASUNCION

Primaria incompleta

29,9

71,0

17,7

Menor o igual a 5

62,9

27,1

Primaria completa y más

70,1

40,9

82,3

Mayor a 5

37,1

72,9

28,4

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Primaria incompleta

82,5

86,6

83,6

Menor o igual a 5

27,2

40,8

51,2

Primaria completa y más

17,5

13,4

16,4

Mayor a 5

72,8

59,2

48,8

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Primaria incompleta

68,6

65,4

63,2

Menor o igual a 5

14,9

59,4

58,1

Primaria completa y más

31,4

34,6

36,8

Mayor a 5

85,1

40,6

41,9

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Primaria incompleta

55,6

44,8

26,5

Menor o igual a 5

36,6

40,0

61,1

Primaria completa y más

44,4

55,2

73,5

Mayor a 5

63,4

60,0

38,9

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Primaria incompleta

81,5

69,3

59,4

Menor o igual a 5

18,3

31,7

59,2

Primaria completa y más

18,5

30,7

40,6

Mayor a 5

81,7

68,3

40,8

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Primaria incompleta

72,6

80,6

45,3

Menor o igual a 5

17,3

57,0

60,1

Primaria completa y más

27,4

19,4

54,7

Mayor a 5

82,7

43,0

39,9

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

Total SAN PEDRO

Total

SAN PEDRO

ITAPUA

Total

Primaria completa y más Total

Total ALTO PARANA

TOTAL PAÍS Primaria incompleta

Total CAAGUAZU

ALTO PARANA

Total

Total CENTRAL

CAAGUAZU

Total

Total I TAPUA

CENTRAL

Total

Total

71,6

40,7 59,3 100,0

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Total


169

Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

Cuadro No 4: Porcentaje de Familias que Consumieron Alimentos energéticos y protéicos de autoabastecimiento según productos. Maíz

Tubérculos

Leche

Queso

Huevo

Poroto

34,4 16,7 48,8 43,4 33,9 51,8 21,1 49,1

30,9 15,7 53,4 60,3 45,3 45,9 15,4 56,2

20,9 13,8 65,3 33,7 26,6 25,8 7,7 38,1

21,7 16,3 62,0 22,0 13,4 13,6 6,9 21,6

26,1 15,0 58,9 63,4 41,4 47,8 17,6 63,1

29,6 18,6 51,8 44,3 33,8 35,8 7,5 44,7

Pob. extrema Pob. no extrema No pobre San Pedro Caaguazú Itapúa Alto Paraná País Total Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Cuadro No 5: Riesgo Relativo y Riesgo Atribuible (%) de Déficit de Consumo de Calorías y Proteínas (menor a 100%), por niveles de pobreza, según dominios. Riesgo Relativo (%) Pobreza Extrema Calorías

Proteínas

Riesgo Atribuible (%)

Pobreza No Extrema

Calpro.

Calorías

Proteínas

Pobreza Extrema

Pobreza No Extrema

Calpro.

Calorías

Proteínas

Calpro.

Calorías

Proteínas

Calpro.

-76

Asunción

1,5

2,8

2,9

1,0

0,5

0,6

33,8

63,6

65,2

0,7

-84

Central

1,4

3,3

3,4

1,2

0,8

0,9

30,4

69,4

70,2

18,8

-18,4

-15

San Pedro

2,6

4,8

4,2

1,3

0,2

0,2

61,4

79,3

76,4

22,7

-350

-325

Caaguazú

2,1

1,7

1,7

1,4

0,5

0,6

51,5

39,7

42,0

28,6

-98,1

-77,4

Itapúa

2,5

3,4

2,4

1,7

0,6

0,6

60,0

70,4

59,1

42,3

-62,1

-55,2

Alto Paraná

1,9

4,9

5,5

2,3

6,7

4,5

46,2

79,6

81,9

56,7

85,0

77,5

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.


170

ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

Cuadro No 6: Riesgo Relativo, Fracción Etiológica del Riesgo y Riesgo Atribuible (en %) de Déficit de Consumo de Calorías (menor a 100%) según factores condicionantes y dominios. Riesgo Relativo

País Asunción Central San Pedro Caaguazú Itapúa Alto Paraná

Fracción Etiológica del Riesgo

Riesgo Atribuible

Pobreza extrema

Primaria incompleta

Número de miembros mayor a 5

Pobreza extrema

Primaria incompleta

Número de miembros mayor a 5

Pobreza extrema

1,74 1,51 1,44 2,59 2,06 2,50 1,86

1,45 0,43 1,25 4,71 4,41 2,18 2,65

1,88 0,59 1,73 2,68 4,46 5,71 4,78

0,43 0,34 0,30 0,61 0,52 0,60 0,46

0,31 -1,34 0,20 0,79 0,77 0,54 0,62

0,47 -0,70 0,42 0,63 0,78 0,82 0,79

43 34 30 61 52 60 46

Número de miembros mayor a 5

Primaria incompleta

31 -134 20 79 77 54 62

47 -70 42 63 78 82 79

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Cuadro No 7: Riesgo Relativo de Déficit de Consumo de Calorías y Proteínas (menor a 100%), por niveles de pobreza, según factores condicionantes y áreas. Paraguay, EIH 1997/98. Pobreza Extrema Calorías

Proteínas

Urbana

Rural

Urbana

Pobreza

1,7

2,2

2,8

2,9

Jefes con primaria incompleta

1,6

1,3

2,0

Hogares con más de 5 miembros

1,4

3,2

1,0

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Pobreza No Extrema Calpro.

Rural Urbana

Calorías

Proteínas

Calpro.

Rural

Urbana

Rural

Urbana

Rural

Urbana

Rural

3,0

2,6

1,3

1,4

0,8

2,2

0,9

1,5

1,3

2,0

1,6

1,1

4,3

1,9

12,8

1,9

9,2

2,7

1,0

6,4

1,9

1,7

1,9

1,6

1,9

1,4


Seguridad Alimentaria de los Pobres en el Paraguay

171

Cuadro Nº 8: Riesgo Atribuible de Déficit de Consumo de Calorías y Proteínas (menor a 100%), por niveles de pobreza según factores condicionantes y Áreas. Paraguay, EIH 1997/98. Pobreza Extrema Calorías

Proteínas

Pobreza No Extrema Calpro.

Calorías

Proteínas

Calpro.

Urbana

Rural

Urbana

Rural Urbana

Rural

Urbana

Rural

Urbana

Rural

Urbana

Rural

Pobreza

42,7

54,7

63,8

64,9

66,2

61,4

23,5

27,9

24,6

54,4

16,4

32,9

Jefes con primaria incompleta

39,9

22,9

49,2

24,3

49,2

36,9

5,0

76,9

48,1

92,1

48,1

100,0

Hogares con más de 5 miembros

26,4

68,2

-1,9

62,6

-1,9

84,4

46,8

40,4

48,1

37,0

48,1

29,8

Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

Cuadro Nº 9: Priorización, según Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria. Pobreza Extrema

País Asunción Central San Pedro Caaguazú Itapúa Alto Paraná

Primaria Incompleta

FER

INBISA

FER

0,43 0,34 0,30 0,61 0,52 0,60 0,46

4,3 3,4 3,0 6,1 5,2 6,0 4,6

0,31 -1,34 0,20 0,79 0,77 0,54 0,62

INBISA 3,1 -13,4 2,0 7,9 7,7 5,4 6,2

Número de miembros mayor a 5 FER

INBISA

0,47 -0,70 0,42 0,63 0,78 0,82 0,72

4,7 -7,0 4,2 6,3 7,8 8,2 7,9

FER: Fracción etiológica del riesgo. INBISA: Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas de Seguridad Alimentaria. Fuente: DGEEC - EIH 1997/1998.

INBISA (total)

Prioridad (Nº de orden)

12,1 -4,9 9,2 20,3 20,7 19,6 18,7

0 6 5 2 1 3 4


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

6. BIBLIOGRAFÍA Conferencia Internacional sobre Nutrición. Declaración y Plan de Acción. FAO/OMS. Roma, 1992. Cumbre Mundial sobre la Alimentación. FAO, 1996. El Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 2000. Roma, Italia 2000. Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. Divulgación Popular de la EIH 1997/98. Paraguay, 1999. Lee, Ricardo. Evaluación del estado nutricional de niños menores de 5 años de edad. DGEEC/EIH 1997/98 (Datos no publicados). Centro Paraguayo de Estudios de Población/ DHS. ENDS/1990. Ojeda-Villalba, F. Situación Alimentaria y Nutricional del niño en el Paraguay. Análisis de Situación presentado al UNICEF. Junio, 2000. ACC/SCN. 4th Report on World Nutrition Situation Through the Life Cicle. UNO/IFPRI. January 2000. DGEEC/PNUD. Sistema de Indicadores Socio-Económicos y Demográficos. Paraguay. Abril, 1999. DGEEC. Pobreza y Distribución del Ingreso. Paraguay, 1999 (díptico). DGEEC/EIH 1997/98. Giménez Rolón, C. Informe de Consultoría Agropecuaria. MECOVI. Paraguay. Setiembre/1999. FAO. La Situación Alimentaria en Paraguay. Proyecto TCP/PAR/153. Asunción, Marzo/1993. CEPAL/ECLAC/IICA. Panorama de la Agricultura de América Latina y el Caribe en las últimas décadas. Dic. 1997. Sánchez Griñán, M.I. Seguridad Alimentaria y Estrategias Sociales. Su contribución a la Seguridad Nutricional en Áreas Urbanas de América Latina. IFPRI. Documento de Discusión No. 23. Enero, 1998.

Ojeda-Villalba, F. Clasificación de los Departamentos y Distritos, Según Índices de NBI de Seguridad Alimentaria. Paraguay, Región Oriental, 1995. IANS. Asunción, 1996. Robles, M. Canasta Básicas de Alimentos y Líneas de Pobreza. EIH 97/98. DGEEC. Paraguay, Enero/2000. Jenycek, & Cléroux, R. Epidemiología Principios, Técnicas, Aplicaciones. Salvat Edith. S.A. Chile, 1988. Dever, Alan G.E. Epidemiología y Administración de Servicios de Salud. OPS/OMS.USA; 1991. OPS/OMS. Manual sobre el Enfoque de Riesgo en la Atención Materno Infantil. Serie PALTEX para ejecutores de programas de salud N° 7. 1986. OPS/OMS. Seminario sobre focalización de programas de salud y nutrición para madres y niños de bajos ingresos en América Latina. Serie Informes Técnicos N° 31 Marzo, 1994. FAO Data Needs for Assessing the Nutritional Effects of Agricultural and Rural Development Projects. A Paper for Project Planners. Nutrition in Agriculture N° 4. Rome, 1983. FAO. Proyecto Regional ALADI /FAO de Configuración de la Población en Riesgo de Inseguridad Alimentaria en América Latina. Inicio de Ejecución del Proyecto en Chile. Informe de Avance. MIDEPLAN Chile/ FAO. COEX-52. Santiago, 1994. Freire, W.B; Bacallao, J. y Carrasco, F. Desnutrición y Condiciones Socioeconómicas en el Ecuador. CONADE/UNICEF/OPS-OMS. Ecuador, 1992. FAO. Sistema Latinoamericana de Monitoreo Alimentario y Nutricional (SILMAN). Estructura, Organización y Funcionamiento. Nut-67. Chile, 1997. Robles, M. Pobreza y Distribución del Ingreso en el Paraguay. DGEEC. EIH 1997/98. Paraguay, 2000. FAO. Sexta Encuesta Alimentaria Mundial. Roma, 1996.


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Crecimiento de la Población. Conceptos y Metodologías (Parte II)*

INTRODUCCIÓN En la primera parte del presente documento, publicado en el N° 4 de la Revista Economía y Sociedad, se señaló que para estimar la magnitud y composición futura de la población existen diversos métodos, siendo los dos más utilizados el matemático o global y el de componentes. Con el primero se estima solo la futura magnitud de la población, mientras que con el segundo se proyecta además su composición por sexo y edad. El método matemático proyecta la población teniendo en consideración las tendencias pasadas, en base a las cuales se adopta una función matemática, en tanto que el método de componentes proyecta la población a partir de la proyección de los tres elementos que componen su dinámica: natalidad, mortalidad y migración. Las proyecciones obtenidas con este último método, al generar resultados más detallados, son particularmente útiles porque permiten conocer con anticipación cuáles son las necesidades y capacidades básicas de un país. Como cada habitante es potencialmente un consumidor y, a la vez, un generador de bienes y servicios, las * El presente documento fue elaborado por Marcos Robles adaptando la información y los textos de las fuentes citadas en la Bibliografía consultada.

proyecciones de población son instrumentos indispensables para definir aspectos como el número de consumidores de bienes y servicios, clasificados por sus múltiples características (sexo, edad, distribución geográfica, tamaño, composición familiar, niveles de instrucción, etc.), y también para conocer la capacidad y características de los distintos grupos poblacionales (fuerza laboral, población en edad escolar, jóvenes, tercera edad, etc.). Pero no obstante las bondades de un método sobre el otro, para elegir cuál es el que debe utilizarse deberá tenerse en consideración por lo menos los siguientes criterios: (a) El alcance cronológico de las proyecciones, el cual dependerá de las necesidades de investigación. Lo más usual es hacerla para años terminados en 0 y 5 y al 30 de junio de cada año. (b) El uso que se dará a las proyecciones. Si solo se necesita conocer el volumen total de la población, no será necesario aplicar el método de los componentes. Pero si el fin es, por ejemplo, la planeación a mediano plazo de la cobertura educativa, entonces sí será necesario


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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 5

el empleo del método de los componentes. (c) La calidad, cobertura, consistencia interna y actualidad de las estadísticas vitales, porque dependerá de estas para tener estimaciones confiables de los fenómenos demográficos a nivel de divisiones políticas menores y, por tanto, para la aplicación del método de los componentes. Si tales estadísticas no son buenas la aplicación de este método se restringirá solo a nivel del país total. A continuación se describe este procedimiento de proyección y luego la forma cómo fue utilizado en Paraguay en años recientes. Al final se presentan las definiciones empleadas en el texto.

MÉTODO DE COMPONENTES Etapas Fundamentalmente este método tiene las siguientes etapas: (a) Estimación de las tendencias de la natalidad, mortalidad y migración en los últimos años utilizando toda la información disponible. (b) Búsqueda del mejor dato de la natalidad, mortalidad y migración por sexo y grupos de edad para un período determinado, en términos de coherencia con las informaciones censales de población por sexo y grupos de edad. (c) Estimación de una población base por sexo y grupos de edad (gene-

ralmente correspondiente al dato del último censo) a partir del cual se determina la evolución de la población hacia atrás y también la proyección hacia delante. (d) Estimación de las poblaciones, por sexo y grupos de edad, por períodos quinquenales hasta el periodo de la población base. (e) Proyección de cada una de las variables demográficas hasta el año que se pretenda proyectar la población y luego la población por sexo y grupos quinquenales de edad.

Indicadores utilizados Fecundidad. Tasa Global de Fecundidad (TGF) y Tasas de Fecundidad por grupos quinquenales de edad (entre 15 y 49 años), que muestran el nivel y estructura de la fecundidad, respectivamente. Es necesario contar con la estimación de ambas al menos para dos fechas, para ver cuál es su tendencia pasada. Mortalidad. Esperanza de Vida al Nacer, según sexo, y Relaciones de Sobrevivencia por edad, también discriminadas por sexo, que reflejan el nivel y estructura de la mortalidad. Estas relaciones representan la probabilidad de que la población de un grupo quinquenal de edad sobreviva cinco años. Disponer de estos indicadores implica construir previamente una Tabla de Mortalidad abreviada por sexo, al menos para un momento. Migración Internacional. Los saldos migratorios, los que pueden ser calculados a partir de información tanto de inmigrantes como de emigran-


Crecimiento de la Población. Conceptos y metodologías (Parte II)

tes. Estos saldos migratorios deben tenerse por sexo y grupos de edad y por períodos quinquenales. Las estimaciones de fecundidad y mortalidad deben hacerse para cada uno de los quinquenios de la proyección, suponiendo que se mantienen constantes dentro de estos. La migración internacional se supone se produce a mediados de cada quinquenio a pesar de que la estimación de los saldos migratorios se hacen para el final de los mismos; el saldo será positivo si hay mayor inmigración que emigración y negativo si ocurre lo contrario.

Información básica utilizada Esta información varía de un país a otro dependiendo de su disponibilidad, pero en general son las siguientes: Para la estimación de la fecundidad: (a) Estadísticas vitales de nacimientos, según edad de la madre, las que combinadas con la población femenina por grupos quinquenales de edad provenientes de un censo, permiten el cálculo de tasas específicas de fecundidad y, por lo tanto, de las tasas globales. (b) Información de hijos tenidos en el último año por las mujeres, provenientes generalmente de una encuesta, para determinar las tasas de fecundidad por edad de manera indirecta. (c) Información sobre los nacimientos en el pasado, provenientes de un censo o encuesta, que al relacionarlo con la cantidad de mujeres en edad fértil puede determinarse la evolución de tasas de fecundidad en el pasado. (d) Información sobre la historia de embarazos provenientes de una encuesta.

175

Para la estimación de la mortalidad: (a) Estadísticas vitales de defunciones según sexo y edad, que al relacionarlas con la población de un Censo permiten calcular tasas de mortalidad por edad mediante las cuales se pueden construir tablas de mortalidad. (b) Información sobre hijos tenidos vivos según edad de la madre, obtenida de censos o encuestas, con datos sobre cuántos de ellos han fallecido y preguntas sobre si está viva o muerta la madre u otros familiares. Esto permite, a través de metodologías especiales, hacer estimaciones indirectas de la mortalidad. (c) Información que permita aplicar la teoría de las poblaciones estables, así como la utilización de los modelos de Coale y Demeny, combinada con información de la población real como puede ser la estructura por edad y la tasa de crecimiento. Para la estimación de la migración internacional: (a) Información de inmigrantes llegados al país según lugar de nacimiento y lugar de residencia provenientes de un censo. (b) Información de emigrantes provenientes de los censos de otros países, la cual se encuentra consistenciada en el Programa de Investigación de la Migración Internacional en América Latina (IMILA) del CELADE. (c) Información censal sobre el número de hijos que residen en el exterior. (d) Cálculos de saldos migratorios intercensales obtenidos proyectando la población censal al principio del período, con la mortalidad y la fecundidad intercensal, para luego compararlo con la población censal al final del período. (e) Informaciones provenientes, por ejemplo, de registro de entradas y salidas del país o encuestas de migración.


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ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 5

Algoritmo de proyecciĂłn de la poblaciĂłn Para proyectar la poblaciĂłn por sexo y edad en un quinquenio determinado, entre t y t+5, se sigue el siguiente algoritmo. Si se dispone de la poblaciĂłn por sexo y grupos quinquenales de edad en el momento t, primero interviene la mortalidad para determinar los sobrevivientes al final del quinquenio y luego la migraciĂłn, con lo cual se determina la poblaciĂłn definitiva al momento t+5: W 16 [

W 1 [

W 1 [

[

W 16 [

W W 3[ [

60W[

donde: es la poblaciĂłn entre x y x+5 1 aĂąos en el momento t; W

[

W W 3[ [

es la relaciĂłn de sobrevivencia por 5 aĂąos de las personas que tienen entre x y x+5 aĂąos, vĂĄlida para el perĂ­odo t y t+5; es decir, es la probabilidad que tienen las personas con edades entre x y x+5 aĂąos en t, de sobrevivir 5 aĂąos;

W 16 [

es la poblaciĂłn sobreviviente entre x+5 y x+10 aĂąos, tomando en cuenta sĂłlo el efecto de mortalidad, en el momento t+5;

W 60 [

es el saldo migratorio de personas entre x+5 y x+10 aĂąos, en el momento t+5

W 1 [

es la poblaciĂłn proyectada entre x+5 y x+10 aĂąos en el momento t+5

En el caso del grupo abierto de 80 a mĂĄs aĂąos las relaciones serĂĄn las siW W W W guientes: 16 \PiV 1 [ 3 \PiV y W W 1 W \PiV 16 \PiV 60 \PiV . Es decir, la poblaciĂłn sobreviviente de este grupo en el momento t+5 es igual a la poblaciĂłn que en t tiene 75, multiplicada por la relaciĂłn de sobrevivencia de dicho grupo. La poblaciĂłn proyectada al tĂŠrmino del perĂ­odo, se obtiene agregando el saldo migratorio a los sobrevivientes. En el cuadro siguiente aparece el esquema que indica una proyecciĂłn entre el aĂąo t y el aĂąo t+5. Este esquema es aplicable tanto a la poblaciĂłn masculina como a la femenina.

Esquema de una proyecciĂłn de poblaciĂłn entre t y t+5 (GDG

1DFLPLHQWR ² \ PiV

3REODFLyQ DO DxR W

%

1

3EW W

W W

3

1

W \PiV

5HODFLRQHV GH VREUHYLYHQFLD HQWUH W W

W W 3 \PiV

3REODFLyQ 6REUHYLYLHQWHV DO 6DOGR PLJUDWRULR SUR\HFWDGD DO DxR W GHO SHULRGR W W DxR W

W 16 W 16 \PiV

W 60 W 60 \PiV

W 1 W 1 \PiV


Crecimiento de la PoblaciĂłn. Conceptos y metodologĂ­as (Parte II)

Con estas relaciones puede obtenerse la proyecciĂłn en el momento t+5 de una poblaciĂłn de 5 y mĂĄs aĂąos. Como los menores a 5 aĂąos en el momento t+5 nacieron en el quinquenio t,t+5, es necesario previamente estimar estos nacimientos: W W % W W 1 1

I W W W W 1 1

I W W

donde: 1 son las mujeres en edad fĂŠrtil por grupos quinquenales de edad a principio del quinquenio t; 1 W; son las mujeres en edad fĂŠrtil por grupos quinquenales de edad al final del quinquenio t+5; I ;W W son las tasas de fecundidad por grupos quinquenales de edad, para el perĂ­odo t,t+5; y % W W son los nacimientos ocurridos durante el quinquenio t,t+5. W

;

Para diferenciar los nacimientos masculinos y femeninos se considera la relaciĂłn de masculinidad al nacer. Si esta es 105 hombres por cada 100 mujeres, los nacimientos femeninos serĂĄn: % ) W W = B(t,t+5) x 100/205 y los sobrevivientes en el aĂąo t+5: 16 W = % ) W W x 3EW W , donde 16 W es la poblaciĂłn femenina menor a cinco aĂąos sobreviviente en el aĂąo t+5; 3EW W la relaciĂłn de sobrevivencia femenina al nacer, es decir, la probabilidad de que las nacidas durante el perĂ­odo t,t+5 sobrevivan hasta el momento t+5; y % ) W W los nacimientos femeninos ocurridos en el perĂ­odo t,t+5. Luego, la poblaciĂłn femenina al final del perĂ­odo agregando el saldo W migratorio serĂĄ: 1 W = 16 + 60 W ,

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donde: 1 W es la poblaciĂłn menor a 5 aĂąos, proyectada al final del quinqueW nio t,t+5 y 60 el saldo migratorio de los menores a cinco aĂąos, medido en el momento t+5. De este modo se obtiene el esquema completo de una proyecciĂłn de poblaciĂłn entre el momento t,t+5. Como ya se indicĂł este esquema se aplica tanto al sexo masculino como al femenino, con una parte en comĂşn: el cĂĄlculo de los nacimientos del quinquenio a partir de las tasas de fecundidad femenina y la correspondiente poblaciĂłn de mujeres. Este esquema se repite para cada perĂ­odo observado y de proyecciĂłn. Debe indicarse que los momentos t indicados en estas proyecciones se refieren al 30 de junio de aĂąos terminados en 0 Ăł 5 y que debe trabajarse por grupos quinquenales de edad desde 0-4 hasta 75-79, y el grupo abierto de 80 y mĂĄs.

PROYECCIĂ“N DE LA POBLACIĂ“N PARAGUAYA POR SEXO Y GRUPOS DE EDAD, 1950-2050 Para efectuar la proyecciĂłn de la poblaciĂłn por sexo y grupos de edad entre 1950-2050, la DGEEC utilizĂł el mĂŠtodo de los componentes y tomĂł en consideraciĂłn la informaciĂłn proveniente de los censos de poblaciĂłn de 1950 a 1992, de las encuestas demogrĂĄfica, fecundidad y salud disponibles hasta entonces, asĂ­ como de los registros de nacimientos y defunciones, provenientes del Registro Civil, y del Ministerio de Salud PĂşblica y Bienestar Social. Como se ha indicado el mĂŠtodo de los componentes toma en cuenta


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ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 5

los componentes del crecimiento demogrĂĄfico: fecundidad, mortalidad y migraciĂłn. Para su aplicaciĂłn la DGEEC primero estimĂł el nivel y estructura, tendencia pasada y presente de dichos componentes para el perĂ­odo 1950-1990, y luego efectuĂł las proyecciones correspondientes para el perĂ­odo 1990-2050 bajo ciertas hipĂłtesis de evoluciĂłn.

EstimaciĂłn de los componentes del crecimiento 1950-1990 De la Fecundidad La informaciĂłn bĂĄsica utilizada provino de los censos de poblaciĂłn de 1972, 1982 y 1992, de la Encuesta DemogrĂĄfica Nacional del Paraguay (EDENPAR, 1977), de la Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF, 1979), de la Encuesta Nacional de DemografĂ­a y Salud (ENDS 1990). Todas estas fuentes contienen preguntas con las cuales fue posible determinar la fecundidad mediante la aplicaciĂłn de mĂŠtodos indirectos (hijos propios y mĂŠtodo de Brass - P/F). Con la ENF-79 y ENDS-90 se estimĂł directamente el nivel de esta variable.

Se reestimaron las tasas globales de fecundidad (TGF) de 1950-1970 proyectados por DGEC-CELADE (1986) sobre la base de retroproyecciones de los censos de 1962 y de 1972, llegando a valores mås bajos. Para 1970-1975 se conservó la TGF adoptada en la proyección anterior (5,65) y para 19751980 se estimó en 5,15, tasa superior a la adoptada anteriormente (5,05), debido a las nuevas estimaciones disponibles. Para 1980-1990, se tomaron en cuenta los datos de la ENDS-90 y de la retroproyección del censo 1992. El Gråfico N° 1 muestran las TGF adoptadas finalmente. En cuanto a la estructura de la fecundidad, se adoptó para 1950 el promedio de las estructuras del período 1950-65 proyectadas por la DGEC-CELADE (1986). Para el período 1960-1965 se tomó las del trienio 1961-1963, estimadas con el mÊtodo de hijos propios a los datos del censo de 1972 y para 1990 se tomaron las tasas promedio obtenidas de los censos de 1982 y 1992, derivadas de la fecundidad actual, con ajuste.

*UiILFR 3$5$*8$< 7DVD *OREDO GH )HFXQGLGDG


Crecimiento de la PoblaciĂłn. Conceptos y metodologĂ­as (Parte II)

179

Para la estimaciĂłn de las tasas de brevivientes del censo 1992 y la ENDS fecundidad de cada perĂ­odo estableci- de 1990, correspondiendo al nivel 20,2 do, se utilizĂł el mĂŠtodo de Gompertz de las tablas indicadas. que requiere de tasas observadas y Se consideraron dos tablas de estĂĄndar. En tĂŠrminos generales el procedimiento consistiĂł en considerar las mortalidad como pivotes, la de 1970tasas estĂĄndar para un perĂ­odo dado 1975 y de 1990. Para la tabla de 1970como observadas en el siguiente perĂ­o- 1975 se usĂł como base la estimada por do. AsĂ­, para 1950-1960 se adoptĂł como DGEC-CELADEÂ (1986), con ajustes observadas las correspondientes a en la mortalidad infantil. Para la de 1950-1965, y como estĂĄndar las tasas 1990 los niveles para los grupos 5-9 y del trienio 1961-1963; ambas estima- 10-14 aĂąos se determinaron por ciones provenientes de la aplicaciĂłn del interpolaciĂłn lineal entre los niveles de mĂŠtodo de hijos propios a los datos del los grupos de 10-14 y 0-4 aĂąos, y los censo de 1972. Para 1960-1990 se tomĂł niveles para los de 15 aĂąos y mĂĄs se como tasas observadas las del trienio obtuvieron a partir de la aplicaciĂłn 1961-1963 y como estĂĄndar el prome- del mĂŠtodo de Brass. El Cuadro NÂş 2 dio de las tasas obtenidas de los censos muestra los valores de los distintos de 1982 y 1992, derivadas de la fecun- indicadores de mortalidad que finaldidad actual, con ajuste. Se adoptĂł mente se obtuvieron para el periodo como tasas observadas para 1990-1995 1950-1995. el promedio de las tasas de 1982 y 1992, y como estĂĄndar las que se derivaron de la estructura de Cuadro NÂş 1 1992, con ajuste. Las tasas de Tasas de fecundidad por edad adoptadas como fecundidad por edad adoptadas observadas al inicio de cada perĂ­odo y sus respectivas estructuras se 3HUtRGRV muestran en el cuadro NÂş 1. (GDG

De la mortalidad Los datos de mortalidad infantil para 1950-1970 se mantuvieron iguales a los de DGECCELADE (1986) y para 19701975 se recalcularon con los valores de las qx (probabilidad de morir) de los menores a 5 aĂąos procedentes del nivel 19,3 de las tablas de vida de la familia Oeste de Coale-Demeny. La mortalidad infantil de 1990 se estimĂł mediante un ajuste grĂĄfico entre la estimaciĂłn sobre hijos nacidos vivos e hijos so-

7RWDO 7*) 7RWDO

(VWUXFWXUD SRUFHQWXDO


180

ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 5

yos residentes en Argentina Cuadro N° 2 PARAGUAY: Indicadores de mortalidad 1950-1995 fue 306.429 en 1991, 141.264 hombres y 165.165 mujeres 0XHUWHV 7DVD GH 7DVD EUXWD GH DQXDOHV PRUWDOLGDG (proporción correspondiente $xRV PRUWDOLGDG ' HQ LQIDQWLO SRU a 1980. Para obtener la dis G SRU PLO tribución por grupos de edaPLOHV PLO des, se aplicó la estructura etårea de los paraguayos residentes en Argentina en 1980. Para obtener la migra ción en la dÊcada 1980-90 por grupos de edades y su es tructura relativa se calculó la diferencia del volumen de migrantes paraguayos en ArFUENTE: DGEEC )8(17( '*((& gentina entre 1980 y 1990.

De la migraciĂłn internacional Para el cĂĄlculo del saldo migratorio internacional se recurriĂĄ los registros oficiales de entradas y salidas, los censos de poblaciĂłn y viviendas nacionales y de otros paĂ­ses. Los datos de los inmigrantes se obtuvieron de los censos de 1962, 1972, 1982 y 1992 (ver Cuadro 3). Cuadro NÂş 3 PoblaciĂłn extranjera 1962-1992 M $xR

,QPLJUDQWHV

FUENTE: DGEEC

Los datos sobre los emigrantes entre 1960 y 1980 se obtuvieron principalmente del Programa de InvestigaciĂłn de la MigraciĂłn Internacional en LatinoamĂŠrica (IMILA). Para 1990 la estimaciĂłn provino de los Censos argentino y estadounidense. Se estimĂł que el total de paragua-

Para el cĂĄlculo de la migraciĂłn neta se utilizaron los registros oficiales del paĂ­s. Los registros de la DirecciĂłn General de Migraciones acerca de las entradas y salidas de personas por nacionalidad para el perĂ­odo 1991 - 13 de setiembre de 1994, se muestran en el Cuadro NÂş 4, observĂĄndose un saldo negativo de 27.397 personas para el perĂ­odo 1991-1994. Los datos del Departamento de EstadĂ­stica de la PolicĂ­a de la Capital sobre registros de entradas y salidas de personas muestran las tendencias de los saldos migratorios para 1983-1993: negativo entre 1983-84, positivo entre 1985-89 y negativo entre 1990-92 (Cuadro NÂş 5). Cuadro NÂş 4 Registro de entradas y salidas de personas por nacionalidad, 1991-1994 1DFLRQDOLGDG (QWUDGD

6DOLGD

6DOGR

3DUDJXD\D

([WUDQMHUD

'HVFRQRFLGD 7RWDO

FUENTE: DIRECCIĂ“N GENERAL DE MIGRACIONES


Crecimiento de la Poblaciรณn. Conceptos y metodologรญas (Parte II)

Cuadro Nยบ 5 Registro de entradas y salidas. Perรญodo 1983-1993

5HJLVWUR GH HQWUDGDV \ VDOLGDV 3HUtRG $xRV (QWUDGDV 6DOLGDV 6DOGRV

FUENTE: POLICร A DE LA CAPITAL DPTO. DE ESTADร STICA

La estimaciรณn de la migraciรณn neta por quinquenio y sexo segรบn edad, para el periodo 1950-1995, se basรณ en los datos de las distintas fuentes y a las hipรณtesis sobre el comportamiento de esta variable. Los saldos migratorios netos considerados para 1950-1975 fueron los mismos que las proyecciones oficiales publicadas en 1986. El Cuadro Nยบ 6 muestra los valores del nivel y tasa de migraciรณn que finalmente se obtuvieron para el periodo 1950-1995. Cuadro Nยฐ 6 PARAGUAY: Indicadores de Migraciรณn 1950-1995

$xRV

0LJUDFLyQ DQXDO 0 HQ PLOHV

7DVD GH PLJUDFLyQ P SRU PLO

181

Determinaciรณn de la poblaciรณn inicial La poblaciรณn inicial o base, referida al 30 de junio de 1950, a partir de la cual se proyectรณ la poblaciรณn por sexo y grupos quinquenales de edad, se obtuvo consistenciando la informaciรณn de los censos de 1972, 1982 y 1992. Primero se determinรณ por interpolaciรณn las poblaciones de 1970, 1980 y 1990 al 30 de junio. Tomando cada uno de estos aรฑos como base en forma independiente, se ajustรณ la estructura de la poblaciรณn de 1980 y a partir de allรญ se obtuvo por retroproyecciรณn la poblaciรณn base de 1950. A partir del valor ajustado de la poblaciรณn inicial de 1950, de las variables demogrรกficas estimadas para el perรญodo 1950-1992, y de la formulaciรณn de hipรณtesis de la evoluciรณn futura de รฉstas, se prepararon las estimaciones y proyecciones de poblaciรณn para el perรญodo 1950-2050. La poblaciรณn inicial correspondiente al aรฑo 1950 fue 1.488.088 habitantes.

Proyecciรณn de los componentes demogrรกficos 1990-2050 De la fecundidad El comportamiento futuro de la fecundidad estรก determinado por muchos factores y por lo tanto su proyecciรณn requiere de consideraciones especiales. Debido a que este componente es generalmente el mรกs importante para determinar la proyecciรณn del tamaรฑo y estructura de la poblaciรณn se hicieron hipรณtesis sobre su evoluciรณn futura. La hipรณtesis media supone el valor mรกs probable que alcanzarรก en el futuro y por lo mismo suele denominarse la recomendada. Las hi-


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pĂłtesis alta y baja suponen los niveles mĂĄximo y mĂ­nimo que se cree podrĂ­an alcanzar. Estas Ăşltimas difieren de la media a partir del aĂąo 1990. Para proyectar el nivel de la fecundidad se utilizĂł la curva logĂ­stica:

TGF(t) = (K1+K2) / (1+ea+b*t) donde K1 es la asíntota inferior, K1+K2 la asíntota superior, y a y b son los paråmetros a estimar. Las asíntotas utilizadas fueron K1+K2=7 y K1=1,8. Aplicando esta función y tomando como pivotes los valores de la TGF = 4,7 para 1990 y TGF = 2,3 para 2038, se obtuvieron los valores de la TGF para cada quinquenio entre 1990 y 2050, relativa a la hipótesis media. Para obtener las TGF correspondientes a las hipótesis alta y baja se tomó como primer pivote la TGF = 4,7 correspondiente 1990; y como pivotes complementarios, para el 2038, 2,85 y 1,75 para las hipótesis alta y baja, respectivamente. Para la hipótesis constante se tomó como pivotes el valor de la TGF = 4,55 correspondiente al período 1990-1995 de la hipótesis media. El cuadro Nº 7 y el Gråfico N° 2 contienen las TGF proyectadas para el período 1950-2050 conforme a las tres hipótesis. Para proyectar la estructura de la fecundidad se utilizó la función de Gompertz linealizada, mediante la proyección de los paråmetros alfa y beta de esa función, los cuales tienen una relación muy estrecha con la edad media y la concentración de la estructura de la fecundidad por edades en relación con una estructura eståndar. Para aplicar esta función se evaluó la

tendencia pasada de los parĂĄmetros alfa (ĂĄ) y beta (Ă&#x;). Como estructura estĂĄndar se tomĂł la del perĂ­odo 19901995 y la proyecciĂłn del parĂĄmetro ĂĄ se hizo tomando en cuenta la tendencia pasada observada en el paĂ­s. En cambio en la proyecciĂłn del parĂĄmetro Ă&#x;, se supuso un cambio en la tendencia, de modo que la curva de la fecundidad tuviera menos dispersiĂłn en el futuro. Cuadro NÂş 7 Paraguay: ProyecciĂłn de la fecundidad, 1990-2050 (Tasa Global de Fecundidad) 3HUtRGR

+LSyWHVLV 0HGLD

$OWD

%DMD

Nota: El valor de la TGF para la hipĂłtesis constante es igual a 4.55, a partir del perĂ­odo 1990-1995

De la mortalidad Para la proyecciĂłn del nivel de la mortalidad, se utilizĂł una curva logĂ­stica para la esperanza de vida al nacer, con asĂ­ntota superior de las tablas de mortalidad del CELADE y el lĂ­mite inferior de 40 aĂąos. Se tomĂł en cuenta las hipĂłtesis de evoluciĂłn de la mortalidad de la DivisiĂłn de PoblaciĂłn de Naciones Unidas. La estructura de la mortalidad se determinĂł por interpolaciĂłn (en funciĂłn de las esperanzas de vida determinadas anteriormente) entre las tablas de mortalidad elaboradas para 1990 y las tablas de mortali-


Crecimiento de la Poblaciรณn. Conceptos y metodologรญas (Parte II)

dad lรญmite elaboradas por el CELADE. La evoluciรณn de la mortalidad infantil y de la esperanza de vida al nacer co-

rrespondiente al perรญodo 1950-2050, se muestran en los grรกficos Nยบ 3 y Nยบ 4, respectivamente.

*UiILFR 1ย 3$5$*8$< 7DVD *OREDO GH )HFXQGLGDG VHJ~Q KLSyWHVLV IRUPXODGD

Hipรณtesis

Alta Media Baja

*UiILFR 1ย 3$5$*8$< 7DVD GH 0RUWDOLGDG ,QIDQWLO

*UiILFR 1ย 3$5$*8$< (VSHUDQ]D GH 9LGD DO 1DFHU DxRV

0XMHUHV

+RPEUHV

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ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 5

De la migraciĂłn internacional Se considerĂł migraciĂłn cero a partir de 1995 por lo difĂ­cil que resulta determinar la posible evoluciĂłn de la migraciĂłn internacional ante la carencia de datos.

Resultados de la proyecciĂłn (HipĂłtesis media o recomendada) La poblaciĂłn total de Paraguay censada en 1992 fue de 4.152.588 habitantes y segĂşn la hipĂłtesis media o recomendada de la proyecciĂłn, habrĂ­a llegado a 5.633.357 en el 2001 y llegarĂĄ a 12.753.677 en el 2050. Esto representa un aumento absoluto de aproximadamente 7 millones de habitantes durante el lapso de 49 aĂąos. En el grĂĄfico NÂş 5 se muestra el comportamiento de cada uno de los componentes del crecimiento total, la tendencia histĂłrica y la evoluciĂłn futura segĂşn los resultados arrojados por la alternativa media o recomendada.

Como puede observarse, el ritmo del crecimiento total se hace cada vez mĂĄs lento. Mientras entre 1990 y 1995 la poblaciĂłn crece a un ritmo de 2,7% anual, al final de la proyecciĂłn lo hace solo a una tasa de 0,9 %. La tasa bruta de natalidad, luego del repunte producido en 1980-1985 (38 por mil), asume una tendencia descendente, llegando en 2045-2050 a 15 nacimientos por cada 1000 habitantes. La tasa bruta de mortalidad, de 6 por mil entre 1990 y 1995, muestra una tendencia descendente hasta 2025-2030, y de allĂ­ una tendencia ascendente, debido al proceso de envejecimiento de la poblaciĂłn. La esperanza de vida al nacer crece en todos los perĂ­odos de proyecciĂłn, pasando de 69 por mil en 1990 -1995 a 78 por mil en 2045-2050. El grĂĄfico NÂş 6 muestra la evoluciĂłn de la pirĂĄmide poblacional por sexo y grupos de edad para 1990 y 2050. Se observa que la importancia relativa de la poblaciĂłn menor a 15 aĂąos va dis-

*Ui ILFR 1 ƒ 3$5$*8$< 7DVDV GH QDWDOLGDG P RUWDOLGDG P LJUDFLyQ \ FUHFLP LHQWR WRWDO SRU P LO +LSyWHVLV P HGLD

1DWDOLGDG

&UHFLPLHQWR WRWDO

0RUWDOLGDG

0LJUDFLyQ


Crecimiento de la Poblaciรณn. Conceptos y metodologรญas (Parte II)

minuyendo, poniendo en evidencia el descenso continuo del nivel de la fecundidad adoptado para la proyecciรณn, y la de edades adultas y mayores va aumentando. El envejecimiento de la pobla-

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ciรณn se da de manera mรกs acentuada en la femenina que en la masculina. El resultado final es una pirรกmide poblacional que adopta una forma rectangular en los รบltimos aรฑos de la proyecciรณn.

*UiILFR 1ย (VWUXFWXUD GH OD 3REODFLyQ SRU VH[R \ JUXSRV GH HGDG HQ

+RPEUHV

0XMHUHV

3RUFHQWDMH (VWUXFWXUD GH OD 3REODFLyQ SRU VH[R \ JUXSRV GH HGDG HQ

+RPEUHV

3RUFHQWDMH

0XMHUHV


&UHFLPLHQWR DQXDO % ' 0 HQ PLOHV 7DVD GH FUHFLPLHQWR WRWDO U E G P SRU PLO

&5(&,0,(172 727$/

0LJUDFLyQ DQXDO 0 HQ PLOHV 7DVD GH PLJUDFLyQ P SRU PLO

0,*5$&,21

&UHFLPLHQWR DQXDO % ' HQ PLOHV 7DVD GH FUHFLPLHQWR QDWXUDO E G SRU PLO 7DVD QHWD GH UHSURGXFFLyQ UH UH G

&5(&,0,(172 1$785$/

0XHUWHV DQXDOHV ' HQ PLOHV 7DVD EUXWD GH PRUWDOLGDG G SRU PLO (VSHUDQ]D GH YLGD DO QDFHU 7RWDO +RPEUH 0XMHU 7DVD GH PRUWDOLGDG LQIDQWLO SRU PLO

0257$/,'$'

1DFLPLHQWRV DQXDOHV % HQ PLOHV 7DVD EUXWD GH QDWDOLGDG E SRU PLO 7DVD JOREDO GH IHFXQGLGDG 7*)

7DVD EUXWD GH UHSURGXFFLyQ UH

)(&81','$'

3$5$*8$< (67,0$&,Ð1 < 352<(&&,Ð1 '( /26 &20321(17(6 '(/ &5(&,0,(172 '( /$ 32%/$&,21

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Crecimiento de la Población. Conceptos y metodologías (Parte II)

DEFINICIONES EMPLEADAS Tasa bruta de natalidad: Cociente entre el número medio anual de nacimientos ocurridos durante un período determinado y la población media del período. Tasa global de fecundidad: Número de hijos que en promedio tendría una mujer de una cohorte hipotética de mujeres que durante su vida fértil tuviera sus hijos de acuerdo con las tasas de fecundidad por edad del período en estudio y no estuvieran expuestas a riesgos de mortalidad desde el nacimiento hasta el término del período fértil. Tasa de fecundidad por edad: Cociente entre los nacimientos provenientes de mujeres de una edad determinada (o grupo de edades) y el promedio de mujeres de esa edad (o grupo) durante un año o período determinado. Tasa bruta de reproducción: Número de hijas que en promedio tendría una mujer de una cohorte hipotética de mujeres que durante su vida fértil tuviera sus hijos de acuerdo con las tasas de fecundidad por edad del período en estudio y no estuvieran expuestas a riesgos de mortalidad desde el nacimiento hasta el término del período fértil. Tasa neta de reproducción: Número de hijas que en promedio tendría una mujer de una cohorte hipotética de mujeres que durante su vida fértil tuvieran sus hijos de acuerdo con las tasas de fecundidad por edad y con los

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riesgos de mortalidad correspondientes al período en estudio. Tasa bruta de mortalidad: Cociente entre el número medio anual de defunciones ocurridas durante un período determinado y la población media del período. Esperanza de vida al nacer: Número de años que viviría en promedio cada recién nacido de una cohorte hipotética sometida durante su vida a las tasas de mortalidad por edades del período en estudio. Tasa de mortalidad infantil: Probabilidad que tiene un recién nacido de morir antes de cumplir un año de vida o cociente entre las defunciones de menores de un año ocurridas durante un año calendario y los nacimientos ocurridos en el mismo período. Tasa de crecimiento natural: Cociente entre el crecimiento natural medio anual (nacimientos menos defunciones) ocurrido durante un período determinado y la población media del mismo período o diferencia entre las tasas brutas de natalidad y mortalidad. Tasa de crecimiento total: Cociente entre el crecimiento total medio anual (nacimientos menos defunciones más inmigrantes y menos emigrantes) ocurrido durante un período determinado y la población media del mismo período o suma algebraica de la tasa de crecimiento natural y la tasa de migración. Tasa de migración: Cociente entre el saldo neto migratorio medio anual


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(inmigrantes menos emigrantes) ocurrido durante un período determinado y la población media del mismo período. Cohorte: Grupo de personas que comparten simultáneamente una experiencia demográfica al que se obser-

va durante un cierto tiempo. Por ejemplo, la cohorte de nacimientos de 1900, o nacidas entre 1900 y 1909, se refiere a las personas nacidas en dicho año o periodo. Existen también cohortes de matrimonios, cohortes de clases escolares, etc.

BIBLIOGRAFÍA CEPAL/CELADE América Latina. Proyecciones de Población 19702050 , Boletín Demográfico N° 62, Año XXXI, Julio 1998. INEI Proyecciones de Población. Conceptos Básicos y Metodologías de

Estimación , Colección Metodológica N° 6, Lima-Perú, 1994. DGEEC/FNUAP Paraguay. Estimación y proyección de la población total, según sexo y grupos de edad. Periodo 1959-2050 , Asunción, 1994.


REFERENCIAS SOBRE LOS AUTORES Haeduck Lee Economista de la Universidad Nacional de Seoul, Corea, y Magíster y Ph.D. en Economía de la Universidad de Syracuse, Estado de Nueva York, EE.UU. Actualmente es Economista Senior y Coordinador del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en América Latina y el Caribe por el Banco Mundial. E-mail: hlee@worldbank.org

Eduardo Bogado Tabacman

de Alimentación, Nutrición y Salud (Institución Privada) y Titular de la Cátedra de Nutrición, Carrera de Tecnología de Alimentos, Facultad de Ciencias Químicas de la UNA. E-mail: fojedavi@rieder.net.py

Desirée Masi Es Doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad Nacional de Asunción y Master en Salud Pública (Madrid España). Actualmente es Directora General del Hospital de Clínicas.

Es Lic. en Ciencias Económicas y Master en Sociología Política por la Pontificia Universidad Católica de Sao Pablo, Brasil.

E-mail: rafs@pla.net.py

E-mail: eduar@uninet.com.py

Clyde Soto

Guillermo Francisco Parodi Es Ing. Industrial por la Universidad Nacional de Buenos Aires, Argentina, e Ing. Civil en Gestión Industrial por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Actualmente es consultor de empresas en el área de Estadística, Informática e Investigación de Operaciones y docente universitario en la U.C. de Coronel Oviedo y la EDAN. E-mail: gparodi@quanta.com.py

Flaviano Ojeda Es Doctor en Medicina y tiene estudios en Nutrición y Salud Pública para Doctorado por la Universidad de San Pablo, Brasil. Actualmente es Director del Instituto

Es Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de Asunción. Actualmente es investigadora del Centro de Documentación y Estudios (CDE), Asunción. E-mail: clyde@cde.org.py

Marcos Robles Es Economista (UNA-Perú) y Master en Economía, con especialización en Macroeconomía y Econometría (CIDEMéxico). Actualmente es el coordinador técnico del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en América Latina y el Caribe (MECOVI-Paraguay). E-mail: mro@dgeec.gov.py


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