ECONOMIA Y SOCIEDAD es una revista trimestral, editada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC).
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Invitamos a los investigadores nacionales y extranjeros a enviarnos sus trabajos en dos ejemplares, los cuales, previo arbitraje, podrán ser publicados. Para tal fín, solicitamos remitan sus obras a: Director General DGEEC Naciones Unidas y Saavedra, Zona Norte Fernando de la Mora Paraguay REQUISITOS FORMALES DE LOS TRABAJOS PRESENTADOS PARA SER PUBLICADOS EN ECONOMÍA Y SOCIEDAD
Especificaciones: Un ejemplar impreso mas el archivo digital en un diskette de 3.5 en formato Word Entre 20 y 40 páginas a espacio simple (incluído los cuadros, gráficos y anexos). Notas al pie de página (no al final del texto) Resumen del trabajo no mayor de 15 líneas Resumen breve de la formación académica, especialidad, instituciones donde ha trabajado y empleo actual del autor. Excepcionalmente, el Comité Editor podrá excusar el cumplimiento de uno o más de los requisitos indicados. Los autores de los trabajos publicados recibirán dos ejemplares del número de ECONOMÍA Y SOCIEDAD en que aparece su artículo.
7 Presentación Con el propósito de difundir la información que recopila, sistematiza y procesa, la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, DGEEC, promueve la realización de estudios, investigaciones y análisis de carácter económico, social y demográfico. En este marco, la DGEEC presenta el séptimo número de la revista "ECONOMIA Y SOCIEDAD", el cual trata con profundidad diversos temas de interés nacional. Los siguientes trabajos forman parte del presente número: "Sector informal y cuentapropismo en Paraguay", "Caracterización de los mercados segmentados en Paraguay. Implicancias de política laboral", "Medición del impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la Encuesta Permanente de Hogares de 1999", "Equidad del gasto público en salud en Paraguay", "El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la Encuesta Permanente de Hogares 1999." y "Aplicaciones y usos de las tablas insumo-producto de Paraguay: propuestas de modelos" La mayor parte de estos trabajos de investigación fueron elaborados sobre la base de la información proveniente de las Encuestas de Hogares de 1997/98 y 1999, ejecutadas por la DGEEC en el marco del Programa para el Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en América Latina y el Caribe (MECOVI- Paraguay) y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial y la CEPAL. En el desarrollo de cada uno de ellos se tuvo el propósito no solo de elaborar un diagnóstico de la realidad nacional en sus diferentes aspectos, sino también de formular líneas de acción concretas e implicancias de política correspondientes, contribuyendo de este modo a la tenencia de un acervo de información relevante para la toma de decisiones de las instituciones públicas y privadas, y de la población en general. La Revista "ECONOMIA Y SOCIEDAD" pretende, de esta forma, constituirse en un espacio que promueve y facilita el quehacer de la investigación, el análisis, la reflexión y el estudio de los problemas fundamentales del país.
Ing. Carlos Luis Filippi Sanabria Director General DGEEC
Sumario 9
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Aplicaciones y usos de las tablas insumo-producto de Paraguay: propuestas de modelos
Sector informal y cuentapropismo en Paraguay
Después de describir la estructura general que tendrán las tablas insumo-producto correspondiente al nuevo año base de las Cuentas Nacionales en Paraguay, y las definiciones básicas sobre los coeficientes, vectores y matrices de este tipo de análisis, se desarrollan los modelos tradicionales de eslabonamientos y se plantean algunos modelos adicionales que podrían construirse y estimarse cuando la información se encuentre disponible. El propósito de esta descripción es mostrar el uso inmediato que puede darse al esfuerzo de recopilación y procesamiento que viene haciendo el Banco Central del Paraguay para la construcción de dichas tablas, describir las características de la estructura económica del país con este tipo de herramientas y mostrar las posibilidades de análisis y simulación que pueden derivarse de ello. Se sugiere, en el documento, que a la luz de estos planteamientos matemáticos para el análisis de la economía paraguaya, se avance en la investigación y aplicación de los llamados Modelos de Equilibrio General y las Matrices de Contabilidad Social, los cuales tiene como insumo básico, precisamente, a las tablas insumo-producto.
El trabajo aborda el fenómeno del sector informal urbano en Paraguay en el contexto de lo que se ha dado en llamar el empleo precario en América Latina. Revisa la literatura sobre el tema y las concepciones respecto al empleo informal en los países desarrollados y en vías de desarrollo. También describe la evolución del empleo informal en América Latina en los ochenta y noventa y la incidencia de la recuperación del crecimiento económico y de las reformas estructurales sobre el mismo. El análisis del sector informal paraguayo es hecho en términos de su procedencia migratoria, niveles educativos, pobreza, niveles salariales y determinantes de la distribución de los ingresos. Se concluye que el crecimiento de este fenómeno en el país, a diferencia de otros países de la región, no responde a la decisión de las empresas formales de reducir costos laborales o mejorar la tecnología de sus procesos productivos, ni a las decisiones de la mano de obra calificada de aprovechar las oportunidades de acumulación que pudiera existir en la economía informal, y tampoco a la expulsión de mano de obra desde el sector público. Sin embargo, se indica que la informalidad del país sí coincide con las experiencias que muestran la precariedad del empleo en este sector (inseguridad, incertidumbre, salarios bajos, entre otros). En el trabajo se sugiere apuntar a una rápida formalización del segmento de microempresarios, mediante incentivos crediticios, tratamiento impositivo diferenciado y de capacitación.
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31
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59
Caracterización de los mercados segmentados en Paraguay. Implicancias de política laboral A partir del enfoque de la segmentación de los mercados, y utilizando la información de la Encuesta Integrada de Hogares 1997/98, el documento muestra las características del mercado laboral paraguayo y analiza, con estimaciones econométricas, el comportamiento de variables como los salarios, el empleo y el desempleo. Se deduce que la segmentación existe porque la cantidad de horas trabajadas en los sectores formal e informal dependen de las características propias de cada uno. Asimismo, se prueba que como consecuencia de lo anterior, un aumento del salario formal no afecta de manera significativa el nivel de los salarios informales. Se propone, en el trabajo, una revisión y adecuación del marco legal e institucional existente, así como la expansión del mercado de bienes, servicios y activos, teniendo en consideración la segmentación del mercado laboral. Se indica que si bien la "ilegalidad" es el resultado y no la causa de la forma en que opera el sector informal debería insistirse en la simplificación de las normas y procedimientos a fin de facilitar su legalidad, y que las normas de protección del empleo deberían revisarse de modo que no condicionen la eficacia de los mercados laborales. Por el lado de los mercados no laborales, se sugiere enfatizar las acciones que faciliten el acceso a crédito, la asistencia técnica y la comercialización, así como la capacitación coordinada de la mano de obra por parte de las instancias gubernamentales involucradas.
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Medición del impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la Encuesta Permanente de Hogares de 1999 Utilizando información de la Encuesta Permanente de Hogares de 1999, en el trabajo se estiman los probables efectos que tendría la aplicación del impuesto a la renta personal en el país sobre la distribución de los ingresos. Para tal efecto se utilizan los conceptos de progresividad e incidencia de los impuestos a través del indicador de Reynolds-Smolensky, el índice de Kakwani, la Curva de Lorenz, el coeficiente de Gini y las curvas de concentración. Se simula la aplicación de un impuesto a la renta con una tasa única de 10% y con una tasa progresiva hasta el 30%, comprobándose que el ingreso mínimo mensual afectado por el impuesto sería 903.000 Gs. (equivalente a US$ 272) y que el efecto causado por los impuestos progresivos sobre la distribución de los ingresos es mayor que con el impuesto a la tasa única (el Gini pasa de 0,529 a 0,491 y a 0,516, respectivamente, con resultados similares al utilizar los demás indicadores). Finalmente, se indica que las simulaciones efectuadas deberían hacerse en un marco de análisis de equilibrio general para conocer las incidencias finales de la aplicación de un impuesto de este tipo, lo cual implica la especificación y estimación de relaciones de comportamiento de los sectores y agentes económicos claves, de modo que pueda considerarse el efecto sobre la recaudación de lo otros impuestos.
7 pag.
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Equidad del gasto público en salud en Paraguay El trabajo presenta evidencias de las encuestas de hogares que indican si los servicios de salud brindados por el estado llegan a la población más pobre y si los recursos estatales destinados a dichos servicios son eficientes y equitativos. Para este propósito se parte de una discusión breve respecto al concepto de equidad en salud y se revisa la información sobre el comportamiento y composición del gasto público en salud. Se construye también un índice de necesidades de salud para 5 departamentos, para observar la dimensión geográfica de dicho gasto y luego se describe el perfil de la salud de los estratos pobres y no pobres de la población. Entre las evidencias presentadas en el documento puede resaltarse la que indica que el destino de los gastos públicos en salud (en función a los departamentos analizados) no es coherente con las necesidades de la población: los departamentos con mayores necesidades tienen menor participación en el gasto del Programa de Asistencia Médica General. Asimismo, si bien la entrega de servicios por parte del MSPyBS a través de todos los niveles de prestación y complejidad es progresiva por dominio geográfico, área de residencia o quintiles, el otorgamiento de subsidios públicos en hospitalización y pago de consulta, es más bien regresiva. Ante la evidencia de que las consultas, vacunaciones y controles prenatales son menores en los estratos más pobres de la población se sugiere poner énfasis en una mayor focalización de los gastos públicos para acercar dichos servicios a las poblaciones más necesitadas.
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El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la Encuesta Permanente de Hogares 1999 El documento explora en la explicación de las diferencias salariales en los sectores público y privado. Para ello se revisa la bibliografía sobre la heterogeneidad de los trabajadores y los puestos de trabajo, las imperfecciones de los mercados y las particularidades del sector público como empleador. Asimismo, presenta un perfil de los trabajadores de cada uno de estos sectores, teniendo en consideración el área de residencia, sexo, nivel educativo, categoría, ocupación y los niveles salariales, para luego cuantificar el peso de los factores que determinan la probabilidad de emplearse en el sector público y los niveles de ingreso en este sector. Una de sus evidencias indica que los salarios por hora en el sector público son 46% superiores a los del sector privado, lo cual estaría asociado al nivel de escolaridad y experiencia laboral que poseen los trabajadores estatales frente a los asalariados privados. No obstante ello, las estimaciones econométricas muestran que la inversión de un año adicional de educación implica ligeramente mejores beneficios de ingresos en el sector privado que en el público, siendo mayor en el caso particular de las mujeres (los retornos de la educación de ambos sexos en el sector privado son similares, pero mayores en 4 puntos porcentuales en el caso de las mujeres en el sector público). Finalmente, se indica en el documento que al considerar los salarios como termómetro de las ventajas de emplearse en uno u otro sector se puede concluir que el sector público es más atractivo para los trabajadores, incluso sin considerar los beneficios no monetarios inherentes a la administración pública no captados por las encuestas de hogares.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
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Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos Marcos Robles1
INTRODUCCION El documento plantea un conjunto de modelos que puede construirse utilizando la información de las Tablas Insumo Producto. Específicamente el propósito es: (a) dar un uso básico e inmediato al esfuerzo de recopilación y procesamiento que viene haciendo el Banco Central del Paraguay para la construcción de estas tablas correspondiente al nuevo año base de las Cuentas Nacionales, (b) mostrar de manera cuantitativa y analítica las características actuales de la estructura económica del país y de las principales relaciones tecnológicas existentes, y (c) mostrar las posibilidades de análisis y simulación que pueden derivarse de las Tablas para efectuar investigaciones futuras de mayor envergadura. El nuevo conjunto de Tablas de Insumo Producto actualizará a las anteriores que corresponden a 1982 y presentará una desagregación de 76 categorías de bienes y servicios y 33 categorías de actividades económicas, habiéndose considerado aperturas de acuerdo al origen (nacional e importado), valoración (básicos, de produc1 Versión corregida y adaptada de un documento con el mismo título que el autor realizó para el INEI-Perú en abril de 1997.
tor y comprado) y tipo de constitución de las empresas (constituidas en sociedad y no constituidas en sociedad). La adecuación de estas tablas rectangulares con fines de análisis y simulación macroeconómica en función a metas y políticas es un requisito indispensable que ha sido tratado con algún detalle en el presente trabajo. Fundamentalmente, se han empleado conceptos de eslabonamientos de producción, empleo, ingreso e importación, tanto directos como indirectos, así como de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Sobre ellos se formulan modelos multisectoriales básicos y se plantea el desarrollo de modelos de simulación macroeconómicos más amplios. En este marco, son destacables los modelos que determinan sectores claves, es decir, sectores que al crecer elevan, más que el resto, el empleo, el ingreso y la producción y, a la vez, necesitan menos insumos importados, entre otras características. Asimismo, aquellos modelos que permiten evaluar los efectos macroeconómicos de determinadas metas o la ocurrencia de ciertos
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
fenómenos de carácter aleatorio. Ambos tipos de modelos tienen en común que son útiles para el análisis y evaluación de la política económica. El documento tiene dos secciones. En la primera se describe la estructura general de las Tablas Insumo Producto, los equilibrios y agregados macroeconómicos y las características que tendrán las Tablas correspondientes al nuevo año base. En la segunda sección se presentan los coeficientes, vectores y matrices básicas; se desarrollan los modelos de eslabonamientos y se plantean algunos de los modelos que podrían desarrollarse. Finalmente, se presentan las conclusiones del trabajo. I. Aspectos básicos de las Tablas Insumo Producto (TIP) a) Estructura de las TIP
Las Tablas Insumo Producto son un conjunto de cuadros o matrices que describen las características de la economía en términos de dos grandes aspectos: los equilibrios de oferta y demanda de los bienes y servicios, y la estructura de costos de las actividades productivas 2 . De este modo, describen. El equilibrio entre oferta y demanda se describe con la información de las matrices de oferta, demanda intermedia y demanda final, es decir, distinguiendo el origen de los bienes y 2 El modelo de insumo producto fue desarrollado en la década del 30 del siglo pasado por Wassily Leontief utilizando las matrices de los Estados Unidos correspondiente a los años 1919 y 1929. La publicación apareció en 1941.
servicios y sus correspondientes utilizaciones. Por su parte, la estructura de costos se describe mediante las matrices de demanda intermedia y valor agregado, es decir, desagregando los costos intermedios y primarios incurridos por las diferentes actividades económicas. Adicionalmente, las TIP por lo general presentan dos matrices más: la de empleo, que muestra al personal ocupado en cada una de las actividades económicas, y la de producción, que muestra el valor de los bienes y servicios producidos por dichas actividades. Las matrices de demanda intermedia y demanda final pueden elaborarse teniendo en consideración su origen (nacional e importado), y su diferente valoración, a precios básicos de productor y de comprador. El precio básico (PB) de un producto equivale a la suma de los costos utilizados en el proceso productivo más la remuneración de los factores de producción (excluyendo los impuestos indirectos). El Precio de Productor (PP) equivale al PB + Impuestos Indirectos - Subsidios3 . El Precio de Comprador (PC) equivale al PP + Márgenes de Comercialización. El gráfico 1 muestra una tabla de insumo producto valorada a precios de comprador, con sus correspondientes matrices. A continuación se describen cada una de estas matrices: La Matriz de Oferta muestra la disponibilidad de bienes y servicios, tan3 El precio básico de las importaciones se refiere al precio CIF más los derechos arancelarios, mientras que el precio de productor al precio básico más los impuestos internos que gravan a las importaciones.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
to nacional como importado, que serán utilizados en la economía ya sea como insumos o como bienes finales. Los componentes de esta matriz son los vectores columna de producción a precios básicos, importaciones CIF, derechos arancelarios, márgenes de comercialización a precios básicos e impuestos indirectos netos de subsidios. La suma de estos componentes conforma la Oferta Total a precios de comprador4. La Matriz de Demanda Intermedia. La lectura por filas de esta matriz indica la utilización intermedia de cada bien o servicio para la producción o elaboración de otros, mientras que la lectura por columnas indica el consumo intermedio de cada actividad económica. La suma de estas utilizaciones o consumos generan el Consumo Intermedio Total (por origen o destino) a precios de comprador (o sea, incluyendo los impuestos y márgenes de comercialización). La Matriz de Demanda Final muestra la utilización de los bienes y servicios para el consumo final de los hogares y del gobierno, y como formación bruta de capital fijo, variación de existencias y exportaciones. La suma de estos componentes conforman la Demanda Final Total a precios de comprador4. La Matriz de Valor Agregado muestra a nivel de ramas de actividad el pago a los factores de producción por su participación en el proceso pro4 Como la TIP está valorada a precios de comprador, sus casillas tienen parte de los márgenes de comercialización, lo que hace que no exista en ella un bien o servicio específico que represente al sector comercio.
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ductivo (remuneración de asalariados, excedente de explotación, consumo de capital fijo e impuestos indirectos netos de subsidios), es decir, el aporte de cada rama de actividad al Valor Agregado o Producto Bruto Interno y también al Valor Bruto de la Producción. La Matriz de Empleo muestra al personal ocupado en cada una de las actividades económicas, distinguiéndolos de acuerdo a las categorías de ocupación: obreros, empleados, patronos, independientes o trabajadores por cuenta propia, trabajadores familiares no remunerados y trabajadores del hogar. La Matriz de Producción muestra el valor bruto de la producción a precios básicos de los bienes y servicios producidos por cada una de las actividades económicas que lo generan. En esta matriz, que tiene la misma dimensión que la Matriz de Demanda Intermedia, se detecta que un mismo tipo de producto puede ser producido en diferentes actividades o que una determinada actividad produce diferentes tipos de productos. En la diagonal principal de esta Matriz se ubica la "producción principal o típica" de cada actividad y alrededor de dicha diagonal la "producción secundaria o no típica". Normalmente los valores de la producción principal (de la diagonal) son mayores a los de la producción secundaria (de los costados de la diagonal). El vector columna total de esta matriz, es decir, la producción interna o valor bruto de la producción a precios básicos, forma parte de la Matriz de Oferta descrita anteriormente.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
GRAFICO Nº 1: Tabla insumo-producto (TIP) Oferta PI
M
DA
MC
II
Demanda Intermedia Ramas de actividad
Total (Q) Bienes y serv. 1 . . . n
∑PI ∑M ∑DA ∑MC
∑II
∑Q
Demanda Final Total
1
.
.
.
m
(CId)
W11 . . .
. .
.
.
∑W1m . . ..
Wn1
.
.
. .
W1m . . . Wnm
∑Wnm
.
.
.
∑Wn1 Total (CI o) Insumos prim. R II EE CKF Valor Agr. (VA) Prod. Bruta (G) EMPLEO (L) Obreros Empleados Patrón Cuenta propia TFNR Trab. del hogar
.
CH
CO
FKG FKO VE
X
∑CH ∑CO
∑Wnm ∑R ∑II ∑EE ∑CKF ∑VA
donde: PI M DA MC Q Cio Cid CH CO FKG FKO VE X F DT R II EE CKF VA G L TFNR
= = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = = =
Producción Interna o Valor bruto de la Producción a precios básicos Importaciones CIF Derechos arancelarios Margen de Comercialización a precios básicos Oferta total a precios de comprador Consumo intermedio por origen Consumo intermedio por destino Consumo de Hogares Consumo Público Formación de capital fijo de gobierno Formación de capital fijo - otros Variación de existencias Exportaciones FOB Demanda final total Demanda total (= CId + F) Remuneraciones Impuestos Indirectos netos de subsidios Excedente de Explotación Consumo de capital fijo Valor Agregado Bruto Producción bruta a precios de productor Empleo Total Trabajador Familiar no Remunerado
Total
Demanda Total
(F)
(DT)
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
b) Equilibrios y agregados macroeconómicos
Los equilibrios que deben tener los diversos elementos que poseen las Tablas Insumo Producto son una parte fundamental para efectos no solo de su elaboración, sino también para su utilización con fines analíticos. La primera condición de equilibrio es de tipo horizontal, la cual muestra cómo se utiliza el producto e indica que la oferta y la demanda de cada bien o servicio son equivalentes. Como se ha indicado antes, la oferta tiene dos fuentes principales: la producción interna y las importaciones, mientras que la demanda tiene dos grandes usos: la utilización intermedia y la utilización final. La consolidación de estas equivalencias genera el equilibrio entre la Oferta y Demanda Total, la misma que puede expresarse matricialmente con las siguientes expresiones5 : Q = DTT PI + M + ID + MC = CITd + FT Si adicionalmente se tiene en consideración los componentes de la demanda final, el equilibrio tendrá la siguiente expresión: PI + M + DA + MC + II = CITd + CHT + COT + FKT + VET + X La segunda condición de equilibrio es de tipo vertical, la cual muestra la estructura de costos de producción por actividad económica e indica que la 5 En adelante, los supraíndices T , N y M denotan total, nacional e importado. El subíndice «o» orígen y el «d» destino. ^ denota matriz diagonal
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Producción Bruta es igual a la suma del Consumo Intermedio (por origen) y el Valor Agregado Bruto 6. Este equilibrio puede expresarse mediante la siguiente expresión: G = CITo + VA Si adicionalmente se tiene en consideración los componentes de VA, el equilibrio tendrá la siguiente expresión: G = CITo + RS + II + EE + CKF También pueden establecerse relaciones entre los equilibrios señalados. Una lectura vertical de la matriz de oferta y una horizontal de la matriz de valor agregado permiten obtener las siguientes relaciones: ∑ Q = ∑ G + ∑ M + ∑ DA ∑ G = ∑ PI + ∑ MC + ∑ II
donde ∑ indica la suma de los elementos de cada vector, horizontal o vertical. Finalmente, puede indicarse que de los elementos que conforman las Tablas Insumo Producto pueden deducirse agregados macroeconómicos como el PIB, el Ahorro Interno Bruto y el saldo de la Balanza Comercial, agregados de particular importancia para el análisis y simulación macroeconómica. El PIB se expresa como el valor que se agrega al valor de los productos uti6 En realidad las cuentas de producción para cada actividad económica registran la magnitud de G y del CIo, resultando por diferencia el VAB.
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lizados como insumos, generado por la producción de los diferentes agentes que se encuentran en el territorio del país, al cual hay que incluir el total de impuestos y derechos a las importaciones ya que constituyen recursos al interior de la economía nacional. PIB = ∑ VA + ∑ DA
Otra forma de expresar el PIB también es restando a la demanda final total el valor de las importaciones totales: PIB = ∑ FT - ∑ M
El Ahorro Interno Bruto (AIB), por su parte, se define como el PIB menos el consumo total (de los hogares y del gobierno): AI = PIB - ∑ CHT - ∑ COT
Y el saldo de la Balanza Comercial (BC) se define como la diferencia entre el valor de las exportaciones FOB y el valor de la importaciones CIF: BC = X - M c) Características de las TIP de 1994
Las TIP correspondientes a 1994, que vienen siendo construidas por el Banco Central del Paraguay, tendrán las siguientes características: Serán rectangulares, en el sentido que para su construcción se ha tenido en consideración 76 categorías de bienes y servicios y 33 categorías de actividades económicas, es decir, diferente número de filas y columnas.
La forma como han sido ordenadas las categorías de los bienes y servicios y de las actividades económicas permitirá efectuar agregaciones a otros niveles de detalle, facilitando así la obtención, por ejemplo, de matrices simétricas y por tanto de análisis económico más adecuado de las mismas7 . Las matrices de demanda intermedia y demanda final se encontrarán aperturadas separadamente de acuerdo a su origen (nacional e importado) y valoración (a precios básicos, de productor y de comprador) 8 . Adicionalmente la matriz de demanda intermedia se aperturaría de acuerdo al tipo de constitución de las empresas (constituidas en sociedad y no constituidas en sociedad). Como consecuencia de lo anterior, se dispondrá de matrices de impuestos y márgenes de comercialización aplicados a los productos que componen la demanda intermedia y la demanda final, en ambos casos distinguiendo su origen nacional e importado9 . El Cuadro que sigue resume el conjunto de 20 matrices básicas que se dispondrá en el marco de las Tablas Insumo Producto de 1994.
7 Adicionalmente, es posible efectuar las aperturas convenientes para aquellos productos que requieren ser estudiados con mayor detalle, no pudiéndose hacer lo propio con el número de categorías de las actividades económicas. 8 De estas matrices, se obtiene el vector columna del total de importaciones, el cual forma parte de la Matriz de Oferta. 9 De estas matrices, se obtiene los vectores columna correspondientes a los totales de los impuestos por productos y el vector columna del total de los márgenes de comercialización, los cuales forman parte de la Matriz de Oferta.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
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MATRICES BASICAS DE LAS TABLAS INSUMO PRODUCTO DE 1994 MATRICES DE: DI DF VA
OT A Total P Nacional a E R T Importado a U R A EECS S EENCS OT DF PO P.B.
= = = =
PO
P
P.B. P.P. P.C. P.B. P.P. P.C.
Oferta Total Demanda Final Personal Ocupado Precios Básicos
DI VA P P.P.
= = = =
Demanda Intermedia Valor Agregado Producción Precios de Productor
P.C. = Precios de Comprador EECS = Establecimientos que pertenecen a Empresas Constituidas en Sociedad EENCS = Establecimientos que pertenecen a Empresas No Constituidas en Sociedad
Es decir, las siguientes matrices: a. Matriz de Oferta Total b. Matrices de Demanda Intermedia: 3 de origen nacional (a precios básicos, de produc-tor y de comprador), 3 de origen importado (a precios básicos, de productor y de comprador) y 1 para establecimientos que pertenecen a empresas constituidas como sociedad y 1 para los que no pertenecen a este tipo de empresas. c. Matrices de Demanda Final: 3 de origen nacional (a precios básicos, de productor y de comprador) y 3 de origen importado (a precios básicos, de productor y de compra-dor).
d. Matrices de Valor Agregado: 1 para establecimientos que pertenecen a empresas constituidas como sociedad y 1 para los que no pertenecen a este tipo de empresas. e. Matriz de Empleo Ocupado f. Matrices de Producción: 1 para establecimientos que pertenecen a empresas consti-tuidas como sociedad y 1 para los que no pertenecen a este tipo de empresas. Por agregación de estas matrices podrá obtenerse, entre otras, 9 Tablas Insumo Producto: a) 3 para el total de la economía a precios básicos, de productor y comprador (suma de matrices OT, DI, DF y VA).
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b) 3 de Bienes y Servicios nacionales a precios básicos, de productor y comprador (suma de matrices DI y DF). c) 3 de Bienes y Servicios importados a precios básicos, de productor y comprador (su-ma de matrices DI y DF). Por diferencia podrá obtenerse, entre otras, 6 matrices de Impuestos a la Producción e Importaciones (matriz a P.P. menos matriz a P.B.): a) 3 para la Demanda Intermedia total, nacional e importada, y b) 3 para la Demanda Final total, nacional e importada y 6 matrices de Márgenes de Comercialización (matriz a P.C. menos matriz a P.P): a) 3 para la Demanda Intermedia total, nacional e importada, y b) 3 para la Demanda Final total, nacional e importada. II Análisis y simulación macroeconómica a) Determinación de coeficientes y matrices básicas
El primer paso para las estimaciones y análisis basadas en las Tablas Insumo Producto es el establecimiento de los coeficientes y matrices básicas, en base a los cuales se construye la mayor parte de los modelos y se efectúan las simulaciones
macroeconómi-cas. En esta sección se muestra cómo se determinan la matriz de coeficientes técnicos, los coeficientes de insumos primarios, la matriz de bienes de capital y los vectores de ocupación e importaciones. Asimismo, se discute y resuelve el problema de la producción secundaria. Matriz de Coeficientes Técnicos
El más importante de todos los coeficientes y matrices básicas es la matriz de coeficientes técnicos, es decir, la que muestra las relaciones entre los valores de los productos utilizados como insumos y los valores del producto bruto de cada actividad económica. Estos coeficientes técnicos se obtienen al dividir cada elemento de la matriz de demanda intermedia entre la producción bruta de las correspondientes actividades económicas, los mismos que pueden expresarse matricialmente mediante la siguiente expresión10 :
ˆ )-1 A = (W) ( G donde: A = matriz de coeficientes técnicos W= matriz de demanda intermedia G = vector fila de la producción bruta ^c = v e c t o r diagonalizado -1 = inversa de una matriz
10 Previamente, para trabajar con matrices cuadradas, la reducción del número de filas a columnas se hace teniendo en cuenta la correspondencia directa de los productos a las actividades económicas. Para el caso de las nuevas Tablas Insumo Producto de Paraguay las matrices cuadradas serán de 33 filas por 33 columnas.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
Si se tiene en consideración el origen de los insumos utilizados por las diferentes actividades económicas, podrá tenerse matrices de coeficientes técnicos de insumos nacionales (AN) e importados (AM): AN = (WN) (Qˆ N)-1 AM = (WM) (Qˆ N)-1 donde WN y WM son las matrices de demanda intermedia de origen nacional e importado respectivamente y QN es el vector columna de oferta nacional. A la matriz A también se la define como la matriz de requerimientos directos de insumos que las diferentes actividades económicas necesitan para generar una unidad de producto (bruto). Dicha matriz, sin embargo, no muestra los requerimientos indirectos de insumos que se originan en otras actividades cuando se satisfacen justamente los requerimientos directos de insumos. Como se sabe, el efecto de la producción de un bien no termina con la compra de insumos ya que ello da lugar a una larga cadena de producción debido a que cada uno de los insumos comprados, para ser producidos, requieren a su vez de otros insumos originados en otras actividades, los cuales también requieren de otros insumos, y así sucesivamente. A partir de las tablas insumo producto es posible cuantificar tanto los requerimientos directos como los indirectos de insumos de cada actividad -los requerimientos totales de insumos-
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- a través de lo que se conoce como la matriz multiplicador (o inversa de Leontief), la misma que se expresa mediante la siguiente expresión11: (I-A)-1 Si la matriz A registra los requerimientos directos de insumo y la matriz (I-A)-1 los totales, entonces la diferencia entre ellas da por resultado la matriz de requerimientos indirectos de insumos: (I-A)-1 - A Vector de coeficientes de Insumos Primarios
Para evaluar los efectos sobre este tipo de insumos (los mismos que se encuentran expresados en vectores fila) de metas preestablecidas de demanda final o producción, es necesario definirlos en términos de coeficientes, es decir, como proporciones de la producción bruta de las actividades económicas. Coeficientes de Remuneraciones CR= (R) (Gˆ)-1 Coeficientes de Impuestos Indirectos CII= (II) (Gˆ)-1 Coeficientes de Excedentes de Explotación CEE =(EE) (Gˆ)-1 Coeficientes de Consumo de Capital Fijo CKF = (CKF) (Gˆ )-1 Coeficientes de insumos primarios CVA = (VA) (Gˆ )-1 11 Si se supone que la matriz de demanda intermedia que sirve para su cálculo no presenta el problema de la producción secundaria, aspecto que discute más adelante.
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El problema de la producción secundaria
Para efectuar estimaciones según metas de demanda final o respecto a oferta total (en general sobre vectores verticales de la Tabla Insumo Producto), las matrices de coeficientes y multiplicador deben originarse de Tablas que tengan las siguientes características12: que la producción bruta de las actividades (el vector fila G) sea igual a la oferta total de los productos (vector columna Q), o sea, que las importaciones no existan, y que no muestren el fenómeno de la producción secundaria, o sea, que la producción de cada actividad sea igual a la producción de los productos que se suponen son típicos de las correspondientes actividades. La producción secundaria existe en las TIP convencionales, es decir, en tablas producto por actividad, lo cual determina que las estimaciones usando la matriz multiplicador sean sesgadas ya que por ejemplo no se cumple que: QT = (I - AT)-1 FT, ni QN = (I - AN)-1 FN donde:
ˆ )-1 AT = WT (G N N ˆ )-1 A = W (G 12 Para efectuar estimaciones sobre insumos primarios y otros vectores horizontales relacionados con la producción bruta G (como los vistos en el item anterior), las matrices de coeficientes y multiplicador no necesitan originarse de Tablas Insumo Producto especiales.
WN = Matríz de demanda intermedia nacional cuando existe producción secundaria WT = Matríz de demanda intermedia total cuando existe producción secundaria. Por el contrario, cuando la matriz multiplicador se obtiene de Tablas Insumo Producto "productos por productos" o "actividades por actividades" el problema que plantea la producción secundaria puede quedar solucionado ya que en este caso sí se cumpliría que: QN = (I - BN)-1 FN donde:
ˆ -1) BN = UN ( G UN = Matriz de demanda intermedia nacional «pura» Lo anterior se debería a que en matrices "puras" se cumple que: QN = G QT = QN + M = G + M QN = CINo + FN QT = CINo + CIMo + FN + M G = CINd + CIMd + VA QT = CINd + CIMd + VA + CIMo + M
Una matriz de coeficientes técnicos puede estimarse, y por consiguiente una matriz multiplicador, sin tener el problema de la producción secundaria a partir de una matriz producto por
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
actividad, utilizando el supuesto de la tecnología de industrias, de la manera siguiente:
ˆ )-1] ˆ )-1] [ P ( Q BN = [ WN ( G donde: WN= Matriz de demanda intermedia nacional cuando existe produc. secundaria P = Matriz de producción, el primer elemento de la expresión es la matriz de coeficientes técnicos derivados de UN y el segundo la matriz de coeficientes de participación de los productos en el mercado13 . En consecuencia, la matriz multiplicador puede expresarse con la expresión (I-BN)-1. Otra alternativa al tratamiento de la producción secundaria es la siguiente14 . Al no solucionarse la inclusión de las importac iones cuando se quiere hacer estimaciones sobre la oferta total, y no solo sobre la producción nacional, puede procederse teniendo en consideración los siguientes dos pasos: a. Partir de una matriz de coeficientes técnicos estimados teniendo en consideración la oferta total:
ˆ )-1 AT* = UT ( Q
13 Proporciones en que los diferentes productos participan en la oferta total (incluidas las importaciones). 14 Ver Bernal, A. y Bernal, L. Elementos macroeconómicos de un modelo de economía solidaria , CELATET, cap. 2.
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cuyos elementos indican la proporción de productos utilizados como insumos por unidad de oferta total de cada producto. En este caso la matriz multiplicador sería (I-AT*) -1. Estas matrices así determinadas pueden utilizarse para estimar directamente vectores verticales de oferta total, de importaciones, impuestos y márgenes de comercialización según metas de demanda final. b. Transformar la oferta total (Q) por productos (vector vertical) por medio de la matriz de participación de las actividades en el mercado (D) para obtener c la producción bruta (G) por actividades (vector horizontal). Dicha matriz de participación tiene la expresión siguiente: D = (Q)-1 P Matriz de coeficientes de bienes de capital
La determinación de esta matriz es particularmente importante para el análisis y simulación macroeconómica ya que mediante ella es posible estimar las necesidades de bienes de capital para poder satisfacer determinadas metas de demanda final o producción. Sin embargo, dichos bienes se presentan en las Tablas Insumo Producto solo en un vector columna de la matriz de demanda final, es decir, por tipo de productos, y no en términos de las actividades que los compran y utilizan durante el proceso productivo. No obstante lo anterior, si se supone que el nivel de producción de las
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
actividades económicas determina el volumen de los bienes de capital, es posible construir una matriz de transacciones de bienes de capital y, por tanto, saber que actividades lo adquieren para su utilización en la actividad productiva. La matriz que muestra el valor de los bienes de capital por tipo de productos que utilizan las distintas actividades económicas para efectuar sus actividades productivas, según sus necesidades directas e indirectas, puede calcularse mediante la expresión: A
MBK = (I - AT)-1 ).
MBK indica que las columnas corresponden a las actividades (el destino) y no a los productos (al orígen), y los totales de las filas de MNK corresponden exactamente a los valores del vector columna FK. Entonces, MNK muestra en sus columnas el valor de los bienes de capital (de la inversión final) requeridos por las distintas actividades económicas. La transformación de esta matriz en términos relativos respecto a la producción bruta de las correspondientes actividades genera lo que se puede denominar la matriz de coeficientes de bienes de capital (MCK):
ˆ )-1 MCK = (MNK) ( G
donde MBK es la matriz de transacciones totales de bienes de capital, y FK es vector columna de bienes de capital en la demanda final (como ya se indicó «^» denota matriz diagonal). Para obtener solo las necesidades finales de bienes de capital (como medio de producción), es decir, descontando la parte utilizada como insumo (como parte de otro bien), la MBK debe expresarse en términos de entregas de producto neto y no de producto bruto. Ello se logra utilizando la expresión siguiente: A
MNK = (MBK) &9$
donde MNK es la matriz de transacciones finales de bienes de capital, CVA es el vector fila de coeficientes de valor agregado, la transpuesta de
Cada columna de esta matriz muestra la estructura de los bienes de capital que requiere una actividad para realizar su producción. b. Modelos Básicos
Los modelos que pueden desarrollarse haciendo uso de la información de las Tablas Insumo Producto podrían agruparse en analíticos y de simulación. El primer tipo fundamentalmente permite efectuar jerarquizaciones o agrupamientos de actividades económicas en función de uno o más criterios (tipos de eslabonamientos), mientras que el segundo permite conocer los efectos sobre las principales variables macroeconómicas de modificaciones en la demanda u oferta de una o más actividades, o de cualquier otra variable exógena o de política económica.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
Modelo de eslabonamientos de producción
Anteriormente se vio que para el caso de matrices que no presenten el problema de la producción secundaria (matrices producto por producto) se cumplía que: QT = QN + M = G + M, y QN = (I - BN)-1 FN de los cuales puede deducirse que G = (I - BN)-1. F También se indicó que la matriz (I BN)-1 muestra los requerimientos totales de insumos necesarios para producir una unidad de producto de las actividades. Si se produce un incremento unitario en la demanda final del producto j el aumento directo e indirecto en la producción doméstica puede estimarse con la expresión anterior. Así, la suma de los elementos de la columna j de la matriz (I - BN)-1, es decir, ∑¡r¡j indicará la generación total de producción del producto j. Los efectos indirectos de producción pueden obtenerse restando a (I BN)-1 la matriz BN, ya que esta solo mide los efectos o requerimientos directos. Modelos de eslabonamientos de empleo
La generación total de empleo puede deducirse de la siguiente manera. Si se supone que cada cambio en el producto esta asociado a un cambio en el empleo y que existe una relación fija entre empleo y producto lj = Lj/Gj (co-
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eficientes de empleo por unidad de producto), entonces puede escribirse. L=Î.G en donde L es un vector de requerimientos de empleo y Î una matriz diagonalizada formada desde el vector l cuyos elementos son los lj. Sustituyendo por la solución G se obtiene: L = Î (I - BN)-1 . F = K . F Asi, kij, el elemento i-j de K, mide el empleo creado directa e indirectamente en la producción del bien i cuando la demanda final por el producto j cambia en una unidad, y ∑ikij, la suma de los elementos de la columna j de K, mide el empleo total creado en toda la economía cuando la demanda final por el producto j se incrementa en una unidad. Los efectos indirectos de empleo pueden aislarse del efecto total del siguiente modo: L = (K - Î ) . F = K . F Modelos de requerimientos de ingreso e importaciones
De manera análoga para el ingreso y las importaciones pueden deducirse las expresiones correspondientes. Si cada cambio en el producto genera cambios en el valor agregado y en los niveles de importación, y existe una relación fija entre ellos vj = VAj/Gj y mj = Mj/Gj (coeficientes de valor agregado e impor-
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
tación por unidad de producto), entonces puede escribirse respectivamente: VA = Ö Y .G
Ö.G M=P en donde VA vector de generación de valor agregado, M vector de intensidad o generación de importaciones Ö matrices diagonalizadas formaÖ YyP das desde los vectores v y m cuyos elementos También puede deducirse que: VA = Ö Y . (I - BN)-1 . F = H . F
Ö . (I - BN)-1 . F = T . F M=P Así, la suma de los elementos de la columna j de H y Z medirán respectivamente el in-greso total creado (directo e indirecto) y la importación total necesaria en toda la eco-nomía cuando la demanda final por el producto j se incrementa en una unidad. La ge-neración de los efectos indirectos para el ingreso y las importaciones puede deducirse de la misma forma que los de empleo. Modelos de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante
La idea de los eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante tiene que ver con lo siguiente. Si, por ejemplo, se produce una inversión nueva para la
producción de j, ella ofrecerá oportunidades a otros ofertantes debido a que necesitará insumos de otros sectores (eslabonamientos hacia atrás), pero a la vez los productores de j provee-rán mayores insumos para ser utilizados por otros usuarios (eslabonamientos hacia ade-lante). En ambos casos será importante que el estímulo potencial hacia otras activida-des implique tanto el estímulo directo como el indirecto y, por tanto, se tome en cuenta a la matriz inversa de Leontief (multiplicador). Frecuentemente, para propósitos de comparar sectores se utiliza un índice normalizado que compara el estímulo promedio creado por el sector j con el estímulo promedio crea-do por todos los sectores15 . Así, el índice de eslabonamiento de producción hacia atrás directo e indirecto, será: Yj = [(∑¡r¡j)/n][(∑¡∑jr¡j)/n2] en donde rij denota al elemento i-j de (I - BN)-1 y n es el número de sectores, el numerador es el estímulo promedio de toda la economía debido al incremento marginal en la demanda del sector j y el denominador es el estímulo promedio en toda la economía cuando la demanda final de todos los sectores se incrementan en una unidad. En otros términos, se trata de un indicador que mide los efectos del sector observado en relación a aquellos de todos los sectores. Yj > 1 indicará 15 Ver Schultz, S. Approaches to identifying key sector empirically by means of input-output analysis , The Journal of Development Studies, vol. 14, Nº 1, 1977
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
que el sector j donde se invirtió produce eslabonamientos hacia atrás por encima del promedio, en tanto que si Yj < 1 indicará lo opuesto. De manera similar puede establecerse índices de eslabonamientos hacia atrás para el ingreso, empleo e importaciones. Para el empleo: Ej= [(∑ikij)/n][( ∑i∑jkij)/n2] Para el ingreso:Ij=[(∑ihij)/n][(∑i∑jhij)/n2] Para las importaciones: Tj=[(∑izij)/ n][(∑i∑jzij)/n2]
en donde los kij, hij y zij son los elementos i-j de las matrices K, H y Z ya definidos antes. Los Ej, Ij y Tj mayores o menores a uno se interpretan de la misma forma que Yj. Por otra parte, la manera más satisfactoria de medir los índices de eslabonamiento hacia adelante es planteada de la siguiente forma. Se parte de que la relación crucial es entre el producto del sector i y sus usos por otros sectores. Si esta relación es fija, puede obtenerse una matriz de coeficientes como sigue: ˆ )-1) ˆ )-1 . W (recuérdese que BN = W . ( G D = (G
en donde W es la matriz de demanda intermedia nacional. Así, de manera similar a los eslabonamientos hacia atrás, los índices hacia adelante serán: Para el producto: Yi*=[(∑jr*ij)/n][(∑j∑jr*ij)/n2 Para el empleo: Ei*= [(∑jk*ij)/n][(∑j∑jk*ij)/n2]
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Para el ingreso: Ii*= [(∑jh*ij)/n][(∑j∑jh*ij)/n2]j Para las importaciones: Ti*= [(∑jz*ij)/n][(∑j∑jz*ij)/n2] en donde r*ij, k*ij, h*ij,y z*ij son elementos i-j de las matrices (I - D)-1, Ö .(I - D)-1, Î.(I - D)-1, Ö Y .(I - D)-1 y P respectivamente. La interpretación de si tales índices son mayores o menores a uno son similares a los de los eslabonamientos hacia atrás. Modelos para determinar Núcleos de actividades Dinámicos (claves)
Utilizando los indicadores de generación total e indirecta, hacia atrás o hacia adelante, puede agruparse a las actividades en base a sus respectivos ordenes en la generación total de ingreso, producto, empleo e importaciones. Es decir, se trataría de determinar actividades claves sobre los cuales podría enfatizarse los esfuerzos de inversión. Por ejemplo, podría agruparse a los productos que simultáneamente ocupan los primeros lugares en generar empleo, producción e ingreso total y los últimos en requerimientos totales de importación16 , o, de manera alternativa, a aquellos que cumplan con 3 ó 2 de tales criterios. Asimismo, podría partirse, por ejemplo, solo de las actividades industriales y utilizar después los criterios anteriormente señalados. 16 De manera similar al procedimiento utilizado en Sarma, A. Y Ram, K. Income, output and employment linkages and import intensities of manufacturing industries in India , The Journal of Development Studies, vol. 25, Nº 2, 1989.
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A lo anterior también podría agregarse otros criterios importantes como los productos que están presentes de manera significativa en la canasta de consumo familiar o aquellos que muestren una transformación mayor de los recursos naturales existentes. La primera tendría que ver con la posibilidad de obtener economías de escala al producirse para la satisfacción de un mercado expandido (lo cual resulta de hacer dependiente la dinámica productiva de las condiciones de demanda de los grupos poblacionales más amplios); con la particularidad de la expansión que este tipo de bienes tiene (cuando mejora su productividad y de esta manera reduce su precio relativo) de permitir el aumento de los salarios reales en beneficio de tales grupos. La segunda tendría que ver, fundamentalmente, con el propósito de aprovechar la renta diferencial resultante de la riqueza relativa de nuestros recursos naturales. En este sentido, podría procederse del siguiente modo17: de todas las actividades de la Tabla Insumo-Producto, trabajar solo con las actividades cuyos valores son mayores que cero en el consumo final privado de la misma Tabla, es decir solo con las actividades que conforman la canasta de consumo de los hogares,
17 Una aplicación con las TIP de 1979 puede verse en Robles, M. Notas sobre la determinación del Núcleo , (mimeo) CEDEP, 1992.
con el propósito de enfatizar el empleo productivo, considerar, solo a las actividades relacionadas a los bienes y no a los servicios, debido a la necesidad de considerar a las actividades, no solo en términos de su rol como proveedor de insumos, sino también como consumidor de la producción de otros sectores, utilizar los índices de eslabonamiento hacia atrás y hacia adelante para: producción, empleo, ingreso e importaciones, en cuanto al uso de los recursos naturales, utilizar un indicador construido en base al total de compras de cada sector al grupo de actividades extractivas por unidad de producto, y complementar a las estimaciones sobre intensidades de importación, ratios de exportación, im portación y saldo comercial respecto a la demanda interna, para definir a las actividades más «competitivas». Modelo de inflación por costos
Si se tiene en consideración que el valor de la producción de un producto es igual a la suma de los insumos intermedios y primarios valorados a sus respectivos precios, puede deducirse que un modelo de precios se expresa en notación matricial como la expresión siguiente18 : P = BN´P + VA´C 18 Un desarrollo más elaborado puede verse en Robles, M. Estabilización y Costo Social , Universidad Nacional Agraria, Serie Avance de Investigación Nº 6, cap. III, Diciembre de 1991.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
donde P = C= BN = VA= ´ =
vector de precios de los productos vector de precios de los factores matriz de coeficientes técnicos vector de valor agregado total transpuesta
Resolviendo la expresión anterior se llega a P = (VA(I-BN)-1)´C, donde VA(IBN)-1 es la matriz de requerimientos directos e indirectos de insumo primarios. Se observa que los precios de los productos son una función de los costos de los insumos primarios. En consecuencia el modelo de la inflación podría escribirse de la siguiente manera: ∆cR ∆P =(VA(I-BN)-1)´ ∆cII ∆cEE
donde c indica el costo del factor primario. Modelos de simulación macroeconómica
Ellos pueden construirse sobre la base de los modelos básicos anteriormente descritos, teniendo en consideración metas de demanda final, PIB, empleo, recaudación de impuestos, comercio exterior, etc. Funcionan teniendo en consideración los siguientes elementos:
Valor de las variables explicativas (metas u objetivos)
Modelo matricial
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Es decir, se tiene los siguientes elementos: la variable que va ser estimada, o sea, el resultado buscado; el modelo matemático que define la operación entre las variables explicativas o parámetros, y la información de entrada que expresa los valores de estas variables explicativas, referidas a los objetivos, metas o políticas buscados. Generalmente un resultado hallado lleva a otro debido a las interrelaciones existentes entre las variables macroeconómicas y entre las diferentes actividades económicas. El diagrama que sigue muestra la forma en que se estiman los efectos sobre ciertas variables macroeconómicas al satisfacer determinadas metas de demanda final19 desagregadas a nivel de productos, es decir, metas referidas al consumo de los hogares, consumo del gobierno, inversión, exportaciones, etc., o referidas a la demanda final total. Diagramas similares, y por tanto procedimientos y modelos, podrían construirse teniendo en consideración metas de demanda final, PIB, empleo, recaudación de impuestos, comercio exterior, etc.
Valor de las variables a explicar (resultado buscado) 19 Un ejercicio con las TIP de 1979 se hace en Robles, M. Revisión del marco metodológico del documento sobre Núcleos (mimeo), CEDEP, 1992
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Diagrama de simulación macroeconómica, según metas de demanda final Consumo de hogares Consumo del gobierno
Metas de
FBKF
Demanda
Var. de existencias
Final
Exportaciones
Balanza Comercial
Producción interna Importaciones
Oferta Total
Impuestos
Nacional Importado
Insumos
PIB Bienes de Capital
Producción Bruta Precios
Empleo
Valor Agregado
Remuneración Impuestos Indirectos Excedentes
c) Modelos específicos que pueden desarrollarse con las TIP de 1994
A continuación se describe brevemente los modelos y procedimientos específicos que pueden construirse teniendo en consideración las características de las Tablas Insumo Producto y los modelos básicos y de simulación anteriormente indicados: Modelo de determinación de actividades económicas que más empleo directo e indirecto generan por dólar invertido. El propósito es ordenar de manera ascendente o descendente al conjunto de actividades económicas que conforman las Tablas Insumo Producto en función del empleo directo e in-
directo que generan como consecuencia de un incremento de la inversión en cada una de ellas. El modelo se construiría sobre la base de los modelos de eslabonamientos de empleo y de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Modelo de jerarquización de las actividades exportadoras de acuerdo a su contribución directa e indirecta en la producción nacional. Este modelo permitiría ranquear el conjunto de actividades económicas teniendo en consideración los eslabonamientos directos e indirectos de producción que cada una de ellas genera por cada dólar (o 10,000 ó 20,000 dólares) exportado. El modelo se construiría sobre la base de los mo-
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
delos de eslabonamientos de producción y los conceptos de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Modelo de determinación de actividades económicas que más ingresos directos e indirectos generan en la economía nacional. Este modelo permitiría distinguir las diferentes actividades económicas del país en función al valor agregado que cada una de ellas genera ante el incremento unitario (de 1, 10,000 ó 20,000 dólares) de la demanda final. El modelo se construiría sobre la base de los modelos de eslabonamientos de ingresos y los conceptos de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Modelo de clasificación de las actividades industriales en función a sus requerimientos directos e indirectos de importación. El propósito es ordenar de manera ascendente o descendente el conjunto de actividades económicas que conforman las Tablas Insumo Producto en función de las importaciones que cada una de ellas requiere para satisfacer el incremento de la demanda (global, del consumo de los hogares o de la inversión privada). El modelo se construiría sobre la base de los modelos de eslabonamientos de empleo y de eslabonamientos hacia atrás y hacia adelante. Modelo de identificación de actividades económicas (claves) que simultáneamente: (a) tengan potencial
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exportador, (b) sean importantes en términos de la canasta de consumo familiar, (c) tengan, al crecer, efectos negativos reducidos en la balanza comercial, y (d) sean altos generadores de empleo e ingresos. El propósito es detectar un conjunto de actividades que por sus características sean las que mejor extiendan al resto de actividades los beneficios de una expansión económica, es decir, aquellas que, al crecer, posibiliten una ampliación del mercado interno vía el aumento de la producción, el empleo y el ingreso, y generen a la vez condiciones para lograr una mayor autonomía del exterior (generadoras de divisas y poco dependientes de las importaciones). El modelo se construiría sobre la base del procedimiento señalado en la subsección Modelos para determinar Núcleos de actividades Dinámicas (claves) Modelo de evaluación de efectos los macroeconómicos (sobre variables como producción, balanza comercial, impuestos indirectos, inversión, empleo, remuneraciones y precios) de: Determinadas metas de demanda final como: (a) la inversión pública en un proyecto específico, sectorial o global, (b) la privatización de una empresa pública, (c) el incremento de las exportaciones tradicionales o no tradicionales; etc. , o La ocurrencia de fenómenos que afecten la demanda final como: (a) caída de los precios internacionales de los productos de exportación tradicional,
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(b) veda prolongada de anchoveta, (c) devolución de impuestos a las exportaciones, (d) reducción de tasas de impuestos a la producción y al consumo, etc. Modelo de análisis de la inflación en función de los costos de los insumos primarios e insumos importados El propósito es tener un instrumento que permita analizar el efecto de modificaciones en los costos de los insumos importados, sueldos y salarios, impuestos indirectos y/o utilidades, generado en alguna actividad especifica o en el conjunto de las actividades económicas. El modelo se construiría sobre la base del modelo de inflación por costos anteriormente presentado. Modelo de análisis de los requerimientos productivos brutos, incrementos del PIB y modificaciones en la distribución del ingreso para alcanzar determinadas metas de empleo. Sobre la base de los modelos básicos de eslabonamientos de empleo,
ingreso y producción y el diagrama de simulación macroeconómica, presentados en la subsección anterior20 , se determinaría un procedimiento que permita analizar los efectos sobre la producción sectorial y la distribución funcional del ingreso al tratar de alcanzar determinadas metas de empleo (distinguiendo categorías de ocupación). Modelo de determinación de actividades óptimas Este tipo de modelos podría responder a las siguientes interrogantes: ¿cuáles son los niveles de producción sectorial que minimizan los costos de utilización de los insumos primarios, es decir, las actividades más rentables?, o ¿cuáles las que maximizan la recaudación de impuestos indirectos?. Para la construcción de este tipo de modelos la información de las Tablas Insumo Producto tendría que plantearse en términos de un problema de programación lineal (de maximimzación o minimización de una función objetivo sujeto a determinadas restricciones)21 .
20 Y según lo planteado en Bulmer-Thomas, V. Input-output analysis in developing countries. Sources, methods and applications , Jhon Wiley & Sons Ltd., 1982, capítulo 13. 21 Puede consultarse, entre otros, Chossudovsky, M. Análisis de Insumo producto , CISEPA, Serie de Ensayos teóricos Nº 3, PUCP, septiembre de 1994, capítulo II, y Kozikowski, Z. Técnicas de Planificación Macroeconómica , capítulo 10 y 11.
Aplicaciones y usos de las tablas insumo producto de Paraguay: propuestas de modelos
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CONCLUSIONES De acuerdo a lo desarrollado en las secciones anteriores, en torno a los modelos básicos multisectoriales, el esfuerzo de recopilación, consistencia y procesamiento de información que el BCP viene ejecutado para la construcción de las Tablas Insumo Producto de 1994 podría tener una utilización de tipo analítico casi de manera inmediata, no solo en términos de la jerarquización de las actividades económicas y la determinación de sectores claves, sino también de simulación macroeconómica. Las aperturas consideradas en dichas tablas (tomando criterios de origen, valoración y tipo de constitución de las empresas), así como los niveles de desagregación de las actividades y productos de las mismas, facilitan la construcción de un amplio espectro de procedimientos y modelos de análisis, mucho más grandes, detallada y estilizadas a las planteadas en el presente documento. Los llamados Modelos de Equilibrio General, que han sido construidos en
muchos países industrializados y en vías de desarrollo22 , podrían desarrollarse y aplicarse para el caso paraguayo dada la información existente. Este tipo de modelos, necesariamente requieren de la construcción de las denominadas Matrices de Contabilidad Social, las mismas que necesitan, además de la información de las Tablas Insumo Producto, de otras fuentes, también de carácter multisectorial. Otra posibilidad, no delineada en el presente documento, es la agregación de una dimensión multisectorial que puede hacerse a los modelos macroeconométricos de análisis y proyección. Existen algunas experiencias que con alguna dedicación podría replicarse para el caso paraguayo23 . Finalmente, cabe señalar que es recomendable hacer ejemplos numéricos con Tablas Insumo Producto reducidas con un doble propósito: verificar los modelos planteados y luego automatizar los procedimientos de cálculo.
22 En la página de SAGE (Studies using Applied General Equilibrium models), http://www. sage.ecn.ulaval.ca/, alrededor de 600 resúmenes de investigaciones que han aplicado este tipo de modelos. 23 Montemayor, R. y Ramirez, J. El uso del análisis de insumo producto en un modelo econométrico de la economía mexicana , El Colegio de México, Demografía y Economía, Vol. 9, Nº 3, 1975.
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BIBLIOGRAFIA CONSULTADA Bernal, A. y Bernal, L. Elementos macroeconómicos de un modelo de economía solidaria , CELATET Bulmer-Thomas, V. Input-output analysis in developing countries. Sources, methods and applications , Jhon Wiley & Sons Ltd., 1982 Chossudovsky, M. Análisis de Insumo producto , CISEPA, Serie de Ensayos teóricos Nº 3, PUCP, septiembre de 1994.
Robles, M. Notas sobre la determinación del Núcleo , (mimeo) y Revisión del marco metodológico del documento sobre Núcleos (mimeo), CEDEP, 1992. Robles, M. Estabilización y Costo Social , Universidad Nacional Agraria, Serie Avance de Investigación Nº 6, cap. III, Diciembre de 1991
Kozikowski, Z. Técnicas de Planificación Macroeconómica .
Sarma, A. Y Ram, K. Income, output and employment linkages and import intensities of manufacturing industries in India , The Journal of Development Studies, vol. 25, Nº 2, 1989
Montemayor, R. y Ramírez, J. El uso del análisis de insumo producto en un modelo econométrico de la economía mexicana , El Colegio de México, Demografía y Economía, Vol. 9, Nº 3, 1975
Schultz, S. Approaches to identifying key sector empirically by means of input-output analysis , The Journal of Development Studies, vol. 14, Nº 1, 1977
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
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Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay Fernando Masi
INTRODUCCIÓN En la presente investigación se intenta abordar el fenómeno del sector informal urbano en el Paraguay y su caracterización dentro de lo que se ha dado en llamar el empleo precario en América Latina. Las sucesivas encuestas de hogares, practicadas a partir de 1996 en el país, arrojan cifras que muestran un aumento significativo del desempleo abierto, del desempleo oculto y del subempleo para finales de los años noventa. Este deterioro de las condiciones de vida, como consecuencia de la disminución de las oportunidades de empleo, no coincide con un proceso de ajustes y reformas estructurales ni con un proceso de modernización del sector industrial, como ha sido el caso en otros países de la región, donde los resultados se han traducido en una recuperación del crecimiento económico, pero acompañado de un aumento de los niveles de desempleo y subempleo. El deterioro de las condiciones del empleo en el Paraguay ha sido más bien coincidente con una ausencia de reformas en el país y con un proceso acelerado de estancamiento y posterior recesión económica.
A pesar que las causas explicativas de la emergencia del sector informal en el Paraguay difieren de la de los otros países de la región, varias de las características de este sector informal en el Paraguay se muestran comunes al resto de América Latina, principalmente en lo relativo a la inseguridad e incertidumbre del empleo, los niveles salariales bajos, y el sector como fuente de generación de empleo en áreas urbanas. Los informales en el Paraguay son mayormente cuentapropistas no profesionales y empleados de micro-empresarios, ocupados en actividades como el comercio y servicios, ubicados en las zonas de mayores concentraciones urbanas, con niveles de educación primaria, con niveles salariales iguales o menores que el mínimo, y con una distribución de los ingresos menos desigual que la población ocupada en el sector rural y en el sector formal urbano. En la primera sección de este trabajo se hace una revisión de la literatura sobre la economía informal y se discuten las diversas concepciones sobre el
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empleo informal en los países desarrollados y en vías de desarrollo. Se pasa luego - en la segunda sección - a conocer la evolución del empleo informal en América Latina en los años ochenta y noventa y la incidencia de la recuperación del crecimiento económico y de las reformas estructurales sobre el empleo. En la tercera sección, se estudia en detalle al sector informal paraguayo en términos de su procedencia (migraciones) y ubicación laboral, los niveles educativos, grados de pobreza, niveles salariales, distribución y determinantes de la distribución de los ingresos, con un esfuerzo de comparación con el sector rural y con el formal urbano; para luego concluir con una síntesis de los hallazgos de la investigación y las recomendaciones de políticas.
EL SECTOR INFORMAL: PORQUE Y CÓMO La emergencia del sector informal en las economías de países en desarrollo no es un fenómeno reciente. En los países latinoamericanos en particular, el sector informal surge con el proceso de industrialización de los 60 y los 70 y coexiste con este proceso de industrialización que no muestra un dinamismo similar al de los países desarrollados para la absorción de mano de obra disponible, sobre todo aquella proveniente del sector rural. De acuerdo a un estudio de PREALC, la proporción de la mano de obra informal sobre el total de la población económica-
mente activa de los países grandes y medianos de la región, solo se reduce de 46 a 42% entre 1950 y 19801. En otro estudio que compara el comportamiento de los autoempleados o cuenta-propistas en los periodos de industrialización de países latinoamericanos, y en sectores urbanos, Tokman demuestra que la proporción de los mismos aumenta de 27 a 28% entre 1950 y 19802. En otras palabras, el fenómeno de la informalidad, sea esta entendida como presente en todos los sectores de actividad económica o solo en aquellas de carácter urbano, se ha mantenido en niveles más o menos elevados, pero sin alteraciones en América Latina, desde la segunda mitad del siglo XX hasta los años ochenta. En los países desarrollados, el proceso de industrialización y modernización ha llevado a una rápida formalización de sus economías, o lo que es lo mismo a la reducción de las actividades informales a su mínima expresión. Sin embargo, luego de las sucesivas crisis petroleras de los años 70, el sector informal vuelve a incrementarse en las economías del norte y actúa como presión hacia una flexibilización del mercado laboral y a una mayor competitividad de las empresas. En el caso latinoamericano, la crisis económica de los años ochenta a la cual sucede la implementación de programas de ajuste y estabilidad y una creciente tecnologización del sector industrial, provoca un aumento importante de las actividades informales urbanas en la década del noventa.
PREALC (1982) Mercado de Trabajo en Cifras, 1950-1980. OIT, Santiago de Chile. Por mano de obra informal, se entiende en este estudio, a los trabajadores familiares no remunerados (agricultura campesina), empleados domésticos y a los cuentapropistas o auto-empleados, menos los profesionales. 2 Tokman, V. (1982). "Unequal Development and the Absorption of Labor". CEPAL Review 17. 1
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Entre aquellos autores que han tratado de interpretar el fenómeno del sector informal a través de observaciones en países desarrollados y países en desarrollo, no necesariamente existen coincidencias en los esfuerzos de conceptualización del fenómeno, como tampoco sobre el origen del surgimiento de un mayor dinamismo del sector informal durante las dos últimas décadas. Manuel Castells y Alejandro Portes definen a la economía informal como fuera de la orbita de la pobreza, considerando que esta última es un problema de distribución de recursos, mientras que la informalidad es una forma de relación de producción. Así, la economía informal, según estos autores, no se vincula solamente a tipos de actividades laborales de sobrevivencia, sino principalmente a actividades económicas no reguladas que pueden derivar incluso en ingresos superiores a los obtenidos en la economía formal3. Admiten estos autores que aunque la mayor parte de las personas que participan de actividades económicas informales se encuentran en estratos pobres, especialmente en los países en desarrollo, el fenómeno de la informalidad es horizontal y abarca a todos los sectores de la estructura social de los países. Y que al mismo tiempo existen evidencias claras de una sistemática vinculación entre los sectores formales e informales como un medio de incrementar las ganancias y los ingresos, y no precisamente de sobrevivencia. De acuerdo a Castells y Portes varias son las causas que explican el ori-
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gen de las actividades informales. En primer lugar un rechazo de las empresas, y de un segmento importante de empleados y obreros, hacia los poderes sindicales que contribuyen a la rigidez laboral. En segundo lugar, una reacción igualmente adversa a las regulaciones estatales impositivas y de seguridad social. En tercer lugar, la competencia internacional que afecta a las industrias intensivas en mano de obra tanto en los países desarrollados como en desarrollo, dados los altos costos de esta mano de obra en los sectores de actividad económica formal. Y finalmente la década perdida, de los ochenta, en América Latina. Los efectos de la informalización pueden observarse en los crecientes niveles de subcontratación de mano de obra por parte de las empresas formales. Esta subcontratación se realiza sin obligaciones de coberturas legales como salario mínimo, seguridad social, vacaciones, bonificaciones, etc. Igualmente, las subcontrataciones no solamente son de mano de obra en forma individual, sino de pequeñas empresas o microempresas que han proliferado en el sector informal. Las microempresas, en opinión de estos autores, son las modalidades más apropiadas para la generación de empleos temporales y para esconder fuentes de ingresos, reduciendo, por lo tanto la carga fiscal sobre el sector privado formal.
3 M.Castells and A. Portes. "World Underneath. The origin, dynamics and effects of the Informal Economy". In: A. Portes, M. Castells and L. Benton (eds.) The Informal Economy. Studies in Advanced and Less Developed Countries. The Johns Hopkins University Press. Baltimore, 1989, p.12.
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En síntesis, para Castells y Portes, la economía informal es el resultado de un esfuerzo sistemático de las empresas del sector formal por evadir o desvincularse de la tarea legal de protección laboral, mediante la modalidad de subcon-tratación de mano de obra carente de los beneficios de trabajo formales, con el objeto de reducir sustancialmente costos laborales y hacer frente a una encarnizada competencia global. En este sentido, la actividad informal es funcional y es parte importante de la nueva forma de producir ganancias por parte de la economía formal. Otro autor, William Maloney, considera que la conceptualización de informalidad de Castells y Portes es compartida por la mayor parte de la literatura escrita sobre el tema, y que lleva a caracterizar el mercado laboral como dualista. Es decir, por un lado se encuentran los trabajadores formales, protegidos por la legislación pertinente y por los beneficios de la seguridad social y de salarios altos; mientras que por el otro se encuentran aquellos trabajadores que al no poder acceder al mercado laboral formal, echan mano a la mejor alternativa, cual es la actividad en el sector informal, ya sea como microempresario o como autoemplea-do, mientras esperan una mejor oportunidad para acceder finalmente al sector formal. Para Maloney, esta caracterización dualista del mercado laboral es conceptualmente inapropiada. De acuerdo a las investigaciones de este autor, existen dos factores que desalientan a las personas la búsqueda de un trabajo asalariado formal. Primeramen-
te, la preferencia a evitar el pago de altos costos que trae aparejada la protección laboral. Y en segundo lugar, que en el sector informal, las posibilidades de entrenamiento y capacitación para ciertos segmentos de trabajadores son mayores que las existentes en el trabajo asalariado formal. Así, Maloney afirma que aún cuando exista una heterogeneidad significativa de modalidades de trabajo informal, son tres las que más se destacan: i) el autoempleo a través de microempresas con o sin empleados y en donde los principales incentivos están dados por el deseo de evitar altos impuestos laborales, como por desarrollar una microempresa capaz de generar mayores ingresos que aquellos recibidos siendo un empleado laboral formal; la mayor parte de estos autoempleados lo conforman los sectores asalariados formales con mayor educación y con mayores niveles de productividad, y que deciden retirarse del mercado formal, ii) el trabajo asalariado informal o aquellos que son empleados por microempresas del sector informal y que no gozan ni de los beneficios de la protección laboral formal, ni de los beneficios de mayores ingresos generados en el autoempleo; y ii) el trabajo informal por contrato a través del cual no se recibe un salario regular de empresas del sector formal, sino que las actividades laborales se realizan por diversos tipos de pagos como comisiones, precios fijos por productos, etc. ; esta última modalidad coincide con la definición de informalidad de Castells y Portes y se trataría de actividades laborales con menores beneficios que en el sector formal, menores salarios, y condiciones de trabajo menos favorables (Maloney 1999a).
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Contrariamente a lo afirmado por Castells y Portes, Maloney señala que existe una alta movilidad de trabajadores entre los sectores formal e informal de la economía de los países en desarrollo, principalmente; y que la decisión de integrar el mercado laboral informal puede ser tanto voluntaria como involuntaria. Sin embargo, afirma este autor, que estudios recientes en países en desarrollo demuestran un crecimiento importante del empleo voluntario en el sector informal, especialmente como microempresarios, y que solamente una fracción pequeña de la fuerza laboral se encuentra involuntariamente en el mercado laboral informal, y por lo tanto relacionada a niveles de pobreza y desigualdad (Maloney 1999b). Por lo tanto, este autor descarta que sean las regulaciones gubernamentales y las regulaciones sindicales las que determinen rigideces en el mercado laboral, elevando los salarios más allá de los niveles de clearing del mercado. Argumenta, en cambio que ante la ausencia de un funcionamiento adecuado del mercado financiero y ante la falta de sistemas educacionales eficientes, muchos trabajadores deciden emplearse en el sector formal, como un conducto para acumular capital humano y financiero, y luego retirarse de este tipo de empleo para abrir sus propios negocios en el sector informal. Al mismo tiempo, argumenta, que convirtiéndose el autoempleo en una actividad atractiva y lucrativa, ello obliga a las empresas del sector formal a ofrecer salarios por encima de los vigentes en el mercado, como una forma de volver a atraer a esas personas autoempleadas (Maloney 1999b).
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En conclusión, el sector informal no es el resultado de un mercado laboral dual que crea un segmento asalariado con desventajas frente al asalariado formal, dada la necesidad de reducir costos laborales, sino del deseo de muchos asalariados de convertirse en autoempleados o microempresarios con expectativas de mayores ingresos que los niveles salariales formales. Aún cuando las desventajas de las diversas modalidades de trabajo informal , expresadas en niveles inferiores de seguridad social, derechos laborales y remuneraciones, pueden ser compensadas por ingresos mayores que en el sector formal, la modalidad predominante de trabajo informal en América Latina no parece ser la que reúne estas características. Es decir que el empleo informal en América Latina se encuentra más asociado al concepto de empleo precario, entendiéndose este como aquel donde prima la incertidumbre, la inseguridad y los bajos ingresos. Además, como ya se ha visto, el crecimiento del sector informal en América Latina, en las dos últimas décadas responde casi exclusivamente a un aumento del desempleo y del subempleo como consecuencia de la reducción laboral en los sectores gubernamentales (medidas de ajuste y privatizaciones) y del mayor uso intensivo de capital en las empresas industriales y de servicios. Por lo tanto, en primer lugar, el fenómeno de la subcontratación en el sector informal para reducir costos laborales de empresas formales no aparece como un fenómeno extendido en la informalización de las economías latinoamericanas. Del mismo modo, el retiro voluntario del sector formal para constituirse en
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microempresario del sector informal, tampoco se muestra como la modalidad dominante del empleo informal. Es el subempleo en América Latina, aquel que más se ha identificado con las modalidades atípicas de trabajo y por lo tanto con el sector informal en aumento durante los años noventa. Este subempleo se ha caracterizado por su carácter no permanente e incierto, por contrataciones y subcontrataciones flexibles y por jornadas de trabajo más prolongadas. Es decir, por trabajos de corta duración, de baja productividad, de remuneraciones reducidas y con pérdida de la protección laboral. Todas las características mencionadas se asocian al concepto de empleo precario. De acuerdo a la definición de la Organización Internacional del Trabajo, por precariedad se entiende la relación laboral donde se encuentra ausente la seguridad de empleo, uno de los elementos principales del contrato de trabajo (OIT, 1998). Pablo Guerra afirma que "...un empleo se determina como precario de acuerdo a tres factores: perspectiva de la inseguridad, perspectiva de la inestabilidad, y perspectiva de la insuficiencia"4. Otro autor, Gerry Rodgers, define al empleo precario a partir de cuatro características: i) empleo con tiempo reducido o con gran riesgo de pérdida; ii) pocas posibilidades de control del empleo por parte de los trabajadores; iii) ausencia de cobertura de seguridad social; y iv) generador de bajos ingresos y de pobreza (Rodgers, 1989).
El empleo precario en América Latina, generado a partir del incremento de los niveles de desempleo y subempleo en las últimas dos décadas se manifiesta en diversas modalidades como trabajadores permanentes sin contrato, aquellos permanentes con contrato pero sin protección social, servicios domésticos permanentes o no permanentes, trabajadores por cuenta propia no profesionales que ganan menos de un salario mínimo, etc. Pero cualquiera sea la modalidad adoptada, el aumento de la informalidad en América Latina no se ajusta necesariamente a las tendencias u orígenes de la informalidad en los países desarrollados a partir de la década del setenta, aún cuando el reemplazo de mano de obra por capital y la reducción de los costos laborales se hayan constituido en denominadores comunes en ambos lugares. A su vez, el grado de voluntariedad del autoempleo, ya sea como microempresa o cualquier tipo de cuentapropismo, es posible observar solo en determinados países o en determinado tipo de actividades. En todo caso y ante la gravedad de la situación del empleo en América Latina, se han ensayado diversos tipos de ayuda y capacitación para la formación de microempresas como proveedoras de insumos a las empresas formales o de productos terminados a segmentos de los mercados locales. Es decir se ha alentado a la formación de diversos tipos de autoempleo, antes que la generación de los mismos haya provenido necesariamente del retiro voluntario de obreros especializados del sector formal.
Pablo Guerra. "La precarización del empleo y un intento de operacionalización; en: El empleo precario y el empleo atípico: revisión bibliográfica y propuestas para el debate. Documento de Trabajo, No. 105, PET. Santiago de Chile. 4
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
AMÉRICA LATINA: EVOLUCIÓN DEL EMPLEO FORMAL E INFORMAL
En la década del noventa varios han sido los indicadores que han demostrado un deterioro de la situación del empleo en América Latina, y por lo tanto un aumento del empleo precario o informal. En primer lugar, una comparación entre el crecimiento anual del empleo y de la fuerza laboral (tanto en el sector formal e informal), arroja resultados negativos para la absorción de la mano de obra existente en el mercado. Así, mientras el crecimiento promedio anual del empleo para América Latina entre 1990 y 1997 era de 2.9%, el crecimiento promedio anual de la fuerza laboral o población económicamente activa era de 3.1%. Para 1998, solamente, la relación entre creación de empleo y oferta de mano de obra era de 2.6 a 3.2%, manifestando así la severidad del problema laboral. Esta relación entre creación de empleo y absorción de mano de obra en los noventa se enmarca dentro de un crecimiento económico aceptable hasta 1997, para luego iniciar un declive a partir de 1998. Tabla I: América Latina: Crecimiento Económico y del Empleo (Promedios anuales) 1990-97 Variación del PIB Variación de la PEA Variación del Empleo Fuente: OIT
3.5 3.1 2.9
1998 2.6 3.2 2.6
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Las cifras del desempleo abierto para América Latina también se convierten en un indicador relevante del deterioro laboral. El desempleo abierto se asocia comúnmente al número de trabajadores despedidos del sector formal urbano. Como promedio, este desempleo abierto se ubicaba en un 8.3% para 1985, para luego reducirse a 5.7% para 1990, y volver a aumentar a 8.5% para 19985. El desempleo abierto ha sido acompañado por el crecimiento del subempleo o empleo precario gestado en el sector informal. De acuerdo a cifras de la OIT, el sector informal urbano o no agrícola constituía el 51.6% del empleo urbano total en América Latina, incrementándose esta proporción al 59% para 1998. En términos de creación de empleo y siempre siguiendo a la OIT, el sector informal se ha convertido en la fuente principal durante los años 90, estimándose que entre 1990 y 1998, 88 de cada 100 nuevos puestos de trabajo se habían originado en el sector informal (cuentapropistas no profesionales, servicio doméstico y microempresas). Así, entre 1990 y 1997, la participación del cuentapropismo se incrementa del 24.7 al 27.2, mientras que la participación de las microempresas aumenta del 20.2 al 23% y la del servicio doméstico de 6.7 a 7.6%. En el caso del sector formal, la participación de los empleados públicos decrece del 15.3 al 13%, mientras que también disminuye la participación laboral en las medianas y grandes empresas ( Ver Tabla II). En términos de la variación en la generación de empleos en el sector informal, las
5 Cifras del Banco Mundial y de la OIT en: J. Luis Guasch. Labor Market Reform and Job Creation. The Unfinished Agenda in Latin American and Caribbean Countries. The World Bank, Washington D.C., 1999.
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microempresas son aquellas que más crecimiento han experimentado, convirtiéndose así en las principales creadoras de empleo en este sector6. Las reformas económicas y las políticas de ajuste puestas en marcha en América Latina a partir de los ochenta, fueron pensadas como orientadas a reforzar el mercado como mejor asignador de recursos, eliminando las distorsiones en la demanda laboral, provocando mayores inversiones y exportaciones, como una productividad creciente y mejoras salariales, obteniendo, sin embargo, en los primeros años resultados negativos en cuanto a la creación de empleo, especialmente en aquellos sectores no competitivos. De todas maneras, para finales de la década del noventa, los efectos favorables de las
reformas sobre el mercado laboral todavía se hacían esperar y ni siquiera un crecimiento mayor del PIB en esa misma década era capaz de generar un crecimiento del empleo similar a los niveles obtenidos con anterioridad a los ochenta. Un estudio reciente sobre los impactos de la reforma económica en América Latina demuestra que: i) el patrón inestable de crecimiento económico de los noventa ha sido una de las principales causas de restricciones en la creación de empleo; y que ii) aún cuando el paquete de reformas implementado en la región hubiera influido positivamente sobre los niveles de crecimiento de las economías, el efecto directo sobre el crecimiento del empleo fue definitivamente negativo7.
TABLA II. América Latina: Evolución del Empleo Urbano SECTOR INFORMAL Años
Total
Cuentapropistas
Serv. doméstico
Microempresas
Total
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
51,6 52,4 53,0 53,9 54,9 56,1 57,4 57,7
24,7 25,0 25,6 25,3 25,8 26,5 27,2 27,1
6,7 6,7 6,7 7,1 7,0 7,1 7,1 7,6
20,2 20,7 20,8 21,6 22,1 22,5 23,1 23,0
48,4 47,6 47,0 46,1 45,1 43,9 42,6 42,3
SECTOR FORMAL Empresas Sector Medianas Público y Grandes 15,3 15,2 14,6 13,7 13,3 13,2 13,0 13,0
33,0 32,5 32,3 32,4 31,8 30,8 29,6 29,3
Fuente: OIT. El incremento anual de puestos de trabajo en las microempresas ha sido de 5.5% anual promedio para el período 1990-95 y de 4.5% solamente para el año 1998. Ver: ILO: "labor Overview. Latin American and the Caribbean. Santiago de Chile. 7 B. Stallings, W. Peres. Growth, Unemployment, and Equity: The Impact of Economic Reforms in Latin American and the Caribbean. ECLAC, 280000. 6
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Otro estudio, también reciente, de la CEPAL8, caracteriza a la creación de empleo en los noventa como poco influenciado por la recuperación económica de esa misma década, y por la reformas implementadas. En primer lugar, afirman los autores de este estudio, que mientras en los ochenta un crecimiento del 1% del PIB provocaba una reducción del desempleo abierto, este crecimiento debía ser del 4% en los noventa para lograr un resultado similar. Es decir que se ha elevado el nivel a través del cual el crecimiento del PIB provoca un aumento del empleo. En segundo lugar, los nuevos puestos de trabajo han sido creados mayormente en el sector informal, como labores a tiempo parcial no voluntario, caracterizado por ingresos inferiores, baja calidad y baja productividad. En tercer lugar, se ha ensanchado la brecha entre mano de obra altamente calificada y menos calificada. Esta ha sido una de las consecuencias de las reformas económicas emprendidas que, hasta finales de la década del noventa no se traducía en una mayor demanda de la mano de obra no calificada, como se asumía en el Consenso de Washington. En conclusión, se demuestra que en América Latina, en los noventa, el subempleo ha sido la principal fuente de creación de trabajo, sea en la forma de cuentapropismo, servicio doméstico o microempresas; que el mismo ha traído aparejado el deterioro de los salarios y los ingresos y ha aumen-
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tado la brecha de la desigualdad; y que el crecimiento económico de la misma década no ha sido suficiente para aumentar las oportunidades de empleo en el sector formal, mejor remunerado y con protección laboral.
EL SECTOR INFORMAL EN EL PARAGUAY El aumento del desempleo y del empleo precario ha sido, asimismo, una realidad en el Paraguay desde finales de los años ochenta. Sin embargo, es recién la Encuesta de Hogares 1997/98 la primera a través de la cual se logra obtener cifras aproximadamente reales a la situación del desempleo y el subempleo en el Paraguay. Así, se estimaba, en esa encuesta, un desempleo abierto (desempleados del sector formal) del orden del 5.4% y un desempleo oculto9 equivalente al 9.5% de la población económicamente activa (PEA)10. En esa misma encuesta se determinaba el número de personas subempleadas11, en un total de 19%. De acuerdo a la última encuesta de hogares (2000/2001), el desempleo abierto se reduce al 7.6%, mientras que el desempleo oculto también disminuye al 8%, mientras que aumenta el subempleo al 22%. Es en esta última categoría de empleo donde se identifica al sector informal laboral, el cual, como se ha visto, se ha mantenido en un quinto o más de la PEA, en los últimos tres años.
8 T. Altenburg, R. Qualmann, J. Weller. "Modernización Económica y empleo en América Latina. Propuestas para un desarrollo incluyente". Serie Macroeconomía del Desarrollo No. 2. CEPAL. Santiago de Chile, Marzo 2001. 9 Personas que no buscan empleo pera están dispuestas a trabajar si se les ofreciera empleo. 10 Estrictamente de la PEA más los desempleados ocultos 11 Personas que trabajan menos de 30 horas semanales en su ocupación principal, o que ganan menos del salario mínimo.
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Antes de continuar con el análisis es preciso ensayar una definición de lo que en este estudio será entendido como sector informal urbano. De acuerdo a la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC), el sector informal está compuesto de los trabajadores por cuenta propia, los empleadores de unidades empresariales que cuentan con cinco o menos personas, los empleados de esas unidades y los trabajadores familiares no remunerados. En este estudio, se agregará al servicio doméstico como parte del sector informal urbano; a los empleadores se los denominará microempresarios, y a los empleados de los mismos como dependientes.
versificación de otros cultivos para la pequeña y mediana producción, aumento de los cultivos extensivos, coincidente con un aumento importante de las actividades de comercio informal en el país - como resultado de un mayor dinamismo del comercio de importación y reexportación (mayormente ilegal). En este escenario, se debería observar, entonces, una importante migración rural-urbana. SECTOR INFORMAL Y MIGRACIONES
Contrariamente a la mayoría de los países de la región, las causas del deterioro del empleo y el aumento del empleo informal en el Paraguay no debe buscarse en el achicamiento del estado ni en un proceso de industrialización acelerada - y por lo tanto de tecnologización - del país. Es decir, no ha habido un proceso de expulsión de mano de obra del sector público en el Paraguay en los años 90, sino un aumento del empleo público. Por otro lado, tampoco se han instalado industrias con uso intensivo de capital. Es mas, la participación del sector industrial en el PIB se ha reducido de un histórico 16% a un 13% en el año 2000.
De acuerdo al Censo Nacional de 1992, casi la mitad de la población paraguaya (48%) residía en áreas rurales. Diez años antes, el 57% de la población paraguaya habitaba en áreas rurales, y este porcentaje era aún mayor en 1972 (63%). Los datos de la última encuesta de hogares (2000/2001) muestran que el 46% de los habitantes del país, se encontraban en áreas rurales. Es decir, que en 20 años, la población rural del Paraguay se redujo en un 11% , y en los últimos nueve años, solo en un 2%. Con lo que es posible concluir, provisoriamente, que si alguna incidencia ha tenido la migración rural-urbana en la formación y crecimiento del sector informal urbano en el Paraguay, la misma se ha manifestado principalmente en la década del ochenta.
Por lo tanto, cabe preguntarse si la acumulación del 20% de la PEA en el sector informal tiene como origen el deterioro de los niveles de ingresos en el área rural, como consecuencia, por ejemplo de una drástica disminución del cultivo del algodón (intensiva en mano de obra campesina), falta de di-
Según la Encuesta de Hogares 1997/ 98, la proporción de habitantes del país que ha sido parte de un movimiento migratorio interno desde 1992/93, se ubica en el 21%. Al mismo tiempo y según la misma fuente, esta es la misma proporción de migración dentro de la población identificada como informal urbana (Grá-
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ficos 1 y 2). Es decir que solamente un quinto de la población informal urbana ha sufrido un movimiento migratorio, en el período mencionado. Aún cuando en el Censo de 1992 se observa una menor participación de la población rural (48%) frente a la población urbana del país (52%), esta clasificación puede resultar muy simple. Es decir, que lo único que puede estar detectando son concentraciones grandes o pequeñas de poblaciones en áreas consideradas urbanas y dispersión de población en áreas consideradas, en consecuencia, rurales. Si se observa con más detenimiento a las principales concentraciones urbanas del Paraguay - de acuerdo al Censo del 92 y a la Encuesta de Hogares 97/98 - resulta que las mismas se hallan localizadas en Asunción, el Departamento Central12, Caaguazú y
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Coronel Oviedo en el Departamento de Caaguazú, Ciudad del Este, Pto. Franco y Hernandarias en el Departamento de Alto Paraná, Encarnación y otras ciudades vecinas en el Departamento de Itapúa13. En el caso del Departamento de San Pedro, tradicionalmente rural, se observa una acumulación interesante de población - entre comienzos y fines de la década del noventa - en el distrito de San Estanislao. A los efectos de este estudio, y específicamente en lo relativo a migraciones de población dentro del país, se consideraran urbanos solamente a aquellos distritos que - en la dimensión paraguaya - son altamente urbanizados y que son los ya mencionados anteriormente. El resto del país será considerado como rural, aún cuando en el mismo se encuentre cabeceras departamenta-
GRAFICO 1: Población en Paraguay según condición de migración. NO MIGRANTE 79%
MIGRANTE 21%
Fuente: DGEEC, Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
GRAFICO 2: Población en el Sector Informal Urbano según condicion de migración SEGÚN CONDICION DE MIGRACION NO MIGRANTE 80%
MIGRANTE 20%
Fuente: DGEEC, Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 12 Capiatá, Fernando de la Mora, Itá, San Lorenzo, Lambaré, Luque, Itauguá, Villa Elisa, Ñemby, Mariano Roque Alonso y Limpio 13 Cualquier inferencia estadística obtenida con las Encuestas de Hogares a niveles geográficamente más desagregados que los departamentos más grandes del país (Central, San Pedro, Itapúa, Alto Paraná, Caaguazú y Asunción) debería tomarse con cuidado y las reservas necesarias dado el tamaño y diseño muestral que ellas tienen.
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les o distritos con cierta concentración importante de población, pero que actúan más como pequeños, medianos o grandes pueblos rurales, antes que como ciudades propiamente dichas. En este sentido, las observaciones migratorias de la encuesta de Hogares 1997/98 señalan que del total de la población que se ha desplazado de un área geográfica a otra, a partir de 1992-93, 41% pertenece a áreas urbanizadas, mientras que el 59% se desplaza desde áreas menos urbanizadas o rurales. Es notable observar que entre los migrantes que provienen de áreas urbanizadas, el destino de los mismos, en un 84% son nuevamente áreas urbanas, concentradas en el Departamento Central (50%) y en las áreas urbanas del Departamento de Alto Paraná (19%), y en menor medida en Asunción, y en las áreas urbanas del Departamento de Itapúa. Las migraciones hacia el Departamento Central corresponden a habitantes de Asunción en la mitad de los casos, y a habitantes de distritos muy poblados del propio Departamento Central como Fernando de la Mora y San Lorenzo. Las migraciones hacia las zonas urbanas de Alto Paraná (principalmente Ciudad del Este), provienen de Asunción, Caaguazú, Encarnación y de la ciudad vecina de Pte. Franco. La migración urbana-urbana en el período 1992/93-97/98 muestra dos características importantes. En primer lugar, el creciente nivel de urbanización del Departamento Central. En segundo lugar, la atracción que sigue ejerciendo Ciudad del Este para centros urbanos de menor caudal poblacional. 14
El cálculo es sobre la PEA.
La migración rural en el período estudiado se distribuye mayoritaria y equitativamente -en términos de destino - entre los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Itapúa, Alto Paraná y Central. Estos departamentos se han constituido en el receptáculo del 70% de la migración rural en el período estudiado en la década del noventa. No es difícil concluir que la concentración de esta migración rural ha tenido lugar en aquellos distritos de los departamentos mencionados, que son los que mayor grado de urbanización han experimentado en la década del noventa. Dentro del sector migrante informal14, un 48.6% ha tenido como origen a zonas urbanas, y un 51.4% a zonas rurales. Entre los migrantes del sector informal de zonas urbanas, el destino mayor de esta concentración es el Departamento Central, seguido por Asunción, Alto Paraná e Itapúa, en ese orden (Gráfico 3). Prácticamente la mitad de la población informal migrante de zonas urbanas hacia el Departamento Central ha provenido de Asunción; un tercio proviene del propio movimiento migratorio dentro del Departamento Central, destacándose un 10% proveniente de la Argentina. La migración informal a Asunción, en el período estudiado, ha tenido su origen mayoritario en zonas urbanas del Departamento Central, y en menor medida de la Argentina y de zonas urbanas de otros departamentos. El origen migratorio urbano de los informales en Itapúa ha sido esencialmente Asunción, mientras que este mismo
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
origen en el Alto Paraná se distribuye entre Encarnación, Caaguazú, Pte. Franco, Pedro Juan Caballero (Amambay), y una proporción importante de informales de la Argentina y el Brasil. En definitiva, la migración informal de origen urbano, en el período 199398, ha mostrado, en primer lugar un dinamismo de desplazamiento entre Asunción y distritos urbanos del Departamento Central, en busca de mejores oportunidades de trabajo, dinamismo que se desplaza hasta el sur del país (Encarnación). En segundo lugar, ha demostrado que el otro polo más importante de concentración urbana (Ciudad del
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Este), se nutre de informales de zonas urbanas contiguas, y de fuera del país. Al igual que en el caso de la población migrante total originada en zonas rurales, los informales que han migrado desde zonas rurales, distribuyen sus destinos en forma más o menos equitativa entre el Departamento Central (30%), Asunción (17%), el Departamento de Alto Paraná (16%), de Caaguazú (11%) y de Itapúa (10%) (Gráfico 4). En otras palabras, el 84% de los informales que migraron desde zonas rurales, lo han hecho hacia los distritos más urbanizados del país.
GRÁFICO 3: Destino de la Población Migrante Informal desde Zonas Urbanas: 1993-98 10% RESTO
23% ASUNCI” N 5% ITAPUA
47% CENTRAL
15% ALTO PARANA
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
GRÁFICO 4: Destino de la Población Migrante Informal desde Zonas Rurales 1993-98 11% CAAGUAZU 16% RESTO
30% CENTRAL
17% ASUNCI” N 10% ITAPUA 16% ALTO PARANA
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
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Los resultados del Censo 1992 y de la Encuesta de Hogares 1997/98, en cuanto a desplazamiento de población y mano de obra, demuestran, en primer lugar que la mayoría de los empleados (o subempleados) en el sector informal urbano se han mantenido en sus mismos lugares de residencia y trabajo; y que probablemente el número de informales ha aumentado en un período de cinco años (no existen datos comparativos para informales en 1992). Sin embargo, este probable aumento no ha sido necesariamente provocado por una masiva migración rural-urbana. De hecho, solamente el 20% del sector informal sufre un proceso migratorio, y la mitad de este proceso, ha sido un reacomodo entre zonas urbanas, en última instancia un desplazamiento de zonas menos urbanizadas a zonas más urbanizadas. Solamente un 10% de la población informal en 1998 es migrante de áreas rurales a áreas urbanas. De estos resultados se pueden extraer dos conclusiones, que pueden ser consideradas complementarias. La primera es que una migración rural-urbana más relevante pudo haber tenido lugar en la década del ochenta hasta principios de los noventa, y que esta migración haya incidido de forma determinante en la formación del sector informal urbano. La segunda es que el grado de natalidad de los sectores urbanos haya sido más alto que el promedio nacional en los años noventa, lo que habría provocado un aumento de la oferta de trabajo tal imposible de ser absorbida por una economía de base agraria y dedicada al comercio de reexportación, con lo que habría aumentado el subempleo o empleo in-
formal. De todos modos resulta más que curioso que cerca de un tercio de la PEA nacional y cerca de la mitad de la PEA urbana - como se verá más adelante - consista en empleo informal y que el origen del mismo no pueda determinarse, en forma certera, como proveniente de un deterioro del sector rural paraguayo, ante la falta de un proceso sostenido de industrialización y tecnologización del país, un estado que emplea a una proporción baja de la PEA (10%), y un sector comercial con limitaciones en la absorción de la oferta de trabajo.
SECTOR INFORMAL: DONDE ESTÁN Y QUIENES SON De acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares de 1999, el sector informal constituye el 27% de la PEA total del país, y el 48% de la PEA urbana del país, lo que equivale a 642.204 personas. Teniendo en cuenta las mayores concentraciones urbanas del país, los informales suman el 39% de la PEA de Asunción, el 45% de la PEA del Departamento Central, el 19% de la PEA urbana del Departamento de Itapúa y el 30% de la PEA urbana de Alto Paraná (Tabla III). La PEA urbana de Asunción y de los departamentos citados constituyen el 76% del total de la PEA urbana del país, y el sector informal en las mismas áreas geográficas suman el 71% del total informal del país. El 29% restante informal se aglomera en los sectores medianamente urbanizados de los demás departamentos del país, tradicionalmente rurales.
45
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Un 44% de los ocupados en el sector informal urbano, o subempleados, son cuentapropistas (ocupación individual), seguido de un 26% que se emplean como dependientes de microempresarios y un 17% que constituye el servicio doméstico. El sector minoritario corresponde a los microempresarios (7%). En otras palabras, un 70% de la población informal está concentrada en el cuentrapropismo y como empleados de microempresarios (Gráfico 5). La proporción de participación en el cuentapropismo no indica variaciones entre hombres y mujeres que componen este sector de la PEA. Sin embargo, la participación de las mujeres del sector informal es mucho menor como empleadas de microempresarios
(16%) en relación a la participación masculina (37%), y es mucho mayor que esta última como parte del servicio doméstico (31% vs. 2%). La actividad predominante del sector informal se reparte entre el comercio (39%) y los servicios (30%); y en menor medida, los informales participan en la actividad manufacturera y en el sector de la construcción (Gráfico 6). En el caso de las mujeres informales, un 80% de las mismas se dedican a las actividades de comercio y servicios. Sin embargo, en el caso de los hombres informales, la participación es más proporcional en cada una de las actividades: 35% en el comercio, 18% en la construcción y en los servicios, y un 16% en la industria manu-
TABLA III: UBICACIÓN DEL SECTOR INFORMAL URBANO
País Total País Urbano Asunción Central Itapúa Alto Paraná
PEA TOTAL
PEA INFORMAL
%
2,356,858 1,335,414 302,017 471,992 71,362 168,706
642,204 642,204 117,498 213,439 41,485 85,676
27,2 48,1 38,9 45,2 19,6 30,0
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997
GRAFICO 5: Sector Informal Urbano según categoria de ocupación. Famil. no remunerado 6% Cuenta propia 44%
Empleado domÈstico 17%
Dependientes 26%
Microempre-sarios 7%
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
facturera. De todas maneras, es posible afirmar que los informales en el Paraguay son mayormente cuentapropistas y dependientes de microempresarios, dedicados casi exclusivamente a actividades del comercio y de los servicios, y que se encuentran ubicados mayormente en Asunción, el Departamento Central y los departamentos de Alto Paraná e Itapúa.
LA EDUCACIÓN EN EL SECTOR INFORMAL En términos de formación educativa, el sector informal urbano ocupa una posición intermedia entre el sector formal urbano y el sector rural. Es decir que los empleados en el sector informal poseen mayores años de estudio que en el sector rural, pero menores que en el sector formal urbano. En el sector informal, un 2% de la PEA no posee instrucción alguna, el 50% de la PEA posee grados de educación primaria y un 43% de la PEA tiene grados de educación secundaria. En el caso del sector formal urbano, solamente un 22% de la PEA posee exclusivamente grados de educación primaria, mientras que un 45% de la PEA posee
educación secundaria, y un tercio de la misma , educación terciaria o superior. Sin embargo, solamente un 12% de la PEA en el sector informal urbano posee el ciclo secundario completo, un 20% en el caso del sector formal urbano, y un 3% en el sector rural (Gráficos 7 y 8). Sin considerar el sector rural, donde las condiciones de educación de la PEA son muy precarias (74% tiene solamente grados de educación primaria), la calificación de la población empleada en el sector formal es preocupantemente baja, desde el momento en que cerca de un 70% , no posee instrucción superior o terciaria (vocacional) alguna. En el caso del sector informal, es natural considerar que se trata de una mano de obra no calificada, por lo que una distribución casi igualitaria entre educación primaria y secundaria es aceptable. Observando ahora las categorías ocupacionales de los informales, la PEA ubicada en el servicio doméstico es la que menos años de educación posee, seguido muy de cerca de la PEA localizada en el sector de cuentapropistas. Resulta interesante observar también que, con excepción del servicio doméstico y de los cuentapropistas, el porcen-
GRAFICO 6: Población Informal Urbana según sector de Actividad Comercio 38%
Transporte 5% Establ. Financieros 3%
ConstrucciÛn 9% Ind. Manufacturera 14%
Serv. Comunales 31%
DGEEC. Encuesta de Hogares 1999
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
taje de la PEA con 10 a 12 años de educación es similar en las demas categorías ocupacionales, sobresaliendo el sector de los dependientes. Así el 66% de la PEA en los servicios domésticos posee solamente educación primaria, mientras que esta cifra alcanza al 55% en el sector de cuentapropistas. Asimismo, son estas dos categorías ocupacionales, conjuntamente con la categoría de familiar no remunerado, las que muestran un
porcentaje más alto de la PEA con solo tres años de educación primaria (alrededor del 16%). Finalmente solo el 10% de la PEA cuentapropista y la misma proporción de la PEA de servicio doméstico culminan el ciclo secundario, reduciéndose esta cifra al 5% en el caso de los familiares no remunerados frente al 38% de la PEA en el caso de los microempresarios y el 36% en el caso de los dependientes (Grafico 9).
GRAFICO 7: Niveles de Educacion del Sector Informal Urbano y del Sector Rural (%) 74,0 Area Rural 16,3
50,2 Area Urbana
7,3 2,3
42,7 2,3 4,4
Sin instrucciÛn
Primario
Secundario
Terciario
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
GRAFICO 8: Niveles de Educacion de los Sectores Informal y formal Urbanos (%) 45,5
Area Rural
26,5 Area Urbana
50,2
42,7
27,3
0,5 2,3
4,4
Sin instrucciÛn
Primario
Secundario
Terciario
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
GRAFICO 9: SECTOR INFORMAL: pea según grados de educación 52 ,5
0-3 aÒ os
4-6 aÒ os
7-9 aÒ os
10-12 aÒ os
m s de 12
38,2
37,6
3 5,9
32,1
3 1,4 26 ,4
24,0 24,7
22 ,9 18,0
1 0,3
8 ,1
Dependientes
18, 7
18 ,4
8,9
6 ,6
4,9
Microempresarios
22 ,4
2 1,0
20, 2
10 ,5
3,4
47
Cuentapr opistas
2,9
T FNR
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
0, 0
Servicio DomÈstico
48
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
El análisis de los grados de educación del sector informal llevan a dos conclusiones principales. La primera es que tratándose de una mano de obra no calificada, una proporción interesante de la misma posee tanto grados de educación primaria como secundaria. En otras palabras la calificación no tiene niveles muy bajos. La segunda es que dentro del propio sector informal existe una diferencia relevante de calificación o de grados de educación entre los microempresarios y dependientes de estos últimos, por un lado, y los cuentapropistas y aquellos que prestan servicios domésticos, por el otro. Son estos últimos, los que presentan grados de educación formal menores a los primeros.
Sector Informal: pobreza y desigualdad de ingresos Las cifras que arrojan los cálculos que corresponden a la línea de pobreza extrema y no extrema de la Encuesta Permanente de Hogares 1999, demuestran que este fenómeno no es parte integral del sector informal, o
que por lo menos el sector informal no se encuentra asociado mayormente a los estratos de pobreza del Paraguay. Solamente un 20% de la PEA del sector informal se encuentra debajo de la línea de pobreza frente al 13% del sector formal urbano y el 33% del sector rural (Grafico 10). La proporción de pobreza en la PEA del sector informal es prácticamente igual en cada una de las categorías ocupacionales, que componen este sector, con excepción de los microempresarios, donde la franja de pobreza alcanza a solo al 8%15. Los estudios sobre pobreza en el Paraguay realizados en los últimos años (Morley, 1998 y Robles, 2000) coinciden en señalar que este es un fenómeno que afecta principalmente al sector rural, y que inclusive los niveles de pobreza en los sectores urbanos han ido disminuyendo o estacionándose durante la década del noventa. Por lo tanto, y considerando que el sector informal en estudio se limita al área urbana, parece lógico concluir que el mismo no se encuentra vinculado a los principales estratos de la concentración de la pobreza en el país.
GRÁFICO 10: Condición de Pobreza del Sector Informal Urbano, Rural y Formal Urbano (% de la PEA) 86,6 2,8 20,1 3,2
10,6 13,1 17,3
POB EXTREMO
POB NO EXTREMO
Formal
66,8
Rural
79,5
Informal
NO POBRE
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 Los datos de pobreza para la población total, según la Encuesta de Hogares 1999, indican que la misma se mantiene alrededor del 27% en el sector urbano y del 42% en el sector rural
15
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
sector formal urbano es dos veces mayor que el decil más rico inferior de este mismo sector , como también dos veces mayor que el promedio de ingresos del decil más rico del sector informal urbano. Las diferencias de promedio de ingresos entre los deciles subsecuentemente menores de ambos sectores no presentan una brecha tan marcada como la determinada a partir del decil más rico del sector formal urbano. Sin embargo, los niveles de ingresos a partir del decil octavo para abajo, son significativamente inferiores - tanto para el sector formal como informal - a los deciles más ricos. Los ingresos promedios de los deciles del sector rural son, asimismo notoriamente más bajos que los sectores anteriores mencionados (Gráfico 11). Adicionalmente, y considerando la participación de la PEA en cada uno de los deciles de ingresos, se observa que solamente el 26% de la PEA informal y un 20% de la PEA rural forma parte del decil de ingreso más alto, frente un 54% de la PEA formal urbana. Así mientras la PEA formal urbana se concentra en los deciles más altos de ingresos, la PEA informal urbana se concentra en los deciles medios y bajos de ingresos y la PEA rural en los estratos de menores ingresos.
Sin embargo y más allá de las definiciones de líneas de pobreza utilizadas en las encuestas de hogares, a partir de la creación de canastas básicas alimentarias y no alimentarias, las cifras de ingresos y salarios en el país, indican que el sector informal se encuentra enmarcado en otro fenómeno que afecta a la población, cual es un elevado nivel de desigualdad en la distribución de los ingresos. El Paraguay presenta uno de los grados de desigualdad de los ingresos más altos de América Latina. Para 1999 el 40% de la población más pobre del Paraguay recibía solamente el 10% del total de ingresos generados en el país, mientras que el 10% más rico concentraba el 40% del total de ingresos 16. De igual manera, el 10% más rico del país obtenía ingresos nueve veces mayor que el 40% más pobre, e inclusive dos veces más que el decil más rico inferior. Todo lo cual indica una concentración muy alta de los ingresos en un solo estrato de la población. En la distribución de ingresos por deciles, el sector formal urbano determina claramente la concentración de estos ingresos en el nivel más alto. Así, el promedio de ingresos del decil más rico del
GRÁFICO 11: Promedios de ingresos principal por deciles y sectores (Gs.) sectores (Gs.)
3.000.000
Formal Urbano
2.500.000 2.000.000
Informal
1.500.000
Rural
1.000.000 500.000 -
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 16
DGEEC. Encuesta de Hogares, 1999.
49
IX
X
50
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Es interesante, observar, igualmente, que el promedio total de ingresos del sector formal, prácticamente dobla al promedio de ingresos del sector informal urbano y triplica al promedio de ingresos del sector rural. Además, el ingreso promedio del sector informal urbano es equivalente al salario mínimo. En consecuencia, la mayoría de la PEA informal urbana tiene ingresos menores al salario mínimo. Así mientras un 61% de la PEA informal, en 1999, ganaba menos que el salario mínimo, solo un 27% de la PEA formal urbana lo hacía. Y mientras un 31% de la PEA informal urbana ganaba entre 1 a 2 salarios mínimos, esta proporción se elevaba al 46% de la PEA en el sector formal urbano. La comparación es más dramática con la PEA del sector rural desde el momento en que un 83% de la misma ganaba menos que el salario mínimo en 199917. Si la pobreza no se encuentra significativamente inserta en la PEA del sector informal urbano, como lo está en la PEA rural, cómo se explica que en términos de ingresos salariales , la PEA del sector informal presente un comportamiento mucho más afín a la PEA rural que a la PEA formal urbana?. Cómo se explica , asimismo, que la gran mayoría de los informales urbanos obtengan ingresos inferiores al salario mínimo, y que la franja de la pobreza solo afecte a un quinto de la PEA de ese sector?. Definitivamente, en términos de niveles de ingresos, la PEA informal urbana presenta promedios más cercanos a la PEA rural. Sin embargo
midiendo la desigualdad en la distribución de los ingresos, la brecha entre el sector formal urbano e informal urbano es menor que esta misma brecha entre el sector informal urbano y el sector rural. Por lo tanto, y a excepción de los deciles de ingresos más altos (noveno y décimo), la distribución de ingresos dentro de la PEA del área urbana es relativamente menos desigual que en entre esta última y la PEA del área rural. Al estudiar la estructura de ingresos al interior del sector informal urbano, sobresale el subsector de microempresarios no solamente como aquel de mayores ingresos promedios, sino con niveles muy superiores al resto de los subsectores del informal urbano. Mientras los ingresos promedios de los cuentapropistas son equivalentes al salario mínimo, y los ingresos promedios de los dependientes y del servicio doméstico son inferiores al salario mínimo, los ingresos promedios de los micro-empresarios son el doble y el triple superiores al resto de los subsectores (Gráfico 12). Así, cerca del 73% de los mi-croempresarios se encuentran concentrados en los tres deciles de más altos ingresos del sector informal urbano, mientras el 58% de los cuentapropistas se agrupan en los estratos de ingresos medios, el 48% de los dependientes también ocupan los lugares de ingresos medios, pero cerca del 60% de los empleados en el servicio doméstico se ubican en los deciles de ingresos bajos.
En el cálculo del salario mínimo se incluye a la PEA que no tiene ingresos, siendo equivalente al 1,4% en el caso de los formales urbanos, 6,1% para los informales urbanos y 21,7 en el caso de la PEA rural. En este caso se ha utilizado la información que los informantes respondieron de manera directa a las preguntas relacionadas con sus ingresos y no la que corresponde a los flujos de ingresos y gastos relacionados con sus actividades económicas. 17
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Solamente un 13% de los microempresarios obtienen menos del salario mínimo, mientras que un 77% de los mismos ganan entre uno y cuatro salarios mínimos. La situación no se presenta igual para el resto de los componentes del sector informal urbano (Gráfico 13). Así, un 61% de los cuentapropistas ganan menos que el salario mínimo, y el resto se reparte entre uno y dos salarios mínimos. Los beneficios salariales son aún menores para los empleados en el servicio doméstico, desde el momento en que un 80% de los mismos obtienen montos menores al salario mínimo. En la misma situación se encuentra el 50% de los dependientes, mientras que cerca de la otra mitad de este subsector obtiene solo entre uno y dos salarios mínimos.
La desigualdad de los ingresos intra sector informal se encuentra determinada por el ingreso promedio de los microempresarios que al ser equivalente al ingreso promedio del decil informal más rico, y por lo tanto superior en un 100% o más a los ingresos promedios de los otros subsectores informales, advierte una diferencia significativa entre los microempresarios en particular y el resto de los informales. Esta diferencia también es notoria al ubicarse solo una proporción muy pequeña de los microempresarios con ingresos por debajo del salario mínimo. Por lo tanto, son los microempresarios en el sector informal, aquellos que menos desigualdad demuestran con el promedio de los ocupados en el sector for-
GRÁFICO 12: Sector Informal: Ingresos promedios (en gs.)
MicroempreMICROEMPREsarios; SARIOS;1.227.869 1.227.869 Cuenta Propia; 614563,2139 614.563
Dependientes; 567.818
Empleados domÈsticos; 434.461
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 GRÁFICO 13: PEA por Niveles Salariales del Sector Informal (%) 80,2
Dependientes Microempresarios Cuentapropistas Serv. Dom.
61,2 54,6
50,2
46,0 28,3 13,0
23,0 18,7
6,1
7,6 1,1
Menos del SM
DE 1 A 2 SMs
DE 2 A 4 SMs
Fuente: DGEEC. Encuesta Integrada de Hogares 1997/98
51
3,7 5,1 2,4 DE 4 A 6 SMs
0,1
4,4
0,5
Mas de 6 SMs
52
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
mal urbano; y en consecuencia son aquellos que más pueden ser asimilados como pertenecientes al sector formal urbano que al informal. De todas maneras, las cifras de ingresos en el sector informal demuestra una distribución no necesariamente muy desigual entre las diferentes ocupaciones que componen este sector. Una observación igualmente relevante tiene relación con el comportamiento de los ingresos salariales del subsector de dependientes de microempresarios entre los informales urbanos. A pesar que los ingresos promedios de este subsector son un poco inferiores a los cuentapropistas, la franja de dependientes con ingresos por debajo del salario mínimo es más reducida que la misma franja para los cuentapropistas; mientras que la franja de dependientes que obtienen entre uno y dos salarios mínimos es significativamente mayor que la de los cuentapropistas. Con esta observación se podría concluir provisoriamente que con un eventual incremento de los ingresos de los microempresarios, el mismo puede tener un efecto arrastre sobre los dependientes, permitiendo a estos últimos posicionarse en una escala superior de ingresos medios en comparación a los cuentapropistas y los empleados del servicio doméstico. En consecuencia, son las microempresas en el sector informal (dueños y empleados) las que más rápidamente podrían abandonar este sector, para asimilarse al sector formal, en el caso de una reactivación económica del país o de un crecimiento económico sostenido. Lo que es lo mismo afirmar que son los cuentapropistas y los empleados en el 18
servicio doméstico, aquellos que presentan una característica más afín a la actividad económica informal.
Determinantes de la desigualdad en el sector informal Para el arribo de conclusiones más acabadas sobre los ingresos dentro y fuera del sector informal y la distribución de los mismos, se hace necesario recurrir a mediciones sobre desigualdad de ingresos y sus variables explicativas de esta desigualdad. El coeficiente de Gini es el cálculo más comúnmente utilizado para medir la concentración de los ingresos en una población determinada. Sin embargo, un cálculo alternativo que ofrece una medición más detallada tanto de la concentración de los ingresos como de los factores explicativos de esta concentración, son los coeficientes de Entropía Generalizada. Estos coeficientes son tres: i) el promedio del logaritmo de la desviación o E(0) que explica los determinantes de la desigualdad para los deciles más pobres o de menores ingresos a partir de una mayor sensibilidad de estos últimos; ii) el índice de Theil o E(1) que tiene una sensibilidad constante a lo largo de todos los deciles de ingresos; y iii) la mitad del cuadrado del coeficiente de la variación o E(2) que es más sensible en los estratos más altos de la distribución del ingreso. El cálculo del coeficiente de Gini18, para 1999, muestra una concentración importante de los ingresos en el Paraguay similar al resultado obtenido en
El rango de Gini se extiende de 0 a 1, significando el O igualdad total, y 1 desigualdad total o excesiva concentración de los ingresos
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
1997/98. Sin embargo, calculando este mismo coeficiente entre los sectores informal urbano, formal urbano y rural, se observa que la desigualdad de los ingresos es menor entre los informales y mucho mayor en la población rural. A su vez, los cálculos de la Entropía Generalizada generan, específicamente a través del Índice de Theil (E(1)) , cifras que muestran una diferencia aún mayor entre el sector informal urbano y el sector formal urbano en términos de igualdad/desigualdad en la distribución de los ingresos (Tabla IV). Los rangos de la entropía se extienden de 0 a 1, significado equidad e inequidad perfecta. De acuerdo a Theil y al índice más sensible a los estratos más pobres (E(0)), la desigualdad en la distribución de los ingresos es aún mucho menor entre los informales, al comparar con lo observado a través de Gini. Del mismo modo, los coeficientes de Entropía Generalizada señalan una mayor desigualdad de los ingresos en el sector formal urbano, especialmente en el promedio general (Theil) y más aún en los deciles de más altos ingresos del formal urbano (E(2)). El sector rural, sigue constituyendo la franja de población donde se ahondan las diferencias
53
de ingresos, de acuerdo a los cálculos de la Entropía Generalizada. Para comprobar que las diferencias en la distribución de ingresos del sector informal - que de hecho son las menores entre todos los sectores estudiados se encuentran principalmente determinadas por la concentración de los ingresos más altos en el subsector microempresario, se han calculado los coeficientes de Gini y de Entropía Generalizada para los informales, excluyendo a los microempresarios. Los resultados muestran un Gini apenas menor para los informales, y un coeficiente de Theil menor que también demuestra mayor dispersión antes que concentración de los ingresos (Tabla V). Pero donde la diferencia es muy notoria es en el coeficiente E(2) más sensible a los sectores de altos ingresos, donde precisamente se concentran los ingresos de los microempresarios en el sector informal. Finalmente, se pasan a examinar las variables explicativas de las diferencias de ingresos dentro del sector informal urbano, en comparación a las diferencias de ingresos en el sector formal urbano. Los coeficientes
TABLA IV: Desigualdad de la Distribucion de los Ingresos en el Paraguay, 1999 SECTORES
GINI
E(0)
E(1)
E(2)
Informal urbano Formal urbano Urbano en general Rural Total
0,39 0,44 0,45 0,52 0,52
0,32 0,41 0,41 0,59 0,54
0,31 0,48 0,47 0,61 0,56
0,48 1,31 1,30 1,48 1,51
Fuente: Elaborado en base a datos de la Encuesta de Hogares 1999. Gini es el coeficiente de Gini, E(0) es el promedio del logaritmo de la desviación; E(1) el índice de Theil; y E (2), la mitad del cuadrado del coeficiente de variación. Ingreso Familiar Per Cápita Deflactado temporalmente y geográficamente.
54
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
de Entropía Generalizada también permiten realizar inferencias sobre los factores que más inciden en la determinación de la distribución de ingresos en una población específica. Las variables aquí utilizadas son sexo, actividad económica, idioma, estudios y tamaño de la familia. La variable sexo es muy simple y se entiende como masculino y femenino. Dentro de la variable actividades económicas, la misma se desglosa en cada uno de los subsectores del informal urbano. La variable idioma es clasificada en tres: guaraní, bilingüe y castellano. En cuanto al atributo educación, la población se divide en cuatro grupos: sin estudios, primarios, secundarios y universitarios. Los grupos de familias por tamaño son cuatro: 0 a 2 miembros, 2 a 4 miembros, 4 a 6 miembros y 6 a 8 miembros. Los resultados de este ejercicio (Tabla VI) muestran que la actividad económica es el factor de mayor peso en la determinación de la desigualdad de los ingresos tanto en el sector informal como en el sector formal urbano. La incidencia de esta variable sobre la distribución de los ingresos es, a su vez, constante en cada uno de los índices de entropía que miden la sensibilidad o la afectación en grupos
de deciles de ingresos (pobres, ricos, medios). Casi con igual peso en la determinación de la distribución de los ingresos aparecen los estudios (muy asociados a la variable "idioma") en el sector formal urbano. Sin embargo, el grado de educación no aparece como variable de peso en el informal urbano. El tamaño de la familia es una variable irrelevante para ambos sectores, pero la pertenencia a uno u otro sexo en la distribución de los ingresos tiene mayor relevancia en el sector informal que en el formal, significando que entre los informales los niveles de ingresos entre hombres y mujeres no se distribuyen tan equitativamente como en el formal. En el sector informal en particular, pertenecer a cierto tipo de estrato ocupacional marca una diferencia importante en una mayor o menor concentración del ingreso. Así la pertenencia al sector microempresario es determinante en la desigualdad de los ingresos del sector informal, y en menor medida lo es la pertenencia al empleo doméstico. Los resultados de la entropía en este aspecto concreto, corroboran lo afirmado anteriormente, en el sentido que la desigualdad en el sector informal se encuentra explicado por los niveles de ingresos de los microempresarios, que en promedio su-
TABLA V: Desigualdad de la Distribucion de los Ingresos en el Paraguay, 1999* Sector
GINI
E(0)
Informal urbano Formal urbano Urbano en general Rural
0,38 0,39 0,41 0,49
0,30 0,32 0,35 0,51
E(1) 0,29 0,31 0,35 0,47
E(2) 0,43 0,50 0,57 0,74
Fuente: DGEEC. Elaborado en base a los datos de la Encuesta de Hogares 1999. Ingreso Familiar Per Cápita Deflactado temporalmente y geográficamente. * No se incluye al segmento de microempresarios.
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
peran dos veces al resto de los subsectores, y que en consecuencia estos niveles colocan a los mi-croempresarios, más cerca del sector formal urbano que del informal urbano. Por el contrario, la pertenencia al empleo doméstico también incide sobre la desigualdad en el sector informal, pero hacia los sectores de más bajos ingresos.
55
la población informal; y iii) que para obtener mayores ingresos en el sector informal no solo basta ser microempresario sino de sexo masculino en cualquiera de las actividades económicas.
Conclusiones y Recomendaciones
En resumen los coeficientes estudiados demuestran que: i) una mayor desigualdad en la distribución de los ingresos tiene lugar en la población rural; ii) que los ingresos se distribuyen más igualmente en el sector informal urbano que en el sector formal urbano; ii) que el grado de desigualdad en la distribución de los ingresos entre los informales se encuentra determinado por la actividad económica microempresarial y no precisamente por un mayor o menor grado educacional de
Siguiendo los parámetros observados en América Latina, el fenómeno del empleo informal en el Paraguay en los noventa no responde necesariamente a una decisión de las empresas del sector formal de reducir costos laborales mediante el mecanismo de la subcontratación de mano de obra. Tampoco responde precisamente a las oportunidades de acumulación de mayores ingresos que pudieran crearse en la economía informal, para la mano de obra calificada que, entonces, decide retirarse del empleo en el sector formal.
TABLA VI Variables utilizadas en el estudio de la Entropía Generalizada Sexo Actividad económica Idioma 4,11 Estudios3,33 Tamaño de la familia Cuentapropista Microempresarios Dependientes Empleado doméstico
Sector Informal Urbano
Sector Formal Urbano
INDICES DE DESIGUALDAD
INDICES DE DESIGUALDAD
E(0)
E(1)
E(2)
E(0)
E(1)
E(2)
4,00 10,56 4,08 3,29 1,01 0,91 8,17 0,35 3,67
4,05 12,25 2,62 2,14 0,98 0,38 10,15 0,35 3,39
2,63 9,52 14,31 18,90 0,62 0,01 8,33 0,22 2,02
0,23 20,25 10,89 15,79 0,89 1,45 --------4,70 ---------
0,19 21,15
0,07 11,05 3,72 5,96 0,28 0,36 --------1,49 ---------
0,75 1,09 --------4,01 ---------
Fuente: DGEEC. Elaborado en base a los datos de la Encuesta de Hogares 1999. Ingreso Familiar Per Cápita Deflactado temporalmente y geográficamente. Solo se calcularon las muestras válidas, es decir con Ingresos superiores a 0. Obs: Los valores que aparecen en la tabla representan porcentajes de inequidad explicados por cada uno de los atributos, correspondientes a cada indice de desigualdad.
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El incremento del desempleo abierto, oculto y el subempleo en el Paraguay en los años noventa es más bien el resultado de un proceso de estancamiento y recesión económica que, por un lado, expulsa mano de obra del sector formal privado, pero por otro lado, se encuentra sin capacidad de absorber una oferta creciente de mano de obra, principalmente no calificada. Aún cuando la emergencia del sector informal paraguayo no haya tenido su origen en una tecnologización creciente de su sector fabril ni en una expulsión importante de funcionarios del sector público - como ha sido el caso en otros países de la región - el carácter de la informalidad en el país se encuentra fuertemente asociado a la situación de precariedad del empleo (inseguridad, incertidumbre, salarios bajos), fenómeno similar al resto de América Latina. Asimismo, y a pesar de este carácter de precariedad, el sector informal se ha presentando como el más dinámico en la generación de empleo o subempleo, constituyéndose en casi la mitad de la PEA urbana del país, para fines de los años noventa. Si se admite que el empleo informal urbano en el Paraguay no consiste en actividades de sobrevivencia, y por lo tanto, no se asocia al problema de la pobreza, también se debiera admitir que la situación de bienestar de la población ocupada en este sector es apenas superior a la de la población ocupada en el sector rural, donde la precariedad del empleo y los niveles de pobreza se manifiestan con más fuerza. Así, se ha observado que con excepción del segmento de microempresarios, los ingresos promedios de la población ocupada en el sector informal son significativamente menores que los ingresos promedios en el sector
formal, y muy cercanos a los ingresos promedios rurales. Se ha demostrado, igualmente que al convertirse el segmento de microempresarios en el factor principal de desigualdad en la distribución de ingresos del sector informal, ese segmento posee atributos de ingresos más similares al sector formal que al informal; y que una distribución del ingreso más igual entre los estratos del sector informal - en comparación al formal y al rural - no eleva necesariamente los niveles de bienestar de este último. Por lo tanto, las orientaciones de políticas públicas que puedan ser sugeridas en relación al sector informal urbano, deben estar dirigidas al mejoramiento de los ingresos de la población ocupada en este sector, y por ende, hacia una mayor calificación de esta población ocupada. Una primera recomendación de política debe apuntar a una rápida formalización del segmento de microempresarios, mediante incentivos crediticios, tratamiento impositivo diferenciado y de capacitación de este segmento. La formalización de los microempresarios, permitirá una mayor proyección de sus negocios, mayores ingresos, que a su vez generen mayores oportunidades de empleo. Una formalización de los microempresarios informales que genere más empleos puede significar una absorción de los cuentapropistas como dependientes, siempre y cuando los niveles de ingresos de estos últimos se mantengan iguales o más elevados que los actuales. Además, la absorción de cuentapropistas en el sector formal, implica un inicio de una protección laboral de los mismos, beneficios que carecen en la actualidad.
Sector Informal y Cuentapropismo en Paraguay
Una segunda recomendación apunta a una mayor calificación de la mano de obra perteneciente al sector informal en su totalidad, antes que solamente al segmento de microempre-sarios. Un mayor nivel educacional formal y de calificación técnica especializada de los cuentapropistas, dependientes y empleados domésticos, permitirá una oferta de trabajo más calificada, y mayores posibilidades para que esta mano de obra sea demandada por empresas del sector formal de la economía. Por lo tanto, los canales de capacitación de mano de obra en el país deben multiplicarse a través de un sistema que sea lo suficientemente flexible para aumentar la oferta de esta capacitación, y que ofrezca incentivos concretos, como también la formación de un fondo especial para el financiamiento de la misma capacitación. Una tercera recomendación tiene relación con la creación de mayores oportunidades de empleo en las zonas rurales, para evitar el ensanchamiento del sector informal urbano y, por lo tanto, una mayor precarización del empleo. Aún cuando las cifras migratorias de los noventa no muestren un desplazamiento dramático de la población rural hacia centros urbanos, este movimiento se ha traducido en una proporción respetable, resultando en un aumento del sector informal. En el caso de un mayor deterioro de las condiciones rurales de vida, un movimiento migratorio más intenso elevaría mucho más la oferta frente a la demanda de trabajo urbano y provocaría una presión a la baja de los ingresos urbanos, afectando mayormente a la población ocupada en el sector informal. Por lo tanto, se debe pensar en esquemas de incentivos y capacitación
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para la población ocupada no calificada del sector rural (que constituye la mayoría de la PEA rural), de manera a propiciar la formación de microempresas rurales, especialmente agroindustriales que generen mayor cantidad de empleo y de ingresos, y que al mismo tiempo se constituyan en parte de los principales canales de comercialización de productos agrícolas del país, sean ellos tradicionales y no tradicionales, o con colocaciones en los mercados locales o de exportación. Así, una estrategia de apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas en el Paraguay, debe tener como uno de sus ejes principales a la formación de unidades productivas agroindustriales en zonas rurales. Claro está que las medidas de políticas recomendadas tendrán un mayor efecto en un contexto de reactivación económica o de crecimiento económico sostenido, que en las condiciones actuales de recesión. Sin embargo, estas medidas al orientarse a la creación de oportunidades de empleo, también se orientan a la creación de oportunidades de inversión, lo que de alguna manera ayuda a la propia y necesaria reactivación económica, y a la reducción de los preocupantes niveles de empleo precario existentes en el país.
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Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
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Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral Leticia Carosini Mirta Brizuela1
INTRODUCCIÓN El presente trabajo se realiza en el marco del concurso de Investigaciones Socioeconómicas sobre condiciones de vida y pobreza en el Paraguay, llevado a cabo por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), con apoyo del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), el Banco Mundial y la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) dentro del Programa MECOVI (Mejoramiento de las Encuestas y la Medición de las Condiciones de Vida en Paraguay). El estudio desea explicar las características del mercado laboral paraguayo a partir del Enfoque de Mercados Segmentados (EMS), analizando la fuente de segmentación existente en el mercado de trabajo, teniendo presente que dentro del sector formal generalmente existen ciertas características, como la existencia de sindicatos y leyes de salarios mínimos, que producen una estructura de salarios reales mayores que la estructura de re-
muneraciones que garantizaría pleno empleo en la economía. En este sentido, no todos aquellos que desean estar en el segmento formal pueden hacerlo, lo que tiene su contrapartida en un diferencial de remuneraciones entre el sector formal y el resto de la economía; este enfoque es enfatizado por institucionalistas y neoclásicos. Asimismo, se tratará de construir un modelo de dos sectores, formal e informal, dentro del mercado laboral paraguayo, considerando las variables de las Encuestas de Hogares de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, a fin de analizar en qué medida el EMS aplicado al mercado laboral del Paraguay ofrece elementos nuevos para entender la problemática del comportamiento de los salarios reales, el empleo y desempleo en la economía paraguaya. El aporte principal de este trabajo reside en que permitirá una mejor com-
1 Las autoras agradecen la asistencia técnica de Miguel Enciso, el especial asesoramiento de Zulma Espínola, las recomendaciones de Marcos Robles, y la eficiente colaboración bibliográfica brindada por las profesionales del Centro de Documentación del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES).
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presión de la problemática del mercado laboral paraguayo, así como del impacto de las variables importantes en la economía como el producto, el empleo y los salarios, considerando que el enfoque segmentacionista, con su énfasis en diferenciales de remuneración no explicados por consideraciones de eficiencia de la mano de obra, apunta a determinar una falla del mercado laboral. Asimismo, al considerar las implicancias de política conforme a los resultados se presentan propuestas a fin de contribuir a que la elaboración de políticas tienda a reducir dichas fallas de mercado inherentes a la composición y característica del mercado laboral paraguayo. Este estudio contiene en primer lugar, la presentación del marco teórico del EMS, analizando posteriormente las características del mercado laboral paraguayo, objeto del presente estudio, determinando las hipótesis relevantes con respecto al mismo y cuya verificación se realizan conforme a los datos estadísticos procesados según la Encuesta Integrada de Hogares 19971998 (EIH 1997/98), y en base a los resultados econométricos del modelo de segmentación, concluyendo con las propuestas de política laboral en base a los resultados obtenidos.
1- MARCO TEÓRICO El análisis del mercado de trabajo, se sitúa en el marco de la economía del trabajo y constituye una parte esencial de la ciencia económica. 2
Dentro de la teoría económica se encuentran diferencias marcadas en cuanto a la explicación del funcionamiento del mercado laboral. La demanda del factor trabajo por parte de las empresas y sus causas, la oferta de un determinado volumen de mano de obra y sus motivaciones, el salario como remuneración de este factor de la producción, el paro como desequilibrio de este tipo de mercado, la relación entre el nivel de desempleo y la variación de los salarios, y entre éstos últimos y los precios, el impacto sobre la distribución de la renta y la mayor o menor presión de los sindicatos, son temas, entre otros, que se hallan en el centro de la ciencia económica2. Existen diversas teorías o enfoques que desean explicar el funcionamiento del mercado laboral, tanto para economías pequeñas como para aquellas con alto grado de industrialización. Las diferencias básicas entre cada teoría o enfoque del mercado laboral abarcan un amplio rango de elementos que incluyen: eficiencia del resultado de mercado, carácter del desempleo (voluntario vs. involuntario), unidad de análisis (i.e. individuos atomísticos vs. clases sociales), plazo analítico (ciclos vs. largo plazo), tipo de equilibrio (parcial o general), estructura de mercado (segmentación vs. mercado homogéneo), dinámica del desequilibrio (ajuste vía salario real, empleo o ejércitos de reserva) y otras. La revisión teórica documental permite señalar que los orígenes del en-
Fernández A., Parejo J., Rodríguez L. Política Económica. McGraw-Hill. España, 1995.
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
foque de segmentación se encuentran en institucionalistas norteamericanos como Dunlop (1938), y Kerr (1950), seguidos por "dualistas" como Doeringer y Piore (1971) y neomarxistas como Gordon (1972); Edwards, Reich y Gordon (1982). También existen versiones latinoamericanas de este enfoque como la de Souza y Tokman (1986). En términos analíticos, las principales hipótesis del Enfoque de Mercados Segmentados (EMS) pueden sintetizarse en cuatro: a- El mercado de trabajo es mejor descrito como segmento que como un agregado homogéneo. Estos segmentos pueden reducirse a dos sectores llamados "formal" (primario) e "informal" (secundario); centro ("core") y periferia, o sector protegido y sector no protegido. b- Los mecanismos determinantes de los salarios y el empleo son diferentes en ambos segmentos. c- La segmentación no es un fenómeno transitorio, sino que tiende a ser permanente a través de restricciones (de distinto tipo) sobre la movilidad intersectorial de la mano de obra. d- En el segmento informal la productividad potencial de los trabajadores allí ocupados sería mayor a la efectivamente observada. Dentro del EMS coexisten algunas hipótesis de los enfoques del equilibrio 3 4
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neoclásico (salarios reales flexibles) en el mercado informal, con desempleo y ajuste de cantidad en el sector formal. También las dicotomías marxistas entre "modos de producción modernos" y "modos atrasados" están implícitas en las categorías del EMS. Conceptualizando, se entiende por mercado de trabajo segmentado como aquel en que un trabajador con la misma productividad es pagado distinto entre diferentes ocupaciones. También podría definirse segmentación cuando dos trabajadores con igual capital humano tienen distintos valores presentes de sus ingresos futuros del trabajo (si es que dichos ingresos se pudieran medir)3. Los salarios pueden diferir entre trabajadores con distinta productividad; no obstante, la existencia de segmentación implica que estos diferenciales son netos de diferenciales de productividad. Una consecuencia importante de la existencia de segmentación se refiere a la eficiencia económica: en una economía con segmentación la asignación de la fuerza de trabajo no es Pareto-eficiente4 , en el sentido de que podría distribuirse la fuerza de trabajo de un sector a otro y el producto nacional aumentaría. De este modo, la segmentación implica una falla de mercado, ya que una economía con segmentación no es Pareto-eficiente, cuando la fuerza de trabajo se distribuye de un sector a otro aun con aumento del producto nacional.
Solimano, Andrés. Enfoques Alternativos sobre el Mercado del Trabajo: Una Evaluación Teórica. 1988. Una asignación Pareto-eficiente implica que hay una única distribución que genera la máxima producción.
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El enfoque de segmentación considera que dentro del sector formal generalmente existen sindicatos y leyes de salarios mínimos, que producen una estructura de salarios reales mayores que la estructura de remuneraciones que garantizaría pleno empleo en la economía. En este sentido, no todos aquellos que desean estar en el segmento formal pueden hacerlo, lo que tiene su contrapartida en un diferencial de remuneraciones entre el sector formal y el resto de la economía. Es importante considerar qué se entiende por "Sector no Estructurado o Informal". Según la definición que da la Organización Internacional del Trabajo (OIT)5, "el sector no estructurado" o "sector informal" se aplica a aquellas pequeñas actividades generadoras de ingresos que se desarrollan fuera del marco normativo oficial y utilizan normalmente poco capital, técnicas rudimentarias y mano de obra escasamente calificada, y proporcionan bajos ingresos y un empleo inestable. Además, la OIT proporcionó el concepto del sector informal con fines estadísticos, en los siguientes términos: "...un conjunto de unidades dedicadas a la producción de bienes o la prestación de servicios con la finalidad primordial de crear empleos y generar ingresos para las personas que participan en esta actividad. Estas unidades funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores 5
OIT. Los Sindicatos y el Sector Informal. 1993
de producción. Las relaciones de empleo - en los casos que exista - se basan más bien en el empleo ocasional, el parentesco o las relaciones personales y sociales, y no en acuerdos contractuales que supongan garantías formales. Las unidades de producción del sector informal presentan los rasgos característicos de las empresas de hogares. Las actividades generadas por las unidades de producción del sector informal no se realizan con la intención deliberada de eludir el pago de impuestos o de contribuciones a la seguridad social, o de infringir la legislación laboral y otras disposiciones legales o ciertas normas y procedimientos administrativos. Por ende, el concepto de actividades del sector informal debería diferenciarse del de actividades ocultas o del de economía subterránea." La OIT establece una distinción entre aquellas actividades que, por los bajos ingresos que generan, no pueden permitirse los gastos que entraña la legalidad y aquellas que pese a ser rentables, no aplican deliberadamente la reglamentación por razones de evasión fiscal o para eludir la legislación nacional. Para la OIT, estas últimas actividades no están abarcadas por el sector informal, en la medida en que no se asocian generalmente a estrategias de supervivencia de los pobres. Por esta razón, el término "sector informal" no ha de utilizarse para hacer referencia a las actividades delictivas y socialmente indeseables tales como el tráfico de estupefacientes o la prostitución.
CaracterizaciĂłn de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de PolĂtica Laboral
Para la mediciĂłn del Sector Informal - concepto que considera la DGEEC6, en nuestro paĂs - se tuvieron en cuenta tres variables principales: la OcupaciĂłn Principal, el TamaĂąo del Establecimiento y la CategorĂa de OcupaciĂłn. Los trabajadores en el Sector Informal Urbano se definen como el conjunto de Trabajadores por Cuenta Propia, Trabajadores Familiares no Remunerados, Patrones o Empleadores, Empleados y Obreros en empresas o unidades productivas de tamaĂąo de cinco o menos personas. En definitiva, el sector informal es reconocido como un tipo de trabajo marginado del sistema jurĂdico y por lo general de baja productividad econĂłmica; para el cual se deben buscar formas de promociĂłn y regulaciĂłn a fin de que los trabajadores de dicho sector puedan insertarse dentro del mercado laboral de forma eficiente. El presente estudio del mercado laboral paraguayo se basarĂĄ en una de las investigaciones existentes respecto a la teorĂa o enfoque sobre la segmentaciĂłn del mercado laboral, y principalmente la obra de Solimano7 , documento que ha servido de base para el anĂĄlisis exhaustivo de esta secciĂłn. Para la construcciĂłn del modelo a ser analizado en el presente estudio se tomĂł como base el modelo formal de mercados segmentados y ciclo econĂłmico utilizado por el citado autor, que se define seguidamente: 6 7
/I' ) : <I /,' * 6 <,
DGEEC. Sector Informal. AĂąo: 1999. Idem 2
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Se desea determinar la demanda de trabajo en el sector formal (1), que se encuentra en funciĂłn del salario real y el producto de dicho sector. Asimismo, la demanda por trabajo del sector informal (2), se encuentra en funciĂłn del salario real o ingreso promedio y del producto generado en dicho sector. La oferta de trabajo depende de la diferencia entre el salario real esperado del sector formal (p.W) y el ingreso medio del sector informal (S), teniendo en cuenta que la relaciĂłn es positiva en el caso de la ecuaciĂłn (3), y negativa en la definiciĂłn de la ecuaciĂłn (4). 6
/I
/,
6
+ S : 6 - S : 6
El equilibrio se obtiene cuando la oferta de trabajo es igual a la suma de las demandas del sector formal e informal, mĂĄs el nĂşmero de desempleados (U), definido en las ecuaciones (5) y (6).
/I' /,' 8 /6 /6 /I6 /,6
En equilibrio, el salario real esperado del sector formal debe igualarse al salario real o ingreso medio del sector informal (7).
S: 6
DefiniĂŠndose S como la probabilidad de encontrar trabajo en el sector formal que depende del nivel de desempleo P , lo cual se define como: S S P GRQGH P
/I' <I : Âą /,' 6 <,
/6
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ECONOMĂ?A & SOCIEDAD - NUMERO 7
Por lo tanto,
P P S : 6 <I <,
Exogeneizando W, la condiciĂłn de equilibrio (7) se transformarĂĄ en una condiciĂłn no lineal que define la relaciĂłn entre el salario real o ingreso medio del sector informal con el salario real de la economĂa en funciĂłn de las variables pertinentes (9):
S 6 : <I <, 6 GRQGH S : S >P@
Para verificar la probabilidad de aplicaciĂłn del citado modelo se realiza previamente el anĂĄlisis del mercado laboral paraguayo, tomando en consideraciĂłn los datos analizados de la EIH 1997-98, a fin de determinar la aplicabilidad del modelo y las variables pertinentes para la aplicaciĂłn del mismo en el caso paraguayo.
2- ANĂ LISIS DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO 2.1. CONSIDERACIONES GENERALES ACERCA DE LA SITUACIĂ&#x201C;N DE LA POBLACION ECONĂ&#x201C;MICAMENTE ACTIVA OCUPADA EN EL AREA URBANA De acuerdo a la informaciĂłn disponible la poblaciĂłn total del paĂs a julio de 1998 era de 5.405.470 habitantes. La composiciĂłn de la mano de obra (oferta laboral) estĂĄ dada por la PoblaciĂłn EconĂłmicamente Activa
(PEA), que segĂşn la DGEEC, estĂĄ constituida por la poblaciĂłn de 10 aĂąos y mĂĄs que suministra mano de obra para la producciĂłn de bienes y servicios econĂłmicos o que estĂĄn disponibles y hacen gestiones para incorporarse a dicha producciĂłn. Lo observado en el cuadro No. 1, permite verificar que, la suma de los ocupados mĂĄs los desocupados abiertos que constituye la PEA, absorbe el 57,9% de la misma a nivel paĂs, y el 60,6% en el ĂĄrea urbana. El tamaĂąo de la PEA depende en general del tamaĂąo de la poblaciĂłn y de la proporciĂłn que participe en el mercado de trabajo. Dentro de la PEA total del paĂs 94,6% se encuentra ocupada, y el desempleo abierto8 es de 5,4%; mientras que en el ĂĄrea urbana la poblaciĂłn ocupada llega al 93,1%, y el desempleo abierto es de 6,9%, el desempleo total alcanza el 14,3% a nivel paĂs y el 13,9% en el ĂĄrea urbana. Del total de la PEA, no todos llegan a estar plenamente ocupados, una proporciĂłn significativa se encuentra en situaciĂłn de subempleo9 , ya sea visible, que impacta sobre el 6,4 % de la fuerza de trabajo a nivel paĂs, o invisible que absorbe el 12,7% de la fuerza laboral disponible, alcanzando el uso insuficiente de la mano de obra ocupada el 19,1% (subempleo total). Para el ĂĄrea urbana el subempleo total es de 18,8%, con un subempleo visible de 5,9% y un subempleo invisible de
8 Desempleo abierto: son personas que estaban sin trabajo en los Ăşltimos 7 dĂas, que estĂĄn disponibles para trabajar de inmediato y que habĂan tomado medidas concretas durante los Ăşltimos 7 dĂas , para buscar un empleo asalariado o un empleo independiente (DGEEC, 1999). 9 Sub-empleo, existe cuando la situaciĂłn del empleo de una persona es inadecuada con respecto a determinadas normas, como el volumen en empleo (sub-empleo visible) o el nivel de ingreso (sub-empleo invisible) (DGEEC, 1999).
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
12,9%. El sector informal representa el 45,6% de la PEA ocupada urbana. En términos comparativos se puede señalar que la situación laboral del Paraguay específicamente con respecto al desempleo abierto, se encuentra en un nivel relativamente menor con respecto a sus vecinos, principalmente los países del MERCOSUR, incluyendo a Bolivia y Chile, superado solo por Bolivia que posee la tasa más baja de desempleo abierto con 4,4% en 1997 disminuyen-
do a 4,1% en 1998. Este análisis comparativo se observa en el Cuadro No. 2, para el período 1997-1998 conforme a datos de la CEPAL10, evidenciando que la tasa de desempleo abierto más elevada fue la de Argentina con un 14,9% en 1997 que se redujo a 12,9% en 1998, seguida de Uruguay con 11,5% en 1997 disminuyendo a 10,1% en 1998. Chile alcanzó un 6,1% en 1997 aumentando a 6,4% en 1998, mientras que Brasil con una tasa de 5,7% en 1997 aumentó significativamente a 7,6% en 1998.
Cuadro No. 1: CLASIFICACIÓN DE LA POBLACIÓN TOTAL DEL PAIS (%) CLASIFICACIÓN POBLACIÓN TOTAL POBLACIÓN EN EDAD DE TRABAJAR (PET) PEA / PET POBLACION ECONOMICAMENTE INACTIVA / PET PEA OCUPADA / PEA PEA SUBOCUPADA TOTAL / PEA PEA SUBOCUPADA VISIBLE / PEA PEA SUBOCUPADA INVISIBLE / PEA DESEMPLEO TOTAL / (PEA+ DESEMPLEO OCULTO ) DESEMPLEO ABIERTO /PEA DESEMPLEO OCULTO / (PEA+ DESEMPLEO OCULTO ) SECTOR INFORMAL (PEA OCUPADA URBANA)
PAIS TOTAL
AREA URBANA
5.405.474 72,7% 57,9% 42,1% 94,6% 19,1% 6,5% 12,7% 14,3% 5,4% 9,5% -
2.905.127 75,6% 60,6% 39,4% 93,1% 18,8% 5,9% 12,9% 13,9% 6,9% 7,6% 45,6 %
Fuente: Elaboración propia en base a DGEEC-EIH 1997/98.
Cuadro No. 2: TASAS DE DESEMPLEO ABIERTO* 1997-1998 EN PAÍSES DEL MERCOSUR BOLIVIA Y CHILE (%) PAISES
COBERTURA GEOGRAFICA
1997
1998
ARGENTINA BOLIVIA BRASIL CHILE URUGUAY
AREAS URBANAS CAPITALES DEPARTAMENTALES SEIS AREAS METROPOLITANAS TOTAL NACIONAL TOTAL URBANO
14,9% 4,4% 5,7% 6,1% 11,5%
12,9% 4,1% 7,6% 6,4% 10,1%
Fuente: Elaboración propia en base a: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 1999-2000 *Tasas anuales medias 10
CEPAL, Panorama Social de América Latina. 1999-2000.
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Cabe señalar que los países de América Latina se encuentran embarcados en un proceso de reestructuración económica lo cual ha acentuado ciertas tendencias en el mercado laboral, hecho que implica también cambios significativos en la organización del trabajo, y hasta en el concepto mismo de trabajo. Un estudio realizado por Weller11 señala que las expectativas sobre la generación del empleo durante los años noventa no se han cumplido en América Latina, se observa una concentración de la generación del empleo en las actividades terciarias, mientras los sectores primario y secundario en los años noventa se caracterizan por importantes repuntes de productividad laboral. Así, en contraste con las expectativas, a nivel de los grandes sectores la evolución del empleo y productividad laboral se asemeja a lo que ocurre en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico): en los grandes sectores productores de bienes transables aumentan la productividad pero se genera poco empleo, y en las actividades terciarias surgen puestos de trabajo, pero la productividad media crece poco. A la vez, se registran serias deficiencias en la calidad del empleo generado en este período y en muchos países el desempleo abierto se mantiene en niveles elevados, a pesar de una ligera reducción del crecimiento de la oferta laboral causada por las tendencias demográficas. De esta manera, en América Latina durante los años noventa la evolución del empleo ha sido desfavorable en comparación 11
con las décadas anteriores a 1980, siendo el principal quiebre de tendencia la debilidad de la generación de empleo productivo en el sector manufacturero; en consecuencia, el empleo nuevo se concentró casi exclusivamente en el sector terciario, en gran parte en actividades de baja productividad, por lo que no se pudo retornar a la combinación benévola que caracterizó a este sector durante las décadas previas a 1980, de una fuerte generación de empleo con un incremento continuo de la productividad laboral media. El análisis sobre el mercado laboral latinoamericano realizado por la CEPAL destaca que los cambios más significativos serían en el ámbito del trabajo asalariado que tiende a adoptar formas flexibles de utilización de la mano de obra. A su vez, esta mayor flexibilidad, en respuesta a la necesidad de los países de participar en condiciones competitivas en la economía mundial, se ha interpretado predominantemente en el sentido de acentuar la desregulación. De allí que las iniciativas en este campo, que en la mayoría de los países de la región han dado origen a una nueva legislación laboral, se hayan orientado principalmente a la reducción de los costos de la mano de obra, favoreciendo las contrataciones de corta duración (temporal, estacional o a tiempo parcial), la ampliación de las causales de término de contrato, la reducción de las indemnizaciones por despido y la limitación del derecho a huelga. Paralelamente se han visto afectadas también las formas de negociación colectiva y
Weller Jürgen. Los mercados laborales en América Latina: Su evolución en el largo plazo y sus tendencias recientes. CEPAL, 1998.
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
los procesos de afiliación sindical de los trabajadores. De modo que, como resultado del debilitamiento de los derechos laborales y de la base organizacional de los trabajadores, se ha configurado una situación de mayor precariedad e inestabilidad para la fuerza de trabajo, al extremo de que "muchos trabajadores de la región se encuentran atrapados en un círculo vicioso de inseguridad económica, inseguridad laboral e inseguridad social". Esta situación laboral incide en la estructura del mercado de trabajo, lo cual generó diversos estudios al respecto. En el caso paraguayo, existen varias investigaciones sobre el tema, destacándose la realizada en base a la información recogida en la encuesta de hogares efectuada por PREALC12 (Programa Regional del Empleo para América Latina y el Caribe) en el año 1973, en la cual se trataba de determinar de manera aproximada las magnitudes y características de cada uno de los sectores del mercado de trabajo en el área urbana. La hipótesis de que el sector informal es en su conjunto menos pro-
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ductivo que el sector formal aparece en los datos de esta encuesta, especialmente por el análisis de los indicadores de los niveles educativos y de ingresos de los ocupados en cada sector. Un análisis más actualizado sobre el Sector Informal Urbano lo realizó la DGEEC en base a la Encuesta Integrada de Hogares (EIH) 1997/98, del cual se destaca que las principales categorías de ocupación que desempeña la población ocupada en dicho sector son: cuenta propia con 52,7%, obrero privado 17,2%, los empleados privados y los trabajadores familiares no remunerados 10,4% y 10,5% respectivamente, y la categoría de empleador o patrón absorbe el 9,2% de la citada población. Cabe señalar que las actividades por cuenta propia absorben mayoritariamente la mano de obra femenina en un 63,1 %, en tanto los hombres en un 45,7 %; la otra categoría que ocupa más hombres es la de obrero privado alcanzando el 24,9%, las mujeres en cambio se encuentran ocupadas sólo en un 5,8% en esta categoría (Cuadro No.3).
Cuadro No. 3: POBLACIÓN OCUPADA EN EL SECTOR INFORMAL, SEGÚN CATEGORÍA DE OCUPACIÓN - AREA URBANA (%) CATEGORIA DE OCUPACIÓN TOTAL EMPLEADO PRIVADO OBRERO PRIVADO EMPLEADOR O PATRON TRABAJADOR POR CUENTA PROPIA TRABAJADOR FAMILIAR NO REMUNERADO
AMBOS SEXOS
HOMBRES
564.828 10,4 % 17,2 % 9,2 % 52,7 % 10,5 %
336.473 10,3 % 24,9 % 10,9 % 45,7 % 8,2 %
Fuente: Elaboración propia en base a DGEEC: Sector Informal. EIH 1997/98. 12
Souza P.,Tokman V., Características y funcionamiento del sector informal: El caso de Paraguay. 1974.
MUJERES 228.355 10,6 % 5,8 % 6,6 % 63,2 % 13,9 %
68
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
guiente se analizará un tema importante con respecto a la aplicación de ciertas medidas de política laboral que inciden en la segmentación del mercado, así como en el nivel del mismo. Una de dichas medidas es la Política del Salario Mínimo aplicada en el Paraguay, cuyo nivel y grado de acatamiento afectan los costos laborales y por ende la contratación de trabajadores bajo dicho régimen legal.
El Cuadro No. 4 muestra el análisis comparativo entre los países miembros del MERCOSUR más Chile y Bolivia, del cual se destaca que Paraguay y Bolivia tienen el porcentaje más elevado de empleadores 7,6% (1997) y 7,0% (1997) respectivamente. Les sigue Brasil con 4,7%, (1997) Argentina 4,6% (1998), Uruguay con 4,5% (1998) y Chile 4,2% (1998). El porcentaje de los asalariados del sector privado es mayor en Argentina 56,9% (1998), Uruguay 56,3% (1998) y Brasil con 54,5% (1997). En todos los países mencionados los no profesionales ni técnicos se concentran en establecimientos de más de 5 personas.
2.2. ANÁLISIS COMPARATIVO ENTRE EL INGRESO PERCIBIDO POR LA PEA OCUPADA Y EL SALARIO MINIMO La diferencia marcada en cuanto al nivel educativo y el ingreso percibido entre los trabajadores del sector formal como del informal, viene de tiempo atrás, como lo demuestra el estudio de PREALC del año 1973 citado
Esta descripción previa del mercado laboral paraguayo permite tener una visión general de la situación del mismo, por lo cual en el apartado si-
Cuadro No. 4: MERCOSUR, BOLIVIA Y CHILE: DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA, SEGÚN INSERCIÓN LABORAL, ZONAS URBANAS, 1997-1998 (%) ARGENTINA
BOLIVIA BRASIL CHILE PARAGUAY URUGUAY
1998
1997
1997
1998
1997
1998
EMPLEADORES
4,6%
7,0%
4,7%
4,2%
7,6%
4,5%
ASALARIADOS
72,6%
72,5%
46,1%
67,8%
76,0%
58,2%
Sector Público
15,6%
10,5%
13,3%
-
10,2%
16,3%
Sector Privado *
56,9%
35,6%
54,5%
76,0%
48,0%
56,3%
-
6,7%
4,9%
17,0%
4,2%
6,5%
Establecimientos de más de 5 personas
36,3%
14,3%
31,3%**
43,4%
19,5%
32,0%
Establecimientos de hasta 5 personas
15,0%
11,0%
9,7%
9,7%
14,9%
10,6%
5,6%
3,6%
8,6%
5,9%
9,4%
7,2%
23,0%
46,8%
27,5%
19,8%
34,2%
23,0%
Profesionales y Técnicos No Profesionales y Técnicos
Empleado doméstico CUENTA PROPIA Y FAMILIAR NO REMUNERADO***
No Profesionales ni Técnicos 44,9% 25,8% 15,2% 32,0% 19,9% Fuente: Elaboración propia en base a: CEPAL, Panorama Social de América Latina, 1999-2000 * Para el caso de Chile se le incluye a los asalariados del sector público. ** Incluye a los empleados del sector privado no profesionales ni técnicos que trabajan en establecimientos cuyo tamaño no se declara. *** Incluye a profesionales y técnicos
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
anteriormente. Dicho estudio señala que en el sector informal encuentran ocupación las personas con menor grado educacional de la fuerza de trabajo. Asimismo, a medida que aumentan los años de escolaridad, la participación en el sector informal disminuye notablemente, tendencia que se mantiene aun diferenciado por sexo. En parte esas diferencias pueden deberse a diferentes perfiles educativos de los ocupados en cada sector. Sin embargo, los ingresos promedios de los ocupados según los distintos niveles educativos, señalan todavía grandes disparidades entre los distintos sectores para cada nivel de escolaridad. Asimismo, el ingreso promedio de los ocupados en el sector informal es inferior al 40% del ingreso de los ocupados en los sectores formales de la economía. Esta relación se mantiene aún diferenciado por sexo. Uno de los temas que inciden en el ingreso percibido por la mano de obra asalariada es el salario mínimo, cuya reglamentación actualmente se rige por dos normas legales fundamentales: 1. La Constitución Nacional Paraguaya (CN) promulgada en el año 1992, la cual en la Sección I, Cap. VIII trata sobre los Derechos Laborales del Trabajo y establece el concepto de salario mínimo (artículo 92), definiéndose al mismo como "la remuneración o salario vital mínimo y móvil que asegure, al trabajador y su familia, una existencia libre y digna"; y 13
69
2. El Código del Trabajo (CT) promulgado por Ley No. 213/93, el cual en el Libro 2º. Título IV, Capítulo II, artículo No.250 consigna que el "salario mínimo es aquel suficiente para satisfacer las necesidades normales de la vida del trabajador consistente en: alimentación, habitación, vestuario, transporte, previsión, cultura y recreaciones honestas considerándolo como jefe de familia" Cabe destacar que la fijación del salario mínimo constituye un instrumento de política económica y es, al mismo tiempo, una variable que puede incidir de un modo general sobre otros ingresos, así como en los costos y precios de los bienes, su determinación está sometida al proceso político de cada país y a las fluctuaciones o cambios inherentes a dicho proceso13 . Tomando el salario mínimo como una variable proxy del ingreso percibido por la PEA ocupada, se puede señalar al analizar la cobertura del salario mínimo, que en el año 1998 aproximadamente el 48,1% de la PEA ocupada percibía un ingreso mensual inferior al salario mínimo, destacándose un 47,5% en el área urbana, y un 48,9% en el área rural. Además, existía un 20,2% de la PEA ocupada a nivel país que se declaraba "sin ingreso", la cual corresponde a la categoría ocupacional de "trabajador familiar no remunerado". Considerando ambos grupos, de las personas con ingresos mensuales inferiores al mínimo y aquellas que se declaran como "sin ingreso", se evidencia que en el Paraguay,
Carosini, L. La política de salario mínimo en el Paraguay. Octubre, 2000.
70
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
aproximadamente, el 68,3% de la PEA ocupada tiene ingresos mensuales inferiores al mínimo, el 54,4% del área urbana y el 76,2% del área rural. De acuerdo al estudio realizado por la DGEEC sobre el sector informal para el año 1998 con base en la EIH 1997/98, destaca que el ingreso promedio de los trabajadores de dicho sector es levemente inferior al salario mínimo, principalmente para las ramas de actividad de industrias, construcciones y servicios (aproximadamente entre 7% y 12%), mientras que las de transporte y comercio perci-
ben ingresos superiores al salario mínimo (más del 20%). Es importante tener en cuenta, que en dicho estudio, se señala que aproximadamente el 54%14 de los trabajadores informales perciben un ingreso mensual inferior a 500.000 Gs., e incluso si se considera el trabajo juvenil se puede destacar que el 52% de la mano de obra joven percibe ingresos por debajo del salario mínimo, a lo que se suma un 22% que se declara "sin ingreso". Otro factor a considerar además del salario mínimo, es el nivel de
Cuadro No. 5: PEA OCUPADA POR AREAS SEGÚN NIVEL DE INGRESO CON RESPECTO AL SALARIO MINIMO (%) CLASIFICACION
Sin Ingreso Menos de 1 Salario Mínimo Entre 1 y 2 Salarios Mínimos Más de 2 Salarios Mínimos No disponible
TOTAL
AREA URBANA
20,2% 48,1% 21,6% 9,9% 0,2%
AREA RURAL
6,9% 47,5% 29,9% 15,5% 0,2%
38,3% 48,9% 10,4% 2,4% 0,0%
Fuente: Carosini, Leticia. La política de salario mínimo en el Paraguay.
Cuadro No. 6: INGRESO PROMEDIO MENSUAL DE LOS OCUPADOS EN EL SECTOR INFORMAL SEGÚN RAMA DE ACTIVIDAD (EN MILES DE GUARANÍES) RAMA DE ACTIVIDAD
TOTAL PAÍS URBANO
TOTAL INDUSTRIAS CONSTRUCCIONES COMERCIO TRANSPORTE SERVICIOS*
656 530 548 711 1.232 555
Fuente: DGEEC. Sector Informal EIH 1997/98 * Incluye electricidad y agua, establecimientos financieros, seguros, servicios comunales y sociales, etc. 14
DGEEC. Los jóvenes y el mercado laboral. 1999.
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
sindicalización existente en el país, ya que en el Paraguay se defiende la libertad sindical, reconocida ya en la Constitución Nacional en el Art. 96 , 1ª. Parte, que establece "todos los trabajadores de los sectores público y privado tienen derecho a organizarse en sindicatos sin necesidad de autorización previa, ....". Así también el Art. 283 del Código Laboral vigente, reconoce a los trabajadores y empleadores sin distinción de sexo o nacionalidad y sin necesidad de autorización previa, el derecho de constituir libremente organizaciones que tengan por objeto el estudio, la defensa y el fomento y la protección de los intereses profesionales, así como el mejoramiento social, económico, cultural y moral de los asociados...". Es importante considerar que la existencia de sindicatos y leyes de salarios mínimos en el sector formal según el EMS produce una estructura de salarios reales mayores que la estructura de remuneraciones que garantizaría el pleno empleo en la economía. De lo señalado se observa que en lo referente al marco legal, la mano de obra paraguaya tiene un alto costo no sólo por nivel del salario mínimo, sino también por el pago de la seguridad social, los costos por despido, e incluso la estabilidad laboral. Si se considera también la oferta abundante de mano de obra con una demanda o puestos de trabajo con crecimiento lento, y se adiciona la baja productividad atribuida a la fuerza de trabajo- el estudio realizado en 1997 por el Ban15 16
71
co Mundial sobre los principales obstáculos para el desarrollo del sector privado paraguayo, señala como el obstáculo No. 1 la falta de mano de obra calificada y como No. 5 la falta de personal técnico/administrativo - se podría entender mejor el desempeño laboral de la economía paraguaya. De acuerdo a los datos analizados se concluye que el problema del empleo en nuestro país no es sólo coyuntural sino estructural; ya sea el problema del subempleo, la informalidad y los bajos ingresos existentes en el mercado de trabajo, considerando que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)15 ha sido particularmente débil en los últimos cinco años, con un promedio menor al 1% por año comparado con un crecimiento de la población del 2,5%. Considerando las características señaladas de la mano de obra paraguaya - abundante y barata - por la baja productividad asociada a una escasa capacitación, se puede señalar que esto pone en ventaja a los empleadores, quienes no necesitan competir entre sí ofreciendo mejores salarios a fin de captar buenos obreros, e incluso dichos empresarios no tienen incentivos para ampliar su empresa e invertir más, ya que los altos costos laborales en cuanto a contratación, capacitación, despido con indemnizaciones, pago de seguridad social, etc., hacen más rentable captar recursos del sector informal, incrementando la incidencia de dicho sector en la economía16.
BCP. Programa de Monitoreo con el FMI. Abril de 2001. Carosini, L. El Empleo en el Sector Público y el Mercado Laboral en el Paraguay. CEPPRO, 1998.
72
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
2 HIPÓTESIS RELEVANTE DEL MODELO DE SEGMENTACIÓN DE MERCADO
3 VERIFICACIÓN DE HIPÓTESIS DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS EN BASE A:
Las hipótesis elaboradas tomando en base a la información precedente son las siguientes:
3.2 DATOS ESTADÍSTICOS PROCESADOS DE LA EIH 1997/98
H1: Existe una segmentación en el mercado laboral paraguayo, principalmente a nivel de sector formal e informal que responden a variables de salario y nivel de empleo distintos. H2: Un aumento en la demanda del sector formal aumenta el salario real del sector informal, ya que aumenta la probabilidad de encontrar empleo en el sector formal reduciendo así la oferta disponible en el sector informal. H3: Un aumento exógeno del salario real en el sector formal, tiene un efecto neto indeterminado sobre el salario del sector informal. H4: El efecto en la tasa de desempleo es, en general, indeterminado. H5: El bajo nivel de instrucción hace que los trabajadores permanezcan en el sector informal. H6: El nivel de instrucción facilita la incorporación de los trabajadores en el sector formal. H7: Nuestra economía no es eficiente, aún con aumento del producto nacional, por la segmentación existente, ya que la fuerza de trabajo se distribuye de un sector a otro produciéndose fallas en el mercado (en términos Pareto-eficiente).
Según el enfoque de Solimano, el mercado de trabajo segmentado es aquel en que un trabajador con la misma productividad es pagado distinto entre diferentes ocupaciones. El enfoque de mercados segmentados postula que el mercado de trabajo es mejor descrito como segmento que como un agregado homogéneo, estos segmentos pueden reducirse a dos sectores llamados "formal" e "informal". Profundizando en la definición de ambos sectores, se puede precisar que en el sector formal -según el enfoque de segmentación - existen sindicatos y leyes de salarios mínimos, que producen una estructura de salarios reales mayores que la estructura de remuneraciones que garantizaría pleno empleo en la economía. En el sector informal, según la OIT, se encuentran aquellas pequeñas actividades generadoras de ingresos que se desarrollan fuera del marco normativo oficial y utilizan normalmente poco capital, técnicas rudimentarias y mano de obra escasamente calificada, y proporcionan bajos ingresos y un empleo inestable. Estas unidades funcionan típicamente en pequeña escala, con una organización rudimentaria, en la que hay muy poca o ninguna distinción entre el trabajo y el capital como factores
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
de producción. De igual manera el Banco Mundial señala que el papel de las microempresas frecuentemente se identifica con el sector informal o no estructurado, se entiende por microempresas - según Naciones Unidas - la que emplea hasta cincuenta trabajadores, por más que la mayoría de las examinadas tengan menos de 10. En el presente trabajo se analiza el Mercado de Trabajo paraguayo - según el enfoque de mercados segmentados - a fin de identificar la segmentación existente en el mismo, y de esta manera poder lograr una mejor comprensión de la problemática del mercado laboral, así como del impacto de las variables importantes en la economía como el producto, el empleo y los salarios; y presentar propuestas a fin de contribuir a que la elaboración de políticas tiendan a reducir las fallas de mercado inherentes a la composición y característica del mercado laboral paraguayo, considerando que el enfoque segmentacionista, con su énfasis en diferenciales de remuneración no explicados por consideraciones de eficiencia de la mano de obra, apunta a determinar una falla del mercado laboral. El trabajo, centra su análisis en el Mercado Laboral paraguayo de la zona
73
urbana del país, utilizando datos e informaciones de la EIH 1997/98, y el estudio sobre la caracterización de los principales aspectos que hacen a la economía informal, realizado en base a ésta encuesta. En primer lugar se han tomado como base del análisis los casos que sirvieron de muestra a la EIH 1997/98, a fin de considerar solo los errores de la misma. Según la EIH 1997/98 de los 20.664 casos observados el área urbana representa el 48% y el rural el 52%. El área de estudio considerada es el área urbana del país definida en la EIH 1997-98, realizándose el filtrado de los datos registrados en la citada encuesta considerando la población de 10 años y más ocupada en el área considerada (PEA ocupada urbana), obteniéndose un total de 4.258 casos. Se eliminaron los casos con "no responde" (NR) a fin de evitar las distorsiones en las regresiones; obteniéndose de esta forma un total de 4190 casos. Teniendo en cuenta que el objetivo del presente trabajo es obtener la segmentación del mercado laboral paraguayo, se determinaron las condiciones para establecer la citada segmen-
GRAFICO No. 1: PARTICIPACIÓN DE LA POBLACIÓN ENTREVISTADA POR AREAS (%)
AREA RURAL 52%
AREA URBANA 48%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98.
74
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
tación en dos sectores: formal e informal. Dichas condicionantes para el sector informal fueron las siguientes: Categoría de Ocupación: Se utilizó la clasificación definida en la encuesta; se seleccionó las siguientes, en primer lugar sin considerar el tamaño la empresa a que pertenecen: - Cuentapropistas; - Los familiares no remunerados: ya que constituyen mano de obra que, si bien no perciben pago monetario, reciben pagos en especie: alimento, vestido, vivienda, etc.; - Los empleados domésticos: en lo que se refiere a la inclusión de los empleados domésticos dentro del sector informal, se reconoce que por la peculiar naturaleza de su empleo se justifica considerarlos como un tercer grupo, separado tanto de los trabajadores formales e informales, en la definición del PREALC del sector informal es tradicional incluir a los empleados domésticos dentro de dicho sector. El modelo incluye a los empleados domésticos, ya que los mismos perciben remuneración de las familias, complementando de esta manera los datos de los asalariados de las empresas17. En segundo lugar se seleccionaron: - Los empleados privados: pertenecientes a empresas de 5 o menos empleados - Empleador o patrón: que se encuentran en empresas de 5 o menos empleados. 17 18
Ocupación Principal: También se utiliza la clasificación de la encuesta considerando de forma específica las siguientes ocupaciones principales: vendedores, conductores, artesanos, obreros, jornaleros, servicios personales y otros trabajadores, sin tener en cuenta el tamaño de empresa a que pertenecen, en cambio para la ocupación de empleados y oficinistas se consideró que éstos pertenezcan a empresa de 5 o menos empleados. Tamaño de empresa: La encuesta clasifica considerando la cantidad de personas empleadas en la misma. Se utiliza la clasificación de "solo" y de "dos a cinco personas", como condición para las categorías y ocupaciones especificadas anteriormente para el sector informal, teniendo en cuenta lo establecido en la conceptualización de dicho sector, en el cual están insertas las empresas con poca utilización de capital, escasa calificación de la mano de obra, tecnología atrasada, marginación del derecho del trabajo, y se asumen que dichas características se intensifican en establecimientos del tamaño considerado. Existe consenso en que es el capital el factor que más incide en la determinación de la formalidad o informalidad de la empresa, pero debido a la falta de dicha información en la base de datos, se prioriza en el presente trabajo la clasificación según tamaño de empresa. Esta priorización se basa por una parte en el estudio realizado por Naciones Unidas18, el cual señala que el papel de las
PREALC. "Notas sobre la segmentación de los mercados laborales urbanos". Anexo I. 1987 UNCTAD. Creación de un entorno propicio para el desarrollo de empresas, especialmente de pequeñas y medianas empresas. Año: 1995.
75
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
microempresas (definidas como las que cuentan con nueve empleados como máximo), muy a menudo se identifica también con el sector informal o no estructurado, y se afirma que tienen que ser objeto de asistencia para que puedan unirse a la corriente principal de la vida económica nacional, con beneficios no únicamente para las propias microempresas sino también para la economía en general, por ejemplo en forma de aumento de la competencia y de los ingresos fiscales pagados por las empresas. Menciona que las microempresas proporcionan empleo a un amplio sector de la población de los países en desarrollo aproximadamente el 50% del total de puestos de trabajos industriales - si bien se define como microempresa la que emplea hasta cincuenta trabajadores, por más que la mayoría de las examinadas tengan menos de 10. Sin embargo muchos de estos puestos de trabajo son a tiempo parcial y muy inseguros. Sólo hay trabajo cuando hay demanda. También destaca que la definición de pequeña y mediana empresa varía según los países, y tiene como límite máximo 99 empleados en las empresas manufactureras y, por ejemplo, 1499 empleados en la industria estadounidense de refinación del petróleo. Algunos países también establecen un límite distinto para los servicios, que siempre es menor que en el caso de la industria manufacturera. También se utilizan otros criterios, entre ellos los activos totales o las ventas. La definición tiene evidentemente connotaciones de polí19
Idem 11
tica por cuanto determina el límite que se establece para recibir asistencia. En nuestro país la DGEEC, en su definición del sector informal (EIH 97/98) considera las empresas o unidades productivas de tamaño de 5 o menos personas. Así como, un trabajo anterior elaborado por Souza y Tokman19 que define el sector informal considerando los ocupados en empresas de menos de cinco personas. Quedan excluidos por definición los empleados y obreros públicos; profesionales, técnicos; gerentes y administradores. Al realizar el análisis depurado según las especificaciones anteriormente citadas, los resultados estadísticos obtenidos permiten observar que el sector informal constituye el 55% de la PEA ocupada del área urbana, mientras que el sector formal absorbe el 45% de dicha PEA. Cuadro No. 7: DISTRIBUCION DE CASOS EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) SECTORES
CASOS
FORMAL INFORMAL TOTAL
1865 2325 4190
% 45% 55% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
En cuanto a la distribución por sexo en el sector formal el 67% son hombres, mientras que el 33% son mujeres; en el sector informal el 51% son
76
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
hombres y el 49% son mujeres. (Cuadro No. 8). Cuadro No. 8: CASOS MUESTRALES DE LA PEA OCUPADA URBANA POR SEXO EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) SEXO
SECTOR FORMAL
SECTOR FORMAL
MUJER HOMBRE TOTAL
33% 67% 100%
49% 51% 100%
TOTAL 42% 58% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
De acuerdo al tamaño de la empresa (Cuadro No. 9), en el sector informal se observa que predominan las empresas con 2 a 5 personas (50%), mientras que las unipersonales corresponden al 32% dentro de dicho sector. En el sector formal se observa que las em-
presas con 6 a 10 personas representan el 22%, mientras que las que cuentan con 11 a 20 personas absorben el 16%, las de 21 a 50 personas un 15%, y las de 100 a 499 personas, 13%. Es por ello que generalmente se señala que en el Paraguay, predominan las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MPYMES), ya que las grandes (500 personas y más) solo representan el 3% del sector urbano, con 0% en el informal y 8% en el sector formal. En cuanto a la categoría de ocupación (Cuadro No. 10), en el sector informal aproximadamente 44% de la población ocupada se desempeña como cuenta propista, el 17% como empleado doméstico y 14% como obrero privado; mientras que en el sector formal se destacan los empleados privados representando el 29%, juntamente con los obreros privados 23%, y empleado pú-
Cuadro No. 9: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN TAMAÑO DE EMPRESA EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) TAMAÑO DE EMPRESA
SECTOR FORMAL
SECTOR INFORMAL
NA* SOLO 2 A 5 PERSONAS 6 A 10 PERSONAS 11 A 20 PERSONAS 21 A 50 PERSONAS 51 A 99 PERSONAS 100 A 499 PERSONAS 500 A 999 PERSONAS 1000 Y MAS PERSONAS TOTAL
0% 8% 14% 22% 16% 15% 5% 13% 3% 5% 100%
17% 32% 50% 1%** 0% 0% 0% 0% 0% 0% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación. * NA: No se Aplica ** Acorde a la definición (Punto: 4.1) el tamaño de empresa hasta 5 empleados se estableció sólo para determinadas categorías y ocupaciones del sector informal.
TOTAL 9% 21% 34% 10% 7% 7% 2% 6% 1% 2% 100%
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
blico 23%. Cabe señalar que dentro del sector formal los empleados domésticos no tienen representatividad (0%). De acuerdo a los resultados obtenidos del procesamiento de datos en base a la EIH 1997/98, de la población ocupada en el sector informal considerando la ocupación principal (Cuadro No. 11), los vendedores representan el 37%, los arte-
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sanos el 28% y los servicios personales el 26%; en cambio para el sector formal la ocupación de profesionales, técnicos representa el 23%, seguido de empleados 17%, y artesanos el 14%; mientras que los vendedores representan sólo el 10% y los agropecuarios el 8%. Analizando la segmentación del mercado considerando la rama de ac-
Cuadro No. 10: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN CATEGORÍA DE OCUPACIÓN EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) CATEGORIA DE OCUPACION EMPLEADO PUBLICO EMPLEADO PRIVADO OBRERO PUBLICO OBRERO PRIVADO EMPLEADOR O PATRON CUENTA PROPIA FAMILIAR NO REMUNERADO EMPLEADO DOMESTICO TOTAL
SECTOR FORMAL
SECTOR INFORMAL
TOTAL
23% 29% 4% 23% 8% 11% 2% 0% 100%
0% 9% 0% 14% 8% 44% 8% 17% 100%
10% 18% 2% 18% 8% 29% 5% 9% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
Cuadro No. 11: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN OCUPACIÓN PRINCIPAL EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) OCUPACION PRINCIPAL PROFESIONALES, TECNICOS GERENTES, ADMINISTRADORES EMPLEADOS, OFICINISTAS VENDEDORES AGROPECUARIOS CONDUCTORES ARTESANOS, OPERARIOS OBREROS, JORNALEROS SERVICIOS PERSONALES OTROS TRABAJADORES TOTAL
SECTOR FORMAL 23% 12% 17% 10% 8% 5% 14% 3% 8% 0% 100%
SECTOR INFORMAL 0% 0% 3% 37% 0% 4% 28% 1% 26% 1% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
TOTAL 10% 5% 9% 25% 4% 5% 22% 2% 18% 1% 100%
78
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
tividad (Cuadro No. 12) en la cual se desempeña la PEA ocupada urbana, se observa dentro del sector informal que el 42% de la mano de obra se dedica al comercio, seguido de servicios comunales 29%; y un 15% se encuentra en la industria manufacturera, mientras que el sector formal presenta igual distribución aunque los servicios comunales absorben al 36% de la población ocupada de dicho sector, seguido de comercio con 17% e industria con 16%. Teniendo en cuenta que los factores anteriormente citados se encuentran muy relacionados con el nivel educativo de la población trabajadora (Cua-
dro No. 13), se analiza el año de estudio aprobado de la PEA ocupada urbana en ambos sectores del mercado laboral. Es así que se observa que en el sector informal el 52% de la población ocupada tiene el nivel primario completo, el 41% el nivel secundario, y el 4% tiene el nivel terciario. Dentro del sector formal el 25% posee la primaria completa, el 44% el nivel secundario y el 30% el nivel universitario. También es importante considerar la relación de parentesco como variable que incide en la segmentación del mercado (Cuadro No. 14). El 47% de la PEA ocupada urbana
Cuadro No. 12: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN RAMA DE ACTIVIDAD EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) RAMA DE ACTIVIDAD AGRICULTURA, GANADERIA EXPLOTACION MINAS INDUSTRIA MANUFACTURERA ELECTRICIDAD, AGUA CONSTRUCCION COMERCIO TRANSPORTE ESTABLECIMIENTOS FINANCIEROS SERVICIOS COMUNALES TOTAL
SECTOR FORMAL 8% 0% 16% 2% 4% 17% 8% 8% 36% 100%
SECTOR INFORMAL TOTAL 0% 0% 15% 0% 8% 42% 4% 3% 29% 100%
4% 0% 15% 1% 6% 31% 6% 5% 32% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
Cuadro No. 13: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN NIVEL DE INSTRUCCION EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) NIVEL DE INSTRUCCIÓN
SECTOR FORMAL
SECTOR INFORMAL
SIN INSTRUCCIÓN 1% 3% NIVEL PRIMARIO 25% 52% NIVEL SECUNDARIO 44% 41% NIVEL TERCIARIO 30% 4% TOTAL 100% 100% Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
TOTAL 2% 39% 42% 17% 100%
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
79
A fin de observar el comportamiento de las variables más pertinentes, tanto en el sector informal como en el formal, se realizan cruces entre las mismas dentro de cada sector.
en el sector formal responde a la relación de jefe/a, en comparación con el 38% del sector informal. En el sector formal el 17% corresponde a la relación de esposo/a, compañero/ a, y el 22% del informal tiene dicha relación, observándose un porcentaje relativamente similar en el caso de hijo/a, con un 25% en el sector formal y un 24% en el informal. También se observa que en el sector formal no se evidencia el parentesco con el empleado doméstico, mientras que en el informal existe un 7%.
En cuanto al Sector Informal se puede observar en el Cuadro No. 15, analizando la categoría de ocupación y el tamaño de empresa que el desempeñarse como cuentapropista es la actividad principal para las empresas unipersonales (97%), y para aquellas que emplean de 2 a 5 personas es la de obreros privados (28%).
Cuadro No. 14: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN RELACION DE PARENTESCO EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) RELACION DE PARENTESCO
SECTOR FORMAL
JEFE/A ESPOSO/A - COMPAÑERO/A HIJO/A OTRO PARIENTE NO PARIENTE EMPLEADO DOMESTICO TOTAL
47% 17% 25% 9% 2% 0% 100%
SECTOR INFORMAL
TOTAL
38% 22% 24% 7% 2% 7% 100%
42% 20% 24% 8% 2% 4% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
Cuadro No. 15: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN CATEGORÍA DE OCUPACION Y TAMAÑO DE EMPRESA EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) - SECTOR INFORMAL TAMAÑO DE LA EMPRESA CATEGORIA DE OCUPACIÓN
NA*
SOLO
EMPLEADO PRIVADO OBRERO PRIVADO EMPLEADOR O PATRON CUENTA PROPIA** FAMILIAR NO REMUNERADO** EMPLEADO DOMESTICO TOTAL
0% 0% 0% 0% 0% 100% 100%
2% 1% 0% 97% 0% 0% 100%
2A5 6 A 10 11 A 20 TOTAL PERSONAS PERSONAS PERSONAS 16% 28% 15% 26% 15% 0% 100%
0% 0% 0% 0% 100% 0% 100%
0% 0% 0% 50% 50% 0% 100%
9% 14% 8% 44% 8% 17% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación. * NA: No se Aplica ** Acorde a la definición (Punto 4.1), estas categorías se consideran independientemente del tamaño de empresa.
80
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
En las empresas unipersonales y en las de 2 a 5 personas sobresalen los vendedores con 49% y 42% respectivamente; seguido de los artesanos y operarios con 29% y 36% para cada tamaño señalado. (Cuadro No. 16). Considerando la ocupación principal por categoría de ocupación se observa que los empleados privados se desempeñan
en un 62% como vendedores, como empleados oficinistas en un 31%; en cambio la categoría de obrero privado concentra a los artesanos, operarios en un 62% y conductores con 15%; las categorías de empleador, cuenta propia y familiar no remunerado concentran a los artesanos y operarios con 46% , 31% y 23% respectivamente, y a los vendedores con el 42%, 52% y 63% (Cuadro No. 17).
Cuadro No. 16: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN OCUPACIÓN PRINCIPAL POR TAMAÑO DE EMPRESA EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) - SECTOR INFORMAL TAMAÑO DE LA EMPRESA CATEGORIA DE OCUPACIÓN
NA*
SOLO
EMPLEADOS,OFICINISTAS VENDEDORES** CONDUCTORES ARTESANOS, OPERARIOS** OBREROS, JORNALEROS SERVICIOS PERSONALES** OTROS TRABAJADORES
0% 0% 0% 0% 0% 100% 0%
1% 49% 5% 29% 0% 14% 2%
2A5 6 A 10 11 A 20 TOTAL PERSONAS PERSONAS PERSONAS 6% 42% 6% 36% 2% 8% 0%
0% 47% 0% 21% 0% 32% 0%
0% 0% 0% 100% 0% 0% 0%
3% 37% 4% 28% 1% 26% 1%
TOTAL 100% 100% 100% 100% 100% 100% Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación. * NA: No se Aplica ** Acorde a la definición (Punto 4.1), estas ocupaciones se consideran independientemente del tamaño de empresa.
Cuadro No. 17: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN OCUPACIÓN PRINCIPAL POR CATEGORÍA DE OCUPACIÓN EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) - SECTOR INFORMAL TAMAÑO DE LA EMPRESA CATEGORIA DE OCUPACIÓN EMPLEADOS, OFICINISTAS VENDEDORES CONDUCTORES ARTESANOS, OPERARIOS OBREROS, JORNALEROS SERVICIOS PERSONALES OTROS TRABAJADORES
EMPLEADO OBRERO EMPLEA- CUENTA FAMILIAR NO EMPLEADO TOTAL PRIVADO PRIVADO DOR PROPIA REMUNERADO DOMESTICO 31% 62% 0% 0% 0% 6% 0%
0% 2% 15% 62% 7% 14% 0%
0% 42% 5% 46% 0% 7% 0%
1% 52% 4% 31% 0% 11% 1%
4% 63% 2% 23% 1% 7% 0%
TOTAL 100% 100% 100% 100% 100% Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
0% 0% 0% 0% 0% 100% 0%
3% 37% 4% 28% 1% 26% 1%
100%
100%
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
Dentro del Sector Formal, 18% de los empleados públicos se encuentran en empresas de entre 100 a 499 personas, el 17% en empresas de 11 a 20 personas, el 16% en tamaño de empresa de 21 a 50 personas y el 15% en empresas de 1000 y más personas; en cambio los empleados privados se concentran en su mayoría en empresas de menor tamaño, se observa un 24% en empresas de 6 a 10 personas, el 23% de 21 a 50 personas y solo 1% en empresas de 1000 y más personas. El obrero público con un 26% se encuentra en empresas de 100 a 499 per-
81
sonas, el 17% en empresas de 21 a 50 personas, el obrero privado con un 36% se ubica en empresas de 6 a 10 personas, con 21% en empresas de 11 a 20 personas. La categoría de empleador o patrón se concentra en empresas de 2 a 5 personas con 51% y en el de 6 a 10 con 36%. Los cuentapropistas en un 73% en el tamaño de empresa solo y el 28% de los mismos en el de 2 a 5 personas. El familiar no remunerado en un 91% en empresas de 2 a 5 personas y el 9% de dicha categoría en empresas de 6 a 10 personas. (Cuadro No. 18).
Cuadro No. 18: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN TAMAÑO DE EMPRESA POR CATEGORÍA DE OCUPACIÓN EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) - SECTOR FORMAL TAMAÑO DE LA EMPRESA CATEGORIA DE OCUPACIÓN SOLO 2 A 5 PERSONAS 6 A 10 PERSONAS 11 A 20 PERSONAS 21 A 50 PERSONAS 51 A 99 PERSONAS 100 A 499 PERSONAS 500 A 999 PERSONAS 1000 Y MAS PERSONAS TOTAL
EMPLEADO OBRERO EMPLEADOR CUENTA FAMILIAR NO TOTAL PUBLICO PRIVADO PUBLICO PRIVADO O PATRON PROPIA REMUNERADO 0% 12% 12% 17% 16% 5% 18% 5% 15% 100%
0% 6% 24% 21% 23% 7% 16% 3% 1% 100%
0% 4% 9% 16% 17% 9% 26% 4% 14% 100%
0% 1% 36% 21% 18% 6% 14% 2% 1% 100%
0% 51% 36% 9% 3% 1% 1% 0% 0% 100%
73% 28% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
En el Cuadro No. 19 se observa que en la categoría de empleado público, se concentran los profesionales, técnicos (48%), empleados oficinistas (32%). En la categoría de empleado privado son los empleados oficinistas (31%) y los vendedores (30%). En la categoría de obrero público se desempeñan en servicios personales (39%), en artesanos y operarios (28%); en la categoría de obrero público los artesanos y operarios (52%), los conductores (19%) y los servicios persona-
0% 91% 9% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 100%
8% 14% 22% 16% 15% 5% 13% 3% 5% 100%
les (15%). Dentro de la categoría de empleador o patrón, los gerentes y administradores alcanzan (49%), los profesionales y técnicos (21%). En la categoría de cuenta propia se ubican con 52% los agropecuarios y con el 42% los profesionales y técnicos. Para la categoría de familiar no remunerado los agropecuarios predominan con el 74%, los profesionales, técnicos, y los gerentes, administradores y empleados, oficinistas con 9% respectivamente.
82
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Cuadro No. 19: PEA OCUPADA URBANA SEGÚN OCUPACIÓN PRINCIPAL POR CATEGORÍA DE OCUPACIÓN EN LA SEGMENTACIÓN DEL MERCADO LABORAL PARAGUAYO (%) - SECTOR FORMAL TAMAÑO DE LA EMPRESA OCUPACIÓN PRINCIPAL
EMPLEADO PUBLICO PRIVADO
OBRERO PUBLICO
OBRERO PRIVADO
EMPLEADOR O PATRON
CUENTA FAMILIAR NO TOTAL PROPIA REMUNERADO
PROFESIONALES, TECNICOS
48%
18%
0%
0%
21%
42%
9%
GERENTES, ADMINISTRADORES
11%
16%
0%
0%
49%
6%
9%
12%
32%
31%
0%
0%
0%
0%
9%
17% 10%
EMPLEADOS, OFICINISTAS
23%
VENDEDORES
0%
30%
0%
2%
9%
0%
0%
AGROPECUARIOS
0%
0%
1%
2%
7%
52%
74%
8%
CONDUCTORES
0%
0%
16%
19%
0%
0%
0%
5%
ARTESANOS, OPERARIOS
0%
0%
28%
52%
15%
0%
0%
14%
OBREROS, JORNALEROS
0%
0%
16%
10%
0%
0%
0%
3%
SERVICIOS PERSONALES
7%
5%
39%
15%
0%
0%
0%
8%
OTROS TRABAJADORES
1%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
0%
TOTAL
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
100%
Fuente: Elaboración propia en base a datos procesados de la EIH 1997/98, para esta investigación.
4.2 ANALISIS ECONOMETRICO En esta sección se presentan evidencias de la segmentación del mercado laboral paraguayo en base a estimaciones econométricas que permitan ver la interrelación entre las variables que inciden en la existencia de dicha segmentación analizada en el apartado anterior en términos estadísticos20. Cabe señalar que las estimaciones se realizan para el mercado laboral en su conjunto y también para cada segmento de dicho mercado en particular. La base de datos se compone de 4.190 casos, de los cuales para el sector informal se registraron 2.325 casos (55%) y para el sector formal 1.865 casos (45%) conforme a lo analizado en el Cuadro No. 7. Al realizar las regresiones se utiliza el método Probit, en el caso de deter20
minar la probabilidad de pertenencia a un sector, formal o informal, utilizando variables dicotómicas. Cabe destacar que el modelo Probit, tanto como los modelos Logit, garantiza que las probabilidades estimadas se encuentren dentro del rango 0-1 y que no estén relacionadas linealmente con las variables explicativas. Asimismo, se utiliza el método de los Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO) para determinar la función ingreso así como la vinculada con las horas trabajadas. Considerando que las series de corte transversal son propensas al problema de heterocedasticidad, por lo cual se asume a priori que la forma de heterocedasticidad es desconocida, de modo que para resolver dicho problema en el método Probit se utiliza el Estimador de error standard y covarianza Hubert/White como medi-
En dicha tarea fueron utilizados el programa estadístico SPSS y el programa econométrico E-Views.
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
da de solución, mientras que en el método de MCO se utiliza el Estimador de matriz de covarianzas consistentes con heterocedasticidad de White; ya que en condiciones generales la matriz de covarianzas es un estimador consistente, por lo que este estimador puede ser utilizado como un estimador real de los estimadores de mínimos cuadrados asumiendo que los residuos de las ecuaciones estimadas no están seriamente correlacionadas. Asimismo, se utilizan transformaciones logarítmicas ad hoc, principalmente en las variables ingreso mensual real y en horas trabajadas, a fin de reducir el problema de heterocedasticidad, considerando que las transformaciones logarítmicas comprimen las escalas en las que se miden las variables, reduciendo así una diferencia de 10 veces a una de dos veces, una ventaja adicional de la transformación logarítmica permite medir la elasticidad de Y con respecto a X, es decir, el cambio porcentual en Y ante un cambio porcentual en X. En el análisis econométrico se verificó la existencia del problema de correlación espúrea, este término, creado por Karl Pearson, se refiere a aquella situación en donde se encuentra que existe una correlación21 entre las relaciones de las variables a pesar de que las variables originales no estén correlacionadas o sean aleatorias, y generalmente la correlación se puede describir como espúrea si es inducida por el método de manejo de datos. Para superar dicho problema
83
se detectaron la combinación de variables que podrían generar dicha situación y se seleccionaron las más significativas de acuerdo al sector, formal o informal, analizado. Profundizando el análisis del mercado laboral, en primer lugar se trata de determinar la pertenencia a un determinado sector, sea formal o informal, a través de la definición de la variable dicotómica "Sector", que toma valor 1 en el caso del sector informal, y cero en el caso del sector formal. Para definir la ecuación de segmentación, como se señaló, se utiliza el método de regresión Probit, ya que se desea definir como afectan las variables explicativas seleccionadas a la probabilidad de pertenencia o no en el sector informal. Para ello, se definen variables cualitativas22, comúnmente denominadas variables dicotómicas o dummy, ya que la variable dependiente, principalmente la determinación de la pertenencia al Sector, está influenciada por variables explicativas que pueden ser tanto cuantitativas como cualitativas o una combinación de las dos. Las variables explicativas23 dicotómicas utilizadas que se encuentran vinculadas con la pertenencia o no al sector informal son: Sector, dando valor 1 si pertenece al sector informal, y cero si pertenece al sector formal.
En el análisis de correlación, el objetivo fundamental es la medición de la fuerza o grado de asociación lineal entre dos variables. Gujarati, Damodar. Econometría, Segunda Edición. McGraw-Hill, 1990 23 Ver en el Glosario de variables las definiciones respectivas 21
22
84
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Nivel de Instrucción, se consideró la clasificación educativa teniendo en cuenta el nivel primario (DPRIM = hasta 6 años), secundario (DSECUND = de 7 a 12 años), y universitario (DUNIV = de más de 12 años de estudio). a fin de determinar mejor el impacto del nivel de instrucción. Sexo, considerando 1 si la persona es hombre. Relación de parentesco con el jefe de hogar (DJEFE), considerando 1 si la persona es jefe de hogar. Asimismo, se han utilizado las variables: LNG01ADE: Ingreso real mensual. LNHORA: Se consideró las horas trabajadas por mes. ANOEST: Se tuvo en cuenta los años de estudio. EXPER: Experiencia laboral, definida como la relación entre la edad menos los años de estudio excluyendo los 6 primeros años de vida. También se encuentra relacionada como una variable proxy de la experiencia potencial, requiriendo necesariamente del cumplimiento de dos condiciones, la primera que al inicio de la vida laboral comienza inmediatamente después de terminada la etapa escolar. La segunda, que la vida laboral debe ser ininterrumpida. Indudablemente, este supuesto es más discutible en el caso de las mujeres y de los grupos caracterizados por altas tasas de desempleo. EXPER2: Experiencia laboral al cuadrado, variable que refleja el efecto del ciclo de vida mediante la
observación de la disminución en la productividad laboral producto del aumento en los años de vida y de los años dedicados al estudio, mostrando la obsolescencia del capital humano. Cabe señalar que la utilización del modelo Probit con base en la teoría de la utilidad o la perspectiva de una elección racional con base en el comportamiento según el modelo desarrollado por McFadden, permite explicar el comportamiento de la variable dependiente dicotómica considerando el signo positivo (negativo) en el coeficiente de la variable explicativa, lo cual indica que valores más altos de dicha variable aumentan (disminuyan) la probabilidad con respecto a la variable dependiente. Al analizar la ecuación definida en cuanto a la variable dicotómica Sector (Ecuación 1) se observa que la misma presentan indicadores econométricos satisfactorios en términos de la bondad de ajuste del término utilizado por McFadden, así como de las probabilidades explicativas de las variables incluidas. Los resultados de la ecuación 1 con respecto a la variable dependiente Sector indican que la variación del ingreso real, así como los años de estudio afectan en forma negativa la factibilidad de pertenecer al sector informal, es decir que a mayor ingreso así como con mayor nivel de instrucción o años de estudio, existe menos probabilidad de estar en el sector informal. Asimismo, al considerar la variable experiencia laboral al cuadrado
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
(EXPER2), la cual refleja el efecto del ciclo de vida mediante la observación de la disminución en la productividad laboral producto del aumento en los años de vida y de los años dedicados al estudio, se observa que la misma presenta el signo negativo esperado, manifestando el hecho de que a mayor productividad laboral es menor la probabilidad de pertenecer al sector informal. Con respecto a las horas trabajadas y a la experiencia laboral, ambas variables presentan una relación positiva, lo cual indica que el trabajar más horas incide en la pertenencia al sector informal, así como el hecho de tener más edad o menos años de estudios, variables que conforman la definición de experiencia laboral. En cuanto a la variable sexo se observa que la relación es negativa, por lo cual se asume que el hecho de ser hombre disminuye la probabilidad de pertenecer al sector informal.
85
También se trata de medir el impacto del nivel educativo en la pertenencia o no al sector informal, incorporando variables dicotómicas con respecto a los tres niveles educativos, observados en la Ecuación 2. Dichas variables presentan los signos negativos esperados, lo cual indica que existe una relación inversa entre nivel educativo y la pertenencia al sector informal, es decir que a mayor nivel de instrucción se tienen menos probabilidades de pertenecer al sector informal, observándose que los coeficientes vinculados a dichas variables aumentan a medida que se incrementa el nivel educativo. Las demás variables (ingreso real, horas trabajadas, sexo, y las vinculadas a la experiencia laboral y su cuadrado) presentan la misma relación señalada en la ecuación 1, es decir que obtuvieron los signos esperados, destacándose que los coeficientes son mayores a la Ecuación 1, salvo la variable experiencia al cuadrado, disminución que puede explicarse teniendo en cuenta que al introducir las varia-
Ecuación 1
Variable Dependiente: SECTOR Método: Probit Huber/White Error Standard y Covarianza Variable LNG01ADE LNHORAM ANOEST SEXO EXPER EXPER2 C McFadden R-cuadrado
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-z-
Probabilidad
-0.352291 0.273247 -0.112903 -0.430739 0.017946 -0.000322 4.160809 0.192805
0.035761 0.048398 0.007279 0.045492 0.004866 8.76E-05 0.385019
-9.851131 5.645884 -15.51103 -9.468424 3.687973 -3.672626 10.80677
0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0002 0.0002 0.0000
86
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
bles de niveles de instrucción se obtiene una estimación más consistente con respecto a dichos coeficientes. Asimismo, en segundo lugar se ha determinado el ingreso real para el mercado laboral utilizando la función lineal semilogarítimica básica propuesta por Mincer (1974), relacionando el ingreso laboral con las características de la mano de obra, pincipalmente los años de estudio, la experiencia laboral y su cuadrado, si se desempeña como jefe de familia, a lo cual se adiciona la variable Sector a fin de determinar el impacto en el ingreso de la pertenencia o no al sector informal. La citada ecuación fue estimada a través de los Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO), corrigiendo el problema heterocedástico al utilizar el estimador de matriz de covarianzas consistentes con heterocedasticidad de White; asimismo, para complementar dicho método se han seleccionado las variables más significa-
tivas detectadas a través de sus coeficientes estadísticamente significativos. También se ha querido profundizar el análisis en términos de retornos del nivel educativo, por lo cual la estimación tiene dos variantes, en la Ecuación 3 se consideran los años de estudio, mientras que en la Ecuación 4 se profundiza el análisis introduciendo las variables dicotómicas para según nivel de instrucción. En ambas ecuaciones los resultados obtenidos evidencian que existe una relación positiva entre años de estudio, si el individuo es jefe y la experiencia en el mercado laboral, mientras que la variable experiencia al cuadrado (EXPER2) presenta el signo negativo esperado, ya que dicha variable refleja el efecto de la disminución en la productividad laboral. Asimismo, en cuanto a la pertenencia al sector informal determinada en la variable Sector, se observa una relación
Ecuación 2
Variable Dependiente: SECTOR Método: Probit Huber/White Error Standard y Covarianza Variable LNG01ADE LNHORAM DPRIM DSECUND DUNIV SEXO EXPER EXPER2 C McFadden R-cuadrado
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-z-
Probabilidad
-0.393879 0.278722 -0.435004 -0.790280 -1.702153 -0.441030 0.019092 -0.000264 4.384574 0.192081
0.034741 0.048275 0.208022 0.210454 0.222300 0.046374 0.004938 8.91E-05 0.437648
-11.33763 5.773602 -2.091147 -3.755124 -7.657023 -9.510269 3.866473 -2.966171 10.01849
0.0000 0.0000 0.0365 0.0002 0.0000 0.0000 0.0001 0.0030 0.0000
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
negativa lo cual evidencia que el pertenecer al sector informal incide en la obtención de menores ingresos laborales, y a la inversa la pertenencia al sector formal permite obtener mejores ingresos. Cabe destacar que todos los coeficientes obtenidos en la Ecuación 4 son mayores a los de la Ecuación 3, observándose también que si bien los años de estudio tienen un retorno positivo (Ecuación 3), al considerar el análisis según nivel edu-
87
cativo se observa que dicho retorno aumenta a medida que se incrementa el nivel de instrucción (Ecuación 4). Analizando los mercados segmentados en forma particular se observa lo siguiente: En el Sector Informal
Con respecto a la ecuación de ingreso minceriana en el caso del sector informal,
Ecuación 3: Considerando años de estudio
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: Mínimo Cuadrado White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
ANOEST DJEFE EXPER EXPER2 SECTOR C R-cuadrado
0.100926 0.291031 0.046055 -0.000757 -0.283453 11.14454 0.374240
0.003451 0.028088 0.002923 5.46E-05 0.026922 0.050540 R-cuadrado ajustado
29.24153 10.36152 15.75754 -13.87110 -10.52867 220.5093
Probabilidad 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.373435
Ecuación 4: Considerando variables dummies según nivel de instrucción
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: Mínimo Cuadrado White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
DPRIM DSECUND DUNIV DJEFE EXPER EXPER2 SECTOR C R-cuadrado
0.477103 0.899106 1.487354 0.318031 0.046326 -0.000822 -0.333812 11.26350 0.342428
0.109982 0.111814 0.115550 0.028635 0.002979 5.50E-05 0.027091 0.114629 R-cuadrado ajustado
4.337989 8.041077 12.87190 11.10641 15.55096 -14.95092 -12.32187 98.26082
Probabilidad 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.341242
88
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
se observa que se cumple la orientación teórica en el sentido de que la relación entre nivel educativo y variación de ingreso real es positiva, mientras que la experiencia laboral tiene una relación negativa (experiencia al cuadrado), conforme a lo señalado en análisis anteriores. Asimismo el ser jefe/a de hogar incide en el nivel de ingreso a ser percibido en el sector informal en forma positiva. Considerando los niveles de instrucción así como el retorno que generan los mismos, la Ecuación 6 demuestra
que dichos retornos son positivos y aumentan a medida que se incrementa el nivel educativo, incluso en mayor porcentaje que al considerar la variable años de estudio en forma general (Ecuación 5). Asimismo, el hecho de ser jefe incide en la variación del ingreso real en forma positiva; mientras la disminución en la productividad laboral generada por el aumento en los años de vida y de los conocimientos adquiridos (EXPER2) presenta el signo negativo esperado, aunque el coeficiente es relativamente mayor en la Ecuación 6.
Ecuación 5: Considerando años de estudio
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: Mínimo Cuadrado White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
ANOEST EXPER EXPER2 DJEFE C R-cuadrado
0.089636 0.045818 -0.000775 0.336655 10.94057 0.229975
0.005633 0.003994 7.02E-05 0.040894 0.063041 R-cuadrado ajustado
15.91402 11.47059 -11.02961 8.232325 173.5474
Probabilidad 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.228507
Ecuación 6: Considerando variables dummies según nivel de instrucción
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: MCO White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
DPRIM DSECUND DUNIV EXPER EXPER2 DJEFE C R-cuadrado
0.442927 0.818534 1.387862 0.045861 -0.000825 0.360148 10.97957 0.207902
0.114098 0.117018 0.140020 0.004058 7.09E-05 0.041159 0.119231 R-cuadrado ajustado
3.881991 6.994958 9.911892 11.30267 -11.64580 8.750247 92.08651
Probabilidad 0.0001 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.205635
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
Dadas las características señaladas para el sector informal, se analiza la oferta laboral, utilizando para ello una función lineal teniendo como variable dependiente las horas trabajadas y como variables explicativas las vinculadas con la categoría ocupacional, la ocupación principal, la rama de actividad y el tamaño de empresa; también se consideraron los años de estudio y el sexo, así como la relación de jefe/a en el hogar y la experiencia laboral como reflejo de productividad. Las variables explicativas utilizadas en la definición de la ecuación son las siguientes: Categorías de ocupación (DCATE), se tomó el valor 1 en el caso de que correspondan a la categoría de cuentapropista, familiar no remunerado o empleado doméstico. Ocupación principal (DOCUP), dando valor 1 si corresponden a
89
vendedores, artesanos y operarios, servicios personales. Rama de actividad (DRAMA), donde el valor 1 es dado a las actividades de construcción y comercio. Tamaño de empresa (DTA), se concedió el valor 1 a aquellas empresas con una persona y de dos a cinco personas empleadas. La relación se obtiene utilizando el método de los MCO, realizando la corrección por el Método White con respecto al problema de la heterocedasticidad, lo cual se observa en la Ecuación 7. Los resultados obtenidos indican que existe relación positiva con todas las variables excepto los años de estudio y la experiencia al cuadrado, lo cual es consistente con la teoría ya que a mayor nivel de instrucción que incide también en la productividad laboral se dedican menos horas laborales en el sector informal.
Ecuación 7
Variable Dependiente: LNHORAM Metodo: MCO White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
LNG01ADE ANOEST DCATE6 DCATE8 DOCUP4 DRAMA6 DTA2 EXPER2 SEXO C R-squared
0.245346 -0.023756 0.068456 0.270296 0.092839 0.106215 0.169807 -5.74E-05 0.106866 2.161864 0.209983
0.019070 0.004105 0.031977 0.051051 0.041377 0.040637 0.032609 1.72E-05 0.027961 0.228733 Adjusted R-squared
12.86552 -5.787026 2.140803 5.294626 2.243751 2.613723 5.207390 -3.333554 3.821938 9.451470
Prob. 0.0000 0.0000 0.0324 0.0000 0.0250 0.0090 0.0000 0.0009 0.0001 0.0000 0.206586
90
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Asimismo los que se desempeñan como cuentapropistas o empleados domésticos, así como aquellos que se desempeñan como vendedores o en la rama de comercio, e incluso son componentes de empresas con 2 a 5 personas empleadas, dedican más horas laborales al estar insertas en el sector informal, lo cual se refleja en la relación positiva de dichas variables con respecto a la variable dependiente. Además, al considerar la variable sexo cuyo coeficiente es positivo, indicando que si el individuo es hombre dedica más horas al trabajo en el sector informal. Cabe destacar que esta ecuación evidencia una relación positiva entre ingreso real y horas trabajadas, lo cual significa que a mayor ingreso ello motiva a una mayor dedicación en horas laborales, relación que podría contradecir la teoría pero considerando que en el sector informal los ingresos son relativamente menores24, esta situación se podría explicar señalando que en el sector informal dedican más ho-
ras laborales no solo para incrementar el ingreso (considerando también el subempleo existente), sino también por el hecho de que las leyes laborales no tienen un cumplimiento efectivo. Asimismo, en esta ecuación fue excluida la variable que refleja la relación de jefe/a de hogar, ya que la misma no resultó significativa en la determinación de la variable horas trabajadas. En el Sector Formal
En cuanto a la ecuación de ingreso minceriana en el caso del sector formal (Ecuación 8), se observa que se cumple la orientación teórica en el sentido de que la relación entre nivel educativo y variación de ingreso real es positiva, mientras que la experiencia laboral al cuadrado tiene la relación negativa esperada, conforme a lo señalado en análisis anteriores. Asimismo, la variable sexo y el ser jefe/a de hogar incide en forma positiva en el nivel de ingreso a ser percibido en el sector formal.
Ecuación 8: Considerando años de estudio
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: MCO White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza
24
Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
ANOEST DJEFE EXPER EXPER2 SEXO C R-cuadrado
0.114722 0.146665 0.048700 -0.000756 0.228608 10.86525 0.380193
0.004390 0.040262 0.004394 9.04E-05 0.036559 0.071636 R-cuadrado ajustado
26.13244 3.642782 11.08330 -8.364330 6.253222 151.6739
El Cuadro No.5 refleja que el 47,5% de la PEA urbana percibe menos de un salario mínimo
Probabilidad 0.0000 0.0003 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.378453
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
Asimismo, profundizando el análisis con respecto al retorno por nivel educativo se observa en la Ecuación 9 que los mismos son positivos y crecientes a medida que aumenta en el nivel de instrucción. Las demás variables presentan los signos esperados, registrándose coeficientes más elevados en la Ecuación 9 con respecto a la Ecuación 8. Con respecto a la variable de oferta laboral en el Sector Formal, se utiliza también una función lineal cuya variable dependiente son las horas trabajadas (Ecuación 10), obteniéndose la relación según el método de los MCO y corregidos por el Método White con respecto al problema de la heterocedasticidad, utilizando las variables que caracterizan al sector analizado, por lo cual fueron introducidas otras variables dummies vinculadas con la categoría ocupacional, la ocupación principal, la rama de actividad y el tamaño de empresa (ver descripción en el Anexo 1: Glosario de Variables).
91
Cabe destacar que en esta ecuación no fue introducida la variable que relaciona la jefatura de hogar, ya que como en el caso del sector informal, la citada variable no resultó significativa para este sector con respecto a la variable horas trabajadas, por lo cual fue excluida. Asimismo, las variables explicativas presentan los signos esperados, ya que la variable años de estudio así como la experiencia laboral al cuadrado tienen signo negativo, considerando que a mayor nivel de instrucción y con un nivel alto de productividad, se dedican menos horas al trabajo. En cuanto a las variables de categoría ocupacional y tamaño de empresa dentro del sector formal se evidencian relaciones positivas, puesto que si el individuo se desempeña en otras categorías que no sean las de cuentapropista, familiar no remunerado y empleado doméstico, aumentan las horas de trabajo en el citado sector; y dicha relación positiva se
Ecuación 9: Considerando variables dummies según nivel de instrucción
Variable Dependiente: LNG01ADE Método: Mínimo Cuadrado White Heterocedasticidad-Consistente Error Standard y Covarianza Variable
Coeficiente
Error Standard
Estadístico-t-
DPRIM DSECUND DUNIV DJEFE EXPER EXPER2 SEXO C R-cuadrado
0.846975 1.375161 1.976542 0.184524 0.049390 -0.000837 0.200355 10.69283 0.321682
0.355697 0.356882 0.358328 0.041529 0.004486 9.16E-05 0.037597 0.359237 R-cuadrado ajustado
2.381172 3.853268 5.516009 4.443282 11.00935 -9.132068 5.329000 29.76538
Probabilidad 0.0174 0.0001 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.319013
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
evidencia al considerar el tamaño de empresa, ya que las horas de trabajo se incrementan a medida que las empresas aumentan de tamaño en el sector formal. Sin embargo, las variables ocupación principal y rama de actividad presentan signos negativos con respecto a las horas laborales, evidenciando que los vendedores, así como los artesanos y operarios, y los servicios comunales dedican más horas de trabajo en el sector formal con respecto a las otras ocupaciones, de igual manera si el individuo pertenece a las ramas de actividad de comercio y construcción dedica más horas de trabajo en este sector. Con respecto a las variables ingreso real y sexo, la relación es positiva, lo cual evidencia que el individuo a medida que incrementa su ingreso también aumenta las horas dedicadas al trabajo, y más aún si el individuo es hombre.
Del análisis estadístico y econométrico realizado precedentemente se puede concluir que el mercado laboral paraguayo se encuentra segmentado en dos sectores formal e informal, verificando las hipótesis planteadas en el apartado 3, como las siguientes: H1: Se comprueba la existencia de segmentación en el mercado laboral paraguayo, ya que dada las condiciones establecidas previamente se observa en el Cuadro No. 7 que el 55% de la PEA ocupada urbana se encuentra en el sector informal, mientras que el sector formal absorbe al 45% de la misma. Asimismo, el 50% de las empresas que emplean hasta 5 personas corresponden al sector informal, mientras que sólo el 14% de las mismas se encuentran en el sector formal (Cuadro No. 9). En cuanto a la categoría de ocupación en la segmentación del mercado laboral paraguayo sobresalen los cuentapropistas con un 44% en el sector informal, mientras que los
Ecuación 10
Variable Dependiente: LNHORAM Metodo: MCO White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
LNG01ADE ANOEST DCATEF DOCUPF DRAMAF DTAMF EXPER2 SEXO C R Cuadrado
0.214240 -0.034005 0.193426 -0.085237 -0.163500 0.094463 -6.93E-05 0.123647 2.692173 0.258178
0.022067 0.003992 0.069715 0.022836 0.020192 0.043083 2.12E-05 0.022685 0.256955 R cuadrado ajustado
9.708577 -8.517783 2.774531 -3.732482 -8.097263 2.192557 -3.265096 5.450575 10.47722
Prob. 0.0000 0.0000 0.0056 0.0002 0.0000 0.0285 0.0011 0.0000 0.0000 0.254840
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
empleados y obreros privados absorben el 52% del sector formal, según lo observado en el Cuadro No. 10. Asimismo, los resultados obtenidos en las Ecuaciones 1 y 2 con respecto a la variable dicotómica dependiente Sector, que permite medir la probabilidad de pertenecer al sector informal, indican que las variables explicativas: variación del ingreso real, horas laborales, las variables dicotómicas según nivel de instrucción, el sexo, y la experiencia laboral juntamente con el cuadrado de la misma, son significativas y presentan los signos esperados. Es decir que existen casos en los cuales percibir menores ingresos, trabajar más horas, tener un bajo nivel educativo, ser preferentemente mujer y contar con una baja productividad, aumenta la probabilidad de pertenecer al sector informal en el mercado laboral paraguayo. Esta situación se corrobora al considerar la estimación con respecto a la oferta laboral medida por la variable horas trabajadas al mes, observando que la Ecuación 7 correspondiente al sector informal, y la Ecuación 10 para el sector formal, se establecen en base a determinadas características de dichos sectores, es decir que ambos responden a variables de empleo e ingresos laborales distintos, principalmente en lo concerniente a las características del empleo. H2 y H3: Al considerar las Ecuaciones 6 y 9 correspondientes al sector informal y formal respectivamente, que reflejan la función minceriana del ingreso real, y verificando la relación con respecto a la variable experiencia laboral al cuadrado
93
que refleja la disminución de la productividad en ambos sectores, se observa que si bien los coeficientes tienen el signo esperado, es decir son negativos, el nivel del coeficiente es relativamente similar en ambos sectores, ya que en el sector informal el coeficiente de la variable experiencia al cuadrado es de -0.000825 (Ecuación 6), mientras que en el sector formal el coeficiente es de -0.000837 (Ecuación 9), reflejando que si bien los retornos son más altos en términos educativos en el sector formal, los trabajadores de ambos sectores ven disminuida su productividad en la misma proporción. Esta relación permite señalar que un aumento exógeno en el salario real del sector formal podría tener un efecto neto indeterminado sobre el salario real del sector informal, ya que la probabilidad de empleo en ambos sectores depende de las características determinadas de cada uno según se señaló en la Hipótesis 1. H4: El efecto en el nivel de desempleo es indefinido, ya que no se ha podido obtener una relación determinada entre diversas variables vinculadas con el nivel de empleo. H5 y H6: Se constata que la PEA ocupada en el área urbana con menor nivel de instrucción (nivel primario) se concentra en el sector informal 52%; en cambio el 30% de la PEA ocupada con nivel terciario se encuentra en el sector formal y sólo el 4% en el sector informal, según lo observado en el Cuadro No. 13. Asimismo, las Ecuaciones 6 y 9 correspondientes al sector informal y
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
formal respectivamente, que reflejan la función minceriana del ingreso real, profundizando el análisis en términos de niveles educativos: primario, secundario y universitario, indican que los retornos de la educación son mayores en el sector formal con respecto al informal, lo cual evidencia que un bajo nivel educativo incide en la probabilidad de pertenecer al sector informal, como ya se resaltó en la Hipótesis 1. H7: Lo anteriormente expuesto permite comprobar la Hipótesis 7 en el sentido de que la economía paraguaya no es eficiente, y que la fuerza de trabajo se distribuye de un sector a otro (formal a informal y viceversa), unido a las fallas existentes en el mercado, que incluso son generadas por la misma normativa legal, lo cual no permite impulsar un crecimiento económico sostenido, hecho que se profundiza aún más ante la falta de toma de decisiones acertadas en cuanto a medidas de política económica que incidan positivamente en el proceso de reforma del mercado laboral y reduzcan las fallas de mercado generadas en dicho proceso.
5- PROPUESTAS DE POLÍTICA LABORAL Las políticas dirigidas al sector informal, en América Latina, dependiendo de los enfoques adoptados, han enfatizado el mejoramiento de las oportunidades de acceso a un empleo con mayor productividad, la determinación de los factores que explican el crecimiento de dicho sector y su relación con el sector formal, la reducción de la pobreza centrada en las estrategias de
sobrevivencia de las familias o la regulación de las actividades del sector. Cabe destacar que las políticas y propuestas deben tender a fortalecer las sinergias existentes entre los sectores formal e informal, por lo que se requiere que estas políticas se integren en un marco general consistente. Teniendo en cuenta la interdependencia entre los mercados de trabajo es importante señalar que las medidas dirigidas hacia un solo sector, por ejemplo el sector informal, tendrán efectos sobre los demás, pudiendo incluso agravar en lugar de aliviar la situación ocupacional del país. Es por ello que la estratificación del mercado de trabajo hace necesario dirigir políticas específicas a cada grupo de ocupados en cada uno de los sectores que componen dicho mercado, teniendo como marco general orientador la Política Laboral del país o región. En el presente apartado se enfocarán las propuestas para el mercado laboral paraguayo, considerando la segmentación existente en el mismo, y enfocando dos puntos principales: la revisión y adecuación del marco legal e institucional existente, y la expansión del mercado de bienes, servicios y activos, como medidas prioritarias dentro de la Política Laboral del Paraguay. A) REVISIÓN Y ADECUACION DEL MARCO LEGAL E INSTITUCIONAL En cuanto al marco legalinstitucional, se debe considerar que la supuesta "ilegalidad" de las actividades informales es el resultado y no la causa de su forma de operación. Por ende, las
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
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acciones que se adopten en este campo no solucionan los problemas más profundos que determinan los bajos ingresos prevalecientes en el sector. No obstante, hay medidas que se pueden adoptar y que en conjunto, con la adopción de otras medidas afines, deberían contribuir al logro del objetivo buscado.
cilitar y no impedir que las actividades informales puedan llegar a ser legales, principalmente considerando que el sector informal paraguayo se compone de 44% de cuentapropistas, más del 80% de lo que podrían llamarse micro y pequeñas empresas ya que poseen menos de 5 empleados.
Como señalan Bertola, Boeri y Cazes25, hay tres aspectos de la "legalidad" que conviene distinguir: el reconocimiento de la existencia legal, la legalidad impositiva y la laboral. Cada una de ellas debe analizarse por separado pues presentan problemas y opciones diferentes. Se encuentran, sin embargo, interrelacionados, ya que por ejemplo, el reconocimiento legal constituye un prerrequisito para regularizar la situación en los campos impositivos y laborales, siendo además importante para la aplicación del paquete de apoyo productivo en sus diversas dimensiones.
La segunda situación se presenta en aquellos casos donde, para muchos autores las normas de protección del empleo condicionan en gran medida la eficacia de los mercados laborales de los distintos países. Esta tesis tiene consecuencias profundas para la concepción de los planes políticos, e incluso los modelos teóricos demuestran que la protección del trabajo asalariado suele tener consecuencias restrictivas en los despidos y en las contrataciones, en la creación y en la supresión de puestos de trabajo, y en las altas y bajas en las filas de los desempleados, y que el grado en que un efecto predomina sobre el otro depende de la magnitud de los parámetros correspondientes. Se entiende por normas restrictivas de protección a aquellas garantías jurídicas destinadas a dar mayor estabilidad a la relación de trabajo, es decir, las normas referentes a la relación de trabajo que rigen "la contratación y el despido", en particular las aplicables al despido improcedente, el despido por motivos económicos, las indemnizaciones por baja definitiva, los plazos mínimos de la notificación del despido, la autorización administrativa del despido y las consultas previas con los sindicatos y los representantes de las autoridades laborales.
En lo referente al reconocimiento legal, deben distinguirse dos situaciones: La primera, que se encuentra en aquellos casos donde la "ilegalidad" es el resultado de la larga tramitación burocrática para el cumplimiento de los múltiples requerimientos legales. Ello involucra un costo tal, en términos de recursos y tiempo, que constituye de hecho lo que De Soto (1986) denomina "un muro de papel" que equivale a la prohibición de operar legalmente. En esta situación es necesario revisar y simplificar tanto las normas como los procedimientos, a fin de fa25
OIT-2000/1. Revista Internacional del trabajo. Volumen 119-No.1.
96
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Aunque se han realizado reformas en la legislación protectora del empleo, éstas rara vez han afectado a todo el conjunto de las disposiciones pertinentes; antes bien, han modificado únicamente las relativas a algunas modalidades contractuales, ampliando por ejemplo, el alcance de varios tipos de contrato de duración determinada (temporales), sin reducir las garantías que establecen los de duración indeterminada (indefinidos). Esta dualidad y esta complejidad cada vez mayores de los mercados laborales (proliferación de diferentes tipos de contratos y de disposiciones especiales) exigen revisar a fondo la metodología empleada hasta ahora para clasificar las legislaciones protectoras del empleo, más aún considerando la poca efectividad de la aplicación y acatamiento de dichas normas en el mercado laboral respectivo, principalmente de las economías en desarrollo. Esto se evidencia en el caso paraguayo, en el cual coexiste una política de salario mínimo, unido a lo que los empresarios consideran altos costos laborales en cuanto a contratación, capacitación, despido con indemnizaciones, pago de seguridad social, etc., determinado por el Código Laboral vigente y otras leyes afines, situación que incide en la disminución de la demanda de trabajo para aquellos trabajadores que reclaman dichos derechos legales y hace más rentable para los empresarios captar recursos en la abundante mano de obra que espera encontrar empleo. Es decir que la legislación existente, sumado a la falta de cumplimiento y control de la misma por las autoridades competentes constituyen 26
una de las causas de la segmentación del mercado laboral paraguayo. Para superar esta situación legal es importante coordinar y comprometer las acciones de los distintos actores del ámbito público (Estado) y privado (ONGs, Fundaciones, Cooperaciones), para implementar acciones hacia el sector informal, potenciando las ventajas que ofrece cada uno de ellos y fortaleciendo la capacidad de análisis de la situación del sector informal a nivel nacional. El Estado debe obtener un adecuado conocimiento de la situación del sector informal, logrando la coordinación gubernamental en el área social. Puede tener un rol catalizador gracias a su mayor capacidad de movilizar recursos, facilitar la apertura del sistema financiero y la simplificación de reglamentos y leyes. Algunas acciones a implementar podrían ser las siguientes26: Coordinar a los distintos organismos públicos y privados que desarrollan programas productivos dirigidos hacia dichos sectores, mejorando la promoción de los distintos programas dirigidos al sector y de ese modo facilitar el acceso de los grupos de menores ingresos a ellos. Principalmente las instituciones públicas como el Ministerio de Justicia y Trabajo, el Ministerio de Industria y Comercio y las Municipalidades, quienes llevan a cabo diversos programas de apoyo, orientación y capacitación a los
CEPAL. Sector Informal urbano en Honduras: Caracterización y Sugerencias de Política, 1998.
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
trabajadores jóvenes a través de las denominadas Bolsas de Trabajo. Garantizar el suministro de servicios públicos de calidad para el sector informal (infraestructura, agua, electricidad), teniendo en cuenta el proceso de privatizaciones que se encuentra en marcha en el país. Fomentar la relación de productores informales con empresas formales, principalmente en las exposiciones de los productos promocionadas en las diversas EXPO's llevadas a cabo en los últimos años en el mercado interno, así como en el exterior a través de ferias internacionales. Fomentar la organización del sector informal para defender sus intereses, a través de centros o asociaciones que tienen auge actualmente dada la crisis económica en que se encuentra el país. En este contexto es importante que las instituciones encargadas de la recolección y procesamiento de datos e información sobre el mercado laboral como el Ministerio de Justicia y Trabajo, la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), puedan elaborar incluso estudios denominados sociodemolaborales que pueden ser de aplicación en cualquier sector de la economía. Por sistema sociodemolaborales27 se entiende el conocimiento de los elementos de orden demográfico asociados a la composición de la población ocupada, su dinámica y ritmo de reproducción, así 27
97
como, los aspectos de índole social (educacional y psicosocial) relativos a las condiciones de vida que se ponen de manifiesto e influyen en el proceso de trabajo, a la capacitación de los recursos humanos sus intereses y expectativas y condiciones de vida en que se desarrolla su actividad cotidiana. El enfoque se completa con la necesaria alusión a los elementos de carácter laboral que se refieren a la adecuada y suficiente utilización de éstos recursos y a las condiciones de trabajo en que se desarrollan su actividad. Es por ello que el fomento de la investigación llevado a cabo por dichas entidades incentivan a que los resultados que se alcancen sean de utilidad principalmente para las autoridades quienes obtienen elementos para la toma de decisiones más acertadas, o al menos, para que en las que se tomen se tengan en cuenta los elementos aportados por dichos estudios. B) MERCADO DE BIENES, SERVICIOS Y ACTIVOS Las políticas dirigidas al sector informal deben concentrarse en la revisión de las disposiciones legales y administrativas para facilitar su funcionamiento y en la expansión del mercado de bienes y servicios, así como el de capitales. Hemos identificado que una de las limitantes principales del sector informal es su escaso acceso a recursos productivos (capital y califica-
Cedem. Universidad de La Habana. Documento de Trabajo No. VI. Octubre 1994
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
ción) y a los mercados más dinámicos. Por ello, la primera prioridad es establecer mecanismos que permitan el acceso de los mismos evitando la discriminación que de hecho experimentan al ser excluidos. Además de la diversidad, hay otras características diferenciales entre las actividades del sector informal que deben ser tenidas en cuenta al diseñar una política de empleo. Así, por ejemplo, el tipo de ocupación condiciona en cierta medida la eficacia de los instrumentos que se manejen para alcanzar un mayor nivel de empleo productivo y una mejor distribución del ingreso. Es por ello que se proponen acciones en tres áreas prioritarias: B.1) Capacitación de la mano de obra: La capacitación es un factor fundamental para aumentar la productividad de los trabajadores informales, por lo cual se deberán priorizar programas que tomen en cuenta las necesidades y modalidades de trabajo propias del sector informal. Más aún en un contexto laboral como el nuestro, en el cual la productividad del trabajador es bastante baja, considerando como variable proxy el nivel de instrucción de la mano de obra, y según lo observado en el análisis econométrico en términos de experiencia laboral al cuadrado y el retorno de la educación, por lo cual es importante que el énfasis de las medidas de política laboral se centre en el aumento de dicha productividad laboral a través de la capacitación de la fuerza laboral, además de la implementación
de medidas que fomenten la creación de fuentes de trabajo. En este contexto se deben coordinar las acciones entre las instituciones que promueven dichos programas, por ejemplo: El Ministerio de Justicia y Trabajo a través del Servicio Nacional de Empleo, cuyo denominado "Observatorio Laboral" permitirá detectar la mano de obra que se precisa y se ofrece en el mercado laboral a través de las "Bolsas de empleo", realizando asimismo una orientación laboral organizada con cursos específicos dirigidos a trabajadores jóvenes. El Ministerio de Industria y Comercio, a través de su Dirección General de Fomento y Promoción Empresarial, y el Centro de Apoyo a las Empresas (CEPAE), cuyos programas de incentivo y formación empresarial, así como la concesión de los denominados "bonos de capacitación" permiten contribuir a la formación de la mano de obra y al cambio de mentalidad de los empresarios paraguayos en cuanto a obtener y contribuir a la formación de trabajadores calificados. El Ministerio de Educación y Culto, que a través de la Reforma Educativa permite lograr cambios fundamentales en el sistema curricular de la educación formal, principalmente la secundaria, incorporando mayores conocimientos en ciencias y tecnologías, a fin de lograr la inserción de mano de obra joven en
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
el mercado laboral cuyo nivel de calificación técnica les permite obtener un buen ingreso. Organizaciones privadas como FEPRINCO (Federación Paraguaya de la Industria y el Comercio), UIP (Unión Industrial Paraguaya), e incluso las organizaciones sindicales, quienes no solo proponen programas de capacitación conjunta, en términos de enseñanza dual, favoreciendo el sistema del "learning by doing" (aprender haciendo) en la contratación de mano de obra, principalmente en los jóvenes. La adecuada coordinación, control y seguimiento de estos programas permitirá medir, a través de indicadores válidos (que podrían obtenerse de los estudios sociodemolaborales), si los mismos han cumplido con los objetivos señalados, y sobretodo el impacto en el mercado laboral paraguayo de la implementación de los mismos, a fin de revisarlos y lograr una mayor eficiencia en la aplicación de programas de capacitación de los trabajadores paraguayos. B.2) Programas de acceso a crédito, asistencia técnica y comercialización. El acceso al crédito es uno de los problemas del sector informal y constituye una de las barreras críticas para el crecimiento y desarrollo de éste. Sumado a los programas de capacitación y el acceso al crédito, es importante la creación de nuevas plazas de ventas, relocalizar otras y promocionar programas de productos artesanales de pequeños produc-
99
tores como formas de mejorar el mercado de los productos. Experiencias, en otros países constata que se han alcanzado mejores resultados las que combinan la entrega de crédito con capacitación y asistencia técnica. Esto permite hacer un seguimiento del uso del crédito en terreno y apoyar a los microempresarios en la organización de la producción y la comercialización. Esto implica diseñar al menos dos tipos de medidas: La primera es facilitar el acceso al capital tanto de inversión como de giro, para disminuir las altas tasas de interés que deben enfrentar cuando los productores informales acuden por exclusión a los canales paralelos de crédito. Ello lleva necesariamente a concebir mecanismos de garantías que no se vinculen como en la actualidad al patrimonio individual, mediante la introducción de seguros o fondos de garantía para esos propósitos, e incluso en la capacitación de los beneficiarios, principalmente a los productores informales en el manejo de cálculo contable y gerencial, a fin de que puedan, junto a sus dependientes, utilizar eficientemente dichos recursos, lo que simultáneamente podría constituir un vehículo adecuado para introducir nuevas tecnologías. Asimismo, es importante el seguimiento y control de la política de crédito implementada, no solo para verificar que los beneficiarios sean aquellos a los cuales se desea
100
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
favorecer, sino también a fin de lograr la utilización adecuada de dichos recursos, por parte de los beneficiarios y de los que conceden dichos recursos, y obtener la recuperación de los mismos, que en definitiva es uno de los principales indicadores de la eficiencia en la implementación de este tipo de políticas. La segunda medida, es examinar los sistemas de licitaciones de compras del Estado, eliminando las restricciones que impiden a las empresas informales participar como proveedores, e incluso, facilitando dicha participación. Por otro lado, la capacidad de competir se verá reforzada con las dos medidas siguientes, lo que también puede redundar en un aumento en su participación en el mercado tanto público como privado. Asimismo, dicha posibilidad de participación como proveedor del Estado será otro instrumento importante en la tarea de "legalizar" o "formalizar" a aquellas empresas vinculadas con el sector informal, concediéndoles las alternativas pertinentes para facilitar dicho proceso. B.3) Mercado Globalizado: Los procesos de integración producen efectos sobre determinados aspectos del "sistema laboral" de cada país, y a su vez pueden verse afectados por éstos. En este contexto, la introducción del tema laboral en el Mercado Común del Sur o MERCOSUR, que une 28
a cuatro países: Paraguay, Uruguay, Argentina y Brasil, y de manera ampliada a Chile y Bolivia, tiene una institu-cionalidad incipiente, ya que solo en el año 1998 se trató dicho tema, y a partir de ese año se ha tratado de establecer un Observatorio del Mercado del Trabajo del MERCOSUR28. Este observatorio tiene como objetivo la armonización conceptual y compa-tibilización de los indicadores laborales de los estados partes. Para el logro de este objetivo el Observatorio está creando una base de datos con indicadores sociales, económicos y laborales. Cabe señalar que como dicho marco institucional se encuentra aún en proceso de constitución, hasta el momento no se han generado políticas ni acciones laborales al interior del MERCOSUR. Sin embargo, es importante destacar que en el tema de integración comercial, aún cuando el MERCOSUR no haya llegado a la etapa de la libre circulación de factores productivos, el Paraguay siempre ha registrado un flujo de trabajadores hacia y de los países vecinos, principalmente Argentina. Generalmente la mano de obra paraguaya que emigra se constituye de trabajadores con poca calificación quienes se desempeñan como empleados domésticos o trabajadores de la construcción, y al mismo tiempo, dada la crisis económica de los países vecinos, también el Paraguay recibe un contingente importante de trabajadores de dichos países quienes se desempeñan
OIT. Políticas de empleo e institucionalidad laboral en la Unión Europea y el MERCOSUR. 1999
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
generalmente como cuentapropistas o vendedores. En este contexto, además de las medidas señaladas precedentemente, es importante un diseño adecuado en cuanto a Política de Migraciones que contemple esta perspectiva laboral, teniendo en cuenta especialmente que solo la capacitación y formación integral de la mano de obra permitirá un mejor aprovechamiento de la competitividad y competencia en el MERCOSUR.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Los llamados de atención formulados en los 70 sobre la existencia de un significativo y creciente contingente de personas que al no ser incorporadas a los sectores modernos debían recurrir a desarrollar actividades de baja productividad y mal remuneradas, pasaron en gran medida inadvertidos excepto por el creciente interés académico en su conceptualización e identificación. La tradicional credibilidad de la estrategia del "goteo", reforzada por el alto dinamismo económico registrado por la región en la década pasada, impidió que esta preocupación llegara a los niveles de decisión y motivara la formulación de políticas, aún cuando la información disponible mostraba que la participación del sector informal en la fuerza de trabajo total crecía. Esta situación también se refleja en el mercado laboral del Paraguay, en 29
101
donde la evidencia empírica ya refleja la existencia de segmentación del mercado laboral paraguayo, puesto que la DGEEC ya realizó un estudio del Sector Informal en base a la EIH 1997/98, en el cual se señala que dicho sector absorbe 45,6% de la PEA urbana ocupada. En cuanto a la categoría de ocupación, se observa que 52,7% de la población ocupada en el sector informal urbano realiza actividades por Cuenta Propia, mientras que un 17,2% se desempeña como obrero privado, un 10,4% como empleado privado y como trabajadores familiares no remunerados, un 10,5%; mientras que la categoría de empleador o patrón absorbe al 9,2% de la PEA ocupada urbana. Con respecto a la cobertura del salario mínimo, que es una de las variables proxy con respecto al grado de cumplimiento de la legislación laboral, se observa que en 1998 aproximadamente el 48,1% de la PEA ocupada percibía un ingreso mensual inferior al salario mínimo, destacándose un 47,5% en el área urbana, y un 48,9% en el área rural; existiendo un 20,2% de la PEA ocupada a nivel país que se declaraba "sin ingreso", la cual corresponde a la categoría ocupacional de "trabajador familiar no remunerado". Considerando ambos grupos, de las personas con ingresos mensuales inferiores al mínimo y aquellas que se declaran como "sin ingreso", se evidencia que en el Paraguay, aproximadamente, el 68,3% de la PEA ocupada tiene ingresos mensuales inferiores al mínimo, el 54,4% del área urbana y el 87,2% del área rural.
PREALC. El sector informal hoy: el imperativo de actuar. OIT, 1987
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Considerando el análisis teórico del presente trabajo realizado en base a la obra de Solimano, se entiende por mercado de trabajo segmentado como aquel en que un trabajador con la misma productividad es pagado distinto entre diferentes ocupaciones. Se considera al sector informal como un tipo de trabajo marginado del sistema jurídico y por lo general de baja productividad económica; para el cual se debe buscar formas de promoción y regulación a fin de que los trabajadores informales puedan insertarse dentro del mercado laboral de forma eficiente. El análisis depurado realizado permite observar los resultados obtenidos que el sector informal constituye el 55% de la PEA ocupada del área urbana, mientras que el sector formal absorbe el 45% de dicha PEA. De acuerdo al tamaño de la empresa, en el sector informal se observa que predominan las empresas con 2 a 5 personas (50%), mientras que las unipersonales corresponden al 32% dentro de dicho sector. En el sector formal se observa que las empresas con 6 a 10 personas representan el 22%, mientras que las que cuentan con 11 a 20 personas absorben el 16%, las de 21 a 50 personas un 15%, y las de 100 a 499 personas, 13%. Es por ello que generalmente se señala que en el Paraguay, predominan las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MPYMES), ya que las grandes (500 personas y más) solo representan el 8% del sector formal y con 0% en el informal.
En cuanto a la categoría de ocupación, en el sector informal aproximadamente 44% de la población ocupada se desempeña como cuentapropista, el 17% como empleado doméstico y 14% como obrero privado; mientras que en el sector formal se destacan los empleados privados representando el 29%, juntamente con los obreros privados 23%, y empleado público 23%. Cabe señalar que dentro del sector formal los empleados domésticos no tienen representatividad (0%). El 42% de la mano de obra dentro del sector informal absorbe el comercio, seguido de servicios comunales 29%; éste último representa el 36% dentro del sector formal, seguido de comercio 17% e industria manufacturera con 16%. El análisis econométrico realizado a fin de establecer las relaciones entre las variables pertinentes presenta los siguientes resultados: En términos comparativos se puede precisar que los retornos a la educación presenta coeficientes mayores en el sector formal que en el informal (Ecuación 9 vs. Ecuación 6), lo cual refleja que si bien se cumple la teoría en el Paraguay con respecto al hecho de que a mayor nivel de instrucción se obtienen mayores beneficios laborales, también se evidencia que el sector formal presenta retornos más altos considerando dichas variables. Asimismo, un aumento en la demanda del sector formal, bajo el principio de equilibrio con la ofer-
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
ta laboral, depende de factores vinculados con las características de la mano de obra de cada sector, teniendo un efecto neto indeterminado en el sector informal. En cuanto a la productividad de los sectores formal e informal, se observa que la disminución de la productividad en ambos sectores medido por la variable "experiencia laboral al cuadrado", presenta coeficientes negativos con respecto al ingreso y niveles relativamente similares, ya que en el sector informal el coeficiente de la variable experiencia al cuadrado es de -0.000825 (Ecuación 6), mientras que en el sector formal el coeficiente es de 0.000837 (Ecuación 9), reflejando que si bien los retornos son más altos en términos educativos en el sector formal, los trabajadores de ambos sectores ven disminuida su productividad en la misma proporción. Es por ello que en las propuestas de política se insiste en la necesidad de una revisión y modificación del marco legal, teniendo en cuenta que las legislaciones laborales proteccionistas, cuya aplicación efectiva solo generan profundizaciones en las fallas de mercado, han estado sujetas a revisiones en las últimas décadas en toda América Latina. Esto se evidencia en el caso paraguayo, en el cual coexiste una política de salario mínimo, unido a lo que los empresarios consideran altos costos laborales en cuanto a contratación, capacitación, despido con indemnizaciones, pago de seguridad
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social, etc., determinado por el Código Laboral vigente y otras leyes afines, situación que incide en la disminución de la demanda de trabajo para aquellos trabajadores que reclaman dichos derechos legales y hace más rentable para los empresarios captar recursos en la abundante mano de obra que espera encontrar empleo. Es decir que la legislación existente, sumado a la falta de cumplimiento y control de la misma por las autoridades competentes constituyen una de las causas de la segmentación del mercado laboral paraguayo. Cabe destacar que las políticas y propuestas deben tender a fortalecer las sinergias existentes entre los sectores formal e informal, por lo que se requiere que estas políticas se integren en un marco general consistente, favoreciendo la coordinación interinstitucional entre sector público y privado, teniendo en cuenta la interdependencia entre los mercados de trabajo; ya que es importante señalar que las medidas dirigidas hacia un solo sector, por ejemplo el sector informal, tendrán efectos sobre los demás, pudiendo incluso agravar en lugar de aliviar la situación ocupacional del país. Es por ello que la estratificación del mercado de trabajo hace necesario dirigir políticas específicas a cada grupo de ocupados en cada uno de los sectores que componen dicho mercado, teniendo como marco general orientador la Política Laboral del país o región, en un contexto de integración comercial avanzada.
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Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
ANEXO 1 GLOSARIO DE VARIABLES LNHORAM LNG01ADE ANOEST EXPER EXPER2
Horas trabajadas por mes ingreso real mensual a febrero de 1998 años de estudio experiencia laboral (edad-años de estudio-6) experiencia laboral al cuadrado
VARIABLES DICOTOMICAS: SECTOR SEXO
Informal = 1, Formal = 0 Hombre = 1, Mujer = 0
DCATE6
categoría ocupacional correspondiente a cuentapropistas = 1, otros = 0 categoría ocupacional correspondiente a familiar no remunerado = 1, otros = 0 categoría ocupacional correspondiente a emplea dos domésticos = 1, otros = 0 categoría ocupacional correspondiente a otros = 1, (DCATE6, DCATE7, DCATE8) = 0
DCATE7 DCATE8 DCATEF DOCUP4 DOCUP7 DOCUP9 DOCUPF DRAMA5 DRAMA6 DRAMAF DTA1 DTA2 DTAMF
ocupación principal correspondiente a vendedo res = 1, otros = 0 ocupación principal correspondiente a artesanos y operarios = 1, otros = 0 ocupación principal correspondiente servicios personales = 1, otros = 0 ocupación principal correspondiente a otros = 1, (DOCUP4, DOCUP7, DOCUP9) = 0 rama de actividad correspondiente a construc ción = 1, otros = 0 rama de actividad correspondiente a comercio = 1, otros = 0 rama de actividad correspondiente a otros = 1, (DRAMA5, DRAMA6) = 0 tamaño de empresa correspondiente a solo = 1, otros = 0 tamaño de empresa correspondiente a 2 a 5 perso nas = 1, otros = 0 tamaño de empresa correspondiente a otros = 1, (DTA1, DTA2) = 0
DPRIM DSECUND DUNIV
años de estudios de 1 a 6 años = 1, otros = 0 años de estudios de 7 a 12 años = 1, otros = 0 años de estudios mayor a 12 años = 1, otros = 0
DJEFE
relación de parentesco familiar correspondiente a jefe/a de hogar = 1, otros = 0
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ANEXO 2 PRINCIPALES RESULTADOS ECONOMETRICOS ECUACIÓN 1 SECTOR = f (LNGO1ADE, LNHORAM, ANOEST, SEXO, EXPER, EXPER2)
Variable Dependiente: SECTOR Metodo: Probit Observaciones incluidas: 3890 Observaciones excluidas: 300 Convergencia después de 7 iteraciones QML (Huber/White) standard errors & covariance
Variable LNG01ADE LNHORAM ANOEST SEXO EXPER EXPER2 C Mean dependent var S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Restr. log likelihood LR statistic (6 df) Probability(LR stat) Obs with Dep=0 Obs with Dep=1
Coefficient
Std. Error
z-Statistic
Prob.
-0.352291 0.273247 -0.112903 -0.430739 0.017946 -0.000322 4.160809
0.035761 0.048398 0.007279 0.045492 0.004866 8.76E-05 0.385019
-9.851131 5.645884 -15.51103 -9.468424 3.687973 -3.672626 10.80677
0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0002 0.0002 0.0000
0.540617 0.434286 732.3497 -2166.103 -2683.493 1034.781 0.000000 1787 2103
S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion Hannan-Quinn criter. Avg. log likelihood McFadden R-squared Total obs
0.498412 1.117276 1.128552 1.121279 -0.556839 0.192805 3890
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
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ECUACIÓN 3 LNGO1ADE = f ( ANOEST, DJEFE, EXPER, EXPER2, SECTOR)
Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 3890 Observaciones excluidas: 300 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
ANOEST DJEFE EXPER EXPER2 SECTOR C
0.100926 0.291031 0.046055 -0.000757 -0.283453 11.14454
0.003451 0.028088 0.002923 5.46E-05 0.026922 0.050540
29.24153 10.36152 15.75754 -13.87110 -10.52867 220.5093
0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
0.374240 0.373435 0.741154 2133.516 -4351.430 1.714906
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
12.45070 0.936322 2.240324 2.249989 464.5714 0.000000
ECUACIÓN 4 LNGO1ADE = f (DPRIM, DSECUND, DUNIV, DJEFE, EXPER, EXPER2, SECTOR) Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 3890 Observaciones excluidas: 300 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable DPRIM DSECUND DUNIV DJEFE EXPER EXPER2 SECTOR C R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
Coefficient
Std. Error
0.477103 0.899106 1.487354 0.318031 0.046326 -0.000822 -0.333812 11.26350
0.109982 0.111814 0.115550 0.028635 0.002979 5.50E-05 0.027091 0.114629
0.342428 0.341242 0.759956 2241.982 -4447.880 1.700594
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
t-Statistic
Prob.
4.337989 8.041077 12.87190 11.10641 15.55096 -14.95092 -12.32187 98.26082
0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 12.45070 0.936322 2.290941 2.303828 288.7903 0.000000
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SECTOR INFORMAL ECUACIÓN 5 LNGO1ADE = f ( ANOEST, EXPER, EXPER2, DJEFE)
Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 2103 Observaciones excluidas: 222 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable ANOEST EXPER EXPER2 DJEFE C R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
Coefficient 0.089636 0.045818 -0.000775 0.336655 10.94057 0.229975 0.228507 0.794428 1324.081 -2497.555 1.650807
Std. Error
t-Statistic
Prob.
0.005633 0.003994 7.02E-05 0.040894 0.063041
15.91402 11.47059 -11.02961 8.232325 173.5474
0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
12.14823 0.904458 2.379986 2.393422 156.6471 0.000000
ECUACIÓN 6 LNGO1ADE = f (DPRIM, DSECUND, DUNIV, EXPER, EXPER2, DJEFE) Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 2103 Observaciones excluidas: 222 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
3.881991 6.994958 9.911892 11.30267 -11.64580 8.750247 92.08651
0.0001 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
DPRIM DSECUND DUNIV EXPER EXPER2 DJEFE C
0.442927 0.818534 1.387862 0.045861 -0.000825 0.360148 10.97957
0.114098 0.117018 0.140020 0.004058 7.09E-05 0.041159 0.119231
R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
0.207902 0.205635 0.806118 1362.036 -2527.273 1.644199
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
12.14823 0.904458 2.410150 2.428960 91.68970 0.000000
Caracterización de los Mercados Segmentados en Paraguay. Implicancias de Política Laboral
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ECUACIÓN 7 LNHORAM = f (LNGO1ADE, ANOEST, DCATE6, DCATE8, DOCUP4, DRAMA6, DTA2, EXPER2, SEXO) Variable Dependiente: LNHORAM Metodo: MCO Observaciones incluidas: 2103 Observaciones excluidas: 222 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
LNG01ADE ANOEST DCATE6 DCATE8 DOCUP4 DRAMA6 DTA2 EXPER2 SEXO C
0.245346 -0.023756 0.068456 0.270296 0.092839 0.106215 0.169807 -5.74E-05 0.106866 2.161864
0.019070 0.004105 0.031977 0.051051 0.041377 0.040637 0.032609 1.72E-05 0.027961 0.228733
12.86552 -5.787026 2.140803 5.294626 2.243751 2.613723 5.207390 -3.333554 3.821938 9.451470
0.0000 0.0000 0.0324 0.0000 0.0250 0.0090 0.0000 0.0009 0.0001 0.0000
R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
0.209983 0.206586 0.510215 544.8484 -1563.859 1.854996
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
5.221141 0.572800 1.496775 1.523646 61.81225 0.000000
SECTOR FORMAL ECUACIÓN 8 LNGO1ADE = f (DPRIM, DSECUND, DUNIV, EXPER, EXPER2, DJEFE) Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 1787 Observaciones excluidas: 78 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance
Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
ANOEST DJEFE EXPER EXPER2 P05 C
0.114722 0.146665 0.048700 -0.000756 0.228608 10.86525
0.004390 0.040262 0.004394 9.04E-05 0.036559 0.071636
26.13244 3.642782 11.08330 -8.364330 6.253222 151.6739
0.0000 0.0003 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
0.380193 0.378453 0.665112 787.8680 -1803.900 1.737565
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
12.80664 0.843641 2.025629 2.044057 218.4948 0.000000
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ECUACIÓN 9 LNGO1ADE = f (DPRIM, DSECUND, DUNIV, DJEFE, EXPER, EXPER2, SEXO) Variable Dependiente: LNG01ADE Metodo: MCO Observaciones incluidas: 1787 Observaciones excluidas: 78 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance Variable DPRIM DSECUND DUNIV DJEFE EXPER EXPER2 SEXO C R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
0.846975 1.375161 1.976542 0.184524 0.049390 -0.000837 0.200355 10.69283
0.355697 0.356882 0.358328 0.041529 0.004486 9.16E-05 0.037597 0.359237
2.381172 3.853268 5.516009 4.443282 11.00935 -9.132068 5.329000 29.76538
0.0174 0.0001 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
0.321682 0.319013 0.696189 862.2444 -1884.501 1.729939
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
12.80664 0.843641 2.118076 2.142646 120.5232 0.000000
ECUACIÓN 10 LNHORAM = f ( LNGO1ADE, ANOEST, DCATEF, DOCUPF, DRAMAF, DTAMF, EXPER2, SEXO) Variable Dependiente: LNHORAM Metodo: MCO Observaciones incluidas: 1787 Observaciones excluidas: 78 White Heteroskedasticity-Consistent Standard Errors & Covariance
Variable
Coefficient
Std. Error
t-Statistic
Prob.
LNG01ADE ANOEST DCATEF DOCUPF DRAMAF DTAMF EXPER2 SEXO C
0.214240 -0.034005 0.193426 -0.085237 -0.163500 0.094463 -6.93E-05 0.123647 2.692173
0.022067 0.003992 0.069715 0.022836 0.020192 0.043083 2.12E-05 0.022685 0.256955
9.708577 -8.517783 2.774531 -3.732482 -8.097263 2.192557 -3.265096 5.450575 10.47722
0.0000 0.0000 0.0056 0.0002 0.0000 0.0285 0.0011 0.0000 0.0000
R-cuadrado R-cuadrado ajustado S.E. of regression Sum squared resid Log likelihood Durbin-Watson stat
0.258178 0.254840 0.427003 324.1860 -1010.460 1.977866
Mean dependent var S.D. dependent var Akaike info criterion Schwarz criterion F-statistic Prob(F-statistic)
5.186211 0.494660 1.140974 1.168615 77.35024 0.000000
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la Encuesta Permanente de Hogares de 1999
Carlos Molinas O.
1. INTRODUCCIÓN El presente trabajo tiene los siguientes propósitos: simular los efectos de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay sobre la distribución de los ingresos, cuantificar el grado de progresividad de la misma y representar estos resultados en las curvas de Lorenz para observar la incidencia y concentración del impuesto. La fuente de información utilizada es la Encuesta Permanente de Hogares de 1999 ejecutada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos. Desde hace varios años se debate en el país sobre la importancia de la reforma fiscal (entre ellas la aplicación del impuesto a la renta personal), en el marco de la reforma de la administración pública, que incluiría tres áreas: la tributaria, la del gasto público y la de financiamiento y deuda externa. La tributaria, a su vez, incluiría cuatro componentes: el régimen tributario, la capacidad del Estado para hacer cumplir la ley tributaria, la administración tributaria y la impartición de justicia en materia tributaria1. Asimismo, se menciona con frecuencia
que como Paraguay es un país miembro del MERCOSUR requiere coordinar sus políticas fiscales con el resto de países miembros, tal como está concebido en el Tratado de Asunción. En el marco de esta unión, en los últimos años ha existido un esfuerzo para lograr una coordinación de estadísticas económicas para una eventual armonización macroeco-nómica en el futuro. Se prevé, por lo tanto, que este aspecto también será considerado a la hora de estudiar y decidir sobre la reforma fiscal en Paraguay. El Cuadro Nº 1 muestra el nivel de la tributación existente en los últimos años en la región, tomando como indi-cador la «presión o carga tributaria», es decir, el porcentaje que representan las recaudaciones reales o efectivas de cada país, respecto del PBI del mismo año. El menor nivel de tributación corresponde a Paraguay y el mayor nivel a Brasil que fue el que experimentó un aumento mayor entre 1998 y 1999, seguido por Uruguay y Argentina. El promedio simple de la presión tributaria para todo
1Aitkenhead C., Richard. PARAGUAY: Política Fiscal. Informe Final para el Proyecto PLANDES. Secretaría Técnica de Planificación. 1998.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
el MERCOSUR en 1998 fue de 21,3% y en 1999 21,6%. En Paraguay la mayor presión o carga tributaria en el 1999 correspondió al Impuesto al Valor Agregado (IVA), seguido por el Impuesto a la Renta a Personas Jurídicas (IRPJ) y los Gravámenes Aduaneros. La participación de los impuestos en las recaudaciones en el mismo año señala que el IVA participa con el 44 %, el IRPJ en 22% y los gravámenes Aduaneros en 16% del total. (ver Anexos 1 y 2). Con relación al Impuesto a la Renta a Personas Físicas (IRPF), puede indicarse que no existe en Paraguay y Uruguay, y que en Argentina y Brasil la renta gravada es realizada sobre la renta neta, el impuesto es progresivo, se grava la renta mundial para residentes y las alícuotas van de 9 a 35% en el caso argentino y son de dos tramos en el caso
Cuadro Nº 1 - Coeficientes de presión tributaria de los países Miembros del MERCOSUR (% respecto al PIB)
Argentina Brasil Paraguay Uruguay TOTAL
1998
1999
21,2 29,8 10,3 24,0 21,3
21,2 31,7 9,5 23,9 21,6
Fuente: González Cano, Hugo (2001). Datos obtenidos de los respectivos Ministerios de Hacienda
brasileño (15% y 27,5%) (ver Cuadro Nº 2). Analizando con más profundidad la situación actual de la tributación en los Países Miembros del MERCOSUR, Gonzá-lez Cano afirma que los actuales impuestos sobre la renta vigentes en los países miembros muestran más diferencias que similitudes y su posible y futura armonización será difícil y tal vez solo pueda lograrse a muy largo plazo y de manera gradual2 El BID por su parte ha señalado que el reducido tamaño del sector público de América Latina tiene su contrapartida en la baja recaudación impositiva. Para los niveles de desarrollo de los países, las cargas tributarias promedio de América Latina deberían estar alrededor del 24% del PIB y no del 18% como son en la actualidad3. La principal deficiencia en dicha recaudación se encuentra en los impuestos a la renta y la propiedad, cuyo promedio es tan sólo 4,5% del PIB, cuando de acuerdo con el nivel de desarrollo de los países debería generar 8%. Los bajos rendimientos recaudatorios del impuesto a la renta son una expresión de las limitadas capacidades institucionales de las administraciones para hacer cumplir la ley. Aitkenhead4 propone para la creación del IRPF un
2 González Cano, Hugo. Informe sobre la situación actual de la tributación en los Países Miembros del MERCOSUR. Buenos Aires, 2001. 3 Banco Interamericano de Desarrollo. América Latina frente a la desigualdad. Progreso Económico y Social en América Latina. Informe 1998-1999. 4 Aitkenhead C., Richard. Op cit
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
115
Cuadro Nº 2 - Comparación del impuesto sobre la renta(Legislaciones a Diciembre del 2000) Argentina Impuesto de Renta a Personas Físicas Si Renta gravada Renta neta Proporcional o progresiva Progresivo Alícuota 9% a 35% Grava renta mundial Criterio jurisdiccional para residentes
Brasil
Paraguay Uruguay
Si No Renta neta Progresivo 15% y 27,5% Grava renta mundial para residentes
No
Fuente: González Cano, Hugo (2001).
sistema con tasas bajas, que permita una recaudación sencilla, una base tributaria amplia y una progresividad implícita, con neutralidad respecto al origen de los ingresos de personas. Dicho impuesto tendría las siguientes características: a) Una tasa única del 10 por ciento sobre la renta bruta de toda persona que obtenga ingresos anuales de por lo menos doce veces el salario mínimo mensual; b) Los contribuyentes deberán presentar la declaración de su renta bruta (equivalente al total de su renta menos las contribuciones obligatorias al seguro social y régimen de previsión social); c) Se multiplicará la tasa del impuesto por la renta bruta del contribuyente; d) Se autorizará una deducción única y pareja a ser acreditada contra el impuesto, pero que no podrá generar derecho de devolución. Se sugiere un deducible universal del equivalente a cinco (5) salarios mínimos mensuales; y
e) El impuesto a pagar se determinará multiplicando la renta bruta por la tasa única del impuesto, menos la deducción general autorizada. Cuadro Nº 3 - Tabla de Simulaciones para el Impuesto sobre la Renta (t = 0.10, D = 2.500.000) Renta Bruta
Impuesto Final
% Tasa Media
7.500.000 15.000.000 25.000.000 35.000.000 45.000.000 55.000.000 75.000.000 115.000.000 175.000.000 255.000.000 355.000.000 455.000.000
0 0 0 2,86 4,44 5,45 6,67 7,83 8,57 9,02 9,30 9,45
0 0 0 1.000.000 2.000.000 3.000.000 5.000.000 9.000.000 15.000.000 23.000.000 33.000.000 43.000.000
Fuente: Aitkenhead C., Richard. PARAGUAY: Política Fiscal. Informe Final para el Proyecto PLANDES. Secretaría Técnica de Planificación. 1998.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
2. MARCO CONCEPTUAL Generalmente, las funciones principales atribuidas a los impuestos son las siguientes: a) financiar el gasto en bienes y servicios públicos; b) tratar de corregir «fallas» de mercado u orientar las decisiones de las empresas y las familias; y c) podría constituirse en un buen instrumento para redistribuir el ingreso entre la población. Para Musgrave, una buena estructura tributaria debería tener los siguietes requisitos5: a) La recaudación debería ser adecuada. b) La distribución de la carga tributaria debería ser equitativa. Cada uno debería estar obligado a pagar su justa parte. c) Lo importante no es sólo el punto de impacto al que el impuesto se aplica sino su punto de aplicación final. El problema de la incidencia debe, por tanto, tenerse en cuenta. d) Se debería elegir los impuestos de forma que resultara mínima la interferencia con las decisiones económicas en unos mercados eficientes. Dichas interferencias pueden imponer un exceso de gravamen que debería ser minimizado. 5 Musgrave, Richard, y Musgrave, Peggy (1992). Hacienda Pública: Teórica y Aplicada. Quinta Edición. McGraw Hill.
e) La estructura tributaria debería facilitar el uso de la política fiscal para los objetivos de estabilización y crecimiento. f) El sistema fiscal debería permitir una administración justa y no arbitraria y debería ser comprensible para el contribuyente. g) Los costes de administración y cumplimiento deberían ser todo lo bajo que resulte compatible con el resto de objetivos. Para plasmar estos criterios deben considerarse el nivel de eficiencia y equidad que se desea para luego elegir el tipo de impuesto, base gravable y tasas que son compatibles con ellos. Es importante, por tanto, definir lo que se entiende por eficiencia y equidad tributaria. El concepto de eficiencia, se refiere a la asignación de recursos en la actividad que rinda el mayor beneficio neto. Las condiciones que permiten lograr la mayor eficiencia son que se utilicen todos los recursos disponibles, de tal manera que no existan recursos ociosos y, que la producción de bienes sea tal que se alcance la mejor combinación técnica de los insumos, es decir, que se produzcan los bienes al menor costo posible; asimismo, requiere que no exista una combinación alternativa o una trans-ferencia de recursos que genere una ganancia a algún agente, sin que nadie más pierda. Por equidad normalmente se entiende el sistema fiscal debería ser equitativo, es decir que cada contribuyente pague su justa parte para
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
sufragar el coste del gobierno, y que contiene dos enfoques principales que son el principio del beneficio y el principio de capacidad de pago. El principio del beneficio estipula que las personas deben pagar los impuestos según los beneficios que reciban del gasto público, es decir que nadie soportará ningún sacrificio de los impuestos debido a que el margen de pérdida neta en la utilidad o en los ingresos sería igual a la ganancia neta a partir de los gastos del gobierno. Para Martínez-Vázquez, el problema principal con el principio del beneficio es que, si los que se benefician con los gastos públicos son los pobres, no sería razonable exigir que paguen por ello6. El principio de capacidad de pago tiene como enfoque de que se necesita un ingreso total dado y a cada contribuyente se le pide que contribuya según su capacidad de pago, comúnmente asociada con la idea de que los agentes económicos con más ingresos paguen más. En este sentido, la equidad horizontal requiere que las personas con la misma capacidad de pago paguen lo mismo, y la equidad vertical requiere que las personas con mayor capacidad paguen más. La medición de la progresividad impositiva. Para Musgrave un impuesto será progresivo si la relación entre el impuesto y la renta se incrementa a 6 Martínez-Vázquez, Jorge. El impacto de los presupuestos sobre los pobres. Incidencia fiscal y de beneficios. Georgia State University. Agosto de 2001.
117
medida que nos movemos hacia arriba en la escala de las rentas, será proporcional si dicha relación es constante y será regresivo si la relación disminuye. También el impuesto es progresivo cuando para una renta dada el tipo marginal es mayor que el tipo medio, proporcional si ambos tipos son iguales y regresivo si el marginal es inferior al medio. Un impuesto sobre la renta también se puede decir que es progresivo si del resultado de la aplicación del impuesto resulta una mejora en la distribución de la renta. En otras palabras, si la distribución es más igualitaria después de aplicar el impuesto en comparación con la distribución antes de su aplicación. Para el mismo autor, estos conceptos son importantes pero la situación se complica cuando el objetivo es medir el grado de progresividad o regresividad. Grados de progresividad.
En la obra de Musgrave y Thin (1.948) se citan las medidas de progresividad de los tipos medios, la progresividad de la deuda tributaria, y progresividad de la renta residual. En nuestro análisis de estas medidas optamos por la progresividad de los tipos medios, porque facilita el análisis gráfico y la obtención de conclusiones. El grado de progresividad de los tipos medios puede medirse por la tasa de cambio del tipo impositivo medio:
T1 / Y1 - T0 /Y0 Y1 - Y0 donde T1 es impuesto correspondiente a la renta Y1, T0 el correspondiente a la renta Y0, y además Y1>Y0.
118
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
La progresividad de los tipos medios es igual a cero cuando el impuesto es proporcional, positiva si el impuesto es progresivo y negativa si es regresivo. Gráficamente la progresividad de los tipos medios viene dada por la pendiente de la curva que se obtiene cuando dibujamos el gráfico de los tipos medios en función de la renta de los contribuyentes. Dado que la pendiente de la curva no es la misma a través de todo el abanico de rentas, es evidente que el grado de progresividad difiere en varios puntos del abanico. Por lo tanto, no podemos expresar el grado de progresividad para diferentes puntos utilizando un coeficiente constante como el que podríamos aplicar si la pendiente de la curva fuera la misma a lo largo de todo el abanico de rentas. La pendiente de la curva de tipos medios disminuirá más o menos continuamente. Medición de la incidencia de los impuestos Para analizar las incidencias finales de un impuesto se requiere de un análisis de equilibrio general cuya implementación es dificultosa ya que requiere de formas funcionales, de estimaciones de elasticidades y un gran número de supuestos. Debido a esto la medición del impacto distributivo de la aplicación de impuesto se hace a través de un ejercicio de estática comparada, analizando la situación anterior y posterior de la aplicación7. Una medida de la incidencia de los impuestos puede ser obtenido comparando la distribución de la renta 7 Martínez-Vázquez, Jorge. Op cit.
antes y después de la aplicación de un determinado tipo de impuesto. Uno de los métodos más utilizados para medir dichos cambios es la curva de Lorenz, la cual permite representar la distribución relativa de una variable en un dominio determinado. La curva se grafica considerando en el eje horizontal el porcentaje acumulado de la población y en el eje vertical el porcentaje acumulado del ingreso. Cada punto de la curva se interpreta como porcentaje acumulado de la población. La curva parte del origen (0,0) y termina en el punto (100,100). Si el ingreso estuviera distribuido de manera perfectamente equitativa, la curva coincidiría con la línea de 45 grados que pasa por el origen (por ejemplo el 15% de la población percibe el 15% del ingreso). Si existiera desigualdad perfecta, o sea, si una persona tuviera todo el ingreso, la curva coincidiría con el eje horizontal hasta el punto (100,0) donde saltaría el punto (100,100). Cuando se tiene dos curvas de Lorenz y no se cruzan entre sí, la curva que se encuentra por encima tendrá un menor coeficiente de Gini y viceversa. Cuando dos curvas de Lorenz se cruzan entre sí ya no es posible determinar gráficamente cuál exhibe mayor desigualdad, aunque todavía puede utilizarse para ello el coeficiente de Gini. La curva más inclinada muestra más desigualdad en la distribución de los ingresos que la curva menos inclinada. Las curvas de Lorenz comparadas dan una visión clara de una desigualdad más alta o más baja, para los mismos ingresos totales. En general, la
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
curva se encuentra en una situación intermedia entre estos dos extremos, si una curva de Lorenz se encuentra siempre por encima de otra, es decir que está más cerca de la línea de 45 grados, podemos decir que la primera exhibe menor desigualdad que la segunda. Esta comparación gráfica entre distribuciones es el principal uso de la curvas de Lorenz. Otra información que contiene las curvas de Lorenz es el cálculo del coeficiente de Gini. Este se calcula como el cociente entre el área situada entre la líneas de 45 grados y la curva de Lorenz y el área situada entre la línea de 45 grados y el eje horizontal. Esta medida es igual a 0 (cero) en caso de igualdad e igual a 1 (uno) en caso de desigualdad perfecta. Se encuentra entre 0 y 1, y cuanto mayor sea el coeficiente de Gini mayor es el nivel de desigualdad. Gráfi-
camente el coeficiente de Gini, es la relación del área entre la línea recta y la curva de Lorenz (área A en el Gráfico Nº 1) con el área total debajo de la línea recta (la suma de las áreas A y B del Gráfico Nº 1). El valor del coeficiente de Gini varía entre cero, para el caso de una igualdad total, donde la curva de Lorenz coincide con la línea recta de 45 grados, y uno, para el caso donde hay total desigualdad y todos los ingresos se acumulan para una sola persona. Se puede usar la comparación de los coeficientes de Gini para la distribución de los ingresos antes y después de la reforma fiscal para analizar la incidencia de los cambios fiscales. Si la nueva distribución de ingresos está menos inclinada o más cercana a la línea de 45 grados, la incidencia del cambio fiscal es progresiva (o pro-pobres).
Grafico 1 - Curvas de Lorenz y Coeficiente de Gini 100 90 Gini = A/(A+B)
RV HU JQ L HG R GD OX P XF D
80
Curva de Lorenz
70 60
A
50 Línea de equidistribución
40 30
B
20 10 0 0
10
20
30
40
119
50
60
70
DFXPXODGR GH SREODFLyQ
80
90
100
120
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
También se puede comparar el coeficiente de Gini para la distribución de las cargas fiscales, representadas por una curva de concentración, y el coeficiente de Gini para la distribución de ingresos per cápita. Así por ejemplo, si el coeficiente de Gini para las cargas fiscales es mayor que para los ingresos per cápita, se dirá que el impuesto es progresivo. Una curva de concentración es un concepto paralelo a una curva de Lorenz con hogares ordenados desde los más pobres hasta los más ricos en el eje horizontal, y en el porcentaje acumulativo de impuestos pagados en el eje vertical. Efecto Redistributivo y Progresividad.
Los efectos redistributivos pueden ser estimados a través del indicador de Reynolds-Smolensky (1977), que se define como la diferencia entre los coeficientes de Gini antes y después de la aplicación del impuesto: (RS) = (Gx) (Gx-t).
Conviene aclarar las diferencias entre el efecto redistributivo y la progresividad de un impuesto. El efecto redistributivo, resulta de la comparación de la desigualdad en la distribución del ingreso antes y después de su aplicación, pero esto puede deberse a cambios en la tasa media de imposición o en la progresividad, como señala Kakwani (1977), que propone comparar el coeficiente de Gini antes de impuestos con el índice de concentración del tributo. Es decir, comparar la distribución del ingreso inicial con la distribución de la carga impositiva: K(t) = C(t) - G(ya), donde K(t) es el índice de Kakwani, C(t) es el índice de concentración del impuesto, y G(ya ) es el coeficiente de Gini antes de la acción del gobierno. Un signo negativo en el índice denota un impuesto o estructura impositiva regresiva, mientras que un signo positivo da cuenta de un tributo progresivo. En el caso de un impuesto proporcional, el
Grafico 2 - Curvas de Lorenz y Curvas de concentración 100 90
% acumulado de ingreso
80 70
Curva de Lorenz
60 50 40 30 20
Curva de Concentración
10 0 10
20
30
40
50
60
70
% acumulado de población
80
90
100
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
índice de concentración del impuesto coincide con el de concentración del ingreso, con lo que el índice de Kakwani es cero. Las cotas del índice de Kakwani dependen del grado de desigualdad de la distribución del ingreso antes de impuestos. Son - 1 G(ya ) para la máxima regresividad y 1-G(ya) para la máxima progresividad. La curva de Lorenz mide la participación en el bienestar total del x% más pobre de la población. La curva de concentración de un impuesto muestra el porcentaje de la carga tributaria soportado por el x% más pobre de los individuos, según el ordenamiento inicial. La curva de concentración de un impuesto proporcional coincide con la curva de Lorenz. Si la curva de concentración está siempre sobre la curva de Lorenz, el impuesto es regresivo. Si está siempre por debajo, es progresivo.
ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN OBTENIDA. Progresividad en el Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IPRPF). Con el fin de ver más claramente la diferencia entre la progresividad con tasas constantes y tasas crecientes del impuesto, y la progresividad en términos de la carga del impuesto, construimos un ejemplo numérico con base en los ingresos reportados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH 1999). La tarifa progresiva del IRPF se aplica sobre el ingreso a gravar, que corresponde al ingreso del agente menos las deducciones permitidas. Es
121
importante mencionar que estamos suponiendo que el ingreso que reporta el contribuyente es el ingreso que se grava. Este puede diferir del verdadero ingreso gravable, ya que este es un ejercicio que nos permitirá entender el significado real de «progresividad». En primer lugar, se ordenan los ingresos de las personas de menor a mayor por centiles, acomodados de tal manera que cada hilera contenga al 1 por ciento de los contribuyentes (columna 1 del Cuadro 4)8. La columna 2 presenta el ingreso promedio de una persona dentro de cada centil de perceptores, la columna 3 presenta la tasa del impuesto aplicable sobre el ingreso. En la columna 4 se presenta el tipo medio del impuesto que se mide como el cociente del monto del impuesto y el ingreso gravable. Cabe mencionar que los datos utilizados en las columnas 3 y 4 provienen del cuadro Nº 3 propuesto por Aitkenhead. La progresividad del tipo medio se presenta en la columna 5 y el monto del impuesto a pagar está en la columna 6. Así, por ejemplo, para un ingreso de 1.000.000 Gs. mensuales, la tarifa que se cobra es de 10 por ciento, resultando un tipo medio de 4,44% siendo el impuesto a pagar de 44.400 Gs El cuadro N° 5 muestra la progresividad que se obtiene con una tasa progresiva del IRPF a medida que nos desplazamos hacia los centiles de renta más elevados. Así puede observarse que para una tasa de 30% el tipo medio sería de 28,35% con un grado de progresividad 8 A partir del cuadro Nº 4 los resultados a nivel de los últimos centimiles debido a regiones de espacio.
122
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Cuadro Nº 4 - Tasa Única y Progresividad de Tipo Medio Centiles(1)
Ingreso mensual(2)
92 93 94 95 96 97 98 99 100
956.425 1.000.000 1.059.394 1.180.965 1.352.193 1.564.715 1.979.369 2.731.069 6.675.560
Tasa (%) (3)
Tipo medio (4)
Progresividad del tipo medio(5)
Impuesto a pagar(6)
10 10 10 10 10 10 10 10 10
2,86 4,44 5,45 6,67 7,83 8,57 9,02 9,30 9,45
3,63 1,70 1,00 0,68 0,35 0,11 0,04 0,00
27.354 44.400 57.737 78.770 105.877 134.096 178.539 253.989 630.840
Fuente: Elaboración propia en base a la EPH 99
Observación: de 0,11%, siendo el impuesto a pagar de 1.892.521 Gs. El objetivo de este ejercicio, ha sido mostrar de que con tasas del impuesto crecientes como con tasas constantes sobre el ingreso se logra progresividad.
de progresividad del tipo medio tenderá a reducirse a medida que nos movemos hacia arriba en la escala de rentas. En los gráficos 3 y 4 puede observarse más nítidamente la progresividad y el grado de progresividad.
Como anteriormente se ha descrito, la progresividad del tipo medio muestra la pendiente de la curva que se obtiene representando el tipo efectivo sobre la renta. La curva de tipos efectivos tenderá a hacerse más plana y el coeficiente
De hecho, con un sistema tributario más sencillo, que involucra solo la aplicación de una tasa constante, se logra la progresividad. Esta estructura tributaria tiene la ventaja de mejorar la asignación de recursos productivos,
Cuadro Nº 5 - Tasas y Progresividad de Tipo Medio Centiles 92 93 94 95 96 97 98 99 100
Ingreso mensual 956.425 1.000.000 1.059.394 1.180.965 1.352.193 1.564.715 1.979.369 2.731.069 6.675.560
Tasa (%) 10 12 15 17 19 21 24 26 30
Fuente: Elaboración propia en base a la EPH 99
Tipo medio 2,86 5,33 7,90 11,34 14,88 18,00 21,65 24,18 28,35
Progresividad del tipo medio 5,66 4,33 2,83 2,07 1,47 0,88 0,34 0,11
Impuesto a pagar 27.354 53.280 83.719 133.910 201.166 281.602 428.494 660.372 1.892.521
123
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
Grafico 3 - Tipos medios por tramos de renta
Grafico 4 - Progresividad del tipo medio
30 5 25
Progresiv idad
Tipos medios al 30 %
hasta 30 % 4
20
V LR GH 15 P V R LS7 10
Tipos medios al 10 %
GD GL 3 YL VH U J UR 2 3
5
1
0
0
Progresiv idad 10 %
1
2
3
4
5
6
7
8
9
7UDP RV GH UHQWD
reducir la evasión y elusión fiscales, además de que simplificaría de manera importante gravar el ingreso de las personas físicas, al reducir el costo para el contribuyente de pagar el impuesto, así como para la autoridad en recolectar el mismo. Por tanto, el uso de tasas del impuesto crecientes sobre el ingreso no es la única opción. Efectos del IRPF sobre la renta personal disponible Los principales efectos que tendría la reforma del IRPF sobre la renta disponible del contribuyente, utilizando la información de la EPH 1999, de acuerdo con el nivel de renta previo a la aplicación del impuesto, se muestran en los cuadros 6 y 7, los cuales fueron elaborados a partir de centiles de renta, debido a la gran dispersión de los ingresos. El cuadro N° 6 muestra las cuotas líquidas y los tipos efectivos medios y sus variaciones por centiles de renta, para cada uno de los IRPF. Se obser-
1
2
3
4
5
6
7
8
7UDPRV GH UHQWD
va que el contribuyente medio del primer rango, con una renta de 956.425 Gs., soporta con el IRPF una cuota líquida de 27.354 Gs., reduciéndose esta renta a 929.071 Gs. Este importe representa la magnitud media de disminución de la renta disponible del contribuyente como consecuencia de la aplicación del impuesto. La cuota líquida mínima es de 25.826 Gs. siendo la máxima de 42.619.500 Gs. El ingreso mínimo afectado por el impuesto en este primer rango resultó ser de 903.000 Gs. con una cuota líquida de 25.826 Gs. pasando a ser el ingreso después del IRPF de 877.174 Gs. En el último centil puede observarse que el ingreso máximo antes de los impuestos es de 451.000.000 de Gs., cuya cuota líquida es de 42.619.500 Gs. siendo su ingreso después de impuestos 408.380.500 Gs. El cuadro Nº 7 muestra la progresión del tipo medio que se produce si la aplicación del IRPF ve incrementado su tipo medio efectivo o, lo que es lo mismo, su presión fiscal por IRPF cuando se aumentan las tasas de los
529.771 577.144 600.000 637.648 689.704 736.033 776.003 802.272 878.301 956.425 1.000.000 1.059.394 1.180.964 1.352.193 1.564.715 1.979.369 2.731.069 6.675.560
Media
Máxima
501.750 550.000 551.000 599.417 600.000 600.000 600.400 650.000 652.000 700.000 702.000 750.000 750.902 797.568 800.000 830.435 831.386 900.000 903.000 998.625 1.000.000 1.000.000 1.000.300 1.100.000 1.100.167 1.240.000 1.243.800 1.499.083 1.500.000 1.750.000 1.760.000 2.352.981 2.362.500 3.180.000 3.200.000 451.000.000
Mínima
Ingresos Brutos
Fuente: Elaboración propia en base a la EPH 99
82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100
Centiles
0 0 0 0 0 0 0 0 0 27.354 44.400 57.737 78.770 105.877 134.096 178.539 255.218 630.840
Media
Máxima
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 25.826 28.561 44.400 44.400 54.516 59.950 73.381 82.708 97.390 117.378 128.550 149.975 158.752 212.239 220.776 297.171 302.400 42.619.500
Mínima
Aplicación de Impuestos
0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 4 5 7 8 9 9 9 9
0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 4 5 7 8 9 9 9 9
0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 4 5 7 8 9 9 9 9
Media Mínima Máxima
Tipos medios
529.771 577.144 600.000 637.648 689.704 736.033 776.003 802.272 878.301 929.071 955.600 1.001.657 1.102.194 1.246.316 1.430.619 1.800.830 2.475.850 6.044.720
Media
Máxima
501.750 550.000 551.000 599.417 600.000 600.000 600.400 650.000 652.000 700.000 702.000 750.000 750.902 797.568 800.000 830.435 831.386 900.000 877.174 970.064 955.600 955.600 945.784 1.040.050 1.026.786 1.157.292 1.146.410 1.381.705 1.371.450 1.600.025 1.601.248 2.140.742 2.141.724 2.882.829 2.897.600 408.380.500
Mínima
Ingresos después de Impuestos
Cuadro N° 6 - Ingresos antes y después de la aplicación de la Tasa de Impuestos y Tipos Medios (10%)
124 ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
529.771 577.144 600.000 637.648 689.704 736.033 776.003 802.272 878.301 956.425 1.000.000 1.059.394 1.180.964 1.352.193 1.564.715 1.979.369 2.731.069 6.675.560
Media ma
Máxi-
Media
Máxima
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 25.826 28.561 53.300 53.300 79.024 86.900 124.759 140.616 185.077 223.064 270.000 315.000 381.040 509.420 571.253 768.924 907.200 127.858.500
Mínima
Aplicación de Impuestos
501.750 550.000 0 551.000 599.417 0 600.000 600.000 0 600.400 650.000 0 652.000 700.000 0 702.000 750.000 0 750.902 797.568 0 800.000 830.435 0 831.386 900.000 0 903.000 998.625 27.354 1.000.000 1.000.000 53.300 1.000.300 1.100.000 83.692 1.100.167 1.240.000 133.921 1.243.800 1.499.083 201.206 1.500.000 1.750.000 281.649 1.760.000 2.352.981 428.533 2.362.500 3.180.000 660.372 3.200.000 451.000.000 1.892.521
Mínima
Ingresos Brutos
Fuente: Elaboración propia en base a la EPH 99
82 83 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100
Centiles
0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 5 8 11 15 18 22 24 28
Media 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 5 8 11 15 18 22 24 28
Mínima
Tipos medios
0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 5 8 11 15 18 22 24 28
Máxima 529.771 577.144 600.000 637.648 689.704 736.033 776.003 802.272 878.301 929.071 946.700 975.702 1.047.043 1.150.986 1.283.067 1.550.836 2.070.696 4.783.039
Media
Máxima
501.750 550.000 551.000 599.417 600.000 600.000 600.400 650.000 652.000 700.000 702.000 750.000 750.902 797.568 800.000 830.435 831.386 900.000 877.174 970.064 946.700 946.700 921.276 1.013.100 975.408 1.099.384 1.058.723 1.276.020 1.230.000 1.435.000 1.378.960 1.843.560 1.791.248 2.411.076 2.292.800 323.141.500
Mínima
Ingresos después de Impuestos
Cuadro N° 7 - Ingresos antes y después de la aplicación de la Tasa de Impuestos y Tipos Medios (hasta el 30%). Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
125
126
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Grafico 5 - Ingresos promedios antes y después de impuestos 8000000 7000000
Ingresos brutos
Ingresos promedio
6000000
Ingresos después de impuestos del 10%
5000000
Ingresos después de impuestos del 30%
4000000 3000000 2000000 1000000 0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
T ramos de renta
impuestos hasta el 30%, detalladas en el cuadro Nº 5. Puede observarse la progresividad de los tipos medios, que aumenta por cada rango de ingresos llegando el máximo a ser de 28,35% en el último centil, siendo la cuota líquida máxima de 127.858.500 Gs. de un ingreso de 451.000.000, lo que da un ingreso después de impuestos de 323.141.500 Gs. En el mismo rango tenemos que el ingreso mínimo imponible es de 3.200.000 Gs. con una cuota líquida de 907.200 Gs. El gráfico 5 muestra la incidencia en los ingresos de la aplicación de ambos grupos de tasas. Cuando es aplicado el impuesto progresivo hasta el 30 % se observa que afecta a los ingresos principalmente a partir del tramo 6. Medición de la incidencia de los impuestos. Hasta esta parte se ha realizado lo siguiente. Se construyó la distribución del ingreso individual por centiles antes
de la aplicación de los impuestos, se imputó el monto del impuesto a cada centil y luego se dedujo el impuesto, suponiéndose que el ingreso que reporta el contribuyente es el ingreso que se grava. Desde allí, una vez estimados los ingresos individuales después de aplicados los impuestos, se construyeron los centiles y luego los indicadores. Los resultados de la nueva distribución de los ingresos después de la aplicación de los impuestos pueden apreciarse en el gráfico Nº 6. Las nuevas curvas de Lorenz, después de aplicados los impuestos, se encuentra por encima de la curva del ingreso inicial , es decir que están más cerca de la línea de 45 grados, y por lo tanto puede decirse que las nuevas curvas exhiben menor desigualdad que la curva del ingreso inicial. El efecto causado por los impuestos progresivos hasta el 30% muestra una mejor distribución que los causados por la tasa única de 10%. Al estimar los
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
127
Grafico 6 - Curvas de Lorenz. Distribución del Ingreso antes y después de Impuestos 100
Línea de equidistribución
90 80
RV UHJ 70 Q L 60 HG R 50 GD OX 40 PX 30 FD 20
Ingreso modificado hasta el 30%
Ingreso modificado 10%
Ingreso
10
inicial
0 10
20
30
40
60
50
70
80
90
100
DFXPXODGR GH SREODFLyQ Cuadro Nº 8 - Indicadores de Progresividad Coeficiente de Gini de Ingresos antes de Impuestos Con 10% Hasta 30%
0,529 0,529
Coeficiente de Gini de Ingresos después de Impuestos 0,516 0,491
Indicador de ReynoldsIndice Smolensky de Kakwani
0,013 0,038
0,321 0,352
Fuente: Elaboración propia en base a la EPH 99
efectos redistributivos, el indicador de Reynolds-Smolensky muestra que la desigualdad se ve disminuida en 0,013 con la aplicación del impuesto de tasa única, mientras que con la aplicación de tasas progresivas se ve disminuida en 0,038. Empleando cualquiera de los métodos podemos concluir que la aplicación del impuesto a la renta es progresiva, según el indicador de Reynolds- Smolensky. Estos resultados se ven reforzados por el índice de Kakwani donde ambos métodos de
aplicación del impuesto resultan ser progresivos, con K = 0.0321 para un IRPF de 10% y con K = 0.0352 para un IRPF con tasas progresivas. El gráfico 7 muestra la progresividad del impuesto al comparar la curva de Lorenz con la curva de concentración. Como se ha descrito anteriormente, si la curva de concentración está siempre sobre la curva de Lorenz, el impuesto es regresivo. Si está siempre por debajo, es progresivo.
128
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Grafico 7 - Curvas de Lorenz y curvas de concentración 100 Línea de equidistribución
90
% acumulado de ingreso
80 Ingreso Inicial
70 Curva de concentración 10%
60 50 40
Curva de concentración
30 20 10 0 0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
% acumulado de población
4. CONCLUSIONES. 4. CONCLUSIONES. En el presente trabajo se ha simulado el probable impacto sobre la distribución del ingreso de la aplicación de un impuesto a la renta con una tasa única de 10% y con una tasa progresiva hasta el 30%, utilizando los datos de la Encuesta Permanente de Hogares 1999. Esta simulación es de carácter estático y se ha efectuado en un marco de equilibrio parcial, en el cual únicamente se ha incorporado el IRPF sin considerar la incidencia que el incremento de renta disponible generado por la aplicación de este impuesto pueda tener sobre la recaudación de otros impuestos. Como se ha indicado anteriormente, para analizar las incidencias finales de un impuesto es necesario un análisis de equilibrio general, el cual implica
la especificación y estimación de relaciones de comportamiento de los sectores y agentes económicos claves. En el trabajo se ha mostrado que el ingreso mínimo afectado por el impuesto resultó ser de 903.000 Gs., con una cuota líquida de 25.826 Gs., pasando a ser el ingreso después del IRPF de 877.174 Gs. En el último centil se pudo observar que el ingreso máximo afectado por los impuestos es de 451.000.000 de Gs. También se pudo percibir la progresividad de los tipos medios, que aumenta por cada rango de ingresos, llegando a un máximo de 28,35% en el último centil. También fueron calculados los grados de progresividad de ambos tipos de impuestos, es decir, una disminución a medida que aumentan los tramos de rentas. Las comparaciones entre las distribuciones del ingreso inicial, antes de
Medición del Impacto de la aplicación del impuesto a la renta personal en Paraguay con la EPH 1999
la aplicación de los impuestos a los ingresos individuales y la distribución afectada por dichos impuestos se realizaron utilizando los coeficientes de Gini, y la progresividad de cada impuesto fueron analizados a través del índice de Reynolds-Smolensky, el índice de Kakwani y curvas de Lorenz y de concentración del ingreso. Los resultados obtenidos muestran que dicho impuesto es progresivo para ambos tipos de tasas. La distribución del ingreso antes de impuestos es más desigual que las que se obtienen luego de aplicar los impuestos considerados, donde el indicador de Kakwani confirma la progresividad del IRPF.
BIBLIOGRAFÍA Ahumada, Hildegart; Canavese, Alfredo y Gonzalez Alvaredo, Facundo. Un análisis comparativo del impacto distributivo del impuesto inflacionario y de un impuesto sobre el consumo. Universidad Nacional de La Plata, Argentina. 2.000. Aitkenhead C., Richard. PARAGUAY: Política Fiscal. Informe Final para el Proyecto PLANDES. Secretaría Técnica de Planificación. 1998.
129
Banco Interamericano de Desarrollo. América Latina frente a la desigualdad. Progreso Económico y Social en América Latina. Informe 1998-1999. González Cano, Hugo. Informe sobre la situación actual de la tributación en los Países Miembros del MERCOSUR. Buenos Aires, 2001. López Laborda, Julio; Zárate Marco, Anabel. IRPF, familia e incentivos. Una propuesta metodo-lógica y una aplicación. Universidad de Zaragoza, España. P.T. Nº 8/99. http://www.ief.es/papelest/ pt1998.htm. Martínez-Vázquez, Jorge. El impacto de los presupuestos sobre los pobres. Incidencia fiscal y de beneficios. Georgia State University. Agosto de 2001. Musgrave, Richard, y Musgrave, Peggy (1992). Hacienda Pública: Teórica y Aplicada. Quinta Edición. McGraw Hill. Tijerina Guajardo, José Alfredo y Medellín Ruiz, Antonio. Análisis conceptual de eficiencia y equidad en la estructura tributaria. Centro de Análisis y difusión Económica. Documento de Investigación No. 11, Mayo de 1999.Centro de Análisis y Difusión Económica. México. E-mail: cade@intercable.net. www.cade.org.mx
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
ANEXOS
ANEXO 1- PARAGUAY: Recaudación Impuestos en % del PIB Años
Impuestos
Impuesto a la Renta Imagro Tributo Único IVA Selectivo Combustibles Selectivo Otros Gravamen Aduanero Actos y Documentos Total General
1995
1996
1997
1998
1999
2,2 0,0 0,0 4,4 0,8 0,4 2,7 0,4 10,9
2,1 0,1 0,0 4,1 1,0 0,4 2,2 0,3 10,2
2,0 0,1 0,0 4,5 0,8 0,5 2,2 0,4 10,5
2,0 0,1 0,0 4,5 0,7 0,6 2,2 0,3 10,3
2,1 0,1 0,0 4,2 0,4 0,8 1,5 0,3 9,5
Fuente: Ministerio de Hacienda
ANEXO 2- PARAGUAY: Participación de los Impuestos en la Recaudación. (En % del total) Años
Impuestos
Impuesto a la Renta Imagro IVA Selectivo Combustibles Selectivo Otros Gravamen Aduanero Tributo Único Actos y Documentos
1995
1996
1997
1998
1999
20,0 0,0 39,0 8,0 3,0 24,0 0,0 3,0
21,0 0,5 39,0 9,0 4,0 21,0 0,0 3,0
18,0 0,7 43,0 7,0 5,0 21,0 0,0 3,0
18,0 0,5 43,0 6,0 6,0 20,0 0,0 3,0
22,0 1,2 44,0 4,0 9,0 16,0 0,0 3,0
Fuente: Ministerio de Hacienda
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
131
Equidad del gasto público en salud en Paraguay Maria Elizabeth Barrios K.
1. INTRODUCCIÓN Uno de los derechos básicos de todo individuo, reconocido universalmente, es la salud, además de ser un importante factor para el desarrollo social y económico. Conforme a este principio, los gobiernos de todo el mundo han jugado y seguirán jugando un papel primordial en el financiamiento y la prestación de los servicios de salud1 . El reto actual es que los gobiernos puedan cumplir dichos roles con eficiencia y equidad. En ese sentido, uno de los diez compromisos de la cumbre social de Copenhague (marzo 1995) es lograr el acceso universal y equitativo a la educación y la atención primaria de la salud. Por tanto, es necesaria una provisión eficiente y equitativa de los servicios sociales. La salud en cuanto derecho inalienable de todo ser humano constituye un bien público, es decir, nadie puede sentirse excluido de sus beneficios y, a la vez, el beneficio que una persona obtiene no debe sustraer la cantidad disponible para los restantes miembros
de la sociedad. Pero como la salud es fruto de la interacción de varios factores como la herencia o biología, el ambiente en que se desenvuelve el ser humano, los estilos de vida y el sistema sanitario, la definición de si es un bien público o privado es compleja. Lo que si es claro es que la salud es un bien muy especial y particular en cuanto a sus características en lo individual y lo social. A nivel individual las personas buscan la curación ante ausencia de la salud o, lo que es lo mismo, en casos de enfermedad a través de los servicios sanitarios asistenciales, y su conservación o la prevención de enfermedades a través de los servicios de medicina preventiva. Desde la óptica social o colectiva, la salud es considerada como un bien meritorio ya que forma parte del capital social porque se ha demostrado la relación entre éste y el crecimiento y desarrollo de las sociedades. La rama de la economía, la economía de la salud, que analiza estos temas define a los bienes tutelares, meritorios o preferentes, como aquellos bie-
(*) Agradecimientos al Señor Marcos Robles por sus oportunas y claras recomendaciones y toda la colaboración prestada. 1 Focalización y Paquetes de beneficios. Programa Flagship, Reforma y Financiamiento Sustentable del Sector Salud. Santiago de Chile. Bitrán y Asociados, Flagship Prpgram, World Bank Institute y Universidad Alberto Hurtado. Junio 2000.
132
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
nes o servicios que, en opinión de las sociedades, resultan de importancia vital para el país, porque el hecho de que todos puedan alcanzarlo deriva en un mayor grado de bienestar general para el conjunto de la población, es decir donde existe una alta tasa de externalidad. Por ello su acceso y consumo debe ser protegido, y un modo de lograrlo es hacer que no dependa de la capacidad adquisitiva individual sino adoptando medidas que contribuyan al logro de los objetivos tanto de eficiencia como equidad2 . Dichos objetivos están ligados tanto a la entrega como a la forma de financiamiento de los servicios. En un modelo de atención de salud intervienen de manera genérica tres agentes: el que presta la atención de salud, el que recibe la atención y el que la paga3 . Por otro lado, es cada vez más evidente que en varios países en desarrollo la estrategia de la prestación universal de los servicios de salud es ineficiente y a la vez inequitativa, contrariando justamente a sus principales objetivos: la equidad y eficiencia4 . Por ello, los recursos públicos aplicados en la esfera del bienestar social deben estar destinados fundamentalmente a cubrir las necesidades de quienes no están en condiciones de sufragar por sí mismos la prestación de servicios de
salud, y deben ser aplicados respondiendo a los principios de "focalización", identificando con la mayor precisión posible a los beneficiarios, "subsidio a la demanda", traduciendo en la medida de lo posible el subsidio en poder de compra, "evaluación", a través de la medición del efecto y no del gasto, "prioridad a los más necesitados" y "equidad", entendida como compensación de las desventajas, mediante el trato desigual a quienes son socialmente desiguales5. Frente a este esquema conceptual, la realidad paraguaya es la siguiente: un poco más de la tercera parte de la población paraguaya vive en condiciones de pobreza, es decir sus ingresos no alcanzan a cubrir sus necesidades alimenticias y no alimenticias. Las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) 1999 indican que 15.5% de la población tiene ingresos inferiores al costo de una Canasta Básica de Alimentos, por ende 18.2% son pobres no extremos, cubren sus necesidades de alimentos pero no otras necesidades como educación, salud, otros servicios, etc. En cuanto a la desigualdad en la distribución de Ingresos de todos los individuos, el Coeficiente de Gini6 (1999) es de 0.53, 0.47 para el área urbana y 0.56 para el área rural. Por otro lado, la razón de Kuznet mide la desigualdad en la distribución
2 Documentos del curso de Economía de la Salud impartidos por ISALUD. Argentina. 2001 3 La equidad y los Seguros de salud públicos y privados. Martínez Esperanza y Villalba Sandra 4 Focalización y Paquetes de beneficios. Programa Flagship, Reforma y Financiamiento Sustentable del Sector Salud. Santiago de Chile. Bitrán y Asociados, Flagship Prpgram, World Bank Institute y Universidad Alberto Hurtado. Junio 2000. 5 Este es uno de los principios inspiradores de las reformas de los sistemas de bienestar social en América Latina. “Política social, pobreza y focalización. Reflexiones en torno al programa de educación, salud y alimentación “ Emilio Duhau. Sociólogo y Doctor en Urbanismo. 6 Cuando el Indice de Gini= 0 se da una perfecta igualdad y valores cercanos o iguales a 1 demuestran perfecta desigualdad.
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
de ingresos en una sociedad y compara los ingresos de los más ricos con el de los más pobres, en ese sentido esta razón indica que en Paraguay el ingreso del decil más pobre está contenido 44 veces en el ingreso del decil más rico. Por otro lado, solo la quinta parte de la población posee seguro médico, casi la tercera parte de la población residente en áreas urbanas y apenas 7% de la población rural. En 1999, 35.2% de la población ha declarado estar enferma o accidentada, de los cuales 34,8% ha consultado en algún Hospital, Centro de Salud, etc., 7,8% acudió a curanderos y 5,7% a farmacias para atender su dolencia. A la luz de estos datos se evidencia la necesidad que en el corto plazo las personas puedan atender sus necesidades básicas para poder preservar y cuidar su salud como un elemento básico que incide en el desarrollo personal y socioeconómico. La atención de la salud de la población paraguaya es responsabilidad de tres subsectores: 1) Público: conformado por: 1.1. Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS): autoridad principal del Poder Ejecutivo de proteger la salud de la población, sus gastos están financiados por el Tesoro Público, crédito público y aunque en menor escala también cuentan los generados por las propias instituciones oferentes de servicios de salud, fondos especiales7 y 7 Se refiere al 1.5% del aporte patronal del IPS que está destinado al Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA), MSPBS.
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cooperaciones internacionales. El Ministerio de Salud opera en el ámbito de 18 Regiones Sanitarias que en la actualidad corresponden a la división política del país, y Asunción, que por su densidad poblacional y por ser la Capital se constituye en una Región Sanitaria. Dispone de 1.471 médicos, 234 odontólogos, 94 bioquímicos y químicos farmacéuticos, 398 licenciadas en enfermería y obstetricia, 916 técnicos y 2752 auxiliares cuyas funciones son cumplidas en 17 hospitales regionales, 18 hospitales distritales, 120 centros de salud, 634 puestos de salud, 12 hospitales especializados y 8 centros especializados8 . 1.2. Instituto de Previsión Social (IPS): ente autárquico encargado de dirigir y administrar el Seguro Social. Brinda servicios de jubilación y pensiones bajo varios regímenes9 , además de las atenciones de riesgos de enfermedad no profesional, maternidad, accidentes de trabajo y enfermedades profesionales10 de los afiliados y familiares a cargo. Se financia con los aportes de empleados y empleadores del sector privado y el Estado aporta cierto porcentaje dentro del Régimen General. También están incluidos los docentes como beneficiarios del IPS. Opera en cinco niveles de complejidades. 1.3. Sanidad de las Fuerzas Armadas: Otorga atención a toda la población militar en actividad o en situación de retiro y sus familiares, y a los 8 http://www.mspbs.gov.py/hiermenux.html 9 El IPS tiene un Régimen General, Especial, Básico y un Régimen no Contributivo que son los servicios de salud para veteranos, lisiados y mutilados de la Guerra del Chaco. 10 CEPPRO. La Reforma de la Seguridad Social en el Paraguay: El Caso del Sector Salud. Agustín Carrizosa. 1996.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
ex-combatientes de la Guerra y a la población civil en regiones donde no existen centros asistenciales públicos o privados. Sus recursos provienen del Presupuesto General de la Nación a través del asignado al Ministerio de Defensa. Su sistema está organizado en tres niveles de complejidad. Cuenta con un Hospital Militar Central (250 camas), y con el Hospital San Jorge (60 camas), ambos en Asunción, así como con tres hospitales en unidades militares del interior del país11 . 1.4 Sanidad Policial: atiende a funcionarios, ex funcionarios, familiares y presidiarios. La fuente de financiamiento de sus servicios provienen de recursos asignados en el Presupuesto General de la Nación a través de la Policía Nacional y además cuenta con un seguro complementario en forma de prima fija. 1.5. Universidad Nacional de Asunción: presta servicios asistenciales parcialmente gratuitos en el Hospital de Clínicas y en el Neuropsiquiátrico (Asunción). Sus recursos provienen del Presupuesto General de Gastos de la Nación en lo que corresponde a la Facultad de Medicina. El Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas ofrece servicios de atención ambulatoria, hospitalaria y especializada y cuenta con 450 camas. 1.6. Municipios y Gobernaciones: el Secretario de Salud de la Gobernación es por ley la autoridad máxima del 11 Perfil del sistema de servicios de salud de paraguay. Programa de organización y gestión de sistemas y servicios de salud. División de desarrollo de sistemas y servicios de salud. OPS.
Consejo Regional de Salud y se coordina con los Municipios del Departamento y con el Gobierno Central. Esta estructura responde al proceso de descentralización de servicios de salud que debe ser implementado a través del apoyo de los Consejos de Salud Locales. Sus fondos provendrían del Presupuesto General de Gastos de la Nación, de contribuciones locales y por los ingresos generados por las mismas instituciones. El Municipio de Asunción cuenta con un policlínico municipal y 6 puestos sanitarios que brinda atención médica a obreros y familiares como también a personas de escasos recursos que recurren a dichos centros. Se financian en general con fondos propios ya que son entes autónomos. 1.7. Empresas estatales descentralizadas: Itaipú Binacional y Yacyretá ofrecen prestaciones de salud y seguro médico adicional a funcionarios, ex funcionarios y familiares en instalaciones sanitarias propias, generalmente para atención ambulatoria. También ofertan programas preventivos y de asistencia médica a toda la población de la zona de influencia de las represas. 2) Privado: constituido por instituciones con y sin fines de lucro. Las primeras son autofinanciadas a través de los pagos directos y las cotizaciones. 3) También existen instituciones mixtas como la Cruz Roja Paraguaya 12 que cuenta con un hospital para la atención materna de 125 camas. Se finan12 Op. Cit.
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
cia con aportes de una Fundación privada sin fines de lucro, los salarios del personal médico, paramédico y administrativo son financiados por el MSP y BS. Como ya se expuso anteriormente, el MSP y BS es la autoridad principal del Poder Ejecutivo encargada de proteger la salud de la población 13. Además, es la institución que regula las acciones de promoción, prevención y recuperación de la Salud, así como el saneamiento ambiental. Cumple funciones múltiples que van desde las normativas y de control, hasta la prestación directa de servicios. Frente a esto, no siempre los servicios, ya sean privados, públicos o mixtos, están al alcance de los más vulnerables: la población pobre. Por ello, se impone la necesidad de introducir los objetivos de equidad y eficiencia en la entrega de los servicios sociales, especialmente los de salud. Este trabajo pretende abordar el tema de la equidad en el gasto público. Es decir, ¿llegan los servicios de salud brindados por el Estado a la población perteneciente a los estratos pobres?, ¿de qué manera llegan estos servicios a la población? Por tanto, ¿es eficiente y equitativo el Gasto Público destinado a cuidar la salud de la población?. Para responder estos cuestionamientos se utilizan las Encuestas de Hogares 1997/98 y 1999 ejecutadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, además de otras fuentes de datos de modo a complementar y sustentar las conclusiones. 13 http://www.mspbs.gov.py/hiermenux.html
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El trabajo consta de tres partes, una primera donde se realiza una introducción que incluye una breve revisión conceptual y bibliográfica del tema, en la segunda se analizan los datos tanto presupuestarios como de cobertura y de algunos indicadores creados a los efectos del presente estudio y en la tercera y última parte se revelan las conclusiones y algunas sugerencias de políticas surgidas a la luz de los resultados obtenidos.
II- ANALISIS DE LA EQUIDAD EN SALUD EN EL GASTO Y COBERTURA DE LOS SERVICIOS. En el afán de brindar un desarrollo teórico y cuantitativo para alcanzar los objetivos propuestos en este trabajo, se parte del concepto de equidad y eficiencia de modo a facilitar la comprensión de los resultados obtenidos y elevar las correspondientes conclusiones en coherencia con estos enunciados. El concepto de equidad en salud puede ser abordado desde la perspectiva de la «igual oportunidad» de todas las personas que participan de un sistema de salud de tener acceso a los servicios de acuerdo a sus necesidades reales de salud. La inequidad en el acceso se puede deber a razones económicas de las personas para cubrir sus gastos en salud, a la distribución geográfica de los servicios, a las barreras impuestas por las creencias, la cultura y la educación. El concepto de equidad en el acceso: significa que las per-
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
sonas acceden a la atención de salud de acuerdo a su necesidad y no de acuerdo a su nivel de ingreso. El concepto de equidad en el financiamiento: significa que la gente participe en el financiamiento de su salud, con relación a su nivel de ingreso y no en relación a sus riesgos de salud.
encuentran en situaciones vulnerables y pasibles de sufrir carencias mayores si no son atendidos ya sea por falta de recursos o por distancia a los centros de oferta de servicios de salud.
Las inequidades o desigualdades en salud son innecesarias y evitables, además son consideradas innecesarias e injustas (M. Whitehead). Por tanto, la consecución de la equidad en salud implica disminuir las diferencias evitables e injustas al mínimo posible y en cuanto a los servicios de salud recibir atención en función a la necesidad que reforzando la definición antes detallada permite obtener la equidad en el acceso y uso de los servicios.
La intervención del Sector Público en la atención de la salud de la población puede tener gran impacto en la mejora de los resultados distribucionales. Ciertamente el gasto público puede ayudar, pero los presupuestos son limitados, por ello es fundamental el correcto uso de los recursos orientándolos hacia los objetivos de cuidar y mejorar la salud de todos sin excluir a los más vulnerables con los recursos disponibles. (World
La eficiencia en cambio se refiere a conseguir el objetivo propuesto, es decir la máxima efectividad con unos recursos dados. Este objetivo tiene a su vez tres acepciones: la Eficiencia técnica que consiste en obtener el producto buscado utilizando el mínimo en recursos o factores de producción posibles; la Eficiencia de gestión es obtener el producto buscado al mínimo costo posible; y finalmente la ciencia de la economía de la salud también estudia la eficiencia asignativa que se refiere a la producción al menor costo social de los bienes y servicios que más valora la sociedad y la distribución de los mismos en una forma socialmente óptima. A los efectos de este trabajo se utilizará el concepto general para analizar si se ha logrado el objetivo de acercar los servicios de salud en forma oportuna y sobretodo a los que se
Este apartado presenta la evolución del gasto público en salud por parte del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP y BS), autoridad principal del Poder Ejecutivo de velar por la salud de la población paraguaya.
A)- EVOLUCION Y COMPOSICION DEL GASTO PÚBLICO EN SALUD
bank.org.publicsecta)
El gasto del Ministerio de Salud representó para el año 200014 , 7% de los Gastos del Gobierno Central. Se puede decir que este porcentaje se mantiene desde el año 1992, ya que anteriormente la fracción que correspondía al MSP y BS era menor oscilando 4 a 5% entre los años 1988 y 1991. Considerando la población 15 , se tiene que los gastos distribuidos entre 14 Fuente: Ceppro, Presupuesto Público. Evolución del presupuesto del MSP y BS 1989 al 2000. Año 2001. 15 Para dicho cálculo se han tomado los datos de proyección de la población de la DGEEC
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
los mismos dan como resultado un gasto per cápita de 77.000 Guaraníes corrientes. Vale decir, que el total de recursos destinados en el año 2000 a la principal institución rectora de la salud equivale a destinar 77.000 Gs. por cada ciudadano paraguayo.
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El gasto en la salud absorbe 16% del gasto social (educación, salud, agua y saneamiento básico, vivienda, previsión social, bienestar social, cultura, recreación y otros) para el año 1998 (Benegas, Sauma). En realidad, el porcentaje correspondiente a salud ha oscilado entre
Cuadro Nº1 Evolución de gastos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (1990-2000) Año 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Millones de guaraníes corrientes 26.092 61.681 99.368 129.023 152.324 192.151 241.625 265.100 317.572 348.838 423.246
Fuente: Presupuesto Público Nº8 - CEPPRO 2001
Figura Nº 1 Evolución de la tasa de crecimiento anual del gasto social real 1 de la Administración Central y gasto real en salud 2 (1985-1998) 150 100 50 0 -50
1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
-100 Tasa de crecimiento anual del gasto social real total Tasa de crecimiento de anual del gasto real en salud
Fuente: Iniciativa 20/20 Gladys Benegas, Pablo Sauma con la colaboración de Manuel Ferreira, Rubén Gaete, Liduvina Molinier. Sistemas de Naciones Unidas. Año 2000 1 2
Deflactado con el IPC calculado por el BCP Los gastos en salud incluyen programas de nutrición
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
10 a 18% del total de gastos sociales, pero se observa un promedio de 16% para el período 1992-1998. En términos relativos, el gasto social fue en su mayor parte destinado a la educación ya que este sector casi triplica en gastos a la salud, aunque se advierte un notable crecimiento en términos nominales, incluso su nivel de crecimiento fue mayor a los gastos de la propia Administración Central.
los mismos se han destinado a cubrir gastos referentes a operaciones corrientes de la institución y menos proporción fue asignada a las inversiones ya sean físicas o de otra índole aunque en los últimos años se advierte un ligero aumento en el mismo rubro lo que es coherente con el crecimiento que se ha visto en el rubro de Inversiones físicas en oportunidad de analizarse los gastos según su objeto.
Por otra parte, el nivel del gasto en salud con respecto a la producción total del país, el presupuesto obligado del MSP y BS representó en el año 2000, 1.6% del Producto Interno Bruto16 (PIB).
Los gastos de Acción18 han absorbido casi 70% en promedio del total de gastos pagados en el período 1993/ 2000, llegando incluso este tipo de programa del presupuesto del MSP y BS a ascender al 80% en 1997 y ha tenido un comportamiento positivo en términos de crecimiento sobretodo en el año 1996 cuando los gastos pagados han aumentado en 33%. Los principales programas de acción son los referentes a Asistencia médica general que en los últimos cuatro años (1997/2000) ha participado del 40% de los gastos obligados del MSP y BS que son a su vez distribuidos entre las distintas regiones sanitarias, el segundo en importancia es de Asistencia médica especializada (26.7% del total de gastos obligados del 2000), en tercer lugar se ubica el programa del Centro Médico Nacional con una participación promedio de 16.8% en los últimos cuatro años del mismo período arriba mencionado.
La composición presupuestaria del MSP y BS muestra que en promedio en los últimos 8 años (1992 al 2000) 60% de los gastos obligados fueron destinados a servicios personales, en promedio casi 13% a compra de materiales y suministros y el mismo valor para inversiones físicas. Este último objeto del gasto ha experimentado un crecimiento desde el año 1994, aunque se observa una recaída en el año 2000. El aumento observado se debe a la priorización dada al fortalecimiento de infraestructura de servicios de salud (Ceppro, 2001)17 que se refiere a la ampliación, remodelación y rehabilitación de centros e instituciones de salud dependientes del principal ente rector sanitario de nuestro país. Los gastos corrientes han fluctuado entre 73% y 85% de los gastos totales lo cual implica que gran parte de 16 Fuente: CEPPRO, op. Cit. 17 Ceppro, op.cit
18 Gastos de Acción se refieren al conjunto de programas, subprogramas y actividades de su programación en términos de objetivos y metas cuantificables sobre la base de sistemas de determinación de unidades de medida, indicadores de gestión o producción.
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
Gastos por departamento
Otro elemento importante a considerar en el análisis de la equidad del gasto del MSP y BS constituye la distribución de los mismos en los distintos departamentos. Pero considerando que se ha incluido la elaboración de un índice de necesidades de salud (INS) con datos de la EIH 1997/98 y dada la representatividad de los datos a nivel de departamental, solo se han incluido cinco departamentos como San Pedro, Caaguazú, Alto Paraná, Itapúa y Central. Si bien es cierto que solo son 5 departamentos, ya permite tener una cierta aproximación del objetivo de este punto que es el de conocer la equidad de la distribución del gasto entre departamentos. El INS fue construido para obtener un indicador que englobe las necesidades observadas en términos generales en la salud de la población de cada departamento. Se han tomado datos de niños, mujeres, población en general que resumen las necesidades más notorias en cada sector y grupo poblacional. Las variables tomadas de los niños son las de Desnutrición Crónica que mide el retardo en el crecimiento a través de la relación entre talla y edad de los menores de cinco años. La Desnutrición Aguda refleja el bajo peso de los niños con respecto a la esperada para su talla, es decir analiza la relación Peso/Talla. La Desnutrición Global se da cuando el peso del niño es inferior al pro-
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medio esperado para su edad en términos de la relación Peso/Edad. Los datos referentes a las mujeres son los de analfabetismo dado que la relación entre buen cuidado de la salud de los niños y miembros del hogar en general y la probabilidad de contraer enfermedad es menor cuando el nivel de instrucción de la madre es superior. Se ha visto que los niveles de desnutrición disminuyen cuando la educación de la madre es terciaria, incluso se observa una notable mejora en los indicadores ante niveles de instrucción secundaria de la madre de los menores. Según cifras de 1997/9819 la desnutrición crónica es de 13.9% cuando la madre de los menores a cinco años tiene nivel de instrucción primaria, sin embargo, esta cifra desciende a 1.9% cuando el nivel de instrucción es terciaria. Por otra parte, existe una atención más oportuna y formal ante la presencia de enfermedad como la diarrea en los menores tal como lo indica el dato del mismo año mencionado que ante cuadros de diarrea de los menores de cinco años los niños son atendidos por la madre en 58.3% cuando la educación de la madre es primaria, en cambio 77.4% de los niños son atendidos por médicos cuando la madre posee educación terciaria. Por tanto es clara la relación entre el nivel de educación de la madre y la salud de los niños y de la familia en general. La variable mujeres con tres o más hijos se ha tomado porque el promedio de hijos en estos departamentos 19 DGEEC, Revista Nº 4 Economía y Sociedad. Situación de la Salud y Nutrición Infantil en Paraguay. Yung Il Lee. 2001
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
oscila entre 2.8 y 4.8, por lo que consideramos que un número de tres o más hijos sería un elemento que indica un mayor riesgo de menor atención por parte de la madre para cada uno de los hijos ya que el tiempo de la misma debe ser distribuido entre más niños por lo que se demuestra un mayor riesgo de contraer enfermedades por falta de cuidados, es decir la probabilidad de que la tasa de morbilidad en hogares donde las mujeres madres tienen más de tres niños sería mayor en relación a aquellas que tienen menos hijos que el límite adoptado. El indicador de no acceder a agua vía cañería, es decir potable para el consumo y el aseo en general también predispone a un mayor riesgo a las personas a contraer enfermedades por razones de salubridad e higiene. Las necesidades básicas insatisfechas (NBI) indica la carencia de la población en la satisfacción de cuatro necesidades básicas como Calidad de la Vivienda definida por los materiales utilizados en la construcción y a la condición de hacinamiento de sus ocupantes. La siguiente variable es la Infraestructura sanitaria que se analiza a través de la disponibilidad de servicios de provisión de agua y eliminación de excretas; el Acceso a la educación está medida por la existencia de niños de 7 a 12 años que no asisten a establecimientos educativos y de analfabetos en relación de parentesco con el jefe de hogar y finalmente se toma en cuenta la Capacidad de Subsistencia que nos remite a la probabilidad de insuficiencia de ingreso en el hogar.
En esta ocasión se ha tomado al menos una NBI lo cual indica que la población no satisface al menos una de las necesidades arriba detalladas. A partir de estas variables se ha construido un índice que no solo refleja los problemas de salud en los departamentos, sino también aquellos que se derivan de la insuficiencia de ingresos o problemas estructurales a través de las NBI. El INS permite observar datos bastante coherentes con los niveles de pobreza, por ejemplo al tomar el caso del segundo departamento de San Pedro presenta el mayor valor de INS de entre los departamentos analizados, que es de 40.5, y consistente con que este departamento es el que presenta mayor porcentaje de población en situación de pobreza (62%) así como los demás departamentos. El departamento de San Pedro presenta una mayor prevalencia en casi la totalidad de los indicadores analizados, excepto el de Mujeres con más de tres hijos que es superado por el departamento de Caaguazú. El porcentaje de niños con desnutrición crónica es muy elevado en este departamento, lo mismo que la desnutrición global en relación a este problema en los demás departamentos. El segundo departamento que presenta un mayor INS es Caaguazú, que además se ubica en segundo lugar en cuanto a proporción de su población en situación de pobreza (60.1%). En este departamento se evidencia que
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
141
Los datos del cuadro 2 permiten ver que las necesidades de atención de la salud no son iguales en todos los departamentos, por ende se impone la necesidad de que la distribución de los gastos destinados a cubrir dichas necesidades sean coherentes con las necesidades expuestas en el INS para aspirar llegar a los umbrales de los objetivos de dar igualdad en oportunidades priorizando a los más carenciados y vulnerables (equidad) y la obtención de la máxima efectividad con unos recursos dados (eficiencia). Por tanto veamos la proporción del gasto de Asistencia Médica General que ha correspondido a cada uno de estos departamentos analizados para ver la correlación existente con los niveles de INS.
existe un elevado porcentaje de mujeres de 15 a 49 años que tienen tres y más hijos nacidos vivos, tiene 73% de su población con al menos una NBI y los niveles de desnutrición de los menores de cinco años son relativamente menores a los de observados en San Pedro, pero mayor que los demás departamentos. Itapúa se ubica en tercer lugar de entre los cinco departamentos analizados ya que muestra un valor de INS de 30.1. En términos generales la situación de desnutrición que lo afecta en mayor medida es la desnutrición crónica, también existe un elevado porcentaje de su población que carece de al menos una necesidad básica, además que el número de mujeres con tres o más hijos nacidos vivos también es alto en relación a Central y Alto Paraná pero menor que los primeros dos arriba mencionados.
A juzgar por los datos se observa que la participación de los gastos de Asistencia Médica General por departamentos no responden a la intensidad de necesidades que estos presentan según los INS registrados. Los gastos de Asistencia Médica General a su vez concentran 39% del presupuesto obli-
Dichos departamentos se ubican en el cuarto y quinto lugar respectivamente cuyos INS son 26.4 y casi 10 puntos menos para Central (16.8).
Cuadro Nº 2: Indice de necesidades de salud según varios indicadores (1997/98) Departamento
Niños con
Niños con
Niños
Analfab.
Población
Población sin
desnutrición
desnutrición
desnutrición
femenino 1
con al menos
acceso a agua
Mujeres con Indice de más de 3
necesidades
crónica (T/E)
aguda (P/T)
global (P/E)
una NBI
por cañería
hijos (%)
de salud
San Pedro
18,5
2,1
9,5
14,6
79,1
89,0
71,0
40,5
Caaguazú
9,0
0,7
4,2
14,8
73,7
79,0
81,6
37,6
Alto Paraná
6,0
0,2
2,1
11,1
47,5
79,1
39,0
26,4
Itapúa
8,7
1,2
4,4
13,1
59,8
68,6
54,6
30,1
Central
8,3
0,5
2,8
7,6
39,9
24,1
34,6
16,8
1 Población de 15 y más años de edad Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EIH 1997/98
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Cuadro Nº 3: Relación entre porcentaje de gasto por departamentos e indice de necesidades de salud Departamento Indice de % de participación necesidades en el gasto del de salud MSPyBS 1 San Pedro Caaguazú Alto Paraná Itapúa Central
40,5 37,6 26,4 30,1 16,8
5,3 6,9 9,2 7,2 9,8
1 El dato de los gastos corresponde al programa de Asistencia Médica General del MSPyBS del año 1998 Fuente: Ceppro, 2001 «Evolución del presupuesto del MSPyBS 1989 al 2000. Fuente: DGEEC - EIH 1997/98.
Figura Nº 2
45 40 35 30 25 20 15 10 5 0
Brecha entre INS y % de gasto asignado a cada departamento 40,5 37,6 26,4 5,3
San P edro
6,9
Caaguazú
9,2
A lto Paraná
30,1
16,8
7,2
9,8
Itapúa
Central
Indice de Necesidades de Salud % de participa- ció n en el gasto del M SP y B S1
gado del programa de acción del MSPyBS. Tal como lo anticipamos en párrafos anteriores a los programas de acción fueron destinados casi 77% del gasto total obligado del mismo en el año 1998. La Figura Nº 2 muestra con claridad la brecha que dista entre las INS y el porcentaje de gastos que han correspondido a cada departamento. Si la distribución de los recursos por departamentos tiende a la equidad, la
brecha debería de ser menor por ejemplo para el caso de San Pedro, pero en este caso la distancia es mayor, es decir se ha asignado mayor porcentaje a aquel departamento que demuestra menor INS como Central y Alto Paraná. El departamento de San Pedro es el que refleja mayores necesidades en términos de casi todos los indicadores incluidos para la elaboración del INS, pero en contrapartida es
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
el que recibe una razón menor de los recursos de la Asistencia Médica General que es el programa de Acción que distribuye los recursos para las regiones sanitarias del MSP y BS. Por tanto se concluye esta parte indicando que los gastos no son distribuidos conforme a las necesidades de la población de cada departamento, en este caso de los cinco departamentos analizados, observándose una regresividad en contra de aquellos que se encuentran en desventaja en cuanto a posibilidades de acceso a los puestos de atención de la salud y a la capacidad de financiamiento y a aquellos que presentan mayores necesidades de atención de la salud en cuanto a nutrición, acceso a agua potable, nivel de educación, mejores condiciones de habitabilidad, entre otros. Estas observaciones pretenden convertirse en herramientas de reflexión que combinadas con otras permitan mejorar la estructura y composición de los gastos y también la distribución teniendo presente los objetivos de fomentar la igualdad entre desiguales y de un uso eficiente de los escasos recursos disponibles. (Se advierte que este estudio solo contempla el presupuesto del gasto del MSP y BS, pero para un análisis más integro se debería incluir otros factores) B) PERFIL DE SALUD DE LA POBLACIÓN En la parte introductoria del trabajo se mencionaba que es preciso evaluar si los gastos en salud logran el objetivo de la equidad y para ello se debe recurrir a examinar la manera en que las actividades financiadas públicamente han
143
contribuído a disminuir las diferencias entre sectores de la población ya sea por niveles de ingresos, en este caso se ha clasificado a la población ordenada por ingresos en 5 partes relativamente homogéneas como son los quintiles, o por áreas de residencia o dominios geográficos. El presente apartado se limita a una aproximación a las desigualdades o igualdades en el acceso a los servicios de salud ante casos de enfermedad o accidente de la población teniendo en cuenta ciertos factores socioeconómicos para analizar la cobertura de los servicios y el impacto que los mismos hayan podido tener sobre el estado de salud de la población. Utilizando datos de la EPH 1999 en su Sección Nº 4 "Salud para todos los miembros de los hogares", se obtienen datos a nivel de hogares y dentro de ellos de las personas que reciben atención médica ante casos de enfermedad o accidente y otras variables que permiten acceder a indicadores para convalidar la correspondencia entre eficiencia (objetivo logrado con nivel de costo determinado) y equidad (igualdad de oportunidades de acceso). B.1.POBLACIÓN ENFERMA O ACCIDENTADA Y LUGARES DE CONSULTA
Esta primera parte del análisis comprenderá la descomposición de la población entre los que se enferman y aquellos que al momento de la encuesta se encontraban sanos. Esto nos permitirá conocer la tasa de morbilidad de la población clasificada por estratos de pobreza, y cons-
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
tatar el grado de satisfacción de las necesidades de salud de la población en términos de acceso a consultas. Según la EPH 1999, la tasa de morbilidad del país fue de 35% al igual que para los no pobres. Los pobres extremos presentan una tasa ligeramente superior (36%) aunque se puede connotar que los pobres en general se enferman más dado que la probabilidad que un pobre se enferme es 66% mayor a la de un no pobre 20. Por otro lado, teniendo en cuenta la población enferma o accidentada es importante conocer si han podido atender sus dolencias, ya sea en instituciones públicas o privadas. El cuadro anterior nos demostró que la tasa de morbilidad de los pobres extremos es ligeramente mayor y esto se contrapone con un nivel de atención inferior que este grupo obtiene, ya que apenas 30% de los mismos acuden a algún médico o institución de salud o curandero para
recibir atenciones ya sean curativas o de tratamientos específicos. Profundizando un poco más el análisis, descomponiendo la población por quintiles de ingresos permite observar la distribución de la cobertura de servicios de salud al interior de cada uno de los grupos poblacionales. En efecto, analizando a la población enferma o accidentada solo 30% del quintil más pobre consulta ante casos de enfermedad o accidente, en contraste con 53,4% y 67% del cuarto quintil y del 20% más rico. Por tanto, se verifica que la atención de la salud está directamente relacionada con la capacidad de pago que tengan las personas para recibir cuidados tal como se demuestra al relacionar el nivel de consulta realizada por las personas enfermas o accidentadas y los quintiles de ingresos donde dicha conducta es positiva y proporcional.
Cuadro Nº 4: Población enferma o accidentada según grados de pobreza (%) 1999 Condición de Pobreza Pobreza Extremo Pobre no Extremo No Pobre Total País Fuente: DGEEC - EPH 1999
20 DGEEC – Marcos Robles “Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay”Año 2000.
Población enferma o accidentada 35,6 36,0 34,9 35,2
Cuadro Nº 5: Población enferma o accidentada según establecimiento de consulta y condiciones de pobreza 1999
POBREZA Pobre Extremo Pobre no Extremo No pobre Total
Tipo de establecimiento de consulta
% de la población que consulta
IPS
29,1 44,3 53,9 48,3
0,9 14,2 18,5 16,1
Hosp. de Clinicas
Otro Hosp. Centro y Sanidad Hosp./ Dispenpúblico Puesto de militar y consulta sario Salud policial privada
0,9 3,5 1,0 1,4
6,0 8,6 5,7 6,2
36,8 32,0 19,6 23,4
0,0 1,0 1,7 1,4
14,0 20,7 37,4 32,3
1,0 0,9 0,2 0,4
Farmacia
10,8 4,9 5,2 5,7
Casa Otros curandero
22,7 10,2 5,3 5,3
6,9 4,1 5,3 5,3
Total
100,0 100,0 100,0 100,0
Fuente: DGEEC – EPH 1999
% de la Tipo de establecimiento de consulta Población población Hosp. Otro Centro Puesto Sanidad Hospital / Casa enferma o Dispen Farma que IPS de hospit. de de Militar y consul. Curan Otros Total accidentada sario cia consulta Clínicas público salud salud Policial Privado dero QUINTILES 20% más pobre 412.323 20% siguiente 392.325 20% siguiente 403.864 20% siguiente 407.441 20% más rico 367.556 Total 1.983.509 Fuente: DGEEC - EPH 1999
29,9 41,3 51,8 53,4 66,8 48,3
2,2 8,6 19,4 22,4 19,8 16,1
1,5 3,3 1,2 1,0 0,8 1,4
5,5 9,2 7,5 6,7 3,1 6,2
29,5 29,8 23,2 15,1 11,2 20,2
8,9 4,2 3,6 0,5 1,6 3,2
1,1 0,6 0,2 0,2 0,3 0,4
0,3 0,6 1,4 1,6 2,2 1,4
14,1 19,2 25,5 38,4 50,4 32,3
9,4 6,9 6,4 4,6 3,4 5,7
21,2 12,9 6,4 4,3 2,0 7,8
6,3 4,8 5,3 5,3 5,1 5,3
100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
Cuadro Nº 6: Población enferma o accidentada según establecimiento de consulta y quintiles de ingresos, 1999
145
146
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
En cuanto al acceso a atención médica ante casos de accidente o enfermedad por zonas geográficas del país, también se observan desigualdades dado que la tasa de consulta en Asunción es de 63,3%, 58,3% en el Resto Urbano y en el área rural es apenas de 38%. La afirmación de la desigualdad puede ser reforzada por los datos de pobreza que es más acentuada en el área rural donde 42% de la población no dispone de ingresos suficientes para cubrir sus gastos alimenticios y no alimenticios, y una situación más crítica es que casi 30% de la población ni siquiera alcanza a cubrir gastos para satisfacer sus necesidades nutricionales mínimas. Del total de personas que consultan, se puede observar que 45% de la población perteneciente al quintil más pobre recurre a los Hospitales, Centros y Puestos de salud, y a los Dispensarios; todos estos centros son dependientes del MSP y BS. Se comprueba que la utilización de los servicios brindados por la principal institución rectora de la salud es progresiva hacia los de menores ingresos, pues a medida que los individuos tienen mayor capacidad de pago, quintiles de mayores ingresos, el grado de utilización de los servicios del MSP y BS a través de sus distintos centros de distintas complejidades es menor. Si se toman todos los servicios de salud que tienen financiamiento del sector público o del tesoro, el nivel de utilización es mayor para el segundo y tercer quintil, y es menor para los más ricos.
Otra de las prácticas más difundidas por la población más vulnerable ante casos de enfermedad o accidente son los servicios de curanderos. Tal como lo reproduce el Cuadro Nº 6, 21% de la población perteneciente a la quinta parte más pobre accede a atención no formal, en este caso a los servicios prestados por los curanderos, hecho que debe constituirse en foco de análisis y atención de los hacedores de políticas de salud. Dicha práctica va siendo menor en la medida que las personas poseen más recursos económicos y estén en mejores condiciones en cuanto a la distancia a los centros o puestos de salud, ya que estos factores están estrechamente relacionados con la posibilidad de acceder o no a los servicios de salud y la clase de servicios. Esta evidencia delata la necesidad que la entrega de servicios sea orientada hacia grupos más específicos y pertenecientes a estratos más pasibles de sufrir carencias como lo son los pobres, para propiciar una mayor cobertura entre aquellos que se encuentran en desventaja económica y geográfica. En esta primera parte, se puede concluir que la tasa de morbilidad de los pobres y los más pobres (quintil más pobre) es superior y que en contrapartida el nivel de consulta de estos estratos es relativamente menor a los de estratos de menores carencias lo que constituye un factor de desigualdad en el acceso, dado que las causas de no consulta son las económicas (20% para el quintil más pobre frente a 15% del quintil más rico), las geográficas, ya que mayor es la incidencia
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
de no consulta por dicha razón para los más pobres. La automedicación es también argumento más difundido para la no consulta, pero en este caso se agudiza en el quintil más rico. Por otra parte, si bien el uso de servicios del MSP y BS a través de todos los niveles de prestación y complejidad se concentra en los estratos más pobres, se sugiere un mayor grado de focalización por grupos objetivos para mejorar y ampliar la cobertura y lograr disminuir las diferencias evitables e injustas al mínimo posible, esto es disminuir la desigualdad y la exclusión y aumentar la igualdad de obtener acceso a servicios de salud cuando sean necesarios, independientemente de la capacidad de pago, ubicación geográfica, grupo étnico, marginados, etc. B.2. VACUNACIÓN DE NIÑOS
La inmunización de niños contra enfermedades infecciosas ha sido una misión primordial y constituye una de
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las formas más efectivas de prevención primaria ante la aparición de infecciones severas21 . Esta Sección analiza la información proveniente de la EIH 1997/98 y revela que en general, 90% de los niños menores a cinco años están vacunados, aunque es preciso ver los niveles de cobertura por tipos de vacunas. En contrapartida, se puede observar que casi uno de cada diez niños no ha tenido ningún tipo de vacunación en el período de referencia estudiado, además se constata que los niños que pertenecen a hogares más pobres son los más afectados por la falta de inmunización, donde más del 50% de los niños están en dicha situación. La vacuna antituberculosa (BCG) protege al 81,5% de los niños 22 menores a 5 años, sin embargo, 17% han quedado sin recibir esta protección, siendo mayor dicha incidencia entre los niños más pobres (49.4%). Se puede observar que existen diferencias de
Cuadro Nº 7: Niños sin vacunas (%), según quintiles. 1997/98 Vacunas
Total
Ninguna BCG Antisarampión Vacuna Sabin Triple o DPT
9,7 17,0 30,5 18,2 19,3
Quintil 1 Quintil 2 (más pobre) 54,7 49,4 33,2 41,4 41,5
28,8 32,7 24,3 29,9 29,8
Quintil 3 9,8 10,8 22,3 16,3 16,1
Quintil 4 5,1 4,8 11,6 8,3 8,3
Quintil 5 (más rico) 1,6 2,4 8,7 4,1 4,4
Fuente: Elaboración en base a datos de la EIH 1997/98
21 http://www.medynet.com/usuarios/PrevInfad/Vacunas.htm 22 1.5% corresponde a las no respuestas. Todas las demás diferencias en los demás tipos de vacunas en cuanto a su cobertura y la exclusión se deben a las No Respuestas cuyos valores van de 1.3 a 1.5%.
148
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
cobertura de vacunación por estratos de ingresos, donde los niños pertenecientes a estratos más pobres quedan fuera de la cobertura de vacunación, situación que va mejorando a medida que aumentan los ingresos tal como se puede constatar en el Cuadro Nº 7.
fuerzo. Otros 4.4% ha recibido alguna dosis sin recordar la dosis exacta, quedando la quinta parte de la población menor a 5 años carente de esta vacuna, afectando mucho más a los niños del primer quintil como en la carencia de las demás vacunas.
La vacuna antisarampión que se aplica en una sola dosis, ha llegado al 68% de los niños menores a cinco años, lo que denota que aún han quedado sin esta vacuna un poco más de 30% de los niños. Esta es la vacuna que tuvo mayor grado de exclusión en términos generales, aunque al interior del primer quintil (más pobre) es el que muestra menor incidencia en relación a las carencias de las demás vacunas. Al igual que en el caso anterior, a medida que mejoran las condiciones de ingresos de los hogares de los niños, mejora el acceso a las vacunaciones.
Habiendo analizado la cobertura de estas cuatro vacunas, se puede decir que en términos generales la cobertura lograda oscila entre 70% y 80%. Las deficiencias se agudizan en el caso de los niños pertenecientes a los estratos más pobres para todos los casos de vacunas además porque es en el primer quintil donde existe mayor concentración de niños. En efecto, el primer quintil (más pobre) aglomera al 28% de los niños, el segundo al 24%, el tercero al 20%, el cuarto al 15%, y el quintil más rico solo al 12% de los menores a cinco años.
La vacuna Sabín o Antipolio es una vacuna contra la poliomelitis o parálisis infantil que se aplica en tres dosis, y que sumado a dichas dosis, más el refuerzo cubre a un poquito más de las tres cuartas partes de la población infantil en estudio, por tanto queda sin ninguna dosis 18% de los menores a 5 años. De nuevo se observa que la falta de vacunación afecta en menor medida a los niños de estratos altos, solo 4% frente a 41.4% de ausencia de inmunización contra la parálisis infantil de la población infantil más pobre.
Es decir, la relación directa entre cobertura y estratos de ingreso, lo que a su vez conlleva a un sesgo en la cobertura de vacunas hacia los estratos de mayor ingreso, deja no solo de lado a los niños más pobres sino también a mayor cantidad de niños en cada estrato socioeconómico.
La vacuna contra la difteria, tos convulsa o tos ferina y tétanos llamada DPT (Triple) ha llegado al 75% de los niños en las tres dosis más el re-
Relacionando la entrega de servicios con los recursos asignados al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del MSP y BS, se puede decir que el PAI está clasificado dentro de los Programas de Acción de la Dirección General de Epidemiología y le ha correspondido el 15% del presupuesto obligado de esa dirección. En términos más globales, el PAI formó parte de menos
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del 1% del Presupuesto general de Gastos del MSP para el año 200023 .
sión y control como lo son los controles prenatales.
B.3. ATENCIÓN DE LAS MADRES GESTANTES.
Al igual que en el caso de las vacunaciones, los controles prenatales también están directamente relacionados con la condición económica de las gestantes.
El Control prenatal es el conjunto de acciones y procedimientos sistemáticos y periódicos, destinados a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los factores que puedan condicionar la morbimortalidad materna y perinatal. Es muy importante considerar la forma y periodicidad en que se han controlado las madres gestantes, ya que analizar dichos datos permitirá elaborar sugerencias para mejorar tan importantes consultas.
Se observa que las que más se controlan son las mujeres embarazadas del cuarto y quinto quintil más ricos, donde casi cuatro de cada cinco mujeres acuden a realizar sus controles pre-natales. Sin embargo, solo dos de cada cinco mujeres del quintil más pobre lo hacen, la proporción del segundo quintil es un poco mayor, cinco de cada diez embarazadas y del tercer quintil seis mujeres de cada diez.
Del total de mujeres de 15 a 49 años de edad, solo un poco más de 6%24 se encontraban embarazadas en el momento de la EIH 1997/98, y de dicho grupo algo más del 60% ha realizado tan importante tarea de previ-
De lo analizado y observado se concluye que existen diferencias importantes en cuanto a la atención prenatal de las madres gestantes entre quintiles, siendo progresiva en relación al nivel de ingresos al que pertenecen las embarazadas.
Cuadro Nº 8: Atención de mujeres embarazadas por quintiles, 1997/98 Vacunas % Que se controló* % Que se controló en Centros Públicos dependientes del MSPyBS**
Total 61,5 59,3
Quintil 1 Quintil 2 (más pobre) 40,9 87,0
52,3 75,9
Quintil 3
Quintil 4
Quintil 5 (más rico)
61,7 68,0
80,5 47,8
76,0 28,4
* Mujeres de 15 a 49 años, que estaban embarazadas ** Mujeres de 15 a 49 años, que estaban embarazadas y que se han controlado Fuente: DGEEC – EIH 1997/98 23 Obs: Solo se han tomado datos del presupuesto obligado del PAI, que para el año 2000 fue de 676 millones de guaraníes corrientes. Fuente: CEPPRO – Presupuesto Público Número 8, Evolución del presupuesto del MSP y BS 1989 al 2000. Cuadro Nº 14 24 Corresponde a cerca de 80.000 mujeres.
150
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
En cuanto a los lugares que acuden las gestantes para realizar los controles, las mujeres embarazadas y que se han controlado han respondido que en general casi 60% lo han hecho en Centros y Puestos de Salud u otro hospital público dependientes del MSP y BS. El uso de los servicios brindados por las instituciones de salud dependientes de la principal entidad encargada de velar por la salud de la población es regresivo con respecto a los estratos de ingresos más altos y a favor de los pobres, ya que 87% de las madres gestantes del 20% más pobre de la población se han controlado en las mismas, casi 76% del segundo quintil, 68% del tercer quintil y un poco más de la cuarta parte de las que pertenecen al quintil más rico. Ahora bien, el análisis precedente es muy general sin distinguir el número de controles según mes de embarazo, ya que evidentemente es importante considerar el tiempo gestacional y
la frecuencia con que se atienden las embarazadas. Por tanto, será de suma utilidad brindar no solo mayor y mejor cobertura sino también que los controles sean oportunos y acordes a las necesidades tanto preventivas como curativas, lo que implica cierto número de controles durante cada mes de embarazo a los cuales deben ser sometidas las futuras madres para poder concretar todos los objetivos de los controles prenatales que en términos generales son: identificación de los factores de riesgo, el diagnóstico de la edad gestacional, de la condición fetal y materna, además de la educación a la futura madre, entre otros. En ese sentido, para presentar el cuadro Nº 9 se ha analizado a las mujeres de 15 a 49 años de edad que en el momento de la realización de la EIH 1997/98 han declarado estar embarazadas. A nivel nacional se observa que casi 31,5% de las embarazadas se han sometido a cierto número de controles
Cuadro Nº 9: Control prenatal de mujeres embarazadas de 15 a 49 años según quintiles 1997/98 Quintiles Quintil 1 Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 Total
Con Nº de controles por debajo del mínimo* 90,8 92,1 63,6 51,5 42,9 68,5
Con Nº de controles igual o mayor al mínimo 9,2 7,9 36,4 48,5 57,1 31,5
Total 100 100 100 100 100 100
*Se han tomado a las embarazadas de tres meses como mínimo 1 control, de cuatro meses con 2, de cinco meses con 3 , y así sucesivamente hasta completar con 9 meses y 7
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
que a los efectos de este trabajo lo denominamos "mínimo" y que comprende los siguientes rangos: por lo menos un control en el tercer mes de embarazo, al menos dos en el cuarto mes, al menos tres en el quinto mes, al menos cuatro en el sexto mes, al menos cinco al llegar al septimo mes, etc. Por tanto 68,5% de las embarazadas no han tenido controles o lo han tenido por debajo de los parámetros arriba citados. Los datos resultantes del análisis por quintiles, nos lleva a enunciar que las embarazadas pertenecientes al segundo quintil son las que menos controles oportunos tienen, dado que 92% de las mismas realizan controles por debajo de los estándares fijados, es decir que al llegar al tercer mes no han tenido ni un control o en el noveno no han tenido los siete controles prenatales. En cuanto a las que han tenido mayor número de controles a los considerados en este trabajo, las mujeres del quintil más pobre muestran un grado de control mayor que a las pertenecientes al segundo quintil, lo mismo que las del quintil a las que pertenecen al estrato más rico (quinto quintil). Al contrastar estos resultados con los del Cuadro Nº 8 se observa que las cifras varían dependiendo del análisis concreto que se esté realizando. En el cuadro citado se observó que 61.5% de las mujeres embarazadas se han controlado, pero al ver qué tan oportuno y con qué frecuencia han sido los controles prenatales se advierte una realidad diferente, ya que apenas la tercera parte de las embarazadas de tres meses y más han tenido al menos más de uno, dos o tres o cuatro o cinco
151
controles en cada mes sucesivo al tercer mes de embarazo. Si bien la frecuencia del control prenatal está determinada por los factores de riesgos detectados en la gestación, por lo que serán necesarios tantos controles como la patología detectada lo requiera25, se ha tomado el tercer mes teniendo en cuenta que característicamente, los controles prenatales se efectúan cada cuatro semanas en el primer y segundo trimestre de la gestación26 , aunque se reconoce que se debe promover el primer control prenatal antes de las 20 semanas, para hacer un diagnóstico precoz de algunas patologías27. B.4. DISTRIBUCIÓN DEL SUBSIDIO EN GASTOS DE SALUD
A pesar que 31,4% de la población enferma o accidentada acude a instituciones públicas para atender sus dolencias 28 , los servicios públicos no siempre están al alcance de aquellos sectores más vulnerables o carentes de ingresos suficientes para afrontar los gastos de atención de su salud, en otras palabras, no siempre son los pobres los que acceden a los servicios ofrecidos por instituciones de financiamiento público. Las dificultades que impiden que dichos servicios lleguen a los pobres29 pueden ser los aranceles que deben ser pagados en los centros o puestos de salud, sumado a otros cos25 http://escuela.med.puc.cl/paginas/Departamentos/Obstetricia/AltoRiesgo/control_prenatal.html#TablaI 26 Op. Cit. 27 http://www.minsa.gob.pe/dpspf/pe-cpn.htm 28 Datos de la EPH 1999, dicha cifra contempla las atenciones en el Hospital de Clínicas, otro Hospital Público, Centro y Puesto de Salud, Dispensario. 29 Francke, Pedro. “Focalización del Gasto Público en Salud en el Perú: Situación y Alternativas”. 1998
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
tos como los de transporte que dependiendo de la distancia a los puestos de salud pueden ser mayores o menores; costo de medicinas, etc. Estos costos son llamados directos y hay otros llamados indirectos que están asociados a los sacrificios o ingresos dejados de percibir por acudir a recibir atención médica (costos de oportunidad), dentro de esta clasificación además se insertan el tiempo de espera y otras dificultades generadas por dejar las actividades cotidianas y recurrir en busca de atención a las dolencias. Con respecto a las tarifas o aranceles cobrados en las instituciones públicas, sobretodo en aquellas dependientes del MSP y BS y cuyo financiamiento corresponde al Tesoro Público (68,6%)30 , si bien los valores de los mismos son menores a los cobrados en instituciones privadas y con fines de lucro, lo que no necesariamente asegura que implícitamente sean realizados según criterios de focalización o teniendo en cuenta la capacidad de pago de los demandantes de modo a permitir la igualdad de oportunidades en el acceso a los servicios de salud y de esa manera se obstaculiza llegar al objetivo antes citado de la equidad. Estas tarifas que constituyen los precios que los establecimientos de salud cobran por los servicios prestados y dado un nivel de costos por aten30 Las demás fuentes de financiamiento corresponden a los recursos del Crédito Público (19,3%) y Recursos Institucionales (12,1%) correspondiente al año 2000. Fuente: Evolución del Presupuesto del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social 1989 al 2000. CEPPRO. Año 2000
ción, son subsidios que el Estado otorga a los pacientes por cada atención 31 . Por tanto, en este trabajo nos referiremos al cobro de tarifas por prestación de servicios de atención de la salud como subsidios entregados por el Estado en términos de los gastos declarados por las personas encuestadas y que en el período de referencia de la encuesta han estado enfermos o accidentados y por tanto han consultado a alguno de los centros de atención de la salud incurriendo en gastos de consultas o de exámenes laboratoriales o de internación. (Son considerados subsidios a las diferencías entre los gastos de los que acudieron a instituciones públicas versus los que han acudido a centros privados). En el marco de lograr la equidad en la entrega de los servicios de salud, el cobro de tarifas constituye un factor importante, pues dependiendo del valor del mismo se podrá obtener mayor demanda sobretodo de los que pertenecen a estratos más pobres para de esa manera permitir a los mismos una mayor cobertura de servicios de salud. Además es importante analizar cómo y a quiénes llegan los subsidios otorgados por el Estado para la provisión de servicios de salud (tarifas más bajas en relación a las cobradas, en centros privados), y de esa manera analizar no solo el grado de igualdad o de desigualdad que pueda existir en la provisión de los servicios como medio para lograr el objetivo de la equidad y de ataque a la reducción de la pobreza, sino también los 31 Francke Pedro. “El cobro de tarifas y la equidad en la distribución del subsidio público en Salud en el Perú”. 1999
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
errores en la focalización (Aunque se aclara que los servicios brindados por el MSP y BS tienen cobertura universal y no responden a un objetivo específico de servicios focalizados). A modo de comentario dichos errores se refieren al error de omitir a los pobres (Error Tipo I) y el error de incluir a los no pobres (Error tipo II)32 que sería fruto de una falta de estrategia de identificación y selección de personas que integran la población objetivo: en este caso los pobres. Si el objetivo es incidir sobre la carencia en servicios de salud, lo más apropiado para determinar la población objetivo es utilizar información que combine niveles de incidencia de la pobreza y otras características de la misma33. Si bien la equidad puede ser lograda a través de aplicación de programas específicos de focalización implementadas a través de exoneraciones totales o parciales a los más pobres, dentro de un plan de entrega universal de servicios de salud como es el caso paraguayo, se establecen tarifas de acceso a los servicios de salud que comparativamente con las del sector privado son menores, por tanto existe un nivel de transferencia o subsidio que es preciso analizar, para ver si efectivamente los receptores de dichos subsidios son los que menos ingresos poseen o los más desfavorecidos ya sea por la distancia a las instituciones de salud u otras razones. B.4.1.Subsidio en Gastos de Consulta
El subsidio otorgado por las distintas instituciones públicas o institu32 Ver DGEEC, Revista Economía Nº3, 2001.Robles Marcos, “Pobreza y Gasto Público en Educación en Paraguay” Pág. 8 33 Op. Cit.
153
ciones prestadoras de servicios de salud que tengan financimiento del Tesoro Público (Hospital de Clínicas, Centros y Puestos de Salud, Otro Hospital Público, Dispensario, Sanidad Militar y Policial) en concepto de pago de consultas por persona difiere teniendo en cuenta zonas y áreas de residencia, niveles de pobreza, entre otros factores. La estimación de subsidio adoptada en este trabajo consiste en la diferencia entre los gastos en consulta realizados en instituciones públicas por las personas declaradas enfermas frente a los que han acudido a centros privados. En efecto, los subsidios públicos por consultas son regresivas para el área rural, ya que los residentes de ésta área reciben una proporción menor del monto total del subsidio al que representan en la población, dado que reciben casi 33% del monto para una población que representa 41%. Lo mismo se observa para los habitantes de la zona urbana del departamento Central, a quienes les llega el 18% del subsidio en consultas y ellos constituyen 23% del total poblacional. Sin embargo, en Asunción se presenta una realidad diferente pero igualmente regresiva, porque los asuncenos reciben 17% del subsidio y representan 12% de la población total en estudio34 . En el mismo sentido de análisis se ubican los habitantes del resto urbano que reciben casi 10% más de la proporción poblacional que los mismos representan. 34 Las personas incluidas en el análisis son las que en el período de referencia han estado enfermas o accidentadas, y han consultado por dichas dolencias, siempre que no sea un familiar. Además se han impuesto las restricciones de no nulidad y no negatividad en los datos, realizando los filtros correspondientes.
154
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Este análisis puede reafirmarse teniendo en cuenta solo la segmentación urbana y rural donde puede observarse más claramente la regresividad comentada en el párrafo anterior. Las dos terceras partes del total de subsidios públicos son distribuidos entre casi 59% de las personas que habitan en zonas urbanas, mientras que la restante tercera parte es asignada entre una población rural de 41%. Por tanto, se observa una regresividad en la distribución de los subsidios públicos por consultas médicas teniendo en cuenta los dominios y áreas de residencias. Sin embargo, al analizar la distribución de los subsidios teniendo en cuenta otros factores como los quintiles de ingresos o niveles de pobreza, se observa que existe una distribución equi tativa del subsidio en el quintil más pobre teniendo en cuenta el porcentaje que representa este quintil en el total (12,8%), pero dicha equidad no se mantiene en los demás quintiles. La población que integra el segundo quintil representa al 18% de la población y recibe 5% más de subsidios de aquella proporción; el estrato medio (quintil 3) también recibe más de subsidio (34,2%) pero en una cuantía incluso superior con relación al peso poblacional (25,5%) que este tiene. En cuanto a la percepción de subsidios por parte de las personas de mayores ingresos ubicadas en el quintil cuarto y quinto, se puede decir que es proporcionalmente menor al que los mismos representan en cada quintil, así los del quintil cuatro reciben 19.3% del subsidio y ellos constituyen casi 22% de la po-
blación y la diferencia se ahonda para el quintil cinco a quienes llega 10,5% de los subsidios en tanto que los mismos forman parte del 22% de la población en estudio. Los subsidios por niveles de pobreza tienden a concentrarse más en los estratos de pobres no extremos y no pobres, donde aquellos reciben casi 18% de los subsidios en tanto que forman parte del 14% de la población y los no pobres reciben 4.6% menos de subsidio que su peso poblacional. Sin embargo, es oportuno aclarar que entre los pobres extremos la distribución de subsidios versus concentración poblacional es casi igual. B.4.2. Subsidio por Gastos en Hospitales (Internaciones)
Por dominios, la distribución de subsidios muestra que 35,5% de los mismos se distribuyen entre 21% de la población del resto urbano, mientras que 24% se distribuye entre 20% del departamento Central Urbano. El área rural se lleva 23% de los subsidios y el mismo repre-senta 40% de la población. En términos generales se puede acotar que existe un excedente de subsidios del 17% para el área urbana y en consecuencia los Figura Nº 3 Distribución de subsidios en consultas por quintiles de ingresos, 1997/98 40 34,2
30 20 10
23,3
21,6
12,7
21,9
25,5 18,2
19,3
10,5
12,8
0 Quintil 1
Quintil 2
Quintil 3
% de Subsidios recibidos
Fuente: DGEEC – EIH 1997/98
Quintil 4
Quintil 5
% de P o blació n
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
habitantes del área rural reciben menos cantidad de ayuda en concepto de pago por internaciones en hospitales (23% del total de subsidios para casi 40% de la población). Sin embargo, analizando por quintiles de ingresos, el quintil más pobre recibe un monto de subsidio casi igual a lo que corresponde a su peso poblacional, panorama que persiste en el quintil dos, en los estratos medio y medio alto se observa una concentración mayor de subsidios sobretodo para el quintil tres (estrato medio) lo que deriva en una regresividad en el cobro de tarifas por internaciones ya que los recursos deberían de concentrarse hacia los estratos más necesitados que son los del quintil 1 y 2. No obstante esto, el quintil más rico recibe menos proporción de ayuda de lo que corresponde a su composición poblacional con respecto al total. En cuanto a situación de pobreza y percepción de subsidios, no se observan mayores diferencias. Cuadro Nº 10: Subsidios en gastos de hospitales por quintiles de ingresos 1997/98 Quintiles de ingreso Quintil 1 Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 Total
% de subsidios 15,8 15,7 33,0 28,4 7,1 100,0
% de población 15,3 16,2 23,8 24,3 20,3 100,0
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la EIH 1997/98
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B.4.3. Subsidio por Examen de Laboratorio
Los gastos por exámenes de laboratorios hechos en instituciones públicas normalmente representan un menor monto en relación a los realizados en consultorios y hospitales privados, en consecuencia también se da un cierto nivel de subsidios en concepto de este gasto otorgado por las instituciones del sector público que realizan estas funciones. Así, el subsidio para los habitantes de Asunción es un poco mayor a su proporción en la población, lo mismo que en el área rural. El área urbana del Departamento Central, recibe casi 10% menos en monto de sub-sidio en relación a la proporción de su población, lo mismo que en el resto urbano pero a diferencia que la brecha entre monto de subsidio percibido y porcentaje de población es menor. Es decir, en términos globales el área urbana recibe 5,5% menos en monto de subsidio que su peso poblacional, lo que implica un sesgo positivo en este servicio hacia la población residente en el área rural. Por quintiles de ingresos, sin embargo se observa mucha fluctuación en la distribución de subsidios ya que el quintil más pobre recibe un nivel de subsidio mayor en 5% a su peso en el total de población estudiada. Los estratos más beneficiados son los pertenecientes al quintil medio y medio alto, ya que en estos se concentra el 57% del total de subsidios por exámenes laboratoriales y los mismos representan casi 50% de la población.
156
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Figura Nº 4 Subsidios por exámenes de laboratorios en Instituciones Públicas por dominios de residencia 13,4% de po blació n A sunción; 18,3 Rural; 37,6 Central Urbano ; 19,5 Resto Urbano ; 24,6
Fuente: DGEEC – EIH 1997/98
Los datos arriba revelados parecen indicar que los gastos del sector público orientados a cubrir las necesidades de exámenes laboratoriales a través de las distintas instituciones se entregan con relativa equidad o por lo menos el monto total de subsidio llega más a los de menores ingresos y los que residen en el área urbana, por tanto falta cotejar dichos datos por niveles de pobreza para aseverar que la entrega de este servicio es equitativa. Y efectivamente, al comparar la distribución de subsidios por niveles de pobreza se observa que los a pobres extremos les corresponde una cuantía mayor de subsidios en relación a la concentración de personas en este estrato, 9,8% de subsidios para 6,4% de población, situación similar se presenta entre los pobres no extremos, es decir aquellos cuyos ingresos permite satisfacer sus necesidades alimentarias pero no cubren las demás necesidades por estrechez de ingresos reciben en promedio 10,5% del total de subsidios en este servicio en tanto que representan 9,2% de la población. Los subsidios públicos llegan en menor me-
dida a los no pobres (aquellos cuyos ingresos están por encima de la línea de la pobreza) lo que nos lleva a concluir que en este servicio los mismos se dan con relativa equidad o progresividad hacia los más cadenciados y los residentes en áreas más alejadas o rurales. III- RESUMEN Y CONCLUSIONES La salud como estado de bienestar físico, síquico, mental y social, y que permite al individuo actuar de manera adecuada, requiere de cuidados y es fruto de la interacción de varios factores, dentro de los cuales se encuentra el propio sistema de salud. Los servicios curativos y preventivos de la salud pueden ser ofrecidos tanto por los sectores público y privado, pero las fuerzas del mercado no aseguran que todas las personas tengan acceso al conjunto mínimamente aceptable de los beneficios de la salud. Por ello se hace necesaria la participación del estado a través de subsidios públicos para financiar, parcial o totalmente, los servicios de salud
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que se consideran un mínimo socialmente aceptable. Pero el uso de los recursos públicos requieren a su vez lograr la eficiencia (máxima efectividad con unos recursos dados) y la equidad que puede ser abordado como una perspectiva de igualdad de oportunidades de todas las personas que participan de un sistema de salud, de tener acceso a los servicios de salud de acuerdo a sus necesidades reales de salud y que dicha situación no dependa exclusivamente de la capacidad de pago de las personas. La pregunta que puede facilitar la tarea para establecer si las erogaciones en salud por parte del Sector Público llegan a los más vulnerables y a sectores más desprotegidos es: "quién se beneficia más del gasto público? "En general los gobiernos piensan que una gran parte del gasto que realizan se destina hacia la producción de "bienes públicos"-servicios de salud que benefician a la comunidad, en lugar de personas individuales. También piensan que otra gran proporción del gasto termina beneficiando a las familias pobres, que no pueden pagar por servicios de salud. Las cuentas de salud (que muestran patrones de gasto) en combinación con datos sobre utilización (que muestran quiénes están usando los distintos tipos de servicios) pueden demostrar si estas suposiciones son correctas. Los datos de las Encuestas de Hogares ejecutadas por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos permiten observar la realidad del estado de salud de la población y las
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medidas tomadas para preservar el bien meritorio de la salud. Así, solo la quinta parte de la población posee seguro médico, casi la tercera parte de la población residente en áreas urba-nas y apenas 8% de la población rural. En 1999, 35.2% de la población ha declarado estar enferma o accidentada, de los cuales 48% ha consultado con algún médico o curandero para atender su dolencia (34,8% acudio a Hospital o Consultorio). La atención de la salud de la población paraguaya es responsabilidad de tres subsectores: Público, Privado y Mixto, siendo la institución rectora de la salud el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP y BS) En cuanto a la evolución y composición del gasto público en salud a través del presupuesto asignado al MSP y BS que para el año 2000 representó 7% de los Gastos del Gobierno Central, puede decirse que este porcentaje se mantiene desde el año 1992, ya que anteriormente la fracción que correspondía al MSP y BS era menor oscilando 4 a 5% entre los años 1988 y 1991. La salud como componente del gasto social absorbe 16% del mismo (educación, salud, agua y saneamiento básico, vivienda, previsión social, bienestar social, cultura, recreación y otros) para el año 1998 (Benegas, Sauma). En realidad, el porcentaje correspondiente a salud ha oscilado entre 10 a 18% del total de gastos sociales, pero se observa un promedio de 16% para el período 1992-1998. Relacionando el nivel del gasto en salud con la producción total del país,
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el presupuesto obligado del MSP y BS representó en el año 2000, 1.6% del Producto Interno Bruto (PIB). La distribución de los gastos del MSP y BS entre gastos corrientes y de capital indican que los primeros han constituido la mayor parte del total de gastos y han fluctuado entre 73 y 85% de los gastos totales. Los gastos obligados del MSP y BS en promedio en los últimos 8 años (1992 al 2000) se han destinado en 60% a servicios personales, en promedio casi 13% a com-pra de materiales y suministros y el mismo valor para inversiones físicas. Este último objeto del gasto ha experimentado un crecimiento desde el año 1994, aunque se observa una recaída en el año 2000. El presupuesto en su parte de gastos está organizado en diversos programas que la principal institución rectora de la salud debe ejecutar, y son los programas de Acción que han absorbido casi 70% en promedio del total de gastos pagados en el período 1993/ 2000, llegando incluso este tipo de programa del presupuesto del MSP y BS a ascender al 80% en 1997 y ha tenido un comportamiento positivo en términos de crecimiento sobretodo en el año 1996 cuando los gastos pagados han aumentado en 33%. Los principales programas de acción son los referentes a Asistencia médica general que en los últimos cuatro años (1997/2000) ha participado del 40% de los gastos obligados del MSP y BS que son a su vez distribuidos entre las distintas regiones sanitarias. La distribución de gastos por departamento muestra que en función
a un indicador de necesidades de salud (INS) construido para obtener un elemento que englobe las necesidades observadas en términos generales en la salud de la población de cada departamento tomando datos de niños, mujeres, población en general que resumen las necesidades más notorias en cada sector y grupo poblacional. Dicha distribución permite ver una asignación inequitativa de los gastos de Asistencia Médica General del programa de Acción del MSP y BS, ya que no son coherentes con las necesidades de la población de cada departamento, en este caso de los cinco departamentos analizados, observándose una regresividad en contra de aquellos que se encuentran en desventaja en cuanto a posibilidades de acceso a los puestos de atención de la salud y a la capacidad de financiamiento y a aquellos que presentan mayores necesidades de atención de la salud en cuanto a nutrición, acceso a agua potable, nivel de educación, mejores condiciones de habitabilidad, entre otros. El perfil de la salud de la población refleja que según la EPH 1999, la tasa de morbilidad del país fue de 35% al igual que para los no pobres. Los pobres extremos presentan una tasa ligeramente superior (36%) aunque se puede connotar que los pobres en general se enferman más dado que la probabilidad que un pobre se enferme es 66% mayor a la de un no pobre. Dentro de ese mismo marco, solo 30% del 20% más pobre de la población enferma o accidentada consulta ante casos de enfermedad o accidente, en contraste con 53,4% y 67% del cuarto quintil y del
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
20% más rico que si lo hacen. Analizando siempre a los más pobres (primer quintil) se puede observar que 45% de los mismos recurren a los Hospitales, Centros y Pues-tos de salud, y a los Dispensarios; todos estos centros son dependientes del MSP y BS. Ade-más se comprueba que la utilización de los servicios brindados por la principal institución rectora de la salud es progresiva hacia los de menores ingresos, pues a medida que los individuos tienen mayor capacidad de pago, quintiles de mayores ingresos, el grado de utilización de los servicios del MSP y BS a través de sus distintos centros de distintas complejidades es menor. El análisis de las personas que se enferman o accidentan y que consultan acercan la conclusión que la tasa de morbilidad de los pobres y los más pobres (quintil más pobre) es superior y que en contrapartida el nivel de consulta de estos estratos es relativamente menor a los de estratos de menores carencias lo que constituye un factor de desigualdad en el acceso, dado que las causas de no consulta son las económicas (20% para el quintil más pobre frente a 15% del quintil más rico), las geográficas, ya que mayor es la incidencia de no consulta por dicha razón para los más pobres. Por otra parte, si bien la entrega de servicios por parte del MSP y BS a través de todos los niveles de prestación y complejidad es progresiva, se sugiere un ma-yor grado de focalización por grupos objetivos para mejorar y ampliar la cobertura y lograr disminuir las diferencias evitables e injustas al mínimo posible, esto es dis-
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minuir la desigualdad y la exclusión y aumentar la igualdad de obtener acceso a servicios de salud cuando sean necesarios, independientemente de la capacidad de pago, ubicación geográfica, grupo étnico, marginados, etc. La situación de grado de inmunización de los menores a cinco años del país, indican que 90% de los están vacunados, pero aún quedan casi uno de cada diez niños no ha tenido ningún tipo de vacunación en el período de referencia estudiado, además se constata que los niños que pertenecen a hogares más pobres son los más afectados por la falta de inmunización, donde más del 50% de los niños están en dicha situación. Han quedado sin recibir la vacuna antituberculosa (BCG) 17% de los niños, siendo mayor dicha incidencia entre los niños más pobres (49.4%). Se puede observar que existen diferencias de cobertura de vacunación por estratos de ingresos, donde los niños pertenecientes a estratos más pobres quedan fuera de la cobertura de vacunación, situación que va mejorando a medida que aumentan los ingresos. Sin vacuna antisarampionosa han quedado un poco más de 30% de los niños, sin la Sabín 18% de los menores a 5 años, y la carencia de la vacuna triple o DPT ha afectado a la quinta parte de la población menor a 5 años, afectando mucho más a los niños del primer quintil como en la carencia de las demás vacunas. Un buen control prenatal permite detectar en forma oportuna y dismi-
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
nuiría los mayores riesgos de enfermedades de la madre y el niño, por ello también se ha explorado cuál es la realidad de los mismos entre las mujeres de 15 a 49 años de edad y que han estado embarazadas, aunque solo 6% de las mismas han revelado estado de gravidez para el período de la EIH 1997/98 y de dicho grupo 60% han realizado al menos un control. Pero es importante además conocer el número de controles según tiempo de embarazo para ver si la demanda por estos servicios se han realizado en forma oportuna y correcta, imponiendo un límite inferior que contempla que al llegar al noveno mes de embarazo al menos debe tener 7 controles se observa que 68,5% de las embarazadas han tenido controles por debajo de los parámetros establecidos como mínimo, hecho que debe ser analizado y profundizado para estudiar las causas y establecer de esa manera mejores y oportunos mecanismos para acercar tan importantes servicios a las madres gestantes. La última parte del trabajo consistió en establecer si las transferencias en términos de subsidios que el sector público ofrece a través de los servicios de consulta médica, exámenes laboratoriales e interna-ciones se realizan hacia los sectores más pobres o que se encuentran en desventajas geográficas o económicas para de esa manera determinar si dichos subsidios contribuyen a disminuir la brecha en atención de la salud entre los más pobres y los más ricos lo que en definitiva conduce al logro del objetivo de la equidad y la eficiencia, ya que implica llegar a los objetivos a través de
la utilización de los siempre limitados recursos disponibles. Los subsidios públicos por consultas son regresivas para el área rural, ya que los residentes de ésta área reciben una proporción menor del monto total del subsidio al que representan en la población, dado que reciben casi 33% del monto para una población que representa 41%, mientras que en Asunción se presenta una realidad diferente pero igualmente regresiva, porque los asuncenos reciben 17% del subsidio y representan 12% de la población total en estudio. Las dos terceras partes del total de subsidios públicos son distribuidos entre casi 59% de las personas que habitan en zonas urbanas. Por quintiles de ingresos se observa que los subsidios son entregados con relativa equidad ya que 70% del total de subsidios está concentrado en 56.5% de la población que representa al 60 de los de menores ingresos, situación que también se presenta cuando se toma en cuenta los niveles de pobreza, aunque sería deseable una mayor concentración de los gastos hacia los más pobres ya que se ha visto que se enferman en mayor medida y consultan menos. A juzgar por los datos de la distribución de subsidios por exámenes laboratoriales, el sector público ha podido canalizar sus servicios con relativa equidad en este concepto, dado que 19,7% de población que representa a los dos quintiles más pobres ha recibido 26,4% del total de subsidios, lo cual implica que este servicio estuvo enfocado hacia los más cadenciados, lo mismo que hacia los que habitan el área
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rural que han recibido casi 38% del monto total en subsidios mientras que ellos forman parte de 32% de la población. Aunque desagregando un poco más la distribución en el área urbana, se constata que los pobladores de Asunción que han demandado este servicio reciben 5% más de subsidio de lo que corresponde según su peso poblacional, pero eso ocurre en detrimento de lo que habitan el área urbana del departa-mento Central que se ven afectados en 10% de subsidios que lo que su población requiere.
Resumiendo el diagnóstico realizado se puede decir que la tercera parte de la población se enferma o accidenta y que el nivel de consulta varía y es menor cuando menores son los ingresos, lo mismo para las vacunaciones y controles prenatales lo que invita a reflexionar hacia una elaboración de estrategias que permitan revertir dicha situación, esto es aplicando la herramienta de la focalización para acercar los servicios de atención de la salud a aquellos que más lo precisan y que disponen de medios más estrechos para obtenerlos.
Los subsidios que el sector público otorga a través de las distintas dependencias sanitarias que financia en concepto de gasto en hospitales (internaciones) presenta un panorama regresivo que se verifica ya sea por dominios geográficos, por áreas de residencia o por quintiles. Conforme a esta última característica, es decir a la forma en que llegan dichos subsidios en cada uno de los grupos poblacionales que están divididos en cinco grupos ordenados por niveles de ingresos, permite observar que 64.5% del total de subsidios en términos de la diferencia entre precios pagados por este concepto en un centro privado versus uno público se distribuye para 55% de la población que representa a los primeros tres quintiles. Por otro lado, teniendo en cuenta la zona de residencia más de las tres cuartas partes de los subsidios son absorbidos por la población urbana que representan 60% de la población en estudio. Por niveles de pobreza existe una distribución pareja entre subsidios y peso poblacional que cada grupo representa. Los pobres extremos y no extremos reciben 25.5% de los subsidios y ellos constituyen 25% de la población.
En cuanto a la distribución de los subsidios, estos se realizan en forma diferenciada dependiendo de la variable que caracterice a la población, se observa una situación plenamente regresiva que predomina en la entrega de servicios de hospitales, es decir que las internaciones requieren un cobro diferenciado por estratos y niveles socioeconómicos para alcanzar el objetivo de la igualdad de oportunidades ante desigualdad de posesión de recursos ya sean económicos o de otra índole como las características geográficas. Las consultas y los exámenes laboratoriales presentan relativa equidad aunque tienden a concentrarse en Asunción y en la clase medio lo que conduce a construir un escenario con una mejor distribución acorde con criterios de fijación en poblaciones objetivos como los más pobres y aislados y a la vez potenciar el proceso de descentralización para modificar la demanda de salud que tal vez por altos costos o distan-cias no puedan ser efectivizados que finalmente no solo inciden en el nivel de la salud de las personas, sino además en su productividad y el de la sociedad y finalmente en su calidad de vida.
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BIBLIOGRAFIA Bitrán y Asociados, Flagship Propgram, World Bank Institute y Universidad Alberto Hurtado "Focalización y Paquetes de beneficios". Programa Flagship, Reforma y Financiamiento Sustentable del Sector Salud. Santiago de Chile. Junio 2000. CEPPRO. La Reforma de la Seguridad Social en el Paraguay: El Caso del Sector Salud. Agustín Carrizosa. 1996. CEPPRO, Presupuesto Público. Evolución del presupuesto del MSP y BS 1989 al 2000. Año 2001 DGEEC, Revista Economía Nº3, 2001.Robles Marcos, "Pobreza y Gasto Público en Educa-ción en Paraguay" Pág. 8 DGEEC, Evolución de las NBI 1992-1998 DGEEC, Encuesta Integrada de Hogares 1997/98 DGEEC, Encuesta Permanente de Hogares 1999 DGEEC, Revista Nº 4 Economía y Sociedad. Situación de la Salud y Nutrición Infantil en Paraguay. Yung Il Lee. 2001 DGEEC - Marcos Robles "Pobreza y Distribución del Ingreso en Paraguay"Año 2000.
Duahu Emilio. Política social, pobreza y focalización. Reflexiones en torno al programa de educación, salud y alimentación. Sociólogo y Doctor en Urbanismo. Francke Pedro. "Focalización del Gasto Público en Salud en el Perú: Situación y Alternati-vas". 1998 Francke Pedro. "El cobro de tarifas y la equidad en la distribución del subsidio público en Salud en el Perú". 1999 h t t p : / / w w w. m s p b s . g o v. p y / hiermenux.html h t t p : / / w w w. m s p b s . g o v. p y / hiermenux.html http://escuela.med.puc.cl/paginas/ Departamentos/Obstetricia/ A l t o R i e s g o / control_prenatal.html#TablaI http://www.minsa.gob.pe/dpspf/ pe-cpn.htm ISALUD, Documentos del curso de Economía de la Salud. Argentina. 2001 Martínez Esperanza y Villalba Sandra. La equidad y los Seguros de salud publicos y privados. OPS - Perfil del sistema de servicios de salud de paraguay. Programa de organización y ges-tión de sistemas y servicios de salud. División de desarrollo de sistemas y servicios de salud.
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ANEXOS ANEXO 1: Gastos promedios de las personas por enfermedad o accidente durante los últimos tres meses en Consulta, 1997/98* Número de casos analizados:
570.364
Gasto promedio en Consultas por Dominio de Residencia y Lugares de Consulta Donde Consultó últimos 3 meses IPS Hosp. de Clínicas Otro hospital público Centro de salud Puesto de salud Sanidad militar Sanidad policial Hospital/consul.priv Dispensario Farmacia Casa curandero Su casa Otra casa particular Otro NR Total
Asunción
17.093 19.220 6.572 12.000 17.656 72.759 4.066
Central Urbano
Resto Urbano
22.579 10.988 17.700 10.086 3.000 180.000 2.500 55.651
41.393 29.664 19.819 12.954 16.916 5.000 10.000 77.924 4.917 12.495 18.406 46.145 17.929 25.000 20.000 48.413
10.293 231.548 14.493
45.765 14.660 360.000 13.862
50.043
60.000 40.001
Area Rural
Total
13.593 24.822 30.017 9.184 7.580
29.591 19.811 23.156 9.984 9.281 55.080 4.491 59.459 5.277 21.370 10.536 112.670 19.007 12.941 14.466 35.694
41.623 10.215 19.369 7.681 18.040 27.137 8.034 3.138 21.824
* Personas que se enfermaron o accidentaron y que han consultado, excepto a familiares, además se impuso la condición que los gastos fueran mayor que cero.
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ANEXO 2: Subsidio en gasto en consultas Distribución del promedio de subsidios por dominio, área de Residencia, quintiles de ingresos y niveles de pobreza, 1997/98 DOMINIO
% del total de subsidios
% de población por dominio
17,1 17,8 32,3 32,8 100
12,0 22,8 23,8 41,4 100
AREA
% del total de subsidios
% de población por área
Urbana Rural Total
67,2 32,8 100
58,6 41,4 100
% del total de subsidios
% de población por quintiles
12,7 23,3 34,2 19,3 10,5 100
12,8 18,2 25,5 21,6 21,9 100
% del total de subsidios
% de población por condición de pobreza
11,6 17,8 70,6 100
11,2 13,7 75,2 100
Asunción Central Urbano Resto Urbano Rural Total
Quintiles de Ingresos Quintil 1(más pobre) Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 (más rico) Total
NIVELES DE POBREZA Pobre Extremo Pobre No extremo No Pobre Total
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ANEXO 3: Gastos de las personas por enfermedad o accidente durante los últimos tres meses en Hospitales, 1997/98* Número de casos analizados: 42.997 Gasto promedio en Hospitales por Dominio de Residencia y Lugares de Consulta Donde Consultó últimos 3 meses IPS Hosp. de Clínicas Otro hospital público Centro de salud Sanidad militar Hospital/consul.priv Farmacia Su casa Total
Asunción
Central Urbano
Resto Urbano
22.108 151.483 776.761 98.595
3.500 36.126 193.842
822.794
1.059.739
50.000 101.141 135.961 20.000 875.514
5.000.000 736.777
673.260
429.319
Area Rural
Total
4.000 312.094 383.318 89.782
13.087 162.056 364.552 128.065 20.000 796.702 320.000 5.000.000 550.592
626.052 320.000 464.488
* Personas que se enfermaron o accidentaron y que han consultado, excepto a familiares, además se impuso la condición que los gastos fueran mayor que cero.
166
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ANEXO 4: Subsidio en Gastos de Hospitales Distribución del promedio de subsidios por dominio, área de residencia, quintiles de ingresos y niveles de pobreza, 1997/98 DOMINIO
% del total de subsidios
% de población por dominio
17,8 23,7 35,5 23,0 100
19,2 19,8 21,3 39,7 100
AREA
% del total de subsidios
% de población por área
Urbana Rural Total
77,0 23,0 100
60,3 39,7 100
% del total de subsidios
% de población por quintiles
15,8 15,7 33,0 28,4 7,1 100
15,3 16,2 23,8 24,3 20,3 100
% del total de subsidios
% de población por condición de pobreza
15,4 10,1 74,5 100
15,6 9,5 74,9 100
Asunción Central Urbano Resto Urbano Rural Total
Quintiles de Ingresos Quintil 1(más pobre) Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 (más rico) Total
NIVELES DE POBREZA Pobre Extremo Pobre No extremo No Pobre Total
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
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ANEXO 5: Gastos de las personas por enfermedad o accidente durante los últimos tres meses en Exámenes de Laboratorios, 1997/98* Número de casos analizados: 145.953 Gasto promedio en Hospitales por Dominio de Residencia y Lugares de Consulta Donde Consultó últimos 3 meses IPS Hosp. de Clínicas Otro hospital público Centro de salud Puesto de salud Sanidad militar Sanidad policial Hospital/consul.priv Dispensario Farmacia Casa curandero Su casa Otra casa particular Otro NR Total
Asunción
Central Urbano
Resto Urbano
370.227 57.832 110.065 60.901
74.651 75.846 65.728 53.261
65.281 160.000 177.451
80.000 117.003 119.387 60.000
55.091 200.000 169.616 74.001 55.000 500.000 180.000 122.582 56.741
6.000 100.000 30.000
568.481
Area Rural
Total
32.098 99.801 148.062 43.634 51.288
94.657 84.161 127.340 58.666 51.825 154.825 140.207 133.973 50.973 22.151 78.200 470.659 34.101 31.128 43.622 115.852
141.383 15.000 32.549 35.000 34.101
25.000 167.269
65.909 101.354
38.000 28.184 108.566
35.609 113.193
* Personas que se enfermaron o accidentaron y que han consultado, excepto a familiares, además se impuso la condición que los gastos fueran mayor que cero.
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ANEXO 6: Subsidio en exámenes de laboratorios Distribución del promedio de subsidios por dominio, área de Residencia, quintiles de ingresos y niveles de pobreza, 1997/98 DOMINIO
% del total de subsidios
% de población por dominio
12,2 18,1 21,9 47,8 100
12,5 23,0 23,7 40,8 100
AREA
% del total de subsidios
% de población por área
Urbana Rural Total
52,2 47,8 100
59,2 40,8 100
% del total de subsidios
% de población por quintiles
13,7 21,4 31,4 22,9 10,6 100
13,6 16,1 24,2 23,1 23,0 100
% del total de subsidios
% de población por condición de pobreza
11,2 14,0 74,8 100
11,6 11,6 76,8 100
Asunción Central Urbano Resto Urbano Rural Total
Quintiles de Ingresos Quintil 1(más pobre) Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 (más rico) Total
NIVELES DE POBREZA Pobre Extremo Pobre No extremo No Pobre Total
Equidad del gasto público en salud en Paraguay
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ANEXO 7: Gastos de las personas por enfermedad o accidente durante los últimos tres meses en Medicamentos, 1997/98* Número de casos analizados: 763.094 Gasto promedio en Hospitales por Dominio de Residencia y Lugares de Consulta Donde Consultó últimos 3 meses IPS Hosp. de Clínicas Otro hospital público Centro de salud Puesto de salud Sanidad militar Sanidad policial Hospital/consul.priv Dispensario Farmacia Casa curandero Su casa Otra casa particular Otro NR Total
Asunción 702.671 104.907 92.340 36.287 17.000 211.095 87.207 133.274 58.805 20.190 43.648 548.379 30.394 50.083 148.236
Central Urbano
Resto Urbano
Area Rural
Total
97.387 223.771 100.972 96.336 25.000 181.336 84.038 118.703 26.216 32.187 36.776 104.849 28.612 35.289 40.000 106.788
53.130 245.823 211.219 75.973 44.749 500.000 1.300.000 140.876 36.207 53.269 26.734 98.058 42.658 72.297 73.311 103.793
55.829 141.529 192.199 78.441 51.149 200.000 70.000 148.254 200.000 42.827 21.967 54.178 40.703 16.421 19.185 88.832
203.699 176.104 151.136 78.096 49.642 207.567 148.206 134.981 47.431 43.493 25.241 210.332 37.661 45.421 41.409 103.931
* Personas que se enfermaron o accidentaron y que han consultado, excepto a familiares, además se impuso la condición que los gastos fueran mayor que cero.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
ANEXO 8: Subsidio en gasto de medicamentos Distribución del promedio de subsidios por dominio, área de Residencia, quintiles de ingresos y niveles de pobreza, 1997/98 DOMINIO
% del total de subsidios
% de población por dominio
12,2 18,1 21,9 47,8 100
12,5 23,0 23,7 40,8 100
AREA
% del total de subsidios
% de población por área
Urbana Rural Total
52,2 47,8 100
59,2 40,8 100
% del total de subsidios
% de población por quintiles
13,7 21,4 31,4 22,9 10,6 100
13,6 16,1 24,2 23,1 23,0 100
% del total de subsidios
% de población por condición de pobreza
11,2 14,0 74,8 100
11,6 11,6 76,8 100
Asunción Central Urbano Resto Urbano Rural Total
Quintiles de Ingresos Quintil 1(más pobre) Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5 (más rico) Total
NIVELES DE POBREZA Pobre Extremo Pobre No extremo No Pobre Total
El empleo público y privado, un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
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El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la Encuesta Permanente de Hogares 1999. Cynthia González
1. INTRODUCCIÓN La literatura de la Hacienda Pública justifica la necesidad del sector público por el aporte conveniente de sus funciones (de asignación, de distribución y estabilización1 ) en el logro de un mercado competitivo de factores y productos que a veces al sector privado por sí solo le resulta difícil alcanzar. El sector público debería proveer una robusta estructura legal, implementar medidas correctoras o compensadoras en casos de ser necesarias, realizar ajustes en la distribución de la renta, mantener estables los niveles de empleo, de precios etc.; sin embargo, las regulaciones estatales no siempre garantizan las condiciones de competitividad en el sistema económico. Uno de los aspectos importantes y quizás mas polémicos entre los temas relativos al Estado, es su inserción al mercado laboral con su rol de empleador y precisamente el tema de este documento es el empleo en el sector público y el sector privado. El objetivo del presente trabajo es explorar las posibles explicaciones de las diferencias de ingresos entre los sectores mencionados a través de la cap1 Musgrave R., Hacienda Pública. 5° edición.
tación de los salarios o ingresos de la ocupación principal obtenidos por los asalariados y exponer el perfil comparativo de los mismos por sector de trabajo (público y privado). Para lograr tal objetivo se acudió al análisis de datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 1999, ejecutada por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC) de Paraguay. Estos datos han sido clasificados de diversas maneras según las necesidades y las formas más convenientes para desplegar ciertos aspectos del sector público y el sector privado. En la sección 2 se expone el marco metodológico; la sección 3 describe el marco teórico; la sección 4 presenta los datos cuantitativos con sus respectivas descripciones y análisis y en la última sección se presentan las conclusiones.
2. MARCO METODOLÓGICO La metodología se basa en la descripción, análisis y comparación de datos estadísticos y estimados provenientes de la EPH 1999 de Paraguay.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
En primer lugar, a través de los tabulados, se exponen las características principales del mercado laboral paraguayo y luego se presenta un perfil estadístico del sector público comparado con el sector privado, enfatizando la descripción y el análisis en aquellas variables que posteriormente serán consideradas en las regresiones econométricas. La población seleccionada para la presentación de datos corresponde a la ocupada en las categorías de empleados y obreros de los sectores público y privado2 , de 10 años y más de edad. La conjunción de empleados y obreros públicos y privados es la llamada trabajadores asalariados . Por último, se analiza la probabilidad de emplearse en el sector público y se observan los efectos marginales de las variables explicativas de los salarios en cada sector estudiado. Probabilidad de empleo en el sector público
En este tópico se tratan de definir los factores que influyen en la probabilidad de emplearse en el sector público; para esto se recurre al método de regresión logística. La probabilidad de pertenecer al sector público se representa por la fórmula: 1) T = 1 / 1+ e -z z = B0 + B1X1 + B2X2 + B3X3 + B4X4 + B5X5 + B6X6 + B7X7
2 En los últimos 7 días anteriores a la entrevista, periodo de referencia utilizado en la mencionada encuesta.
donde T simboliza la probabilidad de emplearse en el sector público; e es la base del logaritmo natural cuyo valor aproximado es 2,718 y z representa la combinación de una serie de variables que en el presente trabajo son consideradas explicativas tales como los años de estudio (X1), la edad (X2), la experiencia laboral3 (X3), la antigüedad en el empleo actual (X4), la condición civil representada por una variable indicativa de tenencia de un compañero o pareja ya sea casada o unida con su correspondiente implicancia: la convivencia del individuo en familia (X5), el área de residencia de las personas (X6) y las horas de trabajo (X7). Ecuación de ingresos
Se identifican las variables explicativas de la distribución de los ingresos o salarios de los empleados y obreros del sector público en comparación con los del sector privado y se analizan sus correspondientes efectos marginales a través del Método de los Mínimos Cuadrados Ponderados. El ingreso considerado como variable dependiente, es el logaritmo del ingreso por hora de los asalariados4 públicos y privados. La forma estructural de la ecuación de ingreso se especifica relacionando un conjunto de características socio-personales con los ingresos y está dada por: Log (w) = a +Ó B1X1 + B2X2 + B3X3 + B4X4 + B5X5 + B6X6 + B7X7 + B8X8 + B9X9 3 Se considera la experiencia potencial = edad años de estudios 6. 4 Empleados y obreros ocupados.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
173
Donde w representa el ingreso por hora, X1 la educación en términos de años de estudios, X2 la experiencia potencial, X3 la antigüedad en el empleo actual, X4 la edad, X5 el sexo, X6 la condición civil, X7 si trabaja los fines de semana, X8 si recibe alguna remuneración en especie y X9 el área de residencia. B1, B2,, B3, B4, B5, B6, B7, B8 constituyen los efectos marginales estimados de cada variable respectivamente.
preferencias distintas por los aspectos no salariales de los puestos de trabajo. En cuanto al stock de capital humano, no todos los individuos tienen la misma capacidad para asimilar conocimientos y realizar cierto tipo de trabajos; ni todos tienen acceso al mismo tipo, cantidad y calidad de educación y formación y/o experiencia laboral, además de las diferencias entre las características personales (sexo, edad, relación de parentesco, estado civil, etc.).
3. MARCO TEÓRICO
La educación y la experiencia laboral; constituyen los pilares de la Teoría del Capital Humano como fundamento de las altas o reducidas ganancias futuras. La inversión en educación implica un sacrificio actual para aumentar la productividad (ganancias o ingresos) en el futuro y no todos pueden realizar tales sacrificios, por tanto, logros educacionales diferenciados resultaría en ganancias o ingresos diferenciados.
3.1. Revisión teórica5 Existen diversas explicaciones sobre la desigualdad de ingresos, por tanto, en esta sección se trata de abarcar y resumir las teorías más ajustadas al análisis comparativo de ingresos entre el sector público y privado. Esta teoría expone la existencia de diferencias salariales debida a causas relacionadas con: a- la heterogeneidad de los trabajadores, b- la heterogeneidad de los puestos de trabajo, c- las imperfecciones de los mercados de trabajo y d- las particularidades del sector público. a- La heterogeneidad de los trabajadores
Admite que los trabajadores tienen stocks de capital humano diferentes y 5 Esta sección se basa en McConnell C. y Brue S. L.1997. Op.cit..
De igual forma sucede con la formación o experiencia laboral; mayores niveles de formación laboral conllevan mayores niveles de ingresos. La formación en el trabajo comprende desde el aprendizaje a través de la experiencia hasta los programas formales de aprendizaje como la formación general (creación de cualificaciones o características que pueden utilizarse por igual en todas las empresas y sectores) y la formación específica (formación que sólo puede utilizarse en la empresa que la proporciona). Por tanto, los trabajadores con más estudios perciben ingresos desproporcionadamente superiores a aquellos con
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
niveles de estudios más bajos y los que tienen más estudios son los que mayormente se eligen por las empresas para adquirir las nuevas experiencias y formarlos en el trabajo. Además de la educación y la formación laboral, existen otros (múltiples) factores como la capacidad, los orígenes familiares, la discriminación, la suerte y la asunción de riesgos (variables aleatorias) que también explican las diferencias salariales. La capacidad, considerada como el poder para hacer , consiste en algo separado y distinto de las cualificaciones obtenidas a través de la educación formal o la formación en el trabajo, más bien está relacionada con la destreza física, la inteligencia y la motivación. Se cree que la capacidad puede influir directa (independientemente de las inversiones en capital humano) o indirectamente (a través de su influencia en la cantidad y calidad óptimas del capital humano) en las ganancias. Los orígenes o características familiares en cuanto a los ingresos familiares, la educación y el tipo de ocupación de los padres, el número de hijos, las conexiones familiares, etc, también influyen directa o indirectamente sobre los ingresos futuros. Una persona nacida en medio de una familia dueña de una empresa importante tiene más posibilidades de obtener ganancias elevadas en el futuro que otra persona nacida en medio de una familia pobre y sin recursos. Así también, las familias más ricas pueden demandar más cantidad y calidad de educación para su hijos que aquellas familias de ingresos bajos.
El otro factor no menos importante que tiene efectos sobre la distribución de los ingresos es el llamado discriminación . La misma es entendida como la aplicación de un trato inferior en cuanto a contratación, acceso a un tipo de ocupación, formación, ascensos que se traducen en reducción de salarios de personas que tienen las mismas capacidades, nivel de estudios, formación y experiencias que otras; pero pertenecen a grupos delimitados por ciertos factores6. La discriminación también se manifiesta en la adquisición de capital humano que contribuye aún más en el aumento de la desigualdad de ingresos. Se refiere a que las familias pertenecientes a las minorías o más pobres no tienen mayores opciones en cuanto a la elección de la calidad de educación y por tanto, difícilmente se encuentren entre ellos adultos con estudios superiores que les ofrezca un patrón de conducta orientado a mejorar el nivel de vida. Considerando el segundo punto de la heterogeneidad de los trabajadores, es decir, las diferencias en las preferencias personales, la teoría concluye que existen preferencias temporales y preferencias por los aspectos no salariales de los puestos de trabajo desiguales. En cuanto a la primera preferencia, hay personas que estarían dispuestas a mayores sacrificios actuales en pro de ganancias futuras elevadas, pero otras que no, por tanto, esto genera diferencias en el stock de capital humano al igual que aquellas personas que prefieren dar importancia a aspectos relacionados con las compensacio6 Entre estos los más estudiados están el género y la raza.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
nes extrasalariales, el status del puesto, la localización, las horas de trabajo, etc, es decir las características del puesto de trabajo. b- La heterogeneidad de los puestos de trabajo
Los puestos de trabajo son distintos, por lo tanto, exigen diferentes tipos y grados de calificación y tienen distintas características no salariales. Con respecto a las características o atributos no salariales, existen las llamadas diferencias salariales compensatorias cuya función es la de asignar remuneraciones adicionales a una actividad productiva poco agradable. Las diferencias compensatorias pueden darse por riesgos de sufrir accidentes en el trabajo, por la existencia de compensaciones o gratificaciones como seguro médico, vacaciones pagadas etc., por el estatus o prestigio conferido (culturalmente) a ciertos puestos, por la localización del puesto de trabajo, por la seguridad del empleo en cuanto a la probabilidad de mantenerse empleado en el puesto durante todo el año o quedar desempleado en cualquier momento, por las posibilidades de hacer carrera en la empresa y obtener mejoras salariales, por el grado de control personal del ritmo de trabajo o por la flexibilidad del horario de trabajo. Algunos puestos de trabajo exigen más años de estudios y formación, por tanto, estos tienen remuneraciones más altas que aquellos puestos con menos exigencias educacionales. c- Las imperfecciones del mercado de trabajo.
Otra de las razones de las desigualdades de ingresos entre los trabajado-
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res es la referida a las imperfecciones del mercado laboral relacionadas con el acceso a la información y con la movilidad de las personas. El acceso a la información sobre la demanda de tipos de trabajo implica un costo directo y un costo de oportunidad de tiempo, por tanto aquellos que manejan más y mejor información tendrían más probabilidades de obtener mejores salarios y por ende se tendría diferencias salariales entre los trabajadores. Esta situación es similar a la ocurrida con aquellos trabajadores que tienen mayores obstáculos (geográficos, institucionales, sociológicos) para migrar de un lugar a otro en busca de ventajas laborales. d- Particularidades del sector público.
Las desigualdades de ingresos entre el sector público y privado responden con intensidad diversificada a todas o alguna de las razones expuestas. El sector público como patrón con características peculiares intenta remunerar con salarios similares a los obtenidos en el sector privado, pero aún así, las diferencias persisten. Al respecto, existen ciertos atributos del sector público que quizá no se observen más desarrolladas en el sector privado. Por ejemplo, las compensaciones extrasalariales (seguro médico, vacaciones, permisos, jubilación, etc) son mas elevadas en el sector público que en el privado; los pagos a los trabajadores menos calificados del sector público son superiores a los pagos de aquellos trabajadores con idéntica formación del sector privado, particularidad atribuida a consideraciones de
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
orden político o sindical. Los sindicatos del sector público influyen enérgicamente en las decisiones inherentes a salarios, probablemente los sindicatos del sector público estén mejor organizados, tengan mayor poder político y logren más beneficios para los empleados y obreros. 3.2. Revisión de la bibliografía. Investigaciones realizadas en varios países demuestran la existencia de diferencias de ingresos entre los trabajadores del sector público y el privado. El estudio, realizado por J. L. Ruiz, Comparación de las remuneraciones entre el sector público y el sector privado. Evidencia para Lima Metropolitana, 1991 , indican mayores niveles de ingresos horarios y semanales para los empleados y obreros del sector público, al igual que efectos marginales de educación más elevados frente al sector privado utilizando el método de estimación de mínimos cuadrados corregidos por selectividad. Las tasas de retorno de la educación para los trabajadores del sector público de Lima Metropolitana ascienden a 12,9% mientras que para los trabajadores del sector privado es 8,7% por cada año adicional de estudio. La experiencia potencial, por su parte tiene un efecto marginal mayor en el sector privado. Sin embargo, a través del método de mínimos cuadrados ordinarios, los retornos de la educación son superiores en el sector privado (7,3 vs. 3,3). Por último, a través de unas predic-
ciones de ingresos y estimaciones paramétricas prevalecientes en un mercado sin discriminación, concluye que un empleado del sector público gana una cuarta parte de lo que hubiera ganado en el sector privado y esta diferencia se incrementa al compararla con lo que hubiera recibido como remuneración en un mercado sin discriminación. Por su parte, A. Tansel, en Publicprivate employment choice, wage differentials and gender in Turkey, 1999 encuentra que los salarios masculinos de la administración pública son iguales o menores que los salarios masculinos del sector privado, y particularmente menores que los salarios de niveles universitarios. Este hecho, explica Tansel, quizá se deba al poder monopólico que puede ejercer el Estado en el mercado. En cambio, los salarios femeninos de la administración pública, se presentan iguales o mayores a los del sector privado. Además, queda destacado en este material que en el sector privado de Turquía, existe una gran brecha de salarios entre hombres y mujeres, no ocurriendo así entre los mismos del sector público. Otro aspecto interesante abordado por Tansel es el referido a las tasas de retorno de la escolaridad. Queda indicado que las tasas de retorno de la educación para los trabajadores masculinos del sector público de Turquía, son menores en comparación con aquellos que trabajan en empresas de propiedad del Estado o trabajan en el sector privado, mientras que las tasas de re-
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
torno de la educación para las mujeres asalariadas del sector privado son superiores a las del sector público. Más detalles de estudios similares pueden encontrarse en la bibliografía citada.
4. PRESENTACIÓN DE DATOS 4.1. Mercado laboral paraguayo. EPH 99 El mercado laboral paraguayo se caracteriza por una fuerza laboral joven y una alta tasa de actividad o participación masculina. Los ocupados menores de 40 años constituyen el 65% de la fuerza laboral ocupada, mientras que los jóvenes (los ocupados de 10 a 29 años o menores de 30 años) representan el 40% de los ocupados. Estos porcentajes (65% y 40%) indican robustamente la presencia de una fuerza laboral joven. Según el sexo, la distribución de la población deja apreciar que en todos los grupos de edad mencionados no se advierten diferencias significativas (ver cuadro 1). Cuadro Nº 1:Población ocupada* por sexo según grupos de edad. (%) Grupos de edad
Total Hombre
Sexo Mujer
Total 2.195.931 1.395.115 10-19 años 15,6 16,7 20-29 años 24,4 24,1 30-39 años 24,4 23,6 40-49 años 17,5 17,0 50-59 años 10,6 10,9 60-69 años 5,4 5,4 70 años y más 2,2 2,2
800.816 13,5 24,9 25,8 18,2 10,1 5,5 2,1
Fuente: EPH 99. DGEEC. *Población de 10 y más años de edad.
177
La tasa de actividad en el total país es de 57,3% y al comparar los niveles de participación de hombres y mujeres se observan que la tasa de actividad masculina es cuantiosamente superior a la femenina (74% vs 41%7 ) Según el área de residencia, la tasa de actividad del área urbana es 58,5% y del área rural es cercana a 55,8%. Los porcentajes por sexo muestran una brecha de 26,1% entre las tasas de actividad femenina (72,4%) y masculina (46,3%) del área ur bana, mientras que en el área rural esta oscila alrededor de 41,2%, donde el 75,7% de los hombres y sólo el 34,5% participan en el mercado laboral. La tasa de participación o actividad en Asunción es de 61.5% de la población de 10 años y más de edad, donde el 70% de los hombres y el 54.2% de las mujeres forman parte de la fuerza laboral. El cuadro 2 muestra la población de 10 años y más de edad distribuida de acuerdo a la participación en los diferentes sectores del mercado laboral. Existe un porcentaje importante de individuos (46,6%) que se encuentra en edad de realizar una actividad laboral (10 años y más) pero no lo hace por estar inactivo (estudiantes, jubilados, amas de casa, etc). El empleo en trabajos independientes (cuenta propia, patrón, familiar no remunerado, empleado doméstico) predomina tanto en áreas urbanas (25%) como rurales (42%); mientras que el empleo como dependiente en el sector privado conforma alrededor del 17% y el sector público 4,3% de la población en edad de trabajar. 7 DGEEC. Principales Resultados EPH 1999.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Con respecto a este último, en el área urbana existe un mayor porcentaje de empleados y obreros públicos que en el área rural ( 6,3% vs. 1,8%). Otro punto por demás interesante, es la contribución de los trabajadores asalariados públicos y privados en la población económicamente activa. En el cuadro 3, se observa: el empleo del sector público constituye 6,7% de la población económicamente activa, a su vez 8% del total de ocupados y 20,2% de los asalariados. Por su parte el empleo del sector privado forma el 27% de la población económicamente activa y 31% de los ocupados.
La mayor parte de los ocupados está conformada por los trabajadores independientes quienes oscilan alrededor del 60%. El tamaño del Sector público paraguayo es relativamente pequeño (Ver cuadro 4) en comparación a otros países latinoamericanos y caribeños tal como se observa en el estudio realizado por Panizza8, quien, basado en Encuestas de Hogares de varios años y de 17 diferentes países de América Latina y el Caribe, ha elaborado un cuadro demostrativo de la evolución de sus respectivos sectores públicos.
Cuadro Nº 2: Población de 10 años y más de edad por sector según área de residencia (%) Ocupado Área de residencia
Total país Área urbana Área rural
Total
4.112.591 2.282.739 1.829.852
Sector Público
Sector Privado
4,3 6,3 1,8
16,8 21,8 10,7
Trabajador Independiente y empleados domésticos
No participa en el mercado laboral *
32,3 24,9 41,5
46,6 47,0 46,1
Fuente: EPH 99. DGEEC. * Incluye: desempleados e inactivos.
Cuadro Nº 3: Población ocupada* 1999 - %
Sector Público
Sector Privado
Trabajadores independientes**** y empleados domésticos
Total asalariados** ( 868.514 ) Total ocupados ( 2.195.931 ) PEA*** ( 2.611.371 )
20,2% 8,0% 6,7%
79,8% 31,5% 27,0%
60,5% 51,0%
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad. ** Asalariados: empleados y obreros públicos y privados. Se excluyen los empleados domésticos. *** Población económicamente activa: incluye: desempleo oculto. **** Incluye: empleador, cuenta propia, familiar no remunerado y empleado doméstico. 8 Panizza, U. 2000. The public sector premium and the gender gap in Latin America: Evidence for the 1980s and 1990s . Inter-American Development Bank.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
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Cuadro Nº 4: Porcentaje de trabajadores en el sector público por país Año Bolivia Brasil Chile Colombia Costa Rica Ecuador Guatemala Honduras México Nicaragua Panamá Paraguay Perú Rep.Dominicana El Salvador Uruguay Venezuela
97 97 96 99 97 98 98 98 94 93 97 99* 97 96 98 97 97
% 11,8 14,1 8,7 8,6 16,4 9,8 6,2 9,4 14,6 20,1 21,9 8,0 12,0 14,4 11,8 54,2 16,1
*Elaboración propia con EPH99.DGEEC. Fuente: Panizza U. The public sector premium and the gender gap in Latin America: Evidence for the 1980s and 1990s. August 2000.
Oportunamente se presenta parte del cuadro mencionado donde figura que de los 17 países en estudio, el 65% de ellos (11 países) tiene un sector público (observando los datos de la última encuesta de cada país) que representa desde 10% hasta 54% de los ocupados, mientras que solamente 6 países tienen un sector público menor al 10% de los ocupados entre los cuales se encuentra el Paraguay (8%). Considerando que el objetivo de este estudio es identificar los factores determinantes de las diferencias, específicamente de salarios, entre sectores y exponer las características de los trabajadores de los sectores mencionados, a partir de aquí las descripciones se centrarán mayormente en
comparaciones entre el sector público y privado. 4.2. Comparación del empleo público con respecto al empleo privado. EPH 99. El empleo en la administración pública ha mostrado una tendencia creciente en los últimos 7 años, el incremento en el periodo 1993-2000 superó a 18% manteniendo un crecimiento promedio anual de 2,4%9 . En el periodo 1995-1998 esta tasa es levemente superior al promedio (2,8%) pero bastante superior al observado en el periodo 1993-1995. En cuanto al gasto público, alrededor de 38% de los 9 DGEEC. Trabajo de Apoyo Estadístico al Congreso Nacional. Boletín N° 2.
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
gastos totales de la Administración Central del año 1999 se destinó a pagos de servicios personales y 14,4% correspondía a las inversiones físicas, según la misma fuente de información. La política salarial del sector público se basa en un sistema de clasificación de cargos por categorías que se funda en la naturaleza general de las funciones, la índole de responsabilidades y los requisitos exigidos para el desempeño conforme con la organización funcional y administrativa de los organismos y entidades de la Administración Central; es decir, está lejos de ser una remuneración relacionada con la competencia o productividad de los empleados10 . Composición del sector público y privado paraguayo.
Para los efectos de esta investigación, el sector público está compuesto por empleados y obreros; los empleados públicos constituyen 17% del
total de asalariados y los obreros públicos 3,2%. Mientras que en el sector privado, los empleados comprenden cerca de 29%, los obreros son un poco más de la mitad (51%) del total de ocupados asalariados. Aproximadamente 8 de cada 10 de los empleados y obreros del sector público y 7 de cada 10 del sector privado, trabajan en el área urbana. En forma más desagregada, los obreros privados tienen una mayor distribución hacia las áreas rurales en comparación que los mismos del sector público. Alrededor de 37% de los obreros privados residen en el área rural, en tanto que sólo 19,5% de los obreros públicos viven en áreas urbanas, lo que se traduce en una diferencia de 18% entre ambas áreas. Si bien estas cifras ya son significativas en términos porcentuales, en términos absolutos los son más aún, pues, se refieren a más de 5.500 obreros de la administración pública y más de 160 mil obreros de empresas privadas residentes en el área rural11 . Ver cuadro 5.
Cuadro Nº 5: Ocupados* distribuidos por sector y categoría de ocupación según área de residencia. (%) Área
Total
Total Total Sector público
Sector público Empleado Obrero
Total Sector privado
Sector privado Empleado Obrero
868514 (100%)
175.770
147.716 (17%)
28.054 (3,2%)
692.744
249.613 (28,7%)
443.131 (51%)
Urbana
73,8
81,2
81,3
80,5
71,9
88,1
62,7
Rural
26,2
18,8
18,7
19,5
28,1
11,9
37,3
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad. 10 Mayor detalle sobre el Sector Público pueden encontrarse en Carosini L.2000. Política de Empleo y Salario del Sector Público Paraguayo.
11 Las cifras absolutas pueden calcularse a partir del cuadro 5.
181
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
La composición por sexo de los sectores se presenta más equitativa en el sector público que en el privado. Los trabajadores masculinos del sector público representan 58,4%, y sus pares en el sector privado constituyen 76,4%. Con lo mencionado, se podría asumir que las mujeres tienen mayores posibilidades de acceder al sector público que al privado. Detalles de la distribución de los ocupados por sector según sexo y áreas de residencia pueden obtenerse en el gráfico 1 y anexo 1. Desigualdades de salarios.
En cuanto a los ingresos obtenidos por los trabajadores del sector público y privado, cabe resaltar las diferencias que existen a favor de los empleados y obreros ocupados en la administración pública. En general (gráfico 2), los trabajadores del sector publico perciben un ingreso promedio por hora que es 46% mayor al del sector privado. La brecha se extiende a 56% a favor de la administración pública del área rural y 41% del área urbana. Las diferencias no sólo se dan entre sectores (público y privado) sino también dentro de los mismos. Los trabajadores de la administración pública del área urbana obtienen ingresos por hora superiores en 25% al percibido por trabajadores del mismo sector residentes en el área rural, cifra que se incrementa a 45% en el sector privado12 . Más detalles de ingresos del sector público y privado pueden observarse en los anexos 2, 3, 4 y 5. 12 Cabe resaltar que la mayoría de los trabajadores asalariados del sector privado del área rural trabajan en el sector de actividad primario.
Según los datos examinados, las condiciones de ingresos en el sector público son mejores que en el sector privado independientemente de algunos factores tales como el nivel de instrucción de empleados y obreros. Otra manera de confirmar las ventajas de pertenecer a la administración pública es observando la distribución de los ocupados por sector (público y privado) según quintiles (ver cuadro 6). Gráfico Nº 1: Ocupados del sector público y privado por sexo 76,4 58,4
Hombre Mujer
41,6 23,6
Sector público
Sector privado
Fuente: EPH 99. DGEEC
Gráfico Nº 2: Promedio de ingreso por hora por sector, según área de residencia (En Gs*) Sector público
7553
7184
Sector privado
41%
46%
5591
4452
3887
56% 2442
Total País
Área Urbana
Área Rural
* corrientes de 1999, ocupación principal Fuente: EPH 99. DGEEC
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ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Cuadro Nº 6: Distribución de los ocupados del sector público y privado según quintiles de ingresos*. N° de quintil
Sector público
Sector privado
100,0 2,6 6,1 15,9 29,9 45,5
100,0 24,4 23,5 21,1 17,5 13,5
1 (de ingreso más bajo) 2 3 4 5 (de ingreso más alto)
*ingreso por hora de la ocupación principal, en Gs corrientes de 1999. Fuente: EPH 99. DGEEC.
En el quintil más bajo de ingresos de los asalariados se encuentra sólo 2,6% de ocupados del sector público, mientras que la contraparte privada oscila cerca del 25%, es decir una cuarta parte de los asalariados privados pertenecen al quintil más pobre. Igual situación acontece en los quintiles más elevados, cerca de la mitad de los trabajadores del sector público pertenecen al quintil más alto, mientras que en el sector privado a este nivel sólo acceden el 13,5%. Brecha de género.
El análisis de género ha ganado un espacio en la mayoría de los trabajos de investigación, obviamente en el presente trabajo tampoco queda al margen, especialmente al observar fenómenos interesantes en cuanto a la tendencia del nivel de participación de las mujeres en el mercado de trabajo. En el plano de diferenciación básica entre hombres y mujeres trabajadores, existe la convicción de que estas últi-
mas enfrentan situaciones desventajosas, manifestadas principalmente en los niveles salariales13 . Es importante no olvidar que la población estudiada es la asalariada, es decir, aquellos ocupados (empleados y obreros) que están en relación de dependencia con el llamado patrón o empleador . Resultados del estudio realizado para América Latina y el Caribe14 indican que las mujeres empleadas en el sector privado tienen salarios (horarios) 30% menores a los percibidos por los hombres con destrezas similares. Por su parte, la brecha de género en el sector público se aproxima al 10%, es decir, 20% menor a la observada en el sector privado. Más detalladamente señala que las brechas en el sector privado de un país a otro, oscilan desde 20 (Colombia) hasta 43% (Honduras), mientras que las brechas en el sector 13 Delvalle, J. 2001. Inequidades de género en la inserción laboral. Revista Economía y Sociedad Número 4, DGEEC. 14 Panizza, U. 2000. The public sector premium and the gender gap in Latin America: Evidence for the 1980s and 1990s . Inter-American Development Bank.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
público llega hasta 36% especialmente entre los países de América del Sur (Bolivia, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia, Costa Rica). Las menores diferencias salariales por género se dan entre los sectores públicos de América Central (El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana) México, Perú y entre ellos Paraguay. Efectivamente, los salarios horarios femeninos del sector público paraguayo en base a la EPH 99, muestran brechas de géneros leves que van desde 1,0% en el área urbana hasta 6,0% en el área rural, acorde con la apreciación de Panizza para América Latina (Ver Anexo 6). Estas diferencias se dilatan al tener en cuenta los ingresos mensuales; en el área urbana se incrementa a 17% y en el área rural a 10% a favor de los hombres. Los aspectos más llamativos son los acontecimientos del sector privado, principalmente del área urbana. Mientras se esperaba una gran brecha de género como es costumbre, se han llegado a resultados favorables a las mujeres, pero que probablemente no pasan de ser un comportamiento ilusorio, pero muy alentador. Los salarios mensuales femeninos del sector privado en general muestran signos de mejoría al nivel de Total País con una brecha de 6% por encima de los ingresos masculinos con una mediana de ingresos similar entre hombres y mujeres. En el área urbana, en cambio, persiste una brecha de género de 3% (cifra muy inferior a la observada en el sector público del área urbana, 17%), mientras que en área rural existe una leve ventaja femenina
183
de 1% con una mediana de ingresos superior a la de hombres. Al respecto, Heikel15 mencionaba que "...podría estar existiendo algún avance para mejorar la posición económica de las mujeres, al menos en el mercado de trabajo, lo cual podría estar registrándose en las industrias de manufacturas urbanas, el comercio y ciertos puestos más modernos en los servicios del sector privado...", la EPH99 confirma de cierta manera esta presunción al analizar los ingresos por hora de hombres y mujeres. En general, los ingresos por hora femeninos son más elevados que los masculinos; sin embargo, esta situación de ventajas para las mujeres, se explica quizá por las menores horas trabajadas de ellas. Con lo expuesto, se puede mencionar que existe un mejoramiento del nivel de ingresos de las mujeres "asalariadas" principalmente en las áreas urbanas, en las actividades comerciales y de servicios comunales. Para una mejor comprensión de lo que ocurre con los salarios de hombres y mujeres en los dos sectores, es preciso examinar la dispersión de los salarios horarios según sexo y sector. En el gráfico 3 puede notarse, una vez más, la cuantía superior de trabajadores masculinos en comparación con los femeninos tanto en el sector público como privado. La mayoría de los trabajadores masculinos están concentrados entre los ingresos más bajos (principalmente los del sector priva-
15 Heikel, M. V., 1996. Op.cit.
184
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
do), sin embargo, algunos llegan a niveles de ingresos claramente superiores a los más altos ingresos percibidos por las trabajadoras. Esto sucede tanto en el sector público como en el privado. Otra característica importante de mencionar es que los ingresos por hora femeninos, están levemente más dispersos hacia los ingresos medios (la barra negra en medio del rectángulo de color rojo de las mujeres, indica esta dispersión). Esta situación probablemente influya en las ventajas de las mujeres presentadas en el anexo 6. En conclusión, en promedio las mujeres tienen salarios por hora más altos que los hombres pero es escasamente notoria la ocurrencia de ingresos men-
suales femeninos superiores a los masculinos en el mundo de los asalariados del sector privado, mientras que en el mundo de los asalariados del sector público se mantienen importantes brechas de género, principalmente al considerar los ingresos mensuales, no ocurriendo así con los ingresos o salarios por hora. Por último, las mujeres tanto en el sector público como privado tienen mayores niveles de estudios que los hombres (10 años de estudios vs 7,5 en el sector privado y 13,1 vs 11,3 años de estudios en el empleo público) pero los retornos educacionales para las mujeres son menores que los retornos para hombres (10% vs 16% en el sector público y 13,5% y 14,7% en el sector privado respectivamente para mujeres y hombres. Ver Cuadro 12).
Gráfico Nº 3: Dispersión del ingreso por hora* del sector público y privado según el sexo. 100000
YHORA
INGRESO HORA
80000
2707 2865 2991 2875
2073 3237
60000 2305 2331
40000
2228 2251 2586 2692 2134 2388 2275 2272 2282 252 2686 205 2168 2151 2136 2341 2210 2153 2216 281 2672 2406 2131 2278 2199 2500 2634 2352 2616 2296 2130 2396 2382 2564 2702 2203 2222 2354 2695 2161 2507 2224 2635 2655 2205 2617 2703 2346 357 2182 2527 2394 2209
20000
2509 2689 2542 2378 2261 2530 2253 2594 2614 2372 2626 2457 2277 2610 2360 2180 2625 2163 2665 2602 2338 304 2449 2660 2207 2646 2652 2579 2148 2546
402 2733
1460 3191
3377 2813 2868 3198 2962 3139 3188 2040 2710 2870 2781 440 3268 2761 2774 3309 3149 822 3330 3332 2783 3160 2888 2730 3272 2811 3313 2714 972 3238 3205 2770 3233 2944 2959 1769 3034 2737 2718 3124 3375 3192 2961 2772 2782 3349 2720 3359 2727 3047 3218 2732 2715 2756 2741 3100 3331 2734 1790 3295 2795 3273 2985 1953 1765 2891 1319 2908 2093 2986 3310 3058 3333 2900 2817 3008 1076 568 551 3262 1847 3263 2886 3369 3060 2798 3287 2876 2711 2739 2771 2748 786 1743 3350 2725 3157 2819 2758 3031 1497 3335 1074 2709 1746 2877 3138 2785 2078 546 2918 3371 2823 1750 1655 1654 1718 3299 438 1239 2118 2740 3220 556 2904 2970 3141 2977
2717 2890 3135 2956 2735 3193 3208 1461 2722 2980 1825 2034 2826 3161 2769 2790 3239 2724 3136 2851 3010 1762 3189 1637 2943 2812 3035 2843 1313 3298 3315 3364 2968 1273 2964 3374 3081
PARTICIP
0 Sector privado Sector publico
-20000 N=
645
318
MUJER Fuente: EPH99. DGEEC.
2012
398
HOMBRE
SEXO *Ocupación principal, en Gs. corrientes de 1999.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
Dotación de capital humano
Teóricamente, los contrastes de ingresos entre sectores se deberían a que los trabajadores de un sector (público) tienen mayor nivel de capital humano. La educación, la experiencia laboral, la atención a la salud etc. tal como indica la literatura, forman parte del capital humano; al respecto, en los cuadros 7 y 8 se pueden observar que el sector público está mejor dotado en inversión educativa y entrenamiento laboral. Los trabajadores del sector público poseen un promedio de 12 años de estudios, mientras que los del sector privado sólo 8 años. Considerando las categorías de trabajadores, los empleados públicos conservan ventajas de alrededor de 2 años de estudios más, frente a sus pares privados (13,1 años vs. 11 años). Esto implicaría como mínimo la culminación de los estudios secundarios de la mayoría de los empleados públicos. En cuanto a la educación de los obreros públicos y privados, no existen pronun-
185
ciadas diferencias; obreros de ambos sectores mantienen alrededor de 6 años de estudios lo cual indicaría por lo menos la finalización de los estudios primarios. Los trabajadores del área rural tanto empleados como obreros, son los más aquejados por la falta de mayor nivel de educación, apenas alcanzan en promedio estudios primarios o dicho en otras palabras, alrededor de 6 años de estudios. Comparando estos resultados con los datos de otro país, se tiene que la situación educacional observada de los empleados paraguayos es similar a la de empleados peruanos. En Perú, los empleados públicos tienen 11 años de estudios alcanzados en promedio mientras que los privados solamente 9 años. En cuanto a los obreros peruanos, el comportamiento es diferentes a los obreros paraguayos; prácticamente no existen diferencias en educación, mantienen en promedio 5,3 años de estudios 16 , mientras que en Paraguay los obreros privados logran 7,3 años de estudios y los obreros públicos 6,6.
Cuadro Nº 7: Promedio de años de estudio de los trabajadores* del sector público y privado y categoría de ocupación según área de residencia. Área
Total Total Sector público Empleado
Total País 8,9 Urbana 9,8 Rural 6,5
12,1 12,2 11,7
Sector público Obreroprivado 13,1 13,2 12,7
6,5 6,6 6,3
Total Sector Empleado 8,1 9,1 5,6
Sector privado Obrero 11,0 11,3 8,5
6,5 7,3 5,0
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad. 16 Ruiz, J.L. Comparación de las remuneraciones entre el sector público y el sector privado. Evidencia para Lima Metropolitana, 1991.
186
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Cuadro Nº 8: Promedio de antigüedad en la actividad actual de los trabajadores* del sector público y privado y categoría de ocupación según área de residencia. Área
Total País Urbana Rural
Total Total Sector público 5,2 5,7 3,9
Sector público Empleado Obrero
9,3 10,0 6,4
9,0 9,7 6,1
Total Sector privado
11,0 11,8 7,9
Sector privado Empleado Obrero
4,2 4,5 3,5
4,8 4,8 4,7
3,9 4,2 3,3
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Cuadro Nº 9: Promedio de ingreso mensual* y horas trabajadas** por sector según nivel de instrucción (En Gs. corrientes) Nivel de instrucción
Sector público Sector privado Ingreso Hs. % Ingreso Hs. % mensual trabajadas trabajadores mensual trabajadas trabajadores
Total Sin instrucción Primario Secundario Terciario***
1.133.420 288.000 833.910 992.493 1.355.004
40,2 48,0 41,9 41,3 38,6
100,0 0,1 13,2 41,9 44,8
742.660 343.508 548.240 774.612 1.550.538
48,1 47,3 48,1 49,4 42,2
100,0 2,1 44,1 43,6 10,1
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de la ocupación principal. ** normalmente en la semana. ***Incluye: docentes, militares, policiales y universitarios.
Cuadro Nº 10: Asalariados por sector de trabajo según tipo de ocupación % Asalariados por Sector Total Sector Sector
Total Profesionales,Técnicos,etc Gerentes, Administradores
Horas trabajadas (1) Sector Sector
Años de estudios (2) Sector Sector
Ingreso mensual (3) Sector Sector
privado
público
privado
público
público
privado
público
privado
867.629
175.770
691.859
40,2
48,1
12,1
8,1
1.133.420
742.660
12,5
39,4
5,6
36,2
39,1
14,3
14,1
1.131.529
1.455.028
5,7
10,9
4,4
41,0
48,4
13,1
11,7
1.851.719
1.810.135
Empleados, Oficinistas
15,8
27,2
12,9
38,4
44,6
11,8
11,7
966.646
805.095
Vendedores
12,0
-
15,0
-
47,7
-
8,4
-
715.881
Agropecuarios
9,8
-
12,2
-
45,8
-
4,2
-
364.681
Conductores
6,3
3,9
6,9
46,5
60,4
6,3
7,6
902.094
931.583
Artesanos, Operarios
24,9
4,2
30,1
40,7
48,4
7,6
6,9
1.188.744
609.722
Obreros, Jornaleros
4,3
3,4
4,5
43,9
48,7
5,4
6,5
669.219
573.190
Servicios Personales
8,5
9,1
8,3
54,6
51,7
8,6
7,3
970.040
617.768
Otros Trabajadores
0,4
1,9
-S
54,2
-
13,9
-
1.388.931
-
Fuente: EPH 99. DGEEC. (1) promedio normalmente a la semana. (2) promedio (3) promedio de la ocupación principal en Gs. Corrientes de 1999.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
Como se mencionó anteriormente, las cualificaciones adquiridas en el trabajo ya sean a través de la formación formal o informal, general o específica, forman parte del capital humano, estas cualificaciones son las conforman la experiencia laboral. Los trabajadores del sector público tienen más años de experiencia en su actual trabajo que los del sector privado (empleados y obreros). Ver cuadro 8. Los resultados observados se orientan hacia la conclusión de que los trabajadores del sector público logran tener mayor estabilidad laboral y mayor ventaja salarial. Frecuencia horaria de trabajo y salarios.
El ingreso promedio en términos mensuales del sector público (Gs.1.133.000) es superior al del sector privado (Gs. 748.000), sin embargo, el sector público alcanza en promedio sólo 40 horas semanales de trabajo (ver cuadro 9), mientras que los asalariados (empleados y obreros) del sector privado en promedio cumplen con las exigencias horarias legales de 48 horas semanales. En el cuadro 10 se puede observar más detalles de las horas trabajadas, la educación, y los ingresos mensuales en ambos sectores considerando los tipos de ocupación. Los conductores
187
del sector privado son los ocupados con más carga horaria entre los asalariados, superan en promedio 60 horas semanales. Existe una tendencia de mejores remuneraciones para los profesionales y técnicos con 14 y más años de estudios del sector privado, mientras que las remuneraciones a gerentes y administradores no muestran diferencias muy pronunciadas. En el anexo 7 se observan datos de 1998 donde los gerentes administrativos y los profesionales ganan más en el sector privado que en el sector público. Los empleados y oficinistas del sector privado, con niveles de escolaridad semejantes a sus pares del sector público tienen ingresos mensuales inferiores en alrededor de 17%. Por su parte los obreros y jornaleros muestran ingresos inferiores en el sector privado. Otro aspecto de la frecuencia horaria en ambos sectores es el cumplimiento de la ocupación principal en horarios de los fines de semana, ya sean sábados y/o domingos (ver gráfico 4). Este es un factor que influye en la captación de ingresos. La mayoría de los ocupados del sector privado (71,5% o 7 de cada 10 asalariados privados) trabajan los fines de semana, contrariamente, en el sector público sólo 30,4% o 3 de cada 10 ocupados de la administración pública trabajan los fines de semana.
188
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Gráfico Nº 4: Asalariados por sector público y privado que trabajan sábados y/o domingos (%) 74,0
69,6
75,7
71,5 64,0
Sí trabaja No trabaja
53,4 46,6 36,0
30,4
28,5
26,0
Sector Público
Empleado público
Obrero Público Sector Privado
24,3
Empleado Privado
Obrero Privado
Fuente: EPH99. DGEEC
Gráfico Nº 5: Asalariados por sector público y privado que reciben pagos en especies
80,1
75,5
S í recibe No recibe
60,6 S í recibe
49,0 51,0
Empleado
Obr er o P úblico S ector Pr ivado
público
84,8
Cat egorí a de Ocupación
26,3
19,9
S í recibe S ector P úblico
15,2
39,4
34,7 24,5
Sector Privado
S ector P úblico
73,7 65,3
Empleado
Obrer o P r ivado
10,4 4,8
Empleado P úblico
23,2 Empleado P rivado
61,6 Obrero privado
P r ivado
Fuente:Fuente: EPH1999.EPH1999. Dirección General de Estadística Encuestas y Censos. DGEEC
Compensaciones en especies.
Los pagos en especie se consideran formas de compensación que contribuyen a la formación de los ingresos de los trabajadores. La mayoría de los que reciben remuneraciones en especie son trabajadores del sector privado, principalmente los obreros privados tal como se observa en la parte B del gráfico 5. En la parte A se diferencia la distribución de aquellos que re-
Obrero püblico
cibieron y no algún pago en especie por sector y categoría de ocupación. El mayor porcentaje de pagos en especie de la administración pública se realiza a los obreros públicos (49%), conformados por los trabajadores en servicios de protección, operadores de máquinas, de equipos de transmisión, electricistas, mecánicos, pintores, conductores, artesanos, etc. En términos porcentuales los obreros públicos que reciben este tipo de pagos es superior
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
al del sector privado, pero en términos absolutos, resalta la cantidad implicada en el sector privado, donde el 39,4% con remuneraciones en especie representa a más de 170 mil personas contra los 13 mil que representa el sector público con pagos en especie. Otras características de cada sector.
Otras características interesantes son las siguientes: existen en el sector privado alrededor de 28% de subocupados invisibles, mientras que en el sector público esta cifra sólo llega a 3,2% (ver anexo 8). La subocupación o el subempleo existe cuando involuntariamente se trabaja menos horas de las que se desearía o de lo que sería una jornada normal de trabajo (subempleo visible) o evidencia niveles de ingresos bajo respecto al legalmente establecido (subempleo invisible). En este caso el sector público se destaca por el cumplimiento de remuneraciones mínimas tal como establece la ley. En cuanto a la seguridad social, la EPH99 permite obtener datos sobre la cobertura de seguros médicos. La carencia de seguro médico afecta en su mayor parte a los ocupados del sector privado y principalmente a los residentes en el área rural (anexo 9). Cerca de 88% de los asalariados privados del área rural no cuentan con seguro médico. En el área urbana, el 63% de los asalariados privados se encuentran en igual situación. Por su parte, el 72% de los trabajadores del sector público cuentan con seguro médico; de los cuales, la mitad pertene-
189
ce a la cobertura de IPS (Instituto de Previsión Social). Los demás se distribuyen entre el seguro médico privado individual (19,4%), el seguro privado laboral (14,5%) y la sanidad militar y policial (11,6%). Por su parte, el 74% de los asalariados del sector privado con seguro médico cuenta con cobertura de IPS y el 20% con seguro médico privado individual (anexo 10). Por último, la tasa de pobreza de los ocupados del sector privado es tres veces superior a la del sector público (16,4% vs 6,0%) y la tasa de desempleo del sector privado es cuatro veces superior a la del sector público (10,3% vs. 2,5%). Otros detalles de las bondades de emplearse en uno u otro sector se pueden observar en los anexos 11 al 12. 4.3 Análisis de regresiones Probabilidad de emplearse en el sector público y privado.
Las estimaciones logísticas de elegir un sector de trabajo para hombres y mujeres con niveles de estudios más y menos elevados son mostradas en el cuadro 11. El mismo muestra los coeficientes, la significancia y los efectos marginales de cada variable sobre la probabilidad de elegir uno u otro sector. Los efectos de las variables independientes sobre la decisión de pertenecer al sector público son semejantes para hombres y mujeres. La relación entre la educación y la probabilidad de emplearse en el sector público es positiva; el incremento de un año de estudio aumenta la probabilidad de pertenecer a la administración
190
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
pública en 39% para las mujeres y 41% para los hombres. Los hombres tienen ligeramente más probabilidades de pertenecer al sector público. La experiencia laboral potencial y la adquirida en el empleo actual también influyen positivamente en esta decisión conservando diferencias ínfimas entre hombres y mujeres en la probabilidad de pertenencia al sector público. Los trabajadores del sector público trabajan en promedio 8 hs menos que los del sector privado, por tanto, el incremento de las horas de trabajo disminuye la probabilidad de emplearse en la administración pública y aumentan la probabilidad de emplearse en el sector privado. En la medida que va aumentando la edad de los trabajadores, las estimaciones sugieren que disminuyen considerablemente las posibilidades de ingresar al sector público, es decir, existen altas probabilidades de pertenecer más bien al sector privado. El área de residencia por su parte, afecta negativamente a los hombres (con una significancia del 10%), es decir, las cifras indican que un hombre que vive en el área urbana tiene más probabilidades de emplearse en el sector privado (75%) que en el público, sin embargo, las mujeres que viven en el área urbana tienen 34% de probabilidades de pertenecer al sector privado, en otras palabras, es más probable que las mujeres del área urbana pertenezcan al sector público antes que al privado.
El hecho de ser el soporte de una familia representado por la condición civil de estar casado/a y/o unido/a (X5) aumenta las probabilidades de pertenecer al sector público especialmente en lo que se refiere a las mujeres (34% de probabilidades de pertenecia al sector público). En síntesis, tanto hombres como mujeres tienen probabilidades equivalentes de pertenecer al sector público en cuanto se incrementa en un año la educación y experiencia laboral, variables consideradas las más significativas, tal como sucede en otros países, específicamente para el caso peruano17 donde sugiere tal conclusión, sin descartar que en algunos países se da lo contrario18 . Estimaciones de ingresos del sector público y privado.
Las estimaciones de la ecuación de ingresos sectoriales y por sexo se observan en el cuadro 12. En general, las seis regresiones de salarios son estadísticamente significativas. La expectativa de que la educación y la experiencia laboral influyeran positivamente en los ingresos se cumple con niveles significativamente robustos. Por cada año de estudio incrementado, los ingresos de ambos sectores aumentan en 14% aproximadamente. Este comportamiento es contrario a lo sucedido en los países de la bibliografía consultada como Perú donde los re17 Ruiz, J.L., Comparación de las remuneraciones entre el sector publico y el sector privado. Evidencia para Lima Metropolitana,1991 . 18 Haití (donde disminuye la probabilidad de pertenecer al sector público siendo mujer) y Turquía (donde las mujeres con niveles de estudios elevados tienen mayores probabilidades de pertenecer al sector privado que público).
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
191
Cuadro Nº 11: Ecuación de participación laboral en el sector público por sexo. Variable dependiente: Variables Independientes
1= si trabaja en el sector público 0= si trabaja en el sector privado Hombres Coef. Sig. Exp (B)
Constante Años de estudios (X1) Cuadrado de la Edad (X2) Experiencia potencial (X3) Antigüedad en el empleo actual (X4) Con pareja (X5) Área de residencia (X6) Horas de trabajo (X7) -2 LogLikelihood Cox & Snell -R^2 Nagelkerke - R^2 Porcentaje de predicción Número de casos
-4,19711 0,342956 -0,00122 0,11213 0,076761 0,36399 -0,29114 -0,0366
tornos de la educación del sector público son mayores a los del sector privado, mientras que en Brasil, Colombia, Venezuela, Haití los retornos son mayores en el sector privado19. Las estimaciones de salarios por sexo muestran que los efectos marginales de la educación sobre los ingresos de los hombres del sector público son más altos que los hombres empleados en el sector privado (16,8% vs 14,7%). Al contrario, las mujeres empleadas en el sector privado tienen retornos educacionales mayores a aquellas insertadas en el sector público (13,5% vs10,1%). Otra deducción por demás importante, es el hecho de que al aumentar la educación femenina del sector pú19 Ruiz, J.L., Comparación de las remuneraciones entre el sector público y el sector privado. Evidencia para Lima Metropolitana,1991 .
0,000 0,000 0,002 0,001 0,000 0,029 0,067 0,000 1580,7 0,214 0,361 85,0 2413
0,015 1,409 0,999 1,119 1,080 1,439 0,747 0,964
Coef. -3,348 0,3317 -0,001 0,1165 0,0727 0,2893 -1,081 -0,036
Mujeres Sig. Exp (B) 0,000 0,000 0,053 0,010 0,000 0,094 0,000 0,000 923,2 0,267 0,371 73,7 964
0,035 1,393 0,999 1,124 1,075 1,335 0,339 0,965
blico en un año más, los efectos sobre sus ingresos son mucho menores (10,1%) que los arrojados para los masculinos (16,8%). En el sector privado, en cambio, se plantea una situación de equidad en cuanto a los retornos educacionales entre hombres y mujeres (alrededor de 14% para ambos). Esto de cierta manera confirma lo establecido en secciones anteriores sobre las menores brechas de género existentes en el sector privado. Queda como sugerencia a partir de estos resultados de retornos educacionales, considerando que el Estado puede influir en el área educativa más que ningún otro ente, estimular mayores inversiones en el mejoramiento de la educación paraguaya en cuanto a calidad y cantidad del servicio en pro de mejores niveles de ingresos y bienestar de la población.
192
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
En general, las diferencias de retornos de experiencias laborales entre ambos sectores son ínfimas, pero al observar las estimaciones por sexo, resalta el considerable efecto marginal que se adjudica a los hombres del sector público (10%), mientras que en el sector privado este efecto llega a la mitad tanto para hombres como mujeres. La edad por su parte, aparece con signo negativo probablemente por el efecto de las tasas de rendimientos decrecientes de los ingresos al transcurrir los años de edad de una persona. Se introdujo también la antigüedad en el empleo actual como variable explicativa de los ingresos y como resultado se advierte que no es significativa en la ecuación de hombres del sector público pero sí en las demás aunque muestra efectos marginales muy reducidos sobre los ingresos. El hecho de trabajar más días y por ende más horas crearía una expectativa alentadora sobre la cantidad de ingresos percibidos, por tanto, se introdujo una variable dicotómica de "trabaja sábado y/o domingo" y el resultado fue inesperado. La relación existente entre trabajar los sábados y/o domingos además de los otros cinco días de la semana y la cantidad de ingresos
horarios obtenidos es, como se dijo, inesperadamente negativa. Este resultado quizá se explique por el hecho de que mayormente son los "obreros" los que trabajan de lunes a viernes y además los fines de semana y son los que perciben menos ingresos tanto en el sector público como privado. Más del 70% de los trabajadores del sector privado trabajan los fines de semana (sábado y/o domingo) y la mayoría de ellos son obreros (ver gráfico 4 ). Otra variable hallada interesante es la de "pagos en especie" como explicativa de los salarios. Los pagos en especie tienen una relación positiva con los ingresos tanto del sector público como privado; el hecho de recibir remuneraciones no monetarias, es decir, pagos en términos de víveres, alimentos, vestimentas etc. contribuyen en la formación de los ingresos de los trabajadores especialmente del sector privado (17%), tal como es observado en la parte B del gráfico 5. Los efectos positivos de residir en el área urbana son más pujantes en los ingresos del sector privado que el público; así como el hecho de tener una familia tiene una influencia positiva sobre los ingresos en ambos sectores.
*ocupación principal.
DurbinWatson 1,877
46,528
0,364
R Cuadrado Ajustado
F
0,372
R Cuadrado
716 0,610
R
Número de casos
0,076
0,080
Pago en especie
Sexo
-0,252
Trabajo sábado y/o domingo 0,096
0,005
Antigüedad en el empleo actual
0,126
0,066
Experiencia potencial
Área de residencia
-0,001
Cuadrado de la Edad
Con pareja
6,492 0,138
Años de estudios
Sig.
0,060
0,013
0,042
0,107
0,000
0,062
0,000
0,000
0,000
0,000
Total Coef.
Constante
Independientes
Variables
398
1,832
35,776
0,412
0,424
0,651
0,110
0,049
0,001
-0,239
0,002
0,100
-0,001
0,168
6,187
Coef.
0,114
0,521
0,993
0,000
0,564
0,000
0,000
0,000
0,000
Sig.
Hombres
Sector Público
0,000
Sig.
318
0,005
0,141
0,010
0,000
0,014
0,087
0,171
0,000
2,127
18,981
0,312
0,329
0,574
0,202
0,088
0,203
-0,268
0,011
0,027
0,000
0,101
7,002
Coef.
Mujeres
Variable dependiente: Log natural del salario o ingreso por hora*.
Cuadro Nº 12: Ecuaciones de salarios del sector público y privado por sexo.
6,289
2659
0,121
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
0,000
1,737
188,439
0,388
0,390
0,625
0,046
0,230
0,106
0,172
-0,166
0,008
0,054
-0,001
0,145
Sig. 0,000
Total Coef. 0,000
Sig.
0,000
0,029
0,000
0,004
0,001
0,000
0,000
0,000
1,660
155,968
0,381
0,384
0,619
2013
0,237
0,078
0,193
-0,092
0,008
0,055
-0,001
0,147
6,247
Coef.
Hombres
Sector Privado
6,601
0,000
646
0,003
0,005
0,017
0,000
0,033
0,000
0,000
0,000
1,850
50,668
0,381
0,389
0,624
0,202
0,143
0,118
-0,378
0,010
0,052
-0,001
0,135
Sig.
Mujeres Coef.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
193
194
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
5. CONCLUSIONES La propuesta de este trabajo es determinar las variables explicativas de las diferencias de ingresos entre el sector público y privado, previo análisis de la probabilidad de que un individuo trabaje en el sector público. Las descripciones estadísticas y paramétricas se han basado en los datos de la Encuesta Permanente de Hogares de 1999, recogida por la DGEEC de Paraguay. Estos datos han sido clasificados de diversas maneras según la necesidad y conveniencia de la demostración de ciertos aspectos del sector público y el sector privado; observándose cifras por áreas de residencia (urbana, rural), por sexo, por tipos de ocupación, por categorías ocupacionales, etc. Se hallaron resultados comparativos muy interesantes que sugieren la existencia de mayores niveles de ingresos en el sector público. Los salarios por hora del sector público son superiores en 46% a los del sector privado así como los salarios o ingresos mensuales del sector público son 35% superiores a los del sector privado. De acuerdo con la teoría las diferencias salariales en general, están relacionadas con características inherentes a los trabajadores, al puesto de trabajo y las imperfecciones del mercado laboral. Los trabajadores son heterogéneos, tienen diferentes niveles de instrucción, distintos niveles de experiencia o formación laboral, así como distintas capacidades relacionadas a las motivaciones, la inteligencia, la destreza física, así como la influencia de los oríge-
nes familiares, la discriminación, la suerte y la asunción de riesgos. Los puestos de trabajo también son distintos y tienen diferentes exigencias en cuanto a educación y formación laboral además de tener atributos característicos no salariales como los riesgos de sufrir accidentes, labores poco agradables o saludables, la localización, la carga de horarios, etc. que contribuyen a las diferencias de ingresos. Las imperfecciones del mercado relacionadas con el acceso a la información y la movilidad de las personas también favorecen las diferencias salariales entre los trabajadores. Obviamente el presente trabajo se limita a estudiar las desigualdades de ingresos basadas en los datos proporcionados por la EPH 1999. Informaciones sobre educación, experiencia laboral, tipos de ocupaciones del sector público y privado pueden explicar una parte de las inequidades salariales pero existe otra parte que probablemente es determinada por otros factores que escapan al presente análisis. Se ha encontrado que los trabajadores públicos efectivamente están mejor dotados en educación y experiencia laboral que los privados. Si bien, se ha dicho que los trabajadores del sector público perciben ingresos más altos que los del sector privado y tienen años de estudios más elevados, las estimaciones dicen que la inversión de un año más de educación reportaría beneficios más nobles en el sector privado especialmente a
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
195
las mujeres. Los retornos educacionales del sector privado son ligeramente superiores (14,5% vs 13,8%) a los públicos. Las mujeres del sector privado tienen similares retornos a los hombres (14%) pero lo interesante es que resulta ser 4% más alto que los efectos marginales de la educación femenina del sector público.
relación a los hombres y la distribución de los ingresos o salarios por hora dilata esta ventaja femenina a 25%. En el sector público por su parte la brecha de ingresos mensuales entre hombres y mujeres es positiva para los primeros en 16% y 2% considerando los ingresos o salarios por hora.
Otros resultados se refieren a los quintiles, los ingresos o salarios horarios y mensuales por sexo y la distribución de cada sector por nivel de instrucción. Uno de cada cuatro trabajador del sector privado (es decir 25%) pertenece al quintil más bajo de salarios, mientras que en el sector público sólo el 2,6% pertenece a este quintil y casi la mitad (45,5%) se encuentran en el quintil más alto de salarios. La distribución de los ingresos mensuales de los asalariados privados muestra una brecha positiva para las mujeres en 6% con
En cuanto a la educación, 87% de los trabajadores del sector público tienen estudios secundarios y terciarios, mientras que coincidentemente el mismo porcentaje de los trabajadores del sector privado tiene niveles de instrucción primario y secundario. En general, al considerar los salarios como termómetro de las ventajas de emplearse en uno u otro sector se concluye que el sector público sería más atractivo para los trabajadores e incluyendo los beneficios no monetarios inherentes a la administración pública y en su mayoría no captadas por el presente trabajo.
196
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
6. BIBLIOGRAFÍA. Bruce, D. 1999. A comparison of public sector and private sector wages . Wage Watch. Carosini, L. 2000. Política de empleo y salario del sector público paraguayo . Proyecto de Apoyo al Ministerio de Justicia y Trabajo y al Consejo Tripartito de Diálogo Social (PAR/ 99/007). Delvalle, J. 2001. Inequidades de género en la inserción laboral . Documento de investigación. DGEEC. Dustmann, Ch. and Van Soest, A. 1995. Generalized switching regresión análisis of private and public sector wage structures in germany . Heikel, M. V., 1996. "Ser Mujer en Paraguay. Situación socio-demográfica y cambios registrados en el periodo intercensal 1982-1992". DGEEC/ FNUAP, Asunción.
McConnell, C. R. y Brue, S. L.; Economía Laboral Contemporánea . McGraw-Hill, Madrid, 1997. Musgrave, R. A. y Musgrave, P. B. Hacienda Pública Teórica y Aplicada . McGraw-Hill, Madrid, 1992. Panizza, U. 2000. The public sector premium and the gender gap in Latin America: Evidence for the 1980s and 1990s . Inter American Development Bank. Ruiz, J. L. 1991. Comparación de las remuneraciones entre el sector público y el sector privado. Evidencia para Lima Metropolitana . Ensayos sobre la realidad económica peruana II / Alfonso Brazzini (et al.) / Lima Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, 1996. (Cuaderno de Investigación ; 23). Tansel, A. 1999. Public-private employment choice, wage differentials and gender in Turkey . Economic Growth Center. Yale University.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
197
ANEXOS Anexo Nº 1: Asalariados* por sector según sexo y área de residencia. Sexo
Total
Sector público
Sector privado
Total país Hombre Mujer
868.514 72,7 27,3
175.770 58,4 41,6
692.744 76,4 23,6
Total Urbana Hombre Mujer
640.564 69,0 31,0
142.704 58,4 41,6
497.860 72,0 28,0
Total Rural Hombre Mujer
227.950 83,3 16,7
33.066 58,1 41,9
194.884 87,5 12,5
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Anexo Nº 2: Promedio de ingreso por hora de los asalariados distribuidos por sector y categoría de ocupación según área de residencia. Área Total País Urbana Rural
Total
4.555 5.143 2.900
Total Sector Sector público público Empleado Obrero 7.184 7.553 5.591
7.609 7.975 6.015
4.943 5.306 3.446
Total Sector Sector privado privado Empleado Obrero 3.887 4.452 2.442
5.768 6.065 3.532
2.831 3.177 2.250
Fuente: EPH 99. DGEEC.
Anexo Nº 3: Promedio de ingreso diario de los asalariados distribuidos por sector y categoría de ocupación según área de residencia. Área Total País Urbana Rural
Total
27.019 30.368 17.599
Fuente: EPH 99. DGEEC.
Total Sector Sector público público Empleado Obrero 37.263 39.050 29.552
38.897 40.634 31.341
28.658 30.629 20.513
Total Sector Sector privado privado Empleado Obrero 24.416 27.877 15.566
33.185 35.033 19.287
19.494 22.222 14.909
198
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Anexo Nº 4: Promedio de ingreso semanal de los asalariados distribuidos por sector y categoría de ocupación según área de residencia. Área Total País Urbana Rural
Total
189.132 212.574 123.190
Total Sector Sector público público Empleado Obrero 260.842 273.350 206.862
272.281 284.435 219.389
200.608 214.403 143.591
Total Sector Sector privado privado Empleado Obrero 170.914 195.136 108.964
232.297 245.230 135.007
136.459 155.553 104.365
Fuente: EPH 99. DGEEC.
Anexo Nº 5: Promedio de ingreso mensual de los asalariados distribuidos por sector y categoría de ocupación según área de residencia. Área Total Urbana Rural
Total
821.823 923.683 535.289
Fuente: EPH 99. DGEEC.
Total Sector Sector público público Empleado Obrero 1.133.420 1.187.769 898.864
1.183.127 1.235.939 953.300
871.691 931.630 623.939
Total Sector Sector privado privado Empleado Obrero 742.660 847.914 473.472
1.009.384 1.065.582 586.637
592.949 675.916 453.491
3.671
4.452
4.820
4.309
2.442
3.247
2.327
Hombre (H)
Total Urbano
Mujer (M)
Hombre (H)
Total rural
Mujer (M)
Hombre (H)
742.660
776.618
732.164
847.914
828.779
855.341
473.472
477.802
472.855
Total país
Mujer (M)
Hombre (H)
Total Urbano
Mujer (M)
Hombre (H)
Total rural
Mujer (M)
Hombre (H)
Prom.
3.887
4.586
Mujer (M)
Prom.
Total país
1.01
0.97
1.06
M/H
420.000
500.000
440.000
680.000
600.000
650.000
600.000
600.000
600.000
Mediana
2.046
2.317
2.071
3.098
3.395
3.158
2.707
3.211
2.844
Mediana
Sector privado
1.40
1.12
1.25
M/H
Sector privado
339.814
297.189
334.793
866.377
654.873
812.886
760.269
627.563
731.355
Desv.
1.726
4.651
2.324
5.125
4.376
4.932
4.430
4.453
4.452
Desv.
938.536
843.850
898.864
1.279.167
1.059.209
1.187.769
1.215.395
1.018.422
1.133.420
Estánd.
Prom.
5.738
5.386
5.591
7.591
7.500
7.553
7.244
7.099
7.184
Estánd.
Prom.
0.90
0.83
0.84
M/H
841.768
800.000
840.000
1.000.000
960.000
989.000
950.600
950.000
950.000
Mediana
660.636
912.981
Desv.
3.744
3.102
3.493
7.624
5.561
6.843
7.098
5.251
6.395
Desv.
439.386
470.485
455.074
1.134.792
691.312
981.320
1.049.028
Ingreso mensual*
4.795
5.178
5.063
5.523
6.137
5.753
5.178
5.830
5.589
Mediana
Sector público
0.94
0.99
0.98
M/H
Sector público
Ingreso por hora*
520.089
610.796
535.289
935.370
897.658
923.683
810.736
851.408
821.823
Estándar
Prom.
2.673
4.024
2.900
4.929
5.621
5.143
4.252
5.363
4.555
Estándar
Prom.
1.17
0.96
1.05
M/H
Total
1.51
1.14
1.26
M/H
Total
462.400
600.000
480.000
700.000
700.000
700.000
620.000
696.000
640.000
Mediana
2.250
3.068
2.301
3.409
4.075
3.580
3.021
3.945
3.222
Mediana
378.295
409.448
385.184
937.842
674.275
864.966
833.517
647.690
787.432
Desv.
2.271
4.281
2.760
5.825
4.917
5.569
5.135
4.856
5.084
Desv.
Anexo Nº 6: Ingresos, educación y horas trabajadas del sector público y privado según sexo y área de residencia.
48.1
41.8
47.3
49.9
44.4
48.4
49.4
44.0
48.1
Sector
10.9
12.7
11.7
11.4
13.2
12.2
11.3
13.1
12.1
privado
43.4
38.5
41.3
43.2
35.2
39.9
43.3
35.8
40.2
privado
Sector
trabajadas
Total
47.6
40.6
46.5
48.7
41.6
46.5
48.4
41.5
46.5
público
Total
5.9
9.2
6.4
9.1
11.3
9.8
8.1
10.9
8.9
público
Promedio en horas
Estándar
Sector
5.3
7.2
5.5
8.5
10.5
9.1
7.5
10.0
8.1
Estándar
Sector
(prom.años de estudios)
Educación
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
199
200
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Anexo Nº 7: Promedio de ingreso mensual en el sector público y privado según tipo de ocupación*. Tipo de Ocupación Gerentes, Administradores Profesionales, Técnicos, etc Empleados, Oficinistas Conductores
Sector público
Sector privado
1.799.176,0 1.088.871,0 915.863,0 737.790,0
2.111.118,0 1.207.627,0 739.408,0 736.625,0
Fuente: DGEEC. TAEC. Boletin N° 2. EPH1998.* Considera población de 10 años y más de edad.
Anexo Nº 8: Distribución de asalariados* en el sector público y privado según condición de ocupación Sexo
Total
Total 868.514 Adecuadamente Ocupados 73,0 Subocupados visibles 4,2 Subocupados invisibles 22,8
Sector público 175.770 92,9 3,8 3,2
Sector privado 692.744 67,9 4,3 27,7
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Anexo Nº 9: Asalariados* del sector público y privado según tenencia de seguro médico (%) Area y tenencia de seguro médico Total País Sí tiene No tiene Área Urbana Sí tiene No tiene Área Rural Sí tiene No tiene Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Total 868.514 39,0 61,0 640.564 45,9 54,0 227.950 19,5 80,5
Sector público 175.770 72,6 27,3 142.704 75,3 24,6 33.066 61,1 38,9
Sector privado 692.744 30,5 69,5 497.860 37,5 62,5 194.884 12,4 87,6
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
201
Anexo Nº 10: Asalariados* del sector público y privado con seguro médico según tipo de seguro. (%) Area y tenencia de seguro médico
Total
Total IPS Seg. privado individual Seg. privado laboral Sanidad militar y policial
Sector público
338.650 66,6 20,1 8,6 4,8
127.682 54,5 19,4 14,5 11,6
Sector privado 210.968 73,9 20,6 5,0 0,5
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Anexo Nº 11: Tasa de pobreza de los asalariados* del sector público y privado. (%) Area y tenencia de seguro médico
Total
Total Sector público Sector privado
Pobre
868.514 175.770 692.744
No pobre
14,3 6,0 16,4
85,7 94,0 83,6
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
Cuadro Nº 12: Distribución de los asalariados* por sector según condición laboral. (%) Área
Total País Ocupado Desocupado
Total
Total Sector
público
Empleado
Sector público Obreroprivado
Total Sector Empleado
Sector privado Obrero
952.219
180.293
150.348
29.945
771.926
278.356
493.570
91,2
97,5
98,2
93,7
89,7
89,7
89,8
8,8
2,5
1,8
6,3
10,3
10,3
10,2
Fuente: EPH 99. DGEEC. * de 10 años y más de edad.
202
ECONOMÍA & SOCIEDAD - NUMERO 7
Definición de variables y términos Variables dependientes.
1. Logaritmo natural del salario o ingreso por hora: comprende los ingresos provenientes de la ocupación principal en guaraníes corrientes de 1999. 2. Participación en el sector público: variable dicotómica o categórica cuyo valor 1= trabaja en el sector público y 0= trabaja en el sector privado. Variables independientes
1. Años de estudios: variable contínua que comprende desde 0 años hasta el máximo valor que arroja la EPH1999. 2. Edad: variable contínua a partir de 10 años hasta el máximo valor existente entre los asalariados. 3. Sexo: variable categórica cuyo valor 1= hombre y 0= mujer. 4. Experiencia potencial: variable contínua calculada como la edad menos los años de estudios menos 6. 5. Antigüedad en el empleo actual: variable contínua correspondiente a los años de experiencia declarados por los trabajadores en la ocupación principal. 6. Trabajo sábado y/o domingo: variable categórica elaborada a
partir de las horas de trabajo normales de la semana declaradas por los trabajadores. 7. Pago en especie: variable categórica que muestra si el trabajador recibió comidas y/o bebidas, uniformes o ropas gratis del patrón o si ocupa o alquila una casa, pieza o departamento de la empresa. 8. Con pareja: variable categórica que comprende a aquellos trabajadores que están casados y/o unidos. 9. Área de residencia: variable categórica cuyo valor 1= área urbana y 0= área rural. 10. Horas de trabajo: son las horas de trabajo normales de la semana declaradas por los trabajadores. Términos
1.
2.
3.
4.
Asalariados: comprende a los trabajadores que pertenecen a la categoría de ocupación de empleados y obreros del sector público y privado. Sector público: comprende a los trabajadores que pertenecen a la categoría de empleados y obreros públicos. Sector privado: comprende a los trabajadores que pertenecen a la categoría de empleados y obreros privados. EPH1999: Encuesta Permanente de Hogares de 1999 de Paraguay.
El empleo público y privado. Un análisis de diferencias salariales en Paraguay basado en la EPH 1999
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REFERENCIAS SOBRE LOS AUTORES Marcos Robles Economista (UNA-Perú) y Master en Economía, con especialización en Macroeconomía y Econometría (CIDE-México). Actualmente es consultor en la DGEEC. E-mail: mro@dgeec.gov.py Fernando Masi Sociólogo y Economista con grados de especialización en la Johns Hopkins University y American University (U.S.A.). Actualmente es miembroinvestigador y director del Centro de Análisis y Difusión de Economía Paraguaya (CADEP). E-mail: fmasi@cadep.org.py Leticia Carosini Economista por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Master en Economía Agraria por la Universidad de Belgrano (Argentina) y Especialización en Macroeconomía Aplicada y Programación Financiera por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Actualmente es Directora de la Revista Coyuntura Económica del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES) y docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA y Universidad Autónoma de Asunción. E-mail: caros11@yahoo.com
Mirta Brizuela
Economista por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Actualmente es asistente técnico del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos (CPES) y docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNA. Carlos Molinas Economista por la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y Master en Economía por la Universidad Católica "Nuestra Señora de la Asunción". Actualmente es funcionario de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNA. Elizabeth Barrios Economista (UNA - Paraguay). Candidata a Master of Arts in Economic por la Georgetown University, con especialización en Políticas Sociales, (ILADES - Chile). Actualmente es investigadora del Gabinete Técnico de la DGEEC. E-mail: eba@dgeec.gov.py Cynthia Gonzalez Economista por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Actualmente es investigadora del Gabinete Técnico de la DGEEC. E-mail: cgo@dgeec.gov.py