Defensa Personal
Manual del Estudiante
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Introduccion El obje vo del curso es lograr la mentalización necesaria para hacer frente a una situación en la que somos objeto de una agresión, potenciando nuestras habilidades y capacidades de defensa.
La defensa personal NO es un arte marcial, ya que, en general, la mayoría de las artes marciales se han transformado en disciplinas compe vas donde generalmente sólo se entrenan y aplican técnicas depor vas –con sus normas–, y se desarrollan en un ámbito protegido (monitores y árbitros). En la defensa personal el ambiente no es protegido y el obje vo es único: escapar.
Dada la simplicidad de las técnicas de defensa personal, no se requieren años de prác ca para poder aplicarlas. Debe quedar en claro que la "magia" de las artes marciales consiste precisamente en la repe ción de las técnicas infinidad de veces para que éstas se interioricen y se expresen espontáneamente cuando sean necesarias. Esto es también aplicable a la defensa personal.
Las técnicas que veremos, deberán ser prac cadas y repasadas mentalmente hasta que se interioricen y en el momento de su uso no sea necesario pensar en ellas, sino que se ejecuten automá camente. Este es quizás el principio fundamental de lo que nos proponemos: nadie puede esperar el adquirir conocimiento leyendo este manual, pues el resultado esperado no se expresará en el momento que debamos echar mano de ello.
Se debe adquirir paula namente, además, un pensamiento previsor de ac tudes defensivas, aplicables ante ataques en los lugares que frecuentamos (sería algo así como imaginarnos qué haríamos en caso de que en la próxima esquina apareciese alguien que nos amenace).
En resumen: no se trata de dominar unas técnicas de defensa, sino de prepararse mentalmente (atención y confianza) para una situación en la que debamos u lizar esas técnicas.
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Estructura de un programa de D.P. En la actualidad existen muchos sistemas de autoprotección, muchos con un enfoque puramente técnico, aunque los hay con enfoque tác co. Además, encontraremos es los o sistemas que parten de enfoques específicos (policial, militar) aunque no son lo idóneo para el ciudadano común por las siguientes causas:
•
El que creó el sistema y el que lo está aprendiendo no se enfrentan al mismo po de situaciones, con lo cual no reciben las mismas acciones dirigidas a la persecución de los mismos obje vos del agresor.
•
El que creó el sistema y el que lo está aprendiendo no suelen portar las mismas herramientas/ armas.
•
El que creó el sistema y el que lo está aprendiendo enen una predisposición y entrenamiento psicológico muy dis nto.
•
Muchas de las técnicas aprendidas van encaminadas a la contención cuando lo que nos interesa es la generación de distancia para la interrupción y la huida.
•
La legalidad para la que se pensó el sistema es diferente.
Esto no significa que no deban entrenarse este po de sistemas, sino que deben considerarse ayudas para lograr la interrupción de la agresión y la huida.
Al final, un sistema de autoprotección dirigido a civiles, asumiendo como obje vo la interrupción de la agresión y huida del lugar, debería contener los siguientes contenidos:
•
Bloqueos
•
Golpeos
•
Esquivas, desplazamientos
•
Agarres-sueltas, luxaciones
Todo ello trabajando desde distancias ambos de pie, pie-suelo, y ambos en suelo.
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Actitud El “Obje vo” es el fin que se pretende alcanzar como resultado de una acción. El agresor ene uno, nosotros otro. Las tác cas o estrategias son las decisiones que se toman para que el obje vo llegue a cumplirse. Es el método o sistema para ejecutar o conseguir algo. Su forma de actuar y la nuestra serán diferentes, dado que nuestro obje vo también lo es. Las técnicas son el conjunto de procedimientos y recursos concretos que se usarán. Generalmente, tenemos inquietudes por aprender técnicas de defensa personal, pero es mucho más importante tomar decisiones tác cas adecuadas. Las técnicas será necesario aprenderlas, asimilarlas e interiorizarlas (prac carlas a menudo) para que en caso de tener que emplearlas, puedan sernos de u lidad.
Lo primero que hay que aclarar es que no existen técnicas infalibles para todas las situaciones. En el enfrentamiento real existen gran can dad de elementos y variables que determinan la singularidad de cada caso y que hacen imposible prever su dinámica en la dimensión completa. Así pues, intentaremos acercarnos lo más posible a cada una de esas situaciones.
Cuando hablamos de defensa personal, nos referimos a un estado psicológico incorporado a nuestra ru na, y caracterizado por un estado permanente de alerta que, sin llegar a un comportamiento paranoico, permite una rápida reacción ante una situación de violencia.
Esto sería producto de meditar correctamente en formas de proceder ante imprevistos, y de ejercitar frecuentemente las técnicas de defensa y que deben poder ser aplicadas de forma refleja (ante una agresión desencadenada, no hay empo de ponerse a pensar en la respuesta más eficaz).
Pero, antes de llegar a este punto, cabe mencionar las "distancias" fundamentales que se manejan en un enfrentamiento callejero:
1) Distancia preven va: es la ideal para la defensa personal, ya que permite evitar el conflicto y no produce consecuencias; por ejemplo, si caminando de noche y debo pasar por un parque poco iluminado donde sé que se reúnen frecuentemente delincuentes o es común que se robe a los transeúntes, seguramente al hacer un rodeo por una calle iluminada o más transitada, esté evitando ponerme en riesgo o hacerme temporalmente más vulnerable.
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Actitud Pero la defensa personal no se refiere tan sólo a las posibles situaciones de pelea. Por ejemplo, si evito esperar al metro muy cerca de las vías (lo que no acarrea ninguna moles a adicional), estoy previniendo que alguien pueda empujarme a ellas (de manera intencionada o accidental).
2) Distancia verbal o de negociación: esta se establece cuando uno ya se encuentra inmerso en un conflicto. Todavía existe la posibilidad de disuadir al oponente y salir de la situación sin ninguna consecuencia, pero también puede ocurrir lo contrario: que se perciba el agravamiento del conflicto y darse cuenta de que se va a ser objeto de agresión =sica. Nunca se debe olvidar que lo siguiente en ocurrir suele depender del comportamiento de la víc ma, es decir, de los es?mulos que lleguen al agresor.
Debemos: •
Buscar la conciliación, intentando llegar a un acuerdo mutuo.
•
Recordar las consecuencias (pérdida de empo, pres gio, dolor, riesgo a ser pillado…) Usaremos la técnica de aser vidad del disco rayado.
•
Amenaza inmediata y verosímil: amenaza dispuesta a ser cumplida si el agresor no obedece (con frases cortas, directas y en tono fuerte si el agresor no ha comenzado la fase de agresión =sica. P.ej.: policía apuntando al malo mientras dice que si no se tumba dispara)
No debemos: •
Burlarnos, reírnos o ridiculizar al agresor
•
Insultar al agresor
•
Iniciar el enfrentamiento (lenguaje corporal)
•
Mirar directamente a los ojos
•
Tocar al agresor
•
Ignorar al agresor
3) Distancia !sica o de contacto; puede llegar sin pasar por la distancia verbal, pero en el caso de que derive de ésta, ya se debe haber recogido información de interés del medio: can dad de atacantes, posibles vías de escape, elementos que puedan servir para la defensa, existencia de tes gos, estado emocional del oponente, puntos vulnerables del mismo, etc.
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Como Actuar Los principios fundamentales dictan que toda respuesta de defensa personal debe cumplir con los criterios siguientes:
En una situación de conflicto, la defensa o ataque debe ser: •
Rápido
•
Fuerte
•
Natural
•
Directo
La idea básica consiste en ocuparse primero de la amenaza inmediata (por ejemplo, un estrangulamiento), impedir que el agresor vuelva a atacar y luego neutralizarle. Se hace énfasis en quitarle la inicia va al agresor.
Es importante an ciparse: todo gesto =sico ene un “Armado”, “Trayectoria”, e “Impacto”, y con entrenamiento puede verse e interceptarse.
La secuencia que seguiremos en un conflicto: 1.
Cúbrete: si el obje vo del agresor es pegarte lo intentará hasta que se canse o algo lo detenga. Principalmente interesa cubrir la cabeza, el cuello y el torso. Llevarse un golpe en brazos o piernas, siempre será mejor que en la sien, la garganta o las cos llas.
2.
Anula su visión. Puede conseguirse, lanzando objetos a la cara del agresor, usando nuestras manos y dedos, escupiendo en los ojos, etc.
3.
Gana empo, buscando su desequilibrio: empujón con una o ambas manos.
4.
Huye. Correr sí, pero no en cualquier momento ni en cualquier dirección. Antes de realizar un sprint dirección a nuestro punto de huida, debo colocar al agresor en una situación en la que sé que no me interceptará (movimiento obligado).
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Ejercicios Permanentemente, estamos pasando por diversos estados de vulnerabilidad es decir, somos más o menos propensos a ser considerados víc mas. El delincuente común, por supuesto, va a elegir al menos complicado en el momento de atacar, y va a preferir a quienes perciba como menos aptos para defenderse por cues ón de edad, salud, sexo, distracción o descuido (llevar una cartera a la espalda, o la mano con reloj en la ventanilla de un vehículo)
El primer ejercicio consiste en dedicar unos momentos al andar y ponerse en el rol de alguien que busca una víc ma, y estudiar a las demás personas para saber a quiénes y por qué uno se decidiría a atacar. Observar qué factores nos dan confianza sobre algunos individuos como para considerarlos presas potenciales y cuáles hacen que descartemos a otros.
El segundo ejercicio, también en la calle, es tomar consciencia de las personas que nos rodean y determinar su ac vidad, si se hallan camino al trabajo, o se encuentran merodeando; si algunos están solos pero parecen comunicarse visualmente con otros de las cercanías. Realizar periódicas detenciones ante escaparates y, con una mirada rápida, percibir si alguien realiza el mismo camino que nosotros.
El obje vo no es andar en la calle como un paranoico sino que, al realizar todo esto a modo de entretenimiento, nos llevará gradualmente a desarrollar la observación y la capacidad de estar preparados de forma natural, fijándose estos hábitos en nuestro comportamiento sin que nos demos cuenta.
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Cuestiones Legales Toda agresión callejera, puede tener dos pos principales de consecuencias:
1) Físicas: en la salud de la víc ma o del agresor (heridas o muerte). Con frecuencia la víc ma puede quedar con secuelas psicológicas de largo tratamiento (aún sin sufrir daño =sico).
2) Legales: dado que no pretendemos atacar a nadie, cualquier po de violencia ejercida sobre quien nos agrede parecería jus ficada. Sin embargo, para la Ley esto no es tan sencillo y debemos tener presentes algunos principios.
Si en nuestra defensa causamos daños, para obrar conforme a la ley, debemos probar que ejercimos la llamada "legí ma defensa", es decir, la protección de uno mismo o un tercero de una agresión ilegí ma, con racionalidad en los medios y que no haya exis do provocación por parte del que se defiende. Es decir: que el defensor no causó el ataque, no está impulsado por venganza u otros intereses que el de protección y que el medio u lizado no excede los parámetros de igualdad: no puedo defenderme de un golpe provocando heridas con un cuchillo, salvo que mi oponente sea un profesional de las artes marciales o el boxeo por ejemplo, ya que en ese caso sus manos pueden provocar daños graves y son consideradas como armas capaces de causar la muerte.
Con relación a esto, se debe tener en cuenta que el concepto de "arma", no sólo está reservado para las de fuego y las blancas, sino para todo elemento que aumenta el poder ofensivo de una persona, pudiendo ocasionar lesiones y aún la muerte.
Pero asimismo cabe destacar que el haber optado por la confrontación, obedece al hecho de que nos ha sido imposible evitarla, es decir, no pudimos neutralizar la situación, ni escapar de la misma sin riesgo =sico (huida).
De todas maneras, éstos son conceptos que desarrollaremos más adelante, y por ahora cabe destacar que la mejor salida de un enfrentamiento callejero es evitando el uso de la fuerza, por sus posibles consecuencias:
1. muerte o daños =sicos/psicológicos 2. problemas judiciales 3. posibles venganzas
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Cuestiones Legales Finalmente, se deben tener en cuenta también las circunstancias en las que ocurren los hechos: no es lo mismo defenderse por la noche de un ladrón, que en pleno día de un individuo nervioso o con sus sen dos alterados por la ingesta de algún po de droga. En este caso debemos prever que la jus cia puede considerar en algunos casos, que el mismo estaba en inferioridad de condiciones dado su estado y, si causamos daños, deberemos probar que no había otra posibilidad mediante tes gos y otros medios adecuados.
Y, dicho todo esto, nuestro consejo: lo primero, salir de la situación en que estamos en peligro, y luego ya nos preocuparemos de las consecuencias. No sabemos cuáles son las intenciones del agresor, así que lo mejor es librarse de él cuanto antes. Ya nos preocuparemos de los problemas legales, si es que los hay, cuando sea el momento. Solucionemos los problemas según nos vamos encontrando con ellos.
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Tipos de Agresores A con nuación presentamos los pos más comunes de agresores, según sus obje vos, con su forma de proceder habitual, para desarrollar una estrategia personal según el caso par cular.
Obje vo
Tác ca / Estrategia
Víc mas
Nombre
Dinero
Robo, atraco, secuestro…
(-) Hombres (+) Mujeres
Ladrón
Ego
Peleas (normalmente sin estrategia, sucediéndose las técnicas)
+ Hombres
Busca peleas
Sexo
Abordar a la víc ma por sorpresa
+ Mujeres
Agresor sexual
Debemos también tener en cuenta que los agresores pueden tener trastornos psiquiátricos o estar bajo la influencia de diferentes drogas. Debemos tratar de determinar rápidamente si su condición es de inferioridad =sica (p.e. alcohol), o lo contrario (p.e. cocaína), para actuar en consecuencia.
LADRÓN Actualmente, el delito más común es el robo con in midación por armas o número de delincuentes. En este caso, lo primero es establecer la can dad de los mismos ya que podemos ser sorprendidos por cómplices que actúen en el momento en que realicemos una acción defensiva.
Enfrentarse a más de una persona no es aconsejable, así que se recomienda tratar de mantener la calma, hacer entrega de los bienes solicitados, no mirar fijamente los rostros (es preferible miradas fugaces, puesto que los delincuentes temen el reconocimiento) y no provocarles. O sea, tratar de concluir la situación lo antes posible y resultar ileso, dirigiéndose de inmediato a efectuar la correspondiente denuncia y tratando de aportar todos los datos posibles que se habrá tenido la precaución de tomar en cuenta: lugar, número de delincuentes, edades, armas, estatura, po y color de ropa, fisonomía dentro de lo posible, tatuajes y otras par cularidades, etc.
Como se dijo antes, el tener una mente consciente del entorno y ser precavido quizás nos libre de ser víc mas de un robo, pero en caso contrario y habiendo decidido defendernos aplicando la fuerza –cosa que desaconse-
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Tipos de Agresores jamos totalmente–, debemos tener en cuenta las reales capacidades de agresión del delincuente (si posee armas, etc).
Por lo demás, no exis endo o habiendo neutralizado el uso de armas, queda por analizar el combate a mano vacía que puede tener infinitas posibilidades y ser comparable al que se verá en el siguiente punto.
BUSCA PELEAS Se puede afirmar que el ser elegido por este po de delincuente, es un gran problema ya que generalmente no persigue fines de robo, sino que se trata de personas con rasgos psicopá cos guiados por el deseo de hacernos daño (por sa sfacción personal, público, etc.). Debido a que es una prác ca que realizan con frecuencia, están acostumbrados a soportar dolor, enen un gran repertorio de técnicas sucias y son poco proclives a abandonar su postura mediante la negociación o el diálogo.
Frente a uno de ellos, hay que estar muy atentos ya que suelen hallarse lejos de la ortodoxia comba va y es probable que inicien el ataque con un golpe de improviso.
•
Recordar que en estos enfrentamientos no hay reglas por lo tanto todo vale a los efectos de ataque y defensa (como los golpes a los genitales), y no se debe mostrar clemencia ni compasión ya que el atacante no la tendrá.
•
Buscaremos elementos en el entorno (palos, botellas, etc.) a modo de arma. En caso de que la pelea sea con las manos vacías se desaconseja, porque puede invitar al agresor a u lizar armas (o si ene acompañantes, a intervenir). Se pueden, eso sí, usar paredes cercanas o el suelo para empujar contra ellos la cabeza del rival.
•
Hay que tratar de poner al oponente en el peor terreno: llevarlo hacia donde tenga agujeros o suelo desfavorable detrás, colocarse uno a un nivel más alto, si es de noche, de espaldas a la luz (de manera que esta de en la cara del adversario), etc.
•
Mantener la tranquilidad en lo posible, para no atacar a lo loco, sino en los puntos vitales que queden expuestos y con nuestras técnicas preferidas.
•
No dudar: provocar una distracción verbal o arrojando algo a la cara, y de inmediato golpear con decisión, combinando manos y pies con técnicas sencillas.
•
No confiarse: ni de las palabras, ni de una aparente rendición en cuyo caso, no dar la espalda nunca ni relajar la atención.
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Tipos de Agresores •
Terminar la pelea lo más rápido posible, y re rarse del lugar de inmediato.
Estadís camente hablando, según el género del agresor, su forma de actuar es dis nta. En caso de que el agresor sea hombre, lo habitual es: •
golpes a puño cerrado
•
ante una inclinación de la persona agredida golpes ascendentes
•
abrazos al cuerpo y al cuello
•
pueden aparecer patadas frontales a genitales, y circulares o ascendentes al pecho y cabeza
•
en cercanía de caras pueden producirse cabezazos.
En caso de que el agresor sea mujer, lo habitual es: •
golpes a mano abierta y arañazo
•
ante una inclinación de la persona agredida es rones al suelo y golpes descendentes
•
agarres al pelo, cuerpo y cuello con las manos (habitualmente acompañados de es rón al suelo)
•
patadas descendentes y pisotones excepto a genitales que se producen ascendentes.
•
en cercanía de caras pueden producirse escupitajos
AGRESOR SEXUAL Si bien para enfrentarse a un agresor sexual es aplicable todo lo visto en los puntos precedentes, tenemos que mencionar además algunas variables propias de este po de agresiones, como:
•
En muchas ocasiones el atacante no es un extraño, ya que es frecuente el ataque sexual en medios como el laboral y habiendo tenido una conducta de acoso precedente.
•
Es posible evitar el ataque poniendo límites enérgicos en alguna etapa previa en la que se hace evidente la presión psicológica, amenazando con una denuncia delante de tes gos.
•
Evitar compar r lugares de riesgo con un potencial agresor: ascensores, entrevistas laborales fuera de la oficina y horario de trabajo, invitación a una copa con desconocidos (con sen do común), etc. Hay que tener en cuenta que este po de ataques sólo se realizan en lugares seguros para el atacante.
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Tipos de Agresores •
No dar información personal (teléfono, dirección, costumbres familiares) a cualquier compañero o jefe tan sólo para agradar, pues hasta el individuo de aspecto más normal puede exhibir conductas desviadas en la in midad.
Llegado el caso de un ataque, de no haber personas en la cercanía a las que recurrir, lo más importante es mostrar cierto some miento que haga que el violador se con=e. Así, evitamos que, al intentar defender su integridad sin una estrategia, ser reducidos a golpes, lo que empeora nuestra situación.
Comúnmente los agresores sexuales no enen especial experiencia en combate, por lo que una persona decidida puede causar un gran daño en un individuo ocupado en otros menesteres que no sean la pelea.
•
Lo posi vo: el hombre subes ma a la mujer porque la supone débil, y si la misma ofrece una pequeña resistencia y se finge rendida, el violador enseguida se confiará.
•
Lo nega vo: la mujer psicológicamente se pone en un plano de inferioridad =sica y es posible que esto anule cualquier acción inteligente para salir de la situación.
Se impone pues, mantenernos tranquilos, hacer teatro de sumisión, para que el violador piense que no va a tener resistencia y que podrá actuar con tranquilidad, por lo que bajará su atención defensiva. En ocasiones incluso, se aconseja la colaboración, dado que a los violadores les excita que la mujer se resista. Al cooperar, pueden perder el interés inicial.
Una vez lograda la oportunidad, se imponen procedimientos que deben ser siempre repasados mentalmente y aunque parezcan excesivos, es mejor ponerlos en prác ca antes que soportar una violación:
•
Al tener la cara del delincuente cerca, hundir fuerte y profundamente las uñas de los dedos pulgares en los ojos.
•
Si es posible, hacer lo mismo con elementos del entorno, por ejemplo, en una oficina se puede empuñar un bolígrafo (asegurando la parte trasera con el pulgar), y agredir con ella las partes blandas.
•
Recordar siempre que la mandíbula es una de las partes que desarrollan mayor poder, es decir, usar la boca para morder y desgarrar partes blandas de la cara y el cuello.
•
Combinar todo esto, con golpes contundentes de codo o estrellando la cabeza del violador contra árboles, paredes u otros elementos duros y re rarse rápidamente para efectuar la denuncia.
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Tipos de Agresores Hay que tener muy en cuenta que nunca sabemos las intenciones finales del agresor, así que no hay que tener ningún po de reparo o compasión a la hora de atacarlo.
Si un asaltante te agarra, recuerda:
•
Si te agarra bien, va a ser mucho más di=cil escapar,
•
Si sus manos están ocupadas agarrándote, otros obje vos se presentarán por sí mismos.
•
Muévete, hay que ser escurridizos.
•
Grita.
Si intentas una técnica para escapar y no funciona, no te rindas, intenta otra. Haz lo inesperado.
Trabajar con un instructor que está llevando protecciones te dará una idea de cómo se siente realmente al intentar escapar y algunas de las cosas que puedes hacer para liberarte.
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Tipos de Agresiones El agresor puede interactuar con nosotros de las siguientes formas:
1.
Golpes con la diestra. Generalmente la gente es de condición diestra o zurda. Así, nos puede golpear únicamente con una mano, con o sin agarre de la otra.
2.
Golpes con ambas manos: alternos o aleatorios.
3.
Golpes que no llegan a impactar en su obje vo, en muchas ocasiones desequilibrando al agresor. Puede ser debido a un buen movimiento del agredido o debido a un error de cálculo del agresor.
4.
Golpes que impactan sobre el agredido, llevándolo a doblegarse o a caer al suelo.
5.
Agarres. Tres posibilidades: 5.1. Agarre que busca trasladarme (llevarme a un si o dónde no quiero ir). Muy posiblemente el agresor no me golpee, pero en cuanto me suelte me volverá a agarrar, posiblemente más fuerte, en otra parte de mi cuerpo, y de otra forma, pero de un agarre pasará a otro hasta que cambie la dinámica de agresión. 5.2. Agarre que busca que me quede está co. Muchas veces con la otra mano me golpean viendo la primera posibilidad de agresión (solo me agarran con una, solo me pegan con una mano). 5.3. Agarre in midatorio, para recortar distancia y amenazar con superioridad =sica.
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Entrenamiento Si bien la preparación psicológica es la más importante, ya que las cualidades =sicas de nada sirven cuando no son controlables debido a las emociones intensas por la descarga de adrenalina en el organismo (visión en túnel, aumento de los la dos, rigidez muscular), también es cierto que cuanto mejor sea el estado de nuestro cuerpo, habrá más posibilidades de salir bien librado.
Por ello, se iniciará el entrenamiento básico de las armas corporales, descartando movimientos rebuscados y aprovechando la natural potencia de algunas zonas. De acuerdo a esto, primaremos en este curso el uso de golpes, que pueden ser entrenados en el aire (cosa no muy recomendable), pero que asimismo, pueden ser dominados completamente con un mínimo de equipo a elección según gustos y conocimiento de cada uno (se puede usar un saco de dormir sujetado por alguien).
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Puntos a Golpear Debemos conocer que el daño producido por un golpe en partes específicas donde el organismo es más vulnerable es mucho mayor que si lo hacemos en cualquier otro punto al azar.
Estos puntos se denominan "puntos vitales" y no porque su ataque determine la muerte instantánea, sino porque el efecto que acusan los mismos es muy superior que en las zonas vecinas.
Se debe destacar, no obstante, que pueden ocasionarse daños severos o la muerte en algunos de ellos, teniendo en cuenta también varios factores: resistencia corporal, potencia del golpe, técnica, equilibrio, reposo o movimiento, etc. De lo que se desprende que lograr un golpe defini vo es bastante di=cil.
Cabe mencionar que estas regiones sensibles son suscep bles de ser atacadas con golpes, o simplemente presiones con los dedos (como en el ángulo del maxilar inferior, donde nace el pabellón de la oreja). Es recomendable mientras los estudiamos, familiarizarse con estos puntos mediante la experiencia en el propio cuerpo, o sea, presionando las zonas hasta ubicar el lugar exacto de sensibilidad o dolor.
Es importante saber, cuando golpeamos en una situación de autodefensa, que no hay ningún lugar sobre el cuerpo que no sea alcanzado por un nervio, incluso si es sólo por un nervio cutáneo. Intentaremos golpear: •
Espacios intermusculares y Sistema Nervioso Periférico
•
Arterias y Venas
•
Órganos Huecos (estómago, riñones, etc)
•
Ar culaciones
•
Músculos y Huesos
Los puntos más expuestos y accesibles con técnicas simples son:
OJOS: muy sensibles. Además de golpearse con puños, pueden ser atacados con la punta de los dedos y todo po de objetos punzantes. También es posible presionarlos contra el borde del hueso orbitario (muy doloroso) o provocar distracciones arrojándoles erra, llaveros e incluso sólo con amagos para tener un segundo en el que atacar o huir.
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Puntos a Golpear
ENTRECEJO: aquí se halla el hueso etmoides, especie de esponja ósea con infinidad de vasos sanguíneos, por lo que su fractura (con elementos contundentes) puede provocar una gran hemorragia.
La frente es un sector donde el impacto de un golpe de puño puede provocar la fractura de los huesos de la mano. Es decir, donde no debemos golpear; se trata de un sector ubicado más arriba del hueso etmoides y más abajo de la fontanela anterior, uno de los más duros del cuerpo y que los peleadores callejeros usan como "escudo" ante los puñetazos y para aplicar golpes a la cara en el cuerpo a cuerpo.
NARIZ: su fractura provoca dolor y lagrimeo, pero como ya se mencionó, puede ser grave su ataque con la palma de la mano si se insertan los huesos de la nariz en el etmoides.
BOCA: su rotura (desprendimiento de dientes inclusive) es muy invalidante, pero no debería ser atacada por la mano desnuda, sino con objetos del medio, o con el codo. También se la puede atacar (por ejemplo, ante un intento de abuso sexual) "enganchando" una o las dos comisuras con los pulgares y "abriendo" de inmediato en dirección a las orejas (cuidando de doblar los dedos en el interior de la boca del atacante para evitar mordeduras).
OÍDOS: se puede rar de los pabellones de las orejas, pero fundamentalmente son sensibles al impacto con la palma de la mano abierta (se hace una especie de "sopapo" para provocar un aumento de presión que lesiona el ?mpano).
LÓBULO DE LA OREJA: punzando con los dedos u otros elementos en el nacimiento del lóbulo (en el surco entre el cuello y el maxilar inferior), se puede lograr mucho dolor. Se recomienda probar en sí mismo hasta dominar la técnica).
FONTANELA ANTERIOR: se ataca el punto de unión del hueso frontal con los parietales (al igual que la fontanela posterior) con golpes de elementos contudentes o codazo. La potencia en estas regiones puede provocar conmoción cerebral y la muerte.
LARINGE: muy suscep ble a golpes y estrangulaciones, atacarla puede provocar desmayo y muerte.
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Puntos a Golpear
ARTERIAS CARÓTIDAS: en los surcos entre la laringe y los músculos esternocleidomastoideos (donde se siente la frecuencia cardíaca), preferentemente, pueden ser atacadas con elementos cortantes, punzantes, o estrangulaciones.
CLAVÍCULAS: en la pelea real, se buscará incapacitar al oponente fracturándolas con golpes po "mar llo" del puño cerrado o elementos contundentes.
DEDOS DE LAS MANOS: se deben tener en cuenta para romper todo po de agarres (hasta del pelo): tomamos cualquiera con una mano y simplemente realizamos una palanca en el dedo con objeto de romperlo.
MANUBRIO DEL ESTERNÓN: se ataca principalmente para ganar distancia o separarse del agresor, me endo un dedo en el hueco sobre el esternón y empujando hacia atrás y debajo de éste (probarlo en el propio cuerpo, hasta conocer bien esta técnica).
PLEXO SOLAR: golpear en él afecta la red nerviosa abdominal que puede llevar al desvanecimiento y, aunque esto no ocurra, provoca incapacitación temporal.
GENITALES: las consecuencias son similares a las del punto anterior, y se ataca esta zona sobre todo con golpes de pie en la distancia larga, de rodillas en la corta o apretando con la mano en el cuerpo a cuerpo.
ARTERIA FEMORAL: se busca el ataque con elementos punzantes/cortantes a fin de provocar una seria hemorragia (que puede causar la muerte).
RODILLA: se ataca con patadas con el fin de paralizar los miembros inferiores. Concretamente, la rótula se ataca con la punta o tacón del zapato, con el fin de dañar la rodilla y reducir la movilidad del oponente. La ventaja de estos golpes bajos, es la rapidez de su ejecución, lo di=cil de detenerlos y que provoca un momento de sorpresa para enlazar con otra técnica.
TIBIA: para provocar dolor agudo, también se patea de frente la cara interna de este hueso, donde explorán-
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Puntos a Golpear dolo se puede verificar la ausencia de musculatura. También puede golpearse de espaldas con el talón para defenderse de agarres.
EMPEINE Y DEDOS DE LOS PIES: se los busca con pisotones tanto de frente a corta distancia, como de espaldas con el tacón para liberarse de agarres. La fractura de los dedos del pie puede definir un enfrentamiento ya que impide la movilidad. Fontanela Anterior Oídos Ojos Entrecejo Nariz Boca Laringe Manubrio del Esternón Plexo Solar
Dedos Genitales
Femoral
Rodilla
Tibia
Empeine
Dedos
Lóbulo de la Oreja Caró das Clavículas
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Guardia y Distancia Antes de poder ejecutar algún golpe, es importante hallarse equilibrado, es decir, con la columna vertebral bien es rada, sin que el peso de la parte superior del cuerpo no caiga fuera de la base formada por los miembros inferiores. Se recomienda una postura relajada, con el peso repar do entre los dos pies, que se hallarán separados, más o menos la distancia de los hombros, con uno más adelantado apuntando hacia delante, y otro atrasado en dirección hacia fuera en 45 grados. Desde esta postura, y con el peso más bien sobre la punta de los pies (asentarse en los talones desequilibra), procederemos a flexionar las rodillas y movemos el tórax hasta que con pequeñas correcciones encontremos la comodidad para movernos sin tambalearnos. Es importante prac car esto, pues debemos tomar esta posición ins n vamente ante algún peligro y, aunque la posición de los brazos en la calle no ha de ser agresiva, sí ha de ser atenta a bloquear una probable agresión. Para entrenar dispondremos una guardia de mano abierta en forma similar a la de los boxeadores, con el brazo inhábil adelante.
Una vez establecida la guardia, probaremos a prac car esa posición desde está co varias veces, hasta que se haga familiar. Hay que ser consciente de que el brazo adelantado protege desde la boca hasta la zona abdominal mientras que el atrasado está listo para lanzar un ataque.
De pie frente a un compañero, medimos la distancia a la que debemos estar para llegar a él de manera efec va con nuestras diferentes armas corporales. Esto es muy importante, ya que cada persona ene una distancia diferente, en función de su anatomía y debemos acostumbrarnos a no lanzar golpes que no van a impactar en el obje vo.
Así tenemos diferentes distancias a nuestro oponente: •
distancia larga, correspondiente a los golpeos con patadas
•
distancia media, para las manos
•
distancia corta, para codos y rodillas
•
distancia de cuerpo a cuerpo
Hasta acostumbrarnos a golpear, se recomienda poner especial atención en no es rar los miembros completamente, sino que deben quedar impercep blemente retraídos pues, de lo contrario estaríamos luxando las ar culaciones con cada golpe y podrían producirse lesiones.
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Guardia y Distancia En defensa personal, entrenaremos sobre todo la distancia media, corta y cuerpo a cuerpo, dejando la distancia larga a las artes marciales (requieren de una prรกc ca habitual, y comprometen nuestro equilibrio si no estรกn correctamente realizados).
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Golpes de Distancia Media Comenzaremos a entrenar los golpes u lizando la herramienta más común: la mano.
Suponiendo que no tenemos un entrenamiento en artes marciales o deportes de contacto, golpearemos con la mano abierta, u lizando la palma y la base de la mano (con los dedos semiextendidos y apretados).
Entonces, par endo de la posición de guardia, proyectaremos nuestra mano hacia la cabeza del oponente para golpear en un movimiento circular, teniendo en cuenta:
•
Acompañando los golpe con exhalación del aire de los pulmones;
•
El contacto debe ser potente, para lo cual hay que ir corrigiendo nuestra distancia de golpe: ni ene que ser tan corto que apenas se llegue a tocar la superficie de lo que estemos golpeando, ni tan largo que el brazo no tenga recorrido;
•
Siempre se debe comenzar sin potencia ni velocidad, hasta que nos familiaricemos con la técnica. Cuando esto suceda, se procederá a incrementar la potencia siempre en el límite de la comodidad y sin que se experimente ningún po de dolor.
Cada golpe debe realizarse en perfecto equilibrio, con los pies bien asentados y acompañando cada mano con el giro de cadera correspondiente a cada una.
Conviene comenzar esta ac vidad después de haber realizado unos minutos de ejercicios de calentamiento.
Por úl mo, se prac cará realizar estos mismos golpes a par r de una ac tud no agresiva, desde una posición de descanso de las manos y en forma sorpresiva (sin movimientos previos que delaten la intención).
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Golpes de Distancia Corta: el Codo El codo es un arma corporal a tener muy en cuenta, dado que por naturaleza el mismo posee potencia y dureza aún en personas que nunca han prac cado artes de combate.
Su entrenamiento lo haremos de forma progresiva sin violencia ni dolor hasta dominar el movimiento. Para esto, par remos de la posición de guardia a distancia corta, es decir, con el obje vo más cerca que para el golpe de mano. Al igual que para éste, es de primordial importancia para la potencia el equilibrio y el giro de la cadera, por lo tanto siempre va a ser más fuerte el codazo correspondiente a la pierna retrasada al contar con mayor trayectoria de la cadera. Proyectaremos el codo hacia adelante en forma paralela al suelo (o sea, nuestro puño termina horizontal delante del pecho) impactando con la zona del brazo vecina a la punta del codo.
Una vez efectuado el golpe, podremos ver que la cintura queda colocada para sacar el otro codo cómodamente de la misma manera y girando la cadera en sen do opuesto, pudiendo así encadenar codazos. De ser posible, se debe entrenar también con un compañero que vaya retrocediendo ante el ataque.
Con entrenamiento, percibiremos rápidamente esta mecánica y la progresiva potencia que toma, siendo necesario empezar a meditar sobre las potenciales aplicaciones (como con todos los golpes).
Como ejemplo, se sugiere su u lización a muy corta distancia del oponente (dada su dureza), y para sorprender con un fuerte golpe en la mandíbula que seguro provocará la confusión suficiente para seguir avanzando y encadenando más codazos en la zona de la cabeza.
Dominado el golpe horizontal, es conveniente entrenar el codo en diferentes direcciones: ascendente para golpear la mandíbula, perpendicular al suelo hacia abajo para golpear la fontanela anterior, hacia atrás para agarres por la espalda...
También los codos son muy recomendables para interponerse en la trayectoria de golpes y patadas.
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Golpes de Distancia Corta: la Rodilla Al igual que el codo, la rodilla es un arma fuerte y dura por naturaleza, así que debemos acostumbrarnos a su uso impactando el obje vo en un ángulo que nos sea cómodo (hacia delante ascendente o entrando en sen do circular de afuera a adentro en corta distancia). También tendrá más efecto un golpe con la rodilla atrasada por mayor acción de la cadera, siendo los obje vos a buscar genitales y piernas y, según nuestro grado de flexibilidad y altura a la que tengamos al oponente (por ejemplo, por haberle podido bajar la cabeza rando de su cabellera), estómago, cos llas y cara.
OTRAS TÉCNIAS DE GOLPES:
Entrenaremos también otras técnicas de golpe a nivel bajo. Éstas se inician elevando la rodilla a poca altura tratando de no anunciar el ataque y es rando rápidamente la pierna para golpear al oponente en sus miembros inferiores o en la cabeza y tronco si hubiese sido derribado.
Así, los movimientos mencionados que deberemos prac car son:
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Puntapié (des nado a la bia y la rótula) con la punta del zapato;
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Patada con la cara interna y externa del pie a la bia y rodilla; para ello se levanta un poco el pie y se dirige al blanco en forma recta, como "cortando" la pierna del adversario;
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Pisotón, buscando el dorso del pie y a los dedos del oponente;
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Con el talón hacia nuestra espalda (para aflojar agarres desde atrás);
En el caso de las mujeres mencionar que este entrenamiento unido al uso de los tacones puede provocar daños de gran consideración por su capacidad de penetración, sobre todo en zonas blandas que son atacables (con un poco de elas cidad) levantando más la rodilla y "clavando" hacia adelante el tacón.
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Resumen •
La efec vidad no se consigue solamente con el conocimiento, sino con la prác ca.
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La prác ca se ha de llevar a cabo de forma progresiva, primero lentamente cuidando de realizar el movimiento en forma correcta y sin forzar al organismo; y según se va adquiriendo prác ca, incrementando la velocidad y la potencia.
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No golpeamos reteniendo la respiración ni inspirando, sino exhalando lo necesario para acompañar el golpe.
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Antes de comenzar a entrenar con fuerza y velocidad, calentar el organismo con ejercicios o realizando las técnicas suavemente durante quince minutos.
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Visualizar: imaginar que estamos frente a un adversario y en qué parte de su cuerpo estamos golpeando.
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Si es posible, entrenar con un compañero y equipos protectores para acostumbrarse a la sensación de ser agredido.
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Conclusiones Llegados a este punto, ya deberíamos tener una idea de:
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En qué circunstancias es oportuno defenderse de otra persona.
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Nuestras propias capacidades para ejecutar unas técnicas y descartar otras o entrenarlas más a fondo para que podamos usarlas llegado el caso de necesidad.
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Mediante la prác ca, haber seleccionado algunos movimientos preferidos para tenerlos en mente para cada distancia de conflicto.
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Adver r que los ataques deben efectuarse en combinación de técnicas, atacando en series encadenadas y a ser posible, a diferentes alturas.
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Es de suma importancia la confianza en uno mismo: la duda genera un ataque débil que seguramente va a poner más violento al agresor, por ello, una vez tomada una decisión, no echarse atrás y con nuar.
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Tener en cuenta que se van a experimentar sensaciones corporales poco usuales.
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En situación real, se van a realizar menos golpes, pero más contundentes.
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Se debe estar preparado mentalmente para recibir golpes o sufrir heridas, lo que no debe acobardarnos, sobre todo teniendo en cuenta que el organismo se encuentra en un estado de mayor rendimiento y resistencia al dolor.
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Ante un enfrentamiento, se libera un torrente hormonal que prepara el organismo para comba r o emprender la fuga. Esto se debe tener en cuenta, pues en la actualidad se interpreta esta sensación como estado de shock inmovilizador, cuando en la realidad es el organismo puesto en su máximo punto de rendimiento para el combate.
Recordemos que la Defensa Personal es un asunto que puede perfeccionarse día a día con la observación, la prác ca =sica y el estudio. Lo más importante es la prevención, y llegado el enfrentamiento, la sorpresa (fingirse colabora vo o temeroso y no exteriorizar el ataque que se está por llevar a cabo). Y por úl mo: no merece la pena sufrir daños por defender un bien material.
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