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Cuidarse por fuera es importante, pero es mucho más importante cuidarse por dentro. Seguimos con interés desde hace tiempo la polémica sobre los supuestos riesgos de ciertos componentes del plástico, sobre todo del Bisfenol A, un componente presente en varios tipos de plásticos de uso común. Históricamente, el envase proporcionaba el medio de transporte del alimento al consumidor. En la actualidad, desempeña la misma función pero con desarrollos tecnológicos adicionales que le permiten ejercer otras funciones, tales como preservar la calidad del alimento, dar información al consumidor y proteger al producto envasado frente a contaminaciones externas. Siempre ha existido una gran preocupación relativa a cualquier clase de contaminación en el alimento tanto física, química o biológica. La utilización de materiales de envasado adecuados que protejan al alimento es esencial para su conservación, transporte y distribución. Sin embargo, el íntimo contacto existente entre el envase y el alimento introduce la posibilidad de transferir constituyentes procedentes del envase a éstos. Con el fin de asegurar
que este fenómeno no produzca ningún daño a la salud del consumidor, los materiales plásticos están sometidos a investigación y a legislaciones específicas. Legislación y métodos de ensayo Dado que la migración de componentes del envase al alimento puede afectar a la salud del consumidor, las legislaciones de los diferentes países recogen reglamentaciones sobre elección de simulantes, tiempo y temperatura de ensayos, procedimiento y límites de migración global y específica. Directivas relativas a film de celulosa regenerada: Los films de celulosa regenerada se han utilizado durante años en el envasado de alimentos, normalmente recubiertos con nitrocelulosa o policloruro de vinilideno con el fin de mejorar las propiedades barrera y de sellado. Dulces, productos cárnicos cocinados, etc. son algunos de los alimentos así envasados, sin embargo, en los últimos años se han remplazado estos films por estructuras de polipropileno en algunas aplicaciones.
Aunque la Comisión Europea ha publicado diversas legislaciones y métodos de ensayo no hay un método estándar para la determinación de las sustancias restringidas en films de celulosa. Por otro lado, el hecho de que el mercado de los films de celulosa regenerada haya disminuido, ha contribuido a que el interés en la determinación de monómeros este actualmente más dirigido hacia plásticos de consumo masivo. Directivas y métodos de ensayo relativos a plásticos: Existen numerosas Directivas publicadas por la Comunidad Europea en relación a los materiales plásticos. Estas Directivas cada día se ven modificadas ante la necesidad de incluir o restringir la utilización de monómeros y aditivos en la fabricación de artículos destinados a entrar en contacto con productos alimenticios. Al respecto citamos: La Unión Europea ha acordado prohibir los biberones de plástico que lleven el componente bisfenol A por sus posibles efectos perjudiciales para la salud de los niños, ha informado la Comisión Europea
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en un comunicado. “Los estudios demuestran que el bisfenol A puede tener efectos para el desarrollo del niño, la respuesta de su sistema inmunológico y el fomento de la aparición de tumores”, ha explicado el comisario de Salud y Consumo, John Dalli. Esta prohibición entrará en vigor el 1 de junio de 2011.
Committee for Food (SCF) que requieren algún tipo de limitación. Asimismo, se han preparado cientos de informes técnicos sobre aditivos, los cuales se incluirán en futuras enmiendas a la Directiva 90/128 /CEE.
Tendencias futuras de la Unión Europea Actualmente, existen más de 200 aditivos valorados por Scientific
El establecer y validar métodos de ensayos para monómeros y aditivos implica un alto coste y períodos de tiempo excesivamente largos, lo que ha planteado buscar rutas alternativas que aseguren una protección al consumidor más barata y fácil de realizar.
Materiales plásticos para uso alimentario Posibles vías a seguir:
La legislación y la industria relacionada con el envasado de alimentos.
Realizar un control de la composición del plástico. La experiencia demuestra que, en la mayor parte de los aditivos empleados en los plásticos de uso alimentario, el nivel de sustancia que migra al alimento es, al menos, dos órdenes de magnitud inferior al nivel existente en el plástico. Por esta razón, para algunos aditivos y monómeros podría ser más efectivo controlar la migración mediante el control de la composición del plástico. Reducir el número de ensayos de migración en base a modelos matemáticos.
La Legislación Europea existente es aplicable a toda la cadena de producción, desde la materia prima hasta el suministro de mercancías. Según las legislaciones expuestas anteriormente, las responsabilidades de cada eslabón de la cadena son las siguientes:
fabricación de materiales y artículos de uso alimentario. Además, deberá realizar ensayos de migración global con todos los simulantes establecidos en la Directiva y, en algunos casos, será preciso dar información relativa al monómero residual presente en el producto terminado. Finalmente, suministrará los datos obtenidos al transformador de materia prima. Transformador:
Fabricante de polímeros: El fabricante de polímeros deberá asegurarse que los monómeros y aditivos utilizados están en la lista de sustancias permitidas para la
El transformador deberá disponer de las especificaciones del fabricante para la utilización de ese material para uso alimentario. Sin embargo, deberán realizarse ensayos de migración global
CODIGOS DE IDENTIFICACION DE RESINAS DE PLASTICO
POLIETILENO TEREFTALATO
POLIETILENO DE ALTA DENSIDAD
POLICLORURO DE VINILO
POLIETILENO DE BAJA DENSIDAD
POLIPROPILENO POLIESTIRENO
OTROS
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El uso de materiales plásticos en envases y embalajes para alimentos debe cumplir las normas básicas de seguridad para evitar posibles contaminaciones o la transferencia o migración de compuestos que alteren las propiedades o seguridad del contenido. y específica. La realización de estos ensayos así como la frecuencia de los mismos podría ser de uno o dos años según al criterio de calidad de la empresa. Se aconseja que para los materiales con valor de migración próximo al límite legal el control se realice con mayor frecuencia. Envasador: El envasador, el que en algunos casos coincide con el transformador, dispondrá de las especificaciones aportadas por su suministradores (fabricante o transformador). El envasador tiene la obligación de asegurar que la información de migración suministrada por el tranformador es adecuada para el alimento que va a envasar. Dado que el envasador debe suministrar el producto envasado al comerciante, parece inevitable realizar algunos ensayos de migración para el alimento envasado en las condiciones reales de uso del mismo. El comerciante: El comerciante es el último eslabón en la cadena del envase de alimentos. Este debe disponer de la certificación de sus suministradores, de como el producto comercializado cumple los requisitos legales establecidos en la Directiva. Sin embargo, existe discrepancia
respecto a la necesidad o no de realizar ensayos de migración confirmativos en los productos envasados que serán entregados finalmente al consumidor. CONCLUSIÓN El énfasis inicial de la medida del nivel de migración se centra en la determinación de sustancias monoméricas las cuales se añaden al envase para una aplicación concreta, tales como antioxidantes en plásticos. Las sustancias poliméricas de bajo peso molecular tienen una alta tendencia a migrar en determinadas condiciones y particularmente con alimentos grasos. El límite de migración global establecido en la Directiva 90/128/ CEE se ha discutido ampliamente junto con el método de ensayo propuesto (ENV 1186), dado que la determinación del nivel de migración global no identifica la naturaleza de las sustancias, con lo que se cuestiona si el límite establecido proporciona suficiente seguridad al consumidor. En general, la migración global proporciona una medida adecuada de la estabilidad de los materiales plásticos, reduciendo el número de ensayos de migración específica, dado que si el material cumple los límites de migración global, los valores de
migración específica no deberían ser sobrepasados. En lo referente a los métodos de ensayos propuestos por la Comunidad Europea ENV 1186 en pruebas inter-laboratorio organizadas por FAPAS ® (Food Analysis Performance Assessment Scheme), para diferentes laboratorios a nivel mundial, se demuestra que existe una buena reproducibilidad y repetitividad en los ensayos de migración global en el caso de materiales plásticos del tipo poliolefínico. Los materiales ensayados por los diferentes laboratorios fueron película plástica y contenedores de naturaleza poliolefínica. Sin embargo, como se ha mencionado en el artículo, existen materiales conflictivos (latas y papel con recubrimientos poliméricos) que pueden conducir a resultados erróneos con los simulantes establecidos actualmente en las Directivas existentes (82/711/CEE). Se prevé una revisión de esta Directiva en la que se introduzca iso-octano y etanol 95 % como simulantes grasos alternativos.
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