Brochure disco

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Soy la pluma

Soy la pluma pasajera que escribe con tinta azul las suaves letras de tul de su invisible bandera. Yo soy la antigua coplera que baja de las monta単as para escribir las haza単as que estar叩n por suceder y canto al amanecer si esta noche me acompa単as.


Las Campanas de Neruda

Me quedo celeste y muda junto al mar y sus campanas embarcaciones lejanas traen a Pablo Neruda. Seré una mujer desnuda esperando la señal cuando el mágico ritual comienza, siempre comienza y se deshace mi trenza en sus palabras de sal... En sus lejanos navíos mi silencio es tan locuaz el miedo se queda atrás y se llenan los vacíos. Voy añorando los ríos las montañas y el desierto vivo la paz de lo incierto y la inquietud del pasado el poeta está a mi lado para dejarme en el puerto. Siento tu aliento cobrizo despertando mis anhelos en tu mirada no hay celos mi Pablo enamoradizo!

Estoy presa de un hechizo! puedo amar sin ataduras las sorpresas, las diabluras y alguna pena callada y al final de la jornada relatar mis aventuras. Esencial y necesaria como el hombre y la mujer es la herencia del ayer poderosa y milenaria. Humilde y rudimentaria mínima, suave y veloz todo se reduce a dos elementos que se atraen y silenciosos se caen en las aguas de una voz.


Los cinco sentidos (Décimas ligadas)

Amo mis dedos hablantes en una noche despierta amo la ilusión incierta con silencios abundantes. Amo lo que amé desde antes de conocer el amor amo el puerto abrigador donde las olas se mecen amo el tiempo en que amanecen todos mis campos en flor. Flor de albahaca tan pequeña entre las hojas se asoma embriagando con su aroma mi dulce niña risueña. Magia de tierra sureña que despierta en un concierto aire, luz y cielo abierto agua dulce, agua salada bañando como cascada mi montaña y tu desierto. Desierto multicolor después de un tibio letargo el dolor ya no es amargo si está esperando una flor.

Una gota de sudor es el mar en abundancia he sentido una fragancia dos miradas, tres caricias cuatro sabrosas delicias cinco canciones de infancia. Infancia de mil pañuelos bordados con la bandera incesante primavera cabalgando por los cielos. Hoy, que vuelven los anhelos y las palabras son muchas me sumo a todas las luchas y yo misma me convoco el miedo se va de a poco al sentir que tú me escuchas. Tú me escuchas con los ojos y yo te hablo con mis dedos deshaciendo los enredos ambos nos ponemos rojos. No hay tristezas, no hay enojos sólo el aire nos conmueve la voluntad que se atreve a viajar sin equipaje ha coloreado el paisaje con una caricia leve...

Un regalo

(Soy la pluma de otras alas para contar una historia de amor, de paz y de gloria y de mágicas escalas. Mi voz se va en las bagualas que cantan desde otros labios mis letras, los astrolabios para encontrar el lucero brillando en el cielo entero de aquellos seres más sabios.) Soy la humilde mariposa que voló hasta tu regazo mi sueño está solo a un paso y la luz casi me roza. Contigo me vuelvo hermosa, delicada, fuerte, esbelta encontrándote en el delta de mi esencia carmesí anduve lejos de ti y me trajiste de vuelta. Soy mariposa que danza en tus manos sanadoras revoloteando las horas de una creciente esperanza. Tu mirada es la confianza tus besos, mis surtidores


y mis alas son las flores pétalos de un gran hechizo inventando el paraíso en un jardín de colores. Soy tu amante compañera y tú eres mi ángel querido ese que el tiempo ha traído hasta mi verde pradera. Soy tu dulce prisionera y tú mi vital mocete vienes en mi brazalete donde tu nombre has grabado y cada día a tu lado volveré a los diecisiete. Soy el fruto de tu viña en un cálido reposo haces el vino sabroso de nuestra joven campiña. Soy mujer, casi una niña con tanta felicidad… la copa de la amistad emerge multiplicando así estaremos brindando por toda la eternidad.

¿Qué es el mar?

Entras en mi cuerpo suave, dulce, lento y silencioso rompes mi lecho esponjoso con tu fuerza espesa y grave. Así me embarco en tu nave de placentero agasajo y te descubro en el gajo escondido de mi enagua...

de sal y soles me atrajo y dibujando un atajo me sacó desde Rancagua el mar... es montaña de agua con las cumbres hacia abajo. Homenaje a Rebeca Godoy (verso encuartetado con introducción)

¡el mar! es montaña de agua con las cumbres hacia abajo...

En un mundo de color se entrelazan dos paisajes como justos engranajes de un primitivo motor. Así he pintado el amor en los matices que viajo tanta oscuridad me trajo al sol, infinita fragua... ¿el mar? es montaña de agua con las cumbres hacia abajo. Metáfora de la vida... de lo cóncavo y convexo es el delicado nexo gestándose en mi guarida. Es agua azul, que llovida

La historia que escucharán es ternura y rebeldía es de Rebeca y es mía y de muchos que aquí están. Es tan simple como el pan que cada noche levanto cuando tengo pena canto cuando tengo gusto lloro yo soy lo mismo que el loro porque callada no aguanto. Quiero la voz de Rebeca para hacer hablar el suelo y su aroma en mi pañuelo cuando me baile una cueca. En la inquietud de la rueca voy a hilar todo el quebranto y al develar este manto


con tu fuerza llegarás a decir linda y audaz cuando tengo pena, canto. Aprendí a cantar dulzuras en medio de las batallas a denunciar los canallas y sus crueles ataduras. ¡Qué saben las dictaduras a quien miro y enamoro! dónde escondí ese tesoro que encontré en alguna peña y dije por contraseña: cuando tengo gusto lloro. Puedo gritar melodías y susurrar las angustias sacar de las tierras mustias sorprendentes armonías. Y así se pasan los días en el trabajo que añoro primeras voces del coro que surge de las entrañas amiga, si me acompañas yo soy lo mismo que el loro. El vino es más exquisito si brindamos cara a cara

y otro corazón se ampara en este pulso infinito. La valentía es el grito que emerge en el desencanto en la rabia, el miedo, el llanto que hacen salir de la fosa yo no sé hacer otra cosa porque callada no aguanto. Ya despido mi homenaje para Rebeca Godoy a la que pidiendo estoy un poco de su coraje. Limpiaremos el paisaje de cobardes y traidores renovando los colores que envuelven nuestras cabezas y en un jardín sin malezas florecerán los cantores.

Brindis de la soltera

Brindo dijo una soltera cumpliendo los treintaytantos he guardado mis encantos para el hombre que me quiera. El vestido en la cartera lo tengo listo también la letra del parabién y un exquisito bizcocho porque en la Estación Mapocho tomaré el último tren.


Vendimia de colores

Ay, vendimia azul celeste de amaneceres benditos pintando los pampanitos desde el tiempo más agreste. Soles naciendo del este de mis campos solitarios los brillantes relicarios guardan la sed de los vientos incansables argumentos valientes y necesarios. Ay, vendimia verde verde vas escondiendo en tus hojas esperanzas y congojas, lo que se gana y se pierde. Que la humanidad recuerde lo que ha venido de abajo voy a escoger solo un gajo para ocultar mi sollozo… dan un vino generoso las uvas de mi trabajo. Ay, vendimia roja roja como el alma de un poeta

y la boquita indiscreta que a los amores se arroja. Tinta granate que moja los frutos dulces lejanos la sangre de los ancianos en mi corazón redimo las gotas de mi racimo buscan la vida en tus manos. Debajo del sol que nace (décimas encuartetadas)

Debajo del sol que nace tiene mi novio la cama viene el sol y lo despierta viene la luna y lo llama. Gracias por dejar tus pasos marcados en la baldosa gracias te doy en la hermosa aureola de tus abrazos. Te cazaré entre mis lazos te etiquetaré en mi envase y traeré hasta mi clase la luz que me corresponde para ver lo que se esconde debajo del sol que nace.

Gracias, gracias por la risa de mis ojos al mirarte y gracias por el baluarte que mi habitación precisa. Se te ha olvidado la prisa en los brazos de tu dama tanta armonía derrama un creciente regocijo: descubrí que en mi cobijo tiene mi novio la cama. Gracias por dejar tu aroma aquí en mi piel erizada gracias por usar mi almohada y por entender mi idioma. Voy a inventar la saloma para sembrar en tu huerta y cuando cruces mi puerta me encontrarás más bonita... es que si el amor dormita viene el sol y lo despierta. Gracias en la noche fría por este calor creciente gracias por el inconsciente regalo de tu alegría. Escóndete en la porfía de la urgencia que me inflama mi soledad te reclama


y sentirás que en mi voz a tu corazón, veloz, viene la luna y lo llama. Décimas a la madre

Madre, has sido mi alimento ya desde antes de nacer madre sol, madre mujer madre tierra, madre viento. En mi sangre yo te siento viva, alegre y poderosa Dios te dio la misteriosa misión que no tiene fin tú me entregaste un jardín yo te devuelvo una rosa. Madre, cautiva de amores, en tu caudaloso río hemos olvidado el frío y tú olvidas los dolores. Hoy pintaré de colores la luna bajo tu piel te haré de un blanco papel un pequeño volantín

tú me entregaste un jardín yo te devuelvo un clavel. Madre, cuna de experiencia de las voces más vitales sensibles y naturales y de infinita paciencia. Mi presente ya es tu herencia que en tu alma bien lo atesores voy a enmendar los errores en aromas de jazmín tú me entregaste un jardín yo te devuelvo mis flores. Las olas de Cartagena (verso encuartetado)

Yo vi la muerte en un vaso y el mar en un caracol y todo el dolor del mundo adentro de un corazón. Vicente quedó en la altura como el amante vigía del horizonte que un día amaneció en su escritura. Cartagena, noble y pura te vas mostrando a mi paso tus aires me dan su abrazo

feliz por ti brindaré mas, me pregunto ¿por qué yo vi la muerte en un vaso? Muerte absurda hasta la esencia del hombre que se embrutece muerte que se le parece al olvido y a la ausencia. Aguas turbias de inconsciencia oscuridad en el sol caminando en tu arrebol atrapé en mi desconsuelo una estrella en el pañuelo y el mar en un caracol. Ay mar de tantas sorpresas de furia y calma a la vez hoy llegas justo a mis pies entre pícaras certezas. Me acorralo entre tus gruesas láminas de azul profundo y descubro en un segundo tus ángeles juguetones que saben de las pasiones y todo el dolor del mundo. Conocen también de paz y de familias inmensas sobreviven las ofensas


de nuestro impulso voraz. Aprenderemos quizás la milenaria lección su inteligencia es la acción que viene a nuestro rescate cuando el océano late adentro de un corazón. Despedida: Las olas de Cartagena se despiden calladitas para escuchar las benditas palabras de la ballena. ¿Dónde empezó la cadena de argumentos danzarines? Desde azulados confines las gigantes estelares volverán a nuestros mares a cantar con los delfines.

Tres veces tomé el papel

Tres veces tomé el papel y mi pluma transparente para encontrarme en la fuente de tus ojitos de miel. Mis dedos son el pincel en las líneas de tu palma mi conjuro nos ensalma y el mal desapareció la que te escribe, soy yo la que te dicta, es mi alma. Tres veces tomé el papel y mis palabras son dos en una carta veloz como un inquieto tropel. Infinito carrusel pintado de claroscuro voy descubriendo el futuro en tu carita sonriente han de limpiar el presente mis décimas de conjuro. Mis décimas de conjuro van del revés al derecho para quedarse en tu pecho donde hay refugio seguro.

Derribé tu blando muro con poético cincel fui escuchando el eco fiel de tu corazón bendito para hacer nuestro barquito tres veces tomé el papel. Soy una brujita buena que hago conjuros de amor hago olvidar el dolor la soledad y la pena. Deshago cualquier cadena del corazón y la piel y rezando por aquel que su realidad asuma tres veces tomé la pluma tres veces tomé el papel. Verso por nacimiento (décimas encuartetadas a lo divino)

Canta un canario en la gloria siete loycas y un pitío y un picaflor encendido canta con nueve palomas. En el lugar más sencillo ha nacido el niño Dios


donde el silencio es la voz que despierta un pajarillo. De blanco, azul y amarillo se va vistiendo la historia todos cantan de memoria la más dulce melodía junto a la Virgen María canta un canario en la gloria. En el portal de Belén con trajes de plata y oro los pajaritos en coro entonan su parabién. Luego llegaron también unos zorzales en trío en un tierno desafío cual de todos es mejor dos tencas, un ruiseñor, siete loycas y un pitío. También cantó una chicharra escondida en un rincón y el peuco con el halcón han escondido su garra. Las cuerdas de una guitarra son ramitas en el nido y con un negro vestido llega un tordo engalanado con la calandria a su lado

y un picaflor encendido. Con su elegante plumaje el tricahue y el choroy decían: aquí yo voy!!! a brindarle mi homenaje. Así es más lindo el paisaje entre los valles y lomas las celestiales salomas es delicioso escuchar... si la gaviota del mar canta con nueve palomas.


Todas las décimas son de autoría de Cecilia Astorga y las melodías anónimas, excepto “Vendimia de Colores”, cuya composición es de Marcelo Bustos. Guitarrón: Dangelo Guerra Percusión: Carlos Sotomayor G. Grabación y mezcla en Estudios Paraíso, por Francisco Aguilera, en abril de 2015 Masterización en estudios TOC música. Producción: Carlos Sotomayor González Agradecemos la gestión de Factoría Cultural

Diseño:


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