Copyright 2015 - ULAC Fondo Editorial de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (FEULAC) Paseo Enrique Eraso. Torre La Noria, pisos 1 y 2. Urb. San Román. Caracas, Venezuela. Déposito legal: Ifi17120153002144 ISBN: En proceso de tramites Este libro es una publicación arbitrada de la ULAC
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Consejo Directivo Rectora
Dra. Olga Durán de Mostaffá
Coordinador de Postgrado Dr. Julio Flores
Coordinadora del Doctorado en Patrimonio Cultural Dra. Jenny González Muñoz
Comité Editorial y Arbitraje Dr. Julio Flores Dra. Jenny González Muñoz Dr. Evelio Salcedo Dra. Zoila Rosa Ramírez Dr. Agustín Martínez Colección Francisco de Miranda - Volumen I Ser de imagen y de signo: Abordajes sobre el Patrimonio Cultural
Organizadora- Editora
Dra. Jenny González Muñoz
Diseño Editorial
Samuel Schoenberger
Digitalización
Fondo Editorial de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (FEULAC)
Corrección
Jenny González Muñoz Jenirée Marín
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Presentación Ser de imagen y de signo: Abordajes sobre el patrimonio cultural es la experiencia editorial que marca el inicio de la Colección Francisco de Miranda, del Fondo Editorial de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (FEULAC). Desde esta perspectiva, el lanzamiento de este nuevo desafío es un acontecimiento intelectual, que aspira el apoyo, el encuentro y la dinámica entre la Universidad, los investigadores y sus lectores, teniendo como propósito fundamental englobar el área del patrimonio cultural y expresiones del arte en su diversidad de manifestaciones y construcciones. En este sentido, FEULAC cumple con su objetivo de difundir la producción investigativa de docentes y participantes pertenecientes a los diferentes programas de postgrado de la Universidad Latinoamericana y del Caribe, con apertura a otros de distintas instituciones, por medio de publicaciones periódicas y programadas tanto físicas como digitales, que esperan promover con seriedad y rigor, la creación académica de este campo. Nuestras más firmes aspiraciones son constituir FEULAC en espacio de referencia de investigación científica, académica, transformadora, libre e innovadora, que apunte a la construcción colectiva de propuestas vinculadas con los trabajos de investigación de los participantes del Doctorado en Patrimonio Cultural, programa único en Venezuela y uno de los pocos del mundo, constituyendo un espacio para la proyección donde, desde la horizontalidad, puedan coexistir propuestas de experimentados profesionales con aquellos que están en ese camino, dando a conocer a los públicos lectores el arduo trabajo que desde la ULAC se lleva a cabo siguiendo las premisas de la calidad en función del mejoramiento académico del país. Finalmente, para nosotros es motivo de satisfacción y compromiso desde la ULAC y FEULAC continuar sumando esfuerzos para lograr contribuir desde todos los espacios con estas ineludibles y acertadas iniciativas. Así pues, extendiendo las más sinceras palabras de felicitación a participantes y cuerpo docente que ha hecho posible este interesante libro, invitamos a leer, analizar y reflexionar sobre todos y cada uno de los ensayos que a continuación les ofrecemos.
Dra. Olga Durán de Mostaffá Rectora Universidad Latinoamericana y del Caribe
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PRÓLOGO Cuando se habla de patrimonio se tiende a pensar en algo relacionado con el valor y la herencia, lo cual no está para nada desligado del verdadero concepto de dicha palabra. Pero si a ella le agregásemos lo cultural, estaríamos acercándonos a algo mucho más amplio, que tiene que ver con lo artístico y el cúmulo de saberes de los pueblos que engloban el planeta. Allí la diversidad juega un rol significativo, pues visibiliza las miles de posibilidades existentes para crear y construir desde los imaginarios colectivos, en franco arraigo con la memoria en la formación de identidades. No podemos dejar de lado el carácter pluricultural de la República Bolivariana de Venezuela, ya establecido en el Preámbulo de nuestra Carta Magna, y puesto en marcha desde el dinamismo cultural y étnico que nos ha ido configurando desde tiempos inmemoriales, pues bien es sabido que los pueblos ancestrales de ese “continente en expansión” que es el Abya Yala y, más allá su parte insular, ya tenían intercambios con otros de lejanas latitudes. De manera que este continente es la mezcla maravillosa de saberes y sabores, como ya han dicho por allí algunos autores, lo cual le imprime características real maravillosas, como diría Alejo Carpentier, sólo posibles en una territorialidad donde lo aparente y lo real suelen confundirse. La experiencia de estudiar diversos aspectos del patrimonio cultural, tanto material como inmaterial, o ambos en conjunto, abordada desde perspectivas no siempre vinculadas con el arte, por parte de las y los participantes del Doctorado en Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe, ha sido de enriquecimiento constante, pues su carácter transdisciplinario permite abrir espacios disímiles para al análisis, la interpretación y la reflexión de aspectos donde la cultura parece ser algo más que una sencilla construcción humana, para convertirse en “algo espiritual”, a decir en palabras del Mário Chagas. Uno de los ejemplos más significativos lo tenemos en Francisco de Miranda, quien no solo fuera precursor en el ámbito estratégico-militar, sino en su pensamiento globalizante que le permitió llegar a la pertinencia de la integración latinoamericana, siendo ésta geo-política, pero también, cultural. Nuestros pueblos han pasado por el mismo proceso traumático del genocidio conquistador y llevan en sus entrañas la sangre indígena que es, tanto heroica como presente, en cantidad de mitos, costumbres, tradiciones, lenguajes, fenotipos. Es por ello que, desde la Universidad Latinoamericana y del Caribe a través del Doctorado en Patrimonio Cultural, nos hemos dado a la tarea de homenajear al insigne Generalísimo al dedicarle la colección vinculada con esta parte del conocimiento humano, como un reconocimiento a la diversidad que nos hizo ver más allá de lo meramente nacional, sin dejar de lado nuestra venezolanidad, realzando nuestros saberes e identidad cultural. El libro Ser de imagen y de signo: Abordajes sobre el patrimonio cultural es una 7
experiencia que muestra el trabajo de participantes de nuestro programa de postgrado, en sus distintas sedes, y la proveniente de especialistas reconocidos en esta materia, lo cual permite brindar al público lector otras maneras de abordar temáticas patrimoniales, según los intereses de cada investigadora o investigador. La imagen es lo que muestra los saberes y las posibles interrogantes, mientras que el ser siendo signo va más allá de la exploración hacia consecución de propuestas cónsonas con las múltiples realidades. En la primera parte, “Aspectos del Patrimonio Cultural Material”, Sara de Atiénzar, Patricia Atiénzar, Andreina Guardia de Baasch e Inés Puente, participantes de la sede Valencia, nos hablan, respectivamente, de los paisajes urbanos de la Caracas y Valencia de los años 50 del siglo XX; la plazas de Valencia durante buena parte del siglo XIX; la memoria e identidad desde la ciudad industrial; y el bahareque como técnica constructiva digna de ser considerada patrimonio venezolano. Por su parte, María del Carmen Sánchez, de la sede Caracas, se adentra en Plaza Venezuela, lugar emblemático de la capital; Ysmery Tineo y Tivisay Guzmán, de la sede Cumaná, exploran, respectivamente, el significado cultural en el Liceo Antonio José de Sucre de dicha ciudad y la ontología de Santa María de la Cabeza, obra que vincula lo arquitectónico y lo simbólico de parte de la región sucrense. En esta sección contamos con Rafael Guedes Milheira, especialista arqueólogo y docente de la Universidad Federal de Pelotas, Rio Grande del Sur, Brasil, quien resalta aspectos vinculados con la preservación del patrimonio arqueológico concretamente en Pontal da Barra, y las problemáticas que el desarrollismo ha traído consigo. La segunda parte, “Sentires del Patrimonio Cultural Inmaterial”, entrega trabajos de participantes de Caracas: Raimundo Mijares, Carmen Cecilia Casas, Maury Abraham Márquez González y Gabriel Gómez, quienes abordan, respectivamente, esta temática desde enfoques bastante diferentes, siendo la Cruz de Mayo del Barrio Marín de la parroquia San Agustín de Caracas vista desde la tradición en la elaboración de un altar; la devoción de la Virgen del Carmen en la localidad de Güiria, estado Sucre, como espacio que apunta a la construcción de identidades; el biopatrimonio y los saberes comuneros ancestrales desde los píritu-cumanagoto; y la diversidad cultural entremezclada en la música venezolana e iraní. En la misma tónica de lo inmaterial, Sandra Bruzual, de la sede Cumaná, nos habla de la tradición oral como fuente para la construcción de la memoria cultural. Mientras los invitados especialistas José Marcial Ramos Guédez, renombrado historiador estudioso de las culturas afroamericanas, nos da una pedagógica muestra sobre los carnavales de El Callao, estado Bolívar; y Jenny González Muñoz, coordinadora y docente del Doctorado en Patrimonio Cultural, hace un esbozo sobre la pintura como soporte memorial de la cultura inmaterial y su importancia para entender mejor historias y promover interpretaciones. “Aportes desde el Patrimonio Cultural”, cierra la publicación y trata de aquellos abordajes que emergen con la finalidad de promover soluciones a ciertas problemáticas y mejorar aspectos que así lo precisen. En esta entrega Iris Salcedo e Irene Puigvert, ambas de la sede Caracas, ahondan respectivamente, la parroquia 8
Macarao de Caracas y la gestión cultural posible en esos espacios desde su tradicionalidad; y la radio como herramienta importante para contribuir con la educación sobre patrimonio al concienciar de manera eficaz. Mientras, Ana Ramos, de la sede Cumaná, nos entrega un texto que estudia la identidad cultural desde la imagen y el espectáculo. Los especialistas invitados son Gustavo Merino Fombona, primer egresado del Doctorado en Patrimonio Cultural y actual docente del mismo, quien muestra la gestión del patrimonio desde una experiencia concreta de trabajo vinculado a varios ejes socioculturales a implementarse en la ciudad de Caracas; y finalmente, los investigadores brasileños María Lucia Mendes de Carvalho, del Centro Estadual de Educación Tecnológica Paula Souza, de São Paulo, y Marcus Granato, del Museo de Astronomía y Ciencias Afines, de Rio de Janeiro, nos cuentan su experiencia con los objetos patrimoniales de Química, concretamente del Instituto Profesional Femenino de São Paulo, su re-significación y recuperación como bienes culturales e históricos. Para cerrar, la especialista brasileña Natália Martins de Oliveira Gonçalves, nos entrega una hermosa visión, desde la imagen, sobre el patrimonio ferroviario de Paranapiacaba, una villa inglesa del siglo XIX. Desde este rincón de letras, sueños y futuros, les invitamos a entran en el mundo del arte y el patrimonio, para entenderlo y sentirlo en su infinidad de significados. Agradecemos a participantes y docentes de nuestro doctorado, invitados especiales, miembros del comité editorial y a la ULAC por hacer posible este primer volumen, que esperamos sea uno de muchos. Dedicamos cada una de nuestras letras a Juan Amundarain, compañero de la segunda cohorte quien nos dejó para siempre su legado de esperanza.
Dra. Jenny González Muñoz Coordinadora Doctorado en Patrimonio Cultural ULAC
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ÍNDICE Presentación……………………………………………………………………………5 Prólogo…………………………………………………………………………………7
PRIMERA PARTE ASPECTOS DEL PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL Entre o desenvolvimentismo e a preservação do patrimônio. O caso do Pontal da Barra, no sul do Brasil, Pelotas-RS Rafael Guedes Milheira………………………………………………………………16 Los planes urbanos y la pérdida del patrimonio. La modernidad de Caracas y Valencia en 1950 Sara de Atiénzar………………………………………………………………………39 Plaza Venezuela: Paisaje del tiempo María del Carmen Sánchez……………………………………………………………55 Independencia y República en una plaza. Valencia 1821-1890 Patricia Atiénzar ………………………………………………………………………76 Una aproximación al significado cultural del Liceo Antonio José de Sucre, de Cumaná: Bien cultural de principios del siglo XX Ysmery Tineo Toledo……………………………………………………………………92 Memoria, identidad y progreso de la ciudad industrial de Venezuela Andreina Guardia de Baasch……………………………………………….…………114 El bahareque, patrimonio cultural de Venezuela Inés Y. Puente………………………………………………………………….………130 Ontología de Santa María de la Cabeza: La fortaleza Tivisay Guzmán ………………………………………………………………………144
SEGUNDA PARTE SENTIRES DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL El carnaval en El Callao, estado Bolívar José Marcial Ramos Guédez…………………………………………………………157 Múltiples miradas sobre el patrimonio cultural inmaterial Jenny González Muñoz………………………………………………………………167
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La elaboración del altar para la festividad de la Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas Raimundo Mijares …………………………………………………………….………187 La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la identidad cultural Carmen Cecilia Casas …………………………………………………………………206 Conucos, cayapas y cabañuelas: Biopatrimonio, saberes comuneros y tradiciones agro-culturales entre los píritu-cumanagoto de Venezuela Maury Abraham Márquez González ……………………………………….…………221 La oralidad como fuente para la construcción de la memoria cultural Sandra Bruzual ………………………………………………………………………244 Bandola y Barbat-taar: Patrimonio cultural venezolano e iraní Gabriel Gómez ………………………………………………………………………250
TERCERA PARTE APORTES DESDE EL PATRIMONIO CULTURAL Un modelo de gerencia y humanismo del patrimonio sociocultural caraqueño Gustavo Rafael Merino Fombona……………………………………………………267 Gestión del patrimonio integral: Parroquia Macarao, municipio Bolivariano Libertador Iris Salcedo …………………………………………………………………………285 Identidad cultural: Imagen y espectáculo Ana Isabel Ramos ……………………………………………………………………298 Micros radiales para la educación en patrimonio cultural: Una mirada desde el universo simbólico emocional del ser humano Irene Puigvert …………………………………………………………………………314 Objetos de ensino de Química no Instituto Profissional Feminino (SP), Brasil (1934 – 1939) Maria Lucia Mendes de Carvalho y Marcus Granato…………………………………332 Geografía del Cimarronaje hacia la visibilización del Patrimonio Cultural Afrodescendiente en el MERCOSUR Juan Carlos Piñango Contreras ………………………………………………………353
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ENSAYO VISUAL Paranapiacaba, uma vila inglessa no Brasil: fuligem, ferrugem e modernidade na serra do mar Natália Martins de Oliveira Gonçalves………………………………………………361
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PRIMERA PARTE ASPECTOS DEL PATRIMONIO CULTURAL MATERIAL
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Entre o desenvolvimentismo e a preservação do patrimônio. O caso do Pontal da Barra, no Sul do Brasil, Pelotas-rs por: Rafael Guedes Milheira 1 Resumo Este trabalho trata de um contexto conflitivo que envolve o banhado do Pontal da Barra, localizado na praia do Laranjal, na cidade de Pelotas, Estado do Rio Grande do Sul, Brasil. A situação tem colocado, de um lado, os empreendedores e proprietários de um projeto de loteamento residencial, e, de outro lado, ambientalistas (ecólogos, biólogos, advogados, professores, arqueólogos, políticos, antropólogos e historiadores), e membros de coletivos locais (em geral, moradores da localidade do Pontal da Barra), que se uniram em prol da preservação do banhado do Pontal da Barra. No local, situam-se espécies de animais ameaçadas de extinção, coletivos de pescadores tradicionais, sítios arqueológicos e áreas úmidas de importância singular para a manutenção do ecossistema da várzea do Canal São Gonçalo. Embora seja um conflito de âmbito local, o caso do Pontal da Barra ultrapassa a esfera local e expõe uma série de problemas da política ambiental e patrimonial do Brasil, sendo um estudo de caso exemplar, que permite partir do conflito político local e abordar a estrutura global de repressão do Estado Nacional brasileiro. Além de avaliarmos a situação atual do processo do Pontal da Barra, sob a ótica do patrimônio arqueológico, nosso intuito é também denunciar as más práticas de gestão do patrimônio e apontar medidas de preservação da Paisagem Cultural.
Palavras-chaves
Patrimônio cultural Arqueologia Gestão do patrimônio Pontal da Barra, Cerritos
Introdução Este trabalho trata de um contexto conflitivo que envolve o banhado do Pontal da Barra, localizado na praia do Laranjal, na cidade de Pelotas, Estado do Rio Grande do Sul, Brasil. Esse conflito tem colocado, de um lado, os empreendedores e proprietários de um projeto de loteamento residencial, e, de outro lado, os ambientalistas (ecólogos, biólogos, advogados, professores, arqueólogos, políticos, antropólogos e historiadores), e membros de coletivos locais (em geral, moradores da localidade do *
1. Professor do Bacharelado em Antropologia/Arqueologia e do Programa de Pós-graduação em Antropologia da Universidade Federal de Pelotas. Professor do Programa de Pós-graduação em Patrimônio Cultural da Universidade Federal de Santa Maria. Coordenador do Laboratório de Ensino e Pesquisa em Antropologia e Arqueologia (LEPAARQ/UFPel) -
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Pontal da Barra, que atuam como pescadores tradicionais), que se uniram em prol da preservação do banhado do Pontal da Barra, onde se situam espécies animais ameaçadas de extinção, coletivos de pescadores tradicionais, sítios arqueológicos e uma área úmida de importância singular para a manutenção do ecossistema da várzea do Canal São Gonçalo. A união desses diferentes atores ocorre através da articulação de um coletivo social chamado Movimento Pontal Vivo. O caso do Pontal da Barra expõe, há mais de vinte anos, de um lado, o interesse desenvolvimentista que busca a construção de um loteamento popular com centenas de terrenos a serem demarcados e vendidos. É um projeto de interesse unilateral que visa ao lucro capital e que tem se mostrado completamente indiferente aos interesses coletivos e à opinião pública sobre o banhado do Pontal da Barra. Esse empreendimento vem sendo projetado e realizado desde meados dos anos 1980, contando com várias Licenças Ambientais dos órgãos públicos responsáveis. Essas licenças têm sido altamente criticadas pelo Ministério Público Federal brasileiro com base em laudos científicos tecnicamente elaborados. Várias delas foram utilizadas como estratégias para a concretização do projeto de urbanização do banhado do Pontal da Barra, desde a projeção de loteamentos residenciais até a criação de um hotel do tipo resort. Os discursos midiaticamente divulgados no intuito de convencer a opinião pública, os gestores públicos e os técnicos dos órgãos de proteção ambiental e patrimonial também oscilam entre: o fortalecimento do turismo local, a urbanização ordenada para evitar a favelização do espaço, o aquecimento do comércio local e a incrementação da infraestrutura urbana para as áreas adjacentes. A área a ser urbanizada corresponde a um espaço de, aproximadamente, 1,6 km por 1 km, relativa a uma área de 1,6 km². O projeto de loteamento residencial, ainda em tramitação em diversas instâncias da gestão pública, tem uma área total de 163,63ha, correspondendo a 2268 lotes, sendo respeitados: 5,13 ha de Área Institucional; 9,80 ha de Área Verde; 11,86 ha de Área de Lazer; 3,86ha de Matas Nativas e 9,75 ha de Áreas de Arborização das Ruas. Além disso, no banhado do Pontal da Barra, existe uma Reserva Particular do Patrimônio Natural (RPPN) com uma área de 65,33 ha, que também não será loteada.
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Figura 1. Imagem de satélite da localidade do Pontal da Barra, indicando a delimitação do empreendimento em projeção e locação dos Cerritos.
Do outro lado, um movimento social que articula diferentes segmentos da sociedade pelotense, que visa à preservação do patrimônio cultural e ambiental. Além dos sítios arqueológicos, o movimento busca também a preservação do banhado do Pontal da Barra e de toda a sua diversidade de fauna e flora, suas mais de 500 espécies de animais, alguns deles em ameaça grave de extinção, como é o caso dos peixes anuais - Austrolebias nigrofasciatus e Austrolebias wolterstorffi. O Movimento luta, também, em prol da preservação do banhado por uma questão de proteção social e urbana, pois, frequentemente, o bairro do Valverde, englobado pela localidade do Pontal da Barra, sofre com alagamentos e inundações causadas pela elevação repentina do nível da laguna dos Patos, o que causa perdas materiais aos coletivos humanos locais. Da mesma forma, o Movimento sensibiliza-se com a comunidade de pescadores artesanais do Pontal da Barra, cuja atividade pesqueira embasa a identidade comunitária de coletivos específicos do Pontal da Barra (NEBEL, 2014). O banhado do Pontal da Barra é o palco de um conflito assimétrico, que envolve diferentes atores sociais, cujos interesses e preocupações ultrapassam a unilateralidade. É um conflito bastante comum na contemporaneidade, visto que tem sido cada vez mais frequentes os embates que envolvem o uso de espaços geográficos de diferentes escalas para a construção civil diante dos interesses de preservação de ambientes ecológicos e de áreas de patrimônio cultural, que remetem ao passado de sociedades nativas e ao presente de coletivos tradicionais.
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É exatamente nesse ponto que o presente trabalho busca dar sua contribuição à discussão sobre patrimônio cultural. Pretendemos apresentar uma caracterização que observa os sítios arqueológicos em articulação à paisagem circundante. Ademais, buscaremos demonstrar como o contexto arqueológico deve ser entendido e, portanto, preservado em consonância com a legislação de proteção ao patrimônio arqueológico no Brasil e com os interesses coletivos envolvidos no palco dos conflitos: o banhado do Pontal da Barra.
Pontal da Barra: o palco dos conflitos O Pontal da Barra situa-se no litoral do município de Pelotas, estado do Rio Grande do Sul, no extremo sul do Brasil. É uma localidade às margens da laguna dos Patos, inserida na praia do Laranjal, correspondendo a parcelas do balneário Valverde e de Santo Antônio, lugares que vem sendo, paulatinamente, ocupados como área de moradia desde, pelo menos, os anos 1950. De acordo com Oliveira (1993 apud CRUZ, 2008), a urbanização da Praia do Laranjal que, por volta do ano de 1800, era centro de produção e escoamento de trigo, teve início em 1946, quando a família Assumpção, dona daquela área, decidiu doar terrenos para a prefeitura. Desta oferta resultou a construção de uma praça pública, de um posto policial e de um restaurante, já visando atender aos que buscassem repouso na praia do Laranjal. Segundo Costa (2007 apud CRUZ, 2008), o primeiro loteamento do balneário Santo Antônio foi demarcado por volta do ano de 1950, no que, atualmente, corresponde à porção noroeste deste balneário. Nessa época o arroio Pelotas, cujo baixo curso disseca o caminho entre o centro urbano e o balneário, era transposto por meio de uma balsa. Segundo Cruz (2008, p. 9), pouco tempo depois, iniciou-se a construção do loteamento do balneário Valverde, que se fundiu, nos anos 1970, ao balneário Santo Antônio. Atualmente, segundo Oliveira (1993) e Cruz (2008), os balneários Santo Antônio e Valverde apresentam a maior concentração demográfica e maior infraestrutura urbana entre as praias do Laranjal. Esse fator tem trazido graves consequências ao patrimônio ambiental e cultural, com a perda de áreas verdes, deposição gradativa e desregrada de resíduos domésticos, ocupação irregular de áreas que deveriam ser consideradas de preservação permanente, entre outros fatores degradantes. Através da composição das imagens aerofotogramétricas destacadas a seguir (FIGURA 02) e do mapa (FIGURA 03), pode-se observar o desenvolvimento urbanístico da praia do Laranjal desde o ano de 1953 até o ano de 2004, envolvendo ambos os balneários. Fica evidente, através deste levantamento de imagens, que o crescimento ocorreu de forma intensiva em direção ao Pontal da Barra (ao sul), onde ainda são resguardadas áreas verdes limitadas e circunscritas.
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Figura 2: Evolução da urbanização nos balneários Santo Antônio e Valverde – Praia do Laranjal. Fonte: levantamento aerofotogramétrico / Agência da Lagoa Mirim e Prefeitura Municipal de Pelotas, 2006. Modificado de Cruz (2008, p. 8)
Figura 3: Evolução dos loteamentos nos balneários Santo Antônio e Valverde – Praia do Laranjal. Fonte: Editado por LabTec i. a. / UCPel, a partir de Agência da Lagoa Mirim e Prefeitura Municipal de Pelotas, 2007. Modificado de Cruz (2008, p. 9)
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O Pontal da Barra corresponde a uma extensão da praia do Laranjal que se configura, morfologicamente, como uma ponta de areias quartzosas. É onde se situa a desembocadura do canal São Gonçalo, por onde adentram as águas da Laguna dos Patos no período do verão. O lugar, segundo Cruz (2008) é um remanescente de um dos ecossistemas mais importantes da região. O banhado: Em termos ambientais, e de forma geral, essa importância gira em torno de sua significante participação nos ciclos naturais [por exemplo: o da água e o do carbono], da imensa biodiversidade típica desses ecossistemas, e do controle que exercem nas áreas vizinhas, principalmente com relação à dinâmica hídrica e sedimentológica (SEELIGER, 1998). [...] Ambientalmente, além da importância geral dos banhados, o Pontal da Barra guarda em sua biodiversidade espécies animais endêmicas, serve de abrigo e local de reprodução para aves migratórias, e reduz os efeitos da poluição e do assoreamento na Laguna dos Patos e no Canal São Gonçalo (CRUZ, 2008, p. 11-14).
Figura 04: Vista aérea da várzea do canal São Gonçalo, indicando a localização do Pontal da Barra, à margem da laguna dos Patos.
A cobertura vegetal no Pontal é formada, principalmente, por uma vegetação paludosa, típica de banhados, que pode ser descrita como uma formação pioneira, dominada por ciperáceas (Scirpus spp, Cladium jamaicensis Crantz, Cyrpus californicus, Cyperus giganteus Vahl.), conhecidas popularmente como juncais. Além disso, no banhado do pontal ocorrem alguns capões de mata nativa em avançado grau de degradação, pois é muito comum a exploração das mudas nativas para a comercialização, assim 21
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como para a venda de lenhas e de outros tipos de plantas para jardins. Outro fator que vem debilitando intensamente a cobertura vegetal do pontal é a criação de gado, atividade pastoril que, de longa data, trouxe impactos visíveis ao banhado, pois, em algumas áreas que antigamente eram juncais e mata nativa, há, atualmente, apenas uma cobertura vegetal de gramíneas, o que transformou áreas alagadas em campos. O banhado do Pontal da Barra funciona como uma ferramenta natural de controle hidrológico que regula, portanto, o aumento das águas da laguna dos Patos. No bairro Valverde, em média, a cada quatro anos, ocorrem tragédias relativas aos alagamentos causados pelos fenômenos naturais (mudança do vento, por exemplo), mas, amplamente agravadas pela supressão do banhado. Nessas ocasiões, os moradores do bairro perdem suas casas, que ficam alagadas e com seu mobiliário destruído, colocando as pessoas em perigo de morte. Além disso, o frequente aterramento do banhado vem causando mais um problema relativo aos animais peçonhentos que adentram as residências familiares devido ao seu hábitat natural estar sendo destruído pelos caminhões, retroescavadeiras e, até mesmo, fogo criminoso. Sem outra opção, os animais fogem para as áreas não atingidas momentaneamente, como os pátios das casas e terrenos baldios.
Figuras 5 a 7: a) depósito de lixo irregular no banhado; b) fogo criminoso ateado ao banhado do Pontal da Barra no ano de 2010: cena que se repete frequentemente; c) máquinas aterrando o banhado para construção do loteamento. Fotos: Acervo: Pontal Vivo.
A projeção do loteamento residencial irá trazer um grande impacto também à biodiversidade ambiental, pois, além da vegetação típica de banhado, importante para o ecossistema lagunar, são conhecidas, pelo menos, duas espécies de peixes sazonais ameaçados de extinção, os quais se encontram criticamente em perigo: Austrolebias nigrofasciatus e Austrolebias wolterstorffi (ROSA E LIMA, 2008). Além dos peixes, várias espécies de aves correm o mesmo risco (MAURICIO e DIAS, 2000). Neste sentido, além da ameaça de degradação do patrimônio arqueológico, a perda da biodiversidade animal e vegetal e os danos sociais são aspectos negativos da urbanização do espaço do Pontal da Barra. Historicamente, essa localidade vem sofrendo pressões antrópicas e, além de estudos detalhados da riqueza patrimonial cultural da localidade, ações políticas têm sido realizadas para frear os empreendimentos, no intuito de proteger esse remanescente ambiental, que já foi integrado na identidade dos moradores locais. 22
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Pontal da Barra: histórico de conflitos, histórico de lutas e resistência A história do Pontal da Barra está atrelada a um amplo processo de resistência. Em primeira escala, a própria comunidade de moradores da Colônia de Pescadores do local resiste às estratégias da administração pública do município de Pelotas para a sua mudança. Desde os anos 1970, a comunidade de pescadores, atualmente com 60 famílias oriundas de várias localidades da orla da laguna dos Patos onde a pesca é tradicional (Colônia Z3, Ilha da Feitoria, Ilha de Sarangonha, Ilha do Pesqueiro), luta pela sua permanência no Pontal contra todas as políticas de pressão para sua retirada. Se, hoje, os moradores do Pontal da Barra podem usufruir de uma infraestrutura básica, como água encanada e luz, foi a união comunitária e a postura coletiva de permanência e resistência que permitiu a sua manutenção e a conquista de melhorias. Por consequência, resistiram e resistem à marginalização e à invisibilidade comumente auferidas às zonas ribeirinhas do Brasil, onde habitam comunidades de pescadores tradicionais. Resistiram ao descaso do poder público, que argumentava devido ao fato de a comunidade estar localizada em terreno de marinha e em área de preservação ambiental. No entanto, segundo relatos etnográficos obtidos por Nebel (2014), essa argumentação seria claramente uma estratégia do poder público em evitar a consolidação da comunidade e a criação de uma “favela” no local (NEBEL, 2014).
Figura 8: Vista panorâmica da comunidade de Pescadores do Pontal da Barra. Foto: Nebel (2014, p. 52).
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Porém, mesmo resistindo, parte dos pescadores tradicionais que habitavam a orla da laguna dos Patos, nas imediações do Pontal da Barra, foi deslocada compulsoriamente de suas casas por ordem judicial, entre os anos de 2010 e 2011. Tratava-se da Vila de Pescadores do Trapiche, uma pequena comunidade anexa ao Pontal da Barra, com 30 famílias que se alojaram na orla da praia do Laranjal. Essas famílias tratadas, judicialmente, como “posseiros”, “invasores” e foram responsabilizados pelo “enfeiamento da paisagem” e por estarem acelerando o processo de deterioração do ambiente de banhados do Pontal da Barra. Por este motivo, foi aberta uma ação judicial movida pela Prefeitura Municipal de Pelotas, para a retirada dessas famílias (RUAS 2012). Segundo Nebel (2014), com a deslocação compulsória, elas foram realojadas em outras partes da cidade de Pelotas, a distâncias expressivas da orla da laguna, o que lhes têm causado enormes problemas, hoje, desde dificuldades de identificação social com os novos lugares, até a manutenção do sustento de suas famílias, visto que era a prática da pesca sua atividade de geração de renda. Ainda de acordo com Nebel (2014), esse processo é típico das ações administrativas de “desterritorialização” e “gentrificação”, o que envolve a retirada de comunidades de baixa renda, nesse caso, de pescadores tradicionais, para a chamada “revitalização do espaço”. Nesse caso, a “revitalização” atende a uma demanda privada, cujo impacto sobre o ambiente de banhados será devastador . Esse é, nitidamente, um caso em que o Estado lança mão de seu aparato repressor jurídico a serviço de empresas privadas, com interesses particulares, que visam ao lucro.
Figura 9: Vila de Pescadores do Trapiche. Foto retirada de Nebel (2014, p. 64).
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Em segunda escala, há um movimento de ambientalistas e simpatizantes do Pontal da Barra que atua desde o princípio do planejamento do loteamento Pontal da Barra. Nos anos 1980 e 1990, um grupo formado por ecólogos e biólogos da cidade de Pelotas ativou ações públicas e judiciais contra o empreendimento. No entanto, a falta de subsídios técnicos, naquele momento, foi favorável à legalização do empreendimento, o que permitiu à FEPAM (Fundação Estadual de Proteção Ambiental) licenciar as obras. Entre o final dos anos de 1990 e 2000, poucos foram os movimentos em defesa do Pontal da Barra, o que coincidiu com um resfriamento da economia local e, por conseguinte, com a estagnação parcial das obras de construção do loteamento (RUAS 2012). Somente com a identificação dos sítios arqueológicos e de espécies ameaçadas de extinção houve uma retomada de ações públicas e judiciais. Isto porque, esses dados demonstram a grande importância do Pontal como espaço de memória histórica e arqueológica, bem como um nicho ecológico de alta biodiversidade, Inicialmente, as ações junto aos órgãos de defesa do meio ambiente e do patrimônio cultural brasileiro foram realizadas separadamente, porém, os sujeitos envolvidos passaram a constituir, a partir do ano de 2011, um coletivo político em defesa do banhado, conhecido como “Movimento Pontal Vivo”. Esse movimento atua de maneira autônoma, sem vinculações partidárias, interagindo através de redes sociais, reuniões presenciais para tomada de decisões e ações públicas, como protestos, exposições de fauna e flora e materiais arqueológicos que compõem o patrimônio ambiental e cultural do Pontal. Além de ações públicas que buscam sensibilizar a sociedade pelotense sobre a importância do Pontal da Barra, o Movimento Pontal Vivo organizou dois seminários nos anos de 2012 e 2014. Esses eventos foram de cunho acadêmico, mas tiveram ampla repercussão social. Deles participaram técnicos, ambientalistas e representações políticas locais, no intuito de discutir os aspectos legais do empreendimento, publicizar o patrimônio ambiental e cultural e pensar em estratégias de resistência e luta contra a destruição do banhado do Pontal da Barra.
Figura 10: foto de membros do “Movimento Pontal Vivo” em uma ação de protesto em defesa do banhado do Pontal da Barra. Acervo: Pontal Vivo.
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O Movimento Pontal Vivo foi responsável - através de protestos, denúncias e fiscalização em campo - pela ativação de ações junto aos órgãos públicos como FEPAM e IPHAN (Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional), como, até mesmo, junto ao Ministério Público Federal. Atualmente, as obras do loteamento Pontal da Barra estão embargadas por ordem judicial, até que as atividades de peritagem sejam realizadas no local com o objetivo de subsidiar tecnicamente novas decisões judiciais. Além disso, junto ao IPHAN foi aberto um processo de Chancela de Paisagem Cultural, cuja aprovação pode definir a preservação integral do banhado do Pontal da Barra. O conceito de Paisagem Cultura vem sendo empregado como uma ferramenta importante em defesa do patrimônio cultural brasileiro em alguns contextos patrimoniais singulaers. A Paisagem Cultural é: uma porção peculiar do território nacional, representativa do processo de interação do homem com o meio natural, à qual a vida e a ciência humana imprimiram marcas ou atribuíram valores. Diante das transformações contemporâneas e inevitáveis das formas de vida e paisagens do mundo, alguns lugares devem ser assinalados pela relação singular estabelecida entre o homem e a natureza (...). Nesse caso, A chancela de Paisagem Cultural busca assinalar a diversidade de relações que o homem estabeleceu com seu meio, criando cenários de vida que diferenciam os lugares e por isso, testemunham a inteligência, a criatividade e contribuem para a riqueza humana. É preciso estabelecer o entendimento de que a uniformização das paisagens significa o empobrecimento dos cenários de vida e da alma humana. O reconhecimento e a perpetuação de contextos singulares busca a igualdade na diferença, o equilíbrio pela diversidade, a compreensão de cada um pela existência do outro (WEISSHEIMER, 2010).
O Patrimônio Arqueológico do Pontal da barra: os cerritos No banhado do Pontal da Barra, na beira do canal São Gonçalo e da Laguna dos Patos, foi identificado um complexo de 18 cerritos, os quais se encontram ameaçados pelo empreendimento imobiliário em questão. Os cerritos são sítios arqueológicos que se configuram por serem aterros construídos, predominantemente, com terra e diferentes tipos de vestígios de cultura material: restos de fauna, instrumentos líticos e fragmentos de cerâmicos, estruturas de fogueiras e enterramentos humanos. Além de serem encontrados na bacia hidrográfica da laguna dos Patos, os cerritos se encontram no Sul da América do Sul, distribuídos nas porções Leste e Norte do Uruguai, Sul do Brasil (Rio Grande do Sul) e na porção Nordeste da Argentina, ocorrendo, predominantemente, no bioma Pampa, em ambientes alagadiços com datações que oscilam entre 4500 anos A.P. e 200 anos A.P. (LOPEZ MAZZ e BRACCO, 2010). Sinteticamente, podemos dizer que os cerritos são pensados como áreas de sepultamentos, demarcadores territoriais, bem como áreas de descarte de refugo, praças centrais das aldeias e, acampamentos de pesca e plataformas arquitetônicas erguidas para a habitação em áreas alagadiças. Além disso, os aterros são vistos como 26
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monumentos que remontam à memória histórica e à identidade social contemporânea dos índios pampeanos, cujas interpretações mais recorrentes correlacionam a construção e o uso dos cerritos às ocupações dos índios Charrua-Minuano (SCHMITZ, 1976; BASILE-BECKER, 1992; LOPEZ MAZZ e BRACCO, 2010).
Figura 11:- Remanescentes Charrua, século XIX, Uruguai.
As datações radiocarbônicas apontam que a ocupação do Pontal da Barra ocorreu desde, em média, 2500 anos A.P., até, pelo menos, 1200 anos A.P., sugerindo ser uma ocupação indígena bastante antiga e permanente que perdurou por aproximadamente 1300 anos (MILHEIRA, 2013). As escavações arqueológicas no entorno dos cerritos e análises de vestígios botânicos provenientes do sedimento de um dos cerritos denominado PSG-01, revelaram que o ambiente no período de ocupação deveria ser mais úmido, o que sugere que o banhado seria mais denso do que na atualidade (SOARES 2014). Isso leva a crer que os ocupantes dos cerritos teriam um ambiente mais encharcado, configurando vias de acesso entre os diferentes nichos ecológicos que compõem a várzea do canal São Gonçalo, possibilitando a mobilidade dos cerriteiros.
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Figuras 12 e 13: imagem aérea (adaptada de SOARES 2014) e vista panorâmica do Pontal da Barra em épocas de cheia (foto do autor), em que fica evidente a importância da área alagada no entorno dos cerritos e que permitiria mobilidade e circulação pelo ambiente lagunar.
Os cerritos do Pontal da Barra parecem ter sido construídos como plataformas elevadas para moradia em ambientes alagados, visto que os mesmos se localizam em áreas topograficamente mais elevadas. Porém, a função dessas estruturas de aterro não se limitava apenas a moradias. A análise química do sedimento do cerrito PSG-02 apontou um grande potencial agrícola do montículo e estudos iniciais de arqueobotânica, já realizados, permitiram a identificação de plantas que poderiam ter sido manejadas para consumo (SOARES 2014). Os indícios de caça e pesca, por outro lado, nos permitem ter clareza da importância dos animais vertebrados na dieta alimentar. São muito frequentes, em primeiro lugar, vestígios ósseos de peixes da laguna dos Patos, como corvina (Micropogonias furnieri) e bagre (família Ariidae) e, até mesmo, a miraguaia (Pogonias cromis), cuja espécie era comumente encontrada na laguna há 40 ou 50 anos atrás, sendo rara sua presença na atualidade. São normalmente encontrados, também, ossos humanos que remetem a sepultamentos. Esses sepultamentos denotam um aspecto simbólico, portanto, dos montículos de terra que reforçam a ideia de que esses aterros não são apenas moradias, tampouco apenas acampamentos de pesca lacustre. Em nosso entendimento, é possível apontar que esses cerritos seriam multifuncionais, sendo usados como áreas de moradia, túmulos, acampamentos de pesca e, possivelmente, como áreas de plantio, interpretação que ainda carece de mais dados empíricos. 28
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Figura 14: (01) banhado do Pontal da Barra com capão de mato típico de onde se localizam os cerritos; (02) perfil estratigráfico retificado no cerrito PSG-02; (03) escavação arqueológica no topo do cerrito PSG-02; (04) osso de peixe identificado no cerrito PSG-04; (05) fragmento de cerâmica com decoração escovada identificada no cerrito PSG-04; (06) material lítico polido identificado no cerrito PSG-02; (07) mandíbula humana associada a pingente em dente de golfinho no cerrito PSG-02.
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Danos causados aos cerritos do Pontal da Barra pelo loteamento No ano de 2009, foi feito um levantamento sistemático para a composição de um diagnóstico e prospecção arqueológica, em atendimento à legislação. Trata-se do Programa Arqueológico de Diagnóstico e Prospecção na região do Pontal da Barra, Pelotas – , protocolado na 12ª Superintendência Regional do IPHAN (Processo IPHAN nº 01512.000814/2009-83) e autorizado por este órgão (Portaria IPHAN n. 8, de 13 de outubro de 2009). Este programa buscou atender a legislação referente aos empreendimentos imobiliários em área de interesse arqueológico2 (CERQUEIRA, MILHEIRA e ALVES, 2009). Com a realização de relatório, foi possível averiguar o real potencial de pesquisa científica do Pontal da Barra e avaliar o impacto arqueológico e ambiental a que o Pontal da Barra está sujeito com a construção do loteamento. Como forma de minimizar o impacto e resguardar, pelo menos, os sítios arqueológicos, naquele momento foi sugerido ao IPHAN uma série de condicionantes para o desenvolvimento do empreendimento. Essas sugestões foram acatadas pelo instituto, que, por sua vez, obrigou os empreendedores a realização de atividades de: cercamento e sinalização dos sítios arqueológicos; monitoramento arqueológico em todas as etapas das obras do empreendimento; atividades de educação patrimonial; resgate arqueológico dos sítios. Ficou evidente, com esse levantamento, que aqueles sítios localizados mais próximos de onde já existe a urbanização do bairro Valverde, estão mais impactados, devido às atividades de exploração dos cerritos para retirada de terra preta e minhocas. É sabido e de cunho público que membros residentes no bairro Valverde vêm, sistematicamente, explorando os sítios arqueológicos para comercialização irregular do sedimento de composição orgânica e húmica que os compõe. Dessa forma, retiram seu sustento familiar da exploração econômica ilegal dos sítios arqueológicos. Além da exploração de terra preta dos sítios, na área dos cerritos, por serem praças e terrenos com mata, ocorre a deposição frequente de lixo doméstico e restos de construção no espaço dos sítios arqueológicos, causando sérios danos à integridade dos sítios arqueológicos. Essa deposição irregular de lixo também é causada por moradores do bairro Valverde. Tais problemas já foram apontados, também, pelo relatório técnico circunstanciado, enviado ao IPHAN, de autoria de Vicroski (2012): Ao mesmo tempo em que verificamos o perfeito estado de conservação de alguns sítios, também registramos o impacto já gerado a determinadas áreas, em decorrência do *
2. Conforme a Resolução CONAMA 01/86, Resolução CONAMA 237/97, Lei n. 3.924, de 26/07/1961, Constituição Federal de 1988 (Artigo 225, Parágrafo IV), Portaria IPHAN/MinC 07, de 01/12/1988, Portaria IPHAN/MinC 230, de 17/12/02. Da mesma forma, buscou-se com esse trabalho atender as orientações da Portaria IPHAN/MinC 230, de 17/12/02 e os Critérios técnico-científicos utilizados pelo IPHAN/RS para avaliação dos diagnósticos arqueológicos em processos de licenciamento ambiental no âmbito do patrimônio cultural (Versão 06/07/09).
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descarte irregular de resíduos sólidos, escavações para retirada de solo húmico, areia e plantas nativas como coqueiros e figueiras para comercialização por parte da população local (Ver figura 3). No entanto, não foram observadas alterações decorrentes de obras de engenharia sobre as áreas dos cerritos (VICROSKI, 2012, p. 21).
Figuras 15 e 16: Descarte de resíduos sólidos e escavações irregulares no sítio PSG-03 Valverde 03. Fotos retiradas de Vicroski (2012, p. 22).
Além das irregularidades apontadas por Vicroski (2012), no que diz respeito ao depósito de resíduos sólidos, extração de terra e de vegetais para comercialização ilegal, foram observadas alterações decorrentes de obras de engenharia sobre as áreas dos cerritos, ao contrário do que diz o autor do relatório supracitado. É notória a impactação de sítios, como no caso do PSG-03, onde ocorreu a construção de uma das vias urbanas do loteamento, em que a vala de escoamento sanitário da rua destruiu grande parte do setor leste do cerrito. Esse cerrito é um exemplo do descaso com relação à preservação do patrimônio arqueológico, visto que sofreu dano estrutural assim, como a área se tornou um depósito de lixo e de restos de obras. Da mesma forma, é clara a impactação sofrida pelo cerrito PSG-04, devido às obras de drenagem dos terrenos do bairro.
Figura 17: Localização do cerrito PSG-04 e indicação do aterro gerado pela abertura da vala de escoamento no limite do terreno. Fica evidente que o aterro certamente impactou o entorno do cerrito, colocando em risco estruturas anexas que compõem o sítio arqueológico.
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Após a avaliação do estado de conservação altamente degradado em que os cerritos se encontram, tanto as autoridades como os proprietários, já foram avisados, porém nada foi feito a respeito. Embora os donos sejam os responsáveis pela guarda do patrimônio arqueológico, eles alegam que o cuidado dos sítios arqueológicos depende da presença policial. De outro lado, o poder público alega não ter condições de fiscalizar as ações de retirada de terra dos sítios e deposição de lixo. No entanto, ambas as posições frente aos sítios arqueológicos ferem a Lei 3.924 de 26 de julho de 1961, que deixa clara a responsabilidade para com o patrimônio arqueológico: “Art 1º Os monumentos arqueológicos ou pré-históricos de qualquer natureza existentes no território nacional e todos os elementos que neles se encontram ficam sob a guarda e proteção do Poder Público, de acordo com o que estabelece o art. 175 da Constituição Federal Art 3º São proibidos em todo o território nacional, o aproveitamento econômico, a destruição ou mutilação, para qualquer fim, das jazidas arqueológicas ou préhistóricas conhecidas como sambaquis, casqueiros, concheiros, berbigueiras ou sernambis, e bem assim dos sítios, inscrições e objetos enumerados nas alíneas b, c e d do artigo anterior, antes de serem devidamente pesquisados, respeitadas as concessões anteriores e não caducas. Art 5º Qualquer ato que importe na destruição ou mutilação dos monumentos a que se refere o art. 2º desta lei, será considerado crime contra o Patrimônio Nacional e, como tal, punível de acordo com o disposto nas leis penais. Parágrafo único. O proprietário ou ocupante do imóvel onde se tiver verificado o achado, é responsável pela conservação provisória da coisa descoberta, até pronunciamento e deliberação da Diretoria do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional” (grifo nosso). Fica evidente que a urbanização do bairro Valverde e do banhado do Pontal da Barra foi a principal responsável pela destruição parcial de seis dos 18 cerritos identificados no Pontal da Barra. Logo, se a urbanização avançar, seguindo a projeção do loteamento, conforme o que foi aprovado pela licença de instalação vigente, os demais sítios arqueológicos, mesmo que venham a ser cercados, irão ser explorados e destruídos a médio e longo prazo. Nesse sentido, entendemos, após anos de estudos e diversas intervenções arqueológicas realizadas, que mesmo se as condicionantes propostas pelo IPHAN para a legalização do empreendimento forem seguidas, o contexto arqueológico do Pontal da Barra nunca será integralmente preservado. Essas condicionantes, no entanto, irão apenas garantir a preservação e o estudo dos cerritos em si, sem levar em conta as estruturas ao seu redor e, sobretudo, da paisagem cultural e ambiental que cerca os cerritos. Sugerimos, portanto, que seja preservado todo o ambiente do Pontal da Barra logo, sem que o loteamento em questão venha a 32
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ser construído. Devido à sinergia entre o ambiente natural, o patrimônio arqueológico e as comunidades que habitam naquele espaço, o banhado do Pontal da Barra deve ser pensado como uma Paisagem Cultural, um espaço ambiental socializado desde o período pré-colonial. Ele deve ser encarado como um sítio arqueológico de ampla escala, que integra patrimônio cultural e ambiental de maneira holística, devendo, sem sombra de dúvidas, ser preservado em sua integridade devido à sua singularidade histórica. Além do fator econômico, que coloca a paisagem circundante aos cerritos como um fator fundamental de estudo, a paisagem é um elemento de pesquisa também por conta das estruturas que se correlacionam aos sítios. São conhecidas, na literatura arqueológica, estruturas que compõem um built environment (ambiente construído). Trata-se da complexificação do espaço das aldeias, em que os cerritos seriam apenas uma unidade central das aldeias, uma espécie de praça central, onde as tolderias (casas e choupanas) circundariam os mesmos. Além disso, são conhecidos microrrelevos, localizados no entorno dos cerritos, indicando áreas domésticas e unidades funcionais das aldeias, como oficinas líticas, áreas de descarte de lixo, entre outros. Existem, também, caminhos entre os cerritos, constituídos como trilhas, cujos vestígios arqueológicos são modificações planialtimétricas na topografia do terreno. A complexificação dos espaços habitacionais, os caminhos e demais áreas contíguas às aldeias são um fenômeno que decorrem ao longo das gerações, pois, à medida em que a sociedade vai se complexificando, também se intensificam os trabalhos em terra por essas populações indígenas, indicando, portanto, uma paisagem cultural que se modifica ao longo de uma história milenar de longa duração. É importante ressaltar que microrrelevos desse tipo foram identificados no entorno do cerrito PSG-06 através de nosso trabalho com uso de GPR, que apontou estruturas em profundidade a serem averiguadas através de intervenções arqueológicas. Mas, que já apontam a impossibilidade de que o espaço no entorno dos cerritos e as áreas entre os cerritos sejam urbanizadas pelo empreendimento, visto que, assim como identificamos estruturas subsuperficiais no entorno do PGS-06. O mesmo deverá ocorrer no entorno e entre os cerritos do restante do contexto arqueológico do Pontal da Barra.
Considerações finais O conjunto de cerritos que compõe essa Paisagem Cultural do Pontal da Barra é um fenômeno único no sul do Estado do Rio Grande do Sul. São encontrados cerritos em outros municípios do Estado, como Camaquã (RÜTSCHILLING 1989), Rio Grande (NAUE 1970, SCHMITZ 1976), Santa Vitória do Palmar (SCHMITZ, GIRELLI, ROSA 1997), Pedro Osório, Jaguarão (PEREIRA 2008) e Herval (COPÉ 1991), porém, devido ao uso intensivo do solo pela agricultura e de outros fatores antrópicos modernos, boa parte dos cerritos que outrora compunham grandes aglomerados, hoje em dia, 33
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encontra-se isolada na paisagem, distando alguns quilômetros uns dos outros em alguns contextos. É o exemplo dos cerritos do banhado do Colégio, no município de Camaquã, onde as pesquisas realizadas por Pedro Ignácio Schmitz na década de 70 apontavam um total de 102 cerritos na área, os quais, atualmente, encontram-se impactados significativamente ou nem existem mais, como apontou a pesquisa de Silva Jr. (2006). No entanto, no Pontal da Barra há uma situação sui generis, em que há um grande aglomerado de cerritos num raio de não mais que 1,2 quilômetros. Esses cerritos formam um conjunto, obtendo-se visibilidade entre si , sendo possível compreender facilmente sua correlação contextual. Além disso, no Pontal da Barra os estudos arqueológicos têm apontado a ocorrência de estruturas anexas aos cerritos, que, como vimos, compõem a Paisagem Cultural, cujas características são muito sutis na paisagem e cuja identificação depende da preservação do terreno, integralmente, sem intervenções antrópicas modernas. Pensando-se nos cerritos como vestígios da história indígena regional de longa duração, que se apresentam no Pontal da Barra de forma aglomerada, formando um contexto arqueológico singular no sul do Estado do Rio Grande do Sul, seria importante que esse espaço, conhecido como Pontal da Barra, seja entendido como um ‘museu a céu aberto’ ou um parque arqueológico, aberto para visitação pública, o que poderia ser resolvido através da implantação de uma Unidade de Conservação com uso exploratório. Trata-se de uma área que tem um grande potencial relacionado ao ensino-aprendizagem e como área de lazer, em que se situa uma paisagem exuberante, com animais silvestres e um patrimônio cultural milenar a 15 minutos do centro da cidade de Pelotas.
O contexto arqueológico do Pontal da Barra deve ser entendido a partir de dez parâmetros: 1.É um contexto singular. Centenas de outros cerritos existem no Estado do Rio Grande do Sul, porém, o uso histórico da terra, sobretudo pela agricultura com maquinário pesado (plantio de soja, arroz, melancia, etc.), tem destruído sítios arqueológicos sem controle do Estado Nacional brasileiro. Aqueles ainda existentes ocorrem, atualmente, de maneira isolada, em sua maioria, tendo seus aspectos contextuais limitados para estudos arqueológicos. O contexto do Pontal da Barra, por sua vez, ainda apresentase como uma área bastante conservada, com os sítios conglomerados, numa área circunscrita, de altíssimo potencial de pesquisa científica. Logo, a preservação dos cerritos do banhado do Pontal da Barra, em especial, deveria se dar pelo seu contexto particular e singular. 2.Os cerritos do Pontal da Barra deveriam ser tratados como um ‘museu a céu aberto’ ou um parque arqueológico. Um museu que conta a história das populações que 34
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habitaram o bioma pampa, há, aproximadamente, 5 mil anos e, mais especificamente, no Pontal da Barra, há, pelo menos, 2500 anos. O contexto do Pontal da Barra contém vestígios da história indígena regional comumente silenciada no Estado do Rio Grande do Sul. Nesse caso, são vestígios da diversidade cultural e étnica de uma história de longa duração da laguna dos Patos. Como um ‘museu a céu aberto’, o Pontal da Barra seria potencializado como área de lazer e turismo da cidade de Pelotas, um lazer cultural e informativo, relativo à história indígena regional e de fácil acesso. Um parque arqueológico resguardaria a paisagem do Pontal da Barra com sua exuberância, sua fauna e flora nativas e seu patrimônio cultural. 3.Os cerritos só podem ser entendidos em sua totalidade se forem preservadas as suas características paisagísticas e ambientais. A paisagem cultural circundante aos cerritos faz parte do contexto arqueológico. É imprescindível que o banhado e suas características de fauna e flora sejam preservados para que se possa entender sua relação com o ambiente ao seu redor. Se os cerritos forem apenas preservados, cercados, ficando como “ilhas” isoladas em meio a casas e ruas, serão perdidos muitos aspectos bióticos, limitando e impedindo o entendimento das sociedades que os construíram, como é o caso dos microrrelevos nos entorno dos cerritos e das estruturas (caminhos e trilhas), que denotam a conexão entre os mesmos, consolidando, do ponto de vista arqueológico, possíveis comunidades indígenas pré-coloniais. 4.O sedimento dos cerritos, composto por materiais orgânicos, permitiu o desenvolvimento de grandes focos de mata densa, que, por sua vez, contribuem para a preservação dos cerritos, reforçando, cada vez mais, a sinergia entre o ambiente e o contexto arqueológico. Logo, a destruição da mata que circunda os sítios arqueológicos irá causar impactos irreversíveis aos mesmos e vice-versa. 5.Além dos fatores de preservação da paisagem cultural e de seus atributos históricos e ambientais, a preservação do Pontal da Barra deve ser garantida para que as pesquisas científicas não se percam, para que o conhecimento arqueológico e histórico possa ser desenvolvido, aprimorado e transmitido ao longo das gerações. O Pontal da Barra, além de ser encarado como um Museu, deveria ser compreendido também como um laboratório de pesquisa, extensão e ensino. 6.Sugerimos, por fim, que as empresas responsáveis pelo Loteamento Pontal da Barra sejam responsabilizadas criminalmente pelos impactos ao patrimônio cultural e ambiental causados até o momento no Pontal da Barra, conforme a legislação vigente. 7.Através do conceito de Paisagem Cultural, questionamos as condicionantes estabelecidas pelo IPHAN, que indicam que sejam realizadas atividades de cercamento e sinalização dos sítios arqueológicos, monitoramento arqueológico em todas as etapas das obras do empreendimento, atividades de educação patrimonial e resgate arqueológico dos sítios. Essas condicionantes, embora sejam uma praxe no Brasil e 35
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que, dependendo do contexto, funcionem para a salvaguarda do patrimônio cultural, no caso do Pontal da Barra irão apenas garantir a preservação e estudo dos cerritos em si, sem levar em conta suas estruturas adjacentes. Sugerimos, portanto, que seja preservado todo o ambiente do Pontal da Barra, logo, sem que o loteamento em questão venha a ser construído. 8.Além da questão arqueológica, é sabido que várias espécies endêmicas de peixes estão ameaçadas de extinção, entre elas os peixes anuais (Austrolebias nigrofasciatus e Austrolebias wolterstorffi (Rosa e Lima, 2008) e aves migratórias que se abrigam no Pontal em época de procriação. Essa medida impeditiva seria no sentido de preservar, de maneira geral, a fauna, a flora do banhado e os sítios arqueológicos. Destruir o Pontal da Barra e seu patrimônio cultural e ambiental é, além de tudo, um crime à vida. Para concluir, a retirada compulsória da Vila de Pescadores do Trapiche foi uma atividade local, mas reflete um fenômeno que ocorre em nível global, em que as comunidades de ribeirinhos, indígenas e demais grupos nativos, são “desterritorializados” em prol de interesses supostamente coletivos, mas, verdadeiramente planejados engenhosamente para a manutenção de reservas de mercado de empresas construtoras. Nesse sentido, o caso do banhado do Pontal da Barra e seu contexto patrimonial composto por humanos e não-humanos, denunciado nesse texto, deve ser entendido como um capítulo da história ambiental e do patrimônio cultural na região de Pelotas, ainda a ser escrito, visto que as resoluções jurídicas ainda estão em andamento.
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Los planes urbanos y la pérdida del patrimonio. La modernidad de Caracas y Valencia en 1950 por: Sara de Atiénzar1 Resumen Los planes urbanísticos proyectados para Caracas a principios del siglo XX fueron la manifestación del logro de la modernidad en Venezuela, cuyo desarrollo y progreso debían alcanzar las principales ciudades del país. Los Planes de Desarrollo Urbano, que se aplicaron, desestimaron o ignoraron la identidad, memoria o cualquier preexistencia histórica de las ciudades, y por lo tanto de su patrimonio. Este tema: la relación entre el urbanismo y la conservación del patrimonio, se analiza desde la visión del movimiento moderno, mediante una investigación documental a través del enfoque de varios autores. El trabajo explica cómo fue este proceso en la planificación urbana para Caracas, y para la ciudad de Valencia -que recibió su primer Plan en 1953- y en las consecuencias de esta confrontación entre modernidad y patrimonio, situación que se mantuvo en las sucesivas ordenanzas hasta finales del siglo XX. Se concluye con una evaluación de la situación actual del Centro Histórico.
Palabras clave
Modernidad Patrimonio Planes Urbanos Centro Histórico
Introducción Este estudio se refiere a la acelerada transformación de las ciudades venezolanas, que ocurrió desde mediados del siglo XX, con el objetivo, pretendido, de convertirlas en áreas urbanas modernas, progresistas, ordenadas, sin rémoras anticuadas y que fue la causa de la mayor pérdida del patrimonio cultural ocurrida en el país. Se arrasaron grandes zonas de las tramas tradicionales de los Centros Históricos así como la arquitectura antigua de las principales ciudades, en las que el patrimonio quedaba reducido a un concepto formado por piezas aisladas carentes de significado, llamadas “monumentos”. Se evidenciaba que los problemas urbanos y la conservación del patrimonio no tenían nada en común, cada disciplina avanzaba por líneas paralelas. El proceso resultante, produjo ciudades descontextualizadas, irregulares y de difícil lectura, en donde con la desaparición de la arquitectura, se perdieron y olvidaron los imaginarios, la identidad, *
1. Arquitecto, U.C.V.- Caracas, cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural ULAC-Valencia. Docente de Historia y Teoría de la Arquitectura. Coordinadora de diplomados en Valor y Protección Patrimonial en Centros Históricos UJAP y ULAC.
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el arraigo y la pertenencia. La ciudad moderna fue la manifestación más acabada de todas las utopías y, por lo tanto el artefacto por excelencia del ethos de la modernidad. Ella sintetiza sus grandes principios estéticos, sus prodigios técnicos y sus anhelos sociales; ella resume la fe en el progreso, la ciudad de corredores viales y rascacielos. (González Casas, 2002, p.147) Para una mejor comprensión del problema es pertinente comenzar por los orígenes del llamado Movimiento Moderno en Arquitectura y Urbanismo, con la intención de reconocer sus polémicos postulados iniciales anti-históricos, de resaltar la nueva forma de hacer arquitectura, con un gran contenido social, y de significar las ideas de sus arquitectos intérpretes como Gropius, maestro de maestros, o Le Corbusier, el teórico más influyente y creador del nuevo lenguaje formal-urbano y de algunos otros. Estos acontecimientos fueron de tal relevancia que cambiaron para siempre las relaciones modernidad – patrimonio y la forma de vivir de la sociedad. La interpretación y análisis de las obras de historiadores de la arquitectura como Benévolo y Tournikiotis, facilita una mejor comprensión de los hechos históricos y la de varios autores venezolanos, la del conflicto modernidad- conservación del patrimonio en nuestro país, como Almandoz, González Casas, Martín Frechilla, Caraballo y Gouverneur. La planificación urbana en Venezuela se inicia en la tercera década del siglo XX, en el momento en que las ciudades comienzan a densificarse y especialmente Caracas, cuando a la muerte de Gómez en 1935, la ciudad recupera su poder político y es el foco de las migraciones de todo el país, con el acelerado incremento demográfico que viene acompañado de nuevas formas de ocupación del espacio (González Casas, 2012) Es en esta época cuando se empieza a hablar de una nueva ciencia, el urbanismo y de una nueva arquitectura. Las sociedades urbanas tienen ahora nuevos paradigmas, no hay dudas, las ciudades debe desprenderse de una forma atrasada y decadente de vivir y modernizarse, como lo hacen los países adelantados. Venezuela, que ahora dispone de cuantiosos recursos petroleros, convertirá sus poblaciones en ciudades del futuro. Para hacer los proyectos y planes de la ciudad deseada, se contratan a urbanistas europeos, que traen las ideas vanguardistas y basamentos conceptuales del Movimiento Moderno, con sus principios utópicos y su progresista y arrollador discurso de ruptura, ideas que hicieron escuela y formaron a los arquitectos venezolanos. Estos proyectos, a través de los Planes Urbanos y Planes Especiales proyectados, entran en conflicto con los centros antiguos de las ciudades, en donde sus trazados urbanos y su arquitectura son un obstáculo para la transformación, que se resuelve como dice González Casas (2012), a la fuerza. “En Caracas, las tensiones entre la vieja y la nueva 40
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trama fueron con frecuencia resueltas mediante el uso del bulldozer y la demolición a gran escala” (p. 66). Lo mismo ocurre en las demás capitales del país, sin embargo, esta destrucción es el progreso, es un proyecto de la sociedad que quiere acabar con lo atrasado, con lo colonial. Del pasado solo se conservarán los monumentos que no causen problemas, porque todo es prescindible para alcanzar la utopía de la modernidad. Con estas políticas de modernización forzosa e inmediata y la desestimación, omisión o ignorancia del patrimonio existente se produjeron pérdidas materiales e inmateriales irreparables prácticamente en todas las ciudades del país. La última parte el trabajo se refiere a Valencia en donde confluyen las experiencias de Caracas, concretadas en el primer Plan de Desarrollo Urbano formulado para la ciudad, aprobado por el Concejo Municipal de Valencia en 1953, y que fue el instrumento para su ingreso en las ideas de la modernidad urbana y arquitectónica. Este primer plan de la ciudad debía prepararla para su ordenado crecimiento. Su desarrollo le permitiría recibir el flujo de capitales y la población generada por las políticas nacionales de la salida de los complejos industriales de la capital del país y la convertiría en la ciudad industrial más moderna de Venezuela. Hoy en día, el crecimiento de la ciudad ha superado lo previsto, pero su área central, que debía transformarse en el centro financiero y de negocios, no pasó de ser un proyecto inviable. Después de la pérdida del 70% de su patrimonio edificado, el centro histórico de Valencia presenta una imagen inconexa, desconectada, en donde aparecen altas torres, terrenos vacíos, casas tradicionales en ruinas o distorsionadas por el intensivo comercio, compartiendo el escenario urbano con los monumentos sobrevivientes.
Movimiento moderno versus patrimonio Según el historiador Leonardo Benevolo, la nueva arquitectura que apareció en Europa entre las dos guerras mundiales, tiene como origen movimientos artísticos como el cubismo, el neoplasticismo, el racionalismo y la obra teórica y física de varios arquitectos. Se destacan la labor formativa y educativa de Walter Gropius en la Bauhaus, los edificios expresionistas de Erich Mendelsohn, los limpios espacios de Mies van der Rohe, el depurado cubismo de Peter Oud y los proyectos para viviendas y urbanismo, así como las bases teóricas de la nueva arquitectura de Le Corbusier. Son distintas experiencias en diferentes países, en un principio descoordinadas, llamadas arquitectura internacional, arquitectura funcionalista o arquitectura racionalista, todas ellas formaron el Movimiento Moderno. El término Movimiento Moderno es mencionado, por primera vez, en la historiografía 41
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arquitectónica por Nikolaus Pevsner cuando publica en 1936 Pioneros del Movimiento Moderno, de William Morris a Walter Gropius. Esta obra es la base teórica de la modernidad arquitectónica. (Tournikiotis, 2014) Establece los conceptos de diseño y honestidad en el uso de los nuevos materiales, la función y la influencia de la estética de las máquinas, la tecnología y el progreso. Contribuye a darle forma a estas nuevas ideas y plantea una actitud un tanto legendaria de estos primeros arquitectos y diseñadores, que se enfrentaron a veinticinco siglos de historia por una nueva arquitectura para el hombre y la sociedad. La ruptura de este movimiento, con la arquitectura del pasado es uno de sus principales postulados y está considerada por Benevolo como una “superación”, la negación del historicismo y eclecticismo decimonónico, que agotado ante la avalancha tecnológica produce rascacielos renacentistas o estaciones ferroviarias góticas. Walter Gropius escribe en The New Architecture and the Bauhaus: Ya hemos tenido demasiadas reproducciones arbitrarias de estilos históricos. En nuestro progresar desde las extravagancias del mero capricho arquitectónico hacia los dictados de la lógica estructural, hemos aprendido a buscar la expresión concreta de la vida de nuestro tiempo en las formas claras y vigorosamente depuradas (…) la Bauhaus ve en la máquina nuestro moderno medio de diseño e intenta ponerse de acuerdo con ella, una arquitectura engendrada por este principio será clara y orgánica y su lógica interna será radiante y desnuda, libre de engaños y falsas apariencias. (Gropius.1935, p. 27). (Fig.1) Fig. 1: Sede de Bauhaus en Dessau. Alemania. Arq. Walter Gropius. 1925.
Fotografía de Thomas Lewandowski. Fuente: HASSXX-Teoría-(HisdelaArqdelsigloXX)
El funcionalismo y el racionalismo formaron parte integral del movimiento en todos 42
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sus aspectos, Le Corbusier en 1920 se afanaba en diseñar prototipos para la nueva arquitectura basadas en la producción en serie, con la idea de que las casas fueran tan sencillas, baratas y accesibles como un automóvil. Igualmente el tejido urbano de las ciudades debía transformarse y renovarse para contener los edificios modernos. La interpretación que hace Benevolo es que debía construirse una ciudad que respondiera a las necesidades igualitarias y a los intereses comunes que exigía la sociedad. “El significado de la dimensión social de la arquitectura es para Benevolo uno de los principales componentes del urbanismo. El objeto del debate ya no es una ciudad que funcione mejor sino una ciudad que funcione para todos” (Tournikiotis, 2014, p. 109) Le Corbusier fue el gran urbanista del Movimiento Moderno, prácticamente dedicó su carrera al estudio y organización de los problemas urbanos. En 1922 presenta el proyecto de la primera ciudad del futuro: Ciudad Contemporánea Para Tres Millones de Habitantes. Basada en el convencimiento del protagonismo del automóvil en la necesaria movilidad en las ciudades. Plantea una red de autopistas y vialidad que conectarán los rascacielos de oficinas en el centro y los bloques residenciales rodeados de zonas verdes en la periferia. Presenta en 1925, el Plan Voisin para el centro de París, su primer Plan de Ordenamiento Urbano sobre una ciudad real. El Plan afectaba cuarenta hectáreas del tejido medieval de la ciudad, en la Rive droite que deberían ser demolidas para construir altos edificios de apartamentos entre zonas verdes, áreas de oficinas, centros comerciales y autopistas. (Fig. 2)
Fig. 2: Maqueta del Plan Voisin para París. Le Corbusier 1925 Le Corbusier. wwwmheu_657x480
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Fuente: Fundación
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Su plan, tiene el defecto de no ser un plan, sino más bien un proyecto arquitectónico. No tiene en cuenta para nada el organismo urbano de París, yuxtapone a la zona central una sistematización simétrica de rascacielos (…) cuidando de aislar y conservar algunos monumentos históricos como el Palacio Real, la Madeleine, etc. (Benevolo, 1963, p. 521) Esta propuesta, como todos los planes formulados a principio del siglo XX, se oponen a la conservación de las ciudades históricas por percibirlas como “insalubres, tugurizadas, congestionadas y poco funcionales” (Turner, 2007, p.137). El Plan Voisin originó muchas críticas y polémicas, afortunadamente nunca fue construido. Sin embargo, la oposición a la destrucción del patrimonio en las ciudades históricas para su modernización existía en Europa, especialmente entre intelectuales y especialistas italianos. El Plan Urbano de Roma, diseñado por Piacentini, conservaba su casco antiguo y desarrollaba en las afueras la nueva ciudad. Estas posiciones antagónicas entre los conservacionistas y los modernos quedaron plasmadas en las dos Cartas de Atenas, (Turner, 2007). Es significativo que dos manifiestos llamados de la misma forma, por grupos desconectados entre sí y formulados con tres años de diferencia, establezcan por primera vez la confrontación entre modernidad y patrimonio, que todavía perdura. La Carta de Atenas de 1931, promovida por Gustavo Giovannoni y propuesta por la Comisión Internacional de Cooperación Intelectual, formada por ICOMOS y Sociedad de Naciones Unidas, reunidos en Atenas, produce el primer documento emitido por instancias internacionales en el cual las naciones firmantes realizan acuerdos y se hacen responsables de su patrimonio. La Carta establece medidas generales para la conservación y restauración de los monumentos, y recomienda “respetar el carácter y la fisonomía de la ciudad”. La Carta de Atenas de 1933, es redactada en el cuarto Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), a bordo de una nave que iba de Marsella a Atenas. “Se afronta el problema de la ciudad examinando treinta y tres casos de ciudades y se establece un código de principios generales” (Benevolo, 1963, p. 601). Esta carta es publicada en 1942 por Le Corbusier y José Luis Sert. Se difundió tanto como un manifiesto de soberanía de los principios colectivos, como una metodología para el diseño de la ciudad vanguardista y progresista del siglo XX, estableciéndose básicamente que las funciones principales que debe cumplir adecuadamente una ciudad, eran proporcionar vivienda, trabajo y recreación, actividades que también eran de interés colectivo Estas funciones debían separarse en zonas que se relacionaban entre sí por medio de las vías apropiadas. La carta tiene noventa y cinco puntos en los que se analizan y se dan soluciones a temas como la Ciudad y su Región, El estado actual de las Ciudades, críticas y remedios, Patrimonio Histórico de las Ciudades, y Conclusiones- Puntos doctrinales. 44
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En el apartado referido a Patrimonio Histórico de las Ciudades se considera la conservación de “edificios aislados o conjuntos urbanos”, pero condicionada, no solo a los intereses comunes sino a consideraciones dejadas a la discrecionalidad interpretativa, en un tono reprobatorio y de molestia, dando la impresión de que las áreas históricas son zonas engorrosas y prescindibles. En la Carta aparecen seis puntos referidos al tema, de los cuales se citan aquí los encabezados de cinco de ellos: 65- Los valores arquitectónicos deben ser salvaguardados (edificios aislados o conjuntos urbanos). (…) 66- Los testimonios del pasado serán salvaguardados si son expresión de una cultura anterior y si responden a interés general (…) 67- Si su conservación no implica el sacrificio de poblaciones mantenidas en condiciones malsanas (…) 68- Si es posible remediar el perjuicio de su presencia con medidas radicales como la desviación de elementos de circulación vitales o el desplazamiento de centros considerados inmutables (…) 69- La destrucción de tugurios en los alrededores de los monumentos históricos dará ocasión a la creación de superficies verdes. (Carta de Atenas 1933. Puntos 65 al 69). La Carta de Atenas y los problemas urbanos fueron relegados por la Segunda Guerra Mundial. Fue en la postguerra, con la reconstrucción de las ciudades bombardeadas cuando se pusieron en práctica las ideas fraguadas en los CIAM y los métodos de planificación urbana ingleses y, sobre todo, norteamericanos, que ofrecieron soluciones a las ciudades europeas. Asimismo, en los centros históricos cuyo patrimonio fue destruido, como Varsovia, Dresde, Berlín, Londres y tantos otros, se hicieron reconstrucciones totales o parciales, basadas en planos, fotos o documentos, criticadas por algunos expertos y justificadas por otros, porque era necesario olvidar los horrores sufridos y recuperar la memoria de la ciudad, de un pasado colectivo e identificativo, aunque fuera falso, asumido como verdadero para las nuevas generaciones. En el urbanismo latinoamericano sí se pusieron en práctica las ideas de Le Corbusier y los CIAM. El viaje de Le Corbusier a la región fue fructífero, en Ciudad de México, Bogotá, Rio de Janeiro, São Paulo, Buenos Aires y Montevideo, se planearon proyectos, que aunque se hicieron parcialmente o nunca se realizaron, resultó de gran significación la labor didáctica del maestro a nivel profesional entre los arquitectos y urbanistas locales. El ejemplo más relevante de todos fue la ciudad de Brasilia, construida totalmente nueva, en la cual el propio Le Corbusier influyó directamente en los proyectos de Lucio Costa y Oscar Niemeyer. Conseguir un proyecto, firmar un contrato, promover unas ideas, adiestrar a los nuevos profesionales, trabajar en la práctica de la gestión, son algunos de los ámbitos de acción del urbanismo francés en nuestro continente. Hasta que la devoción por los modelos europeos se transmuta en veneración por lo norteamericano, justo antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. (Martín Frechilla, 1991, p. 89) 45
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Modernidad a costa de todo Cuando el poder político regresa a Caracas a la muerte de Gómez en 1935, el país comienza a transformarse de rural a urbano, ya que la bonanza económica atrae hacia las ciudades grandes migraciones internas y también del extranjero. Por su parte la capital recibiría el influjo de cambios fundamentales de la modernidad venezolana: el tránsito de un país pobre a uno de situación económica más desahogada, relativamente rico; de una economía agraria a una petrolera e industrial; de una sociedad rural a una urbana; de un bajo a un alto crecimiento demográfico; de un régimen autoritario a uno democrático, de una cultura de élites a una de masas. (González Casas, 2012, p.56) A fines de la década de los treinta, comienza el crecimiento acelerado de la ciudad, se pone en evidencia que el patrón urbano de cuadrícula colonial no responde a estos nuevos tiempos. Las calles no tienen capacidad para la gran cantidad de automóviles, la ciudad ha empezado a transformarse y trata de superar la camisa de fuerza que suponen las estructuras de la ciudad antigua. Hay nuevas y modernas urbanizaciones financiadas por capitales privados, en las afueras, hacia el este, tomando como ejemplo los suburbios de las grandes ciudades norteamericanas para una nueva clase media. Venezuela debe modernizarse, como lo están haciendo los países adelantados en donde el llamado Movimiento Moderno, con sus principios utópicos y su discurso de ruptura renovador, está produciendo la ciudad del futuro de rascacielos y autopistas. Estas ideas son fundamentales en esta transformación del urbanismo caraqueño. La ciudad “es el retrato de una sociedad, la venezolana, que se trazó un modelo de vida (el moderno) como salvación para sus males y escogiendo a Caracas como el lugar de ensayo y la vitrina de sus logros”. (Almandoz, 2004, p. 119). Es el comienzo de la planificación en el país en la política, en la económica y en la urbanística. De esta forma se comienzan a crear instituciones para regular el desarrollo urbano como la Comisión Municipal de Urbanismo (1937) y la Dirección de Urbanismo del Distrito Federal (1938), “la primera oficina de planificación urbana del país”. Es esta institución la que en 1939 contrata a una firma francesa de planificación (Prost, Lambert, Rotival y Wegenstein), encabezada por el ingeniero Maurice Rotival para elaborar el Plan Monumental de Caracas, elaborado por estos asesores franceses y profesionales venezolanos, es presentado al Concejo Municipal en 1939. (González
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Casas, 2012, p. 59-68) (Fig. 3 y 4)
Fig. 3 y 4: Plan Rotival. Av. Bolívar 1936. Fuente: Proyecto Plan Monumental para Caracas. www.gustavopierral.net.
La propuesta urbanística planteaba una ciudad basada en un área central y en una periferia. En el centro se concentraban los usos gubernamentales, representativos, administrativos y otras funciones, superponiéndolos a la trama urbana cuadriculada, grandes avenidas que lo comunicaban en todas direcciones y especialmente hacia el este, en donde se proponían zonas residenciales. Dentro de los ejes viales del Plan Monumental de Caracas, el principal era la avenida Central o Bolívar en dirección EsteOeste. Proyectada con anchas aceras arboladas como los Campos Elíseos de París y edificios gubernamentales a los lados. Esta avenida estaba confinada entre el parque Los Caobos hacia el Este y entre una gran plaza hacia el Oeste, con un monumento en forma de pirámide adosado al Calvario como mausoleo del Libertador. A pesar de las críticas que se puedan hacer a este proyecto pionero, en su momento fue justificado plenamente para una sociedad que no podía alcanzar la “felicidad” a menos que hiciera desaparecer “la vieja ciudad decadente e insalubre”, según explicaba el Gobernador del Distrito Federal: Dejar la ciudad en su estado actual es equivalente a abandonarla a su propia decadencia. Aunque la ciudad ha conservado hasta estos años la fisonomía que tanto nos agrada, se tornará en una ciudad antigua e insalubre donde no podrán vivir sino elementos infelices de la población a menos que se reconstruya, modificando su trazado y dándole un aspecto cónsono con las exigencias modernas. (Gobierno del Distrito Federal 1939, en González Casas, 2012, p.62) El centro histórico sería el más afectado, la rígida trama cuadriculada colonial no era compatible con los corredores viales diseñados, por lo tanto debía desaparecer. “Se propuso abrir el congestionado centro por medio de un ensanchamiento de las calles existentes y la apertura de las arterias diagonales” (González Casas, 2102, p. 66).
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El plan queda en suspenso con la partida de Rotival y la Segunda Guerra Mundial. Es en 1946 cuando se continúa con el proyecto, con la creación, de nuevos y modernos organismos públicos como la Dirección de Urbanismo del Ministerio de Obras Públicas (MOP) y la Comisión Nacional de Urbanismo (CNU), conformados por arquitectos venezolanos como Carlos Raúl Villanueva, Gustavo Wallis y Carlos Guinand, y otros, que cuentan de nuevo con la asesoría de urbanistas extranjeros, entre los que se encontraban el mismo Rotival, Francis Viollich, Robert Moses y José Luis Sert., todos ellos reconocidos profesionales de vanguardia, quienes centralizarán la elaboración de los proyectos de planificación urbana, no solo de Caracas, sino de las ciudades de todo el país. El nuevo Plan Regulador de Caracas, presentado en 1951, modifica los lineamientos originales del Plan Rotival, actualizándolo en base a los criterios renovadores norteamericanos en los que los asesores habían trabajado. El nuevo Plan de Caracas “orienta de manera definitiva una estructura urbana de crecimiento lineal y desarrollo suburbano” (Dembo, 2004. p. 4). Este proyecto estableció el modelo del urbanismo venezolano, sustentado por las bases teóricas de la modernidad urbana, basadas en el funcionalismo y la zonificación de áreas unidas por un sistema de movilidad. En el caso de Caracas, las obras para la construcción de la Av. Bolívar y el Centro Simón Bolívar (1949-1959), ya se habían iniciado con nuevos proyectos del Arquitecto Cipriano Domínguez sobre los mismos trazados del eje monumental del Plan Rotival, con sus edificios, plazas y torres gemelas de cuidada arquitectura de raíz corbusierana, que establecieron y caracterizaron la imagen progresista de la modernidad del país petrolero. Al mismo tiempo extensas zonas son demolidas y se inicia el lamentable proceso de desaparición del centro histórico de Caracas. “La Avenida Bolívar sería para siempre una referencia de la ciudad, mito y crisis, símbolo del paso rasante y arrasante de la modernidad por la Caracas subdesarrollada, aquella de los techos rojos.” (Caraballo, 1991, p.72). Este será el espejo en el cual se reflejarán las demás ciudades del país.
Modernidad y destrucción en Valencia Las condiciones del contexto político, económico, socio-cultural y físico estaban dadas, en los años cincuenta, la Comisión Nacional de Urbanismo (CNU) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), desde la capital, formulaban los planes urbanos, las autopistas y la infraestructura de las ciudades del interior, entre ellas Valencia. Esta planificación a nivel nacional estaba protagonizada por los mismos equipos profesionales y asesores, siguiendo los principios de diseño urbanístico más avanzados del momento. Maurice Rotival, contratado nuevamente, “ya había experimentado en vuelos rasantes su fast approach en croquis a pastel sobre Cabimas, Maracaibo, Barquisimeto, San Cristóbal, Valencia… acompañado de Villanueva, Martínez Olavarría, Vegas, Ferris 48
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y otros.” (Martín Frechilla, 1991. p.99). Francis Violich, enfatizó la utilidad del zoning, como instrumento de sectorización, José Luis Sert y Clarence Perry pusieron al día los postulados del CIAM, así como de la Regional Planning Association of America (RPAA), “con una nueva y densificada versión de la neighbourhood unit (unidad vecinal)” (Almandoz, 2012, p.100). … los cambios urbanísticos iniciados con la CNU y concluidos con el Nuevo Ideal Nacional en 1958 constituyeron un período estelar de consolidación de la planificación profesional así como de experimentación con avanzadas soluciones arquitectónicas y de diseño urbano; todo ello convirtió a Venezuela, junto con Brasil y México, en una referencia continental del modernismo funcionalista. (Almanzor, 2012, p. 100). El primer Plan de Desarrollo Urbano para Valencia, elaborado por la CNU, lo aprobó el Concejo Municipal en 1953 (Fig. 5). Este fue el instrumento para su ingreso en la modernidad urbana y arquitectónica que debía prepararla para su ordenado desarrollo. La planificaron la ciudad se hizo con el mismo modelo de zonificación y vialidad ya establecido: en la zona central (área antigua), se planteaba la densificación con usos administrativos y comerciales, la industria estaba zonificada hacia el este, a lo largo del eje formado por la autopista Regional del Centro y la vivienda se ubicaba hacia el norte, en un crecimiento lineal y desarrollo suburbano.
Fig. 5: Plano Regulador de Valencia 1952-53. Fuente: Documentos del Plan Regulador, Valencia 450 años. INDUVAL, 2005, p.176.
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Este modelo le permitiría recibir el flujo de capitales y la población generada por las políticas nacionales de la salida de los complejos industriales de la capital del país. Valencia ofrecía tierras planas urbanizadas, con todos los servicios, exoneración de impuestos municipales y una situación estratégica inmejorable comunicada por las nuevas autopistas regionales entre Caracas y Puerto Cabello. Era el atractivo polo para la ubicación de las nuevas industrias, lo que unido a la inmigración europea de la postguerra, y las migraciones internas, proporcionaba la mano de obra capacitada. Todo ello sincronizó el gran desarrollo que experimentó la ciudad a partir de la mitad del siglo XX. La población, que apenas sobrepasaba entonces los 120.000 habitantes, en treinta años superó los 750.000, con una de las tasas de crecimiento por migraciones más alta del continente en ese momento. El Plan de desarrollo urbano contemplaba modernizar el centro de la ciudad mediante un Plan Especial de Renovación Urbana llamado Proyecto de Centro Cívico cuya ordenanza permitía la demolición de lo existente para la construcción de edificios y la ampliación de la vialidad, en una gran franja entre la Plaza Bolívar y la Plaza Sucre. (Fig.6)
Fig. 6: Plano Regulador de Valencia 1952-53. Proyecto de Centro Cívico. Fuente: Documentos del Plan Regulador, en Valencia 450 años. INDUVAL 2005, p. 176.
En el gráfico podemos apreciar el diseño de la Calle Constitución, ampliada y a desnivel en su paso por la Plaza Bolívar, el paso peatonal y la sustitución de la antigua Alcaldía por un edificio moderno. En Valencia, el plan impulsaba la modernización forzada del antiguo centro, decretándose para éste un área de zonificación especial llamada Centro Cívico, entre la plaza Bolívar y el Teatro Municipal, en donde se arrasaba con todo. Tenía la función 50
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de profundizar su carácter de centro administrativo, con edificaciones en altura y vías a desnivel, que permitían borrar la imagen de atraso del núcleo urbano. La demolición de media manzana al sur de la calle Colombia, desde la Plaza Bolívar hasta la Plaza Sucre creaba un espacio peatonal que actuaba como nuevo núcleo público del centro, con algunos pasos a nivel sobre la calle Constitución. (Caraballo, en Valencia 450 años, 2005, p.180). Con esta ordenanza progresista y modernizadora, quedaba condenado el centro antiguo (Caraballo, 2005). Así se comenzaron a demoler muchas de las viejas casonas de muros de tierra, con ellos desaparecían sus valores históricos y culturales. Se estima que entre 1953 y 1999, mientras estuvieron vigentes estos instrumentos de planificación y los criterios de oposición o indiferencia con el pasado, se destruyó más del 70% del patrimonio edificado del centro antiguo de la ciudad, especialmente en las catorce cuadras que circundan a la Plaza Bolívar. La construcción se asoció a la destrucción creadora; la excavadora y la bola de demolición eran los símbolos de la tabla rasa, una política que suponía que demoler una vieja estructura permitía cortar amarras con el pasado. A la contradicción entre un pasado reciente que se estimaba insignificante, se sumaba la tensión entre las tradiciones, las casonas coloniales y el arrase cultural de la modernidad internacional. (González Casas, 2008, p. 269-273) Se puede concluir que la destrucción y desaparición de buena parte del Patrimonio Material e Inmaterial del centro de Valencia se debe a la aplicación de planes de zonificación que pretendían su modernización desvalorizando su pasado histórico. El primer plan regulador sufrió pocas modificaciones desde su aplicación. Durante cuarenta y cinco años se siguieron repitiendo los mismos postulados, pero evidentemente no se concretó ni la modernidad ni el progreso. El área central refleja los errores de esa planificación: aceras y bordes disparejos, edificaciones en ruinas, siluetas discontinuas, altas torres y fragmentos de edificaciones tradicionales distorsionados por el comercio intensivo, comparten el escenario urbano con monumentos aislados, la Catedral, San Francisco, la Vieja Universidad, el Teatro Municipal y el Capitolio, que son reflejos de otros imaginarios ya olvidados (Fig.7 y 8). En Venezuela nos arreglamos para destruir la mayoría de los cascos históricos y áreas centrales, nuestros planificadores, políticos y constructores han acabado con ellos y la comunidad lo ha aceptado sin mayor preocupación. Nos hemos propuesto borrar toda huella del pasado y los atributos que encierran estos especiales lugares” (Gouverneur, 2000, s/p.)
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Fig.7: Centro histórico de Valencia. 2005. Fotografía: Carlos Fuguet Fuente: Valencia 450 años. INDUVAL. 2005. p 37.
No fue sino hasta 1998 cuando la municipalidad realizó un nuevo plan de ordenamiento diferente para el área central. Un equipo multidisciplinario de Arquitectos, Urbanistas, especialistas en patrimonio y en Derecho inmobiliario, lo formularon y fue aprobado por el Concejo Municipal. Se trata del Plan Especial de Ordenamiento Urbanístico del Área Central de Valencia que logró revertir, al menos en las propuestas teóricas, los ahora obsoletos lineamientos de planificación urbana que se aplicaban mecánicamente. El reto de la conservación del patrimonio dentro de la planificación urbana en Venezuela y especialmente en Valencia, está planteado pero no está resuelto. El centro histórico, como el de cualquier ciudad, debe tratarse como un espacio social, comunitario, cultural e histórico. La recuperación de la memoria que contienen las calles, las plazas y los edificios, es decir, los espacios urbanos, forman parte de la identidad y pertenencia de los habitantes. Esto no solamente se refiere al patrimonio material, sino, también al inmaterial, a tecnologías constructivas desaparecidas o a imaginarios urbanos tradicionales, culturales o históricos, que ya no existen. En esto consiste la importancia que para la sociedad representa la preservación del patrimonio cultural en el centro histórico. La carencia de conocimientos profundos y sistematizados en este ámbito, y la indiferencia con que se ve la desaparición del patrimonio cultural agrava la situación. Es preciso insistir en su pertinencia conocimiento, apreciación y difusión, especialmente para la formación de los que trabajan, diseñan y manejan estos temas, así como para campañas de divulgación que informen a la sociedad, y a las comunidades de vecinos y ciudadanos de las alternativas distintas a la destrucción. 52
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Fig.8: Centro histórico de Valencia. 2005. Fotografía Carlos Fuguet - Fuente: Valencia 450 años. INDUVAL. 2005. p.40
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Plaza Venezuela: Paisaje del Tiempo por: María del Carmen Sánchez
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Resumen Caracas, es reconocida como laboratorio de la Modernidad desde tempranos años de la década de los cincuenta, cuando fue objeto privilegiado de la inversión pública, según expone (Gómez, 2007) y ha sido el tema de numerosas investigaciones desde diferentes perspectivas, urbanas, económicas o políticas. Se propone un acercamiento a los procesos que condujeron a la generación de nuevos espacios públicos en la Caracas de la entrada a la Modernidad, no vistos en la ciudad hasta su aparición en los años cincuenta del siglo XX y responsables de cambios, tanto en el paisaje urbano de la ciudad como de las conductas ciudadanas. De igual modo, se plantea una aproximación a cómo la permanente evolución que define el crecimiento de las ciudades y las influencias urbanas foráneas generaron respuestas espaciales propias y locales. Muestra de estos nuevos espacios y protagonista de estos procesos es Plaza Venezuela, espacio referencial patrimonializable del paisaje histórico urbano de la ciudad de Caracas.
Palabras clave
Patrimonio Paisaje histórico urbano Modernidad Caracas Plaza Venezuela
Introducción Las ciudades están sometidas a un proceso de construcción permanente donde el pasado se proyecta en el presente, estos continúan, se interrumpen, se abandonan o se retoman y están impregnados por el valor que los ciudadanos les asignan tanto a los edificios construidos como a los espacios públicos urbanos. Dichos espacios, dentro de la trama urbana, constituyen los contextos donde se expresa y desarrolla colectivamente la cultura a través de los usos sociales que en ellos se manifiestan y vitalizan, se refuerza la integración social y se construye identidad, por lo cual representan un importante valor patrimonial dentro de las ciudades. Generalmente, al hablar de espacios públicos urbanos se hace inmediata referencia a las plazas, una de las diferentes tipologías del espacio público que conforman la ciudad. La plaza aparece históricamente como lugar de reunión, es espacio abierto en *
1. Arquitecto, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela Candidato Doctoral en Patrimonio Cultural, Universidad Latinoamericana y del Caribe – ULAC – Caracas. Profesor Titular de Diseño Arquitectónico, Universidad Simón Bolívar, USB
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el tejido urbano donde los ciudadanos se congregan para celebraciones de todo tipo: religiosas, políticas, o comerciales. La incursión del vehículo automotor en el siglo XX, causa gran impacto en la configuración de las ciudades, cambia su morfología, acelera sus tiempos y replantea las relaciones espaciales. Estos cambios en los patrones existentes hasta ese momento, generan la aparición de nuevas tipologías espaciales, donde este concepto de plaza se amplía al de “rotonda” , 2espacio cinético, de paso y no de estancia. Para Pascual (2009) a partir de la Revolución Industrial, aparece un nuevo concepto que se suma la a “idea” de plaza y que se define como articulador de las grandes avenidas que forman las ciudades ocupadas por el automóvil. Estos nuevos espacios públicos se convierten en parte importante del paisaje urbano, originados para responder a un problema vial devienen en centros de referencia y valor simbólico. Su reconocimiento como valor patrimonial, se inscribe en la ampliación de los conceptos sobre el patrimonio cultural que supera a los tradicionales, de “monumento” o “edificio” para incorporar criterios más amplios que abarcan conjuntos, centros históricos, paisajes históricos urbanos, etc. La UNESCO en el año (2005), convoca en Viena una reunión internacional, donde se produce un documento llamado “Memorando de Viena” UNESCO (2005) en el cual se …supera la idea del edificio en si, para considerar el lugar, el perfil de la ciudad, los ejes visuales, las líneas y tipos de edificios, los espacios abiertos, la topografía, la vegetación y todas las infraestructuras, incluso las de menor tamaño”. (UNESCO 2005, p.1) La velocidad del crecimiento de las ciudades en el siglo XX, hace que la definición de patrimonio sea un concepto dinámico, cambiante y en continua construcción. Apoyándonos en estos criterios se podría considerar que existe un patrimonio en permanente gestación, en el cual se pueden incluir desde las obras de la Modernidad hasta las de recientes factura como un posible patrimonio futuro y entendiendo que finalmente, los bienes patrimoniales sólo los consolida el tiempo. Este legado se realiza desde la actualidad consciente y evolutiva a las futuras generaciones. Realidad contemplada, asimismo, en el “Memorando de Viena” UNESCO (2005) cuando define: El paisaje histórico urbano es el reflejo de continuos cambios de uso, de estructuras sociales, de contextos políticos y de desarrollo económico, que se manifiestan a través de distintas intervenciones de todo tipo. No se debe sustituir un estilo por otro, ambos deben convivir, como reflejo de ese devenir. El paisaje histórico ha modelado la sociedad actual y tiene gran valor para comprender como vivimos. (p.1) Caracas es ejemplo de las ciudades en expansión acelerada a mediados del siglo XX, *
2. Para efectos de este trabajo de asume la definición de “rotonda” según la acepción del Diccionario de la Real Academia: (del it. rotonda) 1.Templo, edificio o sala de planta circular 2.Plaza circular (DRAE)
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con un paisaje urbano que se crea y evoluciona rápidamente al ritmo del desarrollo económico y social del país. Se producen nuevas estructuras urbanas y nuevas tipologías de espacios abiertos de uso colectivo y público, donde se condensa y concreta la vida ciudadana. Para la comprensión de la entrada a la Modernidad de Caracas, es imprescindible la perspectiva que conjuga las visiones urbana y arquitectónica, con los diferentes procesos de transculturización sucedidos a lo largo de su gestación como ciudad. El conocimiento del profundo cambio de escala y lógicas de crecimiento en la configuración de los signos de capitalidad, son fundamentales para comprender esta transformación cultural, urbanística y arquitectónica que comienza entre finales de los años treinta y cincuenta del siglo XX en la capital venezolana. En este marco se crea Plaza Venezuela 3, una pieza importante del paisaje urbano caraqueño, nueva centralidad, articulador de espacios sociales y referente urbano de Caracas. En este trabajo se busca destacar los valores de este espacio urbano como protagonista de los procesos de estructuración espacial y su impacto en la ciudad moderna, revisados desde la perspectiva del concepto de patrimonio ampliado con la inclusión de paisaje urbano y perfil de la ciudad, que le confieran a Plaza Venezuela el carácter de “patrimonializable”. Al respecto de este concepto, Prats (2005) lo utiliza en sus planteamientos sobre el patrimonio local y los procesos de patrimonialización como la puesta en valor o activación del objeto en estudio.
Caracas, entre culturas foráneas y preexistencias
Diego de Losada, funda Santiago de León de Caracas en 1567, en un estrecho valle al pie del cerro Ávila (Warairarepano) y se traza la cuadrícula fundacional en un lugar rodeado de quebradas y otros accidentes naturales. Lentamente crece la Caracas colonial como una isla dentro del valle entre terremotos y luchas libertarias y entra al siglo XX entre caña, cacao y café. En un preludio a fínales del siglo XIX y “…con la finalidad de afirmar su prestigio político…” Zawisza (1988), el presidente Antonio Guzmán Blanco, introduce en la ciudad criterios urbanos de su experiencia francesa. En la década de los años 50 del siglo XX y de la mano del petróleo Caracas se dirige a grandes pasos hacia la “modernidad”. En la actualidad es una ciudad conflictiva, contaminada y densamente edificada.
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3. Se está refiriendo acá a Plaza Venezuela como espacio público que implica una amplitud, es por ello que se ha suprimido la utilización del artículo “la”, pues esto obligaría a pensar en Plaza Venezuela como una plaza de uso único, es decir, un espacio tradicional de la ciudad.
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Fig. 1. Plano de Caracas. Juan de Pimentel. 1578 Con el gobierno de Guzmán Blanco a finales del siglo XIX se da gran impulso a las obras públicas y se construye el Teatro Municipal, la Basílica de Santa Teresa, y la Santa Capilla entre otras edificaciones, y según expone González (2012) el país se abre a la inversión extranjera y a la inmigración europea. En el largo viaje de Guzmán a Europa, conoció en París la obra del barón Haussmann y la arquitectura basada en patrones del eclecticismo europeo que fue entendida como un instrumento idóneo para impulsar y demostrar la modernización del país. Esta nueva importación de cultura europea a diferencia de la primera, impuesta desde España por la fuerza de un imperio hegemónico, es voluntariamente aceptada como símbolo de progreso. Estos modelos “afrancesados” importados se “adoptan y se adaptan” a las nuevas condiciones del medio donde se insertan y a pesar de la tendencia de Guzmán Blanco hacia el afrancesamiento de Caracas, la cuadrícula y el orden concéntrico tradicionales permanecieron como patrones básicos de la ciudad.
Incorporación a la modernidad La ola expansiva de desarrollo del país que se crea en los años cincuenta, tiene como consecuencia para la ciudad una entrada atropellada en una modernidad no bien comprendida y apoyada en la bonanza económica, producto del desarrollo petrolero y manejada como muestra de eficiencia por un gobierno militar con ideas desarrollistas y con el objeto de incorporar la ciudad al ritmo de desarrollo de las ciudades internacionales. Esta avalancha edificatoria en un país sin los suficientes recursos humanos preparados profesionalmente en planificación y diseño urbano, conlleva la necesidad de contratación de expertos foráneos para acometer los planes urbanísticos y las obras públicas que demandaba el desarrollo planteado. Uno de los más influyentes asesores extranjeros para las propuestas de renovación urbanas de Caracas, fue el francés Maurice Rotival, contratado para la ejecución del Plan Monumental aprobado en 1940. Rotival venía de participar en la planificación de numerosas ciudades en el mundo, 58
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París, Madagascar, Marruecos, y Florida, entre otras. En este plan se proponían grandes bulevares a la usanza parisina, residencias en los suburbios, parques y otros usos, unidos por importantes arterias viales, diferenciando claramente el centro de la periferia y cuestionando así el patrón concéntrico de la ciudad. Sobre esta traza se desarrolla, posteriormente, la actual avenida Bolívar, enmarcada por el Centro Simón Bolívar, primer rascacielos de la ciudad con claras referencias a los desarrollos foráneos.
Fig. 2. Centro Simón Bolívar y Avenida Bolívar A mediados del siglo XX, comienza una intensa actividad generadora de arquitectura y espacio público que redefine el paisaje de la ciudad y donde se impone la arquitectura del llamado “Estilo Internacional” como modelo de modernidad, con edificaciones en altura que rompen la tradicional silueta horizontal característica de Caracas hasta esos años. En 1946 con la creación de la Comisión Nacional de Urbanismo y el plano regulador de la ciudad, comienza4 la definición del área metropolitana y la aparición de los nuevos centros, más allá del centro fundacional de la plaza Bolívar.
Un largo valle urbano Caracas es una ciudad de flujos direccionales que siguen una geografía natural determinada por el estrecho valle de orientación oeste-este en que se encuentra ubicada. Esta condición natural ha determinado su crecimiento como una secuencia *
4. Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas (2002) Caracas siempre: Un movimiento continuo
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de líneas paralelas de circulación, desde su principal accidente topográfico, el rio Guaire, hasta sus corredores viales desarrollados sobre esta misma direccionalidad, la autopista Francisco Fajardo, las avenidas Francisco de Miranda y Bolívar. Esto ha generado una gran fragilidad en las conexiones Norte-Sur, así como la expansión de la ciudad hacia el Este. El origen del espacio urbano que hoy se conoce como Plaza Venezuela representa un importante eslabón en el proceso de “modernización” de Caracas y está vinculado a su desarrollo histórico así como a la toma de decisiones de políticas públicas llevadas a cabo por las autoridades correspondientes a los años cincuenta del siglo XX, tanto por su origen como por sus repercusiones en la ciudad, como conector urbano y nueva centralidad. Sus características como transformador del paisaje urbano de Caracas, lo inscribe en los conceptos ampliados del Patrimonio que se plantean en la Carta de Burra de 1999 y en el memorando de Viena del 2005, (como más adelante se detalla) donde se superan los criterios patrimoniales del monumento y se incluyen los paisajes y perfiles urbanos de las ciudades. Dentro de este marco urbano nace la propuesta de la creación de una redoma vial que articule las direcciones geográficas norte-sur con las este-oeste
Fig.3. Inauguración Conferencia Interamericana, 1954. Vista al Oeste 60
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con lo cual se establece un nuevo centro de ciudad. Estas decisiones quedan plasmadas en los documentos y planos reguladores donde se propone la estructuración espacial y funcional de la ciudad, por la Comisión Nacional de Urbanismo encargada en 1950, de realizar el plano regulador de Caracas y la articulación de un novedoso plan vial en 1951. La centralidad generada es no sólo urbana, sino social, centro de encuentro de los ciudadanos provenientes de todas los sectores de la ciudad con una intensa actividad comercial, cívica y cultural que caracterizó la definitiva cohesión de la ciudad tradicional con “el Este” que representaba para ese momento, la ciudad moderna. Espacio de tiempos rápidos en la dinámica ciudadana, acorde con las nuevas ideas modernizadoras foráneas en negociación con las preexistencias geográficas y culturales. La aparición de este nuevo espacio, Plaza Venezuela, marca definitivamente el paisaje urbano de Caracas. Su ubicación la convierte en un articulador espacial de los grandes ejes viales y la construcción de la nueva Ciudad Universitaria, hace de Plaza Venezuela su principal puerta de acceso. Su centro se ocupa con una fuente y un conjunto escultórico, “a la manera” de las grandes rotondas internacionales con las que comparte la condición de reunión ciudadana, espacios ceremoniales masivos, de celebración, fiesta deportiva o protesta política, que son capaces de congregar, reunir y disolver, masas humanas de alta densidad y corta duración, acorde al ritmo acelerado de las ciudades. La revisión de los roles que este espacio público representa dentro de la ciudad y sus aportes a los procesos de estructuración espacial y social, obliga a indagar las etapas evolutivas de Plaza Venezuela desde la perspectiva del concepto de patrimonio en gestación ampliado y como espacio referencial del paisaje urbano y perfil de la ciudad.
La fragilidad de la memoria La lucha contra el olvido es una ambición presente en todo ser humano y es en la preservación de la cultura donde encuentra su mejor aliado, definiéndose el concepto de Patrimonio. Se plantea la necesidad de poner de manifiesto la importancia del valor patrimonial de las estructuras urbanas, no sólo a las que el tiempo de existencia ya dotó de esta condición, sino también aquellas realizadas en la segunda mitad del siglo XX en Caracas, así como es Plaza Venezuela parte de nuestro del paisaje histórico urbano. La comprensión de sus valores ayuda a mantener la constante lucha contra el olvido y viva la memoria colectiva que nos define. La preocupación por la protección del patrimonio cultural en Venezuela ha estado retardada en comparación a otros países del continente, (Argentina, Chile, México, entre otros), se puede destacar que es a partir del año 1993, que se comienzan a
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ejercer acciones más directas con la promulgación de la “Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural”, en la cual se crea el “Instituto de Patrimonio Cultural” IPC, (Gaceta Oficial 4.623 del 3 septiembre de 1993) como el órgano rector a nivel nacional en vigencia hasta nuestros días. El Instituto de Patrimonio Cultural, IPC, realiza el “Primer Censo de Patrimonio Cultural”, (Gaceta Oficial 340.497 del 22 julio de 2005) con el propósito de registrar todo aquello que presente un valor significativo para la cultura, produce libros y catálogos de estos bienes por municipio. En la Providencia 012/05, se encuentran reseñados específicamente los espacios públicos, en el Capítulo1, Artículo 8, categoría C: calles, avenidas, plazas y parques.t Si bien el concepto de patrimonio se ha ampliado y ha evolucionado, parece ser que la atención y la relevancia de la mirada patrimonial sobre el espacio público moderno, aún no mantiene un estatus semejante al dedicado a otros espacios tradicionalmente valorados, lo cual denota la preocupación por el rescate puntual fundamentalmente arquitectónico e histórico. Plaza Venezuela, es pieza vital de nuestra historia reciente, indispensable para mantener viva nuestra memoria ciudadana y nuestra identidad. La relevancia de preservar estos ámbitos urbanos, según lo define la Carta de Burra (1999) es “sinónimo de significación patrimonial y valor de patrimonio cultural” (p.2), por lo que se hace necesario derivar acciones de conservación patrimonial basadas en “lo construido” hacia la inclusión de aquellos espacios públicos de la reciente modernidad, imprescindibles para generar la identificación y la comprensión de la ciudad por sus habitantes. Espacio fundamental de la cartografía del paisaje urbano caraqueño, puerta de entrada de la ciudad moderna, articulador urbano y social de alto contenido referencial para la caraqueñidad.
Patrimonio: diálogo entre el tiempo y la materia Sabiendo que el término Cultura se refiere a toda creación humana, la conciencia de que las cosas creadas por el hombre6 trascienden su tiempo de creación, confieren a estas cosas la idea de patrimonio al tener en cuenta o presumir su posible pérdida, transformándose así en objetos a preservar. Se conserva porque hay en riesgo elementos que entrañan valor para individuos, grupos o el total de la sociedad. Se puede decir que el objetivo de todos los procesos de conservación es defender o recobrar el valor o la significación cultural de un lugar o manifestación. El concepto de patrimonio edificado como el conjunto de bienes heredados del pasado al que cada sociedad le atribuye un valor cultural, ha sido ampliado y transformado a *
5. www.ipc.gob.ve 6. Se utiliza el término “hombre” para referirse al “ser humano” desde el punto de vista biológico y no antropológico
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partir de la Convención de Viena del 2005; desde el monumento hasta los conjuntos urbanos que incluyen los vacíos generadores del espacio público, donde se “…supera el edificio para considerar el perfil de la ciudad, los ejes visuales, líneas y tipo de edificio, espacios abiertos, topografía, vegetación y todas las infraestructuras” (Conferencia internacional convocada por UNESCO en la que se produce el documento llamado “Memorando de Viena” 2005). La construcción de este nuevo concepto amplio y flexible del patrimonio es un proceso reciente y no concluido. Bajo este criterio quedan incluidas las ciudades contemporáneas y sus equipamientos públicos. La inclusión del paisaje urbano en los criterios de patrimonio hace pertinente un análisis cronológico de la evolución de este paisaje en el desarrollo de Caracas, así como las posibles implicaciones que su olvido puedan generar. El concepto de paisaje por su reciente entrada en los criterios de patrimonio UNESCO (2005) está constantemente en debate desde diferentes disciplinas, como la del geógrafo Antoine Baylle (1979), quien esboza un panorama amplio a la vez que sintético, basado en los conceptos de historia, experiencia y familiaridad, desde sus nexos con la Arquitectura. Los espacios públicos dentro del territorio urbano constituyen los contextos en los que de manera fundamental, se expresa y desarrolla colectivamente la cultura y por eso representan un valor patrimonial de capital importancia. Desempeñan el papel de marco para la expresión de la sociabilidad, tanto aquella estructurada como la más informal. Según el enfoque del investigador Kevin Lynch (1989) referentes a la imagen de la ciudad, los ciudadanos no son sólo espectadores sino actores que comparten el escenario con todos los demás participantes. Dentro de sus propuestas teóricas plantea cinco categorías de espacio público, entre ellas “los nodos”, vinculables al objeto de estudio de esta investigación, los define como puntos estratégicos de la ciudad a los que puede ingresar un observador, focos de los que se parte o a los que se encamina, un cruce o una convergencia de sendas, momentos de paso de una estructura a otra o concentraciones / condensaciones de determinado uso o carácter físico.
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Fig. 4 Plaza Venezuela y conexión con la Ciudad Universitaria Frecuentemente se hace referencia casi de modo exclusivo a una sola forma de espacio público: las plazas, no incluyéndose otros ámbitos como calles, parques, paseos, glorietas o mercados. La plaza aparece en la historia como espacio abierto en el tejido urbano, lugar de reunión y de intercambio social. A partir de la Revolución Industrial, a esta “idea” de plaza se le suma el nuevo concepto de articulador de las grandes avenidas que forman las ciudades y que son ocupadas por el automóvil. Esta nueva tipología, no sólo resuelve un problema vial sino que se desarrolla y evoluciona con el urbanismo moderno y adquiere condiciones de generador de nuevas centralidades físicas y sociales, un marcado carácter cinético, de paso, que lo diferencia de la condición estática de las plazas. Reconocidos con el nombre de rotondas son espacios circulares que facilitan los cruces de circulaciones. Como propone Lynch (1989) es importante incorporar la idea de la imagen de la ciudad no sólo a partir de sus elementos continuos, el paisaje urbano, sino también de sus elementos singulares como los espacios nodo.
Los espacios cinéticos Existen numerosos ejemplos de esta tipología espacial en diferentes ciudades, tanto europeas como latinoamericanas, herederas de los parámetros urbanos planteados por las primeras. Los ejemplos seleccionados son plazas emblemáticas y representativas de las ciudades donde se ubican: Plaza de La Estrella (Place L′ Étoile), en París, Plaza de Cibeles en Madrid y la Glorieta del Ángel en el Paseo de la Reforma en México D.F.
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Fig. 5. Plaza Venezuela
Plaza de la Estrella, París
Plaza Cibeles, Madrid
La plaza de La Estrella forma parte del sistema de plazas y rotondas que caracterizan el paisaje urbano de París. A finales del siglo XVIII ya estaba conformado el perímetro de la futura plaza, pero es en el XIX con las reformas del Barón Haussman cuando se define este gran espacio conector en forma de estrella en el que convergen y se cruzan 12 importantes vías, como parte del proceso de habilitación de este sistema urbano del París napoleónico. Con la ubicación en su centro del Arco del Triunfo, como monumento focalizador de visuales, se convierte en un icono representador de la ciudad y es testigo de los diversos usos de conmemoración política, festejo o protesta con que la sociedad lo ha utilizado a lo largo de su historia. Al igual que plaza la Estrella, plaza Cibeles, responde con su estructura física, a los mismos parámetros de la definición de rotonda como plaza circular rodeada de vías de circulación, actualmente de fuerte tránsito vehicular en ambos casos. Es el cruce de las vías Paseo del Prado, Paseo de Recoletos y del importante eje de la calle Alcalá, con su centro ocupado por una fuente y la escultura de la diosa Cibeles. Este vacío urbano está rodeado de importantes edificaciones de valor patrimonial, que contienen el espacio y, a la vez, son las fachadas del mismo. Con el desarrollo de Madrid esta plaza se convirtió en centro neurálgico de la ciudad y escenario de diversos acontecimientos históricos y sociales, celebraciones deportivas y protestas ciudadanas. En la actualidad, este espacio forma parte de un conjunto mayor que presenta su candidatura a Patrimonio Cultural de la Humanidad, ante la UNESCO como “como paisaje cultural urbano evolutivo que ilustra periodos significativos de la historia de Madrid” 7 *
7. Noticia de prensa aparecida en el diario de Madrid, La Razón digital, el día martes 8 de julio 2014, bajo el título “Madrid presenta El Retiro y el Prado para estrenarse en la lista de la Unesco” disponible en : http://www.larazon.es/detalle_normal/ noticias/6857481/madrid-presenta-el-retiro-y-el-prado-para-estrenarse-en-la-lista-de-la-unesco#Ttt18lEC57swot5h. Igualmente es noticia en la misma fecha y en el también madrileño diario La Gaceta, con el titulo “Primera candidatura de la capital. Madrid presenta El retiro y El Prado a la Unesco” disponible en http://www.gaceta.es/noticias/madrid-presentaunesco-retiro-prado-08072014-1620#sthash.IdE5aJZE.dpuf. Es de resaltar el interés de las ciudades por reconocer como patrimonio sus espacios públicos, a fin de preservarlos como parte de su memoria urbana difundiendo estas noticias y haciendo participe de ellas a los ciudadanos que las conforman.
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En Latinoamérica se pueden destacar múltiples ejemplos de la utilización de esta tipología en la definición de los espacios públicos. En México D.F. el Paseo de la Reforma cuyo trazado y diseño está basado en los bulevares franceses, está dotado de amplias arboledas y numerosas glorietas. Este Paseo se crea como un símbolo de modernidad del imperio de Maximiliano, y si bien el proyecto imperial fue interrumpido, a finales del siglo XIX la imagen de modernidad llega a su clímax tras la construcción de grandes palacetes y mansiones en sus bordes, que lo convierten en uno de los símbolos de progreso más fuertes del país. A lo largo del tiempo hasta la actualidad, este Paseo se ha ampliado y modificado a la par de la ciudad, principalmente con la aparición de nuevas glorietas o rotondas ubicadas en las principales intersecciones de las vías. Una de las más destacadas es la Glorieta del Ángel, símbolo oficial de la ciudad de México D.F. que con su centro marcado por la Columna del Ángel, es punto de referencia y lugar de reunión de esta ciudad. En todos los casos estos espacios presentan importantes valores paisajísticos, sus ubicaciones de entrecruce de caminos facilitan y promueven la visuales desde diferentes perspectivas del paisaje urbano de dichas ciudades.
Caracas en tiempos rápidos Las décadas cuarenta y cincuenta del pasado siglo son los años del gran desarrollo económico y el comienzo de la producción arquitectónica masiva, en una transición difícil e incierta de la Caracas de lento desarrollo hasta esos momentos y el nacimiento de la nueva urbe, expresada a través de las intervenciones de los nóveles arquitectos actuantes, realizadores de los importantes proyectos arquitectónicos y urbanos que marcan este proceso de modernización. El desarrollo urbano se acompaña con la correspondiente explosión edificatoria, la cual está representada en grandes hitos de la arquitectura ciudadana como el Centro Simón Bolívar, obra del Arquitecto Cipriano Domínguez (1949/1959) primer “rascacielos” de la ciudad; el conjunto de la reurbanización El Silencio (1941/1945), primera intervención en vivienda social por parte del Estado, y la Ciudad Universitaria (1944/1957) ambas del Arquitecto Carlos Raúl Villanueva. El desarrollo urbano se reglamenta y define en las instituciones correspondientes. “En 1946 se crea la Comisión Nacional de Urbanismo encargada de realizar el plano regulador de Caracas, con este instrumento se propone una estructuración espacial y funcional de la ciudad” (Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas, 2002, s.p). La definición del área metropolitana de Caracas, la ejecución del plano regulador 1950 y la articulación de un novedoso plan vial en 1951, apoyan la aparición de nuevos centros, más allá del fundacional originado alrededor de la plaza Bolívar. Dentro de este marco urbano nace la propuesta de la creación de una redoma vial que articule las direcciones norte-sur con las tradicionales y geográficas este-oeste. Según lo expresa González (2008) “…se toma la decisión de organizar en torno a una redoma vial, un nuevo centro de ciudad”. (p. 11)
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De esta manera, este espacio nacido como una respuesta a un problema vial, se plantea como una nueva centralidad de una ciudad en expansión y se define como Plaza Venezuela, centro de encuentro de los ciudadanos provenientes de todas los sectores de la ciudad y que ratifica Niño (1998) cuando expone “…en este espacio se desarrolló una intensa actividad comercial, cívica y cultural que caracterizó la definitiva cohesión de la ciudad tradicional con “el este” que representaba la ciudad moderna”. (p. 60) Su ubicación la convierte en un articulador espacial del gran eje del desarrollo urbano en la dirección Oeste – Este que marca geográficamente el valle de Caracas y restablece esta conexión a través del parque Los Caobos con la centralidad fundacional remarcada por la silueta de las torres del Centro Simón Bolívar, hacia el Este se conecta con la calle Real de Sabana Grande a través de la recién estrenada Gran Avenida, garantizando así su continuidad a lo largo del valle. Hacia el Sur, la construcción de la nueva Ciudad Universitaria hace de Plaza Venezuela su principal puerta de acceso a pesar de tener precariamente resuelta su conexión física. Es un espacio de tiempos rápidos, no dedicados a las estancias largas o al reposo, acordes a la velocidad de las nuevas ciudades a diferencia de las plazas tradicionales centro de reunión y de encuentro, de tiempo lento y de pausa en la dinámica ciudadana. Sin embargo, son los nuevos espacios de la cotidianeidad, reconocidos a ritmos de tránsito. Su centro se ocupa con una fuente y el conjunto escultórico obra de Ernesto Maragall cuyas esculturas son alegorías a la nacionalidad. Su importancia es resaltada por las apreciaciones de Niño (2004): La acertada escala geográfica del conjunto escultórico Fuente Monumental Plaza Venezuela, (1951 – 1952 E. Maragall) despeja un nuevo escenario urbano a la manera de esplendida plaza pública cuya visual abarca el suroeste del valle, el Centro Simón Bolívar, la Ciudad Universitaria, el Jardín Botánico y las colinas de Bello Monte. (p.166)
Fig.6. Plaza Venezuela y edificio Polar. Autor: Paolo Gasparini. Libro: Santiago de León de Caracas 1467-2030. Disponible en: https://oscartenreiro.files.wordpress.com/2012/08/20120811-090348.jpg 67
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Esta redoma, devenida en Plaza Venezuela, nace acompañada con la Torre Polar, edificio de oficinas obra de los Arquitecto Martín Vegas y José Miguel Galia (19511954), el cual forma un ícono urbano con el conjunto escultórico de Maragall. Es el primer edificio de Caracas en utilizar estructura de concreto y acero con cerramientos de aluminio y vidrio, inaugurando así una nueva estética en los años 50. Para definir su envolvente urbano se construyen nuevas torres en su borde norte, con las cuales se comienza a cerrar el hemiciclo iniciado por la Torre Polar. Durante los años 1965 y 1968 son construidas respectivamente, las Torres Phelps, Arquitecto José Puig y la Torre Capriles del Arquitecto John Machado. Estos edificios configuran la platea para contemplar el “escenario público” con su borde sur abierto al paisaje. Su peatonalidad, se genera en los años de su creación, como la visita dominical obligada a un lugar con espacios novedosos para el peatón que los caraqueños ven aparecer en su ciudad tradicional. A pesar de los muchos cambios introducidos en su estructura espacial la importancia como nuevo centro sigue creciendo, según refiere Goldberg, (1980) Lo que en Caracas se denomina plaza Venezuela es en realidad un distribuidor de tránsito, permanentemente congestionado e inaccesible para el peatón. Es también la puerta de entrada al este de la ciudad y el acceso principal a la populosa Ciudad Universitaria. Allí reside su importancia, prevista de antemano por las autoridades municipales mediante una reglamentación especial. (p. 97) Plaza Venezuela como parte de la ciudad construida y habitada, es un espacio simbólico, y que según expresa Carrión (2007) bajo esta condición construye identidad ciudadana en la forma de pertenencia y representación múltiple y simultánea, donde se representa la sociedad y es un espacio representado por ella, que permite resignificar lo público y fortalecer las identidades más allá de su ámbito específico y del tiempo presente. (p.92) Como espacio urbano en evolución, responde a los cambios a la vez que los promueve en la sociedad que la vive y la utiliza, esta sinergia entre los espacios físicos y los espacios mentales o espirituales es lo que la llena de significados y la mantiene como referente vivo. A este respecto propone Carrión (2007): …empezar a entender el espacio público a partir de una doble condición interrelacionada, que le es propia: por un lado de su condición urbana y por lo tanto de su relación con la ciudad, y por otro de su cualidad histórica, por que cambia con el tiempo así como lo hace con su articulación funcional con la ciudad…..esta condición cambiante le permite tener múltiples y simultaneas funciones, que en su conjunto suman presente al pasado y trasciende el tiempo y el espacio. (p. 98) Esta condición de espacio evolutivo ha acompañado a Plaza Venezuela a lo largo de su historia, desde su creación como respuesta a la modernidad construida, hasta el momento actual en el que, con la restitución de su centro simbólico se ha restablecido 68
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la trama urbana y social y con ello su validación dentro del paisaje urbano. Entre estos dos momentos de su cronología, su estructura física como nudo viario y como consecuencia su trama social, ha tenido numerosas respuestas espaciales, pasando entre otros cambios, por una etapa de vaciamiento de su suelo que la convirtió en un “no lugar” sin accesibilidad peatonal y, como afirma Augé (2000) “Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar” (p. 83). En el contexto internacional los espacios públicos de tipología de “nodo” similar a Plaza Venezuela, como la plaza de La Estrella en París, plaza de Cibeles en Madrid o la Glorieta del Ángel en México D.F., se presentan como los espacios públicos de la mayor y más importante reunión ciudadana, capaces de congregar, reunir y disolver multitudes de alta densidad y corta duración, que evolucionan acorde al ritmo acelerado de las ciudades.
Fig. 7 y 8. Vaciamiento de su centro, durante los años 70
Fig. 9. Plaza Venezuela y Gran Avenida. Conexión con el Este. 69
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Espacios invisibles Con la inauguración en 1983 del Metro de Caracas, sistema de transporte público subterráneo, se ubica en Plaza Venezuela su estación más importante, centro de conexión e intercambio de las diferentes líneas existentes y otros sistemas de transporte colectivo, con lo cual en este espacio se reúnen y se dispersan un gran volumen de ciudadanos que recorren Plaza Venezuela, no sólo en su superficie, sino en sus profundidades, ocultos a la visión exterior. De esta manera permanece y se refuerza su carácter originario de espacio de tiempos rápidos, de intenso tráfico vehicular y pasos acelerados tanto en su interior como en la superficie. Espacios de la cotidianeidad que se invisibilizan con el ritmo y la frecuencia de su uso, consecuencia de su evolución y la modificación sustantiva que produjo la modernización. La ubicación en 1950 del conjunto escultórico de Ernesto Maragall en la fuente de Plaza Venezuela, marca una tendencia a la inclusión del arte nacional en estos nuevos espacios ciudadanos, que se incrementa con el paso del tiempo y la influencia ejercida por el concepto de “integración de las artes” planteado por el Arquitecto Villanueva en la nueva Ciudad Universitaria. Entre otras intervenciones se ubican un conjunto de “Piezas Escultóricas” colgantes de Lía Bermúdez (1985) en la planta de acceso público de la Torre Polar, sobre la fachada de la Torre Capriles se instala una importante obra cinética de Jesús Soto llamada “Conjunto Ambiental” (1969), que por su ubicación sirve de fondo a Plaza Venezuela. A lo largo de su evolución esta tendencia se refuerza con la aparición de nuevas piezas monumentales de los artistas nacionales como el “Abra Solar” (1982) estructura cinética urbana de gran escala de Alejandro Otero y la “Fisicromía en homenaje a Andrés Bello” (1982), obra cromocinética del artista Carlos Cruz Diez, en el 2011 se instala una réplica de la obra de Omar Carreño, “Pariata 1957”. En el año 2004, se comete un atentado al patrimonio artístico al vandalizar un pieza irrepetible, de reconocido valor estético, como fue la escultura en bronce de “Colón en el golfo triste” obra de Rafael de la Cova (1904), su desaparición representa una pérdida importante como bien cultural, patrimonio colectivo y memoria urbana de Caracas. Plaza Venezuela, gran vacío urbano que vertebra el entorno, se conforma en escenario para el arte a escala monumental, abierto a la ciudadanía y mostrando su capacidad plena de estar lleno de vida y significados.
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Conclusión Las sociedades europeas, una vez superadas las guerras y conflictos que marcaron los comienzos del siglo XX, entran con este siglo definitivamente en el movimiento moderno que ya se venía gestando, una Modernidad en la cual se cuestiona la autoridad, la verdad y la realidad, produciéndose una intensa complejidad social. Es en la medianía del siglo XX a la luz de una Modernidad tardía e imprevista que Caracas no sólo adopta modelos de la vanguardia europea en el movimiento de las artes, sino también en la construcción de la ciudad, entrando en tiempos de cambios físicos, funcionales e interpretativos; esta dinámica cambiante y vertiginosa requiere de una nueva forma de estudiar estos aspectos de las actividades humanas a través de las nuevas realidades espaciales. Con respecto al patrimonio construido, la ampliación de la esfera patrimonial incluye, no sólo el monumento o los edificios individuales sino los cascos históricos, manzanas o pueblos, paisajes urbanos o las arquitecturas destinadas obligatoriamente al grupo humano, lo cual produce la necesaria aparición de nuevos enfoques para acercarse a perspectivas que permitan la identificación y la compresión de sus valores materiales y significativos. Según expone Fernández (1993) la Arquitectura, en tanto que arte útil, participa de la condición mudable de los flujos económicos y las organizaciones espaciales que producen una renovación constante en sus significados, siempre alterados por las retinas que los contemplan y las culturas que los interpretan. Así mismo la Arquitectura puede ser vista como una oportunidad de producir memoria, tanto por su presencia física como por su perdurabilidad. La condición de “distanciamiento” tanto en el tiempo histórico como en el cultural de Plaza Venezuela, remite a la necesidad de interpretaciones polivalentes de los recursos de información obtenidos, la comprensión de los factores que producen su aparición en el paisaje urbano y cultural de la ciudad y sus consecuencias, su evolución al ritmo de la ciudad así como el desarrollo de sus valores. No se puede detener el proceso de transformación de la ciudad en el tiempo, sin relación con las necesidades y expectativas reales de la población perpetuando su imagen eternamente. En este sentido Calvino (2008) expresa “Obligada a permanecer inmóvil e igual a sí misma para ser recordada mejor Zora languideció, se deshizo y desapareció. La tierra la ha olvidado” (p. 30). Caracas es claro ejemplo de estos procesos, desde su fundación, su dificultosa entrada en la modernidad y hasta la actualidad, está marcada por las diferentes transferencias culturales sucedidas.
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Un palimpsesto cultural, arquitectónico y urbano, que permite “leer” su historia, sus logros y sus errores. Es imprescindible reconocer y revalorizar su patrimonio, espacios y edificaciones, ignorados a veces por afanes de modernidad no resueltos y necesarios para recuperar y preservar la memoria y así garantizar la propia identidad.
Fig.10.Conjunto escultórico de Plaza Venezuela, reubicado en el Parque Los Caobos
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Plaza Venezuela: Paisaje del Tiempo
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Disponible en: http://ravu57-undiaeneltrabajo.blogspot.com/ Figura 3. Plaza Venezuela vista al oeste. Autor anónimo. Disponible en: http://museodeltransportecaracas.blogspot.com/2011/05/plaza-venezuela-1954. html Figura 4. Plaza Venezuela y conexión con la Ciudad Universitaria. Fundación Fotografía Urbana. Disponible en: http://prodavinci.com/galeria/?gid=39&pid=1161 Figura 5. Gráficos comparativos de las plantas de los referentes. Autor Figura 6. Plaza Venezuela y edificio Polar. Autor anónimo. Disponible en: https://oscartenreiro.files.wordpress.com/2012/08/20120811-090348.jpg Figura 7. Vaciamiento de su centro en los años 70. Disponible en: http://www.fly-brother.com/2011/04/time-travel-caracas-1970s/vista Figura 8. Vaciamiento de su centro en los años 70. Disponible en: http://jjcafes.blogspot.com/2011/08/caracas-de-ayer.html Figura 9. Plaza Venezuela y Gran Avenida. Autor Anónimo. Archivo histórico de Miraflores. Disponible en http://lisablackmore.net/?p=268 Figura10. Conjunto escultórico de Plaza Venezuela, reubicado en el Parque Los Caobos. Autor: Etxe Zuria. Disponible en: http://www.flickr.com/photos/etxe-zuria/6390124133
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Independencia y República en una plaza. Valencia 1821-1890 por: Patricia Atiénzar 1 Resumen La Plaza Bolívar de Valencia, en Venezuela, es un símbolo de valor histórico, imagen cultural de la ciudad durante el siglo XIX, fue centro social, escenario del nuevo tiempo republicano, refugio de la memoria colectiva de sus ciudadanos, historiadores y cronistas. El objetivo de este artículo es darle significado a los momentos que han caracterizado a este espacio público urbano, desde la independencia y la época republicana, hasta finales del siglo XIX, momento de gran riqueza conceptual, cívica y social, siendo la plaza el reflejo del poder y los valores de la joven República, mediante una propuesta teórica-comparativa enfocada dentro de las disciplinas de la historia y el urbanismo. La metodología parte del análisis morfo-espacial y de los monumentos que contiene. El resultado es generar conocimiento a partir de la vinculación con los temas históricos para la comprensión morfológica, espacial y funcional, como síntesis de la memoria urbana y social.
Palabras clave Plaza Bolívar Significado Espacio Público Memoria
Introducción La Plaza Bolívar de Valencia, en Venezuela, representa un hito dentro del contexto urbano. Es el origen, la génesis, el primer espacio público y político de la ciudad, teatro de la historia, de los mercados, procesiones, revoluciones y batallas, de derrotas y victorias, de glorietas, conmemoraciones, monumentos y de Bolívar señalando hacia el Campo de Carabobo. Permanente memoria colectiva, patrimonio material e inmaterial como instrumento del proceso de ida y vuelta entre el pasado, el presente y el futuro, se constituye como receptáculo de la memoria. Las ciudades iberoamericanas, de origen común, fundadas con un patrón morfológico prediseñado, que correspondía en un principio a factores estratégicos establecidos por la corona española, son hoy las grandes capitales o los principales centros regionales de las naciones latinoamericanas. Todas estas ciudades comparten un legado común, *
1. Arquitecta graduada en la UCV, cursante del Doctorado de Patrimonio Cultural en la ULAC – Valencia. Docente de la cátedra de Historia de Arquitectura y Diplomado de Valoración y protección del patrimonio en Centros Históricos, Asesora de Tesis de grado de la Universidad José Antonio Páez.
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a pesar de sus actuales diferencias en tamaño, extensión y desarrollo. En sus centros antiguos, se mantiene la huella del trazado del damero original, la plaza mayor y las manzanas. Son los llamados “Centros Históricos” y se consideran como lugares donde se conserva la identidad de las ciudades, la significación y la memoria. Con respecto al caso de la ciudad de Valencia, llamada Nueva Valencia del Rey, tanto el emplazamiento, como la formación de la ciudad, se hicieron bajo las normas de urbanismo de las Leyes de Indias, establecidas por la Corona. La suave planicie entre el cerro La Guacamaya y el rio Cabriales, la abundancia de agua y las brisas del Norte, la gran cantidad de tierra fértil y de pastos para el ganado, conforman un conjunto de determinantes que coinciden notablemente con las que están descritas en las mencionadas leyes. Las principales plazas del Centro Histórico se construyeron sobre la calle Real (hoy calle Colombia), trazada en sentido Este-Oeste. Sobre ella, se presentan cuatro espacios originados en distintas épocas, en primer lugar la plaza Mayor (Plaza Bolívar), la plazoleta de San Francisco (Plaza Sucre) al lado de la Ermita en lo que eran las afueras de la ciudad. Otro espacio es la plazoleta La Glorieta (antigua Alcabala) y la plaza de San Blas, siendo éste el último conformado como tal. Existen dos plazas (Candelaria y Santa Rosa), que se fundaron en la misma época en las cercanías de la ciudad y que se unieron con el crecimiento urbano. La primera Plaza Mayor era un espacio abierto, sin vegetación, sin pavimento, de tierra, donde se hacía el mercado, sitio de reunión de los vecinos y lugar cívico e institucional importante. En su entorno se construyeron el Cabildo, la Iglesia Matriz y el Cuartel de Caballería en una de sus esquinas. Posteriormente, después de la Independencia (1810-1821), se sucedieron varias transformaciones e intervenciones en esta plaza, que serán analizadas en el desarrollo de este artículo. Esta investigación, enfocada dentro de las disciplinas de la historia y el urbanismo, aborda, entre otros temas, el estudio histórico de los momentos más importantes que representaron cambios significativos en la plaza, tanto en su morfología, espacio y forma, desde la época de la Independencia (1821), hasta la época Republicana (1890). En este periodo donde más modificaciones tuvo, lo cual se evidencia, entre otros, a través de las narraciones y descripciones realizadas por los viajeros extranjeros y cronistas de la ciudad, lo cual ha permitido reconstruir el imaginario urbano de este espacio público. Haciendo estudios comparativos entre los ejemplos que influenciaron en el patrón de diseño que se tomó como modelo para todas las plazas mayores de Venezuela, así como los Monumentos a Simón Bolívar y en especial el de ésta plaza, el Monumento 77
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al Libertador señalando al Campo de Carabobo, se observan muchas similitudes con otros monumentos europeos. (Zawisza, 1989) La metodología parte del análisis morfo-espacial de la Plaza de Valencia y del monumento que contiene. El resultado es generar conocimiento a partir de la vinculación con los temas históricos para la comprensión de su forma y estructura, espacial y funcional, como síntesis de la memoria urbana y social.
Antecedentes de la investigación Se destaca que los historiadores, que estudian y analizan la fundación de la ciudad de Valencia y su Plaza Mayor, no se han puesto de acuerdo, entre otras cosas, en cuanto al año de fundación, porque no existe acta que lo atestigüe. Se sabe que fue producto de pobladores de El Tocuyo, que, buscando una localización más cercana al mar, fundaron Borburata en febrero de 1548, y de allí, bien fuera por invasiones piratas u otras razones, varios de ellos encontraron paz y prosperidad en tierras cercanas y muy fértiles a orillas de la Laguna de Tacarigua. Pero se manejan dos teorías sobre su origen: La primera teoría, narra la toma de posesión de la Laguna de Tacarigua (Lago de Valencia) el 24 de diciembre de 1547 por Juan de Villegas. Posteriormente, Alonso Arias de Villasinda, sabedor de la actuación de Juan de Villegas, se trasladó desde Coro hasta el hato de Vicente Díaz, que ya estaba establecido y levantó el acta de fundación de una ciudad, que convino en llamar Nueva Valencia del Rey, en recuerdo de su lugar nativo. Esto ocurrió en diciembre de 1553. (Hno. Nectario María, 1970.) La segunda teoría es la oficial que relata la fundación de la Ciudad de Valencia en 1555 por Alonso Díaz Moreno: y nombrando por cabo a Alonso Díaz Moreno, vecino que entonces era de la Borburata, lo despachó con orden de que poblase una ciudad en la cercanía de la Laguna… y reconociendo el mejor sitio fundase el mismo año de 55 la ciudad de Nueva Valencia del Rey. (Oviedo y Baños. 1992, p.97) Se toma entonces el aniversario de la ciudad, el 25 de marzo, día de la Virgen de la Anunciación, ya que el Gobernador Arias de Villasinda quiso honrar así a la Virgen de su devoción y de allí quedó establecido. La primera teoría resulta más acertada, porque el Hermano Nectario María demuestra y apoya su argumentación a través de varios documentos. El de mayor importancia es aquel donde hace referencia:
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por la cual consta que en 1608 existía en el Archivo del Consejo de Indias un documento del año 1553, con el número 21, que trataba de la fundación de la Nueva Valencia de Venezuela, efectuada en aquel año por el Gobernador Lic. Alonso Arias de Villasinda. (Hno. Nectario María, 1970, p.26) Tenemos, de acuerdo a estos datos, un antecedente de fundación de Valencia en 1547, un primer poblamiento en 1549, una fundación con actas en 1553 y una ciudad activa con registros de la iglesia matriz en 1555. La ciudad comienza a desarrollarse a partir del espacio para Plaza Mayor (1555), se construye la primera iglesia (capilla), siendo la única edificación hasta 1596, cuando el Gobernador Diego de Osorio asigna los terrenos ejidos. Durante el siglo XVII no hay mayor crecimiento y solo se reseña la construcción de la Iglesia San Francisco y su convento, el de San Buenaventura en 1634. En el siglo XVIII se registra un crecimiento muy lento de la ciudad, sin ninguna construcción importante. Con el gran terremoto de 1812, que destruye gran parte de las ciudades más importantes del país, todas las edificaciones emblemáticas quedan arruinadas. Los relatos de viajeros narran que 10 años después de la tragedia, las ciudades seguían en ruinas. (Zawisza, 1988). Solo Valencia, La Victoria, Valles de Aragua y San Carlos sufrieron pocos daños. Esta gran catástrofe natural, produjo la destrucción de obras de arquitectura o ciudades enteras, que trajo graves consecuencias, por décadas, en el desarrollo urbano del país. Obviamente, el hecho más importante fue el duro, largo y difícil proceso de la Independencia, donde Venezuela debe crear las propias bases de administración y existencia como un estado independiente y a la vez debe actualizar sus atrasadas estructuras sociales, económicas y culturales para adecuarlas a los tiempos modernos. Si la guerra de independencia dio como resultado la destrucción física y material del país, más graves fueron las pérdidas humanas. La población venezolana disminuyo en un tercio, sobre todo la más joven y más activa, alterándose la configuración natural de la pirámide de edades. Por las calamidades de la guerra, la emigración y el terremoto, la población pasó desde algo más de 40.000 habitantes en 1800, a 30.000 en 1825 y para 1850 ya se habían alcanzado los 60.000 habitantes. (Zawisza, 1988) Todos estos hechos trajeron como consecuencia un inmenso sacrificio material y humano frenando la transformación y crecimiento de las ciudades, solo después de la Guerra Federal (1859-1863), y la llegada al poder de Antonio Guzmán Blanco, es cuando se pacifica y se inicia una reconstrucción y modernización del país.
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Reconstrucción y modernización En todas las ciudades del país, especialmente en Caracas, se comienza la reconstrucción de las edificaciones públicas y privadas destruidas por el terremoto de 1812 y por las guerras de Independencia (1810-1821) y Federación (1859-1863), para esta labor se crea en 1874 el Ministerio de Obras Públicas como organismo del Estado encargado de la construcción de la República. Notables profesionales formados en Venezuela y el extranjero, trabajan en el Ministerio. Este organismo asume la tarea de la dotación de una infraestructura territorial de carreteras, puentes y ferrocarriles. Con respecto a los espacios públicos, se modifica el trazado de la Plaza Mayor, borrando todo rastro colonial en ellas. Se toma como modelo el proyecto del arquitecto francés Roudier, inspirado en la Plaza de Los Vosges de París (fig.1), que fue la primera plaza que se construyó como tal en 1612, además de hacerlo bajo un plan urbanístico que más tarde fue imitado en toda Europa. Enrique IV de Francia quiso dotar a su capital de una plaza digna de ella, levantándola bajo la clarividencia organizativa y geométrica del Renacimiento, en un cuadrado casi perfecto, con ocho calles en cruz y en equis y cuatro fuentes sobre estas. En el centro de la plaza se alza una estatua ecuestre de Luis XIII, que fue quien dio por inaugurada la nueva sensación de París en una espléndida fiesta celebrada por sus esponsales con Ana de Austria, convirtiéndose en el lugar de moda de la ciudad, aunque la estatua actual, fue ubicada en 1818, ya que la original fue destruida durante la Revolución Francesa.
Fig.1: Foto aérea de la Plaza de los Vosges en París, Francia. Disponible:http://es.parisinfo.com/transportes/73189/Place-des-Vosges
Es así como se diseña y construye la Plaza Bolívar de Caracas en 1872, colocando en cada esquina, fuentes alegóricas a las cuatro estaciones (primavera, verano, otoño e invierno), actualmente, estas estatuas se encuentran en la Plaza de las Cuatro estaciones en el Malecón de Puerto Cabello. El Monumento central es una estatua ecuestre de Simón Bolívar, esculpida por Adamo Tadolini, replica de la colocada en Lima, Perú. Toda la plaza se rehabilita, colocando el pavimento de las caminerías, algunos bancos 80
por: Patricia Atiénzar
Fig.2: Foto aérea de la Plaza Bolívar de Caracas. Disponible:https://www.google.co.ve/ maps/search/foto+aerea+plaza+bolivar+de+caracas/@10.5057376,66.9142985,410m/ data=!3m1!1e3
Fig.3: Foto de la Plaza Bolívar de Caracas y su Monumento a Bolívar. Disponible: The Project Gutenberg EBook of Lecturas fáciles con ejercicios, by Lawrence Wilkins and Max Luria. 2008. http://www.gutenberg.org/files/24250/24250h/24250-h.htm#VENEZUELA
y todos los postes, faroles, candelabros y guardamatas importados de Estados Unidos, adquiridos en la firma J.L. Mott Iron Works de Nueva York. En las áreas verdes se colocaron tuberías para el riego y se construyeron tanques de agua para dicho fin. En Valencia se ejecutan obras públicas como la reconstrucción del Capitolio sobre el 81
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convento de Carmelitas, la plaza Guzmán Blanco frente al Capitolio (hoy Plaza Sucre), el Cementerio General de Valencia, el acueducto, el teatro y la remodelación de la Plaza Bolívar.
Transformación de la Plaza Mayor de Valencia A través de las narraciones y descripciones realizadas por los viajeros extranjeros y cronistas de la ciudad, se ha podido reconstruir el imaginario urbano de estos espacios públicos, en el caso de la Plaza Bolívar de Valencia, se han recopilado algunas referencias y crónicas: Joseph Luis de Cisneros, 1764: “… la plaza es grande y bien delineada…”. Alejandro de Humboldt, 1800: “… el mercado (plaza mayor), es de dimensiones desmedidas…”. Francisco Depons, 1801-1804: “… el templo, bastante bien edificado, se halla al este de una hermosa plaza, de suerte que, contemplando cada uno el embellecimiento del otro, hacen de aquel sitio el más agradable de la ciudad…”. Aunque estas descripciones son poco precisas y vagas, hasta principios de 1800, la plaza permanece como un gran espacio abierto, sin vegetación, sin pavimento, de tierra, donde se realizaba el mercado y como espacio cívico e institucional, se le
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PLAZA DE ARMAS MERCADO
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Fig. 4: Plaza de Armas / Mercado de Valencia. Entorno. Circa 1800. Fuente: Elaboración propia.
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realizan algunas mejoras como la construcción de pilas de agua (fuentes) para los vecinos, pero no se logra definir su ubicación. (Fig.4) William Duane, 1822-1823: “… la residencia del respetable patriota Don Fernando Peñalver, la cual se encontraba en una transversal de la calle principal, al lado norte de la plaza. La iglesia quedaba al este, en tanto que hacia el norte se alzaban espaciosos edificios. En la parte occidental de la plaza se veían amplias residencias de dos pisos, en una de las cuales se alojaba, entonces, el estado mayor…” Karl Ferdinand Appun. 1849, 1859: “…formando un cuadrado, la plaza mayor excede a las otras plazas públicas por la exorbitancia de su tamaño con el cual concuerdan mal los edificios bajos situados en torno a ella. Construida por los españoles, la iglesia más alta de Valencia, adornada con lindas torres, limitan la mitad del lado este de la plaza, mientras los otros edificios, destacándose solo por lo largo, no contribuyen en nada al ornamento de esta…” Consejero Miguel María Lisboa. 1852: “…ante la iglesia matriz está la plaza principal, cerrada por una verja de hierro y cruzada por cuatro excelentes calzadas de ladrillo que se unen en un círculo central, guarnecido de bancos de albañilería. En los intervalos entre estas calzadas, se proyecta plantar árboles que transformarían la plaza en un bello square…”
CASAS PRIVADAS
CASAS PRIVADAS
CASAS PRIVADAS
CALLE LIBERTAD
CABILDO
CASAS PRIVADAS PLAZA
CALLE MARTE
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CALLE CONSTITUCION
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CALLE COLOMBIA
CASAS PRIVADAS
CASAS PRIVADAS
CASAS PRIVADAS
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Fig. 5: Plaza de Valencia. Entorno. Circa 1850. Fuente: Elaboración propiat.
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En estas descripciones se destaca el hecho de que la plaza esta cruzada por cuatro excelentes calzadas de ladrillos, siendo el primer pavimento colocado en ella, también la cerca de hierro colocada en todo el perímetro. (fig.5) Jenny de Tallenay, 1878, 1882: “…llegamos por una calle ancha y de buen aspecto, a la vista de un parque hermoso y espacioso, adornado con vigorosas plantas tropicales. Allí se levanta la Catedral…Nos mostraron en uno de los ángulos del mismo parque, la casa que habitaba antes por uno de los valientes compañeros de Bolívar, el general Uslar…” Wilhelm Sievers, 1892: “…el frontis de la catedral está orientado hacia la plaza pública principal, que se caracteriza verdaderamente por su extraordinaria belleza. Tiene una extensión de 7.524 m2 y está plantada de árboles que se agrupan en torno a una hilera de bancos de piedra…” Durante este periodo (1850-1870), se mantiene el trazado de la plaza, se coloca una glorieta en el centro, pero no existe registro exacto de este episodio. En presidencias de Antonio Guzmán Blanco, se decreta la colocación de un monumento en honor al Libertador en todas las plazas mayores del país. En el caso de Valencia, se retoma la idea de construir el monumento a la Batalla de Carabobo con Bolívar, que se analizará mas adelante. Se realiza una gran transformación física en la plaza: “…la intervención en la plaza consistía en un “nuevo arreglo” según el cual se eliminó la antigua glorieta del centro y las pilas con la tubería en mal estado…”. (Zawisza, 1989, p. 228) Se hicieron las caminerías en cruz y en equis, cortadas por un gran círculo previo al
CASAS PRIVADAS
CASAS PRIVADAS
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Fig. 6: Plaza Bolívar de Valencia. Entorno. Circa 1885. Fuente: Elaboración propia.
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monumento (fig.6) y se cercó todo el perímetro con una baranda de hierro colado, de un modelo escogido de los catálogos de la empresa de fundición inglesa, así como los faroles y candelabros. (fig.6) Todo esto se inauguró en 1883, año centenario del nacimiento del Libertador. Sin embargo la plaza no tenía ninguna estatua y no fue sino hasta 1887, en el que el presidente del estado Carabobo, Hermógenes López, decreta que sea levantado un monumento para conmemorar la Batalla de Carabobo. Este proyecto se contrató al
Fig. 7: Bosquejo del monumento firmado por Antonio Malaussena el 21 de mayo de 1889. Fuente: Memorias MOP. 1888.
arquitecto Antonio Malaussena quien diseñó una columna monolítica de mármol sobre la que aparecía una figura femenina que representaba a la América Libre. Sin embargo, los dibujos originales que se conservan indican un diseño completamente diferente a lo que finalmente se construyó. (Fig.7) Los investigadores de la historia de la construcción del monumento no especifican cuando fue cambiado y por quién: “… en lugar de la América Libre, será colocada la estatua del Libertador en una solución similar a la Columna de Nelson en la Plaza de Trafalgar de Londres…”. (Zawisza. 1989. p. 229)
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Es entonces donde debemos analizar este cambio del diseño del monumento, ya que el primer proyecto estaba destinado al monumento a la Batalla de Carabobo, decretado por el Congreso de la República en Cúcuta, el 20 de julio de 1821, cuatro semanas después de la batalla, estableciendo así, una columna ática, siguiendo las
Fig. 9: Columna de Trajano en Roma, construida en 114 d.C. (Derecha) Disponible:http://www.artehistoria.com/v2/ monumentos/912.htm
Fig. 8: Plaza Vendôme de París, construida en 1810. (Izquierda) Disponible:http:// es.parisinfo.com/transportes/90844/PlaceVend%C3%B4me
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corrientes neoclásicas europeas. Ya en 1810, Napoleón Bonaparte construyó en Paris, en la plaza Vendôme, (fig.8) una columna similar a la gran Columna de Trajano en Roma, (fig.9) para conmemorar sus
Fig. 10 y 11: Columna de Nelson en la Plaza Trafalgar de Londres, construida en 1840-43 Disponible:http://www.guiarte.com/londres/que-ver/trafalgar-square.html
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victorias en batalla, tomándola como modelo para este monumento. Tenemos también en Londres, la Plaza Trafalgar, con la Columna al Almirante Horatio Nelson (fig.10 y 11), se erigió entre 1840 y 1843 para conmemorar su muerte. La estatua mide 5,5 metros, y se yergue sobre una columna de granito de 46 metros de altura. La estatua mira hacia el sur, al Palacio de Westminster. El monumento fue diseñado por el arquitecto William Railton en 1838. Este será el modelo a seguir para modificar el proyecto de Antonio Malaussena.
Fig. 12 y 13: Columna de Bolívar señalando al Campo de Carabobo en la Plaza Bolívar de Valencia, construida en 1889. Disponible:http://es.wikipedia.org/wiki/Plaza_Bol%C3%ADvar_de_Valencia
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Es así como se define el Monumento a la Batalla de Carabobo y a la vez a Simón Bolívar, fusionando los dos conceptos y se adopta el modelo de Trafalgar pero a menor escala. Se levanta una columna de mármol de Carrara, de una sola pieza, con capitel corintio y coronado por una estatua pedestre de Bolívar señalando al Campo de Carabobo, que tendrá como base un pedestal cuadrado con letreros y relieves alusivos a la Batalla. (Fig.12 y 13) En 1889 llega de Italia el Monolito ejecutado por Miguel J. Leicibabaza y fue traído de Puerto Cabello en ferrocarril hasta la estación Inglesa y de ella a la Plaza sobre rieles colocados especialmente para la ocasión. Este trabajo de transporte y erección del monumento fue ejecutado por la firma Winckelmann Hnos. (Zawisza. 1989).
Fig.14: Un día después de la inauguración de la Plaza Bolívar en 1889. Fuente: Guerra, Donald (1982) “Memoria Cultural I”. Salón Arturo Michelena. Valenciat
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Los relieves de bronce en los cuatro costados del pedestal, presentan escenas de la batalla, las figuras de los cóndores, colocadas en las esquinas, complementan este monumento, cuya altura supera los 18,00 m. Con él la plaza adquiere su fisonomía definitiva estableciendo una nueva relación entre el centro de este espacio y las torres de la iglesia, que ya no parecen dominar el entorno como antes. (Zawisza. 1989, p.230). Toda la obra, la plaza y el monumento, se inaugura el 24 de junio de 1889. (Fig.14) En conclusión, la plaza sufre cambios significativos en su morfología y espacialidad. Su envolvente se transforma y su uso inicial, de mercado, pasa a ser de conmemoración, contemplación y esparcimiento. Su monumento adquiere doble significado, Bolívar y la Batalla de Carabobo, sellando nuestra Independencia para convertirse en refugio de la memoria colectiva de sus ciudadanos, preservando el imaginario de este espacio público, como síntesis de la memoria urbana y social.
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por: Patricia Atiénzar
Referencias Brewer-Carías, A. (2006) La Ciudad Ordenada. Criteria. Caracas. Campos Georgina. (2011). El origen de la Plaza pública en México. Revista Nueva Época nº66. México. Galindez, L. (1991). Historia de Valencia (siglos XIX y XX). Gobernación de Carabobo. Valencia. Hermano Nectario M. (1970). Orígenes de Valencia. Instituto de Antropología e Historia. Edo. Carabobo. Madrid. Martí, Obispo Mariano. (1989). Documentos relativos a su visita pastoral de la Diócesis de Caracas. (1771-1784). Tomo II. Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas. Munizaba, G. (2006). Las ciudades y su historia. Alfaomega. México. Negrón, M. (2006). Valencia Cenital. Arte. Caracas. Oviedo y Baños, J. (1992). Historia de la conquista y población de la Provincia de Venezuela. Biblioteca Ayacucho. Caracas. Zawisza, L. (1989) Arquitectura y obras públicas en Venezuela. Siglo XIX. Ediciones de la Presidencia de la República. Caracas.
Una aproximación al significado cultural del Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná: Bien Cultural de principios del siglo XX por: Ysmery Tineo Toledo 1 Resumen En Venezuela durante los gobiernos de López y Medina, se dieron respuestas a la realidad dejada por Gómez, mediante políticas que contribuyeron al desarrollo del país, desde el Ministerio de Obras Públicas (MOP); institución que jugó un papel protagónico. Uno de los arquitectos que formó parte de esta prestigiosa institución, fue Cipriano Domínguez, quien dejó su traza en Cumaná mediante el Liceo Antonio José de Sucre. Este bien inmueble constituye parte de la herencia cultural e identidad local y nacional, sin embargo ha sido poco estudiado y divulgada su significación cultural; afectando en parte el sentido de identidad hacia esta arquitectura. El propósito es identificar los valores históricos y arquitectónicos del conjunto, contribuyendo a resaltar su importancia, en pro de su conservación y difusión para estas y futuras generaciones. La metodología fue documental, considerando referentes como: Ballart, Gómez, Manzini, Morón, Revista CAV N° 45, y Documentos Nacionales e Internacionales.
Palabras clave
Significación Cultural Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná Arquitectura Moderna Cipriano Domínguez
Introducción Transcurridas casi dos décadas, después de la fundación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es publicada en 1964 la Carta de Venecia, documento que permitió ampliar el concepto de monumento histórico, incluyendo la creación arquitectónica aislada, conjuntos urbanos o rurales y obras modestas que con el tiempo han adquirido una “significación cultural”, valores de importancia para la comunidad donde se manifiestan. Muchos de estos inmuebles, con importantes valores culturales, fueron demolidos durante las guerras mundiales, y posterior, a estas beligerancias aún se demuelen, no solo en Europa sino también en otras latitudes del planeta. Un lamentable ejemplo, de esta nefasta realidad, continúa afectando la Arquitectura Moderna, también conocida como la arquitectura de entre-guerras que surgió en Europa desde las vanguardias artísticas enfrentadas al *
1. Arquitecta egresada de la UCV, MSc. Gerencia Logística UNEFA, Docente Agregado UPT “Clodosbaldo Russian”. Cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural ULAC – Cumaná. Ponencias: 1 Encuentro de Investigadores en Patrimonio Cultural ULAC - junio 2014, II Encuentro de Geohistoria y Cultura Sucrense - abril 2014.
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por: Ysmery Tineo Toledo
academicismo y al eclecticismo y posteriormente desarrollada de manera singular en Latinoamérica. Posteriormente, en 1971, distados siete años de la Carta de Venecia, se aprueba la Declaración de Praga para la Protección de los Monumentos de los Siglos XIX y XX; edificaciones que se encontraban sin protección, pero con una gran “significación cultural”. Este aspecto de importancia se amplía, ocho años más tarde, mediante la Carta de Burra Australia para Sitios de Significación Cultural (1979), señalando en el Artículo 1 que esta: “significa valor estético, histórico, científico, social o espiritual para las generaciones pasada, presente y futura”; asimismo, complementa que es sinónimo de “significación patrimonial” y de “valor del patrimonio cultural”. Esta significación cultural es inseparable de los bienes materiales inmuebles, por ende de la arquitectura moderna desarrollada en Venezuela, cuyo despertar se desarrolló durante las décadas de los treinta y cuarenta del siglo XX, de la mano, no solo de su máximo exponente, el Arquitecto Carlos Raúl Villanueva, sino también de otros profesionales de la arquitectura e ingeniería que formaron parte de la “Sala Técnica” del Ministerio de Obras Públicas (MOP); los cuales durante los gobiernos de López Contreras y Medina Angarita, contribuyeron a impulsar el desarrollo del país mediante respuestas a la precaria situación dejada por Gómez. Son numerosas las obras de arquitectura proyectadas desde la prestigiosa y mencionada Sala Técnica del MOP y ejecutadas durante estas décadas en Venezuela, pero pocas las incluidas en los Catálogos de Patrimonio Cultural, producto de los censos culturales realizados. Gran parte de los bienes inmuebles incluidos en estos catálogos contienen información errada, como se evidencia para el Liceo Antonio José de Sucre, de Cumaná; un conjunto arquitectónico constituyente del patrimonio histórico de larga data, con raíces en el antiguo Colegio Nacional de Cumaná y herencia arquitectónica reciente, diseñada por uno de los pioneros de la arquitectura moderna en Venezuela, e inaugurada durante la conmemoración del sesquicentenario del nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho. Ante esta preocupante realidad y aunado a la poca difusión de la riqueza cultural de estos bienes, a través de los diferentes medios y formas de comunicación y educación en el país, se puede afirmar que estos hechos contribuyen a incrementar la fragilidad que poseen los mismos, e inciden en el desdibujamiento de esta riqueza cultural invaluable en las generaciones presentes. En base a estas consideraciones, se desarrolló una investigación documental con el propósito de resaltar la significación cultural de este bien de la primera mitad del siglo XX, el Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná, desde la difusión de los valores históricos y arquitectónicos inherentes al mismo; contribuyendo a dinamizar la protección, conservación, valoración y afianzamiento de la identidad hacia esta herencia cultural por parte de la colectividad y su transmisión a las venideras generaciones. 93
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La investigación se estructuró en tres apartados: I.- Situación actual del patrimonio heredado y su contexto urbano, en este se expone el estado de conservación y grado de intervenciones, observables, que presenta el conjunto arquitectónico y su contexto inmediato. II.- Significado histórico del Liceo Antonio José de Sucre, mediante el cual se determina parte de los valores históricos relevantes a través del tiempo y el espacio de esta institución, así como el rol protagónico, de este bien, en la educación venezolana. Y cerrando con el III.- Significado arquitectónico del Liceo Antonio José de Sucre, en el cual se diserta sobre la autoría intelectual de esta obra arquitectónica, así como las particularidades urbanas, morfológicas y funcionales del mismo. Dentro de las conclusiones, se destaca la importancia de la significación cultural, en especial de la significación histórica y arquitectónica inherente a los bienes inmuebles que, como herencia cultural de los pueblos, es sustento o base primordial para la preservación de los mismos, contribuyendo a garantizar el uso y disfrute a las generaciones presentes y futuras. Asimismo, favorece el desarrollo de la apropiación colectiva, afianzando la identidad cultural hacia esta manifestación, la arquitectura moderna en Venezuela desde la cuna del Gran Mariscal.
Situación actual del patrimonio heredado y su contexto urbano El relato de la Torre de Babel, en la Biblia (Génesis 11: 1-9), presenta al ser humano vanidoso por su unidad mediante una única lengua y la fuerza que consideraban ilimitada para lograr sus ambiciones personales; ante este ensoberbecimiento Dios confunde su lengua, obligándolos a dispersarse por el planeta reiniciando sus vidas, en ese andar y de manera ingeniosa da respuestas a sus necesidades más sentidas, abrigo, alimentación, comunicación, refugio, entre tantas otras. Estas manifestaciones culturales, en la línea del tiempo, se han ido enriqueciendo mediante roces e hibridaciones interculturales, que han sido heredadas y a la vez transmitidas de generación en generación. Estas nuevas relaciones pueden contribuir a resaltar o mermar la significación o valoración hacia la herencia cultural de los pueblos. Tal como lo refiere Ballart (1997, p. 20): El tiempo juega en contra de las cosas físicas tanto como en contra de las personas: unas y otras se gastan y se estropean. Pero las cosas que los individuos acumulan y les sobreviven, sean objetos transitorios u objetos durables y son transmitidas a los que vienen después, se transforman en legado, en patrimonio heredado. El legado patrimonial es siempre un recordatorio permanente para las generaciones venideras de todo lo bueno y valioso que merece conservarse del pasado. Conforme a lo afirmado por Josep Ballart, y tomando como referencia la ciudad de Cumaná, la cual posee un rico y diverso patrimonio heredado, pese a los desastres naturales que la han afectado. Dentro de estos legados materiales esta la arquitectura 94
por: Ysmery Tineo Toledo
desarrollada durante la década de los treinta y cuarenta, una expresión que busca interpretar el lugar, la identidad local, tomando como referentes los principios de la arquitectura moderna o de la Modernidad, como también se le conoce. Ejemplo de esta herencia patrimonial es el conjunto arquitectónico Liceo Antonio José de Sucre, conocido también por los cumaneses como “Liceo Sucre”, el cual ha permanecido en el tiempo, y en palabras de Ballart, este bien patrimonial trasmite o trasfiere, a los individuos de manera directa, sensaciones y noticias del pasado, para lo cual se requiere estar preparado para actuar como receptor de estos y otros aspectos, que contribuirán a la conservación y preservación de esta herencia para el uso y disfrute de las generaciones, pasadas, presentes y futuras. Es necesario ubicar el Liceo Antonio José de Sucre, en el espacio urbano, esta forma parte de los bienes inmuebles ubicados dentro de la poligonal del Casco Histórico Tradicional de Cumaná (CHTC). Esta se corresponde con el área definida como Centro Histórico en el Artículo 2 del Plan Rector de Desarrollo Urbano de la ciudad, aprobado en Resolución Nº 220 del Ministerio del Desarrollo Urbano (MINDUR) con fecha 03-031986 y publicada en Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 3762 Extraordinaria de fecha 08-04-1986.
Fig.1. Ubicación del Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná. Elaborado por la autora en base a copia del levantamiento Aerofotogramétrico Cumaná. MINDUR 1992. Nota: se destaca en color azul las volumetrías de techos planos, y las de color naranja a las de techos a cuatro aguas.
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Específicamente, se sitúa entre las calles Boyacá y general Salom (linderos Norte y Sur), y entre las calles Montes y Niquitao (linderos Este y Oeste). Esta poligonal cuenta con la Ordenanza de Zonificación del Casco Histórico-Tradicional de Cumaná (OZCHTC), emitida por el Concejo del Municipio Sucre, fechada el 07-07-1992 y contiene la normativa concerniente al CHTC, así como los lineamientos para preservar el patrimonio histórico y ambiental; sin embargo, es de hacer notar que no presenta actualizaciones producto de revisiones conforme a la dinámica urbana. En esta se establecen ocho zonificaciones: Zona de Valor Histórico (ZVH), Zona de Valor Tradicional (ZVT), Zona de Transición (ZT), Zona de Estudios Especiales (ZEE), Zona de Renovación Urbana (ZRU), Zona de Equipamientos Urbanos (ZE-U), Zona de Comercio Local (ZCL) y Zona de Comercio Central (ZCC). La ZE-U comprende dos apartados, uno referido a los Equipamientos Urbanos Propuestos y otro a los Equipamientos Urbanos Existentes, este último abarca las edificaciones destinadas a la prestación de servicios a la comunidad de tipo administrativo, cultural, religioso y educacional, dentro de este último se encuentra el Liceo Antonio José de Sucre. El contexto urbano inmediato a esta institución educativa lo conforman un conjunto de inmuebles zonificados como ZT, constituyendo los sitios de entrada a esta centralidad urbana, ubicándose en la calle Niquitao y en parte de la calle Montes. También otros identificados como ZVT, las cuales, en líneas generales, presentan un estado de deterioro importante, acercándose a ruinas, situándose entre las calles General Salom con Sucre, Ayacucho y Montes. Al sur del liceo se dispone la Catedral, zonificada como Equipamiento Religioso Existente (ERE). Sin duda, este conjunto arquitectónico cuenta con la protección legal al formar parte de los inmuebles ubicados dentro de la poligonal del CHTC, siendo también necesario recordar que esta obra edilicia fue inaugurada, junto a otras, para la conmemoración del sesquicentenario del nacimiento del Gran Mariscal Sucre. Sin embargo, llama la atención que el estado de conservación no es el más adecuado, reflejando una incoherencia entre la relevancia histórica y arquitectónica inherente a este bien cultural inmueble, herencia patrimonial de los venezolanos y en especial del pueblo sucrense.
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Fig. 2. Contexto urbano inmediato del Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná. Fuente: la autora 2015. Nota: 1º calle Boyacá, 2º calle General Salom, 3º calle Niquitao y 4º calle Montes.
Como se puede apreciar, el estado de conservación del contexto inmediato donde se circunscribe el bien inmueble, amerita la elaboración de un estudio especial, de tipo integral y desde la multidisciplinariedad, que contribuya a la sostenibilidad en el tiempo del conjunto urbano. Porque como lo señala el arquitecto Salmona (1982) mediante el prólogo a la 1ª edición del extraordinario libro de Moure y Téllez, refiriéndose al contexto: El cuerpo masivo de toda una ciudad, (…), no se puede conservar en base a unos pocos ejemplos arquitectónicos pues ninguno de ellos, por más extraordinario que sea, se puede mirar, medir y analizar sin su contexto, desprendido de su vecindario natural, ajeno a su lugar de ubicación. Es que la noción de lugar en arquitectura, trasciende el hecho geográfico e incorpora necesariamente el paisaje, la naturaleza y la historia, el vecindaje, las formas y hasta la actividad humana y social del entorno. (…) En, coherencia con Salmona, y desde Venezuela el arquitecto, Posani (1994, p. 4), ante el deterioro de muchos ejemplos de la arquitectura o patrimonio construido del siglo XX en Venezuela, exhorta al respeto de la misma y señala a la vez que: “La rápida transformación de las ciudades contemporáneas especialmente en Latinoamérica, incrementa el peligro de perdida de sus obras (…).” Esta lamentable realidad invita, con mayor vigor, la inmediata consideración del tema de conservación de la arquitectura 97
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moderna, así como del lugar o contexto donde se implanta, en este caso en particular, el paisaje urbano del Liceo Antonio José de Sucre. En lo que respecta al inmueble, si bien es cierto que aún guarda, en líneas generales la morfología original, no es menos cierto que el estado de conservación no es el más adecuado. Se observan intervenciones poco acordes o inapropiadas, así como adosamientos, sustitución de ventanales, puertas, y de revestimientos de pisos originales; de igual manera, aplicación de diferentes policromías a lo largo del tiempo en paredes, ocultamiento de mosaicos vitrificados mediante capas de pintura de esmalte y se evidencian filtraciones, acero expuesto en losas de techo, entre otros aspectos. Estos aspectos reflejan, la poca sensibilidad hacia esta valiosa obra ejemplo de la arquitectura moderna sucrense y venezolana y la ausencia de planes de gestión integral para su conservación, desde un equipo multidisciplinario, especializado y actualizado en lo concerniente al patrimonio cultural.
Fig. 3. Estado de conservación e intervenciones en el Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná. Fuente: la autora 2015.
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Esta situación, se agudiza por la poca información de importancia difundida; así como datos errados contenidos en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano SU-14, del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC).
CUADRO 1 Observaciones al Catálogo del Patrimonio Cultural 2004-2006 SU-14 Mcpio. Sucre IPC, respecto al Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná. Información reflejada en el Catálogo 2004-2006 Mcpio. Sucre Edo Sucre-IPC
Observaciones
Dirección: Calle General Salón con calles La Paz, Montes y Páez, lateral a la iglesia catedral. Administrador/custodio o responsable: Jesús Ramos.
Dirección: Calle Niquitao (fachada principal), Calle General Salom (fachada lateral derecha. frente a fachada lateral Iglesia Catedral), Calle Montes (fachada posterior), Calle Boyacá (fachada lateral izquierda). Administrador/custodio o responsable: Ministerio P.P. para la Educación Director: Prof. Mariángeles Marino.
Comenzó a funcionar en el año 1959 como escuela básica. A partir de 1976 paso a ser un liceo. (…) posee características arquitectónicas de la modernidad de los años cincuenta. (…) esbeltas columnas de doble altura que anteceden a tres altas puertas que dan pasó a los espacios internos del liceo. (…) puertas y ventanas de metal y vidrio”. Catálogo SU 14 del IPC. (p. 36). Inaugurado: 3 de febrero de 1945. Cambiado de la categoría de Colegio Federal a Liceo en 1936. Pertenece a la arquitectura de la modernidad de los cuarenta. El Acceso 99
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principal desde la calle Niquitao, ha sido reemplazado por uno secundario (desde la calle General Salom), conformado por una galería techada adosada al lateral izquierdo del auditórium. Las puertas originales son de madera (sustituidas, en un importante porcentaje, por puertas elaboradas con láminas de hierro). Las ventanas originales son de tres tipologías: romanillas de madera, romanillas con vidrio, basculantes de madera con vidrio (esta última han sido sustituida, en gran parte, por ventanas de romanillas de aluminio con vidrio y/o bloques de ventilación). Algunos de los revestimientos de piso original han sido sustituidos. La realidad expuesta acompaña a cada uno de los catálogos de los municipios del país, los cuales se llevaron a cabo de manera muy similar a los desarrollados en España; en este sentido, Azkarate, Ruiz y Santana (2003, p. 10) respecto a los inventarios, señalan que permitieron: “(…) facilitar una primera estimación cuantitativa (…). En contrapartida (…) carecían de criterios de valoración homogéneos, (…) que improvisaron la definición y extensión de su propio objeto de análisis de modo puramente empírico, (…)”. Estas improvisaciones, fueron corregidas, mejorando sustancialmente la información de los inventarios. Esto es un ejemplo a seguir, lo que permitiría encauzar acciones para revisar y corregir a la brevedad posible los errores que contienen los catálogos patrimoniales, con el objeto de minimizar las distorsiones de la realidad histórica y arquitectónica, las cuales lejos de resaltar el significado cultural, a través de los valores inherentes al bien, afectan negativamente la lectura que se pudiera hacer del mismo y obstaculizan el reconocimiento e identificación del mismo por parte de la colectividad en general. Por otra parte, sería mezquino no resaltar la iniciativa y el esfuerzo por parte del gobierno nacional en materia cultural, siendo el Catálogo del Patrimonio Cultural venezolano 2004-2006, una importante herramienta para proteger las manifestaciones culturales de la nación, paso inicial que permitirá contribuir a la conservación y preservación de las mismas para estas y las venideras generaciones. Sin embargo, no es menos cierto que ante un tema tan delicado e importante, por la fragilidad que revisten las manifestaciones culturales, se requiere una mayor y continua participación de la sociedad en general, desde los espacios públicos y privados (gubernamentales, académicos, empresariales, grupos sociales, profesionales y comunitarios), los cuales deben sensibilizarse ante la importancia que reviste la temática del patrimonio cultural, redescubriendo los valores o significación cultural que contienen estas expresiones de los pueblos, factores que contribuyen a desarrollar el sentido de identidad y, por ende, permite impulsar la conservación y preservación de estos bienes para las generaciones presentes y venideras. *
Nota: elaborado por la autora mediante datos productos de la investigación y del Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2006 SU 14. Municipio Sucre, estado Sucre (p. 36).
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De lo contrario, la lasitud de esta herencia del siglo pasado, se acentuará notablemente, pudiendo contribuir a desdibujar gran parte de esta riqueza cultural, desarrollada desde la singularidad de la arquitectura de la primera mitad del siglo XX; la cual desde el movimiento moderno en Venezuela jugó un papel fundamental en el desarrollo del país.
Significado histórico del Liceo Antonio José de Sucre El Liceo Antonio José de Sucre, tiene sus orígenes en el antiguo Colegio Nacional, este en lo que fue el Convento de San Francisco de Cumaná y, por ende, en los procesos de colonización y evangelización en tierra firme. Para contextualizar esta afirmación es necesario hacer una retrospectiva tomando como base este último acontecimiento, y para ello Gómez (1981, p. 41-43) afirma que el primer intento de fundar una misión dominica, en 1513, en la costa de “Cumaná Abajo”, fracasó debido a enfrentamientos entre indígenas y “esclaveros” españoles. De igual manera, señala que posteriormente: Por el año 1515, franciscanos y dominicos decidieron enviar nuevos misioneros, Los franciscanos desembarcaron a fines de dicho año en las costas de Cumaná y fundaron un convento “a un tiro de ballesta de las costa del mar, junto a la desembocadura del río Cumaná”. Los dominicos que partieron de Santo Domingo, al mismo tiempo arribaron más lejos, estableciéndose (…): “Cinco leguas más al occidente, por la costa, en el lugar llamado Chiribichi y que ellos designaron Santa Fe”. (…). Fue en la misión de Cumaná donde se ofició la primera misa en Tierra Firme, (…). Este asiento misional con su convento y su huerta, con su Misa y sus frutos, fue el origen de la ciudad de Cumaná. (…) Construyeron (…), el primer convento y la primera escuela de la América Continental. En 1520, debido a una rebelión por parte de los indígenas hacia las actitudes violentas de los esclavistas españoles, y como protesta destruyen los Conventos de Santa Fe y el de la Misión de Cumaná (Ob. Cit.). Posteriormente, se ordena la reconstrucción del asiento de la misión franciscana, por parte de Gonzalo de Ocampo, así lo refiere Morón (2012, p. 49): “En 1521, el capitán (…) de Ocampo construye unas (…) fortalezas en la bocas del río Cumaná, que el padre Las Casas llamó Toledo. En 1523 Jácomo de Castellón edifico una fortaleza, sobre las ruinas de la anterior”, destacándose que este fue nombrado alcalde de la fortaleza de Cumaná. Es importante resaltar la frecuencia de movimientos telúricos, huracanes y maremotos característicos en la zona, y uno de los más sentidos en estos años fue el terremoto del 1 de septiembre de 1530, el cual ocasionó severos daños, destruyendo la fortaleza mencionada. Siete años más tarde, en 1537, es reconstruida resurgiendo con ella los procesos de evangelización y de nuevas enseñanzas para los pobladores de la zona. Esta perseverancia de los misioneros en la región, indica para Fuentes (1990, p. 156) la marcada vinculación e influencia de estos con la formación del oriente venezolano, y refiere que parte de las dificultades y conflictos de esos años, de debió a: “La falta 101
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de incentivos para futuros colonos (…), la extraordinaria belicosidad de su población aborigen y el abandono de Cubagua y la explotación perlífera (…)”. Para Morales y Rodríguez (1999, p. 215), esta experiencia misionera por parte de los franciscanos tiene su importancia, al representar el primer asiento urbano en “Tierra Firme”, en la ciudad de Cumaná. Después de veinte años, el 1 de febrero de 1562 es fundada en esta zona “Nueva Córdoba”, por parte de fray Francisco de Montesinos, conforme a Morón (2012, p. 49-50), afirmando a la vez que: “Es una ciudad sola, sin gobernación, (…). La ciudad serviría de base y de capital a la gobernación que se creará (…)”. Posteriormente, el 15 de mayo de 1568, es creada la “Provincia de Nueva Andalucía” siendo Cumaná su capital. Esta provincia es de gran notoriedad para Europa, así lo refiere Caulin (1779, p. 6) Una de las cosas, que ilustran, con notoria fama, entre las quatro partes del mundo, a la América; y entre los Reynos de ésta al nuevo Reyno de Granada, es la Provincia de la nueva Andalucía; cuya capital es la Ciudad de Cumaná, a quien algunos geo-graphos dan el nombre de la nueva Córdova, situada en la Costa que llaman de Tierra-Firme, (…). Las ciudades, que comprehende esta jurisdicción, después de su referida capital, son: la nueva Barcelona, alias, Cumanagoto, San Balthasar de las Arias, o Cumanacóa, las Villas de Arágua, y el Pao, y la Real Fuerza de Araya… La provincia de Nueva Andalucía, sin duda por la expansión o jurisdicción que comprendía, impresionaba por la diversidad natural (flora y fauna), los pobladores, y la geográfica e hidrología de esta extensiva región. Sobre la base de las ideas expuestas, se reitera la importante participación de la iglesia, a través de las diferentes provincias y, de manera especial, en la de Nueva Andalucía, no solo en la evangelización de los pobladores originarios, sino también en el desarrollo de la educación desde los espacios básicos, construidos en 1515 mediante “una choza o casa de palmas”, como lo refiere Gómez (1981, p. 71) era lo que constituía el Convento, el cual se situaba “a un tiro de la ballesta”, de la desembocadura del río. Posteriormente este es trasladado hacia el interior, argumentando que: “(…), a causa de las expediciones esclavizadoras de los indieros, de las invasiones de los piratas (…), el poblado fue trasladado hacia el interior, (…) entre las colinas del Este y el río, (…).”, esto permitió una mayor y mejor protección, estructurando, de igual manera, el área urbana de lo que hoy se conoce como San Francisco en el centro histórico de la ciudad de Cumaná. Este traslado, permitió el inicio de la nueva construcción para el convento franciscano, inicia conforme a Gómez (1981, p. 72) una vez dada la autorización para su construcción por parte del Rey en 1641 y es culminada en 1720. El Convento de San Francisco, en la Cumaná de 1777, se ubicaba al sur de la ciudad 102
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cercano al río Manzanares, correspondiéndose actualmente con “San Francisco”, comunidad que debe su nombre a este convento. Hoy solo quedan ruinas de lo que fue este conjunto edilicio de tipo monástico, que a lo largo de la historia fue afectado por terremotos y pasó por diversos usos. En este aspecto Antonio José de Sucre, al referirse a su ciudad natal Cumaná, recuerda en González (2006, p. 17) que esta se encontraba dispuesta a la: “(…) aventura o a la desventura, por tantos terremotos que ha sufrido. Las construcciones nuestras eran más pequeñas, (…). Solamente nuestros castillos (…) y el convento de Los Franciscanos (…) podían ofrecer alguna importancia a los ojos del viajero”. Efectivamente, la ciudad ha sido objeto fenómenos naturales como terremotos, maremotos y huracanes, que la han afectado severamente a lo largo de la historia, sin embargo, siempre se ha levantado.
Fig. 4. Plano general de la ciudad de Cumaná y sus contornos. Agustín Crame. (1777). Nota: la letra “H” corresponde con el Convento de San Francisco. Fuente: Servicio Geográfico del Ejército (Venezuela, N. 76)
Antes de continuar, es importante dedicar un espacio al mariscal Sucre; en la Cumaná de finales del siglo XVIII, el 3 de febrero de 1795 nace Antonio José de Sucre y Alcalá, el que años más tarde sería el “Gran Mariscal de Ayacucho” y el “Abel de América”. De la mano de Salcedo (2009, p. XIV), se puede apreciar una pequeña síntesis de lo que fue la grandeza de este insigne cumanés, contado junto a Miranda, Bolívar, Bello y Rodríguez, como los cinco grandes de Venezuela, en este aspecto refiere el autor: “(…), Sorprende, (…), que a los treinta y cinco años él hubiera agotado y culminado todas las excelencias del deber, recibiendo todos los honores y desempeñando todas las responsabilidades máximas (…)”. Salcedo, después sintetizar de indicar las prestancias, distinciones y compromisos llevados a cabo por Antonio José de Sucre, culmina 103
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agregando: “(…), en la esfera máxima de la cultura se ocupa de las universidades de Bolivia en 1825, (…). A la edad en que muchos están comenzando, Sucre terminaba con brillo envidiable su carrera (…)”; el Gran Mariscal Sucre, titulo otorgado en 1824, tenía 35 años de edad, cuando fue asesinado el 4 de junio de 1830 en Berruecos, y Bolívar al conocer la trágica noticia afirmo: “¡Santo Dios! ¡Se ha derramado la sangre de Abel!...La bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quito la vida”. Ese sentimiento que manifestó Bolívar, se ha mantenido en el tiempo en cada venezolano, en especial cuando se evoca el pasado, la historia que permite visualizar con mayor claridad el presente y soñar en un mejor futuro. Prosiguiendo con lo que representó el Convento de San Francisco para la ciudad de Cumaná y para el país, tal como se mencionó con anterioridad, desde los recintos de este bien cultural heredado del siglo XVII, respecto a la educación entre 1759 y 1782 Uzcátegui (s/a: s/n) refiere: “(…) por iniciativa oficial y privada, funcionaron cátedras de Latín, Filosofía, Escolástica, Moral y Teología”. Indicando, igualmente, que en 1812 el ayuntamiento unifica las cátedras que funcionaban de manera aislada y solicita la creación de la Universidad, la cual fue aprobada, estableciéndose en el antiguo Convento de San Francisco. En lo que respecta a esta Universidad de Cumaná, comenzó su operatividad desde las instalaciones del mencionado convento el 11 de mayo de 1822; sin embargo, al caer la primera República se ven interrumpidas las actividades de la misma. (ob. cit.). El autor señala que posteriormente: “El Colegio Nacional de Cumaná, se crea por decreto del ejecutivo el 28 de febrero de 1834”, afirmando que tuvo su origen: “(…) en el Decreto de Instrucción pública el 27 de octubre de 1824, dictado por el Vicepresidente de la República de Colombia, General Francisco de Padua Santander, siendo su primer rector el Dr. Andrés Level de Goda”. Entre 1850 y 1853, se dictaron estudios de importancia para la ciudad, así lo refiere Herrera (2007, p. 55): “El Congreso en 1850 crea estudios de jurisprudencia y de medicina, en cuya enseñanza participó Luis Daniel Beauperthuy, hasta 1853. José Antonio Ramos Sucre estudió también en ese colegio graduándose de Bachiller en Filosofía, en 1904”. Cabe destacar que Beauperthuy (1807-1871), fue médico graduado en París en 1837, arribó a Cumaná en 1838, revalidó su título en la Universidad Central de Venezuela (UCV), llegando a descubrir el agente transmisor de la “fiebre amarilla”. En 1853, un fuerte terremoto interrumpe las actividades que se desarrollaban en el Colegio Nacional de Cumaná, desde la sede de las instalaciones del Convento de San Francisco, este terremoto destruyó la ciudad, convirtiendo en ruinas el mencionado convento.
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Fig. 5. Fachadas principal y posterior o interna de las Ruinas del Convento de San Francisco de Cumaná. Fuente: la autora 2015.
Transcurridos veintidós años, en 1875, el Colegio Nacional de Cumaná fue elevado a Colegio Federal, funcionando en otros inmuebles debido a las condiciones ruinosas en que quedó el conjunto monástico, después del terremoto de 1853. En el siglo XX, a finales de 1935, después del fallecimiento del general Juan Vicente Gómez, es designado por el gabinete encargado de la presidencia, al general Eleazar López Contreras (1883-1973), este nuevo mandatario tuvo un papel muy importante en la transición, después de veintisiete años de dictadura, hacia la democracia del país. Para Uslar (1980, p. 410) hubo dos circunstancias que le permitieron lograr esta difícil tarea: “(…) un Ejército institucionalizado, y profesionalizado, que lo reconoce (…) jerárquicamente como jefe, (…); además influyó mucho su carácter. (…) era un hombre conciliador, inclinado a buscar fórmulas de arreglo, desprovisto de toda impulsividad y violencia, muy equilibrado; (…)”. Estas condiciones, en especial las últimas son fundamentales para la unión y el respeto, facilitando con ello el desarrollo de políticas que enrumbaron o encauzaron al país hacia la democracia. López Contreras, mediante el “Programa de Febrero”, formula los lineamientos de un plan político–administrativo, dada las grandes necesidades de la nación. Este programa que abarcaba diversos aspectos o puntos de importancia, como es el IV. Educación Nacional, Uslar (1980, p. 409), en este aspecto indica que este plan comprendía: (a) Lucha contra el analfabetismo. (b) Reorganización del Liceo, en vista de la formación del carácter y de la adecuada preparación científica para el ingreso a las universidades y escuelas técnicas. Creación de un Instituto Pedagógico para la preparación del profesorado de los liceos. (c) Creación de escuelas de artes y oficios adecuados a las necesidades de cada región. Tomando como base las consideraciones anteriores, el presidencial López Contreras, mediante decreto del 18 de julio de 1936, cambia la categoría de Colegio Federal a la 105
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de Liceo, en este caso Liceo de Cumaná, y en el marco del mencionado “Programa de Febrero”, se proyecta la nueva sede para el mismo desde la Sala Técnica del Ministerio de Obras Públicas (MOP) entre 1936-1944, entre otras construcciones importantes para la ciudad, en especial en el área educativa. Un aspecto de gran importancia que señala Uslar (1980, p. 413) es que: “Lo realizado en ese quinquenio, si se compara con las circunstancias y la escasez de medios, es notable. Se adelanta en afirmación de la democracia, en creación de nuevas formas de convivencia social y en definición de rumbos”. Sin duda alguna, la ciudad de Cumaná, que después del terremoto de 1929 quedo en ruinas, es levantada nuevamente durante este periodo de gobierno. En 1941, asume la presidencia el general Isaías Medina Angarita (1897-1953), quien amplía la democracia en Venezuela, teniendo como base la etapa de transición dejada por López Contreras, en palabras de Uslar, crea un régimen de absoluto respeto a las garantías constitucionales y a las libertades públicas. Durante su gobierno se impulsan una serie de reformas y obras de importancia, reflejadas en todos los estados del país, Cumaná fue una de las más favorecidas por el presidente Medina Angarita. En base de las consideraciones anteriores, el periodo que va de 1936 hasta 1945, el cual comprende los gobiernos de López Contreras y Medina Angarita, es considerado por Uslar (1980, p. 417) de extraordinario, en cuanto a la obra realizada, y agrega: “Particularmente sorprende la desproporción entre los recursos con que se contó y la dimensión de la labor realizada, no solamente en administración, sino en obras materiales efectivas. (…) se trabajó con empeño (…) y (…) cooperación”. En este aspecto, y en lo concerniente a la ciudad de Cumaná, en 1944 el presidente Isaías Medina Angarita, a través de la Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela Nº 21.451 de fecha jueves 6 de julio de 1944 y mediante Decreto Nº 140-5, considerando: “(…) que el día 3 de febrero de 1945 se cumplirán 150 años del nacimiento (…) del Gran Mariscal (...); (…) que la gratitud de los pueblos debe manifestarse en forma digna de la grandeza de los héroes; (…)”. De igual manera, decreta importantes obras públicas para la ciudad, entre las cuales el artículo 9º menciona: Casa de la Municipalidad, Sanatorio Antituberculoso de Oriente, Nuevo Puente sobre el Río Manzanares, el Estadio Escolar (…), y reformas al Hospital Civil de la misma ciudad. De gran beneplácito, para los países hermanos y, en espacial, para los venezolanos y cumaneses, fue la celebración del sesquicentenario del nacimiento del Gran Mariscal Antonio José de Sucre; las obras planificadas desde los gobiernos nacional y regional, así como desde la empresa privada y la iglesia, se llevaron a cabo en el tiempo previsto y fueron inauguradas durante esta magna conmemoración por el presidente Medina y demás autoridades. 106
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La casa de Antonio José, Cumaná, se vistió de gala. La que el recordaba con frecuencia, como lo indica González (2006, p. 16): “¡Mi Cumaná! no he podido olvidar a pesar del tiempo el manzanares, con sus aguas tan traslúcidas y el puente que cruzábamos los muchachos. Los Barrios de Santa Inés y de Nuestra Señora de Altagracia”. Esa Cumaná que aún perduraba en su memoria histórica, con su paisaje natural y construido, a través de la dinámica social se ha ido transformando en el tiempo; por lo que es necesario sensibilizarse ante ese pasado, muchas veces desconocido y encontrarse con el presente, pudiendo así entenderlo desde la significación cultural, en especial el significado o valor histórico del bien.
Significado arquitectónico del Liceo Antonio José de Sucre Para iniciar este punto referido a la significación arquitectónica del bien y sus contexto, es necesario recordar que la UNESCO, entre otros objetivos, tiene el de promover la identificación, protección y preservación del patrimonio cultural y natural, asimismo, los Estados Miembros, como lo es Venezuela desde el 25 de noviembre de 1946, conforme a la Lista de estos y de los Miembros Asociados de la organización, al 1 de enero de 2014. De igual manera, forma parte de la organización internacional Documentación y Conservación de la Arquitectura del Movimiento Moderno (DOCOMOMO), desde agosto de 2010, cuando se aprueba el capítulo DOCOMOMO Venezuela, con el respaldo de los setenta países miembros y mediante la conferencia internacional celebrada en México “Viviendo en la Modernidad Urbana”. De igual manera, es importante recordar, que el Liceo Antonio José de Sucre, de Cumaná, se enmarca en un extenso programa gubernamental de dotación de edificios escolares, como importante aspecto de la política oficial orientada hacia el desarrollo y la modernización del país, llevada a cabo de manera eficaz y efectiva durante las décadas de los años treinta y cuarenta, como se mencionó en el apartado anterior. En tal sentido, este conjunto arquitectónico y su contexto urbano inmediato, es herencia de la arquitectura moderna, la que se corresponde con la primera modernidad. Cabe destacar que la arquitectura moderna, surge en Europa después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), como rechazo al eclecticismo que imperaba en el momento. Esta vanguardia se verá reflejada en la arquitectura latinoamericana, años después, iniciándose en la década de los treinta y cuarenta, y cristalizándose a partir de los cincuenta, desde la búsqueda de una arquitectura propia del lugar. Esta arquitectura como expresión del ser humano, de una época determinada, forma parte de la herencia histórica y, por lo tanto, posee una significación cultural de gran importancia. Para Manzini (2001, p. 34), la significación cultural: “(…) vincula las etapas de la vida histórica de un bien patrimonial que permite comprender su razón de ser en el tiempo, detectar lo que es importante en la vida de los mismos y explicarlo como 107
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producto cultural”. La significación cultural, también es base fundamental para la toma de decisiones, en lo que respecta a protección, manejo, y fundamento de la interpretación de los bienes culturales, así como para la valoración. Es por ello, que resulta indispensable que este se trasmita de manera veraz, contribuyendo a dar cuerpo, como lo señala Manzini, a la identidad de una sociedad o comunidad. Como se mencionó, las décadas referidas a los gobiernos de Contreras y Medina hicieron énfasis en políticas de carácter educativo, de salud e higiene y vivienda; para ello se proyectaron y ejecutaron importantes edificaciones en estas áreas, entre otras de interés nacional, a través de los profesionales de la arquitectura e ingeniería, adscritos a la sala técnica del MOP, institución creada en 1874, al igual que la Sala Técnica, con el objeto de evaluar los proyectos de obras civiles necesarios para el desarrollo del país. La fase inicial de la arquitectura moderna en Venezuela, se desarrolla de la mano, no solo del máximo exponente de esta arquitectura en el país, como lo fue el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, sino también de otros profesionales de la Arquitectura e Ingeniería como: Carlos Guinand Sandoz, Luis Malaussena, Luis Eduardo Chataing, Gustavo Wallis, Willy Ossot, Manuel Mujica y Cipriano Domínguez, entre otros, que formaron parte de la sala técnica del MOP. De estos profesionales, fue Cipriano Domínguez (1904-1995), quien diseñó y construyó las torres del Centro Simón Bolívar en Caracas, destacándose, a la vez, durante su actividad en el MOP. Parte del curriculum de este importante arquitecto, conforme a la Revista CAV Nº 54 (1995:43), refleja que Domínguez, fue Ingeniero (1928), Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas (1928), Arquitecto (1955). Arquitecto al servicio del MOP (1934-1945). Arquitecto Proyectista y Director de la Construcción del Centro Simón Bolívar (1948-1957). Fundador de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (1945) y de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela (1945). Recibe el Premio Nacional de Arquitectura (1990). Durante los años que estuvo al servicio del MOP, elaboró muchos proyectos, destacándose, entre otros, el diseño de varios liceos: el Caracas (Instituto Pedagógico), el Fermín Toro; el Libertador de Mérida; el de Barquisimeto y el de Cumaná, es decir, el Liceo Antonio José de Sucre. En este aspecto, el Diario de Caracas, reseñó el 29-01-1995 (c.p. Desde la Memoria Urbana, abril 2007), sobre la arquitectura o edificios modernos de Domínguez como: blancos, sinceros, generosos, limpios y hermosos. Estas características, a pesar de las ausentes políticas de mantenimiento y conservación, aún se manifiestan en líneas generales, en el Liceo Antonio José de Sucre de Cumaná. Domínguez, logró una arquitectura en coherencia con las condiciones climáticas, con énfasis en lo formal, así como en la generosidad espacial, vinculada con el contexto inmediato y eminentemente funcionalista.
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El conjunto arquitectónico se implanta en un terreno de aproximadamente 8876 m2, con un área de construcción de 3654 m2, ocupando el 41,16 % del área de terreno, contemplando un 58,84 % para áreas verdes, deportiva y estacionamientos. Está conformado por 7 edificios, estos están organizados en función de los usos, desde la calle Niquitao (fachada oeste) se ubica el acceso principal a la institución, realzado mediante cuatro amplias escalinatas que a la vez acentúa la verticalidad que conforman los 3 vanos a doble altura que conducen a un hall de entrada bastante espacioso. En la parte superior de este volumen se identifica la institución con el nombre del Gran Mariscal de Ayacucho: “Liceo Antonio José de Sucre”. Desde el hall de entrada principal a doble altura, (el cual remata visualmente con un busto del Gran Mariscal, ubicado en el primero de los tres patios internos del liceo), y el secundario desde la calle general Salom, (desarrollado mediante una galería techada a una sola altura, adosada a la margen izquierda del espacio destinado al auditórium), se organizan y distribuyen los diferentes espacios del conjunto arquitectónico. Estas dos esbeltas volumetrías de techos planos, se interconectan a través de un nodo de base rectangular (el más alto del conjunto), el cual en sus cuatro caras presenta bien definido el espacio para el reloj, símbolo de la escolaridad en la época, así como el auditórium; predominante en las edificaciones escolares de la época, con el fin de que funcionara, también, como elemento de integración comunitaria. Una vez en el hall del acceso principal, se ubica a mano izquierda el volumen donde funcionan las oficinas administrativas, desde este se desprenden cuatro brazos perpendiculares y orientados norte-sur; en tres de ellos se dispusieron las aulas y laboratorios. En el cercano al auditórium se encuentra la biblioteca y actividades afines, estas volumetrías conforman tres patios internos, evidenciando una acertada respuesta al manejo de ventilación e iluminación natural. Todo el conjunto arquitectónico, se interconecta entre sí mediante las galerías techadas y los tres generosos patios internos que le dan un valor agregado al conjunto, mejorando las condiciones climáticas en los diferentes ambientes y ofreciendo a los usuarios nuevas sensaciones y relaciones espaciales; de igual manera, estas edificaciones poseen pequeños elementos conectores por la fachada este, de techos planos que funcionan como áreas de apoyo (cantina, depósitos, entre otros construidos posteriormente, que no guardan relación con el conjunto). El liceo también dispone espacios para canchas deportivas, estacionamientos y áreas verdes
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y General Salom. Fuente: la autora 2015.
Este bien cultural, herencia histórica de la época moderna, posee una valiosa
en los retiros con las calles (Niquitao y Boyacá).
Fig. 6. Vista parcial del Liceo Antonio José de Sucre desde la intersección entre las calles Niquitao
significación cultural, destacándose en este ensayo los valores históricos y arquitectónicos que representa esta herencia, un significado que puede perderse o enriquecerse, dependerá de todos, y fundamentalmente, desde una de las más importantes frases de Bolívar: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”, claramente plasmado en la parte superior derecha de la fachada principal del conjunto arquitectónico; el lograr que éste y muchos otros bienes culturales inmuebles de mediados del siglo XX, perduren en la memoria colectiva y puedan preservarse para el uso y disfrute de todas las generaciones.
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Conclusiones Se destaca la importancia de la significación cultural como elemento fundamental para la conservación de los bienes culturales, en especial los correspondientes a la arquitectura moderna, cuya fragilidad es cada día más notoria. La inmaterialidad que condujo a la materialidad de estos bienes, ese componente histórico-arquitectónico, empieza a tergiversarse por desconocimiento, poca difusión, falta de políticas que incidan en la valoración de los mismos, entre otros aspectos. Esto ha traído como consecuencia, un desdibujamiento en las generaciones actuales, que de no tomarse acciones al respecto, se perderá parte de la herencia arquitectónica de principios del siglo XX, una arquitectura reciente que representa parte de la identidad de los cumaneses y de los venezolanos, de una determinada época en la historia, de una arquitectura propia del lugar, de la singularidad latinoamericana expresada de manera particular en la cuna del Gran Mariscal. Desde esta aproximación se pretende contribuir a la difusión de los valores históricos y arquitectónicos inherentes al bien cultural, contribuyendo a dinamizar la protección, conservación, valoración y afianzamiento de la identidad hacia esta herencia cultural por parte de la colectividad y su transmisión a generaciones, presentes y futuras.
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Memoria, Identidad y Progreso de la ciudad industrial de Venezuela por: Andreina Guardia de Baasch 1 Resumen En este artículo se presentan las características del parque industrial de Valencia y su impacto en la identidad como Ciudad Industrial de Venezuela. Se determinó el crecimiento del sector manufacturero con respecto a la huella urbana y se indican los lugares cuyos nombres corresponden al tema industrial. Se abordan diferentes posturas con respecto a la identidad, a través de una investigación documental y un arqueo bibliográfico en proceso, que involucra una investigación de mayor alcance. El análisis muestra que actualmente el parque industrial no corresponde a la memoria y al símbolo de progreso que originó la identidad, se encontró un paisaje degradado, subutilizado y con obsolescencia tecnológica. Se concluye que es necesario implementar acciones a través de un proceso de innovación y de cambio cultural, que involucre a la ciudad, la industria y la ciudadanía, que permita rescatar y revalorizar una nueva imagen para la Ciudad Industrial de Venezuela.
Palabras clave:
Identidad ciudad industrial innovación
Introducción La ciudad, para el que pasa sin entrar, es una, y otra para el que está preso de ella y no sale; una es la ciudad a la que se llega la primera vez, otra la que se deja para no volver; cada una merece un nombre diferente. Italo Calvino La ciudad de Valencia históricamente ha tenido una relación directa con la industria, a través de esta relación y de la enorme importancia que ha significado el desarrollo manufacturero, se le ha otorgado el nombre de “Ciudad Industrial de Venezuela”, por lo tanto su identidad 2 proviene de ella. La identidad industrial de Valencia, se inicia a mediados del siglo XIX, período que se define por los procesos de urbanización e industrialización, momento en que se perfila *
1. Doctorando en Patrimonio Cultural - Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC) Valencia. en Gerencia de la Construcción - Universidad de Carabobo (UC), Arquitecto - Universidad Central de Venezuela (UCV).
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como uno de los más importantes centros fabriles del país. La ciudad se percibe como un reflejo de los avances en la industria, el progreso le permitió ser modernizada, con teléfono, telégrafo, iluminación, acueductos y ciudadanos con una enorme calidad de vida.3 En el siglo XX, una enorme proyección en el sector industrial y económico se logró con el impulso de la producción petrolera, esta etapa fue muy importante para las industrias de la región, que a partir de 1951, se convierte en el foco del proceso de sustitución de importaciones. 4Las políticas nacionales de 1960 y la salida de las industrias de Caracas, superan las estimaciones para la ciudad industrial, la cual duplica su área urbana y su población en un período de tan sólo treinta años, lo cual la convierte en una ciudad masificada. 5 Los crecimientos urbanos se polarizan, comienza a funcionar como una ciudad próspera que tiene una enorme industria; expandiéndose la huella urbana residencial hacia el Norte y las zonas industriales y viviendas de los trabajadores hacia el Sur. El centro de la ciudad como elemento unificador, ya no responde, se abandona y cambia su vocación residencial a comercial diurna, y es allí donde la ciudad de Valencia y la zona industrial se divorcian como concepto unitario, porque la industria no es considerada ciudad, en ella no hay espacios públicos y no hay intercambio social entre los ciudadanos, es sólo el lugar de trabajo. Las características actuales del parque industrial en su mayoría demuestran un enorme deterioro, que no es cónsono con la prosperidad que tuvo y debería mantener una ciudad industrial. En la primera década del siglo XXI, como resultado de las nuevas políticas económicas establecidas en el país, muchas empresas han cerrado operaciones en forma definitiva y otras han paralizado temporalmente por falta de insumos. 6 El sector industrial funciona en la actualidad con poca utilización de su capacidad productiva, además del cierre por problemas económicos, algunas empresas han sido expropiadas y muchas sufren de obsolescencia tecnológica. De continuar avanzando en esta dirección, probablemente se perdería la identidad de Ciudad Industrial de Venezuela que históricamente ha tenido Valencia.
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Memoria, Identidad y Progreso de la ciudad industrial de Venezuela
¿La identidad es un concepto frágil y efímero que no puede responder ante cambios sociales, políticos y económicos en una ciudad? ¿Se puede proponer una alternativa de innovación que revalorice y reimpulse la identidad de la ciudad industrial de Venezuela? Los tiempos de una ciudad
La ciudad, 7la industria y la identidad se relacionan entre sí de maneras diferentes dependiendo del período histórico que se analice y de los procesos sociales, políticos y sobre todo económicos, que se manifiesten en cada una de las épocas y, a su vez, producen condiciones específicas, tanto en el crecimiento de la ciudad, como de la zona industria en el caso de Valencia. La ciudad conjuga pasado (es memoria), presente (es vida) y futuro (es imagen). Igualmente evoluciona, cambia y se transforma a ritmos diferentes y a veces en sentidos opuestos. Por esta razón es de fundamental importancia conocer y reconocer los tiempos de la ciudad. (Cuervo, 2003, p.123) A partir de este criterio se desarrollará la temática, donde la historia, el pasado y la memoria le dan origen a la identidad de la ciudad industrial, seguida por la situación actual, que por las condiciones desfavorables del presente nos hace dudar si la identidad está fracturada y el futuro como la imagen que se puede lograr para reinventar y reposicionarla, retomando la identidad industrial como fortaleza para definir la visión, un sueño colectivo de ciudad que podríamos lograr.
Origen de la identidad industrial el pasado El origen de las ciudades venezolanas se remonta a la época de la conquista española, nuestros indígenas no habitaban en ciudades, ellos se asentaban en pequeños poblados y algunos eran nómadas. Los españoles fundaron, trazaron, construyeron y poblaron las ciudades ordenadas para reclamar su derecho sobre las nuevas tierras conquistadas. Cuando se realizan estudios sobre la ciudad, su forma, su estructura y la manera cómo ha evolucionado, se debe siempre considerar que la ciudad es fiel reflejo de la sociedad que la crea. Esta es la razón fundamental de porqué se inicia con el pasado, con su historia y su gente.
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Históricamente Valencia ha tenido “el privilegio de ser la ciudad colonial española que desde 1555 hasta hoy sigue conservando el primer trazado urbano reticular cuadrangular perfectamente ortogonal. …es el documento más antiguo que tiene la ciudad y el que más se resiste a desaparecer”. (Gasparini, 2005, p.19) A finales del siglo XIX, se inician las actividades industriales, que desde entonces acompañaron la evolución y el carácter de la ciudad que pasó a la condición de ciudad criolla (1810-1826), según señala (Martínez, s.f.) ”Valencia se incorporó a la actividad industrial a partir de 1878 cuando fue creada la empresa textil Telares de Valencia por parte de Domingo Antonio Olavarría”. 8(p.17) Un grupo de personas controlaba el poder económico y político, convirtiéndose en el grupo dominante y al cual denominan la valencianidad, 9que luego se mezclarían con los comerciantes e industriales en su mayoría extranjeros, formando la clase dirigente de la región, lo cual mantienen durante un largo período. Valencia era ya un reflejo de la industrialización, además del ferrocarril Puerto CabelloValencia y del gran ferrocarril de Venezuela, Martínez y De Castro (2000) mencionan que: Se estima que hubo dos factores que estimularon esta situación: la fundación del Acueducto de Valencia, que favoreció a las empresas que utilizaban el vapor como fuente de energía, y luego, la inauguración de la Planta de Electricidad de Valencia que afianzó el auge de las actividades económicas. El aumento de la población creó las condiciones para que la industrialización se afirmara como la actividad económica fundamental que caracterizó la región. (p. 207) En la primera década del siglo XX se inicia la era industrial de Valencia, contaba con importantes empresas y comercios y los avances en la industria eran sinónimo de progreso, la Electricidad de Valencia en 1908 de Guillermo Dewitz, el Taller Metalúrgico Winkelmann, la Cervecería, entre otros, fueron los primeros edificios industriales. Luego, como lo definen (op. cit) se inicia el ciclo de Valencia como ciudad burguesa (1926-1958). La economía latinoamericana de principios del siglo XX se encontraba, en su mayoría, dominada por el capital extranjero;10 pudiéndose observar una diferencia cuando se analiza la experiencia regional, al respecto señalan Martínez y De Castro, que Valencia “escapa a esa generalización, no sólo estaba en manos de empresarios que poseían los medios de producción, sino que además no se le conoció ninguna relación estrecha
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con el capital extranjero sino hasta la década de los años 50”. (p. 229) De nuevo la actividad industrial le aporta identidad a la ciudad, su arquitectura urbana, industrial y los ferrocarriles, muestran los beneficios económicos de sus habitantes, los que integran diferentes técnicas y materiales constructivos, mejorando tanto la calidad como el ornamento en las edificaciones. De manera acertada sobre Valencia y sus costumbres sociales, señala Silva (2005), que: Mientras, la ciudad se retrataba en las páginas de Elite en 1926, era la imagen de una sociedad con nombres y apellidos y se afianzaron sólidamente hasta bien entrado el siglo XX y que con el tiempo dieron nombre a calles, plazas y nuevos edificios (p.154) Según Martínez y De Castro (2000), una nueva explosión industrial y económica llegó con el auge petrolero que reconfiguraría al país entero; esta etapa fue un proceso importante para las industrias de las región, en 1936 nace la unión de industriales del estado Carabobo y Valencia se convierte en el foco del proceso de industrialización sustitutiva de importaciones a partir de 1951. (p. 88) Esta época coincide con la llegada de la arquitectura moderna a Venezuela y en Valencia estas ideas se inician con un Plan Regulador de 1952-53, formulado por la Comisión Nacional de Urbanismo,11 donde se planteaba un nuevo crecimiento de la ciudad, la cual se adecuaba a la incorporación de grandes desarrollos industriales como respuesta a los decretos que establecían la salida de los complejos industriales de Caracas. Con esta nueva planificación se produce un cambio de escala e identidad en el fenómeno urbano, se duplica el área urbana, y se generan nuevas migraciones y crecimientos dentro de la ciudad. Hasta hace muy poco, decir identidad era hablar de raíces, de raigambre, territorio y de tiempo largo, de memoria simbólicamente densa. De eso y solamente eso estaba hecha la identidad. Pero decir identidad hoy, involucra también… hablar de migraciones y movilidades, de desanclaje e instantaneidad, de redes y flujos. (Barbero, 2008, p.36) Gran cantidad de inmigrantes extranjeros llegaron a Venezuela, contribuyendo al desarrollo de las ciudades a través de sus oficios y experiencias, se pueden resaltar los constructores italianos y los geómetras que implementaron diferentes métodos constructivos y estilos en las edificaciones en las zonas urbanas.
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Fig. 1: Protinal y Proagro, sector San Bla. Fuente: Valencia Cenital (Niño, 2006, p.92)
En 1950 instalan la procesadora de alimentos para animales (PROTINAL), que desde entonces ha significado imagen de progreso y de ciudad industrial a la entrada de la ciudad de Valencia. La Fundación para el desarrollo de la Zona Industrial de Valencia (FUNVAL) abrió el camino para que Valencia y Carabobo se industrializaran. Hubo además una política municipal de incentivos en 1959 y 1962 con la creación de FUNVAL, y que llevaron al establecimiento de las zonas industriales municipales norte y sur para las grandes empresas y el parque industrial Los Criollitos, ubicado en el sector La Florida, para el uso de la pequeña y mediana industria (Gonzalez,s.f. p.5). A partir de este proceso, la Ford Motor Company se instala en la zona industrial, definiendo el futuro de la misma. De allí surge una nueva identificación urbana y se denomina la avenida principal de la zona industrial como su fundador, Henry Ford. Varios espacios urbanos de la zona industrial tienen nombres de empresas o empresarios, como por ejemplo: el distribuidor Firestone, el distribuidor Divenca, el distribuidor Fábrica de Cemento, la Avenida Branger por los Telares Branger, entre otros.
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Con el desarrollo industrial, tecnológico y la masificación llegan también los grandes edificios con crecimientos en vertical para los trabajadores, se construyen nuevas urbanizaciones populares hacia el sur y se cambia el aspecto de la ciudad, donde el nuevo perfil urbano permite mayores densidades en zonas residenciales. Los nuevos cambios también generan múltiples problemas urbanos, como pueden ser la falta de servicios, vialidad, equipamientos, movilidad, conectividad, congestionamiento, saneamiento, inseguridad, violencia y toda la problemática de una gran ciudad. A partir de 1959, se denomina a Valencia como ciudad masificada, la estructura social se amplía y diversifica, con lo cual, la identificación de valencianidad va perdiendo su fuerza y aunque sus representantes siguen ocupando puestos de poder, son menos reconocidos como la clase dirigente de la región. Los principales objetivos de la sustitución de importaciones se habían cumplido en la década de los 70, pero al mismo tiempo sus efectos negativos se establecieron, como por ejemplo, la dependencia económica y financiera del extranjero. En las décadas de los 80 y 90, aumentan las importaciones sobre todo del sector automotriz, lo cual trajo como consecuencia, que los objetivos en la sustitución se hicieran más difíciles de alcanzar. La masificación urbana trae consigo enormes conflictos en las ciudades, además de generar situaciones como el crecimiento descontrolado, el desorden y el caos, lo que se traduce en grandes insatisfacciones para los ciudadanos que la habitan. Como señala Romero (citado en González, 2005) A la burguesía, a la clase media urbana de técnicos y profesionales y a la incipiente clase obrera les surgió un nuevo vecino: la masa, entendida como aquel grupo social sin inserción directa ni estable en los circuitos económicos tradicionales o en los nuevos industriales. (p.96) La ciudad sigue creciendo de forma polarizada, se desarrolla la industria hacia la zona Sur con espacios residenciales para los trabajadores, nuevas urbanizaciones populares y se abandona el casco histórico fundacional como zona residencial, el cual adquiere una nueva ocupación de comercio diurno, convirtiéndose en el mayor centro comercial de la ciudad. Como resultado del enorme crecimiento, según Caraballo (2005), Valencia se convierte en “La tercera urbe del país, polo industrial y comercial de los valles centrales, vio en los últimos cincuenta años un cambio violento…y su mancha urbana se desbordó hacia los valles vecinos”. (p.159)
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La zona Norte se desarrolla con nuevas urbanizaciones residenciales de clase media, en busca de mejores condiciones en la calidad de vida. Este crecimiento contempla pocos espacios públicos, no sólo en los nuevos urbanismos, sino en la cultura y la ciudadanía. Sin estos espacios públicos hay poco intercambio social dentro de la ciudad, lo cual limita la participación ciudadana y se representa hoy en día en la falta de capital social.14 No disponer de una visión global para entender los cambios que se venían produciendo, al afianzarse la irreversibilidad de las tendencias de la urbanización, la transformación de la vivienda y las ciudades, los crecientes costos de trasporte y movilidad, la presencia de externalidades socio-ambientales entre otros de los cambios, quedaban cobijados por un trasnocho engañoso sobre la realidad social: la dudosa pretensión que se avanzaba, se progresaba. (Giraldo, 2003, p.18) Un claro ejemplo es la autopista regional del centro, que divide y atraviesa de forma dramática gran parte de la ciudad, pareciendo más una avenida principal que una vía rápida de transporte, lo que incrementa el caos, el ruido y el tráfico diario. En este momento se fragmentan la ciudad y la industria. Divididas y sin nexo entre ellas, se genera una ciudad que contiene una gran industria; también se separan las realidades sociales, económicas y prevalece un desarrollo desigual en lo social y lo material, entre el norte y el sur; aun así seguía proyectándose
Fig. 2: División política en municipios y parroquias
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como una región próspera debido a sus condiciones, facilidad de acceso por la red vial, la cercanía a Puerto Cabello y un aeropuerto en plena zona industrial. El crecimiento descontrolado no se percibe de una manera tan notoria como en la ciudad de Caracas, donde los barrios de ranchos urbanos se encuentran en los cerros y a la vista de todos los ciudadanos que habiten el valle; en Valencia por sus condiciones geográficas, se encuentran en terrenos relativamente planos, las quebradas, los bordes de los ríos y las zonas verdes, pero su realidad es tan palpable como la de otras ciudades. Estos crecimientos o asentamientos informales requieren de servicios públicos que consiguen a través de empalmes ilegales en las tuberías de agua y en los cables eléctricos, aumentando la basura, el caos, el desorden, el hacinamiento y la perturbación visual dentro de la ciudad. Estas referencias históricas nos permiten comprender los procesos que han dado forma a la ciudad industrial, ese lugar que se ha reorganizado de acuerdo a las circunstancias históricas, políticas, económicas, sociales y medioambientales, que necesariamente ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios que percibimos en la actualidad.
Actual situación, el presente El estado Carabobo, tiene el segundo territorio más pequeño del país, su capital es la ciudad de Valencia, que comprende cinco municipios autónomos con catorce parroquias, el mayor de ellos es Valencia. Naguanagua se encuentra al norte, San Diego al noreste, Libertador al suroeste y Los Guayos al sureste. Debido a los crecimientos poblacionales, se integra con el municipio Guacara con tres parroquias, conformando un área metropolitana, en la cual se asienta una población de 1.7 millones de habitantes según el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2013), ubicándose como la tercera del país en la escala demográfica. El territorio está ocupado de manera variada, con zonas de mayor densidad en el casco central conformado por las parroquias Catedral, El Socorro, San Blas y Candelaria. Luego baja la densidad poblacional hacia las áreas rurales del sur, especialmente las parroquias Negro Primero e Independencia y el sur de la parroquia Miguel Peña. La zona industrial como mancha urbana se extiende por varios municipios y parroquias, dentro de las más importantes tenemos: Zona Industrial Municipal Norte, Municipal Sur I, Municipal Sur II, La Caracarita, Michelena, Los Guayos, La Quizanda, La Guacamaya, Las Garcitas, Zona Industrial y Comercial La Isabelica, Parque Comercial Industrial Castillito, Los Criollitos – La Guacamaya, Urbanización Industrial Carabobo, El Bosque, Araguaney, Zona Industrial Fundo la Unión, Castillete, Terrazas de Castillito, San Diego, Urb. Agro Industrial el Recreo, entre otras. 122
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La huella urbana está creciendo a su ritmo, a la vez, que supera su espacio, la industria se está transformando aislada, no hay ciudad en la industria y la industria se divorcia de ella. El concepto de ciudad industrial próspera, que históricamente acompañó a la ciudad de Valencia se está desdibujado, fracturando y tiende a ser pasado en la memoria de los ciudadanos.
Fig. 3: POU Área Metropolitana de Valencia. Fuente: Alcaldía de Valencia
En el Gráfico 3,15 se puede observar la importancia que representa para la ciudad la gran ocupación del suelo urbano que tiene la industria. La enorme mancha de color morado, está conformada por una gran cantidad de zonas industriales claramente identificadas y con características propias, como: industria pesada, industria liviana, mediana y pequeña industria. En la última década el parque industrial se ha degradado, sus espacios están subutilizados y no es la imagen de ciudad industrial y progreso que se quiere reflejar. Valencia ha entrado en un proceso de transformación, que amenaza con dejar la cultura urbana sin identidad y sin memoria colectiva. Las ciudades al igual que las personas construyen su identidad a partir de las memorias y estas se alojan en las historias, los cuentos, sonidos, música, imágenes, edificaciones, 123
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gastronomía; todo lo que constituye el patrimonio cultural16 que conforma esa memoria colectiva. (López, 2014, p.47) En el ámbito específico de lo urbano, la identidad permite involucrar temas sociales que precisan reflexionar sobre las distintas maneras en que las sociedades se representan a sí mismas, a la vez, que constituyen códigos de comprensión y modos de comunicación, que son elementos únicos para los habitantes de cada espacio urbano o región particular. Valencia creció muy rápidamente en las últimas décadas y es muy diversa a nivel cultural. Esto se debe en gran medida a la migración rural-urbana como respuesta a la necesidad de mano de obra en la zona industrial, así como también, a la gran cantidad de empresarios y comerciantes extranjeros que se establecieron en la zona y se mezclaron con los locales integrándose, en algunos casos, con la sociedad valenciana y la valencianidad. La crisis de identidad no sólo la produce el hecho constatable de que los venidos de otras regiones nacionales o extranjeras, son hoy más que los nacidos en ella, sino porque la ciudad no termina de asumir los aportes foráneos, ni ha asimilado las consecuencias positivas y negativas de la industrialización y de la urbanización. Existe un desfase entre lo que Valencia es hoy, en términos materiales, y la manera difusa como sus habitantes la piensan y la quieren. (Gonzalez,s.f.,p.1) Culturalmente se asocia lo industrial como un lugar poco atractivo, sucio, degradado y sin encanto; lo cual en gran medida es cierto, pero a pesar de ello, conforma un paisaje industrial; 17 que además de las estructuras físicas específicas como son los galpones metálicos, define una actividad económica y humana, siendo un valor que debemos reconocer. De forma clara Trachana (2011), expresa que: Una fábrica, por ejemplo, no es sólo una construcción sino también una forma de organización del trabajo y de relación social concreta, donde se lleva a cabo un determinado proceso de producción, donde se aplica un concreto sistema tecnológico y a través del cual se establece una serie de relaciones funcionales y visuales con el medio físico o la ciudad. (p. 195) A pesar de ello, la condición de ciudadano no se percibe claramente en la zona industrial, debido a que, una ciudad necesita espacios públicos de intercambio social, como la calle, la plaza, el parque, la vereda, la acera. En todos estos espacios es donde se materializa la participación ciudadana y se conforma la identidad urbana, pero el deterioro, la informalidad y la descomposición no lo permiten, como hace varios años lo expresó González (2005) “La violencia ocupó nuestra identidad y nos autoexcluye”. (p.115)
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Imagen de la ciudad industrial
El futuro
Se inicia la discusión a partir del futuro, de lo que está por venir, de esa imagen de la ciudad que queremos ver. También se da respuesta a las interrogantes planteadas sobre la identidad y alternativas para revalorizarla e impulsarla. Con respecto a su valor, explica Trachana (2011): Los valores de la era industrial, período que se considera hoy cerrado y caduco, se suplantan así por nuevos valores. El período histórico del presente, llamado era de la información, se caracteriza por una industria limpia que está suplantando en los países industrializados las industrias contaminantes trasladadas en los países en vías de desarrollo. (p.194) Con respecto a lo anterior, nos refiere Caraballo (2011) que: “A diferencia del valor estético propio del patrimonio urbano, el valor central del patrimonio industrial está en su impacto en la estructuración de formas sociales y culturales relacionadas con el proceso”. (p.125). En estos momentos que se perfila un proceso de desindustrialización, hay que reconocer lo que ha significado la industria para la historia de la ciudad y la sociedad industrial, que se debe conservar en la memoria y la identidad como un legado cultural para las nuevas generaciones. Según el concepto, la identidad no es frágil ni efímera, sino que está sujeta a un constante proceso de cambio y transformación, en el cual las identidades en general, están cada vez más fragmentadas y fracturadas; pero como son una construcción de lo social, estas están siempre en evolución y no es un proceso terminado. La identidad de una ciudad si puede responder ante cambios sociales, políticos y económicos debido a su capacidad de moldearse y transformarse ante un nuevo discurso; según Hall (1990) “las identidades (...) están sujetas a una historización radical, y en un constante proceso de cambio y transformación” (p.17), por lo tanto, si existe la identidad industrial, una posibilidad de cambio debe ser afianzarla, darle apoyo a ese valor ya conquistado históricamente y reconstruirla con una visión innovadora. El logro de una identidad para una ciudad la hace más reconocible y más fácil de recordar. La identidad de “Ciudad Industrial de Venezuela” que ha tenido Valencia, es importante retomarla, re-inventarla y darle mayor fuerza, contando necesariamente con la participación ciudadana, a fin de generar valor y no perder ese referente en la cultura urbana. El concepto de identidad es subjetivo e inmaterial,18 pero en el caso de Valencia, la identidad industrial tiene carácter de marca de ciudad,19 siendo un elemento de identificación, que desde el siglo pasado ya le pertenece y estuvo asociada a prosperidad y calidad de vida. 125
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Todo aquello que le da fortaleza a la marca de ciudad, corresponde en su mayoría a la historia, la cultura, las costumbres, los valores y, en general, a su gente. Además de esos elementos sociales que apuntalan la fortaleza de la ciudad, están todas esas edificaciones industriales que deben ser evaluadas para conocer su potencial patrimonial individual, como Protinal, que han sido un hito en la entrada a Valencia con significado de progreso durante muchos años; así como la antigua Electricidad de Valencia, que es otro de los ejemplos a considerar. La especificidad de la ciudad se juega adicionalmente en el hecho de ser un sistema evolutivo, es decir con una capacidad de adaptación al cambio en el medio exterior y, muy particularmente, de ser un sistema en donde lo nuevo se crea y en ese proceso de creación e innovación, el lugar, la forma, la proximidad, desempeñan un papel fundamental. Cuervo, (2003, p.114) Hay que pensar de manera global, donde la nueva ciudad industrial como un todo responda a los cambios. Esto se puede lograr incorporando nuevas actividades económicas como la industria de la información y el conocimiento; dando paso, a su vez, a la producción cultural en todos sus aspectos. Al respecto nos dice Caraballo (2011): Si bien no se trata de conservar la totalidad de las industrias, si se plantea reconocer la herencia y memoria de aquellos ingenios que desaparecen, así como de conservar ejemplos representativos de los diversos sistemas productivos. Se hace necesaria una valoración transdisciplinar, donde la interpretación de arquitectos, ingenieros, sociólogos, historiadores, debe confrontarse con la valoración cultural de aquellos herederos directos del proceso industrial y de su dinámica social. (p.125) Por lo tanto, es momento de mejorar el espacio físico de la ciudad que corresponde al paisaje industrial existente; de crear nuevos lugares de trabajo, esparcimiento, ocio y cultura; y de descontaminar el ambiente natural como ríos, quebradas y zonas verdes. De esta manera, se contribuirá a generar nuevos valores, a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y se podrá mostrar a las generaciones actuales y futuras parte de la historia y las tradiciones urbanas como parte de su identidad.
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2. Apoyamos la posición del autor donde señala: Decir identidad era hablar de raíces, de raigambre, territorio y de tiempo largo, de memoria simbólicamente densa. (Barbero, 2008, p.36) 3. Cuando nos referimos a calidad de vida se entiende de acuerdo lo siguiente: La calidad de vida se ha convertido en patrimonio del lenguaje cotidiano, en el que más que con un significado preciso, se utiliza como un término de uso polivalente, que alude a una amplia diversidad de situaciones valoradas muy positivamente o consideradas deseables para las personas o para las comunidades humanas. (Ferrán Casas, 1999, p.2) 4. Se puede ampliar la información correspondiente a este período, donde el proceso de expansión demográfica se acelera de una manera decisiva, en (Martínez y De Castro, 2000, p.234). 5. Su masificación significó para muchos un camino de integración a la ciudad civilizada. Tal como lo señala González (2005, p.102). 6. La falta de insumos es un hecho noticioso en la prensa regional, ver NOTITARDE 18/09/2014 p.02 y 15/11/2014 p.02. Segmento: Ciudad. 7. Compartimos el criterio del autor sobre el carácter complejo del significado de la ciudad, donde Cuervo (2003) señala que la ciudad en sus más diversas definiciones y desde sus más iniciales concepciones es destacada como producto colectivo, como una creación social, cuya naturaleza y características trascienden la mera suma de sus partes.(p.115)8. 8. Se puede ampliar la información en: Martinez (s.f.). Historia Urbana de Valencia. Crecimiento Poblacional y Cambios Contemoráneos (1547-2000). (p.17). 9. Este término lo definen Martínez y De Castro (2000) en La Región Valenciana - Un estudio histórico-social. Al igual que la denominación de los ciclos de Valencia como ciudad criolla (1810-26), burguesa (1926-58) y ciudad masificada (19592000). 10. Según el enfoque planteado por Andre Gunder Frank, citado por: Martinez & De Castro (2000, p.229) 12. La industrialización y la urbanización contemporánea de la ciudad, han terminado por producir un cambio incomprendido de la escala en el fenómeno urbano. Gonzalez,(s.f. p.6) 13. La identificación se construye sobre la base del reconocimiento de algún origen común o unas características compartidas con otra persona o grupo con un ideal. (Hall, 1996, p.15) 14. Capital social como el valor que representa para la ciudad y su sociedad, la creación de redes que resultan de la participación activa de ciudadanos. 15. Plan de Ordenación Urbana (POU) de la ciudad de Valencia. Se determinó con base a esta información, que aproximadamente el 12% del uso del suelo urbano corresponde a uso industrial, en cualquiera de sus manifestaciones (industria pesada, industria liviana u otros) y en la huella urbana de la industria se puede observar que no hay otros usos como socioculturales, turísticos o recreativos dentro de ella, tampoco se observan espacios públicos como plazas y parques. 16. Asumimos el concepto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su conferencia mundial sobre políticas culturales llevada a cabo en México en 1982. 17. El paisaje industrial es un nuevo concepto que viene a ilustrar nuevas tendencias del diseño para cuantificar los restos materiales de la cultura industrial y dotarles de un nuevo sentido. (Trachana, 2011) 18. Entendiéndose como patrimonio inmaterial: Todo aquel patrimonio que debe salvaguardarse y consiste en el reconocimiento de los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas transmitidos de generación en generación y que infunden a las comunidades y a los grupos un sentimiento de identidad y continuidad, contribuyendo así a promover el respeto a la diversidad cultural y la creatividad humana. (UNESCO, 2003) 19. Se considera a la marca como un constructo socio-histórico y a la construcción de marca de ciudad como un proceso signado por la creatividad ciudadana y la producción simbólica de carácter social. Paz, Sergio (2014)
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Paz, S. (2014). Gestión estratégica y posicionamiento de ciudades. La marca de ciudad como vector para la proyección internacional. Revista Venezolana de Gerencia, Vol 10. Nº 30, (pp.177-197). Silva, M. (2005). Ciudad de Empresarios y Comerciantes: La Arquitectura del siglo XIX valenciano. En INDUVAL, Valencia 450 años - Una aproximación Urbanística y Arquitectónica (pp.79-158). Valencia: Editorial Arte. Trachana, A. (2011). La recuperación de los paisajes industriales como paisajes culturales. Revista Ciudades. (pp. 189-212). UNESCO. (2003). Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural . París: UNESCO. Artículos citados: NOTITARDE 18/09/2014 p.02 y 15/11/2014 p.02. Segmento: Ciudad.
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El Bahareque, patrimonio cultural de Venezuela por: Inés Y. Puente1 Resumen Al hablar de la cultura venezolana y cómo ha influido en ella la Arquitectura, los materiales y técnicas constructivas, su evolución y desarrollo es inevitable dejar mencionar el bahareque, porque es parte de nuestra historia y ha moldeado nuestra identidad. Entre estas técnicas constructivas de importancia histórica está el bahareque, que surge en la época prehispánica y que aún perdura en nuestros días. El objetivo de este artículo es exponer la importancia del bahareque, sus métodos, la relación entre sus materiales, analizar su compleja relación con su entorno, sus diferencias formales y la importancia de su difusión para preservar el patrimonio cultural edificado venezolano. Se desarrolla un análisis hermenéutico del trabajo realizado por Salas Delgado La Arquitectura de Bahareque Colombiana, Patrimonio de la Humanidad (2011) y Mara Henneberg de León La técnica constructiva del bahareque en el estado Zulia, estudio comparativo (2005) a través de una metodología descriptiva. Es un estudio realizado en territorio nacional, en el cual se exponen técnicas que pueden ser perfeccionadas.
Palabras clave:
bahareque patrimonio cultural técnicas preservación
Introducción En Venezuela, así como en gran parte de Latinoamérica, se desarrolló la construcción de edificaciones con materiales de las zonas donde se establecían los pueblos. Con la época de la colonización se incorporaron nuevas técnicas para la construcción de materiales como lo de los materiales de tierra, entre ellos el bahareque. Esta técnica fue extendida en América latina, adquiriendo semejanzas y lenguajes particulares en cada país. Durante este período se construyeron las más importantes edificaciones (religiosas, civiles y residenciales) algunas de las cuales se mantienen incluso después de la independencia de Venezuela, hasta nuestros días. Es importante destacar que el bahareque se desarrolló con algunas variaciones y adquirió varios nombres a lo largo *
1. Arquitecto, Diplomado en Gerencia de la Construcción, Cursante del Doctorado del Patrimonio Cultural ULACValencia. Investigación realizada para el proyecto de Tesis Doctoral Visión Compleja en la Intervención de edificaciones Patrimoniales desde la Caracterización de los Estados Andinos. Revisión de estilo Dra. y PhD. Casadiego Enolina y el Lic. Héctor Moy.
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de Centro y Sudamérica, por diferentes indígenas: hay registro de que los mayas ya vivían en casas de bahareque. El bahareque estableció una tipología: en este proceso la tierra es el material de relleno de los muros y el acabado de las paredes. Se convirtió en el sistema más utilizado en el país hasta mediados de XIX, porque era de poco costo y muy adaptable, sin embargo, debido a notables circunstancias derivadas del auge petrolero, las diferentes administraciones públicas con directrices opuestas y la incorporación de nuevas tecnologías y materiales constructivos, su utilización quedó en desuso y la tradición oral y empírica desarrollada por los constructores se perdió en el tiempo. Tanto el desapego y el poco valor que se le dio al bahareque como el desconocimiento de sus virtudes y el poco incentivo por guardar su permanencia en nuestra cultura, junto a la necesidad de utilizar materiales constructivos de uso más fácil y más resistentes sísmicamente para la construcción de edificaciones de mayor altura, contribuyeron al abandono de muchas edificaciones que terminaron por destruirse con el tiempo, entre ellas edificaciones de gran valor patrimonial y cultural. Con el regreso a la mirada del rescate del patrimonio cultural en Venezuela, han surgido inconvenientes en la rehabilitación y restauración de las edificaciones construidas en bahareque, debido a que no se han educado adecuadamente a profesionales como arquitectos e ingenieros, ni personal de la construcción, en la utilización de esta técnica; no existen incentivos de investigación que permitan el estudio de las propiedades sísmicas y mejoras de las misma para desarrollar y expandir esta técnica en planes de viviendas, como se suele hacer con el concreto, la madera y los bloques de cemento. El bahareque es parte de nuestra identidad y entorno. Este artículo pretende dar a conocer qué es el bahareque, incentivar su recuperación y profundizar su identidad como parte del acervo cultural de nuestra nación, explicar los tipos de bahareque que se usaron en la arquitectura colonial, las diferencias existentes entre las regiones, cómo se usaron en las edificaciones, presentar su valor patrimonial y cultural, y aportar propuestas para el desarrollo de nuevas técnicas e iniciativas. No se pretende establecer esta técnica constructiva como la única válida, sino mostrar una alternativa constructiva que permita motivar su uso de nuevo, preservando su valor cultural e influencia en nuestra historia. Los antecedentes históricos de la construcción del bahareque y las demás técnicas constructivas en tierra, se remontan hace mucho tiempo, para algunos estudiosos esta técnica tiene alrededor de 11.000 años aproximadamente y se extendió en varios continentes. Muchos indígenas realizaban sus construcciones con estos materiales del entorno, sin embargo, debido a su condición de perecederos, no existe mucha evidencia arqueológica. Con la llegada de los españoles a América, las técnicas constructivas de tierra fueron perfeccionadas.
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Entre las primeras técnicas constructivas utilizadas en América están el adobe, que fue introducido por los españoles. Debido a la actividad sísmica en Venezuela y Latinoamérica, fue prohibida en el siglo XX, entonces se perfecciona la técnica denominada el bahareque. Entre las técnicas constructivas de materiales en tierra están: la tapia (proviene de la palabra árabe tabiya), el adobe (proviene de la palabra árabe al-tub) y el entramado, este último incluye el bahareque (utilizado en varios países de Latinoamérica y Europa), la quincha (utilizado en varios países de América del Sur), el torchis con pan de bois (utilizado en Francia) y el Fachwerk (utilizado en Alemania),es el bahareque una de las técnicas con más base precolombina que las demás técnicas de construcción en tierra. Señala Hennerger (2005) una técnica de entramado en el que la tierra se procesa, se mezcla con agua y después de alcanzar el estado plástico, se amasa y se amolda como relleno dentro de una estructura de madera .Es una construcción tipo jaula en donde la horconadura de la madera es la que tiene la función de soporte. Es una técnica muy usada en varios países de los diferentes continentes, distinguiéndose en América, en Venezuela, Colombia, Honduras, México, Nicaragua, El salvador y Costa Rica. (p.39) Lingüísticamente el término quincha, que significa bahareque, proviene de la lengua quechua precolombina que se empleó en la evangelización en la época de la colonización en América, que significa empalizada o cañizo. Otros estudiosos presumen que si en los registros de las crónicas de la Indias realizados por los europeos no mencionan la técnica del bahareque, es porque no provenía de España, esto hace suponer que este mecanismo fue incorporado a los indígenas por los negros esclavizados provenientes de África Centro Occidental, pues el término y la técnicas son las mismas utilizadas por la población en África y las Antillas. Para algunos estudiosos como Graziano Gasparini, es muy empleada por los indígenas en poblaciones remotas a las áreas pobladas donde se ubicaban los afrodescendientes que extraían las perlas y los que cultivaban el cacao en Venezuela. El empleo de la técnica del bahareque a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX se redescubre en Colombia, Venezuela y muchos países latinoamericanos. Esta etapa es la de mayor auge, ya no sólo se desarrollan edificaciones residenciales sino también edificaciones de importancia arquitectónica, debido a sismos y catástrofes naturales como señala Sánchez (2007): Ya lo dice J. E. Robledo: se “descubrió” el bahareque cuando los temblores destruían las casas construidas con tapia pisada (Robledo y Prieto, 1999). Los fuertes temblores que se presentaron antes de finalizar el siglo XIX y los daños producidos en las edificaciones institucionales, así como en la arquitectura doméstica, permitieron desarrollar una cultura constructiva que se mantiene en el siglo XX.(p.242). En la técnica del bahareque se utilizan los siguientes materiales, según Orozco (2005) 132
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Los materiales básicos utilizados en el bahareque son los tallos de Caña Brava o Amarga (Gynerium Sagittatum) y de Guadua (Guadua Latifolia), así como el barro, mezclando agua y tierra con paja picada, estiércol seco de ganado vacuno o equino, y más recientemente con aglomerantes como cal o cemento. La utilización del bahareque para construir una edificación comprende varias fases que determinan a su vez la secuencia de ejecución de la técnica. Estas fases se denominan de manera general como horconadura, encañado, embutido y revestimiento o empañetado. Los términos utilizados se refieren a la actividad realizada en cada una de estas etapas. (p.45). El proceso de ejecución es la misma en todos los países, con algunas variaciones en cuanto al uso de los materiales para realizar las paredes y el entramado. Se desarrolló en Venezuela utilizando la horconadura, relleno que puede variar en cada estado (generalmente tierra y paja), empañetado o encalado de paredes o recubrimiento de arena y cal.
Tipologías del bahareque La práctica del bahareque ha evolucionado con el tiempo, originando unas tipologías distintas. Hasta hace poco se desarrolló en Colombia una tipología denominada temblorero, que es una construcción mixta de un primer piso de tapia pisada o mampostería de ladrillo y los pisos superiores en bahareque. También existen el embutido en tierra, el de tabla, el metálico y el e encementado. En las tipologías que se emplea el bahareque entran dos categorías: una urbana que se desarrolla dentro de propia ciudad y cascos históricos, donde se concentra la mayor cantidad de población; se observan construcciones de bahareque de dos plantas o más, patio central; son viviendas con revestimiento de color blanco; mientras, la tipología rural son construcciones, por lo general de viviendas más modestas y de espacios más flexibles, en las que se integran el exterior con el interior, su revestimiento varia de color; en las localidades donde se implantaron con el correr del tiempo y la modernidad se desarrollaron como ciudades intermedias. En los estados andinos y zonas de menor ingreso económico se mantuvo el bahareque como una técnica de construcción rural, las mejoras innovaciones e incorporación de nuevos materiales se iniciaron primero en las zonas urbanas y luego se extendieron a zonas rurales.
Tipos de bahareque utilizados en Latinoamérica En muchos países existen diversos tipos de bahareque, algunos desaparecieron y otros se mantienen en el tiempo, entre estos tipos se menciona la de países como Ecuador, donde se utiliza tres tipos de bahareque: entramado en madera relleno con barro o paja; mejorado con entramado de madera, relleno con adobe prensado; y bahareque prefabricado que tiene entramado de madera aserrada con entramado relleno de bambú, estos últimos con cubierta de teja. 133
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En Panamá llamado (quincha), es una pared o cerramiento entramado en madera que se rellena con barro. En Brasil (taipa), se realiza un entramado de madera rústica, relleno con tierra y también se puede encontrar el bahareque en paredes entramadas de madera con revestimiento de tierra. En Argentina es conocido como quincha y desarrolla la técnica como estanteo-quincha que es un entramado de madera sobre horcones, sujetos con clavos o listones de cuero revestidos con tierra y cal. En Bolivia el bahareque es conocido como tabiques, paredes entramadas de madera relleno con barro. En Colombia se desarrolla de dos maneras: el bahareque de tierra con entramado de madera puede tener o no guadúa con relleno de barro y el bahareque de tabla que tiene entramados de madera y guadúa, cubierto con tablas verticales. En Perú la quincha se presenta de dos formas: tradicional, entramados en guadúa o troncos, rellenos con arcilla y la quincha prefabricada, esta se realiza en entramados modulares de madera, rellenos con caña, cubiertos de barro, cemento. En Venezuela se pueden distinguir los siguientes tipos de bahareque: •Bahareque embutido en tierra: se emplea revestimiento de tierra o estiércol, se pintan con tintes a base de aceite, las paredes de tablas de guadúas clavadas y se rellenan con arcilla, paja o barro. •Bahareque en tabla: se construye los zócalos en tablas y guardaluces verticales, se pintan con tintes a base de aceite, aquí se cubren las paredes con tablas de madera. •Bahareque metálico: se realizan revestimientos con morteros de cemento y también se pintan con tintes a base de aceite, las paredes se realizan en tramos con paneles de maderas modulares en las que se fijan láminas metálicas que las recubren que con frecuencia suelen ser de zinc, que se asientan con clavos. •Bahareque encementado: se llevan a cabo revestimientos con morteros de cemento y también se pintan con tintes a base de aceite, las paredes están conformadas por madera aserrada o estructura de guada, cubierta de lámina metálica recubierta de cemento.
Variaciones del bahareque en Venezuela El bahareque en Venezuela tiene principalmente las siguientes variaciones de acuerdo a la región donde se desarrolla: 2 1.Bahareque tradicional: entramado de madera con horcones y cañas, relleno de paja con tierra y paja. *
2. Ver la clasificación realizada por Delgado S. La Arquitectura de Bahareque Colombiana, Patrimonio de la Humanidad, 2011.
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2.Bahareque prefabricado: entramado de paneles de madera prefabricados fijados al piso, relleno de pared de arcilla, paja y cal. 3.Bahareque con piedra: entramado de madera con horcones y cañas, relleno de las paredes con una mezcla de cemento, tierra y piedra. 4.Bahareque con coco: entramado de madera con horcones y cañas, relleno de las paredes con una mezcla de concha de coco, arena y cemento.
Ventajas y desventajas del uso del bahareque Entre las ventajas de esta técnica está el aprovechamiento de los recursos del lugar, el ambiente y riqueza natural, el bajo costo que genera su uso, no perjudica al medio ambiente, por ello es ecológica y biodegradable, disminuye el gasto energético, climatiza el interior de las edificaciones evitando el uso de aires acondicionados o calefacciones. Luego de aprendida la técnica es de fácil ejecución, puede utilizarse en la mayoría de los suelos, es reciclable, posee poca combustión, resiste a la acción de las cargas como la compresión y es buen aislante térmico y acústico, evitando las reverberancias, se puede usar madera natural con algunas torsiones, pues las mismas se pueden utilizar en paredes intermedias y se ocultan con el revestimiento, además es una técnica bioclimática. Entre las desventajas están su necesidad de mantenimiento continuo, el poco conocimiento y preparación de los constructores y artesanos en la técnica razón por la cual está en desuso. No se puede emplear en construcciones muy altas, su natural desgaste y erosión debido al agua y la intemperie, y requiere mayores tiempos de ejecución que una obra de bloques de cemento, pues depende del buen clima. También esta técnica requiere el consumo de mucha materia prima como árboles, guadúas, caña etc., la madera demanda, a su vez, tratamiento adecuado para evitar daños por insectos y bacterias, las reparaciones realizadas en los revestimientos no se unen adecuadamente a los materiales existentes, si el piso es de tierra tiene poca resistencia al desgaste, es difícil de limpiar y tiene mucha irregularidades.
Patologías del bahareque Es necesario conocer los problemas que presenta esta técnica constructiva para prevenir las causas que los provocan, consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de intervenir una edificación con valor patrimonial: •La humedad: evitar la filtración del agua en los materiales, ya que cambia las propiedades de los mismos, debilitándolos. •Elementos bióticos: hongos, insectos, vegetación y demás animales que debilitan la estructura. 135
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•Asentamiento y deformación: El asentamiento se produce cuando el terreno pierde resistencia y se inclina, cambiando la forma de la edificación, la deformación es cuando la estructura vertical cambia y cede a la gravedad. •Grietas y fisuras: cortes largos y cortos, respectivamente, que afectan la resistencia de los elementos y debilita la edificación. •Desplomes y/o desniveles: cuando se pierde un elemento constructivo que deforma la edificación. •Desvinculación de las estructuras: se refiere a las pérdidas de los elementos que conforma la edificación, produciendo su desplazamiento. •Desmoronamiento: desintegración del material original que provoca desplomes, como el friso del entramado de las cubiertas y fachadas, ocasionado por la inadecuada proporción de los revestimientos, su ubicación y los aglomerantes empleados.
Características constructivas del bahareque En las edificaciones de bahareque que se han estudiado se emplean componentes o elementos característicos, entre ellos se menciona los siguientes: •Primarios estructurales: las fundaciones son construidas en bloques de piedra superpuestos sin argamasa, dependen de la profundidad y calidad de la superficie del suelo, el ancho de las fundaciones es mayor que el de las paredes, en muchas construcciones se observa los zócalos. Las paredes son de forma cúbica, funciona más como paredes o muros divisorios de espacios como una suerte de muros portantes, pues esta función la ejercen los horcones en las que se colocan el entramado de caña que sostiene el embutido de tierra. Existen edificaciones que presentan aleros en madera y piezas ornamentales, las instalaciones sanitarias en las viviendas registradas eran canalizadas en tabillas de madera y ladrillos cocido aunque se desconoce con certeza el origen de su incorporación. •Complementarios: las puertas son altas de madera maciza de dos hojas que no sobrepasan los 3 m, que se comunica con el zaguán; al final del zaguán se encuentra un entré portón, con presentan características similares a las viviendas de España que reflejan la aplicación de técnicas heredadas de la colonización. Las ventanas de las fachadas principales son más amplias que las internas. El techo y cielo raso en algunas viviendas tienen una altura mínima de 4,20 m se realizan con entramado de caña brava con mortero de cemento y cal. Las cubiertas a dos aguas poseen pendientes que oscilan entre el 33% y 77% son de teja criolla colocadas sobre el entramado de los troncos de la caña brava, con vigas de madera. •Secundarios: los revestimientos se realizan en las paredes y techos y son de friso de 136
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tierra, cemento cernido de espesores hasta de 3 cm; en cuanto al piso podía ser de tierra pisada, de tabillas de cerámica cocida o mosaicos e cemento.
Características arquitectónicas del bahareque •ntegración de la edificación con el entorno, se alinean las edificaciones de forma continua sobre una calle, generalmente son de una sola planta y forma rectangular, se ubica el acceso en el centro de las construcciones en sus fachada angosta. •Jerarquías de ambientes: en las viviendas el zaguán funcionaba como vestíbulo, que se integra con los pasillos para relacionar las áreas sociales de las privadas, estas viviendas giran en torno a un amplio patio central que era el de mayor importancia, se concibe la sala como un sitio cerrado y decorativo sin importancia y el comedor está más próximo a la cocina al final del patio central. Entre los elementos decorativos incorporados a finales del siglo XX, están las cornisas, los bancos o poyos de las ventanas utilizados como asientos.
Incorporación de tecnologías y nuevos materiales En algunos países están estudiando cómo mejorar los elementos y las técnicas del bahareque. Entre estas mejoras está la incorporación al amarre de los horcones de caña, el uso de las fibras naturales y artificiales, también se han incluido aditivos naturales y artificiales para mejorar las propiedades de los elementos y la adherencia al barro. En cuanto al mejoramiento de las estructuras de madera se están considerando las uniones realizadas con clavos, con pernos, con tornillos, con conectores metálicos y pletinas.
El proceso cultural del bahareque en Venezuela Como se ha mencionado anteriormente, en Venezuela el uso de la técnica es similar a las utilizadas en muchos países latinoamericanos, es decir, en las construcciones de centros urbanos incluyendo edificaciones civiles, religiosas, comerciales y residenciales, localizadas en su mayoría en los cascos históricos, lo que la convierte en una técnica constructiva cultural y tradicional por excelencia; lo que continuó hasta los comienzos del siglo XX, porque se adapta a las condiciones climáticas de cada región otorgándole una expresión particular y especial. En la región andina se empleó más la técnica de la tapia, sin embargo, luego de los terremotos y sismos se propagó la técnica del bahareque; en el estado Zulia, entre otros, desde los siglos XVI hasta el XVIII, la mayoría de las edificaciones coloniales de una planta fueron construidas en bahareque por su menor costo, que permitía un acabado más “suntuoso” que el adobe; en 1722, al introducirse el comercio internacional se incorpora la teja desde España, en sustitución de las eneas, pues eran riesgosas por ser 137
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material combustible; en el siglo XX se introducen el cemento y el concreto gracias a la modernidad, disminuyendo la popularidad de la técnica del bahareque y las demás tradicionales. No obstante, continuó empleándose en algunos lugares logrando así perdurar como tradición por más de 500 año, aun cuando se ha menospreciado por sus desventajas, la percepción de que es un material débil y la poca disposición para mejorar su mantenimiento ha propiciado que su conocimiento se pierda en el tiempo.
El presente y el futuro del bahareque en Venezuela La innovación comienza con la incorporación de las cornisas en la fachadas, que protegen la escorrentía del agua en las paredes, la anexión de la ventilación cruzada que contribuye a la disminución de la humedad, prioridad para mantener la edificaciones, mejorando, asimismo, el confort , también se puede notar el empleo de los cielos rasos. En países como Colombia existen iniciativas e investigaciones para continuar la utilización del bahareque en las construcciones, a fin de mejorar las restauraciones, mantenimiento e intervenciones de las edificaciones de valor patrimonial. Según Delgado (2011): En Colombia se está dando un fenómeno muy favorable en lo que refiere a la utilización del bambú como material constructivo y como elemento principal del sistema constructivo Bahareque Encementado. Se han tomado medidas importantes por parte del estado colombiano en lo que se refiere a normatividad, factor este que se debe en gran parte a la repercusión internacional que ha tenido la obra del arquitecto Simón Vélez. Es importante señalar que la construcción en bambú (guadua) ya está incluida dentro de la normativa reglamentaria para construcciones de 1 y 2 plantas de altura, a través de la Norma NSR10 Estructuras de Madera y Estructuras de Guadua G-1 del Código Colombiano de Construcción (en España el equivalente sería el Código Técnico de la Edificación CTE), lo cual es un avance significativo que sin duda alguna beneficioso para este tipo de construcciones. (p.54) En Venezuela, aunque todavía no se han implementado normativas para la construcción y mantenimiento de construcciones en bahareque, se han realizado investigaciones en áreas rurales por parte de las Facultades de Arquitectura a nivel universitario, con propuestas de viviendas y sistemas constructivos, las cuales lamentablemente quedan, en su vasta mayoría, sin implementarse. En cuanto al patrimonio cultural edificado, muchas de las edificaciones en bahareque están abandonadas, otras que son ya objeto de interés histórico, no se han mantenido y, aun peor, tienen grandes intervenciones y restauraciones, aunque tienen valor patrimonial, como por ejemplo, las coloniales. Muchas veces sucede deterioro por mala praxis, debido al desconocimiento y del efecto de la humedad y la erosión; tal 138
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como asevera Hennerger (2005) Con el paso del tiempo, las viviendas hechas en bahareque sufren serios deterioros debido a la falta de mantenimiento, la falta de conocimiento de las mezclas usadas para su preparación y los problemas externos como: humedades y erosiones. Esto ha generado un abandono progresivo de éstas, dejándolas en ruinas o sustituyendo los materiales primigenios por materiales nuevos, no siempre compatibles con el barro, las cuales ocasionan nuevos deterioros. (p.19) Esto ha permitido que el uso de esta técnica constructiva esté casi en el olvido dentro de las ciudades y solo se observe como vestigios históricos, generalmente en áreas rurales. No existe registro ni documentación relacionada con la cantidad de construcciones realizadas con dicha práctica, las cuales en su mayoría eran viviendas del siglo pasado; no están catalogadas las edificaciones que han sido intervenidas, la poca información que existe en el país se debe a los levantamientos y trabajos de investigación realizada en las universidades. Este inconveniente ha permitido que se perjudique la memoria colectiva, cultural y constructiva significativas, como indica Orozco (2005), para “identificar de forma tan interesante su razón de ser y de existir” (p.54).
Construcciones sísmicas Una característica de las construcciones en bahareque es que tiene anclajes puntuales en sus fundaciones directas al suelo y discontinuas en los restos de elementos, que se amarran con el entramado, permitiendo que la edificación sea más homogénea, flexible y elástica, así se llega a un mejor comportamiento de la estructura en los sismos, como indican Chalán y Chuchuca (2014): “de estos dos elementos: anclaje y cimentación discontinua depende la seguridad del sistema” (p.166). Para construir con bahareque se debe tomar en cuenta los principios básicos ante los sismos, el comportamiento de la construcción en su posición inicial, el análisis de las fuerzas sísmicas (fuerzas horizontales, verticales y oscilaciones), el regreso de la construcción su posición inicial y su posición final. en congruencia con una selección adecuada de materiales, se debe erigir sobre terrenos preparados, retirados de laderas, barrancos, las construcciones deben evitar estar debajo de ladera de grandes pendientes, evitar terrenos blandos y retirarse de quebradas y ríos. La tierra empleada debe ser evaluada según sus propiedades físicas, de igual manera la madera, técnica del secado adecuadas, cortes y preservación, las varas de caña o bambú serán cortadas en su etapa adulta, en época seca y en luna menguante, deben ser secadas y preservadas. Es de resaltar la importancia de una buena estructura de cimientos y sobre cimientos para que evitar transferir la humedad a las paredes y lograr tener un óptimo comportamiento sísmico. 139
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El Bahareque Ceren reforzado Es una iniciativa basada en la antigua técnica ancestral de los habitantes de joya del Ceren en El Salvador, de las que todavía quedan vestigios arqueológicos, según lo informa el arquitecto Carazas Wilfredo, luego de su visita realizada en 1995. Allí se propuso desarrollar una propuesta de vivienda partiendo de la evolución de las técnicas ancestrales y adaptándolas a los requerimientos contemporáneos, y posterior a las investigaciones en conjunto con el Centro CRAterre-Francia, se concretó, en el 2001, un prototipo denominado “semilla”, como una propuesta de solución de vivienda. En este prototipo se elimina el uso de la madera, evitando así la tala indiscriminada, la propuesta fue llamada “Bahareque Ceren”, en honor a la cultura prehispánica que la creó, y consiste en la construcción de la vivienda de una planta y de un módulo denominado "semilla" que es sismo resistente, en el cual se puede desarrollar ampliaciones sucesivas de acuerdo a los requerimientos del grupo familiar; la particularidad está en la secuencia de los amarres para después adicionar los espacios nuevos, se adiciona a los estribos mortero de hormigón para reforzar las columnas.
Postura científica Para desarrollar este artículo basé mi investigación, en una perspectiva de estudio hermenéutico que, de acuerdo al análisis de la relación sujeto-objeto, pretende establecer una posición social en el que se enmarca el bahareque como un patrimonio cultural y evita el reduccionismo de la investigación, el método básico que sustenta esta teoría es la observación de hechos y la interpretación (hermenéutica) de su significado. En Hermenéutica, la verdad, como indica Galindo (2009) “es la adecuación situada porque toma en cuenta a la persona que emite un juicio verdadero dentro de una situación u horizonte hermenéutico” (p.204). .La verdad como filosofía, la aletheía, es como desocultación, en la hermenéutica de Gadamer. Esta perspectiva me permitió enmarcar este artículo en un método que trata de entender y analizar el proceso de comprensión de un grupo de personas, se interpretan experiencias, perspectivas e interpretaciones del valor del bahareque en el mundo y en el país, consiste en la selección, análisis e interpretación de textos de las bibliografías disponibles, para obtener una visión general que me permitió una propuesta que generó un despertar, ver otras opciones de sistemas constructivos entre ellas el uso de la técnica de bahareque. Como unidad de estudio se emplea un análisis del contexto con la información obtenida de revistas, trabajos de grados y publicaciones.
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Propuesta En Venezuela hay propuestas e iniciativas para rescatar y salvaguardar el patrimonio cultural material, concretamente el edificado, lo cual permite mirar en las raíces de nuestra historia, los recursos disponibles y cómo proteger nuestra cultura e identidad en las que el bahareque forma parte, entonces es pertinente la salvaguarda de esta técnica. Algunas maneras para lograrlo incluyen: 1.Caracterizar las edificaciones construidas en bahareque de valor patrimonial que aún permanecen y catalogarlas, esto incluye las edificaciones dentro de las áreas urbanas y rurales. 2.Crear centros de enseñanza de esta técnica en sinergia con los centros educativos, escuelas de educación privada y pública, universidades y sus Centros de Investigaciones, para preparar constructores, artesanos en el empleo de esta técnica, graduarlos para que sean empleados en las intervenciones y mantenimiento de las edificaciones patrimoniales construidas en bahareque. 3.Difundir esta técnica y emplearla como alternativa en la construcción de viviendas de interés social, ya que es de bajo costo y de bajo consumo energético. 4.Incorporar materiales y tecnologías que permitan abordar los problemas y mejorar el empleo de esta técnica, como una buena cimentación, anclaje, muros, revestimientos. 5.ncorporar a la empresa privada para trabajar con el Estado en el rescate y salvaguarda de la técnica constructiva en bahareque. 6.Establecer normativas y legislaciones en cuanto a la protección de la técnica del bahareque en Venezuela, para regular, controlar y mantener la vigencia en el tiempo de esta técnica.
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Conclusión El bahareque es sin lugar a dudas una técnica constructiva que moldea, influye y pertenece a nuestra identidad cultural, está presente aun en nuestros días y es empleada en muchas de las edificaciones de valor patrimonial, por lo tanto su preservación es ineludible e innegable. Como es un sistema que forma parte del entramado, permite mayores posibilidades que uno portante, por su menor grosor. Es versátil ya que puede adaptarse a cada región del país. Su utilidad presenta muchas más ventajas climáticas, estructurales y económicas que desventajas, puesto que puede utilizarse en construcciones de valor patrimonial y en el desarrollo de viviendas de interés social o urbanismos de crecimiento progresivo, de igual manera, en la construcción de estas viviendas puede participar la comunidad, desarrollando sistemas auto-constructivos. En el país hay varias iniciativas realizadas por las universidades esperando ser aplicadas, falta su implementación, regulación y difusión por parte del Estado, la empresa privada y la comunidad. Esta técnica puede perfeccionarse con reingeniería, en la que se incorporen otros materiales, lo cual no significa que se modifique dramáticamente la tradicional, pues se pretende mejorar a cada uno de los elementos que la conforman.
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Referencias Delgado S, Eduardo (2011): La Arquitectura de Bahareque Colombiana, Patrimonio de la Humanidad, Boletín de Información Técnica. [Artículo en línea]. Disponible: http://www.infomadera.net/uploads/articulos/archivo_5689_2725056. pdf Flores-Galindo, M..(2009). Epistemología y Hermenéutica: Entre lo conmensurable y lo inconmensurable. [Artículo en línea]. Disponible www.moebio.uchile. cl/36/flores.html Orozco, A. (2005): La técnica de construcción en tierra como valor de la vivienda en la ciudad de San Cristóbal. [Revista en línea]. Disponible: h t t p : / / w w w 2 . s c i e l o. o rg. ve / s c i e l o. p h p ? s c r i p t = s c i _ a r t te x t & p i d = S 0 7 9 8 96012005000200004&lng=es&nrm=i Sánchez G. C. E (2007) La Arquitectura de tierra en Colombia, procesos y culturas constructivas. [Revista en línea]. http://revistas.javeriana.edu.co/sitio/apuntes/ sccs/plantilla_detalle.php?id_articulo=171 Ministerio de la Protección Social (2012). [Publicación en línea]. http:// biblioteca.sena.edu.co/exlibris/aleph/u21_1/alephe/www_f_spa/icon/8830/ construccion_muros_tapia_bahareque.html. CarazasW. & Ribero. O. A. (2002). Bahareque quía de construcción parasismica. [Publicación en línea].http://craterre.org/ diffusion:ouvrages-telechargeables/view/id/8332eafc7d127e79a8aadefbdd39ec0b Tesis: Chalan Q. l. & Chuchuca P.E. (2014) .Análisis arquitectónico de la morfología y sistemas constructivos de viviendas tradicionales en Saraguro para la propuesta de anteproyectos contemporáneos. [Tesis en línea]. http://dspace.ucuenca.edu.ec/ handle/123456789/21012. Hennerger, M. A de L. (2005). La técnica constructiva del bahareque en el Estado Zulia. Estudio comparativo. [Tesis en línea].Disponible: http://200.35.84.131/portal/ bases/marc/texto/9110-05-00199.pdf Pinos S. J. A & Baculina A (2014): Recuperación del sistema constructivo en la técnica del bahareque en la contemporaneidad. [Tesis en línea]. Disponible: http:// dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/5
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Ontología de Santa María de la Cabeza: La Fortaleza por: Tivisay Guzmán 1 Resumen Las dimensiones ontológicas que definieron en un tiempo la construcción de la fortaleza Santa María de la Cabeza constituye el modo y razón de esta obra arquitectónica, cuyo carácter militar marca la lucha por el dominio y protección a favor de la ciudad y de sus habitantes, ante la presencia de invasores que buscaban apoderarse de ella y/o destruirla. Razón ésta que conlleva al propósito de la investigación, estableciendo su importancia y realzando su valor desde el punto de vista histórico-arquitectónico, como fortaleza que ha trascendido desde la colonización a nuestros días. La metodología está enmarcada dentro del método cualitativo hermenéutico; sustentada en investigaciones documentales de Vitruvio, Gómez, Mago, García que profundizan detalles del fuerte como baluarte que identitario. La fortificación corresponde a una época de luchas y deja sus huellas como representación digna de nuestros orígenes. Palabras claves: ontología, arquitectura, fortaleza, valor.
Introducción La ciudad de Cumaná se encuentra ubicada al nor-oeste de Venezuela, su fundación data del siglo XVI, cuenta con una historia marcada por la participación de los dominicos y franciscanos, misioneros instalados en esa zona con el propósito de evangelizar a la población indígena en el año 1515. Para ese período fueron muchos los intentos por la fundación de la ciudad, debido a la resistencia de estos aborígenes, lográndose finalmente en el año 1521. Desde esa fecha se inició la construcción de la ciudad, formándose los primeros asentamientos en el barrio San Francisco. La ubicación de la ciudad obedece a lo que señala Gómez (1981, p. 71) … a causa de las expediciones esclavizadoras de los indieros, de las invasiones de los piratas que merodeaban por el Caribe, el poblado fue trasladado hacia el interior, habiéndose escogido un sitio ubicado entre las colinas del este y el río protegidos de este modo por estas dos formaciones naturales. Lo que implica que la ciudad de Cumaná inicia su crecimiento sujeta a dos formaciones naturales razón que justifica el trazado urbano, el cual obedece a las particularidades que hacen referencia en la cita anterior, por lo que la estructura de la ciudad quedó *
1. Arquitecto egresada de la Universidad de Los Andes. Mérida- Venezuela. MSc. en Gerencia Logística en la Universidad Nacional Experimental se la Fuerza Armada. Cumaná- Sucre. Docente en la Universidad Politécnica Territorial del Oeste de Sucre “Clodosbaldo Russián”. Cumaná- estado Sucre. Cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural de la ULAC – sede Cumaná.
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determinada en el tiempo por la presencia de elementos físicos naturales (la costa, el cerro Caigüire y el río Manzanares) que definieron el crecimiento y formación del centro histórico. Actualmente, el centro histórico de la ciudad de Cumaná contiene un importante patrimonio edificado, el cual alberga en su mayoría un gran número de residentes, aunado a edificaciones de carácter religioso, comercial, defensivo, gubernamental, educativas, de recreación, entre otros; y representa una gran riqueza histórica, herencia patrimonial que nos identifica. Entre estas importantes manifestaciones culturales se encuentran las edificaciones de uso defensivo, reflejo de la arquitectura colonial que han permanecido y trascendido por cientos de años. Tal es el caso de la Fortaleza de Santa María de la Cabeza que se encuentra elevada sobre la cima del cerro Quetepe, ubicada en el centro histórico de Cumaná, parroquia Santa Inés del municipio Sucre. Forma parte de las manifestaciones culturales incluidas en el Catálogo del 1er Censo de Patrimonio Cultural Venezolano (2004-2006), en el cual el Instituto de Patrimonio Cultural lo declara Bien de Interés Cultural. Cabe resaltar que la Fortaleza Santa María de la Cabeza es una edificación de carácter militar, construida entre los años 1670 y 1673, por el sargento mayor Fernández de Angulo, Gobernador y Capitán General de Nueva Andalucía actual Cumaná, según lo refiere Gómez (1981, p. 71) “Sirvió esta fortaleza de residencia de los Gobernadores” y desde allí se tenía dominio de la Plaza de Armas que albergaba la fortaleza; pero los terremotos de 1797 y 1799 provocaron considerables e irreversibles daños a la ciudad, y así también a la estructura de la Fortaleza Santa María de la Cabeza, quedando destruidas las áreas habitacionales. Esta edificación desempeñó un importante papel durante la Guerra de Emancipación y fue utilizada como fortaleza hasta su culminación en 1821. Sin embargo, el terremoto de 1853 le causó daños severos, por lo que fue abandonada durante años y actualmente permanece así. Este monumento histórico, patrimonio cultural del estado Sucre, marca un tiempo y una generación que permite comprender el presente desde una retrospectiva de la historia colonial. El hecho de lo que ella representó por sí sola conduce a la reflexión sobre la importancia que revistió y que ahora haya quedado en el silencio del pasado. Situación que conduce a realizar el estudio de la fortaleza. En tal sentido, el propósito general de esta investigación en proceso es establecer las dimensiones ontológicas que definieron en un tiempo la construcción de la Fortaleza Santa María de la Cabeza y que constituyen el modo y razón de esta obra arquitectónica. 145
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Dimensión ontológica de Santa María de la Cabeza La Fortaleza Santa María de la Cabeza es una edificación de carácter militar construida entre los años 1670 y1673, por el sargento mayor Fernández de Angulo, Gobernador y Capitán General de Nueva Andalucía. Según refiere García (2000, p. 121) “El Fuerte Santa María de la Cabeza surge con la idea de construir un cuartel seguro y confiable en Cumaná. La propuesta nace en noviembre de 1668, del gobernador interino Juan Bautista de Utarte quien gestiona entre 1667 y 1670”. La construcción fue justificada por el Gobernador y Capitán General Fernández de Angulo Sandoval, considerando que era necesaria para la defensa de Cumaná, pues sostenía que la ubicación del Castillo de San Antonio de la Eminencia, no tenía las condiciones requeridas para tal fin. Se creyó, pues, conveniente que la edificación se erigiera en el lugar de su residencia y la de sus antecesores, porque ese lugar estratégico permitiría tener un control mayor y seguro de la ciudad y sus pobladores, tal como lo expresa: “esta ubicación podía garantizar mejor la seguridad de los habitantes y cubrir ampliamente con la artillería y mosquetería todas sus calles y casas”, para la defensa y resguardo de la ciudad y sus habitantes porque desde allí tenía el dominio de la ciudad. Es importante resaltar que para el momento en que se construye Santa María de la Cabeza ya existían dos fortalezas: San Antonio de la Eminencia y Santa Catalina, al respecto García (2000, p. 121) expresa: …los dos primeros son poco confiables, por tener sus estructuras físicas tan sencillas que no garantizan protección segura ante los ataques enemigos. De allí la edificación de Santa María de la Cabeza, más sólido y resistente, utilizado como residencia de los gobernadores y guarnición militar. La residencia del Gobernador estaba dentro de la fortificación y tenía dos pisos: en la planta alta, las habitaciones; y en la baja, las oficinas administrativas para la contaduría gubernamental y desde allí se tenía el dominio de la Plaza de Armas que albergaba la fortaleza. Esta edificación desempeñó un importante papel durante la Guerra de Emancipación y fue utilizada como fortaleza hasta su culminación en 1821. Sin embargo, sucesivos terremotos fueron causando daños severos, comenzando por el ocurrido en 1797 que destruyó las áreas habitacionales; luego el de 1853 con consecuencias aún mayores lo que motivó a que fuera abandonada durante años. Posteriormente, en 1912, citado de Mago (2009, p. 62) “…gracias a Don Santos Berrizbeitia, se restauraron en parte los muros y se erigió en la plaza de armas de ese castillo la Ermita de Nuestra Señora del Carmen”.
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Pero lamentablemente, otro movimiento sísmico en el año 1929 dañó aún más la estructura de la Fortaleza y destruyó la capilla, que fue reconstruida gracias al interés del padre Antonio de Vegamián (ver fig. N°1 donde se puede apreciar las ruinas de la fortaleza Santa maría de la Cabeza y la N°2 con la Ermita de Nuestra Señora del Carmen).
Fig. N° 1. Vista actual de la Fortaleza Santa María de la Cabeza Fig. N° 2. Vista actual de la Fortaleza Santa María de la Cabeza y la Ermita Fuente. Tineo 2015
Para el año 1975, conforme con el Reglamento Especial Casco Histórico Turístico en el Plan de Desarrollo Urbano de Cumaná, en su artículo 2, quedan declarados “Monumentos Históricos”: el Castillo de San Antonio de la Eminencia, el de Santa María de la Cabeza, las Ruinas de Cementerio Colonial Español y la fachada del antiguo Convento de San Francisco. Posteriormente en 1977 la Junta Protectora y Conservadora del Patrimonio Cultural realiza una declaratoria como Zona de Valor Histórico. Asimismo, cuenta con la Ordenanza de Zonificación impartida por la Alcaldía del Municipio en 1992, donde se enmarca la poligonal de protección del centro histórico y se halla ubicado la Fortaleza Santa María de la Cabeza (ver fig. N° 3)
Fig. N° 3. Plano de la Poligonal del Centro Histórico de Cumaná decretada por la Alcaldía del Municipio Sucre el año de 1992. Elaborado por el Ministerio de Turismo.Fuentes: Manual del Patrimonio Cultural y Turismo. Caracas, julio 2006.
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Valor Arquitectónico de Santa María La Fortaleza Santa María de la Cabeza, es un monumento histórico que marca un tiempo y una generación que permite comprender el presente desde una retrospectiva de la historia colonial. El hecho de lo que ella representó por sí sola, conduce a la reflexión sobre la importancia que revistió y que ahora ha quedado en el silencio del pasado. Situación que conduce a realizar el estudio de este patrimonio edificado con el propósito de establecer su importancia y realzar su valor desde el punto de vista arquitectónico, en base a tres conceptos que según la teoría de Vitruvio (2007, p. 12), debe poseer toda obra edilicia: Tales construcciones deben lograr seguridad, utilidad y belleza. Se conseguirá la seguridad cuando los cimientos se hundan sólidamente y cuando se haga una cuidadosa elección de los materiales, sin restringir gastos. La utilidad se logra mediante la correcta disposición de las partes de un edificio de modo que no ocasionen ningún obstáculo, junto con una apropiada distribución —según sus propias características— orientadas del modo más conveniente. Obtendremos la belleza cuando su aspecto sea agradable y esmerado, cuando una adecuada proporción de sus partes plasme la teoría de la simetría. En este orden de ideas, es importante saber si el monumento arquitectónico Santa María de la Cabeza, poseer un equilibrio entre: seguridad (firmeza y resistencia), utilidad (funcional y útil) así como belleza (armónica, proporción, simetría). En este contexto, esta fortificación, construida en el trienio 1670- 1673, después de tres siglos y medio aproximadamente, todavía conserva vestigios importantes de lo que representó esta obra de carácter militar de tan significativa envergadura, luciendo imponente y majestuosa sobre la cima del Cerro Quetepe. Tal como se puede apreciar en la figura N° 4, la monumentalidad arquitectónica de la obra y la armonía con su entorno. Desde esta perspectiva se analizaron los tres conceptos básicos que determinan el equilibrio en la creación arquitectónica, referidos en la cita anterior: Seguridad, constituye la resistencia y firmeza de la construcción por lo que todo edificio debe permanecer estable e inalterable y conservar su integridad y su solidez ante cualquier efecto de la naturaleza. Si se enfoca el concepto de resistencia y firmeza al monumento en estudio, es evidente que esta obra arquitectónica auténtica de la época colonial conserva su integridad ante todas las desavenencias sufridas durante siglos y, sin embargo, se ha mantenido firme y noble a su origen, negándose a morir, por lo que pese a todos los avatares a que ha estado sometida conserva su perfección y estabilidad.
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por: Tivisay Guzmán
Fig. N°4 . Diferentes vistas de la Fortaleza Santa María de la Cabeza Fuente: Tineo 2014
Su solidez está relacionada con el suelo donde fue implantado así como los materiales constructivos utilizados que le otorgaron estabilidad y durabilidad, entre ellos se tienen: la cal y piedras de sillería; como lo expresa Mago (2009, p. 61) “de las ricas canteras que posee la Península de Araya”, las mismas que se utilizaron en la construcción de los castillos de San Antonio de la Eminencia en Cumaná y Santiago de Arroyo de Araya (ver fig. N° 5). En cuanto a la superficie de la muralla tenía más de 20.000 sillares labrados de piedra caliza margosa y los restantes eran de caracolitos (ver fig. N° 6) que se pueden apreciar en las vistas de la fortificación y en la solidez de sus muros que, a pesar de los fenómenos naturales y la indiferencia humana, todavía se mantiene firme y majestuosa, merecedora de ser conservada por ser herencia y legado histórico.
Fig. N°5 Piedras de sillería
Fig. N° 6. Superficie de la Muralla
Fuente: Tineo 2014
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Ontología de Santa María de la Cabeza: La Fortaleza
Utilidad, está relacionado con la funcionalidad que toda obra edilicia debe tener según el uso al que esté destinado. Por ello, cada obra arquitectónica debe ser edificada en base a las necesidades funcionales y a su utilidad. La Fortaleza de Santa María de la Cabeza representa la arquitectura de uso militar, situada en lo que podría llamarse la cabeza de la ciudad; su implantación en un terreno elevado estratégicamente con la finalidad de vigilar, dominar y proteger la ciudad y a sus habitantes de las invasiones. Además de ser usada como cuartel seguro y confiable también fungió como residencia de los gobernadores, como se puede observar en la figura N°7, dicha casa del Gobernador estaba construida con materiales como el uso del bahareque y madera provenientes de la misma localidad y de las aledañas (Cumanacoa), tenía dos plantas: en la baja funcionaban las oficinas administrativas y en la planta alta, la residencia, hacia la derecha estaba ubicado el puente levadizo y al sur el Convento e Iglesia San Francisco.
Fig. N° 7. Plano: Fuerte Santa María de la Cabeza (1682) Fuente: Diario de Sucre 6 de julio 2008
En cuanto a las fachadas de la fortificación, éstas presentan un “cordón magistral”, el cual está formado por una moldura saliente, maciza y semicircular, su función es decorativa y al mismo tiempo constructivo, además de presentar un “foso” que representa parte importante de la defensa permanente. Asimismo, cabe resaltar que esta obra ostenta características únicas en la construcción de sus murallas que no la presentan otras fortificaciones abaluartadas en el país, lo cual radica en que el diseño de sus muros se realizó en dos tramos, donde el cuerpo inferior ubicado antes del cordón magistral es recto --o sea es perpendicular al plano horizontal-- y después de este es inclinado (esto se puede evidenciar en la fig. N°9)
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por: Tivisay Guzmán
Fig. N°9. Croquis de Fachada de la Fortaleza y vista actual Fuente: Diario de Sucre, 6 de julio 2008 y fotos de Tineo 2015
Un elemento estratégico de esta arquitectura fueron las garitas o puestos de vigilancia y defensa (fig. N°10), fabricados en piedras labradas en sillar o ladrillo, y se encontraban ubicadas en el ángulo capitel del baluarte. Su forma pentagonal está conformado: dos caras, dos flancos y una gola. Cuenta con tres ángulos: el capitel que une las dos caras (1), el flanqueante, que une las caras con los flancos (2) y el fijante, que une los flancos con las cortinas (3).
Fig. N°10. Fortaleza Santa María de la Cabeza: Garitas puestos para vigilancia y defensa ubicadas en el ángulo capitel del baluarte. Fuente: Diario de Sucre, 6 de julio 2008
Otro elemento significativo fueron los parapetos, que consistían en la prolongación o coronamiento de los muros escarpados de la fortificación conformados por cañoneras y merlones --actualmente no existen-- (fig. N°11 se puede observar un croquis de lo que eran y en la N° 12 lo que es)
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Ontología de Santa María de la Cabeza: La Fortaleza
Fig. N° 11. Parapetos
Fig.N°12. Parapetos de hoy
Fuente: Diario de Sucre, 6-7-2008
Fuente: Tineo 2015
Belleza, según la visión Vitruvio (2006, p. 12) una obra arquitectónica es bella “cuando su aspecto sea agradable y esmerado, cuando una adecuada proporción de sus partes plasme la teoría de la simetría”. En este sentido, la belleza no tiene que ver con su ornato o decoración de la misma sino que respondía a un equilibrio de sus partes, formando un conjunto armónico proporcionado. Desde la perspectiva anterior, la proporción en una obra arquitectónica la relaciona haciendo una analogía con la proporción del cuerpo humano, así lo expresa Vitruvio (2006, p. 35): Si la naturaleza ha formado el cuerpo humano de modo que sus miembros guardan una exacta proporción respecto a todo el cuerpo, los antiguos fijaron también esta relación en la realización completa de sus obras, donde cada una de sus partes guarda una exacta y puntual proporción respecto a la forma total de su obra. Dejaron constancia de la proporción de las medidas en todas sus obras, pero sobre todo las tuvieron en cuenta en la construcción de los templos. En este orden de ideas, la fortaleza de Santa María de la Cabeza, resalta por su esplendor y belleza, enclavada en un entorno donde su majestuosidad no pasa desapercibida, representa la razón de su creación y de forma armónica encaja en su contexto natural y urbano que le reafirma su perfección. Su planta arquitectónica diseñada y construida de manera simétrica dentro de un espacio de forma cuadrada, caracterizado por poseer cuatro baluartes en cada uno de sus ángulos representados con geometría pentagonal, responde al equilibrio armónico de las partes que lo configuran (fig. N°13). 152
por: Tivisay Guzmán
Fig. N° 13. Plano de la Fortaleza Santa maría de la Cabeza realizado Fajardo en el año 1737. Fuente: Diario de Sucre, 6 de julio 2008
por el Ing. Pablo Díaz
El emplazamiento de la Fortaleza Santa María de la Cabeza sobre una colina es característica primordial de este tipo de edificación que obedece a su función de guardián. Al respecto de la ubicación y elevación de manera frecuente los castillos se han consolidado sobre cumbres, Cirlot (1969, p. 121) manifiesta el porqué de esta decisión argumentando un significado que le da sentido: Por lo general, el castillo se halla emplazado en la cima de un monte o colina lo que le agrega un importante componente relativo al simbolismo del nivel. Su forma, su aspecto y color, su sentido sombrío y luminoso tiene gran valor para definir la expresión simbólica del castillo, que en el sentido más general es una fuerza espiritual armada y erigida en vigilancia. De manera significativa los castillos son emplazados en superficies desde donde se pueden posicionar de las visuales completas del área a vigilar y proteger. Como lo representa la ubicación de la Fortaleza Santa María de la Cabeza en el cerro Quetepe y desde donde su imponente estructura habla por sí sola de un pasado recóndito, exteriorizando su función vigilante, circunspecta, erguida. Condición misma que la caracteriza, la define y de donde emergen múltiples puntos de vistas de como ver este monumento simbólico (fig. N°14)
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Ontología de Santa María de la Cabeza: La Fortaleza
Fig. N° 13. Vistas de la Fortaleza Santa maría de la Cabeza Fuente: Tineo 2014
Finalmente y como punto de reflexión, se puede decir que establecer las dimensiones ontológicas que definieron en un tiempo la construcción de la Fortaleza Santa María de la Cabeza y que constituye el modo y razón de este monumento, reafirma en primer momento el valor histórico-arquitectónico y cultural que representa a pesar del tiempo, las secuelas de los fenómenos naturales y la indiferencia humana. Su estructura y majestuosidad está llena de identidades y voces apagadas en un pasado, razón originaria de nuestra existencia y de la de nuestros antepasados, que pudiera ser el núcleo para una cultura social en vías de transformaciones. Esta fortaleza merece ser tomada en cuenta y conservada como Patrimonio Histórico-Cultural de nuestro país que es; además, el Estado debería considerar la posibilidad de restaurarla para que sea admirada como lo que representa, vista todas las generaciones, indistintamente su procedencia; al mismo tiempo, se le debe dar utilidad, pues un monumento histórico con esas características no puede perderse en el olvido. No podemos permanecer ajenos a nuestro patrimonio y permitir que continúe deteriorándose. Somos responsables porque nos pertenece a todos.
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por: Tivisay Guzmán
Referencias Cirlot, J. (1969). Diccionario de Símbolos. Barcelona: Labor Firmitas, Utilitas y Venustas: El Equilibrio Perfecto de la Arquitectura. Viernes, 2 de septiembre de 2011 [publicación en línea]. Disponible: http://loslugarestienenmemoria. blogspot.com/2011/09/firmitas-utilitas-y-. venustas-el.html García, L. (2000). Cumaná. Historia Increíble. Caracas: Kinesis Gómez, J. (1981) Historia del Estado Sucre. Caracas: Italgráfica. Instituto de Patrimonio Cultural, Catálogo del 1er. Censo de Patrimonio Cultural Venezolano (2004-2006) Mago, P. (2009) A la ciudad que queremos. Cumaná. Venezuela Ordenanza de Zonificación del Casco Histórico Tradicional de Cumaná. Gaceta Municipal del Municipio Sucre (1992) Oropeza A. (2008). Diario de Sucre Centros Históricos del Estado Sucre y sus declaratorias [publicación en línea]. 14 de septiembre de 2008. Disponible: http:// www.ahces.net/proyectos/noescuento/08-09-14.html Plan de Desarrollo Urbano- Reglamento Especial Casco Histórico Turístico- Cumaná. Ministerio de Obras Públicas Dirección General de Desarrollo Urbanístico. Dirección de Planeamiento Urbano Consejo Municipal del Distrito Sucre (1975). Cumaná Estado Sucre. Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Vicerrectorado de Investigación y Postgrado (2008). Manual de Trabajos de Grado de Especialización y Maestría y Tesis Doctorales. Caracas. Vitruvio, M. (2006) Los diez Libros de la Arquitectura. Madrid: Alianza
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SEGUNDA PARTE SENTIRES DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL
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El Carnavalen El Callao, estado Bolívar por: José Marcial Ramos Guédez 1 Soy representante de mi generación (…) Una generación unida (…) Toda generación que emprende una lucha es una generación que sufre. Nosotros emprendimos la lucha contra la duda (…) Vivimos un tiempo sombrío. Las generaciones se suceden vertiginosamente (…) Hemos venido para gritar que existimos, ante una nación dormida e indiferente. Nos hemos cansado pronto. Y asistimos con melancolía a la llegada de aquellos que todavía creen que es posible gritar, que es útil gritar. Y ésa, esa nuestra ley y nuestro ritmo (…) Hay que repetir, amigo mío, nuestra desesperación por la nacionalidad… Fragmentos del prefacio a “El país del carnaval” . El estado Bolívar está ubicado en la zona sur de Venezuela y su nombre corresponde al epónimo del Libertador Simón Bolívar, quien entre 1818-1821, organizó la Tercera República e instaló el Congreso de Angostura. Asimismo, en la ciudad antes mencionada fundó el periódico El Correo del Orinoco, el cual se constituyó en dicha época en una artillería fundamental para la difusión de las ideas independentistas, tanto en nuestro país como en el resto de América Latina y El Caribe. En la actualidad el estado Bolívar, posee una superficie de 238.000 kms2, equivalente al 25,9% del territorio nacional (Hernández Grillet, p.3), siendo, por lo tanto, el más grande de los estados de Venezuela. Además, de acuerdo a la conformación de su relieve, se encuentra integrado por un conjunto de “Provincias Fisiográficas” y cuencas hidrográficas. Advirtiendo, que para los efectos de nuestra investigación, nos interesa destacar (…) la cuenca del río Cuyuní-Yuruari, la cual abarca una extensión de 50.000 km2 () de los cuales 12.000 aproximadamente se encuentran en la actual Guayana. Propiamente se trata de tres cuencas: la del Yuruari (…) la del Cuyuní-Vey hasta la confluencia con el Venamo; y la del Botanamo [en estas cuencas] se encuentran localizados los centros urbanos más importantes del estado después de Ciudad Bolívar, Ciudad Guayana y Upata, como consecuencia de la relativa facilidad que presenta su ocupación; ellos son: Guasipati, Tumeremo, El Callao y El Dorad. (Hernández Grillet, p.30) *
1. Historiador, bibliógrafo y escritor. Licenciado, Magíster. y Doctor en Historia. Ha publicado más de 30 libros y folletos, e igualmente más de 300 ensayos y artículos en periódicos y revistas de Venezuela y del exterior. Ha sido profesor e investigador en la Universidad Central de Venezuela, Universidad Santa María, Universidad Simón Bolívar (Jubilado) y en la actualidad ejerce la docencia en el Instituto Pedagógico de Caracas, adscrito a la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Texto publicado en la primera edición de 1931. En: Jorge Amado. Conversaciones con Alice Raillard. Buenos Aires: Emecé Editores, 1992.pp. 339-340
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El Carnavalen El Callao, estado Bolívar
En el estado Bolívar, existe una riqueza minera de mucha importancia, la cual tiene su origen en la conformación de sus distintos elementos geológicos, tal como lo podemos observar en casos como el de: La formación de las cuarcitas ferruginosas de Imataca [que] ha de ser, como hemos visto, paleozoica, o sea, posterior a la general del Escudo Guayanés [además] las elevaciones de las tierras del norte del Estado Bolívar pueden ser colinas plestocénicas o de otros períodos del cuaternario. Con todo, la mayor parte están constituidas por materiales cuarcitoferruginosas o granito, en las cuales aparecen intrusiones basálticas (…) Los detritus de las rocas metamórficas sujetas a larga duración integran gran parte de los suelos sabaneros del sur de Ciudad Bolívar (…) El Callao ocupa un lugar en las tierras que se extienden de Guasipati a Tumeremo en donde abundan las intrusiones de basalto y cuarzo que cortan el gneis. Este cuarzo es altamente rico en oro… (Vila, pp. 20-21) De acuerdo a la última ley de División Político-Territorial del estado Bolívar, aprobada por la Asamblea Legislativa de dicha entidad federal, con fecha 20 de junio de 1986 (Gaceta Oficial del Estado Bolívar. Ciudad Bolívar, Año LXXXIV, Nº Extraordinario, 9 de julio de 1986), dicho estado se divide para los efectos de su administración en nueve municipios, con sus respectivos municipios foráneos: Heres, Caroní, Raúl Leoni, Sucre, Cedeño, Piar, Sifontes, Gran Sabana y Roscio, el cual tiene como capital la ciudad de Guasipati y posee los siguientes municipios: El Callao y Salóm. La localidad de El Callao, comienza a figurar en la historia de Venezuela, a partir del año 1854, cuando en dicha área geográfica, se inician: las primeras instalaciones para la explotación de cuarzos auríferos en la zona de los ejidos de Nueva Providencia de El Caracal, en las márgenes del río Yuruari. El paisaje de esta zona se caracteriza por grandes zonas sabaneras. La temperatura media es de 25º c. Con respecto a su relieve, las tierras del Yuruari son de inclinación suave hacia el S. y las aguas buscan la salida por el río Cuyuní hacia el Atlántico…” (Figueredo de Vall, Tomo II, p. 33) Una década después, es decir en el año de 1865, observamos que en El Callao: Liccioni y sus negros [quienes procedían principalmente de las antillas francesas, holandesas e inglesas (Martinica y Guadalupe, Aruba y Curazao, Jamaica y Trinidad, etc] pilan cuarzo en mortero de hierro. Estaban provistos de una fragua portátil. En 1870 comenzó a funcionar la compañía en condiciones precarias, pero en 1871 se obtenían 6 onzas de oro por toneladas de cuarzo (…) En este sentido, con el gran molino que comenzó a funcionar en 1887 se consideró a dicha fábrica en la primera del mundo (…) Entre 1882 y 1887, fue época de esplendor y derroche. Se acuñó una moneda denominada El Callao (…) En estos años se acentuaron las importaciones suntuosas, champaña Clicot, licores, vinos, finos alimentos. Viaje a Europa, todo salía del capital de la compañía y el gasto administrativo era cuantioso. (Camacho Sabala, pp. 84-85) 158
por: José Marcial Ramos Guédez
Ahora bien, merece la pena destacar la letra de un popular calipso callaonse de Isaac Rojas, donde se señala que el nombre del pueblo tuvo su origen en las faenas mineras relacionadas con la búsqueda del oro (García Carbó, p. 36): Un solitario minero que se encontraba embombao según dice la leyenda le dio su nombre a El Callao se encontraba tan callado con su precioso tesoro que le brindaba al Yuruari en sus arenas de oro. En el proceso histórico-cultural del actual estado Bolívar, observamos los aportes provenientes de los distintos grupos étnicos que existieron y aún existen en las áreas geográficas que conforman dicha entidad federal. En primer lugar, destacamos la población autóctona o indígena, luego la de los descendientes de los conquistadores y colonizadores europeos y finalmente la de origen africano. Sin omitir que en las últimas décadas del siglo XX y primeras del XXI, se han incorporado componentes étnicoculturales procedentes de los países árabes y asiáticos. Asimismo, debemos tomar en consideración que en el estado Bolívar e igualmente en todo el territorio de la nación venezolana, hemos vivido la experiencia de la hibridación cultural o transculturación, fenómeno que de una u otra manera, apreciamos en las distintas fiestas tradicionales afro-católicas, en la gastronomía, en la lexicografía, en el pensamiento mágicoreligioso, en las artes plásticas, en las artesanías, en la música y sus instrumentos, en los mitos y leyendas, así como muchos otros. (Liscano, 1950; De Armas Chitty, 1964; Cunill Grau, 1987; Hernández Grillet, l987; Arellano, 1986 y Vila, 1951; Acosta Saignes, 1984; Álvarez, 1987; Ramón y Rivera, 1983; Belrose, 1988; Domínguez, 1992; Ramos Guédez, 2011 y 2012 y otros). Con relación al proceso inmigratorio en la región de Guayana durante la segunda mitad del siglo XIX, merece la pena destacar la siguiente información: De hecho, entre 1853 y 1857, el terreno que ocupaba la antigua misión de San Miguel, ubicado en las cercanías de la desembocadura del río Caroní, al sureste del poblado de Las Tablas, fue ocupado por un grupo de colonos franceses provenientes de las Antillas. Este intento colonizador fue organizado por un trinitario de apellido Des Source, quien desde 1851 comenzó a preparar en las islas del Caribe una expedición migratoria compuesta por ciudadanos negros de nacionalidad francesa para conformar una comunidad socialista en Guayana. En 1853 llegó un grupo de inmigrantes integrado por doscientos colonos, los cuales se asentaron en torno a los restos de la antigua misión, dando inicio a los trabajos para su subsistencia. Posteriormente fueron llegando otros contingentes hasta alcanzar la cifra cercana a las setecientas personas en la nueva colonia, que fue llamada Numancia 159
El Carnavalen El Callao, estado Bolívar
bélé de las Antillas Francesas, baladas tradicionales inglesas, melodías de versificación y métrica hispánica, y las comparsas carnavalescas denominadas canboulay y kalinda. (García Carbó, 2011, p.37) E igualmente, vemos que el calipso es una: …expresión musical como algo que fundamenta sus raíces en el continente africano (África Negra), estableciéndose en las Islas Occidentales (Caribe), para luego concentrarse en la Isla de Trinidad, enriquecerse, fortalecerse y luego ser exportado al mundo (…) Es así, como esta expresión musical ha sido el arma de protesta del esclavo negro. Hoy es el medio de comunicación y concientización social que el calypsoniano utiliza para expresar el sentimiento e inconformidad del pueblo trinitario hacia sus gobernantes y demás opresores… (Sorrillo, 2003, p.9) Para obtener una visión más amplia, sobre la fiesta del carnaval en El Callao, en el contexto de las dos primeras décadas del siglo XXI, hemos tomado en consideración el siguiente esquema, el cual puede ser ampliado al consultar fuentes tales como: Besson, J. “ Las fiestas carnavalescas” (1941), Olivares Figueroa, R. “Particularidades y evolución del carnaval venezolano” (1946), Hernández, Tulio (Coordinador) Atlas de tradiciones venezolanas, (1988), Canga García, Lisbeth y Mónica Bergna. Descubre Bolívar, (2011), etc.
Isidora Autoridad mayor durante décadas en la organización del carnaval, sigue siendo (después de fallecida) el espíritu protector de la celebración. Año a año se le recuerda y celebra por medio de canciones, estampas y otras representaciones.
Los comparsitas El carnaval incorpora por igual a gente de todas las edades. Las comparsitas integrada por niños y adolescentes tienen un lugar especial en la fiesta. La dinámica de la tradición ha ido desplazando viejos instrumentos, como el legendario tambor bumbac, hecho de noble madera, pasando ahora a primera fila los grandes tambores metálicos de calipso.
Los trajes La manera de anudar el vestido a los lados de las caderas envía mensajes simbólicos a los solteros participantes. Las madamas solteras llevan un solo nudo, las casadas, dos.
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[(…) El grupo de colonos desarrolló una importante actividad de desmalezamiento y tala de la selva en aquella zona, obteniendo una importante cantidad de carbón de leña y la suficiente madera para construir unas cincuenta casas. Sin embargo, las condiciones en la colonia rápidamente comenzaron a deteriorarse por causa del duro régimen autoritario que estableció Des Source y la difusión de una epidemia combinada de influenza y fiebre amarilla que venía azotando a la región desde el año anterior. Los colonizadores comenzaron a marcharse, de manera que en los años siguientes el poblado fue totalmente abandonado. (Rey González, p.62) Debido al auge que tuvo la actividad minera aurífera en la región de Guayana, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, el gobierno venezolano de la época, precedido por el general Antonio Guzmán Blanco, creó “…el Territorio Federal Yuruari, para una mejor organización y defensa de sus recursos auríferos ante la presión inglesa, comprendiendo esta entidad, además, la mayor parte del actual territorio en disputa del Esequibo…” (Cunill Grau, Tomo II, p. 997) Una excelente muestra de lo antes mencionado, podemos ver en la siguiente cita: El Callao centro de la explotación de las minas de oro y foco animado de la venta del purguo, chicle y balatá que se traía de la selva guayanesa, El Callao con sus cuatro calles polvorientas y su calor sofocante era lo más importante de esa región que es la materialización del fabuloso Dorado de los Conquistadores. La fiebre de oro atrajo allí a gentes de diversos origen y condición. Al grupo indígena, fruto del mestizaje secular de indios, negros e hispanos, vinieron a sumarse nativos de diversas naciones extranjeras: ingleses, italianos, franceses en su mayoría corsos, y para las faenas rudas, con su actividad y resistencia peculiares (…) numerosos negros y culíes, procedentes de las Antillas y de Demerara… (Muñoz, 1971, p. 306) La localidad minera aurífera de El Callao, además de su importancia económica y de ser un polo de atracción para algunos inversionistas capitalistas de origen europeo o norteamericano, a lo largo de las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX, se constituye en un centro cultural de mucha importancia para la realización de una festividad popular, como lo es la del carnaval, la cual fue traída a Venezuela, por los conquistadores españoles durante el período de la colonia Las festividades carnavalescas se expandieron gradualmente en el mundo, primero en Europa y luego, gracias a los conquistadores, fue llevada a América, donde sufrió algunos cambios al fusionarse con diferentes culturas del continente […] En Venezuela, el carnaval tiene una importante connotación festiva. Se celebra entre febrero y marzo dependiendo del año. En cada región del país se hace de forma distinta. Esta tradición […] desde sus comienzos fue asociada con juegos que implicaban mojar a otras personas, ya sea con agua u otras sustancias […] Fue el intendente José Ábalos [a finales del siglo XVIII] quien, a 161
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su llegada [a nuestro país] se encargó de restaurar la esencia de las fiestas carnestolendas, pero añadiendo rasgos más definitorios para estas, como coloridas comparsas y otras manifestaciones culturales, convirtiendo el juego con agua para ser practicado por esclavos y clases sociales bajas.(Ruiz, 2011, p. A12) En el caso específico de El Callao, tenemos un testimonio que nos dejó el escritor Pedro José Muñoz, quien en el año de 1925, visitó dicha población y señaló que el carnaval era la fiesta por la que se enloquecían los negros, en su mayoría de nacionalidad británica. Ya a fines del año comenzaban a entrar por la Oficina de Correos de Ciudad Bolívar los voluminosos bultos postales contentivos de los pedidos que a la firma Weldon’s de Londres especializada en elaboración de disfraces habían hecho con antelación los negros de El Callao. Venían en ellos lujosos atavíos, sedas y encajes en profusión. Trajes de damas de palacio, pastoras, colombinas, toda una variada gama de disfraces femeninos; y para los hombres no eran menos: marqueses, mosqueteros, patricios romanos, arlequines […] Y por supuesto, cuando llegaba el Carnaval, era el espectáculo más pintoresco y cómico que imaginarse puede… (Muñoz, 1971, p. 306) La forma en que vimos como se realizaba el carnaval en El Callao, hacia el año de 1925, posteriormente, se fue modificando y aparecieron nuevos disfraces, ritmos de bailes acompañados con el calipso y sus toneles metálicos (steel pan) (antiguos barriles de petróleo), sin omitir los cantos de protestas tanto en español e inglés como en el llamado patois (lengua criolla, integrada por algunas palabras de origen africano, francesas, inglesas y españolas). En sus efectos, vemos que en la actualidad dicha fiesta de carnaval “…constituye un acontecimiento turístico que expresa la tradición del calipso antillano mezclado con una gran variedad de instrumentos venezolanos: cuatro, maracas, rallo y la reciente incorporación del saxofón, del micrófono y amplificadores que acompañan a las comparsas de canciones en castellano y en inglés, cuyas letras narran viejas leyendas y acontecimientoslocales del momento…” (Figueredo de Vall, Tomo II, p. 34). En cuanto a su importancia turística, observamos que el carnaval de El Callao, se ha constituido en un polo de atracción de interés tanto nacional como internacional, debido a la presencia de múltiples comparsas, numerosos disfraces incluyendo el de las madamas, los diablos, la burriquita, los negritos, los agricultores, las fantasías y los mineros con todos sus atuendos; sin omitir el calipso antillano con su música y bailes. Con relación al calipso, vemos su posible origen en la confluencia de: … los antiguos cantos de trabajo, cantos africanos de llamada y respuesta, un canto de porfía denominado cariso (término que también se extiende a los cantores) y otro conocido como pic-cong, el kaiso, canto narrativo originario de África occidental, el 162
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Las madamas Constituyen uno de los símbolos más importantes de la presencia femenina en la festividad. Su vistosidad señorial remite a formas tradicionales de vestir practicadas hasta principios de siglo en la región.
Diablos de carnaval La creatividad popular ha ido desarrollando un trabajo cada vez más sofisticado e imaginativo en la elaboración de las máscaras del Diablo, personaje principal del carnaval de El Callao. Las formas de estas, con cachos rectos y puntiagudos tienen grandes dimensiones e, igualmente, se destacan por sus trajes rojo y negro. El Diablo lleva tridente y fuete en la mano, elementos distintivos que le sirven para poner orden en los desfiles de las comparsas.
La comparsa de los medio-pintos También se le denomina, la comparse de los mediopintos, y está constituida por personas solas o en grupos, quienes se pintan la cara y el cuerpo de negro con betún para zapatos o aceite negro de automóviles. Salen a las calles pidiendo dinero o bebidas alcohólicas y si no le otorgan el donativo, proceden a untar de negro la cara a las manos de las personas que encuentran a la largo de su visita a la ciudad de El Callao. La denominación de los mediopintos, proviene del slogan que utilizan: o medio o pinto.
La burriquita Participa en el carnaval de El Callao, y durante su baile es acompañada por un grupo musical, integrado por tres o cuatro hombres, quienes ejecutan un golpe oriental y uno de ellos, lleva el disfraz de la burriquita y los otros tocan los instrumentos seleccionados para tal evento.
El sebucán Es un baile, que se caracteriza por estar organizado por participantes que se mueven en círculo entrelazando cintas de diversos colores para formar un tejido compacto y multicolor.
El baile del paloteo Constituye una danza popular, la cual es acompañada por instrumentos musicales tales como el cuatro, las maracas, el violín y el bandolín.
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La comparsa de los agricultores Está integrada principalmente por las personas que trabajan en el mercado principal de El Callao y salen a bailar en la noche y permanecen hasta la madrugada del otro día. Utilizan una variedad de disfraces e instrumentos musicales.
Significación social El carnaval de El Callao -ofrece libertad e igualdad- y se convierte año tras años en una ocasión ideal para liberar tensiones, expresar críticas y contar, cantando y bailando, los hechos más picarescos ocurridos entre los pobladores. Por último, destacamos que el carnaval de El Callao, es una festividad de carácter popular, originada por la hibridación de múltiples aportes étnico-culturales, donde se destacan los de origen africano. En dicha festividad, constantemente se incorpora nuevos elementos en la confección de los disfraces y comparsas e, igualmente, en las letras de sus canciones, sin olvidar el ritmo del calipso y sus numerosos instrumentos musicales. El carnaval de El Callao, ha sido propuesto ante la UNESCO como Patrimonio Cultural inmaterial de la Humanidad, solicitud realizada por el Centro de la Diversidad Cultural, ente adscrito al Ministerio Popular de la Cultura del gobierno venezolano. Esta petición nos demuestra, la importancia que posee dicha festividad como acervo étnico-cultural de nuestra nación.
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por: José Marcial Ramos Guédez
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Múltiples miradas sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial por: Jenny González Muñoz 1 Resumen El patrimonio cultural de un pueblo o de una nación, puede ser visto desde diversas perspectivas que ayudan a enfatizar su importancia para la configuración y refuerzo de la propia identidad. Como bienes espirituales, por su carácter simbólico, las manifestaciones de la cultura inmaterial son susceptibles a una serie de transformaciones que no las tornan efímeras, sino por el contrario, las intensifican en su rol cultural, pues su constante dinamismo está cónsono con el ser humano como su creador y re-vitalizador. En el rol de la memoria, los soportes de dichos bienes se pueden ampliar a ámbitos como el de las artes plásticas, concretamente la pintura, tal es el caso de los hechos históricos protagonizados por los llaneros venezolanos o los gaúchos brasileños durante el siglo XIX y comienzos del XX, quienes han sido inmortalizados en obras que aún actúan como “lugares de memoria” del patrimonio inmaterial de una parte importante de la cultura latinoamericana. Obras como las que se muestran en el presente artículo, nacidas de la mano de creadores como Martín Tovar y Tovar, Tito Salas, de Venezuela, y Guillerme Litran, de Brasil, fungen como soportes de esa parte de la memoria histórica interpretada desde el arte mismo. En este rol de ideas, es importante destacar que la educación sobre el patrimonio cultural, como instrumento para su conservación y salvaguarda, desde la sensibilización hacia el conocimiento, es un agregado significativo para la dignificación de la identidad nacional cultural.
Palabras clave:
Patrimonio Cultural Inmaterial Llaneros Venezolanos Gaúchos Brasileños Pintura
Maestros de la herencia cultural Mario Chagas en O pai de Macunaíma e o Patrimônio espiritual, comienza con un fragmento de la novela de Mario de Andrade donde se hace referencia a la muiraquitã, siendo que en su carga simbólica radica la importancia que se le da a lo largo de toda la historia narrada, dice: “em termos de patrimônio cultural, o muiraquitã é, ao mesmo tempo, um saber, um fazer, uma arte, uma coisa e um conjunto de elementos da natureza” 2 (Chagas, 2009, p. 98). A lo largo de su artículo se recalca la importancia de la simbología en el patrimonio cultural inmaterial, lo que es totalmente lícito si se piensa en la fuerza de piezas utilizadas por chamanes, cazadores, entre otros, 167
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que si bien son materiales, no son solo artefactos, pues su significación es lo que le imprime características dignas de ser conservadas para el futuro, allí, por supuesto, están los saberes de los pueblos, las técnicas de trabajos y demás. La importancia del patrimonio cultural, devela Chagas, está en su parte espiritual, tal lo que Mario de Andrade refleja en la muiraquitã, así no se puede establecer un distanciamiento entre el patrimonio cultural material y el inmaterial, puesto que ambos se complementan de una u otra manera, “Assim, é possível sustentar que aquilo que se quer preservar como patrimônio cultural não são os objetos, mas seus sentidos e significados, ou seja, aquilo que confere sentido ao bem tangível é intangível”. 3(Chagas, 2009, p. 99). Iglesias, esculturas, edificios, calles, cementerios, óleos, instrumentos musicales, vitrales, libros, muebles, vestidos, llegan a ser monumentos históricos de gran valor cultural no sólo por su carga estética y perfección en su fabricación, sino por lo que significan para las sociedades a las que pertenecen, a los colectivos que los han tomado como parte de su identidad, aquello que puede ser identificado como ese patrimonio espiritual del que pensó Mario de Andrade. En el texto de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO4 se plantea una serie de acercamientos en este particular, donde entre otras cuestiones se aborda la definición: (…) los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. A los efectos de la presente Convención, se tendrá en cuenta únicamente el patrimonio cultural inmaterial que sea compatible con los instrumentos internacionales de derechos humanos existentes y con los imperativos de respeto mutuo entre comunidades, grupos e individuos y de desarrollo sostenible. (Artículo 2) Ruben George Oliven (2002, citado por Oliven, 2009) en su texto Patrimônio Intangível: Considerações iniciais, que fuera presentado en la ciudad de Caxambú (Brasil), en una mesa redonda sobre patrimonios emergentes, destaca diversos aspectos del patrimonio cultural partiendo de la consideración de dicho término como algo que es heredado, generalmente de generación en generación, tal como lo devela la Recomendación de la UNESCO, lo cual implica una consciencia de preservación, la que no sólo se instala en los “guardianes del patrimonio” (Oliven, 2009, p. 80), como ancianos u otros transmisores humanos, sino que tiene bases creadas a partir de normativas que se vinculan tanto con el patrimonio material como con el inmaterial. En este sentido, Oliven destaca la idea de Mário de Andrade, cuando en 1936 propone en Brasil la creación de un proyecto de ley donde también fuesen incluidos “no 168
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patrimonio brasileiro, os falares, os cantos, as lendas, as magias, a medicina e a culinária indígenas” 5(Oliven, 2009, p. 81), estando plenamente consciente de que la cultura no abarca apenas construcciones y monumentos, pues las prácticas del pueblo, y más aún las ancestrales, también tienen características dignas de ser preservadas. A lo largo de las reflexiones, el autor hace referencia a leyes que se fueron instituyendo en Brasil desde la Constitución Federal de 1988 y el Decreto 3.551, sobre el Registro de los bienes culturales de “naturaleza inmaterial”, y la creación de los Libros de Registro, lo que devela como puntos significativos para una nueva visión sobre el patrimonio cultural. Para concluir, Oliven deja abiertas interrogantes sobre lo lícito o ilícito de las transformaciones y cambios de las manifestaciones inmateriales en contraposición a lo que se ha dado en llamar lo tradicional, siendo que lo verdaderamente importante de ellas es la carga simbólica que es reconocida y ejercida por las comunidades. Por su parte, Regina Abreu en el artículo “Tesouros humanos vivos ou quando as pessoas transformam-se em Patrimônio Cultural – Notas sobre a experiência francesa de distinção do Mestres da Arte”, comienza hablando sobre las mudanzas que han venido experimentando las diversas tradiciones, modos de hacer, saberes, y demás, a través de los siglos y cómo la presencia de la globalización ha sido un factor importante respecto a esos cambios. Hace referencia a la UNESCO, institución que en 1993 por medio de su consejo consultivo “definiu como ação prioritária um programa de valorização dos mestres em diferentes ofícios, por todo o globo terrestre” 6 (Abreu, 2009, p. 83), lo cual toma como punto de partida para destacar el rol de dicha organización internacional en lo concerniente a las definiciones de patrimonio cultural inmaterial, también llamado por Abreu “intagible”,7 lo que, tanto busca velar por los bienes patrimoniales en si como establecer bases para su salvaguarda y revitalización para las futuras generaciones, puesto que su carácter “efímero” lo torna vulnerable y, por ende, blanco fácil para la desaparición. A partir de experiencias de países orientales como es el caso de Japón, República de Corea, Filipinas y Tailandia, en cuanto a la valoración sobre todo del “saber hacer”, representado por los “Tesoros humanos vivos” de comunidades y regiones, la UNESCO comienza a trabajar en el proyecto Tesoros humanos vivos, lo que da lugar que en 1998 en Francia, se cree el programa “Maestros del Arte”, que busca continuar con la recomendación del ente internacional, reconociendo las competencias y técnicas empleadas por maestros conocedores de oficios del arte íntimamente ligados con la tradición e innovación francesas. El objetivo de dicho programa, según resalta Abreu, consiste en “distinguir aqueles que se destacam por um ‘saber-fazer’ de excelência e em encorajá-los a compartilhar seus conhecimentos, com alunos capazes de perpetuar essas competências” 8(Abreu, 2009, p. 87), como se ve, lo que se busca es valorar el aprendizaje de esos maestros del pueblo, pero con una visión de salvaguarda y de trasmisión de conocimientos, es decir, hay una óptica tanto ética como pedagógica. Basada en todo esto, Regina Abreu apunta, brevemente, su experiencia de investigación al haber trabajado realizando entrevistas a cinco “Maestros del arte” franceses, siendo 169
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el oficio de cada uno: hacedor de sombreros (chapeleiro), sastre y costurero (alfaiate e costureiro) de vestuario para teatro, artesano de impresión de estampas y grabados sobre todo en el área del libro, un creador y restaurador de vitrales de grandes catedrales, con trabajo focalizado en la Catedral de Chartres (Francia), y un quinto dedicado a la restauración de muebles antiguos. La investigadora destaca como puntos subrayados por los entrevistados la incidencia de “valores como a amizade e o da relação como os companheiros de trabalho como constitutiva de um etos profissional e de construção de subjetividade” 9(Abreu, 2009, p. 94); a lo que habría que agregar que todos ellos tienen como características comunes el hecho de haber aprendido su oficio como herencia de bisabuelos, padres o de antiguas prácticas de la localidad, tener consciencia del carácter tradicional del oficio y, un elemento bien interesante como el hecho de que estén trabajando con placer para enseñar su conocimiento y salvaguardarlo para el futuro. Abreu termina su artículo con una reflexión crucial que acertadamente vincula con las políticas volcadas a la salvaguarda de la diversidad cultural de todo el mundo, “os mestres da arte são lugares de memória, elementos de ligação entre o passado e o futuro” 10(Abreu, 2009, p. 96), resaltando que esos “lugares de memoria” de los que habla Pierre Nora, no solo son de “piedra y cal”, pues también están en el conocimiento de cada persona y sus intereses colectivos. En este sentido, se podría agregar que también pueden ser considerados “maestros del arte” aquellos actores sociales que tienen sobre su peso cultural la posibilidad de conservar y salvaguardar sus trazos culturales en una franca y continua construcción de su propia identidad, tal como ocurre con el llanero centro-occidental venezolano y el gaúcho sur-rio-grandense brasileño (ambos en su condición campesina) quienes a pesar de haber experimentado a lo largo de los siglos una serie de transformaciones, lógicas de todo de proceso humano, tienen una identidad cultural diferenciada de otros actores lo cual se vincula, entre otros factores, con su incursión en las guerras de independencia, obteniendo un lugar importante desde el punto de vista histórico con connotaciones patrimoniales, producto de una totalidad de elementos que tienen que ver con la herencia devenida de la cultura inmaterial como valor espiritual, tal como se verá más adelante.
Acepciones acerca de la cultura inmaterial o más allá de una herencia Las manifestaciones de vida emanadas de la llamada parte espiritual de los pueblos concretizadas en el término “cultura”, no solo sostenido como una construcción netamente humana, que en un principio surge por una necesidad (como pudiera ser la creación utilitaria del fuego y las vestimentas) sino también como una relación con el placer fundamentada inicialmente en el sentido estético, abarca algo que va más allá entendiéndose como “la imagen que la sociedad tiene de 170
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si misma; así, es esa representación que los individuos necesitan para identificarse, o de la cual aspiran liberarse” (Todorov, 2010, p. 73), ya que tanto las puestas en escena de la cultura inmaterial como la construcción de bienes muebles e inmuebles, funge como una suerte de lugares de memoria colectiva y social, necesaria para servir como soporte de hechos del pasado histórico, pues cada día que pasa y, con las consecuentes emergencias de la vida contemporánea, sobre todo en las grandes metrópolis, se va haciendo más importante elaborar mecanismos para intentar librar del olvido a los colectivos (Nora, 1984) a lo que habría que agregar la incidencia, cada vez más en aumento, de la globalización que pretende la configuración de visiones unificadoras que no se focalizan en lo nacional o local porque buscan abarcar un todo en el que, obviamente, las culturas de los países más desarrollados económicamente hablando, catapultan con su hegemonía a las más débiles y minoritarias. En este sentido, la cultura inmaterial en la figura del idioma (por nombrar una) juega un papel significativo porque en él se instala fuertemente la identidad tanto individual como colectiva, ya que es una herramienta que actúa como hilo conductor de pensamientos, acciones, en fin, legados del pasado (pues desde la infancia se aprende), con repercusión al futuro y una presencia en el presente. La lengua es algo que no se olvida: A amplitude de traços herdados no decorrer da infância pode sofrer consideráveis mudanças. A língua é comum a milhões, até mesmo, dezenas ou centenas de milhões de pessoas. No entanto, recebemos também outras heranças, mais restritas, do grupo humano no seio do qual crescemos: a maneira de se movimentar e de organizar o tempo ou o espaço, assim como de se relacionar com as outras pessoas, em suma, os modos de vida. 11 (Todorov, 2010, p. 68) La lengua es lo que Conche (1990)12 llama “cultura esencial”, no obstante, y como bien lo resalta Todorov, el ser humano en su poder de escogencia puede adoptar otras lenguas y modos de vida para identificarse, lo cual da paso a la instalación de varias identidades propias y compartidas que superan los trazos de la “cultura esencial”, porque la misma característica de constante transformación del proceso precisa de dinamismo. El patrimonio, visto en un sentido amplio, mas de igual manera vinculado con la herencia, transmitida de generación en generación y que, por lo tanto, debe ser salvaguardada, puede ser visto como bien lo asevera Mário Chagas (2005): A palavra patrimônio é, ainda hoje, a capacidade de expressar uma totalidade difusa, à semelhança do que ocorre com outros termos como cultura, memória e imaginário. Frequentemente, aqueles que desejam alguma precisão se veem forcados a definir e redefinir o termo. A necessidade de recuperar sua capacidade operacional, driblando seu acento de difusa totalidade, está na raiz das constantes requalificações a que essa palavra tem sido submetida. Se tradicionalmente ela foi utilizada como uma referência a “herança paterna” ou aos “bens familiares” transmitidos de pais (e mães) para filhos (e filhas), em particular no que se referia aos bens de valor econômico e afetivo, ao 171
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longo do tempo gradualmente adquiriu novos contornos e ganhou outras qualidades semânticas, sem prejuízo do domínio original. (p. 115)13 De manera que ha pasado, como es lógico en todo proceso de revisión epistémica, por diversas definiciones como la ya extinta en algunos países de América Latina, folklore para designar a las manifestaciones de la cultura tradicional popular, término que sería posteriormente utilizado para hablar desde el punto de vista peyorativo colocando las expresiones de los pueblos de la creación sin bases académicas, frente a las manifestaciones de las culturas de élites soportadas en artes plásticas, literatura, música, entre otras. Sin embargo, esas tentativas fueron significativas para la configuración de nuevas maneras de ver y entender al patrimonio cultural inmaterial, tanto por la parte social como en lo relativo a las legislaciones y políticas públicas en el ámbito cultural. 15 Para acompañar a todos estos procesos culturales (materiales e inmateriales) el rol de la conservación y salvaguarda es trascendental pues funge como un garante de memoria colectiva e incluso social, y acá el papel de los museos, a pesar de que pudieran ser vistos como un culto al patrimonio (Candau, 2011) porque pretenden “paralizar” las culturas por medio del proceso de curaduría, exhibición, etc., son sumamente importantes por ser lugares de memoria y no ya tan solo “máquinas de olvido activo” (Candau, 2011, p. 115). De modo que la pintura, por ser uno de los bienes continuamente presentes en los museos de arte, por ejemplo, puede actuar también como herramienta para la reivindicación memorial de hechos históricos que forman parte de la cultura inmaterial de los personajes y hechos allí retratados, tal como se verá a continuación.
Cultura inmaterial en la obra plástica o cuando la histórica trasciende las fronteras En Venezuela la figura del llanero centro-occidental16 ha sido considerada en la contemporaneidad como un símbolo nacional, condición fuertemente fundamentada en los hechos históricos correspondientes a los procesos que permitieron en el siglo XIX la independencia de dicha nación del yugo colonialista español, lo que se atañe al amplio conocimiento de su entorno y su contexto, lo cual llevó a dicho actor social a protagonizar sucesos de relevancia en distintas etapas. Una de estas gestas es la batalla de Las Queseras del Medio, acaecida el 2 de abril de 1819, en el lugar homónimo que se encuentra ubicado en el hato Mangas Marrereñas, municipio Guasimal, distrito Pedro Camejo, a unos 50 kilómetros suroeste de San Fernando de Apure, capital del actual estado Apure, cuna de uno de los héroes de la independencia del país suramericano, José Antonio Páez.
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La valentía de los llaneros, llamados lanceros por su destreza con esta arma de metal, constituye una auténtica representación de nacionalismo y amor patrio, por la unidad, solidaridad y entendimiento colectivos. Allí resalta el hecho de que 153 lanceros a caballo derrotan a un ejército español de 1.000 soldados bien armados, comandados por el experimentado general Pablo Morillo. Los instrumentos tácticos utilizados por el general Páez basados en elementos cotidianos del llano, junto con el conocimiento del paisaje y la intensa relación del llanero con el caballo, fueron factores decisivos para el triunfo. Entre las tácticas está el incendio de San Fernando de Apure, siendo la actividad de quema muy común en la época, realizada con la finalidad de limpiar los terrenos y proceder a nuevas siembras, de modo que dicha práctica se convierte, durante las guerras de independencia, en una estrategia militar; lo propio ocurre con las emboscadas ya que, al no conocer el enemigo bien la sabana, porque en ella todos los caminos parecen iguales, se hace propicia para atraparlos cuando menos lo imaginan, y el 2 de abril de 1819 no sólo los patriotas se sirven de esta estrategia ahora militar, el conocimiento del comportamiento del ganado en el llano y la asombrosa capacidad de montar que tiene el llanero, superan considerablemente las sapiencias de los españoles. Y de sus sabidurías tradicionales, de su tradición oral, es que el llanero se sirve para ganar paso al enemigo. Al, los españoles, no tener acceso al ganado no tienen comida, el agua también se les hace difícil de conseguir por causa de la inutilización de los pozos, a esto hay que agregar el factor psicológico del peligro y el estruendo que rompe bruscamente la silenciosa noche llanera al soltar “potros cerriles con cueros secos atados a sus colas” (Febres Guevara, 1989, p. 20), además del calor intenso no solo del ambiente sino del fuego, producto de los incendios y las consecuencias que esto genera en los ejércitos no acostumbrados a ver estas estrategias. Y lo que marca definitivamente la derrota española es el famoso grito de Páez: ¡Vuelvan caras!, dirigido a sus lanceros llaneros cuando simulaban emprender una retirada y al ver al ejército hispano confiado, “con la velocidad del pensamiento, los llaneros devuelven sus caballos, dan cara al enemigo; centellean las levantadas lanzas, y un choque terrible, formidable, como el encuentro de dos rápidas nubes, de dos furiosas tempestades, hace temblar la tierra”. (Febres Guevara, 1989, p. 30). Para potenciar la memoria sobre este y otros hechos, así como su significación simbólico-espiritual totalmente característica de la cultura inmaterial, los óleos de varios artistas plásticos venezolanos de finales del siglo XIX y comienzos del XX se convierten en soportes y en lugares, de esos recuerdos colectivos, entonces se está ante la creación de un imaginario fundado en hechos históricos. Arturo Michelena pinta “Vuelvan caras” (1890), sobre el famoso episodio de Las Queseras del Medio, mientras que de Tito Salas se puede referir el óleo “Los llaneros, Páez y Bolívar: Toma de las Flecheras” (1928), sobre el acontecimiento histórico ocurrido en el río Apure 173
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en 1818, durante la Campaña del Centro. En el Museo Bolivariano, Galería de Arte Nacional y Palacio Legislativo, todos ubicados en Caracas, Venezuela, se puede ver tanto dichos cuadros (la mayoría gran formato) como obras de otros pintores del siglo XIX que resaltan el rol de los llaneros, lo cual no ocurre con batallones populares de otras regiones del país. El día 6 de febrero de 1818 el ejército patriota, que consta de 4.000 hombres, se encuentra a las orillas de dicho río en espera de los compañeros que navegan por el Orinoco con la finalidad de atacar a las tropas del general realista Pablo Morillo, apostadas en la ciudad guariqueña de Calabozo. Del otro lado del Apure se halla una guarnición española de 650 hombres y varias flecheras artilladas; como modo de estrategia, el general José Antonio Páez propone al general Simón Bolívar capturar dichas flecheras para así poder cruzar el río con mayor rapidez, pudiendo de esa manera llegar al encuentro con los compañeros antes de lo previsto. Tras la debida autorización, se produce la selección de los 50 mejores llaneros correspondientes a la Guardia de Honor, quienes se lanzan al río Apure en sus caballos cruzando luego a nado, llegando a las embarcaciones que toman luego de un combate, teniendo como resultado final el retiro de la tropa española, quedando las flecheras en manos de los patriotas.
Fig 1. Los llaneros, Páez y Bolívar: Toma de las Flecheras (detalle) Autor: Tito Salas, 1928 (Oleo Casa Natal de El Libertador, Caracas- Venezuela) Tamaño: 259 × 194 cms. Fuente:http://taimaboffil.wordpress.com/2011/01/30/30-de-enero-1818-bolivar-y-paez-seencuentran-en-canafistola-toma-de-las-flecheras-estado-apure-venezuela/
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En la figura anterior se puede apreciar un detalle del óleo de Tito Salas, donde se muestra al general Páez montado a caballo en plano central, con la lanza en la mano, el sombrero que ha caído al suelo, mientras los otros llaneros se encuentran a su alrededor en plan de lucha. Se ha de destacar la presencia de la vestimenta cotidiana que identifica estereotipadamente al llanero en sus faenas de campo: el pantalón kaki arremangado hasta un poco más abajo de la rodilla, descalzo, sin camisa o con camisa blanca, sombrero, y, en este caso, la lanza, como arma de batalla. En el centro, al fondo, se observa la figura de Simón Bolívar, claramente diferenciado con un pantalón blanco, camisa blanca y botas negras. Otros acontecimientos importantes para la historia de Venezuela con presencia llanera, son las situaciones que antecedieron a la Batalla de Boyacá (6 de agosto de 1819) en el camino por el páramo de Pisba, actual República de Colombia, lugar donde los Bravos de Apure, comandados por el general José de la Cruz Carrillo, muchos de ellos sin contar con la ropa adecuada para el intenso frío de Los Andes y sin tener el cuerpo acostumbrado a la altitud de la cordillera, mueren de hipotermia en ese intento, pero los que sobreviven luchan con dignidad. E indudablemente, la Batalla de Carabobo (24 de junio de 1821) donde el batallón Bravos de Apure tiene un papel preponderante, siendo muy famoso el episodio cuando el heroico Pedro Camejo, apodado Negro Primero, llanero mestizo, uno de los personajes más relevantes, ya que paga con su vida el triunfo por la libertad, en el fervor de la lucha devuelve su caballo en dirección al general Páez, a lo que éste exclama: “¿Por qué huyes, cobarde?” y el héroe le responde: “¿Mi general, vengo a despedirme porque estoy muerto?”, cayendo inmediatamente a los pies del caballo del General. 17 Camejo es el típico llanero de espíritu libre y voluntad para andar a caballo de un lugar a otro, en este sentido, es interesante lo referido por Vinicio Romero Martínez cuando describe sus palabras para explicar a Simón Bolívar por qué se había convertido en soldado: “todo el mundo se iba a la guerra sin camisa y sin una peseta y volvía después vestido con uniforme muy bonito y con dinero en el bolsillo” (Romero Martínez, 1973, p. 144), es decir, que estaba presente en el llanero de entonces el hambre, la pobreza, pero también el espíritu de hombre libre sin apego a lugares ni personas, tal como se asevera cuando se describe su naturaleza tanto dentro de la Literatura como de la Historia. 18 Otro pintor que dedicó parte de su obra a resaltar hechos patrios es Martín Tovar y Tovar, de quien se destaca “Llaneros de Venezuela” (1862), Batalla de Boyacá (1895) y Batalla de Carabobo (1887), donde el protagonismo de los llaneros es obvio. De esta última se muestra un detalle del óleo, donde se observa a la derecha, en primer plano, el ejército patriota (distinguido por la bandera de Venezuela), mientras que en el plano del fondo están los llaneros claramente diferenciados con la vestimenta “típica”, y el estar a caballo (nótese que el batallón de uniforme azul y blanco está en la trinchera o corriendo, es decir, no es mostrado como batallón montado). En plano a la derecha 175
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está en franco protagonismo, por causa del famoso acontecimiento de su acto de gallardía y posterior deceso, la figura de Pedro Camejo (Negro Primero), quien yace muerto ataviado con su uniforme rojo y la pañoleta, en este caso blanca, a la cabeza que lo caracteriza en todas las imágenes.
Fig. 2. Batalla de Carabobo. (Detalle) Autor: Martín Tovar y Tovar, 1887. (Óleo ubicado en Capitolio Nacional de Venezuela) Tamaño: 480 × 327 cms. Fuente:http://solo50.files.wordpress.com/2010/08/batalla-de-carabobo-oleo-de-martintovar-y-tovar.jpg
Paralela a la figura del llanero venezolano, en Brasil se encuentra el gaúcho surrio-grandense,19 cuya incursión histórica es un factor importante para la posterior construcción de su identidad cultural. El hecho de ser un estado fronterizo lejano geográficamente de la capital del país, conlleva a una serie de sucesos con tendencia separatista que tendrán como punto de clímax la Revolución Farroupilha, ocurrida entre el 20 de septiembre de 1835 y el 1° de marzo de 1845 en la entonces provincia de San Pedro, actual Río Grande do Sul. El ser excelentes jinetes, la vida de valentía ante las circunstancias más atroces, la capacidad de resolver rápidamente, el factor sorpresa ante el enemigo, son características, que hacen de estos gaúchos unos combatientes diferentes a los demás sectores de Brasil, situación preocupante para las autoridades del Estado ya que consideraban que este sector se identificaba con sus parecidos vecinos de las pampas argentinas y uruguayas, de hecho se recalca que hasta la vestimenta es parecida, y existe semejanza ya en las costumbres, como el tomar mate, por ejemplo, o hablar con “portugués de acento sudista”, es decir, diferente. La Revolución Farroupilha fue una guerra civil que propició una serie de tensiones que ya se venían gestando en el sur de Brasil por causa de los distanciamientos inherentes a las clases sociales y la necesidad de tener las simientes sólidas de una verdadera identidad regional. Lo que también está vinculado con el tema de la tributación desde el poder central, de un posible federalismo del Sur, de hecho existió el pensamiento 176
por: Jenny González Muñoz
de la creación de una “patria” formada por países “sulinos”20 de la Revolución, lo cual, evidentemente tiene un carácter separatista. O decênio da guerra civil propiciou, de uma parte, a tensão entre a civilização pastoril, -dos estancieiros farroupilhas peões- e a nascente civilização urbana encostalada na resistência legalista do Porto Alegre. De outra parte, conscientizou a população sublevada para a existência de uma pátria continentina- corporificado na República, com sua bandeira – seu brasão, seu hino oficial. (Barbosa Lessa, 1985, p. 29) Otro elemento interesante de resaltar es que el gaúcho para esa época es considerado inferior, es decir, se cataloga desde una perspectiva peyorativa;21 los gaúchos, la gran mayoría de la provincia, fueron el fermento y el apoyo de la revolución: por eso se la llamó despectivamente de los “farrapos”, es decir, mal vestidos, los harapientos, los hombres rurales que trabajan en el campo, que no pertenecen a las élites sociales de las ciudades, por lo tanto, la cercanía con el gaucho argentino y uruguayo no es solo territorial sino cultural y social, se crea, de este modo, una identidad que se transformará luego en una semilla para la insurrección que busca autonomía de la centralidad político-administrativa de Rio de Janeiro e incluso del propio Brasil. La historia del gaúcho está unida, como todo proceso humano, a la configuración del entorno geográfico, y su carácter se relaciona con las circunstancias que está obligado a enfrentar en una tierra que, en ocasiones, se torna hostil. Tal como en el caso de Venezuela respecto al llanero, los artistas plásticos y más concretamente los pintores, retratan los acontecimientos históricos, como una manera de rendir culto a la relevancia patria, pero también para perpetuar en la memoria colectiva y social sobre los actos que, de una u otra manera, marcaron una nueva etapa de la región y de la nación, con evidente repercusión en las épocas posteriores. De modo que Guilherme Litran pinta el cuadro “Cavaleria dos farrapos” (1893) sobre el acontecimiento histórico, así en la figura presentada se puede observar, en primer plano, al general Bento Gonçalves, líder del movimiento, a caballo y claramente diferenciado del resto de la tropa, obedeciendo a un evidente carácter de status. En los planos sucesivos se muestra a los demás gaúchos, todos a caballo, con sombrero, y el resto de la vestimenta “típica”, estereotipada, de dicho pueblo, dentro de la que destaca las botas hasta las rodillas, las chaquetas y/o las chamarras, y el pañuelo al cuello, con predominancia del rojo que simboliza la Revolución Farroupilha, la presencia de lanzas, la bandera de Río Grande do Sul en la mano de todos y cada uno de ellos, lo que resalta el carácter separatista del movimiento, y un detalle bastante interesante que es el bigote en los personajes del óleo.
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Múltiples miradas sobre el Patrimonio Cultural Inmaterial
Fig. 3. Cavaleria dos farrapos. Autor: Guilherme Litran, 1893. (Óleo sobre tela Museo Júlio de Castilhos, Porto Alegre, Brasil) Tamaño: 300 × 228 cms. Fuente: Acervo de la autora.
Tomando los planteamientos de Pierre Nora,23 tanto los óleos mostrados como ejemplificación de caso, como los sitios donde ellos se encuentran expuestos, actúan de una u otra forma, como lugares de memoria, y más allá como una suerte de monumentos24 que trascienden situaciones, épocas e inclusive nuevas maneras de abordar los mismos hechos que están dibujados en dichas obras. En eso precisamente estriba el dinamismo del patrimonio cultural inmaterial, puede parecer estatizado, “petrificado” en las páginas de un libro, en los trazos de un cuadro, en los cimientos de una escultura que conmemora un hecho significativo, pero en realidad va más allá de la mera materialidad de los objetos, ya que está enclavado en los valores, saberes, significados que representan gran parte de la vida cotidiana en sociedad, “assim, é possível sustentar que aquilo que se quer preservar como patrimônio cultural não são objetos, mas seus sentidos e significados, ou seja, aquilo que confere sentido ao bem tangível é intangível.” 25(Chagas, 2009, p. 99). Las manifestaciones culturales no pueden ser rigurosamente divididas o catalogadas como materiales o inmateriales, pues en ellas convergen numerosos elementos que se entremezclan para construir múltiples interpretaciones sobre las memorias colectivas o sociales, así las obras referidas son soportes de memoria y también son lugares de memoria, pues por un lado evitan colocar en el olvido hechos históricos significativos para localidades o naciones, pero de igual manera, son interpretaciones de los propios pintores, es decir, son construcciones sobre los hechos, muchas veces subliminando (con toda la intencionalidad) tanto acontecimientos como personajes o culturas, tal como en el cuadro de Litran, donde los gaúchos parecen irse elevando ya que sus caballos no tocan la tierra, o la figura de Negro Primero que yace muerto para, a su vez, hacerse inmortal en el recuerdo de los que conocen esa parte de la historia de 178
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Venezuela, o de los que comienzan a formar parte del hecho narrado. Las pinturas expuestas en esos sitios consagrados para el recuerdo llamados museos o instituciones afines, no pueden ser abordadas solo como cultura material, en ellas está reflejada la interpretación de un hecho, una época, realizada en manos de un humano desde sus sentimientos, y apoyado en lo que leyó, lo que vivió, lo que le contaron, de modo que también es inmaterial. Por otra parte, cuando el público acude a ese lugar donde están expuestas recuerda lo que conoce de esa parte de la historia retratada allí, comenzando de nuevo la reconstrucción cíclica de los hechos en un continuo devenir de imaginaciones colectivas y sociales, pues en definitiva, tal como apunta Mário Chagas, el patrimonio cultural es netamente espiritual.
Sensibilizar acerca del patrimonio: un rol nacido desde educación Siendo que la cultura es todo lo que realiza el humano social ya que es su propia invención, el término patrimonio no es otra cosa que la normatización de las manifestaciones culturales. Esta es implementada socialmente ya que se precisa de una organización a través de leyes para poder desplegar mecanismos de detección, documentación, registro, archivo, para una posterior declaración que lleve a la protección y salvaguarda, siendo éstas el último eslabón de la gran cadena. El patrimonio está íntimamente relacionado con la memoria, sobre todo cuando se habla de la cultura de carácter inmaterial, pues su presencia en el tiempo descansa en la tradición oral y las prácticas, siendo de uso generacional inmediato. En 1927 Maurice Halbwachs habla de la existencia de los cuadros sociales de la memoria y, posteriormente, de la memoria colectiva, siendo ésta producto de cantidad de recuerdos que pertenecen, de una u otra forma, a personas que conforman un mismo grupo, quienes comparten recuerdos por serles comunes y afines. La memoria colectiva, como aquella compartida en cuanto a recuerdos que se han desarrollado en similares espacios y tiempos, conjuga en el pasado un conjunto de representaciones que tienen una continuidad social, así ella, como “reconstrucción parcial y selectiva de ese pasado”, tiene puntos percibidos por dicha sociedad, entonces el fenómeno de la memoria, según Halbwachs, existe a través de las relaciones sociales, cuyas referencias principales son el lenguaje (palabra), el espacio (lugar) y el tiempo, (delimitación). Los cuadros sociales, como unión de representaciones fijadas en recuerdos que se manifiestan a voluntad a nivel social, permiten que los miembros de un pueblo tengan tradiciones devenidas, entre otras cosas, de la oralidad, puesto que el lenguaje es un instrumento concreto que posibilita, tanto su identificación como su cohesión, ya que no sólo es un bien compartido, sino asimilado y aceptado. En este sentido, la memoria, en sus diversos procesos, actúa como un hilo conductor que ayuda a enhebrar construcciones humanas en dinamismo, tal las culturales, 179
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configurando una serie de abordajes hermenéuticos de importancia para la puesta en marcha de diversas terminologías en relación al patrimonio (cultural) en las que elementos como los valores y la herencia son imprescindibles; de manera que el factor educación (visto como herramienta para el aprendizaje y también como instrumento para la creatividad y la acción progresiva de “hacer”, tal como lo observa el Maestro don Simón Rodríguez)26 sobre el patrimonio es vital para procesos de salvaguarda y conservación de los bienes y manifestaciones culturales. Se ha de recalcar que desde la perspectiva pedagógica de la autora de del presente trabajo, en relación con este ámbito cultural específico, existe una diferencia entre educación en patrimonio y educación patrimonial, siendo entendida esta última como aquella que trabaja en función de la identificación de bienes y manifestaciones que pudieran ser elevadas al rango de patrimonio y, a partir de allí, concretar programas para promoverlas y difundirlas con la finalidad de salvaguardarlas en el tiempo. La educación en patrimonio, por su parte, se enfoca en la sensibilización por medio del conocimiento de bienes y manifestaciones desde la detección de los mismos, ambas tienen como denominador común el objetivo final de salvaguardar y conservar el patrimonio, pero la educación en patrimonio apunta hacia la implementación de políticas públicas en pro de la investigación, mientras que la patrimonial se sostiene a partir de lo ya establecido por otros terceros y desde allí enseña. El rol de la escuela en la educación en patrimonio en imprescindible y debe ir de la mano con la enseñanza de la Historia, pues, como ya es sabido, el conocimiento de nuestros orígenes es fundamental en la construcción de identidades culturales, especialmente las nacionales. Es conveniente señalar que no es condición sin ecua non la observancia de la educación en patrimonio como un acto formal, académico, un sistema de estructura jerarquizada que se extiende desde la primaria hasta la universitaria; ya que puede y debe partir desde distintas instancias como la no formal, como toda actividad educativa organizada que no forma parte del sistema académico, (Coombs, 1973, citado por Ballart Hernández, J. y Tresseras, J. J., 2007), dícese talleres, cursos, actividad práctica. En este caso de educación no formal, es sumamente importante el rol del museo como institución que tiene la doble posibilidad de mostrar y educar desde la sensibilización, puesto que cuenta con personal conocedor y un área de educación cuyo deber ser es el poder brindar a los públicos herramientas útiles sobre el patrimonio y lo vital que este es para la construcción continua de la identidad nacional. Desde el museo cada exposición debe llevar consigo un programa educativo con actividades vinculadas con la sensibilización hacia el patrimonio mostrado, con miras a trabajar en conjunto para la salvaguarda y conservación del mismo. El trabajo de educación en patrimonio desde el ámbito no académico tiene un cúmulo de posibilidades en las comunidades. Se debe tener presente que todas y todos somos miembros de alguna comunidad, de manera que la doble fórmula conocimiento180
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sensibilización de bienes y manifestaciones patrimoniales (decretadas o no, en el caso de los patrimonializables) son garantía para su protección, conservación y salvaguarda, porque las comunidades mismas se “apropian” de ellas, saben que son parte de sus procesos históricos y, por consiguiente, forman parte de su identidad cultural y social. Este es un trabajo de calle, constante, que debe partir de los entes e instituciones vinculados con el patrimonio cultural (tanto material como inmaterial), y debe tener con carácter de obligatoriedad, un seguimiento y una evaluación, que permita mejorar posibles deficiencias, solventar errores, y adecuar progresivamente a las emergencias de la contemporaneidad, acciones, conceptos y metodologías en educación patrimonial.
Conclusiones Hablar de patrimonio cultural es un reto, pues muchas son las aseveraciones y visiones que se posan sobre una terminología que cada día toma mayor repunte, pero que por esa razón se va dirigiendo hacia caminos aparentemente distantes. Se tiende a pensar que lo patrimonializable es aquello con una cierta antigüedad, cuando lo que se debe tener en cuenta es la perspectiva comunitaria sobre tal bien o manifestación, es decir, lo que lo vincula con las personas, con los grupos, lo que le imprime un sentido de pertenencia donde la reciprocidad juega un rol significativo. En este punto, la identidad cultural es, tanto lo que retrata a una sociedad, bien sea un idioma, un modo de vida, una costumbre, entre otras cosas, como lo que dicha sociedad asume para sí como manera de autoreferenciarse y autodiferenciarse de las otras. Entonces, ¿cómo se podría definir el patrimonio?, esta interrogante solo asumible desde la herencia que se va teniendo de generación en generación y desde la óptica legal, puesto que un bien material o una manifestación inmaterial solo son exaltadas a patrimonio si obedecen a cierta normatización regida por los organismos pertinentes; siendo en el caso internacional la UNESCO el rector para tal fin, y focalizándose en cada país según las leyes nacionales en torno al patrimonio cultural. Cuando se habla de la cultura y sus diversas expresiones es necesario entenderla como un todo, no obstante, a la hora de registrar, documentar y/o archivar, si es necesario hacer una distinción, puesto que es muy común encontrar manifestaciones de la cultura inmaterial colocadas como material, lo cual trae consigo una serie de omisiones de las características de real importancia de dicha representación, ceremonia, música, etc., a decir con palabras de Pierre Nora, la cultura como memoria precisa de soportes, de “lugares”, que permitan recordarla durante más tiempo y abarcar mayor cantidad de lugares y consciencias, de modo que no sólo las formas tradicionales de registro, documentación y archivo son valederas, también están otras alternativas que dinamizan dichos procesos, tales como las pinturas realizadas por artistas de significación, sobre todo en lo que se refiere a acontecimientos relacionados con la historia de los pueblos.
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Los ejemplos presentados en este trabajo son producto de una investigación relacionada con la cultura inmaterial del llanero centro-occidental venezolano y del gaúcho sur-río grandense brasileño, ambos en su condición campesina, tomados desde una perspectiva que los involucra en su modo de vida, su comportamiento cultural y su relación con la figura del caballo siendo éste una representación simbólica que va más allá de un animal tomado como transporte o como apoyo en el trabajo del campo. Estos actores sociales (el hombre como tal) jugaron un rol importante dentro de sus procesos históricos, los primeros en la conformación y consolidación de la independencia de su país, y los segundos, dentro de su estado, alcanzando una emancipación tanto de la corona portuguesa como de Brasil, llegando a ser una República separatista. En los óleos de Martín Tovar y Tovar y Tito Salas (Venezuela) se observa la figura claramente diferenciada de los llaneros en combate, se ensalza el rol del jefe llanero, conocedor de las estrategias militares en concordancia con la sabiduría por experiencia respecto a la geografía y costumbres de la región, colocándolo como protagonista de esa parte de la historia vista desde la propia interpretación del autor, pero sin dejar de lado los sucesos descritos en las investigaciones. Por otra parte, se muestra una obra de Guillerme Litran sobre la Revolución Farroupilha, movimiento de suma importancia para el estado Río Grande del Sur, localizado al Sur de Brasil, que tuvo una duración de diez años en los que se logró la independencia de dicho estado, la proclamación de una nueva República y la posterior adhesión de dicho estado nuevamente al país suramericano, tras la deposición de lucha de sus impulsadores. Tal como en el caso de los llaneros venezolanos, el artista plástico cuenta una parte de la historia, desde su propia óptica, coloca al jefe en primer plano francamente diferenciado de los demás, los gaúchos son dibujados desde su propio estereotipo en cuanto a la vestimenta y demás atributos físicos, y, una cosa bien significativa: son sublimados, pues no tocan el suelo. En ambos casos, los estereotipos están presentes y la figura del caballo, como elemento simbólico es constante. En cada uno de los casos esbozados a lo largo del texto, se puede observar una suerte de registro y documentación de los hechos históricos concretamente pintados en dichos óleos, siendo, de igual modo, un soporte que se archiva, en este caso específico, en los acervos y colecciones de museos, lo cual es importante porque se unen los dos tipos de patrimonio cultural: el material, posicionado en los óleos, y el inmaterial, focalizado en la historia que cada uno está contando a través de la plástica. En este orden de ideas, entra un elemento relevante para poder llegar a establecer criteros vinculados con la conservación y salvaguarda de ambos patrimonios: la educación en patrimonio, siendo ésta vital, puesto que por medio de la sensibilización hacia el hecho y el producto artístico e histórico, se puede lograr una comprensión que conlleva al establecimiento de nuevas alternativas respecto a la aplicación de enseñanzas en coparticipación donde la escuela juega un rol trascendente. Desde donde se observe el patrimonio cultural y sus implicaciones, el sentido de su existencia está basado 182
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en la herencia que se ha postrado en cada sociedad desde los propios individuos, en sus capacidades memoriales, en los lugares que les ha dado, en las satisfacciones que ha obtenido conllevándolo a su multiplicación por medio de los saberes, en la Historia basada en los propios sucesos, en fin, retomando las palabras del investigador brasileño Mário Chagas, lo que hace ser al patrimonio es su parte “espiritual”.
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1. Coordinadora y docente del Doctorado en Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe. Doctora en Cultura y Arte para América Latina y El Caribe (Universidad Pedagógica Experimental Libertador – Venezuela), Magíster en Memoria Social y Patrimonio Cultural (Universidad Federal de Pelotas – Brasil). Licenciada en Artes (Universidad Central de Venezuela). 2. T.A. “En términos del patrimonio cultural, el muiraquitã, es, al mismo tiempo, un saber, un hacer, un arte, una cosa y un conjunto de elementos de la naturaleza”. 3. T.A. “Así, es posible sustentar que aquello que se quiere preservar como patrimonio cultural no son los objetos, sino sus sentidos y significados, o sea, aquello que le confiere sentido al bien como tangible es lo intangible”. 4. Unesco (2003) “Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura”, 32ª reunión. [En línea]. París disponible en: http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00022 [Accesado el día 20 de mayo de 2013] Este año 2013 se cumple 10 años de su existencia. 5. T.A. “ (…) en el patrimonio brasileño, los idiomas, los cantos, las leyendas, las magias, la medicina y la culinaria indígenas”. 6. T.A. “(…) definió como acción prioritaria un programa de valorización de los maestros en diferentes oficios, por todos el globo terrestre”. 7. Término con el cual no estamos de acuerdo, apoyamos las nuevas aseveraciones de la UNESCO ya que las manifestaciones de la cultura inmaterial si son tangibles, palpables. 8. T.A. “Distinguir aquellos que se destacan por un “saber-hacer” de excelencia y incitarlos a compartir sus conocimientos, con alumnos capaces de perpetuar esas competencias”. 9. T.A. “Valores como la amistad y la relación con sus compañeros de trabajo como constitutiva de un ethos profesional y de construcción de subjetividad”. 10. T.A. “Los maestros del arte son lugares de memoria, elementos de vinculación entre el pasado y el futuro”. 11. T.A. “La multitud de trazos heredados en el transcurrir de la infancia puede sufrir considerables mudanzas. La lengua es común a millones, hasta incluso, decenas o centenas de millones de personas. Sin embargo, recibimos también otras herencias, más específicas , del grupo humano en el seno en el que crecemos: la manera de moverse* de organizar el tiempo, o el espacio, así como de relacionarse con otras personas, en suma, los modos de vida”. 12. Citado por Todorov (2010), sobre el libro Les fondements de la morale. (1990) Paris: Mégare. 13. T.A. “La palabra patrimonio es, aun hoy, la capacidad de expresar una totalidad difusa, a semejanza de lo que ocurre con otros términos como cultura, memoria e imaginario. Frecuentemente, aquellos que desean alguna precisión se ven forzados a definir y redefinir el término. La necesidad de recuperar su capacidad operacional, driblando su acento de difusa totalidad, está en la raíz de las constantes recalificaciones a que esa palabra ha sido sometida. Si tradicionalmente ella fue utilizada como una referencia a “herencia paterna” o a los “bienes familiares” transmitidos de padres (y madres) para hijos (e hijas), en particular en lo que se refería a los bienes de valor económico y afectivo, a lo largo del tiempo gradualmente adquirió nuevos contornos y ganó otras cualidades semánticas, sin prejuicio del dominio original”. 14. En Venezuela, ya que el término folklore ha sido utilizado para designar alguna manifestación, comportamiento, lugar, persona, etc., que tiene características de poca finura, escasa educación, algo rudimentario, se ha sustituido por criollo, popular, para evitar designaciones donde prevalezcan los juicios de valor. 15. En el anteproyecto de la Convención internacional para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, Turín, marzo de 2001, el patrimonio cultural inmaterial es definido como los “procesos adquiridos por las personas tales como el conocimiento, las habilidades y la creatividad que les son heredados y desarrollados, los productos que crean y los recursos, espacios y otras dimensiones del contexto social y natural necesarias para su sustentabilidad; procesos que proporcionan a las comunidades vivientes un sentimiento de continuidad con las generaciones antecesoras y son importantes para la identidad cultural, así como para la salvaguarda de la diversidad cultural y de la creatividad de la humanidad” (Gallart, M. A. (2008) Cuaderno 1. Patrimonio Cultural Inmaterial. México: Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. p. 143) En la Comisión Nacional Holandesa para la Unesco, de 2002, se considera como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad a las tradiciones orales, música instrumental y vocal, representaciones artísticas, como teatro y danza, ritos y fiestas, conocimientos y prácticas sobre la naturaleza, a lo que agrega: “Todos los procesos y prácticas (junto con el conocimiento y las habilidades, y los instrumentos y espacios involucrados) que son considerados esenciales para la
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identidad de estos grupos y para el mantenimiento de la cohesión social entre ellos. Las comunidades y los individuos en el mundo contemporáneo deciden la manera de reconocer como elementos de su patrimonio cultural inmaterial y continuar recreándolos en constante respuesta a su desarrollo y condiciones históricas”. (Gallart, M. A., 2008, p. 143) 16. Se habla del hombre oriundo de los estados Apure, Barinas, Cojedes, Portuguesa y Guárico, planicies que se extienden a lo largo de aproximadamente 206.686 km.2., también de aquel que en dicha región, además, practica las labores de la ganadería y diversos trabajos relacionados con el caballo. 17. Este episodio se relata en los libros de Historia de Venezuela, por varios autores como Eduardo Blanco, Arístides Medina Rubio, Pedro Calzadilla, Vinicio Romero Martínez, entre otros. 18. Para mayor información se sugiere leer, de Rómulo Gallegos, las novelas Cantaclaro y Doña Bárbara. 19. Dícese del hombre oriundo del estado Rio Grande do Sul, que se extiende en una región terrestre aproximada de 267.528 km.2, y una zona de aguas interiores de 14.656 km.2, constituyendo una superficie más grande que los cinco estados llaneros centro-occidentales venezolanos. El gaúcho es también aquel que lleva a cabo el trabajo del ganado y en relación con el caballo, en dicha zona. 20. Del Sur de Brasil. 21. T.A. “El decenio de la guerra civil propició, por una parte, la tensión entre la civilización pastoril, -de los peones farroupilhas y la naciente civilización urbana encostalada en la resistencia legalista de Porto Alegre. Por la otra, se concientizó a la población sublevada sobre la existencia de una patria continental – sustentada en la República, con su bandera – su escudo, su himno oficial”. 22. Se consideran durante todo el siglo XVIII, el XIX y hasta prácticamente la mitad de XX, cuatreros, ladrones de ganadores, hombres que desconocen las leyes, vagabundos. Para investigar más sobre el tema se sugiere leer los textos de Arthur Ferreira Filho, Carlos Reverbel, Tau Golin, entre otros. 23. Nora expresa: “Se habilitássemos ainda nossa memória, não teríamos necessidade de lhe consagrar lugares. Não haveria lugares porque não haveria memória transportada pela história. Cada gesto, até o mais cotidiano, seria vivido como uma repetição religiosa [...] identificação carnal de ato e do sentido. Desde que haja rastro, distância, mediação, não estamos mais dentro da verdadeira memória, mas dentro da história.” (NORA, Pierre. 1984. “Entre mémoire et histoire: la problématique des lieux”. In: P. Nora (org.), Les lieux de mémoire, vol 1 La Republique. Paris: Gallimard., pp. 7-8.) T.A. “Se consagrásemos nuestra memoria, no tendríamos necesidad de consagrarle lugares. No habría lugares porque no habría memoria transportada por la historia. Cada gesto, hasta el más cotidiano, sería vivido como una repetición religiosa (…) identificación carnal de acto y de sentido. Mientras haya rastro, distancia, mediación, no estaremos más dentro da la verdadera memoria, sino dentro de la historia”. 24. Riegl habla de los monumentos tanto artísticos como históricos, entre otros, y enfatiza que “por monumento, en el sentido más antiguo y primigenio, se entiende una obra realizada por la mano humana y creada con el fin específico de mantener hazañas o destinos individuales” (2008: p. 23), y más allá agrega: “Según las concepciones modernas, toda actividad humana y todo destino humano del que nos haya conservado testimonio o noticia tiene derecho, sin excepción alguna, a reclamar para sí un valor histórico: en el fondo consideramos imprescindibles a todos y cada uno de los acontecimientos históricos” (2008: 24) (Riegl, A.(2008) El culto moderno a los monumentos. Caracteres y origen, tercera edición. Madrid: La balsa de la meduza.) 25. T.A. “Así, es posible sostener que aquello que se quiere preservar como patrimonio cultural no son objetos, sino sus sentidos y significados, es decir, aquello que le confiere un sentido al bien tangible o intangible”. 26. Llamado el Maestro de América, Rodríguez (nacido en Caracas en 1769) desarrolla una serie de teorías sobre el rol de la educación, de los educadores y de los alumnos, de franca importancia para la formación de las sociedades. Para ahondar sobre el tema se sugiere leer los libros Luces y virtudes sociales o Sociedades Americanas de 1828.
por: Jenny González Muñoz
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La elaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas por: Raimundo Mijares1 Resumen El presente trabajo es un estudio que tiene como foco la religiosidad que se expresa en los espacios socioculturales de los sectores populares de la sociedad venezolana. Mediante el empleo del enfoque fenomenológico se aborda el propósito de la promoción y difusión de esas actividades que se expresan en lo más profundo de los diversos contextos sociales. El Barrio Marín, ubicado en la parroquia San Agustín, lado sur de ese populoso enclave cultural, es el protagonista del presente estudio, concretamente en lo que respecta a la elaboración del altar para la festividad de la Cruz de Mayo, ceremonia que es una dedicación y una tarea asumida por los cultores devotos, quienes se entregan a la cruz para prepararle y realizar las decoraciones adecuadas y ponerla en su altar, con la finalidad, entre otras cosas, de ser celebrada durante el mes de mayo también por vecinos e invitados a la festividad.
Palabras clave Religiosidad Barrio Marín Cruz de Mayo Altar
Fig. 1. La imagen muestra al cultor Aldrin Sosa en las tareas de la elaboración del altar de la festividad de la Cruz de Mayo, Barrio Marín, parroquia San Agustín. Caracas. *
1. Promotor Sociocultural, actor y docente teatral. Tesista del doctorado en Patrimonio Cultural de la ULAC.
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por: Raimundo Mijares
Introducción El siguiente artículo es una experiencia de investigación sociocultural que se relaciona con la celebración del velorio de la Cruz de Mayo. El objetivo de la investigación para ese estudio permitirá comparar y visualizar los pormenores para la elaboración del Altar en el velorio de la festividad de la Santa Cruz de Mayo, celebración religiosa popular de hondo arraigo en la nación venezolana, llevada a cabo durante los meses de mayo y junio. Desde la perspectiva anterior, el artículo ilumina la riqueza creativa en los pasos que irán realizando los cultores, en los arreglos necesarios para el vestuario de esa simbología. Tareas que incluye seleccionar colores, texturas; ofrendas a ser colocadas; expresando en esas escogencias su dedicación a una devoción conectiva entre los elementos tradicionales de esa manifestación, pero, al mismo tiempo, mostrando su comportamiento en la modernidad y post modernidad de esa expresión de la religiosidad popular. La investigación para ese trabajo se abordó mediante una investigación de campo, clasificado en los estudios de comunidades (Ramírez, 1999. p. 76), de nivel descriptivo (Ramírez, 1999, p. 84), la metodología es cualitativa mediante el empleo de la teoría fenomenológica, (Bentz y Shapiro. 2003, p. 151), usando el enfoque metodológico hermenéutico para el análisis de la información recogida. En ese sentido, es pertinente referirse a la tradición fenomenológica, ya que es el constructo teórico con el que se tiene planeado el abordaje de la temática de la Cruz de Mayo. En ese orden de ideas, Husserl (citado en Sandín, 2003, p. 62), fundador de esta tradición (1859-1938) indica que, “las realidades cuya naturaleza y estructura peculiar sólo pueden ser captadas desde el marco referencia del sujeto que las vive y experimenta, exigen ser estudiadas mediante métodos fenomenológicos”. La investigación para el citado artículo se sustenta en las bases legales de la CRBV2 (1999) en sus artículos, 99, 100,101, la Ley Orgánica de Cultura, (2013). Título I, artículo 10. Asimismo, las consideraciones expresadas en el Título III. Del Patrimonio Cultural artículos, 22 y 23. Asimismo, es pertinente citar la 32ª Convención de la UNESCO (2003) referida a la salvaguarda del patrimonio inmaterial y la 33ª Convención del mismo organismo en relación a la diversidad cultural (2005). Como se dijo anteriormente, el artículo ofrece una gama diversa y creativa de elaborar el Altar para el Velorio de la Cruz de Mayo, diversidad que se ofrece como significantes de una riqueza espiritual y artesanal, unida a los estados emocionales conectivos que mantienen los cultores con la devoción de esa tradición festiva de amplio fervor en el pueblo venezolano.
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Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Cuando se habla de festividad se hace referencia a todos aquellos eventos culturales en los que el ser humano reordena su tiempo extraordinario. ¿Cuál es su búsqueda con esas actividades de carácter tan gregario? Una respuesta inmediata, sencilla y surgida del calor de la diversión sería: para agradecer, conmemorar u honrar sucesos importantes y fuera de lo común; esto es, celebrar tiempos extraordinarios de la existencia. González (1992). Como se puede ver, las sociedades no escatiman recursos ni tiempos para celebrar. Es interesante evidenciar cómo cada sociedad entiende y se vanagloria con la espiritualidad que transcurre con la realización de las fiestas. Aunque éstas sean diferentes en cada sociedad, hay un ethos en cada una de ellas que les confieren un sentido y una cualidad única. De allí, por supuesto, los hábitos y la cultura con que cada pueblo la hace diferente y le imprime su impronta a cómo celebra su religiosidad. Un dato importante tomado de un artículo de una revista de la Web, titulada: Ayuda Pastoral (2015) lo aporta Segura, cuando indica que, “el término de religiosidad popular se empezó a emplear durante la era colonial, y bajo la influencia moderna del Iluminismo, para referirse a las religiones animistas” Continúa añadiendo, Segura: “Últimamente, el término se ha referido a esas creencias y prácticas religiosas de los sectores populares, sectores urbanos o rurales que se encuentran al margen de la religión oficial”. Un ejemplo de lo dicho por ese autor podemos observarlo en Caracas, así como en las regiones: oriental, llanera, andina, costera, guayanesa y central, ellos celebran esa festividad con hondo sentido religioso, colocando cada cultor lo mejor de su talento creativo para engalanar sus cantos y décimas en honor a la Santa Cruz de Mayo. En los preparativos de las festividades las personas participan de manera completa o mayoritaria. Esos grandes eventos y/o actos se realizan para agradecer, por compromiso, devoción o promesa. No obstante, no existir ninguno de esos pretextos, se reúnen para una fecha que les concierne a la mayoría de los asistentes. Es pertinente referirse, antes de desarrollar el presente artículo, a las categorías de las fiestas a objeto de contextualizarlas y ubicarlas en su exacto sentido para proceder a la particularidad de la festividad de la Santa Cruz de Mayo, ya que se habla no de las fiestas, sino de un sistema de fiestas donde el Árbol de Mayo es una de ellas. (González, O. 1992). En 1989, Duvignaud (citado en González, 1992) afirma que: “A finales del siglo pasado, Durkheim consideraba la fiesta como una efervescencia cuya intensidad mantiene la solidaridad de un grupo o un pueblo”. (González, 1992, p. 11). *
2. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
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Del mismo modo, Frazer, autor de la Rama Dorada y (citado por González, 1992, p.11), ve en la fiesta un acto eficaz de reproducción de los grandes sistemas de creencias y mitologías: lo sagrado, la magia y la política emergen, de esas celebraciones. Asimismo, Duvignaud, (citado en González 1992) indica que “es necesario distinguir las fiestas que solemnizan un acontecimiento de la existencia, tales como: el nacimiento, la existencia, el matrimonio, las exequias”. (González, 1992, p. 11). Una de las categorías es las de las fiestas que se podrían denominar de vuelta a los orígenes, esta denominación se les rinde en base a que devuelven de modo espectacular a la vida la memoria de un pasado o de una cultura abolida. Un ejemplo de ello se da en la Diablada de Bolivia, en la que los indígenas, mineros o artesanos, se disfrazan de personajes del antiguo imperio incaico y se enfrentan en un combate simbólico a un San Jorge triunfante. (González, 1992, p. 12) Las fiestas rituales pertenecen a otra categoría y, como tal, es a ésta que pertenece la festividad de la Santa Cruz de Mayo. Éstas reproducen una liturgia, que es la que les otorga su dimensión dramática y su grandeza estética. Finalmente, Duvignaud (citado en González, 1992), muestra la celebración de la virgen de Guadalupe en las proximidades de México, en el atrio de la catedral, durante la cual, indígenas y mestizos devuelven su vigencia, por un día, a la alianza que en otros tiempos hizo la Virgen con uno de ellos, esclavo. (González, 1992, p. 12). Un hecho coincidente con esta festividad ocurre en México el día 3 de mayo, cuando se celebra el Día del Albañil. Durante ese día los albañiles y los constructores, elaboran altares en honor a la cruz, los engalanan con flores, velas y papel de muchos colores. Al mediodía detienen sus labores y se espera que realicen alguna celebración, siendo el padrino el patrocinador de la obra. La noche anterior construyen una cruz hecha de desperdicio de la obra y la adornan con lo que se encuentran a la mano. Esa cruz la colocan en el espacio más alto de la obra y concluyen su adorno con papeles de colores y flores el siguiente día; la cruz es colocada con mucha veneración, ya que se espera que brinde protección a todos los albañiles. Indica González (1992) que también forman parte de las fiestas las categorías de fiestas civiles, oficiales, urbanas, fiestas privadas. A esa diversidad de tipologías de las fiestas, Duvignaud les asigna un conjunto de cualidades comunes como serían: •Una metafísica en acción. •La tradición y la autenticidad como una reivindicación de la existencia y la transgresión de las reglas vigentes. En ese sentido, la Comuna de Paris de 1871 fue una fiesta. 190
Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Del mismo modo, lo fue el Mayo Francés (1968); significando una disconformidad con la vida cotidiana, un enfoque nuevo de las relaciones del hombre consigo mismo. (González, 1992, p.13). Parafreaseando a Munford, (citado en Homobono M. 1990. p. 205-206) diremos que las personas realizan sus fiestas para permanecer y existir en el tiempo, que si ese acto gregario no se prolongase, “las fiestas corren un peligro en las grandes ciudades. Esas concentraciones humanas en esas inmensas e imprecisas ciudades con más de 10 millones de habitantes favorecen la declinación de las festividades” En esa prospectiva, y parodiando a Munford, cuando dice: ¿dónde celebrar un acontecimiento sin provocar hostilidad? Si la actividad se realiza en las calles o plazas, éstas estarán repletas de automóviles. Ni hablar de los rascacielos que no permiten la intimidad, la abstracción que afecta a la organización colectiva y eclipsa las interacciones cotidianas son otros factores que se oponen a que las festividades prosperen. Ibídem. Las grandes ciudades al sur del Río Grande, como el caso de México la festividad de la Cruz de Mayo como herencia aculturadora de la presencia española, cuyos habitantes realizan su accionar religioso en el contexto de lo iberoamericano, la han dotado de significantes simbólicos, robusteciendo su sincretismo. Aun cuando el Distrito Federal (México) podría entenderse como una gran concentración humana superior a los 25 millones de habitantes, el legado de su religiosidad, aunado a la riqueza prehispánica que constituye un soporte fuerte en su pasado histórico, ese país mantiene intacta su sintonía con sus raíces ancestrales, lo cual les permite garantizar la devoción de sus festividades. El Brasil, territorio conquistado por los portugueses (aunque también por españoles), donde se afianza una diversidad de orígenes étnicos que le han dado el crisol que exhibe ese gigante del sur, manifiesta una devoción por la celebración de la Santa Cruz de Mayo. Su hecho más reciente lo constituyó la acogida que le hicieron al Papa Francisco, en su reciente viaje a Brasil en julio del 2013 y en el cual, el símbolo de la Cruz tuvo su mejor bienvenida hacia su Santidad. El caso de la Argentina, un país de inmensas proporciones geográficas, tiene sus celebraciones debido a la incursión de ciudadanos chilenos que imposibilitados de acceder a la tierra por el sometimiento de diversas formas de explotación y de la incapacidad de articular respuestas políticas a esta situación, padecida en el sur de Chile, encontrarán en la migración una forma de solución a tal problemática. Ello va a tener lugar entre 1814 y 1930 en el Territorio de Neuquén creado como entidad territorial en 1814.
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por: Raimundo Mijares
En el tema que nos ocupa, Venezuela, sus matices para expresar la festividad de la Santa Cruz de Mayo, son de una riqueza contagiante de devoción, pagos de promesas y conmemorar su llegada como un tiempo extraordinario de la existencia cotidiana, para celebrar el advenimiento de esa festividad de la religiosidad que emerge de los poderes creadores del pueblo. Habiendo realizado este marco introductorio, por demás necesario para contextualizar sus sentidos como fiesta que concentra a vecinos y visitantes en algunos países de la América del Sur, me referiré en adelante, desde luego, al núcleo central de sentido del presente artículo, como lo es, la Elaboración del Altar para el Velorio de la Santa Cruz de Mayo, dedicación que tiene como responsables a miembros de la sociedad de Santa Cruz del barrio Marín. La información obtenida acerca de su elaboración, permitió realizar entrevistas en profundidad a tres cultores de esa manifestación, quienes son devotos de la religiosidad de la Santa Cruz de Mayo. El propósito principal fue obtener su información de modo directo y luego proceder a su análisis.
Transcripción de la entrevista realizada en Caracas, el 27 de febrero de 2014 Nombre y Apellido
Aldrín Sosa
Parroquia
Festividad
San Agustín
Santa Cruz de Mayo
Barrio Marín
Motivo La elaboración del Altar para el Velorio de la Santa Cruz de Mayo
Mi nombre es Aldrín Sosa, vivo en el barrio Marín en la tercera calle, tengo 38 años. Me desempeño como pintor. Desde muy pequeño he estado asistiendo a los velorios de la Cruz. Recuerdo que estaba muy pequeño, y yo me asomaba para ver los velorios. Tendría como 6 años, eso me producía una emoción muy buena. Eran los cantos, los preparativos, toda la gente que se involucraba para esos velorios. La gente que iba y venía. Y sobre todo, la quietud que reinaba durante esos días. Una vez que ya estoy grande, como de 15 años, me acerco a la gente de la sociedad y me voy involucrando en las actividades que realiza la Sociedad de la Santa Cruz de Mayo. Me entusiasmo con la labor que hace Orlando con las décimas y hago algunas. Desde hace tres años empecé a realizar la elaboración para el altar del Velorio de la Santa Cruz de Mayo. 192
Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Debo decirle, míster, que la primera vez fue una sensación muy emocionante, me sentía como si mis manos fuesen conducidas por alguien que no fuera yo. Claro, ya le dije que soy pintor y de alguna manera uno maneja ubicación y resolución de espacios, ¿Entiende? Yo conocí a la señora Dolores, al señor Mata, no. Recuerdo que la segunda vez que me tocó elaborar el altar para el Velorio, estuve más tranquilo, pero siempre muy sereno y entregado a esa labor. Lo primero que hice esa vez fue escoger las flores, las palmas, los velones, el color que iba a llevar el vestuario de la Cruz. La gente que pasa y te ve… ¿entiende? Claro, uno llega un momento que ya no le para a eso, pero sabes que es una responsabilidad lo que estás haciendo. Si por alguna casualidad la sociedad no tiene como resolver lo de la elaboración para el altar, es decir, que no haya dinero para comprar las cosas, la Cruz sabe, ¿entiende? Y entonces no hay mucha culpa y preocupación, De todos modos, nosotros le hacemos su Velorio y ella va a saber que nosotros somos sinceros en eso. Porque eso es lo que teníamos en ese momento para festejarla. Usted sabe que Jesús “Totoño” siempre ha estado en la Sociedad, ayuda y coordina en lo que puede. Él está en la religión evangélica, se le respeta su decisión. Nosotros somos la tercera generación de cultores. Ya el Velorio no se realiza frente a su casa, entre la primera y tercera calle, sector la Juventud, sino, en la parte trasera del Teatro Alameda, en la esquina este. El tercer año fue de mayor emoción porque uno va pensando, ¿sabe? cómo lo va a hacer el siguiente año. Cada año que me ha tocado elaborar el altar ha sido único y sin comparaciones, pero no sé, quizá fue que ya iba para el tercer año y tenía más confianza. También es que uno siente como si la Cruz le diera a uno más libertad para que el altar quede más hermoso y más impresionante. Hay cosas que se sienten. Bueno, al terminar, retirarte y ver lo que has hecho; entre lo que no había antes y lo que está ahora, bueno, eso es algo que te emociona y también a los demás. Es bonito y reconfortante cuando la gente que ha visto lo que has hecho, te dice luego: oye, hermano, ¡qué lindo lo que hiciste! Yo soy un creyente en la Cruz, yo pido por mi salud, la de mi mamá y mis hermanos; la gente del barrio, la gente de la Sociedad. Que las cosas salgan bien, ¿sabes? Esto es la religiosidad popular de uno. Del barrio. Bueno, este año será mi cuarta elaboración del altar. Ya nosotros nos estamos reuniendo para ver cómo vamos hacer el Velorio este año. Los invitados, los preparativos para las décimas, si vamos a pintar la pared de atrás del teatro. Todas esas cosas que hay que hacer para que las cosas salgan como debe ser. Bueno, señor Raimundo, espero que le sirva la información para su investigación y recuerde que siempre estamos a su orden.
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por: Raimundo Mijares
Fig. 2. El cultor Aldrín Sosa y un grupo de cultores cantándole a la santa Cruz, barrio Marín, San Agustín del Sur. Foto: Raimundo Mijares. Abril 2014
Fig. 3. Elaboración del Altar por el cultor Aldrín Sosa. Velorio de la Santa Cruz de Mayo del barrio Marín, San Agustín del Sur. La estructura del altar de la Santa Cruz de Mayo del barrio Marín es un diseño de la escultora venezolana, Sidya Reyes, realizado por Ronald Cedeño, cultor de la Cruz. Abril 1995. Foto: Raimundo Mijares. Abril 2014
De acuerdo a Bentz y Shapiro, (citado en Sandin, 2003, p.151), se procederá realizar el análisis y comprensión de lo que expresan los cultores como “experiencia subjetiva inmediata de los hechos tal como se perciben”. 194
Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Análisis de la información proporcionada por Aldrín Sosa Debo decir que me sorprendió la concentración demostrada por el cultor de la Santa Cruz de Mayo, el señor Aldrín Sosa. Cuando inició su referencia a su quehacer como hacedor de cultura de esa devoción. Dejé fluir su conversación, haciendo algunas pequeñísimas interrupciones para precisar algunas informaciones. El transmite un quehacer devocional, es su fe, en lo que profesa y en lo que cree. Del mismo modo, cuando le corresponde referirse a cualquier actividad de la sociedad, expresa una sensibilidad y un respeto considerable. Cuando habla que desde los seis años observaba la manifestación, se siente que la conexión de ese momento mágico de la primera vez, hizo contacto al momento de iniciarse en las actividades de la Sociedad de la Santa Cruz. Una tarea iniciática en la que fue relacionándose con todas las funciones de la celebración. Parodiando a Carmona (2011, p. 164) en su tesis doctoral él indica que: el término religiosidad popular siempre se ha entendido de una forma casi despectiva dentro de la Iglesia, distinguiéndolo de una religiosidad más culta, más preparada. Yo creo que la religiosidad popular es la religiosidad del pueblo y todo el mundo somos pueblo: el que no está metido en una Hermandad está metido en una cofradía o en cualquier movimiento y todos somos pueblo. Carmona (2011, p.164) Aldrín Sosa es muy preciso cuando reflexiona al respecto para indicar que la festividad de la Santa Cruz de Mayo es su religiosidad comunitaria, la de su barrio. A lo que Carmona, en su tesis doctoral (2011, p.164)) precisa: “Religiosidad popular es la religiosidad del pueblo”. ¿Es que hay otra religiosidad diferente de la popular? Refiere Sosa que en los cantos, es decir, en las décimas, encontró una sintonía con los problemas sociales, cotidianos. Como se sabe, las composiciones de las décimas están asociadas a las distintas problemáticas de la sociedad. Allí de manera transversal, se exponen cantando las diversas composiciones de lo social, político, cultural. Cuando indica que la primera vez que le tocó elaborar el altar, sus manos parecían que actuaban solas, está comunicando una fuerza interior que lo conduce. A través de ello, su cuerpo es llevado como si estuviese poseído. Está consciente, sí, pero es como una fuerza que lo guía para realizar algo. En ese sentido, relata Eliade (1976, p. 34-35) que: “todo cuanto en un principio el hombre crea y sale de sus manos está rodeado de un misterio inescrutable y que cuando, inicialmente, atribuye un origen a sus propias obras, éste no puede ser otro que un origen mítico”. Cuando el cultor, Aldrín, menciona que lo primero que hizo cuando le tocó por segunda 195
por: Raimundo Mijares
vez elaborar el altar fue, escoger las flores, los velones, las palmas, el color que iba a tener el vestuario de la Cruz, quizás se sintió más seguro en su nuevo cometido, sentía mayor confianza y mejor preparado. Es interesante la manera cómo expresa su relación íntima con la devoción, cuando dice que si no tienen los recursos para la celebración de los velorios, la Cruz entiende y todo sale bien. Que “ella” entiende, supone una conversación y una relación cercana con la Santa Cruz. Refiere el cultor que la tercera vez que le correspondió la elaboración del altar, tenía mucha confianza y que como eran ya tres años con ése, bueno, sentía como si la Cruz le llevase las manos. ¡Alegría! una alegría nueva por la dedicación que estaba realizando. La gente del barrio que pasaba y miraba lo que estaba haciendo, sentía que le daba más valor de concentrarse en la tarea. Además, dice él: la religiosidad popular es lo que nosotros hacemos en el barrio, lo que nos da fuerza de seguir adelante, de fortalecernos los unos a los otros. Expresan que su fe se siente fortalecida todos los días. La relación solidaria con todos sus vecinos, amigos, familiares y los de la Sociedad es algo único. Eso se siente entre ellos. Se evidencia los tejidos que han construido y que luego, a partir de compartir una festividad, ella se ha fortalecido. Me correspondió estar presente en el velorio este año (2014) y, en verdad, la energía que se comunica entre los presentes, la camaradería, la relación horizontal entre los que celebran la festividad es algo envolvente y contagiante en su devoción hacia la Santa Cruz. En relación a lo expresado Carmona (2011, p. 373) expresa: Sí, me gusta la Cruz de Mayo como elemento aglutinador de los barrios, de crear conciencia de barrio. Cada barrio una cruz. Entorno a esta cruz la copita, la convivencia, y a lo mejor, sin darnos cuenta, simplemente un madero colgado nos está uniendo y además, ya tenemos otra vez lo mismo: el palo horizontal de la cruz nos une como hermanos y el vertical nos une con Dios. Ya tenemos ahí un elemento que justifica la cruz de Mayo. A mí por lo menos, personalmente, me gusta en el barrio, como un elemento más que aglutine al barrio, que lime esas rencillas muchas veces entre los mismos del barrio. Crear esa conciencia que aquí en Huelva no la hay. Aquí en Huelva hasta incluso se ha creado una palabra que es barriada, en vez de barrio, como si fuera una hermana menor del barrio. (Carmona 2011, p. 373)
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Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Fig. 4. Velorio de la Santa Cruz de Mayo en el barrio Marín. San Agustín del Sur Foto Newton Rauseo
La vida en el barrio es comunidad horizontal. Los encuentros en las esquina; sitio de reunión y de encuentros habituales, es una relación que sus habitantes han venido tejiendo desde que eran niños y que se solidifica en la adultez cuando ya son padres de familia. La oportunidad de pertenecer a una religión, a una Sociedad como la de la Santa Cruz de Mayo, los religa y les otorga un sentido de hermandad. La siguiente información obtenida acerca de la elaboración del altar de la Santa Cruz de Mayo, le correspondió a Javier Martínez, quien es cultor de la devoción y reside en la parroquia La Pastora, esquina Tinajita. Municipio Libertador. Él siempre está presente durante los velorios en Marín. El propósito principal fue obtener su información de modo directo y luego proceder a su interpretación.
Transcripción de la entrevista realizada en Caracas el 21 de abril de 2014 Nombre y Apellido
Parroquia
Festividad
Motivo
Javier Martínez “Macumba”
Altagracia
Santa Cruz de Mayo
La elaboración del Altar para el Velorio de la Santa Cruz de Mayo
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por: Raimundo Mijares
Mi nombre es Javier Martínez, mejor conocido en los ambientes de la festividad de la Santa Cruz de Mayo como “Macumba”. Mira, la festividad de la Cruz es algo de los aborígenes de nuestros indios. Con los afro descendientes también unidos en ese proceso. La presencia del español va a significar mucho, ya que a partir de allí todas las formas culturales presentes en ese momento empiezan a cambiar. Soy cultor y vivo en el municipio Autónomo Libertador. En relación con los altares. Como te dije, todo comienza con la devoción de la Cruz de Mayo a través de los indígenas. Mi devoción nace alrededor de 17 años. Nuestra Cruz, nuestro madero sagrado, nosotros la adornamos, como decía nuestro Patrimonio Cultural, Nicolasa, de amarillo. Todo eso se ha ido llevando para rendirle tributos a la abundancia. Nosotros la adornamos con diferentes motivos. De eso va a depender la manera cómo se sienta la persona y, algo muy importante, que la Cruz va a irle diciendo cómo ella quiere que la vistan. Bueno, la elaboración comienza con la construcción de las cruces, primero las dos pequeñas y luego la cruz grande. La decoración va a rendirle tributo a la cosecha, a la abundancia, la fertilidad. Sus ofrendas que se les coloca pueden ser granos, maíz, flores y ese color amarillo que como te decía utilizaba mucho la señora Nicolasa. Ella decía que ese color representaba la luz y por eso su Cruz siempre la vistió con ese color. Los antepasados de uno, decoraban sus cruces con flores naturales, ahora y de acuerdo a las condiciones de cada quien, pueden elaborar sus altares con papel lustrillo, etc. Sobre todo, vale mucho la creatividad de los cultores. Puedes encontrar altares elaborados con cotufas, maíz; porque esa persona quiere abundancia. El velorio nuestro lo hacemos en Catia TV,3 lo ponemos la segunda semana de junio porque también celebramos a San Juan. Este año, como ya estamos reuniéndonos, el motivo de nuestro velorios y la elaboración del altar va a ser con calas con sus pétalos amarillos y algodón. Con ello queremos simbolizar la prosperidad y la salud. Queremos poner un punto de atención sobre la sanación, la salud de mente, la salud corporal y la salud espiritual. Como ya te había dicho, la relación de la persona que elabora el altar es una sensación de conexión donde la persona se siente conducida por una fuerza especial, que le da mucha confianza, esa es la Cruz que le va diciendo a la persona como ella quiere que le adornen su altar y las ofrendas que le van a ir colocando. Yo soy decimista, también músico. Nosotros le cantamos fulía a la Cruz. Ese es el ritmo que se le canta a la Santa Cruz de Mayo en la región central. Eso es porque las personas de la parte costera, entre ellas Barlovento- Miranda, Carabobo y Aragua se han establecido acá en la capital y han reproducido su cultura. Su cultura popular. *
3- Se refiere a una televisora local del sector homónimo de Caracas.
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Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
Fig. 5. Velorio de Cruz de Mayo, en Catia TV
De acuerdo a Bentz y Shapiro, citado por Sandin (1998.p 151), se procederá a realizar el análisis y comprensión de lo que expresan los cultores como “experiencia subjetiva inmediata de los hechos tal como se perciben”.
Análisis de la información proporcionada por Javier Martínez El señor Javier Martínez, mejor conocido como “Macumba”, es un cultor de la manifestación de la Santa Cruz de Mayo que cuenta con 17 años celebrando velorios y 12 años realizando esta festividad, poniendo su velorio en la comunidad de La Pastora. Refiere, el señor Javier, que la tradición tiene su génesis aborigen, y que fruto de la presencia hispana en el continente, va a sufrir esa manifestación y otros sentidos un proceso de sincretismo que le va a permitir resurgir como una cultura alternativa, González (1992. p.146), tesis once: Lucha Cultural). Sin duda alguna, la devoción de la Cruz se remonta antes de la presencia hispana. La manera cómo adoraban ellos – los aborígenes- la aparición de la Cruz del Sur, cómo colocaban las ofrendas ante el madero seleccionado; el madero sagrado, va a tener mucha importancia en sus significados rituales. Menciona el señor Javier a la cultora Nicolasa (+), habitante de la parroquia Petare, quien fue Patrimonio Cultural Viviente de esa manifestación, que en su casa y en su velorio, esta cultora siempre uso el color amarillo. Las razones de esa selección están asociada a la luz y que ella decía que el color amarillo es abundancia. Coincidente con el cultor Aldrín Sosa, Javier Martínez también indica que la Cruz ejerce un poder conductual sobre sus hacedores, quienes pertenecen a su Sociedad. Se refiere el señor Javier que la elaboración se inicia con la construcción de las dos cruces pequeñas y luego la grande. Se observa acá cómo el cultor que elabora el altar va realizando, por así decirlo, su puesta en escena del altar. Utiliza el momento de la crucifixión, las personas que estaban con Nuestro Señor Jesucristo. Los dos ladrones, 199
por: Raimundo Mijares
uno bueno y el otro malo. Indica, asimismo, que las ofrendas dependerán de la situación económica, de lo que seleccione la Sociedad y que en última instancia, será la Cruz la que guie las ofrendas a colocarle en tributo a su presencia. En un pasado reciente, los cultores elaboraban sus altares con flores naturales, pero esa costumbre ha ido cambiando por lo costoso de las flores naturales y lo perentorio de ellas. Concluye el señor Javier que será la Cruz la que siempre decide cómo ella quiere ser vestida, decorada y ofrendada. Javier es cultor de la manifestación de la Santa Cruz de Mayo y de San Juan Bautista y decimista.
Transcripción de la entrevista realizada en Caracas el 22 de abril de 2014 Nombre/Apellido
Jesús Guzmán “Paicosa”
Parroquia
San Agustín Lado Sur
Festividad
Motivo
Santa Cruz de Mayo
La elaboración del Altar para el Velorio de la Santa Cruz de Mayo, Historia de la manifestación en el barrio Marín
Mi nombre es Jesús Guzmán, mejor conocido como “Paicosa”. Tengo 50 años de edad. Mira, mi opinión como cultor de la manifestación de la Santa Cruz de Mayo no es un compromiso, es una acción de fe. Porque las acciones de fe no se pueden ver como un compromiso. Nosotros somos los refundadores de los velorios en Marín, después que muere el señor Mata iniciador de los velorios en el barrio. Desde el año 1982 arrancamos los velorios en la quinta calle de Marín enfrente de la casa de “Totoño”. Ahí nos formamos, nos informamos y nos convertimos en cultores. El cultor, Raimundo, no es el que llega a la actividad, se la vaciló y se fue. No, es el que cultiva esa manifestación; el que rinde culto a la deidad. Para elaborar el altar tiene que ser un cultor, tiene que ser alguien que conozca la manifestación. Por ejemplo, Aldrín, está recuperando eso que se ha perdido. Claro, uno está consciente que el tiempo pasa, que son otras generaciones, pero ahí está uno para ver que las cosas se hagan como deben ser. El cultor debe saber de dónde viene la Cruz de Mayo. Si no se sabe eso, puede hacer lo que le dé la gana. Me acuerdo que la mamá de Martín Mata – único hijo de los esposos Mata-Brito- hacía un rito con la Cruz. Este consistía en rezarle, irle quitando el vestido del año anterior, quemarlo, echarle agua bendita. Luego vestirla con ropa blanca y a partir de allí, empezar 200
Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
a vestirla como ella –la Cruz- le va ir indicando a la persona. Siento y es mi manera de ver muy particular, uno entiende que todo cambia. Digo esto porque me acuerdo que nosotros bajábamos el velorio enfrente de “Totoño”, nos faltaba calle por la cantidad de personas que se congregaba, ahora nos sobra, como el espacio es muy grande, nos sobra. Algo positivo es que los cultores se mantienen y hay una nueva generación que está emergente. El primer velorio de Cruz lo hacemos nosotros. Luego, el 31 de mayo es el último, cerrando a las 12 de la noche porque recibimos a San Juan Bautista. Los velorios que se hacen en el lado sur, además de nosotros son: •El Manguito •La Televisora •Hornos de Cal •Filas de Marín •La Ford •La Biblioteca •Museo Cruz Diez •Velorio en la Jefatura INASS4 •Velorio en el Boulevard “Leonardo Ruíz Pineda”. Además de la Sociedad de la Santa Cruz de Mayo, la Cofradía de San Juan Bautista, tenemos la Cátedra Permanente para el Estudio de la Poesía y la Décima. De acuerdo a Bentz y Shapiro, (citado en Sandin, 1998, p 151), se procederá realizar el análisis y comprensión de lo que expresan los cultores como “experiencia subjetiva inmediata de los hechos tal como se perciben”.
Análisis de la información proporcionada por Jesús Guzmán La parroquia San Agustín, el lado sur, es un hervidero de creatividad, de hacer las cosas con el corazón y el espíritu hinchado de pasión. Ellos se han ido acostumbrando a ello. Desde ser la parroquia musical de Caracas, origen de numerosas agrupaciones, cantantes, bailarines (as), boxeadores y ahora con la cantidad de velorios que se celebran en la mayoría de sus sectores, constituye un hecho sociocultural que mantiene la atención de los cultores sobre esa parroquia. Al iniciarse el mes de mayo, los cultores de esa tradición de la religiosidad popular, ya tienen elaborado un calendario de los velorios que se realizan en la capital. La idea es *
4. Instituto Nacional de Servicios Sociales.
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que la gran mayoría de los cultores puedan asistir a ellos. El señor Jesús Guzmán dice que ser cultor es una acción de fe, mas no un compromiso. Coincide con los otros informantes en que su acto de religarse con la Cruz es un acto del corazón, de la entrega sin esperar nada a cambio. Está cumpliendo el señor Guzmán 32 años de identificación de su espíritu en la tradición de la festividad de la Cruz de Mayo. Una dedicación donde él formó parte de un grupo de jóvenes en esa época que se encargó de la devoción de la Cruz. Refiere que ese tiempo que ha pasado, ha permitido ver una nueva generación de cultores, una Cátedra para el estudio de la poesía, así como para las décimas. Plausible los pasos que está dando el señor Sosa, cultor que se encarga de elaborar el altar de la Santa Cruz de Mayo. Recuerda también, que la señora Mata Brito realizaba un ritual con la Cruz, que las nuevas generaciones hay que estarle observando para que se concentren en éste, de este modo la tradición estará más fortalecida en esos sentidos. El golpe de tambor que anuncia la entrada de San Juan, hecho que ocurre a la medianoche del 31 de mayo, es el momento en que el altar de la Santa Cruz de Mayo se cubre para que el toque de San Juan, reine todo del mes de junio. Finalmente, agrega Jesús, que ellos mantienen su tradición de los velorios de Cruz en casi todos los sectores del lado sur de la parroquia. Este es un hecho que los sintoniza aún más como comunidad, como vecinos. En esa coincidencia procuran los sectores una relación más cercana, quizás en la búsqueda de mayor y mejor seguridad personal, más atención hacia sus problemas cotidianos. Reconocerse desde que se es pequeño, habitando una misma comunidad, compartiendo buenos y mejores momentos; aprendiendo, tal vez, a soñar en conjunto por un mejor porvenir para todos. La realización de este proceso investigativo relacionado con la tradición de la Santa Cruz de Mayo, fue una experiencia satisfactoria. Exponer los factores que intervienen en la devoción de la Cruz forma parte de los objetivos fundamentales del presente estudio. El marco con el que se inició este ejercicio consistió en reflexionar en torno a las fiestas, ello con la intención de ir conduciendo el proceso investigativo por una dimensión visual, que permitiese abordar la tarea de elaboración del altar del velorio de la Cruz. Las informaciones proporcionadas por los cultores de la manifestación, permitieron enfocar el objeto de estudio en la teoría fenomenológica, lo que condujo, posteriormente al análisis de la información ofrecida por ellos. Es interesante constatar y comprender cómo esas Sociedades asumen su desempeño, 202
Laelaboración del altar para la Festividad de La Cruz de Mayo. Barrio Marín, San Agustín del Sur. Caracas
su relación de espíritu con la devoción de esa festividad. Es una relación que va en provecho de la comunidad, ya que uno de sus propósitos es el de establecer una sintonía con sus vecinos. Ese hecho religioso popular se ha extendido en varios sectores de la comunidad, produciendo a su vez una mejor relación vecinal. La elaboración del altar para el velorio de Cruz es un acto de fe, de identificación con la tradición. Es una acción que la realiza un cultor de la celebración. Por sus voces, se pudo evidenciar la manera cómo asumen esa tarea de la festividad que forma parte del velorio de Cruz de Mayo. Actividad que como se dijo, los reencuentra cada año en los diversos velorios que se celebran a lo largo y ancho de los cinco municipios del Distrito Capital. Por la parte personal, en la perspectiva como doctorando en el área patrimonial, es interesante avocarse a la realización de estos estudios investigativos que reflejan e informan de tesoros históricos que están identificados con el pasado el presente de la historia local, regional, nacional y continental. Expresar estos temas para una audiencia más amplia es uno de los propósitos educativos y comunitarios.
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por: Raimundo Mijares
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La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural por: Carmen Cecilia Casas1 Resumen
La devoción y la religiosidad se han constituido en elementos identitarios con una enorme carga valorativa en las sociedades actuales. El fervor y la fe, configuran un espacio que refleja los modos de vida de los pueblos. En el presente artículo se exponen algunas ideas en torno a la identidad cultural de los habitantes de la localidad de Güiria en el estado Sucre, Venezuela, a través de la devoción y la religiosidad a la Virgen del Carmen. Se trata de pre-figurar un cuerpo epistémico que dé cuenta del devenir histórico y cultural de esta manifestación como un espacio de construcción social del modo de vida de un pueblo que se resiste a los embates de la globalización. El texto es un avance de un proyecto de investigación doctoral. A tal efecto, interesa debatir conceptos, entre los cuales se destaca el de Patrimonio Cultural Inmaterial. Se trata entonces de, asumir una actitud investigativa que permita, entre otras cosas, explicar la naturaleza y la realidad de esta manifestación tradicional-popular, a través de su conocimiento, su valoración e importancia en la prevalencia de la identidad. El estudio se asume bajo un enfoque cualitativo, desde una perspectiva transmetodológica fenomenológica-hermenéutica-etnográfica, apoyada en la investigación de campo, la observación participante, el análisis, la descripción, la interpretación y la explicación, en procura de entender la naturaleza y la realidad de la devoción-veneración a la Virgen del Carmen de Güiria.
Palabras Clave
Devoción Religiosidad Identidad Cultural Patrimonio Cultural Inmaterial
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1. Prof. de Biología y Química Instituto Pedagógico de Caracas; Especialista y Magister en Gerencia Educativa, Estudiante del Doctorado en Patrimonio Cultural. Actualmente se desempeña como Subdirectora de Docencia.
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por: Carmen Cecilia Casas
Virgen del Carmen de Güiria – Edo. Sucre, Venezuela Ubicada en la Iglesia Inmaculada Concepción el 16 de julio de 1937. Bendecida por Monseñor Sixto Sosa, Monseñor Pibernat en presencia de los pobladores de Güiria.
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La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
A manera de introducción A lo largo de la historia de la humanidad, las distintas sociedades han atesorado invaluables conocimientos científicos, sociales y culturales, como consecuencia de las constantes investigaciones que diariamente realizan los investigadores. En sociedades donde se estima y valora la investigación, el conocimiento y la creatividad científica, así como sus productos tecnológicos, los fenómenos sociales y culturales, estos son, en alguna medida, comprendidos por sus pobladores. En ese sentido, las sociedades tendrán más posibilidades y oportunidades de informarse, educarse, instruirse y, de esta manera, comprender los dispositivos, mecanismos y procesos de producción del nuevo conocimiento y su epistemología. Es así como, en lenguaje claro y sencillo se pueden explicar las reflexiones- teorizaciones más profundas y complejas del mundo de la ciencia y de los procesos socio-culturales. En atención a esto y, según la Declaración de México de la UNESCO (1982) sobre los principios que deben regir las políticas culturales, se define a la cultura como: “como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”. Por otra parte, Nietzsche (citado por Fernández, 2003) considera que, la cultura propicia la investigación, buscando romper el yugo de la ignorancia, donde la educación formal no ha alcanzado sus efectos formativos en los pueblos. De aquí la importancia que los investigadores, en materia de cultura, hagan esfuerzos por divulgar para hacer vivo su sentir en los elementos que le inspiran la escritura, las personas y los elementos de su entorno a los que ama y admira, rindiéndole tributo como una forma de arraigo a sus orígenes. El ser humano engendrado con estos dones de re-hacer, re-construir para cultivardifundir la cultura inspiradora de su localidad, asume la pertinencia socio-cultural del conocimiento de las cuestiones de la fe y de lo divino como un asunto de identidad que, debe ser conservada y protegida como parte de su patrimonio histórico-cultural. Todo ello configura los elementos, que tratan de explicarse por sí solo, en el entendido de asumirse estos como contenidos de las manifestaciones culturales y, a su vez, como formas de entendimiento del porqué de los procesos socio-culturales que construyen los pueblos; factores clave para la conformación de la identidad cultural. Desde el inicio de la humanidad, mucho antes que el hombre inventara la escritura, se conoce la práctica de la religión, como uno de los aspectos clave para la conformación de las sociedades. A partir de la prehistoria, la creencia de un ser supremo o Dios ha sido la base para definir y crear los distintos tipos de culturas. A lo largo de la historia, la religión ha adoptado muchas formas y constantemente surgen nuevas 208
por: Carmen Cecilia Casas
manifestaciones que producen grandes transformaciones socio-culturales. Según Esteve (2011), “la utilización del hecho religioso es una constante a lo largo de la historia, que subsistirá, no importa bajo qué tipo de espiritualidad ni de qué sistema económico”. Desde esta perspectiva, se descubren los procesos socio-históricosreligiosos de los pueblos, no sólo como espacios para la construcción de la identidad cultural, sino también como potenciales espacios para la generación de nuevos “mercados de consumo” alimentados y nutridos por la devoción y la fe. Venezuela, con todo un devenir histórico de procesos de cambios y transformaciones sociales, se presenta, hoy día, como un país con importantes y variadas manifestaciones religiosas que permean de manera regular la dinámica cultural del país. Sobre la base de las consideraciones anteriores, en el presente artículo se exponen algunas ideas en torno a la identidad cultural de los habitantes de la localidad de Güiria en el estado Sucre, a través de la devoción y la religiosidad a la Virgen del Carmen. Se trata de pre-figurar un cuerpo epistémico que dé cuenta del devenir histórico y cultural de esta manifestación como un espacio de construcción social del modo de vida de un pueblo que se resiste a los embates de la globalización, a lo largo de 75 años de celebración de la vida, de la re-novación de la fe y de lo divino-espiritual.
Aproximación al objeto de estudio Venezuela es un país rico en tradiciones, manifestaciones tradicionales y especialmente religiosas, que deben narrarse de manera formal, a través de escritos que recojan las memorias de los actores participantes que protagonizan y construyen tales festividades con su devoción, valores, principios personales y comunitarios. Por otra parte, es importante destacar, hoy día, la existencia de muy poco material impreso que recoja los aspectos culturales, costumbres, mitos, leyendas, y tradiciones para transmitirlas a las nuevas generaciones como herencia o patrimonio histórico de nuestro pueblo. Esto, en parte se debe al estado de alejamiento del pensamiento investigativo y científico de nuestra sociedad, en torno a estos elementos y, por otro lado, a los procesos de “exclusión cultural” que conforman un modelo histórico que no estimula la creatividad. A tales efectos, interesa debatir, en estos momentos cruciales, conceptos como el de patrimonio cultural inmaterial, entendiéndose éste como: la expresión de conocimientos y habilidades de los individuos que protagonizan e impulsan legados culturales, sustentados en sus creencias y valores en una determinada localidad, región o nación. Según la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO 2003), en el Texto de la Convención para la 209
La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, se entiende por este: Los usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. (Art. 2). Desde esta perspectiva, el patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, de manera constante, entre otras cosas, en los usos sociales, rituales y actos festivos de los pueblos, tales como las prácticas religiosas, la devoción a objetos sagrados, a los santos y a la Virgen. En consideración, el presente trabajo centra su interés en resaltar las festividades de la Virgen del Carmen de Güiria en el estado Sucre; fiel depositaria de la fe y la esperanza de sus pobladores. De igual manera, se procura resignificar esta manifestación tradicional-popular que ha sido legitimada por los habitantes de esta localidad, a través de 75 años de celebración, de manera continua. Más allá de todo esto, también se hace necesario dejar testimonio por escrito de las tradiciones, manifestaciones culturales, entre otras, de cultura popular de nuestros pueblos, como parte de su patrimonio cultural inmaterial.
Propósito del estudio A los efectos de formular una aproximación teórica que dé cuenta de la realidad del objeto de estudio, se plantea como propósito fundamental, formular un corpus epistémico que permita la comprensión de la devoción y la religiosidad a la Virgen del Carmen de Güiria como un espacio socio histórico de construcción de la identidad cultural de los pobladores de esa localidad. De igual manera, surgen otros propósitos como: analizar los fundamentos teóricos de la devoción y la religiosidad como parte de los elementos que construyen la identidad cultural de los pueblos; develar los fundamentos históricos de la festividad de la Virgen del Carmen de Güiria; interpretar los elementos socio-históricos-culturales de la festividad en honor a la Virgen del Carmen como patrimonio cultural inmaterial. Por último, promocionar y difundir la devoción a la Virgen del Carmen con posibilidades de conversión en un producto turístico religioso sustentable para el desarrollo territorial endógeno y la re-habilitación del capital imagen de la ciudad de Güiria. La importancia de este avance dejará aportes significativos tanto para la cultura local y la educación al develar información desconocida para muchos en cuanto al por qué se 210
por: Carmen Cecilia Casas
celebran las festividades de la Virgen del Carmen en la localidad de Güiria, en el estado Sucre, que deben ser inculcados a los niños para que permanezca en ellos el amor y la consolidación de los valores de una devoción hacia la Virgen que ha permitido la convivencia de la misma a través de los años, convirtiéndose en un acervo cultural reconocido por la población y transmitido de generación en generación.
Marco referencial del objeto tema de estudio En el Monte del Carmelo, cuyo nombre significa “campo fértil”, es donde surge la historia de la Virgen del Carmen. Esta montaña exuberante está situada junto al mar Mediterráneo. En ella transcurrió la vida del profeta Elías, quien en sus años jóvenes se dedicó a la prédica y la oración. Incitaba a los hombres a cambiar de vida y así, oyéndolo, en Palestina, muchos se retiraban al monte del Carmelo, donde vivían apartados del mundo, haciendo penitencia. Por haber vuelto a caer en la apostasía, muchos de los judíos que por allí vivían fueron castigados por Dios a través de Elías. Su oración cerró los cielos y durante tres años y medio la lluvia se dejó de caer sobre la tierra. Una vez arrepentidos, Elías intercedió por ellos mediante la oración. Estando el profeta rezando en la cumbre del Carmelo, dijo a uno de sus discípulos: “Sube y mira hacia el mar”. Obedeció este y al rato gritó: “No hay nada”. “Vuelve a mirar - dijo Elías hasta siete veces”. Y a la séptima vez dijo aquél: “Veo una pequeña nube, como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar”. Entonces los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y se descolgó una copiosa lluvia. En esa nubecilla la tradición ha visto simbolizada a la Inmaculada Virgen María, mediadora universal, especialmente bajo el título de Nuestra Señora del Carmen como referencia a la aparición en el monte del Carmelo. Refiriéndose a ese suceso, según San Metodio, apóstol de los esclavos, quien vivió en el siglo IX “Así como la nube se levanta del mar, blanca, grácil y ligera, sin llevar consigo la pesadez y amargura de las aguas, así María surge de la corrompida raza de los hombres, sin contraer ninguna de sus manchas”. Ese episodio de la vida del profeta Elías es como un antecedente remoto de la Orden del Monte Carmelo, fundada en 1.156 por el cruzado Bertoldo, quien se retiró con diez compañeros a una cueva de la colina, para llevar vida de penitencia. Muchos fueron los que se retiraron a hacer penitencia en aquel Monte del Carmelo, cuyas grutas penetran por todas partes las peñas de la montaña, pero los sectarios de Mahoma los persiguieron, hasta que los ejércitos de los cruzados en Tierra Santa le aconsejaron a los penitentes que regresaran a Europa. En el Siglo XIII algunos llegaron a Francia, cerca de Marsella y se alojaron en una ermita en compañía de San Luis, Rey de Francia. Cerca de Marsella había una ermita y allí buscaron refugio muchos de ellos, hasta que los sorprendió la muerte; otros se embarcaron hacia Inglaterra. En 1226 el Papa Honorio III aprobó la Orden Monte Carmelo y en 1726 Benedicto XIII extendió su 211
La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
fiesta a la Iglesia Universal. Desde entonces, el pueblo cristiano tiene un especial gusto en venerar y honrar a la Virgen María con el título del Carmelo. Es interesante ver cómo hasta gente que dice estar muy apartada de la iglesia, tiene, de alguna forma, devoción a la Virgen del Carmen. En varios escritos de distintos Papas, se dice que ya desde la época del Antiguo Testamento, los profetas y los religiosos que vivían en el Monte Carmelo practicando una vida de oración, pobreza y penitencia honraban a la Santísima Virgen aún antes que naciera. Así como esperaban a Jesús, el Mesías, esperaban y se honraba a su Madre bendita. Los anacoretas que vivían en el Monte Carmelo se reunían para rezar alrededor de la imagen de la Virgen. Como eran personas tan reconocidas por su vida ejemplar, muchos quisieron imitarlos. Se acercaban al Monte, rezaban frente a la imagen de la Virgen y se iban. Poco a poco empezaron a copiar imágenes de la Virgen María iguales a la que se encontraba en el Monte. Fue así como se empezó a identificar como la “Virgen del Monte Carmelo” y que hoy día conocemos con el nombre abreviado de “Virgen del Carmen”. En la Europa del siglo XII la advocación a la Virgen del Carmelo se extiende con gran devoción entre los cristianos. Es pues, la devoción a la Virgen en el Monte Carmelo, la primera que existió en el mundo a la Santísima Virgen María. Este fervor se convirtió con el tiempo en una de las más representativas en América. Y, es sorprendente cómo a pesar de su antigüedad, no ha mermado sino que todos los días crece más. En Venezuela, los fundadores de la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto trajeron consigo la imagen de la Virgen del Carmen y la colocaron a la vista de todos el 16 de julio de 1557 para que sirviera de protección y ayuda en todos los momentos de la vida diaria. En las costas del Golfo de Paria, específicamente en Güiria, desde 1937, cada 16 de julio se celebran las fiestas en honor a la Virgen del Carmen, protectora de los pescadores, choferes, militares de la Guardia Nacional, entre otros. La imagen de la Virgen del Carmen que se venera en la Iglesia Inmaculada Concepción de Güiria fue traída desde Nueva York a bordo del Tanquero Maturinés, embarcación capitaneada por Julio César Casas Herrera cumpliendo la promesa que un día le hiciera de comprar su imagen y dejarla en la iglesia del primer puerto venezolano que le ordenaran desembarcar. Es así como, desde el alba cada 16de julio tañen las campanas una y otra vez al sonar de fuegos artificiales y, con el alborozo se despierta la población anunciándose la celebración del día de la Virgen del Carmen. El 17 de julio de 1937 la imagen, el estandarte y el artístico altar de la Virgen del Carmen fueron bendecidos por el Excelentísimo Señor Obispo de Cumaná, Monseñor Dr. Sixto Sosa. En esa fecha, la imagen de la Virgen, en hombros de sus devotos, por vez primera recorre las calles: 212
por: Carmen Cecilia Casas
Vigirima, Carabobo, Pagayo, Concepción, Juncal, Bolívar y a la Marina para que la Santísima bendijera al Puerto y a todas las embarcaciones en él ancladas, y de allí regresó en procesión por la calle Bolívar hasta la Iglesia, culminando la actividad religiosa cantando la Salve los feligreses y bendecidos por el Obispo. Con el correr del tiempo se ha convertido en una devoción cristiana y en una festividad popular arraigada en los habitantes, los cuales disfrutan anualmente, desde la pertinencia social asumida como una cultura patrimonial reconocida por los propios pobladores.
Fig. 1. Hermandad de la Virgen Carmen conformada en 1940 -Iglesia Inmaculada Concepción. 1937. Fuente: Familia Casas Ginestre. (1937-1940)
Fig. 2. Procesión de la Virgen del Carmen-1955 Fuente: Familia Casas Ginestre
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La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
Fig. 3. Procesión de Nuestra Señora del Carmen-2011 Fuente: Familia Casas Ginestre
Por otra parte, la forma de comunicación humana, desde el desarrollo del lenguaje hablado a la escritura, los signos visuales representan la transición de la perspectiva visual, a través de las figuras y los pictogramas, a las señales abstractas. Sistemas de notación capaces de transmitir el significado de conceptos, palabras o sonidos simples, por medio de los cuales el ser humano construye una cultura, partiendo de la capacidad de comunicar su universo interior conformado por los significados y sus significantes, con los que expresa su devoción religiosa. Este es el caso de la devoción hacia la Virgen del Carmen por una familia en Güira; Casas Ginestre, que, desde hace 76 años ha cumplido esa promesa hecha por el capitán de marina Julio César Casas Herrera, convirtiendo una devoción cristiana en una festividad popular arraigada en los habitantes, los cuales disfrutan anualmente, desde la pertinencia social asumida como una cultura patrimonial reconocida por los propios pobladores.
Fig. 4. Procesión de Nuestra Señora del Carmen - 2013 Fuente: Familia Casas Ginestre
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por: Carmen Cecilia Casas
Ahora bien, cabe preguntarnos ¿se puede considerar este tipo de manifestación religiosa como parte del patrimonio cultural inmaterial de la localidad de Güiria? Sí; ya que, en este caso, esta manifestación se ha venido transmitiendo de generación en generación; se recrea, de manera constante, por la comunidad en función de su entorno e historia reciente. Por otra parte, infunde un sentimiento de identidad y continuidad y contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. En Venezuela se han conseguido cuarenta y cuatro (44) advocaciones, es decir, nombres diferentes que se le dan a la Virgen en distintos lugares del país, que obedecen a tradiciones locales como la Virgen de Coromoto en Guanare – patrona de Venezuela -, la Divina Pastora en Barquisimeto, la Virgen del Valle – patrona de los marineros – en la isla de Margarita y la Virgen del Rosario de Chiquinquirá – conocida popularmente como “la Chinita”, entre otras. Y, la celebración mariana más difundida por todos los rincones del país, es la de la Virgen del Carmen, según González (2010). El culto a la Virgen del Carmen se confunde con los comienzos de la historia patria y se propaga con su desarrollo y extensión. Hoy, en casi todas las iglesias, capillas, casas, y carteras de la gente, encontramos una imagen o una estampa de la Virgen del Carmen. Estas advocaciones se celebran religiosamente en diferentes localidades de nuestro país. También refiere, González que “de mil seiscientas sesenta y tres (1.663) fiestas que se tienen registradas en Venezuela, cuatrocientas treinta y ocho (438) se relacionan con la celebración en honor a Nuestra Señora del Carmen. De acuerdo con ello, la que tiene mayor difusión es la Virgen del Carmen que se celebra en ciento diecisiete lugares, un poco más que la fiesta en honor a San Juan Bautista que se celebra en ciento catorce (114) poblaciones”. González (2010, p. 714)
Abordaje metodológico del objeto tema de estudio Tratar de re-construir y difundir la historia, la contextualización identitaria actual, la relevancia y trascendencia en torno a la valoración de esta manifestación religiosa es asumir una actitud investigativa que permita, entre otras cosas, explicar la naturaleza y la realidad de esta manifestación tradicional-popular, a través de su conocimiento, su valoración e importancia en la prevalencia de la identidad. En ese sentido, se pretende interpelar a la manifestación para luego revitalizarla, a través del estudio, el análisis y la teorización. Asumido esto bajo un enfoque cualitativo, desde una perspectiva transmetodológica, apoyada en la investigación de campo, la observación participante, el análisis, la descripción, la interpretación y la explicación, en procura de entender la naturaleza y la realidad de la devoción-veneración a la Virgen del Carmen de Güiria. De igual manera, tratar de entender el porqué se asume un enfoque cualitativo para el desarrollo de este estudio, se debe tener claro, en principio, cómo se adecúa al objeto tema de investigación. Así, la investigación cualitativa es definida por Merriam (citado 215
La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
por Martínez, 2008) como un proceso mediante el cual se construye inductivamente, en vez de probar conceptos, hipótesis y teorías, lo que tampoco quiere decir que no se consideren los referentes de la investigación, sino que se reconstruyen con los datos de la dialógica hermenéutica propiciada entre el investigador y los informantes clave. El investigador se vale de la etnografía para percibir la intersubjetividad de los hechos históricos referidos por la diversidad de actores sociales y las narraciones de documentos que describen la historia y reservorio cultural de la localidad, en este caso, Güiria. Por otro lado, el estudio se sustenta epistémicamente en la teoría histórica-social de Vigotsky (1988), quien postula que: “…si quisiéramos imaginarnos esquemáticamente el desarrollo desde la concepción de la teoría socio-histórica tendríamos que imaginárnosla en forma de una espiral ascendente la cual necesariamente tendría que pasar por el mismo punto después de cada nueva evolución cognoscitiva” (p.116). En este sentido, los pobladores se constituyen en agentes sociales garantes de la conservación de las tradiciones culturales, a través del conocimiento empírico, pero que sin duda construyen la historia de la localidad y los pueblos. De igual modo, el estudio se sostiene epistemológicamente en la antropología cultural social de Malinowski (1940) quien refiere que la Antropología social o cultural "es la rama de la antropología que se ocupa de la descripción y análisis de las culturas" (p.24). Es decir, buena parte de las experiencias y conceptos considerados naturales son en realidad construcciones culturales que comprenden las reglas según las cuales se clasifica la experiencia, se reproduce, se conserva y difunde. Se considera entonces que, el tratamiento de los datos, que deben ser proporcionados por los informantes clave, también se abordará desde la metodología hermenéutica, inherente con la investigación cualitativa, que según Martínez (2009), permite relacionar la observación y el análisis en la búsqueda del significado, que es el método utilizado para el tratamiento de los hallazgos. Así, el método que orienta el estudio es el fenomenológico- hermenéutico o interpretativo vivencial, en aras de describir, comprender y explicar en profundidad los fenómenos socio-culturales y, en particular las percepciones que otorgan los individuos vivos en referencia con la cultura de la festividad de la Virgen del Carmen en la población de Güiria. La investigación explicada se fundamenta en la dialógica hermenéutica y el acercamiento etnográfico al ambiente y realidad social que rodea a la festividad de la Virgen del Carmen en la región y localidad de Güiria. Cabe destacar, la importancia de la participación de actores e informantes clave, que develan la historia, los hechos, las vivencias, las precepciones, creencias que requieren ser sistematizadas en una narrativa formal, que permita la divulgación a los efectos de ser reconocidos meritoriamente como legados patrimonial esculturales inmateriales que consolidan la identidad local-regional-nacional. 216
por: Carmen Cecilia Casas
Para la investigadora, es de relevancia su acción protagónica en la tradición de la festividad, por ser actor y participante activa en la protección y salvaguarda de esta manifestación devocional-religiosa; heredera desde los orígenes de la manifestación y, en consecuencia, promotora de la celebración a lo largo de muchos años. Por todo esto, podemos decir que, las manifestaciones populares en torno a la devoción y la religiosidad, en este caso, en honor a la Virgen del Carmen se convierten en una unión armónica del mensaje cristiano con la cultura de los pueblos. Por una parte, la iglesia, a través de la liturgia, asimila los modos de vida de las sociedades y, por otra parte, propaga y difunde los contenidos evangélicos en la concepción de los pueblos en torno a la vida y la muerte, la libertad, la misión y el destino del hombre. Sobre la base de todas estas consideraciones, podemos concluir que, las manifestaciones-expresiones culturales se transmiten de padres a hijos, de una generación a otra y, todo ello comporta la transmisión de los principios cristianos. Es evidente que, en el caso particular de la veneración mariana de la Virgen del Carmen en Güiria ha sido tan profunda en el pueblo venezolano que los elementos propios de la fe cristiana se han convertido en componentes de la identidad cultural. Como colofón, es importante resaltar la necesidad de proteger y salvaguardar todas nuestras expresiones-manifestaciones culturales y redefinir la noción de patrimonio cultural inmaterial en los tiempos actuales, poniendo especial atención en la relación entre cultura y desarrollo. En ese sentido, el turismo religioso comporta, entre otras cosas, conocer el patrimonio cultural (material e inmaterial) de las localidades, además de las imágenes religiosas, templos, ciudades, creencias, celebraciones y devociones. Todo este entramado de tópicos históricos-sociales-culturales se debe considerar como un enorme potencial de desarrollo turístico sustentable, en torno a la devoción a la Virgen del Carmen de Güiria que es el caso que interesa en esta investigación. Además, en la actualidad, el turismo religioso se está convirtiendo en un fenómeno que comienza a tomar fuerza y contradice aquellas voces agoreras que predecían el fin de la religiosidad. De manera que, cada vez más son las personas que por promesas personales o agradecimientos forman parte de las procesiones, peregrinaciones y festividades religiosas en todo el mundo y, sobre todo en Venezuela. En este caso, la devoción y religiosidad en torno a las festividades de la Virgen de Güiria no es la excepción.
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La Virgen del Carmen de Güiria: Un espacio socio histórico de construcción de la Identidad Cultural
Fig. 5. Altar de Nuestra Virgen del Carmen Fuente: Irazábal Alejandro (2011)
Fig. 6. Procesión de la Virgen del Carmen. Calle de la Marina-Güiria. Fuente: Irazábal Alejandro, (2011)
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por: Carmen Cecilia Casas
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Conucos, Cayapas y Cabañuelas: Biopatrimonio, Saberes Comuneros y Tradiciones Agro-Culturales entre los píritu-cumanagoto de Venezuela por: Maury Abraham Marquez Gonzalez1 Resumen Conucos, cayapas y cabañuelas integran prácticas y saberes ancestrales relacionados con la agrocultura del sistema conuquero practicado por los descendientes de los indígenas píritu-cumanagoto habitantes del norte del estado Anzoátegui en Venezuela. La información se somete al debate en una perspectiva de interrelación dialógica -ciencia y sabiduría popular- desde una aproximación teórico-contextual etnográfica del Patrimonio Biocultural. Se abordan las interrelaciones del Patrimonio Cultural y el Biopatrimonio en las prácticas agro-culturales, analizando las relaciones de producción, técnicas y tecnologías tradicionales, relaciones de producción, antecedentes etnohistóricos y el imbricado modo de interpretar el mundo por los portadores del saber conuquero, viendo las expresiones de orden espiritual y cosmogonías, los discursos y semántica como elementos constitutivos y asociados a los saberes comuneros propios de este contexto biocultural y paisaje cultural con particularidades históricas y presentes.
Palabras Clave:
Biopatrimonio Etnografía Agro-Cultura y Semillas Autóctonas
Introducción El Patrimonio Cultural es estudiado desde una visión-expresión manifiesta en un espacio geográfico, local, comunitario y regional, relacionado con expresiones del espíritu humano como manifestaciones del intercambio concreto-simbólico que se establece entre naturaleza y cultura. Se exponen elementos de una tradición agrícola, sus características en cuanto a especificidad y su relación con el espacio-tiempo, ritualfestivo (imaginario) de las cosmovisiones y cosmogonías de los pueblos voces de conocimientos del paisaje y su reinterpretación, se observa cómo los modos de vida o Mundos de la vida están asociados a las artes de la agro-cultura, sustentándose en costumbres y saberes del sembrar; en una escenografía donde la sabiduría ancestral y el arte de sembrar-cosechar proporcionan un papel significativo en la preservación de tradiciones milenarias. La cultura de las semillas, la distribución de las plantaciones, los conocimientos etnoecológicos y etnoagronómicos, son de un valor estratégico para la sustentabilidad y sostenibilidad de los portadores de la cultura. El espacio del producir221
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trabajar para la obtención de los alimentos está íntimamente interrelacionado con el imaginario colectivo, con la retórica de los tiempos primordiales y de los seres fundamentales, es así que naturaleza, plantas, seres vivos y no vivos, tierra, agua y espacios cósmicos son una pléyade del ethos civilizatorio de los pueblos originarios del Abya Yala.2 Se presentan resultados parciales de una investigación etnográfica realizada entre 1980 y 1984 (Márquez, 1984), reinterpretando aquellos resultados en la actualidad con orientación de un enfoque interpretativo y contextual de los elementos patrimoniales intrínsecos a la tradición conuquera, se explican sus especificidades culturales, entendiendo el binomio conuco-familia como unidad de explotación de los recursos bio-energéticos del espacio e, igualmente, a las estrategias que permiten entender los aspectos tecno-económicos y ecológicos, al ciclo de producción e instrumentos de trabajo, cercas y elementos para la conservación de los labrantíos, estructuras de los policultivos y sus ciclos productivos que definen la agricultura de conuco en la región y precisan las relaciones sociales de producción (cayapa, mano vuelta, fajinas y toro). Elementos que caracterizan lo que definimos como Patrimonio Biocultural en las prácticas de las unidades de explotación agroculturales3 de estos pueblos y comunidades (Márquez, 1984; Schmidt 2008; Reyes-G., Martí 2007; Argumedo, 2014; Toledo, 1993; 2001). Como evidencia se abordan elementos de la ideología que sustentan las prácticas conuqueras y sus relaciones sociales de producción que precisan los elementos de la cosmología, cosmogonía y cosmovisiones que tienen estrecha relación con lo agrícola y de la cual se sustentan el Modo de Vida Conuquero, sustento de cultura inmaterial que configuran elementos primordiales del Patrimonio Biocultural Indígena (PBCI). Nosotros debemos elegir. ¿Vamos a obedecer las leyes del mercado y de las insaciables empresas o a las de Gaia para mantener los ecosistemas de la Tierra y la biodiversidad de sus habitantes? Vandana Shiva4 (…) uno calcula un buen tiempo de lluvia, por lo menos cuando la luna es menguante, cuando la luna está al naciente es grande, es así se puede sembrá. Cuando ella llenó es porque se puede sembrá; porque así se dan los frutos buenos, no se pican. Toda la función del menguante se recoge en el menguante. En el menguante sí, porque si uno va a cerrá el maíz, tiene que esperá el menguante… pa'doblá el maíz, porque si uno lo siembra cuando no es así se pica todo. Cuando la luna está al poniente es creciente está a la media luna; uno tiene que espera que esté grandota que empareje pá’que pase al menguante, entonces diga usted - empieza a sembráModesta Irobo Cuaicara 222
Conucos, Cayapas y Cabañuelas: Biopatrimonio, Saberes Comuneros y Tradiciones Agro-Culturales entre los píritu-cumanagoto de Venezuela
El conuco cumanagoto como Patrimonio Biocultural (PBC) En Venezuela el desarrollo de la agricultura de conuco ha definido desde épocas inmemoriales espacios civilizatorios desde los que se modelaron pueblos y comunidades portadores de conocimientos, creencias, tradiciones y formas sensibles de interpretar al mundo. Estos constituyen un acervo único que requiere ser reconocido, valorado, investigado y divulgado como elementos de la heredad cultural del o Patrimonio Cultual (material e inmaterial) indígena y campesino. En torno a estos espacios de producción se dieron prácticas culturales asociadas con la domesticación de plantas que se adaptaron mejor nichos y microclimas específicos. El propósito de este ensayo es caracterizar el Patrimonio Biocultural (PBC) y, específicamente, el Patrimonio Biocultural Indígena y Campesino (PBCCI); ReyesGarcía y Martí Sanz (2007:47) proponen que en el abordaje del tema de los patrimonios y conocimientos sobre las prácticas tradicionales de uso del ambiente transformado y su vinculación con las capacidades creativas humanas, permiten ver conocimientos que han favorecido no solo la adaptación del ser humano al medio, sino incluso producir prácticas colectivas de saberes y tradiciones que pudiesen ser tipificadas de Patrimonio Cultural o (PBC), por ser acervo, memoria, reafirmación, identidad y composición cultural histórica de remota data, por ello, estas investigadoras, al referirse a un concepto muy cercano al conocimiento del Patrimonio Biocultural, es decir la Etnoecología. Estos conocimientos como un patrimonio heredado y auto reconocido por una comunidad ayuda a definir o caracterizar un paisaje cultural particular y con especificidad, en los espacios donde perviven como prácticas del vivir, el pensar colectivos tradiciones de orden cultural, en el espacio comunicativo de construcción del Mundo de la vida (Habermas, 1987; 1990 ) donde la cultura como saber facilita la interpretación y reproducción del mundo para asegurar la continuidad de las tradiciones y las sociedades (Patrimonio Biocultural o BPC). En tal sentido y tratando de definir el concepto de Patrimonio Biocultural (PBC) Boege Schmidt (2008) y Toledo (1993; 2001) nos encaminan a la elaboración de un concepto de Patrimonio Biocultural. Por ello el concepto de Patrimonio Cultural y el emergente concepto de Patrimonio Bio-Cultural nos indican las posibilidades de interpretación teórico-conceptual, donde un sistema cultural que es heredado o transmitido, como testimonio de la vida colectiva, es cambiante, como creación que se exalta en los tiempos del espíritu y en las memorias colectivas de sus portadores y practicantes. Este puede pasar por fases de des-uso, pero a la vez permanecer en los tiempos portadores de la tradición en que en el devenir de los tiempos las mantienen, teniendo, además, una dialéctica característica que es expresión del desarrollo de técnicas y tradiciones de orden material y en el plano de las expresiones inmateriales (cosmovisiones) propias de la cultura de las cuales se re-significan para sobre-determinar relaciones 223
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complejas, contradictorias y constantes que en el tiempo hacen permanecer el Patrimonio Cultural. Pablo Palenzuela Chamorro, Laura Plaza Arregui, Isabel Merchán Benítez y otros, (2000, p. 7) proponen como espacio Bio-cultural: “aquellos espacios resultado de la coexistencia del hombre con el medio, y que, por su perdurabilidad, su autenticidad y su sostenibilidad, dan muestra de la compatibilidad entre aprovechamiento y protección, y se asocian con la identidad de la población, formando parte de su cultura”.
Patrimonio Biocultural Indígena y Campesino en saberes comuneros y en prácticas conuqueras El conuco corresponde a las unidades de explotación agrícola indígenas y campesinas de uso común por los pobladores de la selva húmeda tropical; algunos investigadores prefieren denominar a este tipo de producción agraria como horticultura o cultivo rotativo (Ruddle, K. 1978; Conklin, H. 1954); el término de agricultura tropical, es el patrón de explotación de los suelos más difundido y practicado tradicionalmente en los países tropicales (Harroy, J. 1973). Suele discutir, entonces, de "conuco itinerante", fundamentado en un sistema de agricultura migratoria que es propio de algunos grupos indígenas que habitan el bosque húmedo tropical, y según Nelly Suárez (1979: 150-151).7 En otro caso, nos hallamos con lo que podríamos denominar "conuco sedentario", es decir, formas de explotación agro-cultural donde existe una fijación del grupo humano en la explotación agrícola familiar o doméstica, persistiendo el carácter itinerante del uso del espacio, en cuanto a la rotación de los suelos y cultivos, tiempo de barbecho y recuperación de las zonas intervenidas. El "conuco sedentario" lo definen los siguientes caracteres: es un tipo de agricultura que se determina por la persistencia de factores básicos de una agricultura extensiva; por la utilización de una tecnología blanda y por una estrategia de explotación del medio, en donde se trata de copiar en los cultivos a los componentes esenciales que han sido expoliados por la acción y cambios introducidos por el hombre, por la utilización de una fuerza de trabajo proveniente de la familia y de las parentelas y, por un instrumental ideológico en donde se reseña claramente los postulados que rigen el universo de lo agrícola. Así pues nos encontramos que: "… el sistema de cultivo nativo busca una integración del lote cultivado al ambiente; más que una reelaboración del panorama se busca una imitación de éste…" (Varese, S. 1977, p. 46).
Características del conuco entre los cumanagoto-píritu El ciclo de los cultivos, se inicia con las labores de la tala y la roza, entre los meses de noviembre a marzo. Consiste en el desmonte y aclareo del terreno escogido para 224
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el conuco, cuya extensión aproximada es de una a tres hectáreas (almudes), aunque es usual la posesión de tres o más parcelas separadas no más de una Ha., o que esta separación sea “de un solo cuerpo”, es decir, de una a cinco hectáreas. La tala es el corte de arbustos y bejucos y la roza la tala de árboles gruesos durante la estación seca, y en fase lunar menguante. La madera es destinada para la construcción de casas, cercas u otras necesidades. Los árboles son cortados a la altura de un metro para controlar la erosión eólica y como protección del cultivo, para evitar el paso brusco del viento y asegurar la humedad. Además el tamaño del corte ayuda a la regeneración de los árboles cuando la tierra entra en descanso (rastrojo), dando lugar a la “montaña”. A la “tumba del conuco” le sigue el “amontonamiento” y “la quema” de los desechos vegetales en lugares de pobreza orgánica e inorgánica, entre los meses de marzo y mayo, en la fase lunar menguante, para atraer buenos vientos. A la quema la precede la realización de corta fuegos, llamados “guarda raya” o “callejón”, y se ejecuta cuando las brisas del noreste, los esperados alisios son fuertes. En esta actividad participan los hombres de la familia y todo el grupo de parentesco y clase social, desde antaño llamada “cayapa”, dirigida por el más anciano de la familia, dueña del área natural del conuco. Él es quien organiza el inicio, las posiciones, las rutas y las salidas de los participantes, acondiciona los “jachos”, antorchas de madera resinosa, como es el “Quiebra jacho” (Caesalpina granadillo) y el “Tagua pire” (Pihecolobium ligustrinum). La quema se hace en sentido contrario a los vientos; se acostumbra a silbar fuerte y mucho para llamarlo y esparza la ceniza (“cacharra”) como fertilizante. El ciclo de cultivo comienza con las labores de tala y roza, simultáneamente en el mes de noviembre y se prolonga incluso hasta los meses de febrero y marzo; esta labor consiste en el aclareo y desmonte de las zonas escogidas para los futuros conucos. La extensión de los conucos oscilan entre una y dos hectáreas (almudes), aproximadamente; esto no significa que el comunero posea sólo una parcela de conuco, es decir, la que se alista en un año para ser sembrada. Por el contrario, es usual (y de aquí depende fundamentalmente la rotación de los suelos) que: primero, se posean a lo mínimo tres parcelas separadas no muy distantes de la vivienda, y que midan cada una no más de 1 hectárea; segundo, que en vez de lo anterior se tenga por posesión una "gran parcela" que mida de 1 a 5 has. ("un conuco en un solo cuerpo", como se suele decir en la comunidad).
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Diferentes momentos o fases en la preparación del conuco a) La tala: La tala que consiste en cortar los arbustos y bejucos de menor tamaño que dificultan el acceso a los conucos para realizar las labores de corte de los árboles más gruesos y prominentes (roza). Se realiza en plena estación seca, preferiblemente cuando la luna está en la fase menguante; pues se tiene la creencia de que la madera cortada en menguante posee la cualidad de no podrirse, pudiéndose utilizar en la elaboración de cercas, casas u otros instrumentos con la confianza de que estos serán perdurables. b) La roza: como hemos dicho, consiste en el corte de los árboles más desarrollados
en tamaño y grosor, esta labor se realiza con el hacha y en algunas ocasiones con el machete; al respecto suelen aplicarse algunos criterios que deseamos destacar: no todos los árboles son cortados y a los que se le aplica el corte es realizado a 1 mt. de altura del suelo; con estas prácticas que no son aleatorias, se pretende en primer lugar, controlar la erosión eólica puesto que los conucos quedan siempre protegidos por un entorno de troncos de mayor tamaño que las plantas que se cultivan, impidiendo de esta forma el paso brusco de los vientos; en segundo lugar, los árboles de gran tamaño que se dejan dentro de los conucos para airear y sostener humedad.
c) Amontonamiento: la actividad que prosigue a la tala y roza es la quema, no sin
antes haber acontecido el amontonamiento de los desechos de troncos, ramas y hojas producto de la "tumba de conuco", como se generaliza a la tala y la roza. Este, que es complementario y sucesivo a las "tumbas", consiste en dejar secar todo el follaje y troncos verdes inútiles, en aquellos lugares donde la tierra al parecer es muy pobre en contenidos orgánicos e inorgánicos, aunque es usual amontonar en el centro de los conucos; por lo general, se dejan estos montones de follaje y troncos verdes por espacio de dos meses hasta que se sequen y pudran; esto por un lado facilita la quema y posibilita la descomposición de estos desechos biodegradables que se incorporan como nutrientes a los suelos.
d) La quema: suele comenzar en plena estación seca, especialmente en los meses de marzo y principios de mayo, si aún no han comenzado las lluvias. Consiste esta actividad, junto con la tala y la roza, en una de las más arduas y que requieren mucha destreza; así pues, algunos comuneros suelen esperar la menguante de marzo porque se supone que ésta trae muchos y buenos vientos, factor indispensable para que se realicen "buenas quemas" y los conucos queden "ralitos", es decir, sin ningún tipo de desechos y montes. Esta actividad es dirigida por el más anciano de la familia dueña del conuco, este da las indicaciones referentes a los sitios donde se debe pegar fuego, organiza las posiciones y rutas que deben seguir los participantes; les indica las posibles salidas del conuco 226
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en caso de peligro; es el que siempre "afila" las puntas de los "jachos", especie de antorcha (con que se pega fuego a los montones) de madera reseca, hecha de troncos de madera de los árboles llamados Quiebra Jacho y Tagua pire; la persona que dirige la quema indica a cada uno que tome una posición a lo ancho, y se comienza a quemar en sentido contrario a los vientos, con el propósito de que las brisas no esparzan el fuego sobre el conuco y queden áreas sin quemarse lo suficiente; es importante señalar que en las quemas se acostumbra silbar fuerte y mucho, con el propósito de llamar las brisas y mantener la corriente de los vientos, de igual manera que al emitir los silbidos se piensa que aumentarán los remolinos; es muy posible a partir de esta creencia, que en tiempos remotos asistieran a las quemas personas que se dedicaban sólo a tocar pitos y guaruras con el propósito de mantener los vientos, lo cual además de la jerarquía explícita al de mayor edad en la actividad, por su experiencia o simplemente como una forma más del respeto hacia los ancianos (gerontocracia).
e) La requema: consiste en quemar aquellos sectores de la parcela que no fueron incinerados en las actividades anteriores. f) La siembra: para sembrar los conucos se espera la entrada de lluvias, que pueden llegar tempranamente en mayo después de las quemas, o por el contrario prolongarse y comenzar a caer a mediados de junio. La siembra es una labor que no se ejecuta al azar como suele pensarse al hablar de conucos; por el contrario, está revestida de una serie de acontecimientos que implican un conocimiento profundo de las variaciones del tiempo, de los indicadores atmosféricos y climáticos, de los cambios que acontecen en torno a la vida al anunciarse la presencia de la estación de abundancia (invierno); todo está revestido de una ritualidad simbólica acerca de las creencias que giran en torno a esta actividad.
Sin embargo, para una mayor comprensión de esa relación acotemos que, para poder realizar las siembras no hacen falta sólo las lluvias, previamente a esto se requiere saber si el invierno será lo suficientemente copioso como para poder adelantar los planes de siembra, además hace falta conocer en qué mes del año comenzará efectivamente la recia temporada de invierno. En este sentido, el comunero está atento a las mínimas variaciones del clima y de los fenómenos atmosféricos; y aunque esta práctica se halla generalizada en los adultos, es factible encontrar en los sectores de menor edad el conocimiento o la referencia de los elementos que anuncian la apertura del ciclo productivo propiamente dicho del conuco (la siembra).
Distribución de los cultivos en el conuco cumanagoto En la siembra participan todos los miembros de la familia (esposo, esposa, hijos, y abuelos o ancianos), o se contrata a alguien que, generalmente, un familiar o allegado también en ocasiones pueden contratarse ayudantes, sobre todo si se trata de mujeres que viven solas. En todo caso, hay una especialización de las actividades, que 227
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no obstaculiza que todos conozcan las labores de sembrado, ya que el aprendizaje de estas faenas comienza a temprana edad. La división del trabajo y la fórmula de la tarea a realizar, es decir, mientras uno(s) abre(n) el surco ("picar") en la tierra (por el llamado "picador"), otro(s), coloca(n) la semilla hoyando después suavemente con el pie; previamente han sido seleccionadas las semillas, pimpollos, los almacigas de chaco (batata), hijos de cambures o topochos, estacas de yuca u otros frutos. Una sola persona pacientemente es capaz de realizar estas tareas y el número de participantes varía según la extensión de tierra a cultivar. Una descripción de la siembra responde a las siguientes actividades: Lo primero que se hace son los surcos alineados en dirección de los vientos, para que el hilo (que es la disposición de todos los surcos en línea recta) quede parejo se clava en cada extremo de este una "mira" (consistentes en dos varas de metro y medio de largo) que también puede ser sostenida por una persona, aunque lo frecuente es fijarla en el suelo. Este instrumento de trabajo, además, sirve para medir el ancho de la calle que separa cada hilo. Así los hilos son dispuestos con dirección a los vientos y de naciente a poniente (E a O). Esta técnica tiene por objeto mantener ventilados los entre hilos (o calles), así las brisas fuertes no doblarían las plantas; algunos piensan que por la disposición en el sentido que eleva el sol los rayos de luz cubrirán perfectamente los plantíos. La distancia que se deja entre surco y surco se denomina tranco y corresponde aproximadamente a un paso (84 cts. o 1 mt), y los entre hilos o "calle" pueden medir aproximadamente lo mismo (un tranco). Cuando en una determinada zona del conuco se siembran varios hilos de una misma especie, se dice que es un "corte"; usualmente los conucos están divididos en varios cortes; éstos además de controlar lo tupido del sembradío sirven para diferenciar las distintas variedades de cultivo de una misma especie, por ejemplo, la yuca dulce de la "cariba" (amarga). Los cortes se utilizan, a la vez, para controlar la hibridación del maíz. El control de la hibridación consiste en disponer los cortes, unos con sentido a los vientos, y otros más compactos, con sentido contrario a éstos, los últimos constituyen especies mezcladas genéticamente. Dicha técnica se aplica especialmente en la siembra del maíz cariaco, si los vientos que penetran en el conuco este-oeste. Esta variedad es cultivada en el extremo este del conuco, mientras que aquel maíz que puede cruzarse por el transporte de polen por acción del viento, como es el caso del maíz en su clase amarillo (cuya tendencia a dañarse durante su almacenaje es más proclive) es sembrado en el extremo oeste, o en cualquier otro lugar de la parcela. Otro tipo de control se da con el maíz lo suficientemente mezclado como es el llamado "pata e' morrocoy", cuyos hilos son orientados en sentido norte-sur, compactos para que actúen como una barrera ante el traslado del polen por acción eólica. Esta variedad también protege al maíz cariaco, 228
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que regularmente no se desea mezclar, porque su duración de almacenaje es más perdurable y es de especial calidad. En el cultivo más predominante en los conucos es el maíz, se cuantifica la siguiente producción como se puede ver en el cuadro siguiente: Cultivo
Producción en Kg
%T
Total (%)
Maíz tronconero
5400
50,14
50,14
Maíz americano
3000
27,85
27,85
Maíz cariaco
360
3,34
3,34
Maíz canilla
480
4,45
4,45
Maíz criollo amarillo
960
8,91
8,91
Frijol de mata
480
4,45
-
0,18
-
Yuca dulce
20
Chaco morao
9,60
,08-
Caraota blanca
39,60
,36-
Chícharo
19,20
TOTAL
10768,4
,0999,85
94,69
Fuente: Márquez, M. 1984
Estas cifras nos indican la importancia y predominancia del cultivo del maíz con un 94,69 % de la producción total de especies cuantificadas. La distribución de especies vegetativas predominantes en los conucos, puede observase en el siguiente cuadro: S urcos/estacasD D istancia surcos
Especies vegetativas
hilosS
Yuca dulce
No se estiman cantidad permanente
1 (o) 2
4m
Yuca amarga
Ídem
1 (o) 2
4m
Fuente: Márquez, M. 1984
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Se presta atención que la distribución y distancia que se deja entre cada planta de especie vegetativa, permite la no competencia entre plantas de una misma especie, cada una aprovecha para su crecimiento y desarrollo, la luz, el agua y los elementos del suelo sin degenerar las posibilidades de crecimiento de las demás. Se observa una gran variedad de plantas: cereales, tubérculos, leguminosas, cucurbitáceas, musáceas, lo cual implica la práctica de los policultivos; esta técnica de distribución y asociación de especies ha sido observada e investigada en detalle por algunos ecólogos. 8 Además de la simbiosis maíz-caraota indicada por el autor, es interesante señalar el control que ejercen las cucurbitáceas, en especial la auyama (Cucurbita maxima), en el crecimiento de la maleza, con lo cual la relación simbiótica entre las especies cultivadas se hace más estrecha. La yuca (Manihot sculenta) se siembra bastante separada para lograr un mayor desarrollo de sus raíces y el caso de la auyama, el chaco (Ipomea batata), el melón y la patilla (Citrullus vulgaris) por su crecimiento horizontal, no se requiere sembrar grandes extensiones o cortes de estas últimas. En los conucos hay sitios que son apropiados para sembrar algunas especies y sobre esta base se realiza el acopio en los surcos de las semillas, hijos y pimpollos; por ejemplo, en los bajos se acostumbra sembrar las musáceas, mientras que en las áreas que quedan “manchadas” o cubiertas por la ceniza, según los comuneros son propias para el buen desarrollo de los frijoles (Vigna sinensis), chícharos (Cajanus indicus) y auyama (Cucurbita maxima). En relación a la siembra de ésta última y la patilla, el 28 de mayo de 1984, en época de menguante, pudimos observar que Pedro Irobo Guaicara (del caserío Tocomiche) sembraba semillas de estas plantas y luego tapaba los surcos con una cabeza de baba (Caiman sclerops) y nos indicaba que lo hacía con el propósito de que las plantas reprodujeran suficientes frutos. Esta práctica supone una conjugación de creencias en torno a las características de este reptil de agua, el cual puede propiciar la humedad al sitio donde se colocan las semillas. Ahora bien, si este no es el fundamento de dicha práctica por lo menos da la sensación de que se trata de una actividad que tiene su origen en el tipo de agricultura que realizaban sus ancestros y que se ha prolongado como muchas otras creencias hasta nuestros días.
La cayapa y la reciprocidad en el trabajo conuquero El trabajo que se realiza en torno a la explotación del conuco está marcado por relaciones de reciprocidad, comunalismo y cooperación mutua. Comenzaremos precisando las características de cada una de estas formas de trabajo colectivo y sus diferencias. 230
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a) La fajina: consiste en el trabajo que realizan los habitantes de un mismo caserío
en la consecución de un bien común de relevancia local que beneficia al colectivo; un ejemplo de ello lo tenemos en que, por lo general, las fajinas se solían hacer para el mantenimiento de las lagunas de comunidad, en las reparaciones de las cercas y linderos de los conucos; se reparte carato como del ron.
b) La cayapa y el toro: consiste la cayapa en la incorporación de mano de obra masculina y en oportunidades femenina, para la realización de las limpias de conucos. La persona o familia dueña del conuco avisaba en el vecindario que determinado día haría una cayapa, por lo cual el día acordado se presentaban a tempranas horas de 13 a 15 personas a trabajar; comenzaban a la 6 am y concluían a las 12 m en la limpia de una hectárea de conuco. Se les retribuía el trabajo con arepas, aliño, ron, carato, o carne de cochino o chivo (1/2 kilo y 4 huesos); los alimentos se daban crudos de manera que la persona los preparase en su casa, radica en trabajos colectivos que se realizaban en dos horas de la tarde, sobre todo los días sábado; cuando las personas que participaran no tuvieran ningún tipo de obligación o trabajo en sus conucos, generalmente acudían 4 o 6 personas debido a que las labores a realizar eran pocas (talar y rozar una pequeña parcela). Este tipo de trabajo se retribuía con carato (saperoco) de maíz cariaco o guarataro endulzado con papelón y enfuertado con chaco (Ipomea batata), papelón, cazabe, pescado o una camaza de maíz. c) El pajo: Trabajos en grupo que se realizan en la actualidad para las limpias de monte, estos trabajos en grupo suelen hacerse en el caserío de Tocomiche. Las formas imaginarias como Patrimonio Biocultural.9 Las creencias, mitos y tradiciones, asociadas a las prácticas del cultivo conuquero y del saber sobre las semillas tradicionales, suscribimos el concepto ideología o dimensiones imaginarias como elemento interpretativo de las formas imaginativas del inconsciente colectivo tradicional, para no someter las prácticas cultuales al reduccionismo del análisis de la festividad, el cuento y la tradición, que pretende banalizar la las relaciones de producción social y de producción cultural del Patrimonio Inmaterial indígena y campesino. Las tradiciones, en este sentido, que se esconden en el claro oscuro del Patrimonio Inmaterial, de valor intangible que se hace corpóreo en la palabra de los campesinos e indígenas, suponen una dimensión holística y, por ello, los significados dentro del contexto más amplio de sus significantes la dimensionamos en la noción de Paisaje Cultural, como parte de la aproximación e interrelación dialógica entre el Patrimonio Material de los pueblos y el Patrimonio Inmaterial sobre el que se sustentan el Patrimonio que es espiritual. 10 El cálculo del tiempo, tanto cronológico como climatológico, tiene una perfecta relación con las actividades de sostenimiento comunal, especialmente con la 231
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agricultura, se concebía y sustentaba en la eficacia simbólica relacionada con fenómenos atmosféricos y a los ciclos agrícolas. Expresándose este conocimiento, en una multiplicidad de creencias que rigen tanto la cotidianidad de la vida, como las acciones y los actos que preceden a la principal actividad de subsistencia: la explotación de los conucos. En segundo lugar, toda una variedad de elementos que sirven de base para el conocimiento de los hechos de la vida, elementos de carácter simbólico que concretizan el saber acumulado por siglos. Este saber tiene sus facultades en la observación de los cambios que rigen el universo de lo inmediato y su asociación con las circunstancias naturales que lo manifiestan; así nos encontramos con que, si bien este conocimiento-saber no está fundamentado en categorías del pensamiento lógico-formal occidental, su basamento está dado por la observación prolongada en el tiempo, que se va transmitiendo de generación en generación.
La culebra –serpiente y el equilibrio de lo natural Notaban los misioneros franciscanos en los siglos XVI-XVII, que los indígenas tenían por creencia que al morir irían a una laguna llamada Machira (probablemente la laguna de Unare) donde unas culebras les engullían, trasladándolos a un mundo sub-acuoso. Los misioneros no refieren ningún otro tipo de observación sobre estas creencias indígenas, asociadas a la muerte y a la vida. En la actualidad encontramos que la culebra, como imagen mítica, tiene reservado un lugar de importancia como divinidad tutelar, sostén del mundo y guardiana de algunos lugares en común: (…) esa es una serpiente… esa tiene siete cabezas, pero una cabeza está ahí (…) en el convento de la iglesia de Píritu (…) ahí está la cuna, el rabo parece que está en Clarines (…) otros dicen que es en Valencia pero no es en Valencia es en Clarines, está el rabo, o es que tiene la otra cabeza en Clarines ( … ) pero son siete cabezas yo sé que tiene una ahí (...) en el convento (…) esa culebra tiene cacho tiene una caramera (…) caramera el cacho ( … ) Sin esa culebra se pierde el pueblo, y todo (…) tiene siete cabezas (…) la propia serpiente(…) la del mar (…) esa serpiente se llega a mové es un volcán se acaba el pueblo ( …). (Pedro Alejandro Culpa, 58 años. Caserío San Antonio. 24/3/1984). Además es ella la imagen que rige el universo de lo real, se presenta como dadora del bien y, en oportunidades, como sancionadora de quien trasgrede las dádivas localizadas en sus "hogares sagrados": ríos, lagunas, manantiales, montañas y cerros. Esta afirmación la podemos ver claramente, en parte, en la versión dada por el señor Apostol Ibima, agricultor de 83 años del caserío San Antonio, quien dijo, en 1982: “En el cerro están los encantos… las serpientes esa es la generala, la sujeción del mundo. No vive gente allí, cristiano que se ponga a vivir allí se lo llevan. La laguna del Hatillo es la general del encanto” (Villalobos, C. 1982, p. 21). Por la importancia que guarda el "Cerro el Morro" dentro de las versiones como lugar de "habitación principal" de la culebra, 232
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y como sitio vedado y prohibido o encantado, podemos decir que probablemente éste haya sido un lugar de ceremonial de antiguos grupos indígenas que además de aprovechar las riquezas alimenticias, proveídas por las "lagunas" cercanas a él (Uchire y Píritu) le rendían culto a su próvido guardián -el Cerro del Morro- y a su habitante de las profundidades -la culebra-. Además pensamos en la posibilidad de que la culebra en el contexto de la región haya sido una representación simbólica o totémica de algunas parcialidades indígenas. Sin embargo, en las impresiones de los franciscanos se hace referencia a que no había un criterio único entre los antiguos indígenas en cuanto al lugar hacia donde irían luego de morir; es por esto, factiblemente, que la imagen totémica de la culebra engullía al morir sólo a aquellos representados en ella, como imagen ó símbolo del tótem. Aunque no se descarta la idea que la culebra ocupaba un lugar importante en la simbología colectiva relacionada con la muerte. En este sentido, encontramos que la imagen de la culebra tiene una configuración mimética transfigurándose en sus diversas formas: arcoíris o encantos localizados en los cerros, o en el fondo de las lagunas y manantiales, se presenta como guardiana de los lugares de abundancia, controlando la acción del "depredador", es decir, del que toma más de lo debido; así encontramos que ésta se encuentra en los bosques, en los manantiales en forma de encanto, en el fondo de las "lagunas", o en forma de arcoíris "cuando tiene sed y se convierte en arcoíris para tomar agua", debajo de los cerros, o en el mar. De allí que la culebra tenga poderes miméticos. Su carácter mutante para cambiar de morada y fisonomía llama poderosamente la atención, en vista de que ésta se encuentra en aquellos sitios, por decir así, estratégicos para la obtención de recursos de subsistencia. Trataremos de desarrollar en adelante algunas inferencias en torno a esto. Su mimetismo se da por el hecho de que la culebra siempre está asociada o representa al arcoíris y los manantiales: "cuando se formaba el tiempo y iba cayendo la garúa, venía ese arcoíris, y se le ponía cerca de su casa un altar, una forma de la sombra (…) la serpiente…"(Villalobos, 1982, p. 49). Otro testimonio relata que: “son dos culebras que hay, por ejemplo cuando llueve se forman (…) usted no la ha visto, los arco iris esos (…) Ese es el resplandor de las culebras se aparece una arriba y una abajo, la hembra y el macho…" (Wilfredo Culpa Curbata). El arcoíris es la sombra del espírito del agua. En los manantiales hay culebras, hay culebras que ronda, culebras que rondan en los manantiales esas se llevan la gente. Por un manantial que sea manantial no puede di una mujer enferma de barriga (que tenga regla) porque se le puede mete un culebrón en la barriga se le mete el espírito y se forma un embarazo, y lo que le sale es una persona de esas cabezonzotas. Las culebras 233
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son arvivientes (ser que tiene vida que arden) que viven en los manantiales en tó tiempo lechan agua, esas son culebras que están metias ahí, el manantial cuando la culebra se le vá ese manantial se seca ese no le mana más agua, porque al disele ella llega, y pun! se secó… (Pedro Alejandro Culpa "Bombo", 58 años. Caserío San Antonio, 24/ 3 /1984). En relación a los símbolos de la culebra-serpiente, el arcoíris y los manantiales, Cleofe Goitía de 58 años del Caserío Pajarito, nos decía el 21/5/1984 lo siguiente: (…) el arco iris dicen que es la culebra del agua que cuando es invierno, él se forma y esa sombra de allá arriba pega al suelo, y como tiembla aquella sombra, esa es la culebra del agua, el encanto, y donde ella pueda clavá las dos colas una allá y otra aquí esa es una laguna grande que está ahí, porque esta metía ahí, es verdá, uno le dice el encanto y el que se queda viéndolo bueno le da fiebre y uno se muere, porque es el encanto. La gente muere, tu sabes cómo queda la gente ese no se pone tieso más nunca, suavecito (…) que la gente que dice que se lo llevo el muchacho ese queda suavecito (…) y entonces cuando ese muerto esta quietico ahí, se presenta un gran ventarron (…) las culebras están en los Morros, en los morros es que existen los encantos (…) la quebra de San Antonio la Casanare esa es vida, esa es vida porque es vida (…) Como se nota en la versión anterior, la culebra aparece mimetizada a las corrientes de aguas representando la vida en términos de lo vital de este recurso, por lo cual, quebradas y culebras aparecen similares en la mitología. En analogía a la presencia de la culebra en los cerros, tenemos la siguiente versión de Lourdes Paraqueimo: El cerro la Mulita es un cerro encantoso, si, bueno ahorita yo tengo tiempo que no lo visitó, no lo escuchado ahora, pero ante uno lo escuchaba tronando, y de ese cerro es que se forman los remolinos, pero remolinos de vientos grandes, se viene, se viene por tó esto por aquí que da hasta miedo el remolino, eso es el encanto (…). En Manarito había una serpiente por ahí pal Cerro El Páramo, esa serpiente esa se fue, era pequeña era hermana de esta del cerro El Morro y de la Mulita, uno no puede mata una culebra de esa, uno mata una culebra de esa y el latao de agua es grandísimo. Esa que estaba en Manarito un día comenzó a trona y a caese los jabillos de la quebra, y la gente la vio cuando agarro por la quebra derechito pal mar (…) (Pedro A. Culpa "Bombo", ídem). Vemos entonces que el mitema serpiente-culebra como símbolo mítico tiene una conexión directa, aunque no explicita con el equilibrio de lo natural, como imagen mitológica, permite mantener los presupuestos de un equilibrio entre el hombre y el entorno natural, desde el punto de vista de las actividades que realiza éste, para proveerse de los medios esenciales que le brinda la naturaleza.
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Encontramos que la culebra está mediando los propósitos de la explotación desmedida de los bienes necesarios para la subsistencia, que provee la naturaleza. Está latente anunciando y recordando al cazador, al pescador y al recolector furtivo y desmedido que como sostén del mundo puede desatar su furia quitándole la vida y, sobre todo, aparece resguardando aquellos sitios abundantes de vegetación como los cerros y montañas, porque al decir de las personas mayores de la comunidad: "en las matas grandes es donde se pegan las nubes para llover", así que al fundar conucos en los cerros las culebras que viven ahí se van por las quebradas al mar y no regresan más a su lugar de origen. Esto nos permite ver, en primer lugar, que la creencia en sus múltiples conformaciones no sólo era de arraigo e importancia en esta comunidad indígena, sino que posiblemente sirvió de base para el adoctrinamiento y cristianización de los indígenas en la época de contacto. Podemos pensar que los misioneros viendo la importancia del culto, le adaptaron elementos del imaginario occidental para hacer más fácil la penetración religiosa. En segundo lugar observamos, que tanto los curas doctrineros como los padres misioneros, viendo la importancia de la culebra como elemento de equilibrio del mundo en la cosmología indígena, posiblemente fueron asimilados algunas creencias indígenas, por la iglesia para la labor evangelizadora y la sujeción del indígena como vasallo tributario: “... la tenían que dar real para que no se fuera, porque se perdía el mundo, porque debajo era un río (…) " (Villalobos, 1982, p. 42). La situación antes narrada nos puede dar la clave para entender entre otras cosas, una de las formas "no compulsiva o violenta" utilizada por la iglesia (que tuvo un peso importante en la dominación político-religiosa de estas localidades) para cobrar los diezmos que tenían que dar los indígenas, lo cual persistió hasta hace algunas décadas, según se señala en el siguiente texto: "… el padre vino y dijo: -callen la boca, tece tranquilita que ellas son amigas mías… Denme acá una mariquita cada una para salvarle la vida… El padre no la deja salir, es blanquita la culebra "(Villalobos, 1982, p. 44 - 46)
Mitos y creencias que rigen el universo de lo agrícola 11 Las prácticas propiamente agrarias están relacionadas con una serie de creencias que encierran un saber basado en la experiencia acumulada a través de la observación cotidiana; conocimiento transmitido de generación en generación. Generalmente, el cálculo del tiempo para cualquiera de las actividades relacionadas con el conuco tiene una relación con hechos atmosféricos, v. gr., las fases lunares, la constelación de las Pléyades, la humedad, la acumulación de nubes en la atmósfera, el canto de las aves, 235
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y otras circunstancias.
a) La tumba y la poda: hay dos criterios fundamentales en estas actividades: primero que el producto de las tumbas se descomponga rápidamente para lo cual se espera que la luna esté en creciente para que no crezcan las malas hierbas (cuarto creciente); y segundo, que la madera dure y pueda ser utilizada en la fabricación de objetos útiles; en este sentido, el comunero espera la menguante (cuarto menguante); es esta fase lunar la propicia para realizar las podas, además hay el criterio de que al tumbar en menguante la tierra no se echa a perder. b) Las quemas: la fase lunar relacionada con las quemas, es la menguante, puesto que con esta, según los comuneros abunda la brisa. c) La siembra: una de las actividades productivas del conuco que más tiene elementos explicativos en torno al momento adecuado para su realización; por supuesto, la inversión que se hace en las siembras desde el punto de vista de las semillas y la fuerza de trabajo, no puede permitir un sólo elemento que explique el momento más adecuado para su realización; así, el comunero escudriña todos aquellos elementos del entorno que por asociación, permitan inferir cual es el momento más adecuado para realizar la siembra.
d) Las cabañuelas:
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este es un método utilizado para calcular las entradas de invierno y su periodicidad. En este sentido las cabañuelas están asociadas en el imaginario el conuquero con las Pléyades. Al respecto se piensa: "cuando las pajuelas se ven, se despliegan de arriba, (...) habían unas estrellas que caían mar adentro, pero me contaba mi abuela que estaba San Salvador -que llaman pa'atajarla-, porque si caían en lo seco era peligroso". (Julio Chivico, 37 años, agricultor, caserío La Medianía, 27/5/1984). Además añaden que las Cabrillas desaparecen: "ellas en el mes de mayo se pierden… y vuelven pa'este otro mes después que pase mayo vienen ellas con el invierno…" (Sra. María Méndez, 72 años, del caserío San Antonio, 19/5/1984). Es indudable que el ciclo de las Pléyades o las Cabrillas puede tener una relación con el calendario agrícola y con el calendario indígena, pues su presencia o ausencia la notan los comuneros especialmente cada mes y en especial énfasis al desaparecer del espacio-cielo nocturnal en la época de mayo, para dar paso al invierno.
A manera de conclusión Los cumanagoto como pueblos originarios y sus descendientes que habitan el espacio rural de del norte de Anzoátegui y Sucre, son los guarda-custodios de conocimientos y prácticas ancestrales de remota data, asociados con su economía, sus modos de vida, 236
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prácticas religiosas, cosmovisiones y cosmogonías que definen un PBC entorno a las practicas conuqueras. Es de primordial importancia el reconocimiento de las prácticas y saberes que resguardan los habitantes indígenas y su extensión étnica, los campesinos del espacio rural, selvático, con la estrategia de conservar para las generaciones futuras, no solo el saber, sino incluso los germoplasmas y especies, que sirva de base como resultado de investigación para el desarrollo sustentable y sostenible de la agricultura alternativa, que dimensione la condición humana y la escala del ser humano como parte integral y constitutiva de la naturaleza, donde preservar el planeta signifique preservar la vida, en todas sus manifestaciones, ante la globalización, por el uso de semillas transgénicas y sus nefastas consecuencias biológicas y aculturativas a nuestro patrimonio identitario por parte de las corporaciones de la industria de los alimentos. En este sentido, las prácticas económicas del “producir”, en el mundo tradicional o autóctono, no están cargadas de la cosificación propia de la sociedad capitalista, en términos de la lógica determinada por la ecuación del “producir, distribuir, poner en circulación y consumir bienes o productos” con valor de uso y de cambio. Comprendemos que para los pueblos originarios, el intercambio es producto o resultado de una racionalidad donde el valor de los equivalentes lo determina el espacio de las transacciones en términos de reciprocidad. En este orden de ideas, consideramos que la gran trasformación que requerimos como sociedad radica en una profunda y sostenida rebelión cultural e ideológica, que nos permita reivindicar, reedificar el imaginario colectivo proveniente de las distintas expresiones humanas de nuestras culturas originarias como un Patrimonio Biocultural (PBC) de fundamental importancia.
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1. Antropólogo, Universidad Central de Venezuela. Cursa el Doctorado de Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC) – Caracas. Ha sido profesor de Antropología y Ecología Social en la Escuela de Trabajo Social en la UCV e investigador en Museo de Ciencias Naturales y Museo Antropológico de Aragua, CCPYT, FUNDEF y DINART. 2. El pueblo kuna sostiene que ha habido cuatro etapas históricas en la tierra, y a cada etapa corresponde un nombre distinto de la tierra conocida mucho después como América: Kualagum Yala, Tagargun Yala, Tinya Yala, Abia Yala. El último nombre significa: territorio salvado, preferido, querido por Paba y Nana, y en sentido extenso también puede significar tierra madura, tierra de sangre”. Así esta tierra se llama “Abia Yala”, que se compone de “Abe”, que quiere decir “sangre”, y “Ala”, que es como un espacio, un territorio, que viene de la Madre Grande. En: http://abyayalalaotrahistoria.blogspot. com/2014/02/abya-yala.html (Consultado el 26 de noviembre de 2014). 3. Agrocultura: concepción que intenta interpretar la agricultura tradicional e indígena como un sistema que permite la sabia convivencia del hombre para con la naturaleza, el cultivo de las plantas y la cría de animales en armonía con el ecosistema, espacio de producción, circulación y consumo de Buena Vida. 4. Astruc, L. (2010). Vandana Shiva: Las Victorias de una India contra el expolio de la biodiversidad. Editorial La Fertilidad de la Tierra. España. 5. Sra. Modesta Irobo Cuaicara de 61 años del caserío Tocomiche. Testimonio del 26/12/1983. 6. El pueblo originario cumanagoto (kumanagoto) de stock lingüístico karibe (en revitalización) habita los estados Anzoátegui y Sucre. Los cumanagoto, integran parcialidades de los pueblos píritu, chacopata, palenque, cocheima, topocuar, y characuar. Según el Censo Indígena 2011, etnia de 20.876 personas, con una tasa de crecimiento geométrico de 43,8; esto se puede explicar a partir de los procesos de revitalización cultural que están conduciendo en su realidad (Fuente: La Población Indígena de Venezuela Censo 2011. Vol. 1, Núm. 1, Octubre 2013. Instituto Nacional de Estadística e Informática. República Bolivariana de Venezuela y Resultados Población Indígena. XIV Censo de Población y Vivienda 2011. Gerencia General de Estadísticas demográficas. Instituto Nacional de Estadística. http://www.ine.gov.ve/documentos/ Demografia/CensodePoblacionyVivienda/pdf/ResultadosBasicos_11-03-14.pdf. (Consultado el 23 de septiembre de 2014). 7. Esta autora lo caracteriza de esta forma: “El ciclo completo del conuco, tiene una duración de 27 años, de los cuales no menos de 3 corresponden al estadio de barbecho, tiempo entre la primera y segunda cosecha, para el descanso del suelo y entre 10 a 20 años o más de estadio de rastrojo, período de recuperación natural del área intervenida. A partir de este perlado el conuco es abandonado, pero queda sembrado de árboles frutales (…)”. 8. Al respecto se dice: “La asociación del maíz con la caraota (Phaseolus vulgaris) constituye una de las simbiosis más productiva en el ámbito tropical. El maíz sirve de soporte a la caraota y ésta como cualquier otra leguminosa, fija el nitrógeno al suelo, con lo cual se beneficia el maíz (…). La diversidad de especies garantiza cierto control de los organismos competitivos” (Balbino, J. B. 1981, p. 96). 9. Testimonios de viejas y viejos conuqueros, guardianes de las quebrabas, lagunas, riachuelos intermitentes y montañas donde, la serpiente Machira de los antigüeros cumanagoto van al encuentro del arcoíris-serpiente que cuida los labrantíos, de tierra xerofita; la serpiente generala guardiana de la escasa agua derramada del cielo para que se transforme y perviva por siempre en semillas del maíces de tonalidades y colores, en chicharos, o tal vez en la blanda, blanca y jugosa yuca para la chicha y el pan del casabe; en la batata-chaco que dulce como la mañana se mezcla al paladar como emanado del inframundo de los seres primordiales, o tal vez agua que en la sagrada maya, planta de las constelaciones y el pichigüey dan el agridulce masato para mover del olvido y regresar de las estrellas de la pléyades cósmicas a los ancestro. Y a esos granos de sal cabañueleros que al despuntar enero augurarán días de agua diluvial para la resquebrajada y sedienta tierra. 10. Como diría Mario Chagas (2008:17): “El olvido total es estéril, la memoria total es estéril. Introducción al tema: el territorio fértil y propicio para la palabra de la cultura tiene estrías creadas por el arado-memoria y olvido; la posibilidad de creación humana habita y vive en la aceptación de la tensión entre recordar y olvidar, entre él mismo y la negación de la repetición monótona, entre la permanencia y el cambio, entre el estancamiento y el movimiento”. 11. El conuco cumanagoto visto como un Patrimonio Biocultural partiendo de una sabiduría ancestral heredada, a pesar de coloniaje, es fuente de vida, tradición y mitos (cosmogonía) y siendo consciente el autor de este escrito que algunos hermanos indígenas quienes aportaron su palabra para alcanzar sus caminos y testimoniales ya han abandonado este plano de vida, y concurrieron en ser la línea de memoria de las sabidurías ancestrales de significativo valor patrimonial, por ello exaltamos sus memorias al dedicar estas semillas del recuerdo a: Pedro Alejandro “Bombo” Culpa, 58 años. Caserío San Antonio. Jesús Chique, 68 años. Caserío Antonio. Apostol Ibima, 83 años del Caserío San Antonio .Lourdes Paraqueimo, 38 años. Caserío San Antonio. Cleofe Goitía, 58 años del Caserío Pajarito. Gregorio Guaina Guillen, 57 años. Caserío San
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Antonio. Pedro Aguana, 80 años. Caserío San Antonio. Julio Chivico, 37 años. Caserío La Medianía. Modesta Irobo Cuaicara, 61 años. Caserío Tocomiche. Sr. Nicolás Guaina. Caserío Pica-Pica. María Cleofe Goita, 58 años. Caserío Pajarito. Jesús Mendez, 80 años. Caserío San Antonio. Petrica Méndez, 35 años. Caserío San Antonio. Y a tantos otros más que retornaron al inframundo de sus seres primordiales, como piazamos de los conucos. 12. Pancorbo, L. (2010), señala a las Cabañuelas como una tradición española, tal vez de origen mozárabe y dice “los doce primeros días del año servirán de pronóstico meteorológico de los doce meses. Al parecer es una creencia de los arios que con muchas variantes se registra en muchos, lugares del mundo”. En Venezuela se le conocen con variantes como la pinta y repinta en los andes y con diversas aseveraciones calendáricas. (p. 95-96)
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La oralidad como fuente para la construccion de la memoria cultural por: Sandra Bruzual 1 Resumen El trabajo que se presenta a continuación tiene como objetivo central reflexionar sobre la oralidad como fuente para la construcción de la memoria cultural, pues el hombre ha demostrado que el habla es un canal mediante el cual ha podido atesorar gran parte de sus costumbres, creencias, modos de vida, que le dan características excepcionales.Teóricamente, se abordarán las distintas valoraciones que se han hecho de la oralidad (Ong,1994; Tusón, 1997); y sobre memoria cultural (Candau, 2001; Le Goff, 1991; Amaya, 2012). Se pretende realizar un trabajo documental considerando lo aportado por distintos autores en torno a los significados y sentidos de categorias como tradición oral y memoria cultural. Mediante un ejercicio hermenéutico se aspira a generar reflexiones sobre la oralidad y su importancia para la reconstrucción de la memoria cultural como fuente de patrimonio.
Palabras clave:
Oralidad Memoria Cultural Patrimonio
Introducción Es innegable la importancia que la oralidad tiene en la historia humana, pues gracias a ella, los hombres han podido habitar un mundo en el que la palabra era el instrumento principal para comunicarse. De acuerdo con W. Ong (1994, p. 20), puede hablarse de una “oralidad primaria” definida como “una cultura que carece de conocimiento de la escritura o de la impresión”. El autor señala que es primaria por contrastar con la llamada “oralidad secundaria”, denominada todo cultura de la de alta tecnología, la cual permite nuevos senderos a la oralidad mediante aparatos electrónicos que dependen de la escritura y la impresión para su funcionamiento. Es así como la tradición oral de los pueblos se ha mantenido de generación en generación a pesar de las innovaciones tecnológicas que podrían haber atentado contra ella. Si bien Ong refiere que la tradición oral no posee carácter de permanencia, obviamente, comparándola con las posibilidades que ofrece la escritura; también afirma que las *
1. Docente e investigadora (Universidad de Oriente – Sucre), Licenciada en Letras (Universidad del Zulia), MSc en Educación, Mención Enseñanza de la lengua. Cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural de la ULAC – Cumaná.
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historias habladas son el resultado del potencial de algunos seres humanos para contarlas. Desde esta perspectiva, se infiere que al igual que épocas pasadas, para mantener la tradición se necesita de la comunicación entre los hablantes o informantes que atesoran el conocimiento y son los guardianes de esa herencia cultural. Es condición sin ecua non que exista el interés de preservar la memoria que ha permanecido durante años en los más ancianos, lo que pudiera coadyuvar al desarrollo de la identidad. La oralidad ha convivido con profundos cambios que han significado revoluciones en torno al acontecer de la palabra, del lenguaje verbal; es así como lo afirma J. Tusón (1997, p.11), en La escritura: una introducción a la cultura alfabética: …esta misma especie tardó unos 85000 años en descubrir las ventajas de la escritura, y lo hizo en tierras de Mesopotamia, hacia el 3300 a C., cuando la administración compleja de las ciudades cada vez más pobladas puso en evidencia que la memoria humana tenía sus límites y que era más prudente y seguro dejar constancia de algunos hechos marcando signos en una superficie duradera. Lo que significa, evidentemente, que la escritura surgió de la necesidad de preservar lo oral, principal objetivo de esta investigación, que se plantea realizar un ejercicio hermenéutico donde se cotejen los postulados teóricos de algunos autores que han abordado la oralidad y la memoria, como categorías que se unen en la conformación de la identidad. Lo dicho por Tusón puede conectarse con lo sostenido por Ong (1994, p. 84), para quien la escritura es una tecnología, pues “inicia lo que la imprenta y las computadoras sólo continúan: la reducción del sonido dinámico al espacio inmóvil, la separación de la palabra del presente vivo, el único lugar donde pueden existir las palabras habladas”. De esta manera, la escritura debe verse como una tecnología transformadora del pensamiento, necesaria para perpetuarlo que la memoria reproduce con la palabra hablada.
La oralidad como fuente para la construcción de la memoria cultural La oralidad ha permitido, a través del habla, atesorar gran parte de las costumbres, modos de vida, creencias del hombre, que le dan características excepcionales como cualidad netamente humana. De allí, el interés en la búsqueda de una visión de mundo que la considere como fuente para la construcción de la memoria cultural. Aunque la misma ha sido testigo de la aparición de las distintas manifestaciones de la escritura, no ha perdido su valor ni su fuerza. No se puede negar que la escritura ha contribuido enormemente en la perdurabilidad de la memoria colectiva de los pueblos y de su saber, pero lo oral es el sello innato que nos define como humanos. Se ha manifestado 245
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como respaldo de la memoria y de todo lo que ésta genera, fijando bajo el poder de la letra lo que una vez fue palabra viva hablada. La escritura permite que el recuerdo llegue con más facilidad en el sentido de agilizar las claves que activarán la memoria; pero las culturas orales también se valen de la memoria para reproducir el pensamiento. Así lo refiere Ong (1994, p. 41) cuando dice: “En una cultura oral primaria, para resolver eficazmente el problema de retener y recobrar el pensamiento cuidadosamente articulado, el proceso habrá de seguir las pautas mnemotécnicas, formuladas para la pronta repetición oral”. Y entre esas pautas, el autor señala las estructuras textuales que estimulan la memoria, como por ejemplo, la antítesis, las repeticiones, las aliteraciones, proverbios, entre otros. Se trata, pues, de técnicas que activan el pensamiento y que mueven la productividad memorística. La oralidad se convierte en un vínculo que une el pasado con el presente. Quien rememora, en cierto modo, actualiza el recuerdo. Tal como ocurría en épocas como el Medioevo, la memoria puede jugar un papel multiplicador y, en ese sentido, amplía la historia del que cuenta, por lo que la oralidad siempre modificará aspectos en lo narrado. De este modo lo plantea Amaya (2012, p. 3), en su trabajo Patrimonio cultural y nuevas tecnologías: el caso del proyecto de cultura oral, al hablar de la valoración de la cultura oral. Hablar de cultura oral nos remite al carácter de patrimonializable de la misma y por tanto de la posibilidad de ser seleccionada dentro del ingente número de bienes culturales de nuestro entorno, valorarla como significativamente cultural y actuar sobre ella, pasando desde su conocimiento hasta los diversos campos de su gestión. El autor le confiere a la cultura oral la importancia que el concepto holístico de patrimonio cultural comprende, pues, está conformado por una variedad de bienes materiales e inmateriales de los cuales la oralidad es parte fundamental. Existen historias que nacen de la tradición oral y que forman parte del patrimonio inmaterial de un pueblo. Tradiciones que son transmitidas de generación en generación y, como ya se ha afirmado, son modificadas con el transcurso del tiempo mediante lo que Amaya denomina “proceso de recreación colectiva”. La oralidad se hace parte del día a día de los seres humanos y los más ancianos depositan su memoria, a través de la palabra hablada, en los más jóvenes para procurar que las tradiciones se mantengan en el tiempo. Tradición que ha permanecido durante siglos, por ejemplo, en los pueblos indígenas latinoamericanos, a pesar de que muchos han conocido la escritura. De acuerdo con Candau (2001, p. 117), “la historia tiende a aclarar lo mejor posible el 246
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pasado, la memoria busca más bien instaurarlo, instauración que es inmanente a la memorización en acto”. La tarea del hablante, del informante, del portador, según esta afirmación, sería mantener ese pasado vivo, lograr que las generaciones siguientes a las de ellos, conozcan lo que los identifica. Es aquí donde la memoria se hace colectiva.
La memoria, esa puerta del pasado que se abre al presente Le Goff (1991, p. 3), sostiene que “la ausencia o la pérdida voluntaria o involuntaria de memoria colectiva en los pueblos y en las naciones, puede determinar perturbaciones graves de la identidad colectiva”. Y esto es válido si se piensa en las costumbres, creencias, tradiciones, que han pasado a formar parte del olvido, pues, así como hay cosas que se recuerdan, hay cosas que se olvidan. Cuando se busca que un informante rememore, éste activa los mecanismos mnemotécnicos mencionados por Ong, pero nunca se sabe la cantidad de información que se ha perdido para siempre. Halbwachs, citado por Candau (2001, p. 117), distingue entre lo que denomina “memoria histórica” y “memoria colectiva”, al conferirle a la primera caracteres como “memoria adoptada, aprehendida, escrita”, y a la segunda, la describe como “memoria producida, vivida, oral, normativa”. Interesante distinción, si se toma en cuenta que en esta investigación se plantea una reflexión sobre la oralidad como fuente para la construcción de la memoria cultural. Ong (1994, p. 164), sostiene que “para los antiguos griegos, el lenguaje y el pensamiento se originaban en la memoria”. La memoria actúa de esta manera como un mecanismo primordial para todas las actividades racionales del hombre. Sin ella no hay escritura, pero tampoco hay oralidad. Pierre Nora, en una entrevista a Corradini (2006) afirma: La memoria es el recuerdo de un pasado vivido o imaginado. Por esta razón, la memoria siempre es portada por grupos de seres vivos que experimentaron los hechos o creen haberlo hecho. La memoria por naturaleza, es afectiva, emotiva, abierta a todas las transformaciones, inconsciente de sus sucesivas transformaciones, vulnerable a toda manipulación, susceptible de permanecer latente durante largos períodos y de bruscos despertares. La memoria es siempre un fenómeno colectivo, aunque sea psicológicamente vivida como individual. Es en la memoria donde descansa gran parte de un pasado que permanece vivo y que se rebela contra el tiempo, inexorable y letal, que despierta y se convierte en mito, leyenda, poema, canción. Es allí donde reposa un caudal de oralidad que se niega a morir. La memoria es una facultad de la que estamos provistos y que se desarrolla en diversos 247
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grados en los seres humanos. Ya se ha afirmado que en los hablantes o informantes, la memoria es un instrumento sabiamente tratado, de allí la importancia de hurgar en los recuerdos de los que tienen el mágico don de contar. En esta parte, se retoma el planteamiento de Candau (2001, p. 21) en cuanto a la taxonomía de las diferentes manifestaciones de la memoria: La memoria propiamente dicha o de alto nivel, que es esencialmente una memoria de recuerdo o reconocimiento. Una convocatoria deliberada o una evocación involuntaria de recuerdos autobiográficos o pertenecientes a la memoria enciclopédica (saberes, creencias, sensaciones, sentimientos, etc.). La memoria de alto nivel – hecha también de olvido - puede gozar de extensiones artificiales que dependen del fenómeno general de expansión de la memoria. Según lo referido por el autor, la memoria se hace de recuerdos, sean éstos traídos de manera deliberada o no. En un hablante o informante, esos recuerdos son estimulados y permanecen allí durante mucho tiempo. Son estimulados al ser reconocidos como receptáculo primario de la tradición.
A modo de conclusión Lo oral está presente en todas las actividades del ser humano. Somos seres hechos de palabra. Esta ha sido la materia prima de la literatura que se ha nutrido con toda la carga memorística de los juglares que iban de pueblo en pueblo contando sus historias, haciendo que la gente se apropiara de ellas y las repitieran de generación en generación. También la literatura oral se ha nutrido de los mitos fundacionales indígenas, de sus tradiciones y creencias que han podido ser conocidas gracias a que se han hecho palabra escrita o hablada, siendo el resultado del esfuerzo por mantener vivas las tradiciones, las historias, las leyendas que identifican a una comunidad. En la oralidad manifestada para la transmisión de todo un bagaje cultural, hay una fuente rica sobre patrimonio, de allí el interés que mueve esta investigación donde se aspira a reflexionar en torno a dos categorías particulares pero que están íntimamente conectadas: oralidad y memoria.
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Referencias Amaya, S. (2012). Patrimonio cultural y nuevas tecnologías: el caso del Proyecto de cultura oral. [Documento en línea]. www. fes- web. org/uploads7files/modules/ congress/10/grupos…/723.pdf. Candau, J. (2001). Memoria e identidad. Buenos Aires: Ediciones del sol. Corradini,L. (2006). Pierre Nora habla. [Documento en línea].www.lanacion.com.ar Le Goff, J. (1991). El orden de la memoria. El tiempo como imaginario. Barcelona: Paidós. Ong, W. (1994). Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. Bogotá: Fondo de Cultura Económica. Tusón, J. (1997). La escritura: una introducción a la cultura alfabética. Barcelona: Octáedro.
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Bandola y Barbat-Taar:
Patrimonio Cultural Venezolano e Iraní por: Gabriel Gómez1 Resumen La organología es considerada la ciencia de los instrumentos musicales y estudia su historia, función social, diseño, construcción y forma de ejecución. En Venezuela existen cinco variedades de bandola: llanera, central, oriental, guayanesa y andina. Por otra parte, en la República Islámica de Irán se halla el barbat en sus variantes taar, do-taar, se-taar y chahar-taar. Este trabajo pretende dar un aporte teórico y novedoso al patrimonio cultural latinoamericano y asiático, al llevar a cabo un estudio organológico y comparativo de instrumentos e interpretación del estilo y forma de tocar el repertorio de música tradicional con la bandola venezolana y el barbat iraní, a través de una investigación de campo, ya que se apoya en informaciones que provienen de entrevistas, y observaciones. Se asumen ejes teóricos referenciales de Battaglini (2014), Pascual (2013), Ardalan (2012), Porras (2010), Hernández (2010), Farhat (2004), Arvelo (2001) y Nettl (1987). Se aplica un análisis descriptivo y comparativo.
Palabras clave
Patrimonio Cultural Estudio Organológico y Comparativo Bandola Venezolana Barbat-Taar Iraní
Introducción La organología es considerada como la ciencia de los instrumentos musicales. Nace en Europa en siglo XIX y estudia la técnica, forma y manera de ejecución, así como su evolución, funcionalidad, historia, diseño, elaboración, construcción e interpretación de códigos culturales. El término organología se le atribuye a Nicholas Bessaraboff quien lo emplea hacia la década de los años cuarenta del pasado siglo XX basándose en los trabajos Victor-Charles Mahillon, Curt Sachs y Erich Von Hornbostel, los cuales versan en los posibles orígenes de los instrumentos de música y en el estudio práctico de los mismos conforme a su representación y clasificación. *
1. Músico, educador popular e investigador. Docente especialista en manifestaciones tradicionales. Maestro ejecutante de la bandola venezolana. Cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC).
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Sobre esta disciplina relativamente nueva Luján y García (2007) señalan que: La organología en la música popular no sólo se refiere al uso o construcción del instrumento, como pieza susceptible a ser descrita, con unas medidas, una forma y unos materiales particulares, sino que detrás de todos los detalles técnicos, hay una historia más o menos larga con una evolución basada en el ingenio. Así pues, también, la organología se dedica a la funcionalidad concreta, como es, un repertorio, una riqueza musical que nos acerca al concepto estético y expresivo de cada comunidad, añadiendo a esta definición los rasgos y comportamientos de constructores e intérpretes cuya observación proporciona documentos de gran valor antropológico. Otra finalidad de la organología es precisar cómo se colocan los distintos instrumentos en la organización de un determinado grupo, aportando unas credenciales identificables junto a la música no repetibles por otras agrupaciones. (p.23) En la República Islámica de Irán se halla la variante barbat-taar. El barbat en idioma persa literalmente significa “el pecho del ganso” o “el pecho del pato” pestân (sebar) es “pecho”, qâz (bat) es “ganso” y ordak es “pato”, siendo el barbat el rey de los instrumentos de la música islámica y musulmana. El tār o taar significa “cuerda” o “instrumento de cuerdas”. Atendiendo a las características organológicas de este instrumento musical, número de cuerdas, 2, 3 y 4 y al tipo de orden en el encordado que bien puede ser simple, doble o triple se tiene: dotār, o do-taar (dos-cuerdas), setār o se-taar (tres-cuerdas) y chahâr tār o chahâr-taar (cuatro-cuerdas). Por otra parte, en la República Bolivariana de Venezuela se encuentran cinco tipos de bandola conocidas como: llanera, central, oriental, guayanesa y andina, todas descendientes del laúd. Conforme con los autores, cultores e investigadores varios, existen tres variedades: la de cuatro cuerdas sencillas (4 cuerdas), la de cuatro cuerdas dobles (8 cuerdas) y la de cinco o seis cuerdas dobles y triples (16 cuerdas) según el territorio musical específico y el modo de ejecutarlas. Los caracteres organológicos de los instrumentos musicales bandola venezolana y el barbat iraní en su variantes tār o taar, a nuestro entender se parecen un tanto, dado el tránsito geo-histórico, la función social, el diseño, la construcción y la manera de ejecución.
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Fig. 1. Barbat iraní. Fuente: http://www.kereshmehensemble.com/images/instruments/barbat.jpg
Son instrumentos de cuerda pulsada, se puntean con plectro (uña postiza), a su vez elementos integradores de festividades y manifestaciones colectivas de un territorio nacional y representan la filosofía musical de una cultura, poseen un tipo de música tradicional, tienen forma de pera o estructura periforme, se da el caso de rasgueos entre otras características; de una u otra manera de seguro ha de ser parientes como más adelante veremos. Atendiendo a los repertorios de música tradicional de cada país, joropo para el caso de la bandola venezolana y el radif para barbat-taar iraní. En este sentido, la Enciclopedia de la Música en Venezuela (1998, p. 69) nos dice que el joropo “es considerado como la expresión de mayor raigambre dentro de la música popular tradicional venezolana”; no obstante, para la UNESCO (2009, p. 1) el radif “es la médula de la música iraní, este tesoro musical refleja la identidad cultural y nacional del pueblo de Irán”.
Fig. 2. Tār o taar iraní. Fuente:http://universofeliu.blogspot.com/2013/03/instrumentos-tar-iran.html
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Fig. 3. Setār o se-taar iraní. Fuente:http://www.google.co.ve/imgres?imgurl=http://www.centropersepolis.com/wpcontent/uploads/2010/02/setar1.jpg&imgrefurl=http://www.centropersepolis.com/sobre-iran/ arte-cultura/musica/instrumentos/&h=641&w=480&tbnid=sP0cNpRtYSJYhM&zoom=1&tbnh =260&tbnw=194&usg=__ujL-WtQvDVvsKfh7kjS9oQJvKSk=&docid=zYutKYq8WrqxpM
Siguiendo a Malo (2000, p. 22) quien nos dice que “el patrimonio cultural es el conjunto de bienes tangibles e intangibles, que constituyen la herencia de un grupo humano y que refuerzan emocionalmente su sentido de comunidad con una identidad propia y que son percibidos por otros como característicos”, se plantea realizar un estudio organológico y comparativo entre la bandola venezolana y el barbat-taar iraní como aporte y construcción teórica al patrimonio cultural latinoamericano y asiático.
Fig. 4. Variantes del barbat-taar iraní. De derecha a izquierda:Tār o taar, Setār o se-taar, Dotār o do-taar, chahâ tār o chahar- taar iraníes. Fuente: http://axgig.com/images/31475210879435023511.jpg
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Lo controversial del instrumento El Oúd es un cordófono punteado de origen persa siendo el más conocido del mundo árabe. Su nombre y origen muy probamente provenga del persa (rud) la cuerda o del árabe (al-ud) la madera. Para Instrumundo (2012, p. 1): “El laúd cambia de nombre según de geografía: desde el persa barbat, árabe o ūd, Ud o Ut en Turquía, Kaban Somalí, griego Uti o Oύτι; en armenio, Al-Ud, etc ... Hizo su aparición en Europa vía AlÁndalus” y de él derivan todos los laúdes actuales.
Fig. 5. Oúd árabe. Fuente: http://2.bp.blogspot.com/5m5BySdObd4/T6lflsSXN3I/AAAAAAAAD6Y/ S9oswLlZYcY/s1600/gx3651.jpg
Fig. 6. Barbat iraní. Fuente: https://www.educaixa.com/microsites/Un_te_a_la_menta/Origen_ musica_arabe/img/laud.png
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En este sentido, la República Islámica de Irán se halla el barbat-taar, en sus variantes do-taar, se-taar y chahar-taar. Menuhin y Davis (1981, p. 59) nos comenta que “el laúd persa deriva su nombre y su forma de la palabra árabe Al` ud, que significa madera”, mientras Fernández (s/f, p. 12) nos explica que el “Ud o laúd es el rey de los instrumentos de la música islámica. Su introducción en Europa fue gracias a la España musulmana. Así en Italia, y derivando de la voz árabe se denomina laúto, leu to o liuto; en español laúd, en francés luth, en alemán laute, en inglés lute”. A la par el primer testimonio seguro que se tiene acerca de una bandola es un fresco de la Basílica de San Francisco en Asís, pintado por Simone Martinni hacia el año 1332 d.n.e (Arvelo, 2001); no obstante, la primera bandola ubicada en el territorio venezolano parece ser de ocho cuerdas conocida como la bandola de Paya, zona cercana a Barquisimeto en la que se asentó y popularizó. (Strauss, 1998). En América, la bandola aparece reseñada en varios países desde los tiempos coloniales, como, por ejemplo, en el Son de la Ma´Teodora, Cuba, siglo XVI. Teodora Guines, negra manumisa [esclavizada] oriunda de Santo Domingo, que dominaba la bandola a la perfección, se radica en Santiago de Cuba contribuyendo a definir el aire del son, la carta de identidad de la música popular cubana. (Salazar, 2000)
Fig. 7. Bandola andina venezolana. Fuente: http://1.bp.blogspot.com/-UKus4efExFg/ UWKr9HhpPLI/AAAAAAAAAdU/X65pZpLCA60/s320/bandurria_frente_aros_web.jpg
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Fig. 8. Bandola llanera. Fuente: http://www.instrumentosallegro.com.ve/Thumb.ashx?path=/ IMG_Products/PAP017.jpg&x=720&y=720&mode=3
La bandola se ejecutaba a comienzos del siglo XIX, por la referencia que hace en su obra “Vida de los esclavos negros en Venezuela” de Miguel Acosta Saignes, al citar una oferta de gratificación por la fuga de un negro llamado Román el 18 de octubre de 1815, aficionado a tocar el tres y la bandola. También a fines del siglo XIX, Ramón Páez, hijo del general José Antonio Páez, con años de residencia en Inglaterra y los Estados Unidos, observa que la bandola no tiene ningún parecido con la que usan comúnmente los negros de Estados Unidos y que de hecho es una guitarra parecida al laúd. (Reinoso, 1982).
Fig. 9. Bandola central. Fuente: http://2.bp.blogspot.com/-bWq1W80aqJc/VIdH9_ukkqI/ AAAAAAAAACg/-v7gI3tMmBo/s1600/bandoCEN.gif
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Para el caso, la bandola venezolana, es procedente de la familia de los laúdes europeos que, a su vez, derivan del barbat iraní-persa u oúd árabe, pero para ahondar más es preciso realizar un estudio de sobre ambos instrumentos como aporte y construcción teórica al patrimonio cultural latinoamericano, caribeño y asiático.
Lo que se canta, se escucha y se toca: repertorios tradicionales El Diccionario de Cultura Popular (1998, p. 368) nos dice que “El joropo [es] uno de los géneros más antiguos extendidos en nuestro país”, y la Enciclopedia de la Música en Venezuela (1998, p. 69) nos dice que el joropo es un “término que se refiere a un baile folklórico así como a la música que le anima, y que es considerado como la expresión de mayor raigambre dentro de la música popular tradicional venezolana”, asimismo (1998, p. 70) que el joropo en Venezuela “es de amplía dispersión, reconociéndosele según la región por los nombres de: joropo llanero, central, centro-occidental y oriental; diferenciándose éstos entre sí por los instrumentos empleados, las variantes musicales, el sentido literario de la estrofas cantadas, y la coreografía del baile”. El día 28 de marzo de 2014, quedó establecido en Gaceta Oficial Nº 40.382, la declaratoria como Bien de Interés Cultural al Joropo Tradicional venezolano, siendo reconocido como elemento integrador de festividades y manifestaciones colectivas en todo el territorio nacional. En consecuencia, el joropo se diversificó en variantes, cada una relacionada con un espacio geográfico. Se distinguen entre otros, el joropo central o tuyero ejecutado con arpa, marca y voz (buche), el joropo oriental, el joropo central de bandola, el joropo guayanés, el joropo andino, el joropo llanero y el joropo larense. (Agerkop, 2012, p. 91) El radif en el repertorio tradicional de la música clásica iraní constituye la esencia de la cultura musical persa. Cuenta con más de 250 unidades melódicas, denominadas gushe y organizadas en ciclos, y posee un sustrato modal de base que viene a ser el telón de fondo al que se añaden los motivos melódicos más diversos. Aunque la interpretación de la música tradicional iraní se basa esencialmente en el arte de la improvisación –en función del estado de ánimo del artista y las reacciones del auditorio–, los músicos dedican varios años a dominar el radif por contener éste el conjunto de elementos imprescindibles para sus interpretaciones y composiciones. El radif puede ser vocal o instrumental y se interpreta con instrumentos que exigen técnicas de ejecución diversas: laúdes de mástil largo llamados tār y setār; cítara santur, cuyas cuerdas se golpean con macillos; vihuela de péndola kamānche; y flauta de caña ney. Transmitido oralmente de maestros a discípulos, el radif encarna a la vez la estética y la filosofía de la cultura musical persa. Su aprendizaje exige como mínimo diez años 257
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de dedicación, durante los cuales los alumnos no sólo deben memorizar su repertorio, sino también ejercitar una ascesis musical encaminada a abrirles las puertas de la espiritualidad. Médula de la música iraní, este tesoro musical refleja la identidad cultural y nacional del pueblo de Irán. (UNESCO, 2009). En consecuencia, la investigación que se plantea merece gran atención, ya que pretende contribuir al Patrimonio Cultural bi-nacional, en el entendido de que éste es una actualización del pasado al presente y, en consecuencia, un referente para la planificación del futuro, (Malo, 2000) y al mismo tiempo un conjunto de expresiones de la vida colectiva que se manifiestan en las costumbres y tradiciones, que constituyen la identidad de los sitios y comunidades.
Los antecesores Battaglini (2014), en su trabajo El joropo: evolución histórica desde el Barroco hispano hasta nuestros días nos habla acerca del joropo. Palabra que no sólo alude a nuestro género musical nacional compartido con los llanos de Colombia, sino que también es danza y es fiesta. En su aspecto estrictamente musical, debemos remontarnos a las antiguas cadencias y géneros musicales del Barroco e incluso del Renacimiento hispano, para encontrar los orígenes de este vastísimo producto cultural tradicional, el cual tantas tipologías y variantes regionales posee en Venezuela. Analiza de los elementos rítmicos, armónicos y coreográficos que lo componen, cotejándolos con parte del repertorio barroco hispano, pudiéndose así no sólo establecer evidentes y positivos vínculos de parentesco, sino también explicar algunos de ellos a través del contexto histórico-social el período colonial venezolano en el que tal vinculación tuvo lugar. Igualmente se elabora un recuento de las tradiciones musicales españolas de los siglos XV-XVIII, las cuales arraigaron en Venezuela desde fecha temprana. Se cotejan esas pistas con algunas producciones y prácticas instrumentales populares, no sólo para establecer sus orígenes, sino para verificar las modificaciones que ha sufrido su legado en aspectos tales como la creación de géneros, instrumentos, afinaciones, versificación, etc., ligados a la herencia hispánica colonial. Pascual (2013), en su trabajo El arpa en Canarias: aspectos históricos, interpretativos, compositivos, docentes, artísticos y organológicos nos dice que el arpa es un cordófono perteneciente a los denominados “pulsados” dejando huella en el Archipiélago Canario, desde el s. XIV hasta la actualidad, dentro del ámbito de la llamada, “música culta”, “música tradicional” y, en menor medida, de la “música folclórica”. La importancia de esta investigación viene dada por el hecho del acercamiento que propone el autor a este instrumento, desde distintas tipologías organológicas como el arpa gótica, el arpa renacentista, el arpa barroca de una y dos órdenes, el arpa de pedales de simple y doble movimiento, el arpa folclórica en sus versiones “paraguaya”, “venezolana llanera”, “venezolana mirandina” y “jarocha mexicana”, las arpas celtas, el uso de las nuevas tecnologías, las arpas pertenecientes a otras culturas así como los instrumentos 258
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híbridos. El aporte de este antecedente al presente trabajo de investigación es valioso, por cuanto a la recopilación y exhaustivo análisis de todo lo concerniente al arpa en Canarias que se realizó desde el punto de vista histórico, interpretativo, creativo, pedagógico, artístico y organológico, siguiéndole la pista tanto al ámbito de cada una de las siete islas que conforman el Archipiélago como en el ámbito peninsular e internacional como es el caso de Portugal. Agerkop (2012), en su trabajo La bandola de Venezuela: el lugar y la innovación musical aborda el tema de la bandola en Venezuela, un instrumento musical que salió del anonimato para ganar difusión en todo el país, al lado del cuatro y del arpa. Plantea que existe un vínculo particular entre el instrumento y el lugar o espacio de procedencia; hay una diferencia entre la dinámica del desarrollo de la bandola en regiones rurales y en la capital. Asimismo, asevera que en las últimas décadas, el instrumento ha sido utilizado por grupos musicales e instrumentistas en Caracas, la capital del país, entrando en la dinámica de la innovación musical. Del mismo modo, habla de la fiesta del joropo que es el contexto donde la bandola luce como instrumento solista, con el acompañamiento de un cuatro y un par de maracas. Ardalan (2012), en su trabajo Persian Music meets West. [La Música persa encontrada en Occidente”] compara la manera de interpretar la música occidental europea con la del mundo musical persa, en una forma comprensible para la de los no persas, a partir de la experiencia del autor como ejecutante del instrumento se-taar y de la guitarra en un tema tan controversial como lo es el componer en pérsico con instrumentos no tradicionales, debido a las características de dicha música, teniendo en cuenta su intervalos irregulares, incluyendo cuartos de tono o digamos tres cuartos de tono y de cómo emplear el concepto armonía en dicha música, traduciendo su música patria al lenguaje musical a la occidental. La importancia de esta investigación radica en el esfuerzo para implementar la música iraní en los instrumentos musicales occidentales, representándose en dos composiciones para la guitarra al comparar dos mundos completamente diferentes, con la realización de un concierto de música tanto en el se-taar y guitarra. Hernández (2010), en su trabajo La obra compositiva de Emilio Pujol (*1886 †1980): Estudio Comparativo, Catálogo y Edición Crítica, se trazó como objetivo principal, recuperar la totalidad de la obra compositiva de Emilio Pujol y ponerla al alcance de ejecutantes, maestros e investigadores. La importancia de esta investigación llevada a cabo ha permitido recopilar en un solo trabajo una enorme cantidad de datos y valorar su objetividad y fiabilidad al cotejarlas con otras fuentes. Dicho trabajo está dividido en tres volúmenes. Los volúmenes segundo y tercero contienen los resultados de un largo trabajo de recuperación, catalogación y estudio de todas las fuentes disponibles hasta ahora dispersas en diferentes colecciones de su obra compositiva. Mientras que el primer volumen, es un acercamiento general y un inicial intento de 259
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valorar la trascendencia de esta producción, en tanto representativa de un estilo de composición para guitarra en uso durante la primera mitad del siglo xx y su influencia en el desarrollo de nuevas tendencias durante los años subsiguientes. Porras (2010), en su trabajo Los instrumentos musicales en el Románico Jacobeo: estudio organológico, evolutivo y artístico - simbólico, lleva a cabo una labor interdisciplinar en la que se fundan elementos artísticos (plásticos e iconográficos) y musicales, de manera que la escultura y la pintura presentes habitualmente en la Arquitectura, se conviertan en materias auxiliares de la musicología, definida ésta como la ciencia que estudia la música en todos sus aspectos históricos, comparativos y teóricos que tiene entre sus ramas más importantes la organología, que se centra básicamente en tres campos de estudio: origen y clasificación de los instrumentos a partir de aspectos etnológicos y antropológicos, descripción material de los mismos y técnicas interpretativas específicas. La investigación nos da una clara idea de cómo en la época medieval, la iconografía se presenta como una ciencia auxiliar fundamental para el desarrollo de la organología, puesto que numerosas edificaciones del momento cuentan con representaciones más o menos fidedignas de diferentes instrumentos musicales, lo que deberá ser tomado como punto de partida para un análisis riguroso posterior. El aporte de este antecedente al presente trabajo investigación, estudia el Periodo del Románico a lo largo del Camino de Santiago, para el desarrollo posterior de instrumentos de música: muchos de ellos evolucionarán mientras que otros irán quedando obsoletos y, gradualmente, serán menos utilizados y desaparecerán. Asimismo, la importancia que tuvo el Camino de Santiago, con sus diferentes ramales, para el desarrollo de aspectos sociales y artísticos: numerosos extranjeros, concretamente francos, contribuyeron activamente a la repoblación de aquellas zonas que iban siendo reconquistadas a los árabes. La literatura también se vio favorecida por esta ruta en un momento (siglo XI) en el que peregrinos y cruzados, que regresaban de combatir contra los musulmanes, comenzaron a considerar como «patrón» a Carlomagno y sus ejércitos. La música no podía ser una excepción: los principales avances de la época en este terreno (nacimiento y desarrollo de la polifonía), fueron conocidos y «exportados» desde escuelas situadas en París y otras localidades del Camino, destacando sobre todas, las de San Marcial de Limoges y la de Santiago. Por último, en el contexto artístico, debemos hablar de las iglesias de peregrinación, templos que presentan una estructura y una tipología común especialmente indicada para acoger grandes grupos de peregrinos ávidos de ver y rezar ante las reliquias de diferentes santos. Farhat (2004), en su trabajo The Dastgah Concept in Persian Music [El Concepto Dastgah en la Música Persa], nos comenta acerca de la tradición del arte de interpretar 260
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la música de persa en doce sistemas modales, conocidos como dastgahs. Muestra cómo cada dastgah representa un complejo de modelos melódicos estructurados sobre la base de que un artista produce piezas improvisadas que giran en torno a las melodías de un núcleo central no especificado, y que el músico llega a conocer a través de la experiencia y la absorción que incluye entrevistas con destacados músicos y grabar más de cien horas de música. El aporte de este antecedente al presente trabajo investigación ayudará en gran medida al análisis de la estructura interválica, patrones melódicos, modulaciones, e improvisaciones dentro de cada dastgah, al examinar parte del repertorio clásico de los últimos tiempos. Hilarian (2003) en su trabajo Documentación y rastreo histórico del laúd malayo (gambus) expone parte de su estudio de campo y las metodologías de investigación usadas en dicho estudio. Explora la apariencia de dos instrumentos tipo laúdes conocidos comúnmente como gambus en el archipiélago malayo. El enfoque principal está centrado en los problemas para documentar el temprano desarrollo histórico de las distintas variantes de gambus. La investigación se vuelve bastante compleja dado que existen pocos estudios escritos sobre estos instrumentos, ya sea en bahasa melayu o en inglés. A partir de esto se examinan las controversias respecto a la transmisión y desarrollo de los instrumentos tipo gambus en el archipiélago malayo. Arvelo (2001), en su trabajo La bandola venezolana, se concentra en los ámbitos humanos y naturales de las cuatro bandolas nacionales: la barinesa, la yabajera de Guaribe, la oriental y la guayanesa, con un último capítulo sobre la síntesis de esas modalidades en la bandola caraqueña. Hace, además, una revisión teórica sobre el sentido del arte popular y su permanente vigencia como amalgama fundamental de nuestra toma de conciencia como nación. La investigación explora las raíces del instrumento desde sus antepasados milenarios hasta sus orígenes inmediatos y populares.
Instrumentos musicales: ¿antiguos y actuales? Basado en las fuentes especializadas que actualmente contienen información sobre los temas referidos al instrumento musical bandola y el barbat-taar iraní, el nivel de investigación que se aplicará será un análisis descriptivo y comparativo (Hernández y otros, 2006) al construir un aporte teórico y organológico de instrumentos musicales así como la interpretación y forma de tocar el repertorio de música tradicional para la bandola venezolana y el barbat-taar iraní. La investigación (a nivel descriptivo) consiste en llegar a conocer situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la descripción exacta de las actividades, de los objetos, procesos y personas. Su meta no se limita a la recolección de datos, sino a la predicción e identificación de las relaciones que existen entre dos o más variables. De este modo, el investigador escoge los datos sobre la base de 261
Be name Khoda - En el nombre de Dios Bandola y Barbat-Taar: Patrimonio Cultural Venezolano e Iran铆
una hip贸tesis o teor铆a, expone y resume la informaci贸n de manera cuidadosa, luego analiza minuciosamente los resultados, a fin de extraer generalizaciones significativas que contribuyan al conocimiento.
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TERCERA PARTE APORTES DESDE EL PATRIMONIO CULTURAL
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Un Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño por: Gustavo Rafael Merino Fombona1 Resumen El objetivo fundamental de esta investigación fue crear Un Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño, basado en la gestión de Fundapatrimonio-Alcaldía de Caracas, durante el período agosto 2000 - febrero 2007 en el municipio Libertador. El estudio se enmarcó dentro del paradigma humanista, realzando el valor y dignidad del hombre como un ser humano en libertad, que tiende a su autorrealización, su aproximación al otro, actor y constructor de su propia vida. El proceso investigativo se asumió con una metodología cualitativa desde una perspectiva fenomenológica, donde los sujetos eran expertos con experiencia en Fundapatrimonio-Alcaldía de Caracas, e igualmente, especialistas en el tema del patrimonio cultural; asimismo, un grupo de usufructuarios de las obras ejecutadas durante la gestión de los años del 2000 al 2007 del ente mencionado, fueron entrevistados sobre la experiencia institucional en cuestión, además de la vivencia del investigador como Presidente de la institución en el espacio temporal seleccionado para el estudio. La relación dialógica como postulado de la investigación cualitativa se hizo presente entre estos sujetos donde el conocimiento que poseen sobre la realidad y su interpretación, generó información que sirvió como cimiento para la creación del Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño. El marco referencial se elaboró a partir de investigaciones vinculadas al tema en desarrollo y asunciones sobre cultura, modelo, gestión del patrimonio cultural municipal, gerencia, humanismo, enfoque integral de sustentabilidad y gestión institucional de Fundapatrimonio. El método que orientó la investigación fue la Teoría Fundamentada que llevó implícita la técnica comparativa constante o continua a través de la cual emergieron las categorías que conformaron el Modelo, para consolidar una oferta referencial en Gerencia de Patrimonio Cultural que permitió mejorar el bienestar sociocultural de esa geografía caraqueña.
Palabras Clave
Patrimonio Sociocultural Gerencia, Humanismo Fundapatrimonio Modelo *
1. Docente Universidad Central de Venezuela. Profesor Titular-Universidad Metropolitana. Doctor en Patrimonio Cultural. Postdoctor en Ciencias Sociales, mención Administración y Gerencia. Postdoctor en Estudios Políticos Latinoamericanos. Profesor de Doctorado en Gestión del Patrimonio Cultural-ULAC. Caracas-Venezuela.
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Un Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño
Introducción El comportamiento de las organizaciones institucionales juega un papel importante en la vida del ciudadano, éste vive en constante interacción con un sinnúmero de instituciones que moldean su conducta en la medida en que esa interrelación es continua y sistemática. Bajo esta premisa cumple su actividad una institución que en los últimos años ha intentado ofrecer una nueva perspectiva de los valores que conforman la venezolanidad y la caraqueñidad en la vida del ciudadano común del país o de su capital, se trata de Fundapatrimonio-Alcaldía de Caracas, en su período agosto 2000 febrero 2007, una organización que fue fundada en el año 1993, que a pesar del poco tiempo de existencia, se ha convertido en el adalid del rescate del patrimonio histórico cultural del municipio Libertador de Caracas. Entendiendo que desde su fundación hasta ese intervalo las gestiones fueron moderadas en relación al inventario, y mucho más acentuadas fueron por sus escasas ejecuciones de restauración en infraestructuras históricas de gran formato, así como una apocada relevancia sobre la programación sociocultural de los espacios o edificaciones de valor histórico, arquitectónico o cultural, en la geografía del municipio Libertador de Caracas. Estos argumentos se basan en los compendios de registros periodísticos entre los años 1993 al 2000, donde se denotan insuficientes referencias de trabajo en rescates patrimoniales, careciendo Fundapatrimonio de una gestión estructurada e integral, en ese lapso; existen escasísimas referencias o casi nulas en las fuentes de Internet, en cien páginas de Google Académico (2010) no se hallan datos significativos sobre modelos de Gerencia en Patrimonio Sociocultural caraqueño e, igualmente, con los registros editoriales, donde no existe referencia alguna sobre modelos de gerencia integral en patrimonio sociocultural caraqueño desde el año 1993 hasta el 2000. Este ente comienza y consolida la génesis de una institucionalidad para con el patrimonio sociocultural caraqueño en el período de gestión de los años 2000 al 2007, como lo señala la Revista de Prensa Iberoamericana, Número 4, del 30 de julio del (2006), país Venezuela. Que refiere la labor constante de casi ochenta obras infraestructurales históricas y las programaciones socioculturales que en los espacios rescatados se realizaron. En tal sentido, la presente investigación se torna relevante, pues develó un modelo de gerencia y humanismo del patrimonio sociocultural caraqueño del municipio Libertador desde el año 2000 al 2007, desde la gestión de una institución que por mucho tiempo no fue reconocida, pero que en los años del 2000 al 2007, su obra estuvo dirigida a lograr la excelencia; así, se puede señalar que Fundapatrimonio en el período del tiempo relatado fue realizando una gestión muy interesante e intensa en resultados concretos, a partir de mediados del año 2000. Por tales razones, es 268
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de hacer notar que el trabajo de aquel grupo de hombres y mujeres constituye un proceso socioeducativo que intenta elevar la calidad de vida de más de 4 millones de venezolanos, más que el simple rescate de las obras patrimoniales del venezolano. El propósito de la presente investigación consistió en realizar un estudio desde la gestión delimitada en el período señalado, soportada en bases teóricas científicas y sólidas, en el rescate integral de los valores patrimoniales de dicho municipio, para lograr una tesis bajo la perspectiva fenomenológica, con una metodología cualitativa, utilizando el método de la Teoría Fundamentada y la técnica de confirmación de la saturación teórica, de donde emergieron las categorías de cuyo análisis e interpretación, se creó un Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño del municipio Libertador, en base a la vivencia señalada. El desarrollo del presente estudio se justificó plenamente, dada la importancia de conocer un proceso que ha revitalizado el acervo cultural venezolano y, muy específicamente el caraqueño, a raíz de la gestión de Fundapatrimonio, organización dedicada a la restauración, mantenimiento, conservación del patrimonio histórico de Caracas, además de la programación sociocultural de los espacios recuperados, desde el año 2000 al 2007. En términos generales, esta investigación fue notable, en virtud que develó la comprensión de la gestión de un grupo de funcionarios, que permitió mantener, conservar, restaurar y difundir aspectos de gran relevancia, vinculados al patrimonio histórico cultural integral caraqueño, además de programar social y culturalmente lo reconstruido. Asimismo, creó un Modelo que abarcó desde 2000 al 2007, basado en los diferentes elementos y procesos que interactuaron para dar origen a la obra fundamental de la citada organización. Por ello se investigó la gestión y se creó un modelo integral de esta naturaleza por vez primera, derivado del estudio, lo que eventualmente permitió la reflexión, la acción enriquecida y el reforzamiento de gestión del patrimonio histórico y sociocultural caraqueño de otros actores, quienes tendrán el privilegio de desarrollar actividades similares o más amplias a las ya ejecutadas por Fundapatrimonio-Alcaldía de Caracas en el período agosto 2000 febrero 2007, en un futuro. Este modelo servirá de patrón para el desarrollo de procesos de equivalente naturaleza, contribuyendo así con la profundización de la cultura colectiva y el acervo histórico cultural de la ciudad de Caracas en el municipio Libertador. Igualmente, se trató de un estudio factible a ser desarrollado, en virtud del fácil acceso del investigador a las fuentes de recolección de la información, dada como fue, su condición de Presidente de la organización, objeto de estudio durante el período agosto 2000 - febrero 2007. De igual manera, se dispusieron de los recursos y el tiempo necesario para llevar a cabo la presente investigación, hecho este que garantizó su factibilidad. El trabajo 269
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tendió a ser original, puesto que trató un tema nuevo, fresco y poco estudiado en el contexto académico, debido a que hay mínimos documentos sobre modelos gerenciales municipales de dicha área, útil para desarrollar gestiones integrales con el patrimonio histórico y sociocultural de Caracas. Se generó, además, una información de relevancia que permitió concebir orientaciones específicas vinculadas al tema de estudio, el cual es una demanda real de la gente, lo que ha contribuido a mejorar la calidad de vida institucional e individual a través de una fuerte dosis de pertinencia social, de reforzamiento en la identidad, la memoria, la querencia y reconocimiento del patrimonio cultural para reconocer los valores históricos de la sociedad caraqueña y poder detentar esta referencia para posibles futuras aplicaciones de gerencia en esta área institucional a la ciudad de Caracas y a otras zonas geografías del país.
Recorrido metodológico Dada la naturaleza cualitativa de la presente investigación, se privilegió la profundidad al intentar captar las experiencias vitales en la voz de los actores (informantes) en sus ámbitos naturales. El centro de interés del estudio lo constituyó la percepción de los citados actores, el sentido y los significados que le confirieron al objeto de estudio, utilizando para tal fin una metodología vinculada al ser humano en su dimensión social y una serie de métodos y técnicas de análisis e interpretación que contribuyeron a la comprensión del hecho observado desde la perspectiva de la complejidad y el detalle, con un perfil analítico interpretativo, en correspondencia con lo expresado por Strauss y Corbin (2002), quienes definen que la investigación cualitativa se ocupa de la relación de las personas, de historias, de comportamientos pero además, del funcionamiento organizacional, de los movimientos sociales o de las relaciones interaccionales: Puede tratarse de investigaciones sobre la vida de la gente, las experiencias vividas, los comportamientos, emociones y sentimientos, así como al funcionamiento organizacional, los movimientos sociales, los fenómenos culturales y la interacción entre las naciones. Algunos de los datos pueden cuantificarse, por ejemplo con censos o información sobre los antecedentes de las personas u objetos estudiados, pero el grueso del análisis es interpretativo. (p. 12) Por tales razones, las construcciones teóricas se realizaron aplicando el método de la Teoría Fundamentada de Strauss y Corbin y para la interpretación de la información, estrategias planteadas por Coffey y Atkinson (2003), donde el análisis se encuentra a lo largo de todo el proceso de investigación. En consecuencia, se trabajó con el método comparativo constante derivado de la teoría ya mencionada. Sus creadores Glaser y Strauss (1967), hacen referencia a cuatro fases para el estudio de un fenómeno: a) comparación de aspectos aplicables a cada categoría, b) integración de categorías y sus propiedades, c) delimitación de la teoría y d) conceptualización inductiva. En este sentido, la investigación que se presenta intenta generar construcciones 270
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y deconstrucciones a través de la relación dialógica intersubjetiva, con un diseño lo suficientemente flexible para enfrentar situaciones imprevistas, revisando, incorporando y generando nuevos planteamientos, a partir de las novedades y hallazgos que se obtuvieron en el desarrollo del análisis. A objeto de lograr este propósito, se trabajó en el marco del muestreo teórico acerca del cual Glaser y Strauss (ob. cit.) señalan que “se realiza para descubrir categorías y sus propiedades y para sugerir las interrelaciones dentro de una teoría” (p. 62). De allí que a través del empleo del muestreo teórico y, por supuesto, del muestreo intencional, se seleccionaron e incorporaron los casos estudiados según su potencial para ayudar a definir o expandir la información lograda. En tal sentido, la selección de los informantes se realizó siguiendo los planteamientos de Glaser y Strauss (ob. cit.), quienes definen como criterio básico para la selección de los grupos, la relevancia teórica que las unidades tienen para modificar la teoría mediante el desarrollo de categorías emergentes, lo que significa que la construcción de la teoría se realizó a medida que se interpretó la información en el análisis comparativo, hasta como se llegó a la saturación teórica de las categorías y subcategorías, en otras palabras, en el momento cuando la información comenzó a ser reiterativa o repetitiva. Como dicen Strauss y Corbin (2002) “Una pregunta que se presenta una y otra vez es durante cuánto tiempo debe el investigador continuar el muestreo. La regla general al construir una teoría es reunir datos hasta que todas las categorías estén saturadas”. (p. 231)
Algunos enfoques teóricos sobre el estudio la cultura Tratando de resolver el problema de la falta de una definición común de cultura, podemos referir a Herrero (2002): La cultura es una abstracción, es una construcción teórica a partir del comportamiento de los individuos de un grupo. Por tanto nuestro conocimiento de la cultura de un grupo va a provenir de la observación de los miembros de ese grupo que vamos a poder concretar en patrones específicos de comportamiento. (p.1). Y a Morin (1997): Queda por mostrar, ahora, que el hombre es totalmente cultural. En principio, es necesario recordar que todo acto está totalmente culturizado…..Definiré, pues, así, el nudo gordiano de la nueva antropología: el ser humano es totalmente humano porque es al mismo tiempo plena y totalmente viviente, y plena y totalmente cultural. (s/p)
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El Modelo En el texto conceptual nos dice Barrera sobre el Modelo (2007): Es un complejo de ideas, preceptos, precogniciones, conceptos y afirmaciones mediante los cuales se indaga y a través de los cuales se percibe, se aprehende, se comprende. El modelo permite “entender” lo que se percibe y, en consecuencia, propicia el acto (p. 13).
La gestión del Patrimonio Cultural municipal Según la página web de la Asociación Española de Gestores de Patrimonio Cultural (2008) es esta gestión “la eficiente administración de recursos (culturales, humanos, económicos y de todo tipo) ordenada a la consecución de, objetivos sociales que afecten al patrimonio cultural”.
Gerencia Manifiesta García (2005): “La Gerencia es un complejo tratado de conceptos y mecanismos, mediante el cual se puede exigir cumplimiento y precisar normativas y resultados.” Parafraseando al teórico de la Administración Elton Mayo, ésta debe ser generalmente humanística. Cita Pérez (2005) apreciaciones sobre gerencia: … entre ellas podemos mencionar: a) administración de personal cuyos antecedentes se remontan a los estudios de Hawthorne de Elton Mayo y su equipo de colaboradores; b) organización y métodos cuyos antecedentes se pueden encontrar en los estudios de movimientos y tiempos de Taylor y los esposos Gilbreth; y c) presupuesto por programas, cuyos fundamentos están en los sistemas de costos standard utilizados en las empresas privadas. Esta tendencia continúa en nuestros días; quizás el ejemplo más notable es el de la gestión de la calidad total, enfoque al que han dedicado atención varias publicaciones en relación con su aplicación al sector público. (pp. 2-3).
Gerencia pública De Cepeda (2006), dice que para Plasencia (1994), la gerencia pública “se define como el conjunto de conocimientos y prácticas que permiten mejorar la racionalidad de la dirección administrativa del Estado en términos sociales” (p.4); sin embargo, Bozeman (1993) menciona que “la gerencia pública supone un focus sobre una estrategia (más que sobre un proceso gerencial) sobre las relaciones interorganizacionales y sobre la intersección de la gerencia y las políticas públicas”. (p. 4)
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Humanismo Aquí podemos citar la génesis del humanismo en la época helénica con su precursor, Aristóteles (384 a. C. - 322 a. C.), filósofo griego, nacido en Estagira, Macedonia (hoy Grecia), donde todas las reflexiones iban dirigidas a revaluar el valor de la dignidad humana, apreciamos en algunos de sus aforismos su amor a la humanidad, Literato. es (2010): La poesía es más profunda y filosófica que la historia. Los discursos inspiran menos confianza que las acciones. El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz. El género humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento. La verdadera felicidad consiste en hacer el bien. La dignidad no consiste en nuestros honores sino en el reconocimiento de merecer lo que tenemos. Aforismos sobre los valores humanos dejaron los clásicos como Aristóteles. Después tuvo como intervalo de luz humanística a la edad del Renacimiento donde se consagraron unas de las manifestaciones más elevadas del humanismo, bien dice Colomer (1997): …hay que ver el Renacimiento como un fenómeno grandioso de renovación y reformación espiritual, que se sirvió, como estímulo eficaz, del retorno a la Antigüedad clásica. Pero la vuelta a los antiguos, como retorno a los orígenes, es el medio, no el fin del movimiento renacentista.” Y sigue: “En este sentido, como sostuvo Burdach, Renacimiento y Humanismo coinciden. (p. 9) Los términos sobre humanismos varían y lideran su amplitud, tomando en cuenta a todos los humanos sin excepción; en América Latina y del Caribe un teórico supremo que imanta los representantes de esta visión total, de toda entidad humana es Leopoldo Zea (1987), que refiere al unir la cultura-el desarrollo-los humanos y el humanismo. …La universalidad a partir de la comprensión y respeto de las peculiaridades expresadas, la comprensión como punto de partida de proyectos que no descansen ya en relaciones verticales de dependencia, sino en relaciones horizontales de solidaridad. La UNESCO cumple con tareas como ésta, con la misión que le ha sido encargada: la búsqueda de la paz por la vía de la comprensión que han de guardar entre sí hombres y pueblos. (p. 8).
Patrimonio Cultural La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura UNESCO (2008) expresa que el patrimonio cultural de una sociedad está conformado por:
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ºBienes Culturales materiales: son todos aquellos bienes que tienen una caracterización física, es decir, que tienen cuerpo como los libros, los documentos, los sitios históricos y los lugares arqueológicos. ºBienes Culturales inmateriales: innumerables grupos y comunidades de todo el mundo que transmiten los valores culturales de generación en generación, generalmente por vía oral, verbigracia las fiestas religiosas, las creencias en obras de fe, las fábulas sociales, los idiomas y dialectos, las costumbres fonéticas del habla entre otras. ºBienes Inmuebles: lo constituyen las edificaciones, los monumentos religiosos, los espacios públicos, militares, construcciones en piedra y otros materiales, entre múltiples obras de ingeniería material. ºBienes Muebles: son aquellos objetos que pudieran ser movidos o trasladados, tales como instrumentos musicales, vestidos, orfebrería, obras de arte, artesanías, documentación valorativa, muebles, fotografías, armas entre otros muchos, se constituyen como Complejos de Acceso a los conocimientos y a la sabiduría de las culturas todas y a la presentación e integración cultural de la educación formal e informal, participan también en el entendimiento recíproco y en la unidad social, así como en el desarrollo humano y económico. ºPatrimonio Natural: monumentos naturales, formaciones geológicas y fisiográficas y las zonas estrictamente delimitadas que conformen el hábitat de especies animal y vegetal amenazadas y los lugares naturales o sitios naturales delimitados que contengan un valor universal excepcional a partir del punto de vista estético, científico, o de belleza natural. ºPatrimonio Cultural Subacuático: son todos aquellos rastros de existencia humana, que estén o hayan estado bajo el agua, de modo parcial o totalmente y que contengan un valor cultural o histórico.
Gerencia del Patrimonio Sociocultural Castellanos (2008) puede soportar teórica y filosóficamente el deber ser de la gerencia del patrimonio sociocultural: En forma básica, la acción del Estado y de las políticas públicas respecto del patrimonio cultural debe conjugar acciones dirigidas a fomentar su continua producción, protección, recuperación, sostenibilidad, divulgación, rehabilitación y el acceso de la comunidad 274
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al mismo. Desde el ámbito constitucional, desarrollado en legislaciones más o menos integrales se consagra la obligación estatal y de todas las personas de proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación, lo cual significa una amplia acción de la institucionalidad administrativa y de los particulares que se concreta en una red de derechos, de deberes de abstención y de cuidado, de promoción, de provisiones financieras y de políticas públicas. En la perspectiva de lo público se exige en forma esencial una intervención activa que sin dirigismos, sin censuras, sin contrapartidas de orden político o ideológico. Genere ese tipo de acciones respecto del rico mosaico de los derechos culturales. (pp.37-38)
Lo local o municipal Podemos mencionar que según “El Municipio” (Manual de Definiciones y Conceptos) (2008) “el término Municipio proviene del latín, compuesto de dos locuciones: el sustantivo Munis, que se refiere a cargos, obligaciones, tareas, entre otras varias acepciones; y el verbo Capere, que significa tomar, hacerse cargo de algo, asumir ciertas cosas”; luego, entonces, en estricto sentido y por etimología, municipio sería la acción y efecto de asumir y realizar un conjunto de responsabilidades, que en nuestro caso serían de carácter público. La concepción de Fundapatrimonio, organización de donde parte el estudio, es ampliamente extendida en la introducción del Modelo que a continuación se expresa.
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Un poema, una utopía, un aforismo, la acrobacia de una oración idealista, la expresión superlativa del máximo sentimiento positivo, son valores irrefrenables de la entidad humana. Posibilitar, entonces, que alguna de esas sustancias imaginables e ilimitadas residente en una sílaba de amor se trasmute al usufructo del prójimo, del anónimo, del desconocido, del mortal por nacer, es el aeropuerto que despega la autenticidad de la esperanza desde las maneras gloriosas del andar civilizatorio y cultural. Uno de los caminos, de los puentes turquesa, donde el cielo se acerca para responder a incertidumbres, paradojas, contradicciones y desasosiegos filosóficos, es sin duda mayor, la memoria, la identidad, la recordación y los haberes anecdotarios, que nos arrojan una almohada de seguridades relativas y posibles, donde la navegación de nuestro ser, alcanza a un puerto de respuestas concebidas, con sustancia no brumosa ni de superficie en tiempo y espacio. Conocer palmariamente de dónde venimos en estaciones remotas, calma la ansiedad de la lógica del génesis respondido por el ardor de la espesura del infinito, serena el reencuentro prolongado con las preguntas del día y de la noche. Apreciar con sentidos, tactos, y aviones de ideas en el cielo del pecho de cómo eran nuestros paisajes en las querencias de los abuelos, de los bisabuelos y de los tatarabuelos, otorga un lazo maravilloso al vértigo sin referencias conectables, al ayer, al hoy y al mañana. Por esto, el sudor intenso y sostenido, en el plan, diseño múltiple, ejecución incansable, espiritualidad programática que desarrolló un grupo de hombres y mujeres en el período de los años 2000-2007, vinculados al tema y a la gestión del patrimonio cultural de Caracas, en Fundapatrimonio-Alcaldía caraqueña. Son cada una de esas gotas de energías humanas y hondas, la representación de los que amamos a Caracas y a Venezuela: ochenta y siete obras de restauración (87 obras) y cincuenta mil actividades socioculturales (50.000 actividades socioculturales), usufructuadas por más de dos millones quinientas mil personas, es esta labor, sin duda alguna, una referencia gerencial sociocultural para esta tierra. Premiada por todos los sectores de la sociedad venezolana, garantiza la imparcialidad de esta voluntad. Quiere este Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño ser un ave multiplicadora para cosechar el recuerdo perenne de un combate por la profundidad humana, por la ternura y cariño hacia cada uno de los venezolanos y venezolanas existentes en el planeta, que fueron la musa mística para cumplir una página luminosa de una Caracas de música, de teatro, de canto, de paseos, de estatuarias, de reurbanizaciones, de artes, de multiplicidades creadoras, de edificios que recobran su monumentalidad, de centros históricos culturales, de plazas con manos unidas, de ciudadanías, todo para albergar el cosmos de alegrías a la Caracas asombrosa que revuela en el paisaje del renacimiento donde pórticos abiertos de oxígeno y felicidad en el hábitat cultural son posibles, vivibles. Manantiales ciertos del porvenir. Las ciudades son estructuras de concentración de personas, con un fin común de dicha, pero tendentes al descenso de la calidad de la vida, sobre todo, en los países del ”tercer mundo”. Nuestras urbes tienen una gran deuda con el ser humano, donde 276
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la cotidianidad y la convivencia posibilitan al sujeto urbano una universalidad de crucigramas para vivir. Por ejemplo, resulta altamente preocupante el auge destructivo que implica la inmensa fortuna de capitales desordenados y sin dirección en el orbe contra la sensibilidad hacia los demás. Alarma sólo pensar cuando se construye un enorme espacio de energía atómica, dejando en el exilio todas las inversiones sociales. También el proceso reflexivo de las ciudades implica un panorama dual entre los extremos, por ejemplo la hambruna y la obesidad. En este sentido, las ciudades nos arrastran hacia una especia de alucinaciones de valores incompletos. El axioma asimétrico de lo humanístico y la supervivencia biológica coinciden en la terráquea paradoja de la evolución. El reto de Caracas es llevar a cabo, a través de las instituciones como FundapatrimonioAlcaldía de Caracas, la posibilidad de construir y reiterar orientaciones que puedan crear distensión y separación de las amenazas. El patrimonio cultural genera la pedagogía de la no repetición de los errores ulteriores, debido a que hay una historiografía palmariamente visible a través de la arquitectura, recordando las manifestaciones logradas, como los acontecimientos más macabros, decadentes o degenerativos del pasado para poder reconquistarlos, rectificar y salvarnos a través de los días por germinar. Caracas no escapa de esta realidad, el municipio Libertador es donde reside la mayor escala de dificultades para poder crear un estadio de resurrección que pueda circular y mostrarse en la mejor punta del relieve humano en ciudadanía. Se trazó como meta estrechar la relación con el Estado y el campo productivo y la ciudadanía optimizando la vinculación de esa triada inexorable del desarrollo sustentable. En seis años y medio se creó, gestionó y conquistó la estructura de donde emergió este nuevo sistema de patrimonio cultural en el municipio libertador que se presenta en esta investigación, como ejemplo de punta en el ejercicio público, con la contabilidad gerencial de ochenta y cuatro obras de restauración, solo dos de ellas Los Próceres y El Silencio contienen cuarenta hectáreas restauradas. Más de cincuenta y cinco mil actividades socioculturales con un número de usufructuarios de dos millones quinientos mil ciudadanos. De aquí, de este cósmico sudor se logró inocular en la conciencia del caraqueño y del venezolano el tema del patrimonio sociocultural, que antes era casi nulo. De este gran compás positivo, se derivó de la metodología cualitativa aplicada develar un Modelo de Gerencia y Humanismo del Patrimonio Sociocultural Caraqueño desde las fuentes emancipadoras de los expertos, de los usufructuarios y del servidor ejecutante, observador-participante del estudio, este modelo emergió de esta tesis y de las categorías nacidas del análisis; se soporta en una visión y ejecución sistémica, transdisciplinaria, interconectada a treinta y dos ejes relacionados, interdependientes y orgánicos que descubren una teoría de gerencia y humanismo del patrimonio 277
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sociocultural caraqueño, en este caso la teoría es el modelo, al aplicar los siguientes 32 Ejes Operativos cualicuantitativos se materializa el Modelo de Gerencia creado. Sin duda, será un aporte crucial para el mejor desempeño de gestiones del patrimonio sociocultural de Caracas, específicamente del municipio Libertador, debido a que no existen registros de modelos integrales en este municipio, en la dimensión que esta investigación nos arroja a una referencia más compleja y completa. Pudiendo ser extendida y aplicada a otros municipios del país y del mundo.
Un modelo de gerencia y humanismo del patrimonio sociocultural caraqueño con sus 32 ejes operativos: 1.- Eje político y gerencial Son los contenidos aplicados de potencialidad política y relaciones múltiples a corto, mediano y largo plazo y sus implicaciones centrales –periféricas y externas, además del manejo de las ciencias gerenciales y administrativas (humanas, de fomentos, financieras, tecnológicas, informáticas, intra y extra organizacionales, sistémicas y materiales) que propendan al crecimiento-eficacia y éxito institucional en los tiempos jurídicos constitucionales de gestión institucional municipal. 2.- Eje de inventarios y valoraciones Es el proceso científico que inventaría, registra, jerarquiza, memoriza, vigencia y valora los patrimonios socioculturales caraqueños en el municipio Libertador para lograr su amparo legal y protección compuesta, implantando mecanismos de salvaguarda. 3.-Eje ambiental Vinculado al patrimonio que la naturaleza ha dejado a nuestra ciudad, que circunda con los inmuebles históricos convertidos en centros de desechos en los que, después de una intensiva recuperación, se les devuelve su armonía urbano-ambiental. Verbigracia Parque Nacional El Ávila, ecosistemas fáunicos, florales, arbóreos, biológicos, naturales. 4.- Eje histórico - moderno Corresponde a la mixtura temporal y tipológica de las edificaciones que por practicidad han conformado la zona histórica central de la ciudad y sus centros parroquiales del ayer. Pretende ampliar el concepto de patrimonio, integrando las obras del municipio Libertador que sean fieles exponentes de épocas anteriores en articulación y armonía con símbolos y cimentaciones de la modernidad. 5.- Eje de convenios y acuerdos estratégicos, tácticos y operacionales Se refiere a la necesidad de implantar, desarrollar y ejecutar convenios y acuerdos interinstitucionales nacionales e internacionales, públicos, privados, comunitarios y mixtos o combinados en todos los ámbitos organizacionales en sus múltiples e infinitas manifestaciones.
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6.- Eje cronológico Se refiere a la necesidad de preservar para la posteridad distintos ejemplos de arquitectura caraqueña propia de tiempos pretéritos, para que en un recorrido por la ciudad, el habitante sea capaz de reconocer, apreciar y respetar las particularidades de cada época. 7.- Eje estatuario Relacionado a la restauración-conservación y promoción de la estatuaria del municipio Libertador y su conectividad con el espacio público. Hay más de 200 sitiales y derivaciones prioritarias inventariadas, con monumentalidades de diversas escalas y décadas, previo a la querencia de su recuperación. 8.- Eje fronterizo Los lugares límites de Caracas, se unen a los valores pertinentes para desarrollar la conciencia preclara del patrimonio cultural. En este eje gerencial, se inscribe la colocación de la réplica de María Lionza en el este geográfico-autopista Francisco Fajardo y la restauración de la fachada de la iglesia Macarao, ubicada al otro lado oeste de la ciudad. 9.- Eje estratégico-político-demográfico La meta es trasladar la conciencia de la restauración, cuido y preservación de obras patrimoniales y espacios públicos en las zonas con mayor cantidad de poblamiento de la capital y también del país. Esto conlleva a la multiplicación de voluntades cuantitativas y de calidad en un grado significativo de ciudadanos y ciudadanas que viven aglomerados en zonas muy concentradas de traumas urbanos, pudiendo revalorizar su identidad y convivencia espiritual con el desarrollo del patrimonio sociocultural de esos sitios y por ende generar bienestar general al municipio y toda el área metropolitana de Caracas y el país. 10.- Eje de comunicación e Información Conjunto sistémico comunicacional e informativo holístico, a través de productossubproductos, elementos y medios de difusión infraestructurales y mediáticos u otros productos informativos que establecen un fructífero diálogo e interacción entre las comunidades y sus patrimonios socioculturales superlativamente emblemáticos. 11.- Eje histórico - cultural Se fundamenta en el Plan de revitalización y revalorización del Centro Histórico de Caracas y sus patrimonios socioculturales. Son los Centros Fundacionales y sus enlaces, que motivan inductivamente un conjunto de proyectos que articulan y sinergizan con entes del Estado, el sector privado y la comunidad una visión mixta y unida, para recuperar desde el centro o los centros parroquiales a todo el municipio.
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12.- Eje sociocultural Fomenta la producción de las infinitas manifestaciones o expresiones históricas, artísticas, religiosas, institucionales y comunitarias mediante una permanente programación ofrecida dentro de los espacios restaurados, como oferta de almamente y alma para la comunidad y la conservación de los patrimonios culturales. 13.- Eje gubernamental Las definiciones de este eje se explican con el rescate de edificaciones que sirven de fundamento al ejercicio ramificado y compuesto de los poderes del estado soportados en la constitución. 14.- Eje sociocultural - integral Satisface la corresponsabilidad de la demanda ciudadana para responder con una educación completa: cultural, física, intelectual y espiritual, dotando los proyectos de rescate patrimonial de Centros Socioculturales con sitiales educativos, deportivos, de recreación y esparcimiento. Motoriza la agudización del intelecto y la investigación por parte de estudiantes, profesionales y de la comunidad, de la ciudadanía en general, con una visión extensiva y amplia. 15.- Eje residencial Propone la restauración de estructuras y de conjuntos residenciales vivibles con decencias materiales e inmateriales. El fin es la demostración de lo residencial en dignidad humana e histórica. Verbigracia de este eje es la reurbanización El Silencio. 16.-Eje privado Enlaces compuestos estratégicos y operativos con el sector privado como una vía racional de rescate del patrimonio cultural de Caracas, entendiendo que un alto número de este es de propiedad privada. 17.-Eje multi institucional Planes que materializan asociaciones productivas con organizaciones positivas de diversas personalidades jurídicas, contribuyendo a la amplitud de actores funcionales para ejecutar el complejo proceso de recuperación del patrimonio edificado-natural e inmaterial de la ciudad. 18.-Eje sociocultural del libro Oferta a la comunidad la opción de ahondar con la historia escrita de la ciudad, vehiculizando la cultura y la promoción de la lectura mediante la recuperación y renovación de sus espacios, a través de la instalación de redes de bibliotecas. La labor debe ser emprendida conjuntamente con instituciones como la Biblioteca Nacional y las organizaciones vinculadas a los saberes de los libros, tendentes a posturas constructivas bibliotecológicas.
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19.-Eje museístico colonial prosocial Recuperando y activando las edificaciones del período de la Colonia, se motiva un acercamiento de la ciudadanía que fortifique el análisis de su valor histórico y la comprensión del contexto que envolvió su creación, en función de reorientar su usufructo para la convivencia social, cultural y recreativa, generando la ignición de todos los procesos intelectivos para ello, ahora en el énfasis social. 20.-Eje parroquial Otorga los significados de posibilitar la reproducción del Sistema y sus Ejes en todas las parroquias que componen la ciudad de Caracas, un nanosistema creciente y ramificado de patrimonio cultural material, inmaterial y natural, brindándole al sujeto que habita en ellas, la posibilidad de visitar y disfrutar de centros socioculturales, plazas y estatuas, entre otras valoraciones. 21.-Eje institucional ciudadano La ciudadanía en acciones de participación es uno de los componentes vitales y permanentes en los vínculos con el patrimonio sociocultural, en todas sus fases. La consolidación de la concientización de las comunidades en la protección y cuido del patrimonio cultural, permite su comprensión, defensa, extensión, calidad y sustentabilidad. 22.-Eje de seguridad Implantaciones de actividades y acciones de en resguardo, custodia, vigilancia, comunicación, educación, prevención, tecnificación, formación, desarrollo y represión entre todas las instancias de seguridad estadal, del ecosistema cívico y privado y en extensión de la sociedad en sus mecanismos plenos para subsanar las contingencias del hecho punible contra el patrimonio sociocultural, manteniendo el respeto y protección perenne hacia todos los valores culturales vinculados a la ciudad. 23.-Eje de sinergia Conexiones de todos los Ejes Operativos del Sistema de Patrimonio Sociocultural Caraqueño y donde la totalidad o mayoría de la ciudadanía conozca el sentido y atención proactiva hacia cada uno de ellos. 24.- Eje rutas de movilidad Unidad de todos los sistemas existentes y por existir de transporte, metros, autobuses, buscaracas, ferrocarriles, metrocables, teleféricos, bicicletas, motos, caminos peatonales, entre muchos otros posibles, para comprender y disfrutar del patrimonio sociocultural caraqueño. 25.-Eje urbes socioculturales Implican ejecutar subsistemas de metales, resinas, cualquier tipo de material noble, precioso, mantenible con naturaleza cultural que creen arte y patrimonio y se vinculen 281
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de modo transdisciplinario con procesos culturales de formación, investigación, promoción y difusión, producción en conjunto con otras áreas del saber social: la seguridad, el deporte, la recreación, etc. 26.- Eje de turismo Su implicación va con el diseño de políticas y ejecución en el campo turístico del Sistema de Patrimonio Sociocultural Caraqueño activando todos los procesos socioculturales para su desarrollo y ascendente potencialidad, maximización y vigor del área. 27.-Eje de educación integral Son todas las políticas, los planes, programas, proyectos, cursos y actividades formales e informales para el posicionamiento integral del saber y del cuido del patrimonio sociocultural caraqueño, mediante la implantación de los conocimientos básicos y de vanguardia en el orbe, va de lo académico a lo cotidiano. 28.- Eje internacional Son los vínculos intelectuales y operativos para mejorar la gerencia transdisciplinaria del patrimonio sociocultural caraqueño con la universalidad del ámbito internacional. 29.-Eje UNESCO Son todos los desarrollos valorativos que propendan a corresponder la normativa compuesta de la Unesco para afianzar el reconocimiento y declaratorias por parte de ese organismo en función de experiencias auténticas- singulares o plurales y tender a las declaratorias mundiales formales del patrimonio sociocultural caraqueño. 30.- Eje de mantenimiento-conservación y cuido Son todos y cada uno de los actos constructivos que conlleven al hecho sociocultural del mantenimiento, conservación y cuido del patrimonio sociocultural caraqueño por parte de instituciones y ciudadanos del mundo. 31.- Eje nacional municipal Relacionado con la reproducción gerencial y humanística del Sistema de Patrimonio Sociocultural Caraqueño y sus Ejes Operativos, en el resto de los municipios de Venezuela, con la referencia de los criterios de calidad en su desempeño. 32.- Eje de humanismo y amor por Caracas Son todas las acciones generales-exhaustivas e íntegras, mágicas, místicas, pacíficas, de cultura unitaria y en creatividad para el reclamo y exigencia moral, estética, humana y de materialidad para ascender al patrimonio sociocultural caraqueño a un esquema, hábitat y usufructo con prevalencia humanística, evitando su devaluación, deterioro, agresión e indiferencia.
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Gestion del Patrimonio Integral Parroquia Macarao. Municipio Bolivariano Libertador por: Iris Salcedo 1 Resumen Reconocer los personajes de la contemporaneidad que integran la representación de la memoria cultural de los habitantes del casco central de Macarao, a partir del análisis comparativo hermenéutico considerando el enfoque fenomenológico, en función de establecer los medios integradores y las formas de transmisión de lo memorial, desde los basamentos que parten desde las individualidades reconocidas en el legado cultural de este sector de la ciudad de Caracas. Partiendo de estas premisas analizaremos algunas vertientes del pensamiento conjunto de la memoria colectiva desde el estudio de Halbwachs Maurice (2005), en función de establecer los componentes que permiten diseñar lineamientos de gestión patrimonial local en este sector, de igual forma, los medios de preservación y permanencia en la memoria colectiva de los habitantes en nuestro caso de estudio, que han prevalecido hasta el momento.
Palabras clave
Gestión Memoria Patrimonio Integral El estudio acerca de los personajes que han hecho vida en el casco central de la parroquia Macarao del Municipio Bolivariano Libertador, como aspecto esencial en la representación contemporánea de la memoria cultural colectiva, ha permitido mantener de manera generacional, los lazos integradores de su legado cultural a nivel histórico, integran los basamentos conceptuales para determinar los factores que orientarían una concepción de gestión local en este espacio de la ciudad de Caracas, a partir de aquí podemos comprender los enlaces, formas de reconocimiento e interpretación y, por ende, aceptación del desarrollo cultural tras histórico que ha desarrollado cada generación en la construcción simbólica, a partir de la asimilación de micros realidades patrimoniales insertas en tejido nacional de identificación. Podemos decir que las formas de representación del patrimonio inmaterial en esta localidad constituyen un campo de estudio de importancia para el sector científico en la actualidad, que nos llevarían a reconocer con mayor profundidad, los medios que intervienen en el diseño conceptual de la gestión patrimonial, que podrían acercase *
1. Especialista en Gerencia Cultural Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Cursante del Doctorado en Patrimonio Cultural de la ULAC, sede Caracas.
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a un modelo de gestión viable y aplicable a las realidades inmersas de cada caso, para de esta forma obtener resultados de gestiones exitosas a fin de consolidar las vías de transmisión y, por ende, los aspectos que influyen en la preservación para la manutención identitaria colectiva. En este sentido, la transmisión oral, a partir de la profundización de las fases o medios que influyen en el recuerdo de la memoria colectiva, tanto en sus procesos individuales hacia los sociales, integra los factores patrimoniales presentes en la localidad. En la actualidad existen diferentes estudios que describen los campos en la construcción de la memoria colectiva, a partir de la teoría de Maurice Halbwachs, quien la define en el año 1925, por medio de la publicación Les Cadres Sociaux de la Memoire, donde analiza desde las perspectivas de las tesis de Bergson la definición sociológica de la memoria. Para 1939, Halbwasch escribe “La Memoire collectivechez les misciens”, donde establece que el lenguaje musical aporta en la formación de la memoria colectiva, un discurso lingüístico que influye como marco social del recuerdo. Para 1941, en plena guerra mundial, diserta acerca del estudio de la memoria colectiva por medio del tema denominado La topographielégendaire des Évangiles en TerreSainte, en este expresa su visión de la memoria colectiva, definiendo que existía un marco espacial de lo memorial, verificando su aporte con los testimonios de viajeros, historiadores, arqueólogos y religiosos. A partir de este enfoque, desarrollamos nuestra investigación, en función de establecer los componentes que permiten integrar la memoria cultural individual a un espacio colectivo desde la transmisión generacional de saberes en el transcurrir del tiempo. Desde estos enfoques construiremos desde el estudio de la memoria colectiva, analizado en enfoque comparativo hermenéutico y, a su vez, fundamentado en el estudio fenomenológico; se hace referencia al campo colectivo y los medios utilizados en los espacios socializados, para la transmisión del recuerdo y su permanencia en el tiempo, pasando por la formación de los signos conjuntos en la formación de las identidades colectivas de los habitantes que hacen vida en este espacio y de qué manera se convierten en idearios de transmisión, para propiciar su permanencia y conservación, de igual forma se indaga sobre cuáles serían los medios que han permitido la preservación y cuáles los aspectos empleados a nivel generacional para la mantenimiento colectivo de su legado histórico.
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Conceptualizaciones de la memoria colectiva Las conceptualizaciones de la memoria colectiva han girado en relación a los componentes de identidad grupal, producto del recuerdo individual, que han utilizado como vehículo para su reproducción en el tiempo histórico a través de las generaciones, donde la producción de significados permite establecer el recuerdo como medio integrador que recoge las simbologías y valores agregados en el transcurrir de la historia, manejado en los diferentes momentos, pero que sintetizan las identidades en constante evolución. En relación a este aspecto Maurice Halbwach (2004) describe la memoria como el conjunto de hechos y personajes del pasado que la institución del Estado reconoce como elementos sustanciales de su identidad y que refuerza y promueve, constantemente, a través de instituciones dependientes como la escuela. Este enfoque establece la reproducción de la memoria cultural como medio empleado por los Estados para reconocer la valoración de las identidades inmersas en el tejido social y reproducirlas, por medio de las fuentes educativas formadas para la divulgación y conocimiento. Por otra parte, Pollack (2006) hace referencia al concepto de memoria subterránea como la expresión de grupos que han silenciado sus recuerdos, producto de los conflictos con las memorias dominantes, que han logrado mantener el recuerdo vivo durante muchos años o incluso siglos, de generación en generación. Podemos decir, que la permanencia a partir de la preservación del recuerdo por medio de la transmisión de la oralidad, incluye aspectos de transmisión generacional de gran importancia en los intercambios culturales, desde donde se consolidan valoraciones territoriales, monumentales, personajes, mitos, leyendas, manifestaciones desde la transferencia de sentidos expresados en el recuerdo vivo, como aspecto integrador de la población en la comunidad, a pesar de que parte de un pasado remoto constituye un hecho actual en la construcción de identidades colectivas. En relación a este aspecto Huyssen (2002) explica a partir del holocausto, la caída del muro de Berlín o el fin de las dictaduras militares en América Latina, que la memoria responde a comportamientos sociales matizados por la globalización, el surgimiento de nuevos nacionalismos, de igual forma tocada por los avatares de la economía, las nuevas expresiones humanas y el vértigo. Desde nuestra percepción, podríamos decir que en los procesos de transformación social, las nuevas realidades que surgen en este contexto, van agregando nuevos componentes en el campo memorial y posibles transformaciones vinculantes a los procesos de globalización, como medios de expansión de culturas dominantes a escala mundial que transforman los imaginarios locales, producto de la imposición de nuevos elementos culturales, originando dichas mudanzas y, por lo tanto, las 287
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modificaciones de la memoria en algunos contextos de realización social. Estas caracterizaciones nos llevarían a indagar los medios empleados hasta los momentos para mantener el campo memorial con los recuerdos del pasado histórico de la integración de las memorias sociales, que permitan conservar el legado cultural de esta localidad entre otras.
El testimonio como fuente de conservación generacional de la memoria Las bases de transmisión del testimonio oral en la memoria colectiva como basamento de preservación de la transmisión de conocimientos desde las memorias individuales y sociales, son fundamentales para conservar los recuerdos que mantienen los pobladores de Macarao, por ello se deben afianzar en función de instrumentar medios eficaces que nos permitan consolidar y mantener de forma adecuada, el testimonio como valor esencial de la transmisión oral. Partiendo de las definiciones del testimonio podríamos decir que desde la información recogida en entrevistas para la obtención de información de diversos actores de la localidad, intervienen los procesos memoriales, testimoniales y, por ende, de las interpretaciones realizadas por los investigadores una vez descrita la información, pueden surgir amenazas en la obtención real de la indagación, bien sea por un inadecuado diseño o por diferentes factores de intimidación de los actores que relatan a partir de este escenario, es considerable manejar herramientas en el testimonio que permitan valorar y preservar sin ocasionar lesiones a la memoria individual y los relatos personales.
Construcción de la memoria en el casco central de Macarao La población alojada en el casco central de la parroquia Macarao se caracteriza por mantener la presencia memorial a lo largo de su desarrollo histórico, aspectos que ha mantenido como legado generacional, esta perspectiva está presente en la población nacida en el sector, expresada en la transmisión de sus costumbres y lo concerniente a su pasado histórico, manifestado en lo económico, social, cultural en correspondencia con los aspectos nacionales e integrados. En la actualidad subyacen recuerdos de su pasado económico representado en las huellas de haciendas dejadas desde la época colonial y su productividad, que mantienen aún restos en las zonas montañosas que integran en la actualidad en Parque Nacional Macarao; de igual manera leyendas, como la existente en relación a la construcción de la Iglesia del Rosario de Curucay, donde permanece la presencia de símbolos religiosos ante comunidades de origen, que expresaban testimonios de aparición de la imagen de la Virgen del Rosario, a la que le agregan el nombre del indígena que revela su aparición denominado Curucay, y otra leyenda en relación a este mismo hecho, pero sobre la aparición de esta imagen en un tronco de Cují, denominado de igual manera 288
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Curucay. A partir de estas leyendas surge la manifestación de la Virgen del Rosario de Curucay, aproximadamente desde el año 1600, según versiones relatadas en los testimonios históricos registrados en la diócesis de Caracas, sobre la presencia de esta sagrada imagen. En la reconstrucción histórica de los componentes de la memoria cultural de los macaraenses, coexisten la configuración de aspectos integradores de la religiosidad cultural, la ubicación geográfica montañosa que los mantiene alejados del centro de la ciudad capital, que privilegia la integración ciudadana, la reproducción de la oralidad, la conservación espacial de la localidad, el escaso crecimiento demográfico hasta el año 2010, que amenaza con el poblacional a partir de la construcción de nuevas viviendas multifamiliares hechas para familias que llegaron a este lugar por necesidades habitacionales, producto de las tragedias naturales registradas en el país en diversos periodos de los años 2000, lo que constituye una variación en el componente poblacional, con consecuencia de enfrentamientos de modos de vida, desde los que conocen su proceso histórico y otros que se agregan a este tejido social, por situaciones adversas, generando un nuevo factor en cuanto a la oportuna conservación espacial de los lugares patrimoniales no declarados y declarados en este sector de la ciudad de Caracas.
Los personajes en la transmisión oral de la memoria del macaraense Los personajes de la contemporaneidad que han estado presentes en la transmisión de los sentidos que han dado vida a los recuerdos de su pasado histórico en esta comunidad, están vinculados a los actores Ignacio Cabrera, propietario de una de las bodegas más antiguas del sector; Horacio Parra, propietario del primer botiquín del sector; Mamá Silvestre, quien fue la partera del pueblo; el señor Guevara, médico botánico del pueblo; María Segunda, con sus arepas de maíz pilado; los hermanos Pedrosa, con sus leyendas e historias del sector; Flor Cabrera, con sus tortas y dulces; Ángel María, con su siembras de manzanas; Martín Peña, con sus relatos históricos; Guillermina Peña, quien fuera una de las artesanas de mayor arraigo en el sector. Muchos de estos enlaces memoriales han fallecido.
Retrospectiva y prospectiva de la gestión patrimonial municipal La gestión municipal de la ciudad de Caracas, requiere considerar un modelo en esa área del patrimonio cultural que involucre la integración multidisplinaria entre el desarrollo del conocimiento, de las competencias. El aporte constructivista del aprendizaje, la valoración del hecho patrimonial de los diferentes actores sociales que hacen vida en los diversos espacios habitables y, por ende, el seguimiento en la ejecución a partir de la rehabilitación y uso del valor patrimonial, aunado a factores humanos que mantengan un campo formativo del entorno. 289
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Otro fenómeno estructurante para nuestro país y que genera demandas y necesidades culturales de nuevo tipo, lo constituye la inmensa migración que normalmente está motivada por la búsqueda de mejores posibilidades de desarrollo personal, podríamos decir que como nunca antes, estamos expulsando población fuera del territorio. La identidad es la expresión cultural de la pertenencia a un espacio por parte de individuos y colectividades. Esto implica la forma en que se perciben a sí mismos y a los otros, lo que a su vez tiene que ver con la manera en que se relacionan entre ellos, con otros y con las instituciones, … la identidad territorial no es un asunto del pasado. Los distintos Grupos sociales, se vinculan a su patrimonio gracias a procesos simbólicos y afectivos que permiten la construcción de lazos y sentimientos de pertenencia (Guerrero 2008: 4) ..Nuestra identidad esta signada por la presencia de lo otro, por la alteridad, en la que no reconocemos como sociedad Arenas, (1997: 11.) Estos fundamentos teóricos constituyen un aporte fundamental en el modelo posible de gestión patrimonial de la ciudad de Caracas que interactúan desde el campo del conocimiento en el componente patrimonial, entre actores institucionales y sociales, promotores, personal administrativo y demás, desde donde se enfocarían estrategias dirigidas a la gestión municipal y local. El basamento teórico gerencial de esta propuesta descansa principalmente en la gestión del conocimiento y por competencias. La primera se concibe como una filosofía o práctica organizacional referida al esfuerzo deliberado de la organización por crear, desarrollar, mantener y utilizar su capital intelectual para el logro de su intención estratégica. El eje medular el más importante activo de una organización es su capital intelectual y sus activos de conocimiento (Angulo, 1980: 45). La gestión por competencias se fundamenta en un proceso complejo derivado de una construcción social, intersubjetiva, donde los actores institucionales mantienen como habilidad desaprender y aprender permanentemente. (Morillo: 52) La gestión del conocimiento y de competencias va en función de integrar un modelo de gestión interdisciplinario bajo las corrientes constructivista y andragógica con el propósito de considerar los aprendizajes alcanzados por los sujetos en el ámbito institucional, para producir una gestión que integre estas fuentes del conocimiento, a partir de las experiencias internas del sujeto que les permita obtener una interpretación del medio en forma conjunta y donde los aspectos del conocimiento conducirían al aprendizaje significativos en función de integrar medios valorativos del patrimonio cultural en la población en sus diferentes categorías y formas de realización y convergencia en el entorno socio cultural. 290
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Políticas culturales Otra de las vertientes de importancia a considerar en nuestro estudio es la correspondiente a las políticas culturales, la UNESCO (1999), define como política cultural como “el conjunto de operaciones, principios, prácticas y procedimientos de gestión administrativa y presupuestaria que sirvan de base a la acción cultural del Estado”( p. 2) De igual manera, cita este autor que la política cultural puede entenderse…”como la estrategia por excelencia que emplean los estados para el logro de un determinado desarrollo cultural, de allí que la política cultural puede verse como la estrategia rectora y por ende coordinadora del proceso de desarrollo cultural nacional” (p- 2) Cabe destacar según este autor que sus líneas de acción deberían extenderse hacia los planos como el educativo, el comunicacional, ecológico, y sobretodo, hacía el ámbito de lo cotidiano. Establece, además, que cada Estado “determina su propia política cultural en función del modelo de desarrollo nacional y el modelo de desarrollo cultural nacional” (p- 2) Considera que la política cultural en cada nación está condicionada desde cuatro ámbitos técnicos: 1) El crecimiento y la magnitud del aparato cultural, 2) la legislación que rige la materia 3) la evolución y desarrollo del sector cultura y 4) los recursos presupuestarios asignados al mismo. Estos aspectos sintetizan, según el autor, los componentes para la formulación estratégica de la política cultural. Una política cultural es para Freire (2001) "Un instrumento válido del estado moderno, especialmente en los países menos desarrollados, para acelerar y dinamizar sus procesos en aras de una mayor libertad, un mayor bienestar y una mayor realización integral del ser humano". (Disponible en: http://www.innovarium.com) En lo correspondiente al marco legal relacionado con la historicidad presente en las bases contempladas en la Constitución de la República, en la Ley Orgánica de la Cultura, establecida en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N: 6.154, del año 2014, se establece la importancia de partir de nuestras raíces históricas para la orientación de las políticas culturales de la Nación, es establecida en los programas educativos de los diferentes niveles de la educación, definidos como bases fundamentales que permitan profundizar acerca de nuestro origen, tanto étnico como pluricultural. Las políticas culturales podría decir que se establecen en nuestro contexto a partir de retomar la memoria cultural desde las culturas étnicas originarias, la territorialidad, generando lineamientos tanto en el campo de las instituciones culturales y educativas 291
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para consolidar la identidad y pertenencia de la población a todos los niveles. En cuanto a las herencias culturales, se manifiestan en las políticas de Estado por medio de programas a pesar de que no mantienen permanencia en algunos sectores de la gestión pública en función de promover las diferentes manifestaciones presentes en los grupos étnicos indígenas y afros; permaneciendo ausentes en la formulación de lineamientos que permiten conocer las diferentes expresiones culturales europeas. Las herencias culturales en la Constitución se conjugan a propósito de consolidar a través de los diferentes aspectos históricos las identidades culturales de la República; que permitan mantener un núcleo central de sentidos en las realizaciones socioculturales de la población. En cuanto a los aspectos de globalización es contemplada en de Ley Orgánica de Cultura en forma general a través de la integración de los pueblos latinoamericanos. Los medios de comunicación masiva a pesar de existir un marco legal; que debe direccionalizar las políticas culturales del Estado venezolano, siguen careciendo de programas educativos que contemplen los aspectos de los componentes culturales venezolanos, como espacios para difundir y consolidar los diferentes aspectos culturales étnicos, patrimoniales correspondientes a nuestro legado histórico. La gestión reclama una capacidad de definir objetivos y diseñar el proyecto como eje y metodología de la acción. La gestión exige un cierto gusto por la autonomía,… para resolver los problemas que emergen en la ejecución. (Martinell, 2001, p. 12) En lo correspondiente a las políticas culturales venezolanas existen escasos estudios como reseña Prince (1985, p. 45), acerca de la realidad sociocultural venezolana, lo que no permite tener una visión prospectiva a largo plazo, por el contrario esta situación ha generado la discontinua acción del Estado acerca de las políticas culturales, que han sido manejada por intereses particulares de los gobiernos de turno y no precisamente de estudios sociales, que recopilen necesidades para la formulación de las políticas, que partan de los contextos históricos y socioculturales presentes en nuestro territorio. Los escasos estudios también nos llevan a la falta de seguimiento de indicadores e inclusive a la formulación de los mismos como medios que garanticen conocer los resultados en la aplicación de los lineamientos de la política cultural, que consideren las diferentes modalidades de la gestión cultural, estudio de necesidades, objetivos y destinatarios, formulación adecuada a partir de estos estudios de indicadores culturales que nos permitan medir los impactos producidos en los planes y proyectos, registro y sistematización del patrimonio, los medios en que han sido empleados los recursos culturales. Estos requieren de la atención coordinada a nivel de las instituciones culturales 292
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que nos permitan conocer de forma precisa tanto los indicadores cualitativos como cuantitativos.
Perspectivas de una gestión de patrimonio integral local Parafraseando a Tella, G. en relación a la gestión integral del patrimonio, define la necesidad de establecer estrategias específicas para cada caso , que permita regular por medio del consenso y los medios económicos necesarios . Por otra parte, se hace referencia a las dimensiones de creación del conocimiento, por ejemplo, la antológica y la epistemológica. La ontológica plantea el conocimiento desde los individuos consolidándolos como parte de la organización. Dentro de la dimensión epistemológica Michael Polanyi (1966)citado por Gallardo Pág. 34 sostiene que los seres humanos adquieren conocimiento creando y organizando activamente sus propias experiencias.La epistemología tradicional separa el sujeto del objeto, a diferencia de Polanyi(1966) hace referencia que los seres humanos crean conocimiento involucrándose con los objetos, quién llama de igual forma esta involucración del conocimiento como el resultado de la relación de cada quién con el mundo.
Para el diseño instrumental del modelo de gestión hemos manejado dos prospectivas o visión de futuro: 1. Manejo de la planificación conjunta entre actores sociales e institucionales. 2. El desarrollo organizacional basado en el conocimiento, por medio de diferentes fuentes (documentales, tecnológicas, redes, entorno) y un plan de actividades para adaptar el entorno a las exigencias del diseño.
Componente creativo Desarrollar una planificación conjunta a partir del conocimiento entre actores sociales e institucionales con el propósito de integrar estrategias para el fortalecimiento del talento humano de la organización, a partir de la integración de redes tecnológicas y sociales, que permitan propiciar diferentes escenarios del conocimiento en los ámbitos nacional, internacional y local. Propiciar el desarrollo organizacional basado en el conocimiento, por medio de diferentes fuentes (documentales, tecnológicas, redes, entorno). Estas diferentes fuentes deben interactuar en diversos escenarios del campo local del Municipio Bolivariano Libertador para desarrollar el perfil de los gestores culturales de alta capacitación, dispuestos a desarrollar las políticas socioculturales desde las perspectivas del campo regional, nacional y local, interactuando desde las bases de la investigación y formación continua, con el propósito de fortalecer las redes del 293
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entorno institucional y social, involucrando a los actores culturales de la localidad y ciudadanía integrada en los programas para el desarrollo del conocimiento cultural de la nación. Valores: sustentados en la creatividad, constancia, trabajo en equipo, visión estratégica, competencias desde el talento Dimensión política: impulsar la integración del conocimiento fortaleciendo los talentos institucionales y sociales del campo cultural del Municipio Libertador de Caracas.
Objetivos •Generar procesos de conocimiento entre el contexto institucional y comunitario. •Insertar medios tecnológicos y documentales que potencien los actores institucionales y sociales. •Ubicación del talento de acuerdo a los perfiles diseñados.
Propósitos •Conocer y clasificar el talento humano en la organización. •Elevar el valor del capital intelectual. •Generar ambientes para compartir y conocer. •Motivar la competencia desde el conocimiento. •Desarrollo tecnológico institucional y otras fuentes documentales. Propuesta de ejes en la gestión patrimonial local de la parroquia Macarao El enfoque de una propuesta de gestión en el ámbito local, considerando las especificidades de cada territorio, es la visión de este artículo, reflexionando las peculiaridades reinantes en la parroquia Macarao del Municipio Bolivariano Libertador, a partir de tal enfoque podemos sugerir la aplicación futura en contextos locales que partan de las micros realidades reinantes. El tejido que establece la memoria colectiva en el casco central de la parroquia Macarao, es enlace básico al momento de definir una gestión patrimonial y, por ende, la conducción de políticas culturales de conservación que integren las realidades inmersas en esta localidad. A partir de los relatos colectivos que han permanecido a lo largo de la historia de la localidad, originariamente desde las visiones de los pobladores adultos que en su mayoría son nacidos en la localidad, se ha integrado su componente memorial 294
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en el recorrido histórico de esta población, lo que ha dejado huellas en un grupo considerable de este sector, quienes han integrado los hilos conductores de su pasado cultural y trasmiten en las nuevas generaciones el conocimiento de la memoria, para mantener presente importantes episodios y significados que componen las realidades culturales del lugar. Otro aspecto a considerar en la orientación de modelos de gestión patrimonial sectorial en este ámbito, tiene que ver con la presencia de comunidad bicultural portuguesa que se integra a partir de los años sesenta produciendo intercambios interculturales e hibridación cultural con componentes de la manifestación central representada en la manifestación de la Virgen del Rosario de Curucay, generando lineamientos de políticas de integración intercultural a ser consideradas. En relación a la territorialidad, como elemento que integra la visión conjunta del patrimonio desde las perspectivas memoriales y de entorno, conjugando los patrimonios materiales y naturales, podríamos decir, que desde su ubicación geográfica permite la concentración del ideario colectivo y la transmisión de símbolos y creencias con mayor fluidez en comparación con otras parroquias del municipio bolivariano Libertador. Distanciado este sector de la ciudad de Caracas, conserva las características propias de un pueblo colonial. Las calles angostas dan paso a un solo vehículo, algunas de las casas mantienen la construcción con frisos de tapia (madera seca, agua y piedras), techo de caña amarga y tejados de dos aguas, puertas y ventanales de madera y acero moldeados, sobresalientes, donde se observan figuras y tallas que permiten a las fachadas destacar el estilo colonial; en su interior, pasillos largos y patios centrales refrescan la estructura dando paso a la luz y al aire. La iglesia católica de la Rosario de Curucay, construida frente a la Plaza Bolívar, parte de su cimentación en el siglo XVI, con las características propias de la época colonial. En el casco central se encuentran edificaciones que integran casas que contrastan con esta estructura, de igual forma la construcciones de la Misión Vivienda (consiste en la construcción de viviendas, para personas de escasos recursos), en la parte de entrada del casco histórico, factor fundamental a considerar en las políticas de valoración, conservación y gestión por las amenazas que representan en la actualidad de desvaloración del territorio. Los personajes culturales quienes han entretejido la memoria cultural desde lo territorial, simbólico, natural, cultural, económico, son fundamentales en la conducción de modelos de gestión que integran todas las particularidades y representaciones expresados en políticas y planes culturales, a fin de formar a los pobladores en su ejecución y mantenimiento.
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Dentro de este enfoque interdisciplinario, que expresa todos los significados del componente patrimonial local en el enfoque de la memoria como aspecto integrador, pasando por la visión territorial, el privilegio del componente del patrimonio natural y la diversificación de personajes culturales que han entrelazado los sentidos, integrarían los ejes políticos de la gestión local, a fin degenerar un modelo de gestión viable. Es fundamental, el diseño de indicadores que permitan determinar la aplicación de los aspectos a desarrollar en la gestión local, a fin de diseñar una propuesta que exprese su eficiencia en el transcurrir histórico, en este sentido, consideramos el diseño de los siguientes indicadores: •Diagnóstico Interno •Actividad cultural •Escenarios de futuro •Eficacia •Eficiencia •Acciones
Conclusiones La importancia de establecer los medios idóneos en la conservación del legado testimonial de la población, es una de las medidas a considerar en la preservación de la memoria cultural como eslabón que constituye una vía de integración del patrimonio de los pueblos, a partir de estas podemos garantizar la transmisión oral sin que sufra graves trasformaciones en el transcurrir generacional y realizar los registros necesarios orales en transcurrir histórico. El estudio acerca de los personajes que han hecho vida en el casco central de la parroquia Macarao del Municipio Bolivariano Libertador, como aspecto esencial en la representación contemporánea de la memoria cultural colectiva, ha permitido mantener de manera generacional los lazos integradores de su legado cultural a nivel histórico, conjuga los basamentos conceptuales para determinar los factores que orientarían una concepción de gestión local en este espacio de la ciudad de Caracas. En este sentido, la transmisión oral, a partir de la profundización de las fases o medios que influyen en el recuerdo de la memoria colectiva, tanto en sus procesos individuales hacia los sociales, contribuye con el afianzamiento de los factores patrimoniales presentes en la localidad.
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Identidad Cultural: Imagen y Espectáculo por: Ana Isabel Ramos 1 Resumen Este trabajo parte concibiendo la identidad cultural como una red de relaciones que permite a los individuos diferenciarse y reafirmarse frente al otro, que se apoya en sistemas de representación (imágenes) intervenidas por condiciones socioculturales generadas a partir de nuestra condición posmoderna, globalización, intervención de los medios, publicidad. Esta situación, además, se correlaciona con el fenómeno sociocultural de la pérdida del interés por lo real o lo verdadero que derivó, en las sociedades actuales, en el culto hacia el espectáculo. El objetivo del artículo es analizar las implicaciones que el mencionado culto sostiene sobre la construcción y definición de la identidad cultural. Durante la reflexión se considerará el trabajo de Debord, Hall, Lipovetsky, Maalouf, Bauman, Debord, entre otros, para generar un diálogo hermenéutico que permita oponer y relacionar sus ideas.
Palabras clave
Identidad Cultural Representación Imagen
Introducción Esta época en la cual se ha privilegiado a la cultura visual, multiplicando las imágenes posibles así como también los espacios identitarios, permite que la mayoría de nosotros reconozcamos continuamente a gente que no conocemos y esto ocurre por la relación que mantenemos actualmente con la imagen. La imagen se presenta como una posibilidad de construcción identitaria que visibiliza y nombra el mundo, pues detrás de esta se construye un imaginario. Villagómez (2008, p. 38) El incesante cuestionamiento del ser humano sobre su identidad cultural, ese aspecto dentro del capital simbólico que le permite diferenciarse y reafirmarse ante un otro, es un asunto que históricamente se ha abordado desde distintos espacios del saber (científico, humanístico y popular). Esa reflexión no sólo ha producido un extenso debate, que se ha decantado por hipótesis y definiciones más o menos transitorias, *
1. Licenciada en Educación mención Castellano y Literatura, actualmente estudiante del Doctorado en Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe (ULAC) - Cumaná. Profesora adscrita al Departamento de Filosofía y Letras de la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo de Sucre.
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sino que ha permitido entender la identidad como un concepto que, por su propia naturaleza, excede los límites de cualquier disciplina; que se muestra como un asunto escurridizo, maleable, cambiante y multidimensional, situable al mismo tiempo en el centro, la periferia e, incluso, entre los intersticios de lo social, histórico, biológico, filosófico, religioso o político. Si nos circunscribimos al período reciente, calificado por algunos teóricos y críticos como posmoderno ,2se advierten condiciones muy específicas que, lejos de propiciar el esclarecimiento conceptual del término identidad cultural, lo complejizan. La multiplicidad de factores y condiciones que ejercerían influencia de forma directa o indirecta, intencional o no, sobre su forjamiento, como la publicidad, la cultura, la educación, la historia y la economía, han hecho de la identidad cultural una suerte de objeto difícil de asir. Por otro lado, como resultado de los continuos cambios sociales y evolución tecnológica, emergen cada día nuevos recursos o factores que intervienen sobre las formas de autorrepresentación; de manera que reflexionar sobre la identidad se entiende como una tarea que demanda precisiones sobre el medio cultural, político o religioso que rodea al individuo (o a un grupo), pero se han incorporado al debate las implicaciones sexuales, generacionales, laborales, entre muchos otros rasgos que nos permiten definirnos frente al otro. Es decir, entender lo que identifica a un individuo en relación a sus congéneres pasa también por comprender el contexto sociocultural que genera y potencia las situaciones sobre las que operan las elecciones (asimiladas de forma espontánea, consciente o inconscientemente, o inducidas de forma deliberada) que van modelando y transformando a los individuos. La emergencia e impulso que han cobrado los procesos de aculturación transculturación e interculturación, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, a nivel global, han acentuado el interés sobre la influencia de la globalización y la tecnología sobre la cultura y la identidad; por lo que no estamos ante un tema sencillo ni de escaso estudio, sino controversial y ampliamente debatido. Lógicamente, la multiplicidad de aspectos de todo orden, aunado a la complejidad de las relaciones y repercusiones, tanto en la vida pública como en la esfera de lo privado, continuamente produce condiciones singulares e ideas que nos permiten explorar distintas dimensiones del
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2. Payne en el Diccionario de Teoría, Crítica y Estudios Culturales (2002, p. 528) presenta el término posmodernidad desde tres perspectivas, como “aportaciones de las artes y la cultura de la segunda mitad del siglo XX (…), emergencia de nuevas formas de organización social y económica grosso modo desde la guerra de 1939-1945 (…), tipo particular de escritura y reflexión teóricas”. Estas acepciones evocan diferentes ámbitos del quehacer humano en la historia reciente, de manera que puede afirmarse que la posmodernidad es un fenómeno en progreso y de dimensiones aún inciertas. La intención, en adelante, no es analizar los distintos contextos o definiciones que se han adjudicado a lo posmoderno, tampoco explorar los numerosos cuestionamientos que se han formulado a esta categoría, sino considerar algunos aspectos, efectuados desde esa lectura de la realidad, que actúan sobre la construcción de la identidad cultural en la época actual.
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tema. Por ello, retomar algunas de esas ideas para contrastarlas o cuestionarlas es un trabajo obligatorio que nos permite dar continuidad a la discusión, actualizarla y, quizá, distinguir nuevas aristas del problema. Este ensayo profundiza en el contexto sociocultural donde se establecen y coexisten las redes de relaciones que definen la identidad cultural en la actualidad, apoyándose para tal fin en diferentes posicionamientos que privilegian la percepción de la identidad como un rasgo que se apoya en la construcción de imaginarios simbólicos o sistemas de representación que en adelante llamaremos imagen. Durante el desarrollo de este asunto se tratará, además, la relación entre la cultura y los medios de comunicación, por cuanto ambos constituyen aspectos insoslayables para la comprensión de los fenómenos locales y globales aquí abordados. En el curso de la investigación, en un primer momento, se realiza una aproximación al debate teórico sobre la vinculación de la posmodernidad, la globalización y la identidad cultural, a partir de los aportes de Zygmunt Bauman, Olga Molano y Jorge Larraín. Los referidos autores han señalado diferencias sustanciales entre la concepción de la identidad en el marco de la Modernidad y la forma como la identidad se concibe a partir de una percepción posmoderna (que le entiende como un asunto transitorio, plural y flexible); por ello, sus ideas permiten definir el contexto sociocultural al que se hace referencia y establecer su relación con el tema expuesto. Se agregan, asimismo, algunos planteamientos sobre cultura y globalización de Enrique González Ordosgoitti. A continuación se incorpora a esa reflexión el debate sobre cómo la articulación de imágenes del "yo" y "nosotros", en el marco de lo posmoderno, es determinante para la modelación de la identidad cultural en lo actual. En esta sección se consideran los aportes de Stuart Hall, Guilles Lipovetsky, Amin Maalouf y Manuel Castells; ellos permiten aproximarnos al modo como se vincula la representación a la identidad y la cultura. Posteriormente, se introducen ideas del texto de Guy Debord, Ignacio Ramonet y Jenny González Muñoz. Contrastar el pensamiento de Debord con las opiniones de los críticos e investigadores incluidos en este estudio ha permitido trazar un camino para explorar la identidad cultural entendiendo la pérdida del interés por lo real o lo verdadero, que derivó en el culto hacia el espectáculo, como factor determinante para la formación y definición de la autorrepresentación. En el centro del debate se percibe la mercantilización y masificación de la cultura, que se transforma en objeto de consumo, pero también se presenta la sobresaturación en materia informativa; con esto se perfila un panorama de características muy particulares, donde estudiar la identidad cultural se exhibe como un ejercicio complejo, denso. 300
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Sin embargo, como ya se ha dejado entrever, al examinar la situación antes descrita, retomando algunas ideas de los investigadores mencionados, se aspira estructurar un análisis que contemple la construcción de la identidad cultural a partir de ciertos rasgos socioculturales que forman parte del modo contemporáneo de entender y conectarnos con el medio.
Contexto sociocultural El reconocimiento de la complejidad en el campo de las relaciones humanas ha propiciado la incorporación de elementos significativos para la comprensión de las identidades culturales. Si bien se advierte que estas comportan aspectos ontológicos y sociales que influye sobre la imagen que los sujetos tienen de sí mismos y sus culturas, de igual modo, se reconoce en la identidad cultural un aspecto del ser constantemente intervenido por circunstancias que trazan una red de relaciones singulares y dinámicas en cada sociedad y cada individuo. La aparición en la esfera pública de sectores tradicionalmente silenciados (aborígenes, mujeres, homosexuales) hacia la mitad del siglo pasado, quienes demandan su validación y reconocimiento en el mapa social, propician nuevas interpretaciones sobre las sociedades, a la vez que relajan las fronteras entre lo público y lo privado. Tales grupos generan e inscriben miradas problematizadoras que interpelan las convenciones, van más allá de una interpretación/crítica de los hechos inmediatos o luchan por el desplazamiento y desarticulación de los centros de poder; ellas cuestionan las categorías sobre las que reposa el saber académico y oficial: realidad y verdad. De esa manera, el estudio de las culturas, dentro de un entorno donde se privilegia la decanonización y el perspectivismo, se ha orientado en gran medida hacia la aceptación de lo múltiple y la deslegitimación de lugares tradicionales de lectura que fueron impulsados desde posiciones políticas, económicas, étnicas o religiosas que respondían a intereses hegemónicos. Estos últimos, más que proponer aspectos que fundamentasen un sentido de pertenencia, imponían visiones de vida, códigos de conducta y creencias que debían ser reproducidas en atención a intereses propios. Mas, si bien esas prácticas de dominación y regulación social han acompañado la sociedad desde su nacimiento, ellos solo se transformaron en objeto de interés público durante la modernidad, cuando, según Bauman, se idea el concepto de identidad. Para Bauman (2003, p. 41) “la identidad es una invención moderna (…) nació como problema (es decir, como algo con lo cual es necesario hacer algo: como una tarea)”. Durante la modernidad la filiación del sujeto deja de considerarse un asunto meramente personal para presentarse como un fenómeno dialéctico social sobre el que es necesario operar para controlarle. Ello derivó en la proliferación de los proyectos fundacionales y de nación que aspiraban congregar la población alrededor 301
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de modos de ser y diferenciarse del otro que les avalaban como miembros de una nación. Contrasta durante ese período la legitimación y reforzamiento de algunas prácticas culturales, religiosas, sociales, frente a la desacreditación e invisibilización de otras. El "problema" de la identidad se resuelve mediante la promoción de una suerte de perfil institucionalizado, re-creado e inculcado mediante reglas sociales, educación, literatura o publicidad. La identidad, como menciona Olga Molano (2008, p. 73), “no es un concepto fijo, sino que se recrea individual y colectivamente y se alimenta de forma continua de la influencia exterior”, por tal razón puede ser intervenida de forma sistemática e intencional. En la modernidad (y aun hoy) esta propiedad posibilitó no sólo la manipulación o la imposición de referentes y elementos ajenos a un grupo social, sino la invisibilización y desacreditación de las prácticas y valores de sectores sociales no hegemónicos. Como se ha expresado, serán los cambios culturales y en materia epistemológica radicalizados a partir de la segunda mitad del siglo XX los que impulsen una interpretación distinta sobre los fenómenos sociales, redefiniendo las formas de control sobre la identidad. Bauman lo formula del siguiente modo: [S]i el «problema moderno de la identidad» era cómo construirla y mantenerla sólida y estable, el «problema posmoderno de la identidad» es en lo fundamental cómo evitar la fijación y mantener vigentes las opciones. En el caso de la identidad, como en otros, la palabra comodín de la modernidad fue «creación»; la palabra comodín de la posmodernidad es «reciclaje» (2003, p.40) La importancia de los nuevos enfoques sobre la cultura y la sociedad son innegables, pero también han traído innumerables problemas que, lejos de precisar o esclarecer, describen un panorama complicado. Así, la decanonización y el perspectivismo además han conducido a una crisis representacional, en cuyo centro se sitúa un yomúltiple, amenazado por la ambigüedad y la sobresaturación; que intenta construir su auto-representación (individual y colectiva) considerando simultáneamente asuntos de naturaleza política, jurídica, ideológica, religiosa, social, entre muchos otros. Se suman a la situación anterior fenómenos como la globalización, resultado de la indetenible penetración de factores económicos a través de los medios de comunicación. En este marco, la cultura (especialmente su diversidad y la situación de las minorías) ha sido siempre un tema polémico. El desarrollo económico y tecnológico ha creado condiciones de convivencia y coexistencia que influyen de forma directa o indirecta sobre todos los sujetos a escala mundial, sobreponiéndose a las diferencias políticas, económicas o lingüísticas de cada región y cada comunidad. Para resumirlo citaré una expresión de Enrique 302
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González Ordosgoitti: “La globalización cultural se presenta entonces como el lugar de encuentros, desencuentros, luchas y fagocitaciones entre los imaginarios nacionales y trasnacionales” (1991, p. 119) Accesibilidad, inmediatez y simplicidad son términos que, entre muchos otros, acompañan continuamente los eslóganes que promueven el uso de tecnologías de información y medios de comunicación. No obstante, tras ellos también se advierten condiciones que operan de forma velada, como la sobresaturación y la intervención o mediación de los mensajes. La globalización ha encontrado en la publicidad y la tecnología las herramientas para influenciar los patrones de conducta de los sujetos, operando sobre sus creencias, sus tradiciones y la manera como ellos se relacionan con el entorno; en consecuencia, actúan sobre la cultura y la identidad. Pero al mismo tiempo, han hecho patente la pluralidad y complejidad de un mundo donde el individuo no se define frente a otro (que le es próximo) sino ante un confuso y laberíntico universo de otros con los que interactúa a través de imágenes que circulan en diarios, televisión, internet. Jorge Larraín lo sintetiza en estos términos: La globalización afecta a la identidad, en primer lugar, porque pone a individuos, grupos y naciones en contacto con una serie de nuevos "otros" en relación con los cuales pueden definirse a sí mismos. La globalización de las comunicaciones a través de las señales electrónicas ha permitido la separación de las relaciones sociales de los contextos locales de interacción. Esto significa no sólo que en relación con cada persona el número de "otros significativos" y de diferenciación ha crecido sustancialmente, sino que también esos otros son conocidos no por medio de su presencia física sino que a través de los medios de comunicación, especialmente las imágenes televisadas (2001, p. 43) Bajo la acción de los medios y la publicidad, el saber empírico, producto del encuentro y la interacción entre individuos, es desplazado por la información que se obtiene sobre un otro "imaginado", del que sólo se perciben algunos rasgos permeados por la óptica de los informantes, publicistas y comunicadores. La experiencia es desplazada por lo subjetivo, lo ambiguo y lo fragmentario, y ya el sentido (en las disciplinas como en la vida) no es un objeto de deseo. Continuamente se activan estrategias de seducción a través de imágenes superficiales, vacías de significado, pero que impactan e influyen sobre la sensibilidad la ética y los valores culturalmente transmitidos. Lipovetsky afirma al respecto: La oposición del sentido y del sin sentido ya no es desgarradora y pierde parte de su radicalismo ante la frivolidad o la utilidad de la moda, del ocio, de la publicidad. En la era de lo espectacular, las antinomias duras, las de lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, lo real y la ilusión, el sentido y el sinsentido se esfuman, los antagonismos se vuelven "flotantes", 303
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se empieza a comprender, mal que les pese a nuestros metafísicos y antimetafísicos, que ya es posible vivir sin objetivo ni sentido, en secuencia-flash, y esto es nuevo. "Es mejor cualquier sentido que ninguno", decía Nietzsche, hasta esto ya no es verdad hoy (1986, p. 38) Bajo la óptica de quienes impulsan la globalización, la identidad se construye cada día menos a partir del legado cultural o histórico; ella se "ve" y se "mide" bajo los parámetros del consumo: "eres la que comes", "eres lo que posees". Analistas del fenómeno denuncian que la globalización en la práctica oculta y socava la diversidad, transformándose en una amenaza cierta para la cultura y la identidad de los grupos minoritarios. En especial para los sectores con desigual o limitado acceso a los medios. Para García Canclini: La globalización no sólo homogeiniza e integra a las culturas. También genera procesos de estratificación, segregación y exclusión (...) se aprecia una tensión entre las tendencias homogenizadoras y comerciales de la globalización, por un lado, y, al mismo tiempo, la valoración del arte y la informática como instancias para continuar o renovar las diferencias simbólicas. Pero esta tensión no tiene el aspecto de la antigua oposición entre cultura popular y de élite. Las distinciones se construyen entre quienes acceden a la televisión abierta y gratuita, casi siempre sólo nacional, o quienes poseen cable, Direct TV, antenas parabólicas y recursos informáticos para comunicarse. La disyuntiva entre cultura de élite y popular tiende a ser reemplazada por la distancia entre informados y entretenidos, o entre quienes tienen capacidad de memoria manteniendo el arraigo en culturas históricas (sean cosmopolitas o de tradición local) y quienes se dispersan en el vértigo de consumir lo que los medios comerciales y la moda consagran cada semana y declaran obsoleto a la siguiente (2002, p. 84-85) Las repercusiones de la globalización sobre las personas y sobre la cultura de los pueblos, es el punto de encuentro de discusiones que coloca a la memoria en el centro de la disputa, por cuanto es la capacidad para recordar aquella que nos permite sostener vínculos con la cultura propia, favoreciendo o no la subsistencia de la diversidad cultural que define lo que somos individualmente y como parte de un colectivo. La inducción de nuevas necesidades, el manejo de la violencia física y simbólica, la manipulación del cuerpo... todos estos son lugares de confrontación para las ideas en torno al fenómeno de la globalización; ellos conducen a reflexionar sobre la imagen que construimos a partir de la influencia del mundo exterior (como precisa Molano). El mundo vive una época determinada por el ocultamiento y la tergiversación de la información, procedimientos comúnmente justificados por la relatividad y flexibilización conceptual de categorías como verdad, realidad o conveniencia; pensar en abstraernos de nuestra época es una utopía pueril. Mas, ese ocultamiento y la 304
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tergiversación no siempre responden a intereses velados, sino que forman parte de un mecanismo por el que se puede participar tanto por consenso como por coacción u omisión.
Identidad cultural e imagen: entre el nosotros y el yo La identidad no está hecha de compartimentos, no se divide en mitades, ni en tercios o en zonas estancas. Y no es que tenga varias identidades: tengo solamente una, producto de todos los elementos que la han configurado mediante una “dosificación” singular que nunca es la misma en dos personas. Maalouf (1999, p. 4) Las palabras de Maalouf describen la identidad cultural como una amalgama infragmentable. Esta categoría, de manera dual, se sustenta en el reconocimiento de un carácter común, colectivamente compartido; pero, al mismo tiempo, está condicionado por la diferencia y transitoriedad. Como deja entrever este investigador, la identidad no puede concebirse hoy como un aspecto dado e inherente al ser, que él necesita descubrir, sino que se entiende como una construcción que se configura de distinta forma en cada sujeto. Visto desde esta perspectiva, la producción de un sistema de representación que permita la identificación es un proceso complejo, en constante actualización, que va autodefiniendo a los sujetos en relación con un entorno y quienes interactúan con él. Las prácticas culturales, en tanto hacen patente la comprensión del mundo y el conocimiento, también cohesionan y refuerzan la imagen de lo propio. De manera que, aun cuando el término identidad remite a una serie de condiciones que no siempre se circunscriben a la esfera de lo cultural, es incuestionable la indisociabilidad de la cultura para comprenderle. Hoy la identidad no se entiende en diversos ámbitos como un asunto colectivo, sino como una marca distintiva personal, “única”, que aboga por lo particular. Esta condición es denominada por Lipovetsky como personalización: El proceso de personalización: estrategia global, mutación general en el hacer y querer de nuestras sociedades. Sin embargo, convendría distinguir en él dos caras. La primera, "limpia" u operativa (...) La segunda, a la que podríamos llamar "salvaje" o "paralela", proviene de la voluntad de autonomía y de particularización de los grupos e individuos: neofeminismo, liberación de costumbres y sexualidades, reivindicaciones de las minorías regionales y lingüísticas, tecnologías psicológicas, deseo de expresión y de expansión del yo, movimientos "alternativos", por todas partes asistimos a la búsqueda de la propia identidad, y no ya de la universalidad que motiva las acciones sociales e individuales (1986, p. 8)
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Irónicamente, la atomización estimula un reordenamiento social a escala mundial son una realidad que cada día cobra mayor impulso. Sin duda alguna, ello establece un nuevo ordenamiento a través de la emergencia de comunidades inducidas, articuladas a partir de inquietudes e intereses compartidos. Esta situación surge como respuesta a lo que Lipovetsky ha propuesto llamar narcisismo colectivo: [N]os juntamos porque nos parecemos, porque estamos directamente sensibilizados por los mismos objetivos existenciales. El narcisismo no solo se caracteriza por la autoabsorción hedonista sino también por la necesidad de reagruparse con seres "idénticos", sin duda para ser útiles y exigir nuevos derechos, pero también para liberarse, para solucionar los problemas íntimos por el "contacto", lo "vivido", el discurso en primera persona: la vida asociativa, instrumento psi. El narcisismo encuentra su modelo en la psicologización de lo social, de lo político, de la escena pública en general, en la subjetivización de todas las actividades antaño impersonales u objetivas (1986, p. 14) Es obvio que la interacción de las personas con su grupo y su entorno sigue perfilando en gran medida su identidad; sin embargo, en este momento ello se realiza en contextos invadidos por la omnipresencia de la publicidad y los medios de comunicación e información, los cuales construyen empatías entre algunos sujetos a la vez que promueven la disgregación de otros. De manera que la acción de estos últimos va más allá de la transmisión e interpretación del mensaje; median las maneras de entender la realidad, de percibir al otro y verse a sí mismos. Esto condujo a Hall (2013, p. 71) a sostener: El mundo no es solo lo que existe “allá afuera”: también es la imagen que tenemos en nuestras mentes lo que nos permite tener un asidero en la realidad material. Al tomar ese asidero, nuestra aprehensión de esa realidad cambia – y asimismo un amplio conjunto de nuestras suposiciones y creencias. Puede afirmarse, entonces, que la realidad mediada a través de la imagen es un potente recurso que se emplea tanto en la decodificación de la realidad, como en la valoración de nuestra cultura; lo que implica la modificación de patrones de comportamiento y consumo, al igual que la transformación de las creencias y valores personales. Castells (1998, p. 259) menciona al respecto: El nuevo poder reside en los códigos de información y en las imágenes de representación en torno a los cuales las sociedades organizan sus instituciones y la gente construye sus vidas y decide su conducta. La sede de este poder es la mente de la gente. En síntesis, los imaginarios simbólicos se han transformado en un instrumento de poder puesto que estos operan sobre la cultura (es decir, sobre ese sistema semiótico que nos permite entender nuestro entorno) e influyen sobre la actuación de los sujetos; impulsando acciones, preferencias y fomentando la empatía o el rechazo hacia un otro con el que quizá nunca el individuo esté en contacto, pero que, paradójicamente, 306
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forma parte de su realidad y ha intervenido en la modelación de su identidad.
Identidad como espectáculo La capacidad de los medios para intervenir en todas las facetas de la vida cotidiana es hoy un lugar común de discusión en distintos ámbitos, entre partidarios y críticos. Ahora bien, más allá de las potencialidades y derivaciones que enuncia Ramonet ,3en su ensayo: "La tiranía de la comunicación", se hace evidente que las nuevas formas de interconexión a escala mundial han venido a reforzar y canalizar una tendencia que dos décadas antes (en 1967) ya Guy Debord denominaba sociedad del espectáculo: una emergente "relación social entre personas mediatizada por imágenes" (p. 1). La continua exposición e inducción a imitar manifestaciones que ostentan la categoría de "viral", el desplazamiento del diario íntimo por el blog, las redes sociales, el empleo de sistemas de cámaras en streaming son nuevos usos sociales de la tecnología que, además de cuestionar límites entre lo privado y lo público, han proporcionado espacios simbólicos para el desarrollo de manifestaciones donde el sujeto mismo se ha hecho espectáculo. En este contexto, donde no hay tabúes, las prohibiciones son inoperantes y todo debe ser mostrado, exhibido e imitado. Lo particular y lo diverso son relegados bajo una tendencia que busca en el otro la identificación e interconexión por la vía de lo común (sea porque comparten gestos, valores, actividades) que se hace patente a través de la reproducción (copia) de patrones de conducta, formas de vestir e, incluso, ideas y visiones del mundo. El éxito comunicacional en el complejo universo de los nuevos medios y recursos para la comunicación, al que se suman las versiones interactivas y virtuales del diario y la televisión, se mide en función de esa suerte de superación de obstáculos que suponen los idiomas y la diversidad cultural para hacer llegar el mensaje. De ese modo, la lengua, un importante elemento cohesionador, que permite manifestarnos, integrarnos e identificarnos, ha pasado a ser sustancialmente desplazada por el uso de iconos o imágenes (en muchos casos manipulados). Hoy hemos alcanzado un punto donde, como señala Ramonet, "se exige de la información una vertiente visible y cuando un gran acontecimiento no ofrece capital de imágenes se crea una especie de confusión difícil de develar" (en lasección “Prensa, poderes y democracia”). Pero más allá de nuestra dependencia por la imagen, entendida como construcción o representación, le atribuimos a ella la propiedad de definir lo real y lo verdadero. En otras palabras, las visiones de vida, la relación con el mundo o la autorrepresentación social e individual, están siendo constantemente *
3. La articulación del televisor, la PC y el teléfono, ha creado una nueva máquina de comunicar, interactiva y basada en las posibilidades del tratamiento digital de la información. Reuniendo los múltiples avances que han experimentado los media hasta ahora dispersos (a los que se agregan el fax, la telemática y la monética), el multimedia e Internet significan una ruptura y podrían transformar todo el campo de la comunicación, no sólo en los aspectos tecnológicos, sino también en la esfera económica… (Ramonet, 1986, en sec. “Comunicación contra Información”).
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intervenidas por imágenes ante las que actuamos como receptores y creadores; que pueden reforzar, pero también falsear o cuestionar la identidad cultural. La propensión dominante hacia la imagen fue advertida y criticada por Guy Debord desde la primera mitad del siglo XX, coincidiendo con la crisis representacional sobre la que reposa la era posmoderna. Para Debord (1995, p. 8), las relaciones modernas de producción perfilan una tendencia donde “todo lo que antes era vivido directamente se ha alejado en una representación”. La realidad es espectacularizada y de ese modo contemplada; como resultado, el espectáculo “se presenta a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación” (Ibíd.). Sin duda alguna esta tendencia ha sido aprovechada y fomentada por los medios de comunicación e información; no obstante, la formulación de imaginarios simbólicos que interpreten y simplifiquen la realidad no puede entenderse como una actividad que se circunscribe exclusivamente a ese ámbito. Hoy la propagación de imágenes que "fabrican realidades" parece el revés (en ocasiones necesario) que permite entender y ordenar el mundo. En otras palabras, la capacidad de los sujetos para construir su propia identidad cultural se ve entorpecida por una sobresaturación que les es impuesta a partir de la emergencia de esos "nuevos otros" que menciona Larraín. La respuesta ante una complejidad que constituye un obstáculo es la enunciación de imágenes que reducen la realidad, niegan la riqueza cultural, imponen cánones y anulan la profundidad y el perspectivismo. Si comunicarnos es una forma de transmitir lo que somos, de mostrarnos ante el otro, hacer de lo que somos un espectáculo, a través de la adopción de imágenes estandarizantes se invisibiliza nuestra cultura. La utopía de una posible homogeneidad cultural que los proyectos de nación impulsaron notablemente durante el siglo XIX y parte del siglo XX (tan necesarias para la cimentación y consolidación de algunas naciones durante esa época, pero inoperantes a partir del reconocimiento de la pluriculturalidad, transculturación e interculturación de todos los pueblos) parece haberse retomado para redimensionarle y transformarle en meta. En la actualidad el espectáculo, como lo entendía Debord, es el mecanismo que media la relación humana; y la imagen construye e impone los sistemas de representación sobre los que se articulan los procesos de reconocimiento y diferenciación. Frente a esa situación, Castells (1998, p. 221) advierte el peligro de la desaparición de la sociedad: Una sociedad que se fragmenta interminablemente, sin memoria ni solidaridad, una sociedad que recobra su unidad sólo en la sucesión de imágenes a las que los medios vuelven cada semana. Es una sociedad sin ciudadanos y, en definitiva, una no sociedad. La identidad cultural ha dejado de ser ese algo que se construye en interacción entre 308
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los sujetos y su entorno para responder a un complejo juego que va del ocultamiento a la visibilización, orientado por intereses del poder económico, político, religioso o social y determinado por las demandas de una sociedad que si bien se reconoce plural, apuesta por la simplificación de esa realidad. En este contexto, la representación que es alentada desde los medios se ha impuesto como una forma de control que opera sobre las elecciones que intervienen la identidad y parte de la percepción de la cultura como producto masificado y mercantilizable. Paradójicamente, los logros sobre la valoración, el reconocimiento y la celebración de la diversidad cultural, experimentados durante el siglo pasado, son continuamente amenazados por acciones impulsadas desde la red o por campañas publicitarias que alteran la imagen que tenemos de los demás y de nosotros. De allí que la lucha simbólica por la preservación de las diferentes culturas, que ha conducido a importantes avances en materia institucional (tanto en lo jurídico como en el campo de la preservación); también ha llevado a numerosos casos donde prácticas culturales superaron escenarios de invisibilización transformándose en espectáculo. En no pocas ocasiones, la identidad y la cultura se han presentado de manera desproporcionada como un recurso para impulsar el desarrollo económico de las comunidades. Podría considerarse, como ejemplo, de lo anteriormente afirmado, cómo reconocer y celebrar las manifestaciones materiales e inmateriales de algunas culturas recientemente se ha entendido como una actividad dominada por la publicidad y el mercadeo, donde más que llamar a la valoración y al respeto, se exhiben esas expresiones a modo de productos con valor comercial. Esta condición en esencia estaría respondiendo al mismo impulso social por el espectáculo. Con frecuencia se emplea el argumento del reforzamiento de la identidad local como aval para el uso de tales recursos, lo que podemos leer desde otro punto de vista a partir de las siguientes aseveraciones de Debord: El espectáculo se muestra a la vez como la sociedad misma, como una parte de la sociedad y como instrumento de unificación. En tanto que parte de la sociedad, es expresamente el sector que concentra todas las miradas y toda la conciencia. Precisamente porque este sector está separado es el lugar de la mirada engañada y de la falsa conciencia; y la unificación que lleva a cabo no es sino un lenguaje oficial de la separación generalizada (p. 1) La identidad cultural permite definirnos y establecer relaciones de afinidad; pero, según González Muñoz, …cuando se habla de identidad cultural dicha identificación se observa desde una perspectiva diferente porque está basada en algo meramente social, colectivo, por lo tanto, es más viable hablar de identidades (en plural), puesto que pertenecen o parten 309
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de un colectivo que se hace capaz de garantizar ese sentimiento de pertenencia que presupone la existencia de diferencias respecto a otras sociedades o etnias (2013, p. 22) La identidad, al ser un aspecto plural en constante evolución y susceptible de cambios, es una autorrepresentación de lo propio y lo ajeno sensible a la influencia del entorno. La artificialidad que se impone en la representación resta cuotas sustanciales a los sentimientos genuinos de afinidad y pertenencia, generando en muchas ocasiones vínculos transitorios, dependientes del impulso mediático. Por ello, y pensando especialmente el valor otorgado a la diversidad y la pluralidad, habría que considerar, desde la dimensión crítica y ética del asunto, la exaltación e imposición de perfiles que responden a identidades culturales; sea que estas últimas respondan a un reforzamiento permitido desde el poder del Estado o responda los intereses económicos que promueve la globalización.
Antes de dar a otros la palabra... ¿Quién puede prever lo que significará, dentro de unos decenios, mujer, niño, hombre, en qué abigarradas formas se distribuirán? El abandono de los roles e identidades instituidos, disyunciones y exclusiones “clásicas”, hace de nuestro tiempo un paisaje aleatorio, rico en singularidades complejas Lipovetsky (2008, p. 45) La incertidumbre y la capacidad de suscitar admiración son condiciones que acompañan a la naturaleza humana desde sus orígenes, por consiguiente, ofrecer algún pronóstico sobre el devenir de las sociedades es siempre una práctica osada. No obstante, incluso si el futuro es percibido como un espacio temporal vedado e inaprehensible, sobre el que proyectamos anhelos así como enunciamos temores (tiempo otro, inaccesible), proponerse escenarios sobre cómo marcharán los fenómenos sociales que actualmente experimentamos nunca será una tarea infructuosa. No es difícil anticipar que la forma como nuestro mundo evoluciona e interactúa a través de los medios de comunicación y redes sociales incidirá ineludiblemente sobre los procesos culturales (transformándolos y/o trastocándolos). Pero, especialmente, cuando el asunto a abordar es la identidad cultural, una sustancia irrecuperable e impetrificable, es complicado intentar predecir los alcances o consecuencias de los fenómenos. En ese instante en que la cultura se desconecta de la experiencia cotidiana y se transforma en simple espectáculo para forzar una imagen (haciendo de sí un producto pensado, predigerido y reconstruido, cuyo objetivo es insertarle en el orden económico o, en el "mejor" de los casos, imponer una imagen de lo propio); habría que considerar, con profundidad y sentido crítico, las implicaciones que a la larga estas 310
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intervenciones ocasionarán en el campo de la identidad. Mantener las opciones, proteger la heterogeneidad sin recurrir estrategias artificiales que socaven la diversidad, innovar en materia de políticas culturales recordando que cada situación es única, idear estrategias para democratizar el acceso a los medios de comunicación, educar, sensibilizar... hay innumerables alternativas esbozadas y documentadas por críticos y estudiosos. En todo caso, lo cierto es que la identidad cultural es una materia esquiva, sin receta, sobre la que es cada día más difícil operar. La manifestación de fenómenos como la transculturación, aculturación e interculturación constituye un llamado urgente para reflexionar sobre la actuación de los sectores hegemónicos sobre la diversidad cultural. Sin embargo, no está demás insistir, como lo han hecho varios teóricos e investigadores, más allá de los “problemas culturales” perceptibles a partir de la acción de los sectores que mantienen el poder a nivel global, la discusión también debe pasar por la revisión de aquellos aspectos que desde nuestras propias culturas posibilitan la injerencia y la manipulación mediática. El capital simbólico de cada pueblo está en juego, pero también aquello que nos hacer Ser, que define nuestra imagen en relación con nuestros congéneres.
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Micros Radiales para la Educación en Patrimonio Cultural: Una Mirada desde el Universo Simbólico Emocional del ser Humano por: Irene Puigvert1 Resumen El legado cultural y artístico es engendrado en el universo emocional de cada ser humano desde su histórico. El presente artículo se propone aproximar algunas nociones sobre la educación en patrimonio a través de la difusión de micros radiales, cuyo contenido educativo-cultural-emocional genere la valoración del patrimonio cultural en la ciudadanía. Para ello, parte de supuestos como Goleman (1995) inteligencia emocional, Martins y Morán (2007) el ser del humano, Medina (2012) valoración del patrimonio cultural, la visión freiriana (2007) de la comunicación y la educación, Frondizi (1995) valoración del bien patrimonial, Cuesta (2012) la radio dinamizadora de procesos sociales y culturales. Para desarrollar los principios teóricos que sustenten la producción de los micros radiales, se aborda la investigación cualitativa desde un enfoque hermenéutico y fenomenológico. Las previas conclusiones orientan a entender la vinculación entre la emocionalidad y la valoración del patrimonio, para lo cual los micros radiales representan una tribuna educativa social.
Palabras clave:
Educación En Patrimonio Cultural Universo Simbólico Emocional Micro Radial
Introducción La enseñanza de los valores culturales se hace cuesta arriba entre tanto escasee la información registrada en diferentes entes de comunicación, que no solo la represente la educación formal en espacios convencionales. La comunidad carece de acceso fácil a las fuentes bibliográficas, e incluso electrónicas, que lo ilustren acerca del Patrimonio Cultural, bien por factores intrínsecos al ser humano o por factores extrínsecos. Sin embargo, antes de avanzar en el escrito es importante aproximarse a una definición de patrimonio, explicitada por Rojas (2013) quien señala: Son los bienes propios de una comunidad y una cultura, la que a su vez está en íntima relación con un lugar…Entonces podemos decir que patrimonio son los bienes propios a una cultura y que es la resultante de la historia de esa cultura, y como tal, se manifiesta en forma tangible e intangible (p.228). *
1. Profesora agregado, del Instituto de Mejoramiento profesional del Magisterio UPEL, Unidad de Evaluación. Doctoranda en Educación Instituto Pedagógico de Caracas y doctoranda en Patrimonio Cultural ULAC – Caracas.
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De acuerdo a esta apreciación sobre patrimonio, entonces la cultura no debe ser considerada como el pasado de una región, localidad o nación, sino como un legado cultural y artístico, con una ubicación concreta en el tiempo que involucra la existencia del hombre, del universo emocional, del sentir, de cada uno de los seres humanos que conforman ese privilegiado reservorio cultural, porque cada uno tiene características para autodefinirse como ser histórico producto de un pasado que trasciende en el futuro, como ente activo de un proceso social dinámico. Desde esta perspectiva, el ciudadano educado en patrimonio es un individuo que asume su presente como un producto de su pasado, influenciado por el acervo cultural y es capaz de proyectar dichos elementos hacia un futuro. Estos elementos juegan un rol significativo tanto en la vida del propio individuo como en su desenvolvimiento colectivo, por ello existe la necesidad de generar el constructo del Ideario de la Educación en Patrimonio a través del medio radiofónico concebido en el Universo Simbólico Emocional para el desarrollo humano, a fin de fomentar la conciencia ciudadana sobre el valor del patrimonio. Resulta desconcertante que pese al legado cultural material e inmaterial que tiene Venezuela se evidencien actitudes desfavorables hacia la conservación de obras patrimoniales y patrimonizables. Por ejemplo, grafitis en estatuas y construcciones arquitectónicas, falta de restauración, escaso mantenimiento, irrespeto a las edificaciones cuando se generan actividades como patinar en los escalones, consumir bebidas alcohólicas, dormir, gritar, depositar basura, trepar paredes y muros de edificaciones de siglos construidas, que ya presentan el deterioro normal por los años transcurridos, además de los factores climáticos, intemperie y erosión a la cual está expuesta permanentemente. También, es de apreciar la ligereza de echar abajo edificaciones, estatuas, por construir nuevos símbolos, en vez de reconocer el valor histórico-artístico y emocional de las mismas, re-creándolas para su reutilización, con actividad sustentable pero que permita a su vez la protección y conservación. Otros elementos que expresa la aculturación de la ciudadanía es la frecuencia en escuchar o interpretar música de otras culturas en el contexto no cónsono, como, por ejemplo, interpretar un reggaeton en la Plaza Bolívar de cualquier localidad venezolana, en vez de la música que tipifica a esa región en especial. La carencia en la formación del docente para moldear la valoración de la cultura patrimonial es condicionante, pese a que el sistema educativo lo prioriza y el diseño curricular conceptualiza la idiosincrasia nacional y el acervo cultural como vía para garantizar el desarrollo educativo, patrimonial y social del país, el docente dedica más tiempo a la instrucción, que implica proporcionar información, dejando de lado 315
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la formación de la identidad cultural, que conforma el sentido de pertenencia, y caracteriza a los seres humanos que han venido desarrollándose como ciudadanos de una localidad, región, o país, en el conocimiento de los símbolos y sus significantes, interpretados como baluartes que distinguen y construyen la historia del país que les engendró. Esto refiere a la necesidad de la labor del docente en la formación del valor entendido como “la querencia de lo nuestro”, ya que lo que no se conoce no se valora. La desconexión de los ciudadanos de sus bienes patrimoniales se observa en los comportamientos inconscientes en la cotidianidad lo que permite inferir la carencia de conciencia ciudadana, que amerita del conocimiento y valoración del ser humano sobre sí mismo para interpretar sus orígenes como venezolano, heredero de una cultura patrimonial que lo contextualiza, pero que le demanda responsabilidad para trascender en el tiempo, lo cual requiere de la educación en patrimonio, que se define en la sensibilidad, en el amor por el patrimonio material e inmaterial que lo caracteriza como ciudadano venezolano, razón para que emerja el sentimiento de identidad. La identidad, permite desarrollar el estado consciente en el ser humano para entender que es una responsabilidad la prevención del deterioro de sus símbolos patrimoniales materiales así como su conservación y restauración; este último apoyado desde las políticas del Ministerio del poder popular para la Cultura, el Instituto de Patrimonio Cultural, Fundación de Museos Nacionales, entre otros organismos gubernamentales y no gubernamentales solidarizados con la educación en patrimonio, ya que el individuo es perfeccionado para lograr el desarrollo emocional-social, a través de la misma. Es él quien se ocupa, con su comportamiento, de construir la historia de su localidad, región o nación, por ello, a lo largo del tiempo, la historia si no se divulga se olvida. Factores como la actividad bélica, los cambios de gobierno con ideologías políticas radicalizadas, las crisis económicas, el tráfico de arte, fauna, flora, minerales preciosos, deforestación de parques naturales indiscriminadamente, la falta de planificación urbanística, atenta contra la calidad de vida, la memoria de los valores históricoculturales, registrando el agresivo tratamiento hacia el patrimonio de las naciones. A lo largo de toda la historia han existido teorías, ideas y diversos planes, pero todo, absolutamente todo, gira entorno a una sola cosa, “el hombre”, la criatura que a pesar de no tener capacidades físicas extraordinarias, ha conquistado al mundo y ubicándose en la cima de la cadena de la vida por una simple razón, por su inteligencia y su capacidad de utilizarla. Pastal (citado en Martins y Morán, 2007) señala la siguiente interrogante: “¿Qué es el individuo dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con respecto a la nada. Un intermedio entre la nada y el todo.” (p.47). La mente humana es la razón del desarrollo y adaptación del ser al medio, su existencia, es sinónimo de evolución, 316
por: Irene Puigvert
sin ella el mundo sería una inmensa jungla. El curso de la historia ha demostrado que esta simple cualidad del humano, interpretada como ser racional, es la que le ha permitido establecer teorías, refutar las mismas, crear sistemas, gobiernos, imperios, sociedades, organizaciones, construir relaciones con sus semejantes y generar un plan de existencia propiamente dicho. Lo señalado por la autora de la investigación, encaja con la concepción y construcción que cada ser, cada ciudadano, cada hombre, haga de su universo simbólico personal, que influencia su desenvolvimiento social con el patrimonio cultural, bien como hacedor y constructor del mismo, o como heredero. El humano, es distinto o determinado por sí mismo, por tal motivo, es inteligible, ya que utiliza su inteligencia para ser conocido, caracterizándose por buscar formas y métodos para hacer que todos sus sistemas y organizaciones se vuelvan más productivas y efectivas, con el único fin de generar mayores beneficios para la sociedad. La historia ha demostrado cómo aquellos hombres y mujeres que desarrollan ideas innovadoras y las llevan a cabo, son capaces de sobresalir de entre los propios sistemas ya preestablecidos, solventar los problemas existentes e incluso efectivizar los propios sistemas que han dejado atrás. Con lo anterior se concluye que el ser tiene finalidad y deseo de transcender, ello es sinónimo de que el hombre hace la cultura. Para tal fin, el ser humano como miembro de un tejido social, inserto en una concepción freiriana (por Paulo Freire) desde la Ciudad Educadora, donde son múltiples los organismos que educan en una dimensión de interculturalidad, siendo en este caso la radio un entes del tejido social educador que tiene responsabilidad difusora tanto en los mejores términos como en los no tan idóneos en materia cultural, por ser de fácil acceso a un gran público, definido como los medios de comunicación masivo. La radiodifusión como ente generador de educación en patrimonio cultural posee gran alcance en las comunidades, ya que hasta hace poco tiempo los medios masivos estaban desarraigados de lo inherente con la difusión de los acervos culturales locales y regionales; ante las nuevas bases legales que incorpora CONATEL como órgano rector de las telecomunicaciones en el país, se evidencian cambios significativos en las emisoras que transmiten programas radiales producidos en un contexto educativo y cultural, poco conocido hasta esos momentos, siendo el micro radiofónico potenciador de la educación toda vez que el contenido de la producción esté direccionado intencionalmente a los fines educativos. Ahora, existe la necesidad de generar constructos que favorezcan la educación en patrimonio desde una mirada en el universo simbólico emocional del ser humano, considerando que no solo la escuela es el contexto para tal fin, sino que existen otros medios como la radio educativa que favorece la introversión en el radioescucha, quien siente, medita, escucha, imagina y crea a partir de sonidos, efectos y mensajes 317
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un contexto dinamizador y motivador para captar información. La radio es un medio educativo a través del cual se llega a un amplio espectro de personas teniendo como misión captar la atención, es esa una característica fundamental para aprender y formarse en cualquier área del saber, además que escuchar, habilidad máxima de este medio, engloba todos los circuitos del pensamiento. Educar desde la mirada en el Universo Simbólico Emocional para el desarrollo humano permite fomentar la conciencia ciudadana. En concordancia con lo descrito y analizado hasta los momentos, el universo Simbólico Emocional de los ciudadanos emerge como una propuesta para la Educación en Patrimonio. Este Universo Simbólico Emocional se sustenta en algunas de las experiencias de los autores que generaron las teorías para el desarrollo humano tales como Goleman (1995) quien destaca la inteligencia emocional como un paradigma que permite desarrollar las capacidad de entender las emociones propias y las de los demás; Martins y Morán (2007) el ser del humano, quienes disertan sobre la capacidad que posee todo ser humano de entrar en reflexión consigo mismo pero creador de la cultura que lo engendra en una constante espiral dialéctica, en la búsqueda del deber ser del hombre en su contexto social, siendo hacedor de su cultura como ciudadano de un país, que para valorar su histórico debe primeramente conocerse y autocontrolar sus emociones, a fin de conducirse ante sus baluartes culturales con respeto, cortesía, empatía, generosidad, tolerancia, protección y conservación; porque el que se valora a sí mismo como individuo, valora la historia y el patrimonio cultural de su nación. También otros autores como Freire (2007) revelan la importancia entre la comunicación y la educación. La visión freiriana de la comunicación y la educación es interpretada como la dialógica con vista a la emancipación del hombre, su compromiso con el individuo y con su realidad cultural; Frondizi (1995) por su parte habla de la valoración del bien patrimonial, expresando que: “…los bienes equivalen a las cosas valiosas, esto es, a las cosas más el valor que se les ha incorporado, así, un trozo de mármol es una mera cosa; la mano del escultor le agrega belleza …”(p. 11). Es así como este referente sustenta la importante diferencia entre la conciencia de bien y la de valor en la construcción, lo que indica la influencia del universo simbólico emocional del ser humano, delante de la obra cultural, bien como testigo o protagonista. Por su parte, Cuesta (2012) señala el valor de la radio como dinamizadora de procesos sociales y culturales en Venezuela; permite entablar un diálogo con la comunidad sobre sus problemáticas e inquietudes, siendo una de las producciones radiofónicas los micros radiales de contenido educativo tribuna para le educación en patrimonio sustentando esos contenidos sobre el valor por las obras patrimoniales desde el sentimiento inspirador de los protagonistas testimonio a través de las generaciones. Dentro de este contexto, el presente artículo centra su importancia en reportar las 318
por: Irene Puigvert
aproximaciones teóricas y datos que emergen de la dialógica hermenéutica con informantes claves de la cultura en el país, docentes, radioescuchas del Programa la Tribuna (Radio Sintonía 1420 AM) vinculados con el objetivo indagatorio centrado en construir el ideario de la Educación en Patrimonio concebido en el Universo Simbólico Emocional difundido a través de micros radiales, el cual forma parte de una investigación en proceso de construcción. En este sentido, a continuación se describen los fundamentos de mayor relevancia que direccionan el alcance del objetivo de la investigadora construir el Modelo Radiofónico de la Educación en Patrimonio concebido en el Universo Simbólico Emocional para el desarrollo humano, para lo cual se describirán aproximaciones en las vías de abordaje metódico y conclusiones previas.
Fundamentación referencial Estudiar al individuo como un ser histórico comprometido con su patrimonio cultural, implica primeramente el análisis de la Ontología del individuo, iniciando por definir Ontología, la cual es considerada por Martins y Morán (2007) como: “la parte de la filosofía que estudia el ser en cuanto ser”. (p.47). En este sentido, el hombre es el sujeto de mayor relevancia social, porque sin su presencia la cultura no existiría, nada sería factible de ser criticado o problematizado en la búsqueda de nuevas ideas, en el seno de la valoración de su entorno cultural. Otro aspecto relevante para el hombre, que hacen referencia Martíns y Morán (2007) es la manifestación del ser, lo cual se materializa en la búsqueda incesante de los verdaderos valores. El individuo nace con libertad, verdad y amor, concibiéndose como un ser satisfecho consigo mismo. Estos son sus valores de arraigo. El amor es propio de la máxima responsabilidad del hombre consigo mismo, valorarse, quererse y aceptarse. Nadie puede amar a otro ser, si no se ama a sí mismo. La libertad, implica integralidad, plenitud, que sólo se obtiene del amor que el individuo se tenga. La verdad, permite al ser humano vivir considerándose digno. De acuerdo con lo expuesto, Martíns y Morán (2007) consideran que: Es evidente la belleza en un individuo que es capaz de mantenerse erguido él solo y que pase lo que pase, alegría o tristeza, vida o muerte, el hombre que se ama es tan íntegro que no sólo será capaz de disfrutar la vida, sino también de la muerte. (p.55). Estos autores, describen la manifestación del ser, cuando se ha definido el yo. El hombre, se conoce a sí mismo, cuando descubre y acepta todos sus estados y facetas, los buenos y los menos buenos. Sólo así, puede transformar el odio en amor, por ejemplo; sólo así estará preparado para aceptar cada etapa de su ciclo de vida, desde la niñez hasta la vejez, entendiendo la partida como un ciclo natural de la vida. Esta 319
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determinación contribuye a la formación del poder y supremacía moral, que no es más que las cualidades para servir y contribuir, construidas sobre el valor de la humildad. De acuerdo con Martins y Morán (2007) el ser humano es: “Un término mixto referido a la esencia o naturaleza humana y es el centro o eje de todas las relaciones y/o dimensiones de cómo se generaliza al hombre” (p.97) Esta unificación alude a establecer que en el hombre existe una triangulación en esencia conformada por el cuerpo, la mente y el espíritu, los cuales funcionan en unísono. Es así como el ser humano posee inteligencia espiritual que le permite plantearse una evolución existencial connotada de sabiduría y amor, cumpliendo con los anhelos preconcebidos. La espiritualidad se vincula con la mente, desde la estructuración de la cognitividad y el aprendizaje (mundo psicológico), para expresarse en la conducta humana o personalidad. Estos componentes descritos, se integran al conjunto de tejidos, células y órganos que constituyen el cuerpo, a través del cual el individuo manifiesta la espiritualidad y el mundo emocional sobre el que está compuesto, que constituyen las fuerzas para interactuar consigo y en comunidad. La capacidad de interactuar refiere el componente social requerido para satisfacer las necesidades, alcanzar logros, autorrealizarse y perfilarse como un ser integral y holístico, donde el hacer un servicio útil a la humanidad constituye la base del crecimiento personal. Covey (2008) refiere: “Crecemos más cuando nos damos a los demás” (p.326). Ello implica pagar una cuota de sacrificio, desentrañando el egoísmo para servir al que lo necesita, recibiendo a cambio la fuerza interior de servir con entusiasmo, que se traduce en una energía automotivadora. El estado holístico concibe los componentes espiritual, psíquico, orgánico, social y energético. Este último se traduce en la vitalidad para accionar. Todo ello marcado por una historia de vida caracterizada por constantes y perseverantes transformaciones, siendo el valor por el patrimonio cultural un elemento que se genera en la dinámica de estos componentes. A continuación, se presenta el cuadro donde se exponen los componentes del ser humano según Martins y Morán (2007):
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por: Irene Puigvert
Cuadro 1: El componente ser y el componente Humano. Componente SER
Componente HUMANO
En e l campo d e la P sicología se entiende
Son t odos l os ó rganos, células, t ejidos,
como el e spíritu d e vida denotado por e l
estructura ósea que conforman el soma o
Súper Yo.
cuerpo del individuo, vehículo del Ser.
Enfrenta
a
los
estímulos
del m edio
Responde a l os e stímulos desde l a
creativa y comprensivamente, controlando
conducta i
las
reactiva, s in m edir consecuencias de
emociones,
generando e l
estrés:
energía motivadora positiva para
e l
desarrollo l as potencialidades a l os f ines
nstintiva
(cerebro
reptil),
angustia, ansiedad y m anejo tóxico del estrés. Reacciona para la sobrevivencia.
de alcanzar la autorrealización. Su acción está direccionada por el amor a
Su a cción e stá determinada por l as
sí y a l otro, permeando l a armonía y la
emociones comandadas e n el cerebro
satisfacción de servir y ser servido en una
reptil, i nstinto. A flora la r abia, l a ira,
interrelación
emociones desgastadoras, conectándolas
comunitaria
sana
promueva el desarrollo integral.
que
con l as culpas y gestales no r esueltas de experiencias pasadas, apuntando hacia un futuro incierto.
Fuente: Martins y Morán (2007). El Ser del Humano
El componente Ser se corresponde con el equilibrio comprensivo de la integración del hombre en alma, cuerpo y mente, que permite la misión de vida, mientras que el componente Humano se corresponde con la estructura instintiva, primitiva y reactiva del hombre, donde en oposición a responder se reacciona, paralizando las energías activadoras de las actitudes de desarrollo y evolución. En este componente humano, es sobre el cual el individuo puede influir a través de la alfabetización de las emociones, el autocontrol, la automotivación y la capacidad de servir empáticamente en la interrelación con otros seres humanos diferentes. En el cuadro presentado anteriormente, se contraponen dos componentes el Ser y el Humano. Lo humano es relativo al conjunto de tejidos y órganos que alojan al espíritu, que constituye al ser. Sin embargo, ambos convergen para definir al ser humano. Uno de los aspectos que el individuo ha de cultivar es la espiritualidad, que permite la sensación de paz interior, de estabilidad emocional, importante en las relaciones humanas; debe representar materia de interés saber equilibrar la energía de las emociones, de ello depende cómo luzca ante su comunidad, siendo esta una habilidad esencial para consolidar la sinergia con la cultura. 321
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Es interesante observar con respecto a la Axiología del individuo: valores y principios del ser, que los hombres están creados con libertad para razonar, expresarse, sentir, interactuar y gozar de derechos ciudadanos como seres humanos. Así, éste nace para amar y ser retribuido con amor, no existe nada insano en él al momento de hacer contacto por primera vez, con su medio ambiente. El humano es por naturaleza pacífico, pero también violento, ello obedece a la estructura y función de la neocorteza cerebral y sus tres cerebros (contenidos estos que se desarrollarán más adelante). Sin embargo, tiene la capacidad de autorregularse. Igualmente, Goleman (1995), menciona como uno de los principios de la Inteligencia interpersonal; habilidad para entender al otro con quien convives, respetando las diferencias individuales, concebido como empatía y entendido como el valor social importante en el desarrollo de la valoración de la diversidad cultural. La existencia humana es un ciclo, marcado por experiencias de triunfo, pero al mismo tiempo por situaciones que imprimen heridas, dolor, desilusión y culpas, que se pueden afrontar con un espíritu de bondad, respeto, amor y perdón. Son estos los valores requeridos para construir la paz integral propia de la aceptación de sí mismo, de quien busca lo mejor para sí y valora la existencia. De acuerdo con Martíns y Morán (2007) el ser humano: (...) con fe anhela algo y confía en que lo va a recibir, por eso lucha hasta contra el fatalismo propio de ciertos intereses. Además, tiene la capacidad innata de creer en un mañana donde reine la paz, justicia, amor y gracia. (p. 67) El hombre, es consciente de la línea que divide el bien del mal, esta línea es la moralidad propiamente dicha. Un hombre que tenga firmes principios, difícilmente es capaz de hacer mal, mientras que aquel hombre de vagos principios, cede fácilmente ante los vicios e incluso llegar al extremo de generar niveles de inconciencia hasta dañar a sus semejantes. Los valores, tales como: la justicia, la lealtad, la solidaridad, la igualdad o cualquier otro se asimilan en el seno de la familia, por medio del modelaje que de estos hagan las figuras parentales representativas, padres, abuelos y tíos entre los familiares que influyen en la crianza del ser humano. Al respecto Goleman (1995) señala que: Los tres o cuatro primeros años de vida son una etapa en la que el cerebro del niño crece hasta aproximadamente los dos tercios de su tamaño definitivo, y evoluciona en complejidad a un ritmo mayor del que alcanzará jamás. Durante este período las claves de aprendizaje se presentan con mayor prontitud que en años posteriores, y el aprendizaje 322
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emocional es el más importante de todos. (p.230) Ello implica que es en la primera infancia cuando el modelaje que se haga de los valores va a permanecer a lo largo de la vida del ser humano, que condiciona la actitud del individuo, que es suspicaz en vez de confiado, airado en lugar de optimista, destructivo en oposición a respetuoso, que en definitiva se traduce en insatisfacción consigo. En este mismo orden de ideas, el humano que ha aprendido a desarrollar la capacidad de transformar y transformarse a través de las experiencias positivas que generan un aprendizaje para prosperar, logran las metas que se establecen, dentro del respeto y consideración por las otras personas que le rodean; en este sentido, el individuo está en posibilidad de visualizar un mejor destino para su comunidad y para sí mismo. En consecuencia, el hombre conscientemente concebido, alcanza su plenitud en comunidad, donde la relación consigo, con los demás, con la cultura, con el contexto, detonan el dinamismo al que constantemente está expuesto, que es la base de la evolución de las colectividades promotoras de co-creatividad de cada uno de los miembros que actúan en ella; una colectividad auténtica, donde se expresen libremente las ideas y emociones, es la búsqueda del ser humano auto-realizado. Es interesante a este nivel de análisis exponer los principios universales de la conciencia y moral del ser humano según Covey (2008): 1. Principio de la rectitud. El hombre desarrolla el concepto de la equidad y justicia. Esta rectitud puede definirse indistintamente entre los seres humanos, sin embargo, la conciencia de la misma es de valor universal. 2. Principio de integridad y honestidad. Permite al individuo construir el concepto de confianza, indispensable en la relación consigo y con los demás. 3. Principio de la dignidad humana. Este se vincula con el derecho que tiene el hombre a vivir en libertad, en la búsqueda constante por ser feliz. 4. Principio del servicio o idea de contribuir. Todo humano necesita servir al otro y recibir servicio del otro, ello lo hace sentirse satisfecho y compensado emocionalmente, generando una fuerza ulterior que le permite seguir evolucionando en su crecimiento personal. 5. Principio de la calidad o excelencia. Como base de la dignidad que merece, el individuo, por naturaleza humana, busca lo mejor para sí, el logro máximo de los objetivos o metas propuestas.
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6. Principio del desarrollo del potencial. El humano genéticamente viene definido por talentos o dones, que está en posibilidad de desarrollar al máximo, tanto como sea el esfuerzo para hacerlo. 7. Principio del crecimiento. Este principio está vinculado con el anterior, en cuanto a que en la medida en que el ser humano más desarrolla sus talentos está expuesto a mejorarse y por ende a crecer. Para desenvolver talentos, el ser humano requiere de paciencia, educación y estímulo o motivación, tanto del medio como de su interior. Los principios son considerados guías que orientan el desarrollo moral y ético en los seres humanos, en ello influye considerablemente la experiencia de aprendizaje desde los primeros años de vida y la disposición de transformación que se proponga de acuerdo al desarrollo de patrones de conducta adaptados y aceptados socialmente. Los valores o guías (responsabilidad del cerebro reptil) son para el ser humano sus arraigos, los mapas mentales referenciados por la crianza y la familia, por tal motivo interfieren en las relaciones humanas. Dependiendo de ellos y de la disposición del individuo para incorporar nuevos patrones de comportamiento, con la intencionalidad del cambio, las relaciones humanas serán más o menos eficientes en todos los planos de la vida. En la construcción del universo simbólico emocional del humano, la conciencia patrimonial que éste desarrolle va a depender de la noción de valor, representación simbólica que crea de acuerdo a su sentido de pertenencia con los bienes otorgándoles un valor particularmente subjetivo, creado primordialmente, por vía emocional, ya que la concepción de belleza se aprehende por vía intelectual. La noción de valor en materia de Patrimonio Cultural es significativo en esta vinculación conciencia del ser y su patrimonio, para lo cual se considera la postura de Risieri Frondizi, quien marca diferencia entre la conciencia de bien y la de valor en la construcción del universo simbólico del ser humano, a los fines de la educación en patrimonio. Frondizi (1995) aporta el siguiente constructo: …conviene distinguir, desde ya, entre los valores y los bienes. Los bienes equivalen a las cosas valiosas, esto es, a las cosas más el valor que se les ha incorporado. Así, un trozo de mármol es una mera cosa; la mano del escultor le agrega belleza al "quitarle todo lo que le sobra", según la irónica imagen de un escultor, y el mármol-cosa se transformará en una estatua, en un bien. La estatua continúa conservando todas las características del mármol común -su peso, su constitución química, su dureza, etc.; se le ha agregado algo, sin embargo, qué la ha convertido en estatua. Este agregado es el valor estético. Los valores no son, por consiguiente, ni cosas, ni vivencias, ni esencias: son valores (p. 11). 324
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También Frondizi (1995) expresa: “Una obra sobre estética no produce ninguna emoción, pues está constituida por conceptos y proposiciones con significación y sentido intelectual. No sucede lo mismo con un poema, donde la metáfora que usa el poeta tiene una intención expresiva y de contagio emocional, y no descriptiva o de conocimiento” (p.11). En este sentido, si el ser humano siente determinadas emociones sobre el bien-objeto es porque éste tiene significados que le permiten actitudes desde la valoración que se reinterpretada en las emociones, que a su vez generan la construcción de formas de comportamiento ajustadas a una ordenanza, normas, lineamientos en materia de cultura, que orientan el deber ser de una comunidad o grupo cultural educado en la preservación del patrimonio cultural de su país. Una mirada hacia la Pedagogía Crítica como motorizadora de la Educación en Patrimonio Cultural, representa un análisis trascendente sustentado por Freire (1969), cuando señala en su visión de la clase dialéctica-crítica al aseverar que el proceso de aprendizaje tendrá su verdadera función formativa cuando el docente construya un proceso a-didáctico obligando al estudiante a responsabilizarse de su acción cognoscente y convertirse en el productor de soluciones a los problemas de su entorno. En este sentido, la educación en patrimonio a través del medio radiofónico puede constituir un proceso a-didáctico para el ciudadano que se hace consciente y responsable por autonomía de su necesidad formativa, en materia de identidad cultural. Desde esta perspectiva el Legado de Paulo Freire en la construcción del mensaje radiofónico, es representativo y novedoso que en el país, se divulguen los avances investigativos socioeducativos a través del ejercicio radiofónico. En la actualidad se considera muy oportuno que la investigación pueda trascender al medio de comunicación radial, por ser este uno de los que posee a lo largo de la historia de los medios mayor alcance en la audiencia, de aquí que narrar los avances investigativos en materia de Patrimonio Cultural es pertinente con las situaciones de reeducación en patrimonio que requiere la sociedad venezolana, en concordancia con las políticas de Estado y de la UNESCO, en pro de la salvaguarda de la cultura como patrimonio de las naciones. También son estas instancias a quienes corresponde comprometerse con la formación o educación de las masas, siendo la radio un mecanismo excelente para lograrlo, partiendo de la concepción de Carr y Kemmis (1988) quienes consideran que: Toda práctica educativa está incrustada en la teoría y sólo puede comprenderse por relaciones a las preconcepciones teóricas tácitas de los practicantes, lo que implica que la teorización de la educación no es una actividad específica de una minoría académica, lo que presupone que la teoría no se crea aisladamente de la práctica, sino es una dimensión indispensable de esta. (p.39)
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De acuerdo con lo planteado por los autores, la teoría producto de la investigación ha de trascender, de lo contrario no provee cambios educativos en la sociedad. En este sentido, la labor de la educación social, implica teorizar para practicar en los escenarios que requieren de estrategias educativas para desarrollarse, para avanzar en las problemáticas que les afectan, siendo la carencia de conciencia patrimonial una problemática social que afronta nuestro país. Consideran también que la Pedagogía Crítica constituye un modelo educativo que impulsa una educación que permite alcanzar una conciencia crítica transformativa y de su ser social y comunitario, para lo cual los micros radiales son la perfecta estrategia comunicativa para tal fin educativo. Freire (2007), significativo pedagogo del siglo XX, con su principio del diálogo, enseñó un nuevo camino para la relación entre profesores y alumnos. Su pedagogía del oprimido, concebida como pedagogía humanista y liberadora, para Freire tiene dos momentos interrelacionados: uno cuando los oprimidos van alcanzando su transformación y, un segundo instante, cuando ya el contexto transformado pasa a definirla como la pedagogía del hombre liberado. Esta postura pedagógica es ejemplo de la praxis de la educación en patrimonio cultural, donde un pedagogo social debe centrar su interés educativo en las comunidades oprimidas, encontrando en los medios de comunicación la tribuna para desarrollar la motivación empática en las personas que escuchan radio como un medio informativo, recreativo y educativo. Al revisar la literatura sobre Paulo Freire y las Teorías de la Comunicación, se aprecian claramente tres ideas centrales: 1) el modelo comunicacional horizontal, participativo y democrático, 2) La importancia de la reflexión-acción y 3) el derecho a la voz. En este sentido, Freire (2007) concibe a la educación como la construcción compartida de conocimientos, la cual constituye un proceso que se genera a través de relaciones dialécticas entre los seres humanos con el mundo. Asimismo, la observa como una relación entre iguales que tiene una dimensión política en vista del carácter problematizador generador de reflexión (consciencia crítica) y transformación de la realidad, lo cual es posible gracias al retorno crítico de la acción transformadora. La revisión bibliográfica relaciona la idea de comunicación desde la perspectiva comunitaria en la intención de demostrar la visión freiriana de la comunicación y la educación dialógicas con vista a la emancipación del hombre, su compromiso con el individuo y con su realidad cultural, así como la postura del profesional que investiga sobre los ejes centrales de las prácticas realizadas (Yamashita y Lópes) El compromiso del pedagogo en cuya acción social educa en cultura patrimonial presupone asumir una visión crítica del mundo que lo problematiza en su totalidad, ya que transformando la totalidad es que se mutan las partes y al contrario, por ello requiere de un constante proceso de autoreflexión 326
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sustentado en el equilibrio emocional, que le permita entrar en el rol de ser apoyo del necesitado y, a su vez, retroalimentarse desde la capacidad de servir y la retribución emocional satisfactoria por el bien cumplido en su acción pedagógica en las comunidades. Otro aspecto fundamental referido por Freire, que colinda con la acción pedagógica en el medio radiofónico, es su señalamiento: La palabra tiene dos fases constitutivas indisolubles, acción y reflexión. Ambas en relación dialéctica establecen la praxis del proceso transformador. La reflexión sin acción, se reduce al verbalismo estéril y la acción sin reflexión es activismo. La palabra verdadera es la praxis, porque los hombres deben actuar en el mundo para humanizarlo, transformarlo y liberarlo. Los hombres no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la acción, en la reflexión. El diálogo implica un encuentro de los hombres para la transformación del mundo, por lo que se convierte en una exigencia existencial. (p. 2) Esta concepción del autor verifica la propuesta investigativa entorno a que el investigador sociocultural debe acometer acciones para la difusión de sus hallazgos, propuestas teórico-prácticas en términos de la educación sociocultural humanizadora. A través del trabajo radial, conduciendo el mensaje, la palabra reconfortante, al radioescucha, se establece una dialógica hermenéutica donde los actores sociales se adentran en una profunda reflexibilidad de la razón de ser del hombre en la sociedad, donde se plantean nuevos senderos en la permanente búsqueda de la mejora en la calidad de vida racional, espiritual y cultural. Esta construcción simbólica emocional que puede efectuar el ciudadano sobre el patrimonio es factible de ser educada por medio de micros radiales, y programas de contenido cultural, como mecanismo divulgativo representativo y novedoso. En la actualidad se considera oportuno utilizar la radio como medio de comunicación de masas para educar en materia de Patrimonio Cultural; es pertinente con las situaciones de reeducación en patrimonio que requiere la sociedad venezolana, en concordancia con las políticas de Estado (CONATEL) y de la UNESCO en pro de la salvaguardar la cultura como patrimonio de las naciones. También son estas instancias a quienes corresponde comprometerse con la formación o educación de las masas. Venezuela, está necesitada de formación humana, en valores ciudadanos y en emprendimiento para sobreponerse a la crisis de valores sociales que enfrenta en materia patrimonial. Es así como los medios de comunicación, permiten el alcance formativo de las masas sociales en situación de riesgo cultural, produciendo programas de contenido educativo, como una estrategia de superación personal y proveedora de los índices para el desarrollo humano del país, siendo la conciencia cultural uno de estos indicadores.
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Es así como el patrimonio testifica las experiencias del hombre en la sociedad y sus aspiraciones que posibilita el descubrimiento propio en medio de ese caudal en el que esta imbuido. Es importante fundamentar la acepción de Patrimonio, para lo cual De Raimundo (citado en Zermeño, 2011) destaca que: El vocablo patrimonio proviene del latín patrimonium que al descomponerse presenta dos etimologías: pater-monium. Pater que significa padre y monium que proviene de monus o moenus, que significa condición de… o acción legal de… por consecuencia patrimonium es la condición legal de ser padre” (p.11). En esta acepción se reconoce que el ser humano es acreedor de sus producciones culturales, siendo también responsable de transferirlas a sus herederos de generación en generación, porque la creación cultural reserva el derecho de autoría, siendo el caso de las festividades el acervo que connota a una localidad, cuyo sentir lo distingue con la adjetivación de distinción excepcional. Ello, a su vez, significa que los seres humanos en un contexto de interrelación social reconocen a los objetos simbólicos de un significante heredado por los hechos históricos que le han dado valor y el apego emocional que le ha otorgado una interpretación en la vida cotidiana, estando así en presencia de símbolos con significados materiales o inmateriales, tangibles o intangibles, también definidos. Cualquiera que sea la forma de definir esta acepción sobre la definición de Patrimonio, lo cierto es que obedece a un destacado valor excepcional inmaterial o material de un objeto simbólico otorgado por el ser humano, quien al transmitirlo eleva su valía, y, por ende, su reconocimiento social, al grado de trascender las fronteras de la localidad que lo engendró, y tal como lo expresa Zermeño (2011): “ el sentido o significado que le damos al hecho creado, manifestado en cosas –materiales o inmateriales- se constituye como un patrimonio.”(p.11) Esto conduce a interpretar que lo que se crea, se conoce y se le otorga valor. Ballart (citado en Zermeño, 2011) menciona: Las cuestiones de sensibilidad y belleza nos llevan al terreno de la experiencia estética, como una circunstancia que moviliza en el interior del ser humano, su razón para comprender lo que mira, toca, siente, huele o escucha, produciendo en el sujeto emociones que lo llevan a generar sentimientos de agrado o desagrado, reconfortamiento, orgullo y pasión por los objetos admirados estéticamente. (p.12) Es de entender entonces, que el valor representa el aprecio, el sentimiento conectado al símbolo, a la creación a la vivencia que tiene el humano de vivir, de percibir el mundo 328
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en el que ha desarrollado su experiencia de vida, ideologías, riquezas naturales, costumbres, tradiciones y más aún el amalgamiento entre éstas y la creación del ser humano, lo cual es concebido por los grupos sociales como el verdadero significado de valor. En este sentido, cuando los grupos sociales le otorgan valor a lo material o inmaterial, perpetuándose esa valoración a lo largo de la historia, es cuando se puede considerar como un objeto patrimonial, susceptible de heredad a las futuras generaciones, quienes aprenderían a conservar su valor para perpetuarlo. Para lograr la perpetuidad del objeto valorado se requiere de un proceso de educación. Al respecto Hevia (citado en Zermeño, 2011) expresa: Si bien es cierto que en la historia de una nación su memoria colectiva es importante, no es suficiente con reconocerlo, hay que educarla para que nos proyecte al desarrollo y nos ayude a insertarnos en el mundo del conocimiento, impulsándonos desde nuestra propia identidad.(p.12) Educar en la memoria histórica, representa la columna vertebral de la conservación del patrimonio, implica conocer y valorar el pasado, el presente acometiendo acciones que impulsen la memoria patrimonial al futuro para protegerla y conservarla en el transcurrir del tiempo, partiendo del hecho que la creación del hombre, manifiesto en una interpretación, devoción, es el fundamento del patrimonio, que solo por medio de la contribución sistematizada de estrategias educativas podrán conservarse.
Abordaje metódico Para producir este artículo, como un avance de investigación en proceso, se asume el paradigma humanista – hermenéutico o interpretativo vivencial, en aras de describir, comprender y explicar en profundidad las percepciones que otorgan los docentes en Patrimonio Cultural, comunicadores sociales y especialistas en desarrollo humano en referencia a la construcción del universo simbólico emocional y su amalgamiento con la concepción de la educación en patrimonio, que permita la sensibilización de la ciudadanía en términos del valor patrimonial que imprime su histórico educativo en la interacción fenomenológica del micro radial con los radioescuchas, quienes se educan y a la vez educan. La metódica es cualitativa. De acuerdo con Martínez (2008) la investigación cualitativa se basa en: “Un estudio integrado que forma o constituye una unidad de análisis que hace que algo sea lo que es: una persona, una unidad étnica, social, empresarial, un producto determinado, etcétera” (p.109). En concordancia con lo señalado, se inscribe en el marco de la investigación cualitativa, porque las características sociológicas y educativas del tópico antes señalado en la aproximación al objeto de estudio se adhiere a procesos sociales para la comprensión de la realidad en la que emerge la problemática educativa en Patrimonio Cultural. 329
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Igualmente, señala Olabuenaga (2003): “El investigador hermeneuta interpreta todos los sucesos a la luz de experiencias anteriores y de cualquier elemento que pueda ayudar a entender mejor la situación estudiada” (p.5). Se interviene en la realidad desde una dialógica que permita interpretar a los protagonistas que aportan las evidencias, así como contrastar las teorías existentes que dan soporte al estudio. De acuerdo al propósito, se considerará utilizar la entrevista en profundidad, definida por Rodríguez, Gil y García (1999) como: “Es una técnica en la que una persona (entrevistador) solicita información de otra o de un grupo (entrevistados), para obtener datos sobre un problema determinado” (p. 197). Se asume la entrevista en profundidad, por ser esta técnica de gran valor a los efectos de obtener las impresiones que sobre Patrimonio Cultural y su vinculación con el desarrollo emocional del hombre.
Aproximaciones parciales Por ser este un artículo que refiere una aproximación teórica de un estudio en proceso, es posible establecer una conclusión parcial centrada en entender que la Educación en Patrimonio Cultural parte de la valoración emocionalmente sentida por parte del ciudadano, lo cual conforma su universo simbólico emocional. Para ello ha de tener conciencia de su pasado, presente y futuro cultural, porque nadie valora lo que no le duele y conoce. El patrimonio le otorga la identidad al ciudadano y se destruye por desvalorizarlo, se pierde el sentido de pertenencia que lo arraiga a la cultura patrimonial. Es así como los micros radiales ejercen una labor educativa de inmensa trayectoria e innovación al mismo tiempo, por tener la cualidad de recrear a inmensas masas de ciudadanos que se favorecen de los contenidos educativos orientados a concientizar en valores patrimoniales desde el sentir emocional, el fortalecimiento de la autoestima en la formación de la ciudadanía cultural en aras de la concepción de identidad nacional, para la protección, conservación y divulgación del patrimonio.
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Referencias Carr y Kemmis (1988). Teoría critica de la enseñanza. Ed. Martínez Roca, Barcelona. Covey, S. (2008). El 8vo Hábito. De la efectividad a la grandeza. Paidós Empresa. Barcelona, Buenos Aires, México. La Cultura Como Universo Simbólico (2012). BuenasTareas.com. Disponible en: http://www.buenastareas Freire, P. (1969). La educación como práctica de libertad. Ed. Siglo XXI. México. Disponible en: http://www.slideshare.net/linacervantes/pedagogiacritica-2042130 Freire, P. (2007). Freire y las Teorías de la Comunicación. Disponible en: http://www.ciranda.net/article1196.html?lang=pt_brn Frondizi, R. (1995) Introducción a la axiología. México, Fondo de Cultura Económica (Breviarios, 135). García Fernández, F.J. (s/f ) La conciencia patrimonial como construcción social. Universidad de Sevilla. Disponible en: www.academia.edu Goleman, D. (1995). La Inteligencia Emocional. Javier Vergara Editor. Argentina. Goleman, D. (1998). La Inteligencia Emocional en la Empresa. Editorial Zeta. Argentina Martins, F. y Morán, D. (2007). El Ser del Humano. FEDUPEL. Venezuela. Martínez M,M. (2008). La Investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Editorial Trillas. México. Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993). Número 4.623. Gaceta Oficial de la República de Venezuela Olabuenaga (2003). Metodología de la Investigación Cualitativa. 3ra edición. Serie Ciencias Sociales Vol. 15. Universidad de Deusto. España Rodríguez G. Gil, J. y García, E. (1999). Metodología de la Investigación Cualitativa. (2ª. ed. ). Málaga. Ediciones Aljibe. Zermeño, G. (2011). El Patrimonio desde la mirada educativa: una aproximación conceptual. Revista Digital de Gestión Cultural Año 1, número 3, marzo de 2011.
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Objetos de Ensino de Química no Instituto Profissional Feminino (Sp), Brasil (1934 – 1939) por: Maria Lucia Mendes de Carvalho ; Marcus Granato1 Introdução O Instituto Profissional Feminino, em São Paulo (SP) surgiu como Escola Profissional Feminina, da capital, em 1911, e recebeu a denominação de instituto, em 1933. Desde 1994, é a Escola Técnica Estadual (Etec) Carlos de Campos2, localizada na Rua3 Monsenhor Andrade, 747, no bairro do Brás, na cidade de São Paulo. A Escola Profissional Feminina foi instalada em um palacete, construído em centro de terreno, no final do século XIX (Figura 1). Mas um novo prédio foi construído, na frente do antigo edifício escolar, dentro dos padrões de higiene da época, e inaugurado no início da década de 1930 (Figura 2). Estes dois edifícios foram construídos com estilos arquitetônicos escolares bem diferenciados, e de acordo com as propostas educacionais de cada época. O objetivo do presente artigo é apresentar os resultados preliminares de pesquisa em andamento, relacionada à cultura material da Química do Instituto Profissional Feminino. O período histórico de referência tem relação com o momento em que a disciplina de Química foi incluída no currículo do curso profissional secundário de “Educação Doméstica”, em 1934, e nos currículos de cursos secundários de “Educação Doméstica e Dietética para Donas de Casa” e de aperfeiçoamento para “Formação de Mestras de Educação Doméstica e Auxiliares em Alimentação”, criados em 1939, na Superintendência do Ensino Profissional.
*
1. Centro Estadual de Educação Tecnológica Paula Souza. Grupo de Estudos e Pesquisas em Memórias e História da Educação Profissional, em São Paulo, Brasil. www.cpscetec.com.br/memoria Pós-doutoranda em Museologia e Patrimônio no Museu de Astronomia e Ciências Afins, no Rio de Janeiro. 2. Museu de Astronomia e Ciências Afins (MAST), Programa de Pós-Graduação em Museologia e Patrimônio, Rio de Janeiro, Brasil, www.mast.br 3. O Conselho de Defesa do Patrimônio Histórico Arqueológico, Artístico e Turístico do Estado de São Paulo tombou o prédio da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos, construído na década de 1930, registrado no Diário Oficial do Estado de São Paulo, no volume 112, n° 148, de 07 de agosto de 2002. Em 04 de novembro de 2014, o Conselho Municipal de Preservação do Patrimônio Histórico, Cultural e Ambiental da Cidade de São Paulo – CONPRESP, por meio da Resolução N° 29, tomba o conjunto de edificações escolares da primeira república, e entre elas a Escola Técnica Estadual Carlos de Campos.
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Figuras 1 e 2 - Prédios da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos, de 1911 e de 1930. Fonte: Acervo do Centro de Memória da Etec Carlos de Campos, em 2001.
Um Centro de Memória foi implantado na Escola Técnica Estadual Carlos de Campos, a partir de um projeto institucional e de parceria denominado “Pesquisa sobre o Ensino Público Profissional no Estado de São Paulo: memória institucional e transformações histórico-espaciais”, proposto pelo Centro de Memória da Faculdade de Educação da Universidade de São Paulo, com financiamento da Fundação de Apoio a Pesquisa do Estado de São Paulo, entre 1998 e 2001. (MORAES; ALVES, 2002) Nesse Centro de Memória, encontram-se vestígios característicos de lugares de memória ,4como: plantas de construção dos prédios, instrumentos e equipamentos de química, livros didáticos e institucionais, mobiliários, entre outros objetos, que vêm sendo utilizados em estudos e pesquisas para compreender as práticas escolares e pedagógicas nesta instituição, desde a sua criação, em 1911. Para Souza e Zancul: No âmbito das instituições educativas, o edifício escolar, os mobiliários, os utensílios e os materiais didáticos ganham sentido pelos usos, significados e práticas que lhes são atribuídos pelos atores educacionais e grupos sociais. No estágio atual da produção de pesquisa histórica, qualquer tentativa de utilização dos artefatos como documentos impõe o enfrentamento de desafios e o investimento na reflexão teórico-metodológica. (2012, p.2) A partir dos objetos de Química, localizados no Centro de Memória da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos, pretende-se verificar como podem ser utilizados como fontes primárias para pesquisa e reconstituição da memória institucional, para a história da química e da educação profissional e tecnológica. Os estudos em desenvolvimento têm a pretensão de demonstrar que a preservação, incluindo a conservação e a divulgação, desses objetos, atrelados àqueles relacionados às transformações arquitetônicas escolares, constituem contribuição significativa para a disseminação de conhecimentos sobre a ciência, a técnica e a tecnologia. A *
4. Segundo Nora (1993): Os lugares de memória são antes de tudo, restos. A forma extrema onde subsiste uma consciência comemorativa numa história que a chama, porque ela a ignora [...] Os lugares de memória nascem e vivem do sentimento que não há memória espontânea, que é preciso criar arquivos, que é preciso manter aniversários, organizar celebrações, pronunciar elogios fúnebres, notoriar atas, porque essas operações não são naturais. [...]
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possibilidade de musealização 5desses artefatos e documentos surge com alternativa importante nessa perspectiva.
Pressupostos conceituais e metodológicos: fontes, arquivos, cultura escolar e patrimônio cultural Nos estudos em desenvolvimento, empregam-se fontes primárias localizadas em Centros de Memória ou Arquivos Históricos em Escolas Técnicas do Centro Paula Souza, como o Relatório de 1936, do superintendente Horácio Augusto da Silveira ao Secretário dos Negócios da Educação e Saúde Pública do Estado de São Paulo (SILVEIRA, 1937), e as publicações em livros didáticos (PASSOS, 1938; POMPÊO DO AMARAL, 1939; BARDELA, 1939). Essas fontes são fundamentais para identificar as práticas escolares e pedagógicas da educação profissional, que fizeram parte da cultura escolar e da cultura material da escola. Como categoria de análise historiográfica, emprega-se a cultura escolar definida por Julia: [...] um conjunto de normas que definem conhecimentos a ensinar e condutas a inculcar, e um conjunto de práticas que permitem a transmissão desses conhecimentos e a incorporação desses comportamentos, normas e práticas coordenadas a finalidades que podem variar segundo as épocas (finalidades religiosas, sociopolíticas ou simplesmente de socialização). Normas e práticas não podem ser analisadas sem se levar em conta o corpo profissional dos agentes que são chamados a obedecer essas ordens e, portanto, a utilizar dispositivos pedagógicos encarregados de facilitar sua aplicação, a saber, os professores primários e os demais professores [...] (2001, p.10) Nas instituições escolares, os arquivos permanentes estão repletos de prontuários de alunos, planos de ensino, legislação e, muitas vezes, com lugares de memórias contendo documentos textuais, iconográficos e tridimensionais, que foram empregados em práticas escolares e pedagógicas na educação profissional do passado, e que fazem parte do patrimônio histórico educativo e patrimônio cultural de Ciência e Tecnologia. Todas essas fontes têm sido utilizadas nos estudos aqui relatados. Em relação à conceituação sobre patrimônio cultural, para Viñao Frago (2011, p.34), o patrimônio é sempre um processo inacabado de construção e reconstrução, e por isso ocorrem: “[...] lós conflictos y lãs luchas por apoderarse de la memoria social de un grupo determinado afecten a ló que en cada momento *
5. Nesta pesquisa o conceito de musealização é definido segundo Desvallées e Mairesse: onde a musealização designa o torna-se museu [...] A expressão “patrimonialização” descreve melhor, sem dúvida, este princípio, que repousa essencialmente sobre a ideia de preservação de um objeto ou de um lugar, mas que não se aplica ao conjunto do processo museológico. [...] De um ponto de vista estritamente museológico, a musealização é a operação de extração, física e conceitual, de uma coisa de seu meio natural ou cultural de origem, conferindo a ela um estatuto museal – isto é, transformando-a em musealium ou musealia, em um “objeto de museu” que se intregue no campo museal.[...] Um objeto de museu não é mais um objeto destinado a ser utilizado ou trocado, mas transmite um testemunho autêntico sobre a realidade.[...] (DESVALLÉES e MAIRESSE, 2013, p. 56-57)
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se considera patrimoniable digno de ser conservado y convertido em lugar de la memoria [...] 6” Santos e Granato (2013, p. 273) consideram que “a partir dos estudos da cultura material da ciência consolida-se a possibilidade de trazer a história das ciências para o âmbito da cultura acrescentando a dimensão simbólica e a noção de representação aos estudos”. Para Granato et al. (2010), o patrimônio cultural também é dinâmico em sua essência, e acompanha a evolução dos campos simbólicos, impossibilitando associá-lo à ideia de permanência. Em relação ao patrimônio cultural da ciência e tecnologia, esses autores consideram que: [...] o conhecimento científico e tecnológico produzido pelo homem, além de todos aqueles objetos (considerando também documentos em suporte papel), inclusive as coleções arqueológicas, etnográficas e espécimes das coleções biológicas, que são testemunhos dos processos científicos e do desenvolvimento tecnológico. Também se incluem nesse grande conjunto as construções arquitetônicas produzidas com a funcionalidade de atender às necessidades desses processos e desenvolvimentos. (2010, p.223) A palavra Patrimônio tem sua origem ligada às estruturas familiares, econômicas e jurídicas da sociedade. Conforme explica Choay (2001), requalificado por diversos adjetivos (natural, histórico, artístico, científico etc.) tornou-se um conceito nômade. As últimas décadas do século XX presenciaram o desenvolvimento da noção de patrimônio cultural que, pouco a pouco, substitui a noção de patrimônio histórico e artístico. Assim, designa-se Patrimônio Cultural como um bem, ou conjunto de bens, destinado(s) ao usufruto de uma comunidade, apresentando uma diversidade de valores atribuídos. Nos anos 1970, expandiu-se a noção de bem cultural, englobando o conceito de patrimônio. Os levantamentos de artefatos nas escolas mencionadas, seu estudo, identificação e análise fazem parte das etapas de desenvolvimento das pesquisas aqui apresentadas. Tomam-se como base, as pesquisas desenvolvidas no Museu de Astronomia e Ciências Afins (MAST), no âmbito do Grupo de Pesquisa em Preservação de Acervos Culturais, coordenado por Marcus Granato.
A Química como Disciplina no Brasil: antecedentes históricos Quando o Regente D. João e a Corte portuguesa chegaram ao Brasil, em 1808, os livros, os jornais e as revistas só eram impressos em Portugal, existindo completo descaso quanto à instrução e a saúde pública na colônia. Mas a transferência da Corte, nesse ano, promoveu a criação da Escola de Anatomia e Cirurgia da Bahia, em fevereiro, e da Escola Anatômica, Cirúrgica e Médica, no Rio de Janeiro, em abril. Nessa cidade, em 1810, surgiu a primeira Biblioteca Pública, com os 60 mil livros que o Regente trouxe de Portugal, e que se transformaria na Biblioteca Imperial, e com a República *
6. [...] conflitos e lutas para apoderar-se da memória social de um grupo determinado afetando em cada momento o que se considera digno de ser patrimonializável, conservado em lugar de memória [...]. (Tradução nossa)
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em 1889, na Biblioteca Nacional. Santos e Figueiras colocam que apesar dessas medidas, a educação no Brasil como um todo pouco mudou na época. Segundo esses pesquisadores: Voltadas para cursos e escolas técnico-profissionais, as medidas educacionais de D. João foram circunscritas à Bahia e ao Rio de Janeiro. Tratava-se de formar quadros para o atendimento das necessidades do Estado e da saúde de parte da população. Não houve, em virtude das circunstâncias, um projeto de educação generalizada da população, tal como ocorreu na Inglaterra no século XVIII e na França pós-revolucionária, que preparou estes países para a Revolução Industrial. Tampouco houve no Brasil tentativas de criar instituições solidamente voltadas para a pesquisa científica, exceto em casos isolados e descontínuos, ou para romper a hegemonia do ensino confessional. A pesquisa a que se aludiu viria a ser fundamental na Europa para a constante realimentação do desenvolvimento industrial. (2011, p.361) A partir das pesquisas realizadas, estes pesquisadores relatam que no Largo da Sé Nova, na cidade do Rio de Janeiro, em 1812, foi instalada a Academia Real Militar para prover a Corte de oficiais e de engenheiros, com Gabinetes de Química, Física, História Natural e Mineralogia. Na cadeira de Química, a coordenação era do médico britânico Dr. Daniel Gardner (1785-1831) e do militar piemontês General Carlos Antonio Napion (1757-1814), que era professor de Mineralogia e foi diretor da primeira fábrica de pólvora do Brasil, a Real Fábrica de Pólvora da Lagoa Rodrigo de Freitas, criada em 1808. Quanto ao Dr. Daniel Gardner, os pesquisadores informaram que: Ele já estava instalado no Rio de Janeiro em 1809, lecionando Química no Seminário de São Joaquim desde aquele ano. O Seminário foi mais tarde transformado no Imperial Colégio de D. Pedro II, em 1837, inaugurando suas aulas em 1838. No decreto de criação da Cadeira de Química da Academia Real Militar, prescrevia-se que um sexto do ordenado previsto para o professor devia ser utilizado nas despesas do curso. [...] O livro escrito e dado à luz por Daniel Gardner é o ´Syllabus ou Compendio das Lições de Chymica’, o primeiro livro de Química publicado no Brasil, pela Imprensa Régia, em 1810. [...] Trata-se de um pequeno volume de trinta e cinco páginas, com uma obsequiosa dedicatória ao Príncipe Regente. [...] Em 30 de dezembro de 1816, o texto recomendado para o futuro escolar é a ‘Filosofia Química’ de Fourcroy, traduzida para o português por Manoel Joaquim Henriques de Paiva em 1801. Este pode então ser considerado o primeiro compêndio adotado oficialmente num curso regular de Química no Brasil. [...] (Santos e Figueiras, 2011, p.363-5)
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Instituto Profissional Feminino (SP): as cadeiras de Química e de Química aplicada O Instituto Profissional Feminino oferecia para as mulheres os seguintes cursos: Vocacional, Profissional Secundário, e para a formação de professoras para a educação profissional, o de Aperfeiçoamento para Mestres, além da Escola Noturna de Aprendizado e Aperfeiçoamento Profissional. As “secções technicas” nos referidos cursos eram: no Vocacional, com um ano de duração, onde as alunas participavam de oficinas de: “confecções e corte; roupas brancas, rendas e bordados; flores, chapéus, artes applicadas e pintura”. Enquanto que, no Profissional Secundário, com três anos, as alunas se especializavam em um ofício, e iniciavam nas cadeiras de cultura técnica. No entanto, pelos dados constantes na Tabela 1, a seguir, somente no curso de Aperfeiçoamento para mestras, que era realizado após o Profissional Secundário, e com dois anos de duração, observa-se nas “secções technicas” as cadeiras de Economia Doméstica e de Desenho Industrial. Nessa mesma Tabela, encontram-se os números de salas de aulas, de alunas matriculadas e de concluintes em cada curso oferecido nesse Instituto, no ano de 1936. O número de alunas matriculadas nesses cursos justificou a construção de um novo prédio escolar, inaugurado no início da década de 1930. Tabela 1 – Cursos oferecidos e número de alunas matriculadas no Instituto Profissional Feminino, da cidade de São Paulo, em 1936. Fonte: Fonte: Relatório 1936 (SILVEIRA, 1937).
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Embora a cadeira de Química não esteja descrita nas “secções technicas” da Tabela 1, o Relatório de 1936, traz o conteúdo de Química, que era ministrado às alunas do ensino profissional secundário, e este é apresentado na Figura 3. Neste conteúdo observase que trata de questões teóricas e práticas, inclusive ligadas a higiene pessoal e doméstica.
Figura 3 - Ficha técnica de conteúdo da disciplina de “Chimica” no curso de Economia Doméstica do Instituto Profissional Feminino, em 1936. Fonte: Fonte: Relatório 1936 (SILVEIRA, 1937) Dentre as análises bromatológicas, que constam desse programa de Química, a Figura 4, a seguir, mostra os resultados de aulas práticas de Química Aplicada na “Seccção de Chimica do Instituto Profissional Feminino”, no curso de Aperfeiçoamento para Mestres em Educação Doméstica. Trata-se de resultados de analises químicas de produtos naturais ou industrializados para alimentação de aves, identificando nestes produtos “humidade, matéria azotada, matéria gordurosa, matéria mineral, hydrato de carbono e não dosados”.
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por: Maria Lucia Mendes de Carvalho ; Marcus Granato
Figura 4 - Gráficos e histogramas de experimentos no laboratório de química do Instituto Profissional Feminino, da capital, em São Paulo, em 1936. Fonte: Relatório 1936 (SILVEIRA, 1937)
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A partir desses poucos exemplos apresentados, obtidos a partir dos levantamentos de fontes arquivísticas, verifica-se a importância da preservação dessas fontes e como elas podem ser utilizadas na produção do conhecimento e para melhor embasar o contexto histórico em que foram utilizados os artefatos que iremos apresentar no item seguinte.
Objetos do Patrimônio Cultural da Química no Centro de Memória da Etec Carlos de Campos e suas Possibilidades de Musealização O Centro de Memória da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos está localizado no antigo Dispensário de Puericultura, criado nessa escola profissional em 1931, para oferecer aulas práticas de Puericultura para as alunas dos cursos de Educação Doméstica. O Dispensário lá permaneceu até início da década de 1970, atendendo crianças da comunidade do entorno da escola, e assistidas por um médico e uma educadora sanitária. (CARVALHO, 2006, 2007) O Centro de Memória está instalado, desde 2010, nesse local. Segundo Felgueiras: Resgatar o passado plurifacetado da escola, produzido por diferentes actores sociais, exige um trabalho de elaboração e procura de fontes, não só nos arquivos, mas também junto de pessoas, despertando recordações, recolhendo materiais pessoais, pedindo auxílio para interpretar outros, existentes nas escolas, nas diferentes situações, muitas vezes em degradação ou em risco de se perderem completamente. E, se esquecer, descartar e recordar o passado são funções da vida tão importantes, convém não as deixar apenas aos acasos da sorte e dos poderes. O que implica a responsabilidade da sua preservação, acessibilidade e interpretação dos vestígios do labor humano, para o que os arquivos e museus têm um contributo indispensável. É nossa pretensão sublinhar o significado da cultura material da escola e a importância de se aliar uma política de conservação ao estudo dessas fontes, salientando o contributo da museologia. (2005, p.88-9) Na estrutura desse Centro de Memória, estão duas salas temáticas, uma referente aos cursos de “Educação Doméstica” e outra do curso de “Auxiliares em Alimentação ou Dietistas” (Figuras 5 e 6), além de um Laboratório de Conservação e Higienização, uma sala de Reserva Técnica, uma sala com Arquivo Deslizante e uma sala de Leitura e Pesquisa. Na sala de Arquivo, encontram-se as seções de: iconografia, cartografia, documentos textuais, obras gerais, obras raras e de periódicos. (MORAES; ALVES, 2002)
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Figuras 5 e 6 - Na sala temática “Alimentação e Nutrição” a maioria dos objetos são da disciplina de Química. Fotografias: Maria Lucia Mendes de Carvalho, em 2015.
A exposição de objetos da cultura escolar nas salas temáticas do Centro de Memória possibilita reconhecer a evolução do patrimônio cultural e tecnológico na educação profissional. No entanto, para Baraçal e Scheiner é necessário: Teorizar, apresentar a teoria no meio mais próprio de comunicação do museu, a exposição, implica um aspecto didático, analítico, recorrendo-se à demonstração como força de argumentação, tentativa de convencimento e de confirmação de uma tese. E reafirma-se o papel do objeto material no museu, de ser documento do real constituindo uma realidade, provada através do testemunho que o objeto detém. (2014, p.127) Durante uma pesquisa realizada na sala de Arquivo, em documentos iconográficos referentes ao Instituto Profissional Feminino, a fim de encontrar rastros7 que possibilitassem identificar os objetos de ensino da Química existentes no Centro de Memória, encontrou-se uma fotografia do laboratório de química da década de 1940 (Figura 7), que traz na imagem objetos que se localizam neste acervo, como as três balanças analíticas (Figuras 8, 9, 10) e seus acessórios (Figuras 11 e 12). *
7. Diante da colocação de Pierre Nora de que “(...) desde que haja rastro, distância, mediação, não estamos mais dentro da verdadeira memória, mas dentro da história (...)”, pois a memória, para o autor, se enraíza no concreto, no espaço, no gesto, na imagem, no objeto (Nora, 1993, p.9), se também se pode inferir que as lembranças nos vêm na maioria das vezes quando outros a provocam, então lembrar não é reviver, mas reconstruir, repensar com imagens e idéias de hoje as experiências do passado. Essas colocações remetem a Halbwachs, para quem a memória não é sonho é trabalho, a sua construção virá de uma imagem reconstruída pelos materiais que estão agora a nossa disposição no conjunto de representações que povoam nossa consciência atual. Não é a introspecção, mas a casual reativação de sensações esquecidas. (MENEZES, 2008)
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Figura 7 – Laboratório de química no Instituto Profissional Feminino, da Capital, em São Paulo, na década de 1940. Fonte: Acervo do Centro de Memória da Etec Carlos de Campos, em 2015.
Figuras 8, 9 e 10 – Balanças analíticas na sala temática “Alimentação e Nutrição”. Fonte: Acervo do Centro de Memória da Etec Carlos de Campos, em 2015.
Figuras 11 e 12- Acessórios de balanças na sala temática “Alimentação e Nutrição”. Fonte: Acervo do Centro de Memória da Etec Carlos de Campos, em 2015.
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Essas balanças analíticas foram produzidas pela empresa alemã F. Sartorins Gõttingen e podem ter sido adquiridas, conforme relatou o Superintendente do Ensino Profissional no estado de São Paulo, em 1936. (SILVEIRA, 1937) A fotografia da Figura 7, juntamente com outra fotografia do laboratório de Bromatologia da década de 1970, foi enviada por e-mail à professora Neide Gaudenci de Sá, que foi aluna, professora e coordenadora do curso de “Auxiliares em Alimentação ou Dietistas” e, de cursos derivados destes, no período de 1946 a 1984 (CARVALHO, 2013). Objetivava-se identificar o espaço arquitetônico onde estes laboratórios de química estavam instalados na Escola Carlos de Campos, em diferentes épocas. A professora respondeu o e-mail fornecendo outra imagem do seu arquivo pessoal (Figura 13), e informando que: Maria Lúcia: A primeira foto é, sem dúvida, no laboratório que era no prédio mais antigo. Nesse prédio, havia no porão a cerâmica, a tecelagem e a despensa do refeitório (e ainda vestiário das alunas do curso de Nutrição). Subindo a escada (ver na foto que estou enviando) havia a sala do Dr. Pompêo, depois esse laboratório, no lado direito. No esquerdo, salas de aula teórica. Subindo para o 2o. andar: sala da coordenação e mais salas de aula teórica. Essa sala da coordenação era totalmente insalubre e nós a ocupamos quando voltamos da Rego Freitas. Tinha tanto piolho de pomba caindo do teto que ficamos doentes. Nesse prédio também havia um arquivo morto, cujo conteúdo foi todo queimado, estava cheio de bichos. Imagino o quanto vc deve lamentar isso. Muito da nossa história estava lá documentado (prontuários dos alunos, desde a fundação). A Noêmia tem lembrança disso. Nessa foto, dá para ver a posição em relação ao prédio da Monsenhor Andrade. A outra foto, parece que é do laboratório no prédio que dá para a rua Oriente , depois que o prédio mais antigo foi derrubado. Não consigo reconhecer esse cantinho. A Dalila reconheceria melhor porque era o seu campo de trabalho. (e-mail de Neide Gaudenci de Sá, em fevereiro de 2015)
Figura 13 - Palacete onde surgiu a primeira Escola Profissional Feminina, em 1911, e onde foi instalado o laboratório de química, meados da década de 1930, e mantido neste espaço, segundo a profa. Neide Gaudenci de Sá, em 1963. Fonte: Arquivo pessoal Neide Gaudenci de Sá, em 2015.
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Para identificar as práticas escolares e pedagógicas da Química nesse laboratório, de meados da década de 1930, realizou-se uma pesquisa no livro didático “Noções de Química Alimentar”, de Celina de Moraes Passos, por tratar-se do primeiro livro didático, nesse gênero, segundo Dante Nascimento Costa do Serviço de Alimentação da Previdência Social, no Rio de Janeiro, na capa desse livro (Figura 14).
Figura 14 - Livro de Celina de Moraes Passos professora de química (1934 a 1940). Fonte: Arquivo próprio da autora, em 2015.
Celina de Moraes Passos prestou concurso para o cargo de segunda mestra de Economia Doméstica na escola onde realizou o curso para Formação de Mestras em Educação Doméstica, em 1932. (USP, 2012) Freitas (1954, p.72) relata que o Decreto Estadual Nº 5.885, de 21 de abril de 1933, artigo 16, transformou a cadeira de “Economia Doméstica” do Instituto Profissional Feminino, da capital, e das Escolas Profissionais Secundárias Mistas, em cadeira de “Economia Doméstica e Química”, continuando no cargo as respectivas docentes. Esta professora, em 1936, fez estágio de prática de Química Bromatológica na Inspetoria do Policiamento da Alimentação Pública do 344
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Serviço Sanitário do Estado de São Paulo. No Relatório de 1936, da Superintendência do Ensino Profissional consta que: [...] Foram grandemente ampliadas no anno de 1936 as installações para o ensino de chimica alimentar, pelas pesquizas bromatologicas applicadas á economia domestica. Esse curso que vem sendo mantido de accôrdo com os meios de que dispõe o estabelecimento, recebeu em 1936 novos aparelhos, o que tem possibilitado o melhor desenvolvimento do seu programma. (SILVEIRA, 1937, p. 38) No período de 1937 a 1938, Celina de Moraes Passos participou do curso especial teórico-prático de dietética, no Departamento de Fisiologia da Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo. Em 1938, publicou o livro “Noções sobre Química Alimentar”, em São Paulo, pela Companhia Editora Nacional, informando que para sua elaboração consultou as obras a seguir: Dizionario Pratico Degli Alimento de E. Santagelo; La cucina por La saluti di tutti de Dot. P. Carton; Como devo alimentarmi de S. Bellotti; La cuoca medichessa de Donna Clara; Tratado de Fisiologia do professor F. A. Moura Campos; La alimentacion scientifica Del hombre de G. Schlikeysa; Quimica Bromatologica do Dot. Pietro Spica; Quaderni della Nutrizione vol 4, n° 1 e n° 2, de 1937; Alimentação de Cleto Seabra Veloso; Anatomie ET Physiologie Humaines de Pizon; Compendio de Bioquimica de P. Rondoni; Elementos de Fisiologia de Nilo Cairo; Précis de Chimie Physiologique de M. Arthus; Alimentação e Raça de Josué de Castro; Alimentação Brasileira á luz da geografia humana de Josué de Castro; Valor social da alimentação de Rui Coutinho; Ciencias de Luiz Menezes; Lições populares sobre alimentação do Dr. F. Pompeu do Amaral e Biologia Geral de Rita Amil de Rialva. O livro “Noções sobre Química Alimentar” traz um texto com linguagem onde a autora dialoga com suas alunas, como afirma no seu prólogo .8 O livro não tem índice e neste encontrou-se uma única prática escolar de laboratório da Química, descrita a seguir, cujos grifos são dos autores para justificar objetos localizados no Centro de Memória da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos (Figuras 15 e 16): Caso não se TRATE DE LATARIAS, o exame cuidadoso dos caracteres organoleticos (côr – cheiro – sabor, etc.) nos fornecerão um 1° indicio. Aliás, em qualquer caso, este exame é sempre a 1ª cousa a se fazer. Como complemento, podemos usar diversos processos muito simples, banais mesmo em bromatologia, MAS JÁ’ REQUERENDO, ao menos, um pequeno laboratório. Como ex. poderemos citar o seguinte: para se saber si uma carne, *
8. Atendendo ao pedido de minhas alunas elaborei este livro, socorrendo-me das luzes de espíritos esclarecidos, nas obras dos quais busquei elementos para, em linguagem simples, sem pretensão alguma, procurar coordenar certos conhecimentos que me pareceram necessários a quem se propõe estudar a questão tão importante da boa alimentação. Si consegui esse desideratum, considero-me perfeitamente paga do pequeno esforço feito. Devo esclarecer que o “Curso de Química Alimentar” das nossas Escolas Profissionais, é orientado de duas maneiras: um MAIS SIMPLES (apenas conhecimentos gerais absolutamente indispensáveis), outro MAIS COMPLEXO (aulas mais minuciosas, mais especializadas). Esses 2 cursos, o SECUNDÁRIO (mais simples) e o ESPECIALIZADO (mais completo) constam de um programa teóricopratico, em que a aluna recebe as noções indispensáveis no tocante ao problema da alimentação, tão relacionado á dona de casa, pois o fito principal desses nossos cursos é a preparação da mulher para o lar. [...]
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ou peixe, ou conserva qualquer está em bom estado, basta tomar-se um pedacinho desta e colocar-se num tubo de ensaio bem seco. Este irá ao banho-maria, durante uns quinze minutos. Préviamente, ter-se-á o cuidado de tampar a boca do referido tubo com um tampão de algodão, embebido em acetato de chumbo (solução a 5%). Si, ao ser retirado o algodão, depois dos 15 minutos, este se apresentar enegrecido, é sinal de que os gazes da decomposição da substancia em experiência subiram e se combinaram com o acetato de chumbo. No caso contrário, o algodão terá que sair perfeitamente branco, porque não havendo gazes de decomposição, sómente as essências da substancia não formarão precipitado preto de sulfureto de chumbo, que é produzido pela combinação do gaz sulfídrico da matéria orgânica em decomposição e o acetato de chumbo de algodão. Como se vê é método fácil e de resultados bons, empregado nos laboratórios de Bromatologia. Vê-se daí a UTILIDADE DO LABORATÓRIO DE QUÍMICA DAS NOSSAS ESCOLAS TÉCNICAS PROFISSIONAIS, onde, embora a aluna não faça um curso completo de química, adquire, pelo menos, certos conhecimentos uteis, pelo fato de PRESENCIAR E PRATICAR pesquisas fáceis que lhe despertarão o interesse e aguçarão sua atenção, levando-a a desconfiar de alguns indícios, embora em casa não possam ser resolvidos. Só o FATO DE DESCONFIAR DA EXISTENCIA DE UMA VIGILANCIA POR PARTE DO FREGUÊS, tornará o negociante mais escrupuloso, e a dona de casa avisada, experiente, será uma auxiliar preciosa do S.S. no tocante á esta questão tão relevante, QUAL SEJA A ALIMENTAÇÃO SADIA. (PASSOS, 1938, p. 112-13)
Figuras 15, 16 e 17 – Banho-maria localizado no laboratório de Bromatologia da Etec Carlos de Campos, e tubos de ensaio e estufa expostos na sala temática “Alimentação e Nutrição” do Centro de Memória. Fonte: Acervo do Centro de Memória da Etec Carlos de Campos, em 2015.
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Percebe-se assim que fontes arquivísticas vêm corroborar com a presença de objetos as práticas de laboratório da época. Outras fontes podem também ser importantes, por exemplo, um livro de recortes de jornais, com reportagens desde os primeiros anos de criação da escola, ainda existente no Centro de Memória da Escola Técnica Carlos de Campos. Nesse livro, encontra-se uma reportagem de 3 de abril de 1939, que mostra uma imagem da equipe de professoras do primeiro curso de “Auxiliares em Alimentação”, juntamente com o médico Francisco Pompêo do Amaral, participando de uma demonstração prática de Química aplicada durante um Congresso de Diretores, realizado nessa escola, para a apresentação dos referidos cursos a serem implantados pela Superintendência do Ensino Profissional. (CARVALHO, 2014) O livro “Os cursos de Dietética” da Superintendência do Ensino Profissional, que se encontra no arquivo bibliográfico do Centro de Memória, além dos decretos de criação dos cursos, traz os currículos desses cursos, que demonstram a existência da disciplina de Química naquela época e apresentam planos de aula relacionados às práticas de laboratório de Química. O livro foi escrito com a finalidade de disseminar os novos cursos secundários para outras escolas profissionais no interior do estado de São Paulo. Dentre estes métodos de análise, encontrou-se o emprego de banho-maria, tubos de ensaio e estufa (Figura 15, 16 e 17), e a preparação de diversas soluções com reagentes químicos. (POMPÊO DO AMARAL, 1939) Francisco Pompêo do Amaral, organizador do livro “Os cursos de Dietética” e professor da cadeira de Dietética no curso de “Auxiliares em Alimentação”, nesta publicação, informa que a Química, como prática de laboratório, é tratada dentro desta cadeira: Mas não estudarão as alunas dos cursos de dietética da Superintendência do Ensino Profissional, na parte pratica da cadeira de Dietética, exclusivamente o preparo de alimentos. Também o reconhecimento dos estados de deterioração dos gêneros alimentícios bem como de fraudes usuais merecerá a atenção dos mesmos, durante pelo um ano de pratica de laboratórios especiais. Vejamos, a propósito, o plano de uma aula sobre reconhecimento da deterioração de carnes, como sobre processos de conservação das mesmas. (POMPÊO DO AMARAL, 1939) Para as aulas teóricas de Química foi publicado o livro “Cinco lições de Química Alimentar” (BARDELA, 1939) como um livro institucional, com uma linguagem bem técnica na área química, e traz o índice a seguir: 1ª lição – Definição e evolução da química. Importância de seu estudo. Suas relações com outras ciências. Sua divisão. Idéa geral de material. Noções clássicas de sua constituição. Fenomeno físico e fenômeno químico.
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2ª lição – Divisibilidade da matéria. Molécula. Átomo. Afinidade, Coesão, Repulsão, Estados físico da matéria. Mudanças de estado. 3ª lição – Corpos simples. Corpos compostos. Mistura e combinações. Combustão. Metais e metaloides. Simbolos. Valencia. 4ª lição – Diferentes tipos de reação química. Análise. Síntese. Simples substituição. Dupla troca. 5ª lição – Nomenclatura química. Sua utilidade. Nomenclatura dos corpos simples. Nomenclatura dos corpos compostos. Idéa geral da função química. Acidos. Bases. Sais. No ano de 1938, a Superintendência do Ensino Profissional e Doméstica passa a ser denominada Superintendência do Ensino Profissional, por Decreto Estadual N° 8.896, de 03 de janeiro, e começa a organizar os Serviços Técnicos e de Secretaria. Regulariza a situação de funcionários que nela exerciam funções como contratados interinos e comissionados, desde a sua criação em 1934. (CARVALHO, 2011) No entanto, no Relatório de 1936 (SILVEIRA, 1937), já se observa a preocupação de Horácio Augusto da Silveira em unificar os currículos para os cursos secundários profissionais e de aperfeiçoamento para formação de mestres. O livro de Arnaldo Laurindo (1962), o segundo superintendente, traz as publicações institucionais em 50 anos de educação profissional no estado de São Paulo. Observa-se nesta obra que, no ano de 1939, vários professores publicaram livros didáticos, certamente com a intenção de unificar currículos e as práticas escolares e pedagógicas.
Considerações Finais A partir da experiência aqui apresentada, pretende-se ampliar o período da pesquisa para 1934-1964, procurando associar os objetos da Química expostos no Centro de Memória da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos com livros didáticos e documentos textuais, que poderão ser localizados nesse acervo. A associação de fontes primárias arquivísticas com os artefatos poderá contribuir para identificar a trajetória do conjunto de objetos preservado nessa instituição, propiciando a sua inserção em estudos curriculares e em pesquisas realizados na educação profissional no estado de São Paulo. As coleções, pelo viés da cultura material, são fontes primárias para os historiadores das ciências, e segundo Jim Bennett (2005) são tão importantes quanto as fontes bibliográficas e arquivísticas. Para dar continuidade à pesquisa em andamento, a história oral será uma das metodologias empregadas, a partir das entrevistas com antigos professores e autores de publicações educacionais. A intenção será compreender os processos de aplicação de objetos da Química, presentes no acervo, e de sua valoração enquanto bens culturais, 348
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o que possibilitou que esses artefatos permanecessem por aproximadamente oitenta anos, valorados por diversas gerações, nessa escola técnica centenária. Uma revisão historiográfica a partir de livros didáticos de Química, ou derivados desta área do conhecimento, localizados no Arquivo do Centro de Memória, será realizada para colher subsídios que permitam a construção de prosopografias de conjuntos de artefatos, a fim de identificar as suas possibilidades de musealização como patrimônio cultural da Química, no Instituto Profissional Feminino, em São Paulo (SP). Quanto aos livros institucionais, esses poderão fornecer indícios que relacionem objetos da Química utilizados na educação profissional, com as políticas de ensino e de apoio à pesquisa de ciência e tecnologia no estado de São Paulo. Com os resultados desta pesquisa pretende-se publicar o inventário da coleção de objetos de Química do Centro de Memória da Escola Técnica Estadual Carlos de Campos, e produzir um catálogo para sensibilização, valoração, preservação e conservação deste patrimônio cultural, de modo a contribuir com futuras pesquisas de história da educação profissional e tecnológica, de história das ciências e do patrimônio cultural no Brasil.
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Geografía Del cimarronaje. Hacia La visibilizacion del Patrimonio Cultural afrodescendiente En El Mercosur por: Juan Carlos Piñango Contreras 1 Resumen Las movilizaciones sociales de las últimas décadas en los países del Mercosur dan cuenta de los procesos de transformación por los que atraviesa estas sociedades. Las naciones que forman parte de este sistema de integración regional han avanzado en la implementación de políticas de inclusión y reconocimiento de los derechos de los sectores excluidos históricamente, en un intento por avanzar hacia la conformación de sociedades justas, allí donde el sector cultural juega un papel de gran importancia como elemento cohesionador. A través de este trabajo se busca contribuir con la visibilización del patrimonio de las comunidades afrodescendientes, siendo estas representativas de un grupo importante de habitantes de dicho sistema la “Geografía del Cimarronaje” describe desde una visión política y cultural un mapa regional con la ubicación de espacios libertarios, cumbes, quilombos y palenques que hoy son grandes reservorios de patrimonios ancestrales heredados de los ancestros africanos.
Palabras Clave: Cimarronaje Cumbes Quilombos Palenques
Introducción La invasión del territorio que hoy es conocido como América, marcó el rumbo de la historia de la humanidad en adelante, no sólo por lo que significó el encuentro entre diversas culturas, hasta entonces desconocidas entre sí, si no por las acciones emprendidas por la potencia de ultramar europea en correspondencia con su lógica de acumulación y del poder. Diversas son las cifras que estiman los investigadores sobre lo que ha sido reconocido como el mayor genocidio de la historia de la humanidad, asunto pendiente en los discursos movilizadores por el reconocimiento de tales actos criminales, sin embargo; *
1. Licenciado en Ciencias Políticas, egresado de la Universidad Central de Venezuela, Magister en Sociología del Desarrollo, Universidad de Artes y Ciencias Sociales, Santiago de Chile, Doctorante de Patrimonio Cultural de la Universidad Latinoamericana y del Caribe-ULAC. Durante el último año se ha desempeñado como Director General de Identidad y Patrimonio en el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, de Venezuela, y se ha destacado durante toda su vida por el activismo en defensa de los derechos de las comunidades afrodescendientes de Venezuela y América Latina.
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es importante hacer hincapié en los elementos invisibilizados a través de historias subalternizadas por la pluma del invasor para poder comprender los orígenes de estas movilizaciones contemporáneas y la aplicabilidad de saberes liberadores contra todo tipo de dominación. Como parte de las dinámicas de este espacio de reflexión sobre el Caribe Insular se ha podido evidenciar los distintos elementos constitutivos de las sociedades que hacían vida en este territorio antes de 1492, siendo de mucho provecho el análisis desprendido de la reconstrucción histórica iniciado desde el arqueo bibliográfico hasta la consulta con expertos, para poder comprender el presente en el que se reclama la viabilidad de modelos económicos y políticos alternativos al capitalismo y su oprobioso sistema de antivalores como sustento de la dominación. Como parte de la dinámica descrita en el párrafo anterior fue posible identificar teorías que dan cuenta de las estrategias empleadas por el colonizador para exterminar a los pueblos que se negaron a ser avasallados, así como las tendencias antropológicas y arqueológicas que estratifican los niveles de desarrollo de las civilizaciones existentes a partir de la construcción de edificaciones similares a las del lejano Egipto, como ocurrió con los mayas, aztecas e incas en comparación con los caribes. De esta manera, una vez perpetrado el exterminio de muchos de los pueblos originarios del Caribe se procedió a la traída forzada de seres humanos provenientes desde distintos pueblos de África, lo cual condicionó un nuevo escenario impregnado de saberes y prácticas que, en adelante, confluyeron como herramientas sólidas para la lucha contra el modelo europeo. Por tal motivo, en este escenario de transformaciones estructurales se ha insistido en la idea de revisar los valores que sustentaban nuestras formas de organizaciones ancestrales para ser reproducidos, o al menos ser empleados como orientadores, ante la crisis del sistema y la emergencia de un nuevo modelo. Es así, como las movilizaciones de las organizaciones de los pueblos originarios y las afrodescendientes en las Américas y El Caribe han tomado fuerza toda vez que las demandas históricas persisten. Una de estas demandas se encuentra orientada hacia la reestructuración de los Estados cuya lógica obedece a patrones que profundizan el racismo y la exclusión, a través del empleo de los aparatos ideológicos del mismo Estado como lo es el sistema educativo. El empleo de mano de obra africana no sólo implicó la producción de grandes riquezas para los imperios de ultramar y sus testaferros si no la reproducción de saberes asociados con las practicas de pueblo africanos en esta tierra. Algunos de los grandes aportes de los africanos y sus descendientes en la región se 354
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encuentran asociados a las prácticas culturales y espirituales dentro de lo que cabe señalar, los distintos ritmos musicales, bailes y cantos, así como el enriquecimiento de la culinaria caribeña que pese al reconocimiento de estos aportes por gran parte de los habitantes de esta región diversos mecanismos de dominación son empleados diariamente para invisibilizar o estigmatizar dichos elementos, con la clara orientación de garantizar la pervivencia de la ideología dominante occidental, como queda expuesto en el texto el Color de la razón al referirse a los postulados de Enmanuel Kant. Así, gracias a la eficacia con la que se emplean estos mecanismos muchos ciudadanos y ciudadanas residentes de esta región fungen como operadores de la colonialidad del poder y el saber, aun en contra de su propia existencia. De acuerdo a los datos arrojados por la última ronda censal en América Latina y los países de la región caribeña, desde el año 2010 el número de habitantes autoreconocidos como afrodescendientes y negros pasó de ser una mera especulación, para convertirse en un dato vital útil al desarrollo de las naciones, allí donde nuevas formas de relacionamiento entre los Estados y de integración se fundamentan en los lazos históricos que integran los pueblos de la región, tal es el caso de el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) en donde se comienzan a dar pasos certeros en este nuevo escenario, en función de reconocer el hecho cultural tradicional como una historia común que brinda en adelante una oportunidad para fortalecer el bloque, más allá del marco arancelario que hasta tiempos recientes definió a este sistema de integración regional. En virtud de lo antes expuesto se ha constituido la Comisión de Patrimonio Cultural de MERCOSUR con el propósito de resaltar el patrimonio cultural de las naciones del bloque por lo que resulta oportuno el planteamiento del mapeo de los espacios libertarios en el que las y los africanos se organizaban para combatir el sistema esclavista y en donde, como elemento central, se puede resaltar que se conservaron los elementos culturales de origen africano que aun se encuentran presente en la mayoría de estos países.
La lucha por la libertad, una historia común Con las transformaciones sociales que han tenido lugar en algunos de los países de la región latinoamericana, se ha generado una producción de conocimiento alterno a las historias oficiales homogeneizadoras que han mantenido excluida a las historias de los grupos subalternos, es así como el rescate de esas historias que se ha mantenido en muchos casos a través de la oralidad comienza a cobrar significado como lazo imaginario que amarra a NuestraAmérica. Para comprender los procesos sociales originados desde la traída forzada de grandes contingentes de seres humanos para su posterior explotación, resulta necesario revisar algunas descripciones que dan cuenta de la forma como se desarrollaban estos episodios lamentables, los cuales eran parte de las prácticas del sistema esclavista, de allí que se originaran los espacios de liberación que hoy conocemos como cumbes, 355
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palenques y quilombos, tal queda expuesto en las Rutas de los Africanos esclavizados en el Manual de los Afrodescendientes de las Américas y el Caribe (Unicef,2006), en dicho manual se expone sobre la trata trasatlántica de la siguiente manera: La trata trasatlántica fue el sistema de violencia institucionalizada de mayor magnitud en la historia de la humanidad. En la mayoría de los casos existen diferencias étnicas entre el tratante de esclavos y los esclavizados, ya que la esclavitud está basada en un fuerte prejuicio racial, según el cual la etnia a la que pertenece el tratante es considerada superior a la de los esclavizados. Por ello, los mecanismos utilizados para capturar negros en África Sub-sahariana fueron legitimados jurídicamente a través de todo el andamiaje de un sistema comercial globalizado y financiero que duró más de 5 siglos. Los europeos produjeron un giro en la esclavitud, modificando la concepción del esclavizado no como persona humana sino como cosa. Más adelante en el mismo capítulo continua: El impacto de la trata trasatlántica para América supuso el reemplazo de la mano de obra indígena que fue diezmada durante la conquista y colonización, y/o que no se adaptó a las condiciones de trabajo en determinados rubros como azúcar, algodón, etc. Por ello fue reemplazada por mano de obra altamente calificada, puesto que los esclavizados provenían de sociedades con altos grados de especialización en la agricultura, la minería y orfebrería, la ingeniería, entre otros. Esto explica por qué el negocio de la trata trasatlántica fue una ingeniería global al servicio de la sostenibilidad de los intereses de los países europeos. De igual manera, para continuar con la revisión histórica sobre el tráfico de esclavizados africanos para su explotación en América, tenemos la siguiente cita, obtenida del trabajo sobre la Trata negrera incluido en la Revista Memorias de Venezuela. En el mismo se narra cómo era la situación de los africanos, una vez que eran secuestrados en sus territorios y trasladados a América: Una vez adquiridos eran trasladados al otro lado del Atlántico en las bodegas de los barcos “negreros”, como se llamó tanto a los navíos que transportaban los esclavos como a quienes traficaban con esta mercancía humana, bautizada con el eufemismo de “piezas de ébano”, la exótica mercancía era luego vendida en las costas de América, al más alto precio posible, casi siempre a través de letras de cambio o intercambiada por productos tropicales que regresaban a Europa para ser expedidos en las grandes capitales como dinas exquisiteces. Mientras en los salones europeos del siglo XVIII se había puesto de moda el azul añil en trajes y casacas, el café con leche endulzado con azúcar de caña, los bombones de chocolate y el aromático placer de fumar tabaco, en las costas de África se cazaban los esclavos que formarían parte fundamental de la maquinaria de producción en las plantaciones 356
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de América. El comercio marítimo de africanos se convierte así en la forma más segura de enriquecimiento y ascenso social de estos nuevos señores, quienes justificaban su acción ante cualquier cuestionamiento ético con argumentos como el de James Boswell, un comerciante inglés del siglo XVIII: la esclavitud salva a los negros de la masacre y la intolerable servidumbre que éstos han padecido en su propio país y les permite gozar de una mejor existencia”. Una vez iniciados los procesos de las independencias latinoamericanas y el desarrollo de la etapa republicana, es importante destacar que, igualmente, las comunidades afrodescendientes fueron excluidas, sin embargo, desde la última década del siglo pasado, en los albores de los bicentenarios de las naciones latinoamericanas, comenzaron a suscitarse múltiples eventos de gran significación como parte de las agendas ciudadanas que se oponían a las recomendaciones emanadas desde el consenso de Washington hacia los gobiernos de la región, impactando de forma negativa las ya golpeadas sociedades latinoamericanas y caribeñas. Es así, como durante el desarrollo de estos escenarios turbulentos que los Estados de la región comienzan a mirarse como parte de una región cuyas problemáticas tienen la misma raíz, por lo que ha sido necesario asumir responsabilidades históricas, sobre todo, porque los distintos ensayos integracionistas habían fracasado, mientras que en otras latitudes del globo los indicadores apuntaban a la consolidación de otros esquemas de integración como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y la Unión Europea (UE), así como el avance de los Estados Unidos de Norteamérica en su empeño de dominar y domesticar a las naciones latinoamericanas como parte de su proyecto hegemónico definido en el ALCA. En el marco de esta discusión, arriban a los gobiernos de algunos países de la región lideres cuya orientación ideológica ha sido de izquierda, por lo que algunos asuntos pendientes en las agendas históricas de los sectores más desfavorecidos de estas sociedades comienzan a concretarse, siendo uno de estos asuntos vitales el reconocimiento de nuestras identidades subalternas, al decir de Gramsci, pues en los últimos años ha resultado de gran significación los avances en las luchas sociales contra todo tipo de discriminación, exclusión y colonialismo, asuntos presentes en todos los discursos de las movilizaciones sociales desde la década de los 80 y que hoy comienzan a ser saldados por las acciones de los liderazgos comprometidos con estos procesos de transformación. Con el transcurrir de los últimos años se observa que las diferencias virtuales que separaban a las naciones de la región, latinoamericana y caribeña, en realidad no han sido tales, pues los pueblos oprimidos y movilizados muestran el mismo rostro ante el devenir histórico, generándose la solidaridad entre pueblos hermanos que se movilizan ante los mismos contextos desde la invasión europea, pasando por la instauración de las repúblicas decimonónicas hasta nuestros días, de allí la importancia de que en 357
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espacios de transformación profunda, nuestras sociedades cuenten con espacios de reflexión en el que se puedan estrechar las brechas que nos han separado de otros pueblos hermanos, favoreciendo intereses foráneos, por lo que resulta oportuno reflexionar acerca de esas identidades y confluencias que nos unen más allá del repicar de tambores en la construcción o la visibilización de sujetos de transformación, allí en donde los elementos sonoros, culinarios, danzarios y espirituales juegan un papel muy importante. Hurgar en la historia de nuestros pueblos es dejar al descubierto elementos que se encuentran presente en nuestras sociedades, y que muchas veces no son perceptibles por la hábil estrategia de colonización aplicada por el invasor, por lo que las confluencias en el modo de entender la vida, al hablar de los países del MERCOSUR se circunscriben a la herencia aportada por los ancestros indígenas y africanos que en siglos pasados fueron trasladados e incorporados al sistema de explotación colonial. La lucha por la persistencia de los valores y costumbres de la ancestralidad de origen africana, que hoy se encuentra presente en el desarrollo de las relaciones sociales y dan vida a nuestras sociedades, son parte del acervo heredado de los antepasados que desde diversas formas de resistencia lograron mantenerlos, específicamente desde los espacios libertarios denominados cumbes, palenques y quilombos cuya revalorización patrimonial viene ofrecer insumos para generar una mayor cohesión entre los pueblos de los países del MERCOSUR.
Referencias
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ENSAYO VISUAL
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Paranapiacaba, uma vila inglessa no Brasil: Fuligem, ferrugem e Modernidade na Serra do Mar por: Natália Martins de Oliveira Gonçalves 1 Resumo Fundamentais ao entendimento do século XIX, modernidade e progresso foram materializados no espaço de diversas formas. No Brasil, assim como em várias partes do mundo, a paisagem foi alterada pela nova forma de experimentar o tempo e o espaço: fábricas, vilas operárias e demais estruturas industriais surgem como signos desse período. As ferrovias nascem como estandartes da modernidade, capazes de levar desenvolvimento e progresso pelos lugares por onde passam. Paulatinamente, entretanto, os caminhos de ferro são abandonados. Em menos de um século, locomotivas, oficinas, vagões, casas e ruas são engolidas lentamente pelo esquecimento, e a preservação desses lugares torna-se foco de discussão. Entre ruínas e resistência, este ensaio reúne fotografias de Paranapiacaba, vila inglesa paulista; realizadas entre 2013 a 2015 por moradores e ex-moradores; (ex) ferroviários e seus familiares; e também turistas.
Palavras-chave:
Modernidade Patrimônio Industrial Paranapiacaba Tess D'Urberville2, personagem do escritor inglês Thomas Hardy, certamente enfrentou muitas dificuldades. Do traçado das ruas, impróprio para o caminhar do mundo moderno; ao preconceito por sua condição – camponesa, pobre e “sem honra” –, a jovem sofreu intensamente as contradições da modernidade. De um lado, uma nova ordem que normatiza, traz o progresso e a revolução técnica, sendo capaz de disciplinar experiências, a relação dos homens com o tempo e suas ações. De outro, uma sociedade que, a despeito das mudanças na paisagem, ainda está atrelada aos valores vitorianos. Ainda que as mudanças materializem-se nos relógios e nas fábricas, *
1. Mestre em Memória Social e Patrimônio Cultural pela Universidade Federal de Pelotas, UFPel, Brasil. Licenciada em História pela Universidade Federal de Ouro Preto, UFOP, Brasil. Educadora bilíngue no Memorial Minas Gerais Vale, e apoio técnico pelo Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) na Rede de Museus e Espaços de Ciência e Cultura da Universidade Federal de Minas Gerais, UFMG, Brasil. 2. “Tess of the d’Urbervilles: A Pure Woman Faithfully Presented” foi publicado originalmente em 1891, pelo jornal britânico “The Graphic”; e adaptado no cinema em 1979 por Roman Polanski. A história versa, em suma, sobre a jovem e bonita Tess, que após ser estuprada pelo primo postiço, engravida. A criança morre ao nascer, e Tess se muda para uma fazenda, na qual se apaixona por um ordenheiro (Angel) de ideias progressistas. A camponesa enfrenta um dilema de contar ou não a ele a verdade sobre seu passado. Thomas Hardy, através do romance, faz uma crítica preciosa sobre a hipocrisia social e situação da mulher em seu tempo.
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muitos parecem não sentir as profundas transformações que a aceleração do tempo insiste em impregnar na existência. Não há como culpá-los. Ser moderno significa estar imerso “num turbilhão de permanente desintegração e mudança, de luta e contradição, de ambiguidade e angústia” (BERMAN, 1986, p.15). Não há tempo para pensar ou sentir: a modernidade atropela (e atravessa) a vida a todo instante. Implica, segundo David Harvey (1996), “não apenas (...) uma implacável ruptura com todas e quaisquer condições históricas precedentes, como (...) um interminável processo de ruptura e fragmentações”. Emergindo na Europa no século XVII e influenciando a todos em diversas instâncias e temporalidades, a nova dinâmica modificou a forma de organização da vida humana de várias formas (GIDDENS, 1991). O século XIX foi, sem dúvida, influenciado por essas transformações. O progresso tecnológico e a racionalização do tempo atingiram, salvaguardadas as especificidades, todas as partes do mundo. Como égides da modernidade, as ferrovias surgiram no Brasil em 1854, no Rio de Janeiro, por intermédio de Irineu Evangelista de Souza, o Barão de Mauá. Impulsionados pela necessidade de escoamento da produção agrícola e de interligar pontos estratégicos, logo os caminhos de ferro chegaram a outras localidades. Com eles, novos sons, cidades, vilas operárias, fábricas, sensações e armazéns passaram a integrar a paisagem brasileira, que era majoritariamente rural. Todavia, a “promessa de civilização” encontrou no próprio desenvolvimento da atividade suas fissuras. A experiência do mundo moderno sentencia: o novo já nasce decrépito. Surgindo por iniciativa privada e transitando pela administração público e privada ao longo de um século ,3as ferrovias brasileiras – dependentes da tecnologia estrangeira, e sujeitas à legislação que incentivou, a partir da década de 1950, o transporte rodoviário – foram aos poucos sucateadas. Lentamente, o espaço sucumbe novamente ao progresso, cujo sinônimo agora é asfalto. Quando da derrocada oficial da Rede Ferroviária Federal Sociedade Anônima (RFFSA), em 2007, o quadro já era de ruína e abandono em todo o país. A era do trem chegara ao fim.
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3. Ver: “Histórico”. In: Departamento Nacional de Infraestrutura de Transportes. Disponível em: http://www1.dnit.gov.br/ ferrovias/historico.asp. Acesso em 02/03/2015.
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por: Natália Martins de Oliveira Gonçalves
Figura 1: Estado de conservação da vila de Paranapiacaba, São Paulo, Brasil. Foto: Pedro Mambembe, 2015.
O cheiro de óleo e o calor das máquinas dá lugar à ferrugem, tom do modorrento desmantelar da malha ferroviária brasileira. É o caso de Paranapiacaba ,4distrito de Santo André, no interior de São Paulo. Primeira ferrovia do estado, a São Paulo Railway Company (SPRC) foi inaugurada com capital inglês em 1867, com o objetivo de ligar as cidades de Santos e Jundiaí. A Serra do Mar, caracterizada por alta declividade e cuja altitude naquela região – cerca de 800 metros – foi vencida através da implantação do sistema funicular (CRUZ, 2013), abrigou duas company towns. A primeira delas, a Vila Velha, nasceu espontaneamente, próxima às linhas férreas. Já a segunda, Vila Smith, foi elemento de um plano de urbanização que, para além da questão técnica, serviu para disciplinar os trabalhadores, como parte do modelo britânico de gestão (GALLO, MAGALHÃES e FLÓRIO, 2000).
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4. Na linguagem tupi guarani, significa “o lugar de onde se vê o mar”.
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Figura 2: Sistema funicular da Serra do Mar. Fotos: Luiz Ailton Lourenรงo, 2013.
Figura 3: Sistema funicular da Serra do Mar. Fotos: Luiz Ailton Lourenรงo, 2013.
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por: Natรกlia Martins de Oliveira Gonรงalves
Figura 4: Planta da Vila de Paranapiacaba com usos atuais. Fonte: www.viagemdoconhecimento.com.br/arquivos/Caderno_Campo.pdf.
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Não obstante a barreira geográfica, a modernidade chegou a Paranapiacaba. Como reflexo do quadro nacional, a SPRC passou à administração pública em 1946. Foi incorporada, já sob o nome de “Estrada de Ferro Santos-Jundiaí”, à União. Pouco tempo mais tarde, integrou-se se à RFFSA e, em 1970, parte do sistema funicular foi desativado.
Figura 5: Vista de Paranapiacaba, com relógio inglês. Foto: Ângelo Stojanov, 2015.
Figura 6: Estado de conservação de locomotiva a vapor. Foto: Leonardo Caroci, 2015
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por: Natรกlia Martins de Oliveira Gonรงalves
Figura 7: Mรกquina fixa. Foto: Januรกrio Cardoso, 2013.
Figura 8: Museu do Funicular. Foto: Januรกrio Cardoso, 2015.
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Figura 9: Paranapiacaba. Foto: Januário Cardoso, 2015.
A modernidade, porém, ainda permeia a vida. Paradoxalmente, o desejo de continuidade na ruptura, de reter a memória – também personificada em monumentos e sítios – emerge da condição do ser moderno (CHOAY, 2001). Em meio ao turbilhão, há a necessidade de referenciais culturais e identitários; âncoras que deem pertencimento, digam do passado e nos situem no presente. Se antes as ferrovias e demais estruturas do período industrial sequer figurariam como foco de preservação ,5o reconhecimento de que elas são indícios edificados (não só de aspectos econômicos, mas, sobretudo socioculturais), elevou muitos desses locais à categoria de patrimônio cultural .6Através de novos usos e significados, esses espaços são reinseridos ao cotidiano como museus, centros culturais, bibliotecas, entre outros. As revitalizações e ações turísticas, entretanto, devem considerar as dimensões afetivas daqueles que vivenciaram as indústrias e os caminhos de ferro como lugares de trabalho. Das narrativas verbais e não verbais, emergem modos de fazer, visões e experiências que são fundamentais à compreensão desses contextos. *
5. Da Carta de Restauro de Atenas, de 1931: “Recomenda-se, sobretudo, a supressão de toda publicidade, de toda presença de postes ou de fios telegráficos, de toda indústria ruidosa, mesmo altas chaminés, na vizinhança ou na proximidade dos monumentos de arte ou de história”. 6. Na Carta de Nizhny Tagil para o Patrimônio Industrial, de 2003, consta que sua preservação dessa tipologia patrimonial deve incluir “[...] edifícios e as estruturas construídas para as atividades industriais, os processos e os utensílios utilizados, as cidades e as paisagens nas quais se localizam, assim como todas as manifestações, tangíveis e intangíveis, são de uma importância fundamental. Eles devem ser estudados, a sua história deve ser ensinada, o seu sentido e o seu significado devem ser explorados e clarificados para todos. Os exemplos mais característicos devem ser identificados, protegidos e conservados, de acordo com o espírito da Carta de Veneza, ao serviço e em proveito do presente e do futuro”.
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por: Natália Martins de Oliveira Gonçalves
Figura 10: Paranapiacaba, São Paulo, Brasil. Foto de Israel M. Lopes, 2013.
Figura 11: Detalhe de placa de incêndio. Foto: Israel M. Lopes, 2013.
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Figura 12: Vista para o rel贸gio com neblina. Foto: Israel M. Lopes, 2013.
Figura 13: Ponte com neblina. Foto: Leonardo Caroci, 2015.
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por: Natália Martins de Oliveira Gonçalves
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