1 minute read

Pasajero fuera de serie

Next Article
El proyecto

El proyecto

Bailar sin estudiar

Por Aniela Reyes

Advertisement

i date se llama Diego, es un chavo muy divertido; está trabajando y estudiando una carrera en la misma uni que yo. Seguro conoces a alguien como él: muy seguro de sí mismo y responsable. En cambio, yo siempre voy por la vida casi flotando por el aire. Claro, hago lo que puedo con mi carrera, pero me gusta más ver tik toks, salir con mis amigos de fiesta y descansar.

Un fin de semana fuimos todos en bola a una fiesta. Diego no quiso ir conmigo, dice que no le gusta dejar las cosas ahí pa’ mayo; prefiere hacer sus tareas y quedarse en casa. La verdad, me agüitó que no fuera. Me cae muy bien y quería presentarlo con mis amigos para pasar un buen rato. Yo me la pasé de perlas bailando y cantando, eso me hace olvidarme de mis tareas y los problemas que hay en mi casa. Cuando mi mamá me vio llegar, no tardó en pegar el grito en el cielo: —¡Ay niña, deja de andar revoloteando como mariposa! ¡Andas de vaga y ni terminar tu tarea puedes!

Recibí un buen regaño de mi jefa. Sé que debo concentrarme siempre, pero me gusta divertirme de vez en cuando.

Ella está muy equivocada si sigue creyendo que soy una vaga, ¡yo ya prometí echarle más ganas! De hecho, ahora soy más responsable con mis estudios. Incluso los fines de semana veo a Diego para estudiar inglés. Mi madre no esperaba eso de mí, ¡gracias jefa! La influencia de Diego ha cambiado mis viejos hábitos, ahora nos divertimos estudiando y me enseña que puedo dar lo mejor de mí.

Dichos por los susodichos 13

This article is from: