La de la discordia
MAESTRA: Hoy, querida discípula, comentaremos la Ilíada, el gran poema de Homero. DISCÍPULA: Sí, el poema narra la guerra de Troya, que se originó por el rapto de la bella Helena por parte del príncipe Paris, pero, ¿por qué la raptó? ¿cómo se conocieron? MAESTRA: Pues tan heroico enfrentamiento comenzó…con una manzana. DISCÍPULA: ¿Una manzana? Cuéntame, maestra, ¿cómo pudo ser una manzana la causante de la más famosa guerra de la Antigüedad?
Hace mucho tiempo, en las bodas de Tetis y Peleo, todos los dioses se estaban divirtiendo cuando‌‌
En medio de la reunión hizo su aparición la terrible Eris, la diosa de la Discordia, que no había sido invitada al divino banquete y furiosa…
arrojó a los pies de los presentes una dorada manzana con la inscripción th kalisth, “para la más hermosa”
Atenea: ¡Esa manzana debe ser mía! Afrodita: ¡No, yo soy la más hermosa! Hera: ¡Apartaos! ¡Me pertenece a mí!
ATENEA: Ese fruto es para mí, como todos estaréis de acuerdo, pues, ¿qué hay más bello en el mundo que una mente prodigiosa?
AFRODITA: ¡No! Nada de eso. La manzana dorada tiene que ser mía, porque, ¿qué hay más hermoso que un bello cuerpo femenino dotado para producir el mayor placer en dioses y mortales?
HERA: Zeus, esposo mío, tú sabes mejor que nadie que la manzana me pertenece a mí, como corresponde a la magnificencia de mi persona.
ARTEMISA: Pobres ilusas ¿Qué importancia tienen los títulos de belleza en comparación de la libertad de vagar libre por las selvas? Padre Zeus, a ti corresponde tomar una decisión…
ZEUS: No, hija mĂa. Buscaremos un juez imparcial. Hermes, acude presto a tierra y bĂşscame un humano noble e inocente que pueda resolver este asunto.
Hermes, el divino mensajero, sobrevuela el monte Ida y ve un humilde pastor, Paris, que sin saberlo es prĂncipe troyano.
HERMES: Joven prĂncipe, el padre Zeus te necesita en el Olimpo. PARIS: Me someto a la voluntad divina, guĂame pues.
ARTEMISA: Mortal, elige cuรกl de estas tres presumidas es la mรกs bella.
ATENEA: Si me eliges a mí te haré el hombre más poderoso del mundo, pondré a tus pies un gran ejército con el que poder doblegar a todos los pueblos de la tierra.
AFRODITA: Escógeme y te entregaré el amor de la más bella mujer que hoy pisa el suelo de la tierra: tendrás a Helena, la pulquérrima esposa de Menelao, rey de Esparta, y éste no podrá hacer nada por impedirlo.
Hera: decídete por mí y te convertiré en el hombre más rico de todos los tiempos, poniendo a tus pies oro, tierras y esclavos que satisfagan todos los deseos que un mortal pueda tener.
Tras muchas reflexiones, el joven Paris, quizรกs por su solitaria vida, se decide por el regalo de Afrodita, la bella Helena.
ZEUS: Sea pues. Afrodita, hija mĂa, la dorada manzana es tuya. Hazle entrega al mortal del regalo prometido.
Helena: Paris me rapt贸, lo que provoc贸 la cruel guerra de Troya. As铆 juegan los divinos con los destinos humanos.
El grupo de Cultura Clásica de 3ºESO espera que os haya gustado el mito y promete ¡¡¡ seguir dando guerra… !!!