Infombi 03ago2014

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“Se acordarán y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti, porque de Jehová es el reino y él regirá las naciones.” Salmo 22:27-28 MINISTERIO BAUTISTA INTERNACIONAL dir: c. beni esq. 6 de agosto telf..: 3327609 / 3397024 casilla postal 2324 web: www.mbi12.com email: info@mbi12.com facebook: /MBI12 twitter: @MBI12Bolivia instagram: mbi12bolivia PASTORES PRINCIPALES Apóstoles Alberto Magno Sales de Oliveira Gladys Soruco López de Sales PASTORES MBI Abdón Gilberto ZuritaVargas Adib Césari Palachay Daniela Bacarreza de Césari Elisa Ciavolella Netzlaff Elizabeth Suárez de Estremadoiro Elsa Rocha de Pardo Emanuel Roca Urioste Estanislao JuanValverde Lara Franz Pardo Siles Gabriela Rivero de Orellanos Gilberto Orellanos Pareja Joaquín Callaú Soliz Juan Carlos Montoya Marildes MaríaVobeto Marluce Camacho de Montoya Ofelia Montero Fleig OliviaVanesa Senzano de Roca Oscar Menacho Farah RicardoVaca Rodríguez Rosario Birbuet de Rodríguez Ruth Coulthard Burela de Mansilla Shirley Leytón La Fuente de Rivero Silvana Rejane Pires Da Rosa ACTIVIDADES SEMANALES DOMINGO: Celebración al Señor (en el Coliseo del Real Santa Cruz) 1er. Culto 08:00 hrs. 2do. Culto 09:45 hrs. 3er .Culto 19:00 hrs. LUNES AVIERNES: Consejeria (en horas de Oficina) VIERNES: Shabath 18:30 Cena Memorial de la Alianza (Coliseo del Real Santa Cruz) REDES: Red de Niños (templo central c/Beni 455) Sábado 15:00 a 17:00 hrs. Red de Jóvenes (templo central c/Beni 455) Sábado 19:00 a 21:00 hrs. CASA DE LA VISIÓN Escuela de Líderes Dirección: c. Aroma esq. Celso Castedo teléf. 3394506 / 3366335 escueladelideres@mbi12.com CASA ADMINISTRATIVA Nueva Dirección: Calle Celso Castedo No. 250 teléf.: 3392319 * 3394507 info@mbi12.com LIBRERIA BETH-SHALOM Dirección: c. Beni No. 455 teléf 3111213 / 3392305 bethshalom@bethshalom.com.bo www.betshalom.com.bo

¡Bienvenidos a nuestra novena versión de nuestro Congreso de Rescate de la Nación! Con seguridad el Señor nos dará un precioso tiempo de avivamiento y despertar ante los más grandes desafíos que como Iglesia del Señor enfrentamos en estos presentes momentos. ¡Qué bueno tener a todos y a cada uno de ustedes, amados congresistas, en esta cita del Espíritu de Dios, quién nos ha congregado en este lugar para hacer la tremenda diferencia en el mundo espiritual, pues todos somos llamados a ser beligerantes contra las fuerzas del mal que intentan establecerse sobre las naciones de la Tierra. El Apocalipsis nos advierte sobre los tiempos finales con esta tremenda declaración: “¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.” (Apocalipsis 12:12b). Los tiempos presentes son iguales a los descritos por el apóstol Pablo escribiendo su carta a Timoteo, su hijo amado: “También debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos. Habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanidosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin templanza, crueles, enemigos de lo bueno, traidores, impetuosos, engreídos, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A esos, evítalos.” (2 Timoteo 3:1-5). Sin embargo, de en medio de esta generación que contempla el crecimiento de la maldad y el amor de muchos enfriándose (Mateo 24:12), que el Espíritu de Dios nos levanta y nos despierta a asumir nuestro lugar y nuestro ministerio como beligerantes guerreros de los últimos días. Y, ¡qué privilegio se nos da el Señor de vivir estos tiempos proféticos y de permitir este despertamiento espiritual en el seno de Su Iglesia para hacer la diferencia en medio de la creciente apatía, ceguera e indiferencia espiritual! Por eso el Apocalipsis nos dice en el inicio del versículo citado anteriormente lo siguiente: “Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos” (Apocalipsis 12:12a). Hay un toque de gozo, aun en medio de ataque invasor del enemigo sobre las naciones de la Tierra, pues él tiene poco tiempo para hacer daño a los descendientes de la mujer. Por otro lado, tampoco tenemos mucho tiempo para hacer valer nuestro derecho como hijos de Dios y enviados

de parte de nuestro Señor Jesús para “ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñarles que guarden todas las cosas que nos ha mandado Él”. Por eso, “aprovechando bien el tiempo (porque los días son malos)”, nos presentamos delante de Él en esta santa convocatoria del Espíritu de Dios, con la seguridad de que nuestro Maestro y Señor “está con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20; Efesios 5:16). ¡Que todos nuestros sentidos estén atentos al hablar de Dios en este Congreso! Nuestra oración y nuestro anhelo más ferviente es que ningún de nosotros perdamos de vista el mover de Dios sobre nuestras vidas y sobre Su Iglesia. Los tiempos son difíciles, pero “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Él está presente en medio de Su pueblo para ministrarnos al corazón y alentarnos a asumir nuestro lugar y nuestra responsabilidad en el Reino. Nuestra presente de cristianos es profética y apostólica. Nuestro llamado urgente es profético y apostólico. Somos testigos de las profecías, que nos entregaron los profetas del Antiguo Testamento, el Señor Jesús y sus apóstoles, cumpliéndose delante de nuestros ojos. Además, la Gran Comisión demanda de todos los cristianos a que vivamos intensamente nuestra misión apostólica, pues fuimos enviados por Él a ser Sus testigos hasta lo último de la Tierra (Hechos 1:8). Dejémonos ministrar por el Señor que nos conduce de modo especial por sendas de justicia por amor de Su Nombre, aún en medio al caos social, político, económico y espiritual del presente siglo. Abramos nuestro corazón al mover de Su Santo Espíritu y alistémonos a ser protagonistas de este cambio maravilloso que será patente y real, porque “se acordarán y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti, porque de Jehová es el reino y él regirá las naciones” (Salmo 22:27-28). Por eso los recibimos a todos en el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino. Alberto Magno Sales de Oliveira, apóstol.


De cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; tu descendencia se adueñará de las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.” Génesis 22:17-18 Nuestro Dios decidió, desde el inicio de la humanidad, montar la perfecta historia de la Redención. En Abraham, Él establece una promesa con bendición, la cual involucraba multiplicación, protección y victoria. Y Abraham decide obedecer, empezando así la bendita historia de la Fe que nos alcanzaría a todos nosotros en los días de hoy. Toda la Palabra de Dios es el relato del proyecto de amor y de rescate de parte de Él para la humanidad. Desde el Génesis y a través de todo el Antiguo y Nuevo Testamento podemos atestiguar este proyecto que se presenta como un escenario lleno de bendiciones, profecías, comandos, principios que revelan la firme determinación del Todopoderoso Dios de atraer para Sí a todas las Naciones de la Tierra. Sabemos que la promesa sobre Abraham incluía su Simiente y todos sabemos que la Simiente de Abraham es nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Príncipe de Paz, el Rey de Israel y de las Naciones. Es el Señor Jesucristo que una vez establecido el Plan de Redención en Su Sangre en la cruz del Calvario, nos envía a que anunciemos Su Reino, el Reino de Dios, el Reino de los Cielos. En Mateo 28:16-20, leemos: “Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Cuando lo vieron, lo adoraron, aunque algunos dudaban. Jesús se acercó y les habló diciendo: «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Amén.” Es tan admirable, completo y perfecto el Plan del Eterno a través de Su Hijo Jesucristo, según nos revelan el relato de los Evangelios, que lo contemplamos en el Apocalipsis dominando con majestad en el centro del corazón del Trono de Dios. Desde allí derrama de Su poder y de Su autoridad sobre los nativos de todas las naciones de la Tierra. Veamos el texto: “Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos. Clamaban a gran voz, diciendo: «¡La salvación pertenece a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero!». Y todos los ángeles que estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: «¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!»” (Apocalipsis 7:9-12). Lo que el apóstol Juan vio fue

el número de los hijos de Israel, de los cuales somos parte también, por nuestro padre Abraham, el Padre de la Fe. Será maravilloso poder estar delante de este Trono de Gloria juntamente con toda esta multitud incontable de los alcanzados por la misericordia y salvación de Jesucristo. Serán gloriosos momentos de honra y adoración, de acciones de gracias y alabanzas Al que nos salvó y por nosotros derramó su vida. Hasta que llegue este precioso momento no podemos desperdiciar los tiempos de gracia en que vivimos, haciendo realidad todo lo que está escrito en la Palabra de Dios para nosotros y para los tiempos de hoy, pues somos llamados a ser protagonistas de la historia que concluirá con la venida del Mesías y el establecimiento definitivo de Su Reino. Por lo tanto, ganemos para que los Cielos sean poblados de Naciones. Consolidemos para que las Naciones conozcan de Su Amor y de Su Justicia. Discipulemos para que las Naciones caminen en la Verdad de Su Palabra. Enviemos, para que el Reino crezca y se extienda por toda la Tierra. Un día estaremos todos delante del Trono del Cordero, adorando y honrando Al que vive para siempre y siempre, sabiendo que hemos sido vencedores por Su Nombre. ¡Qué todas las Naciones honren al Hijo de Dios, Jesucristo, el Señor! Gladys Soruco López de Sales,

apóstol.


Estamos viviendo en la era apostólica del Reino de Dios en la tierra. ¿Cómo lo sé? ¡Pues veo a Dios liberando a miles de líderes apostólicos en todo el mundo! ¿Por qué son necesarios tantos líderes apostólicos? Debido a que son llamados y ungidos específicamente para guiar a la Iglesia en la guerra contra los espíritus del anti-Cristo que están tratando de dominar el mundo. La era apostólica requiere métodos apostólicos para que la Iglesia pueda tener éxito. Por mucho tiempo la Iglesia, básicamente, ha tratado de apaciguar al enemigo... y el apaciguamiento con el enemigo nunca funciona. Dios no apacigua el mal. Él está en una guerra total por el control absoluto. Y Él ha suministrado las armas para ganar esta guerra: los dones espirituales, los dones ministeriales (Efesios 4:11) y el poder absoluto del Espíritu Santo. Él está derramando estrategias y provisiones para cumplir Su voluntad en la tierra. Nuestro comandante general nos demanda “pelear la buena batalla” (1ra Timoteo 1:18). “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas…” (2da Corintios 10: 3-4). Estamos encargados de someter y tomar el dominio para establecer el Reino de Dios en la tierra. Estas son algunas de las características de los líderes apostólicos de hoy y lo que se requiere para ganar la guerra:

1. DOS OJOS PARA DOS VISIONES: Uno para levantar la iglesia... el otro para tomar ciudades y naciones. 2. ESTRATEGIAS DIVINAS: Dios da a los apóstoles estrategias divinas para liderar en la batalla, para cambiar de dirección, para establecer la justicia y para desplazar las obras del enemigo. 3. CENTRARSE EN LA MISIÓN: Dios ha diseñado a cada uno de nosotros para una tarea especial. Él nos ungirá, equipará y proveerá para cada área designada en la guerra. No permita ser desviado. 4. CORAJE: Cuando se enfrenta a la oposición se necesita un corazón para la victoria total - no importa lo que cueste. “¿No te he mandado? Esfuérzate y sé valiente; No tengas miedo, ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9).

5. RELACIONES CON COMPROMISO: Tenga muy de cerca a aquellos que están comprometidos con su éxito. Sepa que Dios le ha llamado para luchar a su lado y para permanecer. Dios provee mentores y compañeros que orarán con usted, lo alentarán, lo sostendrán incontables veces y compartirán la sabiduría esencial para la victoria final. 6. HUMILDAD: El egocentrismo debe morir en los líderes apostólicos. ¡Estamos llamados a la guerra como uno solo! “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;” (Filipenses 2:3). “Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.” (Colosenses 2:23). 7. AMOR: El amor es un arma de guerra. Usted necesita estar apasionado de su trabajo; esto lo motiva y atrae a la gente a usted. “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” (1 Corintios 13: 1, 13). Estas armas poderosas equiparán y protegerán a los líderes apostólicos de hoy en día, ya que dirigen los ejércitos de Dios contra toda injusticia y establecen el Reino de Dios en la tierra; derribando todo lo que se levanta contra el conocimiento de Dios. ¡Avancemos guerreros apostólicos! ¡Todos a sus puestos de combate! ¡Nos vemos en el campo de batalla! Ap. John P. Kelly, Coordinador ICAL



19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, 20 quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros. 21 Decidme, los que queréis estar bajo la Ley: ¿no habéis oído la Ley?, 22 pues está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y el otro de la libre. 23 Pero el de la esclava nació según la carne; pero el de la libre, en virtud de la promesa. 24 Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; este es Agar, 25 pues Agar es el monte Sinaí, en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, ya que esta, junto con sus hijos, está en esclavitud. 26 Pero la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre, 27 pues está escrito: “¡Regocíjate, estéril, tú que no das a luz; grita de júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto!, porque más son los hijos de la abandonada que los de la que tiene marido”. 28 Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa. 29 Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora. 30 Pero ¿qué dice la Escritura?: “Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre”. 31 De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.” Gálatas 4:19-31

INTRODUCCIÓN. ¡Qué precioso tiempo profético vivimos nosotros la Iglesia del Señor Jesús! Creo que no hay tiempo más privilegiado para nosotros que éste que estamos viviendo. El escenario mundial reclama la atención de la Novia del Cordero para los tiempos y las estaciones de Dios y, descuidarlos o ignorarlos, podría ser un desastre para la Iglesia de los día actuales, pues nos llevaría al desastre que tuvo que pasar Jerusalén “por cuanto no conoció el tiempo de su visitación” (Lucas 19:44). ¡Cuán importante es para el pueblo de Dios estar atentos a los tiempos de Dios y a la Palabra profética! Principalmente en un Congreso Profético como lo es el de Rescate de la Nación, pues nos hemos reunido para profetizar a los cuatro cantos del país y, por ende, del planeta que “todas las Naciones honren al Rey de reyes y al Señor de señores, Jesucristo el Señor”. Nuestra generación es testigo del cumplimiento profético sobre Israel y sobre Jerusalén. 1948 fue el año en que una Nación nace en un solo día, según la profecía de Isaías: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una sola vez? Pues en cuanto Sión estuvo de parto, dio a luz a sus hijos.” (Isaías 66:8).

¡1967 fue el año en que Jerusalén es reconquistada por los judíos! Es la Jerusalén de abajo – la peleada, la luchada, la dominada, la conquistada, la destruida, la reconstruida, la que es blanco del acecho del enemigo. Al fin, en manos del pueblo de Israel. ¡Es en 1980, 13 años después de su reconquista, es declarada capital eterna é indivisible del estado judío! ¡Y qué problema que se ganaron los judíos por esto, hasta los días de hoy! Pero, todo esto se dio en nuestra generación y delante de nuestros ojos. Millares quizás han deseado ver lo que vimos y vemos, pero no tuvieron tal privilegio. Sin embargo, nuestra generación tiene delante de sí todos estos acontecimientos vivos y patentes como testimonio ante todas las Naciones de la Tierra. Pero, ¿de quién somos hijos? ¿Quién es nuestra madre y ante quién necesitamos presentarnos para dedicar nuestra honra? Además, hay un mandamiento con promesa – “Honra a tu padre y a tu madre” - que es el primer mandamiento con promesa (Efesios 6:2). En un Congreso como este, reunidas varias naciones, y con un contingente de discípulos que representan muchas de las naciones de la Tierra, necesitamos tener esta respuesta, pues la promesa es que “se acordarán y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra, y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.” (Salmo 22:27).


El apóstol Pablo dice a los gálatas: “Pero la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.” (Gálatas 4:26). En este texto presentado al inicio de nuestra meditación, Jerusalén es presentada como señal de dos pactos – el de la esclavitud y el de la libertad. En estos dos pactos, Jerusalén es centro del interés, teniendo su estatus físico y su realidad espiritual.

La que fue llamada a ser madre, se volvió abortiva. Jerusalén tendría que mantener a los profetas y no matarlos, tendría que abrigar a los hijos de Dios como gallina que cuida de sus polluelos. Y es nuestro Señor Jesús el que lamenta la pérdida de este llamado y de esta vocación profética. Es esto lo que nos dice el evangelio de Lucas:

Una es la Jerusalén física, blanco de los intereses de los hombres y bombardeada de todos los ataques y seducciones. Así lo ha comprobado la misma historia de la humanidad. Ella es una señal física de la otra que es espiritual que, según el apóstol Pablo, es la madre de todos nosotros, los hijos de Abraham por la fe en Cristo Jesús, que nos hizo libres por Su Obra y sacrificio en la cruz.

“Cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Pero ahora está encubierto a tus ojos. Vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con cerca, te sitiarán y por todas partes te estrecharán; te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.” (Lucas 19:41-44).

Como madre, Jerusalén nos alimenta, nos sacia, nos libera, nos alienta, nos ministra, nos guía, nos bendice, nos trae frutos y nos ayuda a consolidarlos.

JERUSALÉN – MADRE DE TODAS LAS NACIONES: Como madre educa y enseña. También es la que lanza palabras de orden y de decretos. El profeta Isaías así se expresó: “Vendrán muchos pueblos y dirán: “Venid, subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob. Él nos enseñará sus caminos y caminaremos por sus sendas”. Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén la palabra de Jehová.” (Isaías 2:3).

Pero, la palabra profética no se limitó a eso tampoco, pues el profeta Jeremías así lo declaró: “Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.” (Jeremías 31:17). ¡Aleluya! ¡Tus Hijos! ¡Tus hijos volverán a su propia tierra! Todos sabemos que la Jerusalén que conoció Jesús fue destruida y vio sus hijos siendo esparcidos de sus dominios y la tierra siendo impedida de tener a sus hijos en su seno. Y también sabemos que el placer es el que engendra hijos, pero es el dolor el que los hace nacer. Y fue en medio a muchos dolores que Jerusalén desde los tiempos del Señor Jesús volvió a ver nacer a muchos de sus hijos.

Era el llamado a ser el útero fértil a engendrar naciones; a tener los pechos capaces de amamantarlas y a ser una madre multiplicadora.

De igual manera, si queremos crecer y madurar – tenemos que pasar por el sufrimiento para ver nacer tal madurez y tal crecimiento. Aun nuestro Señor Jesús pasó por tremendo dolor y sufrimiento para vernos nacer en la familia de Dios. Y, henos aquí, como fruto del dolor que pasó nuestro Señor. Por eso cantamos una y otra vez: “Yo no merezco tanto, amor; yo no soy digno de Su perdón. El dolor que pasó mi Rey y mi Señor; siempre Le adoraré con amor”.

Jerusalén nace con vocación y misión profética. Pero, nuestro Señor Jesús le dijo:

¿DE QUIÉN SOMOS HIJOS?

“¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste!” (Mateo 23:37).

Esto ya está resuelto. El apóstol Pablo, al nombrar a Jerusalén, la asocia a su ministerio terrenal de engendrar hijos para Dios. Es lo que vemos en Gálatas 4:26-28 - “Pero la Jerusalén de arriba,

Fue Jerusalén escogida entre todas las ciudades del mundo para ser la que engendraría para Dios hijos en todas las naciones de la Tierra. ¡Qué vocación y qué llamado supremo!


la cual es madre de todos nosotros, es libre, pues está escrito: “¡Regocíjate, estéril, tú que no das a luz; grita de júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto!, porque más son los hijos de la abandonada que los de la que tiene marido”. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.” Y el salmista expresó esta misión profética de Jerusalén como una Obra divina en su historia, declarando que “Él hace habitar en familia a la estéril que se goza en ser madre de hijos. ¡Aleluya!” (Salmo 113:9) Pero, es el profeta Isaías quien va a penetrar profundamente el corazón de Dios y afirma, no solamente Su accionar divino, mas también Su intención de convergir en Jerusalén a todos los necesitados de ayuda y consuelo. Tomemos sus palabras y meditemos en ellas: “Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén recibiréis consuelo”. (Isaías 66:13). En este Congreso de Rescate de nuestra Nación, cuando evocamos la palabra profética de que todas las naciones vendrán y adorarán al Rey en Jerusalén, es sumamente importante que la miremos, como dijo Pablo, como la madre de todas las naciones, pues el propósito de Dios es convergir en ella a todos Sus hijos. Meditemos un poco en la verdad presente en estos preciosos versículos:

“Dios tenga misericordia de nosotros y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros; para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación.” (Salmo 67:1-2). “Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán. Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado. (Salmo 72:11, 17). “Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre.” (Salmo 86:9). Concluyendo, podemos traer las palabras del salmista que nos insta a no perder de vista la Ciudad Santa, la ciudad que Dios ha escogido para hacer allí habitar Su Nombre y ponerla como corona de honra entre las naciones. Son fuertes sus palabras y compromete su propia vida con esta declaración: “Si me olvido de ti, Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acuerdo; si no enaltezco a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.” (Salmo 137:5-6). Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira Director Nacional, ICEJ Filial Bolivia



«2 Yo os he amado, dice Jehová. Pero vosotros dijisteis: “¿En qué nos amaste?” ¿No era Esaú hermano de Jacob?, dice Jehová; sin embargo, amé a Jacob 3 y a Esaú aborrecí; convertí sus montes en desolación y abandoné su heredad a los chacales del desierto. 4 Edom dice: “Nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado.” Pero así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán y yo destruiré; los llamarán territorio de impiedad y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre. 5 Vuestros ojos lo verán, y diréis: “Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.” 6 »El hijo honra al padre y el siervo a su señor. Si, pues, yo soy padre, ¿dónde está mi honra?; y si soy señor, ¿dónde está mi temor?, dice Jehová de los ejércitos a vosotros, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre y decís: “¿En qué hemos menospreciado tu nombre?” ... 14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño promete y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones. Malaquías 1:2-6,14

La honra nos saca del cautiverio. Cuando comenzamos a honrar, el cautiverio es roto en nuestra vida. El principio de la honra nos ministra liberación. Cuando entendemos y colocamos el Génesis de la Honra dentro de nosotros, percibimos que Dios, el Señor de los Ejércitos colocó todos Sus principios para que fuesen obedecidos. Así como Dios hizo con Israel, debajo de la honra, los cautiverios no permanecieron en la vida de Israel. Toda persona que recibe, vive y se sumerge en los principios de la honra, al salir del cautiverio, manifestaciones poderosas acontecen en su vida. Usted se podrá preguntar, cómo puede ser verdad? La Biblia dice: Cuando Jehová hizo volver de la cautividad a Sión, fuimos como los que sueñan. 2 Entonces nuestra boca se llenó de risa y nuestra lengua de alabanza. Entonces decían entre las naciones: «¡Grandes cosas ha hecho Jehová con estos!» 3 ¡Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros! ¡Estamos alegres! (Salmo 126:1-3) Copiar….. Cuando salimos del cautiverio, recibimos otra alegría, un nuevo cántico. Lo que significa que el cautiverio es esclavitud y salir de él representa liberación. Todas las personas que cumplen el principio de honra se sumergen en liberación. El Génesis de Honra nos enseña y nos devuelve a una libertad legítima. Dios dice que el buey sabe dónde está su dueño, pero Israel no reconoce más la honra a Dios (Malaquías 1). Es difícil entender como Israel, nación elegida, dejó de honrar a Dios. Pero cuando otras cosas ocupan nuestro corazón, la propia escuela de la vida prueba que existen contratos en el alma que nos hacen dejar fácilmente la honra. Un ejemplo de eso es cuando los hijos tienen una relación nueva y que no es del agrado de los padres. Si ellos insisten y los padres les dan la bendición, algunos se rebelan y después lloran amargamente, porque rompieron un principio de honra.

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Hay personas que no saben entender la veracidad del principio de honra. Vemos eso claramente en la vida de Esaú. La Biblia dice que él se casó con dos mujeres que no eran agradables al corazón de sus padres. “Cuando Esaú tenía cuarenta años, tomó por mujer a Judit, hija de Beeri, el heteo, y a Basemat, hija de Elón, el heteo; y fueron amargura de espíritu para Isaac y para Rebeca.” (Génesis 26:34,35).

ESAÚ – LÍDER DE DESHONRA Todas las personas que honran, tienen derecho a la herencia. Quien honra padre y madre, vivirá días largos sobre la Tierra. Esaú fue el primogénito de Isaac y Rebeca, más porqué entró deshonra en la vida de él, perdió el legado. Esaú cometió tantos errores, no solo con los padres, ya que la Biblia dice que Dios Se desencantó de él. Algunas traducciones llegan a decir que Dios amó a Jacob y odió a Esaú, quien perdió su descendencia. Esaú tuvo una educación perfecta. Sus padres engendraron a los hijos en oración. Jamás imaginaron que la gravidez sería complicada. Pero Rebeca dio señales de complicaciones. Dios les dijo que los hijos que estaban en el vientre de ella eran gemelos, que el menor estaba agarrado al calcañar del mayor y que los dos serían naciones poderosas. El primero nació con la piel cubierta de vellos rojos y fue llamado Edom, Esaú. El segundo nació agarrando el tobillo del hermano y recibió el nombre de Jacob. (Génesis 25:19-26) Esaú quebró el principio de honra y se convirtió en amargura para sus padres, sus líderes, Isaac y Rebeca. Cuando perdemos la visión de honra, negociamos la unción por un plato de lentejas (Génesis 25:27-34). No negocie con nada de este mundo, la unción que usted recibió. Usted no está en venta. Hacemos parte de un pueblo innegociable. No somos edomitas.


El nombre Esaú quedó conocido como amargura para sus padres, para sus líderes. Cuando usted pierde la visión, se convierte en amargura para sus líderes. Esaú se transformó en una persona amargada. Eso sucedió porqué él quebró principios. Cuando quebramos los principios que nos son ministrados, comenzamos a entristecer el corazón de los padres, de los líderes, de los Pastores …… Solo hay una manera de cerrar la puerta de la bendición: entrar en la ruta de la deshonra. El acto de deshonra en la vida de Esaú anuló todos los actos buenos que un día él hiciera. Las dos mujeres que él tuvo en medio del camino, hicieron con que fuese recordado por las calamidades que vinieron en su dirección. Somos criaturas de registros. Los padres, Isaac y Rebeca, no merecían esta afrenta de su hijo Esaú. Usted como hijo, no tiene el derecho de transformarse en edomita para sus padres y sus líderes, trayendo amargura, tristeza y asombro por causa de la confusión. El estigma que quedó, el estereotipo que quedó, fue amargura sobre la vida de Esaú. El problema de la deshonra no es el presente, sino el futuro. Usted sabía que Herodes, el rey que cometió muchas atrocidades, inclusive mandó matar niños de 0 a 2 años de edad, por pensar que una de ellas podría ser el Mesías, era descendiente de Esaú? Quien diría que el mayor perseguidor del Mesías sería un descendiente de Esaú, en la figura de Herodes.

Por causa de aquellas mujeres paganas, que no tenían alianza con el Dios de Israel, Esaú se contaminó. Esaú afrontó a toda su descendencia por causa de dos mujeres. Algunas veces, deshonramos autoridades que están sobre nosotros por cosas tan pequeñas….. Pero es porque la deshonra no tiene límites. Será que Esaú no pudo imaginar que aquellas mujeres le darían hijos que al llegar al trono perseguirían a Jesús? Entonces recuerde que la deshonra que usted comete en el presente, lleva a su descendencia al trono de la deshonra en el futuro. El final de la deshonra de Herodes fue morir comido por los gusanos. La deshonra llevó a Yeshua a la Cruz. Pero Dios mató la deshonra y resucitó la Honra, Yeshua. Dios había prometido que Esaú y Jacob serían padres de naciones fuertes y poderosas. Israel se convirtió en una nación fuerte y poderosa. Hasta hoy Israel está ahí, por cabeza y no por cola. Jacob cruzó el desierto para obedecer a sus padres y no escoger mujer de entre el pueblo donde vivían. Todas las veces que la Biblia cita a Esaú, es con desprecio, porque Dios no permite que la deshonra prosiga en su Campamento. Podemos recordar lo que está escrito en Malaquías 1:1-4. “Yo os he amado, dice Jehová. Pero vosotros dijisteis:¿En que nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? Dice Jehová; sin embargo, amé a Jacob


y a Esaú aborrecí; convertí sus montes en desolación y abandoné su heredad a los chacales del desierto. Edom dice: “nos hemos empobrecido, pero volveremos a edificar lo arruinado”; pero así ha dicho Jehová de los ejércitos: Ellos edificarán y yo destruiré; los llamarán territorio de impiedad y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre. Somos líderes de honra, hombres y mujeres de honra. Estamos formando una generación de honra. Hay personas siendo adiestradas por nosotros. Entonces, hasta cuando esos síndromes de deshonra irán a llenar el alma del pueblo de Dios? Somos responsables por los resultados en el futuro. Muchos piensan que podemos actuar incorrectamente en el presente, como hizo Esaú, como si el fruto no vaya aparecer en el futuro, pero aparecerá. Nosotros no nos convertiremos en amargura para los líderes que nos cubren, porque abandonaremos todo y cualquier tipo de deshonra que aún insista en permanecer en nosotros. El Señor está diseñando algo nuevo para hombres y mujeres que actúan según Su corazón. Estos serán honrados porque viven para honrar a Dios y a las personas. Sabemos que el síndrome de Esaú es repetitiva para quien no teme a Dios y juega con las promesas del Señor para hacer su propia ruta y caminar por su propia voluntad. Pero nada delante de Dios queda olvidado. Esaú tenía un comportamiento neurótico, caminaba por las verdades establecidas por él mismo. Algunos que llegan a comprometer a la Palabra y la esencia de Dios, son como Esaú. Esaú hizo elecciones terribles en su vida, desde las mujeres que escogió como la persecución a su hermano Jacob. Pero hubo un rey, con el que Esaú hizo alianza, aún sabiendo que era un rey que había hecho una guerra contra su abuelo Abraham (Génesis 14:6). Eso sucedió porque cuando estamos presos a nuestros propios intereses, hacemos alianzas que nos benefician. Y aunque ellas perjudiquen a los descendientes no nos importa, por causa de los intereses particulares. Más los que conocen la libertad, la honra, no pueden quedarse presos en alianzas falsas. Esaú tomó decisiones equivocadas, olvidándose que las decisiones del presente definen el futuro. Él no estaba blindado, protegido. Lo que nos protege es la unción. La unción nos protege y nos hace cómplices en las cosas de Dios y no en cosas particulares. Esaú engendró en el futuro enemigos de la verdad y los principios. Cuando nos precipitamos, hacemos alianzas que no solo nos perjudican, sino también perjudican a nuestros descendientes. Esaú tuvo una pocilga porqué cambió su corazón. Toda la generación de él fue paralizada. La Biblia dice que Dios amó a Jacob y

aborreció a Esaú. Dios nos es voluble, hasta Su generosidad y benevolencia tiene límites. La Biblia dice que de Dios nadie se burla. Esaú tuvo una descendencia competitiva, sus hijos fueron arqueros, malos y perversos. Él perdió el principio que le fuera inculcado. Toda la descendencia de Esaú se convirtió en enemiga de los padres y de las aldeas entre ellos. Todos sabían que no podían pasar por la región del oso perverso. Sus hijos engendrados para un gobierno perverso. Los hijos de Esaú mentían, robaban y mataban. Todo lo que hacían tenía un peso de deshonestidad. Esaú era el mentor de principados, de gobiernos locos, gobiernos deshonestos que no tenían la bendición de Dios. Dios resolvió terminan eso a través de Jesús, la Verdad y la Vida. Usted no puede andar como Esaú, debe andar en los pasos de Dios para tener conquistas verdaderas. Donde hay Edomitas en su dirección, sepa que el Señor le dará victoria para llegar a la tierra prometida y no será parado en el medio del camino. No quiera ser como Esaú que poseía una mente brillante solo para matar, robar, exterminar. Él era organizadísimo. Llamaba a los 12, mostraba las estrategias y cada uno sabía exactamente lo que debía hacer. Eran los edomitas. La Iglesia está llena de edomitas, mentes maquinando, sin temor a Dios y a los líderes, queriendo saber cuál es su parte, poseídos por la perversidad, inmoralidad. Como Esaú que organizaba los territorios geográficamente, ideando cómo tomar posesión. Pero nosotros no somos descendientes de Esaú. No podemos matar, destruir, solo para prevalecer. No hay conquistas verdaderas de territorios si ellos son robados. No podemos traumatizar a las personas para conquistar territorios. Cuando eso sucede, la conquista no es verdadera, porque la deshonra fue plantada. Donde hay infidelidad, hay deshonra. Donde hay deshonra, la historia se para. La historia de la deshonra no tiene segmentos, sino ensayos. Los que cometen deshonras se amarran con cadenas, encierros particulares. Donde hay fidelidad, hay honra. Donde hay honra, la historia tiene un comienzo pero no tiene fin. Los que entran por la senda de la honra nunca paran de conquistar porque el carácter de la honra está impregnado en el carácter de ellos.

EL ARREPENTIMIENTO ARRANCA LA SEMILLA DE LA DESHONRA La Biblia muestra que las personas entran en cautiverios cuando promueven deshonra. En la escuela de la vida, encontramos personas de doble palabra, donde los conocen tienen un hablar y con otros


cambian ese hablar. Dicen tener alianza y estar con nosotros en las adversidades, pero poseen un corazón lejos de las palabras que son lanzadas. Por eso, muchos están en sus encierros particulares. La deshonra no puede encontrar lugar en nuestra vida, nuestro carácter. No somos edomitas, somos de la descendencia de Yeshua. Cuando la deshonra entra, también entra la pérdida del territorio. Toda deshonra quita los privilegios que usted conquistó. Hemos visto esa realidad a lo largo de la Biblia. Fue así con Adán y Eva, fue así con Cain, también con Esaú y con tantos otros. La deshonra tiene como blanco principal, colocar a la persona en cautiverio y traer el legado de la esclavitud. Cuantas personas esclavas del alma, cosechando deshonra, porque plantaron deshonra. Hoy viven en cautiverios particulares. Para salir del cautiverio, es necesario nacer en un plan de libertador para poder arrancar a las personas de allá. El arrepentimiento es el antídoto para arrancar la semilla de la deshonra. Israel entró en cautiverio, pero cuando volvió a honrar a Dios, por los principios de la Palabra, fue honrado nuevamente, mas antes, tuvo que enfrentar a su desierto para reconquistar lo que había perdido. Muchas veces la deshonra de un pueblo es el mal resultado de otro. Cuantos nacieron y murieron en cautiverio, solo oyeron hablar de que Dios tenía una palabra y una promesa, oyeron que el Libertador vendría, y esas generaciones hasta hablaron de eso, pero por causa de los hermanos de José y la deshonra del padre, por 430 años, una nación no conseguía ser lo que era, pues estaba absorto en tierra extraña. Hijos esperaban que sus padres fuesen hacia la tierra prometida, y no pudieron realizar su sueño, pues la deshonra de una generación puede ser la catástrofe de otra. Los cautiverios son el resultado de una deshonra, y por fin, sabemos que muchos no pudieron ser lo que deseaban porque alguien atrás plantó una semilla que anuló la conquista de soñadores. La palabra y la acción colaboran para una honra perfecta. Israel cuando deshonró, quedó errante sobre la tierra hasta que se arrepintió y volvió. Entonces, el remedio para que la honra sea devuelta, es la confesión y el arrepentimiento profundo. Necesitamos dar nombre a la deshonra así como debemos dar nombre a la honra. Usted puede quedarse pensando en cuántas veces ya fue deshonrado, pero Dios quiere que piense mucho más en cuántas veces usted deshonró a las personas. Quebrántese por eso y arrepiéntase.

Usted sabía que existe mucha cosa suya que no sabe que es suya? Existe muchas cosas que algunos tienen y otros no tienen, pero existen cosas que son nuestras y que no las tenemos porqué algo interrumpió su llegada hasta nosotros. Mas cuando la honra sea devuelta, usted será restituido a un nivel inimaginable. Dios no miente en Su palabra ni en promesa. Algo poderoso estaba viniendo en su dirección y la deshonra lo bloqueó. Entre en quebrantamiento, renuncie, y reciba de vuelta. Usted ni sabe que es suyo, pero es solo suyo. Usted piensa que no tiene derecho? Pues si usted honra a Dios, usted recibirá. Hay cosas que necesita aprender y que algunos tendrán y otros no. Mas Dios está preparando una bendición especial de honra para su vida. Cuando usted entra en el principio de la Honra, un nuevo territorio se amplía en su dirección. Cuando usted honra, atrae lluvias sin medida para su vida, su familia y su Nación.

Apóstol René Terra Nova Manaos-Brasil


En nuestro ministerio tenemos el privilegio de tener entre nuestros discípulos a hermanos de varias nacionalidades. Ellos son el testimonio vivo que de toda lengua, tribu y nación adoraremos en la eternidad al Señor Jesus.

ARGENTINA ( Comodoro Rivadavia) LUCAS RIVERO, 12 Ap. Alberto Magno

Me tocó nacer en Argentina y Dios me trajo a Bolivia y aquí aprendí a honrar al Señor y pude glorificar su nombre. Llegará el día que todas las naciones honren al Señor, todas estarán postradas delante del Señor y adorarán Su nombre. Esto solamente es una muestra de que Argentina, Brasil, Chile, todas las naciones honrarán al Rey de reyes y Señor de señores. Es una preparación para el gran día del Señor.

BRASIL

MOACIR KAIPER,12 Ap. Alberto Magno

Yo estoy en Bolivia hace 25 años y aquí he sido muy bendecido; por eso estoy muy agradecido al Señor. Nosotros como brasileños tenemos el honor de ser parte de honrar a nuestro Dios, el Todopoderoso, el Dios de las naciones. Y para nosotros, el poder decir que honramos a Dios es poder cumplir la palabra del Señor porque la honra traerá bendiciones, traerá prosperidad, salvación y avivamiento para nuestras naciones.

PERÚ (Piura)

VANESA GUARDADO, líder Célula #1130 Hace 20 años que vine a Bolivia. Para mí es de gran bendición el representar al Perú honrando al Señor. Que mi nación honre al Señor va a traer una gran bendición y sabemos que lo mejor está por venir a Perú. Que el avivamiento va a llegar a Perú como está sucediendo en Bolivia. Es una alegría saber que un día estaremos adorando al Señor, y pensar en eso es una gran alegría que estará delante del Señor la bandera blanca y rojo. Hay muchas familias que necesitan del Señor en Perú, y estamos orando para que muchos peruanos se conviertan y puedan adorar a Dios.

CUBA, Pinar el Río

SANDRA ISABEL SANCHEZ CHIRINO, líder Célula #1536 Yo me siento honrada de estar en esta iglesia tan hermosa donde el Señor me colocó. Y para mí es muy importante representar a Cuba porque mi nación es una isla muy pequeña y yo sueño con un día ver a mi nación entera rendida a los pies de Cristo. Verme aquí en un congreso que está uniendo naciones me hace sentir viva y con ganas de soñar por mi nación. Sé que unidos en oración veremos un día a nuestra isla rendida a los pies de Cristo.


COSTA RICA (Punta Arenas)

OSCAR HIDALGO ARCE, Líder Célula 645 Ha sido una bendición venir aquí a Bolivia, yo conocí a Jesús en Bolivia. Y para mí honrar al Señor es amarlo. La Biblia dice “el que no honra al hijo no honra al Padre que lo envió”. Yo amo a Jesús y trato, procuro, anhelo guardar sus mandamientos. Y tengo el anhelo de un día poderlo ver. Yo oro por la nación de Costa Rica. Aquí en la iglesia he aprendido a hacer actos proféticos y yo los hago a favor de mi nación. La Biblia nos manda que oremos por las naciones. Yo creo que Costa Rica ya es del Señor Jesús.

PARAGUAY (Asunción)

NYLSEN IRENE VERON LOPEZ, líder Célula #1814

Nací en Asunción del Paraguay. Como paraguaya honrar al Señor es algo que cambió mi vida. Porque todas las bendiciones que Él ha tenido para mí son incomparables. Cada día yo doy gracias a Dios porque me escogió y me llamó para conocerlo en Bolivia, por eso amo este país. Sería algo poderoso que todo Paraguay pueda decir que es de Cristo. Y que cada paraguayo pueda saber cuál es la grandeza del Señor y qué es verdaderamente honrarlo como nación.

COREA

YOUNG SOO CHON, líder Célula #553

Soy de Corea, y crecí allí hasta mi adolescencia. Honrar al Señor como coreano para mí significa obedecerlo y hacer todo lo que Él nos enseña a hacer. Esa es la forma de honrar al Señor. Yo espero que todos los no creyentes en Corea puedan conocer y recibir a Jesús como su Señor. Estoy feliz por el avivamiento que se está dando en Corea, el cual es resultado de intercesión continua. Mi sueño para Corea es que sea un líder en fe para apoyar a muchos países más.

CHILE, Viña del Mar

CAMILA RENATA JARA MERCADO, líder Célula #860 Para mí es un gran gozo poder representar a mi nación. El anhelo de mi corazón es que Chile, mi nación pueda ser avivada y que pueda glorificar al Señor en todo momento, que pueda haber una convicción en su corazón de convertirse al Rey de reyes y Señor de señores. Mi oración de todos los días es que cada chileno pueda conocer a Cristo y predicar su palabra.

JAPÓN

YURIKO YARA NAKAMURA (Descendientes Japones), íder célula #1108

Nací en Santa Cruz y mis padres son japoneses. Yo conozco al Señor hace 10 años. Yo sueño que llegue la palabra del Señor a todos en mi colonia y así todos podamos honrar al Señor. Dice la palabra que los obreros son pocos y la mies es mucha. Por eso necesitamos levantarnos para anunciar la Palabra. Y para mí es un sueño que toda mi colonia Okinawa y la de San Juan de Yapacaní conozcan al Señor y así honrarlo con esas vidas.


“...Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco...”. 1 Samuel 2:30

Muchas veces se nos ha dicho que una de las cosas que mueve la mano de Dios es la Fe, sin embargo, la Palabra de Dios nos dice que aparte de la fe es “LA HONRA” que también mueve la mano de Dios. Ahora bien ¿Qué es la honra?: En el hebreo la palabra honra es el verbo “kabôd”, cuyo significado literal es “peso”. De modo que a la persona a la que se honra se la considera de peso, de valía, honor, gloria, riqueza, reputación (majestad), esplendor. En el griego, la palabra honra es el verbo “timao”, que significa tener una actitud de honra hacia alguien; Tenerle una gran estima; Considerar algo o a alguien preciado, con gran valor. Lo que aprendemos aquí es que en la honra se libera un poder de restitución, de obediencia, de respeto, de admiración y de retribución. Cuando hablamos de honra estamos hablando de un verbo y el verbo es acción, no solo palabras. Es por eso que la honra expresada con palabras y sin hechos, no es honra. La Biblia dice en el libro de Isaías 29:13: “Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;” En otras palabras sus labios dicen cosas bonitas pero sus actitudes y acciones dicen otra cosa. Entonces, ¿Cuál debe ser tu acción y tu actitud en cuanto a la honra hacia Dios?. Veamos solo algunos ejemplos:

tiempo de clamar a Dios 3 veces cada día. (Daniel 6:10). Enoc caminó con Dios, y Dios lo llevó consigo (Génesis 5:24). Lo más importante de tu día es el tiempo que compartes con Dios. Otra manera de honrar a Dios es:

II. CON TUS TALENTOS Cada vez que tú pones al servicio en el templo o a los hermanos lo que sabes hacer, estás honrando a Dios, ejemplo: David fue músico y tocó para la gloria del Señor. (Salmos 34:14). Noé fue constructor y edificó el arca. (Génesis 6:14). Lucas fue médico y ofreció sus servicios al Señor. (Colosenses 4:14).

III. CON TUS PRIORIDADES (TESOROS) Mateo 6:21. “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.” Qué es lo que ocupa el primer lugar en tu vida, analiza y ve si es Dios u otra cosa.

IV. CON TU VESTUARIO ¿Tu forma de vestir crees que glorifica a Dios? o buscas la aprobación de los hombres, llamando la atención y mostrando vanidad y orgullo al vestirte provocativamente? (1Pedro 3:3-5).

V. CUIDANDO TU CUERPO I. CON TU TIEMPO David buscaba desde temprano la presencia de Dios. David anhelaba estar en la casa de Dios. (Salmos 27:4). Daniel tomó

I Corintios 6:19. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”


No ensucies tu templo con fornicación, con licor, con drogas, con tatuajes, con perforaciones, con cosméticos en exceso, etc.....

VI. CUANDO NO CEDES A LA TENTACIÓN 2Timoteo 2:22. “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.” José corrió de la tentación de la mujer de Potifar. Lot huyó de Sodoma. Abraham dejó los deleites de Egipto. Job perdió su riqueza, sus hijos, y el amor de su esposa; pero él honró a Dios. La tentación fue grandísima. “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.” (Job 1:22)

VII. CON TUS DIEZMOS Y OFRENDAS Proverbios 3:9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Lo primero que pide Dios de nosotros son nuestros bienes... porque para que nosotros seamos honrados en la parte económica es trayendo los diezmos; las ofrendas; las primicias; los pactos; los compromisos económicos; etc. Y lo que nos va a pasar es lo que dice el verso 10 Proverbios 3:10 “Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.” Algo muy interesante que aprender lo encontramos en Malaquías 1:6-8; “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y todavía decís: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable. Cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿acaso no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿acaso no es malo? Preséntalo, pues,

a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. En estos versículos vemos a Dios con tristeza reclamando al pueblo de Israel del por qué no le están honrando como debería de ser. Porque el pueblo le traía ofrendas pero no eran ofrendas completas, eran ofrendas descompuestas. Malaquías presenta una acusación contra los sacerdotes de la tierra. Ellos estaban mostrando menosprecio por Dios al ofrecerle animales que estaban cojos o enfermos, lo cual era contrario a la ley de Dios (Levítico 22:22) Pareciera que hoy vemos el mismo cuadro en un mundo desprovisto de humildad que le da la espalda a Dios, y en vez de honrarlo con sacrificios santos de adoración solo a Él, se vuelca a la idolatría, a la tradición, brujería, etc. levantando su nombre, sin darse cuenta que es sacrificio descompuesto. ¿Y cómo está el corazón de Dios? Triste, y mucho más cuando ve a su pueblo, si, a su pueblo en la misma actitud, ofreciendo sacrificios descompuestos creyendo que de esta forma están honrando a Dios. Los creyentes en Cristo deben darle lo mejor que tienen. Toda la vida del creyente debe ser un sacrificio vivo a Dios (Romanos 12:1). El tiempo que se invierte en oración y en el estudio de la Biblia debe ser en un momento escogido del día, no cuando se está demasiado cansado para hacer alguna otra cosa. Nuestro tiempo también debemos invertirlo en rescatar a aquellos que están perdidos pero que creen en Dios, dándole sacrificios de honra equivocadas. Es nuestra responsabilidad el hacerlo, honremos a Dios con todo nuestro corazón y llevemos a este mundo a que honren a Dios, ¡Sí!, que honren verdaderamente a Dios. Sí Señor amado, que las naciones te honren.

Pr. Mario Mancilla San Pablo, Brasil


Aún recuerdo el “I Congreso de Rescate de La Nación” de tremenda bendición para mi vida y la Vida de mi esposa Liliana y toda la 1ra Iglesia en Santa Cruz. Un tiempo realmente precioso en el que fuimos Ministrados por El Señor e impactados en lo más profundo de nuestro ser, acerca del amor por nuestra nación Bolivia y la importancia de HONRAR nuestra Patria. Estamos agradecidos a Dios los apóstoles Alberto y Gladys, que han sido un gran ejemplo de enseñanza, de amor y honra para llegar a amar nuestro país, cosa que antes no lo habíamos hecho o mejor dicho no lo sabíamos porque no fuimos enseñados. Desde entonces empezamos con gran alegría y libertad a sentirnos felices de llevar los colores de nuestra bandera y bendecidos de ser Bolivianos; entendimos que el Corazón de nuestro Padre palpita por naciones (almas, células) y que unas de esas naciones es nuestra amada Bolivia. Hoy Bolivia es una nación, diferente desde aquel entonces, se encamina a ser una nación que “Honra al Señor” totalmente, porque que cada vez le conoce mas mediante un discipulado consolidado, equipado y formador. Damos gracias a Dios por todos estos años que se realizan los congresos, ya que es una estrategia formadora entregada al pueblo de Dios para completar la obra encomendada por nuestro Señor Jesús: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del padre, y del espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandando; y he aquí yo estoy en vosotros todos los días, hasta el fin del Mundo” Mateo 28:19, 20. La Visión celular tan sencilla y devocional nos ha hecho entender y experimentar lo que es la Gran Comisión en nuestros días de forma ampliada, revelándonos el objetivo primordial de la gran comisión en 1ra. de Reyes 8: 43 “para que todas los naciones de la tierra te conozcan y te Honren”. Para que las naciones le Honren, deben conocerle y para conocerle debe haber un clamor, clamor que desde entonces no ha parado de escucharse en Bolivia desde Santa Cruz de la Sierra . Cristo es la manifesta-

ción del Dios vivo y verdadero que adoramos; y es a través de Él que le conocerán las Naciones; ¿quienes estarán comisionados para clamar y presentar a este Cristo a las naciones? Nosotros, por medio de la fe, constreñido por su inmensurable amor que nuestro entendimiento no alcanza a comprender, mas que podemos sentir y hacer sentir a los demás. Ganando, Consolidando, Discipulado y Enviando. Será asi como lo logremos con la ayuda del espíritu Santo en nuestras vidas, Dejándole que sea él que actúe en Nosotros. Amada iglesia, decirles que nos sentimos muy felices de ser parte de su equipo y estar sirviendo al Reino en España; aun en la distancia estamos juntos en un mismo Espíritu. Sabemos y creemos que el tiempo para España de Honrar totalmente a Nuestro Señor Jesucristo ha llegado; el Rescate de esta Nación para la Gloria y Honra de nuestro Señor ha comenzado. No pararemos hasta ver a una España que conozca y Honre a Yeshua. Decirles que somos frutos suyos y que estamos, como mencioné antes, agradecidos a Dios por Nuestros apóstoles, por los hombres y las mujeres que Dios ha puesto a su lado. Pues han sido de gran manera un modelo y una fuente de inspiración y anhelo para luchar con entusiasmo, con los ojos puesto en Cristo y lograr este objetivo primordial de que Bolivia, España y las naciones le conozcan y le honren. En el amor de Yeshua y por la misma cosecha, Prs. Julio Cesar y Liliana MBI Madrid, España








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