Huauchinango el rumor del tiempo
Huauchinango el rumor del tiempo
Libertad Mora Coordinadora
Gobierno Municipal de Huauchinango
Índice
Primera edición, 2011
Para la publicación de este libro, se contó con el apoyo de la presidencia municipal de Huauchinango, periodo 2011-2014, a cargo del licenciado Omar Martínez Amador.
Coordinación general Ociel Mora
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El poema de Tlaltecatzin
Coordinación editorial Libertad Mora
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Nota fúnebre
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Presentación
Revisión de textos Alejandro Badillo Oscar Ramos Diseño editorial Germán Montalvo César Susano
Ayuntamiento Municipal de Huauchinango 2011-2014
Omar Martínez Amador 17
Introducción Libertad Mora
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I. LA PROFANACIÓN DEL MITO
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Huauchinango prehispánico y colonial. Relatos de arqueólogos, cronistas e historiadores C a r lo s H e i r a s
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Rafael Cravioto pasado a cuchillo Ociel Mora
Asistencia Angel Carrasco Las imágenes fotográficas en blanco y negro fueron proporcionadas por la señora Ernestina Olivares Cuevas y Daniel Olivares, hija y nieto de don Fausto Olivares Cordero, el ilustre fotógrafo de Huachinango hacia mediados del siglo pasado. La imagen de la Gran Vía la ofreció El Bigotes, uno de los actuales propietarios de la legendaria cantina. A ellos, gracias. En ambos casos, las gestiones fueron realizadas por el ingeniero Jesús Rodríguez Dávalos.
111 ISBN: 978-607-8180-00-4 © 2011 Perspectivas Interdisciplinarias en Red, A.C. Prolongación 12 Oriente 4610, Colonia La Providencia Puebla, Pue. C. P. 72340 pired.ac@gmail.com Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio, sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. Impreso en México
Huauchinango: los Cravioto y el liberalismo serrano G u y T ho m s o n
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Conviviendo con el caciquismo Keith Brewster
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Reparto agrario posrevolucionario en el municipio de Huauchinango Oscar Ramos
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Cultura e identidad mestiza de la Sierra Norte de Puebla C a r lo s B r a v o
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Necaxa, un pueblo de empresa
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La disputa soterrada entre modernidad y tradición Ociel Mora
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Conexiones digitales en una ciudad de la Sierra Norte de Puebla Oscar Ramos
Javier Romero
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II. TENTACIONES DE LA MODERNIDAD
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APÉNDICE
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Sistemas agrícolas y recursos vegetales en el municipio de Huachinango Virginia Evangelista, Myrna Mendoza y F r a n c i s co B a s u r t o Incorporación, artefactos e interfase: el dispositivo chamánico nahua Iván Pérez
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Toponimia de las comunidades del municipio de Huauchinango en boca de un hablante de la lengua local Luciano Hernández
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Autores
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Autoridades municipales Huauchinango 2011-2014
223
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Indumentaria indígena contemporánea de la Sierra Norte de Puebla R o b e r t F r e u n d
255
La Leyenda de los pueblos M a r i e N o ë ll e C h a m o u x
275
Huauchinango: vida y resignificaciones del pasado Libertad Mora
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Entre la ley y la costumbre. Justicia comunitaria y dinámicas legales en comunidades nahuas de Huauchinango María Teresa Sierra
Tlaltecatzin icuic
El poema de Tlaltecatzin, señor de Cuauchinanco, siglo Aya yece ye nican, tlalla icpac, antetecuita, nopilhuan, a noyol quimati, quihuintia ye noyol.
Zan ye ihuan noncuica yehyan, noteuh. In tonaya, tlatoayan, yie xochincacahuatl in pozontimani, a xochioctli.
Ah zan ninetlamata, niquitohua: Maca niya ompa ximohuayan. Tlazotli noyol. In nehua, nehua, zan nicuicanitl, teocuitlayo noxochihuacayo. Inniquiyacahua, zan niquitta nochan, xochimamani. ¿Mach huey chalchihuitl, quetzalli patlahuac mach nopatiuh? In zan ninoquixtiz, quenmanian, ca zan niyaz, nipoliuhtiuh. Ninocahua, ¡ah notecu! Ah niquitohua: ma niyauh, ma ninoquimilolo, ni cuicanitli, ma ihui. ¿Ma aca ca cizquia noyol ac? Zan yuh niyaz, xochihuiconticac ye noyolio. Ye quetzal nenelihui, chalchiutli in tlazoli yectla mochiuhtoca. ¡Acan machotica tlalticpac! Zan ihui ya azo, ihuan in ihuiyan.
Nocoya ye, noyol quimati, quihuinti ye noyol, noyol quimati: ¡Zan ca tlauhquechol!, celiya, pozontimani, mocquipacxochiuh. ¡Tinaan! Huelicacihuatl, cacahuaizquixochitl, zan tonnetlahehuilo, ticahualoz, tiyaz, ximaaz. Can tiyehcoc ye nican, imixpan o teteuctin, timahuiztlachihualla, monequetza. Moxiuhcozquetzalpetlapan, tonihcaca. Cacahuaizquixochitl, zan tonnetlanehuilo, ticahualoz, tiyaaz, ximoaz. Ah zan xochicacahuatl in puzontimani, yexochitl in tlamaco. Intla noyol quimati, quihuintia ye noyolia.
En la soledad yo canto a aquel que es mi Dios. En el lugar de la luz y el calor, en el lugar del mando, el florido cacao está espumoso, la bebida que con flores embriaga.
xiv
Cada uno está aquí, Sobre la tierra, vosotros señores, mis príncipes, si mi corazón lo gustara, se embriagaría. Yo sólo me aflijo, digo: Que no vaya yo al lugar de los descarnados. Mi vida es cosa preciosa. Yo sólo soy, yo soy un cantor, de oro son las flores que tengo. Ya tengo que abandonarla, sólo contemplo mi casa, en hilera se quedan las flores. ¿Tal vez grandes jades, extendidos plumajes son acaso mi precio? Solo tendré que marcharme, alguna vez será, yo solo me voy, iré a perderme. A mí mismo me abandono, ¡ah mi Dios! Digo: váyame yo, como los muertos sea envuelto, yo cantor, sea así. ¿Podría alguien acaso adueñarse de mi corazón? Yo solo habré de irme, con flores cubierto mi corazón. Se destruirán los plumajes de quetzal, los jades preciosos que fueron labrados con arte. ¡En ninguna parte está su modelo sobre la tierra! Que sea así, y que sea sin violencia.
Yo tengo anhelo, lo saborea mi corazón, se embriaga mi corazón, en verdad mi corazón lo sabe: ¡Ave roja de cuello de hule!, fresca y ardorosa, luces tu guirnalda de flores. ¡Oh madre! Dulce, sabrosa mujer, preciosa flor de maíz tostado, sólo te prestas, serás abandonada, tendrás que irte, quedarás descarnada. Aquí tú has venido, frente a los príncipes, tú, maravillosa criatura, invitas al placer. Sobre la estera de plumas amarillas y azules, aquí estás erguida. Preciosa flor de maíz tostado, sólo te prestas, serás abandonada, tendrás que irte, quedarás descarnada. El floreciente cacao ya tiene espuma, se repartió la flor del tabaco. Si mi corazón lo gustara, mi vida se embriagaría.
Transcripción y traducción tomadas de Miguel León-Portilla, Quince poetas del mundo náhuatl, Diana, México, 2009 [1994], pp. 76-81. 10
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Nota fúnebre
Aquí descansan los restos de los siguientes personajes: General Rafael Cravioto, coronel Simón Cravioto y el coronel Juan Galindo, quienes participaron en las Guerras de Reforma y contra la intervención francesa. Sr. Sandalio Mejía Castelán, profesor Tomás Martínez Barragán, Sr. Ricardo Vaquier Vargas, Sr. Manuel García Garrido que rescataron y registraron la Historia de Huauchinango y el Señor Fausto Olivares Cordero, cronista gráfico de Huauchinango. 1
1
Quien alguna vez haya visitado el panteón municipal de Huauchinango se habrá topado con esta nota sobre una mampara, colocada ex profesamente para toparse con el eventual paseante. Hay otra nota por ahí que dice que el terreno para este panteón fue donado por el Cacique y General Rafael Cravioto; los cronistas locales afirman que la hechura del Palacio municipal es otra de las obras de benevolencia de Rafael Cravioto; eso mismo dicen del primer hospital que conoció el pueblo, ya bien entrada la segunda mitad del siglo XX; y las mayores casonas que visten al Centro Histórico, y las principales calles que la surcan, y la que conduce al mismo panteón, y las escuelas de abolengo, y las obras públicas de relumbre todas, por una razón u otra, todas llevan a la figura omnímoda del Patriarca General y Cacique don Rafael Cravioto. Y el Mausoleo más grande y ostentoso de toda la Sierra Norte, también lleva a Rafael Cravioto. Del que se dice es obra del artista que talló el frontispicio del mismísimo Palacio de Bellas Artes, la obra magna de Porfirio de Díaz que mandó levantar para la celebración del Centenario de la Independencia. ¿Y los prohombres mencionados abajo? Son los mayores benefactores intelectuales de este pueblo que amanece envuelto en sábanas de neblina. Ellos fueron los grandes precursores y artífices de la construcción del Mito. Pues como es sabido, en cuanto Carlota y Maximiliano asomaron por el rumbo de la ciudad de México, el gran Patriarca y General Liberal y Amigo Personal de Juárez y Lerdo de Tejado, Don Rafael Cravioto, vivió grandes momentos de zozobra, hasta que finalmente acabó poniéndose a la cabeza de la fila de los chaqueteros que reconocieron con Honores al Imperio y a los nuevos Amos.
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Presentación Lic. Omar Martínez Amador Presidente municipal Constitucional, 2011-2014
S
in pasado no ha y futuro que valga, es una máxima que ha venido retumbando a lo largo del tiempo, y tuvo su máxima expresión en la persona de Octavio Paz. En un memorable ensayo, el premio Nobel pidió para México una modernización fincada en lo mejor de nuestra tradición histórica y los recursos a la mano que ofrece la modernidad. En muchos sentidos, y hay razones sobradas para creerlo, Huauchinango es el orgullo de la Sierra Norte. A finales del siglo xviii , el Conde de la Cortina, de vista por estas tierras, escribió en uno de sus libros que La Cascada de Huauchinango era superior a las del Niágara. Desde la época prehispánica Huauchinango fue asiento del desarrollo de grandes culturas, primero las precolombinas, que al poco dieron lugar al gran Totonacapan. Durante la dilatada Colonia, fue el principal granero que abasteció a la gran capital del Virreinato, cuando fue azotada por las hambrunas recurrentes de aquella época. Mantuvo esa condición durante los agitados años del México independiente, con lo cual favoreció el establecimiento de nuevas familias en la franja serrana, como los Cravioto. Huauchinango, como puerta de entrada y de salida al Virreinato a través de las costas norteñas de Veracruz, favoreció el fulgor de la temprana industrialización de México a través de la domesticación de las aguas de los ríos de Necaxa. Por eso como presidente municipal no dudé en apoyar la iniciativa de un grupo de académicos de universidades nacionales, extranjeras y de estudiosos serranos, de promover una publicación centrada en Huauchinango. Creo sinceramente que es la primera vez que un ayuntamiento de la Sierra Norte publica un libro con las características de Huauchinango: el rumor del tiempo, por el valor de sus autores y por sus posturas académicas 15
Muchos de ellos con muchos años de trabajo en la Sierra. Como el caso de la francesa Marie-Noëlle Chamoux, quien en los años ochenta publicó el libro Los Nahuas de Huauchinango, en el desaparecido Instituto Nacional Indigenista. O el caso de nuestro paisano y gran promotor de la cultura indígena, el profesor Luciano Hernández Chávez, quien escribe la toponimia de los pueblos de nuestro municipio. Pero también porque la cultura es parte del desarrollo, aunque no sea visible como las obras de infraestructura, y porque es detonadora del desarrollo nacional 1. Y finalmente apoyamos su publicación porque estamos convencidos que sólo el diálogo salvara a este país. Por todo eso, la cultura Vale.
1 Según los estudios especializados al respecto, la cultura aporta el 8 por ciento al PIB nacional
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