grafica popular

Page 1

María Cadenas Pérez

Master en Gestión Cultura

Gráfica Popular La diversidad cultural que representa y su inminente crisis. El tema escogido para elaborara este escrito ha sido la gráfica popular y la amplia diversidad cultural que ésta representa, mostrando, además el peligro de subsistencia que corre este “arte urbano” por la industrialización y la globalización que ha sufrido el diseño gráfico en las últimas veinte décadas. Preludio

D

esde que tengo 10 años (ahora 28) llevo viviendo en el mismo barrio de siempre, una zona costera a las afueras de la capital de Palma. Un barrio normal, ni de gente pudiente ni de gente humilde, tampoco es considerado un barrio novedoso por sus eventos culturales ni tampoco vivo ni animado. Es más bien un barrio aburrido y con pocas actividades que ofrecer un día normal así que un domingo menos aún. Desde la edad nombrada anteriormente he bajado todos los días, al menos dos veces, por un camino sin asfaltar que va desde mi casa hasta la carretera principal tanto para coger el autobús que anteriormente me llevaba a mi instituto como para ir a la ciudad. Incluso para descansar, reunirnos mis amigos y yo o tomar un helado los días de calor ya que éste estaba cubierto por frondosos algarrobos y pinos. A este camino, que poco después de que me fuera a estudiar a la universidad lo asfaltaron, lo llamábamos “el atajo” ya que evitabas subir toda una cuesta con una pendiente bastante pronunciada para poder llegar a casa. Pues bien, durante más de 10 años he pasado aproximadamente unas 6930 veces por ese atajo y no nos dejaba de asombrar a mis amigas y a mí un letrero pintado en un garaje que había al final del “atajo” y que ponía textualmente, con una tipografía abrupta y sin estilo, “NO APACAR”. Mis amigas y yo nos mofábamos del alarmante fallo cometido por el escritor de esa señal todos los días que pasábamos preguntándonos cómo se podría haber equivocado el autor teniendo que escribir tan sólo dos palabras y nos entraban unas tremendas ganas de que algún día nuestros padres aparcaran ahí y que el famoso autor saliera para recriminar que ahí no se podía estacionar y nosotras, con aire de superioridad, le dijéramos “ya pero es que ahí no pone aparcar, ¡pone apacar!”, como si la persona que lo había escrito no se había dado cuenta del error en el mismo momento que lo cometió. Ya crecida y estudiando un master (actualmente), llegó a mis manos un catálogo de una exquisita recopilación de fotografías de todo el mundo sobre la gráfica popular y su entera relación con la identidad de una sociedad y su cultura e inmediatamente me vino a la cabeza el famoso cartel de “no apacar”. Fue ahí cuando decidí adentrarme en este tema. Un tema poco tratado y valorado no sólo por no formar parte de la cultura oficial (museos, galerías,…) sino por su abundancia y su presencia continua en cualquier calle de cualquier ciudad del mundo. Una presencia tan cotidiana que se hace invisible al ojo ajeno. Este cartel, al que al fin y al cabo tanto cariño y risas nos había provocado y tanto nos había entretenido en esas tardes de domingo fue sustituido hace 3 años por un aburrido y perfecto cartel escrito a ordenador donde se podía leer “PROHIBÍDO APARCAR”.


Antes de continuar con el escrito y para que al lector se le haga más comprensible y ameno el seguimiento del documento creo que es necesario ver éste vídeo protagonizado por América Sánchez, comisario de la exposición sobre gráfica popular la cual editó un catálogo objeto de mi inspiración para realizar este artículo. En la proyección aparecen múltiples fotografías sobre la gráfica popular. Éstas pueden servir de ejemplo para que el lector se haga una idea de la variedad, originalidad y mezcla que sugiere este arte: http://vimeo.com/53315433
 ¿Qué es la Gráfica Popular? Con frecuencia, me he preguntado por qué me gusta escribir (a mano, se entiende), a tal punto que, en muchas ocasiones, el placer de tener frente a mí (cual banco de carpintero) una bella hoja de papel y una buena pluma compensa, a mis ojos, el esfuerzo a menudo ingrato del trabajo intelectual: mientras reflexiono en lo que voy a escribir (eso es lo que ahora ocurre), siento como mi mano actúa, gira, liga, se zambulle, se levanta y, muchas veces, por el juego de las correcciones tacha o hace estallar la línea, y ensancha el espacio hasta el margen, construyendo así, a partir de trazos menudos y aparentemente funcionales (las letras), un espacio que es sencillamente el del arte: soy artista, no porque figuro un objeto. Sino, más fundamentalmente, porque, en la escritura, mi cuerpo goza al trazar, al hender rítmicamente una superficie virgen (siendo lo virgen infinitamente posible). Roland Barthes, “Escribir” publicado en 1976. La gráfica popular, folklore o costumbrista es un arte pero sin catalogar y no lo suficientemente valorada. No está dentro de lo que se llama cultura oficial como puede ser una obra de arte impresionista o abstracta. No es una disciplina que se estudie en las universidades incluso no es una corriente que esté en boca de todos los profesionales, tal vez por su uso masivo o su carácter popular. Sin embargo, sin ser disciplina, la gráfica popular forma parte ineludible del patrimonio gráfico de cada país. Según el documento “Notas para conceptualizar la gráfica popular Mexicana” realizado por Martín M.Checa-Artasu y Pilar Castro Rodríguez, se define gráfica popular como un “conjunto de elementos gráficos, imágenes, letras que de forma más o menos ordenada, usando las paredes, fachadas, bardas, vallas y otros recursos murales, sirven para comunicar informaciones vinculadas al devenir de la vida cotidiana. Esto va desde reclamos comerciales, proclamas políticas, informacion de campañas institucionales hasta la promoción de eventos musicales. En numerosos casos, la gráfica trasciende su sentido funcional para ir más allá e introducir aspectos como son: el humor y la ironía, señalando un valor agregado del recurso, insistimos muy enraizado en la cultura popular de la sociedad que lo genera”.1 La gráfica popular es un arte directo que no requiera aprendizaje ni técnica ni diseño. Algo hecho por el pueblo para el pueblo, con un mensaje claro el cual su principal objetivo es comunicar de una forma simple, entendible y original, utilizando el coloquialismo. Sí que es verdad que dicho arte no está catalogada en los libro académicos (al menos no en todos) sin embargo la gráfica popular no ha pasado desapercibida para algunos profesionales del área del diseño gráfico ya que este arte está latente en cada barrio, en cada callejuela, en cada ciudad y es una fuente rica de información sobre la identidad de una sociedad determinada así como una expresión artística popular. Por ello, algunos profesionales han advertido la importancia y potencial de esta “corriente” y han creado extraordinarios catálogo, donde se recogen muchas de las obras de arte que hay repartidas por todo el mundo. Uno de los ejemplos más cercanos a nuestro país es la recopilación de más de 2000 fotos sobre gráfica popular de la ciudad de Barcelona que realizó en diseñador gráfico América Sánchez en el 1998 y quien tituló la obra “Barcelona Gráfica”.

1
CHECA-ARTASU, Martín y CASTRO Pilar. “Notas para conceptualizar la Gráfica Popular mexicana”. Gazeta de Antropología, 2008, 24 (2), artículo 46.


En cuanto a los autores que llevan a cabo la gráfica popular son, como afirmó América Sánchez “un 90%, amateurs autodidactas, espontáneos, intuitivos, alternativos, folclóricos etc, y nos aportan una inmensa variedad de estilos y maneras de aprender a ver y comunicar, una gran diversidad cultural de múltiple y renovada riqueza. La mayoría de ellos no están contaminados por la cultura artística. Poseen una escasa o nula formación y generalmente no están al corriente de modas, tendencias ni estilos. Por consiguiente, crean su propia y singular forma de expresarse con trabajos para fines utilitarios. Poseen escasos materiales, lo que genera improvisación. (…). El resultado es singular, auténtico y sincero”.2 Y sería con estos último tres adjetivos con los que definiría la gráfica popular. Aglutinando las principales características de la gráfica popular se determina su definición: • La gráfica popular no es creada por un profesional del diseño. He aquí una de las claves de este “arte”. La gráfica popular es creada por el mismo vendedor, comerciante o tendera que regenta el negocio, personas no profesionales que realizan un cartel con la misma profesionalización que realizan sus quehaceres habituales en su negocio. Es una actividad más para sacar el negocio adelante. En cuanto a este tema yace la crisis por la que atraviesa este arte. Y es que algunos profesionales del gremio sostienen ciertos argumentos que pueden resultar escandalizadores a priori. Sin embargo dichas explicaciones muestran la realidad actual. Muchos autores del campo de las artes gráficas sostienen que con la aparición oficial de la profesión de “diseñador gráfico” comenzó a desaparecer la gráfica artesana. Dentro del gremio se admite cierta discriminación o desvalorización de este arte visto como algo antiguo incluso ingenuo y no como, a lo mejor, la madre del diseño gráfico. Por esta misma discriminación se explica la poca información que hay sobre dicho asunto y los escasos documentos gráficos recopilados. • La gráfica popular no persigue un fin estético ni pretende ser exhibida ni aplaudida sólo quiere comunicar y transmitir un mensaje. Para ello utilizará un código descifrable entre los receptores. No obstante el diseño del mensaje puede acabar siendo divertido, atractivo y bello. Incluso puede acabar siendo una obra de arte pero siempre con la intención de atraer al receptor. • Es un arte natural. No concibe la planificación ni el estudio de cómo se debe hacer el cartel o el dibujo. Simplemente el autor lo hace valiéndose de sus conocimientos y su capacidad artística, que pueden ser escasos o muy ricos, y que por su puesto envuelve a la obra final y queda impregnado de la personalidad del autor. No sólo el mensaje escrito es lo que se le transmite al receptor sino también, los materiales utilizados, la caligrafía, las anomalías, las falta de ortografía, etcétera. Todo forma parte del proceso comunicacional. • Es un arte útil. Tiene un objetivo que es, como se ha dicho anteriormente, comunicar y esto marca la obra de principio a fin. • Es un arte modesto. Es una obra de arte que no se le atribuye a ningún artista, ya que el carnicero, carpintero o frutero no exige ningún reconocimiento por la obra. No obstante no es una obra anónima ya que el comerciante del barrio, quien ha creado el cartel o dibujo, es conocido por todos. • Arte económico. También suele ser un mensaje modesto en cuanto a dinero invertido. Es una obra que ha utilizado los materiales a mano que tenía el autor en ese momento y que se suelen utilizar en la zona. Se ha podido gastar algo o nada de dinero ya que puede reutilizar materiales que ya tenía a su alcance y eso por supuesto también se refleja en el mensaje. • El diseño, reflejo de lo aprendido. En la creación el autor sigue un proceso, que a lo mejor ha pasado de generación en generación, o son técnicas aprendidas por la observación. Pero no por a ver realizado estudios académicos.

2
SÁNCHEZ, América. Catálogo “Tutti Fruti. Gráfica Popular y Diversidad Cultural” 2007. Prólogo, página 22.


Gráfica Popular. Diversidad cultural y su lamentable desaparición. Desde los principios de la historia de la humanidad, el ser humano ha tenido la incipiente necesidad de dibujar para comunicar, utilizando el dibujo mucho antes que la escritura. De hecho, las primera pinturas creadas por el hombre se contextualizan en la era Paleolítica y numerosos estudios han coincidido que nuestros antepasado las realizaban con el fin de transmitir información. No sé si estas manifestaciones rupestres que creó el hombre en la prehistoria se pueden considerar como tal gráfica popular pero lo que sí sé es que estos dibujos tenían la misma función y las mismas características que la gráfica popular que podemos ver en nuestras calles, comunicar con un fin utilitario. Por ello, la gráfica en sí se puede considerar uno de los medios para comunicar dentro de una sociedad más antiguos y universales que existen, incluso para algunas sociedades se puede considerar aún como el único medio de comunicación. Además de tener un fin utilitario y práctico, la gráfica popular transmite (con la escritura, los colores, los dibujos, las tipografías, los materiales) claramente la identidad de la sociedad. Este arte es considerado un indicador del carácter de cada ciudad la cual puede transmitir desde el carácter social hasta las costumbres y rutinas de dicha sociedad. La gráfica popular es la manera más directa de representar la cultura de cada sociedad, sus características socioculturales, sus necesidades y sus costumbres. ‘Dibújame cualquier cosa y te diré quién eres’. Por estas razones: longevidad, su gran utilidad a lo largo de los años y su transmisión de cultura, la gráfica debería ser considerada parte integrante del patrimonio cultural de la sociedad. Por desgracia, esta consideración de gráfica popular como patrimonio cultural no es apreciada por muchos ya que algunos sostienen que no es lo mismo unas ruinas romanas que un cartel donde anuncie el consumo de algún producto. En efecto, no es lo mismo, pero tal vez sea objeto de reflexión decir que ambas obras pueden transmitir ciertos caracteres de diferentes sociedades al mismo nivel. “La gráfica, para el común de la gente, forma parte del mundo de los objetos consumibles: son signos utilitarios que perecen con sus usos sin pena ni gloria”3. Pero lo que el ojo ajeno no advierte es que en un cartel, en una pintura en la pared, en un dibujo o en la señalética yacen ciertos factores como historia, costumbre, artesanía, raíces e identidad que hacen de este arte coloquial un documento historiográfico de enorme valor, una reliquia que tan solo viendo la evolución de algunos dibujos se podría escribir aspectos de la historia de una comunidad en concreto. En conclusión, la gráfica popular es una manifestación más de la cultura, las costumbres y las habilidades de cada sociedad, como lo puede ser la música, la gastronomía o la danza. La crisis Desafortunadamente, la gráfica popular esta en declive. Con la aparición de las nuevas tecnologías, las grandes empresas y la globalización de productos e identidades, este arte, considerado por la mayoría como naïf y lego, está desapareciendo. Como experiencia personal, a la hora de realizar este proyecto, me topé con la problemática de una escasa información y con pocos profesionales documentados sobre el tema, primer indicio que me indicó el escaso valor que se le da a este arte. Sin embargo, afortunadamente hay algunos países donde la artesanía gráfica aún se conserva, es archivada y estudiada y se le aplica el valor que se merece. Es en Latinoamérica donde están la mayoría de documentos y expertos que han estudiado este tipo de gráfica y en especial en México, país donde la recopilación de imágenes catalogadas como gráfica popular es exhaustiva y donde además este “arte” prolifera en comercios y calles. Aun así no hay que caer en el error de pensar que en España o los países desarrollados este “arte” sea inexistente. En estos países tan industrializados donde poco se sabe y poco se

3 CHAVES, Norberto. “El Patrimonio y su recuperación”. Artículo publicado en “Tipografía” 47. Buenos Aires.

2001


valora la gráfica popular, cabe el riesgo de que las personas pasen por alto insignificantes obras de arte que yacen en las calle o en el los barrios más populacheros. A finales de los años 80 la revolución tecnológica que aconteció ya no sólo en las artes gráficas sino en muchos otros campos profesionales, provocó que esta profesión se reinventara y todo ello gracias a la aparición del ordenador. No se puede negar que la informática en el diseño gráfico ha marcado un antes y un después y ha hecho de la profesión del diseñador gráfico algo más ágil y fácil. Sin embargo ha provocado que ese aspecto artesanal, lo hecho a mano, comience a desaparecer, perder valor y a estar en desuso ya que el proceso de lo analógico es más costoso, tardío y no se ajusta al modelo capitalista en el que el diseño gráfico está inmerso. Debido a esta “tecnologización” y a la fiebre por lo “hecho a ordenador” no nos damos cuenta que estamos marginando un arte que no sólo quiere transmitir un mensaje sino que emana identidad, cultura y raíces. Sin embargo, la digitalización está en boga. Lo hecho a mano no se lleva y la sociedad no ve un problema en esto sino una evolución. En conclusión quiero volver a citar las palabras de Roland Barthes que he escrito en la página número dos. En él, el autor quería transmitir lo bello y gratificante que es algo tan humano como la escritura a mano. Idea que muchos de nosotros hemos olvidado o sino pregúntese ¿cuántos textos académicos escritos a mano lee al cabo del día?. Irónicas palabras las que escribo cuando estoy realizando un documento en el ordenador el cual voy a digitalizar a través de un programa llamado wikispaces. Un texto exento de personalidad donde impera la Times New Roma y donde el distintivo de la autora queda reducida a las ideas expuestas.


Bibliografía > CHAVES, Norberto. “El Patrimonio y su recuperación”. Artículo publicado en “Tipografía” 47. Buenos Aires. 2001 > CHECA-ARTASU, Martín y CASTRO Pilar. “Notas para conceptualizar la Gráfica Popular mexicana”. Gazeta de Antropología, 2008, 24 (2), artículo 46. > Catálogo “Tutti Fruti. Gráfica Popular y Diversidad Cultural” 2007. Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. > SUÁREZ, Sandra Liliana, Diseñadora gráfica. Tesis “Bueno Bonito y Barato” 2003 Bogotá


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.