El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro. Dios está presente con fuerza en cada momento de nuestra vida, pero no siempre estamos preparados y dispuestos a escucharle: las prisas, los agobios, las esperas, las miles y miles de tareas, los anuncios de Navidad, de espumillón y lucecitas… Nos impiden sentir al Dios que se hace presente en cada uno de nosotros; nos impiden reconocer lo que verdaderamente nos hace felices. Este Adviento estamos invitados a hacer una parada en el Camino, a realizar un Stop en nuestras ajetreadas vidas, y prepararnos para correr una gran Maratón, descubriendo aquello que más nos hace felices. Nos preparamos para realizar un recorrido muy importante y encontrar nuestra Esperanza, nuestra alegría. ¿Cómo? escuchándose a uno mismo; poniéndose en la senda de aquellos que han caminado el mismo sendero antes que nosotros; encontrándonos con otras personas que recorren nuestro camino; y preparando cuerpo y nuestro corazón a la llegada de Dios
¿Te atreves a recorrer esta Maratón de Adviento?