Evaluación, avaluación y zonas de desarrollo próximo bajo un enfoque sociocultural Ms. Ana María Teresa Lucca Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
Evaluación, avaluación y zonas de desarrollo próximo bajo un enfoque sociocultural por Ms. Ana María Teresa Lucca se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-No Derivadas 3.0 Unported. Basada en una obra en issuu.com.
1. Evaluación y Avaluación El término evaluación es sumamente popular en el ámbito educativo, por su importancia y por la problemática que encierra. Sin embargo, no es muy usual escuchar hablar de avaluación. Si bien los dos términos aluden a una valuación, la tendencia actual es atribuirles sentidos diferentes que exploraremos a continuación. El término evaluación hace referencia a la valoración de un producto o un acto en ejecución. La evaluación está asociada a una medida, una cuantificación del resultado o producto del proceso educativo, manifestado éste en la ejecución de pruebas o de tareas independientes. Por otro lado, el término avaluación se enmarca dentro del contexto de valoración del proceso implicado en la producción o ejecución, y por tanto está íntimamente ligado a la manifestación de ciertas competencias en juego en estos actos. Así, la avaluación involucra procesos de cambios cognitivos y se focaliza más en aspectos cualitativos del proceso educativo. 2. El enfoque sociocultural y la cognición
James Wertsch
James Wertsch es uno de los principales iniciadores del enfoque sociocultural en los Estados Unidos, estableciendo como objetivo básico la elaboración de una teoría que permita explicar los procesos mentales en relación con los escenarios culturales, históricos e institucionales en los que se desarrollan. Dentro de este enfoque se considera que las actividades mentales tales como recordar y razonar, así como cualquier otra acción humana, están relacionadas con los contextos en los que se manifiestan. Se centra en la forma en que las acciones humanas conforman los escenarios socioculturales y a su vez en cómo estos impactan y transforman el accionar del ser humano.
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Así, acción humana y los escenarios culturales, históricos e institucionales se convierten en dos niveles de análisis en el ámbito de la cognición, que si bien están diferenciados son inseparables. No obstante, esta aproximación del estudio de la mente vinculada al ámbito sociocultural ya contaba con bases suficientes en los estudios de Lev Vygotsky, y posteriormente de Alexander Luria y Alexel Leontiev. Dentro de este marco, se considera que el individuo entra en contacto con distintos tipos de herramientas (instrumentos y artefactos) y sistemas simbólicos (dentro de los que se incluyen el lenguaje) y aprende a utilizarlos, conformándose estos en una verdadera mediación. El aprendizaje que ello implica estimula y activa una serie de procesos mentales que se potencian en el contacto con otras personas y con el contexto en el que se encuentra el individuo, y se halla completamente traspasado por el lenguaje. Queda claro entonces que se trata de un aprendizaje social, en el que el mundo exterior se convierte en el fundamento para los procesos y funciones psicológicas del propio sujeto. Es importante destacar que ese proceso de internalización o de reconstrucción interna del sujeto que aprende en un ambiente sociocultural no implica la reproducción exacta del fenómeno, sino una reconstrucción de la actividad psicológica en función de los signos propios de su historia cultural. Wertsch y su equipo rescatan cuatro dimensiones de la mediación propuesta por Vygotsky: •
La mediación es meramente activa: las herramientas y signos dan forma a la acción, pero no significa que la determinen unilateralmente. Su valor emana simplemente del uso que se haga de ellas para la realización de determinadas acciones.
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La mediación es transformadora: las herramientas y signos no sólo facilitan nuestras acciones sino que además las transforman. Es así como, por ejemplo, el aprendizaje de un lenguaje matemático posiciona distinto a un sujeto en una comunidad de matemáticos, en tanto provee códigos comunes que facilitan la comunicación con otras personas de ese mismo círculo y con ambientes a él vinculados.
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La mediación implica apotestamiento y restricciones: por apotestamiento entendemos la capacidad de las herramientas para amplificar nuestras acciones, pero contradictoriamente también a su uso se hallan ligadas una serie de limitaciones, restricciones. Por ejemplo, el uso de calculadoras muchas veces limita el accionar del ser humano cuando no cuenta con ellas.
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Las herramientas mediadoras se insertan en un ambiente sumamente complejo y amplio: es claro que las herramientas no surgen de manera espontánea, y muchas veces están determinadas por fuerzas que no están relacionadas con las formas de la actividad o el funcionamiento mental que conforman. Por ejemplo, el contar con cierto lenguaje matemático no implica un acceso a textos específicos, sino que muchas veces está influenciado por otras fuerzas histórico-culturales.
De esta manera, la cognición se desarrolla bajo la mediación de herramientas y signos producto de nuestra historia cultural. La interacción social es quien nos lleva a utilizarlos y a aprender su dominio, emergiendo así nuevas funciones mentales superiores.
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3. Zona de desarrollo próximo
Vygotsky
Vygotsky propuso que una característica esencial del aprendizaje es la de crear zonas de desarrollo potencial. Considera que el aprendizaje despierta procesos evolutivos internos que se activan en el sujeto sólo cuando interactúa con otros en su ambiente y en colaboración con sus pares. Una vez que estos procesos son internalizados, pasan a formar parte de logros evolutivos independientes. Piaget ya había considerado, al igual que Vygotsky, que la internalización que se produce es un proceso que determina aspectos de los patrones de la actividad que realiza el organismo en interacción con su contexto, comenzando a ser ejecutados en forma de operaciones mentales. La diferencia con la postura de Vygotsky es que éste pone énfasis en la actividad externa mediada por signos y símbolos, y considera a esta la clave para el entendimiento del funcionamiento intelectual.
De la relación existente entre aprendizaje y desarrollo surge el concepto de zona de desarrollo próximo. El individuo realiza una actividad junto a expertos o a pares más competentes que él, quienes estructuran y regulan dicha actividad. A medida que el individuo va adquiriendo competencias se torna cada vez más independiente y el experto puede comenzar a retirar lentamente su guía alcanzándose entonces la autorregulación. La distancia entre lo que el individuo es capaz de resolver de manera independiente y lo que puede hacer guiado o en colaboración con otro más experimentado es conocida como “zona de desarrollo próximo”. Vygotsky considera entonces que el mecanismo mediante el cual la interacción social facilita el desarrollo cognitivo es similar a una situación de aprendizaje en la cual un novato trabaja bajo la supervisión y guía de un experto en la resolución conjunta de una situación problemática en la zona de desarrollo próximo. El novato logra así ir alcanzando ciertas destrezas que de otro modo le resultarían inaccesibles. El desarrollo cognitivo se construye a través de la internalización que el novato hace de los procesos cognitivos que el experto comparte, apropiándose de lo que realizan en colaboración para ampliar sus habilidades y conocimientos previos. La interacción que se logra bajo estas circunstancias genera una permanente negociación, en la cual el experto explora los límites de la zona de desarrollo próximo e intenta ensancharlos, por lo que resulta indispensable que su nivel de ayuda se sitúe un poco por encima de las capacidades del novato y que su intervención resulte inversamente proporcional al nivel de competencias de éste, retirando progresivamente su apoyo a medida que el novato adquiere capacidades de autorregulación. Diariamente desafiamos a nuestros alumnos en el aula con una determinada tarea o con la búsqueda de una solución para un determinado problema, y este tipo de actividades colaborativas tan necesarias para enfrentar múltiples y complejos problemas en nuestra sociedad actual promueve actitudes que resultan excelentes disparadores para generar zonas de desarrollo próximo.
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4. Evaluar en el enfoque sociocultural Dentro del marco teórico propuesto por el enfoque sociocultural queda claro que el propósito de evaluar va más allá de recolectar datos acerca de cuánta información ha retenido el alumno o cuánta de ella puede transferir a otros contextos. La evaluación debe centrarse también en las formas de funcionamiento intelectual y adelantar su desarrollo, por lo que podríamos hablar mejor de una avaluación como pertinente en este contexto. Cabe destacar que esto no implica la exclusión completa de procesos específicos tales como la memorización, la formación de conceptos o su categorización, pero es imprescindible acompañar estos procesos con funciones superiores que profundicen los temas involucrados y focalicen su óptimo desarrollo. Ana María Teresa Lucca Referencias bibliográficas •
Rodríguez Arocho, Wanda. (2001) La valoración de las Funciones Cognoscitivas en la Zona de Desarrollo Próximo. Educere La Revista Venezolana de Educación. Año 5, Nro. 15 http://www.saber.ula.ve/handle/123456789/19637
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Bajo el marco del proyecto de investigación: Mapas conceptuales: una herramienta para el aprendizaje significativo en matemática Disp. CyT Nº 020/10 - UNPSJB dirigido por Ms. Ana María Teresa Lucca
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