Roberto J. Santoro y el FATRAC

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[INDICE] Arte y Política ............................................................pág. 2 Roberto Santoro..........................................................pág. 3 Entrevista a Vicente Zito Lema ............................pág. 5 Raymundo Gleyzer.....................................................pág. 7 Haroldo Conti...............................................................pág. 8 Poemas Roberto J. Santoro.....................................pág. 9

ARTE Y POLITICA | Movimiento Cultural Hagamos Lo Imposible

Entendemos al arte como vía de expresión, comunicación y liberación del hombre y la sociedad, que proporciona el placer de producirlo disfrutarlo. Pero en la actualidad no cumple tal función, sino que reproduce los valores de la cultura dominante. Hoy nos encontramos un arte individualista, sometido a los vaivenes del mercado. Un arte que se compra y se vente, elitista, ya que no podemos ignorar que la mayoría de la sociedad carece de una formación artística, de acceso a una cultura rica en contenido y jugosa en forma, sino {únicamente tienen acceso a la cultura mercantilizada, a aquello que los monopólicos medios masivos de comunicación deciden reproducir: basura superficial funcional a la discriminación, la ignorancia y la violencia. Esta es la actual hegemonía. Los artistas no podemos permanecer neutrales a esta realidad y mirarla de costado. Debemos comprender que somos parte de una cultura que se reproduce continuamente y que si negamos nuestro rol como creadores materiales de la misma estamos tomando una postura pasiva, aportando a la cultura del entretenimiento. Debemos dar una batalla de ideas generando un arte transformador, superador. Nuestros desafíos son empapar nuestra obra de la realidad y la lucha por modificarla, creando un arte comprometido. A pesar de carecer hoy de recursos materiales, la construcción de este arte contra-hegemónico debe apuntar a generar obras de calidad, accesibles e inclusivas sin subestimar al público masivo. Buscamos y construimos un arte que sepa llegar a los sectores populares, quienes completen el significado de la obra, dándole una verdadera función transformadora. Nuestra participación es desde la base, entre la gente, en calles, paredes, villas, universidades, centros culturales, etc. Es por eso nuestra posición definida y nuestro compromiso impostergable por la transformación social, que creemos en el arte como una herramienta de resistencia y protesta, que pueda intervenir en las problemáticas sociales que nos atraviesan hace siglos, que debemos participar, organizarnos y consolidarnos como un movimiento que aporte en las luchas de nuestro pueblo. f

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Roberto Santoro Las palabras que son balas. “La decadencia y la revolución, así como coexisten en el mismo mundo, coexisten también en los mismos individuos. La conciencia del artista es el circo agonal de una lucha entre los dos espíritus. La comprensión de esta lucha, a veces, casi siempre, escapa al propio artista. Pero finalmente uno de los dos espíritus prevalece. El otro queda estrangulado en la arena.” José Carlos Mariátegui Roberto Jorge Santoro era un laburante. Un poeta hijo de obreros. Nació un abril de 1939. Era padre de una hija y surrealista. Era militante del PRT-ERP y realista del sur. Roberto Jorge Santoro era preceptor en una escuela secundaria y revolucionario. Era un intelectual del pueblo. Amaba el fútbol y hacía la revolución. Estaba casado con Dolores Méndez. Tenía un sueño, un compromiso, y -dicen quienes lo conocieron- un gran sentido del humor. Roberto Jorge Santoro recorrió los sinuosos caminos que relacionan arte y política, aquellos que desvelan generaciones enteras de intelectuales, académicos y autodidactas. Renegó de la política, renegó del arte, y los sintetizó encarnándolos en primera persona. Sin embargo, Santoro no siempre tuvo la misma opinión acerca de cómo se desandaba esa relación, cuáles eran sus límites, cuáles sus potencialidades. En 1962, por ejemplo, opina que arte y política se excluyen:

“Ahora todo el mundo habla de literatura comprometida. ¿Compromiso? ¿Con qué y con quién? El único compromiso que tiene el poeta es el compromiso con la poesía. Si yo escribo un poema, escribo un poema y no un tratado de política. El hecho de que en la poesía se refleje la cosmovisión del hombre poeta y por supuesto su problemática humana, no significa de ningún modo que con el poema deba hacerse sociología, quiromancia o filibustería, porque cuando con el poema se hace otra cosa que no sea poesía, se hace justamente otra cosa.” En el trabajo introductorio a la Obra poética completa de Santoro, Rosana López Rodríguez propone una selección de fragmentos de nuestro poeta que dan cuenta del proceso de politización y radicalización del autor, que no puede ir escindido del proceso de politización y radicalización de la época. Para pensar a Santoro hay que pensarlo en su tiempo, en su historia, tejiendo la historia. En los años 60 y 70, en América Latina se vivía un clima muy particular. El contexto político, social y económico estaba en constante ebullición. La revolución cubana había puesto el socialismo al alcance de la mano de los latinoamericanos, los procesos de descolonización africanos y la revolución vietnamita fortalecían la convicción de que el momento de ajustar cuentas con los opresores había llegado. En Argentina las dictaduras y los gobiernos constitucionales débiles, rápidamente derribados

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por nuevos golpes de Estado, eran la regla. Hacía años que la opresión lucía su ropaje más evidente: el represivo; hacía años también que los sectores populares resistían, se organizaban, y prontamente entrarían en un combate directo con aquellos que los sojuzgaban. Si el arte y el artista logran quitar la mirada de su propio ombligo, entonces el mundo que los rodea y los atraviesa y los define y los niega y los provoca y los inspira y los castiga y los premia, entonces ese mundo no puede existir escindido de un arte que lo toma para reinventarlo. Doce años después de aquellas declaraciones en que Roberto Santoro defendía convencido una poesía sin política, sostiene:

“Hay poetas y poetas. Hay compromisos y casamientos, reformas y revoluciones. Hay quien está comprometido con la literatura, o con la belleza o con las formas de la métrica. Pero sólo con ellas. Hay también otros que conociendo la necesidad de profundizar en el nada fácil oficio de la palabra, comprometen su vida, tratando de sumar a las luchas del pueblo una palabra caliente, que se necesita, que sirva, que sea revolucionaria. (…) ante la mentira, el hambre, la mortalidad infantil, la desocupación y demás pequeñeces a que nos tienen acostumbrados, se hace necesario tomar definitiva conciencia de que: o todo para cambiar la sociedad, o todo para nada.” El cambio en la posición del autor es categórico, expresa una maduración política, una toma de posición. Imposible resguardar el arte en un mundo q es flagelo. Es urgente asumir un puesto en la contienda. Nuestro autor planta los pies junto a sus hermanos de clase. Habla de su condición de trabajador -Roberto Santoro: 12 horas diarias a la búsqueda absurda, castradora, inhumana, del sueldo que no alcanza-, de asumirla de forma consciente -Roberto Santoro: hijo de obreros, tengo consciencia de clase-; habla de transformar

esa consciencia en una acción -Roberto Santoro: rechazo ser travesti del sistema, esa podrida máquina social que hace que un hombre deje de ser un hombre-. Y a esta altura una serie de interrogantes se vuelven inevitables: ¿puede un poeta comprometerse con su tiempo tan sólo desde la palabra? ¿Puede la poesía cambiar la sociedad? ¿Basta el arte para transformar el mundo? Llevada al extremo la postura se ridiculiza, pero hubo muchos intelectuales en aquellos tiempos que encontraron el límite de su aporte a pie de página. Para Santoro la belleza y el compromiso no se contraponen, estética y política se retroalimentan, palabra y acción no pueden ser más q lo mismo en dos movimientos. Roberto Jorge Santoro comprometió su pluma y tomó el fusil, porque los hijos de puta están de un lado y los oprimidos en el otro, y porque no puede haber conciliación. Sugirió que los consoladores los usen los que no saben ni pueden usar otra cosa. Reveló tener la conciencia armada para no usar solamente la lengua. El poeta devino guerrillero. El guerrillero siempre fue un poeta. Se organizó en el PRT-ERP porque había aprendido del Che que cada uno de nosotros, solo, no vale nada; y porque había aprendido de un maestro que hay que ponerle gatillo a la luna si queremos que esto cambie de una vez. Santoro fue un revolucionario. La dictadura se lo tragó como la noche espesa traga los días -pero no se puede apagar el sol a balazos-. El 1 de junio de 1977 un grupo de tareas lo secuestró de la escuela en la que trabajaba -los asnomilitares tienen bruto el corazón y la mediocridad les nubla el entendimiento-. Lo desaparecieron -pero no se puede desaparecer la poesía, nunca desaparece el ejemplo templado en la justeza de los actos-. Roberto Jorge Santoro sigue activo, sigue queriendo cambiar el mundo. Su palabra nos llega, su poesía nos enciende. Nos provoca irreverente, nos desafía hasta la victoria, siempre. f

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Entrevista a vicente zito lema* Roberto, y todo Barrilete, toda nuestra generación en realidad, unos más, otros menos, Roberto muy acentuadamente, tenía la idea de que la poesía no es un espacio de interioridad, si no que es un espacio de lo público. Que no se trata de producir un arte a escondidas de la sociedad y que sus frutos también pertenezcan a una elite, todo lo contrario, él veia en el intelectual, en el artista, un ser privilegiado con la posibilidad de decir lo que muchos sienten y que por distintas circunstancias... que a veces no quieren, no pueden, no los dejan, podrían hacer arte pero no lo hacen. Roberto era de Ios que creía que los que tienen el privilegio de poder hacerlo, por que es un privilegio especialmente en Latinoamérica poder producir arte o poder producir pensamiento, no debian quedarse con Ios frutos de ese privilegio. De alguna forma pienso en lo que decia el pintor holandés Vincent van Gogh, cuando le escribe a su hermano Theo y le dice que Ios ricos ya tienen demasiado como para quedarse también con los frutos del arte y de la belleza, y entonces él aconsejaba y pedia a su hermano si le podia conseguir otros artistas que quisieran ir con él para trabajar en comunidad, y ese trabajo que se realizaba en comunidad Ilevarlo luego a las casas de la gente más pobre, que son los más necesitados del arte y de la bellza. Creo que eso que dice van Gogh, para él y para su época, es lo que muchos de nuestra generación pensamos, y algunos lo Ilevaron a la práctica con mas énfasis como Roberto (...) La obra de arte como como un bien social que pertenece a todos, por más que el que le dé una forma determinada sea alguien en concreto, que no implica que sea el dueño por fuera del momento histórico donde la obra se produce, y más aún en el campo de la poesia, que tiene sus límites, porque la sociedad ha ido cerrando un poco las puertas al recibimiento de la

poesía. En una sociedad tan brutalmente encandilada, en lo económico, en lo cultural, donde el trabajo tiene formas muchas veces de pesadillas y el no trabajo otras formas de pesadillas también, de golpe poder salir de ese cansancio cotidiano y escuchar un recital de poesia o ver una obra de teatro, no siempre se da, no porque no tenga el ser humano en su totalidad una sensibilidad para el arte, si no porque las sensibilidades también se agudizan o se maltratan, se potencian o se castran, y eso está muy ligado a lad politicas económicas, culturales (...) Es en el campo del arte donde Santoro da su militancia inicial fuerte, porque comprometerse con la realidad politica y social de tu época es una exigencia mayor para la escritura, porque tenés conciencia de lo

que es la sociedad y conciencia de lo que significa ser un poeta en estos tipos de sociedad. Por lo tanto o podés por un lado, ser como diría Aristóteles “un idiota que cree que todo empieza y termina con vos”, o ser una persona de conciencia pública como Roberto, que al saber que lo que importa es la mirada del otro, el pensar del otro, no sólo el tuyo, tomás tu capacidad poética para hacerla un bien de todos (...) Como dijo alguna vez muy bien Cortázar: vos estás mirando hacia el mañana, pero tenés que tener Ios pies sobre la tierra. Hay que tener en claro el marco histórico. Hubo un espiritu en esa época en nuestro país, pero que no era gratuito y no surgió de la nada. Empieza una lucha muy

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fuerte por la liberación de la mujer, con una potencia que no se da en otra época, las diferencias sexuales salen a aparece el teatro de La Revuelta, el de La Liberación, Oktubre, el cine documental, cobra auge el cine testimonio, aparece el periodismo de investigación de la mano de Rodolfo Walsh. Y todo esto dentro de un contexto internacional: estaba la lucha de Vietnam, estaba fresca la Revolución Cubana, estaba la lucha de Ios Tupamaros, estaba la experiencia de Salvador Allende en Chile, estaban las guerrillas, las insurrecciones, no olvidemos que acá existió un Cordobazo, un Rosariazo, un Mendozazo, cosas muy fuertes con cientos de miles de personas en la calle tratando de derrocar el poder, cambiar las formas de vida... en toda Latinoamérica había una gigan- tesca capacidad de lucha(...) El arte, el pensamiento, la filosofía, el psicoanalisis, la religión, la sexualidad, todo está marcado por la época que te toca, la cual tiene otro fondo, otro contorno, otros cruces, otras miradas, otros lenguajes, otros relatos, y asi como en nuestra época se pudo haber sido un canalla o haber sido militante revolucionario, hoy se puede ser un canalla o ser artista, un intelectual, un hombre, una mujer comprometidos con esta época, y eso implica comprometerse con la Vida, pero no sólo con tu Vida, si no con la Vida de los otros. Aqui hay que ver también como se dan las relaciones de fuerzas, la parte histórica que nos rodea y como se puede sacar el mejor jugo de cada época, yo no hablo ahora en la universidad con el mismo lenguaje que hablaba en el 60-70, porque si yo hablara exactamente igual, quedaría absolutamente aislado, lo que no quita que mantenga mi ideología (...) Uno no tiene que tratar de borrar lo que ha dicho, ni lo que ha escrito, ni lo que cree, si no buscar otra forma en nuevos barriles para los viejos vinos, y ahí viene el caso de Santoro, imagino si él hubiéra estado vivo hoy, siendo el mismo militante, el mismo hombre que quería cambiar el mundo y cambiarlo poética-

mente, trataría también de ver que dicen los jóvenes de hoy porque elllos son Ios que tienen que Ilevar la lucha adelante. Esta es la época de ustedes, no la mia ni la de Santoro, la suya (...) Los privilegios de la tarea intelectual y artistica son públicos del conjunto de la Sociedad, por lo tanto ese privilegio te demanda también una postura de independencia critica para no ser un canallista que se vende con el primero que Ilega al gobierno. Yo por decir estas cosas he perdido muchos de mis amigos, pero bueno cada uno tiene que ser fiel a su propia historia (..) El arte, el pensamiento intelectual, nacen en la critica, en la comparación, en la dialéctica que te da una Mirada mas amplia de la realidad y sus contradicciones. Uno puede ser más útil a la sociedad desde un lugar critico que desde un lugar de ser parte del poder (...) Hay una ética de la responsabilidad que implica no abandonar tus ideas, pero siempre que éstas sigan estando vivas en vos, porque si no te ponés como una máscara que termina ahogándote, entonces yo comprendo a la gente que cambió, muchos de mis compañeros de ese entonces han cambiado (...) En el momento de la revolución, si el tren de lo maravilloso pasa por tu historia, subite, porque el tren de lo maravilloso pasa una vez cada tanto. En nuestra generación pasó el tren, lo triste es aquel que no subió”.f

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VICENTE ZITO LEMA Militante, abogado de presos políticos, psicólogo social, docente, artista, poeta, escritor.

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raymundo gleyzer Raymundo Gleyzer, realizador audiovisual y militante del PRT-ERP desaparecido el 27 de mayo en la última y más brutal dictadura argentina. Tanto Raymundo, como sus compañeros del ‘Cine de la Base’ representaban en muchos aspectos aquello que nosotros queremos levantar como bandera. Raymundo sin duda alguna encarna al artista que lejos de ser indiferente, deja la apatía de lado y se compromete con el proceso histórico que atraviesa su pueblo. Así como también, Raymundo supo brindar como pocos, su herramienta de trabajo al servicio de las necesidades de los más vulnerados, logrando un cine crítico pero no por ello dejando de ser creativo y de calidad a la vez. Raymundo entendió que si quería luchar contra todo tipo de injusticia, había que relegar su individualismo y sus inquietudes particulares, para pasar a ser parte de un proyecto colectivo como fue el grupo ‘Cine de la Base’, quien se plantee la pretenciosa tarea de que hacer llevar el cine hacia aquellos lugares donde nunca llegó. Y a su vez comprendieron que con tan solo realizar un cine sensible y comprometido no bastaba, sino que se debía formar parte de un proyecto político integral más amplio, como fue su aventurada participación en el PRT-ERP. Comprendiendo al arte como una práctica liberadora y de transformación se desarrolló el ‘Cine de la Base’. Reconociendo concretamente la hermosa potencialidad que posee en su seno la producción audiovisual para utilizarla como la herramienta perfecta para generar discusión, reflexión, abonando a construir espacios de criticidad y reacción frente al atropello cotidiano de este mundo de sinrazones. El grupo ‘Cine de la Base’ no solo fue disruptivo en cuanto a su concepción del

cine sino que también desde sus prácticas materializó otra forma de producir materiales distinta al cine imperante. Partiendo del trabajo en colectivo, como también siendo muy claros en tres puntos clave que delinean su metodología: a que sujeto se pensaba retratar en sus materiales, ese material para que sujeto era y finalmente donde se distribuía tal material. Es decir hacer un cine que retrate y problematice sobre los oprimidos y sus opresiones, hacer un cine pensado para la emancipación de ese colectivo oprimido y finalmente distribuir ese cine en los lugares que habitaba el pueblo trabajador. (Escuelas, barrios populares, Facultades, sindicatos, etc) Llegando a tener en todo el país más alrededor de 30 ‘bases’ donde se proyectaban sus materiales y se incitaba al debate, insistiendo siempre que la realización del mismo recién allí culminaba su realización, allí en el cruce con los espectadores y en la discusión que se podría generar a partir del mismo. Raymundo expresaba en una entrevista con claridad que, “el problema fundamental, cuando nosotros nos dedicamos a hacer el film, es plantearse a quién está destinado este producto (…) El problema reside en cómo llegar a la base y no sólo en términos teóricos, que indican siempre que hay que hacer un cine para la base, un cine para la clase, etc., sino el método concreto, la práctica que lo permita.” Estos como tantos otros hechos dan cuenta de su gran humanidad, y hacen que siendo ambiciosos nos reconozcamos y nos sintamos parte de una misma tradición de concepción del cine, de la cultura, y que queramos tomar su ejemplo y hacerlo carne. Lo hacemos con el espíritu de alimentarnos de esa experiencia, buscamos estudiarlos, criticarlos y nutrirnos lo mayormente posible de ellos, para tener una guía de acción más clara y eficaz hoy en el presente.

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HAROLDO CONTI “Hic meus locus pugnare est et hinc non me removebunt” (“Este es mi lugar de combate y de aquí no me moverán”) Con este mensaje se encontraba el grupo de tareas del Batallón 601 del Ejército, junto a la máquina de escribir de Haroldo, la noche del 5 de mayo de 1976. La noche en que lo separarían por siempre de sus pequeños hijos, de su compañera, de su trabajo y su arte; de Mascaró. De su vida. La ignorancia de las bestias que secuestraban esa noche a nuestro gran escritor, no les permitió comprender ese mensaje porque estaba escrito en latín. No les permitió conocer el compromiso que Haroldo tenía con la vida y con la lucha por una sociedad mas justa. Haroldo al igual que tantos otros artistas y periodistas comprometidos con

el pueblo trabajador como Raymundo Gleyzer, Vicente Zito Lema, Roberto Santoro, María Escudero, Humberto Constantini, entre otros, formaban parte del FATRAC (Frente Antiimperialista de Trabajadores de la Cultura), que se conformó a partir de 1968 por iniciativa del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT). Estos artistas consideraban a la cultura como un campo donde dar batalla; una esfera que debía ser disputada. En este sentido, Haroldo utilizaba el arte de la escritura como una herramienta para el cambio social. Una herramienta para la revolución. Buscaba generar influencia e impulsar acciones que radicalicen el contexto sumamente politizado y lleno de profundas convulsiones sociales. Fue un trabajador de la cultura lleno de vida. No sólo fue un poeta y periodista sino también maestro de escuela, profesor de latín y filosofía, guionista de cine y hasta vendedor ambulante. Haroldo venía recibiendo desde hacía meses amenazas por una serie de notas que publicó en la revista Crisis y las denuncias que realizó en congresos literarios en el extranjero sobre la violencia ejercida por patotas parapoliciales. A su vez, su obra “Mascaró, el cazador americano” fue considerada por el régimen militar como una amenaza para la Nación Argentina, ya que “estimulaba el accionar subversivo”. A pesar de las sucesivas amenazas que recibía, Haroldo no se resignaba a difundir el oscuro y duro contexto social que atravesaba el país durante los 70. Haroldo Conti es un ejemplo de artista que utilizaba el arte no como una mera expresión individual y egoísta, sino como una herramienta de cambio para la clase trabajadora.f

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[poemas Roberto j. santoro] 1976 OBRA INEDITA. a bien pueta

mismo, Si usted piensa en sí en sí mismo se queda. e y comprenda. le pido que me escuch aunque todo es difícil a y a veces no se pued o quiero al darle mi man . pedirle que esté alerta Si va para el trabajo y el temor lo golpea y se sienta a su lado, tránquele la puerta, no lo deje pasar porque si no lo frena. El enemigo sabe, con eso se alimenta y si el miedo lo atrapa . nos quitarán la fuerza Usted es de mi clase, ma. tiene el mismo proble La vida que nos dan . nos lleva a la miseria Para dejarnos quietos nos llenan la cabeza os, de amenazas, despid porcentajes y ventas os y quieren convencern rda. por un sueldo de mie o, La patria, el sacrifici y el estilo de vida za, con un sol de grande eso que dice el diario

Receta con el magiclítoris encender necesitan algunos intelectoilets su literatura

es mentir adornada con moños . para que usted lo crea Estos hijos de puta, n los que matan y reza ren con el terror nos quie ajustar la cadena. Si pudieran matarnos eltas. Verbo irregula lo harían, sin más vu r lo eb Ellos saben que el pu yo amo les ganará la guerra o tú escribes aunque esté desarmad s. ga el hu s la an íb y proh él sueña da La lucha es prolonga nosotros vivimos y es lucha cruenta, a, m ar un hay que buscar vosotros cantáis el enemigo acecha. La sangre compañero ellos matan todavía está fresca. , Por nosotros peleaban Correspondenci por nosotros pelean. la a ar nt va le a de Ayu a una calle de barro será nuestra bandera. e, Le pido que se acuerd corresponde una casa de lata ? . que aporte lo que sepa ña Si usted nos acompa la victoria está cerca. Una cosa es segura: ajustaremos cuentas. o Roberto Jorge Santor 30 de Julio 1976

III usted creyó que el habit ante debía tener forma de cu cha que todo er ap metiendo cu osible atro gritos pero el aire civil se hartó de su aire verd eoliva baje genera l hasta la su ela o de una de ntellada le arranco l a vida para siempre

CALCOMAN IA sonríe dios te ama disimula el comisario vigila

mancha si escribes a favor del sistema nunca te po drás lavar l as manos

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