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XXXIV Concurso Literario Colegio PĂşblico Asturias

2015

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XXXIV Concurso Literario Colegio Público Asturias

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SARA CANTO VILLA PABLO ANDRÉS DE DIEGO

ÓSCAR ÁLVAREZ FERNÁNDEZ

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ALEJANDRO CID ALONSO

MARÍA CASTRO ÁLVAREZ

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LA ARDILLA PILLA (1º Premio – 2º Nivel) Érase una vez una ardilla que era muy pillina y se llamaba Chiqui.

También tenía muchos amigos animales.

Un día fue a casa de su amigo el elefante y estuvieron juntos jugando un rato. Cuando llegó la hora de la merienda la mamá les hizo unos bocatas, los dos juntos se los comieron, cuando acabaron fueron al parque, allí se encontraron a sus amigos y Chiqui dijo: “¡Qué guay, están nuestros amigos!”. Rápidamente fueron a jugar. Mientras tanto sus padres estaban sentados en un banco. Después se tenían que marchar a casa pero nadie quería marcharse y les decían:

A casa niños que hay que dormir Y ya mañana podéis seguir.

Entonces siguieron a sus mamás y papás hasta llegar a su hogar y por el camino estaban tan cansados que no podían con el culo. Y así fue como se metieron en la cama y al día siguiente pudieron ir al parque.

LOLA VALEA GARCÍA

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LA ARDILLA PILLA (2º Premio – 2º Nivel) La ardilla Pilla hace muchas travesuras. Un día fue con su amigo Leopoldo y su amiga Tais. Los dos le dijeron: Amiguina, amiguina ¿Por qué has de ser Tan pillina?

Luego cogieron una bellota, la ardilla, partiéndose de risa dijo: ¿Para qué queréis esa bellota? ¿Para hacer de pelota? Ja, ja.

Y jugaron felices pero la castigaron por ser mala, y nunca más fue mala.

JOEL SOTO RODRÍGUEZ

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EL VALLE DE LAS SOMBRAS (1º Premio – 3º Nivel) Érase una vez un valle tenebroso, un valle donde vivían los seres más peligrosos y temidos de toda la Galaxia. Se llamaba “El Valle de las Sombras”.

Un buen día, Anala, una niña de 9 años, se aventuró en el Valle de las Sombras buscando setas. Anala presumía por todas partes de que no tenía miedo a nada.

Cuando se adentró en el valle, se encontró una paloma y pensó: - “Este valle no es tan tenebroso…”

No pudo terminar el pensamiento porque oyó un rugido dentro de una gruta. Anala entró, oyó otro rugido, se adentró más y más, hasta que, delante de sus propias narices apareció un dragón enorme, verde, con alas naranjas y escupía fuego por la boca.

Anala le dijo al dragón: - “No me das miedo” El dragón pensativo le dijo: - “Mira qué toco Un helado con pan Manteca y coco” Anala se quedó asombrada.

- "¿¡Cómo es que un dragón habla!?...¿¡Y a la vez en pareado!?”

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Pero de todas formas, Anala aceptó.

Después, el dragón le ofreció unas nubes de algodón.

Cuando acabaron la comida, Anala le dijo al dragón: - “¡Qué rico estaba todo!”

Pero el dragón no respondió.

Luego se despidió del dragón, él se despidió con un gesto de la mano.

Después de un largo rato caminando, Anala se encontró otra vez con la paloma de antes, pero ahora la siguió.

La paloma subió al árbol más alto del valle. Anala trepó por él y cuando llegó a la copa del árbol, ¿a qué no sabéis que lo que se encontró?

Pues se encontró el valle entero, era precioso, se quedó minuto y medio viendo las maravillas del Valle de las Sombras.

Largo rato después vino un águila, cogió a Anala por los brazos y se la llevó fuera del valle. Anala le dio las gracias.

Una larga caminata después, llegó a la ciudad. La recibieron con una gran fiesta y desde entonces llamaron al Valle De las sombras “El Valle de las Maravillas”

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LAURA CASTRO ÁLVAREZ

ÁNGELA RAMIRO GÓMEZ

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EL VALLE DE LAS SOMBRAS (2º Premio – 3º Nivel) Había una vez dos montañeros: Jose y Nico. Vivía en la Montaña de “Cuchu” que recibía ese nombre por el color de la tierra de la montaña que era como el cuchu.

Un día, como de costumbre, salieron a escalar, pero no fueron a una montaña cualquiera, fueron a “El Valle de las Sombras”, un lugar en el que las personas que habían ido decían haber visto sombras misteriosas de las que no se veía quien las hacía, pero como ellos pensaban que no iban a tener miedo, siguieron caminando.

Cuando llegaron, vieron un cartel: “Si miedo crees que no vas a tener Muy valiente tendrás que ser Si descubres quién produce las sombras ¡Felicidades! Eso a un deseo te conduce” Hasta ahora nadie había descubierto quien producía las sombras, pero ellos estaban seguros que lo descubrirían y entraron al valle, ya que no tenían miedo.

A los cinco minutos de entrar, escucharon unos ruidos: “¡GRRR!, ¡MUAC! , ¡JIJIJIJI!” Y vieron unas sombras, dos sombras para ser exactos, una era como un dinosaurio con pico y la otra era como una foca con orejas largas. ¡Sería posible que existieran esos animales!

Cuando vieron que las sombras se alejaban dieron un suspiro porque, ¡les había dado bastante miedo!

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Cuando cayó la noche, sacaron los sacos de dormir y cenaron, luego, durmieron ¡les esperaba un día muy largo!

Nada más salir el sol se pusieron en camino.

Tardaron cuatro días en volver a ver las sombras y, cuando vieron que se volvían a alejar, decidieron seguirlas para ver a dónde iban, pero no lo pudieron ver porque a Nico se le había desatado un cordón y tuvieron que parar para que se lo ataran, y claro, mientras tanto las sombras siguieron su ruta.

Cuando llegó la hora de irse a la cama se metieron en sus sacos de dormir y descansaron mucho.

Al día siguiente, cuando amaneció buscaron las sombras pero no las encontraron.

Buscaron un día sí, otro también… Al tercer día las volvieron a encontrar y esta vez se aseguraron bien los cordones para que no se desataran.

Siguieron a las sombras y vieron que estaban en una cueva. Ellos también entraron y vieron que las proyectaban… ¡un perro, un pato y un caballo!

- ¡Eso lo explicaba todo!- Se decían.

Y dijo Jose frente a los ruidos: - ¡El GRRR era el gruñido de un perro, el MUAC era el CUAC de un pato y el JIJIJI era el HIJIJI de un caballo!

- Es verdad, afirmó Nico y luego dijo frente a las sombras: el dinosaurio con pico era el caballo con el pato en la cabeza y la foca con orejas largas era el perro.

- Tienes razón, afirmó Jose.

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Y como se acordaron del deseo, pensaron, hablaron bajo y luego dijeron: ¡Queremos un pato, un caballo y un perro, o sea, a vosotros!

Segundos después ¡el deseo se cumplió!

Y había pedido ese deseo porque, de pequeños, siempre habían querido tener esos animales, pero su madre (eran hermanos) no les había dejado tenerlos.

Y así fue como la gente volvió a ir a ese valle que se siguió llamando “El Valle de las Sombras”.

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EL MAGO DE LAS PALABRAS (Primer Premio- 4º Nivel) En un lejano país vivían muchas personas en paz y armonía. Pero también había conflictos por resolver: un videojuego muy difícil, deberes que no se entienden, una lavadora estropeada…

Y para eso estaba el mago de las palabras.

Era un hombre alto, con capa y traje de mago, que con sus mágicas poesías resolvía esos problemas en un santiamén.

Un día el mago de las palabras, iba caminando tranquilamente y de repente se encontró con un señor que vivía al lado de una torre alta con un reloj en el medio. El hombre, dando gritos decía: -¡Cállate ya, pajarraco!

El mago de las palabras le preguntó: -¿Por qué da gritos, señor?

-Porque esa cigüeña de allí arriba, en el campanario no para de chillar y de hacer ruidos extraños, entonces no me deja dormir. Le contestó el señor.

-Mmmm ¿cómo puedo solucionarlo?, pensó el mago.

-¡Ya sé!. Diré una de mis poesías mágicas a ver… a ver….¡Ya lo tengo!.

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“Que no me digas a mi Que el canto de la cigüeña No es bueno para dormir.

Si la cigüeñita canta Arriba del campanario Que no me digan a mi Que del cielo no es su canto.”

De repente, todos los que vivían alrededor de la torre se durmieron, y ahora, a los del pueblo, les encantaba el canto de la cigüeña.

JAVIER MARTÍNEZ CASTILLO

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EL MAGO DE LAS PALABRAS (Segundo Premio- 4º Nivel) Había una vez un mago que le enseñaba a los niños a pronunciar las palabras. Les enseñaba a decir frases, adivinanzas, a contar chistes, a recitar poemas…etc.

Pero un día llegó un niño llamado Jorge. Él era bajo y delgado, con pelo marrón oscuro y piel morena, y el problema era que le costaba mu8cho hablar. No sabía ni pronunciar una letra. El mago empezó por enseñarle a pronunciar el abecedario, pero a Jorge le costaba mucho pronunciar las letras. Pero una semana después sabía decir todo el abecedario. Y dentro de un mes ya sabía pronunciar frases, adivinanzas, contar chistes, recitar poemas y cantar canciones.

Cuando a Jorge no le hacía falta aprender nada más, el mago se iba de vacaciones y Jorge le recitó este poema: “El adiós, no te expreso Hasta luego, te digo.

Yo siempre te bendigo Y espero tu regreso”

ANDRÉS ÁLVAREZ FERNÁNDEZ

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LAS AVENTURAS DEL PIRATA CARAGUAPA (Primer Premio-5º Nivel) En un lejano país, una historia sucedió, entre babor y estribor, os voy a contar cómo empezó: En medio del mar estaban, dos grandes barcos que flotaban.

El líder de uno, se llamaba el pirata Caraguapa. Su tripulación era muy fiel, y confiaban en él. Pero había alguien que lo rechazaba, odiaba y despreciaba, al pirata Caraguapa. Ese era, el marinero con sombrero. Pero nadie sabía que él era tan malvado, excepto su gato, Taladro.

Un día, el marinero con sombrero tuvo curiosidad de por qué el otro barco no les atacaba. Así que decidió, hacerles una visita con su gato Taladro- Pero al invadir el barco hábilmente, los dos se llevaron una sorpresa. ¡No había nadie!

Inmediatamente, el pirata Caraguapa, se dio cuenta de que alguien faltaba en su tripulación. Vio al marinero con sombrero en el otro barco y fue con él.

-¿Qué estás haciendo aquí?. Le preguntó Caraguapa.

-Nada…Sólo estoy investigando si hay algún tesoro.

Al pirata Caraguapa le pareció una buena idea y siguió buscando con él.

Al final, sólo encontraron un botón sin sentido en una pared. El marinero con sombrero lo apretó, y, de repente, las puertas se cerraron y las paredes se abrieron. Taladro, de miedo, saltó del barco y cayó al agua.

Apareció un portal de entre las paredes con un cartel que ponía: “Bienvenidos al Nuevo Mundo” El pirata Caraguapa entró en el portal, y el marinero con sombrero siguió su ejemplo.

El portal los trasladó a una pequeña habitación de madera con otro cartel:

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“Contraseña para entrar al Nuevo Mundo: foto de la cara más bella que el oro, pero traicionera como un pirata”. ¡Ese era Caraguapa! . Inmediatamente, el marinero con sombrero le sacó una foto y la puso en el cuadro.

De repente, la habitación desapareció y…¡era magnífico!. Los dos estaban rodeados de grandes tesoros: montañas de oro, cofres llenos de diamantes…¡estaban en el Paraíso!

Después de coger todo el tesoro que pudieron, había un problema….¿cómo salir?

Entonces, aparecieron esqueletos con espadas. Pero el pirata Caraguapa se acordó de una cosa que no había leído el marinero con sombrero.

Se metieron en la montaña de oro, y por arte de magia aparecieron en su barco. Caraguapa los había salvado. El marinero con sombrero estaba muy agradecido. Y así surgió una amistad irrompible.

DENISA VALENTINA CRIVINEANU

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EL PIRATA CARAGUAPA (Segundo Premio- 5º Nivel) Había una vez, en el puerto de un lejano pueblo, un pirata llamado Toni Caraguapa acompañado por sus fieles grumetes.

Un día decidieron ir en busca de un tesoro que oyeron hablar, que estaba en el Océano Pacífico lleno de monedas de oro. Partieron del puerto, pero…no eran los únicos que iban a por el tesoro. Otro barco se dirigía a ellos. Le disparaban una y otra vea por los cañones, y el pirata Toni Caraguapa cantaba rimando: “¡Oh, no, nos vamos a hundir Y el tesoro van a conseguir!”

A Caraguapa, le gustaba mucho hablar rimando, cuando quería, claro.

Entonces vino un enorme monstruo marino, un pulpo: ¡Un enorme monstruo marino Nos va a pillar el barco! ¡Qué pena que no tengamos submarino Para que no nos hiera el coco!

Finalmente había comido el barco del otro pirata y ellos no pudieron hacer nada. Se les comió el barco, y por lo menos estaban sanos y salvos en una pequeña isla que sólo tenía unos pocos cocos. Estuvieron semanas atrapados, bebiendo cocos, de lo que había en el interior.

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Cuando vieron que algo había en el fondo, allí abajo, a unos metros de la isla.

Lo malo es que no tienen barco…

“Vemos el tesoro Lleno de oro, Pero qué mala pata No tenemos nada ¡Qué lata!”

Al cabo de unos días vio el hijo de Caraguapa, Joni el Nata.

-Hola, padre. Ya me parecía a mi que tardabas mucho. Sube, dijo -Espera. Hay un tesoro ahí abajo, dijo Caraguapa.

-Pues….

-Vamos a por el tesoro.

Cogieron el tesoro con todas las monedas de oro.

MARIO CONCHA BLANCO

Cuando llegaron a la isla repartieron el botín y cuando volviesen a oír de una aventura o de un tesoro volverían a tener otra aventura como esta.

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LAS AVENTURAS DEL PIRATA CARAGUAPA (Accesit- 5º Nivel) Érase una vez un pirata llamado Erick, que le llamaban el pirata Caraguapa pero en realidad era muy feo.

Sólo le pusieron ese nombre por hacerle un chiste.

El pirata Caraguapa afirmaba que los pájaros le hablaban y decía: “Un pájaro me dijo al oído Pío, pío, pío, tengo frío” Erick tenía una hermana llamada Nerea, que le dijo que fuera a investigar sobre los pájaros. Erick surcó el mar a la aventura de conocer a aves habladoras. Al llegar a la isla Magaricotí donde había pájaros de toda especie, le dijeron todos lo mismo al oído: Pío, “Pío, pío, tengo frío” El pirata Caraguapa pensaba que se estaba volviendo loco loquísimo.

Tras años de investigarlos descubrió que todos temblaban, y él no sabía por qué. Investigó más y más y más, hasta encontrar la solución. ¡Lo tengo!, dijo el pobre pirata. Ya sé lo que les pasa. Es que los pájaros tienen frío. Erick cogió su barco, se fue a su casa y cogió unas mantas.

Volvió a ir a la isla Magaricotí y arropó con una manta a cada pájaro. Los pájaros contentos y felices decían todos cantando: NEREA MÉNDEZ PRIETO

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“Para mi aceituna, que ya tiene una, Para el solete, que Ya está marroncete, Para mi amiguen, Que ya tiene un colibrín, Y para mi mantita que ya Está calentita.

El pirata Caraguapa descubrió que siempre es bueno ayudar aunque sean animales o personas.

Al llegar a casa, su hermana Nerea le dijo gritando: -¿Pero dónde has estado todo este tiempo?

Su hermana, con el carácter que tiene, le dijo que era un caradura porque tuvo que hacer todo lo de la casa ella solita: fregar, limpiar, ir a comprar, barrer…

Erick le explicó todo lo sucedido con los pájaros etc.

Su hermana lo comprendió todo y le dijo: Ahora a vivir todos felices Como perdices.

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HISTORIA DE UNA MARIONETA CON ALMA DE POETA (Primer Premio- 6º Nivel) La tarde de un día lluvioso, así comenzó todo. Estaba en casa aburrida y decidí sentarme en el sofá y ver un rato la tele. Cuando la encendí, lo primero que salió fue un anuncio, cuando estaba dispuesta a cambiar de canal, ví lo que ahora sería mi juguete favorito. Y…¡ah!, antes de continuar, me llamo Nora y tengo 10 años, y bien, dicho esto continuemos.

Os preguntaréis que qué será mi juguete favorito, pues es….¡una marioneta!

La primera vez que la ví fui corriendo a preguntarle a mi madre, si me podía comprar aquella hermosa marioneta: -¿Mamá?, le pregunté -¿Sí?, me contestó.

-He visto una marioneta muy bonita y me preguntaba si me la podrías comprar-Nora. Ya tienes muchos juguetes, me dijo.

-Por favor. Haré todas las tareas de la casa-

LUCÍA PALACIOS RENDUELES

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-Bueno, está bien. Pero tendrás que ganártela.

Un mes después, mi madre y yo nos encontrábamos entrando en una gran juguetería. Cuando cogí la marioneta, la compré y me llevé a casa y me di cuenta de una cosa, tenía una cuerda de más.

La curiosidad hizo que me entrasen ganas de tirar de ella. No hacía nada, sólo se estiraba.

Decidí tirar de ella por segunda vez, esta vez con más fuerza, pero no funcionaba.

Y, por última vez, volví a tirar de la cuerda. Cuando me di cuenta, la marioneta había empezado a hablar.

-Hola. Me dijo la marioneta -¿Hola?, le contesté insegura.

-Soy tu nueva marioneta la poeta -¡Me encantan los poemas!, contesté ilusionada -Es hora de recitar, dijo alegremente -¡Bien!, grité yo.

-“Jugaremos, hablaremos Y al lado siempre estaremos.

Cantaremos y recitaremos, Todo el rato así estaremos” Y desde ese momento, me di cuenta de que mi marioneta era una marioneta con alma de poeta.

Así nos pasamos toda la tarde, riéndonos, cantando, hablando, pero sobre todo recitando.

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Era domingo, así que al día siguiente tenía colegio. Me pasé tres horas pensando en rimas. Estuve tres, porque tenía un importante examen Cuando volví a casa me encontré con una nota, que decía: “Ve a la cocina y coge algo para merendar, no he tenido tiempo de hacer la merienda” Cuando leí la nota, supuse que era de madre por la letra, además ya me había acostumbrado a estar en casa solaPasaron las horas, hasta llegar la noche cuando se abrió la puerta por la que entraba mi madre.

Hizo la cena, hablamos, y las dos nos fuimos a la cama. Estábamos muy cansadas. Y así fueron las rutinas del día a día.

Así fue también como me fui olvidando de mi marioneta.

Se me ocurrió una rima, así que la escribí en mi nota de rimas. Y así fue como recordé a mi marioneta. Estuve buscándola como una loca, cuando me fijé en una nota. La leí: “Tu marioneta soy En tu maleta creo estar No te veo, búscame, Espero que me puedas encontrar, Pues asustado estoy, Metido en una espantosa oscuridad” Me puse a buscarla y no paré hasta encontrarla. Cuando la abracé de nuevo me puse histérica y a la vea contenta.

Y ya nunca volvimos a separarnos, aunque ya he crecido, la sigo teniendo, es imposible que me separe de ella.

Junto a ella soy mucho más feliz

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UNA MARIONETA CON ALMA DE POETA (Segundo Premio-6º Nivel) No sabía cómo había llegado a estar allí, en la papelera. Ese niño me había tirado a la basura, ¿cómo se ha atrevido?.

Yo era una preciosa marioneta, con un traje rojo y amarillo, hasta con un gorro a juego. Tenía los ojos, los mofletes y la sonrisa recién pintados, de un color llamativo y espléndido, pero en la situación en la que me hallo ahora todo se ha ensuciado, y los colores no brillan como deberían.

Cuando el niño me tiró a la basura, llegó el camión, o al menos eso fue lo que me pareció, ya que tenía la cara metida entre diversos deshechos. Tras un largo viaje, el camión se paró y me tiró, junto con más basura, a una montaña llena de ella: al basurero.

Ahora estoy aquí esperando, he encontrado este libro de poemas, y escribo en la parte de detrás.

Al comparar las rimas de esos famosos poetas, con las que me inventaba yo, me pareció que tenía un gran talento. Me favorita es una que escribí cuando me pintaron por primera vez, pero ahora está modificada por la tristeza que siento: “Esos lindos colores, Que me hacen relucir Me recuerdan aquellos tiempos En los que yo era feliz” Con ese libro pasaba mis días: escribiendo, pensando y recitando. Parecía que habían pasado años, pero un día, todo cambió.

Una niña se acercó a mí sigilosamente.

-Hola. Me llamo Tesa. ¿Quieres ser mi nuevo amigo?, me dijo

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Me cogió en brazos y me dio un abrazo que me pareció cálido y maternal, no como los del niño, que eran fríos y distantes. Cogió también el libro de poemas que yo limpiaba cada día. Antes era completamente negro, pero ahora se veía en la portada la palabra POEMAS, y una flor de loto rosa debajo, también, en una esquina se veía un poco de color rojo, aunque a mí me parecía bellísimo igualmente.

La niña me sacó del basurero. Llevaba el pelo enredado y algo sucio.

Sus pies los cubrían unos calcetines deshilachados y unas chanclas de dedo de playa rotas por un lado. Iba vestida con un pantalón vaquero desgastado y lleno de parches mal cosidos y medio sueltos, la camiseta era igual que el resto de su ropa, vieja. Pero lo que más me sorprendió fue que lucía una espléndida y preciosa sonrisa en la cara, y cada vez que me miraba, se le iluminaba aún más. Por el camino me dijo: -Te llamaré Ardin, porque vivirás en mi jardín.

No sé a qué se refería con eso, pero me quedé inmóvil cuando llegamos a un pequeño parque desierto.

IRENE RIVERA ÁLVAREZ

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Tesa se echó en uno de los bancos mientras cogía el pequeño libro de poemas.

Lo hojeó un poco por encima, y mientras lo hacía pensé que parecía muy feliz, a pesar de ser pobre, y estar sola.

Paró la vista en las últimas páginas en las que yo había escrito mis poemas, y recitó uno de la soledad, muy triste, que no sé cómo se me ocurrió: “Aunque estés solo Me tienes a mí Si no me esperas, Yo lo haré” Me miró fijamente con los ojos rojos durante unos minutos y se abalanzó sobre mi llorando. En ese momento comprendí que estaba sola, pero ahora no, porque me tiene a mi, y yo no estoy solo, porque la tengo a ella.

La convencí de que fuera a un orfanato, ya que necesitaba una familia.

Se integró rápidamente con los niños de 7 y 8 años, al igual que con los más mayores. Pero nunca se separaba de mi.

Cuando digo nunca, digo NUNCA- No quería soltarme, ni un segundo. Menos por la noche antes de dormir, Tesa y yo nos sentábamos en la terraza del orfanato y escribíamos poemas juntos. La adoptaron y tuvo hijos y nietos. Yo iba pasando de generación en generación y siempre me pintaban los mofletes cada día 8 de mes y me cambiaban de ropa a menudo. La familia que adoptó a Tesa era muy rica y amable, le dieron una habitación enorme con una preciosa terraza.

Eso sí, Tesa y yo seguíamos escribiendo poemas todas las noches en la terraza, habíamos llenado libretas de poemas y rimas.

XXXIV Concurso Literario Colegio Público Asturias Pasó de generación y escribía poemas con la hija de Tesa, la hija de la hija de Tesa y así durante muchísimos años.

Pero mis poemas favoritos fueron los que escribimos Tessa y yo en el ventanal del orfanato, cuando aún estábamos ella y yo solos en el mundo. Era mi mejor amiga, y yo su mejor amigo. Una amistad que durará siempre: “Tessa y Ardin”

2015