horarios mes de junio 2020
iglesia vision cristiana
domingos de 16 a 18 horas
MARTES POR YOUTUBE ESTUDIO BIBLICO A LAS 20 HORAS
miercoles de 17 a 18 horas DNI PAR
jueves de 17 a 18 horas DNI IMPAR
devocional junio 2020
LA FUENTE DE GOZO reo que lo que falta en la mayoría de iglesias hoy en día es el gozo profundo y permanente. He oído a cristianos que dicen: “Oramos por un avivamiento en nuestra iglesia”. Pero el avivamiento no puede suceder solamente por la oración. No puede haber tal despertar a menos que la gente tenga un hambre diligente por la Palabra de Dios. Y deben someter sus vidas totalmente a ser gobernados por las Escrituras. No podemos obtener el gozo del cielo hasta que la Palabra pura nos haya convencido de nuestros pecados y retrocesos. Cuando David desobedeció, él perdió el gozo del Señor. Ese gozo sólo podía ser restaurado a través del verdadero arrepentimiento, así que él oró: “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí…Purifícame...” (Salmo 51:2-3,7). David también oró para recuperar lo que había perdido: “Vuélveme el gozo de tu salvación” (Versículo 12). Esdras le dijo a la gente que estaba reconstruyendo Jerusalén, en esencia: “Ustedes han mostrado hambre por la Palabra de Dios, permitiendo que obre en sus corazones. Se han arrepentido y lamentado y Dios está complacido. ¡Pero ahora es tiempo de regocijarse! Saquen sus pañuelos y sequen sus lágrimas. ¡ Este es un tiempo de gozo”. La gloria del Señor descendió sobre Israel y el pueblo pasó los siguientes siete días regocijándose: “Y todo el pueblo se fue a comer y a beber,…y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado” (Nehemías 8:12). La palabra hebrea para “alegría” aquí significa “regocijo, felicidad”. Esto no es tan sólo sentirse bien, sino que es un brote de lo profundo, de muy adentro. Es claro para los que nos rodean, que esta fuente de gozo viene del cielo. Donde la Palabra de Dios es reverenciada, el resultado es un derramamiento genuino del “gozo de Jesús”.
TUS BUENAS OBRAS NO TE SALVARAN
MARTES 30 DE JUNIO DE 2020
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
LUNES 01 DE JUNIO DE 2020
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esús fue resucitado como nuestra única justicia, nuestra única manera de agradar a Dios.El Padre dijo de Jesús: "Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” (Mateo 3:17). El apóstol Pablo nos recuerda esto una y otra vez a lo largo de sus epístolas, enseñando que sólo Cristo es nuestra justicia a los ojos de Dios. “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:21-24).
El apóstol está diciendo, “Mi propia justicia es de la ley, pero la justicia que es de Cristo viene sobre la base de la fe”. Podemos dar a los pobres y necesitados, podemos ser amables, podemos pensar pensamientos buenos y honorables y podemos convencernos a nosotros mismos de que estas buenas obras nos ayudarán a salvarnos en el Día del Juicio.
¡No es así! Incluso si yo viviera durante años sin quebrantar la Palabra de Dios en pensamiento y hecho, no me serviría de nada. "Nos salvó, no por obras de justicia…sino por su misericordia” (Tito 3:5). No digo nada de esto a la ligera. Es devastador para cualquier persona oír: “Tus buenas obras no te salvarán”. De hecho, no podemos convencer a nadie de esto. Tal convencimiento requiere un milagro de la misericordia de Dios y es una obra que debe ser hecha por el Espíritu Santo. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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EL PROPOSITO DEL ESPIRITU SANTO
TIEMPO EN LA PRESENCIA DE DIOS
MARTES 02 DE JUNIO DE 2020
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l propósito primordial del Espíritu Santo es dar poder al pueblo de Dios para alcanzar a los perdidos y atraer a la gente a la cruz de Jesucristo. Así como él nos convence de nuestros pecados, también se mueve en el corazón de los incrédulos, trayéndolos cara a cara con sus iniquidades y fracasos, con la futilidad de sus vidas fuera de Dios. Cuando Jesús estaba preparando a sus discípulos para su partida de la Tierra, les dijo: "Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio" (Juan 15:26-27). Jesús nos dice que conocemos la verdad del evangelio porque el Espíritu de Dios nos la ha revelado a través de sus palabras. El Espíritu Santo ha dado testimonio de la gracia y la bondad de Dios. Nuestra confianza en nuestra posición en el reino de Dios no viene de nuestra propia esperanza e imaginación, sino del propio Creador, de su suave susurro en nuestra alma. Es así como sabemos que el amor de Dios es real y definitivo e inquebrantable. Jesús pasó a explicar el papel del Espíritu Santo de esta manera: "Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí" (Juan 16:8-9). No es nuestro trabajo convencer a la gente de su pecado. El Espíritu Santo ya está haciendo eso. Y no estamos aquí para juzgar a la gente por sus pecados. Nuestro papel es simplemente estar allí para ellos, para hablarles de Jesús, abrazarlos en su dolor y sufrimiento; y traerlos, con amor, al maravilloso reino de Dios. Jesús no vino a condenar al mundo, sino a salvarlo (Juan 3:17). ¿No deberíamos nosotros tener la misma actitud?
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
LUNES 29 DE JUNIO DE 2020
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emos en Hechos 6 que los apóstoles tuvieron que elegir lo que muchos han venido a llamar, los primeros diáconos. Hubo una disputa entre los judíos griegos y los judíos hebreos acerca de la equidad del sistema de distribución de alimentos. Los apóstoles decidieron nombrar a ciertos hombres para encargarse de dicha tarea, de modo que la distribución de alimentos recibiera la atención adecuada mientras los apóstoles continuaban enfocándose en “la oración y el ministerio de la palabra” (v.4). Los apóstoles dijeron:“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría” (v. 3, énfasis añadido). El reparto de comida era una tarea sencilla; aun así, los apóstoles sentían que estar lleno del Espíritu o ser guiado por el Espíritu era un requisito necesario para manejar sabiamente ese simple trabajo. Comparemos esto con algunas de nuestras prácticas contemporáneas para contratar gente en las iglesias. Al seleccionar a las personas para cargos profesionales en el ministerio, usualmente buscamos primero las cualidades educacionales. Aquellos que han obtenido un título de seminario se convierten en los principales candidatos para dirigir al pueblo de Cristo, a menudo sin que nadie haya discernido si estos líderes potenciales muestran evidencia de ser guiados por el Espíritu. Estos candidatos pasan por una serie de pruebas psicológicas para ver si son compatibles con el ministerio, como si la ciencia fuera el factor decisivo en la sabiduría. Pero en la iglesia del Nuevo Testamento, incluso el trabajo de distribuir comida a las viudas requería líderes que estuvieran guiados por el Espíritu y llenos de sabiduría. Si todos los creyentes estuvieran llenos del Espíritu Santo, si todos en la comunidad fueran guiados por el Espíritu, los apóstoles no habrían establecido tal calificación. De hecho, sería totalmente absurdo. Imagínalos decir: “Escoge a siete personas que están respirando”. Sin embargo, ser cristiano no garantiza necesariamente que una persona viva una vida guiada por el Espíritu. Uno debe pasar tiempo en la presencia de Dios hasta que sea “investido de poder desde lo alto” (Lucas 24:49). IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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LA EVIDENCIA DE HABER CONOCIDO A DIOS
DESAFIADOS A CRECER EN SANTIDAD
DOMINGO 28 DE JUNIO DE 2020
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espués de que Pedro y Juan ministraron a un mendigo lisiado afuera de la puerta del templo y el hombre fue sanado, comenzaron a predicar con valentía el arrepentimiento y ministrar a la gente. “Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como cinco mil” (Hechos 4:4). Como resultado de su testimonio, Pedro y Juan fueron llevados ante el sumo sacerdote y los ancianos. “Y poniéndoles en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?” (4:7). Esta audiencia fue orquestada para intimidar a Pedro y Juan, pero tuvo el efecto contrario. Pedro debe haber pensado: “Gracias, Jesús, por permitirme predicar tu nombre a estos aborrecedores de Cristo”. Esto nos dice que Pedro no iba a dar una conferencia, tranquila y reservada. No, él era un hombre saturado de Jesús, lleno de Espíritu Santo, ¡listo para proclamar la verdad! Sin embargo, el denuedo de Pedro no era una palabra hiriente y condenatoria. Su objetivo no era juzgar o menospreciar a esos líderes religiosos. Él sólo quería que vieran su pecado y se arrepintieran. Por eso hizo un llamado al altar, diciendo: “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (4:12). Los gobernantes estaban asombrados. “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (4:13). Pedro debió guiñarle un ojo a Juan y tal vez pensó: “Ellos recuerdan que estuvimos con Jesús hace semanas, pero no se dan cuenta de que desde aquel día hemos seguido estando con el Maestro resucitado”. Los dos hombres habían estado recientemente con él en el aposento alto y esa mañana, estuvieron con él mientras oraban en su celda. Esto es lo que sucede con hombres y mujeres que pasan tiempo con Jesús. Incluso cuando salen de su tiempo con Cristo, él está con ellos donde quiera que vayan. Cuando la crisis golpea, no tienes tiempo para edificarte en oración y fe: los que han estado con Jesús siempre están listos. Verdaderamente, esta es una bendita seguridad. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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MIERCOLES 03 DE JUNIO DE 2020
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os que pasan tiempo con Jesús siempre quieren más de él! Sus corazones claman continuamente para conocer mejor al Maestro, para acercarse a él, para crecer en el conocimiento de sus caminos.Pablo declara: “Conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3). La “medida” de la que habla Pablo significa una cantidad limitada; en otras palabras, todos hemos recibido una cantidad específica del conocimiento salvador de Cristo. Algunos creyentes están completamente satisfechos con su “medida” inicial. Es suficiente para escapar del juicio, sentirse perdonado, mantener una buena reputación. Estas personas están en “modo de mantenimiento” y cumplen con Jesús los requisitos básicos: asistencia a la iglesia, una breve oración diaria, tal vez un rápido vistazo a las Escrituras. En resumen, evitan acercarse demasiado a Jesús. Saben que si leen gran parte de su Palabra o pasan tiempo orando, el Espíritu Santo hará demandas en sus vidas. Pablo deseaba mucho para cada creyente:“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos... hasta que todos ... [lleguemos] a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:1113, 15). Pablo estaba diciendo, en esencia, “Dios ha dado estos dones espirituales para que puedan ser llenos del Espíritu de Cristo. Esto es crucial, porque los engañadores vienen a robarte tu fe. Si estás arraigado en Cristo y maduras en él, ninguna doctrina engañosa te afectará. Sin embargo, la única forma de crecer hasta tal madurez es buscando más de Jesús”. Muchos creyentes prefieren un evangelio que sólo hable de gracia, amor y perdón, es decir, maravillosas verdades bíblicas, pero según Pablo, esta no es la vianda que requiere una vida madura. No crecerás a la estatura completa en Cristo si te niegas a escuchar un evangelio que te provoca buscar al Señor y caminar en su santidad. Cuanto más alguien está con Jesús, más se vuelve como él, en pureza, santidad y amor. A su vez, su andar puro produce en él una gran valentía para Dios.
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TEN CUIDADO EN EL EXCESO DE CONFIANZA
COMO DEFINE DIOS LA FE
JUEVES 04 DE JUNIO DE 2020
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Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel” (Lucas 22:2930). Los seguidores de Jesús debieron haber quedado extasiados al oír esto. Su futuro era totalmente seguro y el mismo Señor dijo que se dirigían al cielo para gobernar y reinar con él por toda la eternidad. Entonces Jesús habló directamente al apóstol Pedro: “Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. El le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces” (Lucas 22:3134). Confiado en exceso, Pedro no tenía idea de lo que estaba a punto de enfrentar. Más tarde, en el huerto de Getsemaní, en el arresto de Jesús, él cortó impetuosamente la oreja derecha del siervo del sumo sacerdote (ver Juan 18:10). Este acto de bravuconería tipificó gran parte del enfoque de la vida de Pedro. Y antes de que terminara la noche, había cumplido las palabras de Jesús de que negaría tres veces que lo conocía. Y “Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22:62). ¡Del éxtasis a la desolación en un lapso de unas pocas horas debido al exceso de confianza y la autosuficiencia! A muchos cristianos se les permite llegar a un lugar cercano a la caída para que el Señor pueda levantarlos y ponerlos en un terreno más firme. Jesús le había dicho a Pedro: “Me vas a negar, pero vas a ser restaurado. Después, serás bendecido por lo que has aprendido y tendrás algo vital que dar a los demás”. Dios te ama incondicionalmente y tiene un propósito eterno para ti. A pesar de que puedes pasar por tiempos de fracaso, Satanás no puede robarte el amor de Cristo. “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Corintios 4:16-17).
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SABADO 27 DE JUNIO DE 2020
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Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe” (Lucas 17:5). Los hombres que formaban parte del círculo cercano de Cristo le preguntaban algo importante a su maestro. Deseando una mayor comprensión del significado y del funcionamiento de la fe, decían, en esencia:“Señor, ¿qué tipo de fe deseas de nosotros? Danos una revelación de lo que te agrada para que podamos captar la fe en su significado más completo”. Por fuera, este pedido parece encomiable. Sin embargo, los discípulos le preguntaron esto a Jesús porque estaban confundidos. En el capítulo anterior, Cristo los había desconcertado, diciendo: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel… Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” (16:10-11). Jesús sabía que la carne de sus seguidores quería evitar lo que consideraban los asuntos menores de la fe, por lo que les dijo: “Si son fieles en las pequeñas cosas, los asuntos fundamentales de la fe, serán fieles en los grandes cosas también. Por lo tanto, demuestren que son confiables en los requisitos básicos de la fe. De lo contrario, ¿cómo se les puede confiar una medida más profunda?” Si somos honestos, admitiremos ser muy parecidos a los discípulos de Jesús. Preferiríamos proceder directamente a los asuntos más importantes de la fe, para obtener el tipo de fe que mueve montañas. Y, como los discípulos, nosotros también, a menudo juzgamos la fe por resultados visibles: grandes edificios, grandes multitudes, impresionantes ventas de libros. Las personas brillantes e inteligentes han logrado grandes cosas para Dios, pero no necesariamente representan la definición de fe de Dios. De hecho, ninguna obra, por grandiosa que sea, tiene valor para el Señor, a menos que se les preste atención a los asuntos menores y escondidos de la fe. ¿Crees que el Señor te ha dado un sueño que requiere un milagro? ¿Te han desafiado a salir en una nueva dirección que exige fe sobrenatural? Es importante entender que a Dios a menudo le toma años de preparación antes de cumplir la visión que ha plantado en nosotros. Dios puede estar diciendo: “Deja de lado tus sueños y visiones por una temporada y conóceme íntimamente. Abandona cualquier pecado oculto, sometete al Espíritu Santo; y luego verás que mi visión santa se hace realidad en tu vida”.
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UNA VIDA GUIADA CLARAMENTE
ELIJE TUS AMISTADES SABIAMENTE
uando conociste a Jesús por primera vez, tu corazón probablemente estaba lleno de un propósito claro y preciso. Tú experimentaste el amor sanador de Dios y, como muchos cristianos nuevos, anhelabas compartirlo con otros, evangelizando y sirviendo. A medida que avanzaste en esta nueva vida, comenzaste a discernir mejor tu papel en el reino de Dios y tus dones para servirle. Pero entonces algo peculiar comenzó a suceder. Casi a diario, tu enfoque singular en Jesús fue desplazado por otras demandas. Surgieron pequeñas cosas que capturaron tu atención y te distrajeron hasta un punto en el que lentamente perdiste tu determinación. Tristemente, Cristo comenzó a desvanecerse lejos de tu atención. Los “Flying Wallendas”, una familia más conocida por realizar actos de cuerda floja sin red de seguridad, demuestran esta necesidad de tener un enfoque similar al láser. En junio de 2013, Nik Wallenda se sumó a la leyenda de su familia al caminar por un cable a través de un desfiladero en el Gran Cañón. Con el poste de equilibrio en la mano y una determinación férrea, luchó contra un viento feroz mientras avanzaba, y caminó por el abismo, nunca distraído por un momento. ¡Su enfoque era literalmente una cuestión de vida o muerte! Como cristianos, tenemos un llamado aún más alto y no debemos distraernos al punto de serpentear y ser mediocres. Juan el Bautista no permitía la distracción en su vida. Cuando surgió una disputa teológica y varios discípulos trataron de meterlo en ésta, él no lo permitió. Les dijo: “Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él ... Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe” (Juan 3:28, 30). Su enfoque en la vida era claro; su santo llamamiento se centró completamente en Jesús. Hoy, nuestra cultura impulsada por el éxito nos hace buscar cosas para nosotros mismos. Pero nuestra pasión primordial debe ser por Cristo y proclamar el reino de Dios, tal como lo hizo Juan. Puedes tener el propio Espíritu de Dios sin medida, para guiarte en los propósitos que él ha planeado para ti. ¡Asegúrate de mantener tus ojos puestos en Jesús y en el hecho de que él es tu razón principal para vivir!
Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; Mas en la multitud de consejeros hay seguridad” (Proverbios 11:14).La Palabra de Dios es muy clara acerca de la importancia de elegir sabiamente cuando se trata de las personas cercanas con las que te relacionas. A todos nos gusta tener amigos con intereses y pasatiempos comunes, pero debemos elegir asociarnos con personas que poseen altos estándares morales y principios nobles. Los malos amigos a menudo intentarán obtener algo de ti o usarte para sus propios beneficios egoístas. Te dirán lo que quieres escuchar, aunque no sea bueno para ti; de hecho, un consejo necio puede tener consecuencias trágicas. Un ejemplo del resultado de depender de las personas equivocadas se registra en la palabra de Dios. El rey Roboam ascendió al trono después de que su padre Salomón había muerto. ¡Imagina ser el sucesor al hombre más sabio que jamás haya vivido! Con el tiempo, comenzó una guerra civil entre el rey Roboam y el rey Jereboam, una situación que requería una gran sabiduría para su resolución. Los sabios ancianos que habían aconsejado al Rey Salomón estaban listos para intervenir con un buen consejo para Roboam. El consejo que tenían para ofrecer tenía siglos de antigüedad pero era muy relevante. Sin embargo, Roboam también estaba escuchando las voces de sus amigos jóvenes, inexpertos e inmaduros. Él tuvo la opción de elegir la verdad, pero decidió escuchar a sus compañeros. Los ancianos hablaron con Roboam con buenos consejos, pero él tomó una decisión necia: “Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él” (1 Reyes 12:8). Este fue un error catastrófico que resultó en el exilio, la pérdida de vidas, la destrucción y el cautiverio. Todo porque un joven rey prestó oído a sus amigos en lugar de a sus ancianos. ¿A quién tienes en tu vida que te diga la verdad? Pídele discernimiento al Espíritu Santo al elegir a tus amigos cercanos.
VIERNES 26 DE JUNIO DE 2020
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
VIERNES 05 DE JUNIO DE 2020
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UNETE AL PUEBLO DE DIOS
SABADO 06 DE JUNIO DE 2020
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uando el profeta piadoso Daniel alcanzó los ochenta años de edad, había sobrevivido a dos reyes de Babilonia, Nabucodonosor y su hijo Belsasar, y luego sirvió bajo el mando del rey Darío. Daniel siempre había sido un hombre de oración y no pensaba bajar el ritmo en su vejez.El Rey Darío había promovido a Daniel al cargo más alto en la tierra, poniéndolo a cargo de formar la política del gobierno y enseñar a todos los magistrados e intelectuales de la corte: “Pero Daniel mismo era superior a estos sátrapas y gobernadores, porque había en él un espíritu superior; y el rey pensó en ponerlo sobre todo el reino” (Daniel 6:3). Obviamente, Daniel era un profeta ocupado. Pero nada podría apartar a este hombre de Dios de sus tiempos de oración. Tres veces al día, se escapaba de todas sus obligaciones, cargas y demandas como líder para pasar tiempo con el Señor. Daniel es un ejemplo para nosotros de lo importante que es tener líderes de oración. Recuerda, él había sido nombrado sobre cualquier otro líder en la tierra. Considera el inmenso esfuerzo que le tomaba a Daniel dedicarse a la oración. Después de todo, él vivía en la ciudad de Nueva York de su tiempo: la gran, majestuosa y rica Babilonia. Y vivía en una época de apatía espiritual, de borrachera, búsqueda de placer y codicia entre el pueblo de Dios. La oración no es algo natural para nadie, incluido Daniel. Un tiempo de oración disciplinado es fácil de comenzar pero difícil de mantener, tanto nuestra carne como el demonio conspiran contra él. La oración que es efectiva proviene del siervo fiel y diligente que ve a su nación y a la iglesia caer más profundamente en el pecado y cae de rodillas y clama a Dios en favor de ellos. Dios desea fuertemente bendecir a su pueblo, pero si nuestras mentes están contaminadas con el espíritu de este mundo, no estamos en posición de recibir sus bendiciones. ¿Serás parte del pueblo de oración de Dios hoy? Si es así, clama a él: “Oh, Señor, lo que sea necesario, mantenme de rodillas. ¡Deseo ver tu Espíritu moviéndose en los corazones de hombres y mujeres!”
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
ATESORANDO UNA RELACION PERSONAL CON JESUS
JUEVES 25 DE JUNIO DE 2020
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uando Jesús era niño, algunas personas lo vieron en el templo; otros lo encontraron en el taller de carpintería donde trabajaba. ¿Pero quién podía creer que Jesús era Dios en carne mientras reparaba sus sillas rotas? Era simplemente el hijo de José, un joven ejemplar que sabía mucho sobre Dios. Cuando Jesús comenzó su ministerio, dirigió sus palabras a una pequeña población en un país muy pequeño, es decir, a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y debido a que sólo podía estar en un lugar a la vez, el acceso a él estaba restringido. Si querías llegar a Jesús, tenías que ir a Judá; y si vivías fuera de Israel, tenías que viajar durante días o semanas en bote, camello o a pie. Luego, tenías que rastrear su presencia hasta un pueblo, encontrar una multitud allí y pedirles que lo localizaran. Puede que tuvieras que caminar todo el día y toda la noche para llegar a donde estaba enseñando a las multitudes. Una vez que encontrabas a Jesús, tenías que estar físicamente cerca de él para escuchar su voz, recibir su toque o ser bendecido por su santa presencia. Para llegar al Señor, tenías que estar en el lugar correcto en el momento correcto. Considera al ciego que oyó a Jesús pasar y gritó: “¡Jesús, sáname, para que pueda recibir mi vista!” O considera a la mujer con el flujo de sangre. Ella tuvo que presionar a través de una multitud para tocar el borde del manto de Jesús, mientras que todos los demás también luchaban por tocarlo. Pero todo eso cambió en un repentino y glorioso momento. “Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron” (Mateo 27:50-51). Este desgarro del velo físico representa lo que ocurrió en el mundo espiritual, cuando se nos otorgó acceso irrestricto e instantáneo al Padre en una cruz manchada de sangre. Este es un regalo maravilloso que nos ha sido otorgado, así que ten cuidado de no darlo por sentado o tratarlo de manera casual. Nuestro Salvador nos insta a acercarnos a él y debemos hacerlo con la mayor reverencia y devoción. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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GRACIA PARA EL SUFRIMIENTO
CONFIANZA PARA ACCEDER A DIOS
MIERCOLES 24 DE JUNIO DE 2020
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a gracia a menudo se ha definido como, simplemente, el favor inmerecido y la bendición de Dios. Sin embargo, creo que la gracia es mucho más que esto. Es todo lo que Cristo es para nosotros en nuestros tiempos de sufrimiento (fuerza, poder, bondad, misericordia y amor) para poder atravesar nuestras aflicciones y prue-
bas. Jesús dice que la lluvia cae sobre los justos y los injustos (ver Mateo 5:45), refiriéndose a los problemas de la vida, como problemas matrimoniales, preocupaciones por los hijos, presiones financieras, enfermedades. Y los justos pueden luchar contra el orgullo, la depresión y el temor, los sentimientos de insuficiencia, la opresión del enemigo. Puedes preguntarte por qué sufren las naciones, por qué hay tanta hambruna, peste, inundaciones, enfermedades y destrucción. Las Escrituras dan luz sobre los sufrimientos del mundo a través de su representación del pueblo de Dios, el antiguo Israel. Esa nación sufrió calamidades similares: holocaustos, cautiverio, colapso económico, enfermedades extrañas. A veces los sufrimientos de Israel eran tan horribles que incluso sus enemigos los compadecían. ¿Por qué Israel sufrió cosas tan terribles? Las Escrituras dejan claro en cada caso que fue porque abandonaron a Dios y se volvieron a la idolatría (ver Deuteronomio 4:25-28). Sin embargo, es importante tener en cuenta que, junto con cada juicio justo sobre Israel, se produjeron manifestaciones de gracia divina para preservar un remanente piadoso y cumplir su propósito divino a través de ellos a pesar de sus fracasos (ver 4:29-30). Aunque la razón de nuestras pruebas puede seguir siendo un misterio, debemos estar preparados para aceptarlas hasta que Jesús venga por nosotros. No habrá un final para ellas, por lo que el creyente sabio debe determinar en su corazón conocer a Jesús más íntimamente y buscarlo como nunca antes.Algún día en la gloria, nuestro Padre celestial nos revelará el hermoso plan que tenía para nosotros mientras pasábamos por tiempos difíciles. Él nos mostrará cómo obtuvimos paciencia a través de todas nuestras pruebas; cómo aprendimos compasión por los demás; cómo su poder se perfeccionó en nuestra debilidad; cómo aprendimos su total fidelidad hacia nosotros; cómo nos volvimos más como él, nuestro precioso Señor y Salvador. Y hasta el día en que lo encontremos cara a cara, nuestro amoroso Padre celestial dice: “¡Tengo toda la gracia que necesitas para vencer!”
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
DOMINGO 07 DE JUNIO DE 2020
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Conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él” (Efesios 3:11-12). Los hijos de Dios tienen el derecho y la libertad de irrumpir ante nuestro Señor en cualquier momento, uno de los mayores privilegios jamás otorgados a la humanidad. Nuestro Padre celestial se sienta en su trono en la eternidad y a su diestra se sienta su Hijo, nuestro bendito Señor y Salvador, Jesús. Fuera de este salón del trono hay puertas que se abren a todos los que están en Cristo. En cualquier momento, de día o de noche, podemos pasar por alto a los ángeles guardianes, los serafines y todas las huestes celestiales para entrar con confianza en estas puertas y acercarnos al trono de nuestro Padre. Cristo nos ha proporcionado acceso directo al Padre, para recibir toda la misericordia y la gracia que necesitamos, sin importar nuestra circunstancia. Este no fue siempre el caso. En el Antiguo Testamento, con pocas excepciones, ninguna persona tenía acceso al Padre. Abraham fue llamado amigo de Dios y disfrutó de cierto acceso al Señor, pero incluso él permaneció “fuera del velo”. Moisés, el líder de Israel, tenía acceso inusual a Dios, quien dijo:“Y él [Jehová] les dijo... cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras” (Números 12:6-8). Pero el resto de Israel no sabía nada de este tipo de acceso. La vida de Cristo en carne humana proporcionó un mayor acceso al Padre, pero incluso eso fue limitado. Sin embargo, en el momento de su muerte, el velo del templo en Jerusalén fue literalmente razgado y nuestro destino fue sellado. Cuando Jesús entregó su espíritu, se nos dio acceso total e irrestricto al Lugar Santísimo: “Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne” (Hebreos 10:19-20). Las Escrituras nos advierten: “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe… Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (10:22-23). Dios nos insta: “Acércate a mi presencia a menudo, a diario. No puedes mantener tu fe si no te estás acercando a mí. Si no entras osadamente en mi presencia, tu fe va a flaquear”. Determina en tu corazón aprovechar al máximo el gran don de acceso de Dios. ¡Tu futuro eterno depende de ello!
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BENDICIONES DIVINAS
LUNES 08 DE JUNIO DE 2020
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as escrituras dan testimonio de que, por todo el mundo, existe hambre por una genuina gracia de Cristo. Lucas escribe que cuando Jesús predicó el Sermón del Monte, miles vinieron “para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades” (Lucas 6:17). Estas multitudes vinieron porque habían oído hablar de un hombre de gracia que los sanaría. “Una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón” (6:17). Las multitudes adoloridas no viajaron esas distancias porque querían escuchar a un predicador instarlos a esforzarse más. Ellos ya estaban desgastados por el desánimo, la enfermedad y la desesperación debido a sus esfuerzos por seguir siendo piadosos. Muchos probablemente eran marginados, personas que fueron puestas a un lado por su condición quebrantada. Cualquiera que sea el caso, obedecer la ley no les había traído vida. Para estos viajeros hambrientos, la reputación de la gracia de Jesús resultó ser cierta. No sólo predicaba la gracia, sino que la demostraba al sanarlos a todos: “Poder salía de él y sanaba a todos” (6:19). ¡Imagínate! De todos esos miles, ninguno fue a su casa sin haber sido sanado. Ninguna vida quebrantada quedó intacta; y ninguna de las almas presentes se fue sin haber sido afectada por la poderosa gracia de Jesucristo. Según el relato de Lucas, Jesús prosiguió directamente, después esas sanidades, a presentar las bienaventuranzas: “Y alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis” (6:20-21). Otros relatos del evangelio incluyen bendiciones adicionales: los humildes heredarán la tierra; los puros de corazón verán a Dios; al misericordioso se le mostrará misericordia. Jesús miró a la multitud y vio que ya eran pobres de espíritu, entonces, ¿qué hizo? ¡Habló bendiciones! Así como el Padre creó todo a partir del vacío de la oscuridad total, Jesús pronunció bendiciones divinas sobre los pecadores devastados, personas golpeadas por la vida.Muchos cristianos creen que la gracia de Dios es demasiado buena para ser verdad, por lo que se aferran a su sentido de las obras. Pero la nueva vida que se nos ha dado, la vida de Cristo mismo, nos resucita para servirle en libertad, paz y gozo.
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
VENCIENDO LA TENTACION DEL TEMOR
MARTES 23 DE JUNIO DE 2020
N
adie necesita convencerte de que los días que vienen serán más difíciles que nunca, eso ya lo sabes. Algo dentro de tu corazón lo percibe, a pesar del más profundo optimismo que muchos intentan generar. Todo lo que se puede sacudir está a punto de ser sacudido. A medida que la cultura mundial se está convirtiendo rápidamente en algo que está fuera de nuestro control, podemos estar agradecidos de que nunca está fuera del control de Dios. Los discípulos de Jesús una vez le preguntaron:“¿Cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?” (Mateo 24:3). En Mateo 24:4-11, Jesús no sólo predijo las guerras, los terremotos, las hambrunas y los brotes de enfermedades que se desarrollan ante nuestros ojos, sino que también advirtió que en los últimos días, el engaño religioso alcanzaría proporciones épicas. La estrategia del fin de los tiempos de Satanás es clara: Desviar a aquellos que están tratando de encontrar refugio durante tiempos calamitosos presentando una miríada de falsas opciones de Cristo a lo largo del camino. Satanás mismo es el autor de gran parte del caos en el mundo, y cuando el caos comience a crecer, él colocará señales falsas en todo el mundo que afirmen señalar el camino a Cristo. El objetivo de Satanás será confundir al pueblo de Dios, así como a los pródigos que están tratando de regresar a casa, a la seguridad de la presencia del Señor. Las Escrituras dan testimonio de que las batallas que enfrentamos son comunes a todos los hombres. No existe una tentación que sea exclusivamente para ti. (ver 1 Corintios 10:13), incluida la tentación de ceder ante el temor. Incluso el apóstol Pablo expresó esta lucha común cuando dijo: “De fuera, conflictos; de dentro, temores” (2 Corintios 7:5). Vemos en las Escrituras que, a pesar de cierta inquietud, Pablo se negó a retirarse de lo que le esperaba: “Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo” (Hechos 20:24). Es posible que tú tengas un profundo presentimiento debido a los eventos mundiales, pero aquellos que conocen a Dios verán lo que el mundo ve como una catástrofe y podrán abrazarlo en cierta medida como una oportunidad para que Dios nos dé su gracia para resistir. En medio de todo, debemos poder escuchar la palabra del Señor a su iglesia: “¡No temas!”
IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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DEJANDO NUESTRAS NECESIDADES EN MANOS DE DIOS
LUNES 22 DE JUNIO DE 2020
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En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza” (Isaías 30:15).El Espíritu Santo nos da fuerza cuando soltamos todas nuestras necesidades en las manos de Dios y confiamos en su poder. Vemos un ejemplo de este tipo de confianza en una mujer moabita llamada Rut. Después de la muerte de su esposo, Rut viajó de regreso a la tierra de Judá con su suegra, Noemí, que era bastante mayor y también viuda. Las dos mujeres vivían juntas en un entorno humilde; y Naomi se preocupaba por el bienestar de Rut. Rut fue a trabajar en los campos de un hombre rico llamado Booz que resultó ser pariente de su difunto esposo. De acuerdo con la ley judía, Booz podía para casarse con ella y continuar con el linaje del esposo; y Noemí alentaba esto. Dios orquestó un plan maravilloso para que Booz tomara a Rut como su esposa, le diera un hijo y proveyera para a ella y para Noemí. Esta fascinante historia se detalla en el libro de Rut, y vemos la hermosa manera en que Dios llevó a cabo su plan. Después de trabajar todo el día en el campo, una noche, Ruth le dijo a Booz: “Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano” (Rut 3:9). En resumen, ella le estaba preguntando: “¿Quieres casarte conmigo?” Ahora bien, esta no era una estrategia manipuladora. Rut y Noemí habían hecho todo en el orden divino. Podemos estar seguros de esto porque el linaje de Cristo llegó a través de Rut (Mateo 1:5). Después de que Rut le hiciera esta pregunta a Booz, ella le contó a su suegra piadosa lo que había sucedido; y Noemí aconsejó:“Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto” (Rut 3:18). Ella estaba segura de que ella y Rut habían hecho su parte; y era hora de quedarse quietos y confiar en que Dios cumpliera lo que había prometido. Rut y Noemí se relajaron y alabaron al Señor mientras observaban a Dios llevar a cabo su plan divino de maneras sorprendentes. Del mismo modo, cuando tú depositas tu total confianza en Dios en silencio y confianza, él nunca te fallará. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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REVELACIONES EN TU HORA MAS OSCURA
MARTES 09 DE JUNIO DE 2020
A
lo largo de las Escrituras, Dios nos da su gracia a través de revelaciones durante nuestras pruebas; revelaciones que nunca podríamos entender en los buenos tiempos. La bondad de Dios llega a su pueblo en tiempos de problemas, calamidades, aislamiento y dificultades. Por ejemplo, el discípulo Juan estuvo “en el seno de Jesús” durante tres años. Fue un tiempo de descanso absoluto, paz y gozo. Sin embargo, en todo ese tiempo, Juan recibió muy poca revelación. Él conocía a Jesús solo como el Hijo del Hombre. Entonces, ¿cuándo recibió Juan su revelación de Cristo en toda su gloria? Sucedió sólo después de que él fue arrastrado de Éfeso encadenado. Juan fue exiliado a la isla de Patmos, donde fue sentenciado a trabajo forzoso. Aislado, sin compañerismo, familia o amigos para consolarlo, Juan soportó un tiempo de desesperación absoluta en el punto más bajo de su vida. Sin embargo, ahí fue cuando recibió la revelación de su Señor que se convertiría en el elemento final de las Escrituras: el libro de Apocalipsis. En medio de esa hora oscura, la luz del Espíritu Santo vino a él; y él vio a Jesús como nunca antes lo había visto. Juan nunca había recibido esta revelación mientras estaba con los otros apóstoles o incluso durante los días de Jesús en la tierra. Sin embargo, ahora, Juan vio a Cristo en toda su gloria, el cual declaraba: “Yo soy… el que vivo, y estuve muerto, mas he aquí, que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:17-18). Esta increíble revelación puso a Juan sobre su rostro, pero Jesús lo levantó y le mostró el juego de llaves que tenía en la mano mientras le aseguraba: “No temas” (1:17). Esta revelación llega a cada siervo que ora, que está herido en su momento de necesidad. El Espíritu Santo dice: “Jesús tiene todas las llaves de la vida y la muerte. Satanás nunca podrá llevarte a ti ni a ningún miembro de tu familia. Sólo Cristo determina nuestro destino eterno. Entonces, si él gira una llave, hay una razón para ello y esa razón es conocida sólo por él, el Padre y el Espíritu Santo”. Amado, pídele al Señor que te permita tener una vision de Jesús de pie delante de ti, asegurándote: “Ten paz. Tengo todas las llaves y traeré paz a tu corazón”.
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LA NECESIDAD DEL ARREPENTIMIENTO
COSECHANDO VIDA ETERNA
MIERCOLES 10 DE JUNIO DE 2020
A
lo largo de las Escrituras, Dios nos da su gracia a través de revelaciones durante nuestras pruebas; revelaciones que nunca podríamos entender en los buenos tiempos. La bondad de Dios llega a su pueblo en tiempos de problemas, calamidades, aislamiento y dificultades. Por ejemplo, el discípulo Juan estuvo “en el seno de Jesús” durante tres años. Fue un tiempo de descanso absoluto, paz y gozo. Sin embargo, en todo ese tiempo, Juan recibió muy poca revelación. Él conocía a Jesús solo como el Hijo del Hombre. Entonces, ¿cuándo recibió Juan su revelación de Cristo en toda su gloria? Sucedió sólo después de que él fue arrastrado de Éfeso encadenado. Juan fue exiliado a la isla de Patmos, donde fue sentenciado a trabajo forzoso. Aislado, sin compañerismo, familia o amigos para consolarlo, Juan soportó un tiempo de desesperación absoluta en el punto más bajo de su vida. Sin embargo, ahí fue cuando recibió la revelación de su Señor que se convertiría en el elemento final de las Escrituras: el libro de Apocalipsis. En medio de esa hora oscura, la luz del Espíritu Santo vino a él; y él vio a Jesús como nunca antes lo había visto. Juan nunca había recibido esta revelación mientras estaba con los otros apóstoles o incluso durante los días de Jesús en la tierra. Sin embargo, ahora, Juan vio a Cristo en toda su gloria, el cual declaraba: “Yo soy… el que vivo, y estuve muerto, mas he aquí, que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apocalipsis 1:17-18). Esta increíble revelación puso a Juan sobre su rostro, pero Jesús lo levantó y le mostró el juego de llaves que tenía en la mano mientras le aseguraba: “No temas” (1:17). Esta revelación llega a cada siervo que ora, que está herido en su momento de necesidad. El Espíritu Santo dice: “Jesús tiene todas las llaves de la vida y la muerte. Satanás nunca podrá llevarte a ti ni a ningún miembro de tu familia. Sólo Cristo determina nuestro destino eterno. Entonces, si él gira una llave, hay una razón para ello y esa razón es conocida sólo por él, el Padre y el Espíritu Santo”. Amado, pídele al Señor que te permita tener una vision de Jesús de pie delante de ti, asegurándote: “Ten paz. Tengo todas las llaves y traeré paz a tu corazón”.
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DOMINGO 21 DE JUNIO DE 2020
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odos hemos oído: “Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7); y generalmente se habla con una connotación negativa, pero también hay un lado positivo en la siembra: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (6:9).Una parábola es una historia que ilustra una verdad y en la parábola de los talentos, Jesús se enfoca principalmente en el lado bueno de la siembra, que es sembrar en el Espíritu para cosechar vida eterna. “Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos” (Mateo 25:14-19). Brevemente, la parábola trata de un hombre que les confió a tres sirvientes, diferentes cantidades de dinero para administrar durante su viaje. Cuando regresó, descubrió que dos de sus sirvientes habían invertido su dinero y habían obtenido ganancias, mientras que el tercero simplemente había enterrado su dinero para su custodia. El amo estaba satisfecho con los dos primeros y muy disgustado con el tercero. Jesús es “el hombre yéndose lejos” (25:14), y nosotros somos los sirvientes con los talentos que representan nuestra medida de gracia y revelación de Jesús. Se nos ordena salir y sembrar esta revelación. Esta parábola muestra que Dios tendrá una cosecha fructífera y gloriosa al final. Dos de los tres siervos vendrán al juicio cargados de frutos y llenos de gozo, siervos buenos y fieles, y el tercero será desterrado. ¡Amado, te animo a que examines tu corazón y luego te conviertas en parte del ejército de los últimos días de Dios! Él tendrá una cosecha de los últimos días; y sólo los siervos fieles y dispuestos del Señor serán parte de esta gran reunión.
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UNA MEDIDA DEL GLORIOSO ESPIRITU SANTO Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará” (Marcos 4:2425).Jesús sabía que sus palabras sonarían extrañas para los oídos no espirituales, así que introdujo el mensaje diciendo: “Si alguno tiene oídos para oír, oiga” (4:23). Estaba diciendo, en esencia, “Si tu corazón está abierto al Espíritu de Dios, entenderás lo que tengo que decirte”. Jesús está hablando de la gloria de Dios en nuestras vidas, la presencia manifiesta de Cristo. En resumen, el Señor mide su gloriosa presencia en diversas cantidades, ya sea para iglesias o para individuos. Sólo a Jesús se le dio el Espíritu Santo sin medida: “Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla, pues Dios no da el Espíritu por medida” (Juan 3:34). El Señor ya nos ha asignado a cada uno de nosotros una medida de su Espíritu. Pablo escribe: “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo” (Efesios 4:7) y “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno” (Romanos 12:3). ¿Cuál es el objetivo de Dios al medir su Espíritu, su gloria y presencia, en cantidades variables? Él tiene un único propósito: “... que todos lleguemos a la unidad de la fe… a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios 4:13). Hoy, clama a Jesús: “Yo no quiero perder lo que tú estás a punto de hacer en tu iglesia”. Al darle a tu Salvador una mayor medida de ti mismo, verás evidencia en todas partes de su presencia, gloria y amor. Él ha prometido derramar su Espíritu sobre su pueblo en estos últimos días; y él será fiel en venir a ti y darte más de sí mismo.
SIN LUGAR A DUDAS DE JESUS...
SABADO 20 DE JUNIO DE 2020
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JUEVES 11 DE JUNIO DE 2020
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n Juan 2, Jesús entra al templo para un acto que señalaría el comienzo de su ministerio público. Lo que ocurre a continuación es bastante dramático: “Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume” (Juan 2:13-17). Lo que Jesús hace aquí es más que radical. Dime, si quisieras anunciar tu ministerio, ¿entrarías en una megaiglesia y comenzarías a voltear las mesas y a echar a la gente? Acá, Jesús estaba haciendo más que sólo mostrar su autoridad. Estaba demostrando que estaba a punto de voltear las cosas en todos los sentidos. Sin embargo, cuando Jesús comenzó esta agitación, él estaba volcando más que el comercio de los cambistas. Estaba volcando un sistema religioso que durante milenios había dependido de sacrificios de animales para agradar a Dios. Cristo estaba diciendo en esencia: “Tu relación con el Padre ya no se basará en sacrificios de ovejas, cabras y palomas. Se basará en mi sacrificio de una vez por todas por ti”. Esa escena en el templo ofrece una analogía para nuestro tiempo. Muchas congregaciones de hoy están llenas de ruido y actividad. Tienen muchos programas en marcha, desde viajes misioneros en el extranjero hasta campañas locales y docenas de pequeños grupos de compañerismo. Los servicios de adoración pueden estar llenos de luces brillantes, sonido potente y energía increíble. Sin embargo, a veces, en medio de toda esta actividad animada, algo falta en el centro: Jesús mismo. No estoy sugiriendo que empecemos a volcar las mesas de los libros en los vestíbulos de la iglesia. Pero sin Cristo como foco de nuestras actividades, nuestra iglesia está muerta. No importa cuánto trabajemos para hacer cosas que sirvan y honren su nombre, ninguno de nuestros “sacrificios” en sí mismos puede lograr verdaderos resultados del reino. Por fuera, nuestra comunión puede parecer justa, pero si no nos enfocamos en Jesús, seremos una iglesia llena de huesos de hombres muertos. Cuando Jesús volcó todas esas mesas, él alzó su voz: “Quitad de aquí esto” (Juan 2:16) Del mismo modo hoy, nuestros templos deben ser limpiados de todo lo que tome el lugar de su señorío legítimo. Dios envía a Jesús para deshacernos de esas cosas, para preparar lugar para las cosas con las que él quiere llenarnos. Él quiere que nuestro templo vuelva a ser una casa de oración, fe y victoria del reino.
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LA FUERZA PARA VOLVER NUEVAMENTE
AMANDOS A OTROS
VIERNES 12 DE JUNIO DE 2020
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Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados” (Mateo 8:5-9). La escritura continúa describiendo cómo Jesús se maravilló de la gran fe de este hombre. De hecho, le dijo al hombre que nunca había visto tanta fe, tanta convicción, persuasión y confianza. Entonces Jesús le dijo: “Ve, y como creíste, te sea hecho” (8:13). ¡El criado del hombre fue sanado en la misma hora! En el Antiguo Testamento, vemos a Elías, un hombre con una gran fe y compasión como las de Cristo. Había habido una sequía en Israel durante mucho tiempo, y Elías comenzó a clamar al Señor para que envíe lluvia sobre la tierra. Él estaba tan seguro de que Dios enviaría lluvia que proclamó: “Una lluvia grande se oye” (18:41). Entonces Elías le dijo a su criado: “Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces” (18:43). Todo el tiempo, Elías contendía en oración hasta que “hubo una gran lluvia” (18:45). Pasamos por temporadas de sequía, momentos en que Dios dice: “¡Vuelve otra vez; ora de nuevo; ponte de pie de nuevo; libera de nuevo; ama de nuevo; confía de nuevo; ríndete de nuevo; adora de nuevo; alábalo de nuevo!” La verdadera fe celebra las gotas de lluvia antes de que llegue la abundancia de lluvia. Jesús se maravilló con asombro y gozo por la fe del centurión en Capernaum. Dios recompensó la fe y la paciencia de Elías con un poderoso aguacero. Así que no renuncies a las promesas de Dios para ti. Pídele a Dios fuerzas para “volver” una y otra vez hasta que llegue tu respuesta.
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VIERNES 19 DE JUNIO DE 2020
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na de las marcas supremas de un creyente maduro es el amor por toda la humanidad perdida. Tal cristiano muestra amor por igual para judíos y palestinos, para bosnios y serbios, para todos. Sólo un creyente adulto y maduro puede aceptar estas palabras de Jesús: “Ama a tus enemigos. Ora por los que te persiguen y te usan con rencor. Si tu enemigo tiene hambre, aliméntalo”. Te pregunto: ¿te imaginas pasar un mes en un hospital de campo palestino, cuidando y alimentando a soldados que quieren destruir a Israel? ¿Puedes mantener tus prejuicios bajo control mientras lees informes de noticias inflamatorias en los próximos días? ¿Tendrás el mismo espíritu que estaba en Cristo, quien dijo, cuando fue crucificado: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”? Si quieres andar como Jesús anduvo, no puedes permitir que tus pasiones humanas se inflamen por los titulares. ¡Cristo murió por cada alma perdida en esta tierra! En este momento, nuestras cárceles están llenas de convictos que se han convertido en testigos poderosos del amor salvador de Jesús, todo porque alguien los amó a pesar de sus pecados. ¿Estás amando a los demás a pesar de cómo pueden haberte lastimado, a alguien que te importa o simplemente porque pueden ser diferentes a ti? Hay pocas cosas que te hacen más como Cristo que cuando amas sacrificialmente a alguien, especialmente a alguien que no está en tu círculo o que es fácil de llevar. Puedes saber que estás creciendo en gracia si puedes orar por aquellos a quienes el mundo aborrece. Al escuchar que suceden cosas terribles, debemos enfrentarnos a todos los prejuicios que surgen en nosotros y declarar: “Tomo la autoridad de Cristo sobre esto. Amaré a la humanidad como lo hizo mi Señor”. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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UN CORAZON QUE PUEDE DISCERNIR LOS TIEMPOS
COMO LIDIAR CON TUS AFLICCIONES
JUEVES 18 DE JUNIO DE 2020
C
uando la economía colapse, se pierdan los empleos y se acumulen las facturas, ¿qué necesitará la gente? ¿Ser parte de una iglesia agradable y de rápido crecimiento, oyendo mensajes sobre cómo disfrutar la vida? No, ellos necesitarán respuestas. Necesitarán a alguien con autoridad que pueda interpretar lo que está sucediendo a su alrededor, alguien que pueda leer los tiempos. Y necesitarán una palabra del cielo para mantener sus corazones y sus mentes en la paz de Dios. Jesús, aunque era Dios en carne, enfrentó al diablo como un hombre con poder del Espíritu. Él no luchó contra Satanás de ninguna otra forma. Los discípulos de Jesús tenían el mismo poder: “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia” (Mateo 10:1) “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo” (Lucas 10:19). El apóstol Pedro era hecho de carne y hueso, al igual que el resto de nosotros, pero ejercía autoridad espiritual sobre el diablo. Le dijo al hombre cojo en la puerta del templo: “En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hechos 3:6). El hombre fue sanado instantáneamente y los líderes religiosos de la época reconocieron un gran poder en Pedro. Le preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?” (4:7).En ninguna parte de la Biblia vemos alguna sugerencia de que este mismo poder no sea para nosotros hoy. ¿Qué clase de Dios daría poder a su pueblo en el desierto cuando lo necesitaran y daría tal valor a las multitudes en Pentecostés y luego lo retendría de su iglesia de los últimos días, cuando lo necesitamos más que cualquier generación?Dios confía su autoridad divina sólo a lo que Pedro llama “el [atavío] interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible” (1 Pedro 3:4). Pablo dice: “El [hombre] interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16). Aunque el hombre externo siempre está expuesto delante de los demás, el hombre interior es conocido sólo por Dios. El Espíritu Santo está constantemente obrando en él, fortaleciéndolo y preparándolo para recibir autoridad espiritual. Amado, tú estás siendo entrenado y madurado en la misericordia de Dios y estás aprendiendo a crecer en tu hombre interior. Confía en su palabra en cada crisis, y camina en tu autoridad espiritual. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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SABADO 13 DE JUNIO DE 2020
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n este momento, muchos en el pueblo de Dios están sufriendo (dolor físico, presión emocional) y pueden estar cuestionando la razón de su angustia. Si tú eres uno de estos, puedes sentirte cansado y frustrado, preguntándote si Dios está enojado contigo por alguna razón. Tú preguntas: “Señor, tú sabes que te amo y mi fe es fuerte. Pero no sé cuánto tiempo más puedo soportar esta prueba”.La vida del apóstol Pablo es un ejemplo de cómo debemos lidiar con nuestras aflicciones: “Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna” (1 Timoteo 1:16). Las pruebas y los sufrimientos se asignan a los servidores devotos que reciben revelaciones desde el mismo corazón de Dios. Pablo testifica:“Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne” (2 Corintios 12:7). Si has puesto tu corazón completamente en Cristo, vas a experimentar tiempos difíciles y aflicciones de las que los cristianos fríos y carnales no saben nada. Esto era verdad en la vida de Pablo. Cuando Pablo se convirtió, él no estaba satisfecho con aprender a Cristo incluso de los discípulos de Jesús. Él quería conocer al Señor íntimamente por sí mismo. Por lo tanto, Pablo dijo: “No consulté en seguida con carne y sangre” (Gálatas 1:16). En cambio, se encerró en Arabia durante tres años (ver 1:1618). El apóstol testificó: “Pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo” (1:12). Gracias a Dios por los maestros de la Biblia que abren las Escrituras y revelan muchas maravillas y misterios de la fe. Pero el hecho es que la revelación de Jesucristo mismo no se puede enseñar, debe ser dada por el Espíritu Santo. Y viene a aquellos que, como Pablo, se encierran en su propia Arabia, decididos a conocer a Cristo. Está bien cuestionar a Dios con respecto a tu dolor, pero no esperes una respuesta. Una vez que estés en el cielo, el Señor te lo explicará todo y verás que todo era parte de un plan perfecto, orquestado por un Padre amoroso que sabía lo que se necesitaría para mantenerte sobre tu rostro, avanzando hacia él. Y la maravillosa noticia es que valdrá más la pena cada lágrima.
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ENFRENTANDO LAS TENTACIONES
EL PODER DEL ESPIRITU SANTO
atanás hará todo lo que esté en su poder para tentarte y apartarte del destino de Dios para ti. Tratará de socavar tu llamado, robarte tu unción y convencerte de que la aprobación de Dios sobre tu vida es una mentira.Cuando Jesús se fue al desierto, después de cuarenta días de ayuno, tuvo hambre. En este momento cuando Jesús era físicamente vulnerable, el diablo trajo su primera tentación. Las Escrituras dicen: “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mateo 4:2-3). Satanás estaba desafiando a Jesús: “Si eres completamente Dios, entonces tienes el poder de Dios en ti. Sólo di la palabra y decide salir de esto”. Esta es una de las tentaciones más insidiosas que enfrentan las personas verdaderamente piadosas. Tienes una pasión por Dios y cuando eres llevado a una experiencia en el desierto, después de un largo período de pruebas, surgen preguntas. Y es entonces cuando las tentaciones de Satanás se vuelven más feroces que nunca. El enemigo quiere que actúes independientemente del Padre. Cuando estás en medio de tu prueba, el diablo dice: “Tu sufrimiento no viene de Dios. No tienes que pasar por esto. Tienes el poder de Dios en ti, a través del Espíritu Santo, por lo que no tienes que aguantar esto un día más. Di la palabra y liberate”. Jesús respondió a la tentación del diablo: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Incluso en el apogeo de su sufrimiento, Jesús no perdió de vista su propósito eterno. Si nuestro Señor aprendió dependencia y compasión a través de una experiencia en el desierto, ¡tú también lo harás! Dios te ama en tus tiempos de prueba. Su propio Espíritu te ha llevado al desierto donde su propio Hijo ya ha estado. Deja que él termine su obra de construir en ti una total dependencia y confianza en él. IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
l Espíritu Santo es subestimado y poco predicado por la iglesia del siglo XXI. Una especie de prejuicio contra el Espíritu Santo impide que muchos aprendan más sobre él. De hecho, el cuerpo de Cristo a menudo se divide en dos bandos. Un lado enfatiza la Palabra de Dios, separándose de lo que considera fanatismo emocional, a menudo vinculado a aquellos que enfatizan la obra del Espíritu Santo. El otro lado es a veces conocido por deslizarse a manifestaciones no bíblicas y enseñanzas no ortodoxas, mientras que lo atribuye todo al Espíritu de Dios. Al ver el abuso y la mala enseñanza, muchos en el primer bando dirán: “No estoy interesado en las experiencias y manifestaciones del Espíritu Santo. Sólo quiero estudiar la Palabra”. Pero fue el Espíritu Santo quien inspiró la Biblia y hay muchas promesas relacionadas con su persona y su obra. ¿Cómo puede alguien atesorar la Palabra de Dios sin darle al Espíritu Santo el lugar que le corresponde? Los que se mueven en círculos enfatizando fuertemente el Espíritu Santo deben recordar que todo debe ser probado por las Escrituras. El Espíritu nunca contradice la Palabra que nos dio. Tampoco pone el foco en el predicador porque el Espíritu Santo fue enviado para glorificar a Cristo solo (Juan 16:14).En algún lugar en el medio está el tipo de cristianismo que vemos en las Escrituras donde se honra la Palabra de Dios junto con una dependencia y apertura infantil al Espíritu Santo. Sólo el Espíritu Santo puede hacer que las cosas de Cristo sean reales y vivas para las personas. El cristianismo no se detiene en la cruz donde Jesús murió y pagó el precio por nuestros pecados. Después del Viernes Santo vino el Domingo de Resurrección cuando el Espíritu levantó a Cristo. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado” (Juan 7:37-39). Todo lo que tiene que ver con el Espíritu habla a las poderosas corrientes de la vida que se refrescan y fluyen para bendecir a otros. Que el Espíritu Santo venga sobre nosotros, porque estamos verdaderamente indefensos sin él.
DOMINGO 14 DE JUNIO DE 2020
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MIERCOLES 17 DE JUNIO DE 2020
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
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LA BUENA OBRA DE DIOS EN NOSOTROS
LA ESPERANZA DE SER LIBERADOS
ambién debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos (2 Timoteo 3:1). En este momento están ocurriendo cosas que nunca podríamos haber imaginado. Jesús predijo que los hombres se convertirían en amadores de sí mismos, amadores del dinero, aborrecedores, soberbios y arrogantes. Hoy, si alguien tiene el descaro de mencionar el pecado, se le llama intolerante y se convierte en un paria. A medida que la palabra de Dios es puesta en el margen de la cultura, el pecado prevalece cada vez más. Como cuerpo de Cristo, no nos atrevemos a estar dormidos frente a estas cosas. El Antiguo Testamento habla de los hijos de Isacar, que eran “entendidos en los tiempos” y tenìan la habilidad para tratar con el mundo (ver 1 Crónicas 12:32). ¿Se puede decir lo mismo del cuerpo de Cristo hoy?Si discernimos los tiempos, sabemos que este no es un momento para medias tintas. La única forma de “tratar con el mundo” es no dejar que la iglesia siga como de costumbre. Jesús dijo acerca de ciertos espíritus demoníacos: “Pero este género no sale sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21). En estos tiempos, nuestras oraciones tienen que ser fervientes, porque sin un cambio espiritual, las cosas se ven demasiado sombrías. En medio de la oscuridad, Jesús nos llama a ser luz. Y este es nuestro mensaje para este momento: “Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo” (1 Juan 4:4). Dios ha hecho obras asombrosas en la vida de su pueblo y cada uno de nosotros está llamado a proclamar su gloria a través de un testimonio que puede llamarse digno de gloriarse, digno de ser alabado y exaltado. ¿Cómo se ve un testimonio digno de gloriarse? Pablo dice: “Mas el que se gloría, gloríese en el Señor” (2 Corintios 10:17). Para poder gloriarnos como lo describe Pablo, debemos tener una jactancia digna de la gloria de Dios. Por ejemplo, Esteban era un diácono que distribuía comida a las viudas, un buen testimonio en sí mismo. Pero su testimonio digno de gloriarse llegó cuando predicó a una multitud incrédula y los provocó tanto que lo apedrearon, convirtiéndolo en el primer mártir de la iglesia.Nuestro testimonio digno de gloriarnos vendrá sólo del poder de Dios, no de nuestra propia fuerza, celo o esfuerzo: “Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9, NVI).
entado solo en una cueva, el santo profeta Elías había renunciado por completo a la sociedad. Ahora, anciano, aislado y abatido, el profeta le rogó a Dios que lo matara porque estaba convencido de que esencialmente:“Esta nación se ha alejado demasiado. La iglesia se ha apartado sin posibilidad de restauración y todo líder es un títere del diablo. El avivamiento es simplemente imposible y no queda ninguna esperanza. ¡Ya fue suficiente, Señor!” (ver 1 Reyes 19:4). Curiosamente, él cayó en un estado de desesperación sólo horas después de obtener la mayor victoria de su ministerio: Hacer caer fuego sobrenatural del cielo en una competencia contra los falsos profetas del dios pagano Baal. En una exhibición impresionante del poder todopoderoso de Dios, el sacrificio de Elías y los doce cántaros de agua que había derramado a su alrededor fueron consumidos. Y los israelitas descarriados que estaban presentes cayeron de rodillas, clamando:“¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!” (1 Reyes 18:39). El despertar por el que Elías había orado finalmente había llegado, o eso pensaba, y estaba lleno de energía para celebrar el mejor momento de la historia de Israel. Él estaba convencido de que el perverso rey Acab y su malvada esposa Jezabel lo escucharían y la adoración pura sería restaurada en la ciudad de Jezreel. En lugar de ello, incluso antes de regresar a la ciudad, un mensajero de Jezabel lo abordó y le notificó que de cierto estaría muerto “mañana a estas horas” (19:2). A las veinticuatro horas de su increíble victoria en el Monte Carmelo, Elías estaba de vuelta en el desierto, temblando bajo un enebro. En su mente, todo había fracasado y todas sus esperanzas de renovación habían desaparecido. Ahora, cuarenta días después, lo encontramos en la cueva de una montaña, solo. Entonces la Biblia nos dice: “Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?” (19:9). Esa era la forma en que Dios preguntaba: “¿Qué te molesta?” Elías descargó su corazón con el Señor, quejándose de que se sentía completamente solo (19:14). Dios le aseguró que había siete mil santos escondidos que compartían su misma carga. Ellos habían soportado debido a su esperanza en un día venidero de liberación. Del mismo modo, hoy, la bendita esperanza de la iglesia es el pronto retorno de Jesús: ¡nuestra liberación! Dios tiene un remanente, personas reservadas para sí, que están completamente entregadas a él. ¡Si eres parte de ese remanente, tu bendita esperanza es el pronto retorno de Jesús!
MARTES 16 DE JUNIO DE 2020
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IGLESIA Vision cristiana DEVOCIONAL JUNIO/2020
LUNES 15 DE JUNIO DE 2020
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