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Trotamundos

N潞 7 Septiembre / Octubre

2011.

Sumario

Leyendas de Las Piedras........Pag 16 La Promesa del Camino.........Pag 18 El Pacto de Los Alquimistas..Pag 28

Santiago Ap贸stol Pag......32

Viajes y Trotamundos

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Pag 10


Reflexiones

Meditaciones Pag 6 Agradecimientos Pag 7 A pie de Obra Pag 60

Secciones

Pag 8

A quien competa

Pag 34

Los Viajes del Internauta

Pag 36

El Literato

Pag 38

Comics

Pag 52

La Vida es Bella

Pag 54

Escapadas

Pag 56

Poesías

Pag 58

Humor

El Baúl del Fotógrafo

Pag 12

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Si quieres ayudarnos con algún donativo o colaborar con algún comentario o artículo que te gustaría que publicásemos, hacernos alguna pregunta o consultar alguna duda que tengas, escríbenos a esta dirección de correo electrónico:

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• Dorian Peluqueros. • Confitería Las Colonias. • Panadería Mollete. • Mercadona. • Pan Artesano A Troia. • Casal Coton. • Alcampo. • Feiraco. • Clínica San Martín. • Pastelería Dulce y Sal.


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ola nuevamente, queridos suscriptores y quienes hacéis posible que nosotros existamos; de todo corazón, mil gracias. Otro nuevo número de la revista sale a la luz. Otro reto. Otro objetivo que cumplir. Historias, cuentos, artículos, opiniones, meditaciones… que con sus correspondientes ilustraciones tratan de conseguir que aquello que escribimos e ilustramos sea un medio de comunicación para que invite a la reflexión de todos nuestros queridos lectores y lectoras. Seguramente cuando este número llegue a sus manos, la mayoría habrá finalizado sus vacaciones de verano y, como es normal, todavía están en la memoria y el recuerdo, todas las gratas y reconfortantes sensaciones que se han vivido durante ese tiempo estival de vacaciones. Desde aquí, esta vuestra revista, tratamos de alargar un poco más esas sensaciones y esperamos de todo corazón que el contenido de este número sea de vuestro agrado y gusto. Desde estas páginas os invitamos a la meditación, la reflexión y lectura de sus artículos e historias y al disfrute de los enlaces que se proporcionan para escuchar y ver música. Nuevos tiempos, nuevos diseños. Y “Trotamundos” siempre procura ir acorde a los tiempos que se viven, aunque estos de momento no pinten demasiado bien. Pero no hay mal que por bien no venga. Esperamos que disfruten de la lectura de su contenido y de la contemplación de sus imágenes.

El equipo de “Trotamundos”

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A QUIEN COMPETA

Por Mª Victoria Martínez.

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sta vez, por una vez, todo ha sido muy diferente. Sí, la noticia me ha llegado súbitamente. Como TÚ me decías siempre: -“Seré un suspiro en la noche”.

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o se si TÚ lo has visto, pero al igual que en una historia valleinclanesca, donde TÚ tenías el papel principal, pero sin catatonismo del que pudieses despertarte. Con esa sonrisa que siempre te ha caracterizado, allí se encontraba tu cuerpo, inerte, vacío, sin más, regado de cuando en cuando por aquellos mini-aspersores, como

si de una flor delicada se tratase. Estuve en aquella sala durante horas, días, sin nada más que hacer que observar a mi alrededor. Y las viñetas se sucedían al igual que en los cómics que me habías regalado de niña, al igual que esos libros que hemos compartido infinidad de veces. He recordado aquellas tertulias grupales embriagadas de literatura y licor café, acompañados de la noche y la marea donde la poesía y el teatro eran los confidentes, y los autores de cada obra pasaban a ser desgarrados por nuestras feroces lenguas.

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porque no, tu pipa y tu reloj de cadena, al que siempre hiciste honor con esa elegancia natural. ¡Eras y siempre serás un gentleman! He recordado cuando nos reíamos de la muerte y decidíamos cómo serían nuestros entierros. Hemos ironizado millones de veces con el más allá, y también hemos prometido que el primero que fuese vendría a contarnos que tal era… Te seguimos esperando.

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he vivido con anterioridad, quizá por tu modo de ser y de pensar. l otro día fui a misa, “una misa por tu alma”, en la que no había rastro de TI. -“Y en ese instante me vi a mi misma examinando las vidrieras de la iglesia y recordando la última noche de San Juan, donde nos interpretaste el conjuro de la queimada y saltamos la hoguera todos juntos. Al salir nos dirigimos al cementerio a visitar tu tumba. Llegué a la entrada, caminé cuatro pasos y retrocedí ante aquellos callejones y pasadizos de hierro y hormigón que supuestamente nos llevaban al lugar donde reposaban tus restos mortales.

E

P

ero lo que nunca hemos dicho es cómo nos sentiríamos si nos quedásemos aquí. Yo no puedo recordarte con pena, sólo puedo acordarme de TI, de tu sentido del humor, de cómo le quitabas importancia a los problemas, de tu retranca gallega, de mil i media vuelta y decidí mirar cosas buenas que conformaban al mar, ese lugar tan queritu yo. Y sobre todo de la suerte do, donde TÚ decidiste abandoque hemos tenido de que hayas narnos, y repentinamente una formado parte de nuestras vidas. bocanada de aire fresco invadió mis pulmones. Ahí fue cuando me di cuenta de que serás irreahora veo que cada uno tiene petible, y que a veces es preciun modo diferente “de mirar so escapar de esta cárcel vital. a los ojos” a la muerte. Veo que todo lo que TÚ deseabas no es cumplido, que cada día que pasa se te suceden más y más misas, con las que tu humor llegaba a decir que los cuervos negros picotearían sus tumbas… pero eso sirve quizás para darle consuelo a tus seres queridos. Yo a pesar de mis creencias religiosas, (de las que tú ironizabas diciéndome que había sido abducida) no veo tu muerte como las muertes que

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Y

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Por M.Méndez.

Los viajes se emprenden cuando uno verdaderamente está preparado para ello. Nada tiene que ver si tenemos la cartera suficientemente repleta, si todo nos va a pedir de boca, si creemos que tenemos el suficiente encanto como para salir airosos de todas las situaciones en las que uno se pueda encontrar, o… sabe Dios, que alma palpitará en los rincones más íntimos de nuestros corazones. La cuestión es que viajar siempre lo hemos relacionado con vacaciones, aventuras, salirse de la rutina diaria… en fin, mil y una cuestiones que siempre nos hacen escapar de la realidad en la que de hecho vivimos o de la que queremos escapar por unas cuestiones u otras. Todo esto, y puede que mucho más, siempre tiene relación con el hecho de viajar. De escapar, unos de una manera y otros de otra. Viajes y Trotamundos trata de encarar, bajo la sabiduría de la experiencia, el sutil y amplio concepto de viajar. Es verdad que viajar acumula experiencia, independientemente de cómo cada uno realizó esos viajes, soñados o no, de su vida. Para unos serán de una manera, para otros de otra. Normal. He aquí pues un viaje, como otro de tantos, de un

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trotamundos, como otro de tantos, en el que vivió y aprendió experiencias que solo viajes como esos pueden enseñar. Como cada mañana, la cartera vacía, el bolsillo... Bueno, el bolsillo con algunas monedas, por techo… cualquier techo de los muchos que puede haber en una ciudad en muchas de sus calles. Y en una de esas calles, como cada mañana, un trotamundos despertaba de entre los abrazos de los sueños a la cruda realidad de su existencia. Sin embargo, para este trotamundos en especial, esto no parecía ser de gran importancia. Siempre trataba de afrontar la vida con una sonrisa, a pesar de las muchas bofetadas que le hubiera dado esta. Simplemente, como cada mañana, recogía su “hogar”, y cuidadosamente lo guardaba en su mochila, para con una calma adquirida por la propia experiencia de la vida, comenzar a caminar


y viajar. Como cada mañana. En el fondo, pensaba, no es tan malo viajar. Voy allá donde quiero. Aprendo de las gentes con las que me encuentro, y al fin y al cabo, siempre tengo una comida digna y un jergón donde reposar el cansado esqueleto después de tanto viajar por los senderos de la vida. Sus viajes… bueno, sus viajes, no habría suficientes páginas para contar todos sus viajes. No era rico, pero tampoco tan pobre como para no permitirse el “lujo de viajar”, aunque no siempre su cartera rebosara “salud” y su bolsillo no “pesara” lo suficiente. A pesar de todo y de todas las circunstancias, aprendió a viajar, aprendió a conocer, y sobre todo, aprendió a “viajar” por los muchos senderos que ofrecen los sentidos y los deseos en tales cuestiones. No siempre los sentidos nos dicen la realidad, ni tampoco el razonamiento funciona como debía de funcionar. En los viajes, estas cosas se apren-

den, y se comienzan a conocer cuando aprendemos a ver y sentir aquello que los sentidos nos quieren decir. Por lo tanto, los viajes no tienen por qué ser exclusivamente físicos, que ya tienen su emoción. Es evidente que también se puede viajar por el imperio de los sentidos, aunque en el fondo, lo uno va ligado con lo otro. Y así, con estos razonamientos, nuestro trotamundos emprendía sus viajes por los extensos campos de las existencias de la vida. De esos viajes mucho aprendió. Y con el tiempo pudo transmitir ese caudal de sabiduría a aquellos que anhelaban los conocimientos de los viajes y el riesgo que conllevan. Es decir, el suficiente entendimiento como para aprender a viajar. Muchos viajan porque saben que, tarde o temprano, tienen un hogar al que van a poder regresar. Otros viajan a sabiendas de que difícilmente algún día tendrán un hogar al que regresar para, al amparo y el amor de un hogar, contar esos viajes y hacer “viajar” a aquellos que los escuchasen, niños o mayores. Aprender a viajar no es pues simplemente cuestión, se decía el trotamundos, de hacer una maleta, planear el lugar, el tiempo y la ruta que seguir en ese tiempo en el lugar en el que se esté. Viajar, se decía el trotamundos, tiene que ser mucho más. Detrás de los horizontes que vemos tiene que haber otros horizontes que no conocemos y podríamos conocer… Pero ante estos razonamientos, la voz interior que todos tenemos solía aparecer con su peculiar personalidad, para recordarle aquello de… “nuevos horizontes no apagan penas olvidadas ni prometen sueños anhelados”…. Hasta el próximo viaje.

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Por M. MĂŠndez.

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Está claro que una fotografía atrapa, en cierta manera real y a la vez filosófica, un retazo del tiempo. Un pedazo, un trozo de la vida o la historia de alguien o de algo. Toda forma de vida es posible capturarla en el espacio y en el tiempo y plasmarla en una fotografía. Tanto para el fotógrafo como para los modelos, ese pequeño momento del espacio y el tiempo de sus vidas atrapados en una fotografía, siempre tendrán un significado concreto que asociarán a ciertas sensaciones que se sintieron en el momento de la captura. Aunque ese momento ya sea pasado, las sensaciones y recuerdos de ese momento despertarán del letargo de la memoria al observarlo nuevamente en ese papel tan mágico, como es la fotografía. Pero no sólo disfrutan de este privilegio fotógrafo y modelo, sino también aquellos que contemplan estas obras, bien sean obras actuales o ya viejas en el tiempo y el espacio.

Sus sentidos e interpretación de esos momentos del espacio y tiempo pueden ser muy variados y dependiendo del contenido que se está contemplando desembocarán en una sensaciones u otras, bien sea porque conoce al modelo o el lugar, bien sea porque se identifica con lo que ve, o por otras causas que le hacen soñar, pensar o reflexionar. Se puede decir entonces que el mensaje que tratan de transmitir fotógrafo y modelo llega a los sentidos de quienes observan su obra, y trata de hacerlos partícipes de ese momento capturado del espacio y el tiempo con sus propios sentidos.

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Plaza de las PlaterĂ­as (Santiago de Compostela)

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Calles casco Viejo (Pontevedra)

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Leyendas de Las Piedras El Sauce Llorón y Los Almendros.

Érase

una vez un árbol, que aunque no tenía fruto, no fue desarraigado por su dueño. Lo dejó entre los árboles que sí tenían fruto. Aunque era un árbol de otra clase y no daba fruto, era tan sumamente bello que el dueño del campo lo dejó y no lo desarraigó. Un día, el dueño del campo, meditó en su corazón preguntándose… ¿Qué fruto da ese árbol? Él veía que todos los árboles de su campo daban fruto, pero este era diferente porque no daba fruto comestible. En ese día fue el hijo del dueño al campo. Preguntó el padre a su hijo al verlo… ¡Hijo!, Estoy preocupado por un sauce que está entre mis almendros… Añadió… ¿Qué hago?, pues este

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árbol esta en medio y no da fruto. El hijo le respondió: Padre, dame el árbol. Por favor, regálamelo. El padre le dijo: Hijo, este árbol no me da fruto; pero porque tú me lo pides, no lo desarraigaré del campo por amor a ti. Su padre pensó en su corazón… ¿Para qué quiere mi hijo este árbol, que no sirve para nada, entre mis almendros?  Un día como los demás, fue el padre con su hijo para la recogida de los almendros y se fijó en el sauce que se alzaba en medio del campo. El sauce era sumamente bello, pero no daba almendras. Era muy grande y seguía allí, en medio de los almendros, despreocupado por dar fruto. El Padre, dueño del campo, ese día terminó de recoger todas las almendras con su hijo. Tras el trabajo le dijo: Hijo mío ya hemos recogido todo el fruto de los árboles… Y añadió… ¡Y Tú!, ¿Qué fruto has recogido de tu árbol sin almendras?... El hijo le respondió: Padre, no tengo fruto ninguno. Pero me he sentado de vez en cuando debajo de sus ramas y me he quitado el dolor


en mi corazón. Al tumbarme cerca de sus ramas, he visto su belleza y su grandeza y me he maravillado tanto que me ha alegrado el corazón, he recobrado ánimo y fuerzas y he rendido mucho más en el duro trabajo de recoger las almendras. El padre se animó muchísimo y le dijo: Hijo mío; no lo desarraigaré jamás, pues este árbol da el ánimo como fruto y de esta manera trabajaremos mejor en la recogida de los árboles que dan fruto. Aunque era un árbol distinto y sin fruto, siempre les protegía de la lluvia por su grandeza y del sol abrasador en verano. Inspirados por su hermosura meditaban sus poseías. Por último, su hijo le preguntó a su padre: Padre, ¿En tu campo hay ahora algún árbol sin fruto? Respondió su padre: Hoy estoy contento, pues todos los

árboles de mi campo dan mucho fruto. Y añadió: Gracias hijo, pues por ti este árbol sigue en mi campo vivo y creciendo. Después se abrazó a su hijo y lloraron de alegría por el árbol sin desarraigar. Luego juntos se marcharon a su casa muy contentos y lo celebraron. Ricardo Morales.

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La Promesa

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del Camino Pronto llegará el día en que Santiago me deje entrar por la Puerta Santa. Siempre recordaré la despedida de una amiga peregrina que me decía así:

“Nos despedimos, amigo, del Camino. Que el viento bajo tus botas te lleve allá donde el sol navega y la luz camina. Tú tienes la alegría junto a ti. No la dejes marchar” Andoni.

Diseño y arreglos: M. Méndez

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A

la mañana siguiente desperté entre brumas de extraños sueños que, poco a poco, se iban diluyendo entre las espesas nieblas del olvido. Sin embargo, en mi mente todavía resonaban las telepáticas palabras que me dijo la Dama de la Alegría la velada anterior. Me levanté del jergón con estos pensamientos, y me dirigí hacia los aseos. Finalizado el aseo matinal, encaminé mis pasos hacia la sala comedor del refugio, puesto que mis tripas comenzaban a aullar reclamándome el desayuno. Dada la hora un poco temprana de la mañana, en la sala apenas si había algunos peregrinos madrugadores, de estos a los que les gusta comenzar sus etapas por la fresca de la mañana. Entre estos peregrinos y dando cuenta de un buen desayuno estaban el profesor y la Dama de la Alegría, de la cual no sabía todavía su nombre. Esta era una ocasión inmejorable para saberlo y así poder charlar con ella.  - Buenos días. Parece que hay apetito. – Les dije a modo de saludo.  - ¡Hola! Llegas a tiempo. Anda siéntate con nosotros, que te quiero presentar a una buena amiga.  Cogí unos cubiertos, plato y vaso para beber, y me senté junto al profesor y enfrente de la dama de plateados cabellos.  - Esta es Inés, alguien de quien te conté una historia en una ocasión ¿recuerdas?  ¡Como no me iba a acordar! Parecía cosa de magia ver a uno de los personajes de las historias que contaba en la realidad de la vida y no en la ficción de las historias, aunque las historias que contaba el profesor, vistas desde una perspectiva y prisma diferentes, parecían tener más de reales que de ficción, o por lo menos esa fue la sensación que sentí en ese momento cuando me senté junto a ellos.  - Hola Andoni, un placer.-  Estreché su mano, cálida y fuerte a la vez, cosa que me extrañó ante la apariencia de fragilidad y belleza que mostraba esta mujer.

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- Por cierto Andoni ¿has visto por algún lugar a Tau? Cuando desperté no estaba junto a mi jergón, como de costumbre.- Me preguntó el profesor.  - Pues no, y ahora que lo dice, me extraña que no esté merodeando por aquí.  - Seguro que anda por los campos. En ocasiones puede más su instinto de lobo que su instinto perruno. Voy a ver si lo encuentro. Hasta luego.  El profesor se despidió de nosotros y allí quedamos uno frente al otro.  - Curioso personaje y su lobo ¿verdad?- Dijo con naturalidad Inés.  - La verdad es que sí. Si no es mucho preguntar, ¿hace mucho que conoce al profesor?  - Hace ya mucho. Digamos que hubo un tiempo en que no manteníamos un contacto, pero que, felizmente, nos hemos vuelto a reencontrar como dos buenos amigos que somos.  - Bueno, los reencuentros con los viejos amigos siempre son agradables, y más si ese amigo es alguien a quien se le aprecia.  - Sí, así es. ¿Y tú? ¿Cómo se cruzó tu camino con el de este viejo gruñón.  - Pues la verdad… No sé cómo decirlo. Simplemente un día coincidimos y desde aquel día hemos sido compañeros de viajes.  - Y desde entonces algo cambió en tu interior ¿verdad? Supongo que a estas alturas tu camino ya no tiene el mismo objetivo que cuando lo recomenzastes, como tantos otros.  La miré fijamente, y por un momento sentí como se me sonrojaban las mejillas. Traté, en mis pensamientos, de no contarle la verdad, puesto que en el fondo tenía razón. Ya no caminaba con la ambición y lujo que no fuera el propio. Ahora caminaba con otro fin muy distinto. Extrañamente me sentía otra persona y hasta ese momento no había prestado atención a tal cuestión. Me costaba recordar al “viejo Andoni”, y parte del cambio se debía a la compañía de Francisco, el profesor, y su lobo Tau. Quise no con-

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tarle la verdad, pero mis actos no decían lo mismo.  - Sí, no lo puedo negar. Me pregunto cómo puedes saber eso. Nunca le conté nada sobre esto al profesor, pero me da la impresión de que él ya lo sabe. Con todos los respetos, es igual de brujo que tú. No sé como haréis eso de meteros en las mentes de los demás.  - Razón no te falta. Francisco ya sabía de ti incluso antes de encontrarte, ya que, ciertamente, te estaba esperando. En cuanto a la segunda cuestión, es solo saber leer en los corazones, comenzando por el propio. Con el tiempo lo aprenderás, aunque creo que ya estás preparado. Es sólo que todavía no eres consciente de ello.  Posó sus alegres ojos en los míos y el mundo pareció cambiar de pronto. Era imposible no perderse en la profundidad de aquellos ojos que albergaban secretos y misterios entre un mar tranquilo de paz y serenidad.  - …Entonces… ¿por qué razón me esperaba a mí, precisamente?Le pregunté intrigado y perdido en lo sereno de su mirada.  - No está bien responder a una pregunta con otra, pero, ¿qué sabes sobre la historia de San Francisco de Asís y el lobo?  Aquello me dejó un tanto confuso. Algo sabía de ella, pero no el verdadero significado de esta historia y de la representación del lobo en ella.  - Si la memoria no me falla, cuenta de cómo San Francisco hizo un trato con un lobo que atemorizaba una villa, llegando al acuerdo

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de que el lobo no causaría ningún mal a los habitantes de esa villa a cambio de que los aldeanos alimentaran cada día al lobo. A partir de ese momento el lobo se paseaba tranquilamente por la villa sin causar ningún mal y los aldeanos lo dejaban ir allá donde le placiera sin molestarlo. Me parece que es así la historia ¿no?  - Efectivamente. Tienes buena memoria. ¿Qué conclusiones sacas de esta historia?  - Pues… ¡Mira!. Ahora que lo dices… Pienso que tiene que ver con la supremacía de los hombres sobre las bestias. Es el hombre quien doma a las fieras, no éstas al hombre. Así que el lobo, por fuerza, tiene que obedecer al hombre si no quiere ser aniquilado.  Me observó, con esa particular forma de observar que tenía Inés, durante unos instantes en silencio. Sonrió.  - No vas mal encaminado, pero la fiera a la que te refieres no está fuera, en los bosques o prados. Esa fiera está en nuestro interior. El lobo es esa fiera a la que se refiere San Francisco con su historia. Esta es la fiera que tienen que domar los hombres. Cada uno la suya, y ser capaces de llegar a un pacto con ella. Es preciso dominarla y no dejar que nos devore. El hombre tampoco puede matar a esa fiera, porque fiera y hombre tienen que aprender a coexistir. Si se mata a la fiera, otra ocupará su lugar, y pudiera ser que fuera mucho más fuerte que la anterior. Si domas a la fiera, no vendrá otra a sustituirla, ni tampoco dejará que otras fieras interfieran entre el delicado equilibrio de hombre y fiera. Ese lobo que mora en nuestro interior suele ser amigo de todos

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aquellos sentimientos que, al final, solo nos llevan al desastre, la desolación y la tristeza. Codicia y ambiciones y egoístas egos azuzan al lobo para que despedace todo lo que puede hacer de bueno y justo el hombre. Envidias, injusticias… siempre por acompañantes la soledad y la tristeza, que empujan a los hombres a la desesperación y a la fiera a su más cruel regocijo. Para domar a esa fiera, ese lobo negro como los oscuros pensamientos, qué mejor arma que la Alegría, que espanta a la Soledad y a la Tristeza, apacigua codicias y ambiciones, y cogidos de la mano Alegría y Amor van. Una fiera, por fiera que sea, siempre necesitará del amor, porque hasta las fieras aman. Y eso es lo que has hecho tú. Has domado a tu fiera interna y ya no es ella quien marca el camino a seguir. Has antepuesto la compresión a la codicia y el lobo ha aprendido a escuchar y sentir la alegría, aunque en ocasiones todavía pesen el desencanto y el desengaño. Por eso te esperaba Francisco, para ayudarte a domar a la fiera. Desde el primer momento ya te lo dijo. “Este lobo es la reencarnación de San Francisco de Asís”. Tú tienes la Alegría, no la pierdas ni dejes que se vaya de tu vera para así domar a la fiera. Olvida quién fuiste y quién eres, porque pronto serás otro y tus penas y miedos marcharán lejos de ti, como si sólo hubieran sido un mal sueño.

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De pronto, un cristalino sonido de cristales al romperse me desvió la atención de lo que estaba escuchando. Instintivamente giré la cabeza y mi atención hacia donde se había producido la rotura de cristales. Frente a la nevera, que había en un rincón de la sala comedor del refugio, estaba un joven peregrino con cara de circunstancias tratando de disculparse por la jarra de cristal que contenía el agua fresca y que se hallaba rota a sus pies.  - Perdone. Me resbaló sin querer. ¡Vaya torpeza la mía! Lo siento.  - Tranquilo, no pasa nada. Espera, te ayudaré a recoger esto.  - ¡Oh!, No tiene importancia. Usted siga con lo suyo. Parecía muy concentrado.  Quedé a medio gesto entre sentado y levantado de la silla en la que estaba sentado, pero ante la presteza del muchacho en recoger los restos de la jarra rotos, decidí volver a sentarme y retomar lo que me estaba contando Inés. Lo curioso es que antes del incidente del muchacho, Inés estaba sentada frente a mí, y ahora no había nadie.  Como un estúpido quedé pasmado ante la desaparición de Inés y pensando que era una broma poco graciosa. Miré a ambos lados, incluso debajo de la mesa, y volví a reparar en el muchacho. No sé con qué cara estaría mirándolo en aquellos momentos, pero la suya bien podía ser el reflejo de la mía, ante los gestos de asombro que tenía su rostro.  - Esto… Disculpa. ¿Has visto a la señora con la que estaba hablando hace unos momentos?  - ¿Señora…?  - ¡Sí! ¡La que estaba sentada frente a mí!  - Vera usted, y con todos los respetos, pero desde que estoy aquí estaba usted… bueno…que estaba usted solo.

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Aquello parecía de locos. ¿Cómo era posible lo que estaba ocurriendo? Tenía la completa seguridad de que estaba hablando con Inés. Es más, el profesor también la vio, ¡fue él quien me la presentó!  - ¡A ver, chaval! ¿Tú estás seguro de lo que dices o es que estás de acuerdo con la señora para seguir la broma?    El muchacho me miraba en silencio, un tanto asustado por lo nervioso de mis gestos y la forma de expresarme.  - Se lo aseguro. Estaba solo.  - ¡Ya!, Entonces ¿Por qué decías que parecía muy concentrado?  - Es que estaba haciendo gestos como si en realidad estuviera hablando con alguien. Como si hablara, pero sin hablar. Parecía tan concentrado que hasta llegué a dudar si realmente estaba hablando con alguien cuando le observé, pero en la mesa no estaba nadie más sentado que usted. ¡Oiga! ¿Es usted un mimo de esos que simulan situaciones? Porque la verdad es que lo hace muy bien.  No sabía qué pensar. ¿Acaso estaba hablando con un fantasma y sólo lo sabíamos el profesor y yo? Dejándome llevar por la intuición y la improvisación decidí seguirle la corriente al muchacho.  - ¡Vaya! ¡Me has pillado! ¿Cuánto tiempo me has estado observando?

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- Unos diez minutos más o menos.  De pronto apareció por la puerta del refugio Tau. Nada más verme acudió a mi vera moviendo la cola alegremente y lanzando gruñidos de satisfacción. Instantes después apareció el profesor un tanto acalorado.  - ¡Por fin lo encontré! ¡Buf! ¿Y esa cara? Parece que hayas visto un fantasma ¡ja, ja, ja! ¡Anda!, Prepara tus cosas que partimos. Voy a por las mías y vuelvo. Vigila mientras tanto a este truhán, que no veas lo que me ha costado encontrarle, aunque a veces creo que es él quien nos encuentra.  Me despedí del muchacho y con Tau pegado a los talones me encaminé a recoger mis cosas para partir.  - ¡Oye Tau! ¿Tú crees en los fantasmas? – Le pregunté a Tau como si de una persona se tratara. A la pregunta, Tau lanzo dos ladridos rápidos.  - ¿Eso quiere decir un sí?-  - ¡Guau! ¡Guau!.- Dos ladridos más.  - ¿Y desde cuándo los perros creen en los fantasmas?-  A la pregunta Tau respondió con un gruñido largo y pausado.  - ¡Pero bueno! ¿Qué es lo que hago yo hablando con un perro? ¡Ni que me entendiera!  -¡Guau! ¡Guau!  .

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El Pacto de

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n el lejano horizonte se recortaba la siluetas de la ciudad de Arbhis. Estaba amaneciendo. Por fin había llegado a su destino, aunque sabía que este sólo era el primer paso para volver a emprender camino hacia sabía Dios dónde. Todavía se estaba preguntando cómo era posible que el Maestro de Alquimia le hubiera escogido a él precisamente, cuando algunos de sus compañeros de estudios estaban más cualificados para semejante misión. Por más vueltas que le daba a la cuestión, no llegaba a entender

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con certeza la verdadera razón. La cuestión era que, fuera como fuera, y fuera la razón que fuera, allí estaba, llegando a las puertas de la ciudad de Arbhis, y no le quedaba otro remedio más que buscar el contacto que le había indicado el Maestro de Alquimia.

S

us pensamientos evocaron el día en que le asignaron esta misión, sonriéndose por su mala fortuna al resultar el elegido. ¡Y pensar que en esos precisos momentos podía estar en su pueblo tomándose un buen


Los Alquimistas Por M.Méndez.

desayuno! Por otra parte pensaba que, de todas formas, un tiempo alejado del tirano de su padrastro, no le vendría mal. Lo sentía por su madre, pero no temía que le fuera a pasar nada. En sus tiempos de juventud había sido una de las guardianas del templo, y había recibido un entrenamiento exhaustivo en cuanto a técnicas de defensa y ataque cuerpo a cuerpo o armada con diversas armas. Su padrastro no le duraría ni cinco minutos en el caso de que se atreviera a ponerle la mano encima. De hecho, parte de los conocimientos

que poseía su madre en cuanto a la lucha se los había transmitido con amorosas pero duras lecciones. En ocasiones, muy duras: - Hijo, ten presente siempre que estos conocimientos que estás recibiendo son para que te puedas defender tú y defender a aquellos que son más débiles, siempre y cuando sean merecedores de ello, y no para convertirte en un vulgar matón de taberna. Recordaba aquellas palabras como si las estuviera escuchando en ese preciso momento, nítidas y claras en su mente.

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L

a educación de su madre se encargó de que eso no ocurriera, pero el carácter y las malas intenciones de su padrastro, en muchas ocasiones, lo ponían a prueba. Volvió a evocar el día que le asignaron la misión y sus recuerdos lo llevaron hasta aquel día en la escuela: - ¡Bien, muchachos! Uno de ustedes va a tener el honor de partir hacia una misión tan importante que, si la culmina con éxito, obtendrá el grado de aprendiz. En seguida, en el aula, los jóvenes comenzaron a murmurar entre ellos, ante el anuncio del Maestro de Alquimia, intentando adivinar sobre quien recaería tal honor. Pero todos sabían que de entre todos, el candidato estaba entre tres jóvenes que, en cierta manera, destacaban sobre los demás. Uno era el mimado hijo del duque, ya que su padre ejercía su influencia para el provecho de su hijo, lo mereciera este o no. El segundo eran un joven que poseía una gran inteligencia y destreza, y al que el Maestro de Alquimia le tenía cierto cariño y predilección. El tercero era el hijo del Comisario de la villa, un joven vanidoso y grosero, pero que era muy hábil con el manejo de las armas en la lucha. Algunos soñaban con que, por casualidad, fueran ellos los elegidos e incluso se atrevían tímidamente a apostar por ellos mismos. Otros ya sabían de antemano que no serian elegidos ni de broma. Entre estos se contaba él mismo. Pero los que verdaderamente se pavoneaban ante los

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demás eran los tres favoritos, que discutían quien sería el elegido.

E

l Maestro, que los observaba en silencio y dejaba que manifestasen sus opiniones, los llamó al orden para que se sentaran en sus respectivos pupitres y guardasen silencio. - Como todos sabéis el grado de aprendiz os da el honor de estudiar en cátedras superiores y, por lo tanto, acceder a conocimientos más elevados. Pero para cumplir esta misión y obtener el grado, se necesitan ciertas virtudes. Entre otras, la nobleza… - dijo, mientras fijaba su vista en el mimado hijo del Duque, haciendo que este se relamiera presumidamente ante sus compañeros.- … La inteligencia, sabiduría y destreza para aco-


meter los contratiempos y dificultades que puedan surgir durante la misión… - continuó explicando, fijándose ahora en el joven por el cual tenía cierta predilección. - … También la valentía y el arrojo serán necesarios, aunque con ellos estará presente la prudencia… - y al decir esto fijó su atención en el hijo del Comisario.-… Es preciso la combinación de estas virtudes en perfecto equilibrio emocional. Es necesario un control sobre ellas y uno mismo. Esta es la clave para llevar a buen puerto aquello que nos propongamos.

N

o dijo nada más, tan solo observó a sus alumnos, que lo miraban expectantes y en silencio, esperando a que continuara con su narración.

Todos estaban deseosos de saber a quien le iba a corresponder el honor de realizar la misión, y así tener el derecho de conseguir el grado de aprendiz , si se llevaba a buen puerto la misión que se le encomendada. Todos estaban pendientes, y deseosos de que se fijara en uno de ellos. Curiosamente, cuando parecía que se disponía a designar al afortunado de entre todos ellos , se fijo en él.  Esta historia continua en:

www.alberguesanfrancisco. es/la_alianza_el_juego.html

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Santiago Una de las consignas de la fes-

tividad de Santiago Apóstol (25 de Julio) y que es nota dominante de ella son los fuegos artificiales. Como cada año estos fuegos son la guinda del pastel. Pero, quizás por eso de la crisis, en esta ocasión pasaron a un claro segundo plano. Los organizadores le dieron más importancia al espectáculo de luces montado en la fachada de la catedral de Compostela. Todo un artificio de creación, música y luces que transformaron la fachada del Obradoiro en un lienzo de imágenes en 3D para satisfacción de quienes presenciaron el evento. Fue un alarde de imaginación y creatividad y un ejemplo de cómo una catedral puede convertirse en pura fantasía. Música e imágenes, combinadas con grandes dosis de imaginación, arrancaron de los presentes ovaciones y exclamaciones de sorpresa ante lo que los adelantos de hoy, Por M. Méndez.

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pueden llegar a realizar en los ámbitos de la iluminación y el sonido. Después de todo, y a pesar de la crisis que venimos sufriendo, el espectáculo fue digno de verse.


Ap贸stol

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Por M.Méndez

Surf en la azotea. Estupendo especial del programa de radio El Sótano, donde su presentador Diego R.J, nos propone una propuesta musical de lo más interesante. En este especial Sótano, que lo titulan surf en la azotea, se te ofrece la posibilidad de descargarte el post del programa y de una portada y contraportada, con toda la información musical de las canciones que seleccionan para el programa. De este modo puedes montarte tu propio disco y escucharlo tantas veces como quieras y donde quieras. Una estupenda elección para pasar un rato relajado.

Esta es la dirección del Blog del programa, donde podrás descargarte las carátulas para montarte tu propio disco.

http://blog.rtve.es/elsotano/

www.rtve.es/alacarta/audios/el-sotano/sotano-surf-azotea-28-07-11/1163303/

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http://www.youtube.com/watch?v=VcUnW7svpYQ&feature=related http://www.youtube.com/watch?v=-KJG0dUh6EM http://www.youtube.com/watch?v=eo8fFduopN0&feature=related

¡Danzad, benditos!

Vimeo.com

Si en casa sois forofos de los bailes y las canciones, con estas chicas virtuales lo pasaréis en grande. En el recuadro de la parte superior, tenéis tres direcciones Web de youtube, que, creo sinceramente, son toda una delicia, sobre estos curiosos personajes virtuales.

Página de cortos con los que podrás disfrutar de obras verdaderamente creativas y originales, como el corto de este oso y reno, que nos hace meditar y reflexionar sobre ciertas situaciones, con un toque de humor y originalidad.

http://vimeo.com/staffpicks#27299211

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Sugerencias y recomendaciones literarias

Fundación Libélula Yashmina nace en la ciudad de Vigo de madre gallega y padre kurdo. Cursó parte de la educación secundaria en Bagdad, licenciándose en 1992 en la Universidad de Compostela en Derecho y al año siguiente en Historia Contemporánea. Conferenciante muy buena, y periodista especializada en temas de Oriente Medio, colabora habitualmente en las revistas “Festa da palabra silenciada” y “Babab”.

Yashmina Shawki, es autora de “Fundación Libélula” editada por “Xerais” en 2011, publicada en gallego al igual que “Contos ao carón da lareira”, y en castellano “Kurdos, destino libertad”.

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Fundación Libélula transcurre en Vigo y cuenta la historia de cuatro mujeres. Una de ellas, el nexo de unión, es una abogada, María Xosé, una mujer decidida, valiente y capaz de enfrentarse a casi todo, aunque a lo largo de la historia veremos cómo hay cosas contra las que no se puede luchar muchas veces. Una de las cosas que más le preocupan y contra la que está dispuesta a luchar con todos los medios posibles es la violencia de género en todas sus manifestaciones. Esta lacra social será la que la impulse a


crear esa “Fundación Libélula” que da título a la novela. En torno a ella y a su vida aparecerán tres casos de mujeres en situaciones precarias y cada una con una historia distinta, pero todas ellas duras, tristes y complicadas. Ella será la que intente ayudarlas para salir, al igual que hizo antes con otras, de esas vidas que las oprimen y que pueden acabar con ellas. Una de estas mujeres es Gladys, inmigrante ilegal engañada y prostituida en un club, sin documentación, sumergida en un mundo de explotación sexual y violencia. Otra es Helena, una joven que tiene que hacerse cargo de sus hermanos, ya que su madre es una mujer violenta, drogadicta y alcohólica. Helena estudia y trabaja a escondidas de su madre para conseguir escapar de esta situación, tanto ella como sus hermanos. Y está Laura, casada, con hijos, con un marido que no hace nada. Además tiene que vivir con su cuñado y con una suegra que la martiriza, aunque ella sea casi el sostén de la familia. Estas mujeres entrarán, en cierto momento, en contacto con María Xosé, que recurrirá a todo para echarles una mano. Son tres historias que la llevarán a remover cielo y tierra para ayudarlas a salir de la vida en la que están y también a crear la “Fundación Libélula”, que tendrá como objetivo ayudar a mujeres en situaciones precarias sean del tipo que sean. Las ayuda a escapar de esas vidas que llevan y tener otras mucho más dignas y salvadoras.

Creo que Yashmina quiso que el lector también pusiese algo de su parte y que imagine, que piense y reflexione sobre la vida de esas mujeres que representan a muchas otras reales, que llevan vidas iguales o peores en todos los rincones del mundo, también a nuestro lado, en los mismos edificios en los que nosotros vivimos. Yo recomiendo esta novela de una autora posiblemente poco conocida que intenta hacerse un hueco en el mundo literario en gallego y castellano.

Por Alfredo Matarín.

Yashmina Shawki

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San Francisco de Asís Capitulo final

Dibujos y Guión: M.Méndez.

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Francisco logró en vida lo que muy pocos habían conseguido: vivir el Evangelio según Jesús. En obediencia a él vivió hasta que le llegó la hora de reunirse con Dios. Su vida no fue muy larga, tan solo cumplió 43 años. Pero a buen seguro que los vivió intensamente, desde su nacimiento hasta su muerte. Su vida, plagada de anécdotas y viajes, fue un ejemplo a seguir, y la orden que había puesto en marcha con Bernardo y el resto de compañeros, creció como la espuma. En 1215 ya estaban repartidos por toda Italia, por el sur de Francia y España. Entre otros lugares en Santiago de Compostela. Entre las muchas anécdotas que se cuentan de san Francisco está la de cómo llegó a amansar, y llegar a un trato, con un lobo que atemorizaba a los habitantes de la ciudad de Gubbio, cercana a su natal Asís. Francisco le propuso al lobo que dejase de atemorizar al pueblo. A cambio, los vecinos cuidarían de él ofreciéndole alimentos. Dicho y hecho: el lobo entraba y salía de las casas, e iba por donde le placía sin causar ningún mal y los vecinos lo alimentaban, cuidaban y le dejaban ir allá donde le placiera sin molestarle. Francisco había logrado domesticar a la bestia y convertirla en “hermano lobo”. El lobo está dentro de ti, ¿No lo oyes aullar? No temas, tú también puedes domesticarlo a fuerza de amor. En otra ocasión Francisco estaba sentado junto a la hoguera, contemplando la belleza de la caprichosa danza de las llamas. Estaba tan absorto que no se dio cuenta de que se le estaba prendiendo el hábito. Tuvieron que venir sus compañeros a apagarlo a toda prisa antes de que se abrasara vivo. Para él era su hermano, era el “hermano fuego”.        En los tiempos de Pascua untaba las paredes con caldos deseándole Feliz Navidad a todos. Incluso fue el percusor de lo que hoy en día se conoce como los belenes vivientes. Era el año 1223 cuando Francisco dijo la misa de la Noche Buena con la representación viviente del nacimiento de Jesús de Nazaret. Dispuso que la fraternidad se conociera como la orden de los hermanos menores, porque eran los últimos de todos, aunque no todos estuvieran de acuerdo. Frecuentemente recibía invitaciones de los grandes para que comiera en sus mesas, pero Francisco siempre llevaba a sus mesas sus propios mendrugos de pan, que solía recoger antes de la comida por las casas de alrededor. Aunque sus compañeros de orden le pedían cosas sencillas, él se las negaba, porque decía que una cosa traía a la otra y se acababa queriendo obtener riquezas y dejarse aconsejar por la codicia y las vanidades. Los últimos años de su vida, algunos hermanos ya protestaban abiertamente por la dureza de la regla y decidieron recurrir al cardenal protector de la orden. Como vio que no todos estaban dispuestos a ir hasta el fondo, renunció a su prelatura y se nombró a otro superior.

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A Francisco lo consumieron la pobreza, los viajes, los caminos y las mortificaciones, que lo convirtieron en poco más que un saco de piel y huesos. De entre sus muchos viajes, destaca el que hizo a Tierra Santa para convertir a los musulmanes, no a combatirlos, o sea, a anunciarles su amor por Jesús y el Evangelio. A los 6 años de su conversión, Francisco embarcó rumbo a Siria, pero fracasó en el intento, debido a los controladores y a una tormenta que arrojó la nave en la que iba embarcado a Dalmacia. De allí nuevamente a Italia. Dos años después realizó un nuevo intento. Esta vez a través de España, pero una grave enfermedad le hizo volverse cuando ya había llegado a España. En 1210, el 24 de junio, embarca rumbo a Egipto con los componentes del ejército de las cruzadas. La predicación del evangelio comienza por los propios cruzados. Siendo testigo de la derrota de los cruzados en Damieta, sin embargo decidió ir solo a entrevistarse con el sultán Melek el Kame. El sultán escucha sus palabras, que hacen mella en su corazón. En 1224 el fin estaba próximo. Francisco se retiró al monte Alvernia, en los Apeninos. En la cima de ese monte fue el abrazo definitivo de Francisco y su amigo Jesús. De aquel abrazo quedaron impresas para el resto de su vida las señales de los clavos y la llaga del costado. Descendió del monte el 30 de septiembre enfermo y casi ciego. 1225 fue una constante peregrinación de médico en médico, por orden de fray Elías , nuevo superior de los franciscanos.  Y en 1226 llega al final de su camino y de la búsqueda del absoluto, que comenzara veinte años atrás entre las ruinas de una iglesia. Sabe de su fin, y pide que lo lleven a la “Porciúncula”. En los primeros días de octubre Francisco pide que lo pongan desnudo sobre la tierra, mientras que con su mano izquierda tapa la llaga del costado. El sábado, 3 de octubre de 1226, a última hora de la tarde, Francisco realiza el último viaje, del que no se regresa. Las gentes del pueblo acompañaron su cadáver hasta Asís, y al pasar por San Damián se detuvieron frente a la clausura de sus hermanas. Allí, Clara y sus compañeras le despiden por última vez. Pasados dos años de su muerte, Francisco de Asís, amigo de Dios, recibe el reconocimiento de las gentes sencillas y el de la Iglesia.                        Y esto es todo sobre la vida de San Francisco. Un ejemplo a seguir, aunque muy pocos se atreven siquiera a pensarlo y menos todavía a ponerlo en práctica, porque, desgraciadamente, hoy en día, se predica más con la palabra que con el ejemplo.

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Reflexiones sobre

La Vida es Bella

La Ciencia

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anta Teresa de Jesús era una mujer férrea y andariega, que lo mismo emprendía la marcha por los caminos para forjar nuevas fundaciones que navegaba sobre el mar de su propio corazón. De ella es el famoso poema que, poco más o menos, reza así: “nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta” . Sabía la santa de Ávila que la verdadera paz radica en el corazón y en la confianza, en dejarse estar en brazos de Dios, aunque a veces nos resulte como caminar al filo de un abismo.

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la vida diaria para quien quiera leer

de La Paz

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a paciencia todo lo alcanza”. Qué extraño suena esto en los tiempos que corren, que de tanto correr se llega a seguir auténtico vértigo. Y son muchas las personas que no resisten el ritmo tan acelerado de nuestras vidas. Y lo peor es que llega un momento en el que vivimos, sentimos y pensamos aceleradamente, sin reflexionar, sin pausa.

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e ahí que la paciencia, o sea, “la ciencia de paz”, se nos ofrezca como pedagogía y terapia de relax. La paciencia nos puede hacer comprender que la vida es más sencilla de lo que nos creemos, que lo esencial de la

vida no es lo que tengamos o deseemos tener sino quienes somos.

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a felicidad tiene más que ver con el corazón que con nuestras ansias de ser más, de poder, de apariencia. Te animo a que recobres la ciencia de la paz, porque puede ayudarte a ser más feliz, o al menos a vivir con mayor pausa disfrutando más de la vida. Francisco Castro Miramontes. Franciscano

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ESCAP D

Pico Sacro

ominando el Valle del Ulla, se encuentra el legendario Pico Sacro, fuente de numerosas leyendas y cuentos populares. Según la leyenda recogida en el Códice Calixtino, que relata la llegada del cuerpo del apóstol a Galicia, allí vivía la Reina Lupa, personaje mítico, aliada de los romanos. Los discípulos del apóstol, que llevaban su cuerpo para ser enterrado, le pidieron un carro, bueyes, y un lugar para darle sepultura. La reina los mandó al Pico Sacro, para que el “dragón y los toros bravos” que allí habitaban, acabaran con ellos. Cuando estaban a punto de sucumbir, los apóstoles se arrodillaron y empezaron a rezar, consiguiendo matar al dragón y hacer mansos a los toros. Ante semejante visión, la Reina Lupa aceptó como religión el cristianismo y les ofreció como lugar de enterramiento “el campo de las estrellas” donde nueve siglos después seria “recuperado” el cuerpo

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del apóstol Santiago. En el contexto “histórico” la importancia del Pico Sacro en la tradición jacobea está, en que después de que Herodes dio muerte a Santiago Apóstol en Jerusalén, sus discípulos se hicieron con los restos del cuerpo descuartizado y la cabeza trasladándolo por vía marítima y fluvial hasta Iria Flavia (Padrón). Desde allí, sus discípulos buscaron un buen lugar donde dar sepultura al Cuerpo Santo y necesariamente tuvieron que pasar por tierras de una poderosa mujer, que ha pasado a la historia con el nombre de Reina Lupa.

Vista panorámica desde Pico Sacro


PADAS L

a cima del pico está dividida en dos. Según otra leyenda, fue un titán quien la hizo con un golpe de su espada. Cruzando por ese paso, al otro lado se llega a una de las cuevas que se encuentran en la montaña, a la otra cueva se accede cerca de la capilla de S. Sebastian, del s. XII. En su cumbre había un torreón medieval que fue destruido en la revuelta de los Irmandiños. De él aún se pueden ver algunos restos, como unas escaleras talladas en la roca o la pared del foso. Como todo lo que rodea al Pico Sacro, tienen también sus leyendas: que si escondían un tesoro fabuloso; que si daban al río Ulla, que si los seguidores de Prisciliano refugiados en él tiraban

truchas a los enemigos que los tenían cercados en espera que el hambre les hiciera entregarse... El origen no está claro. Hay quien dice que las hicieron los romanos para buscar oro, o quien afirma que son formaciones naturales, que en una de ellas encerraron a una bruja que después tapiaron... El Pico Sacro está situado a 14 Km. de Santiago. El acceso se realiza a través de la N-525, que une Compostela con Ourense.  En Lestedo,  encontramos   un   desvío señalizado que da acceso al Pico a través de una carretera asfaltada que lleva hasta la cima.

Por Alfredo Matarín

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El Rincón No hay ninguna estrella que ilumine este mundo de noche, porque ahora iluminan por el día a través de tus hermosos ojos. Escucha atenta cada ola de mar, cada vez que con tan bella melodía acaban de romper al chocar con la arena de la playa. Solo siento silencio cuando tú dejas de desprender palabras de tan perfecto sonido que provocan tus labios. Si no hay luz en ti, si no hay paz en ti, si no hay humildad en ti, entonces para que quiero seguir siendo tu ángel de la guarda.

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del Poeta ¿Qué aroma desprenden tus palabras? ¿Qué sentido le das a la vida con tu mirar? ¿Qué sentido tiene cada vez que abres los ojos? ¿Qué sentido tiene el aire que respiras al hablar? ¿Qué sentido es el camino cuando tus pies se echan a andar? Solo hay un sentido, y es cuando tú, conmigo estás.

Poesías Anónimas

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Por Santiago García Se encuentran un inglés, un alemán y un español en un bar para tomar unas copas juntos. De repente el inglés les dice a los otros dos:  -Oye, ese que está ahí enfrente es igualito que Jesucristo.  -Bah!, Que va a ser Jesucristo.  -Que sí, que sí. Pero si es igualito. La barba, la túnica... ¡Ese de ahí es Jesucristo , seguro!     -¡Que no hombre, que no!  Se levanta el inglés, se dirige hacia el hombre de la mesa de enfrente y le pregunta:     -Tú eres Jesucristo, ¿verdad?  -¿Yo? ... Yo que voy a ser Jesucristo. ¡Pues claro que no!  -Que sí tío, que tú eres Jesucristo.  -¡Que no lo soy, pero habla más bajo hombre!  -¡Que sí, que yo sé que tú eres Jesucristo!  Y tanto le insiste que ya el hombre le susurra al inglés: Mira, efectivamente soy Jesucristo, pero por favor habla bajito y no se lo digas a nadie porque me vas a formar un escándalo impresionante en el bar. Como los demás se enteren verás. Y el inglés loco de alegría le dice:  -Tengo una lesión en la rodilla que me  hice  de  pequeño haciendo deporte. Por favor, cúrame                                                                                                        -No mira, milagros no. Que luego vas, se lo cuentas  a tus amigos y me tiro toda la tarde haciendo milagros.                                                                                                                                       -Por favor, por favor. Cúrame, venga cúrame. Por favor.  -¡Que no!

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El inglés le insiste tanto que finalmente Jesucristo le  pone la mano sobre la rodilla y le cura. Y dice el inglés : -¡Muchas gracias! Te estaré siempre agradecido. Gracias de verdad. -Bueno, vale. No grites y vete. Pero eso si, no se lo cuentes a nadie. Y el inglés se va a su mesa y, claro, se lo cuenta todo al alemán y al español. Se levanta el alemán y va corriendo hasta la mesa de Jesucristo y le dice: -Oye, que me ha dicho mi amigo que tú eres Jesucristo.  -¡SHHHHHH! No grites y vete que yo no soy Jesucristo.  Y le insiste tanto que al final lo reconoce y le dice:  -Mira, pues sí, soy Jesucristo, pero cállate y no grites porque la gente del bar ya se está empezando a mosquear y me voy a tener que marchar de aquí. Y el alemán le dice:  -Tengo un ojo de cristal. Por favor cúrame.  -Mira, más milagros no, porque tu compañero te lo ha contado a ti y tú se lo vas a contar a todo el mundo. Que no, de verdad que no se lo contaré a nadie.  Y le insiste tanto que finalmente Jesucristo le pone la mano en el ojo y se lo cura. -¡Gracias, muchas gracias, de verdad!  Y el alemán se va a su mesa y se lo cuenta a sus amigos.  Entonces Jesucristo empieza a pensar que en breves instantes aparecerá por allí el español queriendo, como todos, que le cure ésta o aquella cosa. Pero el tiempo pasa y el español no viene, y no viene, y no viene. Y entonces Jesucristo, ya mosqueado y picado por la curiosidad, se levanta y se va hacia la mesa donde están los tres y poniéndole la mano en el hombro al español le pregunta: -Oye, ¿tú por qué no...?  Y el español salta de la silla y apartándose violentamente le dice: ¡Eeeeh, tú! ¡Sin tocar, que estoy de baja!

Bodas de Cana: A la mañana siguiente, San José con una resaca tremenda: - “Tengo la boca como el esparto” La Virgen María: - “Cariño, ¿quieres un vaso de agua?” San José: - “Vale, pero cuida que no lo toque el niño”

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A Pie de Obra Por Antonio Gutiérrez

Saludos nuevamente desde esta pequeña reflexión de la revista que titulamos “A Pie de Obra”. Desde este rincón en particular, las reflexiones son algo que se tiene en cuenta, y, en ocasiones, no son necesarias muchas palabras para expresar aquello que sentimos. Dicen que la belleza está en la sencillez de las cosas. Que no tienen por qué ser complicadas, más de lo que las complicamos nosotros mismos, y, por eso, nuestras reflexiones tratan de ser sencillas, pero con un gran contenido para aquellos que gusten de reflexionar lo que leen o escuchan.

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Junta Directiva: Presidente Fr. José Antonio Castiñeiros Chouza. Vicepresidente: Fr. Francisco J. Castro Miramontes. Director y Secretario: Fr. Francisco Javier A. Honrubia Bonín. Vocales: Fr. Joaquín Pulleiro Oro. Fr. Francisco Amigo Valle. Fr. Miguel de la Mata Merayo. Redactores y diseñadores: Santiago García Blanco. Mª Victoria Martínez Penela. Manuel Muñoz Méndez. Antonio Gutiérrez. Alfredo Matarín. Imprime: GRAFINOVA, S.A Dep. Legal: C 3009-2010

“El mundo existe en nosotros; nosotros no existimos en el mundo. Éste es un concepto difícil, y puedes pasar la vida tratando de comprenderlo intelectualmente” Fuente de información:

http://www.reflexionesvividas.com/universo-vivo/

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Próximo

Además de nuestras El Rincón Pentatónico La teclas negras del piano.

Monólogos y diálogos sobre los temas más dispares desde una perspectiva y prisma de opinión un tanto diferente.

Casos y Cosas. En la vida ocurren y nos ocurren muchas cosas y casos, nadie esta

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exento de ello. Ni los artistas con más renombre. Casos y cosas cuentan aquellas cosas y casos, algunos increíbles y/o anecdóticos, de ciertos artistas con renombre artístico de la historia musical.


Número

habituales secciones Casas Con Encanto ¿Es posible convertir una iglesia en una vivienda de lo más cosmopolita? En el próximo número se comprobará que con ingenio y buen gusto todo es posible. Como dice el refrán: “Cada uno en su casa y Dios en la de todos”.

Abanicos Un abanico. Por regla general tenemos por entendido que es un objeto para ventearse en los días calurosos. Pero detrás de este sutil objeto femenino se esconde todo un mundo de señas y lenguajes que pueden comunicar un sin fin de sentimientos y peticiones en un lenguaje mudo y de gestos.

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