Síntesis de Medellín en la Cabeza - Año 2018

MEDELLÍN EN LA CABEZA SÍNTESIS

2015 - 2018

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Medellín en la Cabeza Síntesis 2015 - 2018

Edición 1, 2018 ISBN: 978-958-5448-29-2

Esta publicación es producto del contrato No. 4600074433, proyecto Medellín en la Cabeza, durante el Plan de Desarrollo 2016 - 2019.

© Municipio de Medellín Calle 44 No. 52 - 165 Medellín, Colombia www.medellin.gov.co

Federico Gutiérrez Zuluaga Alcalde de Medellín Alejandro De Bedout Arango Secretario de la Juventud Luz Marina Cruz Henao Coordinación Técnica Medellín en la Cabeza Gloria Cecilia Londoño Colorado Supervisión Secretaría de la Juventud María Andrea Kronfly Velásquez Coordinación editorial

Impreso en Pregón Medellín, noviembre de 2018 Esta es una publicación oficial del Municipio de Medellín. Cumple con lo dispuesto en el Artículo 10 de la Ley 1474 de 2011 Estatuto Anticorrupción, que expresa la prohibición de la divulgación de programas y políticas oficiales para la promoción de servidores públicos o candidatos.

Sergio González Álvarez Juan David Duque Quintero Fotografías

Queda prohibida la reproducción total o fragmentaria de su contenido sin autorización escrita de la Secretaría General del Municipio de Medellín. Así mismo, se encuentra prohibida la utilización de las características de una publicación que puedan crear confusión.

El Municipio de Medellín dispone de marcas registradas, algunas de estas citadas en la presente publicación, las cuales cuentan con la debida protección legal.

Carolina Salazar Londoño Diseño y diagramación

Toda publicación con sello Alcaldía de Medellín es de distribución gratuita.

Juan Camilo Cardona Osorio Investigación y redacción Tatiana Mejía Peláez Ilustración

Mónica Palacios Chamat Corrección de estilo

ÍNDICE

Página

1

MEDELLÍN EN LA CABEZA

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UNA APUESTA

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MUY NECESARIA

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CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

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BIEN CAMINADA

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CON UN PLAN PARA CUMPLIR EL PLAN

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8

Y EN LA CALLE

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...A MANERA DE CONCLUSIÓN

6

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MEDELLÍN EN LA CABEZA

ste documento que tienes en tus manos es, en cada una de sus páginas, un intento por resolver la pregunta ¿Qué es Medellín en la Cabeza? Nos tomamos varios capítulos para hacerlo, pues no queremos dar una respuesta única, que se quedaría corta si no tiene en cuenta la multiplicidad de voces y de acciones que componen esta iniciativa.

Encontrarás entonces aquí la voz de la institucionalidad, de los profesionales que conforman el equipo de trabajo de Medellín en la Cabeza y, por supuesto, de los jóvenes que han salido con nosotros a comprobar que callejear educa.

Hablaremos del sentido público y político de Medellín en la Cabeza;

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E

… A MANERA DE INTRODUCCIÓN

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...A manera de introducción

Te invitamos a encontrar tus propias respuestas, a compartirlas con otros, a llenarte de motivos para vivir la ciudad.

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Por último, te mostraremos cuáles son las nueve rutas temáticas en las que basamos nuestra metodología básica, los recorridos de ciudad, y cómo estas son también una forma de articularnos al Plan Estratégico de Juventud de Medellín que marca los lineamientos para trabajar por los jóvenes y el cumplimiento de todos sus derechos.

Te invitamos pues a leer este documento en el orden que quieras, a subrayarlo, releerlo, hacerle preguntas...

Te invitamos pues a leer este documento en el orden que quieras, a subrayarlo, releerlo, hacerle preguntas...

A recorrerlo como quien camina la ciudad en busca de nuevos aprendizajes, a pasar cuantas veces quieras por la misma página, como quien visita varias veces la misma esquina y encuentra siempre algo nuevo que antes no había visto. En fin, te invitamos a encontrar tus propias respuestas, a compartirlas con otros, a llenarte de motivos para vivir la ciudad y seguir construyendo con nosotros esta Medellín que llevamos en la cabeza y en el corazón.

… A MANERA DE INTRODUCCIÓN

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de las iniciativas previas que nos han inspirado para tener hoy este proyecto que tenemos; de la pedagogía que es, nada más ni nada menos, que nuestra esencia; y de la comunicación como eje transversal que toca cada una de nuestras acciones.

La calle, nuestra gran apuesta

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UNA APUESTA

Las seguimos aplicando como si nuestras sociedades no hubiesen cambiado y como si los jóvenes siguieran siendo los mismos de hace unos cuantos años. Hoy las políticas públicas de juventud tienen el reto de ser innovadoras y creativas, avanzar al ritmo de los cambios constantes de las nuevas generaciones.

Por eso, desde su creación en el 2014, la Secretaría de la Juventud ha pensado en estos retos poniendo en el centro de las intervenciones a los sujetos y no a los sectores, llámense salud, educación o seguridad, para poner unos ejemplos.

Así nace el proyecto Medellín en la Cabeza, como una apuesta de ciudad

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uchos de los retos que enfrenta la población joven en el mundo siguen siendo pensados de manera sectorial y con fórmulas que ya se han aplicado en décadas pasadas y que no han dado respuestas suficientes a los problemas.

UNA APUESTA

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M

Hay en el fondo un asunto de proyectos de vida y de sueños que no vuelan alto y por eso nace esta apuesta que hace de Medellín una ciudad educadora, para ampliar horizontes y permitir que los jóvenes conozcan la ciudad y luego la transformen.

No nos cansaremos de repetir que un joven que conoce su territorio adquiere herramientas para transformar su

Ruta: Somos educación, arte y cultura - Comuna 2, Santa Cruz

realidad y la de su contexto. El reto, entonces, que tenemos como sociedad es salir a callejear, ampliar sus universos de posibilidades para la toma de decisiones, promover nuevas formas para su relacionamiento con el entorno, con otros espacios y personas.

Es importante destacar que reconocemos la calle como centro político de nuestra sociedad, como espacio educador. Caminarla es un acto de rebeldía en una ciudad donde nos enseñaron que era un lugar para el miedo y donde los jóvenes eran y estaban en peligro. Que ahora la habitemos y

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Gran parte de los jóvenes de Medellín se mueven 2,5 kilómetros a la redonda de sus casas. Van de allí a sus lugares de estudio o trabajo y viceversa. Sus referentes de vida se limitan a esas cuadras y por eso muchas veces asuntos como el embarazo adolescente o la participación en grupos armados ilegales no son una consecuencia exclusiva de falta de campañas de prevención o ausencia de oportunidades, sino de mundos que se limitan a unas cuantas calles.

UNA APUESTA

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que busca que los jóvenes de Medellín amplíen sus mentes y la posibilidad de desarrollar sus proyectos de vida, apostándole a la educación, la cultura, la seguridad y la salud mental de manera transversal.

De igual manera, es necesario que rescatemos la vida de barrio, la de nuestros corregimientos, su gastronomía y sus valores, como la cordialidad y la solidaridad. Nada más apreciable hoy en tiempos de internet que el contacto con la gente, poder mirarla a los ojos, abrazarla.

El conocimiento ha pasado por cada uno de los sentidos de los jóvenes que ha callejeado con nosotros. Hemos hecho de la educación una experiencia, donde no siempre hay respuestas y donde se permite que los jóvenes conversen, hagan preguntas.

Finalmente, desde la Secretaría de la Juventud le hemos apostado al ser, a trabajar en nuestros proyectos desde la trascendencia o la dimensión profunda de nuestros jóvenes, que les permita expandir sus territorios y entablar mejores relaciones con su contexto.

Alejandro De Bedout Secretario de la Juventud Alcaldía de Medellín

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Necesitamos caminar nuestra ciudad sin prisa, identificar esos lugares y personas que conservan nuestra historia, detenernos y contemplar la vida en cada esquina. Descubrir nuevos olores, sabores, nuevas personas, expandir nuestras mentes a otros universos que estaban ahí, pero que en el día a día se nos convierten en paisaje.

Sí, en tiempos de tanta conexión tecnológica nuestros jóvenes se sienten solos y desparchados, por eso, invitarlos a callejear se ha convertido en un escenario divertido que los vuelve a conectar con el mundo. Eso es lo que les hemos enseñado a los jóvenes en este proyecto, que se puede aprender de manera entretenida.

UNA APUESTA

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recorramos es una apuesta pública por la juventud y la democracia. Es afirmar que los jóvenes no son un peligro, que son ellos los protagonistas de nuestro presente y quienes nos enseñan a habitar la ciudad de maneras diferentes y creativas. Es decir, le estamos dando un nuevo relato y un nuevo papel a la juventud de Medellín, que transforma los imaginarios hacia los hombres y mujeres que transitan por esta edad.

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MUY NECESARIA

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sumir la calle como un aula y la ciudad como la escuela más grande que un habitante pueda encontrar no es un proceso innovador de las últimas administraciones, es un ejercicio permanente y constante de muchos colectivos y docentes que hace varias décadas comprendieron que la ciudad es el mejor espacio de formación, y llevaron a sus grupos a conocer de manera directa y sobre el territorio las diferentes problemáticas y procesos que tienen las comunidades.

MUY NECESARIA

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A

Ruta: Equipamientos públicos para la ciudadanía UVA de La Armonía, comuna 3 Manrique

En 1972, Edgar Faure y otros, en su texto Aprender a ser, escrito para la UNESCO, plantean como principio que: “… todo individuo debe tener la posibilidad de aprender durante toda su

Para finales de los años noventa varias ciudades colombianas habían adoptado los principios propuestos por la UNESCO. En Medellín este proceso

La educación debe ampliarse hasta alcanzar las dimensiones de un verdadero movimiento popular.

es liderado por varias instituciones y organizaciones que asumen la ciudad como un contenedor de conocimientos diversos, un lugar para hacerle preguntas, con espacios, contextos y tiempos que tiene mucho que aportar a quien quiera realmente aprender de ella.

Llegar hasta este punto no ha sido tarea sencilla, muchos otros abrieron el camino, aunque por múltiples circunstancias no han tenido continuidad, pero bien vale la pena referir ejercicios como: Conoce tu ciudad, Una aventura por mi ciudad, El laboratorio de estudios geográficos y las prácticas universitarias de la escuela del Hábitat de Lecturas territoriales.

Más recientemente propuestas como Medellín paradójica y vital, Bajo la piel de Medellín, Memoria y ciudad, Medellín a pie, Vigías del Patrimonio,

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El párrafo anterior puede asumirse como el origen en la UNESCO del proyecto Ciudad Educadora, que busca construir ciudadanía y democracia; construir ciudad para más y mejores ciudadanos y donde su eje articulador es la construcción de una persona que tiene la posibilidad de incidir en las decisiones y transformaciones de su propio territorio, es decir, un nuevo ciudadano.

Llegar hasta este punto no ha sido tarea sencilla, muchos otros abrieron el camino.

MUY NECESARIA

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vida. La idea de educación permanente es la clave de arco de la ciudad educativa. Se trata, por una parte, de prolongar la educación a lo largo de toda la vida del hombre; por otra parte, de renunciar a limitar la educación solo al espacio escolar. La educación debe ampliarse hasta alcanzar las dimensiones de un verdadero movimiento popular”.

Se trata pues de recorrer la ciudad con preguntas, con énfasis temáticos o territoriales, que permitan a los jóvenes acercarse de manera tranquila a procesos de ciudad en diversos territorios. Se insiste en la necesidad de formar ciudadanos democráticos y participativos, que conocen las historias, los procesos y los contextos en que cada territorio de la ciudad se ha desarrollado, y de esta forma construir confianzas para que cada día el joven tenga mayores motivos para estar en la ciudad, ¡en su ciudad!

Sófocles decía: “La ciudad es la gente” y es una verdad contundente, pues si

Ruta: Medellín sostenible Zoológico Santa Fe, comuna 15 Guayabal

bien es muy importante construir la ciudad, es aun más necesario y clave poder avanzar en la construcción de ciudadanías plenas, y esa es la apuesta de fondo del proyecto Medellín en la Cabeza, donde los recorridos se convierten en la disculpa para abordar diferentes procesos de formación y son la posibilidad real y tangible para que los jóvenes conozcan de primera mano y de la voz de los anfitriones locales, las realidades y complejidades que tiene nuestra ciudad.

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De todos los ejercicios anteriores el proyecto Medellín en la Cabeza reconoce aprendizajes importantes y retoma aspectos pedagógicos y metodológicos que, sin duda, ayudan a reconocer este ejercicio como una apuesta muy necesaria y a repotenciar pedagógicamente esta iniciativa de formación ciudadana.

MUY NECESARIA

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los Patianchos o El Graffitour se han convertido en la posibilidad diversa de recorrer y reconocer esta ciudad desde múltiples lentes y posibilidades.

Medellín siempre será una ciudad cambiante, con motivos para recorrerla y aprender de ella, con posibilidades para conocerla a profundidad o simplemente para tomarse la foto del recuerdo. Es una ciudad hospitalaria donde sus gentes permiten adentrarse en sus procesos sociales y consecuentemente perderle el miedo a recorrerla. Porque como dice el maestro Rubén Blades: “La ciudad será para aquellos que la caminen sin miedo”.

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Cada día son más las organizaciones e instituciones que están convencidas de que para transformar positivamente una ciudad es necesario, muy necesario, conocer, apropiarse y recorrer sus calles. Empresas privadas, universidades, cajas de compensación y otras secretarías de la Alcaldía de Medellín implementan acciones y programas para que sus empleados conozcan un poco más la ciudad en la que trabajan. Se busca institucionalizar los recorridos de ciudad como un programa de formación ciudadana, que continúe permeando a los diferentes sectores de jóvenes y que se convierta en una apuesta muy necesaria, que requiere de la voluntad, de la articulación y de la suma de

esfuerzos de los diferentes sectores de la sociedad para lograr, en el mediano plazo, los cambios de hábitos necesarios de una población que se apropie de su ciudad y, en consecuencia, pueda tomar las decisiones más pertinentes.

MUY NECESARIA

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Medellín siempre será una ciudad cambiante, con motivos para recorrerla y aprender de ella.

“La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos”.

Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1948.

Estudie para que sea alguien en la vida” era el sirirí que muchas veces le escuchamos a nuestros familiares o maestros para reprendernos cuando nos daba pereza ir al colegio o cuando las tareas se nos convertían en un tedio que reñía con nuestra concepción de diversión. Por eso la educación se convirtió en un sacrificio, donde cada vez que salíamos temprano del colegio decíamos que nos “soltaban” como si estuviéramos amarrados a un pupitre y el profesorado fuera ese guardián del orden, cuya potestad radicaba en un pequeño libro donde lo que se escribía determinaba lo que seríamos para toda la vida.

Hoy esa mirada anquilosada de la educación nos ha demostrado que pocos resultados se pueden obtener cuando se piensa que los niños, niñas y jóvenes son seres pasivos que, sin cuestionar, reciben la información sin formación. Tener muchos conocimientos no nos hace necesariamente personas educadas.

Por eso, Medellín en la Cabeza retoma los saberes que muchas sociedades a lo largo del mundo han practicado: la

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CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

“

CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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Entender que el proceso educativo va más allá de un salón de clase solo es posible cuando la escuela, la familia y el Estado disponen de todas sus herramientas para que el aprendizaje sea un ejercicio cotidiano.

En Medellín lo estamos haciendo, no en vano hoy hacemos parte de la Red de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO. En nuestra ciudad existen múltiples espacios públicos, privados y comunitarios que permiten entender las diversas formas de habitar la ciudad, pero ese acercamiento solamente es posible cuando se recorren y se sienten esos territorios y a quienes los habitan, por eso es que la

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Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Calles de Castilla, comuna 5 Castilla

metodología de recorridos de Medellín en la Cabeza se hace necesaria para sacarle el potencial a una ciudad que nos habla desde sus calles.

Así que la propuesta pedagógica de este proyecto se concentra en la formación de un pensamiento crítico en los jóvenes sobre la ciudad que tenemos y la ciudad que queremos, partiendo desde la reflexión de la ciudad que tuvimos. Entonces, al retomar un

CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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educación es un proceso en comunidad que nos acerca a la reflexión sobre nosotros mismos, sobre los otros y lo otro. Pero esto implica un cambio del paradigma sobre la concepción que tenemos acerca de la juventud, pues hay que entender que por el simple hecho de haber nacido, se es un sujeto con dignidad humana al cual se le deben garantizar sus derechos y esto convierte a los jóvenes en ciudadanos con capacidad de pensar, decidir y actuar.

La propuesta pedagógica de este proyecto se concentra en la formación de un pensamiento crítico.

•

¿Por qué jóvenes? Hasta el año 2020 Medellín gozará de su bono demográfico, lo cual significa que tenemos más jóvenes que cualquier otro grupo etáreo en la pirámide poblacional. Esto es una oportunidad única para aprovechar sus capacidades y talentos en un momento en que los ciudadanos debemos repensar ¿cuál es la Medellín que queremos? Y son precisamente los jóvenes los encargados de construirla tanto en el presente como en el futuro.

•

Enfoque juvenil: trabajar con jóvenes no necesariamente es tener enfoque juvenil, ya que desde la

ejercicio realizado en el 2015 en la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín, comenzamos un nuevo proceso colectivo donde se aprendiera de Medellín, más allá de las aulas de clase, bajo una metodología experiencial que lograra hacer clic en el cabeza de los jóvenes. ¿Pero cómo hacer un ejercicio de recorridos de ciudad, con jóvenes, en el que aprendan y se diviertan al mismo tiempo?

Luego de analizar ejercicios similares que se han realizado en la ciudad, además de tener el corazón y la

/ 33 CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Museo de Antioquia, comuna 10 La Candelaria

cabeza dispuestos para escuchar a nuestra población objeto, podemos resumir en los siguientes puntos el factor diferenciador que hace de nuestro proyecto un espacio aceptado y promovido por los jóvenes que participan en él:

Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Museo Universitario Universidad de Antioquia

educación tradicional se aborda a los estudiantes con una mirada adultocéntrica que los contempla como seres incompletos que carecen de visión o criterio. Desde Medellín en la Cabeza declaramos que estamos enamorados de la juventud, pues esta ciudad, más que cualquier otra, ha sido salvada en los momentos más difíciles por muchas organizaciones juveniles que decidieron actuar cuando la violencia nos sumía en un letargo colectivo. Por eso el enfoque

que defendemos es el que se centra en las capacidades, entendiendo la importancia de impulsar el talento juvenil, pero también invitándolos a ser seres consecuentes y coherentes.

•

Afecto: en nuestro proyecto son bienvenidos todos los jóvenes, siempre serán recibidos con alegría, no importa si son muy extrovertidos o callados, si son de colegio, de universidad o si no están estudiando. Queremos al joven campesino y al rapero (también

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Declaramos que estamos enamorados de la juventud, pues esta ciudad, más que cualquier otra, ha sido salvada por las organizaciones juveniles.

Interdisciplinariedad profesional: el equipo que compone Medellín en la Cabeza fue escogido no solamente por los requisitos técnicos y profesionales, sino también por la experiencia en trabajo con jóvenes, compromiso por la ciudad y la capacidad de trabajar en equipo.

•

Formación de formadores: se realiza un proceso de formación con 150 jóvenes o líderes juveniles (mediadores) que están aprendiendo nuestra metodología para replicarla en sus comunidades.

Esto tiene un efecto muy positivo en los recorridos, pues los participantes ven a dichos mediadores como sus pares y comprenden que para callejear solo se necesitan las ganas de amar más la ciudad.

Sin embargo, los recorridos por sí solos no lograrían un gran impacto en el proceso de aprendizaje de los jóvenes

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•

CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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hemos conocido campesinos raperos). Siempre habrá un lugar en nuestros recorridos para quienes tienen capacidades diversas: nuestros más emotivos y reflexivos recorridos han sido con población sorda o invidente. Hemos callejeado en lengua de señas, en lengua emberá y hasta en inglés.

Nos llena de orgullo que nuestros recorridos sean tan acogidos, que muchos callejeros invitan a sus familiares o parejas. De estas últimas rescatamos la presencia de hombres y mujeres homosexuales que han callejeado con sus seres amados en un ambiente de respeto y tranquilidad. Y si de preferencias alimenticias hablamos, sabemos la importancia de ser coherentes desde la forma en que consumimos y, por eso, siempre habrá opción vegetariana, pues vemos que esta es creciente en los jóvenes del proyecto.

2. La extensión de los recorridos debe promediar las cuatro horas, pues menos tiempo no alcanza para conocer con suficiente tiempo la información, y si se extiende más, se corre el riesgo de cansancio mental y corporal que perjudique la concentración y la participación activa.

Callejear con preguntas siempre será el vehículo indicado para que las reflexiones partan desde cada uno de los participantes.

4. Independiente del tipo de participantes, siempre se aprende más cuando se realiza alguna actividad experiencial que permita pasar por el cuerpo los diferentes momentos pedagógicos, ya sea sembrar, carreras de observación, dibujar, juegos de roles, debates sobre problemáticas de ciudad, una obra de teatro, hasta comer frutas, todo se vuelve una herramienta pedagógica para lograr un mayor impacto en el aprendizaje de los recorridos.

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1. La cantidad reducida de participantes, ya que los grupos muy numerosos no permiten tener un acercamiento a los muchos anfitriones que nos acogen en los diferentes lugares. Un número de treinta personas es el promedio ideal para lograr una mejor experiencia.

3. Tener clara la intencionalidad pedagógica de cada recorrido permite que el objetivo no se desvíe a pesar de la diversidad de los lugares por visitar. Callejear con preguntas siempre será el vehículo indicado para que las reflexiones partan desde cada uno de los participantes. Al inicio de cada callejeada es importante plantear la pregunta pedagógica, para que al final de la jornada se puedan socializar los aprendizajes con las diferentes visiones.

CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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si no se tuvieran también en cuenta diversos insumos que permitan que la experiencia sea significativa:

6. Una de las partes más importantes de los recorridos es la escogencia de anfitriones que ofrezcan la posibilidad de sorprenderse con las variadas expresiones de habitar Medellín. Nuestra intención al elegir los anfitriones es darle reconocimiento a personas, organizaciones y lugares cotidianos cuyas historias pasan desapercibidas al ojo común.

Queremos generar capacidad instalada en la juventud para que día a día camine su ciudad con capacidad de asombro.

Por esto y mucho más identificamos a Medellín en la Cabeza como una propuesta pedagógica centrada en los jóvenes y la apropiación de la ciudad, y por eso cobra importancia la transferencia metodológica en las diferentes instituciones educativas, porque la formación ciudadana es un complemento inseparable de los currículos escolares. Así que se hace necesario que cada vez más docentes se formen como mediadores del proyecto, pues estamos seguros de que la educación desde la empatía, el pensamiento crítico y el análisis de ciudad, no solo contribuye a formar seres con más habilidades para superar situaciones cotidianas, sino que estamos contribuyendo a una ciudad en la que sus jóvenes le aportan a la convivencia, en momentos donde cada vez se hace más necesaria la visibilización de referentes de su generación.

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Ruta: Somos jóvenes, somos diversos - Casa de la Cultura Pedregal, comuna 6 Doce de Octubre

CON UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA

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5. Recorrer con personas diversas ha sido uno de los impactos más visibles del proyecto. Muchos callejeros llegan solos a los recorridos y encontrar personas con las que comparten interés o territorios ha sido la excusa para la creación de nuevas amistades, relaciones afectivas y hasta contactos laborales y profesionales. Cuando se recorre la ciudad con otros puntos de vista, se aprende mucho más, se enamora mucho más.

5

Medellín en la Cabeza tiene un plan de comunicación, sí, y un equipo de profesionales que desde el diseño, la fotografía, la realización audiovisual, la gestión de redes y el desarrollo web crean mensajes contagiosos y creativos para mantener activa la comunicación con los actores del proyecto. Pero,

Cada recorrido es un acto de comunicación que motiva la pregunta, la escucha, el relato.

no es solo este equipo, en Medellín en la Cabeza todo comunica: cada recorrido es un acto de comunicación que motiva la pregunta, la escucha, el relato. Cada mensaje enviado a través del correo electrónico, cada invitación, cada descripción de un recorrido, es un mensaje de afecto y cercanía para decirles a los jóvenes de Medellín que ellos son importantes, que su voz cuenta y queremos seguir construyendo con ellos una ciudad diversa, que tenga para ellos cada vez menos miedos y cada vez más oportunidades.

En Medellín en la Cabeza entendemos la comunicación como un camino fundamental en la formación de

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U

na pregunta frecuente en los proyectos sociales, y más cuando están dirigidos a jóvenes, es cómo hacer para que la comunicación sea efectiva.

En Medellín en la Cabeza también pasa, nos lo hemos preguntado y poco a poco vamos llegando a una respuesta simple y a la vez compleja: la clave está en el afecto y en la cercanía.

Ruta: Equipamientos públicos para la ciudadanía Parque de Belén, comuna 16 Belén

ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

MEDELLÍN EN L A CABEZA / SÍNTESIS 2015 - 2018

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ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

ciudadanías activas y críticas, y por esto hacemos de ella también una acción en múltiples vías: entregamos información, apoyamos el proceso pedagógico, escuchamos lo que tienen para decir los jóvenes y construimos mensajes con ellos. Aquí hay diversas voces, no se trata de una institucionalidad que habla porque tiene el conocimiento, sino de una conversación que da cabida a lenguajes plurales para construir un aprendizaje colectivo.

Ruta: El Centro: un lugar para descubrir - Comuna 10 La Candelaria / 45

De allí que hoy tengamos un mensaje posicionado entre jóvenes y actores juveniles de Medellín: #CallejearEduca.

Este, más que un hashtag con más de 2500 publicaciones, es la esencia del proyecto. La calle, la esquina, el barrio o el corregimiento; la vía que conecta un lugar con otro, la plaza, la cancha, el mirador y hasta la casa que, a pesar de ser un lugar privado, nos abre sus puertas para comprender el sentido público de quienes la habitan, son espacios para el aprendizaje. En cada uno de estos lugares, si se afinan

los sentidos, si se hacen las preguntas indicadas, la ciudad nos habla, nos enseña y nos invita a vivirla y también a transformarla.

“Callejear educa, enamora y nos inspira.

Nos enseña a apropiarnos del territorio, a saber que no tenemos que viajar a otras partes para conocer nuevas personas y culturas”.

Camila Jaramillo Martínez Participante de Medellín en la Cabeza

ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

MEDELLÍN EN L A CABEZA / SÍNTESIS 2015 - 2018

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No hay evento de ciudad en el que no haya por ahí una mochila negra con cargaderas fucsias colgada en la espalda de un joven.

En Medellín en la Cabeza motivamos la curiosidad. Los recorridos jamás serán un punto de llegada. En ellos, más que respuestas, los jóvenes encuentran

En Medellín en la Cabeza nos preocupamos por dar cabida a todos los discursos.

“En Medellín en la Cabeza he podido incluir, dentro de mis pensamientos, la posibilidad de ver que los demás no siempre me están señalando”.

Didier Esteban Carvajal Castro Participante de Medellín en la Cabeza

Si hay preguntas, tendrá que haber también capacidad de escucha. En Medellín en la Cabeza nos preocupamos por dar cabida a todos los discursos para comprender los múltiples universos que habitan esta ciudad. Invitamos a los callejeros a escuchar, a observar atentamente, a estar siempre listos para encontrar, en el que podría ser un paisaje cotidiano, una nueva perspectiva, un nuevo punto para fijar la atención.

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preguntas. El primer recorrido es, casi siempre, el inicio hacia una vida en la que ya no podrán dejar de callejear. Mientras más saben, más quieren aprender.

Mientras más realidades hayan visto los callejeros, más preguntas tendrán para hacerle a esta sociedad que tantas veces se debate entre la violencia y la resiliencia, entre el dolor y la fiesta.

ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

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Así, a través de mensajes simples y con una imagen inspirada en el arte urbano, Medellín en la Cabeza se ha ido convirtiendo poco a poco en una identidad.

No hay evento de ciudad en el que no haya por ahí una mochila negra con cargaderas fucsias colgada en la espalda de un joven que se identifica como callejero, y es común también escuchar en una cafetería de universidad a un joven contando su experiencia en un recorrido. El voz a voz, el relato mismo de los jóvenes, se ha convertido en uno de nuestras principales herramientas de comunicación, pues hacer parte de Medellín en la Cabeza es también hacer parte de una comunidad joven que vive la ciudad dentro y fuera de los recorridos programados por el proyecto.

“En Medellín en la Cabeza uno aprende con los pies, a recorrer la calle, a construir memoria y resignificar lugares que uno

Esa es la comunidad que se construye en las redes sociales y que no es más que el reflejo de la comunidad que se ha creado en la vida real.

Si buscamos el hashtag en redes sociales, veremos fotos del día y de la noche, del edificio y la casa de campo, del vendedor de calle, la costurera y el servidor público; del árbol y el asfalto, de la ciudad vista desde las montañas y del detalle encontrado en la vitrina de un museo. Del bus, del metro, de la

cicla; del grafiti debajo de un puente, de la señora y el perrito que ven la vida desde un balcón. Encontraremos, pues, la mirada de los callejeros y veremos decenas de fotos y videos de diferentes grupos de jóvenes que gritan “callejear educa” para que el mundo los escuche.

Esa es la comunidad que se construye en las redes sociales y que no es más que el reflejo de la comunidad que se ha creado en la vida real, alrededor de este proyecto. Porque aquí la premisa es el encuentro, hallar siempre un motivo para vernos, para callejear, para que cada joven sepa que Medellín en la Cabeza es un espacio para el afecto y la cercanía.

Hacer parte de Medellín en la Cabeza es también hacer parte de una comunidad joven que vive la ciudad dentro y fuera de los recorridos programados por el proyecto.

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Y también, como parte de esa construcción colectiva, invitamos siempre a los jóvenes a profundizar su experiencia, a contarla y a contagiar a otros para que cada vez haya más callejeros en Medellín. Los callejeros se han convertido en una especie de narradores de su ciudad. #CallejearEduca es un contenedor de selfies, fotos de amigos, parches callejeros, y a la vez, de personajes de ciudad, lugares, historias, reflexiones sobre lo que significa ser joven hoy en Medellín.

ATRACTIVA Y CONTAGIOSA

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habita, pero no conoce”.

Manuela Ramírez Herrera Participante de Medellín en la Cabeza

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Así ha caminado la Secretaría de la Juventud desde el 2014 para que Medellín en la Cabeza logre tener claras las ideas, acciones, apuestas y actividades que se han expuesto hasta este punto. Fue en octubre de aquel año, después de tener aprobada la Política Pública de Juventud, que se inició el planteamiento de este proyecto que no podía ser resultado de una obligación legal ni del afán, ya que se esperaba que fuera moldeable según cambiaran las condiciones de la ciudad, las necesidades juveniles, los gustos tan dinámicos de los ciudadanos que reclamarían su derecho a la ciudad y el creciente número de jóvenes que quisieran callejear con nosotros.

BIEN CAMINADA

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BIEN CAMINADA

D

icen que para caminar bien no basta con poner un pie delante del otro, sucesivamente, las veces que sea necesario hasta llegar a donde se espera. Para ser un experto caminando se debe pensar cuál pie debe ir primero, dónde se apoyará este y prever cuál será el movimiento perfecto, el punto exacto y la firmeza o delicadeza del próximo paso, entre otros detalles.

En el último trimestre de 2015, después de lograr alianzas con algunas instituciones y el compromiso de varias universidades, se llevó a cabo el piloto en el que se logró dar forma

Ruta: ¿Tiene Medellín campesinos? - Corregimiento de Santa Elena

a dos importantes textos que son el fundamento y base de Medellín en la Cabeza: un documento técnico –Conexiones necesarias para acercar a los jóvenes a su ciudad de posibilidades– y la Guía para callejear. El primero de estos textos dejó muy claras las pistas para que el proyecto fuera posible y trascendiera en el tiempo de manera técnica, legal y administrativa. Es algo así como un pastelito para que las administraciones futuras tengan

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Durante los primeros meses de 2015, un grupo interdisciplinario de la Secretaría se reunió con instituciones públicas y privadas, ONG, actores juveniles y académicos para conocer qué tanto sabíamos de los jóvenes de esta ciudad.

La lluvia de ideas que nació de este proceso fue semilla de esta apuesta por recuperar la calle como extensión del aula de clase y que los ciudadanos entre los catorce y veintiocho años hagan uso de las oportunidades de diversión, esparcimiento, capacitación, participación y oferta cultural que la ciudad constantemente pone a su disposición y que, en muchas ocasiones, se desaprovechan o son disfrutadas por las mismas personas de siempre, los que ya se han apropiado de la calle.

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La lluvia de ideas que nació de este proceso fue semilla de esta apuesta por recuperar la calle como extensión del aula de clase.

Se requería, entonces, la mejor de las fechas del 2017 para lanzar el noticiononón de que el proyecto estaba más vivo que antes y que durante varios meses se le venía dando sustento jurídico, administrativo, metodológico y se conformaba un grupo de conocedores de la ciudad para que pudiéramos salir a convencer al mundo de que #CallejearEduca. La Semana de la Juventud fue entonces el mejor escenario para comenzar a gastar

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Con estos resultados se despidió una administración municipal y se recibió a la que lideraría la ciudad entre 2016 y 2019. Los jóvenes que ya comenzaban a interesarse en el proyecto por el voz a voz de los que participaron en el piloto, llegaron a preocuparse un poco, pues se requería de las acciones necesarias por parte de la administración entrante para retomar el proyecto.

En el 2016, este se incluyó en el Plan de Desarrollo Medellín cuenta con vos, en el que se establecieron las metas y los indicadores en el proyecto denominado Jóvenes conectados con las oportunidades bajo la siguiente descripción: “Bajo la premisa de #CallejearEduca la idea es expandir los territorios de la ciudad para jóvenes y adultos en busca de soluciones locales que propicien el

trabajo colaborativo y fomenten la apropiación de territorios para que amplíen sus horizontes, conozcan las oportunidades, ofertas y realidades de Medellín”. Con este panorama claro se realizaron los primeros recorridos territoriales a algunos de los corregimientos de la ciudad durante la Semana de la Juventud y se lograron las destinaciones presupuestales necesarias para que la voluntad política se replicara en el inicio de una nueva etapa de Medellín en la Cabeza.

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facilidades de continuar con un proyecto que, además de efectivo, es un derecho de los jóvenes de la ciudad. Y el segundo es un manual para que los profesores, líderes de organizaciones, grupos juveniles y otros actores de la ciudad puedan volverse mediadores entre la ciudad y los jóvenes en formación.

Bajo la premisa de #CallejearEduca la idea es expandir los territorios de la ciudad para jóvenes y adultos en busca de soluciones locales que propicien el trabajo colaborativo.

Ruta: Medellín sostenible - Alto de San Miguel, nacimiento del Río Medellín.

zapatos, expandir la mirada, dejarnos tentar para hablar con las personas que habitan los espacios, escuchar las historias, llenarnos de información, valorar estar en la ciudad y aprovechar todo lo que tiene para ofrecernos y reclamarla como nuestra.

De las cinco rutas que se propusieron en la Guía para callejear del 2015 se fragmentaron unas, se complementaron

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Arrancarían así los cinco meses finales del 2017, pero los primeros de este proyecto que ha tenido grandes logros y aprendizajes. Quizás uno de los principales es que los jóvenes de esta ciudad están esperando ser invitados a hacer parte de procesos abiertos, donde el aprendizaje sea voluntario, espontáneo y natural. Cientos de afiches se regaron por la ciudad con una invitación sencilla: ¿Tienes entre catorce y veintiocho años? ¿Habitas en Medellín? ¿Quieres callejear con nosotros? Ni una sola promesa, fue una invitación que bastó para llenar los

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otras y se potenciaron características positivas de todas para lograr una reformulación que nos deja en 2018 con nueve rutas temáticas, y que posibilitó que estas fueran, no un mapa trazado e inmodificable, sino la inspiración para proponer cada vez nuevos recorridos donde el conocimiento de todos, las acciones coyunturales, las novedades, la agenda de ciudad, los invitados especiales o los descubrimientos conjuntos pudieran incluirse y así cambiar el rumbo de nuestros pasos, de nuestras preguntas.

En 2017 se esperaba la participación de 450 jóvenes y se logró que lo hicieran 588 de todas las comunas y estratos de la ciudad. Todos por su voluntad, muchos de ellos sin conocer a nadie, llegaban solos al punto de encuentro de los recorridos, el teatro Pablo Tobón Uribe, y muchos más se iban a su casa felices por encontrar nuevos amigos y descubrir que efectivamente la calle tiene mucho que enseñar.

Paralelamente, se formaba a un grupo de personas muy importantes para el

Con estos mediadores y con las percepciones y evaluaciones reunidas en los recorridos abiertos, se lograron mejorar las rutas, los métodos pedagógicos, las estrategias de comunicación, los procesos logísticos, en fin, todo aquello que 749 personas logramos construir colectivamente para que las acciones, logros y retos fueran cada vez más atractivos y provechosos para los beneficiarios del proyecto en el 2018. Incluso más cuando en la clausura se informó que el proyecto continuaba, que gracias al trabajo colaborativo y los resultados obtenidos se doblaría el presupuesto y, por supuesto, las metas de cobertura, eficiencia y eficacia.

2018 trajo entonces grandes retos: la meta inicial fue realizar 180 recorridos, salir a callejear con 2350

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En 2017 se esperaba la participación de 450 jóvenes y se logró que lo hicieran 588.

proyecto, conocidos como mediadores.

161 replicadores de los conocimientos adquiridos y con el propósito de incentivar a los jóvenes de Medellín a salir por la ciudad con los sentidos dispuestos para conocerla, apropiarse de ella, amarla y así aportar para mejorarla entre todos.

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cupos, superar los indicadores y pasar del miedo de no tener el número mínimo de participantes al reto de atender, con los recursos disponibles, a muchos más jóvenes animados por disfrutar de su derecho a la ciudad.

entre los catorce y veintiocho años de la ciudad de Medellín. Esos derechos que te invitamos a conocer en las siguientes páginas, mientras te antojas de caminar la ciudad en alguna o en todas las rutas que se diseñaron para que los jóvenes seamos abanderados de esta poderosa idea: #CallejearEduca.

La meta inicial fue realizar 180 recorridos, salir a callejear con 2350 jóvenes y armar un grupo de 150 mediadores.

Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Comuna 10 La Candelaria

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jóvenes y armar un grupo de 150 mediadores activos y comprometidos.

Y así comenzamos con toda la energía para que los jóvenes disfrutaran y aprovecharan más las callejeadas y, sobre todo, para seguir siendo una manera divertida de hacer valer los derechos ciudadanos de la población

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CON UN PLAN PARA CUMPLIR EL PLAN

Marco legal y normativo

H

ablar de leyes, acuerdos, decretos, ordenanzas, planes, etcétera, para muchos puede sonar no muy atractivo, así que será todo un reto contar cómo Medellín en la Cabeza cumple con todo para garantizar sus derechos a los jóvenes de Medellín.

Entonces empecemos hablando de derechos citando el que más debería interesarle a un buen callejero y que es considerado por muchos estudiosos en varias ciencias sociales como uno de los principales Derechos

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Colombia firmó en 1991 su más actual Constitución Política y en el artículo 45 dice así: “El adolescente tiene derecho a la participación y a la formación integral. El Estado y la sociedad garantizan la participación

activa de los jóvenes en los organismos públicos y privados que tengan a cargo la protección, educación y progreso de la juventud”. Para dar cumplimiento a este mandato, en el 2013 se dictó la que conocemos como Ley de Juventud (1885 de 2018 – Estatuto Ciudadano Juvenil) en la que, entre otras cosas, se establece que los jóvenes son aquellos ciudadanos entre catorce y veintiocho años. De ahí que este sea el rango de edad de los callejeros que disfrutan de las acciones del proyecto.

Y como es un asunto de Ley, todos los entes territoriales están en la obligación de velar por el cumplimiento de los derechos de los jóvenes y crear los mecanismos para que esto sea posible.

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Las ciudades deben velar, entre otras cosas, por el acceso de todos sus pobladores a condiciones de vida dignas y equitativas.

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Humanos Emergentes: el derecho a la ciudad. Existen en nuestra ciudad cátedras y expertos en este tema que, de forma sencilla, han señalado que la ciudad es de todos, pues se trata de una construcción colectiva de quienes la habitan y construyen con sus acciones.

Las ciudades deben velar, entre otras cosas, por el acceso de todos sus pobladores a condiciones de vida dignas y equitativas, el disfrute de un espacio público adecuado, suficiente e incluyente, la promoción de estilos de vida saludables, movilidad sostenible, economías solidarias y un mercado local, entre muchos otros retos que te invitamos a conocer en alguna tarde de lectura. Este es un derecho universal que podríamos reclamar en cualquier lugar del planeta, pero en nuestro entorno, el sustento legal, bien resumido y con el riesgo de quedarnos cortos, es el siguiente:

Por ello, el Departamento de Antioquia promulgó la ordenanza departamental 60 de 2013 con la que se adopta la Política Pública Departamental de Juventud y la del Municipio de Medellín se logró en el año 2000 con el acuerdo 02 que se actualizó en el 2014 con el que está vigente, que es el acuerdo 019 de ese año.

Nuestra ciudad contaba con un Plan Estratégico Municipal de Juventud que rigió entre 2007 y 2015 y justo ese año se actualizó para tener una proyección hasta 2027. Finalmente, es en este documento en el que se sustenta el proyecto Medellín en la Cabeza y su incidencia en, por lo menos, ocho de sus

líneas temáticas –desplegadas en cerca de cuarenta acciones programáticas– que explicaremos también de manera resumida, ojalá entretenida, en las siguientes páginas.

Pero antes de seguir es necesario recordar que todo derecho implica un deber y el nuestro como callejeros, frente a la ciudad, es propiciar el acceso de otros a las oportunidades que esta brinda, el cuidado de la misma y la gestión de la información para que muchos otros gocen de su propio derecho. En otras palabras, contagiar las ganas de salir, de disfrutar y demostrar a los demás que #CallejearEduca.

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Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Parque Biblioteca Tomás Carrasquilla, comuna 7 Robledo

En otras palabras, contagiar las ganas de salir, de disfrutar y demostrar a los demás que #CallejearEduca.

Un afiche en las ajetreadas puertas de algunas estaciones del metro, en las carteleras de instituciones educativas, sedes sociales y barriales y también en locales de los concurridos sectores comerciales del Centro de la ciudad, más la invitación por las redes sociales de la Secretaría de la Juventud y el portal Medellinjoven.com lograron el exitoso inicio de lo que es hoy Medellín en la Cabeza.

Más fácil habría resultado contactar a varios rectores de instituciones educativas, proponerles hacer una jornada fuera del colegio con varios de sus alumnos, asegurarles refrigerio, transporte y póliza de accidentes y así ajustar velozmente las cifras que del

Esta simple estrategia, que podría fracasar, ha sido la garantía de que los beneficiarios, a los que preferimos llamar callejeros, son bien diferentes entre ellos en edades, niveles académicos, gustos musicales, artísticos, de moda, etnias, creencias religiosas, identidades políticas y prácticas alimenticias, por solo mencionar algunas características.

Pero asumir esta multiplicidad de personalidades también se convierte en un reto para el proyecto, pues hacerlos sentir valiosos y respetados a todos requiere de un aprendizaje constante

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El que quiere, llega

proyecto se esperaba en los indicadores del Plan de Desarrollo, cumplir con las metas propuestas y obtener buenas calificaciones por parte de los entes de control. Pero no, desde sus inicios el proyecto se formuló para facilitar el acceso a los jóvenes, sin ninguna distinción, y para ello se ingenió un poderoso mecanismo que hasta ahora ha resultado infalible: dejar que los jóvenes entre catorce y veintiocho años que deseen conocer su ciudad, caminar por sus calles con preguntas y sin prejuicios, vinieran por sí solos.

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7.1 Diálogo intergeneracional e intersectorial

para reencauzar acciones actuales que, aunque suene un poco cliché, demuestran que los jóvenes encarnan el futuro... Y todos sabemos que el futuro es ahora.

Entonces lo más sencillo es hacerlos sentir asombrados por la ciudad, pues si algo ha quedado claro durante el tiempo en que hemos estado en la calle, recorriéndola, conociéndola, retándola, pensándola y soñándola mejor en el mañana, es que precisamente los jóvenes estaban esperando esta oportunidad, este compromiso por parte de la Administración Municipal de hacer valer sus derechos y poner a rodar el Plan Estratégico de Juventud, para meterse a Medellín en la cabeza aunque ella siempre se mantenga en movimiento.

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Y aprovechando la valiosa conformación de cada grupo, salir a recorrer la ciudad para escuchar a adultos, ancianos y niños y entender que las diferencias generacionales son tan ricas y edificadoras como las que entre ellos existen, se convierte en un acto, quizás invisible, pero poderosísimo para el presente y futuro de la ciudad. Ni hablar de los encuentros con quienes hoy son niños, y serán en el futuro aquellos jóvenes que reclamarán una ciudad pensada y dispuesta para ellos. También valioso cuando este encuentro es palpable por académicos, profesionales, líderes económicos, sociales y políticos que en muchas ocasiones se topan o atienden a uno de estos grupos y reciben más preguntas y retos que halagos, que servirán, seguramente,

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sobre qué les gusta y disgusta, en qué creen, qué desean, cuáles son sus expectativas frente a los resultados que en ellos puede dejar el proyecto.

Es notorio cómo, en cada recorrido, sin importar sus diferencias, siempre se tejen lazos de amistad y confianza entre los asistentes.

Salir a recorrer la ciudad para escuchar a adultos, ancianos y niños y entender que las diferencias generacionales son ricas y edificadoras.

Todos quieren con nosotros En este apartado Medellín en la Cabeza podría realizar todo un balance de gestión para resaltar los alcances que ha tenido el proyecto frente a empresas privadas, cajas de compensación familiar, iniciativas comunitarias, instituciones educativas de todos los niveles, acciones comunitarias,

La articulación con Medellín en la Cabeza se realiza de manera desinteresada y va desde la intención de acompañar a los callejeros en alguno de los recorridos en el papel de anfitrión territorial, que es uno de los papeles más relevantes para hacer posible que los jóvenes se gocen la ciudad de punta a punta, hasta la creación de una tarjeta Cívica exclusiva para el proyecto por parte de la empresa Metro. Tarjeta que además de representar un gran apoyo económico, que facilitó incrementar los alcances del proyecto, se reflejó en una más dedicada y comprometida labor de 150 mediadores que con una tarifa preferencial en sus viajes recorren la ciudad propagando la premisa: #CallejearEduca.

Por ello es que un proyecto como este, que quiere que los jóvenes se apropien

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grupos juveniles, entidades culturales, empresas públicas, mixtas, comerciantes, medios de comunicación, cooperativas de ahorro y crédito, bancos locales y hasta el de la República… pero es mejor parar la lista porque son muchos los que se han vinculado o quieren vincularse al proyecto.

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7.2 Alianzas públicas, privadas y comunitarias que fortalezcan la movilidad intencionada de los jóvenes por el territorio.

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Que los jóvenes se apropien de la calle, de las oportunidades que esta ofrece, que valoren cómo en la diversidad que en ella habita se encuentra la mayor riqueza de la ciudad.

nuevas ideas que quieran contribuir, nuevos aliados que desde su funciones, acciones, intereses, creencias, sueños, obligaciones, estrategias y capitales quieran aportar a esta posibilidad de que la ciudad mejore día a día con el descubrimiento de la mirada joven que es tan diversa, sorpresiva y vital como las calles del Centro de nuestra ciudad en plena hora pico.

Ruta: Medellín en movimiento - Ciclorruta avenida San Juan

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de la calle, de las oportunidades que esta ofrece, que valoren cómo en la diversidad que en ella habita se encuentra la mayor riqueza de la ciudad, que se permitan las uniones desinteresadas, las charlas cortas con profundos entendimientos y fuerza creadora, pero también las amistades eternas basadas en la discusión y la diferencia, requiere ser un proyecto que permita la entrada de

“¡Qué tallita buscaba!”

Si se ha caminado por el Centro de Medellín es inevitable que esta frase resulte familiar, pero si quien lee es una persona curiosa que en otras ciudades está atenta a lo que pasa con Medellín en la Cabeza, que quisiera que algo así ocurra en su territorio o es alguien que visita temporalmente la capital antioqueña, es necesario contarle que con esa frase los vendedores ofrecen

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todo tipo de prendas y calzado. Este es solo uno de los pregones típicos que muchas veces se vuelven paisaje y que pueden ser la excusa perfecta para convocar a un grupo de jóvenes a caminar por algunos sitios de la ciudad para escuchar esta y otras proclamas de manera consciente.

Ruta: Somos educación, arte y cultura.

Emisora Latina Stereo, comuna 14 El Poblado

Seguro asistirían desde el curioso chico de colegio al que le han causado gracia estas vociferaciones, el estudiante de marketing que podría recolectar información para su próximo ensayo, el encarretado por el registro sonoro, el fotógrafo profesional o aficionado convencido de que logrará excelentes

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7.3 Reconocimiento de las dinámicas territoriales y las ofertas de ciudad de todo tipo

Desde la génesis del proyecto este acercamiento de la población joven a las oportunidades y ofertas de la ciudad ha sido uno de los grandes alicientes, pero también una de las grandes recompensas, pues cada vez es más frecuente que entre los jóvenes callejeros ruede información acerca de eventos de ciudad, reuniones ciudadanas para la discusión de algunos asuntos importantes, oferta cultural y planes divertidos como

Tan diversa es la ciudad, y tan diversos son los jóvenes que la habitan, que cualquier motivo es excusa para recorrer sus calles.

conciertos, ferias y parches de todo tipo. Pero también de reflexiones profundas sobre las oportunidades que se requieren democratizar aún más, las actitudes ciudadanas frente a la convivencia y el compromiso de cada uno con el bienestar de los otros que comparten el gusto por vivir en Medellín.

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Tan diversa es la ciudad, y tan diversos son los jóvenes que la habitan, que cualquier motivo es excusa para recorrer sus calles y buscar las ofertas públicas, privadas y comunitarias que se pueden aprovechar y que, en muchas ocasiones, por el desconocimiento o falta de flujos en la información no son aprovechadas por los jóvenes o no los atraen porque han sido diseñadas exclusivamente por adultos.

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tomas, hasta el joven que solo asiste porque el horario se ajusta de manera perfecta a su calendario estudiantil, le fascina callejear y si esta es la ocasión para hacerlo, pues de una.

“Cuando yo era joven” Esta frase aparece muy frecuentemente cuando un grupo de callejeros visita un sitio donde el anfitrión es un adulto, sin importar qué tan mayor sea. Casi siempre como añoranza de buenos años y de acciones que marcaron su vida para siempre, muy pocas veces como el reproche famoso aquel: “Es que la juventud de hoy en día…”

En los recorridos de Medellín en la Cabeza siempre se procura acercar a los callejeros a aquellas prácticas imitables, incitadoras, retadoras, no con

Atravesar la ciudad de punta a punta no era un impedimento hace unas décadas para disfrutar de una película, un concierto o hacer parte de un grupo juvenil o cultural con el que los jóvenes de aquel momento se identificaban. Ahora las cosas son bien diferentes, pues no es extraño conocer

En los recorridos de Medellín en la Cabeza siempre se procura acercar a los callejeros a aquellas prácticas imitables.

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un interés ejemplarizante forzado, sino con una intención de sumatoria, como un incentivo para actuar, pertenecer, aportar, aunar esfuerzos a las acciones transformadoras de las que está repleta la ciudad.

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7.4 Visibilización de buenas prácticas en asuntos de juventud

Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Actividad de sensibilización con comunidad sorda y ciega

a alguno que pertenece a movimientos internacionales gracias al internet o a pequeños grupos zonales que se reúnen en una casa de la cultura, una biblioteca o en la casa de alguno de sus integrantes a hacer música, disfrutar de juegos de rol, conversatorios en otros idiomas, deportes extremos, compostaje, voluntariados pro ancianos, niños, animales, inmigrantes, personas en situación de calle…

Son cientos, quizás miles, las acciones juveniles que están activas en la ciudad y que Medellín en la Cabeza, de la mano de aliados, mediadores, callejeros, empleados públicos y hasta de la simple casualidad, quiere resaltar, hacer visibles, conocerlos, visitarlos y aplaudirlos para que sean los jóvenes de hoy quienes, en un futuro que ojalá sea mejor, reciban a los callejeros del mañana y tengan mil historias que los llenen de orgullo por su aporte y les puedan decir: cuando yo era joven.

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Son cientos, quizás miles, las acciones juveniles que están activas en la ciudad y que Medellín en la Cabeza, de la mano de aliados, mediadores, callejeros, empleados públicos y hasta de la simple casualidad, quiere resaltar.

En este, póngannos un 10 En la programación que se envía cada dos semanas a los callejeros inscritos en el proyecto, para que se programen según gusto y disponibilidad, es usual que en algunas se resalte: trae tu bici. Y es que el uso de este medio de transporte se convierte en una perfecta –y además muy divertida– excusa para pensar la movilidad sostenible.

Mientras se pedalea se disfruta de otro modo la ciudad, se comprueba que no es tan complicado desplazarse por ella en bicicleta, que los tiempos de

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Ruta: Somos educación, arte y cultura Estación Pabellón del Agua del tranvía, comuna 10 La Candelaria

desplazamiento en algunos trayectos y horarios se reducen, se siente la tranquilidad de no contaminar y, sencillamente, se pasa muy rico.

Pero la apuesta de Medellín en la Cabeza por una movilidad sostenible no para allí. Después de realizar muchos recorridos a barrios alejados del Centro de la ciudad, donde siempre inician aquellos, en buses de empresas privadas que se contratan para tal fin, se tomó una decisión trascendente pero simple: vamos a viajar lo más posible en

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7.5 Estímulo a la movilidad de los jóvenes por la ciudad de manera sostenible

Ruta: Medellín en movimiento - Tarjeta Cívica Medellín en la Cabeza, alianza con el Metro de Medellín

abrirse a la posibilidad de conocer nuevas personas y de lucirse con el buen comportamiento ciudadano.

Y frente al asunto del impacto ambiental solo cabe resaltar que gran parte de los desplazamientos de los callejeros se realizan caminando.

Y frente al asunto del impacto ambiental solo cabe resaltar que gran parte de los desplazamientos de los callejeros se realizan caminando, disfrutando de las aceras de nuestra ciudad, yendo de un lado a otro en los principales medios de locomoción con los que contamos: las piernas.

Contaminan muchísimo menos un par de suelas gastadas y unos zapatos viejos que un galón de combustible.

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Cada acción cuenta y cada vez que un recorrido ingresa al sistema Metro: metro, tranvía, bus articulado o Metrocable, se invita a la reflexión por parte de los callejeros. El proyecto ha redescubierto que el transporte masivo es una extensión de la calle, es un sitio más para conocer historias, dejarse sorprender analizando el entorno,

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transporte público masivo para que los jóvenes lo sientan como algo habitual y comprendan la importancia de priorizar esta manera de movilizarse frente a su impacto con el medio ambiente.

Tres detalles en cadena En esta línea temática podríamos extendernos tanto como quisiéramos, pero la promesa de hacerlo corto y entretenido ya está dada. Entonces centremos la atención en las tres características que espera promover el Plan Estratégico de la Juventud frente a los espacios públicos y equipamientos públicos de la ciudad: acceso, uso y disfrute.

Uso: entonces es este el que resulta como camino a la conservación de los espacios que son de todos los ciudadanos. De los que casi se mudan a vivir a ellos, porque descubren que son un mundo de posibilidades; pero también de los que jamás los frecuentan. Para evitar que a este segundo grupo pertenezcan jóvenes

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Acceso: las puertas de los equipamientos siempre han estado abiertas y allí una amplia cantidad de oferta de formación, lúdica, deportiva, cultural, artística, de participación, integración social y comunitaria, en fin, todo lo que un joven se pueda imaginar.

El reto era convencer a los jóvenes de cruzar esa puerta y descartar la idea de que son espacios para los “viejitos” y que por el contrario, son ellos los llamados a apropiarse de estos lugares que dependen totalmente del uso que se les dé para evitar que caigan en el destructor camino del olvido al que los destina la soledad. Lo mismo ocurre con otros espacios públicos, pero frente a estos hay que añadir que requieren, por parte de sus visitantes, que se les dé un buen uso.

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7.6 Acceso, uso y disfrute de los equipamientos de ciudad y espacios públicos por parte de la población joven

Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Estadio Atanasio Girardot

de la ciudad, Medellín en la Cabeza se las ingenia para no dejar perder ni una sola de las oportunidades y así disfrutar de estos en sus callejeadas. Cruzar la puerta, acceder sin prevenciones y darse cuenta de lo que se estaban perdiendo y comprometerse no solo a frecuentarlos y cuidarlos, sino a provocar que otros jóvenes –o mejor crecer el grupo y decir ciudadanos– los disfruten.

Disfrute: este se cuenta solo. Basta con visitar algún espacio público de manera responsable o aprovechar junto a muchos otros las oportunidades que brindan los diferentes equipamientos y será como hacer clic. El disfrute llega.

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Cruzar la puerta, acceder sin prevenciones y darse cuenta de lo que se estaban perdiendo.

El inevitable encuentro con las oportunidades De los cientos de recorridos que se han llevado a cabo en Medellín en la Cabeza, ninguno ha tenido la intención de incidir en las decisiones sobre un área del conocimiento para llamar la atención hacia ella por parte de alguno de los callejeros, ni mucho menos para invitarlos

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Ruta: Medellín sostenible - Huertas comunitarias del barrio Bello Oriente, comuna 3 Manrique

a afiliarse a un grupo social, iniciativa comunitaria, equipo deportivo o acción activista alguna; pero es inevitable, ellos se van solitos.

Y es que a muchos de estos jóvenes los conquistan las sonrisas que inspira el deber cumplido de los líderes comunitarios que han batallado por los derechos de sus vecinos en casi todos

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7.7 Orientación vocacional y vinculación de los jóvenes a procesos de cultura, deporte, emprendimiento y sostenibilidad, entre otros

los barrios, les encanta escuchar las proezas que realizan los deportistas de alto rendimiento, se dejan seducir por el riesgo de las actividades extremas como el circo, el baile en alturas, el skateboarding, el parkour y otras tantas locuras que se practican en las calles de Medellín; su solidaridad se despierta cuando escuchan la pasión con la que otros jóvenes describen sus causas.

También se apasionan cuando logran entrar a una cabina de radio, se interesan cuando un urbanista les explica la transformación que se

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En otras palabras, la vida, las oportunidades y los sueños los encuentran a ellos en el mejor sitio donde pueden toparse con el futuro: en las calles de una ciudad que llevan, de día y de noche, en la cabeza.

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En otras palabras, la vida, las oportunidades y los sueños los encuentran a ellos en el mejor sitio donde pueden toparse con el futuro: en las calles.

adelanta en los espacios públicos de la ciudad, se sueñan ejerciendo carreras que aporten a la innovación o la sostenibilidad, se preguntan en qué tienen que enfocar sus esfuerzos para ser parte de las mentes que administran todo esto que conocemos como Medellín.

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Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Parque de Bolívar, comuna 10 La Candelaria

Abrazamos la diferencia Basta con estar en un recorrido para lograr entender por qué decimos que abrazamos la diferencia. En cada uno resulta curioso y encantador observar el montón de gustos, atuendos, peinados, comportamientos, vocablos, tonos, maquillajes, estampados, etcétera.

Es obligatorio resaltar, poner en mayúscula, que lo externo es solo la manera de percibir las diferencias, pero lo verdaderamente valioso es la forma de descubrirlas, vivirlas, disfrutarlas y aprovecharlas.

Callejear con el otro sin importar su identidad de género, su condición económica, su credo religioso, su etnia, su color, su cualquier cosa, puede sonar hasta romántico, pero en Medellín en la Cabeza es fundamental. El proyecto busca que los jóvenes puedan generar conversaciones cuestionadoras, críticas y reflexivas acerca de temas ciudadanos, enriquecidas precisamente por esa diferencia que hay entre ellos.

Cada grupo de callejeros deja marcado al proyecto y lo que se espera es que esto mismo ocurra a la inversa para

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7.8 Fomento de la ciudadanía juvenil crítica y participativa

Cada grupo de callejeros deja marcado al proyecto y lo que se espera es que esto mismo ocurra a la inversa.

ciudadano que valora la riqueza de la diversidad y, por ende, respetará al otro. Que sea un joven que se expresa en las preguntas y contrapreguntas, que no se queda callado, que cuestiona algunas respuestas, que hace sus propias investigaciones y que arma sus rutas a partir de sus interrogantes. Esta transformación es la que abrazamos en Medellín en la Cabeza convencidos de que es uno de nuestros mejores aportes a un futuro donde la prioridad para los ciudadanos sea la convivencia.

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Quizás muchos de estos callejeros no se integren a ningún colectivo, ni aporten directamente en una acción comunitaria, participativa o ciudadana, pero resultará inevitable que sea un

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que así esas construcciones colectivas, esas ideas que se exponen frente a asuntos que competen a todos como ciudadanos, sigan paseando en la cabeza de cientos de jóvenes que asumen un papel activo en la discusión eterna de cómo hacer de Medellín un lugar mejor para todos y cada uno.

Y EN LA CALLE

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No es obligatorio que leas en orden todo lo que sigue, pues queremos que esta publicación se parezca a la ciudad, que se puede explorar en cualquiera de sus calles para descubrir cosas que te interesen de verdad, encontrar precisamente lo que estabas buscando o simplemente conocer algo sorprendente que jamás te habrías imaginado que existía. Pero si vienes leyendo página por página o ya pasaste por las páginas de los antecedentes, recordarás que el proyecto nació en 2015 con cinco rutas y que en 2017 pasaron a ser nueve. Pues terminando el 2018 aún son las mismas, pero recargadas de sitios visitados, experiencias conocidas y pistas de otros lugares, personajes y procesos

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Nueve rutas de Ciudad

Ruta: entendemos ruta como el enfoque temático que queremos darle a un recorrido, aunque igual pueden ser temáticas o territoriales.

Recorrido: este es un desplazamiento a varios lugares distintos con un mismo motivo o idea (enmarcados en los contenidos y motivos propios de una ruta).

Pretendemos que entiendas cómo es que salir a callejear hace posible cumplir con algunos de los objetivos del Plan Estratégico de Juventud 2015 – 2027.

Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Centro de Documentación Musical El Jordán, comuna 7 Robledo

Ahora iniciemos un recorrido por diversas maneras de abordar la ciudad. Pretendemos que entiendas cómo es que salir a callejear hace posible cumplir con algunos de los objetivos del Plan Estratégico de Juventud 2015 – 2027 sin dejar de ser tan divertido y formativo como lo es callejear con Medellín en la Cabeza.

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Antes de continuar, o de brincar de página, es necesario aclarar la diferencia entre Ruta y Recorrido, según lo entiende Medellín en la Cabeza, y para ello es necesario remitirse a la construcción colectiva que se realizó en 2017 donde se definieron estos términos entre todos los participantes de la siguiente manera:

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por explorar en alguno de los futuros recorridos.

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RUTAS FORMAS

Medellín sostenible

Medellín en movimiento El Centro: un lugar para descubrir El centro de la ciudad tiene lugares que convocan a miles de jóvenes y también espacios en los que pueden sentirse en peligro. Con esta ruta queremos desmitificar y mostrar las potencialidades de este barrio de todos.

METROPLUS

Un transporte público incluyente, seguro, sostenible e intermodal puede convertirse en la mejor manera de recorrer la ciudad. Caminar, patinar en skate y montar en bici también son opciones que promovemos para callejear.

Territorios jóvenes nocturnos La Medellín nocturna es una oportunidad para encontrarnos. Aquí reconocemos la noche como espacio de identidad juvenil, de expresiones artísticas, deportivas, culturales, en fin, expresiones de vida.

Callejeamos para reconocer todas las “juventudes” que habitan la ciudad y que se identifican por su preferencia sexual, etnia, gustos musicales, elecciones religiosas, hábitos de vida.

Toda la diversidad, una palabra: jóvenes.

Haciendo memoria para construir futuro En Medellín en la Cabeza caminamos con preguntas sobre nuestra historia.

Entender qué ha pasado en nuestro territorio y por qué, nos ayuda también a comprender quiénes somos.

¿Tiene Medellín campesinos?

Con esta pregunta visitamos la ruralidad de Medellín, presente en los corregimientos y también en muchas costumbres campesinas que aún se conservan en esta urbe habitada por múltiples realidades.

Equipamientos públicos para la ciudadanía Medellín tiene un buen número de equipamientos públicos en sus comunas y corregimientos. Si logramos que los jóvenes conozcan y se apropien de la oferta de sus territorios, ésta será una ciudad que enseña en todos sus rincones.

Somos educación, arte y cultura En Medellín en la Cabeza también aprendemos de los jóvenes, de su capacidad creativa y resiliente. En esta ruta conocemos múltiples expresiones educativas y culturales que van más allá de la institucionalidad.

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Somos jóvenes, somos diversos

Cada recorrido de Medellín en la Cabeza tiene un énfasis temático que nos permite guiar las preguntas, las miradas, poner el foco de atención en algunos aspectos. Así, un mismo lugar puede visitarse un día en clave de diversidad y otro, por ejemplo, para hablar de sostenibilidad. Son nueve énfasis, es decir, nueve rutas temáticas que nos guían al callejear.

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DE ANDAR LA CIUDAD

Una ciudad sostenible no es sólo una ciudad verde, es también aquella donde los ciudadanos asumimos hábitos para convivir y reducir impactos. En los recorridos que hacen parte de esta ruta conocemos experiencias exitosas para aprender de ellas y multiplicarlas.

Solo tiene un nombre –lo advierte– Mariana Posada Moreno. Es estudiante de Comunicación Social - Periodismo en la Universidad Pontificia Bolivariana, integrante fundadora del colectivo Comuna Joven de la Comuna 11, cursa simultáneamente dos diplomados, entre ellos el de Medellín en la Cabeza, proyecto en el que es mediadora, y estudia portugués como cuarto idioma, pues ya sabe inglés, se defiende en francés y no niega el placer de compartir sus ideas en su natal español.

Conociendo todas estas ocupaciones es

Ella piensa que el hoy se construye con los adultos del mañana y que estos deben reclamar espacios de visibilidad y participación, pero para eso deben abrir su mundo más allá de sus grupos de amigos, los compañeros de estudio o trabajo y los centros comerciales. En pocas palabras, cree ciegamente que los jóvenes deben salir y apropiarse de todo lo que la calle tiene para enseñarles.

Esta, más que una entrevista, es la invitación a participar en Medellín en la Cabeza y conocer a personas como Mariana y todos los mediadores, a miles de jóvenes que tienen ideas potentes, que solo esperan encontrar cómplices para juntos construir futuro.

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El cerebro me hizo ¡pum!

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8.1 Haciendo memoria para construir futuro

un privilegio contar con un espacio para entrevistarla y entender por qué preparó un recorrido de la ruta Haciendo memoria para construir futuro de manera voluntaria. Su pasión por la lectura y el grato encuentro con el libro Moscas de todos los colores, de Jorge Mario Betancur, fueron suficientes para que se atreviera a exaltar la historia de Guayaquil transitando sus calles, siendo la guía de 38 jóvenes que se interesaron por esa cosa maravillosa y necesaria que es el recuerdo.

Yo quería hacer el recorrido en el marco de un evento de lectura y por esto se programó en plena Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.

Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Estación Medellín del Ferrocarril de Antioquia, comuna 10 La Candelaria뺭 / 109

Tenemos que hacer un recorrido como resultado del taller “Un mediador callejea con método”, pero este lo hice por voluntad porque en el proyecto siempre nos invitan a proponer recorridos. Me gusta mucho leer sobre Medellín y en una clase de la universidad, hablando de Guayaquil, la profesora recomendó el libro de Betancur. Me impresiona saber que en ese lugar pasan tantas cosas desde hace tantos años y entonces comencé a leerlo. Es un mamotreto como de quinientas páginas súper bueno, entonces se me ocurrió proponer el recorrido basado en él, se lo planteé al equipo pedagógico del proyecto y de una lo aceptaron. Yo quería hacerlo en el marco de un evento de lectura y por esto se programó en plena Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín. Tomé un cuaderno y comencé a llenarlo de datos,

pero pronto me di cuenta de que, más que lo resaltado, recordaba las anécdotas particulares, los datos curiosos o poco usuales. Entendí que quienes fueran al recorrido seguro recordarían fácilmente que el sector se llama Guayaquil por un aguardiente que un señor fabricaba por allí, las peleas entre los famosos guapetones o que el edificio Carré era un inquilinato. A ratos, con la carga de los parciales y la fecha acercándose, decía ¿por qué me metí en esto?

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¿Por qué precisamente quisiste preparar un recorrido de esta ruta?

¿Crees que a los jóvenes hay que sacarlos a la calle?

Eso hay que pensarlo según cada territorio y en él ver qué sucede con los jóvenes. En algunos no salen a callejear, pero en otros salir es algo muy común.

Si tienen consolas, televisores, aparatos electrónicos que los mantengan en la casa o si su acceso a internet depende de un sitio donde ofrezcan wifi gratis;

¿Qué sucedería si los jóvenes no salieran?

Detenemos el desarrollo porque no participamos. Se rompe la comunicación entre las comunidades y las construcciones que salen de eso. Es necesario ser más críticos y comenzar a cuestionarnos sobre qué estamos aportando como jóvenes en estos procesos. Si seguimos en estas burbujas, la sociedad seguirá solo en manos de adultos y cuando queramos acceder a ella no se va a parecer a nosotros ni a responder a lo que necesitamos. Los que estamos en

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Yo quería que los callejeros vieran que la memoria no solo se refiere al conflicto.

Era un reto que se sorteaba fácil, solo aclararles que la memoria es también pensarnos como “sujetos ciudadanos”, que somos producto de algo que ya pasó, que desde ahí podemos reinterpretar y potenciar lo que somos para mejorar el futuro. Además, los participantes de Medellín en la Cabeza son chicos que tienen otro chip y quieren gozarse la ciudad, una generación que la está conociendo y le aportan; hacen parte de una juventud que no quiere seguir siendo ajena al territorio y a las acciones a las que no tenían acceso o no les interesaba tenerlo.

detalles como estos inciden bastante.

A mí me parecen más chéveres los territorios donde los jóvenes se encuentran para salir a jugar, para ir a una UVA, a un parque, a la casa de un amigo o a alguna esquina del barrio a hablar. En cambio, en algunas comunas como la 11, la 14 o la 16 se ven encerrados en burbujas digitales, en pequeños grupos que siempre hacen lo mismo y sus planes están mediados por el consumo o los sitios de moda como centros comerciales, malls, restaurantes, etcétera.

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¿Qué reto te impuso el nombre de la ruta?

la calle participando ya arrancamos para que otros jóvenes vean que está pasando algo y se acerquen a participar.

¿Qué te atrajo de Medellín en la Cabeza?

Mis primeros recorridos fueron muy de paso. Terminaban y ¡pum! para la U y ¡pum! para la casa. Lo que aprendía me quedaba como un dato que conocí y ya, pero luego eso me abría una nueva reflexión o me ponía como en una mejor

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Las conversaciones en mi familia siempre son sobre asuntos de la ciudad.

Antes no me interesaban mucho, pero luego en el proyecto y en la universidad me di cuenta de que eso que siempre les escuché me aporta un plus. Además, yo soy muy sociable y en la calle he tenido el placer de acercarme a personas de todo tipo. Hace poco estuvimos por la avenida De Greiff y unas personas en situación de calle se acercaron a escuchar al guía del recorrido, ellos nos sonreían y nosotros a ellos, hace un tiempo les hubiera tenido mucho miedo, pero ahora la relación con el otro es distinta, parte más de la posibilidad de conectar que desde el miedo.

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Ruta: Haciendo memoria para construir futuro UVA de La Armonía, comuna 3 Manrique

posición en todas mis actividades. Los profesores me preguntaban: ¿usted dónde aprendió eso o aquello? ¿Por qué sabe esto? Entonces yo caía en la cuenta de que había sido en la calle y que esta me estaba aportando mucho. Fue un cambio de chip. Entonces me interesé en ser mediadora, más cuando entendí que los demás mediadores eran chicos como yo, que tienen sus propios intereses y que quizás tampoco han callejeado mucho, pero quieren aportar.

A mí se me hizo muy cortico. Me gustó mucho que fuera un viernes por la tarde que Guayaquil está muy activo, vivo, loco, lleno de ventas y personas caminando. Pensaba: qué tan chévere estar acá, qué bacano lo que deben estar viendo y sintiendo los chicos que nunca se habían cruzado por acá, qué

¿Te preguntaron mucho los callejeros durante el recorrido?

Uy sí, pero saber las respuestas a todas las preguntas que surgen en un recorrido es imposible. Lo bueno es que las que quedan en el aire son una nueva excusa para salir, como se dice en el proyecto: a callejear con preguntas.

Ese chip de callejero que mencionas ¿se puede implantar?

Solo se requiere prenderlo, ya está ahí.

Yo no lo tenía prendido por más que mi familia sea académica, que participe en acciones juveniles y comunitarias, o que estudie la carrera que estudio.

Todos los jóvenes tienen la facilidad de hacerlo porque tienen información a disposición, tiempo, energía y a

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La verdad sí lo llevé, pero no lo necesité porque tengo una memoria gráfica.

Sabía dónde estaba anotada cada cosa, en qué color la había resaltado, en cuál esquina de la hoja estaba ese dato. Al recorrido fueron tres amigos, un mediador, un compañero de otro diplomado y, por casualidad, una compañera de la universidad y a ellos les decía que me recordaran alguna cosa en determinado punto del recorrido. Yo estaba muy nerviosa porque sé que los participantes van con un chip distinto, cuestionando lo que les dicen, buscando más información, no van a pasear, sino a aprender.

Al principio iba muy rápido, como queriendo decir todo de una vez.

rico que piensen cómo era este sitio a finales de 1800 y principios de 1900.

Quedé muy feliz y los que iban del proyecto me dijeron que salió muy bien.

También los amigos a los que les dije que me recordaran algunos detalles, que sí lo hicieron pero casi a las diez de la noche y yo: uich, ¿por qué no me dijo cuando le dije que me dijera?

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Volvamos al recorrido que hiciste ¿llevaste el cuaderno de notas?

Entonces ¿este proyecto es poderoso?

Sí, porque le abre a uno los ojos. Yo lo siento en el cambio de cómo ahora veo al otro, me di cuenta de que la manera de ser de las personas es fruto de su realidad. En Medellín en la Cabeza se entiende que hay un montón de cosas, de ideologías, de situaciones y circunstancias que los llevan a ser como son. Eso que antes juzgaba ya lo veo como una riqueza y aprendo de esas

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Ruta: Haciendo memoria para construir futuro Esquina de las mujeres, barrio San Pedro, Comuna 4 Aranjuez

diferencias. Eso es la calle y yo ya me di la posibilidad de conocerla. Es fascinante esa relación con la calle cuando la vemos con los personajes, los animales, los equipamientos, la arquitectura, el transporte, etcétera. Se abre un montón la cabeza. A mí el cerebro me hizo ¡pum!, me explotó y la vida me dijo: Mariana, la vida es otra cosa y puedes aprender mucho, hay un millón de cosas, de lugares y personas que tienen mucho que enseñarte pero están ahí afuera, en la calle.

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Medellín en la Cabeza. Somos los sujetos perfectos para activar ese chip que nos vuelve los callejeros de la familia. Eso debe ser en el presente, debemos ser parte de una juventud más activa, crítica y propositiva que no se queda en criticar solamente, sino que se levanta, propone, actúa, construye, hace y transforma. Medellín en la Cabeza está dejando esa semilla y se está multiplicando. Cada vez más jóvenes están replicando las ganas de salir y apropiarse de la ciudad. Acá adquirimos conocimiento, no para una evaluación, sino para la vida, un conocimiento que construimos con gusto y hasta sin darnos cuenta.

Cuando de verdad se quiere llegar al sitio esperado, por necesidad, compromiso, vocación, obligación, entusiasmo o por cualquier otro motivo, lo de menos es la manera de hacerlo. En carro, bus, metro, tranvía, metrocable, taxi, patineta, volqueta, bicicleta o gastando suelas. Lo mismo aplica para ese deseo de conocer la ciudad y sus múltiples posibilidades de entretenimiento, formación y participación. Cuando Medellín es la excusa se va a donde sea en lo que sea y eso, precisamente, es lo que propone y demuestra Medellín en movimiento, una de las nueve rutas del proyecto

Esta ruta resulta ser la más compleja de definir, sobre todo cuando todas las demás podrían parecerse a ella, ya que en todas se utiliza un medio de movilización pertinente para llegar al destino esperado, velando por que sea el menos contaminante y el más sustentable que sus particularidades permitan. Pero en esta ruta, la concentración, el objetivo, el motivo y la excusa de reflexión resultan ser los medios de movilización utilizados para deambular por la ciudad. Ahí radica la diferencia, pues montarse en el tranvía desde la estación Pabellón del Agua es muy diferente cuando se pone toda la atención en las características de este sistema; se aprende a recargar una

Cuando Medellín es la excusa se va a donde sea en lo que sea y eso, precisamente, es lo que propone y demuestra Medellín en movimiento, una de las nueve rutas del proyecto.

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Estar quietos es inexcusable

Medellín en la Cabeza de la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín.

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8.2 Medellín en movimiento

ir a donde queremos, posibilitan ayudar a los amigos que por sí solos no pueden llegar a donde quieren llegar, regalan la posibilidad de visitar los sitios que queremos conocer. Nos dejan sin excusas. Que hay mucho sol, un verdadero callejero lleva su propio termo con agua para hidratarse. Que no tengo bloqueador, hasta un cartón sirve de sombrilla cuando de cuidarse se trata y ya que se habló de sombrilla, esta sirve también para la lluvia, así que la lluvia queda descartada como impedimento para disfrutar de la ciudad gastando la suela de los zapatos.

Volvamos la atención al metro y abordemos la línea B con dirección a

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Ni tiempo de mirar por la ventana da cuando se llega a la estación de intercambio entre el tranvía y el sistema Metro. Parar un segundo, inspeccionar las capacidades físicas de cada uno y determinar que a la gran mayoría le resulta posible utilizar las escaleras y realizar una actividad física pequeña, y permitir que las escaleras eléctricas sean usadas por las personas que sí las requieren. Los pies resultan ser un medio de locomoción importantísimo que muchas veces se ignora o menosprecia pese a que estos son una gran base de soberanía individual e independencia. Permiten

Ruta: Medellín en movimiento Ciclorruta del sector La Alpujarra, comuna 10 La Candelaria

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tarjeta Cívica, se habla sobre la mejor manera de utilizarlo, el bajo impacto contaminante por la utilización de energía eléctrica, la lógica matemática de la eficiencia en cuanto a movilización de personas frente a los vehículos particulares y la posibilidad que abrió, desde su misma construcción, para generar un espacio público que prioriza al peatón, permitiendo un tránsito más tranquilo por una vasta zona del Centro de la ciudad y hacia algunos barrios del Oriente.

Pensar que este simple acto de estar parados, uno detrás del otro, con respeto, también hace parte del movimiento y de la facilidad de los sistemas de transporte.

Las cabinas del Metroclable no paran.

Planear cómo desagregar el grupo, una parada en la estación Vallejuelos, sin bajarse del sistema. A sobrevolar la ciudad en otra posibilidad de transporte, mirar cómo, para muchos de estos habitantes su primer contacto diario con la ciudad, con la calle, es una línea larga y empinada de escaleras que los saca de sus casas hasta las calles de sus barrios. Y cuando se dice largas son largas. Entender la importancia y la poderosa connotación de dignidad que significa tener para ellos un medio de transporte que los acerca a sus casas, al barrio querido. Notar también que muchas de estas calles se poblaron

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Estación San Javier, otra vez poco tiempo para disfrutar de la llegada al Occidente de la ciudad, otra vez la decisión de subir por las escalas y la fila, la importante fila para que todo fluya. Pensar que este simple acto de estar parados, uno detrás del otro, con respeto, también hace parte del movimiento y de la facilidad de los sistemas de transporte. Mirar la actitud con la que algunos intentan adelantarse en la fila entorpeciendo el flujo e indisponiendo a los demás.

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la estación San Javier; vale recordar que el sistema fue inaugurado el 30 de noviembre de 1995 después de muchos contratiempos que se lograron superar, que en circulación hay varios tipos de trenes y que existe un grupo muy importante de profesionales que se la pasa con calculadora en mano buscando la eficiencia de los ciclos para que los usuarios tengan menores tiempos de espera y desplazamiento.

Esta última palabra recuerda que es necesario moverse hacia el centro de los vagones, hacer el ejercicio consciente y concentrado de notar que esta sola acción beneficia a todos y reflexionar qué otras actitudes que priorizan el yo sobre el nosotros no aportan.

del Valle de Aburrá con el valle del río Cauca y luego hasta el Urabá para entender por qué garantizar esta conexión con aquel puerto ha sido un trasnocho de varias décadas para las administraciones municipales y departamentales.

Al terminar el recorrido en Metrocable vale la pena detenerse en las afueras de la estación y anotar que estas edificaciones son equipamientos públicos y que sus alrededores, en la mayoría de los casos, propician espacios de encuentro.

Ahora abordar un bus para descender de nuevo al Centro de la ciudad. En él, varias tareas: calcular la diferencia en tiempo frente al recorrido hecho hasta

Ruta: Medellín en movimiento - Metrocable, comuna 8 Villa Hermosa

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Ya juntos de nuevo, mirar desde la estación que las escasas calles se ven como parqueaderos, repletos de vehículos quietos, entorpeciendo el paso de los que sí se necesitan para el bien común como los de reparto de alimentos, el transporte masivo, el recolector de basuras y ni hablar de las ambulancias, por mencionar solo algunos. Desde allí también observar la vía al mar que resulta ser la unión

Al terminar el recorrido en Metrocable vale la pena detenerse en las afueras de la estación y anotar que estas edificaciones son equipamientos públicos y que sus alrededores, en la mayoría de los casos, propician espacios de encuentro.

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desordenadamente y que por ello no cuentan, ni contarán con calles porque la prioridad por satisfacer era la vivienda, no la movilidad, y que por ello existe una disciplina que se hace necesaria como la planeación urbana.

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acá, atender el respeto a las señales de tránsito de los demás conductores, hacer un promedio de las personas que van en cada vehículo de uso particular y pensar por un momento si tener uno es símbolo de poder, prestigio o reconocimiento y por qué.

Las respuestas saltan a la vista, se sienten en cada uno de los sacudones por culpa de las imprudencias, la velocidad innecesaria, los vehículos en los semáforos que en su mayoría

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están ocupados por una sola persona y que por tenerlo no los hace ni más ni menos. Incluso, después de haberse movido por la ciudad con todos los sentidos puestos en este acto, se podría concluir que el vehículo privado es una decisión costosa e ineficiente y adquirir el compromiso de desempolvar la bicicleta, activar la tarjeta para usar el sistema EnCicla o enamorarse cada vez más de los zapatos.

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Ruta: Medellín en movimiento Metrocable, comuna 8 Villa Hermosa

Iban llegando una a una las diecisiete mujeres y los únicos tres hombres que participarían del recorrido dedicado a las mujeres en el Centro de Medellín.

Casi ninguno sabía entonces que a escasos diez metros se encuentra la escultura dedicada a la Bachué quien es, según la mitología muisca, la primera mujer, y que con sus pechos alimentó a todo el pueblo; ni que precisamente fueron los senos descubiertos en esta escultura de Luis Horacio Betancur los que unieron a muchas mujeres de mediados del siglo XX para cubrirla con telas y lonas y reclamar públicamente

Refrigerio en las tulas, presentación del proyecto y recordatorio de que se iniciaría un recorrido enmarcado en la ruta El Centro: un lugar para descubrir en el que se da la verdadera importancia a esta zona como espacio de encuentro, como resumen de todo lo que pasa y pasó en nuestra ciudad, espacio en el que podrían realizarse todas las demás rutas de Medellín en la Cabeza y zona imposible de conocer en su totalidad por su infinita, frenética, planeada y muchas veces inesperada e impredecible transformación. Todo listo, habrá que cruzar a prisa casi media Comuna 10 La Candelaria, el Centro, el ‘trocen’ y barrio de todos, pues la cita en el Banco de la República está cerca y allí, a través de las estampillas y el arte de la filatelia, se espera reconocer el papel de la mujer en la historia de Colombia.

Pasos largos y veloces que se acompañan con cortos comentarios entre el grupo, algunas de las asistentes cuentan su participación en grupos de estudio, iniciativas de mujeres,

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Callejear en libertad

que fuera retirada del espacio público por ser una imagen impúdica y no apta para estar en la calle.

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8.3. El Centro: un lugar para descubrir

Se tuvo que omitir una parada en el lugar donde nació, en 1803, la Universidad de Antioquia sin ninguna

mujer en sus aulas. Este logro solo se dio cerca a 1930. Lo que sí se alcanzó a hacer fue la invitación a participar en los conversatorios de una nueva iniciativa liderada por mujeres jóvenes llamada Somos hiedras, que convoca a conversatorios abiertos sobre asuntos feministas y que en la sesión más próxima se reunirían en el Claustro de San Ignacio, donde a principios del siglo XIX los hombres de la Villa de la Candelaria empezarían a estudiar…

Las mujeres tendrían que esperar varias décadas para poder, por lo menos, estudiar para aprender oficios domésticos.

Ayacucho nos despide con el sonido de las campanas de un tranvía que es conducido por una joven que desde adentro de la cabina sonríe, seguramente sin sospechar de qué

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Es poco tiempo para reconocer el papel de las mujeres campesinas en la Placita de Flórez o exaltar al CEFA y hablar de la importancia de este centro formativo que desde hace más de ochenta años tiene como bandera lograr una educación obligatoria, gratuita, meritoria y laica para las mujeres, ¿premisas aún no alcanzadas? ¿Otras replanteadas u olvidadas? Por ello el nombre de la ruta, pues cada esquina del Centro abre un infinito abanico de preguntas. Todo depende de la intención con la que se recorra.

Por ello el nombre de la ruta, pues cada esquina del Centro abre un infinito abanico de preguntas. Todo depende de la intención con la que se recorra.

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colectivos femeninos y feministas mientras explican cuáles son las diferencias entre ambos enfoques sin entrar en discusiones profundas, pero llegando al acuerdo de que lo primero que se requiere para lograr el reconocimiento de las mujeres es que la sociedad reconozca (en las dos acepciones de la palabra: identificar y aceptar formalmente) muchos términos para poder saber de qué se habla cuando se habla de lo femenino.

nuestro país. Algo que podría sonar mínimo, pero que representa mucho más cuando se hace el recorrido por la historia de la presencia femenina a través de las estampillas y los billetes.

habla este grupo apresurado y que su trabajo sería impensable hace apenas unas décadas, pues la sociedad no confiaría su vida a una conductora. Ni la agente de tránsito o de policía, ni las optómetras, ni las ortodoncistas, abogadas, libreras, ni la gerente ejecutiva del Banco de la República tendría por qué saber que este grupo caminaba esa tarde admirando y celebrando sus vidas y entendiendo que sus profesiones y oficios son posibles gracias a luchas anteriores y aún no culminadas. No puede pasar inadvertido el dato de la gerente ejecutiva, pues solo hasta 2018 la firma de una mujer aparece impresa en un billete de

En la manera de exponer de la anfitriona es notorio que esto la confronta, pues debe admitir detalles como que una de las primeras mujeres en aparecer

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Ruta: El Centro: un lugar para descubrir Clase de tango en el Salón Málaga, comuna 10 La Candelaria

En la exposición de Daniela López sobre de la colección filatélica del Banco de la República, comienzan a figurarse otras clases de discriminación, tan sutiles como poderosas en el campo de lo simbólico, a las que se han visto expuestas las mujeres, pues la presencia en estos sellos ha sido marcada por la imagen de mujeres como musas creativas de los hombres de artes y letras, como la imagen de la justicia por herencia griega o romana, como personajes de la iconografía católica, pero muy poco como destacadas científicas, artistas, políticas, dirigentes, deportistas, etcétera.

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A tiempo en la cita que apresuraba los pasos

Correr de nuevo, pues el mundo de la filatelia y el tema de las mujeres se juntaron para hacer perder la noción del tiempo.

El reloj no perdona y el recorrido debe llegar a su próximo destino.

Juniniar libremente Correr de nuevo, pues el mundo de la filatelia y el tema de las mujeres se juntaron para hacer perder la noción del tiempo. De haber contado con unos minutos más se habría podido hablar de las Madres de la Candelaria que entienden muy bien su condición de mujeres con hijos o familiares desaparecidos y hacen presencia todos los miércoles al mediodía en el parque de Berrío y dicen que no dejarán de hacerlo hasta que aparezca el último de ellos.

Sobresale un corto comentario sobre la importancia de la carrera Junín y de los famosos poncherazos (fotografías no solicitadas a blanco y negro) muchas veces acompañados por

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Luego, en estos pequeños y hermosos trozos de papel engomado han aparecido muy pocas mujeres, entre ellas Policarpa Salavarrieta, la Santa Madre Laura y varias más que en la exposición no superaron veinte; entre ellas, dos que aparecieron más por su condición de víctimas de la violencia del narcotráfico que por su labor en vida. Pero la que detonó cierto malestar en el grupo fue la de una mujer que mientras introduce su voto democrático en una urna electoral lleva cargado a su pequeño hijo. Esta imagen de 1962, que suponía celebrar el logro político

de las mujeres por su derecho oficial y reconocido a decidir, a ser escuchadas, a manifestar sus preferencias electorales, se veía marcado por el símbolo de la maternidad y la crianza de los hijos. Otro detalle que podría pasar desapercibido, pero es muy potente en la discusión frente a lo que se “espera de una buena mujer”.

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en una estampilla colombiana fue Luz Marina Zuluaga, primera Miss Universo colombiana por allá en 1959, con su cetro, capa roja, corona y vestido de baño, enmarcada en orquídeas y plantas de café para identificar las cartas que en aquel entonces tendrían un costo de envío de un peso y veinte centavos.

La palabra, ya con pocos minutos disponibles, la tomó Jenny Giraldo,

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de llevar a cuestas: el fastidio que les produce ser vulneradas con miradas, palabras, gestos y actitudes que condicionan su intención de caminar, de disfrutar la calle. Una conversación que poca respuesta obtuvo, quizás porque los jóvenes presentes, además de estar llegando al final de un recorrido en el que lograron evidenciar la discriminación hacia ellas, ahora asumían el papel de emisarios de tan importante mensaje.

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piropos románticos y poéticos tampoco solicitados y mucho menos bien recibidos. Entre el grupo se concluye que cualquier palabra no solicitada, por inocente que se quiera hacer parecer, es una violación a la soberanía personal; incomoda, vulnera, agrede y resta tranquilidad a las mujeres para salir a recorrer las calles. Este derecho a salir, a contribuir en la construcción social o solamente a disfrutar de la calle y el espacio público, se conoce como el Derecho a la Ciudad según lo expuesto por “Lu”, la joven que lidera los temas de participación y género en la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín. Ella, sentada en el patio de la Casa de la Cultura de la Cooperativa Confiar, estableció una conversación sobre la necesidad de salir a reclamar la ciudad, a buscar ofertas culturales, recreativas, formativas, participativas y festivas como motivos suficientes para exigir los derechos que la sociedad ha negado a las mujeres.

Las jóvenes presentes compartieron con los pocos hombres del recorrido algunos de los temores que enfrentan a diario y de otra sensación no grata

Ruta: El Centro: un lugar para descubrir Corporación Cultural Agité, comuna 10 La Candelaria

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cada una como sujetos de derechos que no deben parecerse ni pensar similar a las mujeres que dan la pelea y lideran estos procesos, pues lo que se requiere es tener la posibilidad de que cada mujer pueda salir al Centro de Medellín, caminar la ciudad, el país y el mundo siendo la persona que decidió ser, no la que la sociedad le pidió ser. Tremendo cierre en estas pocas palabras.

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quien en su papel de coordinadora de la plataforma Mujeres Confiar y líder destacada de la ciudad en el tema femenino y feminista, recordó que no alcanza con nombrar a las mujeres utilizando el lenguaje incluyente, que no basta con dejar de hacer piropos, que es insuficiente tener mujeres con cargos públicos, que hace falta reconocer el talento en todas y cada una, dar la voz a todas y cada una, diferenciar a todas y

A un lado de la estación Santa Lucía del Metro llegaban los callejeros del recorrido de aquel caluroso sábado con una pregunta en sus cabezas: ¿tiene Medellín campesinos? Con su participación en la ruta pretendían responderla y para ello visitarían uno de los cinco corregimientos que tiene el municipio.

Ya tenían una primera pista: el 71% del territorio de la ciudad es rural. Antes de llegar a este sitio lograron entender la diferencia entre un campesino y un indígena gracias a la participación

En el sitio donde se tomaría el bus del sistema integrado de transporte en el que llegarían a la vereda Morro Corazón, del corregimiento de Altavista, una joven más se unía al grupo y con toda propiedad tomaba el liderazgo durante el embarque. A bordo comenzaron a remontar empinadas calles de las comunas 12 y 13. Toda una aventura sentir la inclinación, el rugido del motor y ver que, entre la estructura del bus y los muros, los otros carros, las personas y las barrancas, hay solo unos escasos centímetros que los conductores sortean, todo esto mientras escuchan música tecno y responden preguntas de los dos callejeros sentados en la banca delantera.

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Experiencia y vigencia rural

de varios jóvenes universitarios provenientes de comunidades de todo el país. En Putumayo, Nariño, La Guajira y Antioquia se sabe que no todos los campesinos son indígenas, ni todos los indígenas se dedican a asuntos del campo, pero sí que todos los colombianos tenemos en nuestra sangre, por el mestizaje, algo de indígena y mucho de campesino.

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8.4 ¿Tiene Medellín campesinos?

Una expresión de asombro suena al unísono cuando Gilma de las Mercedes Rúa cuenta que se casó a los catorce años y, desde ese momento, su vida comenzó a girar en torno al sostenimiento de un hogar campesino en el que la agricultura era la base de la manutención de su esposo y sus diez hijos.

También, como un coro que descansa, se escucha un suspiro seguido de un aplauso colectivo cuando ella narra que se graduó del bachillerato a los sesenta años y que ahora que superó las siete décadas de vida no encuentra en su vivienda suficiente espacio para colgar

todos los certificados y diplomas que ha conseguido en cursos, diplomados y capacitaciones que ha recibido durante su trabajo como líder comunitaria.

Recreación para niños, obras de infraestructura, rescate de la memoria, derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, dignidad campesina y hasta soberanía alimentaria son solo algunos de los temas que la apasionan y por los que trabaja día a día. Su edad no es impedimento para que esta delgada mujer, vestida de tenis y ropa cómoda, recorra las cuestas de su vereda para llevar recados, citar a reuniones y

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Gilma ya no carga delantal

Ruta: ¿Tiene Medellín campesinos?

Corregimiento de Altavista

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Veinte minutos y arriban a un sitio conocido como “el reversadero”, donde de nuevo la última joven en integrarse al grupo se destaca e indica por dónde seguir subiendo… subiendo en serio.

Muy en lo alto, en una caseta enorme construida hace años por la comunidad de la vereda, espera parada al lado de un crucifijo monumental una mujer pequeña que resulta encarnar la gigante voz de la experiencia.

Ya en su casa, sobre sus manos arrugadas y con las huellas de una vida cargada de trabajo, expone una a una las semillas de fríjoles dálmata, papas aéreas, zapallos, duraznos, entre otras, que por esos días pretendía sembrar con su esposo en la pequeña huerta.

“Nosotros somos científicos. Nos Ruta: ¿Tiene Medellín campesinos?

Plaza de mercado La América, comuna 12

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Cuenta Gilma que su labor comunitaria siempre estuvo latente hasta que su hija mayor cumplió la mayoría de edad y ya podía ayudarle con los hermanos menores y las labores de la casa. “Ese día dije ‘hasta acá Gilma carga delantal’ y cogí para la calle; y desde eso me dedico en forma a estar en cuanto asunto pueda ser útil para la comunidad”. Aclara que ha estado involucrada en asuntos comunitarios por lo menos cincuenta y siete años.

De las dificultades de la vida campesina resume todo en una sola palabra: olvido.

Gilma sostiene que los campesinos, no solo los de Medellín, son olvidados por el Estado que no destina recursos y apoyo, por los ciudadanos que olvidan que los campesinos son quienes producen sus alimentos y prefieren comprar a grandes distribuidores que se quedan con las ganancias de lo producido por la tierra y el sudor de su trabajo. Que los mismos campesinos olvidan que son poderosos y pueden reclamar por vías pacíficas sus derechos y que los jóvenes nacidos en el campo, por culpa del afán de tener todo lo que no necesitan pero les vende el mercado, olvidan que su mayor valor es la posibilidad de aprender y heredar el conocimiento más valioso que un humano pueda tener: producir comida y convivir con la naturaleza.

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saludar en cada una de las casas por las que pasa mientras guía al grupo de callejeros desde lo alto de la vereda hasta su casa.

La joven que tanto sobresalió en el recorrido se llama Katherine Ruiz Valbuena y es otra orgullosa campesina que explicó con detalle la conformación territorial del corregimiento en el cual nació, del cual salió para facilitar su vida de universitaria, pero al que regresó asumiendo las dificultades propias de

Acá en el campo hay mucha solidaridad y más trabajo en equipo porque los problemas son conjuntos.

“Vivo en Altavista hace veintiséis años –toda mi vida– en la microcuenca La Picacha. Me gusta acompañar a los chicos de Medellín en la Cabeza porque es importante que caminemos los territorios de la ciudad para conocer y valorar la diversidad. Hay que reconocer que desde esta ruralidad llega gran parte de nuestro alimento y reflexionar sobre cuánta importancia le estamos dando. En la escuela nos enseñan sobre hábitos alimenticios, pero no quién los produce haciendo ese trabajo tan arduo para que esa comida esté en nuestra mesa. Que los callejeros vengan hasta acá cambia sus miradas, se van un poco más conscientes de lo que se comen, del trabajo de los campesinos que siguen ahí resistiendo para que ese alimento les siga llegando.

“Acá en el campo hay mucha solidaridad y más trabajo en equipo porque los problemas son conjuntos. Ejemplo: tenemos que arreglar una tubería, como

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La última en unirse

vivir en una vereda sin señal de telefonía celular ni conexión a internet, porque sus raíces estaban allí y porque la ruidosa ciudad no le permitía aclarar unas ideas que sin reparo compartió:

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dicen que esa fruta no se da por acá y con más ganas la sembramos para comprobar si es verdad o no”, cuenta antes de emprender el recorrido por su sembrado en el que se encuentran desde aguacates y mandarinas hasta achiote y pitaya. Muchos callejeros se despiden de Gilma con tres o cuatro semillas inusuales en sus bolsillos, la promesa de sembrarlas para asegurar que no se pierdan sus frutos y flores, el recuerdo de sus palabras y el abrazo que se le da a la propia abuela.

“El campo enamora. En la vereda Aguas Frías un chico adoptó todas las prácticas del papá y un día dijo: ‘No me voy a salir de mi tierra y voy cultivar como lo ha hecho mi familia toda la

“A los jóvenes los invitaría a que vengan al campo, que lo disfruten, que sientan por un rato lo que esto significa. Es un parche estar acá, compartir con la gente del campo por sus experiencias,

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sabemos que el agua es un bien común, todos la consumimos, puede estar en la propiedad del vecino que sea, pero si hay un daño todos juntos vamos a solucionarlo, si cae un derrumbe todos juntos vamos a retirarlo; si uno se entera de que un vecino está pasando por una situación difícil, todos juntos le ayudamos.

“Yo me crié con todas las prácticas campesinas, mi abuela me enseñó infinidad de cosas y siempre siento que debo estar ahí. Creo que los jóvenes aportamos desde que estemos presentes. Trato de aportar con mi participación en la Mesa Campesina donde hago las labores que requieren de conocimientos en computación, internet, correos electrónicos, formulación de proyectos y otras cosas que ellos no hacen, pero yo sí.

Ruta: ¿Tiene Medellín campesinos? - Corregimiento de Santa Elena

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vida’. Es un joven de apenas dieciocho años. Él se pone su sombrero, se levanta a las cuatro de la mañana, se acuesta tarde terminando las labores de la finca, va y comercializa los productos. Esa es una forma de resistir, él dice que ahí es feliz y no se piensa ir. Ser joven en el campo requiere no solo vivir ahí, sino amarlo. Es estar conectado con la naturaleza, con la tierra, con lo que nos comemos; es estar conectados con la vida.

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“Es un parche estar acá, compartir con la gente del campo por sus experiencias, su sinceridad”.

Y termina un recorrido protagonizado por dos mujeres que aman la tierra y, sin ningún reparo ni el más mínimo asomo de vergüenza, representan el famoso y muy renombrado orgullo campesino, haciendo posible que los callejeros puedan sentirlo de primera mano y no deban conformarse con escuchar hablar de él en escasas ocasiones.

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su sinceridad. Uno logra ver que ellos saludan con felicidad, siempre te responderán con sonrisas y buenas palabras. Que si les preguntan ¿Medellín tiene campesinos?, respondan sí tiene, pero lastimosamente muchos están diciendo no más. Porque muchas veces prefieren regalar sus productos o no recolectarlos porque es más digno y rentable perderlos cuando no les van a pagar lo justo. Tiene y tendrá campesinos siempre y cuando yo como joven deje de ver al campesino como pobrecito y ayude a convencer a todos de que podemos buscar proveedores más justos, eliminar en lo posible la intermediación entre el productor y nosotros como consumidores, a recordar que la comida no la hacen en la parte de atrás de los almacenes de cadena y que si allá no pedimos rebaja, pues al campesino tampoco”.

“Buenos días, bienvenidos al recorrido de hoy. Vamos a tener un recorrido particular esta mañana, pues nos va a orientar un grupo muy especial para el proyecto: mediadores. Ellos son jóvenes, en su mayoría, que pertenecen a grupos, iniciativas ciudadanas, culturales, juveniles, barriales (…).

También tenemos profesores, líderes comunitarios o simplemente callejeros consumados que participan de Medellín en la Cabeza de una manera más comprometida y activa, tienen algunos compromisos y derechos ganados como estudiar un diplomado certificado, tarjeta Cívica y uniforme, pero tienen un deber muy importante: replicar en sus grupos y comunidades la premisa de #CallejearEduca. Así que ellos serán hoy nuestros guías, yo los acompañaré para servirles de apoyo y estar como responsable desde el teatro Pablo Tobón Uribe y la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín.

No se diga más, bienvenidos y vamos a

Un corrillo de seis jóvenes secretea detrás de la mesa de inscripciones y con voz muy baja afinan algunos detalles finales que esperan sean sorpresa para los demás asistentes al recorrido que apenas inicia y que han planeado, junto a otros dos compañeros que no pudieron venir por razones laborales, durante ya varias semanas.

La hora de iniciar se acerca y los nervios se reflejan en sus miradas y el comportamiento se torna un poco errático, pues ya se concretará todo aquello por lo que han tardado en dormirse en los pasados días. El guía

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Mediando por la sostenibilidad

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8.5 Medellín sostenible

de Medellín en la Cabeza se acerca, les recuerda que estarán acompañados y les entrega el parlante inalámbrico con un micrófono que los declara oficialmente como mediadores a cargo.

Una de las dos chicas del grupo encargado del recorrido toma el micrófono y, mirando a los demás, los invita a arrancar. Uno de ellos da un paso adelante, recibe el micrófono, lo acerca a su boca y dice tímidamente: “Hola, qué bueno que hayan venido y esperamos que pasen rico hoy con lo que hemos preparado”. Se detiene unos segundos, mira los rostros lentamente y continúa: “¿Quiénes asisten por primera vez a un recorrido? Muy pocos, así que seguro saben cuál es la dinámica. Hoy vamos a movernos en tranvía, luego en Metro y después a pie”.

La chica recupera el micrófono “¿Por qué elegimos que fuera en estos sistemas de transporte y a pie? Pues porque son coherentes con la ruta a

De nuevo el micrófono cambia de manos. “En algún momento pensamos hacer todo el recorrido a pie, pues es el medio de movilización menos contaminante, pero tenemos unas citas que cumplir y vamos a estar en tres lugares: el edificio del Área Metropolitana, que es la autoridad ambiental del Valle de Aburrá. Vamos a visitar una empresa muy bacana que hace los vasos y cucharas que encuentran en sus refrigerios, que son biodegradables, y por último vamos a un Punto Naranja de Empresas Varias de Medellín”.

Otra voz reúne valentía. “No se diga más y arranquemos, no sin antes decirles que esperamos estemos juntos todo el tiempo, que si se van a retirar nos cuenten para no preocuparnos, que las

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disfrutar de este recorrido”. Concluye la única intervención del guía y cede la palabra a los nerviosos mediadores.

la que se inscribieron, que es Medellín sostenible, en la que se espera que los jóvenes conozcamos las acciones que se emprenden en la ciudad para minimizar el impacto ambiental y reflexionemos acerca de nuestro compromiso por evitar que nuestras acciones tengan consecuencias tan marcadas con el planeta”.

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“Hola, qué bueno que hayan venido y esperamos que pasen rico hoy con lo que hemos preparado”.

Metro de Medellín, recorrido entre estaciones San Antonio y Alpujarra, el tiempo apremia, la hora de la cita en el Área Metropolitana está cerca.

Descenso por la calle Los Huesos, no sin detenerse a valorar el Distrito Térmico de EPM como una apuesta por la efectividad, ahorro y la reducción de impactos que este representa en La Alpujarra o CAD –Centro Administrativo Departamental–. Llegan puntuales al sitio de encuentro.

Se supondría que un recorrido para hablar de sostenibilidad debería ser caminando por praderas y quebradas, pero la primera de las exposiciones aporta mucho para superar esa percepción de que el asunto es solo con la naturaleza. Trascender a las áreas como el emprendimiento y la rentabilidad de ideas sostenibles, que tienen una relación directa con el aprovechamiento del medio ambiente sin causar impacto o, mejor aún, generando ganancias por reducirlo, es lo que busca el proyecto Emprendimiento

Ruta: Medellín sostenible - Punto Naranja Emvarias, comuna 10 La Candelaria

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En la estación Pabellón del Agua del tranvía se habló de lo valioso que resulta un medio de transporte como este, de la importancia del viejo acueducto como una huella en la memoria para valorar este líquido vital.

Ya ninguno de los seis protagonistas recuerda el nerviosismo previo y se

dedican a hablar con algún pequeño grupo de callejeros que se prestan a continuar el recorrido.

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medidas de autoprotección como tener nuestras pertenencias a la vista no sobran y que…”. Sus últimas palabras no son muy audibles pues los asistentes han comenzado a caminar detrás de uno de los mediadores que, sin recordarlo quizás, arrancó con el parlante terciado.

“Nosotros teníamos una empresa en la que hacíamos productos de plástico para empresas y generábamos varias toneladas al mes… Eso nos carcomía el alma y no nos dejaba dormir tranquilos.

En una feria conocimos a un químico alemán que nos habló de los polímeros del maíz como sustituto del plástico y dijimos: vamos a cambiar de empresa.

Nos arriesgamos y acá estamos haciendo vasos, recipientes, pitillos, cucharas y desarrollando productos para otras empresas y marcas que le apuestan a respetar el medio ambiente”.

Así empezaba la exposición del gerente de Uman, vestido con bluejean y camiseta, junto a su director de

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Entonces, para ver que sí es posible apostarle a una empresa rentable y con proyección de ganancia y crecimiento, se emprende una caminada por la carrera Bolívar, debajo del viaducto del metro, volteando en la calle 33 y doblando por la avenida Palacé con dirección al sur, para entrar al barrio Perpetuo Socorro, donde comienza a perfilarse un distrito creativo. En él sobresale un edificio de vidrio, rodeado y repleto de plantas, como una pequeña selva en la ciudad. Justo en la rampa de acceso a este sitio, muchos de los callejeros aprovechan el tiempo entre el anuncio de llegada y la salida de los anfitriones para consumir el famoso

refrigerio dispuesto con vaso y cuchara biodegradables. Minutos después, dos jóvenes aparecen, también con vasos y cucharas en sus manos, como si intentaran colarse al recorrido; pero no, son los empresarios visitados.

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Sostenible. Ya en la sede del Área Metropolitana se expusieron ideas como un recolector automático de botellas PET que ofrece descuentos y otros beneficios, una empresa que suministra recolectores de heces de mascotas en sitios públicos y conjuntos residenciales para luego disponer de ellas y transformarlas en abonos para jardinería, y otras tantas que le apuestan a ideas, quizás descabelladas, pero comprometidas con el ambiente.

Se supondría que un recorrido para hablar de sostenibilidad debería ser caminando por praderas y quebradas.

Con la esperanza puesta en esta idea se reinicia la marcha y se deshacen los pasos para volver al sector Alpujarra donde, sobre la avenida San Juan,

cerca de la carrera Bolívar se visita el Punto Naranja de Empresas Varias, donde se habla de la buena disposición y tipos de residuos. En la invitación a participar de esta ruta se les propuso a los asistentes llevar tapas plásticas de botellas y en este sitio se dispusieron de la forma más adecuada, pues varios de los callejeros las sacaron de sus tulas. Pero no todo era esperanza, pues los encargados del sitio hicieron varias reflexiones acerca de la relación que se tiene con lo que se desecha y la actitud frente al cambio de hábitos. A este sitio llegan televisores, electrodomésticos, celulares, ropa y otras cosas en perfecto

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Ruta: Medellín sostenible - Cerro La Asomadera, comuna 9 Buenos Aires

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desarrollo, de pantalones cortos, pelo largo, tatuajes y gorra con la visera hacia atrás. Ambos convencían a los preguntones callejeros sobre la necesidad de arriesgarlo todo frente a la inminente realidad de perderlo todo: nuestro único planeta. A todas las preguntas ofrecieron respuesta. Que cuánto se demoran en descomponerse sus productos, que cuál es la diferencia económica, que si son productos de maíz transgénico, que si la materia prima es norteamericana y se importa, entonces cómo se compensa la huella de carbono y que dónde se pueden adquirir. Esta última pregunta se respondió con una larga e inconclusa lista de establecimientos comerciales, restaurantes y marcas que utilizan sus productos, respuesta que en el fondo tiene otra potente reflexión: la sostenibilidad depende del abandono del afán de beneficiarse solo uno mismo sin importar el impacto y las consecuencias.

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Las caras largas cambian un poco ya en el cierre de este recorrido orientado por mediadores cuando, a pocos metros de este sitio, se visitan los soterrados en el renovado paseo Bolívar, una especie de canecas subterráneas de dos metros de profundidad para disponer los residuos,

en los que, según el expositor, las personas han venido haciendo en gran medida una buena disposición. Este pequeño detalle genera la esperanza de que el desarrollo de nuestra ciudad cada vez tiene más en cuenta que el asunto de la sostenibilidad y nuestro impacto debe salir del rincón de la basura de los hogares y pasar a la calle, para que así sea un tema que nos involucre a todos.

Nuestra ciudad cada vez tiene más en cuenta que el asunto de la sostenibilidad y nuestro impacto debe salir del rincón de la basura de los hogares y pasar a la calle.

Ruta: Medellín sostenible - Punto Naranja Emvarias, comuna 10 La Candelaria

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estado que se cambian por el de moda o el más actual sin una previa reflexión antes de sucumbir al consumo por el consumo.

Parados en la glorieta de La Vida, un rompoi que varios ciudadanos, en busca de un lugar para el encuentro y el diálogo, le arrebataron al atropellado tráfico frente al teatro Pablo Tobón Uribe hace ya varios años, están un poco menos de treinta jóvenes, un guía y un anfitrión bien especial para esta ocasión. Todos temerosos por el posible acompañamiento de la lluvia que por estos días ha sido protagonista de las tardes en Medellín. Con o sin

Mientras suben al bus, el guía toma la palabra y confiesa que el primero de los sitios por visitar no estaba contemplado en la planeación previa, pero que la insistencia y los argumentos del anfitrión justificaron el considerable desvío de la ruta. El vehículo se dirige hasta la frontera con el municipio de Envigado. El aire acondicionado en el interior no deja comprobar si la lluvia se acerca con sus característicos aires fríos que recogen agua en el Sur de nuestro Valle de Aburrá.

Nuestra frontera Descienden del transporte y el anfitrión acelera sus pasos y se pierde en un bosque. Sí, en un bosque que por su frondosidad se acerca a la imagen de una indómita selva. Quizás así sean las fronteras entre muchos territorios, pero esta no solo es transitable, sino que está abierta y esperando a los visitantes

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Parques para todos

lluvia, la ruta debe iniciar para que juntos disfruten de los Equipamientos públicos para la ciudadanía, en esta oportunidad con un recorrido por varios parques del Sur, todos en la Comuna 14 El Poblado.

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8.6 Equipamientos públicos para la ciudadanía

desde 2012, cuando un grupo de vecinos de este pulmón verde se percataron de que en la parte baja del bosque se comenzaban obras de construcción y se unieron para evitarlo exigiendo que este espacio se conservara para la ciudadanía. Al ganar aquella puja lograron regalarle a la ciudad el parque natural Bosques de La Frontera.

Guaduales, eucaliptos gigantes, heliconias, muchas plantas de flores que atraen a polinizadores y estos a su vez a varias especies de aves que favorecen la dispersión de semillas y presencia de reptiles y mamíferos,

El parque del Artista Un simio gigante mira al grupo desde las altas paredes de un hotel donde yace pintado desde hace unos tres años, mostrando que este espacio perdió hace varias décadas su vocación residencial para darle paso a la fiesta,

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Ruta: Equipamientos públicos para la ciudadanía Museo de Ciudad, Cerro Nutibara

En un puente peatonal el anfitrión, quien hace parte del grupo de los que piensan, planean y diseñan los parques de la ciudad, se reintegra al recorrido y cuenta las proyecciones futuras de este espacio que en su segunda etapa tendrá zonas de picnic, gimnasio al aire libre, senderos para caminar y conservará algunas perforaciones artesanales de guaqueros que con palas buscaron las supuestas fortunas y tesoros escondidos en el terreno cercano a la avenida El Poblado. Calle por la que retorna el bus para dirigir al grupo a su segunda estación.

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en fin, todo un ecosistema al lado de la quebrada La Paulita que genera un ambiente fresco y lleno de olores naturales que descansan los pulmones y alejan la concentración de la posibilidad de que llueva.

Hoy la historia es otra en este sitio.

Todas las noches de la semana este lugar se llena de extranjeros que, por estar de paso y en plan de turismo, no se preocupan por qué día de la semana sea. Y ni hablar de los fines de semana cuando personas de toda la ciudad se encuentran en este sector que, según expone el anfitrión, es intervenido por

A correr, que las nubes vuelven a aparecer.

La Limonala Las UVA, los parques biblioteca, los centros de integración barrial, las canchas, el jardín botánico, el parque Explora y demás parques son solo algunos de los equipamientos públicos que la ciudadanía tiene a su disposición y que el proyecto Medellín en la Cabeza quiere mostrarles a los jóvenes para reconocerlos como oportunidades de disfrute para el encuentro, la lúdica, la recreación, la formación para mencionar solo algunas de sus múltiples opciones.

Aprender a usarlos, cuidarlos, disfrutarlos, entender sus dinámicas, usos y servicios es primordial para que se mantengan en buen estado, funcionando y llenos de oportunidades,

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restaurantes, cafés, licoreras y artistas callejeros. Estos últimos, cada vez más diversos, crean y venden sus obras en este lugar público donde se asoma por primera vez en el recorrido un rayito de sol; pasan el día entero frente a la escultura La bailarina y el flautista, de Rodrigo Arenas Betancur, que les rinde homenaje, y cerca de las bases que se erigieron en memoria de las víctimas que dejó en aquel sitio, hoy conocido como parque Lleras, un carro bomba, por allá en 2001, donde murieron ocho personas.

la empresa en la cual trabaja por orden de la Alcaldía de Medellín y para ello se interpreta como un parque extendido que empieza a abrir sus límites, integrando algunas de las calles que lo rodean, convirtiéndolas en espacios peatonales con mobiliario para el encuentro ciudadano.

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Aprender a usarlos, cuidarlos, disfrutarlos, entender sus dinámicas, usos y servicios es primordial para que se mantengan en buen estado, funcionando y llenos de oportunidades.

Los pasos se detienen brevemente en este sitio donde en 1616 se dio uno de los hitos fundacionales de Medellín y en el que hoy se recuerdan esos momentos en la obra escultórica de Luz María Piedrahita, denominada Homenaje al primer poblado, en la que se logran descubrir conquistadores y conquistados en combate y convivencia, algunas especies de flora y fauna tradicionales que habitaban el sector y de la que sobresale una barequera que, con batea en mano, sintetiza la riqueza del oro y esa milenaria labor.

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Por tratarse de un parque lineal, sembrado de nutrida vegetación, zonas de descanso, deporte y cultura, es uno de los espacios que mayor ocupación tiene permanentemente. Su belleza, evidente pese a la luz difusa y ceniza que le imprime la amenaza de lluvia, se exagera cada domingo cuando en este sitio se llevan a cabo los mercados campesinos, cita que los callejeros se comprometieron a cumplir por lo menos una vez para dejarse enamorar de este evento que promociona la compra local y la valoración de la actividad agrícola y emprendedora de los productores rurales de la ciudad.

Los fundadores

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pues de acuerdo con la apropiación que se haga de estos lugares se proyectan los recursos que cada uno requiere.

Por ello, el parque La Limonala, hoy conocido como el de La Presidenta, es uno de los mejor dispuestos en la zona Poblado Central, pues es un corredor estratégico entre la zona rosa de la ciudad y el parque central de la comuna.

Se apura el paso para la cuarta parada porque allí quizás, si la lluvia se desata, sea más sencillo escampar los ya resentidos, pero animados pies.

Ruta: Equipamientos públicos para la ciudadanía Plaza Minorista, comuna 10 La Candelaria

Anteriormente todos lo conocían como el parque Astorga, pero desde un condenable hecho donde fue asesinada Isabel Cristina Restrepo, una joven dedicada al ballet, y gracias al empeño de su madre y amigos por no dejar en vano su historia en este sitio, oficialmente se conoce como el parque de la Bailarina. Allí, nuestro anfitrión y una de sus compañeras de trabajo, que se une en este último punto del recorrido, describen con lujo de detalles la intervención que realizará la Empresa de Desarrollo Urbano –EDU– en este sitio. La lluvia llega, pero convertida en cifras y datos que acompañan el relato mientras señalan el lugar donde quedará el sendero para personas en situación de discapacidad, el espejo de agua y la plazoleta donde a futuro se espera rendir homenaje a la bailarina.

Entre lo descrito aparece un dato muy relevante que hilaba la visita de los

El anfitrión expone su punto de vista y llama a la reflexión frente a la democratización de los espacios públicos.

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El anfitrión expone su punto de vista y llama a la reflexión frente a la democratización de los espacios públicos, pues la presencia de personas ingiriendo licor hacía del parque un espacio menos ameno para las familias que también reclaman su derecho a la noche, al espacio público y al disfrute de lo que es de todos. El tema queda inconcluso como hasta ahora la amenaza de lluvia que al parecer no se concretará antes de llegar a la última escala.

El anfitrión, Álvaro Ubaldo Bedoya, encabeza el grupo que desciende por la calle 9 hacia la última visita.

La bailarina

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En unas escalas cercanas al Centro de Atención Inmediata –CAI– de la Policía Nacional y mientras la mayoría de los callejeros toman su refrigerio, se entabla una conversación referente a los usos que se dan a los espacios públicos como los parques. La charla se suscita porque precisamente este lugar fue hasta hace poco un sitio para charlar con los amigos en las noches con cerveza u otro licor en mano, pero esta situación ya no es permitida y le negó a una amplia población la posibilidad del encuentro y la apropiación de la calle.

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Además de conocer que en la ciudad existen por lo menos otros noventa y cinco lugares para sumarle a este recorrido, fueron fascinantes las preguntas y apreciaciones que compartieron los callejeros, ya que, como concluyó en su papel de anfitrión Álvaro Ubaldo, quien los observó todo el tiempo y tomó atenta nota: “Es una fortuna para nosotros, que somos los encargados del área social del proyecto, contar con un grupo de jóvenes tan nutrido, diverso en

edades, condiciones sociales, gustos, actitudes y lugares de procedencia para determinar posibles detalles que se nos estuvieran escapando. Pero, sobre todo, para refrescar una idea que no podemos dejar de tener presente y es que los espacios públicos no son de sus vecinos más cercanos, son de todos los que coexistimos en la ciudad y que por ello deben responder a las expectativas, necesidades y modos de uso que, garantizando su cuidado y buen aprovechamiento, queramos darle. Larga vida al proyecto Medellín en la Cabeza, pues se convierte en un laboratorio de ciudad que va por la calle, cuestionándola, proponiendo y apropiándose de ella”.

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cinco parques recorridos hasta ese momento: la EDU ejecuta un proyecto denominado 100 parques para vos que intervendrá igual número de espacios públicos para favorecer el disfrute, la apropiación, visita y permanencia de los ciudadanos en estos sitios.

Dígalo en inglés

Su pesadilla, antes de encontrarse con los callejeros que participaban en el recorrido, era que le tocara decir: “Hello, my name is Camilo eeee, eeeee…”, no se sentía capaz y le daba mucha pena aceptarlo.

La tranquilidad llegó cuando la guía recordó que no se trataba de una clase, que era un recorrido en inglés para practicar lo poco o mucho que sabían, que todos siempre están aprendiendo y que entre todos podían salir de dudas

Camilo comprendió que disfrutaría de un recorrido que se inspiraba en la ruta Somos educación, arte y cultura del proyecto Medellín en la Cabeza, que está diseñada para que los jóvenes reconozcan que la ciudad es un aula abierta para descubrir, a través de las propuestas artísticas, las artes gráficas, plásticas, escénicas y musicales, todo tipo de expresiones individuales o colectivas que han construido lo que conocemos como cultura. También que este término es tan amplio como las posibilidades humanas de significar la vida, las apuestas comunes y la manera de construir sociedad y que el arte, en todas sus representaciones, es un gran motor de cambio, pues favorece la educación de los ciudadanos que se disponen a disfrutarlo.

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frente a alguna palabra, construcción de frases y otros detalles de este idioma que abre puertas y resulta más fácil de lo que parece; solo es tener ganas y perder el miedo. Terminado el saludo, inició el recorrido con un inglés ininteligible para algunos principiantes, pero impecable para los más avanzados.

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8.7 Somos educación, arte y cultura

Ciudad del Río fue la primera parada del recorrido y allí los callejeros abordaron cuatro tipos de obras que se clasifican como Street Art. La escultura, una estructura arquitectónica que permanece en pie como huella del pasado industrial de la ciudad; una exposición fotográfica de Gabriel Carvajal dispuesta en paneles especializados para soportar la intemperie y permitir que los transeúntes la disfruten sin tener que ingresar a la sala de un museo, y el grafiti.

Caminando bajo el inclemente sol que los acompañó aquella mañana, recorrieron varias calles del barrio Colombia escuchando las historias de varios de los artistas que allí han plasmado su arte de manera organizada y estética, gracias a que en la ciudad se realiza un gran festival llamado Pictopía dedicado a este tipo de arte.

Camilo se rió de anécdotas compartidas por algunos de ellos, se indignó por el trato recibido por algunos artistas de parte de la fuerza pública o de personas intolerantes, participó en el debate de nunca acabar de si el grafiti es arte o vandalismo, se enteró de

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Así empezó, en una traumática mañana de sábado, el recorrido por el Street Art o arte callejero. Con unas pocas palabras que lograba entender de lo que exponía la guía y de una que otra traducción que le hacían sus nuevos amigos, Camilo aprendió que en este movimiento los artistas llevan su arte a espacios públicos de la ciudad y allí plasman o exponen sus obras.

Sentados en un andén, aprovechan la necesaria sombra que el largo y pintado muro proporcionaba a las diez de la mañana, aprendieron bastante sobre las técnicas que se utilizan en el grafiti y algunos tuvieron incluso la oportunidad de pintar con aerosol un pequeño esténcil que la guía llevaba, junto a unas latas de aerosol, en una maleta grande a sus espaldas. Camilo no lo aprovechó, pues nunca supo construir una frase coherente que le aportara la confianza suficiente.

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Aprendieron bastante sobre las técnicas que se utilizan en el grafiti y algunos tuvieron incluso la oportunidad de pintar con aerosol.

Aquí culminaron el recorrido, no sin antes escuchar las apreciaciones y evaluarlo. Camilo descansó cuando, en el más claro español, Lina Marcela Rodríguez, que también disfrutó del recorrido, contó que tampoco se siente muy segura con el manejo del inglés pero que la exposición fue tan dinámica que logró entenderla toda. Camilo compartió el sentimiento de Laura Galeano y Alison Ayala, quienes, como

Ruta: Somos educación, arte y cultura Facultad de Minas, Universidad Nacional / 181

Ingresaron al barrio Perpetuo Socorro, donde pudo ver a un grafitero en escena (de los que trabajan con permiso), pero no interactuaron con él, pues su concentración habló del respeto por su momento creativo. Unas calles adelante conocieron uno de los murales más grandes de Medellín que habla sobre la historia de la medicina en la ciudad justo en las paredes del Hospital General de Medellín.

él, asistieron al recorrido porque en la ciudad no se encuentran muchos espacios dónde practicar el idioma y resaltaron que no se trató una actividad académica, valoraron que fuera al aire libre y agradecieron lo que aprendieron de un tema tan interesante. Él no dijo nada allí y se mantuvo alejado de la guía para que no le preguntara nada.

Se sintió agradecido con quienes le ayudaron y ahora espera tener la disciplina suficiente para dominar el inglés muy pronto.

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maestros exponentes como Banksy, que ha hecho reflexionar al mundo con su obra, y aprendió que en el grafiti hay muchos estilos. Todo esto con la ayuda de unos treinta traductores a los que alternaba en la labor para no resultar tan incómodo para los mismos.

El título de este texto inicialmente iba a ser Coleccionando atardeceres, pues a eso se dedicaron los jóvenes callejeros que participaron de la ruta Territorios jóvenes nocturnos durante los primeros minutos de la visita a la casa de la cultura Ávila en el barrio La Milagrosa.

Desde esta alta ladera del Oriente de Medellín, mientras comenzaba la noche, se apreciaba cómo sobre el Occidente un cielo entre violeta y naranja le decía adiós al día y ellos, con su celular en la mano, no dudaban en registrar este momento desde las ventanas, a través de las columnas, tipo grupo, postal

Lo primero, presentar a las mediadoras que acompañarían el recorrido por el barrio natal de Paola y Manuela, ambas de apellido Ramírez. Sin la decisión de ellas habría resultado imposible realizar gran parte de las actividades programadas: observar lo que hacen los jóvenes en las noches, diferente al estigma de que solo les gusta la rumba y la chabacanería, exponer hobbies que quizás atraparan su interés y hasta aprender una de las miles de actividades que se pueden realizar en casa para ocupar el tiempo libre.

Primera parada: libros, danza y música Micrófono en mano, como una guía especializada, da la bienvenida, resalta la importancia de contar con este espacio, recuerda los horarios de atención, invita a cuidarlo y visitarlo, describe los servicios y demuestra el orgullo que siente de hacer parte del

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Coleccionistas de noches

o selfie. Pero la noche no perdona y pronto se tornó negro el cielo, los fotógrafos volvieron en sí y se pudo dar inicio a las actividades de este recorrido que partió del teatro Pablo Tobón Uribe.

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8.8 Territorios jóvenes nocturnos

Ruta: Territorios jóvenes nocturnos - Barrio El Poblado, comuna 14 / 185

Cindy señala el lugar que más le gusta y que quisiera que todos conocieran, es así que el grupo completo entra en la pequeña biblioteca superando la capacidad de sillas, pero no la de asombro y alegría de la gestora Mónica Arango. Este espacio hace parte del Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín desde el 2015 y sus cuatro mil libros no pertenecen solo a este lugar, pues por cuenta de la necesidad de un lector en cualquier otro barrio, donde haya una biblioteca del sistema, cualquiera de ellos atravesará la ciudad para ser leído. Cuando preguntan a los asistentes quiénes están inscritos en el sistema para hacer préstamos, sus miradas se elevan para mirar al infinito como cuando un tema no es con uno, pero se toparon con muchos globos en miniatura, de esos que se llenan con aire caliente y en el que viajan los

tripulantes en una canasta de esterilla, recordando que las noches de lectura pueden facilitar los buenos sueños.

Por la edificación de tres pisos varios fueron los guías: la administradora de la escuela de música, el coordinador general, la profesora de iniciación musical, el director del grupo de danza. Pero definitivamente sobresalió Alejandra Vélez, una joven que ensayaba en un pequeño cubículo con su chelo y que no dudó en contarle al grupo que ese pequeño espacio, donde practica con su instrumento musical

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equipo de este equipamiento público donde ella, Cindy Campiño, trabaja como guarda de seguridad y amiga de todo el que pase por esas puertas con las buenas intenciones que acompañan a quienes utilizan la casa de la cultura para lo que está diseñada.

Desde lejos se veía la puerta de la casa abierta, desde un poco más cerca se lograban percibir unas paredes repletas de objetos extraños. Ya en la puerta era evidente que muchos eran desconocidos para la mayoría de jóvenes y, desde adentro, donde el anfitrión acomodó a fuerza de testarudez y amabilidad a todos, se percibía un aire de limpieza, orden y clasificación que despertaba la curiosidad sobre cada uno de los objetos antiguos que conformaban una amplia colección.

Su gusto por estas joyas, a las que llama chécheres, nació de ver cómo eran botados sin tener en cuenta que hacían parte de la historia y que ayudarían en un futuro a contarle a los jóvenes y niños que este mundo ha cambiado muy rápido y que estas cosas, que hoy parecen inútiles, obsoletas, lentas, que necesitaban de mucho esfuerzo para hacer algo que ahora solo requiere presionar un botón

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Segunda parada: mi humilde rancho

“Bienvenidos a mi humilde rancho, ¿quieren tintico?”. Así inició la conversación Carlos Arturo Ramírez, un coleccionista que, de su salario como obrero de construcción, destinó rigurosamente algunos pesos para conseguir llaves antiguas, gramófonos, espadas, discos, relojes, bastones y todo tipo de elementos antiguos que le recordaran sus años de infancia e incluso elementos que cuando él era niño ya ni se usaban.

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de cuerdas frotadas, no es una jaula, ni una cárcel, sino su perfecto escape, su todo. Interpretó para los asistentes un pequeño trozo de la canción que estaba practicando y se sonrojó un poco cuando recibió el aplauso de los callejeros que se despedían de la casa de la cultura con el formulario para inscribirse al Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín, las ganas de aprender a interpretar un instrumento y de tener, por lo menos, la mitad de la disciplina de los adultos mayores que ensayan tres veces por semana los pasos de sus bailes.

“Bienvenidos a mi humilde rancho, ¿quieren tintico?”.

Así inició la conversación Carlos Arturo Ramírez.

Muy atentos, preguntones y felices, varios de los asistentes olvidaron el café ofrecido y el paso rápido e implacable del tiempo en la visita a este lugar donde parece que se detuvo desde hace décadas.

Tercera parada: de guadua y papel Levantar la mirada, algo que constantemente recuerda Medellín en la Cabeza, para descubrir cosas

Una de ellas, Paola, es tatuadora y en esta casa tiene acondicionado su taller, a donde llegan aquellos que deciden llevar su arte en la piel y acompañan el famoso dolor con un largo interrogatorio sobre la casa, la resistencia, la economía, la durabilidad del material y muchas otras dudas que esta edificación suscita. Lo de la resistencia quedó bien claro y comprobado pues todo el grupo, veintinueve personas, subieron a la terraza desde donde tuvieron una divisa envidiable de la ciudad, tomaron

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o dar un clic, fueron las que hicieron posible la existencia del mundo como es actualmente.

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Ruta: Territorios jóvenes nocturnos - Bolera Suramericana, comuna 16 Belén

maravillosas que pasan inadvertidas por andar pendiente exclusivamente de los pasos o de las pantallas, resultó ser efectivo, pues encontrarse una casa edificada con guadua en pleno barrio de Medellín no es muy usual y que te dejen entrar en ella, sí que menos. Esta vivienda es el resultado de una idea que se les metió en la cabeza a las madres de la casa Ramírez del sector Ávila en el barrio La Milagrosa. Con este material natural, conocido como el acero vegetal, decidieron construir su vivienda de dos pisos por responsabilidad ecológica, curiosidad estética y simplemente por el gusto hacia lo inusual.

Una hora después, los callejeros tendrían una artesanía que les recordaría que utilizar el tiempo libre tiene mil posibilidades.

Y así fue. Explicó la técnica, repartió materiales, distribuyó utensilios y pinturas, y manos a la obra. Una hora después, los callejeros tendrían una artesanía que les recordaría que utilizar su tiempo libre tiene mil posibilidades, que lo que es necesario es olvidar las excusas y la pereza.

Última parada: el centro de la noche En el parque del barrio esperaba el bus. En este sitio ocurren mil cosas en la noche y los jóvenes hacen parte activa de los juegos de fútbol, del trote, de la caminada por los pasillos, de los corrillos de amigos que se ríen, de los que aprovechan la red wifi pública para hacer tareas, revisar redes sociales o chatear. La evaluación de este día se convirtió en una larga lista de agradecimientos y halagos al guía y a las mediadoras. Halagos porque el objetivo se cumplió, entender que en la

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Carlos Enrique Ramírez, “el papi” de la casa, es un personaje bien particular, pues pese a su pelo canoso y ser abuelo, viste de jean, tenis y camiseta con estampado de calaveras, tiene ambos brazos y la nuca tatuados y mantiene una sonrisa de adolescente que acompaña con un hablar descomplicado y feliz. Su pasión por el arte y el aprendizaje, junto a su creatividad, lo mantienen lleno de vitalidad. Y no es que sea un anciano, pero a su edad la gran mayoría de las personas adoptan una vida monótona y repetitiva que es justo lo que él pretende evitar cuando decide hacer una actividad con los callejeros a los que dejó ingresar a su casa con la excusa de la guadua. De allí no se irían sin aprender algo y para ello eligió realizar un taller de papel maché.

Los incitaría a pintarse las manos, a soltar el celular y arriesgarse a salir con una nueva rayita de color en la ropa.

Cada uno haría su propia calavera al estilo mejicano: las calacas.

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el refrigerio y se dispusieron a dejar salir el talento de artesanos que quizás no sabían que llevaban adentro.

noche la ciudad está activa, despierta y llena de oportunidades para aprender.

Y de agradecimientos porque las mediadoras, que son madre e hija, pero parecen hermanas, abrieron las puertas de la casa de su abuelo y la suya para que todo esto fuera posible ¿Notaron que después de salir de la casa de la cultura todos los personajes eran de apellido Ramírez?

Finaliza el recorrido y los callejeros se llevan con ellos las promesas de adquirir nuevos hábitos, dejarse llevar por los hobbies, utilizar más las manos con la creatividad y aprovechar a plenitud las horas sin sol y previas al sueño para convertirse en coleccionistas de noches.

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Ruta: Territorios jóvenes nocturnos - Comuna 5 Castilla

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Finaliza el recorrido y los callejeros se llevan con ellos las promesas de adquirir nuevos hábitos.

De un bus en el que se escuchaba música tropical durante todo el camino hasta la llegada a la cancha de Francisco Antonio Zea, descendieron un guía con unos larguísimos dreadlocks (trenzas rastas), varias chicas con pantalones cortos y camisetas alusivas a grupos de rock y punk, un fotógrafo con toda la pinta hipster, y unos cuantos jóvenes de botas largas y cadenas colgando desde los prenses del pantalón hasta la billetera en uno de los bolsillos de atrás... Hasta acá todo muy rockero, pero del mismo

transporte se bajaron universitarias con tenis rosa, jóvenes vestidos y peinados según lo impone la moda urbana y el estilo reggaetón cada vez más fuerte en Medellín. La pinta solo importó para recordar que es muy cierto el nombre de la ruta que se emprendió aquella tarde de sábado: Somos jóvenes, somos diversos.

En el trayecto de ida, el guía anunció que la persona que los esperaba era un punkero y que su recorrido y conocimiento sobre la historia de este género musical eran realmente valiosos. Nada de eso advertía que el anfitrión fuera un adulto, vestido con prendas negras ajustadas, una camiseta estampada en memoria de su mejor amigo de la escena punk de Castilla y que dentro de su morral y debajo de

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Degeneración en generación

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8.9 Somos jóvenes, somos diversos

En ese momento el rasta que lideraba el recorrido lo interrumpió: “Caliche, pero antes de empezar, preséntate por favor”.

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“Buenas tardes muchachos. Qué parche tenerlos por acá y ver que son tantos los interesados en lo que significó el punk para Castilla. Recuerden que Castilla es el nombre de un barrio, pero hoy vamos a hablar de sitios en casi toda la Comuna 5. Para eso traje este mapa donde se pueden ver los parches, los recorridos de las galladas, las notas...”.

Caliche es el escritor del libro llamado Mala yerba: surgimiento del punk en el barrio Castilla, que comenzó a circular de mano en mano. Primero ojeado por una pareja de chicas que, cobijadas bajo la protección de estar con su pareja, soltaron un par de risas al ver las pintas de los jóvenes de mediados de los ochenta. Luego un par de estudiantes de Ciencias Políticas lo abrieron y comenzaron a tomarle fotografías a algunas páginas y describieron un poco su trabajo académico sobre el punk y su impacto en la población joven. Otra de las asistentes contó que hacía poco había estrenado un documental sobre

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su brazo llevaba libros, mapas, fotos y música para orientar el recorrido de una manera verdaderamente aplicada y metódica.

“Uy sí, qué pena muchachos. Mi nombre es Carlos Alberto David. Soy el baterista de una banda que se llama Desadaptadoz. Estamos con esta nota de la música desde 1984 y hace unos meses monté, con la ayuda de muchos parceros, el recorrido Castilla Punk.

Esta zona vio nacer el punk en Medallo y desde acá se fue expandiendo por toda la ciudad. Eran épocas violentas y solo nos quedaba la música para resistir como jóvenes”.

Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Barrio Castilla, comuna 5

Podría pensarse que el recorrido se tornaba muy académico pero no era así.

Surgieron anécdotas de punkeros que consideraban a sus casetes regrabados una y otra vez como la mayor de las riquezas. El primer bar dedicado a este género fue El Sótano, que tenía la visita frecuente de roedores y a quienes se escandalizaban por la presencia de alguna rata les respondían: “Hey, este es un bar punk”. Y muchas otras que Caliche contó en cada una de las justificadas paradas.

El parlante portátil destinado a potenciar la voz del guía y del anfitrión asumió el rol de amplificador de muchos temas de grupos como Proyecto Pene, KDH, Fértil Miseria, Desadaptadoz, entre otros. Siguiendo estos sonidos se fueron remontando

Calle a calle resplandecía algún recuerdo de Caliche. Sacaba de su maleta una fotografía de una marcha que lideraron en los noventa acompañados por jóvenes de todos los gustos musicales, de todas las actividades deportivas de la comuna y de muchas zonas de la ciudad para

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los actuales exponentes del género en la ciudad y con tristeza reconoció que hubiera deseado incluir este recorrido en él.

las empinadas calles de algunos de los diecinueve barrios que tiene la Comuna 5 Castilla y en algunas esquinas se escucharían historias de amigos felices y cómplices de aquellas caminatas largas porque no había dinero para los pasajes, solo para los improvisados conciertos al otro lado de la ciudad, montados con baterías hechas de manera artesanal y un bajo eléctrico hecho con una tabla, micrófonos de guitarra y dos cuerdas... Pero también de tristezas, de barrios cercados por la violencia de los carteles de las drogas, la presión de la fuerza pública y el maltrato que recibían de su parte; de los señalamientos de “satánicos” que recibían de algunos religiosos, de las calles por las que no podían transitar, de la muerte de punkeros en algunas de las recordadas masacres de esquina en aquellos tiempos.

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Surgieron anécdotas de punkeros que consideraban a sus casetes regrabados una y otra vez como la mayor de las riquezas.

Y era precisamente a esto a lo que se negaban ellos en aquella época.

Desde sus letras querían hacer memoria, decirle al mundo que nadie merece ser oprimido, pues todos somos iguales; que los derechos de todos no pueden ser vulnerados por el gusto y el lucro de unos pocos.

Al final, mientras era evaluado el recorrido al lado de una gran piedra con un dibujo de un personaje de cresta parada, conocido como el petroglifo punk, las palabras de los jóvenes hacia Caliche reflejaban el agradecimiento por la posibilidad de entender de dónde vienen tantas acciones

Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Comuna 13, San Javier

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rechazar la violencia de la que eran blanco. Encabezando la marcha, en una pancarta sostenida por muchos de ellos, se leía una frase fuerte que quebró el rostro de varios de los asistentes, entre ellos un metalero poco expresivo: ESTA GENERACIÓN ESTÁ EN PELIGRO.

Escuchar a un hombre con casi cincuenta años hablar con la energía vital propia de los jóvenes movía algo dentro de los asistentes, quienes pudieron desprenderse de prejuicios, reafirmar ideas de inclusión y justicia o simplemente conocer un poco más de este mundo punk. Todo fue ganancia bajo el inclemente sol de aquel día, pese al esfuerzo que significaba trepar las empinadas calles del barrio Lenin y las miradas curiosas de las personas que veían caminar a casi cincuenta jóvenes detrás de un parlante en el que, acompañada por guitarra, bajo y batería, una voz gritaba: “No seas un payaso más de la guerra”.

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Reflexiones sobre las diferencias que en aquel momento estaban igual de marcadas, pero que frente a la lucha por la vida, se olvidaban.

juveniles actuales. “Ustedes dejaron una huella imborrable para nuestras generaciones”, decía Tatiana Pérez, una de las estudiantes de Ciencias Políticas, mientras que Julián Serna destacaba del recorrido que “nos ayuda a reconocer otros puntos de vista, no es lo que otros piensen de uno lo que cuenta, sino lo bueno que hacemos desde lo que uno piensa”. Y finalmente Sara Espinal, la documentalista, dijo: “Muchas historias por escuchar y

afortunadamente está Medellín en la Cabeza para salir y conocerlas. Gracias Carlos por seguir siendo y haciendo rock”. A lo que el anfitrión, un poco sonrojado, respondió: “Recuerden que para hacer arte no se puede pedir permiso. Vamos a hacer música, a pintar grafitis, a declamar poesía. Para qué permiso, pues si en la calle estamos, no nos pueden seguir matando. Hagamos arte que ayude a olvidar la degeneración en generación”.

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Ruta: Somos jóvenes, somos diversos Clase de danza, comuna 9 Buenos Aires

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Recuerden que para hacer arte no se puede pedir permiso. Vamos a hacer música, a pintar grafitis, a declamar poesía.

(...)

A MANERA DE CONCLUSIÓN* *Fragmentos del texto Llevar a Medellín en la cabeza, escrito por Julio Orozco, coordinador del Observatorio de la Juventud de la Alcaldía de Medellín.

Por último, están esos novios que entienden el valor de lo público en medio de la complejidad del Estado, y entienden que ese Estado y eso público es una construcción colectiva,

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n lo público –como en el amor– para que un anhelo, una idea, se haga realidad, prospere y dé buenos frutos, siempre se requiere contar con un buen novio. A veces se necesitan varios novios, entonces podríamos hablar de un poliamor de lo público.

Esos novios están representados en ese dirigente que entiende la magnitud de un problema y le busca solución parando la oreja, escuchando a quienes tienen algo por decir e ideas creativas para problemas complejos; está en aquel gobernante que, aun con pocos recursos, echa la máquina a andar, arma un equipo, realiza un contrato y hace realidad ese esfuerzo que bien podría quedarse en un documento técnico o, como en el caso de muchos aspectos que tienen que ver con la juventud de Medellín, en un componente o una acción más dentro de la Política Pública y el Plan Estratégico de Juventud.

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E

Así comenzó, después de invitaciones a juntarnos, de analizar varias propuestas, de elaborar y ajustar estudios previos y minutas contractuales, Medellín en la Cabeza. Llevamos casi dos años discutiendo el proyecto, realizando cambios en la marcha, pensando cómo potenciarlo en sus alcances para que muchos más jóvenes y adultos puedan salir a callejear o encuentren en MELC la mejor herramienta pedagógica para la mediación de sus procesos formativos.

Para que este MELC se convierta en programa, en política pública, y perdure en el tiempo, aún requiere de otros novios. Están en el mismo Estado, en los tomadores de decisiones, en los corporados que deberán elevarlo

(…)

La Política Pública de Juventud de Medellín dice que el trabajo con jóvenes debe desarrollarse desde cuatro enfoques: el ya tradicional de los Derechos Humanos, y otros tres que son “medio” nuevos, ya que apenas en lo institucional los estamos empezando a entender y a aplicar. El enfoque diferencial, el enfoque intergeneracional y el enfoque de curso de vida. Esto quiere decir que para que un proyecto

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una responsabilidad en la que muchos ponen. Ese novio, para el caso de Medellín en la Cabeza, ha sido la fundación teatro Pablo Tobón Uribe representada, desde luego, en un gran equipo humano.

a un proyecto de acuerdo que le dé carácter de programa con vocación de permanencia. Y luego, que los nuevos gobiernos locales entiendan su importancia y lo incluyan en los programas de gobierno, en los planes de desarrollo. De esas dimensiones es el reto. Medellín lo ha hecho ya con otras ideas y quizá hoy, más que antes, estemos preparados para hacer de la ciudad un escenario educador y para devolverle la ciudad, con su Centro, sus demás comunas, corregimientos y barrios, a cada uno de sus habitantes.

Es quizá el momento más propicio para hacer posible el derecho a la ciudad.

A MANERA DE CONCLUSIÓN

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Es quizá el momento más propicio para hacer posible el derecho a la ciudad.

Llegan negros, llegan indígenas, llegan mulatos, llegan raizales, llegan

Llegan estudiantes, trabajadoras, desempleados, y jóvenes que andan en un proceso de restablecimiento de sus derechos vulnerados. Llegan pobres y ricos, llegan personas con alguna discapacidad y llega la juventud en toda su diversidad sexual: los transexuales, los travestis y los transgeneristas.

Y llegan los enamorados: mujer con mujer, hombre con hombre y también mujer a hombre del mismo modo en el sentido contrario. Llegan los tatuados, los perforados, los de pelo pintado, los rapados, los mutilados, los depilados, los estilizados, los más estirados y los pegados al piso. Llegan los críticos, los apáticos, los altruistas, los entusiastas y los conformistas.

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Hablemos primero del enfoque diferencial en Medellín en la Cabeza.

Es tan contundente esta mirada, que casi todo lo que se ha dicho y escrito de MELC es diverso y nos plantea lecturas de género. Para evidenciarlo, basta pasar un día cualquiera por el teatro Pablo Tobón Uribe –o topárselos en la calle, de improviso– y ver los muchachos que llegan, en la mañana, la tarde o la noche, para dar comienzo a un ruta, a un recorrido: llegan hombres de muchas edades, llegan más mujeres, algunas de ellas madres de los participantes; llegan locales, y muchos pelaos de otros municipios que vieron la invitación a callejear, y como nadie les dijo que no, cayeron al parche. Llega uno que otro residente en Medellín, pero hijo de alguna ciudad colombiana, llegan los hermanos venezolanos y algunos otros turistas extranjeros que ruegan ser incluidos en el recorrido, pues por un día se quieren sentir de esta tierra.

campesinos, llegan montañeros de pura cepa, llegan mestizos, muchos mestizos, y, de vez en cuando, llegan monos de ojos azules; llegan rastafaris, reguetoneros y recreacionistas, hopperos, hippies y hipsters; llegan frikis, geeks, skaters y gamers; llegan poperos, rockeros, punkeros y metaleros; llegan youtubers, instagramers, facebookeros y no falta un fresa, una gomela, un graffitero, un dark o una pokemón.

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sea chévere, cumpla con todo como manda la Política, pues debe contar con esos cuatro enfoques o miradas.

Y cuando los callejeros salen a callejear el encuentro intergeneracional es inevitable.

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Ahí es cuando entra el segundo enfoque, el del diálogo intergeneracional.

Vamos a confesar uno de los mayores problemas de Medellín en la Cabeza.

Como el gusto por la calle no es un privilegio de las juventudes, cientos de niños y adultos también se quieren pegar a la marcha: son los hermanitos, los hijos, los padres, los amantes, los compañeros, los amigos, los abuelos, los vecinos de los callejeros. El problema radica en cómo conversar con la norma, que dice que joven, para el caso colombiano, es aquel que tiene entre catorce y veintiocho años.

Entonces nos toca hablar de juventudes de espíritu, y debemos estirar los recursos y buscar alianzas que nos permitan que otros aporten para que muchos más puedan caber en la calle.

Y cuando los callejeros salen a callejear el encuentro intergeneracional es inevitable. A veces es intencional, pues son múltiples los procesos e iniciativas comunitarias donde niños, jóvenes y adultos son artífices, partícipes, gestores imprescindibles. Pero el diálogo entre generaciones se halla en cada esquina porque los callejeros salen con muchas preguntas, y muchos son los que tienen alma de reporteros, entonces cualquier ocasión es propicia para entrevistar al transeúnte, al vendedor ambulante, al metido de turno. Puede ocurrir que frente al corrillo, a la multitud de muchachos que se juntan a escuchar al guía en una calle concurrida de la ciudad, alguna señora curiosa se acerque para preguntar: “¿Joven, me explica qué está pasando ahí, qué están dando?” Y si es un hombre adulto, de esos que han hecho de la calle su principal sitio de residencia, se arrimará al grupo, parará el oído, y en

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Pero, lo más bello de todo esto, es que cuando salen a caminar, a veces con sus camisetas grises y sus mochilas negras de cargaderas fucsia, esa inmensa diversidad se confunde, se camufla con la ciudad, y entonces son solo jóvenes, con capacidad de asombro, con ganas de conocer mundo y de encontrarse con un saludo, un reconocimiento.

Como hemos dicho, el primer derecho que les devuelve MELC a los jóvenes es el derecho a la ciudad. Pero como consecuencia de ello, muchos otros derechos se hacen visibles. Como me lo dijo Géviller Marín, integrante del Área de Incidencia de la Secretaría de la Juventud que planeó, en sus inicios, este proyecto: Muchas de las condiciones que están a favor del desarrollo positivo y del desarrollo del ser joven tienen que ver con sus universos espaciales y territoriales.

En la medida en que ese espacio que hay en la cabeza, que está como aprehendido, se expande más y más, se vuelve un universo de posibilidades. Hay relación entre espacio físico y universo de posibilidades interno. Esto en los jóvenes, a su vez, amplía sus posibilidades de ser, de valorar, de tomar decisiones, de actuar con más elementos críticos.

De esas reflexiones surgió otra premisa que hoy justifica, en términos de política pública, todas las acciones que emprende la Secretaría de la Juventud: “Un joven que conoce sus territorios es un joven que cuenta con más elementos

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El enfoque de curso de vida podría resumirse en lo que hemos dicho hasta aquí, pero se expresa mejor a través de las propias rutas del proyecto que entienden que los jóvenes están en todos los sectores y en todas las dinámicas de la vida social. Partiendo de la premisa de que “se aprende a lo largo y ancho de la vida” (UNESCO), a través de las rutas se busca entender la diversidad del mundo juvenil, si es posible hablar de jóvenes campesinos, cómo hacer una ciudad sostenible en términos de movilidad y cuidado del ambiente, y en qué medida los jóvenes son protagonistas de ese cambio; cómo habitar los territorios nocturnos, redescubrir el Centro y valorar el patrimonio; cómo y desde dónde contar la memoria, para que haya reconciliación y un nunca más; dónde están los jóvenes que hacen la cultura, que transforman el espacio público, que generan nuevos emprendimientos, procesos de resistencia o pequeñas revoluciones por medio de iniciativas en apariencia sencillas.

(…)

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cualquier descuido del guía interrumpirá para intentar quitarle el puesto: “Vengan, yo sí les sé decir tanto como esto…”

En una de las guías de Medellín en la Cabeza puede leerse: “Encontrarse en la calle con otros y conversar con ellos también hace que buenas historias ocurran: las historias propias”. Para el urbanista Luis Fernando Arbeláez, “nuestro anhelo como sociedad (y mi propio anhelo) debería ser tener una ciudad en la que, cuando a un joven se le pregunte ‘¿Para dónde va?’, él pueda responder, también: ‘¡A callejear sin prisa!”.

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tienen mucho que enseñarte pero están ahí afuera, en la calle”. El derecho a la ciudad se le ha hecho existencia plena.

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para transformarlos positivamente”.

Entendimos que esa nueva forma de habitar el espacio, vivir la ciudad, les permite a los jóvenes transformarla permanentemente. Si esos modos son críticos, informados y complejos, enriquecen lo que puede pasar, ya que la agencia de la juventud es la más poderosa. Por eso, ese ¡pum! de Mariana es tan potente, porque algo se ha roto y extendido en su interior, algo la ha transformado. “A mí el cerebro me hizo ¡pum!, me explotó y la vida me dijo: Mariana, la vida es otra cosa y puedes aprender mucho, hay un millón de cosas, de lugares y personas que

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Medellín en la Cabeza es un proyecto de la Secretaría de la Juventud de la Alcaldía de Medellín, que busca promover entre los jóvenes el amor por la ciudad y el interés por conocerla, vivirla y apropiarse de ella.

Partimos de una premisa: un joven que conoce su ciudad está en capacidad de transformarla. Por esto, con el propósito de multiplicar la experiencia, y en un intento por reflexionar sobre lo aprendido entre el 2015 y el 2018, presentamos esta publicación dirigida a los actores juveniles de la ciudad, quienes tienen la posibilidad de motivar a los jóvenes a salir a las calles y hacer de cada territorio un espacio abierto de aprendizaje.

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