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U niversidad
Experiencias
Personales
En cuanto a las experiencias personales de los pacientes con depresión que acudieron a sesiones de musicoterapia, refirieron una calidad diferente de confianza, intercambio y desarrollo de conexiones interpersonales, atribuyéndolo a hacer música juntos. En este sentido, la música era el vínculo de unión entre los miembros del colectivo, que propiciaba la apertura de los pacientes a contar sus experiencias y a construir nuevos vínculos y relaciones sociales entre ellos. Además, el grupo de musicoterapia les sirvió como vía de escape de su realidad o entorno familiar difícil y de los problemas de la vida cotidiana, así como de su enfermedad y síntomas depresivos: disminuyeron la rumiación y los pensamientos intrusivos o paranoicos. La unión y la cohesión grupal creada proporcionó experiencias de seguridad, disfrute, libertad y escape, que no hubieran sido posibles sin la música.
La musicoterapia les dio sentido de pertenencia y aceptación al sentirse parte de un colectivo, les facilitó perspectivas y enfoques nuevos de su enfermedad y, además, les permitió ganar conciencia de sí mismos.
Por otro lado, los pacientes detallaron que la creación musical les ayudó a afrontar situaciones conflictivas en su día a día, incluidas las actividades rutinarias como cocinar, hacer ejercicio o arreglar las cuentas. La creación de música les proporcionó la motivación necesaria para afrontar su vida. Además, descubrieron sentimientos ausentes en ellos desde hace muchos años.
EFECtOS quE SE AtRIBuyEN A LA MuSICOtERAPIA
Numerosos estudios muestran que los diferentes tipos de estímulos musicales inducen cambios en los estados de ánimo, estimulan la imaginación y los sentidos, y evocan y modulan sentimientos y emociones, por lo que claramente la musicoterapia influye en el ámbito emocional y en la expresión humana. También evoca la introspección, la reflexión y el conocimiento y finalmente, permite la catarsis o liberación del individuo.
En segundo lugar, la musicoterapia ejerce su acción curativa tanto en la mente como en el cuerpo humano, porque promueve la actividad física y estimula o calma a los pacientes.
La musicoterapia promueve las relaciones sociales y mejora la cohesión humana, las razones de su poder parecen residir en la naturaleza de la música en sí misma, como forma de promoción de las interacciones humanas dentro de la sociedad.
NEuROtRANSMISORES y MARCADORES BIOLóGICOS EN MuSICOtERAPIA
Los principales neurotransmisores y marcadores biológicos a través de los cuales actúa la música en nuestro organismo y que, por tanto, explican la efectividad bioquímica de la musicoterapia, son: la dopamina, los péptidos opioides endógenos, la oxitocina, el cortisol y el sistema inmune, entre otros muchos.
La dopamina es el neurotransmisor cerebral implicado en la motivación, búsqueda de recompensas y sensaciones placenteras, memoria de trabajo y aprendizaje por refuerzo. Las imágenes de resonancia magnética funcional muestran que escuchar música estimula la activación del núcleo accumbens (NAc), así como las interacciones entre el NAc y el área tegmental ventral (VTA) y las estructuras cerebrales conocidas que regulan las funciones autonómicas, emocionales y cognitivas. Esto evidencia que la escucha musical puede estimular los mismos circuitos que activan el aprendizaje por refuerzo y la recompensa. Estos datos refuerzan la efectividad de la musicoterapia en la depresión, donde existe un déficit de dopamina en el cerebro, así como un menor número de receptores dopaminérgicos.
Otro de los neurotransmisores implicados en el deseo o en el “gusto” de un estímulo gratificante, son los péptidos opioides endógenos dentro del NAc, que a su vez están regulados por la entrada de dopamina al VTA. Al parecer, existe evidencia que apoya que escuchar música reduce las necesidades de opioides exógenos en el dolor postoperatorio y que antagonistas opioides, como la naloxona, pueden bloquear las emociones y los estremecimientos durante la escucha de música. Estos resultados establecen una posible relación causal de la recompensa musical y la liberación de opioides endógenos.
Uno de los neuropéptidos que más interviene en la interacción social es la oxitocina. Esta hormona no es prosocial en sí, sino que regula el estrés y la ansiedad, los estados motivacionales afectivos y/o la selectividad perceptual en relación con la información social. Aunque la oxitocina no guarda relación directa con la música, se dice que al igual que aumenta en la comunicación verbal también lo puede hacer con la actividad musical, al tratarse de un sistema más de comunicación emocional.
En la actualidad, existen diferentes teorías acerca de cómo la música influye en nuestro sistema inmune. Al parecer la música estimula el sistema inmunitario innato, debido al aumento de la actividad de las células NK y la inmunidad de las mucosas. También se atribuyen a la música propiedades antiinflamatorias, visto como cambios positivos en el perfil de citoquinas. No obstante, estos resultados aún son preliminares y han de hacerse más estudios que controlen todos los efectos de variables extrañas.
MuSICOtERAPEutAS
Hoy en día, hay 6.500 musicoterapeutas en Europa, 8.500 en EE. UU. y 600 en Australia. En algunos países (por ejemplo, Austria o Reino Unido), la musicoterapia es una profesión sanitaria registrada y regulada legalmente, que se accede por Grado universitario. En otros lugares, los musicoterapeutas todavía están trabajando para que el gobierno los reconozca como profesión, mientras que la musicoterapia como intervención a menudo ya está bien establecida en los servicios de atención médica.
Sin embargo, la realidad en España es muy diferente, ya que no existe Grado universitario en musicoterapia. La formación que se oferta en el país es muy variada, desde cursos de musicoterapia, asignaturas, charlas, hasta seminarios, aunque muchos de ellos carecen de reconocimiento por parte del Estado. No obstante, existen universidades tanto públicas como privadas que ofrecen Programas de Máster oficiales en musicoterapia. Por lo que cualquier persona con una licenciatura o grado puede acceder a ellos, siendo preferible que los profesionales que se especialicen en musicoterapia procedan de carreras como medicina, educación, psicología, enfermería, música, trabajo social, etc. Además, se recomienda tener conocimientos previos musicales, no siendo obligatorios. El objeto de esta formación académica es que el musicoterapeuta esté calificado y capacitado para guiar la sesión de musicoterapia.
En la actualidad, la formación oficial es muy minoritaria, ya que el 88,4% de todas las universidades españolas no ofrecen ninguna titulación en este campo. Esto evidencia que la musicoterapia aún no se ha integrado plenamente en el sistema académico español, lo que explica su escasa presencia en el tratamiento terapéutico hospitalario.
CONCLuSIóN
Para terminar, se ha demostrado que la musicoterapia puede ser un método no farmacológico eficaz de apoyo al tratamiento habitual de pacientes con depresión. A pesar de que en la actualidad la musicoterapia carece del rigor científico deseado y el efecto solo es significativo a corto plazo, la musicoterapia es una terapia que no ha demostrado tener efectos adversos, amplía significativamente el rango de intervenciones no farmacológicas y su uso puede ser generalizado a toda práctica asistencial de la depresión.
Este artículo se ha basado en mi Trabajo de Fin de Grado en Medicina 2023 por la Universidad de Navarra. El interés en este tema se debe a mi afición por la música, soy pianista y organista profesional y en un fututo me gustaría poder trabajar e investigar más sobre la aplicabilidad de la música en medicina y más específicamente, en la salud mental.
En mayo, los 190 alumnos de la LXXIV promoción de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra celebraron su acto de graduación. El presidente del Colegio de Médicos de Navarra, Rafael Teijeira, tomó el juramento hipocrático a los nuevos licenciados. En su intervención, la Dra. Marta Ferrer, decana de la Facultad de Medicina, dijo: “No dejéis de soñar cosas grandes y que os ocurra muchas veces que, al acabar la consulta, un paciente agradecido y admirado os pregunte dónde habéis estudiado Medicina”. Por su parte, los alumnos expresaron en su discurso que “si la generación del 27 fue de grandes poetas, estoy seguro de que la del 23 será de grandes médicos.
Y, vayamos a donde vayamos, dejaremos huella, trabajaremos con cariño y viviremos tan bonita profesión”.