Santa Caridad (espanol)

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Santa Caridad Historia y actualidad

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La Santa Caridad, Antes y después de Don Miguel de Mañara En sus orígenes la Hermandad se ocupaba de darle cristiana sepultura a los restos mortales de los condenados y a los de aquellos que morían ahogados en el rio; con la llegada del Venerable Don Miguel de Mañara se transforma en una institución que ayuda y cuida a los más necesitados, alimentándoles y dándoles un techo, dotada de un hospital para enfermos terminales

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Los Orígenes de la Hermandad

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a Hermandad de la Santa Caridad nace en 1456, con la muerte de Don Pedro Martínez de la Caridad, quién tuvo la deferencia de legar un lugar en el que los hermanos pidieran darle sepultura a los restos mortales de los ajusticiados. La Herm a n d a d , en sus albores, tenía la finalidad de acompañar al patíbulo a los condenados a muerte para darles el consuelo de la Fe y hacerse cargo de sus cuerpos así como recuperar los cadáveres de las personas ahogadas en el río o fallecidas en las frecuentes epidemias de la época y darles una digna y cristiana sepultura. “Esta historia, - explica el hermano archivero, Don Antonio Domínguez Rodríguez - está avalada por un decreto del Rey Felipe V, en el que se le conceden a la Hermandad de la Santa Caridad los mismos privilegios que tenía atribuidos durante el reinado de los Reyes Católicos. En principio la finalidad de la hermandad era recuperar los cuerpos de las personas ahogadas en el rio y la de los fallecidos debido a las grandes epidemias de los Siglos XV y XVI, para darles digna sepultura. La ceremonia consistía en recoger los restos mortales el viernes anterior a la Semana Santa, llevarlos hasta la Iglesia de la Hermandad, y, al día siguiente, trasladarlos a la Catedral donde se celebraba el fune-

ral. En aquella época – continúa el relato de Don Antonio Domínguez Rodríguez – existían dos figuras que podríamos definir como “alcaides” u n o de la ciudad y otro por cada barrio, como el de la Carretería, donde se encuentra la Hermandad”. Se tien e certeza

excluye la presencia de los mismos con anterioridad. La primera Regla de la Hermandad data de 1578, pero existía de hecho desde hacía La más de un Hermandad, Siglo, es por lo tanto, tiene en sus d e c i r, orígenes ésta finalidad: darles coincristiana sepultura a los de c i ajusticiados, acompañarles al patíbulo y la existencia de los dienconseguir que sus despojos se inhumaran de hermanos desde el d o manera cristiana y además, los hermanos año 1565 en que con recuperaban los cuerpos sin vida de las empiezan a regila fepersonas ahogadas en el rio o strarse por escricha de de aquellos que fallecían por las to, probablemente fundafrecuentes epidemias, y con la incorporación ción de darles digna y cristiana del primer escribano a la Santa sepultura. la Hermandad. Esto no Caridad.

Las Indulgencias La Santa Caridad tiene los mismos privilegios de la Iglesia de San Juan en Letrán en Roma, la Catedral de la ciudad eterna. De hecho, quien se hace hermano obtiene la indulgencia plenaria, además hay indulgencias para quien visita la Santa Caridad, para quién visita a un huésped durante la Epifanía o el día de la conmemoración del Bautismo del Señor, ocho días antes de Epifanía. Uno de estos privilegios consiste en que, si el difunto por el que se celebra la misa en la Iglesia de la Santa Caridad se ha confesado, alcanza la Indulgencia Plenaria. En el Archivo se conserva la Bula de Benedicto XV fechada en 1586 que le otorga estos privilegios a la Santa Caridad.

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El Venerable Don Miguel de Mañara, vida y obra

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iguel de Mañara nació en Sevilla el 3 de marzo de 1627 en el seno de una familia de mercaderes de origen corso. Su padre Tomas Mañara, casado con Doña Jerónima Anfriano Vicentelo, hizo fortuna en el mundo del comercio, consiguiendo una posición de prestigio para su familia. Don Miguel recibió desde la infancia la educación propia al estado de caballero, entrando con sólo diez años a formar parte de la Orden de Calatrava. Cumplidos los trece años y tras fallecer sus hermanos mayores, pasa a ser el heredero de la fortuna familiar, convirtiéndose en un joven apático y poco implicado. En 1648 y tras la muerte de su padre, contrae nupcias por poderes con Doña Jerónima Carrillo de Mendoza dedicando sus quehaceres a los cargos de Provincial de la Santa Hermandad y de Alcalde Mayor de Sevilla, así como a sus negocios, que desarrollaba a través del consulado de mercaderes. En 1661, a raíz de la muerte de su esposa, sufrió una profunda crisis personal que le llevó a cuestionarse su forma de vida. En breve tiempo empezó un proceso de profunda conversión y penitencia. Don Miguel comprendió lo efímero de lo terrenal y decidió abrazar la vida religiosa retirándose como ermitaño a la Sierra de Ronda. Después de varios meses transcurridos en soledad, templado por la práctica del ascetismo, volvió a Sevilla como hombre profundamente renovado, dispuesto a llevar a cabo una labor grata a Dios y a satisfacer las exigencias de su consciencia. En aquél tiempo descubrió el trabajo silencioso y humilde llevado a cabo por la Hermandad de la Santa Caridad e insistió para ser acogido como hermano. Consciente de las penurias y dificultades de los más humildes empezó a proponer fórmulas para el auxilio de los desheredados que,

si bien compartidas por los demás to y construyendo la Iglesia de San hermanos, no eran realizables con los Jorge y el hospital; convirtiéndose en medios de la Hermandad. el refundador de la Hermandad de la Elegido Hermano Mayor en Santa Caridad. 1663, cargo que ostenA su muerte, el 9 de En taría hasta su muerte, mayo de 1679, la 1661, a raíz promovió primero ciudad de Sevilla de la muerte de su esposa sufrió una profunda el hospicio y finalestuvo de duelo y crisis personal y espiritual que mente el hospital a partir de 1680, le llevó a cuestionar su forma de de la Santa Caria petición del Arvida. En breve tiempo empezó un dad. zobispo de Sevilla, proceso de conversión y Gracias a su humilempezó el proceso penitencia. dad, determinación para su beatificación. y gran capacidad, Don Don Miguel de MañaMiguel le dio un gran imra fue declarado Venerable pulso al trabajo de la Hermanpor San Juan Pablo II el 6 de judad redactando un nuevo Reglamen- lio de 1985.

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La Santa Caridad con Miguel de Mañara

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l 10 de diciembre de 1662, Don Miguel de Mañara ingresa como hermano en la Caridad, un hecho que cambiará sustancialmente a la Hermandad de la Caridad, transformándola y dándole un impulso que sigue siendo fundamental aúnen nuestros días, después de más de 350 años. Entre las obras de la Hermandad de la Santa Caridad, Don Miguel de Mañara elige acompañar los fallecidos al cementerio. La Hermandad de la Santa Caridad se hacía cargo del ataúd del difunto y de arreglar el nicho donde se enterraban los restos mortales. Mas, como se ha dicho, Don Miguel de Mañara transforma las funciones de la Hermandad de la Santa Caridad llevándola de ser una institución que conforta “Lo primero que hace Mañara – recuera condenados y recoge cadáveres para da el hermano archivero Don Antonio darles cristiana sepultura, a tranDomínguez Rodríguez – es pesformarse en una Hermandir que se le conceda una Don dad que se ocupa de los de las “Reales AtarazaMiguel de más necesitados. De Mañara le cambia la nas” que había manhecho, poco después piel a la Hermandad, la dado edificar el Rey transforma profundamente de su llegada, Don Alfonso X de Cay la convierte en una Caridad Miguel de Mañastilla en 1252 para para los vivos a favor de ra empieza a cuidar la construcción de los más necesitados e indigentes, a aquellas personas galeras en unos terademás de atender a los que estaban en la marenos fuera del recinto difuntos. yor indigencia y que preamurallado y muy cerca cisaban más ayuda y apoyo. del Guadalquivir.

Los Funerales de los Hermanos En el Siglo XVII, en Sevilla como en el resto de Europa los funerales de los ricos y de los nobles eran muy fastuosos, con música, cantos y carrozas fúnebres, mientras que los de los pobres eran muy diferentes. El Venerable Don Miguel de Mañara quiso que los mismos humildes funerales que se le daban a los pobres se les dieran, sin distinción, también a los hermanos de la Santa Caridad. El ritual, en el que participaban los hermanos, consistía en que el cuerpo del difunto se colocara sobre una camilla cubierto con un manto negro o azul. Don Miguel de Mañara entendía que las obras de Caridad eran más completas y gratas también a los ojos de Dios si se realizaban personalmente y no sólo a través de donaciones y limosnas. La tradición requiere que los hermanos lleven al difunto pobre sobre la camilla hasta la sepultura. Esto distingue a la obra de dar sepultura de la de acompañar al difunto. En nuestros días se conserva en gran parte el rito religioso de la época.

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Crea un fuego de brasas que permanece encendido toda la noche, abre las puertas del hospicio a las 19:00 horas y las cierra a las 8:00 de la mañana. De ésta manera, todas las personas sin techo podían encontrar refugio para pasar la noche. Sin embargo, los pobres tienen otra necesidad fundamental, la de alimentarse. Así – explica Domínguez Rodríguez - crea el comedor y sucesivamente un hospital para enfermos terminales, que ningún otro hospital quería acoger”. En sustancia, Don Miguel de Mañara le cambia la piel a la Hermandad, la transforma profundamente y la convierte en una Caridad para los vivos a favor de los más necesitados e indigentes y no solo encaminada a honrar a los difuntos. “Para el Hospital – sigue el relato del Hermano Archivero – alquila los espacios al Rey que era su propietario. El Hospital llega a acoger hasta 500 enfermos contemporáneamente, así que Don Miguel de Mañara decidió alquilar otras cuatro “Atarazanas” a un precio de 86.000 maravedíes al año. Con el pasar del tiempo Posteriormente se canceló el alquiler y esas “Atarazanas” pasan a ser de propiedad de la Hermandad misma por concesión del Rey que contribuía con una aportación a las necesidades de la Hermandad.


Hacia la Beatificaci贸n

Don Miguel de Ma帽ara ha sido reconocido por la Iglesia como Venerable en 1985 por el Papa San Juan Pablo II. El gran anhelo de todos es que pronto se le reconozca como Beato 7


Don Miguel de Mañara ve a Jesús en los pobres

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Se Beatificará pronto al Venerable Don Miguel de Mañara? El deseo es que la Iglesia reconozca en el reformador de la Hermandad de la Santa Caridad las virtudes heroicas y el milagro para presentarle al pueblo de los fieles como Beato. Nos dice Don Eduardo del Rey, Consiliario de la Junta de Beatificación: “La junta de Beatificación es el instrumento de consulta de la hermandad que trabaja para la divulgación de la figura y de la obra de Don Miguel de Mañara, así como para favorecer su proceso de beatificación. Trabajamos con empeño en esta misión porque estamos convencidos de su santidad, del ejemplo de vida que dio para los cristianos que dedican su vida a los demás y como testimonio de Fe”. Don Miguel de Mañara nace en Sevilla en el seno de una acomodada familia de comerciantes. Sin embargo su vida quedará pronto señalada por la muerte re-

pentina de varios de sus seres queridos. es consciente de que los bienes materiaPierde a sus hermanos y, apenas adole- les no son suficientes para mantener en scente, pasa a ser el único heredero del vida a los seres queridos. Durante esta rico patrimonio familiar. Poco después transformación espiritual decide solicitar muere también su padre, y tras contraer su ingreso en la Hermandad de la Santa nupcias pierde también a su mujer y se Caridad”. queda viudo con 34 años. “Mañara, -re- Como es sabido, se trata de una hermancuerda del Rey – se queda solo, sin hijos dad de época medieval que se dedicaba y sufre una profunda crisis personal en el Siglo XVII a dar cristiana sepuldurante la cual deja de lado tura a los restos mortales de al vida acomodada y sin las personas ahogadas en En problemas y empieza a el rio, de los ajusticialos pobres, como acentuarse su sentido dos y de los pobres dice el Evangelio se de Fe y de conversión que morían en la calencuentra el rostro de Cristo: profunda. le. Era una época de Mañara hace suya de pleno Se aísla en un retiro gran esplendor para esta enseñanza y la lleva espiritual en la Sierra Sevilla, pero su perifea las consecuencias más de Ronda y sucesivaria padecía de gran poextremas mente vuelve a Sevilla breza y miseria. “Mañara profundamente transforpensó que la hermandad mado. Sus valores han cambiado, podía darle las respuestas espiripercibe la fugacidad de la vida humana y tuales que buscaba y se entregó por com-

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pleto a ella. Poco después de su entrada en la hermandad fue elegido Hermano Mayor. Desempeñó ese cargo desde 1663 hasta su muerte, durante 16 años en los que transformó profundamente la Hermandad alcanzando los objetivos que se había propuesto. Quería darle una respuesta concreta a los problemas de la realidad que le rodeaba y quería hacerlo

a través de su fe y de su labor. Y esa realidad eran los pobres que nadie quería. Afirmó que la Hermandad quería acoger en su seno a esos pobres rechazados. Uno de los aspectos fundamentales de las ideas de Don Miguel de Mañara era servir y respetar a Jesús a través de los pobres: “Este fue el paradigma de Mañara para todos los hermanos de la Caridad,

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pues ya en el Siglo XVII defendía a los pobres, vistos como reflejo de Dios”. En los pobres, como dice el Evangelio se encuentra el rostro de Cristo, Mañara hace suya de pleno esta enseñanza y la lleva a las consecuencias más extremas. En éste contexto Don Miguel de Mañara se conmueve por la situación de los indigentes que mueren por la calle de hambre y frio y crea un hospicio donde empieza a acoger a los peregrinos y a los pobres. Muchos de ellos estaban enfermos y de ahí surgió la idea de crear una enfermería y Don Miguel encarga a un grupo de hermanos la misión de acompañar a los enfermos a los hospitales. Sin embargo, algunos no son admitidos y ante ese rechazo se les ofrece la posibilidad de quedarse en la Santa Cariad. Para ello se crean entonces la primera y segunda enfermerías. Don Miguel de Mañara muere durante las obras de la tercera enfermería, en el mismo recinto utilizando espacios libres de las Atarazanas. En un momento determinado de su vida, Don Miguel de Mañara decide ir a vivir cerca de la Santa Caridad dejando su Casa Palacio y alojando en una modesta casa, hasta que en 1677 pide una habitación en el interior de la estructura para poder estar más cerca de los pobres y servirles hasta su muerte en 1679.


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Un proceso “relámpago”, antes de la interrupción “

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u muerte – subraya Don Eduardo del Rey- conmueve profundamente a la ciudad de Sevilla, pues era una persona muy querida que había dedicado su vida e invertido su patrimonio en los pobres. Había realizado además una gran labor apostólica: la misma decoración de la capilla forma parte de un mensaje muy preciso que es el de la Fe y de la dedicación a los más pobres a través de las obras de misericordia. Todo esto se refleja como su testimonio. Cuando el Venerable Don Miguel de Mañara muere ya le consideran como un Santo, en el que abundaba la gracia de Dios”. Pronto comienza el proceso de Beatificación, promovido por su gran amigo el Arzobispo de Sevilla Spínola. El proceso incluye la presencia de testigos; la veneración hacia Don Juan Pablo II reconoce las Virtudes HeMiguel de Mañara es tan grande roicas de Don Miguel de Mañay es tal la fama de eventos ra y le declara Venerable. La extraordinarios que le Hoy – puntualiza del veneración son atribuidos sea en Rey – estamos parahacia Don Miguel vida, que después dos en ese punto, de Mañara es tan grande, de su muerte, porque lo que se es tal la fama de eventos que el proceso se necesita es el recoextraordinarios que le son concluye en solo nocimiento de un atribuidos sea en vida que después dos años. En este milagro por interde su muerte, que el proceso se punto, sin emcesión del Veneraconcluye pasados solo bargo se le archivó ble Don Miguel de dos año y transcurrieron 50 Mañara. Nosotros solo años hasta su reapertura. podemos pedirle a Dios En 1778 el Vaticano aprueba que se produzca ese milagro “El proceso de las Virtudes Heroicuanto antes. Nuestra misión es difundir cas”, pero precisamente en ese año lo más posible su figura y su obra para el rey Carlos III paraliza todos los que la gente le veprocesos de beatificación. En el Siglo nere y XIX desaparece la documentación conservada en Roma y todo se ralentiza también por la invasión francesa de España. “En un segundo momento, gracias al Beato Marcelo Espínola, que también era hermano de la Caridad, y al Rey Alfonso XIII, se vuelve a abrir el expediente. En 1950 reaparecen en Paris los documentos perdidos y en 1954 se reactiva el proceso hasta que en 1985, el Santo Papa

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recen a través de él al Señor. Así podría ocurrir un milagro por intercesión de Don Miguel de Mañara. Para nosotros – concluye el consiliario de la causa de Beatificación – y para muchos, Mañara ya es a todas luces Santo desde el momento de su muerte”. Santo, y los pobres que han beneficiado y que continúan beneficiándose desde hace siglos de la obra de Don Miguel de Mañara son los primeros testigos de su santidad, de una vida dedicada a los indigentes y a quienes nada tenían. La mejor manera de testimoniar la Fe en Jesucristo.


La espiritualidad de la Santa Casa “

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a de Mañara – subraya con gran fi- hambre, por enfermedad, etcétera. El nura espiritual Monseñor Giovanni Venerable – Prosigue Monseñor LanzaLanzafame, Capellán de la Herfame – ha permeado a la Hermandad mandad – es en el fondo con ese carisma durante toda El una figura laica muy su vida como hermano y Venerable actual: ha vivido la todavía hoy su espíritu ha permeado a la época posterior al “vive” en ésta Santa Hermandad con ese Concilio de TrenCasa a través de los carisma durante toda to, es un Venerahermanos. Ser hersu vida como hermano y ble y un potencial mano es una vocatodavía hoy su espíritu Beato y Santo, ción – observa el saque ha vivido plecerdote – no puede por “vive” en ésta Santa namente el amor por tanto ser ni un pasatiemCasa el Evangelio y que ha po, ni una moda. No es lo encarnado de manera admimismo hacerse hermano de otra rable la Fe y la esperanza. Don Miguel hermandad que hacerse hermano de la de Mañara identifica al Cristo crucifi- Caridad. Aquí, de hecho, rige el amor cado, que se lleva en procesión durante por la pobreza y sobre todo se refleja la la Semana Santa, con el pobre que se Iglesia actual donde el pobre necesitado ahoga en el rio por desesperación, por recibe ayuda y amor”.

Mañara devoto del Niño Jesús La Santa Caridad desde el adviento hasta el final del tiempo de Navidad, expone algunos belenes de prestigio. El mayor y más llamativo es el Belén Napolitano propiedad de la familia del capellán, Monseñor Giovanni Lanzafame di Bartolo. Con permiso del Hermano Mayor, el Belén se ha instalado en la sala de la Virgen y atrae numeroso público, sobre todo familias, que de este modo han podido conocer la Santa Caridad. Desde finales de 2011 se expone este Belén que tiene aproximadamente 25 metros de longitud por 3 de ancho y cuenta con más de 100 figuras. Durante el año se puede admirar una parte, pero desde el 29 de noviembre hasta el 7 de enero se expone en toda su imponente belleza. Mañara tuvo una gran devoción por el misterio de la encarnación, de alguna manera su devoción es comparable con la del Santo napolitano Alfonso Maria de’ Liguori. Obispo de Santa Agueda de los Godos, que escribió un famoso canto religioso italiano “Tu scendi dalle stelle”. Don Miguel de Mañara escribió más de 142 invocaciones al Niño Jesús, una de ellas está expuesta en un gran cartel y se llama “el Misterio de la Noche Santa”. En esta oración Don Miguel de Mañara habla del milagro de la encarnación con su gran cultura teológica e histórica. No es casual que en la Santa Caridad, la celebración de la Navidad sea particularmente sentida y alegre, después de la celebración se cantan villancicos. Por lo tanto, es muy significativo hacer revivir la gran devoción de Don Miguel de Mañara a través de una obra tan peculiar del Barroco napolitano como es el Belén.

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Los tesoros de la capilla de la Santa Caridad Un viaje entre cuadros de Murillo, Valdes Leal y Roldan, A la bĂşsqueda del significado real de la caridad.

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on la ayuda fundamental de Doña Marisa Caballero Infante Selva, responsable de la gestión Turística y Cultural de la Santa Caridad, nos adentramos en la capilla de la Hermandad. Una capilla rica en tesoros, con una historia que muchos no conocen pero que merece ser apreciada y valorada de lleno. Don Miguel de Mañara quiso, de hecho, decorar la capilla dejando un mensaje muy claro a los fieles. Y para hacerlo encargó cuadros de inestimable

valor a grandes pintores de de la vida. La segunda parte La la época; Murillo, Valnos muestra la serie de lectura iconográfica dés Leal y Roldán. La las obras de caridad de la capilla se divide lectura iconográfique hay que cumen 3 partes esenciales: la ca de la capilla se plir durante la ‘jeroglíficos primera con los divide en 3 parvida terrenal. La de la muerte’ que transmiten tes esenciales: la tercera y última el mensaje de la fugacidad de la primera zona del parte, situada en vida. La segunda con las obras de bajo coro con los el coro nos habla caridad. La tercera nos habla llamados “jerode la importancia de la importancia de la glíficos de la muerde la humildad a humildad. te” que transmiten el la hora de realizar las mensaje de la fugacidad obras de caridad.

Finis gloriae mundi Juan de Valdés Leal

El primer cuadro que encontramos en el interior de la capilla es de Juan de Valdés Leal y tiene como tema la muerte. El título, en latín, es “Finis gloriae mundi” El cuadro nos muestra el interior de una cripta: la iglesia está representada por la imagen del cadáver de un obispo, el pueblo por una calavera y la nobleza por los restos mortales de un Caballero de la orden de Calatrava. En la parte superior del cuadro, la mano de Jesucristo sostiene una balanza con dos platos en los que están representadas las siete obras de caridad y los siete pecados capitales. La imagen se completa con las inscripciones. Durante nuestra vida, según las obras que cumplamos, la balanza se inclinará hacia un lado o hacia el otro. Arriba a la derecha vemos a una lechuza: es la que guía el alma, con su canto, hacia la vida eterna.

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In ictu Oculi Juan de Valdés Leal

En este cuadro muestra a un esqueleto, que representa a la muerte. Ese esqueleto, con una mano, apaga la llama de la vida. A sus pies están representados los símbolos del poder, de la gloria y de la riqueza del Siglo XVII. El esqueleto pisa con desprecio estos objetos, como para significar que la muerte desprecia los bienes terrenales y que una vez pasados de este mundo al más allá estaremos solos en el juicio final. Además, seremos juzgados solo en base a nuestros pecados capitales y por las obras de caridad llevadas a cabo durante nuestra vida terrenal. Para reforzar aún más el mensaje del cuadro, el esqueleto pisa un mapamundi, como símbolo del poder de la muerte sobre todo lo demás.

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Santa Isabel de Hungría curando a los tiñosos Bartolomé Esteban de Murillo

Este cuadro forma parte de los ocho cuadros encargados a Murillo por la Santa Caridad. Representa a Santa Isabel de Hungría que en el Siglo XIII hizo construir un hospital en su Palacio donde curaba a los enfermos afectos de las enfermedades típicas de su época: lepra, peste y tiña. La Santa además de darle a los enfermos cobijo y comida, curaba cotidianamente sus heridas. Su trabajo más importante, más allá de la función exquisitamente médica, era la de acompañar, dar afecto y consuelo a los enfermos destinados a morir en soledad. En aquellos tiempos, de hecho, las personas afectadas por esas enfermedades eran exiliadas en auténticos guetos para evitar el contagio. Aquí se refleja la función principal de la Santa Caridad: dar amor, consuelo y compañía a todos aquellos que están solos.

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San Juan de Dios transportando a un enfermo Bartolomé Esteban de Murillo

El cuadro nos cuenta la historia de San Juan de Dios que, mientras vuelve a su casa desde Granada, se encuentra a un enfermo en el camino. Sin preguntarle quien fuera ni qué le había ocurrido, le cargó en sus espaldas y le llevó a su casa para curarle. El cuadro recoge el momento en el que San Juan, cansado, cae al suelo y en ese preciso instante el Ángel, enviado por Jesús, lo ayuda y le dice que el enfermo es el mismo Jesús, el cual se le había aparecido para agradecerle su amor y su benevolencia hacia el prójimo. El mensaje hace una referencia explícita a la obligación de los Hermanos de transportar enfermos y pobres encontrados en la calle, además de ser la imagen metafórica de aquel que posee todo y ayuda a quien no tiene nada y vive en la indigencia.

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La curación del Paralítico Bartolomé Esteban de Murillo

En esta pintura se representa una de las principales obras de caridad: la visita y el acompañamiento a los enfermos. Según Don Miguel de Mañara, de hecho, si la hacemos durante nuestra vida terrenal, esta obra de caridad nos conducirá a la vida eterna. En el cuadro se representa la escena evangélica de la curación del paralítico. En un segundo plano podemos ver una piscina, que antiguamente estaba considerada como lugar de purificación y curación. Cerca de la piscina yace un paralítico que por sí solo no consigue sumergirse en las aguas medicinales. En ese momento llega Jesús, con sus Apóstoles, que le ayuda, le acompaña y además, con solo tocarle, le cura. El cuadro representa la obra de caridad de visitar al enfermo, aquél que está solo y no tiene a nadie que le acompañe.

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La liberación de san Pedro La liberación de san Pedro

Este cuadro representa otra obra de caridad. La liberación de prisioneros merecedores de salvación. San Pedro, como narran los Hechos de los Apóstoles, había sido encarcelado con la acusación de predicar la palabra del Señor y de contar la resurrección de Cristo a los judíos. Tras la oración al Señor, éste último le envía un ángel que le abre la puerta de la cárcel para permitirle huir y volver a la libertad precisamente para poder continuar testimoniando la buena noticia de Jesucristo, el Evangelio, y guiando la Iglesia que estaba naciendo, empresa confiada a Pedro por Jesús antes y después de su muerte y resurrección. El cuadro representa la obra de caridad de dar libertad al prisionero que no merece ser recluido.

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Abraham y los tres ángeles Bartolomé Esteban de Murillo

La escena está tomada de la historia del Antiguo Testamento y es fuertemente evocativa. Abraham encuentra delante de su casa a tres peregrinos que volvían de un largo viaje. Estos, cansados y hambrientos después de muchos días de camino llegan a la casa de Abraham quien les abre las puertas para hacerles descansar y darles de comer. Los tres peregrinos se transforman entonces en tres ángeles enviados por el Señor para agradecerle a Abraham su amor hacia el prójimo y comunicarle la llegada de su hijo Isaac. El cuadro representa la obra de caridad de acoger al peregrino, dar una casa a quien no la tiene. Los tres peregrinos son vistos por la Iglesia también como una imagen de la Santa Trinidad, formada por el Padre, el Hijo y el espíritu Santo.

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El retorno del hijo prodigo Bartolomé Esteban de Murillo

La escena, bien conocida, está tomada del Nuevo Testamento, de una parábola que Jesús narra en el Evangelio, conocida también como la parábola del padre misericordioso. El hijo menor de la parábola pide su herencia a su padre en vida y, tras haber dilapidado su patrimonio con una vida disoluta y haber acabado pastoreando cerdos, vuelve a la casa del padre, pensando que podría vivir al menos como sirviente. Pide el perdón de su padre y éste en lugar de enfurecerse, va a su encuentro mientras está volviendo y pide a sus criados que traigan paños limpios, el anillo y que sacrifiquen al becerro cebado para hacer fiesta. El cuadro representa la obra de caridad de vestir al desnudo, de darle vestimenta a quien no la tiene.

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Moisés haciendo brotar el agua de la roca Bartolomé Esteban de Murillo

La quinta obra de caridad narra una conocida historia tomada del Antiguo Testamento: Moisés y la roca en el desierto. Moisés huyendo de Egipto seguido por el pueblo judío, tras atravesar el mar rojo, llegan al desierto donde, con su pueblo, vagará casi 40 años. El pueblo judío podría morir de hambre y sed, Moisés eleva su oración a Dios que le envía el maná del cielo para saciar el hambre y le ordena a Moisés que golpee una roca tres veces con su bastón. De ésta brota suficiente agua para saciar la sed de todo el pueblo que así podrá continuar su largo viaje. El cuadro representa la obra de caridad de dar de beber al sediento.

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La multiplicación de los panes y los peces Bartolomé Esteban de Murillo

El cuadro muestra el milagro eucarístico de Jesucristo, la multiplicación de los panes y los peces, es uno de los episodios más conocidos y representados del Evangelio. El gran pintor español dibuja en la tela precisamente el momento en que Jesucristo multiplica los cinco trozos de pan y los dos peces ofrecidos por un muchacho y recuperados por el Apóstol Felipe. Todo ello para para saciar el hambre de la gran muchedumbre que había ido a escucharle y que no podría llegar a sus casas a una hora razonable. El Evangelio cuenta que Jesús hizo que las personas se sentaran en grupos de cincuenta y que dio de comer a todos, aproximadamente cinco mil hombres sin contar a mujeres o niños. El cuadro representa la obra de caridad de dar de comer al hambriento.

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El Retablo Mayor de la Caridad Bartolomé Esteban de Murillo

Probablemente estemos ante el retablo barroco más bello de Europa, mediante el cual se representa la séptima obra de Caridad. En este conjunto han colaborado otros autores. El diseño pertenece a Murillo, el cuadro es de Valdés Leal y la escultura es de Pedro Roldán, mientras el montaje fue realizado por Bernardo Simón de Pineda, cuatro grandes artistas trabajando juntos en el mismo retablo. La figura principal representa la sepultura de Cristo y se refiere a la obra de caridad de dar digna sepultura a los difuntos. Esa imagen nos recuerda la que fue una de las principales misiones de la Hermandad en el Siglo XV, la de darle una sepultura digna y cristiana a las personas ajusticiadas. A la izquierda vemos a San Jorge con el dragón muerto a sus pies. El Santo es también Patrono de esta Iglesia donde se conserva una reliquia suya. A la derecha se reconoce a San Roque, patrón universal de los pobres, por el perro que le acompaña con un pedazo de pan en la boca. El retablo está coronado por tres figuras: la Fe a la izquierda representada por una figura femenina que porta la Cruz y un Cáliz, la Caridad en el centro, representada por una figura femenina rodeada de niños y finalmente la Esperanza representada por una figura femenina con un ancla, símbolo de aquello que nos mantiene ligados a la vida. En la parte superior aparece una palabra recurrente en la época barroca: la inscripción en lengua aramea “Yahvé”.

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Retablo de San José Retablo de San José

Para la zona cercana al coro de la capilla de la Santa Caridad, Don Miguel de Mañara encarga dos altares a los tres principales artistas que han trabajado en las obras iconográficas: Murillo, Valdés Leal y Pedro Roldán. Uno de los dos altares está dedicado a San José, el padre terrenal de Jesucristo y esposo de María Santísima. El que está expuesto en la actualidad es una copia porque el original se ha perdido. El artista del Siglo XVIII que lo realizó es Cristóbal Ramos. La importancia de la obra reside también por el pequeño cuadro de su parte superior, una pintura que representa a San Juan Bautista, el primo de Jesús, todavía niño. La autoría de este óleo sobre tabla está atribuida a Bartolomé Esteban Murillo.

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Retablo de la Virgen de la Caridad Bartolomé Esteban de Murillo

La escultura de la Virgen es original y se remonta al periodo gótico tardío. Se trata de una de las pocas obras de éste período conservadas en Sevilla, una verdadera rareza, una de las tantas obras de valor inestimable presentes en la capilla de la Santa Caridad. El manto sin embargo es posterior y ha sido realizado por Valdés Leal, quién como es sabido, trabajó en la capilla. Como en el altar anterior, también aquí hay un óleo sobre tabla de Bartolomé Esteban Murillo, presente en la parte superior del altar y cuyo protagonista es un niño: Jesús representado en su infancia.

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Retablo del Santo Cristo de la Caridad Pedro Roldán

Don Miguel de Mañara encarga a Pedro Roldán esta escultura muy intensa que representa a Cristo flagelado, con la espalda ensangrentada, con las rodillas y los codos lacerados por haber sido arrastrados y flagelado por sus torturadores. Está a punto de ser crucificado y en ese momento, de rodillas, le pide a Dios Padre que tenga misericordia y perdone a aquellos que le están torturando y van a quitarle la vida. Pide caridad y ofrece perdón a sus asesinos. El mensaje que se esconde detrás de esta obra es que solamente a través de Dios es posible pedir perdón para los asesinos. La obra nos recuerda que debemos tomar ejemplo del Señor durante nuestra vida y al hacer nuestras obras de caridad.

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La exaltación de la Cruz Juan de Valdés Leal

Don Miguel de Mañara murió en 1679 y por ello no vio finalizada la tercera y última parte del mensaje iconográfico, pero dejó por escrito aquello que debía ser realizado y que se le encargó a Juan de Valdés Leal en 1685. La obra narra como el Emperador Eraclio encuentra la Santa Cruz y decide llevarla a Jerusalén. Cuando llega a su destino, la caída de las piedras del muro le impide la entrada en la ciudad. En ese momento se abre el cielo y descienden los profetas, que le comunican que podrá entrar en Jerusalén solo de manera humilde, como lo hizo Jesús. Eraclio entonces baja del caballo, se quita la armadura y carga la cruz sobre sus hombros, de esta manera se abren las puertas de la ciudad. El cuadro representa la importancia de la humildad. Todas las obras de caridad que hacemos deben quedar entre nosotros y Jesús, de otra manera pueden convertirse en pecado de soberbia. Esta es una condición y una obligación de los hermanos de la Caridad.

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EN CONCLUSIÓN

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on Miguel de Mañara nos ha dejado una colección de gran valor cultural, pictórico y artístico, gracias a la intervención de tres grandes maestros cuales eran Bartolomé Esteban Murillo, Juan de Valdés Leal y Pedro Roldán. Sobre todo con las obras maestras de la capilla, el Venerable nos deja, no solo una de los más bellos e importantes testimonios pictóricos del Barroco sino también una gran enseñanza religiosa que se ha mantenido durante 350 años y esperamos tenga un gran futuro.

Con las obras maestras de la capilla, Don Miguel de Mañara nos deja, no solo una de los más bellos e importantes testimonios pictóricos del Barocco sino también una gran enseñanza religiosa.

El patrimonio de la Santa Caridad: nacimiento y formación de la colección

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ara mí es un honor comentar las la segunda mitad del Siglo XVII, todo se obras que se encuentran en este lu- transforma. Sobre todo desde que el Vegar sagrado, probablemente el más bello nerable es nombrado Hermano Mayor: de toda España”. El profesor Don Enri- gracias a su enorme esfuerzo económico, que Valdivieso, Catedrático de Historia y a la contribución de los demás hermadel Arte en la Universidad de Sevilla, nos de la Caridad, personas con medios habla en el interior de la capilla de la económicos elegidas con cuidado, se lleSanta Caridad, un verdadero tesoro, no ga a realizar la decoración artística de la solo de Sevilla sino de toda España. Val- capilla. divieso explica: “esta Hermandad nace “La iglesia – explica el profesor Valen la Edad Media, y en aquella época divieso – se terminó hacia 1672, y en poseía solamente una pequeña capilla ese momento comienza su proceso de sin un verdadero patrimonio artístico. ornamentación. La pieza principal es el Solo cuando Don Miguel de Mañara bello retablo sostenido por grandes coentra a formar parte de ella se creará el lumnas salomónicas y coronado por la patrimonio artístico, un patrimonio ex- Fe, la Caridad y la Esperanza. Al centro traordinario contenido actualmente en la temática de la sepultura recuerda la la capilla de la Hermandad”. A través antigua función principal que tuviera le del impulso del Venerable se creHermandad, dar una sepultura ará en el tiempo la colecdigna a los muertos rescaMañara ción de obras maestras tados del rio y a los ajuencarga entonces de la Hermandad, sticiados. La llegada al mejor pintor como prueba del de Don Miguel de presente en la ciudad en hecho que la Santa Mañara amplía este aquellos tiempos, Murillo, y Caridad “es” Don mensaje y lo hace Valdés Leal , la al segundo Miguel de Mañara. también a través decoración de la capilla con la Las obras originales del aparato iconotemática de las obras que se conservan del gráfico de la capilla”. de caridad período precedente al En la práctica, lo que Venerable son la Virgen Mañara quiere transmitir de la Caridad, obra que se es que podemos ganar la vida remonta a 1500-1505, junto con una eterna solamente si cumplimos en vida escultura de San Jorge. Estas dos obras las obras de misericordia y de caridad. pertenecen al antiguo patrimonio de la “Don Miguel de Mañara encarga entonHermandad, pero, como se ha dicho con ces al mejor pintor presente en la ciudad la llegada de Don Miguel de Mañara, en en aquellos tiempos, Murillo, la deco-

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ración de la capilla con la temática de las obras de caridad. Al mismo tiempo contrata al segundo pintor más importante de la época en Sevilla, Valdés Leal”. Podemos afirmar que Don Miguel de Mañara atrae a la Caridad a los mejores artistas del momento, los dos pintores más cotizados y famosos que trabajaban en Sevilla. “Murillo – sigue el profesor Enrique Valdivieso – interpreta a través de sus obras el camino hacia la luz de la esperanza y la salvación. Valdés Leal, por el contrario, realiza las dos obras que se encuentran en la entrada de la iglesia cuya temática les recuerda a los hermanos la fugacidad de la vida, la llegada de la muerte, y que después de la muerte llega el Juicio Final, en el cual serán condenados o salvados según hayan sido más o menos misericordiosos en vida. La misericordia es el camino hacia la vida eterna. A los cuadros de Murillo, situados en la parte alta de la capilla, les alcanza plenamente la luz, la luz de la esperanza que junto con la misericordia lleva a la salvación. Los cuadros de Valdés Leal sin embargo, situados en la parte inferior del coro, están en penumbra para que al observarlos se advierta con mayor fuerza el sentimiento de la fugacidad de la vida, de la perdida de los bienes terrenales y de la preocupación por alcanzar la vida eterna”. Es decir que la parte más dura y trágica la realiza Valdés Leal, mientras la parte más luminosa y ligada a la esperanza es obra de Murillo.


El saqueo de los franceses “

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n 1810 Sevilla sufre la ocupación de dos cuadros más grandes, los de la zona las tropas francesas a las órdenes del del presbiterio, no fueron robados debido Mariscal Soult. La ciudad capitula inme- a que sus dimensiones no eran las adecuadiatamente, prácticamente sin combatir, das para su domicilio. para que los invasores franceses respeta- Hacemos el punto de la situación, siempre sen al pueblo invadido, sus bienes y las con el profesor Don Enrique Valdivieso: iglesias con su patrimonio artístico. El “en la actualidad, los cuatro cuadros origiMariscal Soult no respetó esa obligación nales de Murillo se encuentran dispersos moral y entró en la ciudad llevando consi- en cuatro museos por el mundo: uno se go un listado de todos los bienes artísticos encuentra en la National Gallery de Wade la ciudad, recabado del diccionario de shington, otro en la National Gallery de Cean Bermudez. Algunas obras Londres, otro en la Galeria de eran de su interés personal Ottawa y el último en El y la demás estaban destiel Hermitage de San Mariscal francés nadas a un museo dePetersburgo. Estas se apoderó de cuatro dicado a Napoleón obras, expuestas cuadros de Murillo que en la práctica como están en y se los llevó a su domicilio nunca vio la luz. sus actuales muparticular en Paris. Los cuatro En la iglesia de la seos, no dicen cuadros originales de Murillo Santa Caridad, el absolutamente se encuentran dispersos en Mariscal francés, se nada, han perdido cuatro museos por el apoderó de los cuatro el significado de su mundo cuadros de Murillo que mensaje iconográfico, representaban las obras de mimientras en el contexto de la sericordia, y se los llevó a su domicilio capilla todas juntas contaban una hiparticular en Paris. Afortunadamente los storia y tenían un significado muy inten-

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so. Durante muchos años la hermandad estuvo sin estas cuatro obras maestras, hasta que los hermanos me encargaron la búsqueda de artistas capaces de realizar copias de los cuadros robados para devolverlos a su lugar de origen. Los elegidos, viajaron a los cuatro museos donde se exponen actualmente los cuadros de Murillo para ver los originales, utilizaron también muchas láminas y diapositivas y realizaron unas magníficas copias de los originales. Los cuadros se enmarcaron e manera apropiada con marcos similares los de los cuadros que permanecen en la capilla. Consiguiendo así devolverle a la capilla la integridad visual anterior al expolio”. Esa visión de conjunto había quedado sesgada tras la expropiación de las obras por parte del Mariscal francés y por la sucesiva dispersión de los cuadros en cuatro grandes museos del planeta. Donde ahora se encuentran atraen a visitantes y curiosos, pero han perdido su significado original, que solo aquí, en la capilla de la Santa Caridad, es posible apreciar y admirar plenamente.


La sed del perro

Una leyenda poco conocida que hunde sus raíces en la historia de Don Miguel de Mañara y que cuenta algo más sobre la Santa Caridad y sobre el Venerable don Miguel 32


La sed del perro. Leyenda sevillana

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Hemos conocido algunas facetas de la vida de Don Miguel de Mañara, y en ellas hemos podido apreciar su espiritualidad, su amor para con los pobres, su capacidad de previsión y sus dotes de liderazgo, que lograron transformar y potenciar la Hermandad. Pero hay un relato que mezcla la historia con la leyenda, poco conocido por los sevillanos y que incluso no to-

dos los hermanos conocen su hijo José María, que es La y que nos demuestra su precisamente quien nos historia de ternura y su amor por acerca a esta historia “La sed del perro” los animales. llena de humanidad la escribió Don Eloy Lo escribió Don y que justifica la Domínguez Rodiño en un Eloy Domínguez existencia de una pirelato que su hijo desea Rodiño, hermano leta colocada al lado reeditar y cuya primera de la Santa Caridad del portón principal edición data de los como lo fuera su padel hospital de la Santa años 80 dre y como sigue siendo Caridad.

De “La sed del Perro”, por Don Eloy Domínguez Rodiño “

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n día de agosto de 1672,… Don moría más de sed que de hambre por Miguel para todos los mendigos esta calor que padecemos en Sevilla. tiene una frase de consuelo, cuando Le tomé en brazos y salí en busca de siente gritar a lo lejos. Un mendigo que agua, a nadie encontré, traté de llegar camina con dificultad lleva una especie hasta la Caridad pero tenía que camide fardo que aprieta con fuerza contra nar muy despacio a cuenta de mi cojera su pecho. y ha muerto de sed, Don Miguel, de Don Miguel le reconoce: la manera más espantosa que se puede -‘¿Qué os pasa Luis? morir’. El mendigo solo acierta a decir: Profundamente emocionado, Don -‘ha muerto, ha muerto, ¿Por qué ha Miguel lo toma por un brazo y se dimuerto, Dios mío?’ rigen los dos hacia la puerta del temEl fardo abrazado por el mendigo es un plo, entran por él, mendigo y cabalperro pequeño. Luis trata de explicarle: lero…. Hace sentar a Luis en uno de -‘señor Don Miguel, cuando murió los bancos rasos de la iglesia. Una bemi mujer… quedé solo hasta que a la ata descompuesta llega a santiguarse puerta de mi choza apareció este perril- indignada por lo que Mañara acaba lo, no tenía dueño, le llamé Uriel, pensé de hacer. ¡Sentar a un mendigo lleno que me lo había enviado Dios para que de miseria en los bancos destinados a acompañase mi soledad. Hace poco los hermanos! ¡Además con un perrito más de una semana, la vista entre los brazos! Don Miguel se me nubló, caí al suelo, no consigue rezar en esos Luis creí morir. En los hospimomentos, solo medien ese momento tales no me querían ta: ¿Cómo es posible comunicó, con ímpetu dar cobijo,… el mal existan en Sevilla hoy gran tristeza, que su que tenía no lo cuspitales en los que a perro había muerto: raban…. Entonces ciertos enfermos se le tenía tanto afecto a aquel decidí volver a mi les despacha diciénperro que lo llevaba en choza, eran más de doles que su mal no brazos. cinco días que faltaba. tiene cabida? ¿Para qué Me encontré al perro moestán entonces los hospitaribundo… aun alentaba pero se les? Ante Don Miguel se sitúa un

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hombre de aspecto rudo que mira al mendigo foscamente, un hermano que le hace un gesto indicándole que expulse al pobre del templo, aquel cadáver perruno está profanando la iglesia. Don


Miguel se levanta del suelo donde estaba arrodillado rezando y le dice: -‘¿Por qué os molesta hermano ese perrillo muerto dentro de la iglesia? Acaso ¿no traen a los cuerpos de los que mueren, que en vida fueron arsenal de pecado y nadie los rechaza…. en cambio ese inocente perro nunca cometió ninguno. Dejadlo que permanezca aquí dentro que, os aseguro que Dios no se ofenderá por ello’. De la sala del cabildo sale el mozo que habló con Mañara a su llegada: -‘¿Qué? ¿Va vuesa Merced a comer por fin?’ -‘Dejadme de comida. Mañana mismo diréis a un alarife que labre a la puerta del Hospicio un piloncillo, casi a ras del Uriel en el jardín?’ suelo, a fin de que puedan beber cuan- -‘Si Luis, si, allí le sepultaremos y estad alegre de pensar que ya está tos perros hasta la Caridad lleviendo a Dios’ guen, que en ese piloncillo Decidió Y tal como pensó Don nunca falte agua, que que ningún otro Miguel, aquella tarde la sed de los perros , perro debía morir de de 1672, así se hizo. nuestros hermanos, sed. Por ello encargó la es tan sagrada como construcción de una pileta Muy poco tiempo después, aprovela nuestra.’ y le ordenó al portero que chando los arcos de El mendigo con ojos siempre estuviera lleno las viejas atarazanas, suplicantes mira a de agua fresca surgía, al lado del hoDon Miguel: spicio, un hospital, de-‘¿Me dejará que sepulte a

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stinado a admitir a aquellos enfermos que rechazasen los otros hospitales de Sevilla… y a la puerta de la Caridad fue construido un piloncillo destinado solo al uso de los perros vagabundos y sedientos y cuando vayáis a trasponer la puerta allí lo veréis lleno de agua a rebosar aunque ese día no llueva en Sevilla y es probable que el agua que lo ocupa os hable a gritos de la compasión que por la sed de los perros pobres sintió un día aquel sevillano universal que se llamó Miguel de Mañara.”


La Santa Caridad hoy

La doctrina de Don Miguel de Mañara queda intacta, pero adaptada a nuestro tiempo. En nuestros días la Hermandad acoge ancianos pobres y solos, pero también atiende a través de un economato a los indigentes. 35


Quien vive y está acogido en la Santa Caridad

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a Hermandad de la Santa Caridad a rescatar los cadáveres del rio y darles tiene un origen muy antiguo: fun- digna sepultura. Don Miguel de Mañara dada en 1578, se transforma con Don decidió construir un hospicio con 500 caMiguel de Mañara quien ingresó como mas que con el tiempo se transformó en hermano en 1662 “Don Miguel de un hospital con 150 camas. Mañara percibe desde el primer La Hermandad también se ocuOtra momento la miseria y la paba de acompañar hasta pobreza que en aquella el patíbulo a los condefunción de época había en Sevilnados a muerte para la Hermandad era la – relata Don José acompañar al patíbulo a confortarles y esa actiLuis Olivares Gutiérvidad continuó hasta los condenados a muerte. Esa rez. Hermano Mayor la abolición de la pena actividad continuó hasta desde Enero de 2014 de muerte; los hermala abolición de la pena -. Hasta entonces la nos de la Caridad iban de muerte Hermandad se dedicaba a las cárceles para asistir

E

l Hermano Mayor, José Luis Olivares Gutiérrez, nos cuenta cómo se desarrolla en nuestros días el servicio de asistencia en la Hermandad: “Actualmente es tradición que en una familia la condición de hermano de la caridad se herede de padres a hijos. La Hermandad vive y se mantiene por las cuotas que abonan los hermanos, ya sean mensuales o anuales, pero también a través de donaciones de particulares y de instituciones civiles y religiosas. Pero no cuenta con subvenciones de carácter estatal, municipal o regional. La gestión del Hospital está a cargo de profesionales, de hecho, trabajan en él enfermeros y auxiliares de enfermería muy preparados. Otra importante fuente de ingresos es la que procede de las rentas de los inmue-

espiritual y materialmente a los condenados en sus últimas 48 horas de vida”. Como ya sabemos Don Miguel de Mañara le transmite a sus amigos y conocidos su amor hacia los pobres, ese amor que aun en nuestros días permanece entre los hermanos. Muchos sevillanos, conscientes de las necesidades de los indigentes, se hacen Hermanos de la Caridad y con sus cuotas y donaciones ayudan a que siga existiendo a lo largo del tiempo la materialización de aquél sueño que se inició cuando Don Miguel de Mañara fue elegido hermano mayor.

La patrimonio artístico de bles y terrenos donados Hermandad vive época barroca creado a la Santa Caridad por Don Miguel de a lo largo de los y se mantiene por las cuotas Mañara, quien, años. que abonan los hermanos, como es sabido, Los acogidos, a ya sean mensuales o anuales, pero encargó obras veces entran en también a través de donaciones a los maestros la Santa Casa sin de particulares y de instituciones más importandisponer de inciviles y religiosas. Pero no cuenta tes de su época en greso alguno, en con subvenciones de carácter Sevilla: Bartolomé ocasiones perciben estatal, municipal o Esteban Murillo, Peuna pequeña pensión regional. dro Roldán, Juan de Valque entregan en parte dés Leal y Bernardo Simón de a la Hermandad para su suPineda. stentamiento. “El flujo de turistas, que visitan la igle- Muchos turistas acuden a visitar la casia y las obras maestras contenidas en pilla y el precio de las entradas y así ella, constituye otro ingreso importan- como la compra de objetos de recuerdo te para la Santa Caridad” y eso se debe en la tienda son otra fuente de ingresos a la magnífica colección pictórica y al para la Santa Caridad.

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Los ctualmente – afirte el año es visitar a los requisitos ma el Hermano acogidos, llevarles al para entrar como Mayor – hay 470 hospital cuando sea hermanos. Los renecesario, acomhuésped son esencialmente quisitos para inpañarles a misa y tres: la edad, es decir que gresar son: ser servirles la comida la persona tiene que tener al católico y estar en el comedor a menos 65 años; la condición bautizado, ser perturnos mensuales. de pobreza y la de sona honesta y deLas plazas disponisoledad mostrar amor hacia los bles en la estructura pobres. De hecho una de las son 85, un número elevaobligaciones de los hermanos duran- do. Aunque no siempre se alcanza a 36

cubrir todas las plazas, las que quedan vacías suelen ocuparse en breve tiempo. Los requisitos para ser acogido, en esencia son tres: haber cumplido los 65 años, ser pobre y estar solo. No se trata necesariamente de personas con discapacidad. Existe un comité específico que estudia cada caso para decidir sobre la admisión de nuevos acogidos en la estructura”.


El deber de los hermanos

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uando ingresa un nuevo hermano se le explican las principales funciones y las obligaciones de asistencia hacia los huéspedes de la Santa Caridad. Entre ellas están las de acompañar a las personas acogidas fuera de la estructura, pero sobre todo darles afecto y amor. No hay que olvidar que muchos de los huéspedes de la Santa Casa son personas abandonadas por su propia familia o personas que se encuentran en la última fase de su vida. Don José María Gamero Ruiz, hermano responsable de la distribución de alimentos, explica con detalle estas tareas: “Los hermanos se dividen en grupos a los cuales se les asigna un determinado

número de acogidos a los que tienen do a los toros. La Real Maestranza de que asistir. Siendo responsable de ese Sevilla concede una serie de entradas reparto la directora. para la residencia sobre la base Recuerdo cuando se me aside un listado de personas Los gnó a mí, junto con otros que deseen asistir. Tampartidos de hermanos, un grupo de bién el cine, sobre todo futbol, la corrida ancianos. Nos ocupábapelículas españolas any el cine, representan mos de acompañarles tiguas, representa un un buen pasatiempo fuera de la Santa Casa buen pasatiempo para para los hermanos a tomar una cerveza o los acogidos. Organizaacogidos. un café, de llevarles la mos además una “Cruz de prensa, etcétera. Hay otro Mayo”, una bonita fiesta con grupo de hermanos que se ocupa adornos, música y espectáculo de de llevar a los acogidos a los partidos de flamenco con bailaoras, para ofrecer un futbol, excursiones, la playa o corridas momento más de alegría y felicidad. En de toros. Esto, en verdad, me ha ocur- estas ocasiones a veces participan tamrido con frecuencia porque soy aficiona- bién los hermanos con sus familias.”

A

ntiguamente no existían habita- gran comedor donde se sirven todas ciones individuales en el interior las comidas. Hay también una gran de la estructura y todos los huéspedes sala de estar con espacios para juegos se alojaban en grandes salas de mesa (dominó, ajedrez, carcomo la del Cristo y de la tas, etcétera), lugares de Hay Virgen. A la entrada reunión y televisión; también una se situaba el ‘Veneesas actividades las gran sala de estar rable’, un hermano realizan los acogicon espacios para juegos de anciano al que se dos también con mesa y reuniones, con televisión, besaba la mano en hermanos y volundonde los acogidos realizan signo de respeto. tarios. Gamero reactividades también Hoy en día esa tracuerda: “Le regalaba con los hermanos y dición se ha perdido puros a los acogidos, voluntarios al disponer los huéspecosa que hoy prohíben des de habitaciones indivilas normas, honradamente duales. pienso que una vez llegados a una También las comidas se servían en me- cierta edad, una persona debe de hacer sitas al lado de las camas donde los lo que le plazca…”. acogidos pasaban la mayor parte de Cada mes se celebran los cumpleaños su tiempo. Hoy, en cambio, existe un de los acogidos y se les invita a una

El papel del Hermano Mayor El Hermano Mayor es la máxima autoridad de la Santa Caridad. Es elegido por el Cabildo de la Hermandad por un mandato de tres años. Ese cargo fue el que le permitió a Don Miguel de Mañara, Hermano Mayor desde 1663 hasta su muerte en 1679, actuar la profunda transformación que ha dado lugar a la institución que hoy conocemos.

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cerveza o a un anís en compañía de los hermanos.


El economato, un servicio para miles de personas

L

a La Santa Caridad no se limita a voluntarios que van rotando y que se cuidar a los acogidos que residen ocupan de la elaboración de los paqueen la Santa Casa. También atiende tes que se entregan a los necesitados. un importante economato que sirve a “En la actualidad ayudamos a unas unas dos mil personas, 500 fa500 familias lo que equivale a milias. unas 2000 personas cada Las Nos habla Don José mes. Las familias refamilias reciben María Gamero Ruiz, ciben unos bonos unos bonos que cambian responsable direcque cambian por por los paquetes. A ello to de este servicio los paquetes. Para colaboran también algunos para los menos ello se cuenta con conventos de las Hermanas de la favorecidos de la la colaboración de Cruz y las 80 sedes de Caritas ciudad. algunos conventos en las parroquias de la El Señor Gamede las Hermanas Diócesis de Sevilla ro ha desempeñado de la Cruz y de las 80 varias funciones en los sedes de Caritas en las más de 40 años que lleva en parroquias de la Diócesis de la Hermandad y es ahora responsable Sevilla. También la Cruz Roja nos es de del economato, creado en 2008, a raíz gran ayuda en la distribución de alide la grave crisis económica. Don José mentos, servicio que prestamos en virMaría coordina la parte administrativa tud de un acuerdo con esa institución con seis colaboradores y unos veinte y todo ello con la ayuda de los Herma-

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nos de la Caridad y de otras entidades que la Hermandad intenta implicar para realizar su misión”. Cada semana se atienden unas 50 o 60 familias, “los lunes – cuenta José María Gamero – se recibe la mercancía, los martes se preparan los paquetes y la distribución se realiza los miércoles y los jueves de 8:00 a 13:00. Los viernes se dedican a la limpieza mientras sábados y domingos el economato está cerrado. Se atiende a las familias necesitadas durante un período mínimo de un año”. Obviamente estas deben acreditar su estado de necesidad o indigencia para ser admitidas. Los paquetes se componen de una variedad de 25 a 30 productos de primera necesidad como arroz, legumbres, café azúcar, cacao, huevos, aceite, etcétera.


Las Historias de la Caridad

L

a Santa Caridad significa historia, cultura, arte…. pero sobre todo vida. Experiencias humanas concretas, historias de personas que a través de los siglos se han enfrentado a los problemas y han sabido evolucionar para adaptarse a las circunstancias de cada momento. Historias de hermanos, la más ejemplar y conocida es la de Don Miguel de Mañara, que le ha dado a la Hermandad ese impulso poderoso que, aún en nuestros días, sigue siendo el verdadero motor de la tarea de los hermanos. Pero las historias son también las de aquellas personas que en la Caridad han encontrado su hogar. No es una casualidad que tanto los acogidos como los hermanos llamen a la Santa Caridad la “Santa Casa”: una casa donde los huéspedes viven como en familia, donde se les acoge y se les atiende y

donde encuentran amistad y cariño. Esto vale también para los hermanos que, en su afán de servicio, reciben mucho más de lo que dan en el espíritu evangélico perfectamente encarnado por Don Mi-

guel de Mañara. Queremos pues, brevemente y sin violar la privacidad de las personas, contar tres episodios, tres trozos de historia de tres acogidos de la Santa Casa.

Manuel Tiene 91 años, aunque no demuestra su edad, está acogido en la Santa Caridad desde hace tres años y se encuentra muy bien. Conoció esta institución cuando acudió directamente a la Caridad y habló con una Señora que se llama Roció que le remitió a la directora, Doña Esperanza. Desde ese momento le admitieron como acogido y dice que ahora vive bien, está satisfecho con las instalaciones y con la vida que lleva dentro de la Santa Casa. Pasa sus días trabajando y sobre todo pintando. Se autodefine pintor naif abstracto. Además de pintar se distrae paseando por la ciudad y así sus días transcurren tanto fuera como dentro de la Santa Caridad. Manuel tiene una estupenda relación con los otros acogidos y con los hermanos.

Antonio Conoció la Hermandad hace 14 años. En aquel tiempo trabajaba en la zona como aparcacoches y vivía en la calle hasta que una vecina de la zona en la que trabajaba, a la que le había gustado su forma de ser y actuar, le dio la posibilidad de abandonar esa vida y de encontrar una plaza en la Santa Caridad. Al principio estaba un poco prevenido después de vivir tantos años en la calle, pero poco a poco comprendió que en la Santa Casa vivía mucho mejor y ahora se encuentra feliz, transcurre su jornada con serenidad y dice que los horarios son muy flexibles en el interior de la estructura. No se puede salir antes de las 7:15 de la mañana. Pasa mucho tiempo fuera pero a las 13:30 vuelve a comer y por la tarde descansa y luego vuelve a Salir. Para pasar el tiempo ve la televisión, lee y charla con los otros acogidos. A las 21:00 hay que volver porque cierran las puertas. La relación que mantiene con sus compañeros es muy buena y respetuosa, también porque hay personas muy ancianas. Conversan entre ellos y transcurren el día de manera apacible.

Carlos Lleva 8 años en la Santa Casa pero dice que le gustaría haber estado allí otros veinte. Le hablaron de la Caridad algunos amigos y está muy contento porque consiguió que le acogieran. Habla muy bien del personal médico y dice que el servicio es prácticamente inmejorable. En los últimos tiempos, debido a sus escasos recursos, sale poco para no gastar dinero. Transcurre los días serenamente, también gracias a su carácter sociable, da largos paseos por la ciudad y visita a viejos amigos. Tiene muy buena relación con los demás acogidos, teniendo en cuenta que siempre hay más empatía con unos que con otros, como suele pasar en la vida cotidiana. Algunas veces puede ocurrir que no le resulte simpático a alguien, por su carácter directo y sincero y habla sin tapujos. El ambiente de la Santa Caridad es muy bueno en general, aunque confiesa que de vez en cuando desearía sentirse rodeado de un mayor calor y afecto. Carlos afirma que algunos tienen una idea equivocada de la estructura pues piensan que se trata de un asilo donde los ancianos están obligados a permanecer incluso a la fuerza, pero la realidad es que se trata verdaderamente de una Santa Casa y considera que no existe un lugar mejor donde pudiera o deseara vivir.

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Realizado por MediaMo con la colaboraci贸n de la Hermandad de la Santa Caridad 2015 - www.mediamo.net/es

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