Aibar

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LOS RECURSOS PASTABLES DE AIBAR: TIPIFICACIÓN, VALORACIÓN PASCÍCOLA Y CARTOGRAFÍA

Vicente Ferrer Lorés Ldo. en Biología Dr. en Veterinaria Mayo de 2004

Gobierno de Navarra Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación Sección de Evaluación de Recursos Agrarios


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ÍNDICE Página ü INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS

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ü UTILIDADES

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ü MEDIO FÍSICO

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ü LA EXPLOTACIÓN GANADERA

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ü TIPIFICACIÓN Y VALORACIÓN DE LA VEGETACIÓN

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ü FICHAS DESCRIPTIVAS DE LOS RECURSOS PASTABLES

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1 Quejigal

19

2 Carrascal

21

3 Coscojar

23

4 Bojeral

25

5 Rosaledas

27

6 Quejigal en monte bravo

29

7 Aliagar

31

8 Matorral degradado

33

9 Pasto de Brachypodium retusum

35

10 Pasto de anuales (Aegilops geniculata)

37

11 Pasto de Lolium perenne

39

12 Plantación de coníferas en repoblado

41

13 Plantación de coníferas en monte bravo

43

14 Plantación de confieras en latizal

45

15 Plantación de coníferas en fustal

47

16 Otras unidades de vegetación

49

17 Recursos agrícolas

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ü LEYENDA DEL MAPA

55

ü CONSIDERACIONES FINALES

59

ü BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS La Sección de Suelos y Climatología del Servicio de Estructuras Agrarias del Gobierno de Navarra, dentro de su programa general de evaluación continua de los recursos naturales desarrolla desde 1998 un proyecto que tiene como objetivo básico tipificar los recursos pastables de Navarra y evaluar y cartografiar su valor pascícola. Se trata de elaborar una capa con información gráfica y alfanumérica para que, combinada con la obtenida en otros supuestos de evaluación, constituya un marco de referencia para dar en cada momento el uso más idóneo al territorio. En el contexto del citado proyecto se ha llevado a cabo el estudio de los recursos pastables del Municipio de Aibar. Se trata de un territorio de 4.796 ha ubicado en la Comarca Agraria V (Navarra Media Orientall), en las estribaciones meridionales de la Sierra de Izco. Constituye una zona de transición en sentido NO-SE entre los ámbitos mediterráneo y pirenaico. Dicha transición se refleja en todos los elementos fisiográficos (relieve, clima, geológia, biogeográfia, etc.), y junto con el uso diferencial que de los recursos se ha hecho, han configurado el paisaje actual de Aibar. La zona septentrional, al norte del casco urbano, es fundamentalmente forestal, los recursos están constituidos por diversas comunidades arbóreas, arbustivas y herbáceas entre los que se intercalan pequeñas superficies agrícolas. La porción meridional es eminentemente agrícola, las tierras de labor ocupan la mayor parte de la superficie, siendo predominantes los cultivos de cereal y viña. Asociada a la agricultura existe una cabaña ganadera, fundamentalmente de ovino, cuya alimentación se basa en la utilización de los subproductos del cereal (grano, paja y pastoreo en rastrojos y barbechos) configurando un sistema de los denominados ovino-cereal. La superficie no agrícola además de ser pastada por ganado lanar como complemento al uso de las tierras de labor, es utilizada por bovino en sistemas de explotación de tipo agro-silvo-pastoral. Las explotaciones ganaderas en Aibar se ven limitadas por una serie de factores coyunturales cuya expresión máxima es la reducción progresiva de los recursos pascícolas que el ganado utiliza. La disminución de la superficie pastable derivada, entre otros, de la reforestación de amplias zonas utilizadas en otros tiempos por el ganado, la cada vez más escasa cantidad de pasto en los rastrojos, la roturación de terrenos con fines agrícolas, la gran superficie ocupada por comunidades arbustivas impenetrables, etc., son algunos de los aspectos que están incidiendo de manera alarmante en la economía de las explotaciones ganaderas del Municipio y que, a su vez, están teniendo importantes repercusiones en la conservación de los recursos pastables naturales. Ante esta situación es necesario adoptar medidas pertinentes de gestión que solventen los mencionados factores limitantes. Para ello, se debe partir del conocimiento de las características ecológicas y productivas de los diferentes tipos de pasto, entendiendo por tal a cualquier recurso vegetal que sirve o puede servir de alimento al ganado, bien sea en pastoreo o bien como forraje. En síntesis el estudio de los recursos pastables comprende dos niveles de aproximación sucesivos (ver Esquema adjunto). El primero, que constituye el objetivo de nuestro proyecto, consiste en determinar la capacidad que tiene cada tipo de pasto para alimentar al ganado en función de sus peculiaridades ecológicas y forrajeras. Dicho capacidad, o valor pascícola, está determinado por las características propias de cada comunidad vegetal, es decir, por las plantas que la componen y por su distribución espacial. El segundo nivel trataría de establecer el manejo más adecuado en función de las características de cada tipo de pasto, teniendo en cuenta a su vez las limitaciones de índole social y/o económico. A partir de estos aspectos se pueden establecer las directrices en las que debe basarse la gestión racional y rentable de los pastos. Este nivel se inscribe en el ámbito de la planificación de los recursos, no siendo objetivo del presente trabajo.

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Objetivos del Proyecto de “Tipificación, valoración pascícola y cartografía de los recursos pastables de Navarra” en el contexto de la planificación del uso de los pastos

Medio Físico Clima Topografía Litología Suelos

Tipificación de recursos pastables Estructura y Composición Florística Factores limitantes al pastoreo Estado de conservación

Cartografía 1:25.000 Topografía Tipos de pastos Extensión superficial Valor Forrajero Infraestructuras ganaderas

Valoración Agronómica Oferta forrajera teórica (UF/ha/año)

Sistemas de aprovechamiento Número cabezas Tipo y raza de ganado Periodo de pastoreo Manejo reproductivo

Planes de aprovechamiento Carga ganadera admisible Época y duración del pastoreo Acotados Calendario de pastoreo Itinerarios del ganado

Conservación del Medio Natural Figuras de Protección LICS PLANIFICACIÓN Aspectos socio-políticos y Economía agraria

Valoración económica de pastos Renta anual

Planes y proyectos de mejoras Desbroces Roturación Abonados y enmiendas Resiembras Instalación de infraestructuras

Objetivos parciales del proyecto

El proyecto consiste en inventariar, evaluar y cartografíar los recursos pastables de Navarra con el objetivo de aportar información sobre las oportunidades y limitaciones del uso del territorio como base para la toma de decisiones, de manera que se asegure una planificación, gestión y ordenación racional, conservacionista y rentable de los recursos naturales.

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Los objetivos parciales del trabajo son los siguientes: • Inventariar, tipificar y caracterizar todos y cada uno de los recursos pastables,agrícolas y naturales, sean o no pastados, según aspectos fisiográficos, fisiognómicos, estructurales y de composición florística. Se establece la localización de cada unidad de vegetación tipificada, sus rasgos fisiográficos fundamentales, su organización estructural, las especies y formas vitales dominantes, la asignación sintaxonómica, los aprovechamientos actuales y su estado de conservación.

• Evaluar el potencial pascícola de cada tipo de vegetación. El valor pascícola de los recursos se define como la cantidad y calidad de pasto que está disponible para la alimentación del ganado. En este trabajo dicho valor se ha estimado utilizando un método fitológico de valoración (método del Valor Pastoral). A partir del porcentaje de recubrimiento de la vegetación, de la contribución que realizan las diferentes especies vegetales a tal recubrimiento y del valor individual de cada especie en términos de su valor alimenticio, se obtiene la producción de la fitomasa pastable expresada en términos energéticos (UFL/ha/año).

• Representar cartograficamente a escala 1:25.000 las diferentes unidades de vegetación diferenciadas así como el valor pascícola de cada tipo y las infraestructuras ganaderas presentes en el territorio. Toda la información obtenida se sintetiza en un mapa en el que los tipos de vegetación vienen representados por recintos cerrados identificados por su correspondiente código y abreviatura. A todos los recintos en los que se localiza un determinado tipo de vegetación se le asigna un color en función de su valor pascícola medio anual expresado en términos energéticos (UF/ha/año). En un mismo mapa se aporta de esta manera una doble información: la distribución espacial de las distintas unidades de vegetación presentes en el territorio (recintos) y las áreas de diferente valor pascícola (colores y tramas).

• Establecer las líneas generales para la correcta gestión de los recursos pastables. Teniendo en cuenta las características ecológicas y productivas de los recursos se señalan las normas orientativas de valor general útiles para abordar la planificación de los pastos.

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UTILIDADES La información obtenida en el proyecto incorporada a diversas aplicaciones informáticas (base de datos, Sistema de Información Geográfica, etc.), constituye un instrumento básico para abordar diversos aspectos de la gestión de los recursos pastables; entre ellos, cabe resaltar por su especial interés en nuestra Comunidad los siguientes: • La elaboración de Proyectos y Planes Técnicos específicos de ordenación y gestión ganadera de los recursos naturales en el que se consideren de manera explícita y concreta aspectos ligados a la utilización del ganado en el monte (cargas ganaderas más adecuadas, tipo y raza de ganado más apropiado, época y duración del pastoreo, etc.) y, consecuentemente, la definición de sus normas de uso y gestión.

• La realización de estudios racionales de compatibilidad del ganado con el mantenimiento del paisaje en los Lugares de Interés Comunitario (LICs) y otros espacios protegidos, huyendo de los planteamientos simplistas de la actividad pastoral tradicional que, entre otras, ha contribuido durante siglos al mantenimiento, cuando no a la creación, de dichos paisajes.

• La gestión de los sistemas de explotación ganadera adecuándolos a las características productivas y estacionales de cada tipo de pasto de manera que se desarrollen técnicas productivas agroganaderas integradas en el medio natural, compatibilizando el conocimiento técnico con el empírico y tradicional de los agricultores y ganaderos.

• El establecimiento de las posibilidades reales y la conveniencia de llevar a cabo cambios dirigidos al incremento sostenido de la productividad de los pastos. Se aportará así información clave a la hora de realizar Proyectos de Mejora y Creación de Pastizales con la finalidad de que las mejoras estén plenamente justificadas, sean rentables y duraderas y se efectúen en función de las características del medio físico y de los sistemas de explotación.

• Predecir la incidencia que pueden tener los cambios de uso del territorio y de los modos de explotación agropecuarios sobre el potencial forrajero de una zona determinada y, ello, tanto a nivel agronómico como económico. • Establecer el precio real de arrendamiento de los pastos en función de la oferta pascícola disponible para el ganado.

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MEDIO FISICO El Municipio de Aibar se localiza en la Comarca Agraria V (Navarra Media Oriental), en las estribaciones meridionales de la Sierra de Izco. Comprende una superficie de 4.796,2 ha que queda inscrita en las hojas 174-I, 174-II, 174-III y 174-IV del Mapa de Cultivos y Aprovechamientos de Navarra (1:25.000). Limita al norte con Urraúl Bajo y Lumbier, al este con Sangüesa y Rocaforte, al sur con Sangüesa y Cáseda y al oeste con Sada de Sangüesa y Leache. Se extiende desde la Sierra de Izco hasta el cauce del río Aragón, representando una zona de transición en sentido NO-SE entre los ámbitos mediterráneo y pirenaico. Dicha transición se refleja en todos los elementos fisiográficos. Así, su relieve es un eslabón intermedio entre los llanos y las formas tabulares de la Ribera y las estructuras intensamente plegadas cántabro-pirenaicas; el clima constituye el paso entre el de carácter mediterráneo continental, característico de la zona sur, y el de influencia alpina del norte; geológicamente supone la transición entre los materiales terciarios continentales a los secundarios de sedimentación marina; biogeográficamente representa la zona de tránsito entre la vegetación eurosiberiana y la mediterránea, constituyendo el límite meridional de las áreas de expansión de algunas especies pirenaicas y el septentrional de los matorrales xerófilos. La erosión diferencial ha modelado el terreno formando sobre los materiales más blandos situados al sur del casco urbano (margas y arcillas con niveles finos de caliza y arenisca), un paisaje abierto de suave relieve cuyas altitudes quedan comprendidas en torno a 400 m. Sobre él, y en los materiales más resistentes de facies detrítica continental (areniscas alternando con limos y arcillas) destaca la Sierra de Izco cuyo relieve es más accidentado y está formado por diversas crestas separadas por vallonadas que siguen la dirección pirenaica. En ella se se localizan las cotas de mayor altitud del municipio (800-900 m). La característica fundamental de los suelos es su carácter básico. A grandes rasgos es posible diferenciar litosoles y regosoles, suelos pardo calizos, y suelos de origen aluvial y coluvial. El clima es de tipo mediterráneo continental. No obstante, se da un importante gradiente climático en dirección NO-SE, paralelo también a un cambio orográfico y altitudinal. De acuerdo con los datos facilitados por la Sección de Suelos y Climatología del Gobierno de Navarra correspondientes la estación de Aibar (555 m), la temperatura media anual de 13,3 ºC, de 5,5 ºC en el mes más frío (enero) y 22 ºC en el mes más calido (julio y agosto). El número de días con temeperatura inferior a 0º C es de 30 que se reparten entre diciembre y febrero. En cuanto a la precipitación, la media anual es de 650 mm, con máximos en primavera y otoño y mínimos en invierno y verano. La producción de los recursos pastables se adapta obviamente a los parámetros climáticos fundamentales. El déficit hídrico estival y el frío en invierno dan lugar a los correspondientes “picos” de producción en primavera y, en menor medida, en otoño. El clima se caracteriza, además, por presentar cierta irregularidad en la sucesión de años “buenos” y “malos” que se alternan de forma poco previsible, dando lugar a la correspondiente incertidumbre en las cosechas y en la producción de la biomasa pastable. De manera simplificada, si atendemos a las precipitaciones caidas en un periodo de 20 años (1.975 a 1.997) se observa que en 14 (60%) las lluvias difieren por defecto (35%) o por exceso (26%) de la media histórica. A efectos del presente trabajo, se ha valorado la oferta pastable producida por los diferentes recursos en un año considerado como de características termopluviométricas medias.

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MEDIO FISICO Biogeografía y series de vegetación Desde un punto de vista biogeográfico la porción noroccidental del territorio queda incluido en el sector Cántabro-Euskaldún (subsector Navarro-Alavés) de la región Eurosiberiana. El resto se incluye en el sector Castellano-Cantábrico de la región Mediterránea. En el estudio de la vegetación se distinguen las comunidades vegetales climácicas, aquéllas que representan el máximo estructural que puede alcanzar la vegetación en una determinada zona en función de las características climáticas, de las comunidades secundarias o de sustitución, que son el conjunto de formaciones vegetales que aparecen tras la eliminación de la comunidad climácica. Estas comunidades secundarias evolucionan, si no se ha alterado de manera sustancial algún factor ecológico, hacia la climácica, en un proceso que, en términos ecológicos se define como sucesión. El conjunto de ambas (climácica y secundarias) recibe el nombre de serie de vegetación. En pascicultura el conocimiento de las posibilidades de evolución de la vegetación en función de los usos a los que se le somete, presenta un notable interés ya que permite predecir el comportamiento y dinámica de sus valores productivos, aspecto éste de gran utilidad cuando se trata de planificar la gestión de los recursos pascícolas y se programan las posibilidades de actuación en ellos. Siguiendo lo establecido por Peralta (1.996), la vegetación natural del término de Aibar se incluye en las siguientes series de vegetación:

SERIE DE VEGETACIÓN

FACIACIÓN

Serie de los robledales de Quercus humilis colino- G montanos, subhúmedos-húmedos, navarro-alaveses y pirenaico occidentales (Roso arvensis-Querceto humilis S.)

Faciaciación típica

Serie de los quejigales meso-supramediterráneos, G subhúmedos castellano-cantábricos (Spiraeo obovataeG Querceto-fagineae S.).

Faciación supramediterránea

Serie de los carrascales meso-supramediterráneos y G montanos, seco-subhúmedos, somontano-aragoneses (Buxo sempervirentis-Querceto rotundifoliae S.).

Faciación meso-supramediterránea con Arctostaphylos uva-ursi

Serie de los carrascales mesomediterráneos seco- G subhúmedos, riojano-estelleses y bardeneros (Querceto rotundifoliae S.).

Faciación sangüesina subhúmeda con Buxus sempervirens

Geoserie higrófila mediterránea de vegas y regadíos (Rubio tinctori-Populeto albae S., Saliceto neotrichae S.)

G

Faciación mesomediterránea Quercus coccifera

con

Faciación aragonesa

Esquema de la serie de vegetación de los carrascales riojano-estelleses y bardeneros. (Fuente: Peralta, 1.996)

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Localización del Municipio de Aibar

Aibar Pertenencia geográfica: Comarca Agraria V. Localización: Navarra Media oriental. Estribaciones meridionales de la Sierra de Izco. Hojas 1:25000: 174 (I, II, III, IV). Superficie: 4.796,2 ha. Orografía: terreno llano al sur y escarpado al norte. Aibar

Altitud: 400-900 m. Sustrato litológico: predominio de materiales oligomiocenicos de facies continental detrítica. Clima: temperatura media 13ºC; precipitación media 650 mm. Piso bioclimático: supramediterráneo y mesomediterráneo superior de ombroclima subhúmedo y seco. Biogeografía: subsector Navarro-Alavés (región eurosiberiana) y sector Castellano-Cantábrico (regíon Mediterránea).

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LA EXPLOTACIÓN GANADERA Explotaciones, censos y sistemas de manejo En el Municipio se diferencian dos tipos de explotación ganadera: los sistemas de ovino-cereal y los de ganado mayor en régimen de pastoreo extensivo. Los recursos pascícolas que utilizan los efectivos ganaderos se encuentran distribuidos territorialmente en ocho corralizas, reagrupadas actualmente en dos, que constituyen unidades de explotación que incluyen terrenos comunales y particulares. El uso y disfrute de las mismas está regulado por las correspondientes ordenanzas municipales. Esquema síntesis de sistema de producción ganadero de ovino (tres partos cada dos años) y del calendario de utilización de los diferentes recursos pascícolas (M = necesidades nutritivas del ganado en estado de mantenimiento).

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Venta cordero

Venta cordero

2 Venta cordero

Las explotaciones de lanar ubicadas en el municipio son tres. Su orientación es la produción de ovino carne. El censo es de 3.541 cabezas. El tamaño de los rebaños oscila entre 940 cabezas y 1.360 cabezas. La raza predominante es la navarra que se caracteriza por su rusticidad, adaptación al medio y por tener fertilidad todo el año, lo que permite un sistema de explotación intensivo siendo el habitual de tres partos en dos años, con fechas de parición en febrero, junio y octubre.

Cubrición

Parto

Cubrición

Parto

Parto

Cubrición

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La alimentación del ganado se basa en la complementariedad entre el aprovechamiento de recursos agrícolas concentrados (grano de cebada) y de volumen (rastrojos, barbechos) y la utilización del monte. En verano los rebaños pastan los residuos de las cosechas de cereal ubicados fundamentalmente al este y sur del término. En otoño y primavera, cuando los cultivos están sembrados, se utiliza el monte de la porción septentrional del término. En invierno se utilizan los residuos de las cosechas de regadío (maíz) complementado la dieta a pesebre (pienso y paja). En los últimos años se han creado diversos pastizales cercados para facilitar el manejo del ganado.

0 E

F

M

A

M

J

Jl

A

S

O

N

D

E

F

M

A

M

J

Jl

A

S

Alimentación a pesebre (paja cereal + grano cebada + heno alfalfa)

Pastoreo en rastrojeras

Pastoreo en monte

Pastoreo en barbechos

O

N

D

Pastoreo en cultivos forrajeros

Respecto al ganado mayor, en el municipio hay censadas dos explotaciones en extensivo de vacuno carne de raza predominante pirenaica. El censo es de 188 cabezas. El ganado utiliza durante todo el año los diversos y variados recursos ubicados en la corraliza “El Monte”, recibiendo alimentación complementaria (heno obtendido en la propia corraliza y concentrado) durante los meses de escasez de pasto, cuando las necesidades nutritivas son elevadas (cubrición, gestación, lactación) y para el engorde de terneros. El uso por ganado mayor de la citada corraliza ha sido una práctica habitual desde hace ya casi 20 años. En un principio servia como pasto de invernada a ganado procedente del Valle de Erro y del propio municipio. La corraliza constituye un modelo de explotación de tipo agrosilvopastoral de gran interés en el contexto de la Navarra Media.

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LA EXPLOTACIÓN GANADERA Vías pecuarias El municipio está cruzado de norte a sur por la cañada real de Murillo del Fruto a Salazar (CRMS). Esta cañada era la principal vía pecuaria de aproximación a la Bardena de los pastores salacencos. Discurre paralela a la Cañada Real de los Roncaleses, de Norte a Sur, uniendo los pastos pirenaicos del Valle de Salazar (Ori y Abodi) con la Ribera Navarra. En la actualidad, esta cañada solamente es recorrida por unas 15.000 ovejas salacencas en su tramo central, de Lumbier a Cáseda. El resto del trayecto se realiza por traviesas alternativas (T-16, T-13 y T-11), e incluso por un pequeño tramo de la Cañada Real Milagro-Aezkoa, al estar impracticable la cañada real original por la invasión de matorrales. Esta misma cañada también es recorrida por unas 3.000 ovejas del Valle de Urraúl Alto en su descenso al Valle del Ebro.

Infaestructuras ganaderas Como testimonio de la importancia que en otros tiempos tuvo la gandería, a lo largo y ancho del término se localizan diseminados un elevado número de corrales, muchos de los cuales se encuentran abandonados o un estado lamentable.

En los últimos años se han ejecutado diversos proyectos de mejora de pastizales para dotar a las corralizas de la infraestructura necesaria para el control y manejo del ganado. Su localización se señala en el mapa adjunto. También se han creado nuevos pastizales cercados perimetralmente mediante desbroces y siembra de pratenses.

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TIPIFICACIÓN Y VALORACIÓN DE LOS RECURSOS Las condiciones ecológicas de un territorio (clima, suelo, etc.) junto con el grado de explotación antrópica al que es o ha sido sometido, determinan las características estructurales y el espectro florístico de las comunidades vegetales presentes en él. Las diferentes plantas de un espacio (composición florística) se distribuyen de manera determinada estableciendo la estructura horizontal y vertical de la comunidad. La composición lleva implícita la producción y calidad de la oferta pastable, factores que varían estacionalmente y entre años en función de climatología. La estructura determina la mayor o menor transitabilidad y, por tanto, la accesibilidad al pasto por el ganado. Los factores abióticos están así estrechamente relacionados con las características productivas de cada tipo de vegetación pero, además, pueden establecer ciertas limitaciones al uso ganadero dependiendo de aspectos tales como la pendiente, la mayor o menor capacidad de las comunidades vegetales para responder a las perturbaciones, la fragilidad de los suelos, etc. Todo ello significa que para establecer el potencial que presenta un determinado tipo de vegetación para alimentar al ganado y, por tanto, estimar su carga ganadera admisible, se deba partir del conocimiento de sus características estructurales y su composición específica. El estudio de la vegetación se ha efectuado a partir de datos recopilados mediante la realización sobre el terreno de inventarios florísticos. En cada superficie de muestreo (área homogénea en cuanto a las características de la vegetación) se ha obtenido la información referente a la cobertura, o porcentaje de ocupación del suelo, de las especies dominantes y de las más frecuentes, así como la relativa de los diferentes estratos (arbóreo, arbustivo, herbáceo y porcentaje de suelo desnudo). Los resultados permiten de esta manera caracterizar los tipos de vegetación presentes en el territorio. Dada la finalidad del trabajo, la tipología establecida pretende diferenciar unidades de vegetación que, como consecuencia de sus distintas organizaciones estructurales, composiciones florísticas o, simplemente, funcionamientos, sean diferentes desde el punto de vista de sus posibilidades de gestión. La definición básica de las unidades se ha realizado en consonancia con lo establecido en el nomenclator de la Sociedad Española para el Estudio de los Pastos (Ferrer-Benimeli et at., 2001). Para establecer el valor pascícola de los recursos pastables se ha utilizado un método fitológico denominado del Valor Pastoral (Daget y Poissonet, 1.967; 1.972; 1.991). En esencia dicho método consiste en estimar de manera indirecta el valor nutritivo de los pastos a partir del porcentaje de recubrimiento de la vegetación, de la contribución que realizan las diferentes especies vegetales a tal recubrimiento y del valor individual de cada especie en términos de su valor alimenticio (puede obtenerse más información sobre el método en Ferrer, 1.999). A partir de estos parámetros se obtiene un índice llamado Valor Pastoral (VP). Dicho índice es un valor que nos orienta sobre la calidad de los pastos expresada en una escala adimensional que varía entre 0 y 100. Sin embargo, no proporciona información sobre la oferta de pasto y, por consiguiente, sobre la carga ganadera admisible (a lo sumo nos informa, por ejemplo, que un pasto con VP = 24 tiene doble calidad que otro con VP = 12). Se hace preciso, por tanto transformar el VP en valores productivos. Para ello, y tomando como referencia experiencias realizadas mediante controles de oferta y rehuso de biomasa en pastos de características ecológicas semejantes a los que nos ocupan (Ferrer, 1997), se obtienen estimaciones que relacionan el VP con el valor nutritivo expresado en términos energéticos (UF/ha/año = 60 * VP). De esta manera se obtiene la oferta pastable teórica anual de cada tipo de pasto (media del obtenido en todos y cada uno de los inventarios realizados en cada tipo de vegetación). El valor obtenido representa la media anual para un año considerado de condiciones climáticas medias.

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TIPIFICACIÓN Y VALORACIÓN DE LOS RECURSOS Los recursos pastables de Aibar. Descripción general El paisaje de Aibar responde a las características topográficas y geomorfológicos del territorio. En la porción septentrional se localizan las cotas de mayor altitud (Sierra de Izco), el relieve es abrupto con laderas que quedan seccionadas por barrancos de diversa entidad. En estas zonas domina la vegetación natural. La distribución espacial de ésta refleja el carácter de transición biogeográfica del término. El paisaje está constituido fundamentalmente por comunidades de sustitución de los robledales, quejigales y carrascales climácicos. Se trata de matorrales de bajo nivel evolutivo formados por arbustivas de bajo porte con dominancia de leguminosas espinescentes y labiadas y que presentan una gran variabilidad estructural. Son los aliagares, que aparecen colonizando antiguos campos de cultivo abandonados, y se originan de igual forma por la quema de matorrales propios de etapas más abanzadas de la sucesión natural y/o por el cese del pastoreo en pastos herbáceos. Intercalados entre los aliagares se localizan, en supercificies mucho más reducidas, matorrales de alto nivel evolutivo tales como los coscojares (Quercus coccifera), bujedos (Buxus sempervirens), rosaledas (Rosa sp.) y zarzales (Rubus sp.), y también comunidades herbáceas (pastos de Brachypodium retusum y pastos de anuales). En esta zona del término destacan de igual manera las formaciones arbóreas de Quercus faginea. En general son masas densas de alta fracción de cabida cubierta que, en ciertos lugares, tienen un sotobosque dominado por herbáceas, lo que confiere a estas fitocenosis un alto interés pascícola. Buena parte de la superficie ocupada en otros tiempos por vegetación natural ha sido plantada con especies de creciemiento rápido (pino alepo y pino laricio). Las plantaciones se encuentran en diferentes estados de desarrollo (repoblado, monte bravo, latizal y fustal). En las estribaciones de la Sierra de Izco los cultivos son poco abundantes. Se diferencian algunas parcelas de cereal y de cultivos forrajeros intercaladas en el monte. En tiempos pasados las zonas cultivadas erán en esta parte del término mucho más abundantes que en la actualidad (todo el entorno del barranco de la Vizcaya estaba cultivado a mediados del siglo pasado). Al Sur del casco urbano la configuración del paisaje cambia drásticamente. Las tierras de labor son dominantes mientras que la vegetación natural (fundamentalmente aliagares) queda relegada a los cabezos y cerros poco aptos para el arado. El cultivo dominante es el de cereal de invierno en secano (cebada y trigo) y la viña. Dispersos entre éstos se localizan algunos campos cultivados con olivo y almendro. En las terrazas del Aragón, en el límite sur del término, se ubican los cultivos en regadío. Se trata de un mosaico de huertas, campos de maíz y otros cultivos herbáceos como el espárrago.

Considerando la superficie de los diferentes recursos, se observa que los más extensos son los cultivos (2.738,3 ha) y, dentro de ellos, los de cereal en secano (1.881,2 ha) y la viña (634,9 ha). Les sigue en importancia las comunidades arbustivas (1.146,1 ha), siendo las de mayor superficie los aliagares. Las plantaciones también ocupan una superficie considerable (556,1 ha), con similar extensión por estados de desarrollo. El arbolado natural y los pastos herbáceos ocupan cada uno en torno al 3% de la extensión del término (172,3 ha y 127,2 ha respectivamente). Entre los primeros predominan los quejigales (147,5 ha) y, entre los segundos, los pastos de Brachypodium retusum (59,9 ha). 15


TIPOS DE VEGETACIÓN Y SUPERFICIE

Tipo de vegetación ARBOLADO

MATORRAL Alto nivel evolutivo

Bajo nivel evolutivo

Qrtd S Qfd

Carrascal Formación de ribera-sotos Quejigal

Qc Qfmb Rs Mbs Ru Gs MI

Coscojar Quejigal en monte bravo Rosal (Rosa sp.) Bujedo Zarzal (Rubus sp.) Aliagar (Genista scorpius) Matorral degradado

Bre PAg PLp PEpu Jm

Pastizal de Brachypodium retusum Pastizal de anuales (Aegilops geniculata) Pastizal de Lolium perenne Pastizal de Elymus campestris Juncal

Phr Pnr Phmb Pnmb Cul Phl Pnl Cpf Pnf

Plantación de pino alepo en repoblado Plantación de pino laricio en repoblado Plantación de pino alepo en monte bravo Plantación de pino laricio en monte bravo Plantación de ciprés en latizal Plantación de pino alepo en latizal Plantación de pino laricio en latizal Chopera en fustal Plantación de pino laricio en fustal

Chcr H RE V Al Ol Chcs Chcs Chfs

Cereal (rastrojo de maíz) Huerta Espárrago Viña Almendro Olivo Cereal (rastrojo de verano) Cereal (ricios de otoño y barbecho) Cultivo forrajero

IA II IU

Improductivo agua Improductivo afloramientos Improductivo urbano TOTAL

PASTO HERBÁCEO

PLANTACIONES

CULTIVOS En regadío

En secano

IMPRODUCTIVO Improductivo agua Improductivo afloramientos Improductivo urbano

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S (ha) % Total 172,3 3,6 13,6 0,3 11,2 0,2 147,5 3,1 1.140,0 23,9 64,8 1,4 24,7 0,5 16,7 0,3 11,9 0,2 6,2 0,1 1.002,2 20,9 19,6 0,4 127,2 2,7 59,9 1,2 31,0 0,6 23,8 0,5 8,1 0,2 4,4 0,1 556,1 11,6 116,2 2,4 56,2 1,2 94,5 2,0 10,1 0,2 2,6 0,1 21,4 0,4 85,4 1,8 8,5 0,2 161,2 3,4 2.738,3 57,1 65,4 1,4 16,4 0,3 7,8 0,2 634,9 13,2 13,2 0,3 71,1 1,5 1.693,0 35,3 188,2 3,9 48,3 1,0 56,2 1,2 7,5 0,2 1,5 0,0 47,2 1,0 4.796,2 100,0


FICHAS DESCRIPTIVAS DE LOS RECURSOS PASTABLES

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1

QUEJIGAL

Qfd 1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Se trata de masas en monte bajo (procedentes de cepa o raíz) dominadas por el roble chaparro (Quecus faginea) que se caracterizan por tener una elevada densidad (1.500 - 2.500 pies/ha) y alta fracción de cabida cubierta (> 80%). La estructura y composición florística del sotobosque es variable. En unos casos el estrato herbáceo es dominante, recubriendo la prcatica totalidad del suelo; en otros, tanto las arbustivas como herbáceas presentan un escaso desarrollo, siendo máxima la proporción bajo el arbolado de suelo sin vegetación. Se localizan en la porción septentrional del municipio, en la corraliza del monte (paraje La Vizcaya). La superficie total es de 147,5 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbóreas: quejigo (Quercus faginea), arce (Acer monspessulanum y A. campestris), serbal (Sorbus torminalis, S. acuparia). Arbustivas: guillomo (Amelanchier ovalis), boj (Buxus sempervirens), espino albar (Crataegus monogyna), enebro (Juniperus communis), aligustre (Ligustrum vulgare), zarzas (Rubus sp., Rosa, sp.), brezo (Erica vagans), otabera (Genista occidentales), etc. Herbáceas: Helictotrichon cantabricum, Festuca gr. rubra, Carex flacca, Bromus erectus, Brachypodium rupestre, Iris graminea, etc. - Asignación fitosociológica: Spiraeo obovatae-Quercetum fagineae O. Bolòs & P. Montserrat 1984. - Variabilidad: en la zona dan paso de modo gradual a los robledales de Quercus pubescens, siendo por ello frecuente Q. subpyrenaica, taxon de origen hibridógeno entre Q. faginea y Q. pubescens. - Indicadores: Infrapastoreo: las arbustivas van dominando progresivamente el sotobosque. Pastoreo intenso: el estrato herbáceo predomina sobre el arbustivo. Disminuye la cobertura de las herbáceas dominantes, en general grámíneas vivaces de sistemas radiculares en macolla (Helictotrichon cantabricum), que son sustituidas por otras rizomatosas más adaptadas a las defoliaciones continuadas y al pisoteo (Festuca rubra, Bromus erectus). Se incrementa la riqueza específica; diversas especies oportunistas colonizan los “claros” producidos por el ganado en el estrato herbáceo.

3 - USO GANADERO ACTUAL Han sido pastados tradicionalmente desde octubre a junio por vacuno procedente del pirineo. La intensidad de pastoreo en buena parte de los quejigales ha sido alta. Actualmente se pastan tambíen por vacuno del propio municipio pero con cargas inferiores a las utilizadas en otros tiempos.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN En las áreas pastadas no se ha observado signos que indiquen una carga ganadera excesiva (ramoneo intenso, rotura de brotes y/o ausencia de regenerado debido al pastoreo). Los factores que actualmente pueden comprometer la conservación de estos bosques son: la falta de regeneración tanto vegetativa como sexual debida a la alta densidad (pies/ha), y la proliferación de arbustivas en el sotobosque por escasa carga ganadera, factor este último que puede incrementar el riesgo de propagación de incendios. 19


5 - VALOR PASCÍCOLA 3.500

El valor nutritivo de los quejigales es muy variable oscilando entre 50 UF/ha/año a 1.061 UF/ha/año. Tal variación viene determinada por la diferente cobertura de los estratos arbustivo y herbáceo y el porcentaje de suelo desnudo en el sotobosque.

3.000 2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

En las masas con sotobosque herbáceo la oferta pastable oscila entre 700 y 1.100 UF/ha/año. En éstas, y por efecto directo del pastoreo, son abundantes ciertas gramíneas como Festuca gr. rubra y Bromus erectus de aceptable valor nutritivo. También son frecuentes otras especies de menor calidad y palatabilidad pero que producen una considerable biomasa (Helictrotrichon cantabricum y Brachypodium rupestre).

3.250

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

En los bosques con escaso desarrollo de sotosque, o aquellos en los que éste está dominado por arbustivas, la cantidad de pasto es muy baja; el valor pascícola es de 50 a 425 UF/ha.

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Los primeros, los quejigales con sotobosque herbáceo, presentan un doble interés pascícola: por la cantidad y diversidad de pasto accesible al ganado (herbáceas, ramón y frutos) y por constituir lugares de abrigo al ganado durante las inclemencias del tiempo. Se estima que en los montes bajos de quejigo las producciones de ramon son de unos 300 kg MS/ha/año y, la de bellotas, en torno a 6 kg MS/ha/año, correspondiendo 0,5 UF/kg MS (San Miguel, 1.988). Estas producciones constituyen una importante aportación de pasto en determinadas épocas del año. La biomasa que crece bajo el arbolado y, por consiguiente, en condiciones de sombra y poco viento, tiende a madurar más lentamente que los pastos que crecen fuera de la influencia del mismo. Su periodo de crecimiento vegetativo es por ello más largo lo que permite un periodo de pastoreo más prolongado y continuado.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN El pastoreo en los quejigales aumenta la riqueza específica del sotobosque. En efecto, las leñosas y herbáceas dominantes (gramíneas amacolladas) son sustituidas por otras más adaptadas al pisoteo y la defoliación continuada (gramíneas cepitosas). La calidad y palatabilidad del pasto se ve de igual forma incrementada al disminuir la necromasa acumulada y favorecer la aparición de renuevos de menor contenido en fibra y mayor digestibilidad. Este efecto se traduce en una menor facilidad para la propagación de incendios. En el estado actual de las masas, la acción del ganado puede considerarse como inocua a los efectos de la regeneración y el crecimiento de los árboles. El alto número de pies/ha indica que, sin resalveo (corta y aclareo, reducción de la espesura, etc.), estos bosques se encuentran “estancados”, ya que las masas no se regeneran vegetativamente, porque no hay cortas, y tampoco de forma sexual porque la fuerte competencia entre pies limita sus posibilidades de floración y fructificación. El control de arbustivas y, en general, del material vegetal acumulado por parte del ganado, propicia unas condiciones más favorables para la regeneración; los chirpiales tienen más posibilidades de implantarse. Si en futuro parte de estas masas se resalvean disminuyendo la densidad, la acción del ganado seguiría siendo beneficiosa, ya que controlaría los rebrotes de cepa. En estas circunstancias un buen control del rebrote se conseguiría con un pastoreo intenso de las zonas resalvedas en los meses de juniojulio durante dos o tres años seguidos. 20


2

CARRASCAL

Qrtd 1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Son fitocenosis dominadas por carrascas (Quercus roundifolia) procedentes de cepa o raíz (monte bajo) que presentan fustes de reducido diámetro y altura < 5 m, de copa ancha, densa y redondeada. El estarto arbustivo, en el que se incluye la carrasca, es dominante (80-90% del recubrimiento del suelo) constituyendo en general comunidades densas y cerradas. Las herbáceas son poco abundantes y se limitan a los escasos claros que aparecen entre las carrascas. Se localizan en pequeñas superficies diseminadas. La extensión total es de 13,6 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: carrasca (Quercus rorundifolia), coscoja (Quercus coccifera), aliaga (Genista scorpius), madreselva (Lonicera etrusca), Bupleurum fruticescens. Herbáceas: lastón (Brachypodium rupestre), junquillo (Aphyllanthes monspeliensis), bromo (Bromus erectus), Carex hallerana. - Asignación fitosociológica: Spiraeo-Quercetum rotundifoliae subas. quecetosum cocciferae. - Variabilidad: son muy homogéneas en cuanto a su estructura y composición florística.

3 - USO GANADERO ACTUAL Su uso ganadero actual se limita al paso esporádico de algún rebaño de ovino.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se ha observado signo alguno de degradación derivado del pastoreo. Parte de su reducida superficie ha sido utilizada para la plantación de coníferas.

21


5 - VALOR PASCÍCOLA

3.500 3.250

El valor pascícola de los carrascales es de 743 UF/ha/año. La biomasa pastable es aportada fundamentalmente por el ramón, que es accesible al ganado dado el escaso porte delas carrascas.

3.000 2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

No obstante, la alta densidad de pies/ha, y los troncos con ramas cercanas al suelo, hace que estas masas sean prácticamente impenetrables y, consecuentemente, que sólo una proporción del ramón pueda ser realmente consumible por el ganado (se estima que en torno al 25% de la oferta total).

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000

La carrasca al ser una especie perennifolia, suministra pasto de volumen durante todo el año, si bien, la calidad muestra oscilaciones estacionales, siendo máxima en primavera. En otoño, a la disponibilidad de ramón, se le une la de bellota.

750 500 250 PLp

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La escasa superficie que ocupan en el término junto con su intrincada y cerrada estructura, hace que su interés como fuente de alimento para el ganado sea prácticamente nulo.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La reducida superficie que ocupan en el término aconseja adoptar las medidas oportunas para su conservación. Por este motivo, y teniendo en cuenta a su vez su papel como diversificador del paisaje y de la fauna silvestre, debería considerarse con precaución la posibilidad de destinar los terrenos que ocupan a plantaciones de coníferas.

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3

COSCOJAR

Qc 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Son matorrales altos en los que domina la coscoja (Quercus coccifera), arbusto esclerófilo perenne de hasta 1,5 m de altura. En general son densos y cerrados con un estrato arbustivo prácticamente monoespecífico. El recubrimiento de herbáceas es bajo (< 20%). Ocupan superfcies de reducida extensión en los márgenes de antiguos campos de labor, intercalados entre otras formaciones arbustivas (aliagares). La superficie en el municipio es de 64,8 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: coscoja (Quercus coccifera) (Cob. > 20%), boj (Buxus sempervirens), aliaga (Genista scorpius), carrasca (Quercus rotundifolia), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), Rhamnus alaternus, Bupléurum fruticescens, etc. Herbáceas: Brachypodium retusum, Carex hallerana, Bromus erectus, Bupleurum rigidum, Teucrium chamaedrys, Koeleria vallesiana. Frecuente presencia de rebrotes de carrasca (Quercus rotundifolia) de altura < 2 m. - Asignación fitosociológica: Quercetum cocciferae. - Variabilidad: son muy homogéneos en cuanto a su estructura y composición florística. - Indicadores: en las áreas pastadas intensamente se aprecia una cierta disminución de la cobertura de arbustivas. Si la carga ganadera es alta aparecen ramoneados en orden creciente los rebrotes de especies arbóreas, los tallos florales de Bupleurum fruticescens, las hojas y frutos de escobizo y aliaga y, en los casos de mayor intensidad, los tallos de menor diámetro de la coscoja. Así mismo se observa una disminución de la talla de las herbáceas y la proliferación de especies de mayor interés pascícola que las dominantes (Bromus erctus, Carex hallerana, etc.).

3 - USO GANADERO ACTUAL Su uso ganadero actual se limita al paso esporádico de algún rebaño de ovino.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN En general presentan un aceptable estado de conservación aunque se localizan de manera muy fragmentada. El grado de pastoreo es poco intenso y se traduce a lo sumo en una cierta abertura del estrato arbustivo.

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5 - VALOR PASCÍCOLA El valor pascícola es en general bajo debido a la alta cobertura arbustiva. Se sitúa en torno a 300 UF/ha/año. No obstante este valor es el aportado por toda la cobertura vegetal. La intrasitabilidad de los coscojares implica que sólo una pequeña fracción de la biomasa que aportan es accesible al ganado. El valor pascícola real es por ello inferior al teórico estimado.

3.250 3.000 2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000

Las arbustivas, si bien son consumidas en determinadas épocas del año, tienen en general, un bajo valor energético. No obstante, son ramoneadas aportando alimento de volumen en épocas en las que otros recursos están agostados, en condiciones climatológicas adversas y/o cuando el ganado recibe alimentación concentrada.

750 500 250 PLp

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El valor nutritivo es aportado fundamentalmente por las gramíneas que crecen entre el matorral. La mayor parte de ellas son de bajo valor (Brachypodium retusum, Bromus erectus, Carex hallenana, Koeleria vallesiana).

3.500

Cuando la comunidad alcanza una altura del orden de 1,5 m, la densidad limita la presencia de nuevas hojas exclusivamente a la parte superior de la masa, disminuyendo la biomasa ramoneable (Canellas y San Miguel, 2001). El máximo se alcanza a los 6-8 años de desarrollo del coscojar (0,8 kg MS/m2). Los niveles de macro y microelementos de la coscoja son admisibles en todas las estaciones para el crecimiento e incluso la lactación del ganado, excepto para el P que es prácticamente deficiente todo el año (Canellas y San Miguel, 2.001). En otoño la coscoja aporta al ganado una importante producción de bellotas, aunque de palatabilidad reducida dado su sabor amargo.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Los carrascales están considerados como hábitats prioritarios en la Directiva 43/92/CEE por lo que su gestión debe estar enfocada hacia su conservación. Su presencia incrementa la biodiversidad y mejora la calidad del hábitat para la fauna, lo que unido al escaso interés pascícola dada su escasa superificie y su intrincada y cerrada estructura, hacen desaconsejable cualquier tratamiento que persiga su erradicación (quemas, desbroces, etc.). En todo caso, estos carecerían de toda rentabilidad dada la alta capacidad de rebrote de la coscoja y las características de los suelos donde se desarrollan.

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4

BOJERAL

Mbs 1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Matorrales altos y densos dominados por boj (Buxus smpervirens). En el territorio aparecen fundamentalmente en el extremo norocidental formando masas dispersas entre otros tipos de comunidades arbustivas (aliagares). La cobertura de la vegetación suele ser total (el porcentaje de suelo desnudo es inferior al 5%), siendo la de las arbustivas próxima al 80% y la de las herbáceas en torno al 20%. En conjunto ocupan una extensión de 11,9 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: boj (Buxus sempervirens), aliaga (Genista scorpius), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), tomillo (Thymus vulgaris), Rhamnus alaternus, etc. Herbáceas: Carex hallerana, C. flacca, Brachypodium rupestre, B. retusum, Teucrium pirenaicum, Plantago serpentina, Koeleria vallesiana, Bromus erectus. Es frecuente la presencia de pies diseminados de pino royo (Pinus sylvestris) y quejigo (Quercus faginea o Q. humilis) - Asignación fitosociológica: Ononido fruticosae-Buxetum sempervirentis O. Bolòs 1960 - Variabilidad: la alta densidad de boj impide en cierta medida la compentencia de otras especies arbustivas. No obstante, al tratarse de formaciones en diversos grados de evolución hacia etapas preforestales, en ciertos casos es frecuente la presencia de leñosas propias de etapas menos avanzadas dentro de la sucesión vegetal, en concreto de los aligares y de taxones pertenencientes a matorrales de orla. - Indicadores: Infrapastoreo: las leñosas alcanzan un elevado porte y densidad. No hay evidencias de ramoneo de las especies más apetecibles y palatables. La cobertura de las herbáceas es escasa y, en todo caso, presentan gran acumulación de material senescente. Pastoreo intenso: los renuevos de los arbustos más palatables aparecen ramoneados. El matorral es abierto con presencia significativa de herbáceas. Estas aparecen consumidas y, por tanto, con escasa talla.

3 - USO GANADERO ACTUAL Su uso ganadero actual se limita al paso esporádico de algún rebaño de ovino. La intensidad de pastoreo es muy baja. El elevado desarrollo de la vegetación provoca su intransitabilidad a lo que contribuye, en general, su localización en áreas alejadas de los cubículos ganaderos.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN En general presentan un aceptable estado de conservación. No se observan signos de pastoreo intenso, ni problemas de erosión. El factor que más puede compremeter la conservación de estos matorrales son los incendios. 25


5 - VALOR PASCÍCOLA

3.500

Los bujedos del territorio tienen un valor pascícola que, en términos relativos puede considerarse como bajo.

3.000 2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

En efecto, la alta cobertura arbustiva y, consecuentemente la escasez de herbáceas, junto con la nula calidad y aporte energético de las leñosas (el propio boj es una especie tóxica debido a sus contenidos en alcaloides esteroídicos en hojas y corteza), hacen que la oferta se situé en valores en torno a 330 UF/ha/año.

3.250

2.000 1.750 1.500 1.250

Las herbáceas presentes, siempre con coberturas bajas, también son de limitada calidad (Carex flacca, C. hallerana; Brachypodium rupestre, B. retusum, etc.).

1.000 750 500 250 PLp

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6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Los bujedos constituyen etapas de sustitución dentro de la serie de vegetación de los quejigales supramediterráneos. Remplazan a los aliagares tras el abandono de antiguas parcelas de labor y de las tierras otrora pastadas. Su distribución espacial, formando mosaico con aliagares, confiere diversidad al paisaje. Al presentar una estructura cerrada y densa suponen lugares de refugo a la fauna silvestre. Su potente sistema radicular contribuye a estabilizar y proteger lo suelos contra la erosión. Como se ha señalado anteriormente el interés pascícola de los bujedos es muy bajo dada la ausencia generalizada de especies con valor nutritivo. El boj es rechazado por los herbívoros, lo que facilita el incremento de sus dimensiones y cobertura. Así, a partir de una determinada altura de los arbustos, el ganado por si mismo es incapaz de controlar la proliferación del boj. Tan sólo en las etapas iniciales de su desarrollo la utilización de cargas ganaderas altas con ganado mayor puede controlar su expansión. El desbroce por medios mecánicos es una opción a considerar siempre y cuando sea necesario (reducción excesiva de la superficie pastable) y se asegure un adecuado manejo ganadero posterior.

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5

ROSALEDAS

Rs 1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Matorrales de orla forestal con abundancia de arbustos con biotipos espinicentes del género Rosa. Se distribuyen sobre 16,7 ha en antiguos campos de cultivo, sobre todo en la corraliza “El Monte”, formando mosaico con pastos herbáceos y aliagares. Se trata de formaciones altas de cobertura arbustiva y herbácea variable. Así se han diferenciado unas áreas con dominancia de arbustos (cob. >70%), algunos de los cuales son propios de los matorrales a los que sustituyen las rosaledas, de otras en las que el elemento herbáceo es importante (cob. 50-60%).

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: rosa (Rosa agrestes, R. micrantha, R. canina), zarzas (Rubus.sp.), aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), majuelo (Crataegus monogyna), pacharán (Prunus spinosa), etc. Herbáceas: Hieracium pilosilla, Scabiosa columbaria, Lotus corniculatus, Brachypodium retusum, Dactylis glomerata, Lolium perenne, Brachypodium rupestre, Plantago lanceolada, Sanguisorba minor, Trifolium pratense, Trifolium angustifolium, etc. Es frecuente la presencia de pies diseminados de quejigo (Quercus faginea). - Asignación fitosociológica: Prunetalia spinosae. - Variabilidad: aunque tienen un fondo fñorístico común la contribución de los diferentes taxones a la cobertura de la vegetación es variable, variabilidad que se asocia a la diferente presión ganadera. - Indicadores: Infrapastoreo: las leñosas alcanzan un elevado porte y densidad. No hay evidencias de ramoneo de las especies más apetecibles y palatables. La cobertura de las herbáceas es escasa y, en todo caso, presentan gran acumulación de material senescente. Pastoreo intenso: los renuevos de los arbustos más palatables aparecen ramoneados. El matorral es abierto con presencia significativa de herbáceas. Estas aparecen consumidas y, por tanto, con escasa talla. La riqueza específica es elevada. Abundan las especies adaptadas al pastoreo. Sobrepastoreo: los arbustos presentan morfologías propias de ramoneo excesivo (ejemplares sin ramas bajas, huecos, poco densos, perimetralmente redondeados o elípticos, etc.). La regeneración vegetativa está limitada. Aumenta el porcentaje de suelo desnudo y el de especies herbáceas ruderales y de ciclo corto.

3 - USO GANADERO ACTUAL Son utilizados por ganado vacuno desde otoño a primavera. Las áreas más densas son poco o nada pastadas dada su intransitabilidad. En las más abiertas la intensidad de pastoreo es alta.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN Las rosaledas con de alta cobertura arbustiva se encuentran en evolución hacia etapas preforestales y forestales. El pastoreo en las más abiertas es intenso, limita en cierto grado la regeneración de las rosáceas. No obstante, con la carga actual se mantiene unas comunidades abiertas con arbustos esparcidos de gran talla en las que el pasto herbáceo es muy diverso. 27


5 - VALOR PASCÍCOLA

3.250 3.000 2.750 2.500 2.250 2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250 PLp

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0 S

En los rosales más abiertos, con individuos diseminados entre un pasto rico en herbáceas de calidad, el valor pascícola es del orden de cuatro veces superior al anterior (750 UF/ha/año, con variaciones entre 500 UF/ha/año y 980 UF/ha/año). En este caso son abundantes las herbáceas, fundamentalmente hemictrofitos, de calidad media y alta. Entre ellas cabe citar a Dactylis glomerata, Lolium perenne, Sanguisorba minor, Carex flacca, etc. Las leguminosas son asimismo abundantes (Trifolium pratense, Trifolium angustifolium, Medicago lupulina, Medicago minima, Medicago orbicularis, etc.).

3.500

UF/ha/año

La oferta energética de estas comunidades está intimamente relacionada con su organización estructural. Así en las más cerradas, con abundancia de rosas y otros especies arbustivas propias de los matorrales de sustitución, el valor pascícola es muy bajo, del orden de 200 UF/ha/año, valor que es atribuible fundamentalmente a las herbáceas que se desarrollan entre los arbustos (Brachypodium retusum, B. rupestre, Plantago lanceolada, etc.). La talla y la alta cobertura arbustiva impone una limitación al pastoreo ya que el escaso pasto es poco accesible al ganado.

Contenido en materia seca (MS) y proporción (en % del peso seco) de materia orgánica (MO), proteína bruta (PB), fibra neutro-detergente (FND) y digestibilidad in vitro de la materia seca (DMS) del rosal silvestre.

Primavera

MS

MO

PB

FND

D. M.Seca

45,1

93,3

8,3

36,4

63,5

Fuente: Torrano, 2001

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La opción más conveniente de cara a gestionar estas comunidades es el mantenimiento de su organización espacial actual, es decir, la alternancia de áreas densas y cerradas con otras más abiertas con individuos leñosos diseminados y pasto herbáceo entre ellos. Las primeras suponen lugares de refugio y cría para la fauna; las segundas tienen un importante interés pasacícola ya que son fuente de alimento de calidad en primavera y otoño. Los arbustos suministran de igual manera alimento de volumen en verano, cuando los recursos herbáceos se han agostado. No obstante, un exceso de ramoneo de las rosas puede limitar e incluso impedir su regeneración sexual y vegetativa y, consecuentemente, llevar a la progresiva desapación de estas fitocenosis.

28


6

QUEJIGAL EN MONTE BRAVO

Qfmbr 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Son comunidades dominadas por quejigos (Quercus faginea) que no superan los dos metros de altura. Tanto la cobertura del estrato arbustivo, en el que se incluye el quejigo, como la del herbáceo son variables. Las leñosas recubren entre el 30 y el 80% de la superficie, y las herbáceas, fundamentalmente gramíneas vivaces, entre el 20 y el 65%. El porcentaje de suelo no recubierto es en todos los casos inferior al 20%. Son frecuentes ejemplares aislados de quejigo de porte arbóreo. Ocupan una superficie total de 24,7 ha localizadas fundamentalmente en la corraliza del Monte (porción septentrional del término).

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbóreas: quejigo. Arbustivas: quejigo, aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), Rhamnus alaternus, Osyris alba, enebros (Juniperus communis y J. oxycedrus), Amelanchier ovalis, otabera (Genista occidentales), arce (Acer campestris), etc. Herbáceas: lastón (Brachypodium retusum), Carex flacca, Carex hallerana, junquillo (Aphyllanthes monspeliensis), Bromus erectus, Helictotrichon cantabricum, Koeleria vallesiana, Coronilla minima, Bupleurum rigidum, etc. - Indicadores: Sobrepastoreo: ramoneo excesivo en las arbustivas más apetecibles que limita su regeneración. La morfología de estas especies es característica, con multitud de tallos cortos y bajos brotando de cepa y un tallo central alto y desarrollado. Disminuye la cobertura de herbáceas aumentando la proporción de suelo desnudo y, en las posiciones más secas, es frecuente la presencia de anuales. Pastoreo intenso: los brotes de menor sección de las especies arbustivas más palatables (quejigo, Osyris alba, otabera) se encuentran ramoneados. Disminuye la cobertura de leñosas a costa del aumento de las herbáceas. Las gramíneas dominantes presentan mayor proporción de renuevos, menos acumulación de necromasa y son sustituidas por otras de mayor valor pascícola (Bromus erectus, Carex hallerana, Carex flacca, etc.). Infrapastoreo: aumento de la cobertura de arbustivas y de la presencia de ejemplares de porte arbóreo. Disminuye el valor pastoral de la comunidad y se hace prácticamente intransitable.

3 - USO GANADERO ACTUAL Son pastados por ganado mayor (vacuno) desde octubre a abril.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN En las áreas pastadas no se ha observado signo alguno que indique una carga ganadera excesiva (ramoneo, rotura de brotes y/o la ausencia de regenerado debido al pastoreo). El factor que actualmente puede comprometer la conservación de estas comunidades es su evolución hacia formaciones densas e impenetrables con un elevado riesgo de propagación de incendios, hecho que ya se constata en la mayor parte de los recintos cartografiados. En las actuales circunstancias el pastoreo no supone un riesgo para la conservación de estos hábitats. 29


5 - VALOR PASCÍCOLA 3.500

La oferta energética de los quejigales en monte bravo oscila entre 600 UF/ha/año y 1.100 UF/ha/año. La media es de 800 UF/ha/año.

3.000 2.750 2.500 2.250

UF/ha/año

2.000 1.750 1.500 1.250

La calidad del ramón del quejigo es en términos relativos media, siendo su principal cualidad el aceptable contenido en proteína, y su mayor inconveniente el alto porcentaje en fibra y la presencia de taninos, que disminuye la digestibilidad de la proteína y de la materia seca.

1.000 750 500 250

Proteína

FND

Lignina

D. proteína

D. M.Seca

Primavera

11,7

50,8

13,0

3,5

39,1

Otoño

10,4

48,1

13,1

3,1

42,5

Invierno

5,6

55,4

15,7

0,5

41,5

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Estos valores se deben a la presencia de leñosas de cierto valor pascícola en determinadas épocas del año, como lo es el quejigo, del que el ganado consume las hojas en primavera y éstas y los frutos en otoño. En primavera el ganado mayor consume de igual manera las inflorescencias de otea y las flores, frutos y brotes menos lignificados de aulaga.

3.250

Contenido de los principales componentes nutritivos (% en peso) y digestibilidad de la proteína y materia seca en el quejigo.

Fuente: Garín et al. 1996

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN En ausencia de perturbaciones de origen antrópico (pastoreo, incendios, roturaciones, etc.) estas comunidades evolucionan a medio plazo a quejigales de porte arbóreo. La limitada superficie que estos bosques ocupan en el Municipio aconseja que la gestión de los quejigales en monte bravo este enfocada precisamente a procurar su evolución hacia bosques. No obstante, dicha evolución puede plantearse con la finalidad de obtener montes huecos pastables (quejigales ralos). Para ello es conveniente llevar a cabo ciertas labores selvícolas (clareos de pies dominados y malformados) y la utilización de ganado desbrozador (preferentemente vacuno y/o equino). La labor de este último lleva pareja la utilización de cargas ganaderas altas y periodos de pastoreo prolongados con el objeto de controlar los rebrotes de cepa y el matorral competidor. El ganado utilizado de este modo facilita asimismo el “empradezimiento” del sotobosque, con el desarrollo de herbáceas de interés pascícola adaptadas a defoliaciones continuadas mediante sistemas radiculares rizomatosos. Todo ello implica el aumento de la producción y calidad del pasto leñoso y herbáceo y la disponibilidad de diferentes recursos de fenologías complementarias (herbáceas en primavera y otoño, ramón en invierno, bellotas en otoño). A su vez la creación de masas claras posibilita la discontinuidad del combustible vegetal acumulado y, consecuentemente, la reducción del riesgo de propagación de incendios. Se incrementa de igual manera la diversidad, creando un paisaje con estructura en mosaico de notables beneficios para la fauna silvetre.

30


7

ALIAGAR

Gs 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Matorral bajo (< 1,5 m) dominado por leguminosas espinescentes y punzantes (aliaga) en los que también abundan pequeños arbustos o matas (fundamentalmente labiadas). La cobertura o recubrimiento de las arbustivas y herbáceas es muy variable. Se localizan sobretodo en campos de cultivo abandonados, en zonas de pendiente suave a moderada. Forman mosaico con otros tipos de matorral, pastizales y cultivos de cereal. Ocupan un total de 1.002,2 ha. Arbóreo

Arbustivo

Herbáceo

Suelo

Rangos de cobertura (%)

<5

35 - 95

60 - 5

< 15

Cobertura media (%)

<5

65

30

5

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA La composición florística es variable dependiendo del ámbito biogeografico en el que se desarrolla la comunidad. - Especies dominantes: Arbustivas: aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), espliego (Lavandula latifolia), boj (Buxus sempervirens), Bupleurum fruticescens, coscoja (Quercus coccifera), etc. Herbáceas: lastón (Brachypodium retusum), Bromus erectus, Carex hallerana, Koeleria vallesiana, Avenula bromoides, Carex flacca, Eryngium campestre, Bupleurum rigidum, Coronilla minima, Aphyllanthes monspeliensis, etc. En las umbrías son frecuentes las gramíneas Brachypodium rupestre y Helictotrichon cantabricum, así como rebrotes de quejigo (Quercus faginea) y carrasca (Q. rotundifolia), otabera (Genista occidentalis), brezo (Erica vagans), gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), etc. - Variabilidad: en el extremo noroccidental del término, en el ámbito de la serie de los robledales de roble peloso, es frecuente la presencia de boj. Al este se alternan con coscojares, siendo frecuente la presencia de esta quercínea entre la aliaga. - Asignación fotosociológica: Thymelaeo ruizii-Aphyllanthetum monspeliensis. - Indicadores Sobrepastoreo: escasa regeneración sexual de arbustivas. Aumento de la proporción de suelo desnudo. Pastoreo intenso: se reduce la cobertura y altura de las arbustivas; aumenta la proporción de herbáceas; sustitución de herbáceas de baja calidad (Brachyodium retusum) por otras de mayor valor y palatabilidad (Bromus erectus, Carex hallerana, Dactylis glomerata, etc.). Infrapastoreo: desarrollo de aulagares densos o muy densos. Disminución de especies de calidad.

3 - USO GANADERO ACTUAL Su aprovechamiento actual se limita al pastoreo más o menos intenso con ganado ovino. No obstante el aprovechamiento es espacialmente heterogéneo y así, frente a la ausencia de aprovechamiento de parte de la extensión que ocupan (zonas menos accesibles o más alejadas de las explotaciones pecuarias), contrasta el paso reiterativo y continuo de los rebaños por otras. En ocasiones son quemados para controlar la invasión de matorral.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN En la mayor parte de la superficie que ocupan no se presentan signos de degradación debidos al pastoreo. Generalmente son áreas alejadas de los cubículos ganaderos que reciben el paso más o menos esporádico de los rebaños. Sin embargo, en los aliagares más cercanos a los corrales o apriscos el paso reiterado del ganado se traduce en la formación de numerosas sendas con pérdida de la cubierta vegetal con el consecuente aumento del porcentaje de suelo desnudo (ver ficha 8) y el riesgo asociado de inicio de procesos erosivos por escorrentía. 31


5 - VALOR PASCÍCOLA 3.500

El valor pascícola medio de los aliagares se sitúa en

3.250

torno a 500 UF/ha/año. No obstante, éste es muy variable dependiendo de la densidad y porte de los arbustos y, consecuentemente, de la proporción de herbáceas, a las que se debe la mayor parte del valor nutritivo de los aliagares.

3.000 2.750 2.500

UF/ha/año

2.250 2.000 1.750

* Aliagares con cobertura arbustiva > 60 %: entre 140 UF/ha/año y 560 UF/ha/año. Valor medio 400 UF/ha/año.

1.500

La mayor parte de los arbustos no son consumidos habitualmente por el ganado dado su baja o nula palatabilidad. Sin embargo, algunas partes de determinadas especies (flores, frutos y rebrotes poco lignificados de la aliaga y el escobizo) son utilizadas en diferentes épocas del año (fundamentalmente en primavera y otoño).

750

1.250 1.000

500 250

% MS

MO

PB

FND

ADL

DMS

Aliaga

52

96

15

48

10

70

Tomillo

57

95

6

60

20

48

Fuente: Torrano, 2.001.

PLp

PEpu

PBre

PAg

Rs

Qfmb

Gs

Jm

Mbs

Ru

Qc

MI

Qf

S

0 Qrt

* Aliagares con cobertura arbustiva < 60 %: entre 400 UF/ha/año y 900 UF/ha/año. Valor medio 980 UF/ha/año.

Materia seca y parámetros estimativos de la calidad de la fracción ramoneable de la aliaga y tomillo (en % del peso seco). Datos relativos a primavera. (MS: materia seca, MO: materia orgánica, PB: proteína bruta, FND: fibra neutro detergente, DMS: digestibilidad de la materia orgánica.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Su dinámica viene condicionada por el grado y la época de pastoreo y el tipo de ganado utilizado. Con cargas ganaderas bajas evolucionan hacia matorrales densos impenetrables de bajo valor pascícola y en los que el riesgo de propagación de incendios es elevado. No obstante, la degradación edáfica de algunas áreas en las que se ubican implica una evolución muy lenta. El pastoreo intenso produce una reducción de la cobertura de los arbustos con importantes modificaciones en su arquitectura y en su capacidad de regeneración. El descenso de la cobertura y porte de las arbustivas conlleva el incremento de la cobertura de herbáceas de aceptable valor nutritivo. Para el control del matorral se recomiendan cargas instantáneas altas utilizando especies tales como la cabra y/o razas rústicas de vacuno y/o equino. Una labor de tal tipo implica continuidad durante varios años y una gestión adecuada del ganado y los recursos. El pastoreo otoñal, sobre todo con ganado caprino, se muestra como la alternativa más favorable para un control rápido de las aliagas. No obstante, el aprovechamiento de primavera también puede contribuir a controlar el conjunto del estrato arbustivo pero en un plazo de tiempo mayor. El pastoreo racionalmente utilizado no resulta tan agresivo para la vegetación como otras técnicas de control de las arbustivas (quemas, desbroces, etc.). En todo caso, tales actuaciones sólo deben plantearse en áreas con suficiente suelo, de escasa pedregosidad, en pendientes inferiores a 20% y sobre superficies de extensión limitada. El uso de fuego en estas zonas como sistema de control del matorral debe descartarse por los altos riesgos de propagación por un mal control. Se debe procurar mantener aliagares densos en mosaico con otras formaciones como pastizales, aliagares abiertos, coscojares, etc. Con ello se favorece, entre otros, el incremento de la biodiversidad específica, la mejora del hábitat para la fauna y la disminución del riesgo de propagación de incendios. La plantación generalizada con especies de crecimiento rápido de los espacios ocupados por los aliagares es una práctica poco recomendable ya que supone una pérdida de diversidad específica y paisajistíca. 32


8

MATORRAL DEGRADADO

MI 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Se incluyen en esta unidad los matorrales con un porcentaje de suelo desnudo superior al 60%. Se trata de áreas en ladera con escaso desarrollo de suelo, en los que el paso reiterado de los rebaños, los incendios, etc., han ocasionado la pérdida de cobertura vegetal. En general persisten las arbustivas con coberturas cercanas al 20%, mientras que la presencia de herbáceas es prácticamente insignificante (en torno al 5%). Se localizan en laderas de pendiente fuerte, fundamentalmente en solana, en las proximidades de corrales (por ejemplo en las laderas cercanas al corral de Conde). Se han cartografiado sobre un total de 19,6 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA Las escasas especies que se diferencian son las propias de las comunidades arbustivas de origen (aliagares). - Especies presentes: Arbustivas: Bupleurum fruticescens, aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), espliego (Lavandula latifolia), Lithodora fruticosa, Sideritis hirsuta, Stahelina dubia, etc. Herbáceas: Brachypodium retusum, Astragalus incanus, Avenula bromoides, Coris monspeliensis, Centaurea ornata, etc. - Asignación fotosociológica:

3 - USO GANADERO ACTUAL La existencia de estas comuniadades se debe al paso reiterado de ganado lanar.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN Estas comunidades constituyen en si mismas un signo de degradación de los aliagares y coscojares.

33


3.500

5 - VALOR El PASCÍCOLA

3.250 3.000

El valor pascícola de estas áreas es muy bajo debido a la escasa presencia de leñosas y herbáceas de calidad.

2.750 2.500

Por tales motivos, el valor asignado a estas comunidades degradadas es nulo (0 UF/ha/año).

UF/ha/año

2.250 2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

PLp

PEpu

PAg

PBre

Qfmb

Rs

Gs

Jm

Mbs

Qc

Ru

MI

Qf

Qrt

S

0

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La ópción más recomendable (y necesaria) es evitar en la medida de lo posible el paso del ganado por estas áreas degradadas. La plantación de coníferas es una buena ópción para evitar la erosión, aunque no debería descartarse la plantación con otras especies leñosas arbustivas propias del ámito biogeográfico en el que se inscribe el territorio.

34


9

Pasto de Brachypodium retusum

PBr 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastizal xerófilo dominado por gramíneas vivaces bastas entre las que Brachypodium retusum es preponderante. Es frecuente la presencia de arbustivas propias de los matorrales de sustitución. El porcentaje de suelo desnudo es menor al 10%. Como pastizales en sentido estricto (cob. leñosas < 20%) ocupan una extensión de 59,9 ha. Constituyen de igual manera el pasto que se desarrolla las formaciones arbustivas abiertas (aliagares, coscojares, etc.).

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes y abundantes: Arbustivas: aliaga (Genista scorpius), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), tomillo (Thymus vulgaris), zarzas (Rubus sp.). Herbáceas: Brachypodium retusum (30%), Bromus erectus, Festuca gr. ovina, Avenula bromoides, Eryngium campestre, Bupleurum rigidum, Carex hallerana, Hyeracium pilosella, Asperula cynanchica, Picris hieracioides, Koeleria vallesiana, Dactylis glomerata, etc. En ocasiones es frecuente la presencia de orquideas. - Asignación fitosociológica: Brachypodienion retusi - Indicadores: Sobrepastoreo: en las áreas en pendiente aumenta la proporción de suelo desnudo. Pastoreo intenso: disminuye la talla de las herbáceas y se incrementa el número de renuevos. Las especies dominantes son sustituidas por otras más adaptadas a las defoliaciones y pisoteo continuado (Carex hallerana, Bromus erectus, etc.). Aumenta por ello la riqueza específica de la comunidad. La calidad del pasto se incrementa notablemente. Infrapastoreo: en primera instancia aumenta la talla y cobertura de las gramíneas dominantes (B. retusum) y posteriormente la de arbustivas que, en última instancia, llegan a ser dominantes. Se reduce la riqueza específica, la oferta pascícola y su valor nutritivo.

3 - USO GANADERO ACTUAL Son pastados fundamentalmente en primavera, invierno y otoño por ganado menor y, en las corralizas cercadas perimetralmente, también por vacuno.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observado signos severos de degradación debidos al ganado. En ciertas áreas estos pastizales son mantenidos por el fuego. Los principales factores que pueden comprometer la conservación de estos hábitats son el descenso de la presión de pastoreo y su roturación con fines agrícolas. Desde un punto de vista pascícola la utilización de cargas ganaderas bajas y/o periodos de pastoreo cortos se traduce en la degradación de su potencial pascícola. El material seco acumulado se incrementa con lo que las herbáceas dominantes se embastecen y son poco palatables y digestibles. 35


5 - VALOR PASCÍCOLA 3.500 3.250 3.000 2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

El valor nutritivo es, en términos relativos, elevado, en torno a 1.100 UF/ha/año. En general dominan las herbáceas de escasa calidad y palatabilidad (Brachypodium retusum), sin embargo, en ocasiones, y por efectos del propio pastoreo, son frecuentes o las plantas de mayor valor nutritivo que incrementan de manera sustancial el valor pascícola de la comunidad (Carex hallerana, Bromus erectus, Dactylis glomerata, etc.). Las principales características nutritivas de estos pastos son: alto contenido de materia seca (en torno al 50%), elevada digestibilidad de la proteína, bajo contenido celular, valores extremadamente bajos de P, Mg, Na, y K y bajos porcentajes de “materia orgánica digestible”. Se trata de pastos bastos de escaso valor nutricional. No obstante, el pastoreo incrementa dicho valor de manera significativa.

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

El modelo de variación estacional de la calidad del pasto presenta dos máximos, uno absoluto en primavera y otro en otoño. Los mínimos se dan en verano e invierno.

PLp

PEpu

PBre

PAg

Qfmb

Rs

Gs

Jm

Mbs

Ru

Qc

MI

Qf

Qrt

S

0

Contenido de los principales componentes nutritivos (% en peso) y digestibilidad materia seca del pasto de Brachypodium retusum. % MS

Proteína (PD)

FB

CC

P

k

D. M.O

Primavera

49,3

4,1

27,2

33,5

0,07

0,89

44,8

Otoño

55,1

2,2

31,8

22,9

0,05

0,37

40,2

Fuente: Ferrer 1.997

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó

Los pastizales de Brachypodium retusum constituyen etapas de sustitución dentro de la serie de vegetación de los carrascales y quejigales meso y supramediterráneos. En ausencia de pastoreo o con cargas ganaderas bajas evolución a corto plazo a matorrales de aulaga. Su mantenimiento pasa por la utilización de intensidades de pastoreo acordes a su potencial productivo. El ganado provoca una serie de cambios en la estructura y composición florística que, en última instancia, llevan a incrementar su valor de uso ganadero. Además de controlar la proliferación de leñosas, el efecto combinado del pisoteo y las defoliaciones ocasiona un descenso del material herbáceo seco acumulado y la proliferación de nuevos rebrotes. En estas condiciones las especies dominantes presentan un mayor valor nutritivo que se manifiesta por los menores contenidos en materia seca, fibra bruta, paredes celulares, y por los mayores porcentajes en proteína digestible y en la digestibilidad de la materia orgánica. Además, el efecto del pastoreo se traduce en un menor recubrimiento de las especies dominantes que es aprovechado por otras oportunistas más adaptadas al pastoreo, confiriendo a la comunidad una mayor riqueza específica y diversidad. Los niveles de los principales elementos minerales son muy bajos, sobre todo en las áreas no pastadas. De esta manera es recomendable la fertilización fosfórica y potásica. Además, para evitar la tetania de la hierba debería también contemplarse la complementación correctora de Mg. La sal resulta también imprescindible como corrector mineral en la alimentación del ganado.

36


10

PASTO DE ANUALES Aegilops geniculata

PAg 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Son comunidades herbáceas dominadas por especies efímeras de ciclo corto (terófitos) que pasan la estación más desfavorable del año en forma de semilla. Suelen contar también con una representación más o menos nutrida de herbáceas vivaces xerófilas, y con especies leñosas heliofilas colonizadoras. Son pastos de gran riqueza específica, de corta talla, poco densos, pero que en primavera recubren la practica totalidad del suelo. Se localizan en la Corraliza del Monte, en laderas de pendiente suave a moderada, en antiguos campos de cultivo intensamente aprovechados. Ocupan un total de 31,0 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: tomillo (Thymus vulgaris), rosas (Rosa sp.), aliaga (Genista scorpius), Santolina scuarrosa, escobizo (Dorycnium pentaphyllum). Herbáceas: Aegilops geniculata (25%), Scabiosa atropurpurea (25%), Dactylis glomerata, Psoralea bituminosa, Hyeracium pilosella, Plantago lanceolada, Brachypodium distcahyon, Sanguisorba minor, Brachypodium retusum, Scorpiurus muricatus, Hypochoeris radicata, Picris hieracioides, Eryngium campestre, Bromus hordeaceus, B. diandrus, Desmazeria rigida, Trifolium angustifolium, etc.

Aegilops geniculata

- Variabilidad: son muy homogéneos en cuanto a la composición florística y estructura. - Indicadores: Sobrepastoreo: aumento de la proporción de suelo desnudo. Infrapastoreo: incremento lento pero progresivo de gramíneas vivaces (Brachypodium retusum) y, posteriormente, de leñosas propias de los matorrales de sustitución (tomillares y aliagares).

3 - USO GANADERO ACTUAL Son pastados fundamentalmente por ganado mayor en primavera y otoño.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observado signos severos de degradación debidos al ganado. Los principales factores que pueden comprometer la conservación de estos hábitats son el descenso de la presión de pastoreo y su roturación con fines agrícolas. Desde un punto de vista pascícola la utilización de cargas ganaderas bajas y/o periodos de pastoreo cortos se traduce en la degradación de su potencial como fuente de alimento.

37


5 - VALOR PASCÍCOLA

3.500

El valor nutritivo de estos pastizales oscila entre 650 UF/ha/año y 1.800 UF/ha/año. El valor medio se sitúa en torno a 1.000 UF/ha/año.

3.250

Tal variación se explica por la diferente cobertura de vegetación y de las especies que acompañan a la dominante (Aegylops geniculata). En efecto, por un lado la proporción de suelo desnudo varía entre el 5 y el 15%, por otro, en algunas zonas muetreadas son frecuentes y, en ocasioneses, casi codominantes, otras especies como el dactilo (Dacylis glomerata), consideradas como de alto valor pascícola.

2.500

3.000 2.750

2.250

UF/ha/año

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

90

PLp

PEpu

PBre

PAg

Qfmb

Rs

Gs

Jm

Mbs

Ru

Qc

MI

Variación estacional de la oferta pastable

Qf

S

100

Qrt

0

La producción y calidad de la oferta es muy estacional, se concentra fundamentalmente en primavera, siendo la estación más propicia para su aprovechamiento ganadero. En otoño, si las condiciones climáticas son favorables, con lluvias abundantes, puede producirse un ligero rebrote de la vegetación, lo cual posibilita un segundo aprovechamiento.

80 70 60 50 40 30 20 10 0 I

P

V

O

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Los pastos de Aegylops geniculata constituyen las etapas pioneras en la colonización de antiguos campos de cultivo abandonados. Son indicadores a su vez de condiciones poco propicias para el desarrollo de vegetación, debido fundamentalmente a la degradación edáfica de los terrenos sobre los que se asientan que se acentúa en las exposiciones en solana. Si el pastoreo es intenso, los herbívoros mantienen este tipo de comunidades impidiendo su evolución hacia etapas más avanzadas de la sucesión. Las zonas en las que se localizan estos pastos en Aibar se mantienen prácticamente iguales desde hace más de 12 años. Como se ha mencionado anteriormente la época más recomendada para el pastoreo es la primavera, antes de que las especies dominantes fructifiquen. A finales de dicha estación la vegetación se embastece, descendiendo la calidad del pasto. Un pastoreo tardío posibilita la fructificación de las gramíneas dominantes y de otras especies de escaso valor ganadero. En las áreas de pendiente poco pronuncida puede ser recomendable la siembra directa de pratenses. Otra posibilidad es el acotamiento al ganado para facilitar el desarrollo de pastos de vivaces. No obstante estas actuaciones deben ser planteadas sólo si son absolutamente necesarias, por ejemplo para completar la falta de pasto en determinadas épocas del año; en todo caso debe tenerse en cuenta que su presencia dota al paisaje de mayor diversidad.

38


11

PASTO DE Lolium perenne

PLp 1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos densos (Cob. > 80%) procedentes de antiguas siembras con pratenses, pero en los que el manejo ganadero posterior a propiciado la presencia y en ocasiones la dominancia de ciertas especies propias de lugares muy frecuentados por el ganado. Las características de la siembra inicial no se mantienen; son pastos en cierto modo naturalizados de elevada diversidad específica en los que es frecuente la presencia de arbustivas (Cob < 10%), fundamentalmente rosas y zarzas. Se localizan en áreas llanas de la corraliza del Monte. La superficie total es de 23,8 ha.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes: Arbustivas: rosas (Rosa agrestes, R. micrantha, R. canina); Rubus sp.; Prunus spinosa. Herbáceas: Lolium perenne; Dactylis glomerata; Plantado lanceolada; Medicago polymorpha; M. orbicularis; M. minima; Trifolium pratense; T. scabrum; T. angustifolium; Scabiosa atropurpurea; Hieracium pilosella; Convolvulus arvensis. - Variabilidad: aunque comparten un fondo florístico común presentan cierta variabilidad en el porcentaje de cobertura de las especies que lo componen; variabilidad que se asocia al grado de pastoreo. Así, en las zonas más frecuentadas y, por tanto, con mayor fertilidad edáfica debida a las deposiciones del ganado, es habitual la aparición de cardos (Cirsium campestre, Cardus tenuiflorus), de especies en roseta o postradas (Hieracium pilosella; Plantago lanceolata; Hypochoeris radicata; Picris hieracioides, etc.) o de taxones de ciclo corto (Medicago sp.). - Indicadores: Sobrepastoreo: aumento de la proporción de suelo desnudo y de la presencia de especies nitrófilas y en roseta. Pastoreo intenso: presencia de especies adaptadas a la defoliación continuada y a mayores grados de fertilidad edáfica, fundamentalmente leguminosas del género Trifolium y Medicago. Infrapastoreo: incremento progresivo de gramíneas vivaces (Brachypodium retusum) y, posteriormente, de leñosas propias de los matorrales de sustitución (tomillares y aliagares).

3 - USO GANADERO ACTUAL Son pastados por ganado mayor fundamentalmente en primavera y otoño.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN Atendiendo a su origen podría pensarse en que se trata de cultivos forrajeros degradados. Sin embargo, la pérdida de valor nutritivo de estos pastos respecto a aquellos se compensa con el incremento de la diversidad específica; las pratenses sembradas originariamente son sustituidas por un elevado número de especies autóctonas, algunas de las cuales tienen una aceptable calidad y palatabilidad. No obstante en ciertas áreas próximas al corral de La Termedia se aprecia una invasión de especies nitrófilas y otras propias de suelos removidos que denotan una excesiva presencia de ganado. Los principales factores que pueden comprometer la conservación de estos hábitats son la utilización de cargas ganaderas no acordes a su potencial pascícola, por exceso o por defecto, o su roturación con fines agrícolas.

39


5 - VALOR PASCÍCOLA

3.500 3.250

El valor nutritivo medio de estos pastizales se sitúa en torno a 2.500 UF/ha/año, con variaciones según la composición florística entre 2.230 UF/ha/año y 3.240 UF/ha/año

2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500

El inicio y duración de su ciclo productivo está estrecamente relacionado con el régimen pluviométrico y la capacidad de retención hídrica de los suelos sobre los que se desarrollan. Son pastos que muestran una marcada estacionalidad productiva. Los máximos se dan en primavera, siendo algo precoces. En verano se agostan rapidamente y además es la estación en la que mayor desarrollo alcanzan determinadas especies de nula calidad (cardos). En otoño se produce un máximo secundario dada la buena capacidad de rebrote y el cáracter perenne de las gramíneas dominantes, lo que permite cubrir las necesidades de animales incluso en estados fisiológicos de altas exigencias nutritivas.

250

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó Son pastos originados por siembras de pratenses sobre los que posteriormente no se han realizado labores agronómicas de mantenimiento (abonados) siendo utilzados por pastoreo directo. Ello se ha traducido en la expansión y desarrollo de un elevado número de especies de alta calidad y digestibilidad confiriendo a estas comunidades un alto valor pascícola y diversidad. Por el carácter precoz de buen número de ellas, es aconsejable que el aprovechamiento en primavera temprana. La regulación de las cargas ganaderas y el periodo de pastoreo es también fundamental para la conservación de estos pastos. El infrapastoreo provoca su evolución hacia pastizales bastos de menor producción y calidad; por el contrario el sobrepastoreo o la excesiva presencia de ganado induce a la proliferación de especies nitrófilas (cardos) y, consecuentemente, a la pérdida de valor nutritivo de la comunidad. Los abonados, al menos con P y K, son poco recomendables debido a su posibles efectos sobre la composición florística que puede traducirse en una pérdida de diversidad.

40

PLp

PEpu

PBre

PAg

Qfmb

Rs

Gs

Jm

Mbs

Ru

Qc

MI

Qf

S

0 Qrt

La abundancia de numerosas especies de aceptable calidad otorga a estos pastos un alto valor energético. Entre ellas destacan las gramíneas Lolium perenne y Dactylis glomerata. Otras que contribuyen en el alto valor pascícola son las leguminosas (Trifolium pratense; T. angustifolium; T. scabrum; Medicago polimorpha; M. orbicularis; M. minina; Coronilla scorpioides; etc.). Es de esperar que con esta composición el pasto tenga un buen equilibrio en energía/proteína.

3.000


12

PLANTACIÓN DE CONÍFERAS En repoblado

Phr, Pnr

1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Se incluyen las plantaciones recientes de pino alepo (Pinus halepensis) y pino laricio (Pinus nigra) realizadas en áreas de matorral de antiguos campos de cultivo, en zonas incendiadas y/o degradadas. En general son plantaciones mixtas de pino y quercíneas (quejigo y/o carrasca). Su estrutucta depende de la vegetación existente antes de hacer la repoblación. En las áreas quemadas es importante la presenca de herbáceas (valores de cobertura proximos al 50%). El porcentaje de suelo no recubierto es inferior al 15%. La superficie repoblada en los últimos años es de 172,4 ha (116,2 ha de pino alepo; y 56,2 ha de laricio). Se localizan fundamentalmente en el Alto de Aibar.

Rangos de cobertura (%)

0

60-95

40-2

0-10

Cobertura media (%)

70

24

24

5

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes y abundantes: Arbustivas: escobizo (Dorycnium pentaphyllum), aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), espliego (Lavandula officinalis); zarzas (Rubus sp.). Herbáceas: Brachypodium retusum (0-30%), Carex hallerana, Coronilla minima, Bromus erectus, Aphyllanthes monspeliensis, Cephalaria leucantha, etc. - Asignación fitosociológica: - Variabilidad: existe una cierta variabilidad en la composición florística que se relaciona con la exposición, que obviamente no depende de la plantación en si misma, sino de las propias condiciones mesológicas de cada lugar.

3 - USO GANADERO ACTUAL Las plantaciones en repoblado no son utilizadas por el ganado, al menos hasta que el desarrollo de los pinos es suficiente como para no ocasionarles daños. La mayor parte de ellas están excluidas al ganado mediante cierres.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observado daños en la vegetación ni en el suelo directamente relacionados con el ganado.

41


3.500

5 - VALOR PASCÍCOLA

3.250 3.000

El valor pascícola de estas plantaciones es muy variable dependiendo de la mayor o menor presencia de herbáceas de calidad o de arbustivas palatables.

Como se ha señalado esta oferta no se puede aprovechar; el ganado no puede entrar en estas repoblaciones.

2.500 2.250 UF/ha/año

Presentan por ello valores mínimos en torno a 200 UF/ha/año y máximo cercanos a 1.000 UF/ha/año. El valor medio anual es de 750 UF/ha/año.

2.750

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250 Phr

Pnr

Cul

Pnl

Phl

Cpf

Pnf

Pnmb

Phmb

0

6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó

Son superficies no pastables hasta que los pinos alcancen un cierto desarrollo. A partir de este momento un pastoreo moderado puede ser beneficioso para controlar la bio y necromasa acumulada. Con ello, además de disminuir la competencia en nutrientes y luz entre la vegetación arbustiva y los pinos, se reduciría el riesgo de propagación de incendios. En estas circunstancias, y en una primera fase, el ganado más adecuado sería el equino o vacuno. Un aspecto a considerar es la oportunidad de algunas de las repoblaciones efectuadas. En las zonas de mayor pendiente o en las más degradadas, aquellas estarían plenamente justificadas. No obstante, hay que tener en cuenta la función ecológica y la gran diversidad específica de los matorrales mediterráneos sobre los que se acometen las plantaciones. En el caso de las áreas incendiadas, también hay que considerar que gran parte de las especies que cosntituyen dichos matorrales tienen estrategias reproductivas adaptadas a los incendios, generando tras los mismos un gran número de renuevos, bien sea por via vegetatita o sexual, que permite, en las áreas menos degradadas, una rápida colonización del terreno. Las palntaciones suponen por otro lado la reducción de la superficie pastable. La consecuencia puede ser el aumento de intensidad de paso del ganado por otras zonas. En último término esto implica la degradación de las mismas, entrando así en un círculo “vicioso” de plantación-degradación. Estos aspectos deberían ser tomados en cuenta a la hora de plantear nuevas repoblaciones. Una opción a considerar a la hora de plantear las plantaciones es realizarlas con un marco de plantación amplio (al menos laderas de escasa pendiente) y ello, con el objeto de crear en el futuro masas abiertas aprovechables por el ganado.

42


13

PLANTACIÓN DE CONÍFERAS En monte bravo

Phmb 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Se incluyen las plantaciones de pino alepo y pino laricio (Pinus halepensis; P. nigra) más o menos recientes (10-15 años) de porte arbustivo (pies entre 1 y 3 m de altura y ramas desde el suelo). Su ubican sobre campos de cultivo abandonados en laderas de pendiente suave a moderada. La cobertura de la vegetación suele ser total o, a lo sumo, el porcentaje de suelo desnudo no supera el 5%. Dominan las arbustivas (Cob. > 75%) entre las que se incluyen los pinos, aunque, en ocasiones, las herbáceas (sobre todo gramíneas vivaces) son abundantes (Cob. < 25%). En total ocupan 104,6 ha. Se han cartografiado en el entorno del Corral de Garro.

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA La composición florística depende de las características propias del lugar antes de realizarse la plantación. Así, en aquellas efectuadas sobre antiguos campos de cultivo la flora es la típica que caracteriza a los aliagares (Ficha 7). - Especies dominantes y abundantes: Arbustivas: pino alepo (Pinus halepensis, cob: 30%), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), espliego (Lavandula officinalis), Bupleurum fruticescens. Herbáceas: Brachypodium retusum (Cob: 10-15%), Aphyllanthes monspeliensis, Avenula bromoides, Koeleria vallesiana, Bupleurum rigidum, Coronilla minima, Bromus erectus. - Indicadores: la ausencia de pastoreo se manifiesta por una elevada cobertura y talla de las arbustivas. Asimismo las herbáceas dominantes presentan un desarrollo considerable (15-20 cm de altura) con gran acumulación de materia muerta.

3 - USO GANADERO ACTUAL Las plantaciones en monte bravo no son utilizadas por el ganado hasta que el desarrollo de los pinos es suficiente como para no ocasionarles daños. Parte de su superficie (39,7 ha) está excluidas al ganado mediante cierres.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observado daños en la vegetación ni en el suelo directamente relacionados con el ganado.

43


3.500

5 - VALOR PASCÍCOLA

3.250 3.000

El valor medio es de 450 UF/ha/año, con máximos y mínimos entre 300 UF/ha/año y 550 UF/ha/año respectivamente.

2.500 2.250 UF/ha/año

La mayor contribución al valor pascícola la realizan algunas arbustivas y sufruticosas, especialmente leguminosas, cuyos brotes tiernos, hojas, flores y frutos, presentan un aceptable valor nutritivo (Dorycnium pentaphyllun, Genista scorpius, etc.), y ciertas herbáceas (Bromus erectus, Carex hallerana, Aphyllanthes monspeliensis, etc.).

2.750

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250 Phr

Pnr

Cul

Pnl

Phl

Cpf

Pnf

Pnmb

Phmb

0

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó

Un riesgo asociado a las plantaciones en general y a las que se encuentarn en monte bravo en particular, es su alta combustibilidad y facilidad de propagación de incendios. El ganado convenientemente manejado puede ser un instrumento eficaz para disminuir dicho riesgo; el pisoteo y el consumo de material senescente de alto contenido en fibra reduce el combustible vegetal acumulado. Pero estos efectos se traducen también en una mejora del pasto al disminuir la cobrtura de las leñosas a favor de las herbáceas y, dentro de estas, de las más adaptadas al pastoreo que por lo general son de más calidad y palatabilidad. En una primera fase el ganado más adecuado es el ramoneador (equino o vacuno). Este ganado va creando unas condiciones favorables para un posterior pastoreo con ovino, de hábitos más selectivos que aquel.

Un aspecto a considerar es la oportunidad de algunas de las repoblaciones efectuadas. En las zonas de mayor pendiente o en las más degradadas aquellas estarían plenamente justificadas. Sin embargo, se ha observado que algunas de las áreas plantadas presentaban un importante potencial para el mantenimiento de un paisaje en mosaico con alternancia de pastos y matorral. Este tipo de estructura además de los beneficios ecológicos que aporta, supone el mantenimiento de recursos pastables que se complementan en el espacio y en el tiempo. Hay que tener en cuenta además la función ecológica y la alta diversidad de los matorrales mediterráneos sobre los que se acometen las plantaciones. Una de las consecuencias de la reducción de la superficie pastable debida a la las plantaciones puede ser el aumento de intensidad pastoreo por otras zonas. Esto implica al final la degradación de las mismas, entrando así en un círculo “vicioso” de plantación-degradación y reducción total de la superficie de pastos en monte. Estos aspectos deberían ser tomados en cuenta a la hora de plantear nuevas repoblaciones y, por supuesto, a la hora de establecer los precios de arrendamiento de las corralizas.

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14

PLANTACIÓN DE CONÍFERAS En latizal

Phl, Pnl

1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Plantaciones de pino alepo (Pinus halepensis) y pino laricio (Pinus nigra) densas, con pies mayores de 3 m de altura (6-8 m) y diámetros entre 10 y 30 cm. Son plantaciones en las que en algunos casos se han realizado clareos y podas de ramas bajas. Las copas recubren entre el 70% y el 95% del suelo. La estructura del sotobosque es muy variable, sobre todo en lo que se refiere a la cobertura de herbáceas y al porcentaje de suelo desnudo. Aquella varía entre 8 y 70% y éste entre el 5 y el 75%. Ocupan un total de 109,4 ha, localizadas en las inmediaciones del alto de Aibar y en el paraje Las Mostazas-San Millán.

Rangos de cobertura (%)

70-95

10 - 55

8 - 65

5 - 75

Cobertura media (%)

70

25

45

30

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes y abundantes: Arbóreas: pino laricio (Pinus nigra), quejigo (Quercus faginea); pino alepo. Arbustivas: boj (Buxus sempervirens), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), aliaga (Genista scorpius), tomillo (Thymus vulgaris), espliego (Lavandula officinalis), aligustre (Ligustrum vulgare), madreselva (Lonicera etrusca); quejigo. Herbáceas: Brachypodium retusum (Cob: 20%), Bromus erectus, Carex flacca, Bupleurum rigidum, Helictotrichon cantabricum, Festuca gr. rubra, Rubia peregrina. - Indicadores: en los pinares aclarados la ausencia de pastoreo se manifiesta por una elevada cobertura y talla de las arbustivas. Asimismo las herbáceas dominantes presentan un desarrollo considerable (15-20 cm de altura) con gran acumulación de materia muerta.

3 - USO GANADERO ACTUAL El pastoreo en las plantaciones con pinos es prácticamente anecdótico. A lo sumo son pastados esporádicamente, por breves periodos de tiempo, por ganado lanar. Las plantaciones en las que no se han hecho aclareos son escasamente transitables por el ganado; la elevada densidad de pies/ha junto con la presencia de ramas desde el suelo dificultan en buena medida el pastoreo.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observado daños en la vegetación ni en el suelo directamente relacionados con el ganado.

45


5 - VALOR PASCÍCOLA 3.500 3.250

La diversa estructura del sotobosque implica una gran variabilidad de oferta pascícola y de su valor nutritivo. El pasto producido anualmente suministra entre 90 UF/ha y 1.000 UF/ha.

2.500 2.250 2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

En el primer caso, para valores de cobertura de las leñosas en torno a 40-50% el valor energético por unidad de superficie es de 750 UF/ha/año.

Sin aclareos Cob. Arbórea: >90% Cob. Suelo desnudo: 75% Valor pascícola: 90 UF/ha.año.

En el segundo, la oferta es variable dependiendo de la cobertura de las herbáceas. Consecuentemente el valor energético varía entre 650 UF/ha/año y 1.025 UF/ha/año. El valor medio es de 800 UF/ha/año.

Con aclareos Sotobosque arbustivo (cob. 40-50%) Valor pascícola: 750 UF/ha.año.

En las condiciones actuales, con escasa intensidad de pastoreo, se produce una alta acumulación de material vegetal senescente de escasa calidad y digestibilidad; la proporción de rehusos será por ello elevada, sobre todo si se pasta con ganado lanar.

Phr

Pnr

Cul

Pnl

Phl

Cpf

Pnf

Pnmb

0 Phmb

Cuando los pinares se aclaran se favorece la entrada de luz a los estratos inferiores lo que posibilita el desarrollo de vegetación en el sotobosque. En unos lugares predominan las arbustivas (boj) mientras que en otros lo hacen las herbáceas (lastón).

2.750

UF/ha/año

Los pinares con menor valor energético son aquellos en los que la densidad de pies es muy alta (no aclarados) por lo que la biomasa en el sotobosque es escasa; bajo el arbolado la proporción de suelo desnudo es elevada (valores en torno al 75%). Además la mencionada densidad junto con la presencia de ramas desde la base de los troncos hace que estas masas sean poco transitables.

3.000

Sotobosque herbáceo (cob. 40-70%) y alta proporción de suelo desnudo (3040%) Valor pascícola: 650 UF/ha.año. Sotobosque herbáceo (cob. 40-70%) y baja proporción de suelo desnudo (15%) Valor pascícola: 1.000 UF/ha.año.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN El interés pascícola de las plantaciones en latizal depende de las labores selvícolas que se hayan realizado. Sin aclareos no producen practicamente nada de pasto y, además, son escasamente transitables. Cuando se aclarean el pastro es más abundante, aunque de calidad y valor energético limitado ya que las plantas del sotobosque son bastas y, por ello, de limitada digestibilidad. El pastoreo en las plantaciones en latizal aclaradas es recomendable por dos aspectos fundamentales: por una parte el pisoteo y consumo del pasto implica una reducción considerable del material vegetal acumulado que es altamente combustible; se reduce así el riesgo de propagación de incendios forestales. Por otro, el control de las arbustivas permite disminuir la competencia por la luz y nutrientes favoreciendo el desarrollo de las especies implantadas. Pero además el pastoreo de las plantaciones en latizal permite recuperar para el ganado terrenos de pasto. Las propias repoblaciones suponen la disminución de la superficie pastable con lo que, en ciertos casos, los rebaños se ven obligados a pastar en superficies cada vez más reducidas. El pastoreo en estas masas una vez que los pinos han alcanzado un porte suficiente contribuye a diversificar los recursos pastables disponibles para el ganado. Un factor limitante para el pastoreo en los pinares aclarados es la presencia de los residuos de las labores selvícolas que limitan el crecimiento de vegetación en el sotobosque. La retirada de estos restos o su tratamiento mediante trituradoras es una labor recomendable si se les pretende dar un uso silvopastoral. En una primera fase el ganado más recomendable es el mayor por ser menos selectivo que el lanar y tener un sistema disgestivo más adaptado para el consumo de material fibroso. 46


15

PLANTACIÓN DE CONÍFERAS En fustal

Pnf

1 - ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Se engloban las plantaciones de pino laricio de mayor edad, en las que el diámetro de los troncos es superior a 30 cm y la altura mayor de 15 m. Son masas coetáneas y regulares, en las que han sido efectuadas claras de diversa intensidad presentado lógicamente, por ello, densidades y fracciones de cabida cubierta variables pero siempre uperiores al 70%. Las arbustivas cubren entre el 30 y 75 % del suelo y, las herbáceas, entre el 15 y 35%. El porcentaje de suelo no recubierto por la vegetación del sotobosque es en la mayoría de los casos elevado, con valores de hasta el 45%. Se localizan en la Sierra de Izco formando masas contínuas, sobre un total de 161,2 ha.

Rangos de cobertura (%)

>70

25-75

15-35

10-45

Cobertura media (%)

85

40

30

30

2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA - Especies dominantes y abundantes: Arbóreas: pino laricio (Pinus nigra), Acer monspessulanum, quejigo (Quercus faginea). Arbustivas: boj (Buxus sempervirens), zarzas (Rubus sp.), Rosa sp., madreselva (Lonicera etrusca), escobizo (Dorycnium pentaphyllum), espino (Crataegus monogyna), endrino (Prunus spinosa). Herbáceas: Helictotrichon cantabricum, Brachypodium rupestre, Arrhenatherum elatius sl., Carex flacca, Brachypodium retusum, Bromus erectus, Bupleurum rigidum, Rubia peregrina, etc. - Variabilidad: la composición florística del sotobosque puede considerarse como bastante homogénea. Entre las herbáceas dominan en general las especies mesofílas indicadores del ambiente nemoral que crean los pinos.

3 - USO GANADERO ACTUAL En la mayor parte de las plantaciones en fustal el uso ganadero actual se limita al paso esporádico del ganado lanar.

4 - SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se han observados daños en la vegetación ni en el suelo debidos al ganado.

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5 - VALOR PASCÍCOLA El valor pascícola de las plantaciones en fustal varía entre 200 UF/ha/año y 950 UF/ha/año, siendo la media de 500 UF/ha/año.

3.500 3.250

Los valores más bajos se dan en los lugares en los que, o bien el recubriemito arbustivo es alto (75%) con especies de nulo valor pascícola (caso del boj), o en aquellos en los que la cobertura del sotobosque es baja (<50%) aunque abunden ciertas herbáceas de calidad y palatabilidad.

2.750 2.500 2.250 UF/ha/año

2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750

Entre las arbustivas con valor pascícola cabe citar tan sólo al escobizo (Dorycnium pentaphyllum). Excepto casos puntuales como el del mencionado Arrhenatherum elatius, Dactylis glomerata o Bromus erectus, las herbáceas son en general de escaso valor pascícola (Brachypodium rupestre, B. retusum, Carex flacca, Helictotrichon cantabricum, etc.).

500 250 Phr

Pnr

Cul

Pnl

Phl

Cpf

Pnf

Phmb

0 Pnmb

Los valores más altos se obtienen en las plantaciones en las que en los estratos inferiores son dominantes los taxones herbáceos de calidad media o alta (Arrhenatherum elatius) y, ello, aunque el porcentaje de suelo no recubierto por la vegetación sea alto.

3.000

La producción muestra un modelo de variación estacional con máximos en primavera y otoño. No obstante, el ambiente creado por el arbolado posibilita la presencia de especies mesófilas que prolongan su periodo vegetativo hasta entrado el verano.

6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó

El mantenimiento o la creación de sistemas silvopastorales en los que se integren plantaciones de coníferas en fustal es una ópción altamente recomendable en la Navarra Media. El ganado favorece el empradecimiento del sotobosque haciendo a estas masas menos combustibles. En ellas puede obtener una importante cantidad de pasto de calidad no despreciable durante primevera, partede verano y otoño. En un contexto actual de crisis del sector maderero con precios de venta del producto muy bajos, junto con la limitada calidad de los fustes obtenidos, la utilización combinada y complementaria de estas plantaciones con fines selvícolas y ganaderos se muestra como una alternativa de indudable interés. Pero el cambio de orientación productiva de estas masas hacia un uso mixto silvopastoral requiere respetar los turnos de corta-regeneración, y la aplicación de ciertas actuaciones de mejora como son la trituración o eliminación de los restos de las operaciones selvícolas. Una práctica que se ha venido ensayando en los últimos años en repoblaciones de coníferas es la siembra con mínimo laboreo de pratenses bajo el arbolado. El estudio de las pobilidades reales de llevar a cabo dichas siembras en plantaciones ubicadas en la zona media es un aspecto que debería ser abordado.

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OTRAS UNIDADES DE VEGETACIÓN

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Además de las comunidades vegetales descritas en las fichas precedentes, se diferencian de manera puntual los siguientes tipos de vegetación. Juncales: se localizan fundamentalemnete en el cinturón interior de balsa endorreica de la Mueda situada al SE de Aibar, entre las carretereas de Sangüesa y Gallipienzo. Se observa una zonificación de la vegetación en función de la mayor proximidad al agua. Una primera banda es la de carrizal con espadaña, que es la zona que permanece más tiempo sumergida. Entre las especies presentes cabe citar a: Phragmites communis, Typha angustifolia; T. latifolia, Juncus subnodulosus, Iris pseudacorus, Scirpus palustris, Ranunculus trichophyllus, Alopecurus bulbosus, Carex. divisa, Pulicaria dysenterica, Samolus valerandi, etc. Más alejado del agua de diferencia un segundo cinturón de juncal-pasto húmedo cuyas plantas más características son: Scirpus holoschaenus, Juncus effusus, J. gerardii, J. inflexus, Lysimachia vulgaris, Mentha acuatica, Alisma lanceolatum, Carex riparia, C. distans, C. paniculada, Teucrium scordium, Eleocharis uniglumis, etc. Las áreas con menor influencia del agua aparevcen ocupadas por un pasto con predominio de gramíneas de hoja ancha en el que domina Elymus campestris. El valor pascícola de los juncales es, en términos relativos bajo, y se ha estimado en el entorno de 450 UF/ha/año. Tanto la balsa como su entorno inmediato presentan claros síntomas de intervención humana: cultivos, pastoreo, incendios de carrizal. Además los drenajes realizados para sanear la balsa reducen considerablemente en el estío la superficie inundada, lo que afecta de modo negativo a su vegetación natural.

Pastizal de Elymus campestris: como ha quedado señalado anteriormente se localizan en la banda más externa de la balsa de la Mueda aunque forman parte también del pasto que se desarrolla entre algunas choperas del sur del Municipio. Estan dominados por gramíneas que recubren la totalidad del terreno. Entre las especies características están: Elymus campestris, Bromus commutatus, Brachypodium distachyon, Deschampsia caespitosa, Polypogon maritimus, Phalaris arundinacea, Molinia caerulea, Carex flacca, C. distans, Lathyrus tuberosus, Trifolium angustifolium, T. squamosum, Centaurea aspera, Ranunculus repens, etc. Buena parte de estas especies tienen aceptable calidad por lo que el valor pascícola de estos pastos es alto, en torno a 1.300 UF/ha/año.

Zarzales: comunidades compuestas por arbustos espinosos de bajo porte, dominados por diversas especies del género Rubus (Rubus ulmifolius, R. caesicus, etc.) que se localizan dispersos sobre antiguos campos de cultivo de la corraliza del Monte. Son matorrales densos de bajo porte muy enmarañados y, por tanto, poco aptos para ser pastados. Además de las especies dominantes son frecuentes el endrino (Prunus spinoisa), diversas rosas (Rosa canina, R. agrestis, R. arvensis, etc.), aliaga, tomillo, escobizo, etc. Las herbáceas son escasas (Brachypodium retusum, Bromus erectus, Cares hallerana, C. flacca, etc.). El valor pascícola es del orden de 300 UF/ha/año. 49


50


RECURSOS AGRÍCOLAS Las tierras cultivadas ocupan un total de 2.738,3 ha, lo que supone el 57 % de la superficie municipal. De ellas el 98% lo son en secano y se dedican mayoritariamente (71%) al cultivo de cereal de invierno (cebada). El resto corresponde a cultivos leñosos (vid, olivo y almendro) y a cultivos forrajeros. La superficie en regadío representa el 2% de la total cultivada y se destina a hortícolas, cereal y espárrago. Recursos pastables en secano Las favorables condiciones climáticas y edáficas que presenta la zona para el cultivo hacen que éste sea reiterado anualmente, con siembras en otoño y recogida de la cosecha al inicio del verano. El cereal supone para el ganado la aparición de dos recursos pastables: los rastrojos y barbechos. Los rastrojos son aprovechados por el ganado ovino tras la cosecha hasta el momento del arado de la tierra, es decir, durante aproximadamente dos o tres meses (inicio de julio a mediados o finales de septiembre). Los componentes fundamentales son el grano y la paja dejados sobre el suelo tras el paso de la cosechadora y la empacadora. Además, en años con abundantes lluvias estivales se produce la germinación de los granos no consumidos por el ganado (ricios). Durante el pastoreo en los rastrojos las ovejas seleccionan primero los granos y espigas, después las hojas secas del cereal, luego la caña de la paja cortada por la cosechadora y finalmente los tallos que quedan fijos al terreno. La cantidad de grano, principal material nutritivo de las rastrojeras, es muy variable y no parece estar relacionada con la producción, sino que, intervienen otros factores como son la eficacia de la cosechadora, la variedad de cereal utilizado, el tipo de terreno, etc. En general, dicha cantidad es mayor en los casos de malas cosechas (cañas cortas), cuando ésta se efectúa sobre un cereal encamado por efecto del viento, la lluvia o el exceso de fertilización nitrogenada, o cuando se trata de un terreno pedregoso. En trabajos sobre rastrojeras, Ferrer y Mangado (2000) y Salvatierra (2002) obtienen que la cantidad de grano después de empacar varía entre 16 kg/ha y 105 kg/ha y la de paja, excluidos las cañas en pie, del orden de 1.000 kg/ha.

Componentes de los rastrojos tras cosechar y empacar

Grano recolectado

Cosecha grano

2.400 kg/ha

Para valorar la oferta energética se considera toda la cantidad de grano (60 kg/ha de media) y sólo una fracción pastable de la paja (hojas, cañas de menor sección, etc.). El sistema digestivo del ovino necesita la energía suministrada por el grano para poder digerir la paja, por lo que sólo consume la porción que puede digerir en función de la cantidad de grano en rastrojo (1,58 kg de paja por kg de grano).

Grano Rastrojo

96 kg/ha

Paja

1/25

1/20

1/1,2

1.958 kg/ha Grano Rastrojo 83 kg/ha

Cosecha paja Paja

1/33

1/11

1/2,6

918 kg/ha

1/1,1

1/13

Paja empacada 1/2,3

1.041 kg/ha

Se considera que el valor de los rícios es muy bajo, ya que se trata de un pasto hojoso de muy bajo contenido energético (50 UF/ha/año. En consecuencia, el valor establecido para los rastrojos es de 150 UF/ha.año.

Fuente: Ferrer y Mangado, 2001

51

17


RECURSOS AGRÍCOLAS

3.500 3.250 3.000 2.750 2.500 2.250 2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500

Chfs

Chcr (rastrojos)

Chcs (rastrojos)

Ol

RE

H

0

Chcs (barbechos)

250 V

Su espectro florístico está constituido fundamentalmente por especies anuales como la cola de zorra (Alopecurus myosuroides), el ciape (Sinapis arvensis), la ballueca (Avena barbata y A. sterilis), la correhuela (Convolvulus arvensis), diversos tipos de bromo (Bromus sterilis, B. madritensis, B. hordeaceus) y otras como Aegilops geniculata, Alyssum alyssoides, Brachypodium distachyon, Erophila verna, Hordeum murinum, Filago pyramidata, Lepidium campestre, Raspitrum rugosum, Plantago lanceolada, Desmazeria rigida, etc.

Valor pascícola (UF/ha/año) de los recursos de origen agrícola

UF/ha/año

La aplicación de las medidas de control de la producción establecidas por la P.A.C. obligan a dejar en barbecho el 10% de la superficie cultivada, lo que significa para el conjunto del término aproximadamente 188,2 hectáreas anuales. Están constituidos por la vegetación espontánea que aparece desde el momento en el que se labran los rastrojos (marzo). El recubrimiento de la vegetación es variable pero, en general, es muy bajo, casi despreciable, dadas las fechas habituales de laboreo y la aplicación común de herbicidas.

Se ha considerado que los campos dejados en descanso sólo ofertan los ricios de otoño. La vegetación espontánea que crece tras las labores de levantamiento del rastrojo (marzo) es, por témino medio, insignificante y por tanto la oferta despreciable. En consecuencia el valor dado a los barbechos es de 50 UF/ha.año. La superficie dedicada a cultivos forrajeros (Chfs) es de 48,3 ha, que suponen el 2% de la extensión ocupada por los cultivos en secano. Las principales especies pratenses utilizadas, principalmente en mezclas polífitas y en menor medida en cultivos monoespecíficos, son la alfalfa (Medicago sativa), festuca alta (Festuca arundinacea), ray grass (Lolium perenne), dactilo (Dactylis glomerata) y trébol blanco (Trifolium repens). Según controles efectuados en parcelas sembradas de Aibar (Ferrer, 1.997) la producción media anual está en el entorno de 4.000 kgMS/ha, lo que supone un valor energético de 2.550 UF/ha.año. Tradicionalmente en las parcelas más productivas (corraliza del Monte) se da un corte en junio para la obtención de heno (60% de la producción anual). El resto de la producción se aprovecha a diente por el ganado.

El cultivo leñoso de mayor extensión es, con 634,9 ha, la viña (V). Su utilización para la alimentación del ganado, sarmientos y flora desarrollada entre las cepas, era en otros tiempos generalizada. Sin embargo, hoy en día la plantación de variedades con sistemas de conducción apoyados supone que el ganado no pueda pastarlas. Se ha considerado en consecuencia como zonas excluidas al ganado con nulo valor pascícola.

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El olivo (Ol) es el cultivo leñoso que sigue por extensión a los viñedos (71,1 ha). Se trata en general de antiguos cultivos prácticamente abandonados con una alta proporción de suelo desnudo bajo las copas. El ganado sólo utiliza la biomasa que se desarrolla en primavera bajo los árboles y los frutos caídos de los mismos. A falta de más datos, y en función de la flora que se desarrolla bajo las copas (similar a la de los barbechos), se ha estimado un valor forrajero de 50 UF/ha.año.

Recursos pastables en regadío Los cereales suponen casí el total de la superficie en regadío. Entre ellos es predominante el maíz. Los rebaños pastan en invierno los residuos de las cosechas (mazorcas, hojas y tallos). El valor pascícola estimado es de 600 UF/ha/año. Junto al maíz hay parcelas destinadas a cultivos hortícolas (H) y, en menor, medida a espárragos (RE). Los primeros son generalmente huertas familiares cultivadas con diversas hortalizas. Ambos se han considerado como zonas no pastables.

Porcentaje de ocupación de los distintos cultivos respecto al total de la supercfiie cultivada

Cereal

68,7

Cultivos forrajeros Olivo Almendro Viña 1,8

0,3 0,60

2,6 23,2 0,5

2,4

53

Cereal en regadío Hortícolas en regadío Espárrago en regadío


54


LEYENDA DEL MAPA

Cada tipo de vegetación viene representado por recintos cerrados identificados por su correspondiente código y abreviatura. En cada recinto sólo aparece señalado el tipo de vegetación dominante y, cuando hay varios tipos en un mismo recinto, se añade un asterisco a la abreviatura.

Los colores definen intervalos de calidad pascícola expresada en términos energéticos (UF/ha/año). El valor pascícola de cada tipo de vegetación es la media de todos los muestreos realizados en los diferentes recintos que ocupa. Obviamente, diferentes tipos de vegetación pueden pertenecer a una misma categoría y, por consiguiente, todos sus recintos vienen definidos por el mismo color y trama. Para obtener información específica del valor forrajero de cada recinto puede consultarse la base de datos elaborada a tal efecto por la Sección de Suelos y Climatología del Gobierno de Navarra.

En la leyenda del mapa se definen las unidades de vegetación pertenecientes a cada categoría forrajera, la superficie en hectáreas de cada una de aquellas, su valor pascícola medio anual (UF/ha/año) y el total correspondiente a cada unidad y al conjunto de cada territorio (UF/año). Se añade de igual manera la superficie ocupada por cada categoría (suma de las correspondientes a las unidades de vegetación incluidas en cada una de ellas). El mapa se completa con la localización de las infraestructuras ganaderas presentes en el término (círculos coloreados) y con los signos y toponimia convencionales.

55


LEYENDA DEL MAPA Categorías (UF/ha/año) Zonas excluidas al ganado

<300

301-600

601-900

901-1.200 1.201-1.500 2.401-2.700 Improductivo agua Improductivo afloramientos Improductivo urbano

Tipo de vegetación E H V Al Phmb Pnf Gs Pnl Qrtd Phr Pnr S MI Ol Chcs Chcs Qc Ru Mbs Jm Phmb Pnmb Pnf Qfd Chcr Gs Rs Cpf Pnl Phl Cul Qrtd Qfmb PAg Bre PEpu Chfs PLp IA II IU

Espárrago Huerta Viña Almendro Plantación de pino alepo en monte bravo Plantación de pino laricio en fustal Aliagar (Genista scorpius) Plantación de pino laricio en latizal Carrascal denso Plantación de pino alepo en repoblado Plantación de pino laricio en repoblado Formación de ribera-sotos Matorral degradado Olivo Cereal en secano (ricios de otoño y barbecho) Cereal en secano (rastrojo de verano) Coscojar Zarzal (Rubus sp.) Bujedo Juncal Plantación de pino alepo en monte bravo Plantación de pino laricio en monte bravo Plantación de pino laricio en fustal Quejigal denso Cereal en regadío (rastrojos de maíz) Aliagar (Genista scorpius) Rosal (Rosa sp.) Chopera en fustal Plantación de pino laricio en latizal Plantación de pino alepo en latizal Plantación de ciprés en latizal Carrascal denso Quejigal en monte bravo Pastizal de anuales (Aegilops geniculata) Pastizal de Brachypodium retusum Pastizal de Elymus campestris Cultivo forrajero en secano Pastizal de Lolium perenne Improductivo agua Improductivo afloramientos Improductivo urbano

S: Superficie (hectáreas). VP: Valor pascícola expresado en UF/ha/año. T: Total (UF/año).

56

S

VF

T

7,8 16,4 634,9 13,2 39,7 6,2 6,1 10,9 10,7 116,2 56,2 11,2 19,6 71,1 188,2 1.693,0 64,8 6,2 11,9 4,4 54,8 10,1 155,0 147,5 65,4 996,1 16,7 8,5 74,5 21,4 2,6 2,9 24,7 31,0 59,9 8,1 48,3 23,8 7,5 1,5 47,2 4.796,2

0 0 0 0 457 489 536 662

-

743

766 766 0 0

50 50 150 286 320 337

447 457 457 489 500 600 536 564 607 662 663 662 743 835 1.047 1.104 1.292 2.550 2.570 -

0 0 3.555 9.410 253.950 18.533 1.984 4.010 1.967 25.044 4.616 75.795 73.750 39.240 533.910 9.419 5.160 49.319 14.188 1.721 2.155 20.625 32.457 66.130 10.465 123.165 61.166 1.441.734


LEYENDA DEL MAPA La superficie pastable en Aibar asciende a 3.823,2 ha (80% de la toyal Municipal). En el municipio hay 918,3 ha que están excluidas al pastoreo. Se trata fundamentalmente de cultivos leñosos (viña y almendros) y de algunas plantaciones de coníferas en las que se limita el acceso al ganado mediante cierres. Atendiendo a la oferta media anual que aportan los diferentes tipos de vegetación, los recursos pastables se incluyen en seis categorías de valor pascícola. Los pastos que ocupan mayor extensión son los que en términos relativos pueden considerarse como de valor bajo (categorías de < 300 UF/ha/año y 301-600 UF/ha/año). Incluyen a la práctica totalidad de los matorrales (coscojar, bujedos, aliagares, zarzal, rosal y matorral degradado); las plantaciones en monte bravo y fustal; las formaciones de ribera y los quejigales; y los residuos de cosecha de los cultivos de cereal en secano. La superficie total es de 3.516,0 ha. Los recursos de valor medio (categorías de 601-900 UF/ha/año; 901-1.200 UF/ha/año y 1.201-1.500 UF/ha/año) se localizan en una extensión total de 233,6 ha. Se trata de las plantaciones de coníferas en fustal, choperas; carrascales y quejigales en monte bravo; y los pastos herbáceos de anuales, los de Brachypodium retusum, y los de Elymus campestris. Los pastos que aportan mayor oferta energética, los de valor más alto (categoría de 2.401-2.700 UF/ha/año, se distribuyen sobre 72,1 ha. Son los cultivos forrajeros y los pastos de Lolium perenne. La oferta energética total del término asciende a 1.441.734 UF/año; lo que supone un valor medio de 377 UF por hectárea de superficie pastable. El monte (arbolado, matorral, pastizal y plantaciones), con una producción total absoluta de 988.997 UF/año, aporta el 70 % de la oferta total. La media anual es de 580 UF/ha. Las tierras de labor ofertan 429.354 UF/año lo que equivale al 30% del total ofertado en el Municipio. Desde un punto de vista relativo los recursos que más extensión ocupan y que mayor contribución realizan a la oferta total son los considerados de bajo valor nutritivo (91% de la superficie y 73 % de la oferta).

Porcentajes de superficie ocupada por cada categoría forrajera presente en Aibar Zonas Zonas no nopastables pastables <300 <300

42,7 42,7

301-600 301-600 601-900 601-900 901-1200 901-1200 30,6 30,6 19,1 19,1 1,2 1,2 1,5 1,5

2,8 2,8 1,9 1,9 0,2 0,2

57

1201-1500 1201-1500 2401-2700 2401-2700 Improductivo Improductivo


3.500 3.250 3.000 2.750 2.500

UF/ha/año

2.250 2.000 1.750 1.500 1.250 1.000 750 500 250

Qrtd

Carrascal

S

Formación de ribera-sotos

Qfd

Quejigal

Qc

Coscojar

MATORRAL Alto nivel evolutivo

PLANTACIONES Phr

Plantación de pino alepo en repoblado

Pnr

Plantación de pino laricio en repoblado

Phmb

Plantación de pino alepo en monte bravo

Bajo nivel evolutivo

Rosal (Rosa sp.)

Mbs

Bujedo

Ru

Zarzal (Rubus sp.)

Gs

Aliagar (Genista scorpius)

MI

Matorral degradado

PASTO HERBÁCEO Bre

Pastizal de Brachypodium retusum

PAg

Pastizal de anuales (Aegylops geniculata)

PLp

Pastizal de Lolium perenne

En secano

Chfs

Chcr

Cereal (rastrojo de maíz)

H

Huerta

RE

Espárrago

Plantación de pino laricio en monte bravo

V

Viña

Cul

Plantación de ciprés en latizal

Al

Almendro

Phl

Plantación de pino alepo en latizal

Ol

Olivo

Pnl

Plantación de pino laricio en latizal

Chcs

Cereal (rastrojo de verano)

Cpf

Chopera en fustal

Chcs

Cereal (ricios de otoño y barbecho)

Pnf

Plantación de pino laricio en fustal

Chfs

Cultivo forrajero

Pnmb

PEpu Pastizal de Elymus campestris Jm

Ol

CULTIVOS En regadío

Qfmb Quejigal en monte bravo Rs

Chcr (rastrojos)

ARBOLADO

Chcs (rastrojos)

RECURSOS NATURALES

Chcs (barbechos)

RE

H

V

Phr

Pnr

Cul

Pnl

Phl

Cpf

Pnf

Pnmb

Phmb

PLp

PEpu

PBre

PAg

Qfmb

Rs

Gs

Jm

Mbs

Ru

Qc

MI

Qf

Qrt

S

0

Juncal

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CONSIDERACIONES FINALES Aún siendo relativamente buenas las perspectivas que la ganadería ligada a la tierra en base a pastos tiene en las actuales directrices de la Política Agraria Comunitaria, hoy en día se dan una serie de factores que actúan de cuello de botella, no sólo para el incremento de los efectivos ganaderos, sino incluso, y lo que es más transcendental, para el mantenimiento de los actuales. La utilización de variedades de cereal en las que el grano cae con más dificultad, la mayor eficiencia de las cosechadoras, la utilización de herbicidas, la anticipación de las fechas de labranza, etc., ha ocasionado que el pasto utilizable por el ganado en los rastrojos y barbechos sea cada vez menor. A su vez la plantación de extensas superficies de cultivos leñosos no generadores de residuos utilizables por el ganado (caso de los viñedos) y de plantaciones de coníferas, ha supuesto la disminución de la superficie pastable. La consecuencia de todo ello es que se ha producido un progresivo aumento de la suplementación. El ganado recibe alimentación a pesebre en las épocas de penuria alimenticia o cuando sus necesidades nutritivas son máximas (últimos meses de gestación y lactación), cantidades que se ven incrementadas en los años con condiciones climatológicas tales que impiden o dificultan el pastoreo en otoño. Todo ello implica unos elevados costes de producción y, por tanto, la inviabilidad económica de las explotaciones que sólo sobreviven por las ayudas directas al productor. Pero, además, la reducción de la oferta pastable tiene importantes consecuencias sobre la conservación de los recursos naturales, algunos de los cuales se incluyen en la Directiva 92/43/CEE como hábitats de interés comunitario y/o prioritario. El ganado aprovecha intensamente un territorio cada vez más reducido mientras que el resto se utiliza de forma muy extensiva o se abandona. Frente a las extensas zonas de monte que en la actualidad se encuentran prácticamente abandonadas o que reciben esporádicamente el paso de ganado, contrasta el tránsito recurrente del mismo por otras. Las comunidades naturales no utilizadas, han evolucionado por sucesión natural hacia niveles de mayor organización y madurez. A efectos pastorales la principal consecuencia de tal evolución es la perdida progresiva del valor pascícola y la inaccesibilidad que la cerrada organización estructural supone para el ganado. Ante está situación general es necesario planificar alternativas pascícolas en los secanos que aseguren pasto en cantidad y calidad en las diferentes épocas del año. Se reducirían así los imputs de las explotaciones y los efectos degradativos asociados al pastoreo que actualmente se observan en ciertas comunidades vegetales. Entre las posibilidades que cabe plantearse estarían las siguientes: G

La posibilidad de destinar en cada corraliza un mínimo de superficie actualmente sembrada con cereal a la producción de cultivos forrajeros. La creación de praderas plurianuales mejora progresivamente los suelos (su estructura, contenido en materia orgánica, nivel de nitrógeno, mayor resistencia a la erosión al estar cubiertos todo el año por la vegetación, etc.) y ahorra gastos anuales de instalación (labores, abonado de fondo, semillas, siembra, etc.).

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CONSIDERACIONES FINALES G

La posibilidad del aprovechamiento de los cultivos de cereal de invierno como fuente de forraje mediante el pastoreo en seco de los cereales (en vez de cosechar se pasta directamente el cereal en pie), la siega de la planta entera en los últimos estadios de crecimiento para su aprovechamiento en verde, heno o ensilado, el despunte invernal de los cereales y posterior utilización para grano y/o el pastoreo de la planta seca en pie (tallos y espigas) durante el verano.

G

La modificación de ciertas prácticas agrícolas para incrementar los periodos de pastoreo en las corralizas. Entre ellas cabe citar, el retraso en las fechas de labranza y del levantamiento de tierras en barbecho, la limitación del uso de herbicidas, el resemillado de los barbechos, etc. Estas medidas tendrían asimismo su repercusión en la conservación de la fauna que habita estos lugares.

G

El planteamiento de posibles mejoras mediante soluciones extensivas de bajo coste.

Por último cabe señalar la idoneidad del mantenimiento de sistemas agro-silvo-pastorales como el que constituye la corraliza del Monte. La conservación de estos sistemas de explotación múltiple de los recursos está hoy fuera de toda duda y se postula como la mejor alternativa el aprovechamiento y conservación de los recursos incluidos en el ámbito geográfico de tipo mediterráneo. Los beneficios que se derivan de los mismos no sólo afectan al propio sistema pastoral, sino que también los tiene a nivel, ecológico, económico y social. Estos beneficios han podido ser comprobados en segumientos realizados durante más de 10 años en la citada corraliza (Ferrer, 1.997).

Un paisaje heterogéneo, con alternancia de unidades estructurales de distinta fisionomía, permite obtener una discontinuidad horizontal y por tanto, y lo que es más importante en estos ambientes, formar una alternancia de unidades con distintos grados de igniscibilidad y, por consiguiente, con menor grado de combustibilidad del conjunto. Por otro lado, este tipo de estructura en malla o mosaico propicia los ecotonos, favoreciendo los intercambios y aumentando la diversidad florística y faunística. Además se recuperan áreas marginales abandonadas carentes de toda rentabilidad. Desde un punto de vista pascícola, y considerando que uno de los factores limitantes de los sistemas pastorales localizados en este tipo de territorios es la marcada estacionalidad productiva de sus recursos pastables, tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo, el crear y mantener sistemas agro-silvopastorales permite contar con una serie de recursos pastables que se complementan en el espacio y en el tiempo, de manera que se reduce al máximo dicha estacionalidad. El ganado dispone de pasto en buena parte del año. De esta forma la estructuración en mosaico del paisaje tiene una influencia directa sobre el ciclo productivo del ganado; pero también este va a tenerla sobre aquel. En efecto, el ganado mediante el efecto combinado del pisoteo y ramoneo de leñosas disminuye la abundancia de arbustos y crea “claros” formados por vegetación herbácea que son colonizados por especies oportunistas. De esta manera se reduce la cantidad de combustible vegetal y consecuentemente el riesgo de propagación de incendios. Por otro lado el pastoreo selectivo del ganado propicia cambios en la composición florística que se derivan en un aumento de la diversidad específica con en el desarrollo de especies muy adaptadas al pastoreo que, en general, son de aceptable valor forrajero. En este sentido, el ganado al aprovechar comunidades diferentes actúa también como vector de semillas y fertilidad. El consumo de especies leñosas, acelera igualmente la incorporación de fertilidad retenida en su estructura.

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El mantenimiento de paisajes diversificados a través de este tipo de sistemas agro-silvo-pastorales, junto con el papel protector de los mismos que puede ejercer el ganado, permite un uso integrado y variado del monte en el que estarán implicados un mayor y diverso de colectivos (agricultores, ganaderos, forestales, cazadores, excursionistas, etc.) y, por tanto, mayor será el número de interesados en su conservación. No obstante, para el mantenimiento de estos sistemas es necesario asegurar una gestión racional y rentable de los recursos y del ganado mediante la elaboración de los correspondientes planes técnicos de gestión. Teniendo en cuenta las limitaciones de índole socioeconómico y/o estructural, en dichos planes se establecería la organización territorial más adecuada de los pastizales de acuerdo con los efectivos ganaderos, la localización de infraestructuras, los tipos de recursos existentes, etc. De cada corraliza se indicarían las cargas ganaderas admisibles, los periodos de pastoreo, el tipo de ganado más adecuado, las posibles medidas agronómicas y selvícolas para incrementar el valor pascícola y sus costos económicos, el valor de arriendo real en función de los recursos presentes en ellas, etc. La información que se aporta en este trabajo constituye el punto de partida para acometer tales planes.

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BIBLIOGRAFÍA

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