VALORACIÓN FORRAJERA DE LOS RECURSOS PASTABLES DEL MUNICIPIO DE GOÑI
Rosa Maria Canals Tresserras Con la colaboración de: Leticia San Emeterio Garciandia Aitor Huici Baztarrica Abril de 2004
Gobierno de Navarra Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación Sección de Evaluación de Recursos Agrarios
Universidad Pública de Navarra
Gobierno de Navarra Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación Sección de Evaluación de Recursos Agrarios
TABLA DE CONTENIDOS
Introducción y objetivos...............................................................................................1 Utilidades......................................................................................................................3 El medio físico..............................................................................................................4 Sistemas de aprovechamiento ganadero.......................................................................6 Tipificación y valoración de los recursos.....................................................................8 Clave sintética de identificación de los tipos de vegetación.............................9 Fichas descriptivas de los tipos de vegetación................................................15 Otros tipos de vegetación................................................................................59 Leyenda del mapa.......................................................................................................61 Bibliografía.................................................................................................................69
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INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
La Sección de Evaluación de los Recursos Agrarios del Servicio de Estructuras Agrarias del Gobierno de Navarra, dentro de su programa general de evaluación continua de los recursos naturales, desarrolla un proyecto que tiene como objetivo básico tipificar los recursos pastables de Navarra y evaluar y cartografiar su potencial forrajero. Este proyecto elabora dos capas de información gráfica y alfanumérica que constituyen un marco de referencia de gran utilidad, especialmente en aquellas áreas de vocación/tradición ganadera. En el contexto de este proyecto se ha realizado la evaluación de los recursos pastables del valle de Goñi. Este valle, localizado al oeste de la Cuenca de Pamplona, ocupa una extensión de 4.223,4 ha. Dado su carácter de media montaña (las altitudes oscilan entre 750 y 1265 m) y su situación fronteriza con la Sierra de Andia ha sido un valle de gran tradición ganadera aunque, en la actualidad, y debido en buena parte a la despoblación que ha sufrido, los usos ganaderos se han reducido respecto a épocas anteriores. En la actualidad la cabaña ganadera es de aproximadamente 1.100 cabezas de ganado, primordialmente vacuno y, en menor proporción, equino. Según Ferrer & Canals (2001) el estudio de los recursos pastables comprende dos niveles de aproximación sucesivos. El primero consiste en determinar la capacidad que tiene cada tipo de pasto para alimentar al ganado en función de sus peculiaridades ecológicas y forrajeras. Dicha capacidad, o valor forrajero, está determinada por las características propias de cada comunidad vegetal, es decir, por las plantas que la componen y por su distribución espacial. Ambos parámetros (composición específica y organización estructural) se relacionan tanto con factores propios del medio (clima, relieve, sustrato edáfico, etc.) como por los usos actuales e históricos al que han sido sometidos los recursos pascícolas. Según los mismos autores, el segundo nivel trataría de relacionar las características de cada tipo de pasto con su manejo (interacción pasto-herbívoro), con el fin de establecer si su grado de aprovechamiento se adecúa o no a las singularidades productivas de aquellos. Este aspecto se inscribe en el ámbito de la planificación y ordenación de los recursos y no es objetivo del presente trabajo. Según Ferrer y Canals (2001), los objetivos parciales de los trabajos de tipificación, cartografía y evaluación de los recursos pastables son los siguientes:
• Inventariar, tipificar y caracterizar todos y cada uno de los recursos pastables, sean o no pastados, según aspectos fisiográficos, fisionómicos, estructurales y de composición florística. Se establece la localización de cada unidad de vegetación tipificada, sus rasgos fisiográficos fundamentales, su organización estructural, las especies dominantes, la asignación sintaxonómica, los aprovechamientos actuales y su estado de conservación.
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• Evaluar el potencial forrajero de cada tipo de vegetación. El valor forrajero de los recursos pastables se define como la cantidad y calidad de forraje que está disponible para la alimentación del ganado. En este trabajo dicho valor se ha estimado utilizando un método fitológico de valoración (método del Valor Pastoral). A partir del porcentaje de recubrimiento de la vegetación, de la contribución que realizan las diferentes especies vegetales a tal recubrimiento y del valor individual de cada especie en términos de su valor pastoral, se obtiene la producción de la fitomasa pastable expresada en términos energéticos (UF/ha/año).
• Representar cartográficamente a escala 1:25.000 las diferentes unidades de vegetación diferenciadas así como el valor forrajero de cada tipo y las infraestructuras ganaderas presentes en el territorio. Toda la información obtenida se sintetiza en un mapa en el que los tipos de vegetación vienen representados por recintos cerrados identificados por su correspondiente código y abreviatura. A todos los recintos en los que se localiza un determinado tipo de vegetación se le asigna un color en función de su valor pastoral medio anual expresado en términos energéticos (UF/ha/año). En un mismo mapa se aporta de esta manera una doble información: la distribución espacial de las distintas unidades de vegetación presentes en el comunal (recintos) y las áreas de diferente valor pascícola (colores).
• Establecer las líneas generales para la correcta gestión de los recursos pastables. Teniendo en cuenta las características ecológicas y forrajeras de los recursos se señalan las normas orientativas de valor general útiles para abordar la planificación de los pastos.
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UTILIDADES UTILIDADES UTILIDADES La información obtenida en el proyecto, incorporada a diversas aplicaciones informáticas (base de datos, Sistema de Información Geográfica, etc.), constituye un instrumento básico para abordar diversos aspectos de la gestión de los recursos pastables (Ferrer y Canals, 2001). Entre ellos cabe resaltar por su especial interés en nuestra Comunidad los siguientes:
• La elaboración de Proyectos y Planes Técnicos específicos de ordenación y gestión ganadera de los recursos naturales en el que se consideren de manera explícita y concreta aspectos ligados a la utilización del ganado en el monte (cargas ganaderas más adecuadas, tipo y raza de ganado más apropiado, época y duración del pastoreo, etc.) y, consecuentemente, la definición de sus normas de uso y gestión.
• La realización de estudios racionales de compatibilidad del ganado con el mantenimiento del paisaje en los Lugares de Interés Comunitario (LICs) y otros espacios protegidos, huyendo de los planteamientos simplistas y prohibicionistas de la actividad pastoral tradicional que, entre otras, ha contribuido durante siglos al mantenimiento, cuando no a la creación, de dichos paisajes.
• La gestión de los sistemas de explotación ganadera adecuándolos a las características productivas y estacionales de cada tipo de pasto de manera que se desarrollen técnicas productivas agroganaderas integradas en el medio natural, compatibilizando el conocimiento técnico con el conocimiento empírico y tradicional de los agricultores y ganaderos.
• El establecimiento de las posibilidades reales y la conveniencia de llevar a cabo cambios dirigidos al incremento sostenido de la productividad de los pastos. Se aportará así información clave a la hora de realizar Proyectos de Mejora y Creación de Pastizales con la finalidad de que las mejoras estén plenamente justificadas, sean rentables y duraderas y se efectúen en función de las características del medio físico y de los sistemas de explotación.
• Predecir la incidencia que pueden tener los cambios de uso del territorio y de los modos de explotación agropecuarios sobre el potencial forrajero de una zona determinada y, ello, tanto a nivel agronómico como económico.
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EL MEDIO FÍSICO El valle de Goñi ocupa una extensión de 4.223 ha y limita al norte con el Valle de Ollo, al sur con el Valle de Guesálaz, al oeste con la Sierra de Andia y al este con la Sierra de Sarvil y la Cuenca de Pamplona (42º 48´- 42º 53’N y 1º 51’- 1º 54’E). El valle está situado en la frontera bioclimática que separa la montaña de Navarra, de influencia atlántica, con la zona media, de influencia mediterránea. Esta frontera tiene una dirección aproximada de Oeste-Este, y en Navarra pasa por las Sierras de Urbasa, Andia, Perdón, Alaitz, Izko y Leyre. Geomorfológicamente, el valle es una zona elevada y relativamente plana rodeada por tierras más bajas, presentando en su límite un fuerte desnivel con pendientes abruptas. En su extremo noroccidental está rodeado por alturas superiores a los 1000 m, entre las que destaca el monte Treku (1107 m) y los Altos de Goñi (1265 m). El punto más bajo del valle está situado a 750 m de altitud. Según el mapa geológico de Navarra (1997) el Valle de Goñi es una meseta karstificada. Sobre las margas impermeables del Cretácico se acumularon varias capas de calizas, dolomías y calcarenitas en el Paleoceno y el Eoceno Medio. Estas capas afloran actualmente en diversas áreas del valle y conforman la naturaleza de sus suelos. La temperatura media anual en el valle de Goñi se sitúa alrededor de los 10 Cº (estación meteorológica de Goñi). La temperatura media máxima es de 27,7 ºC, mientras que la temperatura mínima es de -2,3 ºC. El periodo mínimo libre de heladas es de 140-150 días. La precipitación media anual varía entre los 1.000 mm en las áreas más meridionales y los 1.700 mm en el extremo noroccidental. Las precipitaciones disminuyen a medida que nos alejamos hacia el este o hacia el sur. Los días de niebla, muy abundantes en la Sierra de Andía (unos 250 días) apenas suponen 15 en el Valle de Goñi. Según el diagrama ombrotérmico del valle existe un periodo seco desde mediados de mayo hasta finales de septiembre, en este periodo las precipitaciones disminuyen considerablemente y las temperaturas aumentan, produciéndose un periodo de déficit hídrico. Debido al carácter de frontera y a su altitud, el valle de Goñi presenta unas condiciones bioclimáticas particulares, diferentes a las zonas que lo rodean (La Barranca, Valle de Ollo, Cuenca de Pamplona y Valle de Guesalatz). La transición climática en este valle se pone de manifiesto con claridad en la coexistencia de prados y hayedos, propios del clima oceánico, con extensiones cerealistas, mas propias del clima mediterráneo. Las zonas cultivadas del Valle de Goñi ocupan 971 ha y son superficies de secano sembradas con cultivos herbáceos (854 ha), preferentemente por cereal, y en menor proporción, con praderas artificiales (117 ha). El área forestal arbolada incluye básicamente hayedos y bosques de roble pubescente. Los hayedos ocupan unas 1.100 ha, y representan aproximadamente una cuarta parte de la superficie total del valle. Los bosques de roble pubescente ocupan unas 700 ha. También existen algunas repoblaciones de pino laricio (43 ha). El área forestal no arbolada incluye áreas de matorral diverso (espinares, bujedos, enebrales, brezales..), que ocupan unas 745 ha y áreas de pasto herbáceo (546 ha). Estas áreas serán descritas a lo largo de este trabajo.
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Administrativamente el valle es un municipio que pertenece a la Merindad de Estella y que está constituido por cinco concejos: Aizpún (capital), Azanza, Goñi, Munárriz y Urdánoz. Aunque se trata de uno de los valles habitados más antiguos de Navarra, en el último siglo se ha producido un acusado despoblamiento. La población del valle ha ido disminuyendo progresivamente desde comienzos de siglo pasado, pasando de cerca de 800 habitantes censados en 1.900 hasta 200 habitantes en 1980. En las últimas décadas, el número de habitantes del valle se ha mantenido estable con cerca de 200 habitantes en el año 2001 (Departamento de Estadística, Gobierno de Navarra).
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SISTEMAS DE APROVECHAMIENTO GANADERO La ganadería y la agricultura, junto con la silvicultura, han caracterizado este valle hasta hace pocos años. En las últimas décadas se ha producido un cambio importante en la estructura del sector ganadero. Los censos de los diferentes tipos de animales han cambiado (Tabla 1) y se ha pasado de un gran número de pequeñas explotaciones a pocas explotaciones de mayor tamaño. Ello lo refleja el hecho de que a pesar de que el número de cabezas de ganado es muy superior al existente en los años 70, el número de ganaderos ha disminuido. También ha aumentado el número de superficies destinadas a praderas artificiales en sustitución de algunas áreas destinadas a cultivos cerealistas.
Ovino Vacuno Equino
1900 2738 606 261
1910 1774 627 282
1920 2015 766 402
1930 1336 851 441
1940 945 871 426
1950 574 900 595
1960 472 922 319
1970 357 915 270
1980 254 903 251
1990 142 857 135
2000 15 880 213
Tabla 1. Evolución del número de ganado. Fuente: Departamento de Ganadería del Gobierno de Navarra.
El principal pilar económico, durante siglos, del valle de Goñi ha sido el ganado ovino. La forma de aprovechamiento tradicional del ovino se basaba en la estabulación durante los meses de noviembre a abril, alimentándose a base de forraje obtenido durante el verano, y pastando en los comunales cercanos. Cuando el clima comenzaba a ser benigno y los corderos nacidos durante el invierno tenían un determinado tamaño, los animales salían a los comunales y en mayo se producían las cubriciones. Tras las cubriciones, se subían los animales a la sierra de Andia donde permanecían durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, aunque a finales de junio bajaban a las cuadras para el esquileo y para separar las corderas nacidas durante el invierno. A comienzos de octubre bajaban de nuevo a los comunales y a las rastrojeras, donde permanecían hasta que eran estabuladas de nuevo. En la actualidad el número de cabezas de ovino que hay en todo el valle es anecdótico. Las pocos animales que se encuentran son de raza latxa, aunque antiguamente predominaba la rasa navarra.
El ganado vacuno, a diferencia del ovino, ha experimentado desde comienzos de siglo un progresivo incremento en el número de efectivos, aunque durante los últimos cuarenta años parece ser que el número de cabezas se ha estabilizado e incluso ha disminuido sensiblemente. A principios de siglo el ganado vacuno estaba representado principalmente por razas autóctonas como la pirenaica, que servían tanto para el laboreo, como para el abastecimiento de leche y carne. Era un ganado robusto y rústico, bien adaptado al terreno, pero que fue progresivamente sustituido por razas foráneas como la pardo alpina y la charolesa. Gracias a los programas de mejora promovidos por la Diputación Foral de Navarra, se impulsó de nuevo la recuperación de la raza autóctona y actualmente la raza pirenaica es la vaca de carne mas abundante y casi la única del valle. En cuanto a las vacas de producción lechera, su presencia en el valle es escasa.
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En la actualidad, el ganado vacuno se estabula en las cuadras desde finales de noviembre hasta comienzos de marzo. Durante esta época, pastorean de día a los comunales cercanos y se alimentan de ensilado y heno, aunque las vacas con mayores necesidades son suplementadas. Los terneros destinados a cebo son alimentados con heno y compuesto de engorde y son vendidos cuando tienen alrededor de un año. La venta de los terneros cebados se produce a inicios de la primavera y se realiza a través de un intermediario o se vende directamente a un carnicero. Tras la estabulación, a comienzos de la primavera, se producen los partos. Una vez que las vacas están con las crías son conducidas a los comunales hasta finales de mayo o principios de junio, dónde se producen las cubriciones. A continuación suben a la sierra de Andia, dónde pastorean durante los meses de junio, julio y agosto. A principios de septiembre bajan a pastar los comunales y las rastrojeras, dónde permanecen hasta que son estabuladas de nuevo en noviembre o diciembre, momento en que se destetan las crías.
Tras algunas oscilaciones, el censo de ganado equino se ha estabilizado en la actualidad en cerca de 213 cabezas. La raza más abundante es la raza burguete aunque existe todavía algún ejemplar de jaca-navarra. Son caballos medianos, robustos y perfectamente adaptados a la montaña, que antiguamente se empleaba en labores del campo y hoy en día se destinan únicamente a cría y engorde. El régimen de explotación del ganado equino es totalmente extensivo. Durante el otoño e invierno suelen estar en los comunales y las rastrojeras mas cercanas a los pueblos, y se les suplementa con forraje y heno. Dado que los sementales durante estos meses se preparan para la cubrición, se les suplementa también con pienso energético (cebada y trigo). Durante la primavera suelen estar en las praderas cercanas a los pueblos, dónde se producen los partos y, a continuación, las cubriciones. Hacia finales de mayo suben a la sierra de Andia o a los comunales más alejados de los pueblos y a finales de septiembre o principios de octubre, vuelven a los comunales y rastrojeras cercanas a los pueblos. Una vez que bajan de la sierras se destetan las crías y se venden como lechales.
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TIPIFICACIÓN Y VALORACIÓN DE LOS RECURSOS Las condiciones ecológicas de un territorio (clima, suelo, etc.) junto con el grado de explotación antrópica al que es o ha sido sometido, determinan las características estructurales y el espectro florístico de las comunidades vegetales presentes en él. La composición florística lleva implícita la producción y calidad de la oferta forrajera, factores que varían estacionalmente en función de las características climáticas de la zona. La estructura determina la mayor o menor transitabilidad y, por tanto, la accesibilidad al pasto por el ganado. Finalmente, los factores abióticos pueden establecer además, ciertas limitaciones al uso ganadero dependiendo de aspectos tales como la pendiente, la mayor o menor capacidad de las comunidades vegetales para responder a las perturbaciones, la fragilidad de los suelos, etc. Todo ello significa que para establecer el potencial que presenta un determinado tipo de vegetación para alimentar al ganado y, por tanto, estimar su carga ganadera admisible, se deba partir del conocimiento de sus características estructurales, de su composición específica, y de los aspectos ambientales que limitan el uso (Ferrer y Canals, 2001). Estos aspectos serán tratados en este capítulo El estudio de la vegetación natural se ha efectuado a partir de los datos recopilados mediante la realización de 51 inventarios florísticos en campo. Estos inventarios han permitido caracterizar y tipificar la vegetación presente en el valle de Goñi y, de este modo, realizar la leyenda de la cartografía que se presenta. El recorrido y visita de todas las áreas ha permitido delimitar las unidades de vegetación (o recintos) sobre ortofotos a escala 1:25.000 y, tras su digitalización, conocer su extensión superficial. En el mapa cada unidad de vegetación viene representada por recintos cerrados identificados con su correspondiente código y abreviatura. Del total de inventarios florísticos llevados a cabo, 29 se han realizado siguiendo el denominado “método de los puntos” (Point Quadrat Method). Ello ha permitido obtener una buena estima del porcentaje de recubrimiento de las diferentes especies presentes y valorar, a partir de estos datos, el potencial forrajero de la comunidad mediante la estimación de su Valor Pastoral (Daget y Poissonet, 1972). El método fitológico del Valor Pastoral realiza una estimación del valor nutritivo de los pastos a partir del porcentaje de recubrimiento de la vegetación, de la contribución que realizan las diferentes especies vegetales a tal recubrimiento y del valor individual de cada especie en términos de su valor alimenticio. El índice VP es un valor que nos orienta sobre la calidad de los pastos expresada en una escala adimensional que varía entre 0 y 100. Sin embargo, no proporciona información sobre la oferta forrajera y, por consiguiente, sobre la carga ganadera admisible (a lo sumo nos informa, por ejemplo, que un pasto con VP = 24 tiene doble valor que otro con VP = 12). Se obtienen estimaciones que relacionan el VP con la oferta forrajera expresada en términos energéticos (UF/ha/año 1 = 60 * VP). Los resultados obtenidos de la tipificación y valoración de los recursos del valle de Goñi se presentan a continuación. Primeramente se indica una clave simplificada de reconocimiento de los tipos de vegetación -arbóreas, arbustivas y herbáceas- identificadas en el valle. Posteriormente se describe, mediante una ficha modelo, el modo sencillo y práctico que se ha elegido para presentar toda la información recopilada (elementos de reconocimiento, composición florística, usos ganaderos, valor pastoral,....) de capa tipo de vegetación del valle.
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CLAVE SINTÉTICA DE IDENTIFICACIÓN DE LOS TIPOS DE VEGETACIÓN
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Clave síntesis de las comunidades arboladas identificadas en el valle de Goñi
Cobertura de especies arbóreas > 20%
Forestal arbolado
• Hayedos + Desarrollados sobre sustratos acidificados, como indica la presencia de especies acidófilas.
Hayedos acidófilos y ombrófilos
+ Desarrollados sobre sustratos calcáreos, en áreas dónde existe una buena retención de humedad.
Hayedos basófilos y ombrófilos
+ Hayedos de transición. Desarrollados sobre sustratos calcáreos, en áreas menos húmedas.
Hayedos basófilos y xerófilos
• Robledales de Quercus humilis desarrollados sobre sustratos calcáreos y con una cobertura de copas generalmente poco densa.
Robledales de Quercus humilis
• Comunidades dominadas por especies del género Acer (Acer monspessulanum y, en menor medida, Acer campestre).
• Plantaciones de Pinus nigra en su mayoría densas, en estado de latizal (∅ pies < 20cm) o fustal (∅ pies > 20cm).
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Arcedas
Plantación de coníferas
Clave síntesis de las comunidades arbustivas identificadas en el valle de Goñi
Cobertura de especies arbóreas < 20%
Forestal no arbolado
♠Cobertura de arbustos > 20%
Matorral
• Espinares + Comunidades con elevada presencia de endrino (Prunus spinosa). La cobertura total del estrato arbustivo, formado por diversas especies leñosas, varía entre el 30-70%. + Comunidades dominadas por el espino albar (Crataegus monogyna). Son frecuentes en las orlas y claros del hayedo.
Espinares de Prunus spinosa Espinares de Crataegus monogyna
• Comunidades dominadas por el enebro (Juniperus communis) Sustratos de diversa índole, preferentemente calizos. La cobertura del estrato arbustivo es variable (20-75%) y variable es la cohorte de arbustivas acompañantes que en algunos casos llegan a codominar.
Enebrales de Juniperus communis
• Comunidades con elevada cobertura de boj (Buxus sempervirens). Se trata en su mayoría de bujedos cerrados (cobertura hasta del 90%). Se distribuyen principalmente en vertientes soleadas.
• Comunidades con alto recubrimiento de biércol (Erica vagans). Sustratos de diversa índole, preferentemente calizos. Cobertura del estrato arbustivo >30%. Cohorte de especies acompañantes diversa.
Bujedos
Brezales de Erica vagans
• Matorrales en los que desempeñan un importante papel diferentes rosáceas espinosas, como las especies del género Rosa spp. y, en menor proporción, Rubus spp. Se desarrollan frecuentemente en la orla forestal de hayedos y robledales.
• Matorral de aspecto almohadillado donde domina la otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis), presentando una alta cobertura (60-90%).
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Rosaledas
Matorrales de otabera
Clave síntesis de las comunidades herbáceas identificadas en el valle de Goñi
Cobertura de especies arbóreas < 20%
Forestal no arbolado
♠Cobertura de arbustos < 20%
Pastos herbáceos
• Pastos mesófilos densos (Cob > 70%) desarrollados sobre sustratos preferentemente básicos y suelos profundos. La abundancia de la gramínea perenne Cynosurus cristatus indica pastoreos frecuentes.
Mesófilos de Cynosurus cristatus y Trifolium repens
• Pastos mesófilos densos (Cob > 70%) desarrollados sobre sustratos preferentemente básicos y suelos profundos y algo lavados. Dominados por gramíneas perennes que se agostan tardíamente.
Mesófilos de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris
• Pastos mesoxerófilos más o menos densos asentados sobre sustratos básicos en los que se alternan suelos someros y pedregosos con otros más profundos. Dominados por graminoides perennes de escasa talla que se agostan con relativa rapidez.
Basófilos mesoxerófilos de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr.
• Pastos basófilos xerófilos de rápido agostamiento estival.
+ Pastos petranos, de escasa densidad y talla. Se desarrollan sobre suelos someros y pedregosos (>20% piedras). Abundan las especies sufruticosas rastreras.
+ Pastos densos desarrollados en laderas soleadas y secas.
Basófilos xerófilos de Festuca ovina gr. con Koeleria vallesiana Basófilos xerófilos de Festuca ovina gr. con Brachypodium retusum
• Pastos densos (Cob > 60 %) propios de suelos arcillosos desarrollados sobre margas, que se encharcan con facilidad. Dominados por la ciperácea Carex flacca.
De Carex flacca
• Pastos densos (Cob > 60 %) de influencia mediterránea. En laderas soleadas. Se caracterizan por la dominancia del fleo (Phleum pratense) y por la abundancia y diversidad de leguminosas.
De Phleum pratense
• Pastos densos (Cob > 60%) de influencia mediterránea. Sobre sustratos eutótrofos, ricos en materia orgánica humificable debido a una actividad pastoral continuada. Con especies perennes y anuales de escasa talla.
• Comunidades de cobertura variable que presentan diversidad de especies anuales propias de
Majadales eutótrofos de Poa bulbosa ssp. vivípara
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FICHAS DESCRIPTIVAS DE LOS TIPOS DE VEGETACIÓN
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Ficha explicativa:
Comunidad vegetal El color indica el grupo fisionómico en el que se incluye el tipo de vegetación
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO
Abreviatura en el mapa
Fotografía de reconocimiento
Se incluyen las características más relevantes para reconocer de forma sencilla la comunidad vegetal (especie vegetal dominante, topografía, suelos,..). Se incluye información acerca de su estructura vegetal, su localización en el territorio y la superficie que aproximadamente ocupa.
2- COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Se enumeran las especies con mayor representación en cada estrato (arbóreo, arbustivo y leñoso.
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Asignación fitosociológica: Se señala la unidad taxonómica a la que pertenece la comunidad.
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Variabilidad: Se comenta la variabilidad que puede presentar la composición florística de la comunidad en función de distintas influencias climáticas, edáficas, etc.
3 – USOS GANADEROS Se indican los usos ganaderos, pasados y actuales, de la comunidad.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Se describe el estado general de conservación de la comunidad en función de parámetros observables sobre el terreno (signos de erosión, plantas indicadoras, grado de regeneración de los estratos leñosos, etc).
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5 - VALOR PASCÍCOLA Se ofrece información acerca del valor forrajero de la comunidad expresado en términos energéticos (UF/ha/año). Se estima este parámetro aplicando el método florístico del valor pastoral. Se señala la variabilidad que puede existir en este valor en función de parámetros fácilmente medibles (proporción de una determinada especie, porcentaje de suelo desnudo, etc).
Se incluye un gráfico donde se representa el valor forrajero de la comunidad (en UF/ha/año), referenciada con el resto de comunidades pertenecientes al mismo tipo fisionómico (arbolado, matorral o pasto herbáceo). El rombo indica el valor promedio, y las líneas, en caso de existir, el rango de variabilidad encontrado (máximos y mínimos). En color se indica la comunidad en estudio.
Se indican otras características de la comunidad que pueden afectar su interés pastoral como, por ejemplo, el grado de estacionalidad de la producción.
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Se señala la evolución previsible de la vegetación y se indican los posibles cambios que pueden ocurrir en función de cambios en sus modos de aprovechamiento. Se realizan recomendaciones de carácter general y orientativo, útiles para llevar a cabo un manejo racional y sostenible de los recursos natur1ales existentes en la comunidad.
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Hayedos acidófilos y ombrófilos
Fsa 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Bosques dominados por el haya (Fagus sylvatica), desarrollados sobre sustratos acidificados. Se reconocen por la presencia de especies acidófilas como el acebo (Ilex aquifolium). Se han inventariado en las estribaciones occidentales del valle de Goñi, lindando con la sierra de Andia, donde, debido a las frecuentes nieblas, se presume un importante lavado de los primeros horizontes edáficos. Ocupan una superficie aproximada de 225 ha. La cobertura arbórea es variable aunque la mayor parte de las superficies son hayedos densos (cobertura >60%), en los que la cobertura de herbáceas y arbustivas es escasa y la cantidad de mantillo importante.
Ilex aquifolium L.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbóreas: Fagus sylvatica. Arbustivas: Crataegus monogyna, Ilex aquifolium, Prunus spinosa. Herbáceas: Agrostis capillaris, Poa trivialis, Veronica serpyllifolia, Sedum forsterianum, Trifolium repens, Festuca heterophylla.
-
Asignación fitosociológica: Saxifrago hirsutae-Fagetum sylvaticae
-
Variabilidad: el desarrollo del sotobosque varía en función de la cabida cubierta del estrato arbóreo, que modula la entrada de luz. En las orlas del hayedo y demás zonas abiertas se desarrolla un estrato arbustivo importante con elevada presencia de espinos y zarzas.
3 – USOS GANADEROS Los hayedos se aprovechan principalmente para la producción de madera, mediante la realización de aclareos sucesivos uniformes. En los últimos años el aprovechamiento forestal en Goñi ha sido escaso. También el uso pastoral del hayedo es limitado y se concentra en las zonas cercanas a los rasos. Las orlas de hayedo fronterizas con Andia han sido tradicionalmente zonas de intenso uso pastoral y en ellas se encuentran muchas infraestructuras pastoriles ligadas al aprovechamiento extensivo del ovino. En la actualidad este sistema de producción ha desaparecido, el ovino es inexistente en el valle y las infraestructuras ganaderas están abandonadas. Se observa sin embargo un cierto uso pastoral estival por vacuno y equino que pastorea en los claros y sestea en los ombríos.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN En las del orlas del hayedo, en la cercanía de antiguas bordas y rediles se observa de forma localizada la proliferación de vegetación nitrófila (saúcos, ortigas,…)
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5 - VALOR PASCÍCOLA
2000
El valor pascícola del hayedo viene determinado por la cobertura de copas, la proporción de suelo desnudo y la presencia y calidad de las herbáceas de su sotobosque. Estos parámetros marcarán la variabilidad del valor pascícola de la comunidad.
UF/ha/año
1500
En Goñi, un hayedo acidófilo con una cabida cubierta próxima al 100% y un porcentaje de suelo desnudo y mantillo del 30% presenta un valor forrajero cercano a las 740 UF/ha/año. Este valor, nada desdeñable, es debido a la relativa abundancia en el sotobosque de algunas especies de interés pastoral como Poa trivialis, Trifolium repens, Festuca heterophylla y Agrostis capillaris.
1000
500
0 Ac
Qp
Fsb1
Fsa
Fsb2
Las hojas de haya, por otra parte, proporcionan un forraje de escaso valor forrajero debido a su baja digestibilidad.
Veronica serpyllifolia (Dikson) Syme
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La dinámica y evolución del hayedo puede verse afectada por la existencia de ramoneo del ganado. Dada la escasa presencia de animales en el valle y a su localización en determinadas áreas no parece que se den dificultades serias para la regeneración de las masas forestales, a excepción de las áreas próximas a los rasos, dónde las actividades ganaderas son más frecuentes y el ganado pasa largo tiempo sesteando. Tras los turnos de corta, en zonas de intensa regeneración forestal, se han llevado a cabo acotados con el fin de evitar los efectos nocivos del ramoneo en árboles jóvenes. Se trata ésta de una práctica adecuada así como lo sería también el aclareo de los hayedos más evolucionados para conseguir pies de mayor diámetro y calidad y, a su vez, aumentar la cantidad y el valor forrajero del sotobosque herbáceo para su uso pastoral (silvopastoralismo).
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Hayedos basófilos y ombrófilos
Fsb1 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Bosques dominados por el haya (Fagus sylvatica), desarrollados sobre sustratos calcáreos. Se ubican en áreas dónde existe una buena retención de humedad en las zonas más húmedas del sector occidental del valle de Goñi, formando mosaicos y conviviendo con hayedos basófilos xerófilos. En la mayoría de los casos la cabida cubierta del haya es elevada, próxima al 100%. La acumulación de mantillo es importante y el recubrimiento arbustivo y herbáceo escaso, salvo en las orlas del hayedo y en algunas superficies de aspecto adehesado donde la cobertura herbácea es considerable y mantiene un aspecto verde cuando las herbáceas de comunidades próximas están agostadas. Ocupa este bosque algo más de 600 ha de las cuales cerca de 48 son superficies acotadas.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbóreas: Fagus sylvatica. Arbustivas: Crataegus monogyna, Rubus sp., Rosa sp. Herbáceas: Brachypodium sylvaticum, Sanicula europaea, Carex sylvatica, Hordelymus europaeus.
-
Asignación fitosociológica: Carici sylvaticae-Fagetum sylvaticae
-
Variabilidad: Según Peralta (2000), en el valle de Goñi pueden diferenciarse cuatro variantes de hayedos basófilos ombrófilos: Variante de suelos someros: es la variante más generalizada y se ubica en suelos no muy profundos dónde no suele aflorar la roca. Variante de zonas fuertemente karstificadas: en áreas dónde la roca aflora. Se desarrollan en algunas áreas limítrofes del valle de Goñi con Andia. Variante de laderas de fuerte pendiente: en laderas dónde existe un importante aporte lateral de materiales. En las caídas de Goñi sobre el valle de Ollo convive esta variante junto con hayedos basófilos xerófilos. Variante de suelos ricos en materia orgánica: es una variante poco frecuente en el valle y se localiza en los suelos más profundos y enriquecidos.
3 – USOS GANADEROS En la actualidad, el uso forestal de los hayedos de Goñi es escaso y está limitado a las áreas de fácil acceso. El aprovechamiento del haya se realiza mediante aclareos sucesivos uniformes. Las masas de regeneración se encuentran excluidas al ganado. En siglos pasados, las orlas de hayedo fronterizas con Andia fueron zonas de intensa actividad pastoral como denota la existencia de numerosas y complejas infraestructuras pastoriles. En la actualidad el sistema de producción de ovino extensivo ha desaparecido en el valle aunque se mantiene un aprovechamiento pastoral por vacuno y equino, que pastorea los claros de hayedo y las áreas adehesadas y sestea en los ombríos.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN En las del orlas del hayedo, en la cercanía de antiguas bordas y rediles se observa de forma localizada abundante vegetación nitrófila (saúcos, ortigas,…) . 21
5 - VALOR PASCÍCOLA 20 00
15 00
UF/ha/año
El valor forrajero de estos hayedos promedia 744 UF/ha/año aunque puede llegar a existir una gran variabilidad determinada por 1) la cobertura de copas, 2) la proporción de suelo desnudo y mantillo y, 3) la calidad y abundancia de las herbáceas de su sotobosque. Así, por ejemplo, en los inventarios realizados los valores encontrados han oscilado entre las 250 UF/ha/año (cabida cubierta del 100%, 90% de mantillo y dominancia de Brachypodium spp. Carex sylvatica y Hepatica nobilis) y las 1.240 UF/ha/año (80% de cabida cubierta, 7% de mantillo y relativa abundancia de Festuca rubra gr., Poa trivialis y Cynosurus cristatus entre otras).
10 00
5 00
0 Ac
Qp
Fsb1
Fsa
Fsb2
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Dada la escasa presencia de animales en el valle y a su localización en determinadas áreas no parece que se den dificultades serias para la regeneración de las masas forestales. En orlas forestales y áreas cercanas a los rasos se definen zonas de mayor uso pastoral, en las que se desarrolla un sotobosque herbáceo de gran valor, no sólo por las unidades forrajeras que aporta sino por su interés estratégico, al aportar pasto fresco y verde cuando los rasos vecinos están agostados. Tras los turnos de corta, en zonas de intensa regeneración forestal, se han llevado a cabo acotados con el fin de evitar los efectos nocivos del ramoneo en árboles jóvenes. Se trata ésta de una práctica adecuada así como lo sería el aclareo de los hayedos más evolucionados para conseguir pies de mayor diámetro y calidad y, a su vez, aumentar la cantidad y el valor forrajero del sotobosque herbáceo.
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Hayedos basófilos y xerófilos AQUI
Fsb2
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Bosques dominados por el haya (Fagus sylvatica) y desarrollados sobre sustratos calcáreos, que se caracterizan por la presencia de numerosas especies de los robledales de roble peloso, con los que contactan (Peralta, 2000). Se desarrollan en diferentes lugares del valle, formando mosaicos tanto con otros tipos de hayedo como con los bosques de roble pubescente. Ocupan algo más de 300 ha. y aparecen en las estribaciones más meridionales del valle (concejo de Azanza), en laderas norte, y también en las áreas más septentrionales (Goñi) en laderas termófilas. Se trata de un hayedo con un importante séquito de leñosas acompañantes, que se diversifica aún más a medida que se desciende en altitud y se conecta con el dominio del roble pubescente. La cobertura del haya es muy variable, conviviendo y compitiendo con diversas arbustivas (Buxus sempervirens, Prunus spinosa, Crataegus monogyna, Juniperus communis), que en las áreas menos rocosas y más termófilas alcanzan tal grado de desarrollo y regeneración que forman un bosque cerrado de difícil transitabilidad.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbóreas: Fagus sylvatica, Acer monspessulanum, Quercus humilis. Arbustivas: Crataegus monogyna, Buxus sempervirens, Juniperus communis, Prunus spinosa, Rubus sp., Rosa sp., Genista hispanica ssp. occidentalis. Herbáceas: Carex flacca, Agrostis capillaris, Brachypodium pinnatum, Avenula pratensis, Festuca rubra.
-
Asignación fitosociológica: Epipactido helleborines-Fagetum sylvaticae
-
Variabilidad: Según Peralta (2000) pueden diferenciarse en la zona dos variantes: Variante termófila y xerófila con boj: se reconoce por la presencia de boj. En el valle de Goñi alcanza una buena representación en áreas meridionales de Azanza. Variante mesófila con Carex flacca: se caracteriza por la presencia de esta ciperácea, propia de suelos arcillosos con humedad variable. En Goñi se ha identificado esta variante en laderas soleadas y pedregosas.
3 – USOS GANADEROS Los hayedos basófilos xerófilos están aprovechados por vacuno y equino, que pastorea las orlas forestales y las áreas adehesadas reverdecidas, sestea en los ombríos y ejerce un importante efecto ramoneador sobre todo tipo de leñosas. El uso forestal es escaso y limitado a las áreas de fácil acceso y maniobrabilidad.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN En áreas localizadas el efecto ramoneador del ganado puede dificultar la regeneración del hayedo. Haya ramoneada 23
5 - VALOR PASCÍCOLA 2000
El valor promedio de esta comunidad no difiere de la de otros hayedos, girando entorno a las 760 UF/ha/año. Como se ha comentado anteriormente, la variabilidad en el valor forrajero viene determinada por 1) la cobertura de copas, 2) la proporción de suelo desnudo y mantillo y, 3) la calidad y abundancia de las especies herbáceas de su sotobosque.
UF/ha/año
1500
1000
500
El ramón de haya presenta escaso valor pascícola. En muchos casos, la proporción de afloramientos rocosos y de piedras es tan elevada que disminuye de forma importante el recubrimiento herbáceo del sotobosque y por tanto el valor forrajero de la comunidad.
0 Ac
Qp
Fsb1
Fsa
Fsb2
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La evolución de estos hayedos está condicionada por el grado de ramoneo del ganado. El ramoneo de las ramillas, hojas y brotes tiernos de los brinzales y los árboles jóvenes de haya dificulta la regeneración del arbolado, sin embargo, el ramoneo del séquito de especies leñosas acompañantes facilita la transitabilidad del bosque y favorece el desarrollo de un tapiz herbáceo continuo en aquellas zonas dónde la escasa pedregosidad lo permite. Tras los turnos de corta, las zonas de intensa regeneración forestal deben protegerse mediante acotados y, por el contrario, debe facilitarse el ramoneo en aquellas áreas dónde la regeneración arbustiva alcanza niveles tales que ocasiona un bosque cerrado, con gran acumulación de biomasa combustible y difícil transitabilidad. En todos los casos, se trata de una práctica adecuada el aclareo de los hayedos más evolucionados para conseguir pies de mayor diámetro y calidad y, a su vez, aumentar la cantidad y el valor forrajero del sotobosque herbáceo (creación de sistemas adehesados de aprovechamiento mixto, silvopastoral).
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Robledales de Quercus humilis AQUI
Qp
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Bosques dominados por el roble pubescente (Quercus humilis), desarrollados sobre sustratos calizos. El grado de cobertura arbórea es variable, identificándose algunos bosquetes densos (cobertura > 60%) y otros muchos ralos (cobertura 20-60%). La presencia de otros árboles es frecuente (Acer campestre, Acer monspessulanum, Sorbus aria, Fagus sylvatica, Prunus spp.). Las especies arbustivas, muy diversificadas, ocupan un porcentaje de cobertura total muy elevado (hasta del 70% en muchos casos). Quercus humilis Miller.
Se desarrollan en todo el valle por debajo de la cota altitudinal del hayedo, con el que contactan y forman extensos mosaicos con gran diversidad de especies vegetales. Ocupan en total unas 710 ha. en el valle.
2- COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbóreas: Quercus humilis, Acer campestre, Acer monspessulanum, Sorbus aria, Fagus sylvatica. Arbustivas: Buxus sempervirens, Prunus spinosa, Crataegus monogyna, Crataegus laevigata, Juniperus communis, Rosa arvensis, Rubus sp., Erica vagans, Genista hispanica ssp. occidentalis, Quercus coccifera. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Dactylis glomerata, Cynosurus echinatus, Festuca rubra.
-
Asignación fitosociológica: Roso arvensis-Quercetum humilis
-
Variabilidad: En Goñi pueden diferenciarse las siguientes variantes (Peralta, 2000): Variante navarro-alavesa típica: es la variante más frecuente, propia de suelos desarrollados sobre materiales calcáreos, no someros ni demasiado húmedos. En campo se reconoce por la ausencia de boj y por la presencia de especies como Acer campestre, Crataegus laevigata y Prunus spinosa, entre otras. Variante navarro-alavesa con boj: presenta carácter termófilo y xerófilo y se caracteriza por la presencia de boj. En Goñi esta variante se ha reconocido al sur del valle, en los concejos de Azanza, Urdanoz y Munarriz.
3 – USOS GANADEROS Tradicionalmente este tipo de bosque se ha aprovechado para la obtención de leñas, la producción de carbón y el pastoreo de las bellotas. Se comprueba en la actualidad un cierto ramoneo por vacuno y caballar. En áreas localizadas se observan robledales de aspecto adehesado, que conservan unos pocos árboles padres bien desarrollados, y dónde el porcentaje de recubrimiento de arbustivas disminuye y permite el desarrollo de un estrato herbáceo de buen valor pastoral.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Los robledales de Quercus humilis raramente forman bosques densos. Aunque quizás ello sea una característica común de muchos bosques de vegetación submediterránea es cierto también que se trata de comunidades que han sufrido desde tiempos seculares un importante grado de impacto humano (Folch et al., 1986). 25
5 - VALOR PASCÍCOLA 2000
El valor forrajero medio de los robledales de Quercus humilis es de 597 UF/ha/año. La variabilidad encontrada, entre 260 y 933 UF/ha/año, se relaciona con la proporción de suelo desnudo y con el grado de recubrimiento de especies leñosas, factores ambos que afectan directamente el mayor o menor desarrollo del tapiz herbáceo del sotobosque.
UF/ha/año
1500
1000
500
Aunque el valor forrajero que presentan no es elevado, su interés estratégico es importante por la posibilidad de ofertar un tapiz herbáceo que se mantiene verde durante más tiempo que las comunidades herbáceas vecinas
0 Ac
Qp
Fsb1
Fsa
Fsb2
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN El abandono o la disminución del aprovechamiento forestal y ganadero de este bosque favorece un elevado grado de regeneración de la masa arbustiva que adquiere tal desarrollo que limita la transitabilidad. Esto es evidente en muchas áreas del valle de Goñi. Sería interesante definir el uso que se desea realizar en los diferentes recintos de Quercus humilis. Algunos de ellos podrían continuar el proceso de regeneración hacia formas más complejas pero otros, especialmente los asentados sobre terrenos poco pedregosos y en áreas preferentemente llanas, podrían destinarse a la formación de montes huecos, adehesados, que presentarían un gran interés pastoral y permitirían un pastoreo más dilatado en el tiempo de los recursos naturales del valle.
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Acedera de Acer monspessulanum
Ac 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Recintos boscosos dominados por especies del género Acer (Acer monspessulanum y, en menor medida, Acer campestre). Constituyen etapas de sustitución de los robledales de Quercus humilis El grado de recubrimiento del estrato arbustivo es variable, superior al 20%. Ocupan pequeños recintos en el concejo de Goñi, en total unas 17 has. Forman mosaicos con los robledales de Quercus humilis.
Acer monspessulanum L.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbóreas: Acer monspessulanum, Acer campestre, Quercus humilis, Fagus sylvatica Arbustivas: Crataegus monogyna, Crataegus laevigata, Rosa sp., Rubus sp., Erica vagans. Herbáceas: Melica uniflora, Festuca rubra gr., Brachypodium pinnatum, Stellaria holostea, Geranium robertianum, Viola sp.
-
Asignación fitosociológica: Quercetum humilis
-
Variabilidad: La variabilidad está determinada por la mayor o menos presencia del roble y por la cabida cubierta que alcanza en total el estrato arbóreo (entre un 40 y un 90% aproximadamente), que determina en gran manera las características del sotobosque herbáceo (mayor o menor presencia de mantillo, abundancia de especies de carácter nemoral,….).
3- USOS GANADEROS Pastoreo laxo de vacuno y equino, previsiblemente en época primaveral y otoñal, dada su cercanía al núcleo urbano. Algunas de las zonas son utilizadas por el ganado como sesteaderos.
4- SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se observan problemas de erosión. En áreas abandonadas, la elevada regeneración de las especies arbustivas dificulta la transitabilidad.
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5 - VALOR PASCÍCOLA
2000
El valor de la arceda muestreada se acerca a las 375 UF/ha/año. Se trata de una comunidad de escaso interés pastoral por el parco recubrimiento herbáceo que ofrece y por la abundancia de gramíneas de escaso valor como Melica uniflora y Brachypodium pinnatum.
UF/ha/año
1500
La mayor o menor abundancia de vegetación nemoral y el grado de recubrimiento del estrato arbustivo marcan el valor pascícola de la comunidad.
1000
500
0 Ac
6 – DINÁMICA Y
Qp
Fsb1
Fsa
Fsb2
RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN
La formación de comunidades arbóreas dominadas por arces es poco frecuente. Bajo condiciones ambientales no perturbadas la etapa más madura sería la constituida por el bosque de roble peloso y los arces formarían parte de su séquito (Aseginolaza et al., 1996). El aclareo del robledal auspiciado por la intensa actividad humana, ancestral, sobre el mismo (leña, carboneo, ramón,...) y favorecido por su frecuente localización sobre laderas pedregosas ha ocasionado que se desarrollen comunidades arbóreas de escasa cabida cubierta dónde, bajo elevadas presiones, deja de dominar el roble y domina su séquito de leñosas arbóreas y arbustivas. En las áreas de mayor actividad ganadera se observa un importante número de plantones de árboles ramoneados. El abandono de la actividad pastoral sobre esta comunidad permitiría previsiblemente la lenta recuperación del bosque de roble peloso.
Acer campestre L.
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Espinares de Prunus spinosa
Prs 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Comunidades con elevada presencia de espino (Prunus spinosa), frecuentes en claros de bosques caducifolios. Se localizan preferentemente en el sector occidental del valle, en los concejos de Goñi, Urdánoz y Munárriz en áreas de cierta altitud (850-1.050m). Ocupan una superficie considerable, cercana a las 100 ha. Se trata en su mayoría de espinares bastante densos, en que la cobertura total del estrato arbustivo, formado por diversas especies, es importante (oscila entre el 30% y el 70%), aunque la cobertura media de espino gira alrededor del 20%. En algunas de estas áreas el grado de regeneración y altura alcanzada por la vegetación arbustiva es considerable. También aparecen de forma dispersa especies arbóreas como Fagus sylvatica y Acer campestre y, en menor medida, Quercus humilis.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Crataegus monogyna, Rubus sp., Rosa sp., Erica vagans, Juniperus communis, Genista occidentalis y en las áreas más meridionales (Munarriz), Buxus sempervirens. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Festuca rubra gr. Agrostis capillaris, Carex flacca, Cynosurus cristatus.
-
Asignación fitosociológica: Prunetalia spinosae.
-
Variabilidad: A medida que nos desplazamos hacia el sector sudeste del valle los espinares pierden el carácter puramente atlántico y se enriquece el séquito de especies leñosas con taxones como Quercus humilis y Buxus sempervirens.
3- USOS GANADEROS Las condiciones de infrapastoreo son frecuentes. Muchos espinares observados parecen provenir de comunidades de pasto herbáceo que han evolucionado a espinar tras el abandono de prácticas ganaderas intensas. El pastoreo, en otros tiempos de ovino, ha sido sustituido por un pastoreo menos selectivo de vacuno y, en menor proporción, equino. Sorprende, en las zonas fronterizas con la sierra de Andía, la baja intensidad pastante que parecen soportar las superficies del valle de Goñi comparadas con las pastos pelados de Andia.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Elevado grado de regeneración del estrato arbustivo, especialmente en las áreas intermedias (áreas de comunal, alejadas de los pueblos pero sin ser carácter de estivadero). No se observan en general problemas de erosión.
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2000
5 - VALOR PASCÍCOLA
Se trata de pastos cuya oferta energética no difiere significativamente de la aportada por los brezales y enebrales encontrados en el valle.
UF/ha/año
1500
El valor forrajero de los espinares de Prunus spinosa varía entre 576 UF/ha/año y 1.062 UF/ha/año. Estas oscilaciones en su valor dependen de la cobertura total del estrato arbustivo y de la calidad del pasto herbáceo (pastos mesofíticos de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris y pastos de Carex flacca principalmente).
1000
500
0 Go
Bs
Rs
Prs
Ev
Jc
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Prunus spinosa es una especie muy frecuente y abundante en toda la zona media de Navarra, bien formando parte del sotobosque de bosques caducifolios, bien como componente principal de espinares y zarzales. Como se ha indicado anteriormente, el desarrollo de los espinares de Prunus spinosa en el valle parece relacionarse con una primera etapa de recuperación del bosque, tras la disminución o el abandono de la actividad pastoral sobre comunidades de pasto herbáceo. Ello es especialmente evidente en las áreas limítrofes con la sierra de Andia. Algunos espinares de Prunus spinosa se encuentran en una fase de desarrollo incipiente como lo indica el bajo porte del espino y el importante recubrimiento del estrato herbáceo. En estas áreas, la recuperación de una cubierta herbácea continua de mayor calidad forrajera es un hecho que se puede llevar a la práctica bien utilizando ganado equino desbrozador, bien realizando ligeras rozas en las áreas más accesibles y llanas. Por otra parte, no cabe olvidar que el endrino tiene otros usos (pacharán) y que presenta un importante valor ecológico (fuente de alimento para fauna salvaje) que justifican también su mantenimiento, especialmente en las áreas donde su grado de recuperación es ya importante.
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Enebrales de Juniperus communis
Jc
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Comunidades arbustivas en las que domina el enebro (Juniperus communis). Aparecen con preferencia en la mitad sur del valle de Goñi, en distintos recintos dispersos de los concejos de Urdánoz, Azanza y Munárriz. Ocupan una superficie aproximada de 150 ha.
Se observa una importante variabilidad en cuanto a la cobertura del estrato arbustivo. En algunas áreas el enebral es cerrado y de gran talla (> 2m), y presenta porcentajes de cobertura cercanos al 75%. En otras áreas su cobertura se aproxima al 20%, su grado de desarrollo es menor y su distribución es dispersa, formando amplios mosaicos con el pasto herbáceo. La cohorte de especies arbustivas acompañantes es variable, en algunos casos llegan a codominar con el enebro y en otros casos su presencia es muy reducida.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Juniperus communis, Prunus spinosa, Erica vagans, Buxus sempervirens, Genista hispanica ssp. occidentalis. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Anthyllis vulneraria, Hippocrepis comosa, Avenula sulcata, Koeleria vallesiana.
-
Asignación fitosociológica: Calluno-Ulicetea.
3 – USOS GANADEROS Como en muchas otras superficies del valle, las condiciones de infrapastoreo y de abandono son frecuentes. La mayor presión pastante se observa en las áreas de mosaico, dónde la cercanía con el pasto herbáceo favorece un mayor aprovechamiento del enebral, aún así, el aprovechamiento nunca llega a ser muy intenso.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se observan problemas de erosión.
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2000
5 - VALOR PASCÍCOLA El valor energético de los enebrales varía aproximadamente entre las 500 UF/ha/año y las 1.000 UF/ha/año. La variabilidad es elevada pues el grado de cobertura alcanzada por el estrato arbustivo condiciona el valor forrajero de esta comunidad.
UF/ha/año
1500
Dado que el enebro presenta una gran amplitud ecológica, los pastos herbáceos que le acompañan pueden ser muy distintos y de calidades forrajeras muy contrastadas (pastos de Carex flacca, pastos de Festuca ovina gr. y pastos de Festuca rubra gr. en sus distintas variantes). Ello afectará también el valor forrajero del enebral.
1000
500
0 Go
Bs
Rs
Prs
Ev
Jc
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Ó En la mayor parte de las superficies de enebral es evidente la ausencia o disminución de las prácticas pastoriles, dada la intensa regeneración del estrato arbustivo y la difícil transitabilidad. En caso de que se quisiera incrementar las superficies de pastoreo podría plantearse aumentar la cubierta herbácea a expensas de disminuir la cubierta leñosa de los enebrales, en aquellas áreas asentadas en terrenos llanos y suelos profundos, dónde se desarrollaría un pasto herbáceo mesofítico de buen valor forrajero. El desbroce de los enebrales podría realizarse entrando ganado equino desbrozador y utilizando cargas ganaderas instantáneas elevadas. La utilización de altas cargas requeriría la instalación de cierres temporales o bien la creación de áreas de querencia mediante la instalación de abrevaderos, etc en lugares cercanos (Ferrer y Canals, 2001). No hay que olvidar que las especies arbustivas presentes en el enebral rebrotan y se desarrollan con suma facilidad si no se da de forma continuada la suficiente carga ganadera para el mantenimiento del área desbrozada.
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Bujedos
Bs 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Comunidades dominadas por el boj (Buxus sempervirens). Se distribuyen principalmente en las vertientes soleadas de los concejos de Urdánoz y Munárriz. Son especialmente abundantes en las laderas que conforman la muga entre el valle de Goñi y el valle de Guesálaz. Ocupan una superficie cercana a las 150 ha.
Se trata en buena parte de bujedos cerrados, en que la cobertura total del estrato arbustivo es muy elevada (hasta del 90%) y dónde el boj domina sin excesiva competencia de otras especies arbustivas (con excepción en algunas áreas del enebro). En los bujedos más cerrados la altura y desarrollo alcanzados por esta especie son elevados (> 2m de altura). En las áreas más septentrionales de su distribución en el valle (comunales de Urdánoz) aparece de forma dispersa el haya (Fagus sylvatica) y en áreas más al sur (Munárriz), el roble pubescente (Quercus humilis).
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Buxus sempervirens, Juniperus communis, Prunus spinosa. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Carex flacca, Festuca ovina gr., Koeleria vallesiana.
-
Asignación fitosociológica: Buxo-Quercetum humilis.
-
Variabilidad: Se distinguen básicamente bujedos desarrollados sobre suelos petranos, acompañados por un estrato herbáceo caracterizado por Festuca ovina gr. y Koeleria vallesiana, y bujedos desarrollados sobre suelos arcillosos, dónde se hace presente la ciperácea Carex flacca.
3 – USOS GANADEROS En las áreas más transitables se observa cierto uso como sesteaderos de vacuno y caballar, como lo indican las abundantes excreciones encontradas. Sin embargo, las condiciones de infrapastoreo son frecuentes y el elevado desarrollo de la vegetación arbustiva ocasiona la intransibilidad de muchas zonas. En los bujedos más meridionales del valle se comprueba la práctica ausencia de presión pastante.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Elevado grado de regeneración del estrato arbustivo. No se observan, en las comunidades de boj visitadas, signos de pastoreo intenso ni problemas de erosión.
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2000
5 – VALOR PASCÍCOLA El valor forrajero del bujedo es bajo. El propio boj es una especie tóxica para el ganado (debido a sus contenidos en el alcaloide buxina) y, en general, la vegetación leñosa acompañante presenta escaso valor pastoral.
UF/ha/año
1500
Las posibles oscilaciones del valor forrajero del bujedo dependerán del grado de cobertura del estrato arbustivo y del tipo de pasto herbáceo que desarrolla. En coberturas arbustivas próximas al 40% y con un pasto herbáceo de Carex flacca (en suelos arcillosos) los valores forrajeros estimados se acercan a las 564 UF/ha/año. Cuanto mayor es el grado de cobertura leñosa y peor es la calidad del pasto herbáceo (p.e. pastos de Festuca ovina gr. y Koeleria vallesiana) menores son las unidades forrajeras aportadas por la comunidad.
1000
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Jc
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La dinámica que se observa en los bujedos es una elevada regeneración de las especies arbustivas y una pérdida del recubrimiento herbáceo, que conlleva una menor transitabilidad y un escaso aprovechamiento pastoral. Para la recuperación al pastoreo de los bujedos densos el desbroce biológico (por medio de animales desbrozadores) resulta impracticable dada la toxicidad del boj, que ocasiona el rehuso de los animales. En las áreas más favorables (suelos profundos, escasas pendientes) podrían plantearse desbroces mecánicos siempre y cuando las cargas ganaderas lo justificaran. En todo caso, estas áreas de densa cobertura son excelentes refugios de fauna salvaje y que presentan, por ello, un interés cinegético.
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Brezales de Erica vagans
Ev
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Comunidades arbustivas con alto recubrimiento de biércol (Erica vagans). Se reconocen preferentemente en el sector occidental del valle. Son frecuentes en terrenos comunales de Munárriz colindantes con la sierra de Andia y ocupan una superficie de unas 68 ha.
La cobertura del estrato arbustivo es elevada (superior al 30% en la mayoría de los casos). El biércol es una especie de gran amplitud ecológica, capaz de desarrollarse sobre sustratos de muy diversa índole (arcillosos, arenosos, petranos, ácidos, neutros,…), por ello la cohorte de especies arbustivas acompañantes es diversa y variable, así como el pasto herbáceo, que puede presentar distinta composición florística en función de las características edáficas dominantes.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Erica vagans, Juniperus communis, Prunus spinosa, Buxus sempervirens, Genista hispanica ssp. occidentalis. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Carex caryophyllea, Carex flacca, Festuca rubra gr., Helianthemum nummularium, Briza media.
-
Asignación fitosociológica: Calluno-Ulicetea.
3- USOS GANADEROS Pastoreo de vacuno y equino durante los meses estivales. La presión pastoral parece más intensa en las áreas colindantes con la sierra de Andia aunque también en algunas zonas localizadas del valle se observan ejemplares de biércol intensamente ramoneados que alcanzan escaso porte.
4- SIGNOS DE DEGRADACIÓN En general, se observan importantes superficies escasamente pastoreadas, dónde se da una intensa regeneración del estrato arbustivo. No se observan problemas de erosión.
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2000
5 - VALOR PASCÍCOLA
UF/ha/año
1500
El valor forrajero de los brezales gira entorno a las 815 UF/ha/año. Se trata de comunidades arbustivas de valor similar a los enebrales y a los espinares. Las oscilaciones respecto a este valor dependerán de la cobertura total del estrato arbustivo y del tipo de pasto herbáceo acompañante.
1000
500
El valor nutritivo del brezo es bajo, sin embargo, el ganado lo consume cuando el resto de recursos son escasos o están agostados.
6-
0 Go
Bs
Rs
Prs
Ev
Jc
DINÁMICA Y POSIBILIDADES DE EVOLUCIÓN Erica vagans es una especie arbustiva que muestra una gran adaptación al medio y que puede presentar interés, tanto como refugio de pequeños animales e insectos como por el aporte de forraje que supone en épocas de penuria de pasto herbáceo. La dinámica de los brezales es compleja ya que la intensidad del pastoreo, aunque es un factor importante, no parece ser el único determinante de la evolución de estas comunidades, en el que intervienen, entre otros factores, la ocurrencia de perturbaciones bióticas de topos y topillos (Canals y Sebastià, 2002). Aunque los desbroces no son recomendables sí se puede ejercer un control sobre el porte del brezo, evitando un excesivo desarrollo aéreo de éste, mediante un pastoreo continuado por ganado mayor. Estos animales pueden ejercer un mayor control del brezo que el ganado menor debido al efecto combinado del pisoteo y de su forma de consumo, poco selectiva, que arranca buena parte de la planta al pastarla (Osoro et al., 1999).
36
Rosaledas
Rs 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Matorrales en los que desempeñan un importante papel diferentes rosáceas espinosas, como las especies del género Rosa spp. y, en menor proporción, Rubus spp. Se desarrollan frecuentemente en la orla forestal de hayedos y robledales por lo que es frecuente encontrar ejemplares adultos dispersos de Fagus sylvatica, Acer spp., y Quercus humilis, así como arbustivas típicas de la orla forestal (las también rosáceas espinosas Prunus spinosa y Crataegus monogyna). El grado de recubrimiento del estrato arbustivo es variable, superior al 20%. Estos matorrales ocupan en el total del valle unas 65 ha. Se han identificado importantes superficies de rosaleda en el concejo de Goñi.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Rosa agrestis, Rosa micrantha, Rosa canina gr., Rubus sp., Crataegus monogyna, Prunus spinosa, Erica vagans. Herbáceas: Bromus erectus, Dactylis glomerata, Festuca ovina gr. Brachypodium pinnatum, Carex caryophyllea, Sanguisorba minor.
-
Asignación fitosociológica: Prunetalia spinosae.
-
Variabilidad: Aunque los géneros Rosa sp. y Rubus sp. están ampliamente representados en todo el valle, en pocos lugares adquieren dominancia frente a otras arbustivas. Se observa que, con mayor frecuencia, acaban dominando especies como Prunus spinosa y Crataegus monogyna y que los géneros anteriores pasan a formar parte de la cohorte de especies acompañantes.
3- USOS GANADEROS Pastoreo laxo del estrato herbáceo por vacuno y equino.
4- SIGNOS DE DEGRADACIÓN La presencia de esta comunidad es síntoma en muchos casos de un reciente abandono del aprovechamiento pastoral. En algunas áreas, la elevada regeneración de las especies arbustivas, su grado de espinosidad y su densidad, dificultan la transitabilidad. No se observan problemas de erosión.
37
2000
5 - VALOR PASCÍCOLA 1500
UF/ha/año
El valor forrajero de la rosaleda inventariada ha sido de 630 UF/ha/año. Se trata, sin embargo de un valor orientativo dada la elevada variabilidad que encontramos en este tipo de matorral, capaz de desarrollarse en ambientes muy diferentes.
1000
500
La elevada espinescencia de las especies arbustivas dominantes suponen un importante mecanismo defensivo contra la defoliación de ungulados salvajes y domésticos.
0 Go
Bs
Rs
Prs
Ev
Jc
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La rosaleda es un tipo de comunidad arbustiva de bajo nivel evolutivo. La dinámica natural de esta comunidad sería hacia el desarrollo de comunidades de matorral más evolucionadas (espinares de Crataegus monogyna y Prunus spinosa, por ejemplo). Dado que en muchas áreas el grado de matorralización es aún escaso, se podría plantear la realización de desbroces mecánicos en aquellos lugares donde las condiciones de medio lo permitan y la carga ganadera potencial lo justifique. Sería una modo de recuperar el pasto herbáceo en estas superficies y de incrementar con ello su valor pastoral.
38
Matorrales de otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis)
Go 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Matorrales bajos mediterráneos, de aspecto almohadillado debido a la elevada presencia de la otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis). Ocupan pequeños recintos en diferentes zonas del valle de suelos eutótrofos, generalmente en laderas de media altitud que rodean campos de cultivo. A pesar de su elevada fragmentación, la superficie total que ocupan no es desdeñable, próxima a las 190 ha. La cobertura del estrato arbustivo en estas comunidades suele ser muy alta (60-90%), aunque no alcanza un importante desarrollo vertical (aspecto almohadillado). La otabera es la especie dominante y la presencia de otras especies arbustivas (boj, enebro, zarzas,..) es escasa. Puede encontrarse algún ejemplar de roble pubescente de forma dispersa. Con frecuencia forman mosaicos con comunidades de pasto herbáceo mesoxerófilo.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Arbustivas: Genista hispanica ssp. occidentalis, Rubus sp., Rosa sp., Prunus spinosa, Juniperus communis. Herbáceas: Brachypodium pinnatum, Festuca rubra gr., Festuca ovina gr., Carex flacca, Centaurea jacea, Coronilla minima.
-
Asignación fitosociológica: Arctostaphylo-Genistetum occidentalis/Teucrio-Genistetum occidentalis.
-
Variabilidad: las variantes identificadas en el valle son las siguientes: - Variante mesoxerófila: Probablemente es la variante más frecuente en el valle. La otabera se acompaña de especies leñosas como Erica vagans y Juniperus communis y de la gramínea Brachypodium pinnatum (Peralta, 2000). - Variante xerófila: en laderas soleadas la comunidad se enriquece en especies mediterráneas como Brahcypodium retusum, Thymus vulgaris, Coronilla minima y Onobrychis viciifolia.
3 – USOS GANADEROS La otabera es una especie sin demasiado interés pastoral y en las comunidades en la que la presencia del arbusto es alta no se da pastoreo como demuestra el alto porte alcanzado por las gramíneas que crecen entre las matas de otabera.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Dada la cercanía de muchas de estas comunidades a los campos de cultivo en algunas áreas se han llevado a cabo roturaciones a fin de ampliar la superficie agrícola.
39
2000
5 - VALOR PASCÍCOLA 1500
UF/ha/año
Se trata de la comunidad arbustiva que ofrece el menor valor forrajero, sensiblemente inferior a las 300 UF/ha/año.
1000
500
0 Go
Bs
Rs
Prs
Ev
Jc
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La otabera es una especie pirófita. El origen de las comunidades de otabera en el valle se encuentra en las roturaciones e incendios provocados a lo largo de los años para favorecer la creación de campos de cultivo. Este matorral de bordes de tierras de labor presenta un importante valor ecológico por tratarse de zona de refugio de fauna salvaje, especialmente de aves. Se trata de una comunidad protegida dentro de la UE que debe su existencia a la intensa acción antrópica ejercida sobre sus comunidades predecesoras. Genista hispanica ssp. occidentalis podría ser consumida con especial intensidad por ganado equino, dada la elevada capacidad desbrozadora de este tipo de animal.
40
Pastos mesófilos de Cynosurus cristatus y Trifolium repens
CcTr 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos densos (Cob > 70%) desarrollados sobre suelos profundos, con el tapiz vegetal dominado por la gramínea perenne Cynosurus cristatus. En algunas áreas donde la actividad pastoral ha decrecido en los últimos años se comprueba la presencia de arbustos dispersos. Se localizan en diferentes áreas del valle, en recintos que han estado sometidos a una actividad ganadera prolongada, que ha favorecido la presencia de especies adaptadas al pastoreo. Ocupan pocas hectáreas (< 10 ha).
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Cynosurus cristatus, Trifolium repens, Carex caryophyllea, Lolium perenne, Phleum pratense, Achillea millefolium, Medicago lupulina, Lotus corniculatus, Plantago lanceolata, Eryngium campestre.
-
Asignación fitosociológica: Cynosurion cristati.
-
Variabilidad: En áreas de menor presión pastante y en suelos algo lavados se desarrollan pastos de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris. En áreas soleadas de mayor influencia mediterránea se observa una mayor presencia y diversificación de las leguminosas (Medicago sativa, Onobrychis viciifolia, Coronilla minima, Hippocrepis comosa, etc).
3 – USOS GANADEROS Pastos aprovechados por vacuno y caballar. En algunas de estas comunidades la talla alcanzada por la vegetación herbácea y el espigado de las gramíneas revela un escaso uso pastoral actual. La cercanía de algunos de estos recintos a los pueblos sugiere que su aprovechamiento se realiza en primavera, antes de la subida de los animales a los comunales más alejados, y a su vuelta en otoño.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN No son frecuentes.
41
2500
5 - VALOR PASCÍCOLA
2000
Estamos ante una de las comunidades de mayor interés pascícola, superando, de promedio, las 1.700 UF/ha/año de energía neta.
UF/ha/año
1500
Se trata de un pasto mesofítico denso en el que son frecuentes especies de gran valor pastoral como Trifolium repens, Lolium perenne, Cynosurus cristatus, Medicago lupulina y Lotus corniculatus, entre otras.
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Las comunidades herbáceas de Cynosurus cristatus y Trifolium repens son pastos de gran calidad que, por su carácter mesófilo, permiten un pastoreo dilatado en el tiempo: los suelos retienen bien la humedad y el pasto tarda en agostarse. Dado que la mayoría de superficies de pasto herbáceo del valle son comunidades que se secan con relativa facilidad (comunidades xéricas y mesoxéricas), el carácter estratégico del pasto de Cynosurus cristatus y Trifolium repens es importante, ofreciendo la posibilidad de obtener forraje verde cuando el resto de pastos están agostados. Desgraciadamente, ocupan escasas superficies en el conjunto del valle aunque su aumento se puede potenciar con una adecuada regulación del pastoreo en terrenos con buena capacidad de retención hídrica dado que son pastos favorecidos por las prácticas pastoriles prolongadas. Es un pasto muy adecuado para vacuno, el animal doméstico más abundante en el valle. Espigas de Cynosurus cristatus L.
42
Pp
Pastos mesófilos de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris
FrAca 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos densos (Cob > 70%) dominados por gramíneas perennes. Se desarrollan sobre sustratos básicos, en suelos profundos y algo lavados. Debido a la mayor capacidad de retención hídrica del suelo se agostan más tardíamente que los pastos xéricos y mesoxéricos. Es común la presencia de arbustos dispersos (Crataegus monogyna, Prunus spinosa, Erica vagans, Juniperus communis,…) y de algún pie de haya. Se han reconocido estas comunidades en el sector occidental del valle de Goñi, en áreas elevadas (1.000 m s.n.m.) lindantes con Andia, ocupando una escasa superficie (unas 12 ha.).
2- COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Festuca rubra gr., Agrostis capillaris, Carex caryophyllea, Pilosella pseudopilosella, Achillea millefolium, Plantago lanceolata, Lotus corniculatus, Trifolium repens.
-
Asignación fitosociológica: Jasonio laevis-Danthonietum decumbentis.
-
Variabilidad: En suelos menos profundos es sustituido por un pasto de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr. En áreas de mayor presión pastante evoluciona a un pasto dominado por Cynosurus cristatus y Trifolium repens.
3 – USOS GANADEROS En la actualidad estos pastos son aprovechados por vacuno y caballar. También son utilizados como sesteaderos, dada su localización en áreas frescas y elevadas. La abundancia de antiguas bordas y rediles revela que han sido áreas de gran uso pastoral aunque presumiblemente la carga ganadera que soportan en la actualidad ha disminuido.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Cerca de bordas y rediles prolifera una vegetación nitrófila que cubre importantes rodales. Se observa también la formación de caminos de vaca en las áreas más transitadas.
43
2500
5 - VALOR PASCÍCOLA
La variabilidad en este valor depende del recubrimiento que presentan las especies con mayor interés pastoral que son principalmente Trifolium repens, Trifolium pratense, Medicago lupulina y Agrostis capillaris, entre otras.
UF/ha/año
El valor forrajero de estos pastos es bueno y gira entorno a las 1.300 UF/ha/año.
2000
1500
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcT r
Pp
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La dinámica de esta comunidad depende en buen grado del nivel de perturbación biótica sufrido, principalmente pastoreo y actividades excavadoras de pequeños mamíferos. Una mayor intensidad del pastoreo implica la evolución hacia un pasto dominado por Cynosurus cristatus, especie que presenta una gran tolerancia a la defoliación y al pisoteo del ganado. Por el contrario, condiciones de infrapastoreo favorecen la regeneración del estrato arbustivo y el desarrollo del matorral. Respecto a las actividades de pequeños mamíferos, como topos y topillos, la elevada frecuencia de montículos de tierra revela la existencia de una importante actividad excavadora. La ocurrencia de perturbaciones de mediana intensidad es muy positiva desde el punto de vista ecológico, dado que favorece la coexistencia de distintas especies vegetales y genera una mayor diversidad florística (hipótesis de Grime). Finalmente, estas comunidades herbáceas, por su carácter mesófilo, permiten un pastoreo dilatado en el tiempo y ofrecen forraje verde al ganado cuando el resto de pastos herbáceos xéricos y mesoxéricos están agostados.
Espiga de Agrostis capillaris L.
44
Pastos basófilos mesoxerófilos de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr.
FrFo 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos más o menos densos y ralos. Se desarrollan sobre sustratos básicos, sobre los que se alternan suelos someros y pedregosos con otros de mayor profundidad. Se han identificado en diferentes áreas del valle de Goñi (estribaciones de Andia, sector meridional del concejo de Azanza,….), en zonas de cierta altitud (>900 m). Ocupan en el valle una superficie de 138 ha. El tapiz herbáceo es denso pero de escasa talla, dominado por diversas graminoides perennes. Se agosta con relativa rapidez en verano. Es frecuente encontrar arbustos (de Crataegus monogyna, Prunus spinosa, Erica vagans, Juniperus communis,…) dispersos en su superficie.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Festuca rubra gr., Festuca ovina gr., Carex caryophyllea, Bromus erectus, Avenula sulcata, Carduncellus mitissimus, Potentilla montana, Koeleria vallesiana, Thymus serpyllum gr.
-
Asignación fitosociológica: Carici ornithopodae-Teucrietum pyrenaici. Variabilidad: Festuca ovina gr. es una especie más xerófila y mejor adaptada a la sequía que Festuca rubra gr. La mayor dominancia de una u otra especie será reflejo de la disponibilidad hídrica de sus suelos .En suelos más pedregosos y esqueléticos la comunidad es sustituida por un pasto de Festuca ovina gr. y Koeleria vallesiana. En áreas más mesófilas, sobre suelos con mayor capacidad de retención hídrica, por un pasto de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris.
3 – USOS GANADEROS Por la talla de la vegetación se trata de un pasto más adecuado para ovino pero, dado que en el valle de Goñi no pasta en la actualidad esta especie, los pastos son aprovechados por vacuno y caballar. En las áreas donde la intensidad de pastoreo es adecuada, el vacuno y caballar, menos selectivos que el ovino, ejercen un importante control sobre la vegetación arbustiva (los brezos y enebros se encuentran recomidos, a escasa altura del suelo).
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN En áreas de pastoreo intenso se observan desconchones de suelo desnudo y una mayor proporción de especies anuales (como Aira caryophyllea, Cerastium pumilum), especies nitrófilas (como Urtica dioica) y especies espinosas (como Cirsium eryophorum, Eryngium bourgatii). Esta situación se observa en mayor medida en la cercana sierra de Andia, que parece soportar una mayor intensidad de pastoreo.
45
2500
5 - VALOR PASCÍCOLA
2000
La energía media aportada por este pasto es de 909 UF/ha/año, con máximos en torno a las 1.000 UF/ha/año y mínimos de 800 UF/ha/año. La variabilidad encontrada depende de la proporción de suelo desnudo y de la mayor o menor dominancia de Festuca rubra gr. respecto Festuca ovina gr. dado que la primera especie presenta un índice de calidad algo mayor que la segunda.
UF/ha/año
1500
1000
500
La producción de este pasto se centra en la primavera e inicios de verano. Posteriormente se agosta.
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcT r
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN El ganado más adecuado para el pastoreo de estos rasos es el ovino. A bajas intensidades de pastoreo se produce una importante regeneración de especies arbustivas, evolucionando frecuentemente hacia prebrezales de Erica vagans. Por el contrario, las situaciones de pastoreo intenso ocasionan la denudación del terreno y favorecen la aparición de especies nitrófilas y de especies anuales. El aprovechamiento de estos pastos debe limitarse al final de la primavera y al inicio del verano, dado su posterior agostamiento, que ocasiona la pérdida de su valor forrajero e incrementa su fragilidad a la degradación. Las posibilidades de mejoras tendentes a incrementar la producción o dilatarla en el tiempo son escasas dadas las limitaciones impuestas por el escaso desarrollo de los suelos en que se asientan.
46
Pp
Pastos basófilos xerófilos de Festuca ovina gr. Variante con Koeleria vallesiana
Fo2
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos petranos, de escasa densidad y talla. Se desarrollan sobre sustratos básicos, en suelos someros y pedregosos (>20% de pedregosidad de media). Son pastos muy frecuentes en el valle de Goñi. Se han identificado en diferentes áreas (estribaciones de Andia, sector oriental del concejo de Azanza,….), a diferentes altitudes, en lugares dónde se reúnen las condiciones edáficas indicadas. En total ocupan unas 225 ha. El pasto herbáceo forma frecuentemente mosaicos con enebrales y matorrales de otabera, entre otros. En el pasto son frecuentes especies perennes sufruticosas rastreras (como Thymus serpyllum, Helianthemum canum,…) y existe también una considerable representación de especies anuales (como Bromus hordeaceus, Sherardia arvensis,..).
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Festuca ovina gr., Koeleria vallesiana, Anthyllis vulneraria, Bromus erectus, Thymus serpyllum gr., Helianthemum canum.
-
Asignación fitosociológica: Carici ornithopodae-Teucrietum pyrenaici.
-
Variabilidad: En suelos esqueléticos pueden dar paso a pastos parameros con Festuca hystrix (Peralta, 2000) y en suelos más profundos son sustituidos por pastos de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr.
3 – USOS GANADEROS Por la escasa talla de la vegetación se trata de un pasto muy adecuado para pastoreo de ovino. Dado que en el valle no existe en la actualidad cabaña ganadera de esta especie animal estos pastos xerófilos están hoy en día poco aprovechados y se produce en ellos un importante grado de matorralización. En las crestas venteadas, cercanas a la sierra de Andia, la cabaña de vacuno utiliza estos pastos como áreas de sesteo.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN La presencia frecuente del ganado en estos pastos puede ocasionar una peligrosa denudación del terreno. Esta situación se observa en mayor medida en la cercana sierra de Andia, que parece soportar una mayor intensidad de pastoreo, aunque también es visible de modo localizado en Goñi, en las áreas de sesteo. En las zonas no visitadas por el ganado se observa un elevado grado de regeneración del estrato arbustivo (Genista hispanica ssp. occidentalis, Juniperus communis y Buxus sempervirens, entre otras).
47
2500
5- VALOR PASCÍCOLA 2000
UF/ha/año
Se trata de la comunidad de pasto herbáceo que oferta la menor cantidad de energía, estimada en, aproximadamente 642 UF/ha/año. La oscilación observada, entre 498 y 804 UF/ha/año, depende del grado de recubrimiento herbáceo y de la proporción de suelo desnudo.
1500
1000
500
El interés de esta comunidad es limitado dado su rápido agostamiento estival ocasionado por la escasa capacidad de retención hídrica de los suelos dónde se asienta.
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
Pp
6- DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Como se ha comentado anteriormente es un pasto apto para ovino dado que las gramíneas dominantes en la comunidad son en general duras y de escasa altura, de difícil aprovechamiento por animales de boca grande. La época de pastoreo idónea es la primavera y principios de verano, antes de que la vegetación se agoste. Los pastoreos más dilatados en el tiempo no pueden obtener provecho del pasto agostado y ocasionan la degradación del tapiz herbáceo y la denudación del terreno. Se trata de una comunidad vegetal que ejerce un importante papel protector de suelos poco desarrollados. Sus posibilidades de evolución hacia comunidades más productivas y de mayor valor pastoral está limitada por los condicionantes físicos (pendiente, pedregosidad) que impiden un mayor desarrollo de sus suelos.
48
Pastos basófilos xerófilos de Festuca ovina gr. Variante con Brachypodium retusum
Fo1
1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos desarrollados en suaves laderas soleadas y secas. Los sustratos son básicos y suficientemente ricos en elementos nutritivos. Forman un tapiz herbáceo denso, de rápido agostamiento estival. Se han identificado algunos enclaves con esta comunidad en las áreas más meridionales del valle de Goñi, pero ocupan en total una escasa superficie (< 10 ha.).
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Festuca ovina gr., Brachypodium retusum, Bromus erectus, Brachypodium dystachion, Festuca rubra gr., Lotus corniculatus, Medicago lupulina.
-
Asignación fitosociológica: Brachypodietum retusi.
-
Variabilidad: En suelos con un alto grado de pedregosidad son sustituidos por pastos xerófilos de Festuca ovina gr. con Koeleria vallesiana. En áreas más mesófilas evolucionan a pastos mesoxerófilos de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr.
3 – USOS GANADEROS Algunas de estas superficies son antiguos campos de cultivo (bancales) que han evolucionado, por abandono de las prácticas agrícolas, a las comunidades herbáceas actuales. El grado de pastoreo sobre estas superficies es escaso, reducido prácticamente a vacuno.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Elevada regeneración del estrato arbustivo (Genista hispanica ssp. occidentalis, Rosa sp., Buxus sempervirens, Juniperus communis, ..). Sin signos de erosión.
49
2500
2000
5 - VALOR PASCÍCOLA
1500 UF/ha/año
El valor forrajero de esta comunidad es elevado, próximo a las 1.550 UF/ha/año. Supera en interés pastoral a la variante de pasto de Festuca ovina gr. con Koeleria vallesiana debido a que presenta un menor porcentaje de suelo desnudo y una mayor presencia de especies de reconocido interés pastoral como algunas gramíneas del género Poa spp y leguminosas mediterráneas del género Medicago spp.
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Se trata de una comunidad con interés pastoral pero de rápido agostamiento por lo que su óptimo de aprovechamiento es primaveral. La especie que caracteriza esta variante, Brachypodium retusum es una vivaz dura y xerófila, típicamente mediterránea, que pierde rápidamente su apetecibilidad, hecho que acentúa aún más el interés del aprovechamiento temprano de este pasto por animales poco selectivos. Brachypodium retusum presenta un elevado valor como protectora de suelos en áreas secas dado su carácter perenne y encespedante. Su extenso sistema de rizomas le permite colonizar eficazmente laderas sobre suelos poco profundos, protegiendo el suelo contra la erosión.
50
Pp
Pastos de Carex flacca
Cf 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos herbáceos densos (Cob > 60 %), propios de suelos arcillosos desarrollados sobre margas, que se encharcan con facilidad. Se caracterizan por la abundante presencia de Carex flacca, graminoide perenne de mediana talla (20-50 cm), que posee hojas anchas de color verde-azulado (glauco). Es frecuente encontrar arbustos dispersos en su superficie (de Crataegus monogyna, Prunus spinosa, Erica vagans, Juniperus communis, Genista hispanica ssp. occidentalis…). Se ha identificado esta comunidad en diferentes áreas del sector occidental del valle de Goñi (concejo de Urdánoz y Munárriz), en zonas de transición entre el hayedo y el robledal de Quercus humilis. Ocupan una superficie de aproximadamente 52 ha. Carex flacca Schreber en floración
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Carex flacca, Brachypodium pinnatum, Catananche coerulea, Festuca rubra gr., Festuca ovina gr., Briza media, Carduncellus mitissimus.
-
Asignación fitosociológica: Mesobromion.
-
Variabilidad: Cuando el porcentaje de arcilla decrece, la abundancia de Carex flacca disminuye, evolucionando la comunidad a otros tipos de pastos dominados por otras graminoides perennes (Brachypodium pinnatum, Festuca rubra gr., Festuca ovina gr., Agrostis capillaris,…).
3 – USOS GANADEROS Carex flacca, a diferencia de otras graminoides perennes abundantes en otros pastos mésicos y mesoxerófilos (Festuca rubra, Cynosurus cristatus, Agrostis capillaris), es una especie sin valor pastoral. Su grado de consumo por el ganado es bajo. En algunos lugares donde la presión del equino es importante, se observa un mejor aprovechamiento de este pasto, aunque no ocurre lo mismo en las áreas aprovechadas preferentemente por ganado vacuno.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Los síntomas de sobrepastoreo no son frecuentes aunque el pisoteo intenso del ganado en épocas lluviosas ocasiona una pérdida de estructura y un importante apelmazamiento del suelo, que conlleva una cierta denudación. En áreas poco pastoreadas se observa el desarrollo y la regeneración de especies arbustivas.
51
2500
5 – VALOR PASCÍCOLA
1500 UF/ha/año
El valor forrajero de esta comunidad oscila entre 480 UF/ha/año y 1.152 UF/ha/año. Esta importante variabilidad se relaciona con la mayor o menor existencia de suelo desnudo, y también con la presencia de elementos florísticos de ámbito mediterráneo (sobre todo leguminosas como Onobrychis hispanica), que elevan el valor forrajero del pasto.
2000
1000
500
Las especies graminoides más abundantes en esta comunidad (Carex flacca, Brachypodium pinnatum, Briza media,..) presentan un escaso valor pastoral.
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La comunidad herbácea de Carex flacca ocupa importantes superficies en zonas de mediana altitud del valle y se observa un importante grado de consumo y aprovechamiento pastoral de su cubierta vegetal, a pesar del escaso valor forrajero de las graminoides dominantes. Dado que la comunidad se desarrolla en terrenos arcillosos que se encharcan con facilidad quizás el aspecto más relevante a considerar es que debe evitarse el pastoreo en épocas húmedas, para no favorecer la pérdida de estructura y el aumento de la compactación del suelo, que conlleva una denudación y una disminución del valor pascícola de la comunidad.
52
Pp
Pastos de Phleum pratense
Pp 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pasto herbáceo denso (Cob > 60 %), caracterizados por la dominancia del fleo (Phleum pratense), gramínea perenne, polimorfa y de talla variable (10-80 cm), que se reconoce fácilmente por su panícula espiciforme cilíndrica. La gran abundancia de leguminosas en este pasto (Astragallus monspessulanus, Dorycnium pentaphyllum, Lotus corniculatus, Medicago lupulina, Medicago sativa, Onobrychis viciifolia, Trifolium pratense, Trifolium repens) es otra característica relevante. Se ha identificado esta comunidad en laderas soleadas no pedregosas del valle de Goñi. Ocupan en su totalidad unas 68 ha. de terreno.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Phleum pratense, Lotus corniculatus, Poa compressa, Carex caryophyllea, Medicago sativa, Onobrychis viciifolia, Astragallus monspessulanus, Trifolium repens, Medicago lupulina.
-
Asignación fitosociológica: Bromion.
-
Variabilidad: La elevada riqueza en leguminosas de esta comunidad puede atribuirse a su orientación soleada y a un presumible buen nivel de fósforo en su suelo. La variación de estas condiciones conducirá a una disminución en la presencia de estas especies.
3 – USOS
GANADEROS
En estos momentos son pastados principalmente por ganado vacuno que se desplaza desde los cercanos núcleos urbanos.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN No se observan.
53
2500
5 – VALOR PASCÍCOLA
Se trata de la comunidad que presenta el valor forrajero más alto y ello se relaciona con el interés pastoral del propio fleo y con el valor de las leguminosas más abundantes en esta comunidad (Medicago sativa, Onobrychis viciifolia, Trifolium repens) que aseguran el aporte de un alimento con elevado contenido proteico.
UF/ha/año
El valor forrajero del pasto de Phleum pratense varía entre 2.202 UF/ha/año y 2.376 UF/ha/año.
2000
1500
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcT r
Pp
6 - DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN La abundancia de determinadas leguminosas y de ciertas especies ruderales (Stellaria media, Cynosurus echinatus, Bromus hordeaceus) indican terrenos removidos y enriquecidos en determinados nutrientes. Se trata presumiblemente de antiguos terrenos agrícolas que evolucionaron a baldíos y que en la actualidad son comunidades de gran riqueza florística y valor pascícola. Se trata de pastos de aprovechamiento básicamente primaveral dado que su localización más frecuente, en laderas soleadas, ocasiona un agostamiento temprano de su biomasa. Por ello, su aprovechamiento por vacuno en primavera parecería el modo más adecuado de uso. En todo caso, la naturaleza de las especies más abundantes (fleo, alfalfa, esparceta,..), a excepción del trébol blanco, aconseja un régimen de aprovechamientos poco intenso dado que se trata de especies no especialmente adaptadas a las continuas defoliaciones y al pisoteo del ganado. En praderas de siembra, tanto el fleo como la alfalfa y la esparceta se recomiendan preferentemente para siega.
54
Phleum pratense L.
Majadales eutótrofos de Poa bulbosa ssp. vivipara
Pb 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Pastos densos (Cob > 60%) originados sobre sustratos eutótrofos, constituidos por especies vivaces y anuales de escasa talla. La abundancia de Poa bulbosa ssp. vivipara es signo de un sustrato rico en materia orgánica humificable originada por una actividad pastoral continuada. Se han localizado pequeñas superficies en áreas meridionales del valle de Goñi.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Poa bulbosa ssp. vivipara, Dactylis glomerata, Bromus erectus, Plantago lanceolata, Bellis perennis, Leontodon hispidus.
-
Asignación fitosociológica: Poetea bulbosae
-
Variabilidad: Dada la escasa superficie ocupada en el valle no se observa gran variabilidad.
3 – USOS GANADEROS El interés y valor ganadero de estos terrenos es elevado por tratarse de pastos que han evolucionado con la actividad ganadera y se han adaptado exitosamente a ella. Aunque no se observa abandono, en la actualidad existen síntomas evidentes de infrapastoreo en las áreas de majadal del valle de Goñi, como lo indica la invasión de zarzas y espinos.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN El aporte de materia orgánica humificable constituye una importante enmienda edáfica, que mejora la estructura y el contenido nutricional del suelo (San Miguel, 1997). El abandono de las prácticas pastorales constituye el primer signo de degradación del majadal, dado que cesa el aporte de excrementos. Por ello el desarrollo y mantenimiento del majadal está estrechamente ligado a una actividad ganadera continuada.
55
2500
5 - VALOR PASCÍCOLA 2000
El valor pascícola de los majadales es elevado, cercano a las 1.660 UF/ha/año en el inventario realizado. La especie que aporta mayor valor a la comunidad es el dactilo y su abundancia en el majadal marcará el valor forrajero del mismo.
UF/ha/año
1500
Además del aporte energético, esta comunidad destaca por su elevada adaptación al pastoreo y pisoteo del ganado. Tanto el dactilo como Poa bulbosa resisten bien y toleran una intensa actividad pastoral.
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
Pp
Inflorescencia de Poa bulbosa ssp. vivipara Koeler
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Los majadales son pastizales mediterráneos de vivaces y anuales, creados y mantenidos por el ganado. La mejor recomendación para su mantenimiento es el sostenimiento de las prácticas pastorales. El declive de las mismas acarrea la disminución de la riqueza en materia orgánica del sustrato y la consecuente evolución del pasto hacia nuevas comunidades cuya naturaleza dependerá de las condiciones ambientales dominantes. No es aconsejable en el majadal la realización de roturaciones ya que dilapidan rápidamente la materia orgánica oxidable acumulada durante años y propician el desarrollo de comunidades nitrófilas y subnitrófilas, oportunistas y fugaces, que hacen un uso rápido del nitrógeno mineralizado (San Miguel, 1997). El agostamiento estival de los majadales aconseja un aprovechamiento pastoral temprano. El pastoreo otoñal dependerá de la proporción de especies perennes.
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Pastos ruderalizados de Lolium perenne y Hordeum murinum
LpHm 1- ELEMENTOS DE RECONOCIMIENTO Comunidades herbáceas de cobertura variable que presentan gran diversidad de especies anuales propias de medios ruderalizados y removidos como Hordeum murinum, Poa annua, Bromus hordeaceus, Capsella bursa pastoris y Medicago orbicularis. Dado el carácter anual de muchas de las especies que componen la comunidad el pasto se agosta rápidamente en verano. Se localizan en terrenos muy antropizados, cercanos a los núcleos urbanos del valle y ocupan en total unas 31 ha.
Hordeum murinum L.
2 - COMPOSICIÓN FLORÍSTICA -
Especies dominantes: Lolium perenne, Hordeum murinum, Bromus hordeaceus, Plantago discolor, Poa annua.
-
Asignación fitosociológica: Sisymbrietalia officinalis.
-
Variabilidad: en áreas con menor influencia antrópica se desarrollan pastos mesoxerófilos de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr. y pastos xerófilos de Festuca ovina gr. en sus diferentes variantes.
3 – USOS GANADEROS El interés ganadero de estos terrenos ruderalizados radica en su cercanía a los núcleos urbanos, dónde se asienta el ganado en régimen de semiestabulación. Sus producciones y su aprovechamiento son básicamente primaverales.
4 – SIGNOS DE DEGRADACIÓN Se trata de comunidades cuya presencia es por sí misma signo de degradación por exceso de antropización (baldíos, majadas, terrenos removidos, pisoteados…). Se observa en general un alto grado de denudación del terreno, que se acrecienta en los meses estivales, en que dejan de presentar cobertura herbácea las especies anuales presentes en él.
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2500
5 - VALOR PASCÍCOLA 2000
1500 UF/ha/año
El valor forrajero de la comunidad muestreada es de 690 UF/ha/año. Tras las pastos xéricos de Festuca ovina gr. y Koeleria vallesiana, los pastos ruderalizados de Lolium perenne y Hordeum murinum son los que presentan un menor valor pastoral. Ello es debido a la proporción de suelo desnudo encontrado, cercana al 50%. El valor forrajero de las dos especies dominantes en la comunidad es dispar. Lolium perenne es una especie vivaz de gran valor forrajero mientras que Hordeum murinum es una especie anual sin interés pastoral. La mayor dominancia de una u otra especie marcará la calidad del pasto y su dinámica productiva.
1000
500
0 Fo2
LpHm
Cf
FrFo
FrAca
Fo1
Pb
CcTr
Pp
6 – DINÁMICA Y RECOMENDACIONES DE UTILIZACIÓN Se trata de un pasto fugaz desarrollado sobre un terreno baldío, que produce en primavera y se agosta rápidamente en verano. Tanto su entrada en producción como la duración de ésta están estrechamente ligadas al régimen pluviométrico y a la capacidad de retención hídrica de los suelos dónde se desarrollan. Estas características y su cercanía a los núcleos urbanos favorecen un aprovechamiento oportunista de estas comunidades, limitado a los meses primaverales y, en el caso de que domine Lolium perenne, a un pastoreo otoñal aprovechando la buena capacidad de rebrote y el carácter perenne de esta especie. Las medidas tendentes a incrementar la proporción de Lolium perenne permitirán mejorar el valor forrajero de estas superficies.
Espigas de Lolium perenne L.
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OTROS TIPOS DE VEGETACIÓN
Además de las comunidades vegetales descritas en las fichas se han identificado también los siguientes tipos de vegetación: Plantaciones de Pinus nigra. Se trata de masas coetáneas, en su mayoría densas, en estado de latizal (diámetro medio de los pies < 20cm) o fustal (diámetro > 20cm). Ocupan recintos de escasa extensión en diferentes zonas del valle, frecuentemente en laderas de media altitud, sobre suelos profundos. En total suponen 48 ha de las que una pequeña proporción (5 ha) están acotadas. La cobertura del estrato arbustivo es variable, en algunos casos no existe apenas sotobosque leñoso pero en otros casos se observa una cobertura considerable de zarzas (Rubus sp.), rosales (Rosa sp.), y en menor proporción, plantas trepadoras como la madreselva (Lonicera xylosteum) y Climatis vitalba. En las plantaciones más claras se ha consolidado un estrato herbáceo de cierto valor pastoral, que se mantiene verde durante tiempo y que es aprovechando por vacuno y equino. El valor forrajero promedio de la comunidad es mediocre (500 UF/ha/año), aunque dependerá en gran medida de la cabida cubierta del pinar y de la consolidación del estrato herbáceo. Plantación de chopos y fresnos. Se identifica una plantación realizada en un enclave húmedo del valle. Ocupa unas 3 ha y su interés pastoral es inapreciable. Espinares de Crataegus monogyna. Ocupan una superficie aproximada de 32 ha y tanto su valor forrajero como demás características se pueden asimilar a los espinares de Prunus spinosa, más ampliamente representados en el valle. Praderas sembradas. Ocupan unas 117 ha en el valle, y se localizan en zonas de buena accesibilidad. Su valor forrajero promedio es elevado (> 5.500 UF/ha/año) y dependerá, entre otros factores, de la composición florística de la pradera, del estadio de desarrollo en el que se realiza el aprovechamiento y del modo de conservación empleado en caso de que no se destine su producción a consumo en verde. Cultivos herbáceos. Ocupan 854 ha de las zonas más llanas y accesibles del valle. Se trata en su mayoría de superficies cerealistas cercadas. Una vez realizada la cosecha del grano el valor forrajero de su rastrojo se estima en 350 UF/ha/año aunque la variabilidad puede ser importante, dependiendo de la proporción de grano y paja. Esta proporción varía en función de factores tales como la altura de corte y la eficacia de la cosechadora, entre otros.
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LEYENDA DEL MAPA
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LEYENDA DEL MAPA La información obtenida sobre el terreno se sintetiza en un mapa a escala 1:25.000. En esta cartografía se indican distintos recintos cerrados, cada uno con un código y una abreviatura. Las abreviaturas hacen referencia al tipo de vegetación dominante en el recinto y, cuando hay varios tipos de vegetación en un mismo recinto, se añade un asterisco a la abreviatura del tipo de vegetación más abundante. Los colores y las tramas en la cartografía definen intervalos o categorías de calidad forrajera expresados en términos energéticos (UF/ha/año). El valor forrajero de cada tipo de vegetación es el valor promedio obtenido de los distintos inventarios realizados en campo. Dado que diferentes tipos de vegetación pueden pertenecer a una misma categoría forrajera sus recintos vienen definidos por el mismo color y trama, aunque la leyenda en los mismos es diferente. La cartografía se completa con la localización de las infraestructuras ganaderas presentes (balsas, abrevaderos, construcciones ganaderas,....), las áreas acotadas al pastoreo, y los signos y la toponimia convencionales. El mapa finalmente incluye una tabla donde se definen los tipos de vegetación pertenecientes a cada categoría forrajera, la superficie en hectáreas ocupada por cada una de ellas y su valor forrajero medio anual. Esta información se presenta también en las tablas y figuras que se exponen en las siguientes páginas, al final de esta memoria. Las mayores superficies en el valle de Goñi están ocupadas por las áreas arboladas (1.936,5 ha), seguidas por las áreas cultivadas (971,0 ha). Las comunidades de matorral ocupan 749,9 ha y las comunidades herbáceas naturales 546,2 ha. En la siguiente tabla se resume la información sobre superficies, ofertas forrajeras totales y valores forrajeros promedio de las diferentes unidades fisionómicas de vegetación identificadas en Goñi:
Superficie total Total oferta forrajera (UF/año) Oferta forrajera media (UF/ha/año)
ARBOLADO
MATORRAL
P. HERBÁCEO
C. AGRÍCOLA
1.936,5 1.268.068 620
749,9 410.353 626
546,2 538.449 1.287
971,0 954.625 2.975
En total se han reconocido en el valle 23 tipos de vegetación natural. El arbolado está constituido en su mayoría por hayedos, que ocupan unas 1.100 ha. Los hayedos basófilos y ombrófilos son los más extendidos y forman amplios mosaicos con el resto de hayedos tipificados. Los robledales de Quercus humilis ocupan una superficie próxima a las 700 ha, y también se observan amplias zonas de transición entre ambas formaciones boscosas (hayedo/robledal). El resto de formaciones arbóreas, naturales o plantadas, son de escasa importancia en el conjunto del valle. Aunque el valor forrajero promedio de las áreas arboladas es bajo, aportan un elevado porcentaje de la oferta forrajera total del valle debido a la extensa superficie que ocupan. Finalmente, cerca de 80 ha arboladas están acotadas bien por tratarse de plantaciones recientes de árboles, bien por ser acotados de regeneración.
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Los matorrales están muy diversificados en el valle de Goñi. Están constituidos principalmente por espinares, enebrales y bujedos, y también por matorrales seriales de bajo nivel evolutivo como los matorrales de otabera, muy abundantes y, en menor proporción, los brezales de Erica vagans. El valor forrajero de las superficies de matorral, de por sí mediocre, desciende en aquellos lugares dónde el estrato arbustivo alcanza una importante cobertura que limita la extensión del pasto herbáceo y dificulta la transitabilidad, como ocurre en muchas áreas de bujedo y de otabera. Los pastos herbáceos naturales ocupan la menor superficie del valle pero su grado de diversificación es muy elevado, distinguiéndose en total nueve comunidades diferentes, fiel reflejo de las distintas influencias climáticas (templadas, mediterráneas,..) y del nivel de antropización (majadales, baldíos,..) existente. Las mayores superficies las ocupan los pastos xerófilos de Festuca ovina gr. en su variante con Koeleria vallesiana (224,9 ha). Se trata ésta de una comunidad de mediocre valor forrajero y de características especialmente aptas para el pastoreo de ovino. Las comunidades herbáceas de mayor interés pastoral (pastos mesófilos, majadales,...) ocupan una escasa extensión en el valle de Goñi. El establecimiento de praderas sembradas (117,1 ha) incrementa considerablemente la oferta forrajera del valle. Los recursos pastables del valle se incluyen en ocho categorías forrajeras. La siguiente gráfica indica los porcentajes de ocupación de las distintas categorías forrajeras. De modo sintético podemos indicar que cerca del 50% de las superficies del valle presentan valores forrajeros promedio inferiores a las 600 UF/ha/año mientras que el otro 50% presenta valores superiores, aunque sólo un 5% de las superficies rebasa las 1.200 UF/ha/año.
1,6% 0,5% 0,3% 3,3%
2,8% 0,4% 2,0% 4,3%
43,0% 41,8%
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Zonas excluidas < 300 301-600 601-900 901-1200 1201-1500 1501-1800 2101-2400 >4800 IA
Tipos de vegetación en el valle de Goñi y superficies ocupadas. TIPO DE VEGETACIÓN ACOTADO
SUPERFICIE (ha)
Zonas excluidas al ganado
83,3 SUBTOTAL
ARBOLADO
Fsa Fsb1 Fsb2
Hayedo acidófilo y ombrófilo Hayedo basófilo y ombrófilo Hayedo basófilo y xerófilo
Qp Ac Pn
Robledal de Quercus humilis Arceda de Acer monspessulanum Plantación de Pinus nigra
222,2 564,9 307,7
SUBTOTAL MATORRAL
Espinar de Crataegus monogyna Espinar de Prunus spinosa Bujedo Enebral de Juniperus communis Brezal de Erica vagans Rosaleda
31,8 95,5 147,2 153,7 68,0 65,1
Go
Matorral de otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis )
183,4
Pasto mesófilo de Cynosurus cristatus y Trifolium repens Pasto mesófilo de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris Pasto mesoxerófilo de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr. Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Brachypodium retusum Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Koeleria vallesiana
9,3 11,8 138,1 9,4 224,9
Cf Pp LpHm
Pasto de Carex flacca Pasto de Phleum pratense Pasto ruderalizado de Lolium perenne y Hordeum murinum
52,1 68,4 31,0
Pb
Majadal eutótrofo de Poa bulbosa ssp. vivipara
1,2 546,2
Ch
Cultivo herbáceo
853,9
Pd
Pradera
117,1 SUBTOTAL
IMPRODUCTIVO
744,7
CcTr FrAca FrFo Fo1 Fo2
SUBTOTAL CULTIVO
703,7 17,1 42,8 1.858,4
Cr Prs Bs Jc Ev Rs
SUBTOTAL PASTO HERBÁCEO
83,3
971,0
II
Improductivo afloramientos
2,9
IU
Improductivo urbano
16,9 SUBTOTAL
TOTAL
19,8
4.223,4
Leyenda del mapa del valle de Goñi Tipo de vegetación Plantación de chopos y fresnos Matorral de otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis ) Plantación de Pinus nigra Robledal de Quercus humilis Hayedo basófilo y ombrófilo Hayedo acidófilo y ombrófilo Hayedo basófilo y xerófilo Matorral de otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis ) Cultivo herbáceo Arceda de Acer monspessulanum Plantación de Pinus nigra Bujedo Robledal de Quercus humilis Rosaleda Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Koeleria vallesiana Pasto ruderalizado de Lolium perenne y Hordeum murinum Enebral de Juniperus communis Hayedo acidófilo y ombrófilo Hayedo basófilo y ombrófilo Espinar de Crataegus monogyna Hayedo basófilo y xerófilo Espinar de Prunus spinosa Brezal de Erica vagans Pasto de Carex flacca Pasto mesoxerófilo de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr. Pasto mesófilo de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Brachypodium retusum Majadal eutótrofo de Poa bulbosa ssp. vivipara Pasto mesófilo de Cynosurus cristatus y Trifolium repens Pasto de Phleum pratense Pradera Improductivo afloramientos Improductivo urbano Totales
Superficie (ha) UF/ha/año 2,9 50 5,2 108 4,7 503 8,0 597 48,5 744 3,3 744 10,7 762 183,4 108 853,9 350 17,1 372 42,8 503 147,2 564 703,7 597 65,1 630 224,9 642 31,0 690 153,7 735 222,2 744 564,9 744 31,8 750 307,7 762 95,5 777 68,0 816 52,1 816 138,1 909 11,8 1314 9,4 1548 1,2 1656 9,3 1722 68,4 2289 117,1 5600 2,9 0 16,9 0 4.223,4
UF/año 19.807 298.865 6.361 21.528 83.021 420.109 41.013 144.386 21.390 112.970 165.317 420.286 23.850 234.467 74.204 55.488 42.514 125.533 15.505 14.551 1.987 16.015 156.568 655.760 0 0 3.171.495
Superficie categoría
UF/año categoría
83,3 183,4
19.807
1.764,7
829.884
1.816,9 138,1 11,8
1.335.885 125.533 15.505
19,9 68,4 117,1 2,9 16,9
32.553 156.568 655.760 0 0
Gráfico del valor forrajero medio y rangos de variabilidad de los diferentes tipos de vegetación
3000
2500
UF/ha/año
2000
1500
1000
500
Cf Fr F Fr o A ca Fo 1 Pb Cc Tr Pp
Jc Fo Lp 2 H m
s Ev
Cr
Pr
o Bs Rs
G
a
b2
Fs
Fs
Q p Fs b1
c Pn
A
Cp
Fr
0
Abreviatura de las distintas comunidades
TIPOS DE VEGETACIÓN ARBOLADO CpFr Ac Pn Qp Fsb1 Fsa Fsb2
Plantación de chopos y fresnos Acedera de Acer monspessulanum Plantación de Pinus nigra Robledal de Quercus humilis Hayedo basófilo y ombrófilo Hayedo acidófilo y ombrófilo Hayedo basófilo y xerófilo
MATORRAL Go Bs Rs Cr Prs Ev Jc
Matorral de otabera (Genista hispanica ssp. occidentalis ) Bujedo Rosaleda Espinar de Crataegus monogyna Espinar de Prunus spinosa Brezal de Erica vagans Enebral de Juniperus communis
PASTO HERBÁCEO Fo2 LpHm Cf FrFo FrAca Fo1 Pb CcTr Pp
Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Koeleria vallesiana Pasto ruderalizado de Lolium perenne y Hordeum murinum Pasto de Carex flacca Pasto mesoxerófilo de Festuca rubra gr. y Festuca ovina gr. Pasto mesófilo de Festuca rubra gr. y Agrostis capillaris Pasto xerófilo de Festuca ovina gr. Variante con Brachypodium retusum Majadal eutótrofo de Poa bulbosa ssp. vivipara Pasto mesófilo de Cynosurus cristatus y Trifolium repens Pasto de Phleum pratense
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