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JUAN WENUAN PÁGINA
JUAN WENUAN (1977)
El pulmón trabaja al sentir el pie sobre la tierra. Vas corriendo por avenida Zugún, Sur de Fantasía.
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TROTE POR AVENIDA ZUNGÚN
El pulmón trabaja al sentir el pie sobre la tierra. Varias, repetidas veces inhalas la mezcla de aire y sol./ Corres: huele a cerezas entre las plumas de un choroy/ que pasa un cardumen de endorfinas chapotea en los glóbulos (la angustia pasea lejos de la jaula del cerebro) y tienes la respiración confiada como Enkidu al despertar junto al río. Mucho tiene que ver el mito con agitar las piernas: El sudor paga el tributo a la envidia de los dioses/ y al amor (Vamos, es un lindo día para hacer castillos en la arena troyana). Varias, repetidas veces inhalas la mezcla de aire y sol./ Corres: y a tu paso el lunar de una falda cayó en la acera (kilómetro 5, pulso de 120)
y en él ves noches de exceso la amnesia remando con el viento del amanecer/ a favor.
Entre huella y zancada, años, escritura: Estira brazos, mueve el cuello, crujen las rodillas ¿no? y te sientes bello como jaguar que lame sus manchas. LA CASA DE TU PADRE
La casa de tu padre fue la corriente, Wenuan,/ la maniobra entre los icebergs del afecto, la fuga perenne como/ un ojo
que ve las cadenas de la siembra. Tú heredaste esa renuncia tú defiendes ese hogar a la intemperie. A otros los parlamentos de la sangre. Deja a los hábiles el reclutamiento de las voces estribillo de un lenguaje abrumador, abrumador Lenguaje rebajado a estribillo en su boca. No eres recluta del hermano que junta tierras/ en su bolsillo. No te cuenten, no te sumen en esos coros. Un Hindenburg se posa en tus notas y siempre estalla como ejemplo o advertencia irónica. Un Nautilus te fondea más allá del barrial y la erosión de la palabra. Crece nuevamente en un lugar apartado como el niño que cambia de colegio y aprende a (des)confiar del nuevo mundo. La casa de tu padre fue la corriente Porque tu padre nada quiso salvo un caballo para recorrer la tierra que de él nunca sería.