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JORGE VELÁSQUEZ PÁGINA

de sombra de sombra la nariz, su boca de sombra de sombra su cuello, su espalda de sombra de sombra las piernas, sus pies entre las sombras. Los faroles del terrado alumbran y Adelaida rigurosamente encubierta de luto le quita el cuerpo a la luz y se esconde en un lugar hondo y eterno acorde a las sombras donde nadie advierta la bajada que confidencie un prado de margaritas vivas y un nombre muerto.

JORGE VELÁSQUEZ (1972)

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CARTA A MI PADRE DESDE EL GOLFO

Aquí está la marea paralizando el tiempo Y habrá que despertar a la esplendorosa batalla de/ otro viaje

A veces el sol se esconde entre las olas y la poesía es el único camino de regreso a las islas Un embarcadero de botes y barcos aniquilados en/ los roqueríos florecen luminosos hijos entre vertientes sombrías

Navegamos hasta sumergirnos en la noche prontamente partirá el último cauquil maldiciendo/ lo invisible la abstracción enciende los reflectores y las mismas islas reflotamos en el ocaso Ahora no son veleros negros los que viajan sino yates de vidrio o lanchones de polietileno y con el aire no sabemos como morir

Padre solo no te vayas ni vares la lancha por un/ largo tiempo nuestra memoria respira todavía el viento de Chaitén el pequeño puerto de refugio sobre piedras/ dinamitadas porque desnudo el hombre es una corteza torcida confinado al zarandeo de las olas

Y si algún día te ven embriagado o tendido sobre la hierba cuidando el panorama sabes que estoy ahí y que no hay nada más que hacer sino abrazar el espíritu que arrastra un delfín con/ tu reflejo. DESPEDIDA DEL CAPITÁN

La noche viene por nosotros

Bailan en el cielo bandurrias junto a la casa arrastrada por el estero

Entonces la maniobra es enganchar yuntas y que las vigas sigan su camino

Los polluelos se van y otras siembras traen en sus ojos

¿Oyes ladrar los perros?

¿Ves la luna prisionera en su hermosura sin rejas?

Esqueletos ebrios cuelgan del avellano como desteñidos arqueros con súplica a sus seres alados

El gato predice el tiempo La marea sube La noche viene por nosotros (Un islote somos un chalupón forastero en lo invisible)

El silencio arrebata al mar las cuadernas del ciruelillo.

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