¿PUEDE DESAPARECER PEÑÍSCOLA? Crónica geológica de una muerte anunciada.
¿PUEDE LLEGAR A DESAPARECER PEÑÍSCOLA? Crónica geológica de una muerte anunciada
Vicente Melià i Bomboí
Vicente Melià Bomboí
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¿PUEDE DESAPARECER PEÑÍSCOLA? Crónica geológica de una muerte anunciada.
Grabado que representa el terremoto que asoló Lisboa en 1755.
Título artículo: ¿PUEDE DESAPARECER PEÑÍSCOLA? Crónica geológica de una muerte anunciada. Autor: Vicente Melià i Bomboí Año: 2014 Fotografías de Pablo Melià Zona de análisis: “Escaleras del Papa Luna” Agradecimientos a Jordi Pau Caspe (administrador del Castillo del Papa Luna) por facilitarme el acceso a esta bella zona restringida del Castillo Templario-Pontificio de la Ciudad de Peníscola.
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Cuenta una leyenda que Benedicto XIII, el indomable Papa Luna, en una sola noche del año 1415 construyó con sus propias manos una escalera. Se dice que al final de la misma fondeaba su galera: “la Santa Ventura”, esperando el momento en el que el Concilio de Constanza y el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y Maestre de la Orden del Dragón, Segismundo de Hungría (1368-1437), le reconocieran como auténtico Papa, para con ella navegar rumbo a Roma y sentarse triunfalmente en el Sillón de San Pedro. Por ello este acceso del Castillo de Peñíscola al mar, se conoce popularmente como “la Escalera del Papa Luna”. Pero..., a pesar de esta introducción con tintes de leyenda, este artículo busca recorrer un nuevo sendero del misterioso laberinto peñíscolano apartado de su historia, pretende utilizar los 157 peldaños de esta legendaria escalera para emprender un reflexivo “viaje al centro de la tierra”. Desea mostrar sin grandes pretensiones científicas, que en este lugar estratégico para la fortaleza están dormidas las fuerzas geológicas “alfa y omega”, o lo que es lo mismo, las fuerzas que dieron origen y las que pueden dar fin a la Roca de Peñíscola. En esta zona de caprichosa belleza, que recorre aproximadamente una longitud de 100 m., elevándose hasta una altitud de 40 m. sobre el nivel del mar, podemos observar crudamente el poder de los elementos que someten al
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Peñón a un modelado constante, y además, también encontramos grabada en cada piedra una reflexión inquietante: ¿Puede llegar a desaparecer Peñíscola? Este paraje de evidente interés geológico que envuelve a la Escalera del Papa Luna, puede considerarse como “el punto cero” donde están representadas todas las fuerzas geofísicas que hace millones de años dieron origen al Peñón y que paradójicamente, siguiendo la lógica que “la fuerza creadora del pasado puede transformarse en la fuerza destructora en el futuro”, también están reflejadas en este lugar aquellas fuerzas que pueden conseguir que la Roca pueda llegar a desaparecer. Me gustaría indicar que este análisis no busca generar en ningún momento “profecías apocalípticas”, únicamente pretende comprender los procesos que están implicados en la génesis de la Roca, aunque debo añadir, que en el momento en que se analiza el origen de cualquier fenómeno, automáticamente aunque no se quiera de forma consciente, también se están formulando las hipótesis que en un futuro darán fin a ese mismo fenómeno, porque ambas fuerzas, la de creación y la de destrucción, son parte del mismo proceso. Para los curiosos que deseen comprobar sobre el terreno las ideas que van a exponerse en estas páginas, les aconsejo que en primer lugar desciendan la Escalera del Papa Luna hasta el nivel del mar, para después ascender
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poco a poco los 157 escalones que recorren este paraje de evidente interés para la investigación geofísica. Sin duda descubriréis ante vuestros ojos una zona de increíble belleza. Lo primero que llama la atención de este “auténtico punto cero geológico de Peñíscola” es la enorme roca desprendida que forma un austero islote a pocos metros de la piedra madre. Algunos expertos aseguran que esta modificación radical del paisaje fue un “daño colateral” producido por el terremoto del día 23 de marzo de 1748 que sacudió la Comunidad Valenciana, antecedente directo del que asoló Lisboa en 1755. Personalmente no he encontrado la prueba de que esto fuera así, pero sí que existen dos documentos, el primero, contemporáneo al terremoto y el segundo, recopilado por Juan A. Baldás en 1892, que de forma indirecta nos indican que la Provincia de Castellón fue impactada por este terremoto de 1748 conocido como el “de Montesa”. “Relación de los estragos y desgracias que en el Reyno de Valencia, ha ocasionado el nunca visto huracán y temblor de tierra (1748)... Que en las villas de Murviedro y Castellón de la Plana que se hallan en la misma Costa, a la parte de Levante, se sintió el mismo temblor, y la Iglesia del Convento de los Dominicos, de la última se abrió y separó la escalera del campanario: No siendo fácil por ahora apuntar, cuántos y cuáles son los que han perecido...”(Hemeroteca Valenciana)
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“En la sesión celebrada por el Ayuntamiento en este día, el Sr. D. Juan Bautista Giner, regidor decano, manifestó que “en vista de los estragos del día 23 presente, que ha ocasionado el terremoto que se sintió en dicho día, y que sin embargo que la misericordia de Dios ha librado a esta villa de las ruinas que padecen muchas villas de este nuestro Reino por dicho motivo, parecía por esta razón el conducir a nuestra reina y señora María Santísima con el dulce título de Lidón a esta villa, así para darle gracias de que ha librado a esta villa y sus moradores de semejantes tragedias.” Si el desprendimiento que podemos observar en esta zona fue causado por este terremoto, resultaría la prueba de que la Roca es un eslabón de una cadena geológica dormida y que por tanto, ésta seguiría atada a probables reacciones sísmicas que en un futuro podrían volver a fragmentarla. De este primer nivel de reflexión derivan dos hipótesis geológicas, la primera sobre el pasado remoto o “hipótesis alfa” y la segunda, espero y deseo que sea sobre un futuro improbable, “hipótesis omega”: I)- Hipótesis Alfa: Sobre el origen de la Roca. Esta afirmaría que la génesis geológica de Peñíscola podría haber sido causada por un seísmo a gran escala ligado a las grandes erupciones volcánicas que dieron origen a las Islas Columbretes, y que a su vez fracturó la cadena montañosa de Irta desprendiendo la gran Roca al Mar.
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II)- Hipótesis Omega: La de la Luz Roja. Esta sostiene que esta fractura a pequeña escala que podemos observar en esta zona de la escalera, es una auténtica “señal de alarma” que nos advierte que la “cadena sísmica dormida” que quebró la Roca en el siglo XVIII puede volver a despertar, bien por un activador natural o bien por el efecto de un detonante artificial, como podrían ser, las intervenciones agresivas sobre el subsuelo de la Comarca producidas por la inyección de gas del proyecto Cástor, bien por las técnicas del Fracking, o bien por las prospecciones petrolíferas en las Islas Columbretes. No olvide el lector, que existen teorías actuales que no descartan este fenómeno, como por ejemplo la hipótesis que pertenece a la “Teoría del Caos” conocida como la del “efecto mariposa”, acuñada por el matemático y meteorólogo Edward Norton Lorenz (1917-2008) que viene a formular que: “Una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podría generar un efecto considerablemente grande a corto o medio plazo de tiempo”. El efecto mariposa estaría ilustrado por la siguiente frase metafórica: “El simple aleteo de las alas de una mariposa, puede provocar un Tsunami al otro lado del mundo” Expresión que si parafraseamos podría quedar: “Una simple perforación en Columbretes podría producir una reacción sísmica de consecuencias imprevisibles en... (añadid la población vosotros mismos)”
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Por todo ello, esta parte de la base de la muralla del Castillo TemplarioPontificio posee un interés especial para la investigación geofísica, pues en ella podemos observar con increíble claridad los efectos de las fuerzas erosivas, así como medir las modificaciones sobre la Roca de movimientos sísmicos, tanto pasados como futuros. Para una mejor comprensión de las ideas expuestas, he dividido la zona de la Escalera del Papa Luna en cuatro niveles de observación geológica: NIVEL I: Comprende los primeros 15 m. sobre el nivel del mar. Tiene el inicio en el primer escalón golpeado por las olas, recorre los 17 peldaños excavados directamente en la roca, pasa por la gran plataforma de piedra de 13 x 6 m, y llega hasta el peldaño número 42. Este nivel está formado por la erosión producida directamente por el impacto de las olas y de las mareas. Las rocas presentan ondulaciones pulidas, similares a lengüetazos. Es un claro ejemplo en plena superficie, de las modificaciones que están ocurriendo en la base del gran gigante y resulta una lección pedagógica de cómo el mar va diseñando la caprichosa red de grutas y cuevas que tejen un laberinto “similar a una esponja pétrea” en el interior de Peñíscola. Por cierto, un enigmático laberinto que todavía en pleno siglo XXI está por investigar y descubrir.
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NIVEL II: Ocupa el trayecto que va del escalón 43 al 87, entre los 15 m. y 25 m. sobre el nivel del mar. Con una longitud de unos 20 m. llega hasta la mitad de la escalera. Aquí se observa la descomposición de la roca en finas láminas escamadas e incluso en polvo. Esta desintegración literal es debida a la reacción química producida por la mezcla del salitre con otras sustancias minerales, sometida además a variaciones extremas de temperatura, sobre todo al recalentamiento producido por la energía solar. En este nivel medio de recorrido de “la Escalera del Papa Luna” podemos admirar una bella bóveda de aproximadamente 20 metros de alto, 15 de ancho y 5 de profundidad, que por desgracia en un futuro, por influencia de estas reacciones químicas, más el impacto directo de la erosión de los elementos y la fuerza implacable de la gravedad, está irremediablemente condenada a desplomarse. Es un hecho curioso que los materiales de este nivel, fuera de este ambiente, colocados en un lugar neutro, siguen desintegrándose atacados por este “mal de la piedra” (hecho comprobado por mi amigo Lorenzo Medina). Sin duda este espacio puede considerarse el más agresivo en cuanto a los efectos de la erosión, y nos advierte que, aunque el gran acorazado de piedra en apariencia es duro, en realidad es frágil como el cristal.
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Esta zona posee un interés especial, porque funciona como un instrumento natural para la medición geofísica. Si recogiéramos mensualmente sobre una lona de 1m2, la masa desprendida en forma de polvo y escamas. Tras pesarla, podríamos elaborar mes a mes una tabla secuencial de pérdida de masa en situaciones normales. Así, cualquier alteración brusca en esta medida dentro del continuo estadístico sería un indicador para detectar o predecir movimientos anómalos en la Roca. NIVEL III: Está localizado en la zona del mirador, en una plataforma horizontal de 23 m. aprox. de longitud, ubicada a una altitud de 25 m. sobre el nivel del mar. Los múltiples surcos horizontales y paralelos causados por la fuerza del viento, se convierten aquí en huellas que nos determinan, según la anchura y la profundidad, el tiempo geológico de la Roca, mostrándonos además las distintas capas y la composición mineral del Peñón. Este nivel a simple vista parece el más compacto y resistente. NIVEL IV: Se encuentra en la zona cerca a la fortaleza, entre el escalón 88 y 99, debajo de la escalera móvil de madera, a una altitud entre los 25 y 30 m. sobre el nivel del mar.
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Aquí se nos muestra en plena superficie el proceso geológico-químico que da forma a la creación de las estalactitas y estalagmitas. Este nivel abre la probabilidad de que en el interior de la Roca puedan existir grutas con estas formaciones. Asimismo en esta misma sección observamos una composición curiosa, formada por una fuerte capa externa de roca caliza y una masa interna constituida por la mezcla rojiza de sedimentos compactados idéntica a la de los acantilados de la costa de Irta. Del análisis de esta parte he formulado la hipótesis que he denominado “la nuez geológica”. Pues en este corte vertical puede observarse con claridad, una capa exterior muy fuerte, de unos 3 metros de grosor, que da forma a una estructura similar a una cáscara de nuez, y otra interior, compuesta por la frágil roca rojiza constituida por un conglomerado de materiales. Esto nos predice que parte de la Roca de Peñíscola podría tener esta estructura y composición, es decir, fuerte y acorazada por fuera, frágil y blanda por dentro, similar a una nuez geológica. La probabilidad de que esta hipótesis de la “nuez geológica” sea real, la encontramos en la observación de un texto de 1755, perteneciente al Archivo Histórico Nacional, documento nº 677, que describe los efectos del Terremoto de Lisboa en Peñíscola. Informe remitido por el Gobernador de Valencia, el 22XI-1755.
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“Relación de lo acontecido en Peñíscola, y los lugares de su gobernación el día primero de noviembre de 1755, entre diez y once de la mañana, que fue cuando se percibió el terremoto en varias partes: • En Peñíscola habiendo un hombre en los caños de la fuente, la que salía clara, reparó que en un instante se volvió roja y prosigue turbia, bien que dicha fuente, sin saber de dónde viene, brota en medio del mar, y sale dulce y sumamente cristalina. Se infiere que el terremoto causó esta novedad, porque no ha habido lluvias en Aragón que la pudiese causar, como sucede algunas veces cuando llueve en abundancia en dicho Reino, y porque sucedió a la misma hora que se experimentó en otras partes en referencia al terremoto.” Este texto nos demuestra que como “daño colateral” del terrible Terremoto que asoló Lisboa en 1755, el Peñón sufrió un desprendimiento interno de la masa constituida por la roca conglomerada rojiza, esto hizo que el agua de la fuente manara roja y turbia. Esta descripción nos alerta indirectamente de que la parte débil de la Roca, como sucede en una nuez, está en su interior.
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Por añadidura, este documento histórico confirma que la Comarca del Maestrat no es tan estable sísmicamente como aparenta, o como nos dicen recientes estudios geológicos interesados, pues este texto sigue describiendo: “En Traiguera, que dista seis horas, me ha dicho un sacerdote que, estando en la Iglesia cantando la epístola, le pareció que se le andaba la cabeza, y al que cantó el evangelio que se le desvanecía la vista, y que todo rodaba. Cayó uno de los monacillos, y los capellanes del coro dicen que el facistol se movió, como así mismo consta que las lámparas se menearon por espacio de tres credos. • En la Jana sucedió lo mismo. • En San Matheo se apercibió el mismo movimiento de las lámparas. • En la Salsadella, aseguran que algunas mujeres en la Iglesia percibieron el terremoto, de manera que llegaban involuntariamente a tocarse unas a otras, y asimismo se percibió el movimiento y bamboleo de las lámparas. • En Calig, los que estaban en la Iglesia, deponen haber visto que movían todas las lámparas. • En Canet, sucedió lo mismo, y las mujeres se conmovieron bastante. • En Alcora, predicando el Padre Félix Fabra, se movió con violencia el púlpito, de forma que se paró el sermón, y causó a los circunstantes espanto. Estas novedades, y terremoto, sucedieron en los lugares de Cordilleras de las montañas, y en los de Marina. •
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Y, por Misericordia de Dios, no ha sucedido en esta Gobernación desgracia ni caído edificio alguno. Peñíscola, 15 de noviembre de 1755. Don Gh. de Santinanat y de Onís (¿?)” Como conclusión, la zona de “la Escalera del Papa Luna” no sólo es un lugar de leyenda y repleto de historia, sino que además resulta un laboratorio perfecto para analizar el pasado y el futuro de la imponente Roca. Pero sobre todo es un lugar sobrecogedor, porque en él, en un espacio comprendido entre 0 a 40 m. de altitud sobre el nivel del mar y un recorrido de aproximado de 100 metros, está codificado con signos caprichosos, un inquietante enigma al que sólo el paso del tiempo dará respuesta: ¿Son las manifestaciones geológicas de este lugar la crónica de una muerte anunciada? Me gustaría finalizar este artículo tranquilizando al lector, asegurándole que para que se diera un final apocalíptico de la Roca de Peñíscola deberían pasar miles de años… ¿O tal vez no? ¿Es posible que el proyecto Cástor haya puesto el dedo en el ojo al gigante de piedra dormido, o puesto a prueba la teoría del “efecto mariposa”? ¡No, no, tranquilidad, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja y muy remota! Así lo afirman las declaraciones oficiales. ¡Crucemos los dedos!
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ENLACES Y DOCUMENTOS DE INTERÉS ALFREDO FAUS PRIETO (1989): “Los terremotos de 1748 en el Antiguo Reino de Valencia”. Los terremotos valencianos de 1748 se constituyen en antecedente directo de los que asolaron Lisboa en 1755. A pesar de ser menos conocidos que éstos, posiblemente porque no afectaron a grandes núcleos de población y sí a comarcas interiores, su impacto dejó un gran número de escritos, desconocidos en su mayor parte. file:///C:/Documents%20and%20Settings/S20432903/Mis%20documentos/Downloads/DialnetLosTerremotosDe1748EnElAntiguoReinoDeValencia-37679%20(1).pdf JUAN A. BALDÁS (1892) “Libro de la Provincia de Castellón” Terremoto de 1748. JOSÉ MANUEL MARTINEZ SOLAES: “Los efectos en España del Terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755)” Monografía nº19, Dirección General del Instituto Geográfico Nacional. http://www.ign.es/ign/resources/sismologia/publicaciones/EfectosEspanaterremotoLisboa.pdf SISMICIDAD EN LA COMUNIDAD VALENCIANA. Física de la Tierra (2003) (José Giner, Sergio Molina y Pedro J. Jáuregui) file:///C:/Documents%20and%20Settings/S20432903/Mis%20documentos/Downloads/1266812748-1-PB%20(1).PDF LA VANGUARDIA (03/10/2013) Los terremotos se han sentido de Peñíscola a Barcelona. http://www.lavanguardia.com/vida/20131003/54388353482/terremotos-peniiscolabarcelona.html
LEVANTE (09/10/2013) Peñíscola registra el primer seísmo de 1.5 grados. http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2013/10/09/peniscola-registra-primerseismo-tierra/1039801.html
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DOCUMENTOS HEMEROTECA VALENCIANA (Generalitat Valenciana) Sobre el terremoto de 1748. http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1006116 http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1006104 http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1007856 http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1005570 http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1006147 http://bv2.gva.es/i18n/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=1005572 VÍDEOS DE INTERÉS: Recorrido visual por las Escaleras del Papa Luna. Punto Cero geológico donde podemos observar las fuerzas que dieron origen a la Roca de Peñíscola. http://youtu.be/wFI1WnvUJRM http://youtu.be/fesAzTWGnqU
OTROS VÍDEOS SOBRE PEÑÍSCOLA NO RELACIONADOS CON EL PAPA LUNA: http://youtu.be/CwYcNA4zwUw http://youtu.be/DwHYh5MFXu0 http://youtu.be/Ft0Nk56A8oY
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La zona de la fortaleza Templaria-Pontificia de Peñíscola que envuelve a la popular “Escalera del Papa Luna”, es un paraje de evidente interés geológico que puede considerarse “el punto cero” donde están representadas todas las fuerzas geofísicas que hace millones de años dieron origen al Peñón y que paradójicamente, siguiendo la lógica que “la fuerza creadora del pasado puede transformarse en la fuerza destructora en el futuro”, también están reflejadas en este lugar aquellas fuerzas que pueden conseguir que la Roca pueda llegar a desaparecer.
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