El Coliseo Romano También llamado Anfiteatro de Flavio, cuya construcción fue iniciada en el 72 d.C. por el Emperador Vespasiano, fue inaugurado por su sucesor en el trono, su hijo mayor Tito Flavio Sabino Vespasiano en el año 80 d.C. Es todavía hoy la mole más imponente de Roma, todo hecho de piedra. Se dedicaba a los espectáculos cruentos y brutales: lucha de gladiadores, luchas de fieras salvajes, sacrificios de ladrones o disidentes -cristianos-, era una carnicería de humanos y animales. La sociedad romana invertía gran parte de su ocio en acudir a espectáculos, que se presentaban en teatros, anfiteatros y circos. Construido por prisioneros judíos, este Anfiteatro pasó a ocupar el espacio de un lago artificial que había hecho Nerón. Por esto, debajo del suelo quedo lugar para un laberinto de cámaras y corredores subterráneos convenientes para las tramoyas (jaulas para las fieras, armería, sala de máquinas, etc.). Tiene planta elíptica; su eje mayor, de fachada a fachada, es de 188 metros, y de 156 metros su otro eje. La pared exterior de fachada es de 48 metros de altura. Su composición es de pisos con órdenes superpuestos, para un total de cuatro pisos. Su estructura fue diseñada para dar cabida a alrededor de 45,000 personas. El tema arquitectónico es el mismo, los arcos van flanqueados por columnas que los encuadran. El tercer piso tiene pilastras o columnas adosadas de estilo corintio. Las del segundo piso son del orden jónico, y las del piso bajo son dóricas. Sobre estos tres pisos se yergue un cuarto piso mas alto, sin arcadas y con pilastras planas. Todo el sistema va rematado con una gigantesca cornisa. Las zapatas que proyectan del muro en el último piso eran para sostener mástiles que pasaban a través de la cornisa. Estos mástiles mantenían el toldo descomunal que hacia sombra en los días de espectáculo. Este piso parece haber sido una mejora introducida en tiempo de Domiciano. Como obra arquitectónica, el Coliseo no es más que una duplicación del teatro. Como monumento, y muchos de los espectáculos que en el se representaban no son griegos. Se ha dicho que los romanos imitaron de los etruscos las luchas de gladiadores, aunque no hay ruinas de nada parecido a un anfiteatro en la Etruria antigua. Cabe mencionar que el montaje de estos espectáculos requería de una compilación de servicios de tramoya; por esto, en los subterráneos del anfiteatro tenia que haber lugar para los innumerables servidores y victimas empleados para los juegos. La inauguración del Coliseo debió producir sensación en Roma; el pueblo romano siempre ha sido muy impresionable por los esfuerzos edilicios de sus príncipes, emperadores o papas. El Anfiteatro Flavio sirvió de modelo para otros de provincias, aunque todos los anfiteatros romanos(a excepción del Anfiteatro de El Djem, en África del Norte) son de proporciones mucho más reducidas que el Coliseo de Roma. En el año 523 se produjo el último espectáculo de gladiadores y fieras en el Coliseo.