Archivos de las Jornadas de Relaciones Internacionales II

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Contenido El papel real de la cooperacion internacional en el desarrollo de Colombia, Berbén Hernández, Kervin & Martínez García, Eliana ................................................................................................................................. 2 Las transformaciones en el sistema de cooperación al desarrollo: ¿Construyendo una nueva forma de gobernanza?, Kern, Alejandra & López Canellas, Florencia .......................................................................... 2


3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

El papel real de la cooperacion internacional en el desarrollo de Colombia Berbén Hernández, Kervin & Martínez García, Eliana Universidad del Magdalena


RESUMEN ¿Será cierto que la cooperación internacional es totalmente la solución o el motor que impulsa el desarrollo en Colombia? Para responder dicha inquietud en este trabajo se examina, en una primera parte, los diferentes tipos de cooperación internacional que existen a nivel global, para tener una visión más amplia de los procesos relacionados con este tema, como segunda parte se observa la dinámica de la cooperación a nivel regional y que tipos de cooperación son más comunes, para así ubicar los modelos que han tenido éxito y que han servido de referencia para el desarrollo regional, por tercera parte, se toman los diferentes tipos y cooperación para observar de qué forma han incidido en

métodos de

campos como lo son el medio

ambiente, derechos humanos, educación, población vulnerable y niñez y así demostrar cuales han tenido mayor impacto en el entorno de desarrollo colombiano, como cuarto parte, se analizara el papel que han jugado las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en esta situación para analizar la capacidad de gestión de los entes territoriales y así manejar mejor recursos de cooperación; por consiguiente generar mayor institucionalidad tratando de recortar las brechas de desigualdad existentes en el país, Por ultimo mirar la prospectiva desde un punto de vista estratégico

para afianzar y fortalecer de una forma mas equitativa la

cooperación, observando primero la cooperación interna colombiana, luego la cooperación regional para ampliar la cobertura de la cooperación sur-sur regional y por último la cooperación internacional Global.

Palabras Claves: Cooperación, Desarrollo, Colombia, Latinoamérica, regionalización, ALBA, UNASUR, pobreza, desigualdad.


INTRODUCCIÓN Los sistemas de cooperación internacional en un principio fueron duramente criticados. Estos no daban los frutos esperados debido a su modelo de ayuda por parte de “países que tienen a países que no tienen”; pero esto sufre una revolución ya que cambia su énfasis al capital humano como solución de la pobreza, el mejoramiento de la educación y de la salud, describiéndose la nueva visión de cooperación donde, tanto el donante como el país que recibe la ayuda, trabajan conjuntamente en pro del desarrollo; permitiéndoles a cada región definir sus necesidades y de esta forma alcanzar su propio desarrollo sostenible (Raquel Álvarez, 2001 p5), pero esto a veces se convierte en algo relativo ya que los países desarrollados casi nunca cooperan a los países subdesarrollados sin recibir algo a cambio, entonces allí es cuando se puede deducir que la cooperación internacional se puede catalogar al mismo tiempo como una práctica de intereses mutuos pero donde la mayoría de veces sacan más provecho los países desarrollados. Además la cooperación internacional no asegura o no garantiza que en un país se acabe la pobreza o la desigualdad, por mucho que un país desarrollado coopere, si no existe por parte del país cooperado un consenso de distribución de las ayudas y de fortalecimiento de los campos mas vulnerables de cooperación o de los entes que se encargan de distribuir las ayudas a estos campos, la cooperación no va a tener un real efecto para la reducción de la pobreza y de los principales aspectos o campos en los que los países cooperantes hacen énfasis cuando generan los documentos o planes de desarrollo de cooperación tales como la seguridad, derechos humanos, gobernabilidad, educación, medio ambiente, cultura, población vulnerable y niñez para contrarrestar las necesidades humanitarias con la cooperación financiera, técnica y los otros diferentes tipos de cooperación. Sudamérica por su parte ha estado en los últimos años

sumergido en una problemática

ideológica, la cual ha interrumpido los procesos de desarrollo, integración, y cooperación que algunos países

han intentado liderar. Por otro lado se han incrementado los problemas

sociales, económicos y de seguridad interna gracias a aspectos tales como la violencia, la desigualdad, el narcotráfico, el crimen organizado, la violación de los derechos humanos, entre otros. Por lo cual algunos países sudamericanos optaron por aceptar la cooperación de países desarrollados, como lo son la Unión Europa y U.S.A, los cuales han brindado cooperación en ámbitos tales como los económicos, seguridad, educación, salud. Un ejemplo de esto es como lo indica el documento del plan de desarrollo en cooperación de Suecia del año 2009 al 2013 para Colombia, el cual va relacionado con el plan de desarrollo que tiene la Unión Europea con Colombia en el cual, de esta manera, es como los países desarrollados utilizan estrategias para


distribuir las ayudas las cuales no se deben acumular ni concentrar en una sola parte del territorio nacional si no que se debe distribuir equitativamente estas ayudas, además de proponer estrategias Anti-corrupción que permitan que estas ayudas lleguen intactas a sus respectivos lugares de destino; pero ese trabajo debe de ser mutuo, aunque se les hace un seguimiento a los presupuestos de cooperación, el país cooperado es el que debe hacer cumplir estos programas y es quien se encarga de con esas ayudas reducir los niveles de desigualdad y pobreza extrema. Tanto los países desarrollados cooperantes como los países cooperados esperaban que con estas ayudas disminuyera los aspectos negativos que estaban truncando el desarrollo regional y local; Pero lamentablemente estas ayudas no han llenado las expectativas de los países receptores y no han generado los beneficios y resultados deseados.

Por otro lado se observa como los tipos de cooperación a nivel global reflejan la adaptabilidad de estos en los entornos regionales y locales, la capacidad que tiene cada país en transformar esas ayudas en desarrollo. También el trabajo de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales; igualmente en vista de esta situación se ha fortalecido la cooperación sur-sur en Latinoamérica, ya que son países que tienen problemáticas similares y esto puede generar beneficios recíprocos en aspectos trasnacionales que le competen a todos los países de la región, estas problemáticos son, el narcotráfico, delincuencia, violencia, pobreza y desigualdad entre otras, las cuales son aspectos en común que comparten los países latinoamericanos. A medida que se avance en estos aspectos es importante mantener la línea estratégica de coalición a largo plazo de los procesos de cooperación regional. Pero para hacer un enfoque regional primero se debe tener en cuenta el entorno local de cada país de una forma individual, y así trabajar en procesos de cooperación interna entre las grandes ciudades de Colombia o ciudades ejemplares de otros países para tomar modelos y hacer crecer a las ciudades todo esto como resultado de la cooperación sub-regional Colombiana y la descentralización de los municipios que se encuentran en condiciones precarias.


SISTEMAS Y TIPOS DE COOPERACIÓN A NIVEL GLOBAL

Para poder entender el funcionamiento y el papel que juega la Cooperación Internacional en el desarrollo de los estados se hace necesario, primeramente, clasificar los distintos tipos de Cooperación Internacional existentes: esto comprende, según la naturaleza de las actividades involucradas, en la Cooperación Financiera; la Cooperación Técnica y Científica; la Ayuda Humanitaria y de Emergencia; la Reorganización de la Deuda, las Pasantías y Voluntariado; y a los Auspicios Académicos: Becas y Fellowships. Por otro lado tenemos los tipos de cooperación según el nivel de desarrollo de los países: la Cooperación Descentralizada; la Cooperación Sur-Sur; la Cooperación Triangular.

Cooperación financiera

Este tipo de Cooperación consiste en brindar a los estados receptores recursos económicos, dinero, para generar políticas públicas que estos no puedan realizar con recursos propios, públicos o privados. Estas ayudas pueden presentarse de tres formas; ya sea brindando créditos a través de proyectos y programas, ayudando en mercancías para el desarrollo del país receptor las cuales éste no pueda importar por falta de recursos, o financiación para la realización de reformas estructurales (RACI) La cooperación financiera puede realizarse a través de tres canales:

Los Fondos reembolsables el cual consiste en un financiamiento en efectivo, bajo condiciones de interés y tiempo favorables. Un claro ejemplo de esto es el Banco Interamericano de Desarrollo el cual otorga subsidios a los países miembros en desarrollo para financiar actividades de cooperación técnica. Los Fondos no reembolsables en los cuales no se contrae deuda al aceptarlos ya que no se debe reintegrar los recursos prestados y los Créditos blandos


los cuales son otorgados por estados, organizaciones o instituciones internacionales que poseen una baja o nula tasa de retorno. Esta tipo de financiación está en manos, principalmente, de los Bancos Multilaterales de Desarrollo, como el Banco Mundial, el cual proporciona préstamos directos o adquiere participaciones de capital en negocios privados, además de conceder préstamos indirectos de bancos privados negociados o garantizados por instituciones públicas (Ellmers Bodo 2010, p 7). Lamentablemente estudios realizados han demostrado que esta ayuda brindada por el Banco Mundial no ha dado los resultados esperados, debido a que los financiamientos prestados por este solamente son concedidos a países ricos, con empresas grandes; y no son de fácil acceso a aquellos que de verdad necesitan la ayuda financiera. Además el Banco Mundial financia a grandes multinacionales para que estas inviertan en países pobres o de renta baja, aun cuando los intereses comerciales de las compañías trasnacionales no coinciden con los objetivos de desarrollo del país huésped (Ellmers Bodo 2010, p 7), en vez de invertir en las empresas nacionales del país necesitado el cual invertiría y desarrollaría programas que favorecerían a los sectores en los que realmente necesitan; además de que crearían empleos a los nacionales, caso contrario a las trasnacionales que contratarían mano de obra extranjera. Se considera que la cooperación financiera es contraproducente porque lleva a un aumento del endeudamiento de los países en desarrollo y a una transferencia de recursos de éstos hacia los donantes (Olivié Iliana 2012, p 2).

Otro punto a tener en cuenta es que dentro de estas ayudas, una práctica que se ha hecho común por parte de los países donantes es el brindar créditos concesionales con la condición de que se compren bienes o servicios en el país que brinda el crédito. Esta práctica ha sido criticada ya que pone en entre dicho la verdadera razón de ser de la cooperación internacional para el desarrollo

Cooperación Técnica y Científica

La cooperación técnica internacional hace referencia a aquellas acciones en las que se involucra las trasferencias tecnológicas, la capacitación de recursos humanos, y la donación de


recursos (Guaqueta, 1995, P. 2). Es decir, que en este tipo de cooperación se comparte conocimiento, experiencia y tecnologías de una país con otro. Por lo general en este tipo de cooperación se realizan visitas al país solicitante de la ayuda con el fin de realizar asesorías, seminarios, conferencias, trabajos de campo, capacitaciones, en fin; una serie de mecanismos a través de los cuales se lleva conocimiento científico y tecnológico al país receptor de la cooperación.

Ayuda Humanitaria y de Emergencia

Este tipo de cooperación se presenta cuando ocurre un desastre o catástrofe natural, político, social o económico. El objetivo de esta es sanear los estragos y consecuencias causados por estos desastres a través de ayudas tales como víveres, ropa, medicamentos, reconstrucción de casa y edificios dañados; todos estos recursos que necesitan ser cubiertos y brindados de forma inmediata. Un ejemplo de esto es Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que brinda ayuda a los países en momentos de crisis.

Lamentablemente esta cooperación se ha visto inmersa en duras criticas ya que los países donantes brindan apoyo a aquellos países en los cuales observan y tienen intereses políticos y militares que a otros lugares con importantes necesidades derivadas de grandes crisis humanitarias. Se usa la ayuda para alcanzar logros a corto plazo en materia de seguridad y política.

Reorganización de la Deuda

Este tipo de ayuda consiste en modificar las condiciones establecidas para el pago de una deuda existentes, es decir, buscar mecanismo que garantice el pago de una deuda de modo que el deudor no debas contraer una nueva obligación para lograr alcanzar el desarrollo deseado. Esta reorganización puede presentarse a través de cuatro mecanismos: La condonación, en la cual se anula de forma voluntaria total o parcial la deuda por parte del


acreedor; la reprogramación en donde se extiende el plazo de pago de la deuda; la asunción donde una tercera parte compra la deuda realizando los pagos, siempre y cuando el deudor acepte en brindarle servicios.

Como se puede observar este tipo de cooperación, si bien presta ayuda y brinda la posibilidad a los deudores de pagar el compromiso en plazos más largos,

esto traduce un cierto

encadenamiento de estos con la deuda. El deudor seria esclavo de la deuda o del tercer agente que compre la deuda, teniendo que ofrecer el servicio que este exija sin objeciones.

Las Pasantías y Voluntariado

Las pasantías consiste en que algunos funcionarios, estudiantes, profesionales a otro país con el fin de conocer experiencias, procedimientos, capacidades en temas específicos. Esto con el fin de traspasar conocimiento y experiencia a la institución a la cual dicha persona haga parte. Mientras tanto los voluntariados consisten en la ayuda brindada por funcionarios, estudiantes, profesionales, sin ánimo de lucro con el fin de desarrollar proyectos de desarrollo en países en los cuales se necesite su participación.

Este tipo de ayuda ha crecido en popularidad e incidencia, no se necesita mucha formalidad administrativas, pero si compromiso y sentido de colaboración. Un organismo reconocido mundialmente por brindar voluntarios es Greenpeace, que con el esfuerzo, compromiso y voluntad dan un granito de arena a la protección del planeta.

Cooperación Descentralizada

Este tipo de cooperación se caracteriza por permitir la participación activa de países del Tercer Mundo (OCDE 2011).Lo que busca es que las organizaciones no gubernamentales, empresas, universidades, cooperativas, toda la sociedad participe en el desarrollo y crecimiento de los


países en vía de desarrollo; conjugar el sector público y el privado, los agentes económicos, políticos y sociales, las organizaciones de los países del Norte con las del Sur para un desarrollo más equitativo. (Del Huerto Romero, 2004) Este tipo de cooperación fue introducida por la Unión Europea dentro del marco de la cooperación hacia los países de menor desarrollo implementado luego del fin de la Guerra Fría, siendo una de las formas de ayuda internacional más tradicionales en esta. La cooperación lo que busca es generar políticas que combatan la pobreza y que logren un desarrollo económico y social de los países y por ende del ser humano.

Cooperación Sur-Sur

Esta tiene por definición proceso por el cual dos o más países en desarrollo adquieren capacidades individuales o colectivas a través de intercambios cooperativos en conocimiento, cualificación, recursos y tecnologías (PNUD 2011). Esto es el traspaso y canje de información, técnicas entre dos países de rentas similares con el fin de potenciar las capacidades de los sectores que generen mayor impacto en las economías de dichos países. Esta cooperación es vista como estratégica ya que no se basa en objetivos económicos, sino donde se unen esfuerzos para lograr objetivos comunes; además de que en este tipo de cooperación no deben existir criterios de condicionalidad, la ayuda debe ser brindada de forma voluntaria.

Este tipo de Cooperación se basa en el supuesto que es posible crear una conciencia cooperativa que les permita a los países del Sur reforzar su capacidad de negociación con el Norte (Lechini Gladys 2009, p 3). Lo que se quiere con esto es la adquisición de autonomía a la hora de tomar decisiones, para afrontar y resolver problemas comunes.


Cooperación Triangular

Esta cooperación se da entre tres países, cada uno con un papel fundamental en el proceso de cooperación: un oferente o socio donante; papel que puede ser desempeñado por países con recursos y trayectoria en cooperación internacional, así como organismos internacionales tales como el Banco Mundial o el Fondo monetario Internacional. Un país de renta media o socio emergente que también hará de donante y por ultimo un receptor que será un país de poco nivel de desarrollo. Aquí dos actores trabajan juntos a favor de un tercero, aprovechando las ventajas ofrecidas por cada uno optimizando el proceso de cooperación y obteniendo avances de mayor grado en el desarrollo del país que recíbela ayuda (Ayllon, Albarran, Gomez, 2011).

Un ejemplo de triangulación palpable es Costa Rica mediante el Programa de Asociación ChileJapón JCPP. A través de este programa de triangulación, Chile apoyó a Costa Rica mediante la misión de Estudio – Formulación de Proyecto de Rehabilitación de Discapacitados en Costa Rica. Esta misión fue apoyada económicamente por JICA- JAPÓN y tuvo por objeto definir la demanda de cooperación en materia de rehabilitación de discapacitados presentada por el Centro Nacional de Rehabilitación CENARE de Costa Rica.

La cooperación triangular está muy relacionada con el concepto de cooperación horizontal, en la que todos los socios aprenden y donde se generan acciones tipos win-win-win, donde todos ganan. No obstante, los casos también indican que uno de los mayores riesgos de la cooperación triangular son los costos sustanciales de transacción que conlleva la puesta en marcha de operaciones triangulares, al reunir una gama más amplia de actores, que a su vez cuentan con condiciones institucionales e intereses diferentes.

Otro punto a tener en cuenta en la triangulación es la apropiación; que sea el país receptor el que tenga el liderazgo en la cooperación y que sea este el que establezca las reglas del juego, mientras que los donantes deberán alinear sus políticas y estrategias de desarrollo en pro de brindar recursos al país que recibe la ayuda. Lo que se quiere evitar es que el donante


tradicional y el proveedor del Sur se enfoquen en crear una fuerte relación equitativa entre ellos, generando una asociación desigual hacia el tercer país.

Con respecto a la cooperación vertical o Norte – Sur, hay un punto muy importante que es necesario abarcar, lo cual ha sido el abuso y violación, que han tenido algunos procesos de cooperación internacional en diferentes partes del mundo uno de los principales casos controversiales se dio en África donde multinacionales en el área de farmacéuticos tomaban como fachada su empresa para violar los derechos humanos tomando como objetos de experimentos a los seres humanos, violando toda las leyes internacionales; es la hora y todavía se ven muchas situaciones como estas donde las empresas con base en su poder se aprovechan de un continente extremadamente pobre como lo es África para hacer este tipo de delito, por esto los entes internacionales encargados en estos casos muestran “castigos rigurosos” (eso es lo que hacen ver mas no es seguro que se cumpla) ya que las multinacionales tienen muchas influencias y más si donde los juzgan es en su propio país, por esto muchos países le han dejado la responsabilidad de la cooperación a agencias, y a organizaciones las cuales se encargan de recopilar

las cooperaciones y así ellos son los

mediadores. Estas situaciones son importantes para que los gobiernos las tengan en cuenta, ya que no siempre la cooperación es como la muestran si no como en realidad es, de igual manera hay algunos países en desarrollo que se cierran a ciertos países, ya que sienten su soberanía amenazada, como hay otros países que no aceptan ningún tipo de cooperación, y finalmente los que aceptan la cooperación de cualquier país, todo esto depende también de que política exterior, interior o de corriente política-ideológica que tenga cada país, en este sentido se observan muchos países que optan por actuar con sentido estratégico, puede ser en busca de aliados políticos, comerciales, militares etc. Pero siempre en correlación con la cooperación: habiendo expuesto esto se pueden analizar estas situaciones las cuales se han presentado en este ámbito con distintos modos o perspectivas de estudio de la cooperación internacional, desde distintas corrientes ideológicas o percepciones; dos de estas, las cuales se analizaran a continuación:

ANALIZANDO DESDE LA PERSPECTIVA REALISTA


Como marco de referencia o para explicar desde diferentes puntos de vistas este fenómeno primero tomaremos el concepto del paradigma realista, el declara de salida que la cooperación no es una herramienta de paz. En este paradigma se destaca la anarquía como la característica más importante del sistema internacional, esto quiere decir que la manera más apropiada para solucionar los problemas en este paradigma son los conflictos. Ellos exponen que entre más competencia haya se podrán apreciar las exigencias de los estados y eso conllevara a ser cada día mejores. El continuo choque genera una sensación de querer más poder, por esto los realistas aceptan la cooperación solo cuando los gobiernos buscan “Maximizar la ventaja de sus países con respecto a otros estados ” (Alejandra Ripoll 2007 -70); pensamiento que propone la disputa entre países como competencia para adquirir más competitividad, más ganancias, teniendo en cuenta a sus adversarios y observándolos desde punto de vista estratégico, por eso se puede decir que desde esa forma de ver las cosas se puede llegar a ver este paradigma que no excluye del todo a la cooperación si no que se aplica desde un punto de vista estratégico de países poderosos.

ANALIZANDO DESDE LA PERSPECTIVA TRANSNACIONAL

Desde esta perspectiva se observa que el principal objetivo de la Cooperación Internacional está basado en el poder económico como prioridad, protege las instituciones y las normas internacionales, y dice que estas organizaciones sirven de mediadores o de imparciales ante situaciones que se presenten; además argumenta que la cooperación es un negocio completo para los estados que cooperan y que las organizaciones no gubernamentales (ONG) también hacen parte del negocio compitiendo con los estados. Según este pensamiento toda esta conjugación podría causar espacios para dinamizar el intercambio económico para los países menos desarrollados (Alejandra Ripoll 2007 -71) Este paradigma se basa en querer dinamizar el capital de las grandes potencias en los países menos desarrollados para así adquirir ganancias a largo plazo y aparte de esto, darse un shampoo de reconocimiento. También nos dice que es muy respetuoso de las instituciones internacionales y que estas optan por resolver los asuntos por las vías de la paz, pero también se tiene que todos estos ánimos de cooperación se convierten también en una influencia y participación por parte de entes externos dentro de los asuntos domésticos del país cooperado; es decir de una u otra forma la violación de su soberanía.


DINÁMICA Y TIPOS DE COOPERACIÓN REGIONAL PARA EL DESARROLLO

Cooperación Técnica entre Países en Desarrollo (CTPD),

Cooperación Horizontal o

Cooperación Sur-Sur y Cooperación Triangular estas son los tipos de cooperación que mas se utilizan en el ámbito regional, ya que se observa que la mayoría de los países de Latinoamérica están pasando por un proceso de desarrollo; por su parte la cooperación técnica entre países en desarrollo ha venido en incremento los últimos años, en campos tales como la medicina, ingeniería, energía, tecnología militar, agrícola, acuícola entre muchos otros. Cada país trata de sacar su potencial y aportar un grano de arena a la región, un ejemplo es Cuba y Perú, cooperando enviando sus mejores médicos y suministros hospitalarios a países sudamericanos que necesitan este tipo de ayudas, de igual manera, Colombia - Venezuela, en campos energéticos e igual Argentina - Bolivia, Chile y Colombia en los campos de ventas de servicios, y comercio electrónico; entre otras forma de cooperación técnica existentes en la región. Por otra parte tenemos la cooperación

sur- sur que es uno de los tipos de cooperación mas

utilizados actualmente por países en desarrollo, mas adelante se profundizara para el caso Colombia de este tipo de cooperación; para Latinoamérica y Suramérica se puede decir que se va en buen camino gracias a este tipo de cooperación ya que es entre países en desarrollo que se están generando procesos de cooperación equitativos donde ninguna de las partes sale perdiendo. Otro tipo de cooperación que se ve en la región es la cooperación vertical en la cual tres países están involucrados en el proceso donde uno es el país desarrollado otro es el país en desarrollo y otro es el país mas pobre, la cual consiste en que el país desarrollado suministra los aportes de cooperación para el país pobre a un país en subdesarrollo para que este se encargue de hacer la gestión de cooperación al país mas pobre, un ejemplo de esto en la región lo ha caracterizado la Unión Europea, Argentina y Colombia, cuando Colombia era un país de renta baja y argentina era un país de renta media y países de la unión europea eran de renta alta, Argentina cooperaba a Colombia en muchos aspectos gracias a este triangulo, otro ejemplo lo caracterizo hoy en día Colombia en el triangulo de Unión Europea, Colombia, Haití, donde Colombia se desempeño muy bien cooperando a Haití.


Las Naciones latinoamericanas crearon varios organismos y programas unos de estos son, Organismo Latinoamericano de Minería (OLAMl) y el Programa Regional de fortalecimiento de Redes de Información Nacionales para el Desarrollo en América Latina y el Caribe (INFOLAC), así como el Programa Regional de Acuicultura y el Ejercicio de Programación de CTPD en Actividades Marítimas, entre otros. (Alexandra Guáqueta, 1995: - 5)

Grafica 1.

Fuente: DECTI-CONPES, 1994

La grafica uno (1) nos muestra como en 1994 argentina era el país que mas aportaba al presupuesto del CTPD y se ve como Colombia era el que menos aportaba de este presupuesto, entonces se cree que si todos los países aportaran un capital importante a estos programas o fondos las región podría tener una gran dinámica regional de cooperación técnica, ya que como estos países están en desarrollo se les hace difícil la cooperación financiera, entonces muchas veces se les hace mas fácil cooperar técnicamente en campos como la agricultura, la minería, la acuicultura, modelos de sostenibilidad ambiental y de desarrollo, que en Suramérica se


tienen muchos buenos modelos y buenas practicas, que hay que afianzar tratando de que cada país aporte su potencial en los campos donde mejor se desempeñen.

Grafica 2.

Fuente: DECTI-CONPES, 1994

En la segunda grafica se observa la dinámica del fondo de cooperación técnica de 1984 a 1994 se observa que de 1984 a 1987 se mantenía en un 70.000 mil dólares y de 1988 a 1989 tuvo una fuerte caída a solo 30.000 mil y luego repunto nuevamente de 1991 a 1994 para estabilizarse así. Esto muestra que los países latinoamericanos no se han enfocado mucho en estos fondos, para cooperación mutua y que no tienen un aporte estable cabe aclarar que estos fondos salen del PIB de cada año de los países entonces su aporte depende del rendimiento o comportamiento de la economía del país en esos años.

Por otra parte por medio de la globalización y el nuevo orden mundial, la conectividad e interdependencia entre países son realidades innegables, palpables y que no se pueden evitar; esto reflejado en el hecho de que cualquier acontecimiento o cambio ocurrido en un país


indiscutiblemente afectara a

sus países periféricos. América Latina y Sudamérica no se

escapan de estas condiciones. Estudios sobre política exterior latinoamericana demostraron que el comportamiento externo de los países de la región era reflejo o reacción de lo que ocurría en el sistema internacional: demostraron la sensibilidad y la vulnerabilidad de los Estados de la región frente a las variables externas (Lechini Gladys 2009, p 9) Pero llega un momento, en donde los países comienzan a cuestionarse y a ver la posibilidad de crear políticas autónomas, en las cuales se vele por los intereses y necesidades propias de cada uno, y donde no fueran tan dependientes. Nace la necesidad de crear criterios propios donde prevalezcan los intereses y bienestar nacionales por encima de las potencias mundiales; donde con ayuda de países periféricos, países en vía de desarrollo con necesidades similares, se busque la cooperación mutua. De allí se implementa la Cooperación Sur-Sur, la cual es el polo opuesto a la Cooperación Norte-Sur.

Concretamente en América Latina se está optando en mayor medida por una vertiente alternativa dentro de lo que se conoce como nuevo regionalismo, en donde la estrategia va más allá de la integración económica para la solución de los problemas que aquejan al Sur (Ojeda Tahina 2010, p 3). La creación de grupos como la UNASUR y la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) son claros ejemplos de la búsqueda de ese regionalismo, donde a través de políticas comunes y agendas que incluyeran temas de cooperación no comercial, se ve aplicada la Cooperación Sur-Sur. Además de que los gobiernos de izquierda, como el de Venezuela, buscaban lograr mayor liderazgo en la región desligándose de las potencias como Estados Unidos, los cuales los controlaban y condicionaban sacando provecho de sus recursos y no brindándoles la ayuda que realmente se necesita.

Sin embargo la CSS necesita fortalecerse, especialmente limando asperezas y mejorando las relaciones bilaterales de los países, ya que en los últimos años los países del sur han tenido conflicto entre ellos, como es el caso de Venezuela y Colombia; que si bien son países periféricos bolivarianos, sus políticas e ideologías son muy divergentes lo que ha ocasionado más de un enfrentamiento que ha desencadenado disputas y enfrentamientos no solo entre estos dos países, sino entre el resto de países limítrofes que apoyan a una de las dos partes en discordia.


Otro aspecto que no permite el desarrollo latinoamericano es la violencia, caso específico el narcotráfico, el cual ha generado crisis y ha hecho temblar las estructuras gubernamentales de los países latinoamericanos tanto de derecha como de izquierda, lo cual indica que se ha convertido en un problema de impacto social a nivel global ya que no solo afecta a los países productores si no a los países consumidores. Actualmente México se ha convertido en la Colombia de los años 80, ya que los narcotraficantes han utilizado los métodos de asesinato y de tortura que utilizaban los carteles colombianos en esa época, pero además han convertido a las ciudades fronterizas en una batalla campal, por la lucha de liderar el negocio de las drogas, todo esto ha traído graves consecuencias al desarrollo de los países latinoamericanos, además ha traído atraso, pobreza, desplazamiento forzoso, desapariciones, secuestros entre otros aspectos que afectan a la región, por eso es importante que los países latino americanos confronten la situación de una manera inteligente, por una parte tienen el apoyo de los países consumidores o potencias, los cuales consideran que la mejor forma de salir o de acabar con las drogas es erradicando los carteles y por otra parte tenemos otras ideas que consisten que la legalización de las drogas para acabar con el problema desde raíz, ambas soluciones tienen falencias, para llegar a una solución se debe de romper con las formas tradicionales de pensar y analizar las cosas mirando las nuevas formas de enfrentar las amenazas con mente abierta y con inteligencia, todo esto muestra que de una u otra forma los países latinoamericanos se deben de cooperar en esta lucha en contra de este flagelo y da a entender la importancia que tiene la integración Latino-americana. Colombia por su parte ha gastado muchas vidas y dinero queriendo erradicar esta problemática y al final los carteles optaron por cambiar de estrategias como el de estar cambiando de líderes, utilizar tecnologías para no ser detectadas las mercancías entre otras muchas estrategias para evadir la fuerza pública, entonces se deduce que atacando por las vías de la fuerza a estas organizaciones no se acaba en definitiva este problema ya que está en constante retroalimentación.

DIFERENTES SISTEMAS Y TIPOS DE COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO EN EL ENTORNO COLOMBIANO.


La cooperación internacional y el desarrollo en Colombia han tenido muchos altibajos en el transcurrir del tiempo, gracias a la difícil situación de orden público, narcotráfico, violación de los derechos humanos, pobreza, educación, entre otros aspectos, los cuales han sido un obstáculo para los procesos de desarrollo y de cooperación. Por otra parte se tiene el problema ideológico el cual fue un conflicto no solo ideológico si no que abarcaba diferentes aspectos sociales, políticos, económicos, de violencia, entre otros. Todo estos problemas internos que ha manejado Colombia desde hace muchos años ha dividido el país por causa de corrientes políticas e ideológicas opuestas, gracias al Bogotazo en 1948 y las miles de muertes de personas Liberales relacionadas antes y después de ese acontecimiento, creó los grupos al margen de la ley como lo son las FARC, el ELN, y estos luego incidieron a la creación de los paramilitares entre otros, y actualmente por medio del proceso de desmovilización se han creado las famosas “bandas emergentes”. Toda esta situación ha generado un número muy grande de pérdidas humanas y además un atraso muy significativo en todos los procesos de desarrollo económico, social, frente a los países de la región, además esto ha puesto en jaque las relaciones entre los países vecinos en muchas ocasiones, y ha estado a punto de ocasionar una confrontación bélica entre Colombia, Ecuador y Venezuela, como fue el caso a la violación de la soberanía Ecuatoriana por parte de Colombia. Otro punto de discrepancia consistía en que Colombia había puesto como prioridad las relaciones internacionales con países desarrollados, específicamente con Estados unidos; el gobierno Colombiano en conjunción con el Gobierno Americano pactaron colocar unas bases Norteamericanas en Colombia, lo que generó la inconformidad de algunos países de Sur América y que al final genero un gran debate y controversia en el interior de Colombia; El proyecto duro un tiempo en discusión por parte de la Corte suprema de justicia, la cual al final decidió no aceptar este acuerdo y por ende que no se instalaran bases Americanas en Colombia; Como siempre se ha sabido estos dos países, Colombia y Estados Unidos, han compartido la corriente ideológica neoliberal – capitalista, se sabe que por parte de Colombia el ser un país neoliberal no ha sido por voluntad propia si no por imposición, esto causo un choque con las corrientes ideológicas socialistas de la región. Esto genero un desacuerdo político entre los países Sur Americanos y amenazo con disolver procesos como el MERCOSUR ya que se tenía dificultades para la solución de sus conflictos internos, algunos de los cuales habían devenido en crónicos, como es el caso de la Crisis de la Papeleras. (Contreras Polgati, Arturo, 2009, p. 37) Entre otros acontecimientos. En la actualidad Colombia sigue siendo un país con doctrina neoliberal y aunque Colombia no descuida las relaciones con los países imperialistas como Estados Unidos y España, ha tomado una posición más neutral dentro de las relaciones con sus vecinos, así muchos países en Latinoamérica han


tomado posiciones neutrales para no generar conflictos ideológicos como en el pasado; aparte Colombia ha optado por afianzar los lazos de amistad, los lazos culturales, de costumbre y de idiosincrasia que nos unen a los pueblos suramericanos, para con esos aspectos afianzar también lazos comerciales, políticos, económicos, cooperativos, entre otros. (Gómez Quintero 2007)Por esto es importante para tener éxito en los procesos de desarrollo; incentivar la integración, entre los países Sudamericanos para fortalecer todos los aspectos y así crear bases fuertes y duraderas para luego, cuando estemos fuertes mirar hacia otros mercados, un ejemplo claro de esto fue la Unión Europea, por parte de la estructura de unión mas no en la estructura económica-neoliberal que se impuso dicho Unión, esta Unión se fortaleció internamente y luego si se expandió hacia mercado externos, lo que se esta proponiendo en Suramérica es una Unión mas responsable, que este en disposición y servicio de los pueblos, y no en disposición y servicio de la burguesía.

Los sistemas de cooperación que más se han utilizado en Colombia en los últimos años, han sido la cooperación vertical o Norte-sur, la cooperación Horizontal o Sur-Sur y la cooperación Triangular, las cuales se dividen en los siguientes tipos de cooperación: Cooperación Financiera, La Cooperación Técnica y Científica, Cooperación para Ayuda Humanitaria y de Emergencia, Auspicios Académicos: Becas y Fellowships, Cooperación Descentralizada, estas han sido las más representativas formas de cooperación que ha tenido Colombia en los últimos años, las cuales han servido para el fortalecimiento de la economía y han dado lugar a un desarrollo, aunque algo lento por muchos factores ya que actualmente Colombia es el país más desigual dentro de los desiguales por ende se ven los resultados infructuosos de esos sistemas de cooperación que se han adoptado hasta el momento. Colombia aparte de enfatizar actualmente los esfuerzos de cooperación e integración con el sistema de cooperación vertical también ha puesto su interés en el sistema de cooperación horizontal o sur-sur, el cual consiste en cooperación mutua entre países en desarrollo, en la cual Colombia tiempo atrás solo era receptor o solo podía utilizar el sistema de cooperación vertical o Norte – Sur ya que el PIB Per Cápita nacional era inferior a 1500 Millones de dólares entonces eso la convertía en un país de renta baja; apenas el PIB Per Cápita ascendió a 1500 millones de dólares el país dejo de ser un país exclusivamente receptor. Por este ascenso en la actualidad Colombia se convirtió en un país de renta media esto quiere decir que muchos de los países que cooperan a Colombia van a ir quitando mancomunadamente las ayudas de cooperación. Por ende se va empezar a trabajar con el sistema de cooperación Triangular el cual involucra a tres países de renta alta o


desarrollado, país renta media o en desarrollo y país de renta baja o pobre y la dinámica sería un flujo de capital o de cooperación donde los países desarrollados suministran capital de cooperación financiera a países sub. Desarrollados y estos a su vez por los mismos medios financieros, técnicos, científicos, educativos entre otros, le van a suministrar la cooperación a los países más pobres, esto es lo mas similar a un negocio, donde los países desarrollados invierten hoy para recibir algún beneficio mañana, no necesariamente económico ya que los países suramericanos poseen una riqueza en recursos humanos muy importante entonces simplemente eso se podría considerar como uno de los principales intereses de los países poderosos. Aparte de la cooperación que Colombia por ser de renta media le puede suministrar a los países más pobres, por tal razón esto convirtió a Colombia en un país cooperador, y desde ese entonces Colombia ha cooperado a ciertos países pobres de la región. (Hernández, A.P.C. 2012) esto ha generado una acogida positiva por parte de los países latinoamericanos, ya que Colombia aparte de trabajar por el desarrollo interno también estaba aportando al desarrollo regional. Colombia también hace parte de la A.E.C. Asociación de Estados caribeños, la cual tiene como principales Socios a México, Colombia y Venezuela, por el lado de México tenemos como antecedentes muchos aspectos enfocados, en la trascendencia que ha tendió México en este proceso; que desde los tiempos de la colonización se podía vislumbrar que se tenía la idea de conformar una asociación o acuerdo entre países Caribeños. Esta Asociación ha servido para una cooperación mutua de los países insulares con los países continentales tanto de intercambio comercial, como intercambios de cooperación técnica entre otras; un ejemplo de estas situaciones de cooperación fue entre Colombia y Jamaica que definieron los límites marítimos que no habían estado ratificados y del cual el gobierno colombiano había mostrado su interés en resolver; este problema se definió gracias a la cooperación horizontal. Aparte de definir los límites marítimos Colombia envío delegados a Jamaica para ratificar su interés de cooperación en muchos otros aspectos y por otro lado Jamaica ratifico también su apoyo a la iniciativa, después de haber definido los límites al final se llegó a un consenso y Jamaica firmo el tratado limítrofe, y se firmaron muchos otros convenios gracias a los sistemas de cooperación horizontal o sur –sur.

Si se profundiza dentro de los tipos de cooperación allí se observa que otro tipo de cooperación internacional que ha tomado fuerza y últimamente ha tenido preponderancia y de la cual el gobierno ha incentivado su uso es la cooperación técnica internacional, la cual hace referencia a aquellas acciones en las que se involucra las trasferencias tecnológicas, la capacitación de


recursos humanos, y la donación de recursos. (Guaqueta, 1995 - 2) es decir este tipo de cooperación consiste en auxiliar, no monetariamente, si no con bienes y servicios no reembolsables, los cuales pueden ayudar también a la población marginada con elementos, utensilios que les sirvan para su desarrollo como comunidad, como lo son computadores, medicamentos, capacitaciones, donaciones a escuelas entre otras. Lamentablemente muchas de estas ayudas no llegan a sus beneficiarios gracias a la mala administración de los entes territoriales o a las manos corruptas.

PRINCIPALES CAMPOS DE ACCIÓN ESTRATÉGICA DE LA COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO.

MEDIO AMBIENTE:

Para tocar este tema se debe de abordar primero desde la perspectiva global ya que es un tema bastante complejo, además que últimamente ha ido tomando fuerza y se le ha dado más prioridad últimamente debido a los problemas ambientales por los que el planeta atraviesa actualmente, por lo cual se le ha incluido en las discusiones o aspectos en la situación actual. Por esto es importante reiterar la necesidad de hacer más referencia a la revisión de la forma de como se está planteando el tema ambiental en las políticas y estrategias de cooperación internacional para el desarrollo; si se trata de una prioridad que da lugar a estrategias de primer nivel o si por el contrario es considerado un aspecto menor del que sólo se derivan medidas parciales y aisladas. Por otra parte se puede decir que todo esto se puede analizar desde la percepción cualitativa de que en los últimos cuatro o cinco años las principales agencias estaban formulando estrategias en esta materia como respuesta a los retos que plantea la problemática ambiental global, y como reconocimiento de las presiones a que están sometidos los recursos naturales en determinadas zonas del planeta, lo cual sitúa en posiciones, más vulnerables a los sectores más pobres y débiles de la población mundial (Pereira Jerez, Rodríguez Arias 2002, P. 2)


A nivel de Colombia se puede decir que estos temas también han tomado mayor importancia en los últimos años ya que los gobiernos anteriores no les importaban de a mucho los temas relacionados con el medio ambiente, ya que muchos de aquellos gobernantes dieron licencias a muchas empresas que explotan los recursos humanos sin las previas revisiones y monitoreos exhaustivos que requerían estas empresas. Un ejemplo de eso es específicamente el prejuicio ambiental que han ocasionado las empresas de carbón en los puertos carboníferos de la costa caribe colombiana los cuales han estado explotando el carbón desde los años 90 sin los respectivos controles ambientales; por ejemplo los vagones que vienen desde las zonas explotadas, hacen el recorrido sin una carpa o algo que cubra el carbón, esto quiere decir que por todo el camino las partículas del carbón contaminan a toda la fauna y flora. Como si no fuera poco las playas aledañas a este puerto están contaminadas por el polvillo del carbón que sin ninguna protección, la brisa ayuda a que caigan todas esas partículas en el mar y esto ocasiona enfermedades para los humanos, muertes para los animales y ecosistemas marítimos, y el gobierno no interviene en ese tipo de atentados en contra del medio ambiente; así como este caso hay muchos otros casos colombianos.

Fuente: Informes de Colombia Objetivos del mileno, 2005.

Según los Objetivos del milenio, en el grafico 7.2 explican las hectáreas protegidas en Colombia desde el año 1975 hasta el año 2005, y claramente nos muestra que en los años 70s las hectáreas protegidas eran solo de 2.476.315

y se mantuvo así subiendo un punto cada año


hasta llegar aproximadamente a mediados o finales del año 1990 a 4 millones de hay tuvo un fuerte salto hasta 7 millones de hectáreas protegidas, en los siguientes años se mantiene en esa tendencia hasta 2003 y 2004 que aparecen en 10 millones de áreas protegidas, esto claramente nos dice que estas áreas cada vez se convierte en un aspecto muy importante para los gobiernos en general para los seres humanos ya que estas áreas conforman un pulmón para el planeta, en donde la mano de los seres humanos no irrumpa ni destruya estas áreas.

Fuente: Informes de Colombia Objetivos del mileno, 2005.

En el mapa 1 se observa por colores son asentamientos precarios y proporción de hogares Urbanos, se observa que en la Costa Caribe Colombiana hay mayor numero de asentamientos precarios con 387.000, y se observa que la región Orinoquia y amazonas en la de menor porcentaje con solo 50.000, pero se debe tener en cuenta que la región Orinoquia y amazonas son regiones de poca población, entonces haciendo un análisis del mapa 1 se observa que en las ciudades mas pobladas y grandes de Colombia el porcentaje de los hogares en asentamientos precarios es mucho menor que el de la costa Caribe que muestra lo mas altos índices de hogares precarios, esto indica que en Colombia todavía existe centralización de los recursos, que las riquezas se están acumulando en una sola región que son las regiones mas


centrales para contrarrestar esto el gobierno debe descentralizar estas riquezas a todas las regiones apartadas del país y exigir un mayor rendimiento de los entes territoriales; además incentivar y promover por todos los medios, por ejemplo canales institucionales y canales privados la preservación del medio ambiente.

En el IV congreso colombiano de cooperación internacional que se realizó en la ciudad de Santa Marta el año 2012 se tocaron los temas ambientales con bastante furor y se pactaron varios compromisos para que estos dieran frutos y mantuvieran una continuidad sostenible. Uno de ellos fue el de involucrar más a la comunidad en monitoreos ambientales ya que muchas veces se han monitoreado ciertas comunidades y no se ha tiene en cuenta a la población, para generar más conocimientos y conciencia de los procesos que se van realizando. Existe una estrategia de mitigación del hambre y la pobreza que involucra al medio ambiente, este aspecto invita a la comunidad a llevar una relación especial con la madre naturaleza donde al igual que ella nos da los suelos y los recursos para nosotros cultivar y adquirir comida, de igual forma se mantenga una posición férrea de mantenimiento y sostenibilidad de las áreas de congruencia. Por esto es que existe mucha demanda en modelos de sostenibilidad de protección al medio ambiente, donde se tenga un constante monitoreo ambiental de la agricultura sostenible y que además con las respectivas tecnologías se fortalezca la mano obrara campesina y la generación de nuevas empresas, donde los principales beneficiarios sean las personas que estén sumergidas en extrema pobreza y los indígenas, para que así puedan adquirir una alternativa de ingresos. DERECHOS HUMANOS

Para empezar hablando de derechos humanos se observara como Juan Pablo Prado de la facultad de ciencias sociales en México da un abrebocas de cómo el nuevo orden mundial al establecer la democracia al mismo tiempo estableció los derechos humanos como prioritarios para la cooperación internacional. El inicio del denominado nuevo orden internacional generó una inédita promoción de los lineamientos liberales en los ámbitos económico y político, y sus efectos han propiciado el establecimiento de la denominada globalización, la cual ha influido de manera determinante en las tendencias y orientaciones de las relaciones internacionales. En esta etapa de transformaciones, se ha promovido la reflexión en torno a las mejores vías para la


resolución de los grandes problemas mundiales en el marco de una lógica de responsabilidades cada vez más participativas entre los países, a través de nuevos planteamientos y objetivos en materia de cooperación internacional. Atendiendo a este tipo de consideraciones, la ONU, aprovechando este contexto internacional favorable tras el final de la era de la contención, organizó a lo largo de la década de los noventa distintas cumbres internacionales, cuya finalidad era lograr consensos y compromisos en diversas materias relacionadas con el desarrollo y el combate a la pobreza.(Prado Lallende Juan Pablo, 2009 P.6) Hoy en día se observa que los derechos humanos son violados por muchos países sean democráticos o no, socialistas, capitalistas, comunistas etc. Este fenómeno no se escapa a ningún movimiento, por esto es que este tema se ha convertido en trascendental y los han incluido en los sistemas y tipos de cooperación a nivel global. Hay muchos países que tienen que trasmitir a otros países exitosos modelos de cumplimiento de los derechos humanos como las estrategias que se utilizan para contrarrestar el no cumplimiento de estos.

En el caso Colombia se observa que se necesitan más espacios donde haya un verdadero apoderamiento y donde la inclusión de la cooperación en los derechos humanos se fortalezca, además de buscar la participación de los derechos humanos en políticas públicas como lo son la ley de víctimas, la restitución de tierras, la prosperidad social, etc. todo esto debe de ir acompañado de un cambio radical en el pensamiento acerca la cooperación en derechos humanos ya que hay que fortalecer estos canales con alianzas gremiales, descentralización, donde realmente se ejecuten las políticas, en donde el pueblo no se sienta reprimido por el gobierno y donde sepan sus derechos fundamentales los cuales son violados todos los días por los gobiernos y por los grupos al margen de la ley. Además que la gente sepa a dónde acudir, a que organizaciones debe dirigirse para conocer o denunciar algún acto que atente con su integridad como ser humano. (Grandits Marijana, Human Rights, 2012)

EDUCACIÓN Y CULTURA

A nivel de cooperación en el sector educativo se puede decir que en los últimos años se ha ratificado fuertemente una tendencia, de cooperación latinoamericana a nivel de universidades en la modalidad de intercambios de estudiantes, docentes, procesos investigativos, los cuales


generaron una dinamización de los sectores educativos en Colombia, los cuales han sufrido desafíos y crisis que han generado un mayor enfoque por parte del gobierno pero que debería de visualizar mucho más a la educación como prioritaria ante otros aspectos, ya que a este le ha faltado enfocar sus esfuerzos de desarrollo, en la educación. Muchos países latinoamericanos han optado por este sendero, a los cuales la Educación los ha llevado a niveles de desarrollos y de calidad, eficientes, innovadores, competitivos. Para Moreno una de las principales prioridades son: ratificar la educación infantil, primaria, secundaria, llegar a toda la población sin exenciones, especialmente a las minorías étnicas, mejorar la calidad educativa y el rendimiento académico de los estudiantes a nivel Técnico profesional (Moreno 2009 - 1). Uno de los más grandes avances en aspectos de cooperación internacional educativa ha sido la cooperación entre la Universidad territorial de las tunas de Cuba y la Universidad Libre de Colombia, las cuales han mostrado intercambios de métodos de formas de enseñanza, de intercambio de profesores entre otros, para con esto dinamizar el proceso de aprendizaje de los estudiantes. Este proyecto se realizó con estudiantes de la facultad de ciencias educativas de la Universidad Libre, en la cual profesores de otros países vinieron al país con el fin de impartirle su sabiduría y conocimientos a estudiantes de maestrías, y uno de los enfoques más significativos para poder graduarse eran los proyectos de investigación profundizados en un tema específico de impacto social para que con estos proyectos se le aportaran ideas innovadoras y competitivas de desarrollo al país; pero esto debían de ser guiados por profesores colombianos, entonces optaron por combinar el aprendizaje con profesores internacionales y nacionales, para que los profesores nacionales sentaran lo aprendido al entorno social y jurídico del país. También estos proyectos les servía como base para retomar dichas investigaciones en los estudios doctorales; todo esto conllevo a una minimización de las distancias que había entre los países Latinoamericanos y el Caribe en aspectos educativos.

POBLACIÓN VULNERABLE Y NIÑEZ

Se empezara hablando de la población vulnerable, Hoy en día las brechas de desigualdad a nivel regional y nacional son muy grandes, los ricos cada día son más ricos y los pobres cada día más pobres; Las cifras hablan de aprox. 40% de pobreza dentro de la cual se divide entre


pobreza extrema (los llamados pobres de pobres) y el resto de los pobres. Hoy en día es muy difícil escalar para adquirir un estatus económico mejor o pasar de pobre a clase media o de clase media a rico, esto siempre se ha visto más que todo en el modelo capitalista que siempre se inclina más por el lado de la burocracia o de los más ricos. Por otra parte se tiene a la niñez que en los años de conflicto han estado siempre en la mitad de este, aunque el gobierno ha trabajado mucho en este campo en contra de la desnutrición, de los niños trabajadores, de los niños en medio del conflicto como los niños que se encuentran en los grupos al margen de la ley entre otros aspectos que involucran directa e indirectamente a la niñez.

Por parte del gobierno tenemos programas como lo son la atención integral a la niñez por medio de la ley 633 de diciembre de 2000 de nutrición y tratamiento psicológico a la niñez más vulnerable, donde se enmarcan beneficios tales como control, crecimiento y desarrollo, desparasitación, suplemento alimenticios, trabajos de psicología comunitaria. Por esta parte tratando de rescatar los valores familiares para que los niños crezcan lleno de valores y aprecio, además se maneja la discapacidad como un tema fundamental para manejarla con fisioterapia, valoración diagnóstico, hidroterapia, Areno-terapia, terapias con animales, entre otras. En Santa Marta un ejemplo de cooperación en niñez nos muestra la caja de compensación del magdalena (CAJAMAG) estas cifras que nos muestran la estrategia de la alianza de las empresas público-privada donde las ayudas se distribuyen de la siguiente manera: 7% en el campo urbano, 37.7% en el campo rural, 29.5% en la población indígena, y el resto se destinan a organizaciones no gubernamentales, a hogares infantiles, entre otros y nos muestran que todavía hay mucho por que trabajar a nivel de la niñez ya que hay que generar mas cobertura en los lugares mas apartados del departamento. En la actualidad a nivel nacional se tienen 27 agencias para la niñez cooperando, las cuales reciben unas ayudas aproximadamente de 273 Millones de dólares en cooperación y estas se concentran en 5 departamentos que son los mas vulnerables.

Se observa también la iniciativa acerca de las buenas practicas, esto quiere decir la dinamización de las practicas o programas con los cuales están trabajando las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales en pro del mejoramiento de la recepción de las ayudas externas e internas vinculando al sector privado en estos procesos además de la prevención del reclutamiento forzoso a los niños. Aparte de incentivar cursos virtuales con la ayuda de la


cooperación científica y tecnológica que facilita a las organizaciones no gubernamentales acceder ha ayudas sin ningún intermediario.

ORGANIZACIONES GUBERNAMENTALES, NO GUBERNAMENTALES Y DESEMPEÑO DE ENTES TERRITORIALES.

Anteriormente los esfuerzos del país por generar un desarrollo sostenible y el ejercicio de cooperación solo iba encaminado a buscar cooperación de los países desarrollados lo cual se llama cooperación vertical ya que involucra como cooperante a un país desarrollado y como cooperado a un país en desarrollo, esto ha generado muchos beneficios para el pueblo colombiano; pero estos esfuerzos no han sido suficientes para toda la demanda de sectores vulnerables que existen en Colombia, ya que ha faltado compromiso por parte de los sectores estatales centrales, y los sectores territoriales para unificar esfuerzos, que conduzcan a el mejoramiento de la cooperación interna nacional, para esto se tiene que trabajar mucho en las administraciones locales y de gestión pública de los municipios y entes territoriales, para así lograr una descentralización, de los recursos de cooperación que muchos años atrás llegaba solamente a el estado central y eran ellos los que manejaban estos recursos, y hoy en día los países cooperantes han enfocado los esfuerzos para que sus cooperaciones lleguen a lugares lejanos, marginados, que tiene poca asistencia del gobierno central en muchos aspectos. (Gutierrez Ossa, 2009). La cooperación descentralizada comprende distintas modalidades concesionales de ayuda como son cooperación técnica, cooperación financiera; ayuda humanitaria, ayuda de emergencia y desastres, ayuda alimentaría, cooperación cultural; Becas Pasantitas, Seminarios Cursos o Talleres (Acción Social. 2006 p.7) Actualmente Acción Social creo un departamento presidencial para la prosperidad social (ACPS) el cual se ocupa principalmente de la implementación del Plan Nacional de Desarrollo -PND, “Igualdad de Oportunidades”. Así como el crecimiento económico conduce a mayor desarrollo social, las políticas y avances en el desarrollo social y la igualdad de oportunidades también retroalimentan el crecimiento económico y se traducen en una mayor productividad. Una población sana, educada, trabajando y en paz es una población más productiva y con mayor bienestar. (http://www.prosperidad.gov.co/Paginas/SobrelaACPS.aspx ACPS Colombia, 2011) El PND identifica cuatro desafíos fundamentales:


Aumentar la eficiencia del gasto social para que los recursos se traduzcan en mejores resultados en cobertura y calidad Mejorar la focalización del gasto social para que éste beneficie prioritariamente a los más pobres y vulnerables Consolidar un Sistema de Protección Social (SPS) que contribuya eficazmente a fortalecer y proteger el capital humano y los ingresos de los hogares, y a reducir su vulnerabilidad Alcanzar la inclusión social de los diferentes grupos étnicos, así como de la igualdad de género. (http://www.prosperidad.gov.co/Paginas/SobrelaACPS.aspx ACPS Colombia, 2011)

Con todo esto se observa como han ido evolucionando las organizaciones gubernamentales para el desarrollo económico y social del país, estos entes de gobiernos muchas veces muestran unas estadísticas y cifras muy positivas que en cierto punto son simbólicas ya que la realidad es totalmente ajena a todo esto, para contrarrestar con la pobreza y desigualdad se debe de tener un compromiso y constancia de parte de los entes del gobierno para hacer reducir las brechas de desigualdad trabajando siempre en conjunto de las ONGs. (Gutiérrez Ossa, 2011). A nivel de cooperación la constitución política de Colombia le ha dado pautas al estado nacional para trabajar más afondo en este campo, Colombia tenía la ACCI Asociación Colombiana de Cooperación Internacional, hoy en día se llama APC Agencia presidencial de cooperación internacional colombiana las cuales en sus respectivos tiempos han dispuesto de una gran ayuda en sentido de ordenamiento, control, estructuración, para trabajar con campañas en conjunción con las ONGs, que juegan un papel clave en el desarrollo ya que estas están más correlacionadas y trabajan con más profundidad con las comunidades; conocen las necesidades, interactúan de una forma más directa con las poblaciones vulnerables y se especializan en diferentes campos de acción para con la población más vulnerable. La APC es una organización que se ha reestructurado actualmente y tiene políticas renovadas las cuales intentan romper la barrera interna que existe entre los entes territoriales gubernamentales, Organizaciones gubernamentales y no gubernamental en contra del centralismo y a favor de la descentralización de los recursos internos del presupuesto anual que recibe cada ciudad, municipio y de cooperación Internacional, además de generar el desarrollo sostenible y lo más importante aminorar las distancias entre ricos y pobres.


PROSPECTIVA ESTRATÉGICA DE FORTALECIMIENTO DE LA COOPERACIÓN INTERNA Y EXTERNA EN COLOMBIA.

Si se mira más allá de las estrategias que se están tomando en el presente acerca la cooperación internacional se observa que muchas veces se quedan dando vueltas en el mismo sitio además de ser muy rígidas, retrogradas, ya que estas no tienen un enfoque a largo plazo. Uno de los principales conceptos para tener una estrategia prospectiva es el de mirar que la “anticipación de sucesos no tienen mayor sentido si no sirve para esclarecer la acción” como tal, por esta razón se dice que la prospectiva y la estrategia son generalmente indisociables, esto quiere decir que tiene que tener un acompañamiento para ir acaparando las necesidades que se le van a ir presentando en la realización o en la puesta en práctica de dichas estrategias, si se anticipa o se mira a largo plazo una proyección de algún proceso estratégico sin esclarecer la acción de lo que se está haciendo en el presente, no generara ningún tipo de cambios a futuro. Por otra parte es muy importante saber que el desarrollo no se compra, no se importa, no se presta, se obtiene simplemente al saber explotar capacidades y potencialidades de la comunidad y sus entes generadores de desarrollo. (Milton Mora Lema, Consultor Internacional, 2012) esto quiere decir que muchos gobiernos tienen un concepto errado acerca del desarrollo, del cual piensan que va a llegar solamente con la contribución que hagan los países desarrollados y que de esa forma se acabarían los grandes problemas sociales y económicos en los que está sumergido el país, esto suena muy bien si en realidad fuera tan fácil, pero la realidad es otra, si no hay real compromiso, conciencia del poder político y gestión de los entes gubernamentales. Pero además de cambiar el modo de cómo estamos viendo o tomando la cooperación de otros países para el desarrollo colombiano, ya que es importante resaltar que nada se hace si los grandes capitales llegan y la mayoría de estos no se distribuye o se descentraliza como debe ser, entonces esos grandes capitales se van a agrupar en una proporción de las riquezas del país; proporción en la que cada día hay más riquezas o capital, así muy claramente se ve cómo se van alimentando cada vez más las brechas de la desigualdad ya que si estos grandes capitales no llegan realmente a la proporción o población en el país que en realidad más necesita o que es más vulnerada entonces siempre estaremos sumergidos en el gran abismo de desigualdad. Por eso es muy importante recalcar la importancia que tienen los entes territoriales, para con la distribución de la cooperación acompañado esto de otros aspectos que se encuentran relacionados con esta situación como la


deficiencia de los modelos políticos capitalistas – neoliberales los cuales se observan han sido infructuosos en la lucha contra la pobreza y las desigualdades, además en momentos de crisis han sido muy débiles sus paradigmas los cuales siempre han sesgado al pueblo como total y único mandato ante decisiones generales. Por esto es necesario poder mirar en que modelos o que estructuras se pueden ir cambiando para incentivar un cambio radical dentro de las políticas tomadas por el gobierno para la cooperación, lucha contra pobreza y desigualdad. Si aprendemos a cómo mejorar la realidad en el entorno Regional – Sociedad Regional significa una sociedad regional con características, necesidades, expectativas, deseos en común pero también problemas en común como lo son el aumento de la pobreza, enfermedades, escasez de alimentos, contaminación del medio ambiente, inseguridad y violencia, todos estos problemas están interrelacionados ya que tienen unas causas comunes las cuales se pueden confrontar con unas estrategias a corto plazo y una prospectiva a largo plazo. (Milton Mora Lema, Consultor Internacional, 2012).

CONCLUSION Por último es importante señalar que mientras no se fortalezcan las entidades territoriales a nivel nacional, se tendrán vacíos y no se podrán concretar las dinámicas de cooperación en la forma descentralizada, e igualmente concretar dinámicas de cooperación regional en todos los aspectos posibles, además de tener una perspectiva objetiva de las diferencias que se tienen en la región, pero mucho antes de pensar en la región se tiene que fortalecer la integración y cooperación interna, donde la gestión pública, la gobernabilidad autónoma, de independencia municipal para con la administración local. Por la parte de la educación hay que replantear ciertos pensamientos políticos los cuales coloquemos arriba a la seguridad democrática o a la guerra por encima de la educación donde se ha visto que en conflictos de esta índole lo más recursivo y ex potencialmente benéfico es trabajar en conjunción con la educación para lograr reducir la brecha entre los ricos y los pobres; ya que esta ha sido una de las principales causas por la cual nacen paralelos ideológicos y conseguir una estabilidad regional que venga acompañada por un sentido de pertenecía, identidad y de perseverancia ante los desafíos que presenta la región.


Por otra parte observamos inéditamente que el desarrollo no esta supeditado a la cooperación internacional ya que existen unos limitantes definidos en cuanto a los intereses económicos que existen mutuamente, esto no quiere decir que la cooperación no puede llegar hacer importante para un país; lo que mas se tiene que tener en cuenta es que en realidad el país utilice esos recursos de cooperación de una forma clara y descentralizada, esto se puede convertir en algo hipotético ya que es muy difícil adoptar alguna estrategia mientras que Colombia como país Sub - Desarrollado tenga graves problemas de institucionalidad y no muestre mejoras en ese sentido.

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3ras. Jornadas de Relaciones Internacionales FLACSO | 25 y 26 de Octubre de 2012

Las transformaciones en el sistema de cooperaci贸n al desarrollo: 驴Construyendo una nueva forma de gobernanza? Kern, Alejandra & L贸pez Canellas, Florencia Universidad del Salvador


Resumen Durante las dos últimas décadas “orden” y “gobernanza” se han constituido en objetos controversiales para las Relaciones Internacionales tanto en sus dimensiones

teórica y

discursiva como en el nivel de las prácticas. En un contexto donde la crisis económica, y los cambios en las relaciones globales de poder afectan las relaciones y agendas Norte-Sur resulta necesario prestar renovada atención a los arreglos institucionales multilaterales que promueven formas de gobernanza. Si bien el debate teórico se ha enfocado en

la relevancia de las

instituciones internacionales y sus efectos causales respecto de la cooperación, hoy vemos que las mismas se revelan como campo mismo del conflicto político. Es en ellas donde se plantea la disputa en torno a la gobernanza y el orden, a la persistencia o renovación hegemónica como sustento de los mismos o a la equidad y a la justicia. A partir de estas consideraciones, el objeto de este trabajo es analizar el modo en el que estas tensiones atraviesan el actual sistema de ayuda al desarrollo. Este último se ha convertido en una importante arena en la que la naturaleza misma de las relaciones Norte-Sur

han sido cuestionadas y transformadas.

Coexisten en su seno diversos marcos institucionales multilaterales competitivos -OCDE/CAD vs. ECOSOC-, los Estados cambian sus roles e identidades – de "receptores" a “socios"- y las ONG

acrecientan su influencia en los foros. En este contexto ¿Cómo está cambiando la

gobernanza del

sistema de cooperación al desarrollo? ¿Nos encontramos ante la nuevas

ideas, identidades y relaciones?


Introducción

Si hay algo certero en lo que va del siglo es que las relaciones globales de poder se han tornado más complejas tanto en las dimensiones en las que se desarrollan como en las identidades, preferencias y comportamiento de los actores sociales involucrados. Tan certero como esto es la recurrencia del desafío ordenador de los asuntos mundiales. La actividad desplegada en torno al sistema de cooperación al desarrollo durante estos dos últimos decenios en torno a una “nueva arquitectura” es una muestra de los procesos señalados. La misma se ha inscripto en el marco de una renovada atención a los arreglos institucionales multilaterales como ámbitos desde los que se promueven formas de gobernanza. En este sentido, decidimos abordar las transformaciones y desafíos que afronta el sistema de cooperación internacional para el desarrollo, a partir de la noción de multilateralismo, su relación con las instituciones internacionales y su ampliación en un marco de gobernanza global. En el primer punto de este trabajo abordamos estos conceptos y sus relaciones, entendiéndolos como procesos políticos que implican tensiones y disputas. En un segundo punto analizamos las transformaciones del sistema de cooperación al desarrollo que actualmente está en curso, a partir de una serie de características y sus implicaciones. Para este análisis tomamos como eje la dimensión institucional, los cambios en la distribución de poder y la dimensión de las ideas. Tras esta caracterización, abordamos luego algunas particularidades de América Latina en este proceso de cambios, las distintas posiciones de los países de la región, así como la institucionalidad y los contenidos de una agenda propia Entre las preguntas que guían este trabajo, intentaremos responder ¿Qué implica que la disputa por la gobernanza se esté planteando bajo modalidades multilaterales? ¿Cómo se vincula este proceso con la institucionalidad preexistente en el campo? ¿De qué forma se vinculan los actores no estatales en el rediseño institucional? ¿Cuál es el posicionamiento y las opciones que promueven los países latinoamericanos en el proceso de transformación?1

1

Este trabajo presenta algunas reflexiones preliminares de la conjunción de dos trabajos que estamos desarrollando actualmente. El primero en la Universidad de San Martín sobre transformaciones de la cooperación al desarrollo y el segundo, en la Universidad del Salvador, sobre multilateralismo.


Multilateralismo, instituciones y gobernanza.

Partimos del diagnóstico de que el problema de la gobernanza de la cooperación al desarrollo ha sido planteado en el marco de instituciones multilaterales y constituye un tema recurrente en la agenda internacional. Una primera distinción nos parece importante: multilateralismo, instituciones y gobernanza no son lo mismo. Como primer paso en la comprensión de esta relación, nos adentraremos en precisar qué entendemos por multilateralismo y cuál es su relevancia en las transformaciones que están ocurriendo en el sistema de cooperación. El multilateralismo alude a una modalidad particular de coordinación de políticas entre varios de actores (Ruggie: 1992). La definición de Ruggie, va más allá de las instituciones específicas de la política internacional (OEA, ONU, OMC, etc) y alude en cambio a un modelo general o categorización de actividad. De este modo, sostiene que el multilateralismo es una forma institucional genérica del sistema interestatal, por lo que no debe circunscribirse a las organizaciones formales multilaterales. El énfasis del autor recae en la definición del fenómeno como un tipo de relación de coordinación de políticas, construido socialmente y no pasible de ser circunscripto a una mera condición técnica. Lo particular de tal modalidad de coordinación es que se propone orientar las futuras conductas de los involucrados de acuerdo a ciertos principios extensivos a todos2. Se trata de conductas apropiadas y generales frente a determinados tipos de situaciones con arreglo a valores indivisibles como por ejemplo, la paz. En estos términos y en tanto práctica, el multilateralismo es esencialmente un proceso político que involucra disputas y negociación entre varios Estados y cuyos resultados son acuerdos extensibles a todos los participantes. Esta definición nos permite conceptualmente identificar la configuración social y la institucionalización de una práctica de coordinación y también nos conduce a indagar, siguiendo el planteo de

2

Amitav Achayra (Achayra: 2006) sobre los

Como ejemplo, el principio de no utilizar la fuerza militar, salvo en casos regulados por la Carta de las Naciones Unidas, constituye un acuerdo multilateral que se extiende a todos los países que integran las Naciones Unidas.


contenidos de las normas y principios más específicos que se pretenden multilateralizar (ej. cláusula de nación más favorecida, no proliferación, cláusula democrática, no uso de la fuerza para cobro de deuda pública, etc.) y la forma en que éstos cambian. Esta indagación implica considerar las ideas o “epistemes”,

compartidas o no, sobre las que se sustentan dichas

normas y principios y las relaciones de poder que las sustentan. Estos elementos –ideas y poder- resultan esenciales para analizar las dinámicas de cambio y resistencia al cambio que se disputan en el multilateralismo. En este marco de ideas, entendemos

el multilateralismo como proceso político que se

diferencia del concepto de institución en su versión neoliberal. Este último enfatiza el grado de institucionalización formal de ciertos acuerdos multilaterales entendiéndolos como “arreglos multilaterales con conjuntos persistente de reglas que pueden distinguirse de otras formas de multilateralismo como reuniones ad hoc y arreglos de corto plazo para resolver problemas puntuales.” (Keohane, 1990:2). No obstante esta distinción analítica, hay una clara relación entre multilateralismo e instituciones, si consideramos a esta última como una de las arenas en la que se desenvuelven los procesos políticos multilaterales. Entre estos procesos políticos en curso el de la gobernanza de los asuntos mundiales ha cobrado gran centralidad, más aún cuando observamos que se está planteando bajo la modalidad multilateral. El origen de las concepciones sobre gobernanza global parte de un desfasaje entre el alcance de los problemas globales y las limitaciones de los estados-nación para abordarlos. Así, “…el punto de partida de la investigación sobre gobernanza global es la observación de que, como resultado de la aceleración de la globalización y el incremento de las interdependencias transfronterizas, está creciendo la discrepancia entre el ámbito de los estados nación y el ámbito de las principales situaciones problemáticas” (Messner, 2011:15) A partir de esta idea, el desarrollo del concepto ha tendido a considerar una variedad de elementos que a la vez incluyen y trascienden al Estado. Siguiendo el trabajo de Dirk Messner, la política de la gobernanza global se enmarca en una red multinivel que incluye diversos elementos. Primero, la referencia a la creciente importancia de actores privados en la política internacional que complementan a las organizaciones intergubernamentales y cooperan con ellas (multi-actors situations). Segundo, los enfoques de gobernanza global enfatizan la creciente integración de políticas locales, nacionales, regionales y globales, lo cual está borrando el límite entre políticas internas y externas (multilevel policy). Tercero, los enfoques de


gobernanza global

destacan las distinciones entre modelos de gobernanza en la política

mundial: “junto a las organizaciones y regímenes internacionales (gobernanza con gobiernos), que continúan cubriendo áreas claves de la cooperación transnacional, pueden observarse aproximaciones a la gobernanza privada (gobernanza sin gobiernos) en varias áreas de problemas” (Messner, 2011:19) A su vez, podemos distinguir dos entendimientos en torno a la gobernanza. Uno, referente a “…la suma de los varios modos en los que individuos, instituciones, públicas y privadas, manejan sus asuntos comunes. Es un proceso continuo a través del cual intereses diversos o en conflicto pueden ser acomodados y la acción cooperativa puede ser llevada a cabo. Incluye arreglos formales e informales que personas e instituciones han acordado o perciben como de su interés” (Comisión Global de Gobernanza 1995:2 en Karns, Mingst: 2004, 4).

Si la

gobernanza es “un mecanismo intencionado que conduce a los sistemas sociales hacia sus objetivos” (Rosenau en Bruhl, Rittberger: 2001 5), la primera pregunta que estamos en condiciones de plantear refiere a tales objetivos. Diversas publicaciones académicas muestran cierta convergencia al identificar que entre los objetivos básicos de los sistemas sociales se encuentran: la provisión de seguridad (asegurar a la población contra riesgos de: guerra inminente, crimen y destrucción ambiental), la provisión de certeza legal, la provisión de canales de participación, de sistema simbólico y de infraestructura comunicativa para que se desarrolle y reproduzca el sentido de la sociedad civil y la corrección de las inequidades que emergen de la dinámica del mercado y proveer bienestar social (Bruhl, Rittberger: 2001 ) Teniendo esto en cuenta

estaríamos en condiciones de presumir que los mencionados

acuerdos de gobernanza se desenvuelven dentro los parámetros fijados por tales objetivos básicos. Sin embargo, al inscribir este proceso en el sistema social global las relaciones de poder subyacentes y la divergencia en torno a preferencias e indentidades de los actores nos devuelven un panorama un tanto más complejo que aquel que

resalta el acuerdo o

coordinación como elementos centrales de la gobernanza. Por ejemplo, si bien el caso del actual sistema de cooperación al desarrollo estaría enmarcado dentro del cuarto objetivo general -corrección de inequidades y provisión de bienestar-,

es difícil identificar un claro


consenso entre los actores en torno a objetivos más precisos, prioridades y patrones de comportamiento aceptables para todos. Tal vez, una segunda aproximación al concepto de gobernanza nos brinde más elementos para indagar sobre los motivos de este escenario. Los “varios modos de manejo de asuntos comunes” a los que alude la primer definición de gobernanza se inscriben en una gran variedad de “piezas de gobernanza” (Karns, Mingst: 2004) muchas de las cuales se sustentan sobre bases multilaterales de coordinación de políticas y pueden estar más o menos formalmente institucionalizadas. Ahora bien, aquí es donde las instituciones entran en juego, ya que al vertebrarse en torno a acuerdos ya logrados sobre el manejo de los asuntos comunes pueden o bien desempeñar un papel central en el proceso de la gobernanza o pueden también ser objeto de transformación por parte de actores políticos “insatisfechos”. A su vez, en aquellas áreas temáticas en las que existe una alta disponibilidad de instituciones, es probable que actores insatisfechos busquen promocionar

aquellas

instituciones que les permitan o bien obtener sus objetivos o promover principios más acordes a los suyos como fundantes del ordenamiento del área en cuestión. Así, la gobernanza asume el sentido de disputa, y como tal es eminentemente política (Gourevitch: 1999). Tal es el caso de la cooperación al desarrollo como veremos más adelante. Entender a la gobernanza como disputa se asocia

a los

procesos políticos desplegados en torno a la transformación o

sostenimiento de un ordenamiento vigente. En este sentido, las instituciones cobran especial relevancia más allá de las funciones que el institucionalismo neoliberal les adjudica. Esto es así porque entre las instituciones vigentes y las estrategias de los actores se da un complejo proceso de mutua influencia (Gerber y Jackson 1993 en Gourevitch: 1999, 160) en relación a una variedad de cuestiones: al modo en el que las primeras satisfacen o no el logro de los objetivos de los segundos; a la forma en la que las conducta de los actores se inscriben o no en los parámetros de acción señalados por las instituciones; al acuerdo/desacuerdo en torno a principios y prioridades que deberían ordenar el área temática en cuestión; al posicionamiento estructural de los actores –incluyendo a las instituciones- .

El sentido en el que se de esta relación puede propiciar una serie de escenarios respecto de la institucionalidad vigente que van desde su mantenimiento, la reforma canalizada o los intentos de transformación de los principios y normas centrales. Las preferencias en torno al mantenimiento del arreglo institucional o su transformación se vincularán como hemos dicho con la satisfacción por parte de los actores de los resultados logrados a partir de la interacción de tales instituciones por un lado y por otro con las capacidades que tales actores tengan de


desempeñarse en torno al logro de sus objetivos. Ahora bien, las instituciones no sólo inciden en los resultados de las interacciones sino que también estructuran relaciones de poder beneficiando a ciertos grupos por encima de otros. Diversos motivos pueden intervenir en los incentivos de la disputa en torno a la gobernanza. Uno de estos es que los marcos institucionales de gobernanza vigentes no resuelvan adecuadamente los problemas ni permiten a los actores el logro de los objetivos. Por otro lado, es probable que las alteraciones en la distribución global de poder constituyan un aliciente

alterar la estructuración institucional.

Finalmente es dable esperar que nuevas prácticas, como las que generan la cooperación sursur y la triangular,

y problemáticas contribuyan a crecientes demandas para transformar

marcos institucionales. En este último caso es importante tener en cuenta que tales demandas pueden originarse desde actores periféricos que opten por trasladar el centro de gravitación de la gobernanza hacia instituciones más democráticas a los efectos de eludir aquellas de clara estructuración hegemónica restrictiva. Este sería el caso de las recurrentes manifestaciones de apoyo al ECOSOC y de centralidad del sistema de ONU como escenario para dirimir problemáticas de desarrollo frente a la alternativa OCDE. En síntesis la atención debería dirigirse

hacia aquellos procesos orientados a alterar el

ordenamiento vigente, o bien hacia opciones por participar o promover la solución de los problemas colectivos en instituciones no hegemónicas.

La gobernanza de los

asuntos mundiales debe ser entendida como uno de los procesos

políticos centrales de la sociedad internacional contemporánea. Su planteo en términos multilaterales interactúa, de acuerdo a las diversas cuestiones, con enclaves de mayor o menor densidad institucional. La complejidad de este proceso y su dimensión altamente política se sustenta en que el mismo se inscribe en relaciones de poder asimétricas y dinámicas entre actores con diversas metas, prioridades y modos de concebir la relación entre las necesidades sociales, políticas y económicas.

Transformaciones del sistema de cooperación al desarrollo: instituciones, ideas y poder


Hemos referido recientemente que la disputa por la gobernanza a veces se lleva a cabo en una tensión sobre la conservación o impugnación de cierta institucionalidad vigente en el área temática en cuestión. Intervienen en esta disputa una serie de elementos presentes en las instituciones que a su vez entran en juego con las preferencias y metas de los actores. Por un lado, en su dimensión más instrumental las instituciones pueden ser entendidas herramientas a disposición de los actores para lograr sus objetivos. “Las instituciones están hechas para solucionar problemas” (Gourevitch: 1999,153). En segundo lugar, las instituciones estructuran relaciones de poder. No están ajenas a las asimetrías, sino que las incluyen en su seno. En tercer lugar las instituciones organizan las ideas, las prioridades y las alternativas en torno a una porción de la realidad. Esto último incide en la formación de “identidades, intereses y realidades materiales de los actores involucrados” al punto de configurar una serie de prácticas políticas y económicas” no sólo en el nivel de la organización del área internacional en cuestión sino también en el plano interno de los actores involucrados (Kern, López Canellas: 2011, 33). A su vez, los actores se desempeñan desde distintos posicionamientos estructurales en pos del logro de diversas metas. La disputa por la gobernanza se resolverá en la medida en la que estos elementos se combinen hacia un mantenimiento, reforma o cambio en la modalidad de tratamiento del problema colectivo del que se trate.

Un primer rasgo que adquiere actualmente la disputa en torno a la cooperación al desarrollo es que transcurre en diversas instituciones internacionales que adquieren distinto nivel de relevancia en el proceso. Homi Kharas identifica cuatro de ellas como pilares: la OCDE, el Banco Mundial, la ONU y el G20. Desde una lectura un tanto funcional-instrumental, el autor señala la necesidad de lograr una división de trabajo entre las mismas para optimizar aquellas tareas que cada una ha desempeñado mejor. Así, entiende que el problema de la gobernanza sería resuelto si cada una de estas instituciones se especializa en su “ventaja comparativa” en base a sus contribuciones pasadas. Esta lectura tiene una serie de limitaciones. Por un lado, restringe y limita a la gobernanza a un problema de eficiencia y efectividad entre instituciones existentes sin problematizar en torno a las presiones que en torno a la reforma de las mismas se evidencian crecientemente (Kharas, 2011: 3). En segundo término, se sustenta en una aproximación incompleta sobre el funcionamiento institucional. Pensar en términos de una


división del trabajo cristaliza ideas, prácticas, diagnósticos que se inscriben en relaciones de poder en el mismo seno institucional. Pensar la solución de la gobernanza en estos términos es un ejemplo claro de una propuesta de resolución de problemas (COX: 1981). En tercer lugar, elude la cuestión de la propensión a las vocaciones hegemónicas no sólo en el seno de las instituciones sino también entre ellas.

Este déficit analítico se agrava toda vez que las

instituciones consideradas por el autor son diferentes en sus dimensiones constitutivas y proactivas. El autor no logra apreciar que estas diferencias son las que pueden transformarse en incentivos para que los Estados apoyen la preponderancia de ciertas instituciones por sobre otras. Así, por ejemplo, los países del centro/donantes han hecho de OCDE/CAD un ámbito central con una fuerte tendencia hegemonizante en el sistema de cooperación al desarrollo. Finalmente, Kharas descuida la creciente actividad institucional en el plano regional, muy claramente observable en el caso de América Latina.

Un segundo rasgo que nos interesa destacar, es el intento de generar un espacio institucional más inclusivo, en un contexto internacional donde el poder se ha desplazado, aumentando el peso político y económico de algunos países del “Sur” como China, Brasil, India y Sudáfrica. Este desplazamiento impulsó la necesidad de espacios de concertación internacional más amplios. Sin embargo, lo que observamos es que esta ampliación se realiza por extensión de instituciones consolidadas del “Norte”, donde, por ejemplo, el

G20 es claramente una

ampliación selectiva del G7. En el ámbito particular de la cooperación para el desarrollo, se observa un movimiento similar en la intención de generar una

“asociación global para el

desarrollo” a partir del CAD. En la forma en que se ha planteado desde el Foro de Busan, esta nueva institucionalidad se está constituyendo como la extensión del régimen de coordinación de donantes institucionalizado en el CAD desde hace más de 60 años. Como tal, parte de una amalgama de conceptos y prácticas sedimentados a lo largo de la historia de un régimen que se estructuró en los años ´60 y que excluyó las opciones, valores y preferencias de los países en desarrollo. Esta historia resulta clave para entender posiciones que abogan por el mantenimiento de un orden y privilegian “la coherencia y la eficacia del sistema” que se vería afectada si los “donantes emergentes” no adhieren los principios ya establecidos.

Aquí hallamos un tercer rasgo importante: la relación entre ideas y poder. El CAD reúne a los países con mayor capacidad de incidencia económica y política en el sistema internacional y


concentra los mayores recursos destinados a la misma. Esta característica constitutiva permite una relación directa entre concertación política e implementación de acciones, a la vez que consolida principios, normas y reglas para todo el sistema de cooperación. En este sentido, la preeminencia del CAD en la institucionalidad de la cooperación para el desarrollo ha signado la agenda de reformas a partir de determinadas definiciones y en detrimento de otras. La trayectoria de los foros sobre cooperación reunidos desde 2003 muestra que, paradójicamente, en un mundo asediado por la crisis económica, la agenda de discusión en materia de cooperación al desarrollo pareciera estar más signada por las preocupaciones en torno al ordenamiento y la eficacia que por indagaciones sobre la particular forma de relacionamiento económico entre las sociedades contemporáneas y la resultante creciente desigualdad, exclusión y degradación de amplios sectores de la humanidad. ¿Es la eficacia la prioridad, meta y definición del problema común a todos los Estados involucrados? Claramente no es así y esto se refleja en las agendas que emergen en otros ámbitos institucionales más amplios como el ECOSOC de las Naciones Unidas. En la Cumbre Mundial de 2005, en la reunión plenaria de Alto Nivel de la 60va. Sesión de la Asamblea General le fue encomendada el ECOSOC la convocatoria al Foro sobre Cooperación al Desarrollo con el objeto de realizar un seguimiento de las tendencias de la cooperación internacional al desarrollo, fomentar una mayor coherencia entre las actividades de las distintas partes y fortalecer la normativa y el vínculo operativo con el trabajo de ONU. Asimismo es definido como espacio clave para el diálogo en el que se pretende estimular la participación de los distintos actores, incluyendo desde los países en desarrollo, a los desarrollados, la sociedad civil, los parlamentos, los gobiernos locales y el sector privado. En este ámbito, se presentan definiciones distintas y agenda temática más amplia. Como puede apreciarse en los informes de este foro, el concepto de eficacia comprende otras demandas que emergen de los países en desarrollo como beneficios comerciales, coherencia de la política de cooperación con otras políticas, cumplimiento del objetivo número 8 de los ODM acceso a tecnologías y medicinas, y también principios como equidad y uso sostenible de recursos.

A partir de los rasgos señalados, el gran desafío es construir una nueva institucionalidad en un marco de organizaciones pre-existentes que involucran patrones de acción ya establecidos sobre la base de una episteme compartida que ha excluido a gran parte de los actores del sistema de cooperación al desarrollo. La inclusión de estos actores implica poner en discusión acuerdos sobre principios, normas, reglas y procedimientos de toma de decisión que constituían


lo que denominamos un “régimen de coordinación de donantes”. En nuestro anterior trabajo hemos señalado las dificultades inherentes a este proceso ya que la tendencia ha sido a reorientar todo intento de discusión que afectara al centro duro institucional hacia cuestiones que incorporen “ciertos aires de renovación que no comprometan demasiado los intereses de los actores más poderosos” (Kern, López Canellas: 2011, 22). Por ejemplo, limitados aires de renovación se evidencian en el Mandato de la Asociación Global para la eficacia de la cooperación al desarrollo 2012-2015. Se trata de una instancia institucional que al heredar la cosmovisión dominante previa, ejerce un efecto restrictivo sobre su propia construcción y orientación.

En su definición, la Asociación Global “…representa un foro clave internacional para el diálogo político en asuntos relacionados con la eficacia de la cooperación al desarrollo. Se comprometerá con otros foros internacionales, tales como el Foro de las Naciones Unidas para la Cooperación al Desarrollo (DCF). También se ligará con grupos de actores relevantes, como el G20. Estos esfuerzos

intentan promover el diálogo consultivo sobre cooperación al

desarrollo y a construir sinergias y complementariedad sustantivas” (OCDE, 2012: inc. 7). De aquí surgen dos cuestiones claras. Por un lado que la nueva Asociación Global nace con una agenda más que restringida definida en términos de eficacia de la cooperación al desarrollo. La herencia del enfoque OCDE/CAD es en este caso indiscutible. ¿Cuánto queda por fuera de esta agenda? Mucho, especialmente si consideramos que la definición de eficacia en el marco del CAD se ha definido en términos esencialmente procedimentales para su implementación. Hemos señalado en otras oportunidades las limitaciones de este tipo de abordajes ya que “…tiende a instalar una concepción reificada de la problemática del desarrollo desvinculándola de los condicionantes estructurales que exceden al funcionamiento del mencionado sistema. La evaluación del mismo en términos de eficacia sólo podría conducirnos a algún resultado si el resto de las variables

que

intervienen en el problemática pudieran ser aisladas. Esto es,

claramente imposible ” (Kern, López Canellas. 2011). En segundo lugar, se articula sobre una inclusión meramente retórica de otras instituciones, centrada en promover el diálogo “consultivo”, lo que no necesariamente nos conduce a una inclusión democratizante en dimensiones claves como la del establecimiento de agenda y la de toma de decisiones .En este sentido, la discusión se ha ido

desplazando hacia

ámbitos más tecnocráticos, donde el

problema de la cooperación tiende a ser identificado

con la falta de eficacia de sus

procedimientos. Esto no es otra cosa que priorizar el ordenamiento de las conductas sobre la


base de principios organizadores anteriores. La búsqueda de ajustar tales parámetros de ordenamiento se realiza dejando fuera de la mesa de discusión los criterios paradigmáticos sobre los que se sustenta la institucionalidad dominante. Se ha buscado entonces resolverlo desde la implementación de procedimientos adecuados a un principio de responsabilidades compartidas entre donantes y receptores que fueran medibles. Las mediciones de este proceso presentadas en el VI Foro sobre la Eficacia de la Ayuda reflejaron claramente el fracaso de esta opción.

Más allá del multilateralismo: la inclusión en la disputa por la gobernanza

Los rasgos señalados en el apartado anterior se han centrado en analizar las transformaciones de la cooperación al desarrollo a partir de dinámicas multilaterales e instituciones en un marco esencialmente interestatal. Sin embargo, un cambio fundamental en la dinámica de las relaciones internacionales, y en la cooperación en particular, está dado por la creciente incorporación de actores no estatales en los procesos de debate y construcción institucional. Se trataría, en este caso, de un modelo de gobernanza con gobiernos en el cual se intenta incluir desde el seno de organizaciones interestatales a actores no estatales –empresas y organizaciones de la sociedad civil- con el objetivo de que éstos complementen las acciones de la política “internacional” y bajo los principios y normas acordados por los estados,

Recientemente se ha distinguido entre gobernanza internacional y gobernanza global (Bruhl, Rittberger: 2001). Hay dos elementos que diferencian a la gobernanza global de la internacional. Por un lado, la dimensión global incluye no sólo a los componentes interestatales de la sociedad internacional sino también a los transnacionales. En segundo lugar la gobernanza global es multinivel alcanzando a los niveles local, regional, subnacional además del nacional e internacional.


El planteo de una dimensión global de la gobernanza

se hace eco de la tendencia de

ampliación en la base social en torno a la que tradicionalmente se habían tratado de resolver los problemas comunes de la sociedad internacional incluyendo no sólo de Estados sino también de ONGs, movimientos de ciudadanos, corporaciones multinacionales, el mercado de capitales global, redes transnacionales de defensoría, movimientos sociales, expertos, comunidades epistémicas

grupos de

(Archer: 2001, Karns, Mingst: 2004; Bruhl, Rittberger:

2001). A partir de esta tendencia la reflexión se ha orientado hacia cuestiones de representatividad, accountability y democratización. Algunos autores han marcado que “…organizaciones multilaterales establecidas no alcanzan los standards de accountability

y representación

considerados legítimos para el siglo XXI, al menos entre sociedades democráticas. Este es un problema porque las organizaciones internacionales están jugando un rol crecientemente prominente en la vida de los pueblos. Una variedad de prácticas públicas y decisiones políticas han sido transferidas al nivel internacional, y esto provoca gran número de presiones en asuntos normativos que no aplicaban en los orígenes más estrechos del multilateralismo westfaliano. La soberanía estatal como base de la legitimidad ya no es suficiente en una era de soberanía popular y democracia.”

(Newman, Takhur: 2006, 535).

Varias cuestiones

deberíamos aclarar a partir de esto. Por un lado, si bien las decisiones tomadas en ciertos foros institucionales afectan la vida de sociedades de un modo transnacional, esto no necesariamente conduce a negar las capacidades del Estado como institución política de la sociedad. Cabe recordar que la trayectoria histórica estatal en materia de legitimidad respecto del bienestar de las sociedades ha sido muy amplia –a pesar de no haber estado exenta de dificultades-. Es sobre esa memoria que debería fortalecerse el desempeño estatal no sólo para velar por el destino de las sociedades particulares sino también para pasar a ser el articulador de construcciones internacionales más legítimas. Así, salvaguardando a la figura del Estado la discusión en términos de legitimidad internacional deberían centrar su atención en la configuración y diversidad de la comunidad política internacional y la recomposición de los mecanismos decisorios de muchas de las instancias multilaterales –formales e informales- en las que se deciden parámetros de gobernanza global. Por otro lado, la ampliación de la base social introduce una novedad de forma y objetivos de nuevos actores. No obstante, esto no debe opacar que además hay una asimetría en términos de poder entre todos los actores en cuestión. Así nos encontramos frente a un doble desafío. Por un lado, es necesaria una transformación democrática que canalice las tendencias de ampliación social de la base societaria global. Por otro, se requiere subsanar el modo en el que las disparidades en términos


de poder entre todos los actores –organizaciones de la sociedad civil, Estados, empresascontribuyen a consolidar hegemonías en el diseño y liderazgo de la gobernanza.

Las últimas reuniones en materia de cooperación al desarrollo en el marco del CAD han evidenciado los procesos que venimos de remarcar. El “camino hacia Busan” fue incluyendo a organizaciones de la sociedad civil con una fuerte voz en los debates y un importante activismo en abrir las discusiones hacia ámbitos más participativos. Las empresas -el “sector privado”también fueron invitadas a esta mesa, reconociendo esencialmente el aporte de recursos que están realizando, tanto a través de actividades de Responsabilidad Social, como por medio de Fundaciones Filantrópicas. No obstante, los resultados obtenidos por las organizaciones sociales, por un lado y las empresas, por otro, han sido muy diferentes. Los reclamos de las primeras por fortalecer la eficacia del desarrollo a través de prácticas basadas en los estándares de derechos humanos y obtener de los estados un entorno propicio para su trabajo como actores independientes del desarrollo, no fueron alcanzados en forma satisfactoria en el foro de Busan. Esta insuficiencia despertó incluso mayores reclamos por el contraste de que obtuvo el sector privado, llamado a participar en el “diseño e implementación de políticas y estrategias de desarrollo” (OCDE/CAD, 2011). En la configuración de la Asociación Global es claro que cada grupo tendrá su silla, pero quedan aún varios interrogantes. ¿Cuáles son las tareas y responsabilidades asumidas y otorgadas a estos nuevos actores? ¿De qué manera afectará esto el modo en el que se toman las decisiones en la materia? El modo en que se resuelvan estos interrogantes nos conducirá a esclarecer si la gobernanza en el actual sistema de cooperación al desarrollo se está desenvolviendo en clave global o internacional. Las reuniones posteriores a Busan parecerían señalar que la impronta interestatal aún es fuerte y que la OCDE continuaría conservando el monopolio de orientación global en definición de cuestiones, criterios y parámetros asociados a la cooperación al desarrollo.

Por otro lado, el criterio que legitime a quiénes ocuparán las sillas en la “asociación global” surgida en Busan es aún incierto. Cómo lo es también la articulación de los principios


acordados entre los estados con los objetivos y valores que animan las acciones de la sociedad civil y las empresas.

América Latina en la disputa por la gobernanza de la cooperación al desarrollo

Hemos intentado señalar que para dar cuenta der las transformaciones en el sistema de cooperación al desarrollo es fundamental tratar de eludir las tendencias hegemonizantes con fuerte influencia en la configuración de las agendas académicas. La centralidad adquirida por OCDE en torno al ordenamiento –tanto en el nivel de prácticas como de ideas- de la cooperación al desarrollo no debe opacar las discusiones y agendas propiciadas por otras instituciones. Como hemos señalado anteriormente, la alta oferta institucional en torno a la problemática del desarrollo abre el juego a que los actores estatales se desempeñen con distintas preferencias de acuerdo a las alternativas y oportunidades que tales foros pueden presentar. Una indagación sobre estas cuestiones nos permitiría observar que en el caso de América Latina, en sus enunciaciones colectivas se evidencian tres líneas de acción en la actual disputa por la gobernanza de la cooperación internacional al desarrollo. En primer término, sostener la presencia en los debates planteados desde la institucionalidad dominante (OCDE). No obstante esto las posiciones regionales en torno a la agenda OCDE no se presentan homogéneas. Esta diversidad de posicionamientos puede observarse con referencia a la Declaración de París ya que “persisten diferencias profundas de visión entre los países acerca del posicionamiento que deben tener ante la eficacia. Algunos países asumen una política de abierto rechazo a todo el proceso de la Declaración de París, mientras otros creen que es necesario dialogar con los donantes aun cuando no se comparte su punto de vista. Los intentos del Banco Interamericano de Desarrollo o la Organización de Estados Americanos, a través de los diálogos regionales, no han logrado incorporar todas las voces y estas organizaciones carecen de legitimidad en este ámbito. La Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) ha tenido mejor suerte, vinculando los principios de la Declaración de París con los de la cooperación Sur-Sur, pero algunos países latinoamericanos siguen resistiéndose en asociarse, de ninguna manera, con lo que perciben como una agenda de los países donantes” (Freres, Martínez: 2010, 34). Un reciente ejemplo de tal diversidad de posicionamieto puede


verse en uno de los documentos resultantes de la XXI Cumbre Iberoamericana celebrada en Paraguay en Noviembre de 2011 fue el Comunicado especial sobre la “Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Panamá y República Dominicana de cara al IV Foro de Alto Nivel sobre Eficacia de la Ayuda” expresando la construcción de una “postura común” plasmada en el documento “Una perspectiva Común: Camino al 4º Foro de Alto Nivel Busan, República de Corea”. Este documento si bien reitera el compromiso de los países signatarios con el “proceso de la eficacia de la ayuda” también está orientado a establecer una serie de demandas puntuales en torno al funcionamiento del actual sistema de cooperación al desarrollo: “la agenda de la eficacia tiene un potencial importante, y que por tanto no debiera ser descartada. Sin embargo, es necesario replantearla para que pueda responder a las realidades de los actores locales y supranacionales.”3

Una segunda línea de acción desplegada por la región es de índole propositiva y está orientada a dos cuestiones que parecen concentrar las propuestas de América Latina.

La

primera de estas cuestiones refiere por un lado a la necesidad de fortalecer el ECOSOC, y por el otro a la demanda de reforma de la gobernabilidad de instituciones también clave para el desarrollo como el FMI y el Banco Mundial “La falta de representatividad de los países en desarrollo en estos foros hace que sus análisis y recomendaciones de políticas regulatorias sean incompletos y pueden conducir a importantes errores y fallas de supervisión y regulación. Por ello, estas instituciones necesitan la participación de todos los países para elaborar códigos y normas regulatorias de aceptación global.” (CEPAL: 2010, 33). La otra cuestión concierne al enfoque sobre el desarrollo como proceso que va más allá del incremento de las tasas de crecimiento. Implica también “cambios cualitativos en la estructura productiva y, particularmente en economías

abiertas, en el patrón de especialización

e inserción en los mercados

mundiales…. El concepto de cambio estructural virtuoso debe permitir una estructura distributiva orientada a la disminución de la desigualdad. Esto

requiere el desarrollo y

fortalecimiento de instituciones económicas, sociales y públicas que aseguren una amplia distribución de los frutos del progreso técnico y prevengan su excesiva concentración…” (para esto) “la importancia capital de la política y del Estado. De la política, porque la concurrencia de agentes para transformar el patrón productivo y seleccionar sectores a potenciar necesita de pactos políticos que garanticen voluntad y sostenibilidad para esta opción del desarrollo, porque


la relación entre el cambio estructural con igualdad y legitimidad política es de ida y vuelta…” 291(CEPAL 2010: 27, 29). La tercera línea de acción observable en el desempeño latinoamericano es la de profundizar la construcción de institucionalidad regional. Esto se sostiene en la idea (también afirmada en las declaraciones de ONU) de que los organismos regionales son una pieza clave de la gobernanza y que como tales deben profundizar su labor en conexión a la institucionalidad global. Si bien se observa un avance significativo en la consolidación de la dimensión política de la institucionalización regional a partir de instancias como CELAC, UNASUR, ALBA, “Falta avanzar

a nivel regional para recapitalizar igualmente instituciones como el Banco

Interamericano de Desarrollo, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco de Desarrollo del Caribe, el Banco del Sur y la Corporación Andina de Fomento (CAF).” (CEPAL 2010, 31). Cabe destacar que las organizaciones regionales tienen un espacio importante para jugar en temáticas globales vinculadas al desarrollo. Como caso inmediato y concreto, el documento resultante de Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de Junio de 2012 destaca en su artículo 100 “que las organizaciones regionales y subregionales, incluidas las comisiones regionales de las Naciones Unidas y sus oficinas subregionales, pueden contribuir decisivamente a promover la integración equilibrada de las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible en sus respectivas regiones. Subrayamos la necesidad de apoyar a esas instituciones, …, en la puesta en marcha y aplicación de los planes de desarrollo sostenible, y la de facilitar la coherencia institucional y la armonización de las políticas, los planes y los programas de desarrollo”. Asimismo: se insta a tales instituciones a que tengan como prioridad al desarrollo sostenible se las incentiva a elaborar y aplicar acuerdos y arreglos regionales de una forma más eficiente y eficaz, como así también a intercambiar información, mejores prácticas y lecciones aprendidas. se afirma que serán acogidas con beneplácito las iniciativas regionales e interregionales en pro del desarrollo sostenible se reconoce la necesidad de vincular eficazmente los procesos mundiales, regionales, subregionales y nacionales para promover el desarrollo sostenible


Finalmente, una línea de acción muy clara en la región ha sido revitalizar, definir y diferenciar la cooperación “sur-sur”. No obstante, diferentes concepciones subsisten y dividen posiciones. En tanto la cooperación sur-sur sea definida en términos instrumentales, concretamente como “instrumento de política exterior”, será difícil superar las diferencias. Si por el contrario, se define como un “eje estructurante de esta política (Colacrai et. al, 2009), la posibilidad de construir y coordinar intereses se amplía significativamente. Por otro lado, resulta necesario superar la etapa de definición y diferenciación de la cooperación sur-sur, para pasar a discutir una nueva institucionalidad que incluya visiones del sur en la construcción de una gobernanza global que contribuya al desarrollo.

Conclusiones

Nuestra pregunta inicial sobre qué está en discusión cuando nos referimos a la nueva arquitectura del sistema de cooperación al desarrollo nos ha llevado a argumentar que no se trata de meras cuestiones operativas. La necesidad de desarrollar un análisis político de tales transformaciones nos ha hecho partir del diagnóstico de que el actual sistema de cooperación al desarrollo se encuentra en un proceso de disputa por la gobernanza. La misma está planteada bajo la modalidad multilateral. Esto implica que los actores involucrados buscan que determinadas prioridades, principios, objetivos y patrones de conductas en la materia sean adoptados por todas las partes. Como consecuencia, la conflictividad política no se agota en la mera discusión en torno a tales cuestiones sino que se sustenta en la misma pretensión de hacer extensivos ciertos principios y modos de hacer al resto. Como hemos sostenido, si el multilateralismo se configura como escenario de posibles cambios normativos es esperable, entonces, que se de un juego de presiones entre el mantenimiento del ordenamiento vigente y su transformación en distinto grado. Debido a esto, los planteos en ámbitos multilaterales no deben ser confundidos con procesos despolitizados de convergencias automáticas. Contrariamente a esto, una atenta lectura a las dinámicas implícitas en los ámbitos multilaterales deben llevarnos a ampliar nuestra mirada hacia una serie de cuestiones. En principio, detectar si el proceso político tiende hacia la consolidación del marco ordenador vigente preservando sus principios y normas fuera de discusión. La otra posibilidad es indagar configuraciones alternativas que busquen modificar este centro duro de principios y normas que


organizan la actividad o bien la presión por incluir distintos principios y normas que coexistirían con los vigentes. Como mencionáramos anteriormente, esto sería un indicador de discrepancia. Aquí el rol de las ideas es importante puesto que lo que está en juego son diversas maneras de entender y afrontar los desafíos del mundo social en sus dimensiones económicas y políticas. Tales entendimientos a su ver son matrices a partir de las que se inscriben identidades y se asignan roles convalidando ciertas prácticas en lugar de otras. Asimismo tal disputa por la gobernanza se da dentro de una multilateralidad con alta densidad institucional, esto es, varias son las instituciones que cuentan entre sus objetivos el desarrollo y la cooperación al desarrollo. Tal diversidad de oferta institucional –a lo que además debemos sumarle la distinción entre universales y limitadas/regionales- no debe opacar el hecho de que el área se caracteriza por una estructuración institucional hegemónica bajo el auspicio de OCDE/CAD. Esto no quita que la transformación del sistema en su conjunto incluya la gestación de presiones contrahegemónicas. Ahora bien, como hemos visto en el caso de América Latina tales configuraciones alternativas pueden iniciar su articulación tomando otros espacios multilaterales como base activando procesos políticos paralelos a partir de los que algunos actores involucrados

pretenden

construir

posiciones

conjuntas

para

promover

principios

e

incidir/sostener pautas de conductas en espacios multilaterales con un posicionamiento central en el ordenamiento de la cuestión como OCDE.

El desempeño de América Latina aún considerando sus variantes más dispares en el nivel de las conductas individuales se presenta como interesante para identificar las tensiones en esta disputa por la gobernanza. Su particular posicionamiento regional periférico en un área temática estructurada hegemónicamente no debe distraernos de una serie de elementos relevantes. En principio, su tradición histórica en planteos y demandas en términos de desarrollo tanto en el ámbito regional como en el global (Conferencia de Chapultepec/Conferencia de San Francisco). Esta tradición se ha desplegado hasta nuestros días junto con una práctica política que ha realizado importantes contribuciones a la institucionalización de la política internacional. Hemos observado la persistencia de ambos elementos observables en nuestro breve análisis de las tendencias de desempeño de América Latina respecto de la cooperación al desarrollo. A esto debemos sumarle la creciente centralidad de prácticas como la Cooperación Sur Sur. En segundo lugar, en términos de distribución de poder y de riqueza los actores regionales se posicionan estructuralmente en un amplio rango que recorre desde estados como Haití a un “emergente” como Brasil. Esto contribuye a que la heterogeneidad de la agenda regional en


materia de desarrollo se encuentra con una también heterogénea distribución de recursos materiales disponibles. Restaría indagar si en torno a tales recursos materiales disponibles, a la nueva institucionalidad regional (UNASUR, ALBA, CELAC), a las prácticas de cooperación sur sur y a las ideas en términos de desarrollo, inclusión, democracia, derechos humanos, igualdad de oportunidades, centralidad del estado en la redistribución, se estaría articulando una configuración regional alternativa. Esta modalidad de hacer política internacional por parte de América Latina ha estado orientada en anteriores ocasiones a lograr alterar situaciones de status quo hegemónico alentando la consolidación de espacios institucionales multilaterales más democráticos y representativos. ¿Podríamos leer en las ideas, prácticas y apuestas institucionales de América Latina una apuesta política en la disputa por la gobernanza del sistema de cooperación al desarrollo? Operacionalizar esta apuesta implica claramente ampliar el debate que ha ocupado a la región en los últimos años en torno a la cooperación sur-sur. El riesgo de quedarse atrapados en este debate contribuye a la consolidación de una nueva hegemonía en tanto restringe a la región a un tema que le es propio, pero que no logra permear otros debates más amplios sobre la gobernanza.

Por último, queremos realizar una sugerencia para futuras investigaciones. Una atenta lectura de la gobernanza como disputa en el ámbito de la cooperación al desarrollo nos debería llevar a indagar cómo interactúa esta variedad institucional con el diverso desempeño estratégico de los participantes involucrados. Un análisis de la gobernanza como disputa ampliado al nivel de desempeño de las unidades, teniendo en cuenta la estructuración de poder subyacente, debería observar: si hay preferencia por parte de ciertos estados (ricos-poderosos/pobres –no poderosos) en promover una institución por sobre otras para resolver la disputa por la gobernanza si las ideas, definiciones de problemas y alternativas de acción varían en las distintas instituciones disponibles si las preferencias institucionales de los Estados pueden relacionarse con el logro o no de sus metas si las preferencias institucionales de los estados puede relacionarse con la identificación o no de estos últimos con los principios propiciados por la institución


si las preferencias institucionales de los estados pueden asociarse o no con diversos enfoques en materia de una misma problemática

En este sentido sería necesario reforzar la labor analítica con el objeto de contribuir a reconciliar análisis sistémicos/societarios con aportes desde estudios que den cuenta de las dinámicas en el nivel de los actores del sistema de la cooperación internacional al desarrollo.

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