En plena dictadura, las Madres de Plaza de Mayo intentaron hacer oír su voz –casi siempre infructuosamente- en todos los ámbitos públicos donde hubiera posibilidad de denunciar la situación por la que estaban atravesando en la búsqueda de sus hijos.
Con motivo de la Asamblea General de la Pascua de 1979, el 20 de abril las Madres realizaron una presentación por sus hijos detenidos-desaparecidos ante la Conferencia Episcopal Argentina, conociendo que durante la misma se considerarían los resultados de la Tercera Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizada en enero y febrero de ese año. El resultado de aquella conferencia, conocido como documento de Puebla, consideraba la situación en materia de derechos humanos que atravesaba entonces el continente y analizaba “Doctrina de Seguridad Nacional” y su trasfondo ideológico.