II Encuentro Archivos y derechos humanos usos actuales, posibilidades y limitaciones Conclusiones y propuestas de acción 26-09-08
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Aclaración
Durante la jornada de taller del día 25 de septiembre de 2008 trabajamos con la problemática de los usos de los archivos y las situaciones que afrontan los distintos tipos de usuarios. Así, convocamos a exponer diversas situaciones en cuanto al uso de los archivos a un periodista, un abogado querellante en causas por crímenes de lesa humanidad, una investigadora y una persona a cargo de un archivo de una Comisión de la Verdad. Sus presentaciones, sumadas a las experiencias que posteriormente aportaron los demás participantes del taller, ofrecieron un panorama de la situación. Por la tarde, trabajamos en grupos sobre dos ejes: -
roles institucionales en función del acceso según los distintos tipos de necesidades de usuarios;
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objetivos deseables y acciones posibles.
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Eje a: Roles institucionales (archivos de la memoria/archivos generales históricos) en función del acceso según los distintos tipos de necesidades de usuarios Grupo 1: Valeria Barbuto (CELS); Teresa Juanita Gómez Mier (FASIC Chile); Susana Muñoz (Casa de la Memoria y la Cultura Popular Mendoza); René Rivera (Archivos del Servicio de Inteligencia de Chubut); Evangelina Sánchez (Memoria Abierta) Es importante que el acceso a los archivos no dependa de voluntarismos sino de políticas claras. Los archivos de memoria deberían trabajar pensando en el largo plazo. Es decir, pensando en una normativa que permita planificar e impida la destrucción de los archivos. Al mismo tiempo deberíamos generar redes y políticas para que brindar información sea un deber, una obligación y no un gesto de voluntarismo. Contribuir a generar una verdadera política de Estado que perdure en el tiempo. Es muy importante que exista una relación permanente entre los archivos que contienen este tipo de documentación, pero al mismo tiempo es necesario que no se separen aquellos que contienen información acerca de la violación a los derechos humanos durante la última dictadura del resto de los archivos, porque de esa manera se borrarían las relaciones históricas de lo que sucedió. Esto es primordial porque sabemos que lo ocurrido no es ocasional ni exclusivo de ese momento, sino que habla de una práctica de Estado que tiene su historia. Los archivos de Memoria deberían tener una vinculación mucho más fuerte con los archivos judiciales, en particular con las fiscalías, para relacionar la información producida allí. También es necesario profundizar la relación con la investigación. Los archivos provinciales tienen un valor fundamental en identificar y poner al acceso fondos locales. Grupo 2: Ruth Borja (Centro de Información para la Memoria Colectiva y los Derechos Humanos, Perú); Inés Goldzer (Memoria Abierta); Laura Lenci (Archivo DIPBA/Comisión Provincial por la Memoria); Roberto Martínez (Archivo Provincial de la Memoria Córdoba); Ilda Micucci (Memoria Abierta) Los participantes de este grupo de discusión provenimos de archivos de distinto origen y tipo, y encontramos grandes diferencias entre uno y otro en relación a la accesibilidad. Discutimos mucho acerca de la tensión entre los “archivos de memoria” (en particular los de los últimos años y más particularmente los que tienen información de las fuerzas de seguridad) y los archivos históricos, en lo que refiere a la coyuntura actual (en relación a los pedidos de pruebas para juicios) y el mantenimiento de fondos documentales tal como fueron producidos por
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los organismos de Derechos Humanos en su momento para proveer de datos para la investigación en el futuro. Discutimos bastante en torno a esto y acerca de la importancia de que esos fondos documentales no se desmembren. Creemos que la situación no se resuelve ni resignándose a aportar pruebas ni a desarmar fondos que no podrán ser rehechos. Esa tensión no se pude pasar por alto y hay que pensarla, es una tensión. La compañera de Perú contó que allí está claramente registrado el acceso y el uso de los archivos. En Argentina hay graves deficiencias de normativas y esto es muy importante, en especial para los archivos oficiales. Puede pasar que no encontremos archivos de las fuerzas armadas, por ejemplo. Sin embargo, eso no nos tiene que obsesionar. Lo importante es que esos archivos nos permitan reconstruir la represión. Para eso tenemos que ser imaginativos y pensar dónde podemos obtener la información que dé cuenta de cómo fue el procedimiento represivo (que no solamente pasó por las fuerzas de seguridad). Eso nos permite reconstruir qué pasó con las víctimas y también quiénes fueron los perpetradores. Por ejemplo, podría buscarse a quiénes se condecoraba y por qué en aquellos años. También se habló de la importancia de una política estatal, una política pública que obligue a las fuerzas de seguridad a dar información. Muchas veces cuando eso sucede la documentación termina apareciendo. Pero aquí aparece nuevamente la tensión entre lo urgente y lo importante. También hablamos de las funciones específicas de los archivos de derechos humanos en relación a localizar documentación y acerca de construir centros de información que permitan a los interesados saber dónde recabar o solicitar la información necesaria. Grupo 3: Pascualina Di Biassio (Archivo General de Santa Fe); Aída Sarti (Madres de Plaza de Mayo – Línea fundadora); Ana María García Barbará (Memoria Abierta); Guadalupe Basualdo (CELS); Laura Luciani (Universidad Nacional de Rosario); Jorge Pedraza (Dirección de la Memoria Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe) En relación a la primera pregunta voy a enumerar algunos de los puntos que estuvimos conversando en el grupo. Creemos que es necesario recurrir a la tecnología para la digitalización y duplicación de archivos que pueden ser importantes para distintos organismos. Pensar entonces no solo en los recursos tecnológicos, sino también en la gestión de información. Para eso necesitamos contar con políticas de Estado y recursos para la aplicación tecnológica en determinados tipos de archivos. Tenemos que organizar un plan, sobre todo en las provincias, puesto que a nivel nacional ya está más definido. Quizás sería necesario algún apoyo de la nación a las provincias.
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En relación a los usuarios, pensamos que para todos los casos son los mismos: familiares, administración, investigación y ciudadanos. Cada usuario requeriría hacer un estudio de los grados de acceso pero para ello habría que pensar en una normativa que no sea general sino que tenga en cuenta los distintos tipos de documentos o series documentales. Es necesario saber qué tipo de información hay en cada archivo, para establecer los distintos grados de accesibilidad. Grupo 4: Luciano Alonso (UNL/UNR); Violeta Bodiño (Museo de la Memoria de Rosario); Guillermo Clarke (Archivo histórico de la provincia de Buenos Aires); Beatriz Lewin (Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora); Diego Martínez (CELS/Página 12); Eugenia Pereira (Secretaría de DDHH de la Provincia de Buenos Aires); Patricia Valdez (Memoria Abierta); Isabel Wschrebor (Centro Municipal de Fotografía/Universidad de la República, Uruguay) Nosotros discutimos en función de la importancia política de los “archivos de la memoria” y la diversidad existente entre ellos. Por ejemplo, conversamos acerca de para qué se crearon archivos como el de la DIPBA. Hablamos desde la diferenciación con los archivos históricos, fundamentalmente por la necesidad de dar respuestas inmediatas, por ejemplo ante los pedidos judiciales. En relación a la accesibilidad, retomamos la discusión acerca de quiénes son los usuarios legítimos.
Grupo 5: María Rosa Adamo (Museo de la Memoria de Rosario); Gabriela Águila (UNR); Victorino González Sarubbi (Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los derechos humanos, Paraguay); Daniel Lvovich (investigador y docente UNGS y CONICET); Mariana Nazar (Departamento Archivo Intermedio, AGN); Laura Palomino (Memoria Abierta) En nuestro grupo discutimos acerca de qué entendíamos por “archivos de derechos humanos” y por “archivos históricos”. Llegamos a la conclusión de que los archivos históricos deben en primer lugar reunir, conservar y difundir. Los archivos de la memoria, por otra parte, se crean en una coyuntura política específica para preservar y volver accesible documentación referida a un período. La discusión era sobre aquella tensión que manifestaba Laura Lenci en relación a desmembrar fondos documentales y las necesidades de acceso rápido para usuarios con otros tiempos (en especial los de la justicia). Uno de los planteos de la mesa fue que los archivos provinciales históricos deberían cumplir esa función y que en tanto eso suceda podían estar los otros.
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Otra discusión fue acerca de la necesidad de que se realicen acuerdos con vistas a la democratización del acceso. Creemos que estos archivos o instituciones “de la memoria” podrían tener a cargo actividades de investigación y generación de conciencia.
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Eje b: ¿Qué acciones concretas pueden surgir de instancias como estas y hacia qué objetivos deberíamos apuntar? Grupo 1 Acerca de esta segunda pregunta, nos parece que es necesario generar acciones que promuevan debates culturales acerca de qué documentación preservamos y qué memoria preservamos como sociedad. Otra propuesta acerca de nuestro trabajo con miras al futuro es impulsar pautas comunes en cuanto a la guarda, la destrucción y, fundamentalmente, la homogeneización a nivel nacional de estos temas. También es necesario impulsar políticas de archivos regionales, ya que vemos que el tema surge en algunas reuniones regionales de altos mandos (por ejemplo, en una reunión de MERCOSUR se habló de la necesidad de armar un “anti-Cóndor”) o de directores de archivos de MERCOSUR (donde se planteó prestar un interés particular a este tipo de archivos), pero que no se traduce en políticas concretas y queda en una mera declaración de voluntades. Para eso deberíamos ver también en qué ámbitos podemos incidir -si esa es nuestra idea- y definir claramente cómo incidir. Por eso nos parece importante ponernos de acuerdo en qué hacer para luego plantearlo. Hacer presión para que las voluntades se concreticen.
Grupo 2 Conversamos acerca de la necesidad de legislación, que creemos que es algo que va a aparecer en todos los grupos. En segundo lugar, creemos que la descripción de los archivos debe ser una cuestión prioritaria. Nosotros aún no sabemos qué tenemos y así no podemos informar. Una descripción precisa también va a ser importante para no generar falsas expectativas. Pero para eso tenemos que ver cómo apoyarnos entre nosotros para avanzar. A partir de la profesionalización del cargo de archivista debemos tratar de mejorar el criterio que existe. También es importante vincular las técnicas archivísticas con las de la investigación y las ciencias sociales. Sino vamos a estar hablando en lenguajes diferentes cuando tenemos que hacerlo juntos. También hablamos acerca de la necesidad de capacitar a los usuarios de los archivos y no sólo a los archivistas para que puedan sacar más provecho (por ejemplo hay pedidos mal formulados por la justicia). Es necesaria la apertura de los archivos CONADEP. Por eso, el caso peruano nos pareció muy importante porque su archivo es muy parecido al nuestro y tiene reglas claras. Esa documentación es importantísima como
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prueba judicial y por su valor reparatorio. Estas normativas hablan mucho de cada país y nuestras diversidades regionales. Temas que recién se empiezan a pensar en el nivel académico pero que habla mucho de nuestras identidades.
Grupo 3 Lo más urgente es satisfacer la demanda de los investigadores de historia reciente. En los casos de la justicia esto está mayormente resuelto. Creemos que hoy no hay ningún tipo de inconveniente para ellos. Pero sí es necesario atender el planteo de los investigadores porque es un tema que viene dando vueltas. Por eso es importante ser lo más precisos posibles. Es importante empezar a trabajar entre aquellos casos que más se asemejen, al menos pensando en criterios de accesibilidad y plazos de comunicabilidad. Para todo esto son necesarias no sólo normas, sino también recursos para llevarlas adelante. Grupo 4 En el Museo de la Memoria de Rosario estamos recabando información acerca de qué documentación hay en el Archivo Nacional de la Memoria y nos dicen básicamente lo que tienen de Santa Fe. Nos comentaron cuál es la forma de solicitarlo y hace dos semanas aproximadamente tenemos una copia digital de los legajos de CONADEP. Esta fue nuestra experiencia y estos fueron nuestros resultados. Aun no sabemos qué uso podemos darle a los documentos pero quería contarles qué es lo que hay. Aunque no hay catálogo y no sabemos bien qué hay. Retomando ahora la discusión del grupo, hubo varias propuestas: •
Generar un sitio web o un espacio donde uno pueda consultar donde encontrar la documentación.
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Proponer e insistir en que haya uniformidad en la reglamentación acerca de los archivos para que estos no dependan de las relaciones personales.
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Llevar las propuestas que se hagan en este lugar al encuentro de archivos del MERCOSUR.
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Reclamar una clara legislación de archivos.
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Que de aquí surja un grupo que se encargue de llevar adelante la concreción de las propuestas
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Grupo 5 En base a las discusiones surgieron algunas propuestas o ideas: •
Realización desde el Estado de un censo de archivos de la represión. Incluyendo además los de las fuerzas armadas, el servicio penitenciario, hospitales, policía, etc. Esto se relaciona con la idea de saber qué hay y que se vuelva accesible a través de inventarios o catálogos.
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Instar al Estado a cumplir sus funciones desde las instituciones ya creadas.
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Impulsar la participación de la sociedad civil en la discusión de políticas de gestión.
Con respecto a los organismos de represión directa y sus fondos documentales, es objeto de debate si deben quedar y abrirse al acceso en las instituciones productoras o si para ello deben ser trasladados a Archivos históricos o a Centros de memoria.
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Cierre (Graciela Karababikian) Estamos ahora en una instancia superior a la de hace un año, está claro que hoy podemos unificar lenguajes, comprender la realidad de estos archivos no sólo desde "nuestro" punto de vista sino incorporando también las visiones de otros, entender cuáles son nuestros problemas comunes o diferentes, y avanzar en solucionarlos. Pero es cierto también que hay mucho por trabajar aún. Es necesario contextualizar los problemas para buscar soluciones, tenemos la cuestión crucial de los archivos que contienen información sobre violaciones a los derechos humanos con sus problemas específicos, pero enmarcada también en un contexto en el que las políticas de Estado en función de la protección y puesta a la consulta del patrimonio documental del país son insuficientes. Se habló de la falta de legislación y de la necesidad de impulsar una normativa similar para archivos similares (según las instituciones que los produjeron) pero también del desconocimiento de la existente para exigir su aplicación o buscar la manera de utilizar recursos legales que hoy mismo tenemos. Se reconoció la necesidad de fijar grados de accesibilidad y plazos de comunicabilidad para los documentos “sensibles” ya que en algún momento “lo sensible” debería dejar de serlo. Se conversó acerca de centralizar la información disponible (con énfasis es que una cosa es la información y otra son los documentos) y de que para ello es importante hacer previamente una descripción de los archivos para saber qué hay, para lo cual, evidentemente, es primordial saber cuáles son, dónde están y qué institución tiene qué tipos de archivos. Creemos que este espacio de actores diversos, con distintos orígenes e intereses, puede proponer y hacer presente en las agendas públicas la importancia de los archivos y su utilización. Veamos entonces cómo, a partir de ahora, trabajar para que esto se vuelva un tema de agenda. Para que esto sea una preocupación ciudadana. Por último solo quiero agradecerles y dejar planteada la necesidad de ver, entre todos, las acciones para llevar adelante las propuestas presentadas.
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