El 25 de diciembre de 1997 en Acteal, Chenalhó (Chiapas), Samuel Ruiz García, obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, celebró la misa por las 45 personas asesinadas después que tres días antes el 22 de diciembre, se perpetró la masacre de 19 mujeres, 14 niñas, 8 hombres, 4 niños y 4 que aún no nacían, más 26 personas heridas, en su mayoría menores de edad.