En octubre de 1979 el Papa Juan Pablo II pedía ante una multitud el esclarecimiento de la situación de los detenidos-desaparecidos en la Argentina. El 8 de noviembre del mismo año las Madres publicaron una solicitada en la que se unían al pedido y se preguntaban si podrían las autoridades desoír las palabras del Sumo Pontífice.
El 10 de abril de 1980 otra solicitada fue publicada por la Madres pidiendo a las autoridades que acepten su pedido de diálogo. Este medio de denuncia fue uno de los utilizados por las Madres de Plaza de Mayo para llegar al público masivo, y a través de ellas impulsaron, junto a otros organismos de derechos humanos, diversas acciones denunciando la situación de la Argentina.