No son muy frecuentes las ocasiones en que es posible conmemorar efemérides tan redondas como la de un quinto centenario, y en este caso, aunque con carácter local la vinculación a la Corona hizo que tuviese repercusión nacional e incluso en los territorios de ultramar.
La confusión actual respecto de este topónimo proviene de la azarosa historia que en el último siglo y medio ha sufrido este entorno de la ciudad. El enclave actual supone un nudo esencial de la vida madrileña a nivel de cultura y comunicación. Esta vitalidad se ha mantenido en el tiempo, a pesar del cambio de usos y de la transformación del paisaje urbano, desde que en 1523 se fundase un convento dominico en la popular ermita de Atocha en el entorno de la población.