CARTA PASTORAL
SOLIDARIDAD
www.iglesiaisrael.ec
IglesiaIsraelEc
IglesiaBautistaIsrael
CARTA PASTORAL Amados de la Iglesia Bautista Israel, la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean manifestadas en sus vidas y familias: • Anhelando recuperar el espíritu apostólico que orientó a las iglesias de los primeros siglos, compartimos con ustedes una orientación práctica alusiva a uno de los aspectos de mayor relevancia actual para nuestros países latinoamericanos que se traduce en desafío y oportunidad para los que nos hemos comprometido con el seguimiento de Jesús y su causa en el mundo. • Considerando que la pobreza crece en América Latina, que las propuestas de los gobiernos no dan respuestas adecuadas a este flagelo ni atienden las necesidades de sus habitantes, vemos con tristeza que en un país con las grandes reservas y recursos naturales sus habitantes sufren la peor crisis de su historia, circunstancia que los mueve a un éxodo masivo como mecanismo de sobrevivencia. • Ante la salida de millones de venezolanos hacia países vecinos, como iglesia cristiana estamos llamados a unirnos a lo que Dios está haciendo en medio de esta crisis humanitaria. Nuestro llamado a la solidaridad con el hermano pueblo venezolano no debe limitarse solo a “querer hacer algo”; ellos no merecen ni necesitan nuestra lástima, necesitan de nuestra ayuda. Seamos, pues, ese instrumento que Dios use al atender esta necesidad concreta y apremiante tocando, abrazando y compartiendo recursos materiales para mostrar que Cristo es real, es vida y entrega, es amor y consuelo, es misericordia y compañía. LLAMADOS
A
LA
SOLIDARIDAD
• Analizando la solidaridad desde distintas disciplinas como la psicología, la docencia, la exégesis y la pastoral, a la luz de la reflexión bíblico-teológica, proponemos criterios que orienten nuestra actitud respecto al flujo migratorio en general y venezolano en particular. Entendemos que tales principios pueden contribuir a que la iglesia haga una relectura saludable de este fenómeno y, entre otras cosas, asuma el reto de responder ante él mediante el uso de herramientas que varias ciencias y organizaciones dedicadas a la asistencia humanitaria nos proporcionan hoy. • En el presente documento hacemos un llamado a la iglesia a constituirse en un ejemplo viviente de solidaridad cristiana. ¡La oportunidad es nuestra! En tal sentido, animamos a fortalecer muestra comprensión de la presente realidad social y su respuesta ante ella, entre otras cosas, mediante el diálogo crítico entre las Escrituras y otras ciencias y el apoyo a iniciativas que trabajan por el bienestar de las personas, las familias y los pueblos. • La caridad es debida a nuestro prójimo, el “próximo” o cercano. Es el amor demostrado a los demás, sin querer obtener recompensa alguna, sin egoísmos, que busca desde dignificar la condición de alguien que está en dificultades. • Contrario al egoísmo que promueve el interés propio sin importar el resto de la sociedad, la solidaridad cristiana nos permite pasar del individualismo a la concepción comunitaria de la fe y la vida en sociedad. Los valores de nuestra fe deben comprometernos con la búsqueda del bienestar de los demás. 2
___________________________________________________________Solidaridad
___________________________________________________________Solidaridad
• La solidaridad encuentra en el seno de la familia el núcleo fundamental en el que se desarrollan los valores que luego impactarán la vida social, para bien o para mal. Por medio del ejemplo, la vida en familia constituye el ambiente privilegiado para consolidar modelos de convivencia signados por el respeto, la justicia y la solidaridad entre congéneres. • La solidaridad traduce las convicciones en acciones responsables hacia los demás y sus circunstancias. Implica compartir y asumir como propias las necesidades del otro. La solidaridad aporta significado a la existencia y eleva la calidad de vida de las personas y las sociedades. LA SOLIDARIDAD: DESDE LA EXEGESIS, LA DOCENCIA Y LA PASTORAL Desde la exégesis: explicación y vivencia del texto bíblico: • Jesús es nuestro máximo ejemplo de solidaridad. Su vida y enseñanzas evidenciaron clara identificación con los pecadores y marginados desde la perspectiva social y religiosa. Sin aferrarse a las reglas, estructuras y ritos, siempre dio prioridad al bienestar humano: extendió su mano para tocar a los enfermos, sanar a los leprosos y levantar a los muertos. Políticamente, la cruz fue el instrumento de ejecución pública que los aliados del sistema usaron para cobrarle sus “blasfemias” y su solidaridad con los despreciados. Teológicamente, la cruz fue parte del plan divino para lograr vida abundante para todos y en servicio osado al Reino de Dios y su justicia. • En Cristo, la cruz implica también una lógica de solidaridad incondicional, llevada a las últimas consecuencias. Con esa muerte violenta, humanamente hablando, los poderosos no solo evidenciaron su intolerancia a una vida plenamente identificada con los necesitados, con ello pretendieron detener su proyecto. La resurrección, no obstante, es proclama contundente de la victoria de la vida y propuesta de la vida solidaria como modelo de misión comprometida. • El Dios que se nos revela en Cristo es un Dios solidario, que mira, oye y desciende. Compartir con los necesitados, por tanto, es una manera de imitar su carácter. El Espíritu Santo capacita a los hijos de Dios para encarnar la vida compasiva por medio de hechos. Desde la docencia: formación para la transformación • La labor docente es una de las funciones irrenunciables de la iglesia. Educamos para informar, formar y transformar. Informamos con los principios de la Palabra de Dios a fin de formar el carácter de Cristo en los discípulos y desafiarlos a ser instrumentos de transformación en la sociedad. • Los principios bíblicos y el ejemplo de Cristo deben desafiarnos como iglesia a proponer la solidaridad como alternativa transformadora de las realidades y relaciones humanas hoy en nuestro país. Al hacerlo así, no solo cumplimos nuestra misión educativa hacia adentro, sino que contribuimos con la construcción de una mejor sociedad. Carta Pastoral_________________________________________________________
3
Solidaridad_________________________________________________________
Desde la pastoral: acompañamiento integral • Juan Stam, pastor y teólogo, ha dicho: “Jesucristo manifestó y practicó esta solidaridad en su nacimiento, en su estilo de vida y en su muerte”. Y lo hizo cuando fue hecho carne, identificándose así con toda nuestra fragilidad humana. La solidaridad de Jesús no distingue raza, sexo o religión, sino que se hace eco del principio fundamental del Eterno que ama a todos por igual y sin distinción alguna. • La pastoral solidaria de Jesús la disfrutaron todos los que estuvieron en necesidad, mostrando así que la propuesta de vida abundante debe iniciar aquí y ahora y proyectarse hasta la eternidad. Nuestra pastoral, en imitación a la modelada por Jesús, debe promover la vida, en todas sus manifestaciones, y confrontar todo aquello que la amenace o disminuya. • Quienes son llamados por el Maestro debemos incorporar su pastoral en nuestras prácticas cotidianas: en favor de los que sufren la marginación, la segregación y la explotación. Somos llamados a ser solidarios con los que están enfrentando calamidades, con los que necesitan ser acompañados. D E SA F I O PA ST O RA L • Reconocemos, pues, a Jesús como modelo supremo de solidaridad. Como tal, encontramos en él la inspiración y el poder para practicar este principio en nuestro diario vivir como discípulos y como iglesia. • Como ministros del Señor, llamamos a nuestra iglesia, reunida en las diversas congregaciones, comunidades y campos misioneros a demostrar nuestro amor a los necesitados, los huérfanos, las viudas y los extranjeros. • Llamamos a que nuestro acercamiento y respuesta a la presencia de miles de inmigrantes venezolanos que llegan a nuestras ciudades, sin desmedro del orden y la justicia, se hagan desde la compasión. • Hacemos votos porque en este tiempo y ante estas inesperadas circunstancias el pueblo de Dios sea evidencia irrefutable de que el evangelio tiene poder para transformar el individualismo, la indolencia, la apatía y la indiferencia en acciones desprendidas y contundentes de solidaridad. ¡Hagámoslo aquí, hagámoslo nosotros, hagámoslo ya!
Cuerpo pastoral de la Iglesia Bautista Israel Guayaquil, septiembre de 2018
4
___________________________________________________________Carta Pastoral