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Un negocio en ascenso
from mercadofitness14
Si bien no hay datos exactos sobre el surgimiento de la escalada en roca, los estudiosos suponen que los antiguos cazadores trepaban paredes al perseguir a sus presas. Pero fue recién en 1786 cuando se registró el primer ascenso al Mont Blanc, en los alpes franceses, que comenzó el interés por escalar vertientes de montaña cada vez más difíciles.
Apareció entonces la escalada en roca como deporte, al principio en la montaña y más tarde como especialidad en murallas independientes. Al mismo tiempo se fue desarrollando la tecnología del material de escalada con el fin de ampliar las posibilidades del escalador, y a la vez garantizar su seguridad.
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Con el paso de los años llegaron los muros artificiales, en los que, además de entrenar se realizaban espectáculos a los que podía acudir el público en general. Así, esta actividad con alta dosis de adrenalina, fue ganando nuevos adeptos, a tal punto que algunos emprendedores comenzaron a ver oportunidades comerciales en este nicho. Fue así como a fines de los ‘70 aparecieron en Europa y en Estados Unidos las primeras palestras en lugares cerrados. Eran muros artificiales con una escenografía acotada, especialmente creada para escalada. “La idea era que los practicantes tuvieran una alternativa, ya que los lugares naturales están, por lo general, alejados de las ciudades“, explica Héctor González Jurado, director de la firma Recódromos de México.
Escalada Un negocio en ascenso
Construir un muro artificial de escalada bajo techo puede ser una alternativa económica para atraer al gimnasio a los amantes del deporte aventura y ofrecer, a la vez, al resto de sus clientes una actividad novedosa, divertida y desafiante.
“Al comienzo eran simples paredes de ladrillo o cemento, generalmente situadas en túneles o galerías, taladradas y cinceladas para crear los agarres. Pero con el paso del tiempo, los muros fabricados por el hombre se fueron haciendo más sofisticados y complicados“, explica Juan Martín Miranda, director de Rocódromo, una firma de La Plata especializada en montar palestras.
Hoy en día estos ámbitos son el punto de reunión predilecto para la mayoría de los escaladores, a la hora de entrenar y prepararse de cara a travesías más osadas en rocas reales. Generalmente, estos muros artificiales se montan dentro de gimnasios o clubes a los que asisten
los amantes de esta actividad, pagando una cuota de inscripción y una mensualidad, como si hicieran uso de cualquier otro servicio del gimnasio.
Una clase de dos horas cuesta alrededor de 15 pesos. Los pases diarios de uso libre van de los 8 a los 20 pesos y los abonos mensuales oscilan entre 50 y 80 pesos. En el caso de las primeras sesiones con instrucción personalizada, el usuario necesita de una hora de práctica, 2 o 3 veces por semana. Además, a cada cliente se le puede vender cursos de escalada y de primeros auxilios, además de accesorios como arneses, cuerdas, y magnesio. También se suelen organizar excursiones a rocas reales y competencias.
Cómo construirlos
Los muros artificiales pueden clasificarse según el método constructivo y la altura. En cuanto al material, pueden ser de hormigón armado, de madera o de fibra de vidrio. En este último caso “el costo es alto, pero es, sin dudas, el material que mejor recrea un ambiente natural“, asegura Agustín Unsain, director ¡UH! Presas y Accesorios, una firma especializada en la fabricación de presas (agarres) y accesorios de escalada deportiva.
A la hora de montar la pared, Unsain piensa que la combinación más provechosa es la fusión de una estructura metálica con una superficie de madera. “Estos materiales permiten mucha libertad al diseñar la forma del muro y, a la vez, son más económicos que los demás“, remarca. Por otro lado, los agarres que se insertan en el muro están fabricados en resina poliéster y duran cerca de 3 años.
En cuanto a la altura, los muros pueden clasificarse en zonas de boulder y zonas de escalada. En el primer caso, la elevación no supera los 3 o 4 metros y, por lo tanto, no es necesario el material de protección, ni el uso de cuerdas. En cambio, las zonas de escalada van de los 10 a los 15 metros. En gimnasios se suelen montar murallas de 5 a 7 metros de altura. En competencias profesionales, éstas pueden llegar a medir 30 metros.
Según los especialistas consultados, no es necesario realizar ningún tipo de refacción particular en el gimnasio para instalar un muro de esta clase, ya que se arman de manera rápida debido a que su sistema constructivo admite trabajo previo en el taller. Por otro lado, el mantenimiento requerido es mínimo.
Al respecto, González Jurado dice: “Sólo se debe revisar la estructura de seguridad -fijaciones y anclajes- continuamente, y pintar las maderas cada vez que se requiera“. Por su parte, Unsain agrega que las tareas de refacción se reducen a limpiar, una vez al año, los agarres, ya que se vuelven resbaladizos con el uso del magnesio, que es empleado por los practicantes para secar el sudor de las manos.
Los costos de instalación de una palestra son muy variables y dependen de la complejidad del diseño, de los materiales utilizados y del tamaño del muro. El valor promedio del montaje total oscila entre los 180 y 300 pesos por metro cuadrado. “Un muro de 10 metros de alto por 2 metros de ancho puede costar aproximadamente 3600 pesos. Aunque esto no incluye los elementos de seguridad para los practicantes“, detalla Unsain.
¿Por qué montar un muro?
Incorporar una palestra a la oferta de un gimnasio significa brindarle a los clientes “una actividad deportiva recreativa y relajante“, sostiene Andrés Puertas, director de Realization, una empresa integral de actividades de montaña y escalada. Para Miranda, “al ser un ejercicio completamente distinto y llamativo, mantiene elevada la motivación de los clientes e integra a otras poblaciones a la actividad física-deportiva“. Sin dudas, montar una palestra es una forma de atraer al gimnasio a los fanáticos del deporte aventura, y además es “una manera más entretenida de ejercitar músculos de zonas como: antebrazos, brazos y espalda“, agrega Unsain. También sirve para elongar y precalentar antes de iniciar otra actividad. Según Fernando Mariño, socio de Rocodromo, el boulder permite realizar escaladas de “5 a 12 movimientos de máxima dificultad, fuerza y potencia“.
La escalada, como actividad deportiva, no tiene impedimento de edades, aunque si de sobrepeso. El público que se identifica con esta disciplina -según Jurado- está compuesto por jóvenes de entre 8 a 30 años de edad, de clase media y alta. Los practicantes tienen un perfil psicológico aventurero, y son amantes de las emociones fuertes.
En cuanto a los riesgos, Jurado subraya: “Si se cuentan con las medidas de protección, la escalada en este tipo de áreas, es totalmente segura… el porcentaje de accidentes es muy bajo. Si hay una lesión, por lo general se debe a pequeños errores del escalador“. Igualmente, como siempre pueden ocurrir situaciones fortuitas, “el cliente debe firmar un convenio que deslinde de responsabilidades al gimnasio ante un accidente“, agrega.
En esta línea, un aspecto que no debe desatenderse es la capacitación del personal a cargo de la palestra. “En un primer momento es necesario brindarle al cliente una instrucción personalizada para enseñarle las nociones fundamentales de seguridad y las técnicas básicas de escalada. Para ello hay que contar con instructores debidamente capacitados y utilizar los materiales adecuados (cuerdas, arneses, etc.)“, enfatiza Mariño.
La altura y diseño del muro a construir depende del lugar disponible dentro del gimnasio. Lo recomendado es montar una muralla de 5 a 6 metros de altura por 2,5 a 4 metros de ancho, dejando un espacio libre de por lo menos 2 metros frente a la pared. Puede instalarse tanto en interiores como en exteriores. con que se cuenta. A mayor cantidad de tomas, el muro es visualmente más atractivo. Se pueden colocar sobre madera, concreto (cemento), o cualquier superficie lo suficientemente sólida, y fuerte.
Los especialistas consultados por Mercado Fitness señalan que cuanto más irregular se construya el armazón, mayor apariencia a roca real tendrá. Aunque hay que considerar que la texturización del muro puede aumentar al doble el costo final del mismo.
Consejos útiles
Al respecto, Diego Mattio, titular de la empresa Muros, Tomas y Palestras, señala: “Debe haber un entrenador en el muro que le permita al socio jugar, tener una rutina, variar las acciones y notar progresos en la escalada. Esta disciplina tiene mucho de desafío personal“. En Argentina no existe una capacitación con título oficial en muros, la única carrera afín es la de Guía de Montaña.
En la opinión de Jurado, “montar un muro en un gimnasio es, como se dice vulgarmente, vender la enfermedad y la cura, pues primero se crea el espacio donde las personas escalarán, después se les enseña a hacerlo mediante cursos, posteriormente se les vende el equipo e insumos, y se los lleva a la montaña“. En esta línea remarca: “Es un negocio muy completo y virgen aún en América latina“.
Exterior: Se realiza sobre una pared cuyos apoyos y agarres están tallados naturalmente sobre la roca, formando diminutas repisas, hoyos y rampas. Se emplean solo pies y manos.
Interior: Se practica sobre una pared dividida en fisuras, en las cuales se introducen pies y manos, atascándolos o encuñándolos para avanzar. Se usan el cuerpo y las extremidades únicamente.
Deportiva: Persigue el más alto grado de dificultad sin pretender necesariamente alcanzar una cima. Se usan agarres, apoyos o fisuras. Por lo general no se superan los 50 metros de desnivel.
Artificial: Se usan protecciones para progresar, apoyándose en escalerillas de cinta de nylon, denominadas estribos.
Gran Pared: Se pretende superar 500 metros de desnivel o que, por su dificultad, tome más de dos días escalar. Requiere de más equipo así como de ropa, agua y comida.
En Hielo: Como su nombre lo dice, implica subir por fuertes pendientes de hielo para lo cual se requieren herramientas especiales.
Tipos de Escalada
Dosificador automático de cloro
La tecnología avanza a ritmo constante generando incontables beneficios y facilitándole al hombre tareas engorrosas, como por ejemplo el mantenimiento del agua de un natatorio. Muchos habrán realizado la incómoda tarea de caminar por las noches alrededor de una piscina, con un bidón en mano, tratando de acertar la cantidad de cloro necesaria para conservar el agua en buen estado.
Hoy, justamente gracias a la tecnología, esta tarea puede realizarse de una manera bastante más sencilla, desde que se lanzó al mercado Clorodrop, un dosificador por goteo de cloro que permite suministrar este químico en forma controlada y automática a través del sistema de recirculación de la piscina, mientras se realiza el filtrado del agua.
Una mejor forma
El inventor de este sistema es Rodolfo Ferreyra. “Todo surgió -comenta este emprendedor- cuando pensé que debía haber una mejor forma de realizar esta tarea“. A esto se le sumó que, luego de la devaluación, el cloro líquido se transformó en el método más económico para mantener el agua de una piscina.
El sistema desarrollado por Ferreyra cuenta con algunas ventajas interesantes: el agua no queda con olor a cloro y le da alta cristalinidad. “A su vez -explica el fabricante- al aplicar una baja concentración del líquido, no hay irritación de ojos en los usuarios del natatorio ni se destiñen sus trajes de baño. Además, al agregar la dosis justa, mantiene el PH mucho más estable, y también conserva el filtro libre de bacterias“.
Este sistema de administración de cloro evita excesos en las cantidades de líquido suministrado, generando importantes ahorros y evitando olores desagradables. Además, otorga autonomía al mantenimiento de la piscina.
Por otro lado, Clorodrop permite agregar cloro al agua durante el día, aún con los usuarios dentro de la pileta, ya que el proceso de cloración se produce antes de que el agua regrese al natatorio. Una vez que retorna, ésta queda solamente con el valor residual necesario para evitar la proliferación de microorganismos.
Rodolfo Ferreyra
Instalación y costo
Según Ferreyra, “este sistema es muy fácil de calibrar y se adapta a las necesidades del cliente“. En esta línea explica: “La instalación es extremadamente sencilla y, por sobre todo, no es necesario cortar caños“. En definitiva, “el sistema no purifica, sólo agrega cloro en una forma más sana, económica y novedosa“, dice.
Clorodrop funciona sin energía eléctrica. Su correcto desempeño depende directamente del buen estado del equipo de filtrado. Una limitación es que “no se puede instalar en piletas que tengan la bomba a más de 60cm de profundidad, bajo el nivel del espejo de agua“, destaca Ferreyra.
Según su inventor, el precio es muy accesible. “Sabiendo que había dispositivos eléctricos de variadas tecnologías cuyos valores oscilaban entre los 250 y 800 dólares, el desafío fue desarrollar un sistema mucho más económico“, explica. El modelo creado por Ferreyra para piscinas de más de 100 mil litros, tiene un costo aproximado de 250 pesos.
El equipo se comercializa en todo el país por medio de los canales tradicionales de distribución de productos para natatorios. La fabricación es nacional y posee un año de garantía.
Por Fernando Terrilli (*)
Buen 2005, mejor 2006
Haciendo un balance del año 2005 llegamos a la conclusión de que, luego de un gran esfuerzo, la Cámara Argentina de Natatorios cobró vida de forma permanente. A partir de este año, la CADEN pudo despegar a través de un reordenamiento interno que permitió un desarrollo sustentable.
Fue así cómo logramos enfocar de manera real y constante la puesta en marcha de diferentes actividades. En pocos meses, pudimos montar una nueva sede en donde sentar bases formales y desplegar un amplio cronograma de servicios, ejecutado por un grupo de trabajo magnífico que compone nuestra Comisión Directiva.
En este tiempo, hemos podido desarrollar un sinfín de acciones en beneficio directo de este sector, sobre todo porque tuvimos siempre en claro que nuestro objetivo central como cámara es convertirnos en el soporte general del empresario de piletas… ser su manual de cabecera, su salvavidas.
Creemos realmente estar en el sendero correcto, brindando paso a paso el apoyo que la actividad necesita. Hoy, con más de 100 socios, tenemos el reconocimiento que nos posiciona como la entidad por excelencia a la que nuevos y no tan nuevos empresarios del rubro pueden consultar. Esto nos gratifica y renueva nuestras energías para enfrentar este 2006 llenos de optimismo.
Por todo esto, seguiremos trabajando duro para hacer de la CADEN una cámara verdaderamente amplia y federal, a la altura de otras con años de trayectoria. No será fácil y lo sabemos, pero es posible con trabajo, honestidad y el compromiso que demostramos a nuestros afiliados durante esta corta gestión.
(*) Presidente CADEN - Director de Quilmes Acuatic Sport / fterrilli@uolsinectis.com.ar
Por Daniel Cirio (*)
Cambiar la historia es nuestra labor
Si hablamos de un negocio rentable, debemos exigirnos ser claros y concisos en el análisis para no engañarnos. Un gimnasio que otorga un salario para vivir a su propietario no es un negocio rentable. La rentabilidad es la relación que existe entre la utilidad y la inversión necesaria para lograrla. Por ende, hablamos de re-equipamiento, expansión, nuevas unidades de negocios, etc.
La rentabilidad nos permite medir la efectividad de la gerencia de una empresa, siendo en sí misma la conclusión de una administración competente, un planeamiento inteligente, reducción integral de costos y gastos ociosos. Todas éstas son medidas tendientes a la obtención de utilidades.
Un gimnasio rentable según estándares internacionales1 debe tener una utilidad bruta superior al 35 por ciento de su facturación. Hoy las empresas no están sanas, las ganancias han caído y el único camino es aumentar el valor de las membresías. Si observamos el cuadro I (parte superior), el mismo nos indica la suma de los sueldos de un empleado de maestranza y de un instructor de musculación en el año 2001.
Luego se hace referencia a cómo estos salarios fueron afectados con los aumentos en 20052. Se puede visualizar que ello incrementó los costos para la empresa. En el año 2001, para liquidar estos haberes (maestranza e instructor), con una cuota promedio de $303, se necesitaban 31 clientes. En cambio, a fines de 2005, con el aumento y una cuota promedio de $404, se requirieron 46 clientes. O sea que en 2006 necesitamos 47,7% más clientes para afrontar estos dos sueldos.
Si analizamos el cuadro II, notamos el aumento en el equipamiento, una variable fundamental para nuestras empresas. Un sillón de cuádriceps, en 2001, costaba $800 (US$ 800). En aquel año se necesitaban 26 clientes para cubrir dicha inversión. En 2006, el mismo sillón vale $2890 (US$ 963). O sea que se requieren 72 clientes, es decir, 171,6% más socios para costear ese desembolso.
Sucede que los aumentos que elevaron nuestros costos no fueron transferidos en igual medida al valor de las membresías. Éste es el momento de preguntarnos: ¿Es rentable nuestro negocio con una cuota promedio de $40? Si logramos mirar hacia atrás y evaluar la rentabilidad de los gimnasios en 2001 en comparación con 2005, tomaremos conciencia de que la guerra de precios, en la que nos hallamos insertos, no va a dejar ganadores en el mediano plazo. La caída en los valores reales de nuestras membresías en los últimos 4 años pone al sector en las puertas de una crisis con final incierto.
1 CMS (Club Marketing & Management Services) 2 Datos registrados en los años 2001/2005 en GYMSHOW (Capital Federal) 3 Datos suministrados por Mercado Fitness 4 Datos registrados por la CGA. La cantidad de clientes no es sinónimo de rentabilidad. Ésta ha caído y no pudimos recuperarla. En estos procesos traumáticos, los servicios son los últimos en sobreponerse. En 2006 debemos crear y sustentar el valor del servicio que brindamos. Nos referimos a la diferencia que el cliente encuentra entre el costo de la cuota y el beneficio que obtiene a cambio. Comenzar a cambiar esta historia es nuestra labor.
Crisis 2001/2005
Sueldos 2001 Maestranza (7º Categoría): $421.19 Instructor de Musculación: $521.38 $421.19 + $521.38 = $942.57 $942.57/30 = 31.4 clientes
Sueldos 2005 Maestranza (7º categoría): $888.06 Instructor de Musculación: $971.30 $888.06+$971.30 = $1859.36 $1859.36/40 = 46.4 clientes 47.7 % +
Precios aparatos
Equipamiento 2001 Sillón cuádriceps AR$ 800 = u$s 800 Equipamiento 2005 Sillón cuádriceps AR$ 2890 = u$s 650 2001 AR$ 800/30 = 26,6 clientes 2005 AR$ 2890/40 = 72,25 clientes 171.6% +
(*) Secretario de la CGA. dcirio@camaradegimnasios.org.ar