La educación en la antigua Roma

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TRABAJO REALIZADO POR: -Mercedes García Gil -Claudia Simal Cortés -Andrea Perea Gogín -Marta Shoxveald Millas

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·PÁGINA 1: Portada.

·PÁGINA 2: Índice.

·PÁGINA 3: La educación en el ámbito familiar

·PÁGINA 4: La educación en Roma a partir de los siglos III, II a.C. Primera etapa de la educación romana.

·PÁGINA 5: Segunda y tercera etapa de la educación romana.

·PÁGINA 6: Horario escolar y material escolar.

·PÁGINA 7: Castigos para los alumnos.

·PÁGINA 8: Derechos y deberes de los alumnos según Quintiliano

·PÁGINA 9: Conclusión.

·PÁGINA 10: Fuentes.

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LA EDUCACIÓN EN EL ÁMBITO FAMILIAR. La educación en Roma surgió un gran cambio debido a la influencia griega entre los siglos III-II a.C. Antes de dichos siglos las escuelas no exisistían y por lo tanto los niños eran educados por sus padres. La educación con influencia griega hizo que los niños fueran formados tanto por sus padres como por docentes. La educación era diferente para los niños y las niñas. Dentro del ámbito familiar la madre tenía un papel muy importante, ya que era ella la encargada de educar a los hijos hasta los siete años. Desde la infancia les enseñaba que la familia era una auténtica unidad social, cuyos poderes estaban concentrados en el paterfamilias, que era el propietario de todo y mandaba sobre todos. A partir de los siete años era el padre quien educaba a los hijos y les enseñaba a escribir, usar las armas y cultivar la tierra. También les enseñaba las buenas maneras, la religión, la moral y el conocimiento de la ley. El niño acompaña a su padre a todas partes: al campo, a los convites, al foro, etc. Por otra parte, la niña seguía bajo el cuidado de su madre, que la instruía en el telar, las labores domésticas y en cómo hacerse cargo de su familia.

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LA EDUCACIÓN EN ROMA A PARTIR DE LOS SIGLOS III-II a.C. Hasta los siglos III y II a.C. la educación se desarrollaba en el ámbito familiar siendo así los padres de los hijos sus maestros, pero a partir de los siglos nombrados anteriormente, Roma entró en contacto con la cultura griega, que influyó en gran manera en la educación de los niños romanos. Algunos maestros griegos llegaban a Roma como esclavos a dar clases en las casas de las familias ricas, y si se convertían en libertos, algunos llegaban a abrir escuelas. Los romanos aceptaron enseguida la educación de los griegos, que era mucho más avanzada que la suya, aunque los romanos impusieron sus condiciones. La enseñanza en Roma no era gratuita ni tampoco obligatoria, pero a partir del siglo II d.C. el emperador Adriano estableció un sistema de ayudas que permitió que no solo los niños de familias ricas pudiesen tener derecho a la educación. ETAPAS DE LA EDUCACIÓN Los niños que iban a la escuela pasaban por tres etapas distintas en las que se les agrupaba según su edad. El primer periodo de enseñanza era el Elemental, y los alumnos estaban de los siete a los once años. Su maestro era denominado magister. En esta etapa, las clases eran mixtas, pero a partir de los doce años las niñas se quedaban en casa y los niños seguían formándose. Aprendían a leer, escribir, a hacer cuentas y a memorizar cosas sencillas. Las clases se hacían en las tabernas o en las azoteas. Los niños eran acompañados hasta los lugares en los que se impartían las clases por pedagogos, ellos eran esclavos que trabajaban para los padres de los niños. Un pedagogo en la actualidad es la persona que se dedica a educar a los niños. Esto quiere decir que el pedagogo tiene cualidades de maestro y está capacitado para instruir a sus alumnos.

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En la segunda etapa, más conocida como Media, estudiaban los alumnos desde los doce hasta los dieciséis años. Esta enseñanza solo la recibían los niños y niñas de las familias ricas y su profesor era conocido como Grammaticus. Adquirían conocimientos sobre los poetas tanto griegos como romanos, así como historia, geografía y mitología. Se perseguía el perfecto dominio de la lengua que hablaban. A partir de los catorce años, las niñas estaban consideradas como adultas, y en ese momento podían dejar de estudiar en las escuelas. Si deseaban seguir aprendiendo, sus familias les proporcionaban un profesor que iba a sus casas para enseñarle todas las materias. Por último estaba la etapa Superior. Esta parte de la enseñanza solo la recibían los alumnos de familias ricas que aspiraban al cursus honorum o a una carrera política. Solo la podían cursas los hombres y en esta etapa estaban desde que recibían la toga viril hasta los veinte años. Estudiaban todo sobre la oratoria, sus reglas, fórmulas, discursos, declamaciones… También estudiaban derecho y filosofía. El objetivo de esto era formar la elocuencia. Sus maestros eran conocidos como rhetor u orator. Al finalizar esta última etapa debían decidir si preferían seguir estudiando o si por otro lado preferían servir a los romanos en el ejército. Esta enseñanza se impartía en los pórticos del foro y el Imperio facilitaba aulas para el aprendizaje de éstos alumnos.

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EL HORARIO ESCOLAR El horario escolar de los niños romanos estaba regido por el calendario religioso y sus jornadas de estudio eran realmente agotadoras, ya que duraban desde el alba hasta la tarde y solo tenían un día de descanso a la semana. En compensación a su esfuerzo había largos periodos de vacaciones en verano, diciembre y marzo.

MATERIAL ESCOLAR Los materiales escolares que necesitaban los alumnos para estudiar no eran muchos. Solo necesitaban un rollo de papiro llamado libri, en él se escribía con una caña afilada, calamus, o simplemente con una pluma y tinta negra. También solían utilizar una tablilla de cera en la que escribían haciendo pequeñas incisiones con un punzón de hierro o bronce que tenía una punta afilada para escribir y la otra punta era plana y la usaban para borrar. A este instrumento lo llamaban stilus.

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CASTIGOS A los niños se les pegaba para que aprendieran, y si no lo hacían eran golpeados hasta que memorizaran o aprendieran la lección. Los romanos pensaban que era la única manera de que los niños aprendiesen. El castigo corporal era constante durante toda la vida escolar de los alumnos romanos. Uno de los instrumentos más populares y utilizados para golpear a los alumnos era la férula. Para las faltas más graves estaba reservada la scutica o látigo. Para los azotes el niño se solía desnudar. Dos de sus compañeros lo izaban. Uno de los compañeros le cogía por los brazos y otro por los tobillos, de manera que la espalda quedaba hacia arriba y así le golpeaban más fácilmente. Esto se conocía como catomus, expresión griega para la posición “sobre los hombros”. Había muchos padres que conocían estos métodos e incluso los fomentaban. El maestro era un personaje muy despreciado por los niños. Los profesores no solían poner gran interés en educar a sus alumnos ya que su trabajo estaba muy mal pagado. Según cuenta Marrou, "era preciso reunir un conjunto de al menos treinta alumnos para que un docente tuviese asegurado un sueldo igual al de un carpintero o al de un albañil. Normalmente, no era muy sencillo encontrar a al menos treinta alumnos para ganar un sueldo que les permitiese, aunque solo fuera vivir. Por eso, muchos maestros solían buscar algún que otro empleo para llegar a un suelo que les permitiera vivir un poco mejor. El primer profesor de retórica latina pagado oficialmente por el estado fue Fabio Quintiliano.

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DERECHOS Y DEBERES DE PROFESORES Y ALUMNOS SEGÚN QUINTILIANO. 1. Los profesores. Asuma ante todo un espíritu de padre con respecto a sus alumnos, y piense que está en el lugar de aquellos que le han confiado a sus hijos. No tenga él vicios, ni los tolere. No sea desagradable su actitud austera, no sea excesiva su familiaridad; no vaya a ser que nazca de la una odio y de la otra desprecio. Hable mucho de honestidad y bondad, pues cuantos más avisos dé, menos castigará. No se deje llevar nunca por la ira, pero tampoco deje pasar lo que debe corregirse. Sea sencillo en su enseñanza, sufridor del trabajo, esté siempre cercano, pero no en exceso. Responda gustoso a los que le preguntan, a los que no le preguntan, pregúnteles de repente. En las alabanzas de las exposiciones de sus alumnos no sea tacaño, pero tampoco exagerado, porque lo uno provoca disgusto con respecto al trabajo, lo otro autosuficiencia. Al corregir lo que debe, no sea duro, y mucho menos, amenazador, pues a muchos les aleja del propósito de estudiar el que algunos les repriman como si les odiasen. Diga alguna vez, es más, muchas, y diariamente, constantes ejemplos sacados de la lección para su imitación, sin embargo, según se dice, la viva voz alimenta mucho más y, sobre todo, la del maestro al que sus discípulos, si están bien educados, aman tanto como veneran. No se puede decir cuánto más gustosamente imitamos a quienes apreciamos. Quintiliano, Instituciones oratorias.

2. Los alumnos. Después de hablar bastante de los deberes de los maestros, a los discípulos, entretanto, sólo les recomiendo esto: que amen a sus maestros no menos que a los mismos estudios, y crean que son sus padres, no físicamente hablando, sino en el plano intelectual. Este deber hacia el maestro ayudará mucho al estudio, pues los escucharán mejor y creerán en sus palabras, y desearán vivamente parecerse a ellos. Finalmente vendrán contentos y entusiasmados a las reuniones de las escuelas, no se enfadarán cuando se les corrija, se alegrarán cuando se les alabe, y se dedicarán al estudio para ser los más queridos. Pues así como el deber de aquéllos es enseñar, el deber de éstos es mostrarse dóciles. De lo contrario, una cosa no sirve sin la otra. Y así como el hombre nace de la unión de uno y otro progenitor, y en vano se esparce la semilla si no la calienta el surco bien mullido, de la misma manera, la elocuencia no puede desarrollarse si no existe la concordia

asociada del que transmite y del que recibe.

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A diferencia de la educación actual, en Roma no existía la educación obligatoria para las mujeres, solo para los hombres, y duraba hasta los diecisiete años aproximadamente. Ahora, hasta los 16 años todas las personas, tanto chicos como chicas tienen una educación obligatoria. Actualmente, todo el mundo puede tener acceso a una educación gratuita, pero en la antigua Roma, solamente los hijos de familias nobles podían acceder a ella. A partir de los 16 años todo el mundo tiene la posibilidad de continuar sus estudios en institutos y universidades, pero en la antigua Roma sólo los chicos podían continuar la educación secundaria y sólo unos pocos accedían a estudios superiores. En estos tiempos, la educación es mucho más sencilla y los alumnos tienen muchas ventajas y facilidades con las que poder aprobar las diferentes asignaturas, aunque antes se recurría al maltrato si un alumno o alumna no se sabía la lección. En conclusión, la educación ha pasado por grandes y diversos cambios a lo largo de la historia que han ido favoreciendo poco a poco al estudiante y que le han facilitado en gran medida el aprendizaje, ya que actualmente se disponen de tecnologías como ordenadores y pantallas digitales que hacen que para los alumnos sea mucho más interesante aprender.

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a21296 · http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_funci%C3%B3n_docente · http://iessapostol.juntaextremadura.net/latin/educacion_roma.html · http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_funci%C3%B3n_docente

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·http://www.kindsein.com/es/15/historia/375/ ·http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/cclasica/esc335ca5.php

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