Ya está aquí nuestro “CUENTO VIAJERO” del curso 2013-14. Al igual que el año pasado hemos realizado la actividad partiendo de unas ilustraciones, aunque esta vez son muy diferentes. Damían Zain* ha sido el ilustrador elegido por su calidad, colorido y diferentes temáticas realizadas en sus ilustraciones. Es increíble ver cómo se manejan nuestros alumnos a la hora de realizar estos cuentos con el grupo: su creatividad, imparable imaginación, la actitud crítica que muestran sobre los capítulos que nos van llegando,… ¡Es una fantástica experiencia! De nuevo esperamos que paséis un agradable tiempo de lectura gracias al trabajo grupal de todos los alumnos de Primaria. Muchísimas gracias a todos los alumnos y profesores que habéis hecho posible esta actividad. Mercedes López Jefe del Departamento de Lengua de Primaria
*Damián Zain nació en Buenos Aires en 1974. Vive y trabaja en Avellaneda (Provincia de Buenos Aires). Es ilustrador, humorista gráfico, caricaturista e historietista. Estudió dibujo publicitario e hizo el curso de historieta en la Escuela de Dibujo de Carlos Garaycochea. Si quieres saber más cosas sobre él y ver muchas ilustraciones te recomendamos visitar su blog: http://damianzain.blogspot.com.es
CUENTO A
LA BRUJA, LA PRINCESA Y LOS PINGÜINOS
Capítulo 1 LOS PODERES DEL REINO Érase una vez, en un país muy lejano, un palacio hechizado desde hace muchos, muchos años. Una noche oscura de otoño, al palacio llegó una bruja malvada. Su pelo era verde y rizado, además de muy largo. Vestía con harapos y ropa vieja. Tenía una camisa morada llena de agujeros y una falda rosa que arrastraba por todo el suelo. Sus zapatos eran negros y con soles dibujados. La bruja quiso ir a este lugar porque se había enterado, por la gente del pueblo, que el Rey tenía poderes para hacer a la gente hermosa. Deseaba ser joven y guapa. Por ello, una noche la bruja Maruja decidió ponerse en marcha rumbo al palacio. Cuando llegó a su destino encontró un gran edificio, iluminado con muchas luces, y una gran escalinata en la entrada. ¡Riiiiiiiiiiiiiiiiing! Sonó el timbre de la puerta. Todos se quedaron sorprendidos porque era muy tarde y no esperaban visitas. El mayordomo se acercó a la puerta y la abrió. - Buenas noches. ¿Desea algo? - preguntó el mayordomo. - Quiero hablar con el Rey. - dijo la bruja Maruja. - ¡No es posible! Está durmiendo, ya que es muy tarde. - contestó el mayordomo. Al oír tanto ruido, el Rey bajó al salón y se asomó a ver qué pasaba sin entrar en la sala. Maruja se enfadó mucho y lanzó un hechizo al Rey. ¡Lo convirtió en un Chihuahua diminuto! Tan diminuto que para verlo bien se necesitaba una lupa. La princesa Elsa oyó mucho barullo y decidió bajar para averiguar qué ocurría. Elsa era la hija del Rey. Una niña de siete años muy guapa, con pelo largo y unos enormes ojos verdes. Era de estatura pequeña y delgada. Las cosas que más le gustaban eran mirarse al espejo y el hielo. Tenía poderes. Podía congelar lo que quisiese.
Cuando bajó a la sala principal del palacio se encontró con la bruja Maruja y con su padre convertido en un diminuto perro. La princesa Elsa se asustó. Intentó convertir a la Bruja Maruja en hielo, pero no pudo ya que esta se había quedado con los poderes del Rey: ser joven y guapa, además de ser capaz de romper todos los hechizos. Por lo tanto, no le afectó el hechizo de la princesa. La niña, muy asustada, cogió a su padre, el perro diminuto, y salió huyendo del palacio.
Capítulo 2 LA CASA MISTERIOSA
Mientras huía de la bruja, la princesa iba convirtiendo todo lo que encontraba a su paso en hielo. No quería que la bruja les alcanzara. Así lograría que se escurriera cuando intentara atraparles. Después de mucho rato corriendo, comenzaba a estar cansada. Además, el pequeño Rey parecía que empezaba a pesar. Tanto hielo hizo que se helaran las hojas del otoño. De pronto, se dio cuenta de que éstas caían formando un camino, que terminaba en lo que parecía un refugio en medio de la nada. Era una casa vieja que no parecía estar en muy buen estado. Cuando comenzó a acercarse a la casa, vio a dos niños que le decían algo. Uno de ellos era moreno y muy alto. El otro era rubio, algo más bajito y con gafas. Elsa se acercó a ellos para escucharles y preguntarles si la casa estaba deshabitada. - Entra - dijo uno de ellos, mientras la miraba fijamente. Inmediatamente después y, como por arte de magia, ambos desaparecieron. Elsa estaba impresionada, asustada y confundida. ¿Qué hacer? ¿Entrar? ¿Seguir corriendo? Después de mucho pensar, decidió entrar y se acercó a la puerta. La puerta chirriaba. La niña sentía escalofríos mientras el pequeño Rey parecía que seguía y seguía creciendo a cada temblor. En seguida se dio cuenta de que la casa parecía estar vacía. No había recibidor, sino un pequeño pasillo que se dirigía a unas escaleras algo rotas y viejas. Elsa las subió abrazando muy fuerte al pequeño Rey, pues se moría de miedo. Al final de las escaleras vio tres puertas. Decidió entrar en la del medio, que estaba abierta. Al entrar encontró siete camas. De pronto el miedo que sentía se convirtió en un tremendo cansancio, así que decidió tumbarse en las camas y sin querer se quedó dormida, después de dejar el pequeño Rey sobre una almohada.
Al cabo de unos minutos, que tal vez fueron horas, se despertó y se encontró catorce ojos mirándola fijamente a su alrededor. ¡Ahhhhhhhhhhhh!- gritó sobresaltada. El pequeño Rey comenzó a ladrar muy asustado. De un golpe, Elsa pulsó el interruptor de la luz, que estaba en la pared, pues ya se había hecho de noche, y resultó que los catorce ojos pertenecían a siete pingüinos que la miraban extrañados.
- ¿Qué haces aquí?- preguntó un pingüino gordito y algo más oscuro
que los demás.
- ¿Cómo has entrado en nuestra casa?- le preguntó el más alto de
todos.
- ¿Por qué te tumbas en mi cama?- dijo uno que llevaba unas gafas un poquito anticuadas.
Capítulo 3
UN DÍA DE PERROS
La princesa se quedó alucinada al ver que unos pingüinos podían vivir en una casa que no estaba helada y que encima… ¡hablaban! Muerta de miedo salió corriendo con el pequeño Rey en sus brazos y se metió en otra puerta que abrió congelándola y dándole, justo después, una patada.
En el interior solamente había una tubería vieja que goteaba y en el suelo un pequeño barreño. El pequeño Rey, que estaba sediento, salió corriendo para beber agua del barreño pero al llegar…… - ¡¡¡¡¡¡DIOS MIO, NO GANA UNO PARA SUSTOS!!!!!! Del barreño apareció un mini marcianito que mirándole con ojos saltones le dijo: - ¿Quién eres tú? ¿Cómo te llamas? ¿Por qué eres tan pequeño? ¿Cómo has llegado hasta aquí? El pequeño perrito le contestó: - Yo soy el Rey y una mala bruja llamada Maruja me ha convertido en un minúsculo perrito.
El marcianito Juanito que tenía muchos poderes, entre ellos hacer más grandes y más pequeñas las cosas, pensó que sería buena idea convertir al mini perro en un perrazo que… ¡Molara mazo!
Así podría proteger a la princesa Elsa de la temerosa bruja Maruja. Así lo hizo y el Rey, muy agradecido, le prometió que cuando volviese a reinar y recuperase sus poderes Juanito sería el Mago del palacio. Al cabo de un ratito se calmaron y fueron, acompañados por Juanito, a hablar con los pingüinos para pedirles ayuda para vencer a la malvada bruja. Todos llegaron al acuerdo de que debían ir a buscar en la biblioteca algunos libros para poder derrotarla. La biblioteca se encontraba en la tercera puerta y estaba custodiada por una adorable viejecita llamada Eustaquia. Fueron buscando entre todas las estanterías y al encontrar el libro que tenía los hechizos suficientes para poder vencer a la bruja, éste fue a parar justo en la cabezota de uno de los pingüinos. El pingüino aun aturdido abrió el libro y de él salió una bruja simpatiquísima que les dijo: -
Yo puedo ayudaros a vencer a mi hermana, la bruja Maruja, para que todo vuelva a la normalidad.
Todos decidieron ponerse manos a la obra, prepararlo todo y dirigirse hacia el palacio donde se encontraba Maruja.
Capítulo 4 LAS TRAMPAS DEL CASTILLO
Al hacerse de día se dirigieron al castillo pero, para su sorpresa, el castillo estaba repleto de guardias hipnotizados por la bruja y debajo del puente levadizo había un lago lleno de cocodrilos. Pasaron con cuidado por el puente y se encontraron con una roca gigante. La levantaron entre todos y se encontraron un pasadizo que conducía a todas las estancias del castillo. Al pasar por el túnel se encontraron con una habitación llena de interruptores de colores y, uno de los pingüinos que estaba un poco loco los apretó todos. Se generó un tornado que los arrastró hasta una habitación misteriosa. En esa habitación se encontraban todos los antiguos sirvientes del rey que no quisieron servir a la bruja. Intentaron liberarlos pero en ese momento pisaron una baldosa y del suelo salieron doscientas serpientes cascabel.
Acorralados todos y muertos de miedo no sabían qué hacer. De repente, el marcianito Juanito tuvo una idea: como él podía convertir las cosas en pequeñas, lanzó un hechizo que hizo que esas serpientes se convirtiesen en orugas microscópicas.
Salieron de esa habitación y llegaron a un inmenso salón lleno de estanterías y, justo en el centro, había una mesa enorme con un frasco encima que contenía un líquido verde fluorescente. Antes de llegar a la altura de la mesa apareció un genio que les dijo: - ¡Qué pasa troncos! Me llamo Alu- Bia y soy un Genio rapero que me tiño el pelo, mi madre no me deja y me pega una colleja. Todos lo miraron perplejos y le preguntaron: - Señor Alu-Bia, ¿qué contiene ese frasquito? ¿Lo podemos coger?
El Genio se quedó pensativo y al segundo respondió: - Si queréis ese frasco tendréis que inventar entre todos un rap que mole más que el mío. Después de pasar más de cinco horas pensando hicieron el siguiente rap:
Soy rapero y me corto el pelo. Mi madre no me deja, me tira de la oreja. Bebo gazpacho y me mojo el mostacho. Soy italiano y también mejicano. Me llaman Serrano porque tengo un grano. Hola chavales, me llamo Alex piso los pedales y me salen cereales. Al genio le gustó tanto que se puso inmensamente feliz y les permitió pasar a coger el frasco. Les explicó que el frasquito contenía moco de troll que les permitiría hacerse invisibles para poder llegar hasta donde estaba la bruja. Pero les advirtió de que si se pasaban de la dosis se convertirían en trolls horrorosos y peludos.
Capítulo 5 LA EMBOSCADA
Después de la advertencia del mago, dejaron a Patosín a cargo del frasco. Salieron corriendo por un pasillo hacia una luz que brillaba con un tono azulado cuando, de repente, el suelo empezó a temblar y las paredes se juntaban poco a poco. Entonces el pingüino Inventario, que llevaba siempre cosas útiles en su morral, sacó dinamita y la colocó en las esquinas del suelo para conseguir salir de ahí. Al explotarlas, el suelo se abrió imitando a un gran terremoto. Cayeron a un pasadizo semioscuro y húmedo donde avistaron una pequeña puerta repleta de luces. Se acercaron a la puerta y al abrirla vieron un hermoso jardín. Elsa tenía tanto miedo por no saber qué iba a encontrar en ese jardín, que congeló todo. Como ahora el jardín se parecía al hábitat de los pingüinos, empezaron a jugar, saltar, deslizarse por el hielo y hacer piruetas. A Patosín, mientras hacía piruetas, se le escapó el frasco con el moco de Troll. El rey, llamado Patapón, empezó a lamer el contenido del frasco y se hizo invisible. Ninguno lo encontraba, pero podían escuchar sus ladridos. A Elsa se le ocurrió la idea de lanzar un manto de nieve sobre el césped congelado; y así, poder seguir el rastro de las huellas de Patapón. Debido a que Patapón era el rey de todo el reino, se conocía todos los caminos a la perfección, y les guió a un laberinto donde encontraron a un gato llamado Cristino. El gato Cristino, que podía hablar todos los idiomas, les explicó que podía llevarles junto a su amo, el Gran Mago, a cambio de superar una gran adivinanza. Elsa y la panda de pingüinos aceptaron que Cristino les ayudase a pasar el laberinto y llegar hasta el Gran Mago. Y así lo hicieron. Acertaron a la primera por lo que caminaron junto a Cristino en busca del Gran Mago. Al cabo de un rato Cristino se paró y gritó:
- ¡Ahora! Y de repente la bruja les atrapó y les llevó a una habitación con un guardián para vigilarles. El guardián, para dejarles salir, les explicó que deberían encontrar un acertijo en una de las paredes de la habitación. Empezaron a buscarlo y enseguida lo encontraron en una esquina detrás de un mueble. El acertijo era el siguiente:
Todos viven sin aliento; y fríos como los muertos, nunca con sed, siempre bebiendo, todos en mallas, siempre en silencio. ¿Qué es?
Capítulo 6 UN DESENLACE MUY CANINO
Emocionados llamaron al guardia: - ¡Oiga! ¡Oiga, señor! Hemos encontrado el acertijo. ¡Venga por favor! El vigilante se acercó a la celda. - Decidme ¿Qué queréis?- preguntó. - Déjenos salir. El trato era encontrar el acertijo. Aquí lo tiene – dijo la bruja buena, que se llamaba Eugenia. - Pero, ¿cuál es la solución? - preguntó el guardián. - Ese no era el trato. Dijo que teníamos que encontrar la adivinanza. No dijo nada de resolverla – exclamó Elsa. El viejo soldado quedó pensativo. Pasados unos minutos les dijo: - Si no hay solución no hay salvación. Y con estas palabras se marchó dejándolos encerrados. No consiguieron la solución. Pasaron mucho tiempo pensando. Tanto tiempo pasó, que el hechizo del Rey caducó, volviendo a su forma humana. El guardia, al ver a Su Majestad, les dejó salir pidiendo mil disculpas por haberlos tenido encerrados. Salieron corriendo por los pasillos desesperadamente a la Bruja Maruja.
del
palacio.
Buscaban
La encontraron en el Gran Salón de Baile. Sentada en el trono real. Eugenia se adelantó al grupo y poniéndose delante de Maruja le preguntó: - ¿Qué estás haciendo hermana? La malvada bruja no se molestó en contestar. Con un ligero movimiento de mano hechizó a su hermana convirtiéndola en Chihuahua.
El Rey, Elsa, el marcianito Juanito y los pingüinos corrieron a ayudar a su amiga. Maruja al verlos, muy enfadada, lanzó un hechizo colectivo convirtiéndolos a todos en perros. El Rey, muy enfadado y lleno de rabia, lanzó un ladrido huracanado. Al momento se empezaron a oír millones de ladridos. Al Salón de Baile empezaron a entrar miles de perros por todas partes. Entraban por la puerta, las ventanas y por los conductos de ventilación. Todos se abalanzaron sobre la bruja derrotándola. El Rey se acercó a Maruja y recuperó sus poderes adueñándose de los de ella. Acto seguido, se rompió el hechizo canino y todos los perros resultaron ser los súbditos del reino. Juanito, muy enfadado, empequeñeció a la bruja mala. La metieron en una jaula y allí la dejaron. La felicidad reinaba en todo el palacio. Por ello, se decidió hacer una fiesta en la que habría miles de dulces y pasteles. Para ello, Elsa y Eugenia decidieron ayudar a los cocineros por lo que bajaron a las cocinas. La fiesta fue un éxito del que todos los habitantes del reino disfrutaron.
FIN
CUENTO B
EL "FANTÁSTICO"
VIAJE DE LOS PINGÜINOS
Capítulo 1 LOS PINGÜINOS VIAJEROS
En la ciudad de los pingüinos, en la Antártida, los días eran siempre iguales. Un pequeño pingüino llamado Miguel, estaba aburrido de siempre hacer las mismas cosas. Lo que nadie sabía es que Miguel estaba maquinando un plan para que las cosas cambiaran. En ese plan estaban involucrados sus amigos Guille, Gonzalo y la cigüeña Martín. Se reunían por las noches, cuando todos estaban durmiendo, en el colegio de su ciudad. Su plan, que no era maligno, era escaparse para ir a París. Una vez allí, irían a ver la Torre Eiffel, para luego visitar Disneyland París. Pero su problema no solo era el cómo llegar, sino cómo podrían pasar desapercibidos entre tanto humano. Su plan de huida era: ir nadando desde el Océano Antártico para seguir por el Océano Atlántico y llegar por el Mar Cantábrico hasta Le Havre, al norte de Francia. Desde allí irían volando porque Martín les llevaría. Pero algo fallaba en el plan de Miguel. ¿Qué era?
Capítulo 2 MALATRAPA PITIBAL
El problema era que no tenían ni idea de dónde estaba el Océano Atlántico y, menos, el Mar Cantábrico. Además, no sabían de la existencia del animal más temido que habitaba en aquellas aguas. Era una especie marina muy peligrosa entre tiburón, piraña y ballena. La única especie marina que quedaba de la prehistoria. Su boca era tan grande que se los podía comer a todos de un bocado. La cigüeña Martín tenía un montón de amigas gaviotas. Cuando les contó el plan, todas se pusieron a temblar. Martín no lo entendía, hasta que le contaron los peligros del viaje. Le dijeron que había un monstruo llamado Malatrapa Pitibal y ningún ser vivo había conseguido esquivarle. El Monstruo vivía en el fondo del océano y, para llegar a Francia, tenían que pasar muy cerca de él. Además había miles de kilómetros de distancia. El viaje iba a ser muy largo y sería muy difícil que todos pudieran llegar. La cigüeña fue corriendo a contárselo a Miguel, Guille y Gonzalo. Estos se quedaron muy callados y desilusionados al oír la noticia. Entonces a Gonzalo se le ocurrió una idea brillante, o eso creía él: colarse en un petrolero que todos los meses pasaba por la Antártida y llegaba hasta los Pirineos. Todos se pusieron muy contentos. Era la solución. Por fin el plan se iba a llevar a cabo. A su vez, se presentaba para todos otro gran problema: el miedo a los humanos.
Capítulo 3 BUSCANDO CAMUFLAJE: EL CONDUCTO
A pesar del gran problema que suponían los humanos, decidieron embarcarse en la aventura y “coger el petrolero por los cuernos”. Al caer la noche, aprovechando que todos dormían, los pingüinos y Martín nadaron hasta el ancla del petrolero. Subieron a la proa desde donde la cigüeña, con muchísimo esfuerzo, les llevó volando a la chimenea del barco. Allí se dejaron caer y llegaron hasta uno de los conductos de ventilación. Era un lugar oscuro, estrecho y frío como la tripa de un gato hambriento. De repente, escucharon un ruido ensordecedor y se asustaron. Empezaron a notar más frío, más viento y… Una gran ráfaga de aire les empujó hasta una rendija vieja, rota y oxidada por donde cayó el pequeño Miguel. Miguel asustado, bastante mareado y desorientado observó con dificultad lo que había a su alrededor: una cama, estanterías, una alfombra y una caja llena de juguetes. ¡Era el camarote de un niño! Pasados unos minutos escuchó unos pasos y corriendo, lleno de nervios, decidió esconderse dentro de la caja de los juguetes. El sonido de una puerta al abrirse hizo que Miguel quedase paralizado por el miedo. Al instante vio entrar a un niño de pelo castaño; liso y despeinado, nariz regordeta, ojos marrones claros; llenos de luz y de expresión traviesa. En su cabeza lucía un gorro de camuflaje. Mientras Miguel lo observaba se dio cuenta de que el niño hablaba con sus juguetes y les contaba que estaba sólo y aburrido. El muchacho, al ver al pingüino, extrañado se pregunta en voz alta:
- ¿Y este pingüino de dónde ha salido?
Miguel, sin pensar las consecuencias, decide hablar con él.
- ¡Necesito ayuda! ¡Mis amigos están en peligro! El niño, boquiabierto y sorprendido, con una mezcla de ilusión y temor decide hablar con el pingüino y echarle una mano. Le parece que esta nueva aventura puede ser muy emocionante y el principio de una gran amistad.
Capítulo 4 Misión: Despistar al MALATRAPA PITIBAL
El niño siguió hablando con el pingüino. Juntos pensaron en un plan para salvar a sus amigos y poder apoderarse de la cabina del barco. El plan consistía en salir del camarote haciéndose pasar por peluches: -Ahora vengo- dijo el niño saliendo del camarote apresuradamente. Al rato volvió con unos cuantos trapos que les servirían como disfraz. Una vez que se hubieron disfrazado, el niño cogió a Miguel y sus amigos en brazos y todos juntos salieron del camarote, y pasearon entre el resto de la tripulación sin que nadie se diese cuenta que esos peluches eran en realidad animales vivos. Consiguieron llegar a la cabina del capitán y en un momento en el que no había nadie dentro, se encerraron en ella y cogieron el timón para dirigir el barco. Cuando llevaban un buen rato navegando por alta mar, de repente sintieron un temblor y vieron unos dientes gigantes asomándose a través de las olas. - Es el MALATRAPA PITIBAL - dijo Miguel bastante asustado. - ¡¡¡ Socorrrrrroooooo!!! – se oyó gritar al niño. - Es el monstruo del mar – gritaban todos los animales. Todos se quedaron petrificados. Ahora tenía un gran problema: cómo librarse del monstruo del mar, ya que podía llegar a comerse todo el barco. Entonces Martín dijo: - Podemos avisar a mis amigas las cigüeñas para que nos ayuden a librarnos del monstruo marino.
A todos les pareció una magnífica idea. Abrieron una ventana de la cabina del capitán y entonces la cigüeña Martín llamó a sus amigos, que llegaron al poco rato. Su misión era despistar al monstruo mientras otro grupo se llevaría volando a nuestros amigos a una isla cercana a Francia donde su amiga, la tortuga Huga, les podría ayudar a llegar a París. El plan fue todo un éxito y al llegar a la isla…
Capítulo 5 EL MÉTODO HUGA
Los pingüinos, el niño y la cigüeña Martín creyeron que ya estaban en París. Hasta que la tortuga Huga se dirigió a ellos y les preguntó si necesitaban ayuda para llegar a su destino. - Entonces, ¿dónde estamos?- dijeron a coro los amigos. - Pues sinceramente, en París no estamos - dijo la tortuga Huga entre flexión y flexión. - Te repito otra vez, ¿dónde estamos?preguntó insistente el niño. -Bueno, esta isla se llama “Parislandia”, que está a 2 millas de la costa francesa. Si queréis os puedo entrenar para llegar hasta allí nadando. ¿Os atrevéis a un duro esfuerzo?sugirió la tortuga Huga. -¡Pues claro, es nuestro sueño llegar a Disneyland París!- dijo el pingüino Miguel. - Yo tengo un método que siempre ha funcionado, ¡EL MÉTODO HUGA!- exclamó entusiasmada la tortuga deportista. - ¿Pero en qué consiste?- preguntó Guille. - Si queréis sobrevivir, cinco pasos debéis seguir: 1º- PARA LLEGAR HAY QUE ENTRENAR. 2º-TODOS LOS DÍAS PESCADO Y ENSALADA HAY QUE COMER Y MUCHA AGUA BEBER. 3º-TENDRÉIS QUE HACER DIEZ FLEXIONES CANTANDO CANCIONES. 4º- PARA RÁPIDO NADAR, FUERTES TENDRÉIS QUE ESTAR. 5º- PARA NADAR SIN PARAR, ANTE LAS OLAS NO TENDRÉIS QUE TEMBLAR.
- ¿Cuándo empezamos?- preguntó impaciente Gonzalo. - Mañana al amanecer, el paso uno debéis hacer- afirmó Huga. Este entrenamiento fue un éxito. Cada día un paso hicieron y al sexto día partieron. - Para vuestro viaje os entrego este silbato para cuando estéis en peligro, para poder yo rescataros y ayudaros - dijo la tortuga. Al salir de la isla los pingüinos comenzaron a nadar y la cigüeña Martín emprendió el vuelo con el niño entre sus patas. Martín se llevó un gran susto al divisar a lo lejos una extraña sombra en el agua… ¿Sería MALATRAPA PITIBAL?
Capítulo 6 TODO SE DESVELA
Martín y el niño volaron hacia sus amigos que iban nadando. Tenían que avisarles de la sombra que habían visto. ¡Podía ser el horrible monstruo! Empezaron a gritar: - ¡CUIDADO! ¡Hay una sombra hacia proa! Con el ruido del oleaje, los pingüinos no oyeron la advertencia y siguieron nadando. En cuestión de segundos, una gran mole surgió del fondo del mar. Era MALATRAPA PITIBAL, que con sus fauces abiertas engulló a los pingüinos. La cigüeña y su improvisado pasajero observaron horrorizados como la bestia tragaba a sus amigos. Pero mientras miraban, se dieron cuenta de que el temible bicho tenía algo raro en la cabeza. ¡Era un interruptor! Y a su lado estaban grabadas las palabras: “ON/OFF”. Con más miedo que vergüenza, decidieron acercarse al monstruo. Mientras la cigüeña lo entretenía, el niño saltaría encima de Malatrapa e intentaría apagar el interruptor. Martín se aproximó tanto a la boca del enorme animal, que éste se lo tragó en un santiamén. Justo cuando cerró las mandíbulas, el niño saltó. Cayó en el lomo del gran pez y con gran esfuerzo llegó al interruptor. Lo apagó poniéndolo en la posición “OFF”. De repente, el robot empezó a hundirse. - ¿Cómo saco a mis nuevos amigos de ahí dentro?- Se preguntó el niño. En el preciso momento en el que se hacía esta pregunta, comenzó a sonar una alarma y se oyó un grito que decía: - ¡Sáaaaaaaalvese quien puedaaaaaaaaa! La tortuga Huga salió del interior del gran pez.
Malatrapa Pitibal era en realidad Huga. Ella había diseñado al monstruo para que nadie llegase a su isla. El muchacho empezó a gritar: - ¡Salid de ahí! ¿Os habéis ahogado? Sonaron golpes. Todo se movía. Había grandes olas en el mar. Notó sacudidas y una voz que decía: - Despierta. ¿Cuánto tiempo llevas en la bañera? ¿Te has quedado dormido? Al abrir los ojos, Jorge vio a su madre. -¿Qué dices mamá? ¿Dónde estoy?- dijo confundido. - Me parece que te has quedado dormido. ¿Estabas soñando?- le preguntó su madre. El muchacho le contó a su madre, con pelos y señales, su sueño. La madre al observar los juguetes que tenía en la bañera se echó a reír. - Si te paras a pensar un poco, te darás cuenta de que todo tiene sentido. Mira lo que tienes en el agua- le dijo la madre. Al mirar, Jorge se dio cuenta de que a su alrededor había una pequeña tortuga, un barco, un submarino con forma de tiburón futurista, una cigüeña de plástico y tres pingüinos que nadaban si les dabas cuerda. Se empezó a reír a carcajadas. Terminó de bañarse y fueron al comedor a cenar. Entre risa y risa le contaron a su padre la aventura vivida en la bañera.
FIN
CUENTO C
DIVULGA LA PULGA
Capítulo 1 LA GRAN AVENTURA DE LA PULGA DIVULGA
Debajo de un gran árbol, cerca de la ciudad de Miami, vivía la pulga Divulga. Era una pulga alegre, traviesa y muy juguetona. Lo que más le gustaba hacer era brincar y brincar…., pero últimamente se sentía muy triste porque se aburría mucho en casa y eso que tenía una piscina chulísima hecha por ella misma con un cepillo que encontró cerca del árbol, una pala rosa que había encontrado en el parque un día de paseo y unas cerillas que se le cayeron del bolsillo a un hombre que se puso a pintar un bonito paisaje debajo del árbol. En la piscina la pulga Divulga brincaba y se divertía, pero quería algo más.
Un día Divulga se despertó y dijo: - ¡Hoy va a ser un día especial!- comentó Divulga asomada a la terraza de su casita. - Estoy cansada de estar todo el día metida en casa y de brincar y brincar en la piscina. Debo empezar una gran aventura como la que he soñado, con multitud de experiencias, con arañas, con perros, con peces, con tiburones… Es entonces cuando Divulga decide empezar su gran aventura. Durante un buen rato Divulga soñó despierta con todo lo que le podía pasar en “su gran aventura”: tendría que correr, agarrarse muy fuerte
a los pelos de los perros, saltar con mucha facilidad de un sitio a otro… y pensó que no tendría la fuerza y la agilidad suficiente para todo eso. - ¡Antes de mi gran aventura debo ponerme en forma!- exclamó gritando Divulga. Y así lo hizo. Se puso manos a la obra y empezó a entrenar con lo primero que encontró para ponerse fuerte para su gran aventura.
Capítulo 2 MUCHOS RETOS POR SUPERAR
Después de muchas semanas de duro entrenamiento la pulga Divulga se puso en forma y empezó su viaje donde esperaba encontrar un montón de divertidas aventuras. La primera de ellas ocurrió cuando se subió en un tren que se dirigía a las costas de Florida y conoció a un niño que debía ir al colegio, pensó ella, porque llevaba una mochila llenita de libros. A Divulga le llamó la atención uno de esos libros que era de animales y le pidió al niño que si podía leerlo, a lo que el niño le dijo que sí, y, leyéndolo, aprendió muchas cosas que, aunque no lo sabía aún, le serían útiles para sus aventuras.
Cuando el tren llegó a su destino Divulga se bajó de él y, como no sabía muy bien dónde estaba, se puso a caminar sin rumbo alguno. Al cabo de un rato Divulga iba distraída mirando el paisaje y no se dio cuenta de que había una alcantarilla que no tenía la tapa puesta y cayó dentro de ella, aunque por suerte no cayó demasiado profundo ya que quedó atrapada en una tela de araña.
- Ufff, menos mal- pensó Divulga. De repente vio acercarse a una enorme araña. ¡Estaba atrapada! Intentó dialogar con la araña, aunque estaba un poco asustada. - ¿Quieres venir a merendar a mi casa?- le preguntó la araña. - No, gracias. Estoy en medio de una emocionante aventura – respondió Divulga. - Entonces te voy a comer- dijo la araña muy enfadada. - ¿Por qué me vas a comer si yo no te he hecho nada? ¿Quieres comerte siempre a todo el mundo?
Antes de que la araña pudiese reaccionar, Divulga rompió la tela de araña y cayó muy profundo por la alcantarilla. Cayó y cayó hasta llegar a una playa.
Lo primero que se encontró en esa playa, fue un animal al que nunca había visto, pero que conocía perfectamente porque lo había visto en el libro del niño que iba en el tren. Este animal era el Tiburró, mitad perro y mitad tiburón, y pensó en hablar con él.
- Hola Tiburró, quiero vivir aventuras cruzando el mar que tenemos delante, me iba a hacer un barco con tela y ramas, pero no encuentro nada de eso por aquí.- dijo Divulga - No te preocupes yo te ayudaré y así no necesitarás barco. ¡Súbete encima de mí! – le animó Tiburró.
Divulga, aunque tenía un poco de miedo, aceptó la oferta y se subió encima de Tiburró y juntos cruzaron el mar. Lo pasaron muy bien, aunque como Divulga llevaba mucho tiempo fuera de casa comenzó a echar de menos a sus amigos (sobre todo a Roto el piojo y a Rita la pioja).
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DE REPENTE…!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Capítulo 3 EL ESTORNUDO DE RAMONA
Tiburró y Divulga giraron la cabeza y vieron que una panda de tibutigres les perseguían a lo lejos. Los tibutigres eran robots-científicos en busca del ADN de los tiburrones para clonarles, debido a que eran una especie en peligro de extinción (“única” en el mundo). Tiburró y Divulga asustados rápidamente se sumergieron en las profundidades del océano. Allí había un arrecife de coral en el que había una caña de pescar con un pececito colgando. Tiburró hambriento, abrió su grandísima boca y se comió el pez. Al tirar de la cuerda de la caña se abrieron unas compuertas que conducían a una tubería que a su vez, dirigía a casa de Tiburró. Llegaron al fondo de la tubería y cayeron en una gran cesta. Divulga levantó la vista y contempló sorprendida a dos perros y a un gran tiburón, quien estaba en una pecera gigante. Sus caras eran totalmente desconocidas para la pequeña pulga; ya que no les había visto jamás. Asustada empezó a llamar a gritos a su amigo Tiburró. Entonces un perro que no conocía le contestó: -
¡Aquí estoy Divulga! Tranquila, no te asustes, soy Tiburró; pero cuando no estoy dentro del agua me transformo en perro- explicó Tiburró.
Inmediatamente los otros dos animales dijeron: -
Hijo, ¿quién es esta pulga que has traído? – dijo Quirikú el perro y Ramona la tiburona.
-
¿No recuerdas que soy alérgica a las…….? ¡¡¡Aaaaaachús!!!
Y Divulga salió volando por la ventana.
Capítulo 4 LA ISLA
Los Tibutigres, quienes estaban escondidos detrás de la casa, al ver que Divulga salió disparada empezaron a perseguirla. Uno de los Tibutigres consiguió alcanzar a Divulga. Sin darse cuenta Divulga se metió en su boca. La pequeña pulga empezó a saltar para intentar huir. En ese momento, el Tibutigre intentó tragársela. Rápidamente Divulga se agarró a la impidiendo que el Tibutigre se la tragase.
campanilla
metálica,
El Tibutigre tosió, tosió y tosió y la pequeña pulga salió propulsada hacia una enorme ola que la arrastró a una pequeña isla. Divulga lentamente abrió los ojos y observó sorprendida que había más personas y animales expectantes a ella.
Capítulo 5 EL CONCURSO
Al llegar a la isla se quedó un poco sorprendida ya que había mucha gente mirando: tortugas, peces, hipopótamos, y... ¡UN PULGÓN! La pulga estaba emocionada. ¡Por fin tenía más amigos! Además el pulgón era muy guapo y parecía estar soltero. La pulga se enamoró al instante de él pero el elefante, que se había dado cuenta de que le gustaba, intentó cortejar a Divulga. Se fueron conociendo todos y la pulga cada vez estaba más locamente enamorada del Pulgón aunque también la gustaba el elefante y tenía que tomar la decisión de su vida: con quién casarse. La pulga se fue a un rincón de la islita a meditar sobre la decisión. Pensó y pensó y al final decidió que se iba a casar con... La decisión era tan difícil que iba a hacer un concurso y quien ganase se casaría con ella. La primera parte del concurso era ver quién era más fuerte. El elefante cogió unas gigantes pesas y el pulgón levantó a la pulga. Esto le gustó mucho a Divulga. La segunda prueba era de inteligencia. Tenían que resolver un acertijo: "Es un animal que camina a cuatro patas por la mañana, a dos patas durante el día y a tres patas al anochecer." El pulgón dijo emocionado: -
¡Un pato!
-
El elefante pensó indeciso...
-
Los bebés andan a cuatro patas. Los niños y adultos andan con los pies y los ancianos con su bastón.
- ¡EL HOMBRE!
La Pulga dijo:
-
¡SIIIIIIIII! Respuesta correcta.
-
Como desempate haréis una prueba que consiste en domar a un perro salvaje. - Cuando caiga la noche cada uno de vosotros intentará domesticar al perro que vive en el lago. Es grande y feroz. El primero que lo dome será el ser perfecto para acompañarme el resto de mi vida. Si nadie lo consigue me iré con los Tibutigres y no me volveréis a ver nunca más. Depende de vosotros.
Capítulo 6 LA GRAN FINAL El elefante empezó primero confiado en sí mismo pero le fue imposible lograrlo. Cuando era el turno del pulgón vinieron todos los habitantes de la isla a ver la gran final. Pulgón estaba muy nervioso pero Divulga le dio la buena suerte y la batalla empezó. Al principio parecía que el perro iba a ganar pero terminó ganando Pulgón. Todo el mundo empezó a aplaudir a Pulgón excepto el elefante que se puso a llorar desesperadamente. A Divulga le dio pena el elefante y encontró un cacahuete en su mochila y se lo ofreció a él. De repente se oyó un grito. Pulgón había recibido un golpe muy fuerte del perro y cayó al suelo. Le llevaron rápidamente al hospital para evitar una muerte inminente pero no hubo forma de remediarlo. Pulgón había muerto. La Pulga, desesperada ante este suceso, lloró desconsoladamente. De pronto se dio cuenta de lo sucedido y, sin pensarlo dos veces, salió corriendo, se abalanzó sobre el perro y comenzó a picarle tan fuerte, con tantas ganas y desesperación que hasta ella misma perdió la conciencia. Cuando despertó se encontraba despistada. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Miró a su alrededor. Se encontraba en su casa, debajo de un gran árbol, cerca de la ciudad de Miami.